/ POR MANUEL E. ADROGUE www.taekwon.com.ar

Shurite de Okinawa, Karate okinawense vs. Karate japonés y el enigma de Anko Itosu ¿Prócer o traidor?

Evolucionismo marcial

En los últimos tiempos la imagen avidez decenas de libros y centenares pre-Meiji. Seagal y su llegaron pública del Karate tradicional ha re- de artículos sobre dicha disciplina, a después, mostrando que lo cortés no vivido con un perfil muy distinto del entrevistar a profesores, y ocasional- quita lo valiente; Inosanto con las que había adquirido hace décadas. mente me he dado el gusto de tomar artes filipinas y el Jeet Kune Do nos Mucho tiempo ha pasado desde la alguna clase de ese Arte Marcial. Mis maravillaban por su coordinación, lejana ingenuidad popular para la cual conclusiones no coincidían con el ve- eficiencia y practicidad, mientras que el “cinturón negro de Karate” repre- lado desprestigio que en esa época los otros clamaban esos méritos para el sentaba la perfecta síntesis del “arma medios proyectaban sobre el Karate: Wing Chun. Después llegó el Bra- viviente” con el “místico oriental”. alguno de los dos estaba viendo otro zilian Jiujitsu, y de allí derivaron los Desde entonces la prensa especializa- canal. sistemas actuales de lucha sin reglas da penduló desde la idolatría hacia la (a los que se ha terminado por im- crítica ingrata e ignorante de comien- Pero miremos las cosas con un poco poner ciertas reglas mínimas). ¿El zos de los ’90, en que las revistas in- de perspectiva: las revistas –y aquí fin de la historia marcial, diría Fuku- ternacionales de Artes Marciales, con recuerdo la Black Belt, lectura de mi yama? ¿Puede decirse que cada una su inmaduro enamoramiento de las adolescencia a mediados de los ´80 - de las mencionadas es mejor que las novedades, afirmaban entre líneas que nos fueron imponiendo una sucesión anteriores? Eso es lo que nos vendie- el viejo Karate era en realidad una dis- de modas, en donde cada estilo pre- ron. Yo no lo creo. Mueve a sospe- ciplina marcialmente superada, cuya tendía superar a los previos: primero cha que cada vez que se presenta en concepción técnica se había quedado llegó el , luego el Karate con sus público un sistema marcial, dicha en el pasado, y que debía ser sustituida golpes temibles, después nos presen- disciplina parezca ser más sofisticada por prácticas de mayor realismo (Full taron al TaeKwon-Do y su impresio- e inteligente que las precedentes. El contact, ninjas, Kali o lo que fuera). nante destreza física, luego el mis- último enano no es necesariamente Como practicante de TaeKwon-Do terioso Kung Fu, cuna marcial, de la más alto que los demás sobre cuyos ITF tradicional (aquel estilo fuerte, mano de David Carradine, Bruce Lee hombros está parado. Los impulso- rápido y “de verdad” con innegables y los monjes Shaolin; después vino res de los sistemas que salían a la luz raíces en el arte okinawense), siempre el Full Contact cargado de realismo conocían los rudimentos de las artes sentí la necesidad de poner en crisis la y testosterona; siguió el que ya habían sido presentadas en so- validez de lo que yo practicaba, com- que con Hatsumi, Stephen Hayes y ciedad, y se ocupaban de adoptar los parando y estudiando. Mi gusto por el Sho Kosugi en la pantalla pretendía conceptos útiles, descartar los erró- buen Karate me ha llevado a leer con mostrar la contracara de los samurai neos y aprovechar los adelantos en el

KARATE / 41 conocimiento biomecánico. Un fenómeno llamado Dillman Motobu-ryu), quien lo deslumbró Debemos reconocer, sin embargo, con sus conocimientos. La relación que también contribuyó a ese des- En la última década del siglo XX al Ka- entre ellos tuvo sólo unos pocos años prestigio de los estilos que llegaron rate le ocurrió algo muy interesante, de duración, aunque Dillman siguió primero a occidente que sus cul- probablemente lo más notable desde profundizando sobre las técnicas de tores (aquellos “maestros” venerados) que el arte pasó de Okinawa a Japón a puntos vitales que le enseñó Oyata, muchas veces no se actualizaban, y comienzos del siglo XX: algunos prac- hasta que hacia mediados de los ’80 quedaban utilizando para la enseñan- ticantes adquirieron conocimientos sorprendió al mundo con sus semi- za métodos de entrenamiento peri- modernos a la vez que profundiza- narios donde noqueaba increíble- midos. Muchos “viejos practicantes” ban en lo tradicional (1). Indagando mente a sus asistentes o voluntarios fueron cada vez más viejos, y menos sobre la historia de las formas (kata) con tan sólo golpearlos con los dedos, practicantes. Y la nueva generación y los estilos (“ryu”, mejor traducido nudillos o filo de la muñeca en los se formó y aprendió los nuevos mé- como “tradiciones” o “corrientes”), se brazos, mandíbula o cuello. ¿Ilusión todos tomados de la kinesiología y empezaron a desarrollar ideas distin- fantasiosa, fraude o realidad? la educación física, sustituyendo los tas. Y, como enseñan los filósofos, las métodos orientales que los instruc- ideas tienen consecuencias prácticas. tores argentinos –en general, alum- nos de japoneses jóvenes- no llega- Hace cerca de 20 años que un vetera- ron a conocer con la profundidad no karateka llamado George Dillman debida. Ante preguntas genuinas de entró en escena revolucionando el los alumnos y el silencio de los “ma- Karate norteamericano. Se había ini- estros”, los “kinesiólogos marciales” ciado en el Isshin ryu, destacándose empezaron a ensayar respuestas y como campeón de combate y formas a modificar el modo de práctica, a fines de los ’60 y principios de los ’70. sin que los tradicionalistas, en una Miembro de la otrora famosa United gran proporción faltos de formación States Karate Association (“USKA”), teórica, pudieran competir dando ex- acostumbraba aparecer en el progra- plicaciones adecuadas. Es en la clase, ma Créase o no de Ripley rompiendo y no en el estadio, donde el deporte barras de hielo. Fue un promotor de desplazó al arte marcial. Se fijó como torneos de renombre, y se codeaba meta la perfección de determinados con Muhammed Alí y Bruce Lee. Con gestos motores (elegidos en ese en- su estilo de showman algo provocador, tonces), con lo cual no sólo se redujo desde su Karate Dillman siempre si- el entrenamiento físico/técnico a una guió practicando y buceando en fuen- única dimensión, atentando contra tes diversas. Desde hacía décadas que su tradicional carácter plurivalente estaba acostumbrado a poner a prue- (aptitud de combate, forja de la per- ba su calidad técnica, su aptitud de George Dillman sonalidad, salud, estética, dimensión combate y la potencia de sus golpes, ética, etc.), sino que al establecerse y un malentendido tradicionalismo un objetivo preciso en la práctica se no iba a truncar su búsqueda. Dill- Dillman explica que las formas de trastocó el sentido del Arte Marcial man recuerda que quedó particular- Karate esconden estratégicas com- como instrumento, transformándolo mente intrigado por la aplicación de binaciones de golpes a puntos de en un fin. Porque la nobleza del Arte los puntos de acupuntura al Karate presión sobre los brazos, el cuerpo Marcial está en que, al privarse de fijar luego de un seminario de Hohan So- y la cabeza de un atacante que, apli- metas propias (el dominio técnico será ken en 1972 en los Estados Unidos cados en orden, ángulo e intensidad en todo caso testigo de la dedicación Algunos años después pudo comen- correctas, pueden ocasionar la pérdi- del practicante, pero no acredita ha- zar a entender el enigma de los pun- da del conocimiento o aún la muerte ber llegado a nada), tiene la humildad tos de presión al conocer a “Taika” en segundos. Dillman ha ofrecido de estar al servicio de la vida. Como el Seiyu Oyata, prestigioso maestro cientos de seminarios, y vendido li- guerrero al servicio de su señor. que dirige el Ryukyu Kenpo (línea bros y videos sobre Kyusho-jutsu en

(1) Una muy buena síntesis de la historia del Karate okinawense es la de Claudio Rubén Veiga “Etapas del arte de combate de Okinawa”, San Ti N° 2, noviembre 2006.

(2) George A. Dillman con Chris Thomas Kyusho-Jitsu: The Dillman Method of Pressure Point Fighting, George Dillman Karate Internation- al, 1992. En igual sentido Rick Clark, for the University. A textbook for Basic Judo, Ju-jitsu, Karate, Tae Kwon Do, Modern Arnis and Vital Points, Kendall/Hunt Publishing Company, Dubuque, 1992.

