Vivencias De La Niñez
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Vivencias de la niñez Juan Jesús Martín Tardío A todos aquellos que me enseñaron en mi niñez. Fueron muchos, no solo seres humanos. Otros trabajos del mismo autor: - Pensamientos y Recuerdos. Año 1993. - Paseos con Leire por tierras de Euskal-Herría. To 793- Año 1994. - El teléfono en Mocejón. To 794- 1995. - Historias de Mocejón, la Sagra y otras curiosidades. To 1499- Año 1995. - Personajes de Mocejón. To 1509- Año 1996. - Los Señoríos de Mocejón. To 1915- Año 1997. - Olías del Rey(Toledo). To 975- Año 1998. - Marchamalo(Guadalajara). Año 1998. - La Sagra toledana en la Causa General. To 1849- Año 1999. - Puenteceso(La Coruña). To 1854- Año 2000. - Magán(Toledo). To 1649- Año 2001. - Pensamiento y Recuerdos(versión 2ª). To 853- Año 2002. - Mocejón(Toledo) en el año 1753. El catastro de Ensenada. To 560- Año 2003. - Las epidemias de cólera del siglo XIX en Mocejón(Toledo). To- 406-Año 2004. Vivencias de la niñez. Depósito Legal: TO-481-2005. Índice Página nº Introducción. 7. 1. Dónde nací. 13. 2. Cuándo nací. 14. 3. Cómo era mi pueblo. 17. 4. Cómo era mi casa. 24. 5. Mis padres y sus mayores. 39. 6. Mis tíos y otros parientes. 50. 7. Los primeros recuerdos. 61. 8. La Escuela de Mocejón. 66. 9. La casa del teléfono. 68. 10. Comerciantes, oficios y profesiones. 71. 11. La Piedra del "Tío Pintado”· 100. 12. El río Tajo. 109. 13. Apodos. 126. 14. La Era, labores, aperos, ganados. 127. 15. Fiestas de septiembre. 139. 16. Fiesta de la Virgen del Carmen. 147. 17. Otras fiestas y eventos. 151. 18. Fiestas de otros pueblos. 172. 19. La matanza. 177. 20. Toledo. 179. 21. La señora Carmen. 184. 22. Colegio de las Carmelitas. 186. 23. Enfermedades. 191. 24. Lecturas para después de una guerra. 196. 25. Colegio de los Maristas. 205. 26. El niño recitador de poesías. 214. 27. El Valle de Toledo. 220. 28. Canciones. 219. 29. Tebeos y cromos. 228. 30. Juegos y juguetes. 235. 31. Cines y películas. 240. 32. Publicidad. 258. 33. La Radio. 259. 34. Eventos de aquellos años. 261. 35. Madrid. 280. 36. Colegio Calasancio. 291. 37. Colegio de don Juan. 297. Anexo de fotos. 302. 7 Introducción. En otros libros que he escrito sobre diversos temas, entre líneas, aquí o allá, aparecían de vez en cuando recuerdos de mi niñez y también muchas reflexiones mías al respecto. Pero todos estos recuerdos no estaban reunidos en un todo coherente que justo es lo que vamos a intentar hacer en este nuevo trabajo, en el cual voy a tratar de reflejar todas las vivencias de mi niñez hasta que cumplí los 14 años. A partir de los catorce años empieza la adolescencia y con ella lo que se denomina de forma coloquial "edad del pavo", nombre este último muy certero para expresar lo que de forma general, con excepciones, les ocurre a esa edad a los jóvenes de ambos sexos. A esa edad estamos sometidos a un cambio no ya fisiológico sino emocional que nos hace comportarnos como auténticos pavos y además torpes. Aparte de datos que ya recogía en libros anteriores, en el presente he añadido, por temas, mucha más información sobre aquellos años de mi niñez. Pasé la niñez y pubertad, en mi pueblo, Mocejón, en Toledo, y en Madrid. Me voy a esforzar en expresar mis vivencias en aquellos lugares, no sé si lo lograré. Cuando era pequeño España estaba inmersa en la posguerra civil española. Pensé no mencionar nada en este trabajo sobre lo que había ocurrido en la guerra. Pero resulta que sus secuelas las viví profundamente de pequeño, estaban en el ambiente, se masticaban. Por lo tanto si no pongo nada de esto, estaría faltando al fin de este libro que es relatar mis vivencias, y desde luego en mis vivencias de la niñez en la posguerra, vi, escuché y viví muchas cosas relacionadas con la gran tragedia que había sido la guerra civil. Por tanto de vez en cuando al escribir de ciertos personajes a los que conocí o de otros que no conocí por culpa de la guerra, tendré que poner referencias sobre esta tragedia. La guerra fue una locura colectiva, terrible. Algo que debemos de superar y olvidar. Pero también es cierto como decía el gran humanista y médico Laín Entralgo: "No se puede olvidar lo que se desconoce". Para poder olvidar algo, antes hay que conocerlo. No había prácticamente familia española, en ambos bandos, donde no faltase algún miembro, bien por haber muerto violentamente en la guerra, estar en la cárcel o exiliado. Es indudable que el análisis de cuáles fueron los primeros en matar a otros, es función de la provincia de la que hablemos. Los sublevados declaraban el Estado de guerra cuando se sublevan