Olmedo-Capusotto: Humor, Realidad Y Miserias Apuntes Sobre El Tiempo
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LA BALLENA AZUL AÑO I, NÚMERO 6 – DICIEMBRE DE 2015 – DISTRIBUCIÓN GRATUITA 8 0 7 6 51- 4 N: 2 S S I POSTE RESTANTE CORRESPONDENCIAS DOSSIER ENCOMIENDAS SE BATE, LA CARTA ROBADA A 50 años Olmedo-Capusotto: Apuntes sobre Comentarios sobre SE CHAMUYA, De José Carlos del estreno humor, realidad el tiempo libros, cine, discos SE PAROLA Mariátegui Entrevista con de Crónica y miserias y teatro a José Malanca Ricardo Monti de un niño solo 2 LA BALLENA AZUL DICIEMBRE DE 2015 POSTE RESTANTE POR / DAVID OUBIÑA espectadores de una manera inédita: esa mirada reclama una respuesta, nos fuerza a tomar partido y a hacernos cargo de nuestros juicios morales. II El cine comercial argentino de los años 50 es MIRAR DE FRENTE pobre en cantidad y en calidad. Los únicos films notables pertenecen al nuevo cine de la Gene- Hace 50 años, se estrenó Crónica de un niño solo, un film austero y conmovedor sobre un chico cuya vida ración del 60. Inmediatamente después del derrocamiento de Perón, se realizan dos transcurre entre el reformatorio y la villa miseria. Su director, un debutante Leonardo Favio, alcanzó en películas cruciales: La casa del ángel (Leopoldo ella una notable síntesis del refinamiento formal de Leopoldo Torre Nilsson y la mirada descarnada de Torre Nilsson, 1956) y Tire dié (Fernando Birri, 1956-1958). Las aspiraciones estéticas de ambas Fernando Birri. Aquí se evoca esa opera prima y el contexto en el que se produjo. no podrían ser más diferentes. El film de Birri, rodado en 16 mm, de una manera precaria y amateur, con los estudiantes de la escuela de cine, es un mediometraje documental que testimonia las dramáticas condiciones en que l cine moderno empieza con una En un texto de 1958 publicado en Cahiers du lista para recibir el verano. Al final de la pelícu- sobreviven los pobres en los suburbios de Santa mirada a cámara. Al final de Un verano cinéma, Jean-Luc Godard advierte esto con la, Antoine se escapa del reformatorio adonde Fe; el film de Torre Nilsson, en cambio, es un con Mónica (Ingmar Bergman, 1952), la claridad y se recrimina por no haberse dado lo han confinado por un robo menor y corre ejemplo de “cine culto y moderno” que observa protagonista –interpretada por Harriet cuenta antes: “¿Con qué soñábamos cuando Un hasta llegar a la playa. Un largo travelling lo la decadencia de una familia aristocrática con Andersson– se resiste a volver a verano con Mónica se estrenó en las pantallas sigue hasta allí y, luego de mojarse los pies en la una técnica impecable y una sofisticada puesta Estocolmo donde la espera una vida parisinas? Todo lo que reprochábamos no hacer orilla, el chico gira y mira a cámara mientras el en escena. Tire dié y La casa del ángel señalan E rutinaria. Quiere prolongar la plenitud a los cineastas franceses, Ingmar Bergman lo cuadro se congela sobre sus ojos inquisidores. dos tendencias nítidamente diferenciadas en el salvaje de ese verano. Entonces se había hecho”. Godard dirá que es el film más cine joven de la década de 1950. Aunque demora. Coquetea con un hombre y original del más original de los cineastas y Cuando Leonardo Favio realizó Crónica de un eventualmente hay cruces, contaminaciones e deja que le encienda un cigarrillo. El plano sólo compara su importancia para el cine contempo- niño solo (1965), conocía el film de Bergman y el intercambios (Lautaro Murúa, José Martínez deja ver su perfil mientras Mónica fuma. Pero, de ráneo con la de El nacimiento de una nación film de Truffaut. Por eso el final de la película no Suárez), lo cierto es que Birri y Torre Nilsson pronto, voltea hacia cámara y sostiene la mirada (David Griffith, 1915) para el cine clásico. Al año puede ser el resultado de una casualidad. El representan dos concepciones muy diferentes: largamente, desafiando a los espectadores que siguiente, su compañero de redacción, François pequeño Polín es atrapado por un policía que lo un cine popular y testimonial, enfocado en los presentó el proyecto de Crónica de un niño solo los planos son amplios y luminosos y los se atreven a juzgarla. La desesperada sensuali- Truffaut, debuta en el largometraje con Los acusa de robar un caballo. El hombre lo aferra problemas de Latinoamérica y que denuncia las ante el Instituto Nacional de Cinematografía, no movimientos de cámara prolongan la perspecti- dad de Harriet Andersson se vuelve insolente, cuatrocientos golpes (1959). En esa película del sweater, como si estuviera esposándolo, y se condiciones del subdesarrollo, frente a un cine tenía ninguna experiencia como director. va, como si el encuadre se expandiera continua- arrogante, perturbadora; como si luego de haber –que fue considerada un manifiesto de la lo lleva a la comisaría. El plano los