42 / SAN TI los EEUU como Pressure Point Figh- el más grande karateka de todos los –excepto las provenientes de Chotoku ting -combate con puntos de presión. tiempos, Sokon “Bushi” Matsumura. Kyan y el Matsumura Seito, que no Él sustenta sus enseñanzas en los ma- Según esta teoría –que ha cobrado es considerado Shorin-, incluyendo pas de meridianos de circulación de vuelo en años recientes-, Itosu deci- lógicamente a los hyong/tul/pumse la energía de la medicina tradicional dió despojar al Karate de su carácter de Tang Su Do y TaeKwon-Do, tam- china, el momento del día en que de- letal para transformarlo en una mo- bién fuertemente contaminados del ben ser atacados, el ángulo y tipo de dalidad de ejercicio físico para el “modernismo itosuista”. impacto, y la herramienta empleada programa de enseñanza escolar en para golpear. Okinawa. En otras palabras, Itosu le Según Dillman, los movimientos que habría cortado las alas y los espolones , Modelo de perfección se practican hoy día en los estilos de a un ave de presa para transformarla en Karate Karate más difundidos son erróneos, en una de corral. Al adaptar el Karate y lo atribuye a una objetable influen- para los niños, se le habría quitado su Antes de Dillman, los estilos japone- cia de Anko Itosu, maestro de Funa- valor combativo. Según Patrick Mc. ses clamaban ser biomecánicamente koshi y figura central del Shorin ryu a Carthy, “el énfasis cambió de la de- superiores a los okinawenses y haber fines del siglo XIX( 2). Esas críticas se fensa personal al acondicionamiento sido armados lógica y sistemática- habían escuchado antes de parte de físico a través de la práctica grupal mente en lugar de tratarse de des- Hohan Soken, ese maestro de fama de kata, pero descuidó su aplicación parejas técnicas amontonadas sin mundial que vivió desde 1920 a 1945 (bunkai). Al no enseñar los movi- coherencia, de lo cual se acusaba al en la Argentina, dedicado a preser- mientos de defensa propia ocultos, “viejo Karate okinawense”. Los estilos var intacto de influencias modernas los verdaderos propósitos de los japoneses habían sido pioneros en la el estilo de su abuelo, probablemente kata (esto es, anular, lesionar o aún introducción del jiyu kumite (com- matar provocando traumas en áreas bate libre) en el Karate en forma insti- anatómicamente vulnerables, en caso tucionalizada (4), y en la práctica in- de ser necesario) quedaron tan ocul- tensa de movimientos básicos (kihon) tos que se desarrolló una nueva co- identificando determinadas técnicas rriente” (3). Esa corriente, cuestio- como esenciales, cuya repetición nada hoy día, ha tenido su exponente otorgaba a largo plazo dominio del más representativo en el Shotokan. arte. A través del estilo Shotokan propiciado por la Japan Karate Asso- Dillman y sus seguidores, que ejecu- ciation, en los ’60 se logró establecer tan sus formas con mínimo foco mus- el canon bajo el cual se medía la correc- cular (kime) en forma similar al Ken- ción del Karate en todo el mundo. Un po Americano y algunas modalidades Karate rápido, potente y sin artificios. chinas, sostienen que los movimien- Aquel canon se impuso por la fuerza tos en las formas no son clasificables de la calidad que persuade por sí sola, como “bloqueos y golpes”, sino como y fue tomado como referente virtual- técnicas complejas (agarres, manipu- mente por todos los Karatekas del laciones del cuerpo del rival) que en mundo (con excepción de unos pocos realidad deberían ejecutarse de ma- maestros okinawenses, cuyos reparos nera muy distinta a como la mayoría eran más filosóficos que técnicos). de los estilos hoy las practica. Esto Aunque de antaño ya habían existi- pone en duda la validez de las formas do excelentes practicantes, nunca (kata) tal como son enseñadas por la antes una misma escuela había gen- mayor parte de los estilos modernos, erado toda una camada de karatekas especialmente por los descendientes de tan alto nivel, como ocurrió con de la línea Itosu. Me refiero concre- la generación de oro del Shotokan tamente a las técnicas de Shotokan, liderada por Nakayama, Nishiyama “Ryu Kyu Te” (Mano de Ryu Kyu) Shito, Wado, Shudokan, Shorin Ko- y Kanazawa y una treintena de impo- Caligrafía de Seiyu Oyata bayashi y casi todas las líneas Shorin nentes karatekas (5). Los especialis-

(3) Patrick McCarthy, Bubishi. The Bible of Karate, Charles E. Tuttle Company, Tokio, 1a edición, 1995, págs. 53-54. (4) Hubo sin embargo casos aislados de pioneros okinawenses, entre los que se destaca Choki Motobu, que centraban su Karate en el com- bate de contacto.

KARATE / 43 tas coinciden en atribuir gran parte No obstante, los okinawenses en ge- del mérito al hijo de Gichin Funako- neral preservaron sus estilos tradicio- shi, Yoshitaka (Gigo), un practicante nales (es justo reconocerlo, algunos de dedicado como pocos que viendo ellos haciendo “retoques” a su modo cercana la muerte por una compli- de practicar, sobre todo incorporando cación de su mal curada tuberculosis el kumite). Años más tarde Dillman y infantil, decidió aprovechar sus úl- toda la corriente revisionista han re- timos años de vida entrenando con conocido que hicieron lo correcto de una intensidad absoluta. Con el visto no seguir al estilo japonés. Muchos se Secuencia de “tuite” de Taika Seiyu Oyata bueno de su padre, en los años ‘40 sumaron a la crítica cuyos ecos aún con Shiro Shintaku (8) Yoshitaka introdujo numerosos cam- hoy repiten sin comprender el tema bios, alargando las posiciones (6), en profundidad, diciendo que el Ka- avalancha de alumnos que buscan prestando más atención a las patadas, rate japonés era el producto pasajero descubrir la aplicación original de las concentrándose en la potencia de los de una generación de jóvenes nacio- formas primigenias del Karate (pre- golpes de puño y dándole dinamismo nalistas que no habían recibido las Itosu) –lo cual es muy meritorio-, y a la práctica, cuyos resultados admi- enseñanzas arcanas de Okinawa. Este una muy lucrativa industria. Dillman rarían al mundo veinte años después. tipo de afirmación ha generado una enseña las (supuestas) aplicaciones avanzadas de las formas, argumen- tando que la “ortodoxia técnica” mo- derna ha sido causada por un irres- ponsable “emprolijamiento” prove- niente de alumnos de Itosu que ig- noraban los secretos combativos de- trás de las formas tradicionales.

Desde el punto de vista práctico, Dillman, con sus golpes de dedos y nudillos a los brazos y sus mapas de acupuntura, respondía a quienes no creían en su teoría: “Si no me creen, vengan a probar y miren lo que hago: ¡funciona!” (7). Muchos se conven- cieron después de perder el cono- cimiento recibiendo los toques de Dillman. Los más escépticos (que son legión) continúan sosteniendo que hasta que un alumno de Dillman no gane un campeonato de Vale Tudo dejando inconsciente a un luchador con golpes a puntos vitales, van a seguir considerando a Dillman un Shoshin Nagamine, ícono del Shorin farsante. Sabemos que eso nunca va okinawense (en 1967, a los 60 años a ocurrir, pero las técnicas de “co- de edad) lapso neurológico” que propone Dill-

(5) No sólo la época de oro del Shotokan bajo el liderazgo de Nakayama en la JKA pertenece al pasado, sino que dicha organización, presidida por Motokuni Sugiura, decidió hace diez años un regreso a las técnicas del fundador Funakoshi, según da cuenta la nota La seconde mort de Maitre Nakayama en Arts Martiaux, febr./mar. 1998.

(6) Posturas más largas aumentan el poder de golpe por mayor traslación de la masa corporal, aprovechando el principio enunciado por la segunda ley de Newton (“Fuerza es igual a masa por aceleración”). Un trabajo sobre los cambios en las posturas de Shotokan a lo largo del tiempo puede encontrarse en The Evolution of Shotokan Stances por Harry Cook, Traditional Karate, junio 1998.

(7) Recomiendo al lector buscar videos en www.youtube.com bajo las voces Dillman, Taika Oyata, pressure point y ryukyu kenpo para en- contrar algunos de estos knock-outs, los cuales han sido denostados en www.bullshido.com como farsas. Independientemente de su estilo excesivamente comercial que ha generado tantos adoradores como detractores, es justo reconocer que Dillman ha hecho un aporte a las Artes Marciales, aunque más no sea por crear la incógnita sobre el potencial de los puntos kyusho para el combate.