en cada provincia, el cual llevaba consigo el cargarse a todos los que no estaban de acuerdo con el mismo o se les oponían. En Toledo y por ende en La Sagra, fracasó el golpe de Estado y fueron los del Frente Popular los que mataron a todos los que consideraban que no eran afines a sus ideas. En esta zona empezaron a matar los del Frente Popular, en otras fue al revés. El que dio el golpe de Estado en 1936 fue el Ejército, igual que lo que se llama Revolución de octubre de 1934 también fue un golpe de Estado, lo que pasa es que no triunfó y se quedó en intento, pero este golpe de las izquierdas era tan antidemocrático como el que en 1936 dio Franco. En el lado de los ganadores, en los pueblos y provincias donde triunfaron (cuando estalló la guerra) mataron sin más a todo el que consideraban un enemigo, lo mismo que hacían los extremistas de izquierdas en Mocejón con los que consideraban sus contrarios. Lo que pasa y como siempre ocurre, es que a los que matan pero ganan se les ponen medallas, a los contrarios que hicieron lo mismo se les condena. La vida siempre fue igual. Yo mismo vivo por casualidad, nací en 1941, a mis padres trataron de matarles en septiembre del 36, si les hubiesen matado yo no hubiese tenido la ocasión de nacer. La bases de la izquierda mocejonera de entonces no quería que yo naciese, pero vivo y mi mente racional me lleva a expresar verdades, que lo son, por encima de mis sentimientos y mis seres queridos. De todas formas lo que cuento en diversas partes de este libro es lo que 8 pasó en mi pueblo, en los pueblos de Valladolid, Burgos, etc, pasó seguramente lo contrario. La Guerra Española aunque surge en 1936 como algo aislado, no lo fue, formaba parte de un conjunto o modelo más amplio. Aunque nosotros sólo vemos en las guerras lo externo, el odio, las muertes, la brutalidad, la represión. Hemos de decir que en mi opinión y de otros muchos, ese efecto tan desagradable, emocional y terrible que observamos es a su vez el resultado de luchas o choques e interacciones interiores de energías y fuerzas más sutiles que no vemos con los ojos físicos. Toda guerra civil significa que la mitad de un país se enfrenta a la otra mitad, hasta la muerte con un odio imparable, visceral y ancestral que surge de pronto. Podríamos decir que hay dos bandos, se llamen como se llamen, les bautizaremos como A y B. Cuando estalla el conflicto en unos sitios domina A y en otros B. Dentro de estos grupos suelen existir otros grupos minoritarios compuestos por gentes muy jóvenes y belicosas que a su vez son envenenadas y dirigidas por otros que nunca dan la cara y no son tan jóvenes. Estas minorías donde gana A matan a todo el que pueden de B y lo mismo ocurre a la viceversa. Esto mismo ocurrió en Mocejón y en todos los pueblos de España en un lado y en el otro. Cuando estalló la Guerra en Mocejón, las juventudes fanáticas de lo que denominaban la izquierda, mataron en cuanto pudieron a todos los que consideraban del bando contrario. Lo hacían sin ningún tipo de juicio previo “Aquí te pillo y aquí te mato”, sin más. En el otro lado ocurría igual pero al revés. Se inventó lo que se llamaba dar el “paseo”. Normalmente al principio de toda guerra hay pocos afiliados en los partidos “extremos” de ambos lados. Según se prolonga la guerra y el odio, los partidos extremos incrementan fuertemente el número de afiliados. Esto es una constante siempre y no olvidemos que filosófica y científicamente los extremos se tocan, son lo mismo, aunque utilicen nombres e ideas que parecen distintas. Cuando comenzó la Guerra en la zona de La Sagra Baja no había ni comunistas, ni falangistas, partidos estos que en La Sagra podríamos considerar como los extremos opuestos. La Represión en nuestra guerra civil no fue patrimonio de uno de los bandos, ambos la realizaron y también en ambos se presentaron muchos casos de auténticas brutalidades indignas de ser realizadas por una persona que se considere un Ser Humano normal. También señalar que los de cada bando se creían a pies juntillas las burradas que hacían los del bando contrario y además trataban de aumentarlas, en cambio las suyas las callaban, minimizaban o no se las creían. Locos, enfermos mentales sedientos de sangre, pues no se les puede dar otro nombre, realizaban auténticas salvajadas y de ellas hay múltiples testimonios escritos y verbales. La Represión digamos incontrolada, tuvo su máximo apogeo en 1936, en los primeros meses de la guerra. La represión de la posguerra es obvio que sólo la pudieron hacer los que la ganaron, ésta no fue incontrolada se realizó desde el Poder del nuevo Estado.