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“Este libro se lo dedicamos a los que siempre están ahí cuando los necesitas”

Prólogo

Un viaje por el , ese es el fiel resultado de tres años de trabajo. O quizás, mejor, la aventura de dos ourensanos que un día decidieron crear un blog dedicado al análisis de álbumes musicales. Aquel 20 de septiembre de 2011 lo tendremos siempre presente en la memoria con especial cariño. Ese día nace rockandrollismyaddiction.wordpress.com, un blog en Internet dedicado al análisis sobre discos de y rock. Analizar discos y destacar las más variopintas anécdotas que los rodean, resultó una afición apasionante. No sólo hablamos de discos y música, sino también de historia. En un principio, el blog no estaba destinado al público en general y no teníamos ningún interés en que los internautas nos visitasen. Lo concebimos con el único fin de compartir conocimientos musicales entre dos amigos. Se puede decir, que desconocíamos el mundo de los blogs. Tampoco se cuidaba la redacción de los artículos, hasta que nos dimos cuenta gracias a las visitas acumuladas, que cualquier persona interesada en leer algo, desea que se le proporcione la información de la mejor manera posible. Cuando se comienza cualquier proyecto, con independencia de la magnitud que posea, siempre te encuentras con dificultades, preguntas sin respuesta, montones de ideas que no sabes llevar a cabo, situaciones de las que debes salir si quieres que llegue a buen puerto. Una anécdota que nunca olvidaremos sería cómo le dimos nombre a nuestro blog: de una manera espontánea, recordamos un directo de Elliott Murphy grabado en Paris, que tenía por eslogan: <> (el rock and roll es mi adicción y la literatura mi religión), bajo este lema y con este modo de entender la música, nacimos en Internet. E irremediablemente, nuestra vida cotidiana quedó vinculada a un pequeño blog. Siempre nos referimos a él como un <>. Hasta que un día nos comentaron que no era <>. Era muy grande, porque la música lo hacía grande. Así mismo, queremos dar las gracias a todas las personas que nos visitan. Lo único que podemos decir, con un sincero agradecimiento, es que cuando dejan sus comentarios en nuestros artículos, es como si estuvieran en nuestro corazón. rockandrollismyaddiction.wordpress.com Rubén R. Borrajo. Javier Torres Suárez. Ourense – Galicia – España. Posted by javisuarezadmin on 20 septiembre, 2011

Inauguramos este blog con un disco en letras mayúsculas “The Allman Brothers Band At Fillmore East”, publicado en 1971, década gloriosa del rock and roll y con una grabación excelente. Un directo que atrapa a la primera, considerado el mejor de la época y un referente atemporal.Los legendarios Allman Brothers venían de editar dos álbumes de estudio con un sonido tremendo y arrollador, en estado de gracia. Esta obra de arte musical rebosa de una calidad inigualable de principio a fin, con blues, rock y jams antológicas, con grandes punteos del maestro de la “Slide ”, , que acompañado por su espectacular banda, formada por los virtuosos Gregg, Dickey, Berry Buch, y , obtuvieron como resultado un álbum eterno en la historia del rock.

Comenzábamos en la cara A con “” compuesta por Will Mctell, un bluesman del delta que influyó totalmente a Duane Allman en el uso de la “Slide”, a continuación, “Done Somebody Wrong”, perteneciente a , tema más bien corto, entrelazándose las guitarras, para pasar a una magnífica versión del memorable “Stormy Monday” de T-Bone Walker, ofreciéndonos una interpretación magistral de un clásico del blues. Todos ellos… sin palabras… La cara B, incluía solamente “You don´t love me”, fantásticos sus diecinueve minutos. A mitad de tema, inicia una poderosa jam en donde la banda nos expone su enorme potencial. Increíble…

“Hot lanta” una enérgica interpretación que abre la cara C para dar paso a una de las más bellas y excitantes canciones de los Allman Brothers, y que lleva el sello de , con punteos inolvidables e impecables teclados de Gregg, con algo más de doce minutos de duración. Soberbia.

Desde nuestro punto de vista, esta obra no se podría entender sin Duane Allman, apoteósico guitarrista y co- fundador del grupo, que falleció unos meses después, en un desafortunado accidente a lomos de una Harley. Un guitarrista especial (ya hablaremos en sucesivas ocasiones de él como músico de sesión) que siendo tan joven, parecía que llevaba tocando toda una vida.

Y para finalizar, el tremendo “Whipping Post”, de , rotundo y poderoso en todos los aspectos (del que años más tarde, el mismísimo , realizaba una acertada versión). Con algo más de veinte minutos de duración en este “Whipping Post”, la formación, ejecuta todo su poderío en directo, dando muestras de que pese a su juventud, eran unos músicos de gran calibre, y nos regalaron este álbum en un lugar tan especial para el rock como era el Fillmore East de Nueva York, todo esto, en medio de una atmósfera increíble. Hoy en día aún es considerado el mejor “Live” de todos los tiempos.

Estelar. Elliott Murphy – Alive In París Posted by Ruben.Borrajo on 29 septiembre, 2011

Una noche memorable, se vivió en el teatro “Mairie du 6éme” de París, aquel septiembre de 2008, gracias a un excepcional espectáculo musical, que tuvo como protagonistas principales al eterno fugitivo de las multinacionales Elliott Murphy, y a su incombustible banda The Normandy All Stars & Olivier Durand.

Originario de Long Island (Nueva York), Elliott Murphy, es un enigmático poeta del rock que vive del directo, su hábitat natural, posee una trayectoria consolidada, y refleja en todos y cada uno de sus conciertos que la música tiene que ser vista como arte y cultura, y que no debería de estar controlada por las grandes discográficas, a las que les importa la calidad de los álbumes.

Desató toda su ira, presentando este colosal “Alive In París”, junto a su inseparable formación “The Normandy All Stars” y que acompañados de un mago de la guitarra llamado Olivier Durand, obtuvieron como resultado una poderosa obra de rock and roll en su estado más puro. De inolvidables temas, rebosa este “Alive In París”, como el legendario “Last of the rock stars”, incluido en su primer trabajo de 1973, “Aquashow”, apoteósico “A Touch Of Kindness”, en el que Olivier Durand realiza unos “solos” espectaculares, quitándole un electrizante sonido a su guitarra acústica, el magistral “And General Robert E. Lee”, la acertadísima versión del “L.A. Woman”, de The Doors, es simplemente genial, los pegadizos estribillos de “Canaries in The Mind”, la emotiva balada “Pneumonia Alley”, o el vibrante “Green River”.

Para finalizar, un impresionante “Diamonds By The Yard”… ¡Thank You, Very Much!…así se despedía del público, esta semidesconocida e insólita estrella del infinito universo del rock and roll, brillando con luz propia y emitiendo un poderoso resplandor. Considerado uno de los más cultos e inteligentes compositores del rock, nos dejó este “Alive In París”, para la posteridad. Además de su faceta como músico, Elliott Murphy es un reconocido periodista, escritor y en ocasiones actor, que interpretó un pequeño papel en la película “Roma” de Federico Fellini.

Para nuestro humilde blog, este excelente artista es muy especial, quizás sea, por que en el eslogan de este disco, incluye la leyenda… “rock and roll is my addiction & literature my religion” (el rock and roll es mi adicción, y la literatura mi religión). Blues Breakers – John Mayall With Posted by javisuarezadmin on 2 octubre, 2011

Considerado como un clásico entre clásicos del de todos los tiempos, esta aventura sonora que tuvo como protagonista principal a John Mayall, se situó como una obra de culto en la historia musical contemporánea y la podemos valorar como un álbum básico en la discografía de los amantes del blues en general.

“Blues Breakers John Mayall With Eric Clapton”, fue publicado en Inglaterra en 1966 y producido por Mike Vernon. Una mención especial, merece la grabación impecable a cargo del sello discográfico Decca Records. Y por supuesto, destacaremos la inigualable calidad que poseían los inolvidables integrantes de los Blues Breakers en aquella época, capitaneados por el padrino del blues blanco John Mayall, seguido de Eric Clapton a la guitarra, un espléndido John Mcvie (más tarde bajista de y aún en activo) y el rotundo baterista Hughie Flint. Después de trabajar con los “”, Eric Clapton abandona la banda porque veía en ella una orientación más comercial y pop que en sus inicios. Clapton era mucho más purista y estaba influenciado tras grabar con el armonicista Sonny Boy Willianson II, ya que este había colaborado con otras leyendas del blues. Alrededor de los 20 años de edad, Clapton ya llevaba tiempo tocando a un excelente nivel y gracias a John Mayall, maduraría como un magnífico guitarrista bluesero e incluso como compositor y cantante, demostrando cierta veteranía. Esta formación grabaría solamente este espectacular álbum, pero a raíz de él, nunca perdieron el contacto, coincidieron en numerosas colaboraciones a lo largo del tiempo, que resultaron esenciales para cubrir todavía más de gloria, al ya de por sí complejo universo musical.