44 / SAN TI ejecución de esas técnicas, revisar el había que volver a las posiciones cor- concepto de kihon (base), etcétera En tas y altas y las patadas con las puntas otras palabras, quien abrace las ense- de los pies. O en todo caso pasarse al ñanzas de Dillman debería hacerse Full-Contact. El Shotokan japonés, cargo y llevar adelante un cambio no admirado en los ‘70 y ‘80, súbitamente menor en su forma de practicar. era acusado de no ser ni verdadera- mente tradicional (como sí lo era el Okinawense), ni verdaderamente Secuencia de “tuite” de Taika Seiyu Oyata Okinawa contraataca moderno (para eso, el Kickboxing). con Shiro Shintaku (8) ¿Una venganza del Karate de Oki- Vemos entonces que de la mano de nawa a través de un norteamericano man no pretenden bastarse a sí mis- una ola de revisionismo histórico, contra el imperialismo de Japón? mas y merecen alguna atención (las el Karate japonés (principalmente el En los círculos de estudiosos que se técnicas de patada tampoco son sufi- Shotokan) sufría un embate mediáti- encuentran más allá de las revistas cientes por sí solas, pero no conozco co que parecía definitivo de manos de populares de Artes Marciales, Dill- a nadie que niegue la eficacia de una su antecesor, el Karate okinawense. Un man tuvo un impacto menor, aunque buena patada). “neo-tradicionalista” criticaba grave- una cantidad importante de instruc- mente la mayor parte de los estilos tores avanzados se sumó a investigar Hubo muchos tradicionalistas que institucionalizados, supuestamente los kata y sus posibilidades técni- quisieron compatibilizar la teoría con fundamentos serios. Parecía que cas. Muchos salieron a indagar so- Dillman (cuya versión más madurada bre Channan, aquella esquiva forma habría que buscar quizás en el reser- china que habría servido de base vado “Taika” Seiyu Oyata (9)) con los para que Itosu creara los Pinan (lla- parámetros de sus estilos, sosteniendo mados Heian en Shotokan, y Pyon- que las formas podían interpretarse gan en los estilos coreanos) (11). En con distintos niveles de profundidad, paralelo, especialistas renombrados y que ello no invalidaba las interpre- como Patrick Mc Carthy y Harry taciones más básicas. Sin embargo, Cook produjeron obras con un nivel esa línea compatibilizadora “política- de investigación muy superior a los mente correcta” (10) se acerca, a mi libros escritos hasta el momento por entender, al autoengaño: si la forma maestros orientales u occidentales. supuestamente avanzada de ejecutar Mc Carthy, uno de los más profundos la técnica es distinta a la difundida conocedores occidentales del Karate y por los estilos modernos -esto es, si sus tradiciones, (12) publicó una tra- la posición de la mano es diferente, ducción del chino al inglés del Bubi- así como su ángulo de contacto, la shi, con notas y comentarios. Este an- trayectoria y en definitiva la inten- tiguo tratado chino era muy valorado ción-, entonces no es un mero pro- por los maestros fundadores Mabuni, blema de interpretación de formas. Yoshitaka Funakoshi y su postura Miyagi, Itosu y Uechi, quienes con- Habría que cambiar la mecánica de frontal larga sideraban que esta obra, transmitida

(8) Fotografías de Doug Churchill extraídas de The Truthful Hand: Keeping the Ancient Ryukyuan Spirit Alive, por Shiro Shintaku, Dojo Maga- zine, verano de 1994, Pacific Rim Publisher.

(9) Oyata integra en sus enseñanzas el arte del “kyusho jutsu” (puntos vitales) y el “tuite” o “torite” (control y manejo de las articulaciones del rival, una suerte de chin-na), ofreciendo una versión de Karate muy suave que está ligada al Motobu-ryu.

(10) Asume esa postura Enzo Montanari, calificado cultor del Shotokan, en Karate Desconocido. La parte desconocida del karate tradicional, trad. española de Ediciones Tutor, Madrid, 1999. La caligrafía de Oyata que acompaña este artículo proviene de dicha obra.

(11) Ver Channan: The Lost Kata of Itosu? por Joe Swift en www.fightingarts.com/content01/channan_kata.shtml (12) Patrick McCarthy es un karateka único en el mundo. Hace tres décadas reconocido campeón canadiense de kumite, kata y kobudo, actualmente residente en Australia, vivió durante 10 años en Japón, donde practicó con los más altos exponentes de los estilos okinawenses, viajando habitualmente a China y Okinawa. Alumno de Richard Kim y Hiroshi Kinjo, incursionó en el Kung Fu, el Full-Contact y en el Shooto cuando ningún tradicionalista lo hacía. Graduado 8° Dan por la Butokukai, ha establecido para su escuela un programa sumamente práctico e innovador en el que los kata antiguos de Okinawa en las versiones más originales sirven como ayuda-memoria de las secuencias de combate que practican los alumnos, basadas en respuesta a lo que él llama “modos habituales de violencia”. Además de Kyusho y Tuite, Mc Carthy incorpora elementos de Tegumi (sumo okinawense). Ver http://www.koryu-uchinadi.com

KARATE / 45 mediante copia manual de maestro (Juhatsu Kyoda) y Uechi ryu (Kanbun de Vincent Ruiz bajo Hidetaka Nishi- a alumno, contenía los verdaderos Uechi) exponen sistemas de Kung yama (ciertamente un sello de calidad secretos del Karate okinawense. Los Fu sureño (grulla arrulladora y tigre) de origen), en su libro El Secreto de temas que trata el libro incluyen la se- aprendidos por sus maestros. Sus Shotokan. La verdad oculta detrás lección y el uso de hierbas medicina- movimientos de defensa circulares, de los orígenes combativos del Karate les, puntos corporales y horarios de utilización de garras y dedos, acondi- (13) ensaya una hipótesis que pro- circulación de energía, técnicas de ani- cionamiento del cuerpo para recibir mete agitar las aguas de este arte. A males, y hasta el “golpe de la muerte”. golpes y posturas cerradas marcaron diferencia de la sobriedad expositiva Mc Carthy entrevistó a especialistas a estos estilos como “diferentes”. De usual en los libros sobre la materia, chinos y japoneses en distintas disci- hecho, mientras que en la línea de Clayton escribe de modo coloquial plinas, enriqueciendo la traducción Shuri distintos estilos de Kung Fu fue- y casi novelesco, llevando al lector a con comentarios históricos y dándole ron entrando a Okinawa en forma través de una pesquisa propia de un el contexto adecuado. Para el lector incompleta y azarosa y asimilados detective para desentrañar lo ocu- contemporáneo el Bubishi –aún con gradualmente durante siglos, en la rrido en Shuri desde principios del s. la glosa de Mc Carthy- es una obra línea de Naha se trató de la importa- XIX hasta la muerte de Itosu en 1915. difícil, que no se ajusta a lo que el ción más reciente de estilos de Kung La descripción de la historia que pro- practicante moderno esperaría de un Fu completos (muy especialmente pone es persuasiva y muy distinta a la libro de Artes Marciales, al punto que el caso del Uechi, con el Pangainun difundida. Quienes hayan dedicado Mc Carthy se encuentra en curso de aprendido en China a fines del siglo algunas horas a leer sobre historia publicar una guía para interpretar di- XIX), sin un proceso de “mestizaje” y del Karate saben que existen discre- cha obra. Su valor es inmenso como desarrollo a lo largo de generaciones. pancias y dudas sobre la historia de testimonio original de la etapa del Con la revalorización de las raíces chi- cada maestro, estilo y kata. Clayton salto entre Fujian (China) y Okinawa nas en el ámbito del Karate, los ajenos evidentemente ha leído todas esas (Ryukyu), entre el Chuan Fa –espe- a las tradiciones de Naha o Tomari contradicciones y controversias, pero cialmente la Grulla- y el Tode. vieron caer el valor de cotización de ha decidido obviar la mayor parte de La distinción clásica entre las tres sus estilos. La peor parte de la nueva ellas pues su objetivo no es la histo- líneas de Shuri, Tomari y Naha es aquí moda le tocó al Shotokan, puesto que ria minuciosa (la cual probablemente relevante. En cuanto a la primera, el si la validez de un estilo estaba dada nunca se sepa), sino cómo y por qué último de los maestros de Shuri que por su cercanía a sus orígenes chinos, cambió el Karate. Entonces Clayton recibió influencias chinas de conside- el Karate okinawense debería consi- bucea entre los archivos de la época, ración fue Sokon Matsumura, quien derarse ontológicamente superior al litografías, diarios de viaje de mari- las tomó “con beneficio de inventa- japonés. Pero antes de hacer afirma- nos occidentales y todas las eviden- rio” (esto es, adoptando o descartan- ciones de tal tenor los neo-okina- cias que le permiten reconstruir la do a su conveniencia). La tradición de wenses debieron saber que meterse historia desde donde nunca se la Tomari, de fuerte impronta china y con un tigre es siempre riesgoso. había analizado aún. representada por Kosaku Matsumora y Kokan Oyadomari, en gran medida Las discrepancias y dificultades que se diluyó, y fue incorporada en dosis El tigre de Shotokan muestra sus presenta la historiografía del Karate más o menos homeopáticas al Shuri garras para ponerse de acuerdo en las cues- por Chotoku Kyan, Choki Motobu, tiones más básicas ocurridas hace Tatsuo Shimabuku y Shigeru Naka- Todo lo dicho, hasta que de la mano menos de 200 años residen en un mura. Los aspectos más suaves y cir- de Bruce Clayton en 2004 surgió una rasgo cultural de oriente que, según culares del Shorin muchas veces re- línea de interpretación histórica que Clayton, hasta ahora no había sido miten a esa línea. En cuanto al Karate echa por tierra con la mayor parte de tenido debidamente en cuenta: para de Naha inaugurado por Seisho Ara- los mitos sobre la historia del Karate decirlo con elegancia, cierta falta de gaki y Kanryo Higaonna (que consti- de Okinawa que contienen los libros apego a la verdad. En efecto, los au- tuye una tercera línea marcadamente más difundidos, poniendo en dificul- tores, usualmente karatekas, han distinta de la línea evolutiva Shuri/ tades aún el revisionismo histórico tendido a tomar por veraces las his- Shorin/Shotokan), sus estilos de de Dillman. Clayton, un instructor de torias que cuentan sus maestros. Ese Goju ryu (Chojun Miyagi), Toon ryu Shotokan 5° dan integrante del grupo rasgo cultural es el privilegiar una

(13) Bruce D. Clayton, Shotokan’s Fighting Secret. The hidden truth behind Karate’s fighting origins, Ohara Publications, Burbank, 2004.

