El Ateneo De Santander (1914-2005)
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EL ATENEO DE SANTANDER (1914-2005) CEM SANTANDER 2006 Autor: O Mario Crespo López O de dibujo de Rafael Alberti: E1 Alba del Alhelí, S.L. 2005. Madrid (España). Todos los derechos reservados. Diseño de cubierta: Óscar Portugal García Fotografía de contracubierta: Enrique Diestro Cabria Imágenes: Archivos y colecciones del Ateneo de Santander (C. Cea, Juan A. Mazo, P. Hojas, Nozal, Celedonio), Javier Casanueva Piñeiro, Francisco Cubría, Centro de Estudios Montañeses (Archivo José Simón Cabarga), Juan Antonio Pereda de la Reguera, El Diario Montañés y Alerta.. Edita: Centro de Estudios Montañeses C/ Gómez Oreña 5, 3", 39003, Santander Impresión: Sociedad de Artes Gráficas J. Martínez S.L. Polígono Industrial de Raos, Nave 12-B2, 39600, Maliaño, Cantabria ISBN: 84-933708-7-8 Depósito Legal: SA-525-2006 MARI0 CRESPO LÓPEZ EL ATENEO DE SANTANDEIR (1914-2085) CENTRO DE ESTUDIOS MONTAÑESES Santander Con motivo del 90 aniversario del Ateneo de Santander la Junta de Gobierno consideró oportuno editar un libro que enlazando con la valiosa Historia del Ateneo de Santander de Simón Cabarga (1914-1963),recogiera lo más sobresaliente de la vida del Ateneo hasta 2004 en una etapa interesantísima que refleja una parte muy importante de la vida cultural de Santander. Quizá el no esperar a llegar al cente- nario se deba a nuestro temor ante la fragilidad económica casi endémica de la Institución. Aunque el propósito inicial del libro fue, como hemos dicho ya, el tomar el hilo del relato a partir de la fecha en que termina el de Simón Cabarga, el autor con- sideró útil completar, aplicando las técnicas historiográficas más modernas, la información relativa a la primera época. Así pues el libro aporta una gran cantidad de datos que hoy demanda la moderna sociedad del conocimiento. Para esta importante y en nuestra opinión, necesaria tarea, hemos contado con el impulso y apoyo fundamental del Centro de Estudios Montañeses que, con su presidente Leandro Valle al frente, se involucró desde el principio en el proyec- to, consciente de que esta obra constituiría una importante aportación al conoci- miento de la vida cultural de Santander. Para llevar a cabo esta tarea se encargó al joven profesor e investigador Mario Crespo López que se adentrara en la historia del Ateneo y ofreciera una visión nueva desde su formación de experto en Historia. El trabajo ha sido intenso y difícil ante la necesaria labor y rigurosa selección entre la ingente cantidad de datos que esta sociedad de la información genera. Estamos seguros que el libro tendrá gran utilidad no sólo para los investiga- dores sino también para cualquier persona interesada en conocer mejor la vida cul- tural santanderina y española de una época rica en acontecimientos y movimientos intelectuales diversos. Para el público de Santander, para ese público que ha sido testigo en nuestro salón del Ateneo, de tantos momentos relevantes este libro es algo más, forma parte de sus recuerdos, de sus vidas. 8 Mercedes García-Mendoza Ortega Como se observa a lo largo de la lectura de la obra, la evolución en la vida del y en el Ateneo se corresponde con la transformación de usos y costumbres de la sociedad que en estos últimos cuarenta años evoluciona vertiginosamente; el ritmo lento de la vida va desapareciendo y con él las tertulias, las largas horas en los salones y biblioteca del Ateneo y se sustituyen o limitan a asistencia a actos con- cretos que los medios de comunicación amplifican y difunden por lo que la labor de divulgación cultural de la Institución alcanza un amplísimo eco. Además el Ateneo ya no está casi solo, como en otros tiempos, como foco de cultura, "la casa de la intelectualidad montañesa" la llamó Menéndez Pelayo y las demás instituciones culturales de la ciudad, compiten y complementan esta acción cultural. Finalmente este libro pretende ser memoria agradecida a tantas personas, instituciones, empresas que a lo largo de estos noventa años han sostenido (con todo el significado de la palabra) al Ateneo; han aportado su trabajo, su prestigio, su aliento, en especial los miembros de la Junta de Gobierno y socios, en el con- vencimiento de que todo apoyo a la cultura, a los valores intelectuales constituye un elemento fundamental en el enriquecimiento de la persona. Santander, mayo 2006 En el año 2004 el Ateneo de Santander ha cumplido noventa años de histo- ria, tiempo más que suficiente para mirar hacia atrás y hacer no sólo recopilación de datos sino también una mínima interpretación historiográfica sobre lo que han supuesto nueve décadas de intensa actividad cultural y diversos derroteros de varia- da fortuna. A veces las instituciones no se prestan al ejercicio necesario de su pro- pia valoración histórica, lo cual es un desacierto, creo, y priva, además, a