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14 EL PAÍS, domingo 8 de febrero de 2009 EL PAÍS, domingo 8 de febrero de 2009 43 ESPAÑA Nuevo escándalo en el partido de Rajoy Nuevo escándalo en el partido de Rajoy obituarios FRANCISCO CORREA Presunto jefe de la trama Los escándalos y las investi- PABLO CRESPO De la cúpula del PP gallego a la cúpula de la empresa gaciones judiciales no le son aje- Dewey Martin, músico Lnas auCoriresa, poRrqueola cmasa enero, novelista la que vive estuvo intervenida Fue baterista de Buffalo Springfield El amigo de todos Rpoer ucnibjueizó. Een lcoPncrreetom, peirote-N‘aFdaloenn19t5a1 pnore‘Lra noor’ia’en busca de dinero fácil nece a su suegro, Emilio Rodrí- guez Buallo, propietario de Cons- DIEGO A. MANRIQUE voces en los discos e incluso FERNANDO GAREA garon a pensar que era un diri- trolaba tanto la organización HtrIuLAccRiIoRnAeGsUSEaRlamanca, que estu- JOSÉ PRECEDO / ELISA LOIS cantaba un tema de Wilson Madrid gente más del partido por su fa- madrileña como la nacional. En vo implicado en la Operación Santiago / Vilagarcía de Arousa Dewey Martin, músico, apare- Pickett en directo. Era popu- miliaridad y facilidad para mo- esa zona residencial de Madrid, MLeaolacyoan. Dtreiseteszaaclaasanosteichiaa dveistloa ció muerto en su apartamento lar en la escena del rock ange- Se considera que el 5 de septiem- verse entre ellos. en la que están localidades co- smaulierrateAdleejLaunidsrRooAmgeargo. (Barcelo- de Los Ángeles el sábado 31 de lino, como revela un texto de bre de 2002 empezó el final de Se recuerdan sus coches de mo Pozuelo, Boadilla del Monte na,L1a9s16e)m, nporevsealisstdaerCeoprerteidaasmieemn- No hubo acto político entre 1996 enero. Martin, de 68 años, te- la periodista Eve Babitz: para la era de Aznar en el PP. Alejan- alta cilindrada, su porte pinture- o Majadahonda, vive la mayoría tperegahlarndotneandidoo (ParcecmioinoarNiaaddoasl y 1999 en el PP gallego que no nía una salud endeble en los destacar la rareza de los re- dro Agag y Ana Aznar no olvida- ro de cincuentón coqueto, chule- de dirigentes del PP y ahí es don- c19o5m1pcloincaLdaons,ocrioan; PsroecmieidoaPdleasneinta- organizase Special Events, la em- últimos tiempos y apenas toca- cién llegados Doors, escribía rán esa fecha porque fue la de su ta y campechano, su pelo y bar- de están los poderes de Correa. t1e9r6p3uecsotnasEqluceacteiqrume;inealnReanmpoan- presa implicada en la presunta ba. Fue baterista en Buffalo que “no eran gente como sonada boda en El Escorial, con ba canosa. No se olvidan sus pi- Trabó amistad con Jesús Se- Lraluíslol senfis1c9a9l1e,sc. oLneCgausstetall dpeoncear- trama de corrupción que investi- Springfield, grupo esplendoro- Dewey Martin”. presencia de jefes de Estado y ropos machistas y elevados de púlveda, porque éste era secreta- tles)n, obmuebnrebsiótgarnasfondoeroDsaylíg(lToobdao- ga la Audiencia Nacional. Su mo- so que editó discos entre 1966 Buffalo Springfield resultó de la alta sociedad. Tampoco la tono. O sea, el prototipo de hom- rio de acción electoral y se en- Dlizaalídeons cuonmrosStrpoe,c1i9a7l5E)vyenntoCtaabtele- nopolio era tal que el resto de y 1968. tan prolífico como tormen- olvidará Francisco Correa. Ade- bre