46 / SAN TI buena imagen con enseñanza moral de Itosu en el desarrollo del Karate. nuevo y distinto al Karate anterior: el –la “historia oficial” o tatemae- por Claro, para construir su argumento revolucionario Karate lineal o Karate sobre la verdadera realidad de las co- nuestro autor prescinde de conside- de impacto. ¿Cuáles eran esas circuns- sas –la “verdad oculta” o honne-, lo rar opiniones muy atendibles de otros tancias políticas, quiénes eran esos que ha producido innumerables dis- autores, pero su cometido es presen- personajes y cuál era esa presión? Es torsiones en la historia contada por tar una tesis alternativa sobre el de- una historia donde la suma de deta- los pioneros del Karate. Los orien- sarrollo del Shorin y Shotokan, y no lles hace la diferencia, pero en térmi- tales en general se preocupan mu- resolver los temas sobre los que no nos simplificados es la siguiente: cho por mantener y difundir el perfil se han podido poner de acuerdo los ejemplar de sus propios maestros, y rigurosos Bishop, Mc Carthy, Harry consideran a aquellos que escarban Cook, Graham Noble, Rob Redmond Circunstancias políticas de Okinawa sobre la verdad detrás de las historias o Joe Swift. Aunque por momentos en la primera mitad del siglo XIX como “inadaptados” (rikutsupoi). Clayton cae en digresiones innece- Esto explica, por ejemplo, que S. Na- sarias que atentan contra el nivel de la Okinawa constituía una sociedad gamine haya afirmado que “en sus obra (14), la originalidad de su plan- rígidamente estructurada. Casi la 85 años, no se conocen episodios teo y su sustento bibliográfico es im- totalidad de los pioneros del Karate violentos del maestro Itosu”, cuando pecable (por ejemplo, el autor refiere a integraban la nobleza okinawense son varias las historias sobre sus pe- 119 videos de kata de diversos estilos). (“keimochi”), donde aristocracia no leas. Nagamine y los demás maestros era sinónimo de riquezas sino de que podían ligarnos vitalmente con Clayton afirma que hace aproximada- educación, mientras que los plebeyos el pasado siempre buscaron dar una mente 150 años una serie de circuns- (“niya”) descalzos y semidesnudos imagen de moralidad asociada al Ka- tancias políticas muy especiales pu- subsistían como pescadores o agri- rate, y al contrastar lo dicho por unos sieron a un grupo de hombres fuera cultores y no disponían de tiempo y otros nunca se supo cuándo había de lo común, encargados de proteger libre para poder practicar Artes Mar- elogio desmedido, verdad o rivalidad. al rey en el Castillo de Shuri, bajo una ciales. La clase alta no vivía demasia- Clayton analiza detenidamente las vi- presión extraordinaria. Como ele- do mejor: apenas vestían de un modo das y circunstancias de los próceres mentos químicos que, combinados y que denotaba su nivel social, y gracias del Karate, y, al mostrar una ver- sometidos a un fuerte estímulo exte- a su cultura generalmente ocupaban sión de carne y hueso, la historia se rior en un entorno aislado (un tubo puestos en la burocracia guberna- vuelve atrapante. Los elementos de de ensayo o un crisol) reaccionan y mental, y vivían bajo el peso de esa res- prueba que ofrece son completados producen moléculas distintas, así, en ponsabilidad. Los rangos superiores con imaginación y especulaciones el “crisol de Shuri” en la segunda mi- estaban vinculados con la realeza y plausibles, y lo llevan a conclusiones tad del siglo XIX esos elementos se clase militar superior (oyakata) y los muy interesantes respecto del papel combinaron y produjeron algo muy niveles medios eran el brazo armado del gobierno (categorías pechin y sa- tunishi pechin), mientras que los es- tratos más bajos de keimochi solían enrolarse en la policía. En ese momento Okinawa (en rigor, el archipiélago Ryu Kyu o Liu Chu) estaba formalmente bajo el mando del rey de la segunda dinastía Sho, pero desde la brutal invasión japonesa de Satsuma en 1609 (en que murieron 539 okinawenses y sólo 57 japoneses), el gobierno estaba bajo el control de los samurai de Satsuma, quienes eran los únicos autorizados a poseer armas en toda la isla y, alojados en Vista del Seiden del palacio de Shuri antes de su destrucción en la Segunda Guerra una ala del castillo, mantenían al rey

(14) Advierto al lector prejuicioso que el libro incluye fotos de niños (suponemos, alumnos del autor) empuñando escobas bajo el rótulo “Ko- budo de cocina”, en un ejemplo de cómo ciertos movimientos de kata enseñan a defenderse con lo que esté a mano. Son las candorosas notas de color de los norteamericanos que jamás encontraríamos en un libro japonés, pero no deben ser confundidas con faltas de seriedad.

KARATE / 47 como rehén en la propia fortificación. servidumbre, exclusivamente feme- extranjeros –ingleses, norteamerica- Por otro lado, al tiempo de aquella in- nino. Allí estaba prohibida la entrada nos, franceses y rusos- tomaban por vasión Okinawa era nominalmente de sirvientes masculinos y visitantes. la fuerza lo que necesitaban. Los oki- dominio del emperador Ming, situa- Siguiendo hacia el este, estaba el nawenses nunca aceptaban los pagos ción que no había cambiado –por el mausoleo, resguardado por un muro que les eran ofrecidos. En todos los momento, a Japón le bastaba con el de dos metros y medio de altura, bajo casos los oficiales de Shuri expresa- beneficio económico sin entrar en cerrojo y custodiado, al que sólo podía ban sin mayor explicación “ustedes disputas diplomáticas o territoriales acceder el rey. En el extremo sudeste, no son bienvenidos, regresen a su con China-, y por ello también había el sector reservado a la familia real barco.” No conociendo la verdad representantes chinos en el castillo tenía una puerta oculta que conec- oculta (honne), los extranjeros mira- de Shuri. En síntesis, Okinawa estaba taba el palacio con el bosque aledaño. ban a los okinawenses como si fueran sujeta a un doble sometimiento con locos, porque a veces toleraban los obligación de pagar tributo a ambos Las potencias europeas habían toma- robos, pero nunca aceptaban pagos. países opresores, pero hacia los oc- do contacto con Japón durante el Los japoneses observaban en estos cidentales la “historia oficial” exhibía siglo XVI, y para 1800 la pretensión casos desde fuera de escena, y los ofi- simplemente a un rey gobernando a del Shogun Tokugawa de mantener- ciales uchinanchúes, desprovistos de su isla. las fuera de sus costas se hacía casi armas, estaban cada vez más preocu- imposible. Hacia 1840 había más de pados por el imponente armamento mil barcos norteamericanos cazando que exhibían los extranjeros con los El crisol (Castillo de Shuri) y sus ballenas jorobadas en aguas japone- que se entrevistaban en términos circunstancias sas. El comercio y la caza de cetáceos muy poco amistosos. No es raro que hacían que las naves occidentales de noche estos “funcionarios” okina- Según la descripción de Clayton, el quisieran frecuentemente desem- wenses, ocultos a los ojos japoneses, palacio, construido en el siglo XVI, barcar para aprovisionarse y, ante se dedicaran a reventar sus nudillos imitaba el estilo de los aposentos los sangrientos desembarcos frustra- contra sus makiwara. Por eso, lo ha- reales de China. Enclavado en una dos en Japón, Okinawa se mostraba bitual en el castillo Shuri era, para los colina a cinco kilómetros de Naha, como una alternativa atractiva. puestos de funcionario de mayor cer- se encontraba rodeado de muros, Quienes integraban la tripulación de canía al rey, contratar miembros de rampas y jardines y se accedía por el barcos balleneros eran usualmente la aristocracia guerrera que además portal ubicado en el lado oeste. Tenía marginales que habían fracasado en de poder cumplir con sus tareas ha- una extensión de 400 metros de este a la vida civilizada, hombres curtidos bituales (diplomáticos, traductores, oeste, y 270 metros de norte a sur en que vivían hacinados en un clima de secretarios, inspectores, inventaria- la construcción principal configuraba violencia y, luego de meses en alta dores, oficiales de impuestos) fueran un gran patio, en torno al cual se dis- mar, ansiaban desembarcar en busca consumados artistas marciales que tribuían los representantes chinos en de comida fresca, mujeres y alcohol. eventualmente le sirvieran como el lado norte, los miembros del clan En la primera mitad del siglo XIX guardaespaldas. El ideal marcial de Shimazu de Satsuma en el ala sur, numerosos desembarcos fueron re- cultivar en paralelo la pluma y la es- al oeste edificios de usos diversos y cibidos en la costa con rechazo o pada había cobrado en Okinawa un templos, y sobre el lado este el Seiden actitudes confusas por las autori- cariz sumamente práctico. (salón real), un imponente edificio de dades uchinanchúes (okinawenses), dos plantas con la recepción princi- que se negaban a comerciar con los Según veremos más adelante, las pal en la planta baja, conectado por visitantes, quienes desconocían la desagradables visitas de los barcos escaleras ubicadas detrás del trono existencia de un gobierno títere en extranjeros llegaron al colmo el día con la cámara real y cuartos auxi- la isla, y que la violación por parte que los marines norteamericanos en- liares utilizados por los oficiales de de los funcionarios okinawenses de traron con prepotencia en el Castillo gobierno en el piso superior. Detrás la prohibición de comerciar con ex- de Shuri. del Seiden se encontraba la parte pri- tranjeros establecida por Satsuma vada del castillo, con las habitaciones podría costar la vida del rey. Muchas del rey y su familia, y el personal de veces se producían incidentes y los

(15) Muchos autores afirman que nació en 1809. La falta de documentación fidedigna y las versiones y los datos contradictorios pueblan la historia del Karate. No siendo ese el objetivo central del presente trabajo, reproducimos la información que ofrece Clayton, aún en cuando pueda resultar discutible.