La versión original incluye 12 temas, varios de ellos son antológicas versiones pertenecientes a músicos de la talla de Robert Johnson, Otis , Freddie King o . En sucesivas rediciones se ha remasterizado y aumentado con bonus tracks de calidad.

Abren con un genial “All Your Love” y ya no te dejarán escapar con esa joya de incalculable valor que es “Hide Away”, apoteósico instrumental propiedad de Freddie King. Continúan con tres de los mejores clásicosde Mayall “Little Girl”, “Another Man” y “Double Crossing Time”. Fantástico el What’d I Say de Ray Charles, llegará el monumental “Parchman Farm”, que lo marca un frenético ritmo de armónica, para pasar a un emotivo “Have You Heard”. El influjo mágico que ejerce el mito del blues por excelencia, Robert Johnson, lo podremos sentir con ”Ramblin’ on My Mind”. Clapton y Mayall se emplean a fondo en el “Steppin Out”, arropados por una buena sección de vientos. Y que mejor manera de finalizar con ese diamante en bruto que es “It Ain’t Right” de Little Walter.

Así concluye este imprescindible disco de blues rock, realizado por jóvenes músicos de gran virtuosismo y experiencia contrastada, con Mayall de director de orquesta, un Mr. Clapton improvisando y sacándole un sonido nítido y directo a su guitarra Les Paul Sunburst, un John Mcvie magistral al bajo y un contundente Hughie Flint a la batería.

The Band – The Last Waltz (El Último Vals) Posted by Ruben.Borrajo on 3 octubre, 2011

¡Por favor escuchar a todo volumen!

Película concierto de una altura sin precedentes, capta al grupo canadiense “” en escena y fuera de ella, producida por Robbie Robertson y dirigida por Martin Scorsese, contó con artistas invitados como , , Eric Clapton, , , , , , , Emmylou Harris, Ronnie Hawkins o Dr. John. Acompañados de esta amplia selección de virtuosos músicos se despedía en 1978 The Band, realizando este “Último Vals”, clásico entre clásicos y considerado como uno de los mejores conciertos de la década de los 70. Contiene temas como “The Weight”, una de sus grandes obras y de los más versionados por formaciones posteriores, así como un repaso a otros más populares “The Night They Drove Old Dixie Down”, o “Evangeline”.

Este “Ultimo Vals”, es una oda al blues y al rock, llena de momentos culminantes de principio a fin, y a los que desde nuestro punto de vista, haremos referencia a los más representativos: Muddy Waters, mito del blues, interpretando “”, la intervención de Neil Young en “Helpless”, Eric Clapton y Robbie Robertson, nos faltan adjetivos para describir sus actuaciones. La magistral aparición de Bob Dylan en la balada “Forever Young”, y “Baby let me follow you down”, antológica. Una vez más, Dylan vuelve a elevar el rock a la categoría de arte. Y para cerrar el telón “I shall be released”, apoteósica. Y sin olvidar a los Paul Butterfield, Neil Diamond, Mitchell o Van Morrison entre otros, todos ellos colosales.

Con un sonido espectacular, las magníficas actuaciones de sus participantes y unido a la maestría de estos músicos únicos e irrepetibles, nos dejaron su “Ultimo Vals” para la posteridad.

Inolvidable – Texas Flood Posted by javisuarezadmin on 10 octubre, 2011

Acompañado de su incombustible banda y tras varios años tocando juntos, a Stevie Ray Vaughan And Double Trouble, con a la batería y Tommy Shannon al bajo, les llegaría su primera gran oportunidad en el mítico Montreux Festival de Suiza, en el que realizaron una actuación estelar. Algunos de sus destacados integrantes, como el impecable bajista Tommy Shannon, era un veterano en el género, y que ya había intervenido en el segundo álbum de Johnny Winter. También espectacular, el debut del hermano pequeño de Jimmy Vaughan (recordado por la banda The Fabulous Thunderbirds de gran éxito en EE.UU), dónde se puede disfrutar del talento, la fuerza y la pasión de ésta enérgica agrupación.

Al parecer, la participación de Stevie Ray Vaughan And Double Trouble en este festival, fue gracias a componentes de y en 1982, que le propusieron a la organización la inclusión de Stevie Ray Vaughan y su legendaria formación, en este importante evento musical. Un concierto inolvidable, que les abrió las puertas a nivel internacional. Le presentaron a y este le propuso grabar un álbum justo cuando Bowie cambió de discográfica, este disco fue el soberbio “Let´s Dance”, más bien de orientación comercial, pero que aún hoy en día sigue siendo el más vendido por Bowie y que proyectó a Stevie Ray Vaughan a lo más alto. Este “Texas Flood” de 1983, es un homenaje a un bluesman local llamado Larry Davis que compuso el tema allá por el 58. Un blues eléctrico e incendiario en el cual destacan sus primeros éxitos “Love Struck Baby”, “Pride and Joy” compuestas todas por él, son las que dan comienzo al disco. Incluye otros como el antológico “Texas flood”, tema de cabecera de Stevie y que tuvo una enorme popularidad, “Mary Had A Little Lamb”, una magnífica versión perteneciente a , “Testifity”, “Rude Mood”, o la sensibilidad con la que ejecutaba ”Lenny”.

Stevie Ray era un enfervorecido admirador de , un guitarrista eléctrico y muy rápido, que lideró toda una generación de virtuosos guitarristas y que de él versionó un tema que siempre usaba para abrir los conciertos: el clásico “Wham”. En la edición de 1999 se añaden unos bonus track dónde se pueden disfrutar cuatro temas más adicionales “Tin Pan Alley”, “Testify”, “Mary Had A Little Lamb” y la antes mencionada “Wham!” junto a una pequeña entrevista. Finalizaba este Texas Flood, y ya entraba en los anales del de la historia, de la mano de su incomparable creador, un músico especial, que con sus característicos atuendos, sombreros y colgantes y en ocasiones fumando en pipa, nos transportaba en un maravilloso viaje musical al viejo oeste, de dónde era natal, la ciudad de Dallas y también Austin. Memorable, su inconfundible guitarra Fender Stratocaster, la “Number One”, con sus cuerdas muy tensas y el peculiar sonido que lograba sacar de ella. Stevie Vaughan falleció en un trágico accidente de helicóptero, pero nos dejó una obra imprescindible que llenó los 80 de conciertos inolvidables junto a sus discos. Rock And Roll Circus – The Rolling Stones Posted by javisuarezadmin on 15 octubre, 2011

Ideado por y Keith Richards, “The Rock And Roll Circus”, fue un especial programa televisivo en color de 1968, que nunca fue emitido hasta que salió de un granero en Inglaterra en 1996. El programa-concierto consistía en números circenses y actuaciones de los grupos invitados, que desde mi punto de vista serán en las que nos centraremos.

Entre presentaciones y números circenses por orden de entrada aparecen los legendarios Jethro Tull con su inolvidable tema “Song for Jeffrey”, de su primer disco “This Was”. Espléndida formación, los primerizos Jethro Tull, una banda muy sólida, con un incontestable y el virtuoso guitarrista , que poco tiempo después abandonaría los Tull para formar “Blodwyn Pig”.

The Who, con una actuación de la extensa “A Quick One While He’s Away”, del disco “A Quick One”, en el que realizan una excelente mezcla de exuberante que ya vislumbraba retazos para una próxima ópera rock.

Taj Mahal con su “Ain`t that a loto of love” procedente de su álbum “The natch´blues”, obra básica de rock-blues con músicos como el indio de los que ya hablaremos en sucesivas ocasiones. También excelente, la actuación de con su balada “Something Better”. Y a continuación, el momento culminante y más sobresaliente de este Rock And Roll Circus, es una banda denominada “The Dirty Mac” formada por John Lennon (guitarra y voz), Keith Richards (bajo), Eric Clapton (guitarra principal) y Mitch Michell (batería de ), interpretando de una manera antológica el tema de los Beatles “Yer Blues”. Solo por un instante, no queremos ni imaginar lo que sería un disco con ocho o nueva temas de esta espectacular formación que ya se describe por si sola. Siguiendo aparecen Yoko Ono haciendo una jam con Dirty Mac y un extraordinario violinista llamado Ivry Gitlis.

Para finalizar, un mini concierto de los Rolling Stones, aún con Brian Jones en sus filas, que poco después fallecía ahogado en su piscina. Interpretan seis temas de en aquellos tiempos su último disco, “Beggars Banquet”, plagado de clásicos, comienzan por “Jumping Jack Flash”, llegará el blues, “Parachute Woman“, “You can´t always get what you want” y el clásico entre clásicos “Sympathy for the Devil”, con un Keith Richards muy serio y haciendo gala de un virtuosismo ya de sobra conocido por todos nosotros. El especial fue grabado con un sonido muy bueno y limpio, en la edición CD por Abkco Records. Posteriormente, se consideró una obra de culto desde el primer día en que vio la luz.

