Catálogo De Nombres Comunes De La Flora Argentina
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1 2 CATÁLOGO DE NOMBRES COMUNES DE LA FLORA ARGENTINA por Martín Rodolfo de la Peña & José Franciso Pensiero (3.287 especies y subespecies) (10.000 nombres vulgares) 3 SOBRE LOS NOMBRES DE LAS PLANTAS El propósito de dar nombres a las distintas cosas sirve a los fines de facilitar la comunicación entre las personas. Los primeros nombres que se aplicaron a las plantas fueron los nombres vernáculos (nombres comunes o vulgares). “Camalote”, “totora” y “lucera”, son nombres comunes o vernáculos que corresponden a distintas especies, es decir, nombres que el vulgo les ha asignado, quizás desde tiempo inmemorial. En ocasiones estos nombres resultan muy ingeniosos ya que designan algunas características y/o propiedades de las plantas. Así pues, el nombre “quebracho” hace alusión a su madera dura, capaz de quebrar hacha; el nombre “sangre de drago”, en clara referencia al látex rojo que exuda esta especie cuando se le hace una herida al tronco; o el de “yerba meona”, indicando la propiedad diurética que posee esta planta. Con el correr del tiempo se observó que el nominar a las plantas sólo por su nombre común ocasionaba numerosos inconvenientes, ya que no eran universales y generalmente sólo eran válidos para una lengua, varios nombres vernáculos eran aplicados a una misma especie, y lo más problemático aún, un mismo nombre vernáculo se refería a especies muy distintas entre sí. Por otra parte, estos nombres se aplicaban indistintamente a géneros, especies o variedades, y un gran número de especies carecían de nombre vulgares. Todo este conjunto de nombres comunes resultó entonces ser muy confuso, ya que cuando una persona hacía referencia a una planta por su nombre vernáculo, nunca se sabía con precisión de qué especie en realidad se estaba hablando. A modo de ejemplo, si se menciona el nombre “camalote”, se puede pensar no sólo en una especie sino en por lo menos cinco especies distintas que en nuestra región reciben como nombre vulgar “camalote” (Eichhornia azurea, Eichhornia crassipes, Nymphoides indica, Panicum elephantipes y Pontederia cordata). En los ámbitos científicos, los botánicos de la época prelinneana nominaban a las plantas a través de una frase descriptiva en latín (conocida como sistema polinominal o polinomial), la que se aumentaba en palabras a medida que se describían nuevas especies parecidas entre sí. Para evitar estos inconvenientes que causaban tanto los nombres vernáculos como el sistema de nominación polinomial, y con el propósito de establecer una forma universal de nominar a las especies vegetales, el botánico sueco Carl von Linnaeus (Linneo, 1707-1778), publica en su obra Species Plantarum (1753) las bases de un sistema de nomenclatura binaria. En dicho sistema, el nombre de una especie resulta de una combinación de dos palabras: la primera equivale al nombre genérico, la segunda corresponde al nombre específico (o epíteto específico). Ambas palabras se expresan en latín, lengua que en la época medieval era usada en la enseñanza en toda Europa. El nombre genérico corresponde a un sustantivo en singular, caso nominativo, escrito con inicial mayúscula y en género masculino, femenino o neutro. Los nombres genéricos masculinos generalmente terminan en us, los femeninos en a y los neutros en um. El nombre específico o epíteto específico por lo general es un adjetivo que debe concordar en género y número con el nombre genérico, según la gramática latina, y se escribe con minúscula. Veamos algunos ejemplos de nombres científicos: Equisetum giganteum es el nombre científico de la “cola de caballo”. En dicho nombre, Equisetum es el nombre genérico (del latín equus, caballo, y setum, cerda, haciendo referencia a sus ramificaciones verticiladas con forma de cerdas); y giganteum corresponde al epíteto o nombre específico, haciendo clara alusión al tamaño que puede alcanzar la planta. En Erythrina crista-galli, nombre científico del “ceibo”, Erythrina (del griego erythrós, rojo, en referencia al color de sus flores) es el nombre genérico, mientras que crista-galli (del latín crista, penacho o cresta y gallus, gallo) corresponde al epíteto específico. 