Juan Antonio Corretjer
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Juan Antonio Corretjer Re: Albizu Campos EDICIÓN CONMEMORATIVA DEL CENTENARIO DE OSCAR COLLAZO LÓPEZ Juan Antonio Corretjer Re: Albizu Campos EDICIÓN CONMEMORATIVA DEL CENTENARIO DE OSCAR COLLAZO LÓPEZ Materiales tomados del archivo de Casa Corretjer y de “Albizu Campos”, Juan Antonio Corretjer 2da Edición Revisada y Aumentada, 1991 Editorial El Coquí, Chicago Edición de Casa Corretjer cumpliendo nuestro compromiso de preservar y divulgar la obra de nuestro Poeta Nacional y líder revolucionario, protagonista y analista de gloriosas páginas de nuestras luchas. 1ra impresión: 3 de marzo de 2014 Año del centenario de Julia de Burgos y Oscar Collazo, entrañables ambos para don Juan. 2da reimpresión -con correcciones menores-: el 29 de marzo de 2014 , natalicio de Consuelo Lee Tapia. Casa Corretjer - Ciales, Puerto Rico Re: Albizu Campos ez p dedicatoria: a Oscar Collazo Ló 3 Juan Antonio Corretjer A propósito del centenario de Oscar Collazo En el 2014 Puerto Rico conmemora dos centenarios muy significativos: el de nuestra entrañable poeta Julia de Burgos y el de nuestro amado patriota Oscar Collazo; muy ligados a Juan Antonio Corretjer, a Consuelo Lee Tapia y a la lucha por nuestra independencia patria. A Julia la conocemos a través de su magnífica obra literaria y su militancia política. Desgraciadamente su prematura muerte nos privó de un acercamiento personal que sí logramos con Oscar. Aunque en lo más íntimo de nuestro corazón llevamos también a Julia y nos unimos a las actividades conmemorativas de su centenario, en esta página, a manera de prólogo, nos convoca la figura de Oscar. Oscar estuvo colaborando mano a mano con el Museo Biblioteca Casa Corretjer y sus directivos: Antonio Rodríguez y Marta Nuñez, desde sus inicios. Cuando empezamos la Campaña por un Museo, Oscar se entregó en cuerpo y alma. Sus iniciativas nos abrieron las puertas del Instituto de Cultura para que don Ricardo Alegría nos asesorara. Su compañía nos facilitó las entrevistas con el personal gerencial de la Autoridad de Energía Eléctrica; personal que luego se involucró en los preparativos de la primera Cantata y nos dieron una ayuda incalculable. Quien comenzó a organizar la Biblioteca Corretjer, aún sin existir el espacio físico para la misma, fue Oscar. Con la paciencia que siempre lo caracterizó fue clasificando cada libro de la biblioteca de don Juan y doña Consuelo. En estos momentos nuestro pueblo ha visto una parcial reivindicación de nuestra bandera, en cuanto a su azul original. 4 Re: Albizu Campos La reivindicación total será cuando logremos hacerla flotar libre y soberana sobre nuestro cielo. Esa reivindicación parcial nos hace recordar un incidente en el cual la figura de Oscar fue clave para la permanencia de la bandera en la tumba de nuestro Poeta Nacional. Como es costumbre del independentismo puertorriqueño cuando se nos va un patriota o una patriota, colocamos nuestra enseña nacional en la tumba de don Juan. Al otro día recibimos la noticia de que la bandera no estaba. Sucedió muchas veces, hasta que doña Consuelo tuvo la idea de escribir una carta en la cual se le explicara al pueblo de Ciales el valor de la bandera. Oscar escribió una hermosa carta explicando el valor de nuestro pabellón nacional y el respeto que cada puertorriqueño le debía tener a nuestra mono estrellada. Además, se dio a la tarea de ir casa por casa distribuyendo la carta. No está demás decir que jamás volvió a desaparecer la bandera de la tumba de don Juan. Siempre Oscar estuvo activo en las actividades que llevamos a cabo para hacer realidad el Museo Biblioteca Casa Corretjer. Al llegar el momento de inaugurar el Museo, Oscar estuvo ahí, y desde su silla de ruedas, junto a la Madre Nacional, Lolita Lebrón, cortó la cinta que dejó abiertas para siempre, y para todos y todas, las puertas de nuestro Museo Biblioteca. En Casa Corretjer recordamos al Hombre que trabajó con humildad, calladamente, sin considerar si el trabajo consistía en desdoblar clavos para reusarlos en las tarimas para el natalicio de don Juan, o escribir una carta para dar a respetar nuestra bandera. Trabajó, como lo hizo siempre, con entrega patriótica. Tal como lo hizo el primero de noviembre de 1950 cuando, con nuestro Héroe y Mártir Griselio Torresola, puso a correr al genocida de Hiroshima y Nagasaki, Harry S. Truman, presidente del imperio más poderoso de la historia. Hoy, viene a nuestra memoria la anécdota narrada por Antonio (Tato) Rodríguez. Dice que Oscar le expresó que no era partidario de los homenajes en vida, porque mientras haya vida se puede claudicar. Eso expresó el Hombre que nunca claudicó, el Hombre que fue condenado a muerte y que se enfrentó a “las sombras de la muerte” y se paseó “por las sombras de la muerte” 5 Juan