Muy recomendado The Doors – L.A. Woman Posted by Ruben.Borrajo on 17 octubre, 2011

Impregnado de blues, uno de los métodos primarios de los Estados Unidos de América a la hora de producir música, se publicaba en 1971 el histórico “L.A. Woman”, sexto álbum de estudio en la discografía de los Doors y el último disco que grabó el mito del rock Jim Morrison, que poco después fallecía en circunstancias nunca esclarecidas en Paris.

Sin lugar a dudas y siempre bajo una humilde opinión, consideramos “L.A. Woman” como una de las grandes obras maestras que nos dejaron los Doors, un clásico de todos los tiempos y todo un referente para la comunidad rock.

Producido por el afamado Paul A. Rothchild, consta de diez temas sin el más mínimo desperdicio y a excepción de un par de versiones, todos ellos son de composición propia. Abren con el poderoso “The Changeling”, para pasar al clásico Love Her Madly. El blues sucio y fantásticamente interpretado gracias a la voz única de Jim Morrison, lo podremos sentir con “Been Down So Long”, continuando con un bello blues lento reflejado en “Cars Hiss By My Window”. Y llegará el punto álgido, a cargo del genial “L.A. Woman”, todo un derroche de blues rock elevado a la máxima potencia… poseedor de un pegadizo estribillo para la posteridad: “a. woman sunday afternoon, drive thru your suburbs, into your blues, into your blues, yeah into your blue- blue blues , into your blues, ohh, yeah…

A medida que se van sucediendo las canciones, en medio de esta encantadora atmósfera blusera, nos encontraremos con otros buenos cortes como L’America, “Hyancinth House”, el célebre “Crawling King Snake” perteneciente a John Lee Hooker y con un Krieger aplicadísimo a la guitarra, o el rítmico “The Wasp”. Y que mejor manera de poner punto y final, con otro de los momentos culminantes, que tendrá lugar con el apoteósico “Riders On The Storm”, dónde nos obsequian con siete minutos épicos e inolvidables,cortesía del talento de los Morrison, Manzarek, Densmore y Robby Krieger.

En 2007, sale a la luz pública una nueva redición del álbum, en la que se añaden dos temas más “Orange County Suite” y “You Need Meat (Don’t Go No Further)” propiedad de .

Y así concluye esta aventura blusera, que tuvo como protagonistas principales a los legendarios Doors, uno de los grupos más carismáticos, intensos y palpitantes que ha visto nacer la ya extensa historia del rock and roll.

Johnny Winter And Live 1971 Posted by javisuarezadmin on 22 octubre, 2011

Después de cuatro discos en estudio y cientos de conciertos a sus espaldas, el “albino de oro” Johnny Winter bajo su producción junto a la de Rick Derringer, saldría a la luz uno de los directos más viscerales e incendiarios de principios de los setenta, concretamente en 1971. Estas grabaciones fueron capturadas en el mítico ´s Fillmore East y en el Pirate´s World en Dania, en el estado de Florida, un parque de atracciones temático y que hizo a su vez de escenario de conciertos, por donde pasaron algunas de las mejores bandas de rock de la historia. Él álbum está compuesto por seis temas, comenzando por un clásico y veloz “Good Mornning Little Scholl Girl”, a continuación “It´ My Own Fault” un excelente blues de larga duración dónde se palpa la maestría de Johnny y el soberbio respaldo de la banda. Para finalizar la primera parte, una de las versiones más increíbles del mundo del rock, nos encontramos ante un “Jumping Jack Flash” electrizante, a toda marcha y con unos riffs monumentales. Lo que se puede considerar la segunda parte del disco comienza con “Rock and Roll Medley”, que como su nombre indica, es una mezcla de grandes éxitos del Rock and Roll de los cincuenta: “Great Balls Of Fire”, “Long Tall Sally” y “Whole Lotta Shakin´Goin´On”. Y para terminar un tema que catapultó a Winter a lo más alto después de actuar en el legendario “” del 69, “Mean Town Blues” y una versión del clásico “Johnny B. Good”, magnífica.

Con una voz negra y potente, una sección rítmica desbordante y Johnny Winter con su antológica guitarra Gibson Firebird y acompañado por Rick Derringer (otro excelente guitarrista, que más tarde se uniría al grupo de su hermano Edgar Winter), Randy Jo Hobbs al bajo y Bobby Caldwell a la batería, nos dejaron este “live” para la historia del blues rock. Este álbum fue publicado por la CBS con un fantástico audio y calidad que no llega a la hora de duración. El tejano y héroe de la guitarra Johnny Winter, hoy en día está considerado un bluesman único y aunque sigue trabajando, editando discos y colaborando en conciertos, ha producido a mitos del blues, ayudándolos a reflotar como a Muddy Waters a finales de los setenta.

¡¡¡¡¡Roooooock And Rooooolllll!!!! No Direction Home – Bob Dylan Posted by Ruben.Borrajo on 23 octubre, 2011

No Direction Home”, es una película documental, dirigida por Martin Scorsese, que repasa la vida y obra de uno de los músicos más influyentes del siglo XX: Bob Dylan. Aquel que llenó la historia del rock con álbumes como “Highway 61 revisited”, “Desire”, Blonde On Blonde, o “At Budokan”, y el mismo que con su inseparable guitarra, magistrales letras y su particular voz, cambiaba el universo del rock para siempre. Nos transportará en un inolvidable viaje desde las raíces más profundas de la música tradicional americana (folk), hasta el lado más salvaje y eléctrico del rock and roll a través de Dylan.

Contiene momentos emotivos e históricos, como el episodio dramático que pudo sufrir este arte musical denominado rock and roll, en el Festival de Música Folk de Newport de 1965, dado los sonidos rock que aportaba el genio de Minnesota, provocaban los abucheos de sus propios seguidores, y de cierto sector de puristas del folk americano, incluso con amenazas de cortar los cables de las guitarras eléctricas. Pero Dylan, visionario, nos indicaba el camino, interpretando en aquel memorable concierto la versión eléctrica de su clásico “Maggie’s Farm”. En 1966, en el Free Trade Hall de Manchester, Dylan y los legendarios The Band (aún denominados The Hawks), salen a escena con el célebre “Like A ”, en ese preciso instante, un furioso seguidor folkie gritó a Dylan: “Judas”, Dylan le replicó: “You are a liar” (eres un mentiroso), giró la cabeza hacia su banda y dijo “tocad a toda caña”, el rock… ya no sería el mismo…

Nunca lo olvidarás.

Lou Reed – Rock’n'Roll Animal Posted by javisuarezadmin on 26 octubre, 2011

Uno de los directos más viscerales e importantes de la década de los setenta fue este “Rock’n’Roll Animal” de , que nos dejó este impresionante álbum para la ya extensa historia del rock and roll. Por aquella época, Lou Reed se encontraba inmerso en la marea del Glam-Rock, vestido siempre de negro, maquillado y de alguna manera transmitiendo e interpretando canciones oscuras de sus propias vivencias, reflejadas en temas como Sweet Jane”, “Heroin”, “White Light / White Heat”, o Rock and Roll”, varias de ellas procedentes de su etapa anterior en la Velvet Underground.

Pero vamos a centrarnos en la banda, y sobre todo en el sonido espectacular de la grabación que es un mestizaje total. Formada por dos súper guitarras, Steve Hunter, sensacional el sonido que sacaba de su Fender Telecaster, y que junto al excelente Dick Wagner, Prakesh John al bajo, Pentti Glan a la batería y Ray Colcord al teclado, lograron que este Rock’n’Roll Animal, se situara como objeto de culto entre la comunidad rock. Todos ellos eran músicos ya contrastados y relacionados a otras formaciones como Alice Cooper. Abría el disco el clásico “Sweet Jane”, que posee una intro bellísima, siguen con “Heroin”, famoso su trocito de tocata y fuga de Bach, continuan con “White Light / White Heat”, y “Lady Day”, para finalizar con los explosivos diez minutos de duración de uno de los temas más vibrantes de esta obra, el ya inmortal e imperecedero, “Rock And Roll”.

Originalmente fue grabado por la RCA en 1973, posee una calidad de sonido extraordinaria y se publicaba 1974, incluyendo solamente cinco pistas. En su versión remasterizada se añaden dos temas más: “How Do You Think It Feels” y “Caroline Says”.

Lou Reed, con su peculiar e irrepetible forma de cantar, y apoyado por una soberbia banda, nos obsequió con este imprescindible “Rock’n’Roll Animal”, que se convertiría en uno de los discos más representativos del universo musical.

J.J. Cale – (On Tour With J.J. Cale) Posted by Ruben.Borrajo on 30 octubre, 2011

“Bienvenidos al autobús del Rock’n'Roll”, así comienza esta emotiva película-documental, en la que el legendario cantautor y guitarrista estadounidense J.J. Cale nos acompañará en el regreso a su Tulsa natal tras 25 años de ausencia. Durante este viaje por los distintos estados norteamericanos, Cale y su equipo de filmación nos irán relatando vivencias personales y musicales hasta llegar al lugar de sus orígenes. Entre conciertos, imágenes y anécdotas, podremos ir apreciando las distintas etapas musicales por las que J.J. Cale ha pasado, hasta alcanzar el denominado “Tulsa Sound” (sonido Tulsa, una mezcla de blues, jazz y country), un sonido tranquilo y pausado, un sonido con la marca característica e inconfundible de Cale.