acompaña un de autor, acusado de “intelectual”, “europeiza- Leopoldo Torre Nilsson, que lo había protegido mente. Ya en esta primera película, Favio conoce ido demasiado lejos, volteara para comprobar Nouvelle vague– el adolescente Antoine Doinel trecho hasta que, al llegar a la esquina, Polín do” y “burgués”, que se obsesiona con refina- y apadrinado desde sus comienzos en la perfectamente cómo traducir en imágenes una que ha llegado hasta un lugar adonde los y su amigo se roban una foto promocional que gira y dirige una mirada a cámara antes de dos experimentos estéticos. Hacia mediados de actuación, hizo valer su prestigio y se propuso sensación, un tono, un estado de ánimo. Polín espectadores todavía no pueden seguirla. Si el está pegada en la puerta de un cine en París: es alejarse, dándonos la espalda. Igual que en Un la década, el impulso innovador de la Genera- como supervisor; es decir, como el garante que está fuera de lugar. Por eso está siempre en neorrealismo inventó un nuevo tipo de imagen, un imagen de Un verano con Mónica que mues- verano con Mónica y en Los cuatrocientos golpes, ción del 60 se apaga. Pero justamente, en las aseguraría la calidad de la película. Torre movimiento. Pero sus desplazamientos lo llevan Bergman fue, no obstante, el primer autor tra a Harriet Andersson, bella y espléndida, con algo radicalmente nuevo se anuncia allí. El postrimerías de ese movimiento, Favio realiza Nilsson confiaba plenamente en su discípulo y cada vez más hacia los márgenes. Y, al final de la moderno. el sweater abierto, descubriéndole los hombros, personaje y el film replantean su vínculo con los Crónica de un niño solo y, por un instante, el cine nunca fue a la filmación para controlar que el película, ya sabemos cómo acabará cuando se de Torre Nilsson y el cine de Birri se encuentran plan de rodaje se cumpliera en tiempo y forma. haga adulto: hay un destino que la sociedad le y alcanzan una síntesis. Cuando la película estuvo terminada, Favio ha reservado y del cual resulta imposible agregó un cartel que anunciaba: “Dedico este escapar. Polín hace todo mal y, sin embargo, el Como escribió en su momento el crítico José film a Leopoldo Torre Nilsson”. film evita prolijamente cualquier condena: el Agustín Mahieu, “las sucesivas crisis económi- afecto de Favio por su personaje se expresa cas, la censura, los errores de producción III como una comprensión profunda del contexto y detuvieron este híbrido pero alentador proceso Crónica de un niño solo es la historia de Polín, de las causas. De esa manera, se mantiene a que inició el cine argentino ‘independiente’ en un niño marginal del conurbano. Al comienzo distancia de toda conclusión apologética o los años 60. No hubo sorpresas por parte de los de la película, lo vemos recluido en un reforma- moralizante. Entonces, la mirada a cámara del realizadores veteranos ni irrupciones innovado- torio. Igual que los otros internos, sobrevive pequeño protagonista se convierte en una ras, salvo la aparición de Leonardo Favio con como puede. Aprende a pelear, aprende a interpelación que no podemos eludir y que nos Crónica de un niño solo”. En efecto, la película robar, aprende a engañar; pero también obliga a confrontarnos con nuestra propia mala retrataba, de una manera rigurosa e implacable, aprende a soportar los castigos y los rigores de conciencia. Ya no se trata de decidir si es la vida en los reformatorios y en las villas la disciplina carcelaria. Polín está obsesionado inocente o culpable: no importa lo que haga miseria. Con gran intuición y notable dominio con escapar y, luego de varios intentos, Polín, porque las respuestas de la sociedad que formal, articulaba ciertas influencias de las finalmente logra salir del reformatorio y se lo condena son siempre siniestras. nuevas corrientes europeas (Truffaut, Bresson, refugia en la villa miseria de donde ha salido. Buñuel) bajo las coordenadas de una estética Para él, ese lugar se parece bastante a la Crónica de un niño solo señaló el comienzo de propia que rompía las barreras entre cultura libertad; sin embargo, la vida allí tampoco es una obra deslumbrante: El romance del Aniceto y elevada y cultura popular. En el desértico fácil. Aunque vive con su madre, el niño parece la Francisca (1966), El dependiente (1968), Juan panorama del cine argentino, este solo film un huérfano a quien nadie cuida y que a nadie Moreira (1973), Nazareno Cruz y el lobo (1975), bastó para imaginar la continuidad de un le importa. Polín admira a Fabián (interpretado Soñar, soñar (1976), Gatica, el mono (1992), cambio que se había anunciado con la Genera- por el propio Leonardo Favio), el rufián que Perón, sinfonía del sentimiento (1999) y Aniceto ción del 60. Sin embargo, al mismo tiempo, explota a su madre y que recibe el dinero de (2007). De un film a otro, Favio cambia.