Antonio Corretjer con la mayor serenidad. El Hombre que pasó 29 años de su vida en una prisión por la causa de nuestra independencia nacional y que gracias a la presión de nuestro pueblo y de los pueblos hermanos regresó victorioso, íntegro y decidido a continuar su lucha por un Puerto Rico libre y soberano. Hoy, al cumplirse cien años de su natalicio y veinte de su entrada en la inmortalidad, Casa Corretjer le rinde homenaje dedicándole esta edición de una recopilación de los textos más significativos de Corretjer sobre el maestro tanto de Oscar como de don Juan y de toda nuestra patria: Pedro Albizu Campos. Es nuestra forma de decirle a Oscar: Gracias. Gracias por tu dedicación sin límites a la lucha por establecer un hogar para albergar la obra de nuestro querido Poeta Nacional. Gracias porque con tus esfuerzos hiciste realidad el sueño de don Juan y doña Consuelo: que algún día su biblioteca y sus pertenencias estuvieran en un Museo Biblioteca en su querido Ciales y a disposición de su amado pueblo puertorriqueño. Gracias, Oscar porque nos diste el más bello ejemplo de humildad y solidaridad. Gracias porque le enseñaste al mundo de lo que somos capaces los puertorriqueños y puertorriqueñas por defender el derecho inalienable de nuestra Nación a vivir libre y soberanamente. Gracias porque ofreciste tu vida, tu sangre y tu libertad por nuestra patria y por sus hijos. A cien años de tu llegada y a veinte de tu partida en Casa Corretjer seguimos celebrando tu vida de la forma que tú nos enseñaste: trabajando y luchando. Lo hacemos con la certeza de que desde el cielo borincano nos sigues animando, inspirando y vigilando para que, al igual que tú, permanezcamos firmes en nuestra tarea de divulgar, proteger y preservar la obra de Nuestro Poeta Nacional. ¡Gloria a las manos que trabajan! ¡Gloria y Alabanza a nuestro Héroe Nacional Oscar Collazo! Milagros Ortiz Casa Corretjer 6 Re: Albizu Campos os p El contenido de esta primera parte proviene del libro “Albizu Campos”, edición de 1991. Ver desde página 135 el prólogo y epílogo a esa edición. libro: Albizu Cam 7 Juan Antonio Corretjer HOSTOS Y ALBIZU CAMPOS El reciente cambio ocurrido en la situación de Albizu Cam- pos en relación con la legalidad imperialista hace imperioso, al conmemorarse este año el fausto suceso que celebramos hoy, plantearse el tema que esta noche reclama nuestra atención. Hostos y Albizu Campos —el sociólogo militante y el jurista armado— aparecen esta noche como notas dominantes en una secuencia que implica nada menos que nuestro proceso revo- lucionario histórico en dos siglos. Cada uno de ellos significa, con una majestad y un poderío imponente, el más condensado proceso de individualización en la hazaña del pensamiento y en la magnitud de la acción por dar a Puerto Rico una solución de futuro consecuente con sus orígenes, armónica con su contexto geográfico, afín con el ámbito cultural a través del cual entron- ca con la universal cultura, y enderezada a insertarse positiva- mente, pura en su ser y libre en su derecho, en la corriente que mueve pueblos y naciones historia arriba eternamente. Mucho he de agradecer a Don Manuel Maldonado Denis, Presidente de esta Sección de Ciencias Morales y Políticas, que fijara en mí sus ojos para honrarme en esta oferta de homenaje a Hostos. No he de acercarme al sagrado sino con la humildad de quien, para merecerlo, no ve en sí otro mérito que el deseo, cándido y ferviente, de sentir, en lo suyo más recóndito, y por lo más recóndito lo menos impuro, un sentimiento digno del Maestro. Añadir al nombre de Hostos el de Albizu era ya para mi movimiento natural e inevitable. Quiero, ahora mismo, invo- car por ello la piedad de mis oyentes. Hablar, a la vez, de Hostos y Albizu, es querer abarcar más allá de mis brazos. Hostos es un océano del pensamiento. Albizu, un huracán que piensa. Y lo que esa noche estoy intentando es verter en un dedal al hu- racán y al océano. He de acercarme a ambos como a objetos de mi amor. Mi amor es Puerto Rico. Por amor de Puerto Rico no podría acer- carme a ellos ni desde el punto de vista del que mirara Hostos ni desde la mira con que apuntó Albizu. Hablo en el tiempo de las revoluciones socialistas y las guerras de liberación nacional. Lo digo para anticipar que no voy a abultar sus personalidades 8 Re: Albizu Campos hasta lo grotesco del culto en el que es fácil que entrampen atracciones tan insignes; porque ni estoy inclinado a ello ni el magno prosador de Bayoán lo necesita ni lo requiere el líder que partió en dos la historia de las relaciones entre Puerto Rico y Estados Unidos. Al medir la estatura de Eugenio María de Hostos y de Pe- dro Albizu Campos es deber hacer, por lo menos, rápida mensu- ra del ser social que en sus conciencias trabaja, y de la posición que éstos asumen en relación con ese ser social.