La Ensenanza Del
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,..,,,, LA ENSENANZA DEL editorial lflO Si este libro le ha interesado y desea que lo mantengamos informado de nuestras publicaciones, puede escribimos a [email protected], o bien registrarse en nuestra página web: www.editorialsirio.com Título original: TEACHINGy OGA: EssENTIAL FOUNDATIONS AND TECHNIQUES Traducido del inglés por Antonio Luis Gómez Molero Diseño de portada: Editorial Sirio, S.A. © de la edición original 2010 Mark Stephens © de la presente edición EDITORIAL SIRIO, S.A. EDITORIAL SIRIO, S.A. NIRVANA LIBROS S.A. DE C.V. ED. SIRIO ARGENTINA C/ Rosa de los Vientos, 64 Camino a Minas, 501 C/ Paracas 59 Pol. Ind. El Viso Bodeganº8, 1275- Capital Federal 29006-Málaga Col. Lomas de Becerra Buenos Aires España Del.: Alvaro Obregón (Argentina) México D.F., 01280 www.editorialsirio.com [email protected] I.S.B.N.: 978-84-16233-19-9 Depósito Legal: MA-1711-2014 Impreso en Imagrafimpresores, S. A. c/ Nabucco, 14 D - Pol. Alameda 29006 - Málaga Impreso en España Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. ste libro no habría salido a la luz sin los estudiantes a quienes he tenido el honor de enseñar durante los últimos quince años en salas de yoga, refugios, prisiones, centros de tratamiento y escuelas públicas, junto con los cientos de participan tes en mis cursos de formación de profesores a lo largo de los años. Son mi fuente de inspiración y conocimiento principal como profesor de yoga y formador de profeso res, y les dan una expresión y un significado concretos al entrenamiento formal y a la instrucción como profesor de yoga que recibí en Yoga Works de principios a mediados de los años noventa. Las voces formativas de mis primeros maestros (Erich Schiffmann, Chuck Miller, Steve Ross, Lisa Walford y Maty Ezraty) aún resuenan en mi forma de abordar la prácti ca. El aprendizaje en profundidad con Jasmine Lieb y Shiva Rea me dio la oportunidad de mejorar mi capacidad de ver a mis estudiantes y de relacionarme con ellos de una manera más significativa, y esto se siguió aumentando al ayudar a Shiva en numerosos retiros de yoga desde 1995 hasta 1997. Durante años los talleres intensivos con Rama nand Patel, Richard Freeman, Dona Holleman, Kofi Busia, Patricia Walden, Rodney Yee, Tías Little, John Schumacher, Tim Miller, John Friend y Judith Lasater influencia ron también mi enfoque de la enseñanza, a menudo en maneras bastante diferentes. Las conversaciones con varios amigos y compañeros me ayudaron a pulir la pre sentación de cada uno de los temas cubiertos en esta obra. Sally Kempton, Joel Kramer, Diana Alstad, Shiva Rea, Kofi Busia, Mariel Hemingway, James Bailey, Ganga White, James Wvinner, Jennifer Stanley, Ralph Quinn y Sarah Powers me hicieron revisar el texto en distintas formas de las que quizá no sean conscientes pero que no obstante han quedado expresadas a lo largo de estas páginas. Jody Greene, Lynda Lewitt, Karen Parrish, Jim Frandeen y Jenna Jeantet ofrecieron lecturas y críticas exhaustivas de los resultados, y los participantes en mi programa de formación de profesores de yoga y 7 La enseñanza del Yoga estudios intensivos de Santa Cruz (California) leyeron y comentaron las primeras ex posiciones de los borradores iniciales de cada capítulo. Mi asistente de investigación, la profesora de yoga Cindy Cheung, me ayudó a encontrar y organizar múltiples recursos; además leyó cada uno de los capítulos y me ofreció su visión crítica de ellos. Melinda Stephens-Bukey leyó y criticó varios borra dores iniciales del manuscrito, y me hizo preguntas y sugerencias que solo podría hacer un editor profesional reflexivo ajeno a la comunidad del yoga. Muchos otros amigos, estudiantes, y compañeros de enseñanza leyeron porciones del manuscrito y ofrecieron sugerencias inestimables. Bryce Florian, Maya Gil-Cantu, Jody Greene, Debbie Jordan, JuJu Kim, Jeanette Lehouillier, Joanna Saxby, Jennifer Stanley y Dana Wingfield tuvieron la gentileza de servir de modelos para las asanas del capítulo siete. Las fotografías que aparecen en el resto de los capítulos son cortesía de James Wvinner. Chris Mclvor proporcionó las ilustraciones de anatomía que aparecen en el capítulo cuatro, que fueron en su totali dad realizadas para la serie de libros de anatomía de Bandha yoga del doctor en medi cina Ray Long. Con los miembros de North Atlantic Books fue una delicia trabajar, empezando por el coeditor Lindy Hough, quien encontró la aguja de mi manuscrito original en el pajar de propuestas de libros y aceptó mi visión de esta obra. Mi maravillosa editora del proyecto editorial en North Atlantic, Jessica Sevey, me guió expertamente a través de todas las fases de convertir el borrador de un manuscrito en un libro completo, ofre ciendo una amplia variedad de conocimientos sobre todos los elementos incluidos en él. Christopher Church editó magistralmentela totalidad del manuscrito, llevando una mayor claridad y consistencia a la narrativa general. El bello diseño de Ayelet Maida habla por sí mismo. Todos los errores son de mi entera responsabilidad. Nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo lleno de cariño de Michael, Melin da, Reatha, John, Jennifer, Jo y DiAnna. 