(16) Matsumura sirvió a los reyes Sho Ko (1804-1834), Sho Iku (1835-1847) y Sho Tai (1848-1879).

48 / SAN TI Matsumura, guardia de palacio cibida de unos borrachos, Sakugawa había jurado que él nunca sería víc- Sokon Matusumura había nacido en tima impotente ante la violencia. Al el seno de una familia keimochi en poco tiempo, siendo niño, aprendió 1796 (15). La veda de poseer armas no el arte de la mano china (“tote” o impidió que, orgulloso de la tradición “toide”) de Peichin Takahara, un guerrera de su familia, asumiera la monje budista que trabajaba en el función de jefe de guardia de pala- palacio. El Tote era básicamente la cio de los reyes de Okinawa, cargo amalgama de conocimientos de Kung que desempeñó durante toda su vida Fu –mayormente Grulla Blanca- que adulta (16), debiendo proteger a los se practicaba desde hacía algunos funcionarios uchinanchúes ante cual- siglos en Okinawa, y se veía perió- quier peligro; se tratara de marineros dicamente enriquecida por viaje- borrachos, Samurai de Satsuma, o ros provenientes de Fujian. Cuando cualquier amenaza. Durante 50 años Sakugawa ya era un practicante avan- de servicio, él asumió con total con- zado, una noche, cometió el error de Comodoro Matthew Calbraith Perry (1794-1858) ciencia que como guardaespaldas del agredir a un diplomático chino, Kong rey ante cualquier confrontación que Su Kung, quien ante su sorpresa lo le tocara vivir, sería él -y quizás un derrotó fácilmente. Sakugawa pidió plosión de potencia ejecutada con to- puñado de okinawenses- contra un disculpas y fue aceptado como alum- tal precisión. Es lo que luego Chibana número mucho mayor, y piel contra no de Kung, aprendiendo el estilo Chosin llamaría “ippon kowashi”, acero. No sólo debía aceptar esa reali- que luego condensó en la forma “Ku- un punto de destrucción total, hoy dad, sino que debía tomar los recau- sanku”, que contiene numerosos mo- más conocido como “ikken hissatsu”, dos para proteger exitosamente a la vimientos de agarre y pelea nocturna muerte en un puño. Eso –junto con familia real ante tales adversidades. (hace 200 años en Okinawa pelear una actitud sorpresiva y brutal- per- de noche equivalía a “descampado y mitía derrotar a enemigos de mayor Matsumura había conocido a su ma- a oscuras”, y no en el entorno urbano tamaño y, según Bruce Clayton, sig- estro “Tote” Sakugawa a los 14 años iluminado que acostumbramos). nificó el primer hito en el desarrollo de edad, cuando éste ya tenía casi 80, del Karate lineal, diferenciándose de el doble de la expectativa de vida en Matsumura es considerado el mayor los estilos más cercanos a la circulari- aquella época. Ante un padre en su karateka que haya existido, se lo ha lla- dad y los desplazamientos laterales lecho de muerte por una golpiza re- mado “el Miyamoto Musashi de Oki- del Chuan Fa. Señala nuestro au- nawa”, y fue nombrado “Bushi” (título tor que los sistemas de boxeo chino Karateka okinawense golpeando makiwara. (18) honorífico de guerrero) por el propio habían sido desarrollados por monjes rey. Entrenaba fanáticamente, y al budistas, cuyas obligaciones religio- cumplir 25 años ya era jefe de guardia sas les imponían minimizar el daño y considerado un peleador invencible a sus atacantes, aún a costa de sa- en Okinawa. Se decía que tenía una crificar su integridad. Según Clayton, mirada “de halcón” por sus ojos rasga- cuerpos especialmente acondiciona- dos oblicuamente que, cuando miraba dos para resistir golpes (como en kata en forma penetrante, infundía temor Sanchin) y técnicas de agarre y con- en sus adversarios como si estuvieran trol se inscribían dentro de esa lógica frente a un demonio. Según George (17). Pero según nuestro autor, Mat- Alexander, Matsumura había desa- sumura no era un monje y no podía rrollado una potencia de golpe muy darse el lujo de convicciones per- superior a cualquier otro especialista, sonales que pusieran en riesgo la inte- basada en la rotación del cuerpo, la gridad de sus protegidos. Era un gue- traslación del centro de gravedad y la rrero. Las necesidades y la situación aceleración al momento del impacto. en el Castillo de Shuri planteaban a En síntesis, el arrebato, la brusca ex- Matsumura limitaciones distintas

(17) Clayton reconoce que el Karate de Naha, mucho más cercano en concepción estilística a la tradición china, no muestra necesariamente benevolencia en sus movimientos. El Uechi incluye la práctica asidua de técnicas particularmente crueles, como golpes con los dedos a la garganta y puntapiés punzantes a los testículos.

(18) Estampilla y litografías provenientes de http://www.baxleystamps.com/litho/ry_litho_main.shtml

KARATE / 49 las que habían tenido los cultores de este kata y probablemente el error ces, ante allegados y ajenos, Perry de Chuan Fa, a quienes conoció de de Funakoshi no es casual. se comportó con la soberbia y poca primera mano en sus viajes de for- consideración de un daimyo (señor mación a China (Fuzhou y Beijing). feudal) japonés. De hecho, el recordado Robert Trias El agente catalítico: un marino lla- Llegado al puerto de Naha, echó a sostenía que el Hsing I habría tenido mado Perry las autoridades portuarias de la cu- una incidencia especial en el Shuri-te bierta de su embarcación rechazando de Matsumura. Este último también Hacia 1840 la política de aislamiento sus obsequios y diciéndoles que no había accedido en Japón al grado de de Japón llevada adelante por el go- tenían rango suficiente para hablar instructor de Jigen-ryu kenjutsu –es- bierno de Tokugawa comenzaba a con él. Así provocó que inmediata- cuela de sable cultivada por el clan ser vista como un problema. Barcos mente fuera visitado por Sho Taimu Satsuma-, lo cual se supone puede balleneros norteamericanos encalla- (y un reducido grupo de colabora- haber tenido influencia en el desa- dos en sus costas en más de una oca- dores), quien se presentó como el rrollo del Kobudo (combate con ar- sión habían tenido serios problemas príncipe regente dado que el rey Sho mas impropias o de uso civil) okina- –asesinato incluido-, y las groseras Tai era aún un niño. Según Clayton, en el contigente estaban Matsumura e Itosu. Luego de una visita por el barco, Perry hizo una serie de recla- maciones, incluyendo la construc- ción de un depósito de carbón para sus navíos, la venta de provisiones y el establecimiento de una base en el puerto. Sus pretensiones fueron re- chazadas con gentil terquedad, y Perry exigió hablar inmediatamente con el rey. Sho Taimu respondía que se tra- taba de un niño, y que no era posible acceder a las peticiones (tatemae o historia oficial), sin mencionar que los samurai de Satsuma prohibían bajo amenaza severa todo contacto con extranjeros (honne o verdad oculta). A su vez, Perry insistía sobre esos temas que poco le interesaban (tatemae) para provocar una situa- El contingente americano en las puertas del Castillo de Shuri (daguerrotipo original) ción enojosa y ganar reputación de dureza (honne). wense. Habiendo capitalizado todo negativas japonesas a establecer rela- lo aprendido, Matsumura se apartó ciones diplomáticas con los Estados tanto de las fuentes chinas que su es- Unidos comenzaron a ser considera- Itosu y compañeros: lo que había tilo híbrido luego fue conocido como das un insulto. El congreso nortea- en el crisol Shuri-te. mericano decidió que correspondía Clayton señala que Matsumura de- solucionar la “cuestión japonesa”, y Clayton describe a quienes secunda- sarrolló, entre otros, el kata Patsai / en 1853 el presidente Fillmore envió ban a Matsumura como guardaespal- Bassai, una forma agresiva y fuerte una flota de 15 buques al mando del das encubiertos del rey. En primer que practicaba asiduamente. Aunque Comodoro Matthew Perry. lugar debe mencionarse a Anko Funakoshi en su libro Karate Kyohan Perry había leído todo el material Shishu (Itosu). Éste había sido un explicaba que esa forma significa disponible acerca de Japón y su cul- niño frecuentemente golpeado por “penetrar la fortaleza”, apunta nuestro tura. Sabía de su idiosincracia gue- su padre, quien quería forjar en él autor que los caracteres del nombre rrera y su respeto por la fuerza. En un carácter aguerrido. A los 16 años no aluden a ninguna fortaleza, sino lugar de dirigirse directamente hacia ingresó como aprendiz de guardia a que Bat (su) significa “sacar”, y Sai sig- Tokio, dirigió sus barcos a Okinawa, las órdenes de Matsumura, quien se nifica “bloquear”. Según veremos más asumiendo que una muestra de fuer- ocupó de entrenarlo hasta los 24 años adelante, “fortaleza” es un concepto za allí le granjearía una reputación (esto es, entre 1846 y 1854). Itosu, que subyace al nombre y el cometido importante en Tokio. Desde enton- quien se desempeñaba como traduc-

