COLOMBIANISMOS HISTÓRICOS Julio César García Valencia
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COLOMBIANISMOS HISTÓRICOS Julio César García Valencia COLOMBIANISMOS Históricos Por: Julio César García Valencia. Individuo de la Academia Colombiana de la Lengua Numerario de la Colombiana de Historia. Miembro Correspondiente de la Real Academia de la Historia de España INTRODUCCIÓN. Por: Hernán Alejandro Olano García Individuo de las Academias Colombiana y Boyacense de la Lengua Con mucho placer me permito presentar los Colombianismos Históricos elaborados por mi abuelo Julio César García Valencia, fundador de la Universidad La Gran Colombia y quien en el año 2011 fue enaltecido 52 años después de su muerte, acaecida en 1959, con el “Premio Nacional de Educación Francisca Radke”, concedido por la Fundación Francisca Radke, la Universidad de Antioquia y la Universidad Pedagógica Nacional. Existen en la historia de Colombia ciertos términos que no están en el diccionario de la Academia o se usan en un sentido distinto del que les asigna el léxico oficial pero tienen un calor específico y un significado inconfundible y pueden figurar como colombianismos auténticos. Este estudio lo realizó frente al curso que sigue el idioma conforme a la evolución y necesidades del orden social. DESARROLLO: ABRILEÑO es, en general, propio del mes de abril, sinónimo de juventud y lozanía, porque en él se abre la primavera en los países de la zona templada. En Colombia este término ha adquirido un sentido específico para designar a los sujetos que participaron en los criminales sucesos del 9 de abril de 1948, a raíz del asesinato del caudillo popular doctor Jorge Eliécer Gaitán, o se han beneficiado de ellos. También se dice <<nueveabrileños>>. ADMIRABLE (Congreso). Así llamó el libertador y así se conocen en nuestra historia al ultimo congreso constituyente de la Gran Colombia, el titulo de ADMIRABLE fue merecido por la calidad de sus miembros, a la cabeza de los cuales estaba el gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, y por las excelentes intenciones de que estaban animados. ALACRAN (EL). Fue el nombre de un periódico corrosivo y ponzoñoso cuyo primer número apareció en Bogota el 28 de enero de 1849, dirigido por Joaquín Posada y Germán Gutiérrez de Piñeres, al primero de los cuales se le conoce con el apodo de El Alacrán Posada. ALCANFOR (Batallón). Del árabe ALCANFOR, sustancia volátil. En Costa Rica el alcahuete, según Malaret. En Colombia designo un batallón formado por jóvenes liberales de las más distinguidas familias de la capital, que lucharon con valor y bizarría contra la revolución de 1876, especialmente en la batalla de Garrapata. Dentro de las filas del gobierno representaron un papel paralelo al de los jóvenes conservadores que conformaban la guerrilla de <<Los Mochuelos>>. 1 COLOMBIANISMOS HISTÓRICOS Julio César García Valencia Escribe don Tomas Rueda Vargas que los ALCANFORES recibieron el encargo de perseguir en el páramo a sus compañeros de bailes y serenatas de la víspera. <<Al abandonar su vivac cada mañana, los mochuelos dejan a sus amigos parte de su fiambre no sin dedicar el obsequio con una décima picante y cariñosa. A su turno, cuando en las mil vueltas del inmenso páramo quedaban los Alcanfores adelante, correspondían a sus enemigos de hoy –amigos de ayer y de mañana- con regalos de cigarrillos, de licores finos, de galletas, acompañado todo con el epigrama que lucia, entre otros, el ingenio inagotable de Jorge Pombo>>. Con razón se ha dicho que <<fue aquella una guerra de caballeros>>, en la que abundaron los episodios románticos. ALFA. El nombre de la primera letra del alfabeto griego fue el popular seudónimo del doctor Manuel Ancízar, primer secretario de la Comisión Corográfica, quien hizo imperecedero su nombre de letras con el libro <<Peregrinación de Alfa>>, uno de los mas interesantes relatos de viaje que se han escrito en le país. (1850). ALFEREZ. En Colombia y también en Bolivia se llama alférez a la persona elegida para pagar los gastos de una fiesta, especialmente religiosa. En Guatemala y Honduras, según Malaret, es <<palabra con que se designa a una persona sin nombrarla>>. La primera significación la explica Rufino J. Cuervo así: <<Como era natural que siendo éste (el Alférez Mayor) la persona más conspicua, costease los festejos o hiciese algunos por su cuenta, de ahí hubo de originarse el que llamemos así a la persona elegida para hacer los gastos en un baile o cualquiera otra fiesta>>. Sobre el plural de la voz Alférez, para concluir con salva que <<la primera forma (alfereces) es sin duda la mas autorizada>>. ALFEREZ REAL. Aunque el diccionario de la academia registra los nombres de <<alférez del rey>> y <<del pendón real>>, como <<el que llevaba el pendón o estandarte real en las batallas en que se hallaba el rey, y en su ausencia mandaba al ejercito como general>>, no siempre equivale <<real>> a <<del rey>>, y por lo mismo requiere inciso