4 Para que el nombre científico de una especie se pueda ubicar con precisión y permita su verificación, se debe citar su autor, es decir, el apellido (en forma completa o abreviada) de la persona que estableció dicho nombre. Esta cita debe ubicarse a continuación del epíteto específico y se denomina sigla. Veamos un ejemplo: Salix humboldtiana Willd., nombre científico del “sauce criollo” propuesto por el botánico Carl Ludwig Willdenow (que se puede abreviar Willd.), que vivió entre los años 1765 y 1812. En este ejemplo, la sigla se denomina simple. La rama de la botánica que se encarga de proveer a cada especie de un nombre científico se denomina Nomenclatura. Para la nomenclatura, la fecha exacta en que Linneo publicó su obra Species Plantarum (1-V- 1753) es de suma importancia ya que se considera como la fecha de partida para la validez de los nombres, antes de dicha fecha los nombres carecen de valor. Cuando dos o más nombres científicos son aplicados a una misma especie, hecho que ocurre con bastante frecuencia, el nombre que se considera como válido corresponderá al más antiguo publicado. En la nomenclatura taxonómica, esto último se denomina principio de prioridad. Si para una especie se han publicado varios nombres científicos, solo deberá ser designada por uno de ellos, el más antiguo (nombre correcto), los restantes se conocerán como sinónimos. Veamos el siguiente ejemplo: el botánico William Curtis publicó en el año 1788 el nombre: Passiflora alata Curtis (donde Passiflora corresponde al nombre genérico, alata al epíteto específico y Curtis es la sigla), una de las especies conocidas vulgarmente como “pasionaria” o “mburucuyá”; para la misma especie, el botánico Augustin de Candolle publica en el año 1828 el nombre Passiflora latifolia DC. De acuerdo con el principio de prioridad, el nombre correcto de esta especie corresponde a Passiflora alata Curtis, por ser éste el primero publicado o más antiguo. Si el nombre científico de una especie se cambia por algún motivo, por ejemplo, se transfiere de un género a otro, o de una variedad a especie, el binomio resultante es una nueva combinación y su sigla se compone de dos partes (sigla doble): una primera, que se cita entre paréntesis, indica el nombre del autor del epíteto específico (tal como se ha señalado más arriba), la segunda, a continuación y fuera del paréntesis indica el nombre del autor que propone el nuevo nombre. Veamos un ejemplo: el botánico Peter Swartz publicó en el año 1788 el nombre Hedysarum adscendens Sw. para una especie de leguminosa rastrera con hojas trifolioladas; posteriormente, Augustin de Candolle consideró que dicho nombre no correspondía a una especie del género Hedysarum sino al género Desmodium, publicando, en el año 1825, el nombre: Desmodium adscendens (Sw.) DC. En este ejemplo, el nombre correcto de la especie es Desmodium adscendens (Sw.) DC., donde, por el principio de prioridad se respeta el epíteto específico propuesto por Swartz (el nombre más antiguo publicado para esa especie), pero ya no bajo el género Hedysarum sino para el género Desmodium, según la opinión de de Candolle. Las normas y recomendaciones que se tienen que tener en cuenta para la nominación de las especies vegetales se hallan en el Código Internacional de Nomenclatura Botánica –CINB- (International Code of Botanical Nomenclature –ICBN-). Si se nomina a una especie vegetal sin tener en cuenta las reglas establecidas por el CINB, dicho nombre es considerado no válido. En este trabajo se presenta una recopilación de 9019 nombres vernáculos, correspondientes a 2966 nombres científicos, referidos a la flora argentina. Se han incluido además, algunos nombres comunes correspondientes a especies que habitan en países limítrofes y a especies cultivadas de importancia económica. Si bien, como antes de ha mencionado, una especie en particular puede tener varios nombres vernáculos en distintas zonas del país, o un mismo nombre común que se aplica a varias zonas, para facilitar la búsqueda no nos hemos propuesto indicar en qué sitio geográfico se aplica un nombre común determinado. El lector podrá hallar el nombre científico de una especie, con su familia botánica correspondiente, a través de su nombre vernáculo; o sus nombres comunes buscando por su nombre científico. Se incluye además, un ordenamiento por familias que permitirá a los interesados en una familia determinada facilitar su consulta. En términos generales, para la nomenclatura de los nombres científicos se siguieron las obras de Zuloaga et al. (1994) y Zuloaga & Morrone (1996, 1999). 5 INDICE DE NOMBRES COMUNES A Aatac : Astronium balansae Engl. (Anacardiaceae) Ababán : Capparis cynophallophora L. (Capparaceae) Ababán : Capparis retusa Griseb. (Capparaceae) Abacate : Persea americana Mill. (Lauraceae) Abatí-yú : Victoria cruziana Orb. (Nymphaeaceae) Abaty guaicurú : Zea mays L. (Poaceae) Abedul común : Betula pendula Roth. (Betulaceae) Abedul de papel : Betula papyrifera Marsh (Betulaceae) Abedul gris : Betula populifolia Marsh (Betulaceae) Abelia : Abelia grandiflora (André) Rehder (Caprifoliaceae) Abeto : Abies pinsapo Boiss. (Pinaceae) Abeto azul : Picea glauca (Moench) Voss (Pinaceae) Abeto blanco : Picea glauca (Moench) Voss (Pinaceae) Abeto chino : Cunninghamia lanceolata (Lamb.) Hook. (Taxodiaceae) Abeto colorado : Picea pungens Engelm. (Pinaceae) Abeto de Douglas : Pseudotsuga menziessi (Mirb.)Dougl. (Pinaceae) Abeto noble : Abies procera