50 / SAN TI tor y calígrafo de palacio, tenía el cuer- El contingente militar americano dentro del Seiden de Shuri - (daguerrotipo original) po forrado de músculos, y su golpe de puño, desarrollado frente al maki- wara, era temible. Existen varias his- torias sobre lo fuerte de su agarre y su aptitud de pelea (enfrentándose con- tra varios atacantes armados, noque- ando a uno de ellos con una patada lateral a la mandíbula, etcétera). En cierta ocasión un japonés campeón de Judo quiso demostrar la inferio- ridad marcial de los okinawenses, e Itosu, que estaba presente en el lu- gar, a pesar de tener 75 años no quiso dejar pasar la cuestión. El japonés, en consideración hacia el anciano, le dijo que iba a tratar de no lastimarlo. Comenzado el combate el judoka lo tomó de la solapa. Itosu derribó a su contrincante con un golpe corto de su puño izquierdo al plexo solar, convirtiéndolo en un despojo que boqueaba sin poder respirar. Itosu se retiró sin hacer mayor cuestión, ante sidera “el mejor karateka que vi en mi Decía que las manos y los pies del ka- un público atónito. vida”-, el gran amigo de Itosu, exper- rateca deben ser como sables y matar to en Jukendo (arte de la bayoneta). al primer contacto. A las órdenes de Matsumura, junto Azato, que tenía experiencia real en- con Itosu trabajaban en palacio como frentándose sin armas contra sable, - Chofu Kyan (padre del famoso burócratas: estaba convencido de la inutilidad Chotoku), custodio del sello real, era de acostumbrar al cuerpo a absorber un hombre estricto y karateka devoto - Yasutsune Azato –el primer maes- golpes, por lo que era un especia- que dedicaba las noches a entrenar a tro de Funakoshi, a quien éste con- lista en desplazamientos (tai sabaki). su enfermizo hijo.

- Seisho “el gato” Arakaki, oficial- mente traductor de idiomas chino y japonés, era un cultor del puño del monje (luohan) y de la grulla blanca. Era un especialista con el kama (hoz), el sai y el bo (vara). Se le atribuyen los kata niseishi/nijushiho, sochin y unsu.

- A su vez, Clayton da persuasivas razones para creer que también in- tegraban este selecto grupo de “ofi- cinistas” karatekas de la talla de Ko- kan Oyadomari, Kosaku Matsumora (ambos exponentes de Tomari-te), Peichin Yara, Sanda Kinjo (expertos en Kobudo) y Peichin Kiyuna.

- En otras palabras, un “dream team” de los mejores y más experimentados ka- ratekas de Okinawa trabajaba en la ofi- cina real, en el primer piso del Seiden, a Sho Taimu y sus asistentes (daguerrotipo original) pocos metros de distancia del rey.

KARATE / 51 Un día para recordar por completo dejando a los funciona- hubieran salido de sus barcos. Por la rios okinawenses en un rincón. Am- torpeza de ese regente, los america- Según Clayton, el 6 de junio de 1853 bos grupos se estudiaban mientras nos no sólo habían desembarcado, fue un día clave en la historia del Ka- tomaban té y masticaban un duro sino que habían llegado a estar a sólo rate. El Comandante Perry, luego de pan de gengibre. Los okinawenses un par de habitaciones de distancia considerar que no iba a ser detenido estaban tensos, no encontrando otra del mismísimo enclave de Satsuma en por las excusas de los funciona- explicación para la ocupación del Okinawa. Regresado tiempo después rios okinawenses, montó un acto de castillo que la inminente autopro- a Okinawa, Perry notó que nunca provocación controlada. Perry hizo clamación de Perry como goberna- más se vio u oyó hablar de Sho Taimu desembarcar del USS Susquehanna dor militar de Okinawa, reclamando el (desaparición sin duda vinculada con dos cañones arrastrados por 30 mari- territorio para los Estados Unidos. ¿Por su error). Luego el Comodoro se di- neros y dos compañías completas qué, entonces, tardaban tanto tiem- rigió a Tokio, donde su misión fue de Marines desplegando sus fusiles y po en silencio o con comentarios su- un éxito, precipitando la apertura de bayonetas y 50 oficiales con sus sables. perficiales comiendo ese pan? Japón a occidente e iniciando la cade- El propio Perry se hizo trasladar en Un rato después, el regente invitó na de actos que llevarían a la caída un palanquín preparado por él para a Perry y sus oficiales a cenar a su del régimen feudal japonés a favor de la ocasión, cargado por ocho sirvien- casa, en un intento por hacerlos sa- la Restauración Meiji. No pasó tanto tes chinos, lo que le daba la aparien- lir del castillo. Increíblemente, Perry tiempo hasta que Perry regresó a cia de un Shogun. Con esa especie aceptó. Trasladados a la casa, Sho Okinawa: ahora fue mucho mejor re- de desfile con prepotente exhibición Taimu y dos de sus asistentes fueron cibido, y los okinawenses mostraron de armas, se dirigió al castillo de fotografiados con daguerrotipo. Al ser hábiles comerciantes, reclamando Shuri. Al llegar al portón principal cabo de una tediosa cena en que los plata por la venta de sus productos. y a la vista de los cañones, luego de okinawenses estuvieron totalmente Los diarios de viaje de Perry y sus alguna demora estratégica, los okina- desconcertados e intimidados, los hombres expresan que en todo el tiem- wenses no tuvieron más remedio que americanos se marcharon bajando po que estuvieron en Okinawa no vie- abrirles paso. Sho Taimu descubrió la colina y utilizaron el resto de la ron ni una sola arma. hace 150 años una verdad geopolíti- tarde para embarcar los cañones. Ese día, estar inerme con el regente ca: cuando el Tío Sam toca la puerta, Los okinawenses respiraron aliviados y sus compañeros rodeados de inva- no es porque no pueda derribarla de aunque confundidos por lo inescru- sores gigantes y armados, en grave una patada. Habiendo ingresado, el table de los invasores y lo insólito de desventaja numérica, en el propio nutrido grupo de norteamericanos sus actos. Perry había conseguido lo palacio, quedó grabado para siem- encontró una construcción práctica- que buscaba: cuando llegara a Tokio pre en la mente de Itosu. No por lo mente desierta. Sólo se hallaban el re- sería tomado muy en serio. que sucedió, sino más bien por lo que gente, tres ministros y una docena de Regresado Sho Taimu al castillo, éste pudo haber ocurrido. asistentes. Llevados a un gran salón, sabía que los samurai de Satsuma no los norteamericanos lo llenaron casi le perdonarían que los extranjeros La “hipótesis de conflicto”: el Plan Z

Como guardia de palacio y probable sucesor de Matsumura, la escena tiene que haber sido una pesadilla re- currente para Itosu. Aunque todavía era joven, según Clayton la escena acosó a Itosu durante el resto de su vida (¿qué hacer si volviera a ocurrir y los invasores decidieran quedarse?). Existen numerosos relatos que dan cuenta del carácter previsor y minu- cioso de Matsumura. Ciertamente, en el episodio con los norteamericanos todas las previsiones demostraron ser adecuadas: del diario de los nortea- mericanos surge que tanto en el barco Croquis del Castillo de Shuri (19) como en tierra nunca se encontraron 19 http://www.wonder-okinawa.jp/001/001-e/index.html con guardias, ni mujeres ni niños. De