maduro y desenvuelto que cargaba de los actos del PP, y hriinstgo,rPiaadsoarddeenalaVGiuaejersr,aTCeivcinl oqluoe- agencias ni peleaban por las cam- Durante los años sesenta, toso: cambios de personal, más de ver a su amigo Alejandro se cree atractivo y que quiere también con Ricardo Romero de vgiyvió eCnonpsriumlteinragperMsoannaadgesmdenetl pañas de los populares gallegos. California resultó un imán pa- problemas económicos, con- en el altar, sentando la cabeza y que, con sólo mirarle, quede cla- Tejada y otros dirigentes que b(TaCndMo)n, EacaisoynCalo(nTcreepstdyíaSsedrevjiumliao-, Corrían buenos tiempos para el ra creadores y vividores. Un flictos entre Young y Stills. To- emparentándose con el enton- ro que todo le va bien. han terminado como alcaldes ednri1d9I6n7t,eygProarl.qué y cómo mataron sector de la boina, el ala rural del ejemplo: Buffalo Springfield, do reventó en mayo de 1968. ces presidente del Gobierno, Co- Tan de confianza del PP de de esa localidad. Además, estre- a CCaluvaonSdooteploa,sPeraebma ipooErsplaejsoede partido, que proporcionaba a Ma- modelo del más inquieto rock Poco después, Dewey intentó rrea se encontró siguiendo la ce- Aznar era que tras la catástrofe chó vínculos con Pedro Antonio EdespaGñéan,o1v9a8,2l)e. Paecroom, ppoarñaebnacimuna nuel Fraga las romerías multitu- de Los Ángeles, no contaba reavivar el grupo con otros remonia junto al primer minis- electoral del 2004, Correa aco- Martín Marín, ex secretario de dayeutdoadnot,eecroanbuuneneanopremrseonbaig. oLte dinarias que tanto le gustaban. con ningún músico de origen músicos, pero se lo impidie- tro italiano, Silvio Berlusconi. gió como trabajador de su em- Estado de Comunicación, amigo cyomnoácsí jeonveunnaqrueeuénli,óqnudeerceoslpaobno- Su máximo exponente, Xosé Cui- californiano. De hecho, tres ron los abogados. Puso en mar- Los dos firmaron luego como presa a Antonio Cámara, una de de Aznar y de Ignacio González rdaedoarlens odme ubnrae cdoelecÁclivóanrdoePbéorlseiz- ñElan, oevlelisteamephitiesrtonroiaddoerlfLíunis —Royma ero. / silvia t. colmenero de sus cinco miembros eran cha Dewey Martin’s Medicine testigos en el acta de matrimo- las personas más próximas físi- y uno de los hombres clave del lAloloansseos.oHraadcae pocroésl,añdeoslaseeedsitoa- fallecido—, ocupaba la secretaría canadienses: Neil Young, Bru- nio de Agag y Ana Aznar. camente al anterior líder del PP. PP de Madrid en la sombra. Es rbilaelcBióruegnueVral,eMnocsiaicyofduenldaóhiesmto- dgensveerlaalddoelePl Pmyisptererisoidaíal qlauceoLnuseis- prostitutas, preguntaron a una de ce Palmer y Dewey Martin. Es- El suyo es el típico caso de el poderoso clan del noroeste de ria, sobre la Guerra Civil. Creo Rjeormíaemroáscionnverraszoórna daelul Gdíoab: iBeranteot: éstas cómo le iba la redención, y te último se llamaba Walter Puso en marcha empresario que sabe estar siem- Madrid, que ha controlado el PP que el mejor libro de aquella co- vOibviróasmPieúnbtlricaasse.nY,epl naroartleosmaasnudnó- contestó: “¡Psé! Me toca hacer lo Milton Dwayne Midkiff y pre en el sitio oportuno y arri- Un hombre que durante muchos años. Con to- lLececiórnecfuue eelrdeaTnercesoanPàmies Mtosolcao, rqruienloteasd, Cmuiirñaabahaybleíaeasutapbaa- de