aparte la institución del <<Alférez real>>, que era el mismo <<Alférez Mayor>> de una ciudad o villa, que <<llevaba la bandera o pendón de la tropa o milicia perteneciente a ella, alzaba el pendón real en las aclamaciones d los reyes y tenía voz y voto en los cabildos y ayuntamientos, con asiento preeminente y el privilegio de entrar en ellos con espada>>. En las ciudades y villas que fueron capitales durante la época d la colonia, el << alférez real >> era un personaje decorativo, que cedía en importancia a otros representantes del gobierno; pero en Cali alcanzó especial preeminencia por haber recaído esta dignidad en una familia rica y ostentosa como fue la de los Caycedos, especialmente don Manuel, protagonista de la novela del doctor Eustaquio Palacios <<El Alférez real>> y padre del doctor Joaquín Caicedo y Cuero, último alférez real y el más ilustre sin duda de los próceres de Cali, sacrificado en pasto en 1813 y epónimo de la ciudad natal, pues lleva su nombre la más importante de las plazas de Cali, en donde se levanta su estatua. Al rededor de la institución del alférez real puede urdirse por asociación toda la historia de la Sultana del Valle. ANARQUÍA ORGANIZADA. Así fue calificada por el diplomático de los Estados Unidos señor Hulburt la situación del país en el año de 1871, durante la vigencia de la constitución de 1863 o de Rionegro, que estableció el régimen federal y dio al país el nombre de Estados Unidos de Colombia. El llamado sagrado derecho de insurrección, el libre comercio de armas y municiones, la disgregación de la soberanía, que no residía en la nación sino en los estados, los cuales podían declararse la guerra unos a otros y cualquiera de ellos al gobierno nacional, hicieron casi permanente la revolución y dieron lugar a que el expresado agente diplomático nos calificara 2 COLOMBIANISMOS HISTÓRICOS Julio César García Valencia como una <<Anarquía organizada>>, antítesis ésta que según don Marco Fidel Suárez ya había sido empleado por el libertador en los términos <<anarquía regularizada>>, y por el doctor Manuel María Madiedo en 1856 con los de <<anarquía legítima>>. El concepto de Mr. Hulburt se consideró ofensivo y fue objeto de un encendido debate en el congreso, al cual puso fin el doctor Francisco Eustaquio Álvarez (a. El Macho) eminente jurisconsulto y orador, con las siguientes palabras: <<Muy doloroso es que tal cosa se haya dicho; pero más doloroso es que se haya dicho la verdad>>. ANDI es la Asociación Nacional de Industriales, que agrupa a los más notables capitanes de empresas del país y ha llegado a constituir acaso el más importante factor del desarrollo de las industrias y del incremento económico. APEN fue una Asociación por la Economía Nacional, constituida por banqueros, industriales y hombres de empresa, destinada a defender y fomentar el capital privado contra las tendencias exageradas a la socialización de la propiedad que se presentaron en el país durante la primera administración del doctor Alfonso López, a raíz de la reforma constitucional de 1936, que no se limitó a declarar que la propiedad TIENE una función social, sino que avanzó hasta la formula comunista de que ES una función social. A los sostenedores del régimen de la propiedad privada, aunque no estuvieran afiliados a la APEN, se les llamaba <<apenistas>> o <<apeninos>>; inteligencias, voces y plumas tan brillante como las de José Camacho Carreño y Juan Lozano y Lozano sustentaron esta orientación como las más conveniente para la economía colombiana en una etapa de desarrollo en la cual no se puede hablar todavía de capitalismo o de régimen capitalista, y contribuyeron sin duda a mantener el equilibrio del capital y el trabajo dentro de un plan de fomento industrial y de prestaciones inspirado en la doctrina social de la iglesia, especialmente en las enseñanzas de las encíclicas <<Rerum Novarum>> y <<Cuadragésimo anno>> de León XIII y de Pío XI. ÁRBOL DE LA LIBERTAD. Jueves 29 (de abril – 1813) se lee en el Diario de J. M. Caballero: <<Hoy se plantó el árbol de la libertad en esta forma: a las dos de la tarde se formaron en la plaza mayor todas las tropas; a este tiempo cayo un recio páramo, así que se aplacó, que serían las tres y media, salieron de palacio todos los señores que estaban revenidos para el paseo de acaballo. Iban adelante cuatro batidores, seguían los caballeros decentemente vestidos y los caballos enjaezados a cual mejor; detrás seguía un violento con un oficial, un sargento y ocho soldados de artillería, todos a caballo; detrás de estos seguían otros cuatro batidores; seguían los dos portero del cabildo, que llevaban en medio a don Pedro Maldonado, escribano del cabildo eclesiástico, con un alguacil por delante; el otro violento iba después de los primeros batidores; seguía después el cabildo. El señor corregidor presidía este acto con los señores alcaldes, que lo era el señor Cachón y el capitán de caballería Juan Tobar, todos a caballo; después seguía la caballería.