La primera impresión, que puedes sentir en el primer tema del DVD, cuando J.J. coge su guitarra y empieza a tocar “Mama Don’t”, es que nos encontramos ante un guitarrista delicado, único y sutil, al igual que su voz peculiar y que es un músico con una identidad propia. Cale es una leyenda viviente de la música, un artista con letras mayúsculas, autor de temas clásicos en la historia del rock como “Cocaine”, “After Midnight” o “” de los que excelentes músicos como Eric Clapton han tomado influencias. A través de todos estos relatos personales y musicales, y de largos recorridos por autopistas y carreteras, nos llevarán a ver a J.J. Cale como un tipo afable y cercano, un músico que tiene las ideas muy claras y marcadas por un estilo diferente y emblemático. De él también es conocido su rechazo a las grandes giras y su repulsa hacia la fama. Inigualable. The Flamin’ Groovies – Live 68-70 Posted by javisuarezadmin on 1 noviembre, 2011

Especial recuerdo me trae este disco que llegó a mis manos allá por el 93. Un grupo americano, concretamente de San Francisco de mediados de los 60, que teniendo temas de corte más bien pop, nos sorprende con sus temas “bluesy” y que nada tienen que ver con algunos de sus contemporáneos de la bahía. Influenciados por bandas como Lovin´ o los Rolling Stones, los Flamin Groovies eran una formación muy versátil, que a mediados de los sesenta realizaban un rock melódico o también llamado “Power-Pop” y que a partir del 68, con las buenas vibraciones que transmitía el grupo y su buen hacer, les llegó la hora de grabar su primer Lp. Este álbum consta de catorce pistas en directo y que nunca se publicaron hasta el año 1992, grabados en pequeños locales de San Francisco, siendo uno de los más recordados, el pequeño, pero histórico “Matrix”. Entre 1968 y 1970 con muchos temas propios, la mayoría compuestos por dos componentes del grupo: Loney-Jordan. Baladas, excelentes versiones de Rock and Roll de los cincuenta, como el “Louie-Louie” de Richard Berry, el I`a man etc…, alguna jam de blues como “Jam SandWich” y lo que podemos considerar rock-garaje como el “Shakin`all over” y “Headin for the texas border“. En “Rockin ´Pneumonia And The Woogie Flu” una de sus canciones más recordadas, nos muestran su potencial y un Rythm&Blues magnífico. Extraordinario el trabajo de todos, guitarras, sobre todo Cyril y Tim Lynch, buenas armonías vocales, Roy a la voz solista y espléndida sección rítmica. El cd grabado por Eva Records en Francia y remasterizado posee un sonido impresionante, sobre todo por ser en directo. Recomendamos también álbumes de la banda como “Flamingo”, “Teenage head,” y “Supersnazz”, clásicos del San Francisco Rock.

Roy Loney (Voz, guitarra rítmica), Cyril Jordan (guitarra y voz), Tim Linch (guitarra y voz) George Alexander (bajo y voz), Danny Mihm (batería y percusión).

Disraelí Gears – Cream Posted by Ruben.Borrajo on 4 noviembre, 2011

Clásico entre clásicos, “Disraelí Gears”, fue el segundo álbum de la banda británica “Cream”, formada por Eric Clapton (guitarra), Jack Bruce (bajo) y Ginger Baker (batería). La inigualable calidad que poseen sus integrantes, con el legendario Clapton al frente, el sensacional Jack Bruce y el inolvidable baterista Baker que tenía sus raíces en el jazz, nos dan una continua muestra de poderío, innovación y visión que estos colosales músicos tenían sobre el amplio universo del rock and roll. Fue publicado en 1967, con una clara tendencia hacia la psicodelia y al blues, considerado un disco crucial en la historia del rock y adelantado a su tiempo, en el que lograron fusionar diversos estilos como blues y rock psicodélico. “Disraelí Gears” es un disco de otra dimensión, realizado por músicos de una categoría excepcional y que ha marcado una época.

Iniciaban con el genial “Strange Brew”, pasando con cierto aire “Underground” por la antológica “”, que contiene uno de los riffs de guitarra más famosos e inmortales del rock, para continuar con ese auténtico lujo que son “World f Pain”, y “Dance the Night Away”. Con La atmósfera hipnótica que envuelve la canción “Tales Of Brave Ulysses” y las fantásticas melodías guitarreras de “Swlabr”, no te dejarán escapar… llegará el blues a cargo “Outside Woman Blues” y la original “Take It Back”. Y para finalizar, el tema experimental “Mother’s Lament”.

Producido por Felix Pappalardi, que tuvo un papel muy importante en este apoteósico trío, les ayudó a componer y arreglar varios de los temas que tuvieron lugar en esta célebre obra musical. La curiosa portada del álbum realizada por Martin Sharp, se convirtió en uno de los iconos más distintivos y representativos de la música de una época, que sigue y seguirá perpetua en la memoria de la comunidad rock. Por los ya lejanos años 60, un seguidor incondicional de Clapton pintó en una fachada “Clapton is god” (Clapton es dios), si Clapton es dios en este disco, Ginger Baker es Jesucristo y Jack Bruce el espíritu santo.

Rory Gallagher – Tatto Posted by javisuarezadmin on 8 noviembre, 2011

Estos días, revisitando la discografía del gran , volvimos a descubrir un enorme artista. Nos resultaba muy difícil analizar un disco de su intensa trayectoria y al final nos decantamos por el soberbio “Tattoo’d Lady “de 1973.

Un álbum de mediados de los setenta dónde creemos que Rory tocó techo, etapa en la que se codeó con mitos del blues como Muddy Waters y colaboró en discos con Albert King y Jerry Lee Lewis, entre otras grandes estrellas del momento.

Centrándonos en el álbum, cuarto de su discografía, en su versión original consta de nueve temas y cabe destacar que todas son compuestas por Gallagher. Interpretando canciones salvajes y haciendo gala de un magnífico blues rock, abre el disco el apoteósico “Tattoo’d Lady”, todo un clásico del rock elevado a la máxima potencia, para continuar con un poderoso “Cradle Rock”, pasando por una balada maravillosa “A Million Miles Away”, o el acústico “20:20 vision”… realmente fantástico. Y también nos mostrará un tema impregnado de un bello aire jazzístico “They Don`t Make Them Like You Anymore”. Llegarán otros del más puro estilo y uno con cierto sabor a delta blues como el genial Who’s That Coming? o “Sleep on a Clothes-Line”, que ayudaron a encumbrar a Rory Gallagher a lo más alto de la escena musical de aquellos tiempos, editando poco después “The Irish Tour”, un disco- documental de una gira de la banda. Grabado por el sello discográfico Polydor, en la versión moderna remasterizada se añaden dos temas en directo. Arropado por excelentes músicos, una mención aparte merece su inseparable bajista Gerry McAvoy, muy versátil y que lo acompañaría hasta su prematura muerte a los 47 años de edad. Y por supuesto, el resto de la formación conformada por Lou Martin a los teclados y Rod de ´Ath a la batería.

Y así finaliza esta espléndida obra, que tuvo como protagonista principal al mítico Rory Gallagher, aquel irlandés de fuego que según cuenta la leyenda, a lomos de su vieja y desgastada guitarra “Fender Sunburst”, la primera que entró en la Irlanda del Norte de esa época tan especial, nos dejó esta joya musical única, inmortal e irrepetible. Infinitas gracias, Rory. Bob Dylan – At BudokanPosted by Ruben.Borrajo on 11 noviembre, 2011

“Bob Dylan es el Picasso de la canción”, así se refería el legendario cantautor a Dylan y así es como podemos definir este álbum. “At Budokan”, es un giro totalmente inesperado, una variación musical sin precedentes en el sonido de Dylan y que nada tiene que ver con sus trabajos anteriormente editados.