la socie- dad de un conocimiento indispensable sobre su propia vivencia. El Ateneo de Santander, que es la entidad cultural más antigua de la ciudad, ha sido a lo largo de todos estos años un referente para la capital cántabra y, por eso mismo, espejo de sus propias virtudes y carencias. Por eso conocer su historia es conocer algo más sobre la historia de la ciudad y de sus protagonistas: "El destino del Ateneo marcha siempre unido al de la ciudad", escribió José Simón Cabarga. De ahí que desde su estudio podamos iluminar una parte de la historia del Santander del último siglo: la institución hace aquí de objeto de estudio que ayuda a conformar una realidad más amplia, un contexto que determina y al que, en cierta medida, logra influir. La historia del Ateneo, empero, precisa atender un hito fundamental en la bibliografía local. En 1963, Simón Cabarga (1), por entonces presidente de la Sección de Artes Plásticas del Ateneo, publicó la Historia del Ateneo de Santander, que para su autor representaba "algo así como el acta de unas realizaciones fecun- das" (2). El Ateneo tenía ya una historia que había dado frutos visibles en la socie- dad y merecía hacer un alto en el camino, coincidiendo con la presidencia de Ignacio Aguilera. Pero el origen del libro, que apareció como obsequio para los par- ticipantes en el 1 Congreso Nacional de Ateneos, había tenido lugar en realidad más de una década antes. En febrero de 1950 el gobernador civil Joaquín Reguera Sevilla había instituido un premio al mejor trabajo sobre el tema de la "Historia del Ateneo de Santander" (3). Al certamen, cuyo fallo se produjo el 1 de agosto de 1% 1, concurrieron sólo dos autores, José Simón Cabarga y Leopoldo Rodríguez Alcalde; dado el mérito de ambos participantes, se optó por dividir las 5.000 pese- tas del premio a partes iguales, aunque el jurado decidió "proponer la publicación Mavio Crespo López de la Biografía del Ateneo de Santander a base de las aportaciones de los dos tra- bajos premiados, previa una refundición que debe ser encargada al primero de los autores citados, Sr. Simón Cabarga". Creo que merece la pena indicar que éste había sido, a principios de los años 30, una suerte de cronista del Ateneo, en la medida en que se encargaba de enviar a la prensa las notas sobre las actividades de la Entidad. Con respecto al libro sobre el Ateneo de Simón Cabarga, y sin pretender abu- sar de la paciencia del lector, creo que algo más debe decirse. No puede negarse el estimable estilo literario del erudito santanderino y su esfuerzo para la recuperación del pasado local en un contexto de escasa producción historiográfica. Nuestro conocimiento de la historia de Santander no se entiende sin la obra de José Simón Cabarga y para quien esto suscribe es una satisfacción tener la oportunidad de con- tinuar su investigación sobre el Ateneo. Sin embargo, también cabe indicar que en José Simón Cabarga a menudo primaba la faceta del escritor por encima de la del estricto investigador. Su particular visión de la escritura de la historia le hacía des- cuidar el aparato crítico necesario. La obra de Simón Cabarga, como tantas otras, ha sido bastante leída: valioso e indiscutible mérito para un libro de historia. Pero ni una nota se desliza en un texto que, pese a estar muy bien documentado, adole- ce, por lo demás, de referencias sistemáticas y de un análisis de fuentes utilizadas. Esto supone un problema para el investigador que, pese a reconocer las valiosas claves que proporciona su antecesor, no tiene más remedio que recurrir a las fuen- tes primeras para constatar algunos datos que aparecen en Simón Cabarga. Por eso el período entre 1914 y 1963, el que abarca el libro del cronista de la ciudad, ha sido revisado por completo a tenor de mis últimas lecturas sobre la historia cultu- ral de Santander, los datos hemerográficos y sobre todo las fuentes documentales conservadas en el Archivo del Ateneo de Santander. El lector que conozca el libro de Simón Cabarga hallará en estos capítulos iniciales ("El Ateneo desde 1914 hasta 1941. Las presidencias de Pombo, Quintanal, Dorao y Cubría"; "El Ateneo desde 1941 hasta 1960. La presidencia de Barreda") un tratamiento más sistemático de aquella época que culmina en los ini- cios de la primera presidencia de Ignacio Aguilera, aunque quizá se haya perdido parte de ese "toque humano" que Simón Cabarga dio a su libro, justamente por haber sido testigo directo, y muchas veces protagonista, de aquello que narró para recuerdo de las generaciones siguientes. Será el lector de este libro, no obstante, El Ateneo de Santander (1914-2005) 13 quien pueda apreciar esta valoración comparativa que ahora es posible y que siem- pre ha querido ser enriquecedora. José Simón Cabarga termina su estudio a mediados de 1963. Desde ese año, en realidad, ha de situarse la motivación principal de este libro que Vd.