52 / SAN TI hecho, los hombres de Matsumura daños que puedan producirse en el entrenado para cuidarse a sí mismo, hicieron de mozos, sirviendo a los enemigo. dado que recibía enseñanza de los extranjeros y manteniéndose entre La estrategia de seguridad de Mat- mejores karatekas de la isla. éstos y Sho Taimu. La regla que im- sumura, ¿había funcionado? Aunque - El Seiden estaba dispuesto de modo pedía a extraños ir más allá del patio estaba bien pensada para el caso de tal que los guardias encubiertos pudie- central y Seiden, reservando un lugar tener que enfrentar a los samurai alo- ran abrirse paso a golpes, cubrir y exclusivo para el rey y servidumbre jados en palacio, los norteamerica- sacar al rey del recinto llevándolo por femenina, servía a Matsumura para nos habían demostrado ser muchos la escalera al aposento real en el piso que el sector trasero fuera un ám- más, más corpulentos, con el poder superior. bito altamente privado y carente de de fuego de sus fusiles, y un com- - Existía una discreta puerta trasera interés desde la perspectiva militar portamiento sumamente extraño e cercana al dormitorio del rey que de cualquier visitante. Sin duda una impredecible. Como señala Clayton, permitía un escape hacia fuera de la ventaja que podía aprovechar la guar- el operativo “reaccionar, extraer y es- construcción. dia real. La arquitectura de la fortifi- capar de la fortaleza” tomó un cariz - El riesgo de encontrarse con los cación, rodeada por murallas varias y perturbadoramente probable. La samurai de Satsuma “a la salida” es- dispuesta en forma de laberinto con última instancia de defensa, el plan taba minimizado por la existencia edificios atravesados, hubiera impe- a seguir cuando toda otra previsión de un pasadizo secreto a los túneles dido adivinar la salida, dificultando el hubiera fallado (por eso lo llamo el (de más de tres kilómetros) debajo desplazamiento de los invasores. “Plan Z”), la pelea sin armas, debía del castillo, una de cuyas bocas daba, ¿Qué salida? La del rey. ¿Cómo? El ser mejorada, e Itosu emprendió en- al pie de un virtual acantilado, a lo conjunto de “burócratas”, ante cual- tonces la tarea de continuar el desa- que podría haber servido como una quier emergencia, debía lograr la rrollo del estilo de Karate de los guar- pequeña embarcación de fuga. extracción del soberano (abriéndose dias de palacio. - Clayton especula que el pasadizo paso entre bayonetas, fusiles y sables) El Karate que fue retocado por Itosu estaría en el mausoleo privado del rey a la planta superior del Seiden, y de era una táctica que se inscribía dentro (shinbyouden), un sitio sin interés fue- ahí a los aposentos reales cuya puerta de una estrategia más amplia en caso ra de lo religioso, rodeado por altas trasera daba al bosque que cubría la de necesitar un escape de emergencia paredes sobre las cuales los Satsuma empinada colina, permitiendo una desde el Castillo de Shuri: no podrían espiar, dentro del sector vía de escape probable. - En el sector reservado para reservado a las mujeres y muy cer- Es esa la hipótesis de conflicto que servidumbre femenina, se contaría cano al aposento real. marca el nacimiento del Karate mo- con la implacable Tsuru Yonamine, - Es conocida la prohibición de poseer derno, el Karate de impacto, un Arte de cuya aptitud combativa existen armas impuesta por Satsuma. Pero en Marcial para guardaespaldas pen- relatos y con quien “casualmente” se situación extrema y ya encontrándose sado para combate grupal y asegu- casó Matsumura, integrándola a per- en huída (diríamos, perdido por per- rar al protegido una vía de escape sonal de palacio. dido) ¿no sería razonable tener unos en cuestión de segundos, sin ahorrar - El propio rey de Okinawa estaba sables escondidos en la salida, ante la

Funakoshi ejecuta Naihanchi Kata

KARATE / 53 posibilidad de un bloqueo inespera- forma de pelea nocturna, en la os- ganaron recíproco respeto, y, según do? Matsumura y Azato eran maes- curidad, cuyo objetivo era evitar ser especula Clayton la lección le mostró tros en el uso de la katana, y muy sujetado, para sorpresivamente apre- a Matsumura las limitaciones de su probablemente los reyes de Okinawa sar al enemigo, y acabarlo sin perder estilo en desnivel. Estos especialistas no hayan entregado todas sus armas contacto con él. Era un manual de habrían compilado los movimientos a los japoneses. Algunas podrían combate a ciegas: evadir, controlar, útiles desde la perspectiva de quien haber quedado convenientemente golpear, derribar, golpear. Todas tales está arriba o debajo en una pelea olvidadas en el mausoleo privado / aplicaciones, provenientes del Kung desnivelada. El propio Matsumura, pasadizo secreto, al que en principio Fu de Kusanku, fueron cambiadas según Clayton, hizo uso extensivo nunca tendrían por qué acercarse los por Itosu para la hipótesis de com- de este kata considerando la huída Samurai. bate diurno contra varios atacantes a hacia el piso superior en el castillo los que no se puede dedicar más que de Shuri. Itosu, valorando la estrate- unos pocos segundos (en la mente gia de combate en una escalera, no Los años siguientes: El Karate de de Itosu, no hay tiempo para golpear, habría necesitado hacer ajustes de Itosu ejecutar un lance y luego controlar a consideración (22). un solo rival, como hubiera preferido Pero los aportes más importantes de Cuando se repasan las acciones de un monje budista). Itosu no residen en lo que cambió, Itosu a lo largo de años, se encuen- Según Clayton, el enigmático kata sino en lo que agregó. tran cambios muy importantes en los Naihanchi (Tekki), también traído kata, según dan cuenta las diferencias del sur de China, con su movimiento Movimiento: Si se comparan kata estilísticas provenientes de Sakugawa exclusivamente lateral (“como con- como Sanchin o Hakutsuru (Gru- (los puntos comunes al Matsumura tra una pared”), en parte se explica si lla Blanca) con los de Itosu, en los Seito y el Isshin ryu de Shimabuku) uno está cubriendo a alguien a quien primeros son básicamente estáticos, y el talante Shuri que se aprecia en se desea proteger y trasladar, quizás mientras que en los segundos, el el Shorin moderno y Shotokan. Para sujetando a un rehén contra el pecho practicante se desplaza rápidamente Clayton una clave para apreciar los de uno con la amenaza a quienes se de un lado a otro (23). cambios es observar el Isshin ryu, acerquen de romperles el cuello. La que estilísticamente no pertenece ni lógica del golpe y desplazamiento, Potencia: Las posturas inclinadas o al Shorin ni al Karate de Naha. Para con desarmes para fusiles, es distinta acostadas fueron reemplazadas por tal autor el Isshin ryu puede ser con- de las intricadas palancas y reten- otras con el torso erguido, replan- siderado una cápsula del tiempo del ciones que muestran en su aplicación teando el Karate en torno a la gene- Karate pre-Shuri. (20). Del análisis de Naihanchi estilos más antiguos. ración de máxima potencia por enci- de videos comparando la ejecución En cambio, el kata Chinto (Gankaku) ma de otras consideraciones (evasión, de formas según Shorin, Shotokan e fue una forma originaria de Shuri. derribos, etcétera). Isshin, Clayton observó cambios no- En una ocasión Kosaku Matsumora tables (21). El kata Kusanku (Kanku y Sokon Matsumura fueron envia- Pluralidad de oponentes: Mientras Dai), colección de movimientos de dos para capturar a un pirata chino que la estrategia del Karate pre-Shuri Kong Su Kung compilada por Saku- (Chinto) en el puerto de Tomari, y se vinculaba con desplazamientos gawa que había sido modificada por éste, recluido en una cueva empinada laterales, ello no es posible ante mu- Matsumura, fue nuevamente alterada de entrada angosta, los enfrentó con chos enemigos. La opción preferible por Itosu. Originalmente era una gran destreza. Aparentemente se es lineal; encimar a uno de ellos, anu-

(20) Recuérdese que el fundador de ese estilo, Tatsuo Shimabuku, se formó con Chotoku Kyan. Uno de los aspectos más interesantes del libro que comentamos es el sondeo sobre la personalidad de Kyan y su modo muy particular de ver el Karate y la vida.

(21) Me excuso de comentar sobre kata de Karate por falta de conocimiento, pues si bien estoy calificado para escribir sobre formas de TaeKwon-Do, los puntos en común de éstas con las de Karate son tantos como las diferencias que las separan. En todo este tema reproduzco la opinión de Clayton.

(22) Sería muy difícil hacer una lista de los kata sobre los que Itosu tuvo influencia, pues las formas que fueron retocadas mantuvieron su nombre original, de modo tal que hoy coexisten variantes pre- y post- Shuri en distintos estilos bajo el mismo nombre. Además, adviértase que en Shotokan existen kata con origen en Tomari y Naha que posteriormente fueron reinterpretadas con el criterio del propio Itosu, como si éste hubiera trabajado sobre esas formas casi 40 años luego de muerto.

(23) Clayton afirma que el tipo de práctica de la línea Shuri tiene algún efecto sobre la longevidad, según dan cuenta las edades en que murie- ron, cuando la expectativa de vida promedio era de 40 años, Tode Sakugawa (82 años), Bushi Matsumura (97), Itosu (85), Funakoshi (89) y el último alumno directo de Itosu, Shosei Kina (100). El énfasis en entrenar la movilidad –en lugar de la absorción de golpes- podría hacer la diferencia.