Se presentaba Dylan en la tierra del sol naciente, acompañado de una sobresaliente banda, alterando varios de sus grandes clásicos, imprimiéndoles un innovador y evolutivo sonido. Iniciaba el disco con el perpetuo “Mr. Tambourine Man”, uno de los legendarios temas del genio de Minessota, para seguir desgranando hits como “Shelter From The Storm”, Love Minus Zero / No Limit” o la inmortal balada “Ballad Of a Thin Man”, procedente de su eterno “Highway 61 revisited”. Pasaremos con cierto aire “Reggae” en “Knockin’ On Heaven’s Door” y que también lo podremos apreciar en “Don’t Think Twice, It’s All Right”. Otro que sufre un extraordinario cambio es “All Allong The Watchtower”, con sección de viento y unos riffs de guitarra memorables. Como dato anecdótico, el álbum finaliza con “The Times They Are A-Changin’”, (los tiempos están cambiando) ¿casualidad o genialidad?, todavía nos lo estamos preguntando… Originalmente, esta obra musical fue grabada en 1978, durante una gira que Dylan realizó por Japón. En el momento de la publicación de este antológico directo y recopilatorio en 1979, muchos de los seguidores y analistas de Dylan lo criticaron duramente, incluso afirmando que era uno de los peores discos de la historia del rock.Desde mi punto de vista creo que fue por miedo a lo desconocido, y que a veces tienen que pasar muchos años por un disco para que te des cuenta de la importancia y calidad que posee. Célebre obra musical del hombre cuyas canciones elevaron al rock a la categoría de arte. Freddie King – My Feeling For The Blues Posted by javisuarezadmin on 13 noviembre, 2011

Freddie King es uno de los grandes mitos del blues eléctrico de Chicago. Originario de Texas, se traslada al sur de Chicago a principios de la década de los cincuenta y aunque ya poseía una innata habilidad a la guitarra desde su infancia, la ciudad del blues le ayudó a perfeccionar su técnica, hasta crear un estilo mezcla entre blues tejano- chicago.

Anteriormente fue influenciado por artistas consagrados como T-Bone Walker, B.B. King o el enorme guitarrista de Jazz-blues Kenny Burrell. Una vez establecido en su nueva ciudad vivió en primera persona los momentos cumbres del blues, escuchando a leyendas como Muddy Waters, Howlin´Wolf y Lonesome Sundown.

Después de un buen número de éxitos durante los cincuenta y de los sesenta, “The Texas Cannonball”, graba este disco en 1970 producido por King Curtis, un excelente saxofonista vinculado al blues-soul, colaborador y director musical de desde 1967, para el sello Cotillion, filial de especializado en grabaciones de blues, deep- blues y otros géneros. Una colección de once standards de blues pertenecientes a T- Bone Walker, Elmore James, Ray Charles, Jimmy Reed o Jimmy Witherspoon y el propio Freddie, incluye temas tan versionados como “Stumble”, en dónde el solo de saxo es ejecutado por un extraordinario King Curtis al igual que “My Feeling For The Blues”, que da nombre al álbum. Otros conocidos son el versionadísimo “Woke Up This Mornning”, compuesto un jovencísimo B.B. King y marcado por su peculiar cambio de ritmo, “I Wonder Why” o el clásico entre clásicos “Stormy Monday”.

Son temas más bien cortos, una sección de vientos espléndida encabezada por King Curtis acompañados por músicos excepcionales como el legendario Frank Wess, George Coleman o Martin Banks, la mayoría músicos de sesión de la Atlantic ,como el bajista Jerry Jemmont, o el virtuoso guitarrista de sesión recientemente fallecido Cornell Dupree.

Freddie King poseía una única y característica manera de tocar su guitarra Gibson ES-355, de la que lograba sacar sonido limpio y fuerte y junto a su voz poderosa y contundente, se convirtió por méritos propios en uno de los bluesman más emblemáticos de la historia, dejándonos obras insuperables, pese a su desaparición prematura a mediados de los setenta. En cierta ocasión, Freedie King, expresó que “el blues había atravesado algunos cambios en pocos años, y en especial desde que lo descubrieron los chicos blancos”.

Antológico

Allman Brothers Band – Brothers And Sisters Posted by Ruben.Borrajo on 15 noviembre, 2011

Después de sufrir la pérdida de su virtuoso guitarrista Duane Allman en aquel fatídico accidente de 1971, la denominada precursora del rock sureño se embarcó en una nueva aventura titulada “Brothers And Sisters”, que la podemos considerar como su particular “resurgir creativo” y una de sus obras más relevantes.

Fue publicado en 1973, época en la que los Allman Brothers afrontaban la ardua tarea de moldear su primer álbum sin la presencia de esa leyenda del rock and roll llamada Duane Allman, antiguo compañero y co-fundador del grupo. Y saldrían triunfantes, afortunadamente verían la luz al final del túnel y nos dejaron esta auténtica joya musical para la posteridad. Incluye dos de los temas más célebres de la banda, uno de sus himnos, “Ramblin’Man”, y la instrumental “”, que posee unas jams e improvisaciones extraordinarias, otros con cierto aire blusero como “Southbound”, la intensidad del arte del blues la sentiremos con “Jelly Jelly”, los espléndidos teclados de “Wasted Words”, y “Come and Go Blues”, para finalizar con los peculiares toques country de “Pony Boy”. El infortunio y la tragedia, persiguió nuevamente los Allman Brothers, dado que el bajista fallecía en otro accidente automovilístico, durante la grabación de este álbum. Pero la banda se sobrepuso a todas estas adversidades, y Brothers And Sisters, fue la prueba que necesitaban, regalándonos esta especial y significativa obra.

Una vez que concluyó la producción de este disco, marcado por unas irresistibles melodías, y siendo un antológico trabajo de todos y cada uno de los componentes de esta inolvidable formación, “Brothers And Sisters”, se convertiría en uno de sus mayores éxitos de ventas, despejando todo tipo de dudas y dando buena cuenta de que los Allman Brothers, siempre tendrán uno de los primeros lugares en el olimpo del rock and roll. Memorable.

Como dato anecdótico, en la película de 1973, dirigida por William Friedkin , “El Exorcista”, la secuencia en la que el padre Karras, se cita en un bar junto a un compañero sacerdote, para debatir sus problemas de fe, al finalizar la conversación, suena Ramblin’ Man, clásico entre clásicos de los Allman Brothers. Albert King – Live At Montreux 77 Posted by javisuarezadmin on 19 noviembre, 2011

Siguiendo la trilogía “King”, esta vez le toca el turno a Albert, con un ¡Live! histórico en el festival de Montreux en 1977. Antológico Albert King, grande entre grandes que ha influenciado a mitos del rock como Jimi Hendrix, Eric Clapton, o Rory Gallagher. Fue fundamental en la década los sesenta y setenta, participando en todo tipo de conciertos y festivales, colaborando con grupos como The Doors y con artistas de la talla del legendario bluesman tejano Stevie Ray Vaughan o Gary Moore (ambos ya tristemente fallecidos), aportando un estilo único y peculiar. En 2010, se publica un álbum llamado “The Doors Live In Vancouver 1970”, que contó con la aparición estelar de Albert King junto a esta memorable banda de rock and roll norteamericana. Albert King era zurdo y tocaba su guitarra Gibson Flying-V al revés como Hendrix, también con las cuerdas, lo que tenía doble mérito, porque sacaba un sonido característico e inconfundible y una vez que llega a tus oídos… se convertirá en inolvidable. Volviendo al álbum, comienza con “Watermelon Man”, compuesto por , tema que usaba habitualmente como inicio de sus conciertos, dada su pasión por el jazz. Continúa con otros que poseen cierto aire funky, sigue desgranando clásicos, como un pletórico “Blues at Sunrise” o el excelente “Stormy Monday”, la mayoría de larga duración y dándonos muestras de un virtuosismo incontestable. En el corte 9 del cd aparece una grata sorpresa, interpretando el archiconocido “As the years go passing by”, Rory Gallagher espléndido en el primer “solo” del tema, para finalizar con la maravillosa “I´ll play the blues for you”, sin palabras… Con arreglos espectaculares, una magistral sección de vientos, un poderoso elenco de músicos de primera fila, e invitados de repercusión, Albert refleja la dimensión de este arte denominado blues con su voz negra pero dulce y sus magníficas interpretaciones, acompañado de su inconfundible pipa en la boca… Colosal. Grabación de Tomato Records.

The Doors – Live In Vancouver 1970 Posted by Ruben.Borrajo on 24 noviembre, 2011

Algo mágico, impregna este doble álbum en directo de los Doors captado durante su gira “Roadhouse Blues” en el coliseo “Pacific National Exhibition Museum” de Vancouver por un ya lejano 1970. Quiero creer, que es el arte del blues y la colaboración estelar del legendario Albert King, un bluesman único que dota a los Doors de un sonido completamente diferente, exponiendo una y otra vez su blues maestro.

Producido por el estadounidense Bruce Botnick, un famoso ingeniero de sonido, abren el disco con la curiosa “Start Of Show” y aunque no es un tema, parece como si estuvieran preparando el sonido o probando los instrumentos, para seguir con un mix de tres de sus mejores clásicos “Roadhouse Blues”, “Alabama Song (Whisky Bar)” y la potente “Back Door Man” , perteneciente a Willie Dixon y versionada con gran éxito por Howlin' Wolf.