8 de Mariel Hemingway 1yoga ha sido un maestro extraordinario en mi vida. Lo que al principio era solo «ejercicio físico» y un reto de un amigo que pensó «mofarse de mí», se transfor mó en un ritual que me situó en la senda hacia una mayor comprensión de mí misma. Me llevó a honrar mi cuerpo y mi espíritu como nunca antes lo había hecho. Aprendí lo que significaba escuchar mi movimiento conectado con mi respiración. Sacó a la superficie cosas que me hicieron tomar más conciencia de mí misma a un nivel profundo. Antes del yoga estaba siempre yendo de un lado a otro muydeprisa y me sentía empujada a conseguir objetivos, a alcanzar una meta y a ganar (de niña hacía carreras montaña abajo). Luego llegó el yoga, y me llevó a un lugar en el que la respi ración y el movimiento me hacían ser quien era cada día. No era un movimiento físico que suscitara juicios y críticas hacia mí misma, al contrario, era un dulce amante de mi ser. Aprendí a través de las asanas de yoga que el cuerpo es un mapa para el alma y que el mío habla un lenguaje que ha sido creado para que lo oiga y aprenda de él. El cuerpo y la práctica de cada uno son diferentes en el sentido de que el lenguaje que el cuerpo habla es completamente distinto de una persona a otra, pero el modelo es el mismo. Cuando conocí a Mark Stephens ya llevaba casi veinte años practicando yoga, y sin embargo sabía que Mark sería un maestro importante en mi vida. Era, y sigue siendo, una inspiración para mí por su comprensión tan arraigada de los principios del yoga y de la relación del cuerpo con la asana. Pero lo que realmente me emociona de Mark es su relación con el espíritu del yoga y la profundidad de comprensión de la ciencia que subyace bajo la tradición yóguica. Comprende el modelo de lo que se requiere para llegar a ser lo mejor a lo que puedes aspirar como practicante y, especialmente, como maestro. Mark me ayudó a crear mi primer libro, Finding My Balance y gracias a esa expe riencia nos hicimos amigos íntimos. Me ayudó con las secuencias de yoga de mi libro, 9 y también con las fotos, y me proporcionó un espacio para tomar las maravillosas fo tos de las asanas en su nuevo estudio de yoga que estaba abriendo por aquel entonces en Los Ángeles. Nos reímos y nos divertimos muchísimo. Yo le ayudé a elegir los co lores para las paredes y el mejor lugar para una estantería de libros o para una estatua de Natrajasana mientras él me orientaba a entender que aquello que mencionaba en la secuencia de mi libro tenía una impresión más profunda de lo que había pensado. La profundidad de lo que estaba haciendo al dar a conocer el yoga con mi libro excedía el simple hecho de limitarse a mostrar las posturas de una rutina de yoga. Era un regalo que consistía en compartir con los demás la persona que yo era en aquel tiempo, quizá más de lo que comprendía. Estoy segura de que hoy habríamos elegido una secuen ciación diferente ya que soy distinta de quien era en 200 3. Aun así, Mark me ayudó a descubrir la maestra que había en mí y a compartirla a través de las asanas en sintonía con mi ser de esa época. Además de hacer lluvias de ideas para decidir la imagen del estudio y de cumplir con mis propios requerimientos personales para el libro que estaba escribiendo, tam bién tuvimos tiempo para hacer yoga. Con frecuencia permanecíamos callados durante horas con objeto de dejar que la experiencia de nuestra propia práctica individual hi ciera lo que fuera necesario para el cuerpo y el alma. Mark entiende la danza de lo físico con lo espiritual en relación con elyoga. Es un científico y, al mismo tiempo, un hombre espiritual guiado por su pasión por el yoga y la enseñanza. Es un maestro de maestros. Les da confianza a los estudiantes haciéndoles sentir que saben más de lo que creen y al mismo tiempo se asegura de que aprendan todo lo necesario sobre la ciencia, la historia y el misterio del yoga.