54 / SAN TI lándolo y modificando la distancia de nó de los kata los movimientos que Entonces, entrenó a sus alumnos en sus compañeros. respondían a la lógica del estilo más un sistema de Karate de impacto sin antiguo. Entonces hoy se pueden explicar demasiado el modo en que Impacto: Las aplicaciones que mues- percibir dos lógicas distintas convi- podía ser utilizado. En esa época de- tran los descendientes de Shuri dan viendo en las formas. Quienes tengan sarrolló los cinco kata Pinan –quizás especial importancia al poder de sus suficiente experiencia en el Arte Mar- una segmentación de la forma china golpes, mientras que los estilos más cial saben que existen muy variadas Channan-, la ampliación de la serie antiguos asignan mayor interés a las interpretaciones para los kata, y que Naihanchi para incluir las versiones torciones, agarres, presión a termina- en general parecen ser conjeturas o 2 y 3, y diseñó las versiones Sho de les nerviosas, etcétera Según el autor explicaciones inteligentes al interro- Kushanku y Passai. es evidente que el corazón del Karate gante de las aplicaciones. Entonces Cuando murió el rey al que debía de Itosu está en la potencia de golpe. Clayton se pregunta, ¿cómo es que lealtad, se acabó todo posible regreso un Karateka de la talla de Itosu, que y restauración del reino de Ryukyu. ¿Qué es lo que, según Clayton, eli- dedicó gran parte de su vida al estudio El mundo había cambiado, e Itosu se minó Itosu? de los kata y su relación con el com- sintió liberado de su compromiso de bate, no enseñó su interpretación a confidencialidad: comenzando el si- Puntos de presión: Los redujo sus alumnos más devotos, según con- glo XX, la técnica guerrera (“jutsu”) enormemente, prefirió golpes de fesión propia de éstos? Se ha especu- debía dar paso al camino de desarro- efecto inmediato y resultado más lado con que en realidad Itosu no las llo moral (“do”). Lo que había servido cierto. conociera, o que le parecieran poco como sistema de protección para una importantes, o que fuera conveniente monarquía ya extinguida podía ahora Golpes con los dedos: En su mayor no transmitir tan letal conocimiento, transformarse en una forma de ayu- parte fueron reemplazados por los o que prefiriera que sus alumnos las dar al mejoramiento de la salud de puños. descubrieran por sí mismos. Más allá los jóvenes. Eso es lo que hizo Anko de que quizás Itosu no conociera al- Itosu, guardaespaldas devenido en Movimientos de control del opo- gunas de las aplicaciones, se destaca maestro (y reverenciado como “ken- nente: Existían palancas de retención el hecho de que optó por no enseñar sai”, un “santo del puño”), enseñando en los estilos precedentes; Itosu pre- ni una sola ¿por qué? su sistema de Karate lineal. firió rematar con un golpe, según dan Los años siguientes al episodio con el cuenta talonazos y otros movimien- Comodoro Perry pueden explicarlo. tos en ese sentido. Miremos la cronología:

Combate nocturno: En estilos an- * 1879: tiguos, se encuentra un movimiento El Rey Sho Tai es forzado a abdicar. suave y silencioso en que el karateka Desintegración de la guardia de palacio. rastrea con sigilo con la mano abierta el brazo del rival, sobre quien, luego * 1880-1900: de sujetado, se descarga un golpe ful- Itosu continúa con su práctica y minante. Ese y otros recursos simi- enseña a un puñado de alumnos en lares fueron eliminados: La hipótesis secreto. de combate de Itosu era un salón ilu- minado. * 1901: El rey Sho Tai muere en el exilio. ¿Qué es lo que dejó intacto Itosu? No eliminó los esquives, los bloqueos * 1902-1906 con contragolpe, barridos, codazos, y Itosu enseña públicamente en el muchos otros movimientos que en- sistema escolar de Okinawa. tendió útiles para su planteo. Según Clayton, la confusión que se * 1915: genera en los practicantes moder- Muere Anko Itosu. nos descendientes de Itosu al buscar descifrar las formas está dada por Itosu, como guardia personal del rey, el hecho de que ese maestro hizo tenía un deber de confidencialidad Chosin Chibana, alumno de Itosu y con- fuertes reformas a favor de un Ka- que consistía en no revelar sus tácticas tinuador de su línea en Okinawa rate lineal de impacto, pero no elimi- o cuestiones de seguridad a terceros.

KARATE / 55 El legado de Itosu plar, dueño de una técnica poderosa reclamo es válido: el Shorin de Itosu, entrenada para el combate real al ser- así como el Shotokan y otros esti- El reemplazo de un número de técni- vicio del rey, y forjador de una estirpe los derivados merecen ser mirados cas peligrosas en los kata ha sido con- de maestros que transformaron una como genuinos sistemas marciales, siderado por muchos como evidencia tradición secreta de una isla del Pací- sin prejuicios por su relación con el concluyente de que el Karate de Itosu fico en un camino de superación de más reciente Karate de competencia. fue una versión esterilizada del Arte millones de personas en el mundo. La propia división de estilos de Shuri/ Marcial, para ser enseñado en las es- La versión de Clayton sobre la historia Shorin entre los “de impacto” (linaje cuelas de Okinawa. del Karate de Shuri permite rearmar de Itosu, en gris en el cuadro en las un rompecabezas como no lo logran páginas siguientes) y los más fieles al otras versiones. Debe reconocerse estilo antiguo encuentra situaciones que muchas piezas han sido inventa- híbridas como las de S. Nagamine y das y son producto de las conjeturas Y. Higa, quienes incorporaron en sus de ese autor, quedando en cada uno escuelas el entrenamiento de impacto aceptarlas o rechazarlas (24). Pero su pero mantuvieron una fuerte influen- hipótesis, muy digna de considera- cia de otras ramas. En última instan- ción, puede sintetizarse en que Itosu cia, la línea en que cada practicante optó deliberadamente por prescindir está enrolado no está dada por la filia- o relegar muchos recursos técnicos ción o la versión del kata difundidos (palancas, agarres, técnicas a puntos por su escuela, sino por el enfoque sensibles, etc.), desplazamientos cir- concreto en la práctica. En ese sen- culares y régimen de endurecimiento tido, es fácil advertir que el Karate a favor de agilidad y explosividad li- lineal se ha abierto paso en muchos Itosu neal para adaptarlo a las necesidades estilos formalmente ajenos a su lina- específicas de la guardia real. Para je. En lo personal, a pesar de que cali- Clayton señala que los alumnos más Clayton, no alcanzan para explicar ficados maestros como Funakoshi y destacados de Itosu aprendieron de semejante mutación en los movi- Toyama descreían en la pluralidad de sus lecciones particulares mucho an- mientos ni el ingreso del Karate a la estilos y propiciaban un único Karate tes que el maestro se haya involucrado educación pública okinawense, ni el (quizás lo hacían como estrategia de en la instrucción escolar, la cual se ha frecuentemente mencionado cambio unidad para darlo a conocer), celebro transformado en un dato para desca- de paradigma de la técnica guerrera que existan estilos distintos como lificar toda la enseñanza de Itosu, aún (jutsu) al camino de perfecciona- reflejo de diferencias en los gustos, fuera de ese ámbito. Las característi- miento moral (do), ni los argumen- aptitudes, criterios y personalidades. cas como estilo orientado a la veloci- tos sobre el nacionalismo nipón de la dad y el impacto fueron conservadas primer mitad del siglo XX. Y no al- por su alumno Gichin Funakoshi y canzan porque los cambios dignos de magnificadas muy especialmente por atención, a su entender, se gestaron Gigo Funakoshi, quien vio la com- algunas décadas antes, y pueden patibilidad de la “destrucción en un apreciarse no sólo en Shotokan –que golpe” del Karate de Itosu con la pre- simplemente los llevó más lejos-, sino misa del (“ichi geki hissatsu”, también en los estilos de Shorin más muerte en un ataque) y aprovechó tal modernos, difundidos por los alum- circunstancia para inscribir al Karate nos de Chibana. dentro del círculo exclusivo de las Artes Marciales japonesas. El hecho Quizás Clayton sobrevalora su estilo de que Itosu haya comprendido el por sobre otros más antiguos (oki- gran potencial del Arte Marcial en nawenses y chinos), pero gracias a la formación de los jóvenes no puede ello ha desarrollado y aportado una Matsumura desmerecerlo como Karateka ejem- hipótesis interesante. Además, su

(24) Transcribimos una interesante descripción del estilo “Matsumura Seito (ortodoxo)” por Jorge Zapata publicada en revista Yudo Karate N° 293, pág- 47, que hace dudar de cuanto afirma Clayton sobre Matsumura como precursor de un estilo basado en la potencia: “El estilo de los Matsumura utiliza posiciones más cortas que los otros dos Shoryn (Adrogué: se refiere a las ramas Matsubayashi y Kobayashi), bloquea y ataca al mismo tiempo, usa patadas bajas, no extiende completamente los brazos al golpear y no cree en la teoría del golpe único (Adrogué: aquí hay diferencia con el germen de Karate lineal que pretende ver Clayton). Su kumite es continuado (parecido al kyokushinkai) y los golpes no se frenan. Tiene salidas a 45 grados y la característica más sobresaliente es que no usa el kiai, porque si bien aumenta la energía del practicante, después queda vacío y necesita unos segundos para recuperarse...”

56 / SAN TI Apostilla

Clayton relata que su libro comenzó cuando buscaba una foto de Azato (el instructor me- nos conocido de Funakoshi), y esa búsqueda lo llevó por lugares in- sospechados, hasta encontrar una inédita foto de “Bushi” Matsumu- ra. Hasta el momento tan sólo se contaba con el retrato dibujado por Akira Miyagi difundido en un libro de Shoshin Nagamine-. Ese dibujo de Matsumura viejo y con barba, junto con las fotos y los dibujos que existen de Itosu, per- mitieron a Clayton reconocer en una foto al legendario “Bushi” y su fiel alumno Itosu, cuando éste tendría cerca de 23 años. Si no los ha reconocido hasta ahora en esta nota, por favor vuelva a mirar a los “burócratas” de la página 51 que acompañan al malogrado re- gente de Okinawa. ¿Recuerda los relatos sobre la temible mirada de Matsumura, con sus ojos in- clinados hacia adentro? Mire al guardia de la izquierda de la foto, y conozca al mayor guerrero en la historia de Okinawa y su sucesor, el padre del Karate lineal.

KARATE / 57 Itosu, el “santo del puño”, con sus alumnos

58 / SAN TI