Llegará “Five To One” y When the Music's Over, agresivas y magníficamente interpretadas gracias a la peculiar voz de ese mito del rock llamado Jim Morrison. Uno de los momentos más especiales se produce a mitad de show, cuando aparece el gran Albert King, participando en la versión de Willie Dixon “Little Red Rooster”, “Money” (hit propiedad de Barret Strong para el sello ), “Rock Me” y “Who Do You Love”. Y con permiso del completo guitarrista Robby Krieger, Albert King lo releva a un segundo plano. En la segunda parte nos encontraremos con otros temas célebres de la banda como la enérgica “Light My Fire” y la épica “The End” de más de 17 minutos de duración. Estamos ante un buen álbum, pero quizás le falte un punto de sonido. Publicado originalmente en 2010 por la casa discográfica Rhino, hasta la fecha sólo podíamos disfrutarlo en grabaciones y ediciones no oficiales.

Y así concluye Live In Vancouver 1970, una aventura más, que nos dejaron los inmortales Doors, uno de los grupos más representativos que ha dado la historia del rock and roll. Robby Krieger expresó que “El Blues es una de las más antiguas formas de arte americano” y la prueba en este ¡Live! son Albert King y The Doors. Jim Morrison (voz), Ray Manzarek (órgano, bajo), Robby Krieger (guitarra) John Densmore (batería) y Albert King a la guitarra slide.

B.B. King – Completely Well Posted by javisuarezadmin on 27 noviembre, 2011

Siguiendo la trilogía King esta vez y como no podía ser de otra manera, finalizamos con el ya aclamado a mediados de los sesenta “The King of The Blues” B.B. King, con un disco de 1969 denominado “Completely Well” y grabado por Abc Records. Escoger entre la amplia discografía del rey no es tarea fácil y nos decantamos por este, dado que fue una época esencial para el blues en cuanto a cambios se refiere y porque se incluye un hit que casi todo el mundo conoce: “The Thrill is Gone”, considerado por los analistas como el mayor éxito de su trayectoria musical, fue compuesta por el pianista y cantante Roy Hawkins en un ya lejano 1951.

El álbum contiene nueve temas y cuenta con la producción de Bill Szymcyk, un joven ingeniero de sonido que tiempo más tarde impulsaría a grupos de rock como los Eagles o la J. Band y que venía de grabar el directo “Live&Well”.

Con la ayuda de Bill, B.B King dio un giro en su carrera, mejorando notablemente su sonido, dotando de un mayor colorido a su música y acercándola a otros géneros, como el soul o el funky, pero sin renunciar al blues puro, como en “No Good”, “What Happened” o el corte que abre el disco “So Excited”.

En “Crying Won´t help you now/you´re mean” dos temas unidos, King acompañado por otro guitarra se emplean a fondo en una extensa jam y el resto de la banda se implica totalmente… espectacular.

En otros fundamentales como “Cofessin´The Blues” o “Key To My kingdon” se aprecia notablemente el peculiar estilo del rey del blues, con buenas secciones de vientos, pianos y arropados por su poderosa voz, de un hombre nacido en el Mississippi. “You´re Losin´Me”, posee una velocidad inusual e imprime un cierto aire funky, con un magnífico trabajo de Gerald Jemmont al bajo. La canción “The Thrill is Gone, mencionada anteriormente, esta situada curiosamente en la última posición de la cara B y fue uno de los clásicos que encumbró a uno de los más grandes de la historia del blues y que fue constantemente versionada por otros artistas. Afortunadamente B.B. King hoy en día nos sigue deleitando con su música a sus 86 años, editando discos y realizando antológicas apariciones rodeado de músicos legendarios.

B.B King es un artista extraordinario, que allá por los remotos años cuarenta ya supo captar la esencia de maestros del blues de la talla de Elmore James, T-Bone Walker o Lowell Fulson.

Con el paso de los años, se convirtió por méritos propios en un bluesman único, poseedor de una voz inconfundible, guitarrista especial y excelente compositor, que hizo mundialmente famosa desde los sesenta en todo el planeta, a su mítica guitarra Gibson ES-335 a laque llamaba “Lucille”

BB. King a la guitarra y voz, Paul Harris al piano y órgano, el soberbio Gerald “Fingers” Jemmontt al bajo, Herbie Lovelle a la batería, Hugh McCracken a la guitarra y una sección de vientos arreglada por Bert “Super Charts” DeCoteaux-vientos.

Larga vida al blues…

Jethro Tull – Aqualung Posted by Ruben.Borrajo on 30 noviembre, 2011 Aquel ya lejano 1971 veía nacer “Aqualung”, el álbum más universal de la legendaria banda británica Jethro Tull y uno de sus trabajos más celebres y recordados. Entraban los Tull en el olimpo del rock and roll, de la mano de su espectacular obra, realizando una exquisita mezcla de distintos géneros musicales como folk, rock e incluso rock progresivo. Iniciaban con el tema “Aqualung”, que daba nombre al disco, conteniendo uno de los riffs de guitarra más famosos e inmortales del universo del rock and roll. Continúan con “Cross Eyed Mary”, que comienza con cierto aire experimental, hasta llegar a los delicados y sutiles tonos acústicos de “Cheap Day Return” y que también podremos apreciar en “Mother Goose” o “Wond’ring Aloud”. Uno de los momentos más significativos y especiales se produce a mitad de disco, durante la interpretación de “My God”, en el que el líder del grupo Ian Anderson hace gala de un virtuosismo incontestable realizando un “solo” de flauta sensacional. Y Para terminar, el clásico “Locomotive Breath”, que posee una gran intensidad rítmica y “Wind Up”, con unos espléndidos solos de guitarra. Un aura especial cubre en su totalidad a este “Aqualung”, cuarto en su discografía y marcado por el sello único, característico e inconfundible de los Tull: la utilización de instrumentos de viento, en el que ese maestro de la flauta llamado Ian Anderson deja una huella muy profunda, dándonos muestra una y otra vez de su genialidad y poderío musical. Mención aparte, merecen sus incisivas letras, relacionadas a la crítica social y a la religión. En la edición de 1971 (ya sin el guitarrista Mick Abrahams) “Aqualung” incluía 11 temas y en posteriores rediciones como en 1999 se añadieron seis más. Uno de ellos sería “Songs For Jeffrey”, de su primer álbum “This Was” y que abría el memorable programa - concierto de los Rolling Stones “Rock And Roll Circus” de 1968. Una joya musical Ian Anderson (voz, flauta), Martin Barre (guitarra eléctrica), Clive Bunker (batería), Jeffrey Hammond (bajo), John Evan: piano, órgano) Derek & The Dominos – and Other Assorted Love Songs Posted by Ruben.Borrajo on 5 diciembre, 2011

El paso de la legendaria formación Derek & The Dominos por la música sería breve, pero con este “Layla and Other Assorted Love Songs”, asegurarían su sitio en el olimpo del rock and roll para siempre.

Nos encontramos ante un álbum especial, considerado uno de los más grandes de la historia del rock y realizado por unos músicos de una calidad inigualable, con Eric Clapton, a la guitarra, Bobby Whitlock (órgano, piano) (bajo y percusión) y (batería). Y como pieza de culto que es dentro de la comunidad musical, se colocó aún con más firmeza en los primeros puestos de los altares del rock and roll, gracias a la colaboración estelar del virtuoso guitarrista de los Allman Brothers y maestro de la “Slide”, Duane Allman, que ayudó a que esta antológica obra de arte musical, se cubriera todavía más de gloria. “Layla and Other Assorted Love Songs” es simplemente perfecto de principio a fin, tanto en producción, letra, grabación o en otros factores como el componente sentimental. También posee una particularidad que lo hace único: la absoluta complicidad de sus componentes en todos y cada uno de sus temas. Clapton, Gordon, Allman, Whitlock, y Radle exponen una fuente de recursos inagotables, elevando ese arte musical llamado blues hacia el infinito. Se suele decir que “la música es un estado de ánimo” y la prueba la podremos encontrar en temas como la balada “Bell Bottom Blues”, cargada de melancolía y emotividad, “I Am Yours” suave, tranquila y llena de sensibilidad…… hasta que suena “Layla”, violenta, salvaje y llena de ira. “Layla” sería el himno que acompañaría al bluesman Eric Clapton durante toda su carrera y uno de sus temas más celebres y recordados. La primera vez que se dio a conocer fue en este “Layla And Other Assorted Love Songs”.

Con otros como la fantástica versión del “Little Wing” de Jimi Hendrix, “Have You Ever Loved a Woman?”, ””, o “Tell The Truth”, o el clásico “Anyday” nos dan muestra una y otra vez del increíble potencial que esta colosal formación poseía. Publicado en 1970, inicialmente el disco contenía 14 pistas, y en posteriores rediciones se añadieron las sesiones que Eric Clapton grabó con el extraordinario guitarrista Duane Allman. Se despedía este álbum y también esta irrepetible banda, pero no se fueron sin antes dejarnos esta joya de incalculable valor que sigue y seguirá, inalterable al paso del tiempo.