siempre, pero sin cobrar…”. había nacido en Chesterville Dewey Martin’s marse a los que de verdad tie- dos esos ayuntamientos tienen Los niños de la guerra. Mientras adgoradneúcmideor,opterreos dceulaPnPdo(sFecrarentcao- Mientras entre risotadas conta- (Ontario) el 30 de septiembre Medicine Ball, en nen poder porque manejan mu- prosperó a la contratos ahora sus empresas. paeralouncifiacanr ocrsitoer,iocs onoqsuexeplticoa,- troiomdaeloarsgrainenizdaacsiólno)ealiPmaibnlao, Cyrdeesl- ban anécdotas de las casas de de 1940. cho dinero. Prosperó a la som- sombra del poder Es su territorio y por esos muni- bcahRuomleetrao l,acs caamracpteeríscthicaasnquoe mpoo,duonmdáisrhiguemntielladneteppeorsfiibl leb.ajo prostitución durante la guerra, A mediados de los sesenta, línea ‘country-rock’ bra del poder del aznarismo ha- cipios se siguen viendo sus co- tendría aquella colección, nos di- conPaerxtpiceirpieanbaciaeenn aloqsuenlúlamerreous- Teresa Pàmies los miraba atóni- instalado en Nashville, tocaba ciendo acopio de estrechas rela- del aznarismo ches de alta gama y sus trajes jyo ddosecsoesans qvuue neolsteome olvidan. ncoiómnoeldgirreacntoerspdeecibaalinsctao eenn lVaivlai- ta, hasta que los interpeló en su la batería tanto en sesiones co- ciones con administraciones pú- caros, preferentemente de alpa- La primera fue que la Guerra Ci- dgarcoíatidieanAaroduusraa(nPtoenltaevgeuderara). y delicioso acento leridano: “Així, mo en grupos de country. An- Ball, en línea country-rock. blicas gobernadas por el PP. Tie- ca auténtica. vil había sido como el filo de una la pSoi CsguuiñerarparoRgarfamel aAbbaeullna,bapñoor vosaltres hi anàveu!” [Así que, ¡vo- daba a sueldo de los Dillards Aquello no despegó y debió ga- ne las puertas abiertas en comu- Se paseaba por Su mujer, Carmen Rodríguez nTaiveajna, seoblrae sel qpuue uenrotnaospuede cdieermtoatsaams bpiaérnafadlolenciMdoanreuceile,nPtae- sotros también ibais!]. Entonces cuando éstos decidieron pres- narse la vida como mecánico. nidades y ayuntamientos regi- la sede del PP Quijano, fue jefa de gabinete del saebntiaersretsainso qeune ha de inclinarse mbloenCter,eysspuogisreióeqnucearugnatbeamdaeincte- tPoadbolos,Cartreaspaod(oesn, eeml cpeenztaroro),neaneuxn- acto pcúinbldiciro ddellaGopbeirecrnuosigóanl;lelgeolleengó1997. / mLaarilfuozrtmuirnaandsaonrió a Young, dos por este partido. ex alcalde Majadahonda Guiller- por uno u otro lado, y así —dijo— rrar el trato. Siempre a través de cusarse diciendo que no, que el soplo de que en Los Ángeles Stills y Furay, potenciando la En la sede de Génova se re- en Génova como mo Ortega. Con ese ayuntamien- paeyrsuonnastao mgruipeons qtuoeselydía an- Special Events. Si el alcalde de odtorsosalseselcotohrabgíaalnlecgounistatad.oE. n pri- en steodgoesetal bpaauísn, aabeaxncdeapcpiróonmdeete- talteyveanlednaciadneal oglraupCoommunaitdraizd. cuerda su aparición en el inicio si fuera suya to también contrataron las em- taesudteol nalzoamieínatoserdanelidePoPlógi- uFnuepeqhuiesñtooraiyaundtaomriento se meEran afqiluaellpaocsoalbeacnciósnosneripeunbtelis- Galdicoiara, doyndesese laephuanbtíóa.coBrtuafdfaolo deDMewadeyri,da. veces con Bruce Pal- de la era de Aznar, cuando Mi- presas de