Memorable

Lynyrd Skynyrd – Second Helping Posted by Ruben.Borrajo on 10 diciembre, 2011

La década de los 70 fue muy especial para el rock, y la banda de nombre impronunciable (“Pronunciado ‘Leh-’nérd ‘Skin-’nérd) no se quedaría atrás. Editado en 1974 y producido por el gran , “Second Helping” se convertiría en uno de los discos cruciales del rock sureño y uno de los más conocidos de la formación estadounidense, ya que contenía uno de los temas que se pueden considerar patrimonio de la humanidad, “Sweet Home Alabama”.

Pero “Second Helping”, no es solo “Sweet Home Alabama”, estamos ante un álbum de una importancia transcendental, perfecto de principio a fin, que combinaba la energía del blues rock con la exquisitez melódica del rock sureño y la potencia del rock duro. Iniciábamos con el himno sudista “Sweet Home Alabama”, al que ya hicimos referencia y al que nos faltan adjetivos para describirlo. Viajaremos por el blues con “I Need You” y “The Ballad of Curtis Loew, sentiremos la intensidad rítmica del clásico “Working To MCA” con unos punteos y riffs antológicos, al que se le suma “The Needle and the Spoon”, uno de los temas más utilizados en buena parte de sus colosales directos. Con cierto disimulo aparece “Swamp Music”, de corte sureño y que se presentaría como un nuevo género musical. En la actualidad Tab Enoit es uno de sus máximos exponentes. Como punto y final la fantástica versión guitarrera del clásico de J.J. Cale “Call Me The Breeze”.

Con una sección rítmica desbordante, el excelente trío de guitarras formado por Gary Rossington, Allen Collins y Ed King sumado a la particular voz de Ronnie Van Zant, los Lynyrd Skynyrd nos dejaron este álbum inmortal.

One, two, three… Eric Clapton – Crossroads Guitar Festival 2004 Posted by Ruben.Borrajo on 16 diciembre, 2011

Cuando un festival reúne a leyendas del blues y el rock como Buddy Guy, , J.J. Cale, Hubert Sumlin o B.B. King y está organizado por Eric Clapton, de una manera casi instantánea este se convierte en uno de los eventos musicales más importantes del mundo. Así es “Crossroads Guitar Festival 2004”, un espectáculo de una altura sin precedentes en beneficio de la fundación contra las drogas que apadrina Eric Clapton.

“De la guitarra nace un gran sentimiento… cuando alguien sabe tocarla bien”, comentaría el guitarrista norteamericano Neil Schon, y acto seguido inicia el concierto con el clásico “Cocaine” de J.J. Cale popularizado por Eric Clapton. La variedad y calidad de las actuaciones que componen este “Crossroads”, celebrado en Texas es muy amplia. En cualquier festival musical siempre se producen momentos especiales, de esos que no se olvidan con facilidad y que cuando tienen lugar se convierten en una delicia para los oídos. Bajo nuestro punto de vista, nos centraremos en los que nos resultaron más representativos: “Sweet Home Chicago”, tema de uno de los pioneros del blues Robert Johnson e interpretada magistralmente por , Hubert Sumlin, Eric Clapton, y Buddy Guy, en la que el público y los cinco bluesman se implican totalmente. “Rock Me Baby”, en el que Clapton, B.B. King, Buddy Guy y Jimmie Vaughan comparten escenario como si fueran amigos de toda la vida, y que se citan para hacer lo que mejor saben: tocar blues. “I Am A Man Of Constant Sorrow” y “Road To Nash Vegas” impresionante acústico de Dan Tyminski y Ron Block. Eric Clapton y J.J. Cale, dando muestras de una complicidad inusual en “After Midnight” y “Call Me The Breeze”. “” de Eric Clapton, es sencillamente genial. Y para cerrar el telón, “La Grange” de los tejanos ZZ Top con unos riffs de guitarra antológicos.

“Crossroads”, es la prueba de que la música promueve valores como la amistad, la solidaridad y la ayuda destinada a una organización que lucha contra uno de los mayores problemas que tiene la sociedad: el uso de las drogas.

Te llegará al alma.

The Doors – Morrison Hotel Posted by Ruben.Borrajo on 22 diciembre, 2011

Nos situamos en 1970, década dorada del rock y año de publicación del álbum. El amplio continente americano es una fuente de recursos musicales inagotable, de la que emanan una extensa y abundante variedad de estilos, pero si retrocedemos en el tiempo, nos daremos cuenta que América es igual a blues, uno de sus métodos primarios a la hora de producir música y es en el blues, dónde “Morrison Hotel” mejor se adapta. Sin dudarlo ni un instante, “Morrison Hotel”, fue una de las grandes obras que realizó la banda norteamericana The Doors, la quinta de su discografía y uno de sus trabajos más célebres, con permiso del posteriormente editado “L.A. Woman”. En cierto modo, los Doors retornan al blues, exploran sus raíces musicales y obtienen como resultado un disco clásico en el rock, de esos que perduran para siempre en la memoria.

Producido por Paul A. Rothchild y publicado por el legendario sello Elektra Records , contó con la colaboración al bajo de Ray Neopolitan y Lonnie Mack, este último, el ídolo del mítico bluesman tejano Stevie Ray Vaughan y una de sus grandes influencias. Lonnie Mack toca durante la interpretación de los temas “Roadhouse Blues” y “Maggie M’Gill”. Y grata es la sorpresa, al incorporar a bajo el seudónimo de G.Puglese, el que fuera uno de los iconos gráficos de Woodstock 69, añadiendo su armónica. Morrison Hotel consta de once pistas y bajo una humilde opinión destacaremos las más significativas: inician con el poderoso blues rock de “Roadhouse Blues”, uno de sus temas más exitosos y de los más versionados por otras formaciones posteriores. Otros como “Waiting For The Sun” poseen cierto aire experimental y en ocasiones tendencia hacia la psicodelia. “You Make Me Real” espuro rock and roll con un Ray Manzarek aplicadísimo al piano y un completo Krieger a la guitarra. “Blue Sunday”, una balada hermosa, cargada de melancolía. Y para terminar “Maggie M’Gill”, llena de melodías bluseras de principio a fin y que guarda similitud al “Boom Boom” de John Lee Hooker.

Mención especial, merece su característica portada, tomada por Henry Diltz, fotógrafo y ex componente del grupo , que dotó de todavía mucha más personalidad al grupo. Así concluye Morrison Hotel, por el queya han pasado más de cuarenta años de estancia, pero su esencia musical permanecerá intacta, como el primer día en que vio la luz. “Ladies and gentlemen, from Los Ángeles, California… The Doors!” (“Damas y caballeros, desde Los Ángeles, California… The Doors!”) Blues Jam In Chicago Posted by Ruben.Borrajo on 26 diciembre, 2011

Chicago es una ciudad especial, algo mágico impregna el ambiente, se percibe en sus calles, en la gente y en cualquier esquina en la que te encuentres. Chicago respira blues por los cuatro costados. Y aquí, en la capital mundial del blues, en los míticos estudios Chess, fue donde tuvo lugar “Blues Jam In Chicago” una reunión de la legendaria formación Fleetwood Mac, capitaneados por el incomparable Peter Green, junto a una selección de los más grandes bluesman de la historia como Willie Dixon, Otis Spann, el armonicista Shakey Horton, J.T.Brown, el batería S.P. Leary, Honey Boy Edwards y Buddy Guy (este último disfrazado bajo el seudónimo de “Guitar Buddy”).

El resultado de estas sesiones, producidas por Mike Vernon, (que anteriormente ya había trabajado con bandas tan relevantes en la historia de la música como los Blues Breakers de John Mayall o los Ten Years After de Alvin Lee), es de tal magnitud, que podemos atrevernos a decir que en aquel ya lejano Enero de 1969, en el número 2120 de la avenida South Michigan, se grabaron una de las más impresionantes sesiones de blues jamás realizadas. Una banda de jóvenes músicos sobresalientes, con algunos de sus componentes salidos de la escuela del padrino del blues blanco John Mayall , unido a la contrastada veteranía de los Dixon, Spann o Guy, nos dejaron este “Blues Jam In Chicago” para la posteridad. Como ya es costumbre, y siempre bajo nuestra opinión, en cada artículo que publicamos hacemos una pequeña selección de los temas más representativos del disco, o simplemente aquellos que más nos han gustado. Pero hoy, no es ese día, en este “Blues Jam In Chicago” no hay lugar para elecciones ni distinciones, porque consideramos que si aún no lo has escuchado…. ¡Ya estás tardando!. Bienvenido al blues en estado puro.

The Who – Who’s Next Posted by Ruben.Borrajo on 29 diciembre, 2011

Aquel ya lejano 1971 vio nacer un álbum revolucionario, de esos que permanecen perpetuos en el tiempo y que se presentaría ante el mundo con un sonido innovador y enérgico. Con él la música rock divisaba un nuevo amanecer… Se llamaba Who’s Next.

“Who’s Next” fue una de las grandes obras que la banda británica The Who nos dejó, quinto en su discografía y uno de sus trabajos mas memorables. Podemos considerarlo como un referente atemporal, dado el carácter novedoso de su sonido, algo muy poco común en la época en que se publicó y porque fue un disco visionario, gracias a él, los Who nos mostrarían lo que estaba por llegar. Iniciábamos con el clásico entre clásicos “Baba O’Ryley”, toda una explosión de rock elevado a la máxima potencia, y que tiene uno de sus puntos álgidos en su terminación, gracias a la colaboración del violinista Dave Arbus, que hace gala de un gran virtuosismo realizando un “solo” espectacular. “Behind Blue Eyes”, una balada que posee unos sutiles tonos acústicos y unas bellas armonías vocales. “Won’t Get Fooled Again”, en la que sintetizadores y órganos cobran un protagonismo mayúsculo, otorgándole cierto aire futurista, y que sumados a la poderosa guitarra de Peter Townshend obtienen como resultado otro tema colosal. “Love Ain’t for Keeping” y “Going Mobile” están marcadas por un estilo acústico excelente. En su primera edición “Who’s Next contenía 9 pistas, y en rediciones posteriores como la de 1995, se añadirían algunos temas inéditos como “Pure And Easy” o “Water”.

Hoy he visto el futuro del rock, y es Who’s Next.

The Who: Roger Daltrey: voz, Pete Townshend: voz, guitarra, órgano, piano, sintetizadores, John Entwistle: bajo, Keith Moon: batería y percusión Buddy Guy & Junior Wells – Play the Blues Posted by Ruben.Borrajo on 1 enero, 2012

El dúo formado por Buddy Guy y Junior Wells nos brindó momentos eternos en la historia del blues. Nos dejaron álbumes memorables, modernizaron el blues eléctrico y lo acercaron a todo tipo de público. Cada vez que se producía la unión de estos dos legendarios bluesman, uno a la guitarra y otro a la armónica percibíamos la complicidad inusual que había entre estas dos grandes figuras de la música americana admiradas por todos. Junior Wells falleció en los 90, pero afortunadamente Buddy Guy sigue actuando en todo tipo de escenarios, haciendo las delicias (con su Fender a lunares) de la gente que como a nosotros le apasiona todo esto. Cuando llegó a mis manos este disco desconocía la calidad que atesoraba, y aún más grande fue mi sorpresa cuando al leer los créditos vi que salían músicos de la talla de Eric Clapton (que junto a y el dueño de la Atlantic fueron los productores) Dr. John, A.C Reed, músicos de la J. Geils Band, etc…

Muchos de los temas fueron compuestos por los propios protagonistas (Buddy y Junior Wells), Sony Boy Williansom, T- Bone Walker entre otros grandes de la época dorada. Comienza por un “A Man of Many Words” muy versionado, que a más de uno le sonará. Acompañados a la guitarra rítmica por Clapton, Dr. John, Carld Radle y Jim Gordon (que fueron antiguos componentes de Derek and the Dominos) obtuvieron como resultado un disco irrepetible en el blues. Otras piezas como el “T-Bone Suffle” recuerdan a Stevie Ray Vaughan. “Messin´With the Kid”, tema que Junior Wells hizo suyo con su gran voz y su increíble armónica o “I Don´t Know”, son grandes clásicos de siempre que hacen de este disco un “imprescindible”. Inicialmente “Buddy Guy & Junior Wells – Play the Blues” fue grabado en 1970 y publicado en 1972, fecha en la que se añadieron dos pistas más.

Histórico desde que se editó. Carlos Santana – Santana Posted by javisuarezadmin on 4 enero, 2012

Después de dejar estupefactos a medio millón de personas en el mítico concierto de Woodstock en agosto de 1969, se publicaría un mes después “Santana”, primer álbum del mexicano de nacimiento y estadounidense de adopción Carlos Santana. Editado por CBS, rápidamente se colocaría en los primeros puestos de las listas musicales de la época.

Basado en su nítida guitarra, acompañado por dos percusionistas excelentes que realizaban una conjunción batería-bajo demoledor y unido a una formación de claro acento latino y prácticamente inédito hasta la fecha, junto a un pianista sutil, Santana abría las puertas a un género totalmente nuevo en la industria del rock. La banda súper enérgica (hay que reseñar que todos rondaban los 20- 22 años) compuesta por una mezcla de músicos latinos y norteamericanos, todos ellos vinculados a la ciudad de San Francisco, emergieron en este primer disco con temas poderosos como el “Soul Scrifice”( inolvidable el solo de batería), la fuerza de “Jingo- Go-La-Ba” que posee un claro toque africano y con canciones de un corte más comercial como el famoso “”, “You Just Don´t Care”, un vigoroso rock-blues y “Treat”, que desde mi punto de vista es una de las más bellas .

La desconcertante portada del disco, una fiera cabeza de león entremezclada con lo que parece el cuerpo de una mujer, rodeada por otras caras fue creación de uno de los mejores grafistas de la psicodelia Lee Conklin. Santana comenzaba así su carrera (gracias al carismático Bill Graham, recordado por ser mánager de importantes bandas de rock y propietario de dos salas de conciertos históricas donde actuaron los más grandes: el Fillmore West de San Francisco y el Fillmore East de New York), con este álbum imprescindible y de atrevido mestizaje en la cultura rock. Carlos Santana: guitarra y voz. Dave Brown: bajo. Mike Carrabello: Conga y percusión. José “Chepito” Areas: timbales conga y percusión. Mike Shrieve: Batería. Gregg Rolie: piano, órgano y voz.

Eric Clapton – Crossroads Guitar Festival 2007 Posted by Ruben.Borrajo on 8 enero, 2012

“El cambio comienza con un solo paso, y “Crossroads” vuelve estar aquí para ayudar a dar ese primer paso”.

Y con este mensaje se presentaba esta segunda edición en 2007 de los festivales benéficos “Crossroads” celebrada en Chicago, que fue otro de los muchos eventos en los que Eric Clapton se ha involucrado, para ayudar directamente a aquellos que necesitan tratamiento en su particular lucha contra la adicción a las drogas. La calidad de los músicos que se dieron cita vuelve a ser espectacular: Stevie Winwood, Johnny Winter, , Los Lobos, Albert Lee, Robbie Robertson, Robert Cray, B.B. King, The Band, y un largo etcétera. Inicia el concierto a cargo del actor Bill Murray, realizando una versión junto a Eric Clapton del tema “Gloria” compuesta por el irlandés Van Morrison. La actuación del legendario Johnny Winter con The Derek Trucks Band, que nos da muestra de su blues eléctrico e incendiario en “Highway 61 revisited”, magistral. “Country Boy” por Albert Lee y Vince Gill, nos hará pasar un momento agradable gracias a ese estilo Country que tanto gusta y que le imprimen a sus canciones. Emotivo, cuando el icono estadounidense del Country Willie Nelson sale a escena para interpretar su clásico “On The Road Again”, desde mi punto de vista, uno de los himnos de los Estados Unidos de América.

Stevie Winwood y Eric Clapton (ex componentes del grupo ) con “Presence Of The Lord”, que después de 25 largos años se vuelven a reunir recordando tiempos gloriosos de épocas ya olvidadas, pero siempre presentes. Jeff Beck, acompañado de la impresionante bajista Tal Wilkenfeld, memorables en “Big Block”, un poderoso tema con cierto aire underground. Y para cerrar el telón, los Clapton, Guy, Sumlin, J. Vaughan, Winter, Cray y Mayer dan rienda suelta a su ya reconocido virtuosismo en “Sweet Home Chicago”.

Y así se despedía “Crossroads Guitar Festival 2007”, en el que la ayuda desinteresada hacia las personas con adicciones es su principal objetivo. Y como dijo Vince Gill sobre Eric Clapton: “Estas acciones te hacen ver el corazón de este tipo, y va más allá de sus notas con la guitarra”.

Sin palabras Traffic – Traffic Posted by javisuarezadmin on 11 enero, 2012

Después de dejar huérfana a la Group, el británico se unió a , y Chris Wood en 1967 para formar “Traffic” una de las bandas más intimistas de finales de los 60 y primeros 70, en la que buena parte de sus integrantes atesoraban un reconocida reputación musical desde la adolescencia, con base en la ciudad de Birmingham, en el Reino Unido.

“Traffic”, fue el álbum homónimo del grupo, publicado en 1968, y segundo en su discografía. Contenía varios de sus temas más célebres como “You Can All Join”, “Pearly Queen”,”40.000 Headmen“, y el clásico “Feelin´Alright” (poco después popularizado por ) junto a otros de corte psicodélico y alguno con cierto aire folky. Grabado por Island, contó con dos de los ingenieros más prestigiosos del rock: Glyan Johns y .

Careciendo de bajo, Steve Winwood, en su condición de multi-instrumentalista optó por tocar el “bass pedal”, (desde nuestro punto de vista, las grabaciones en estudio suponemos que las realizaba con un bajo convencional, pero en directo era muy distinto). Winwood también es considerado un excelente guitarrista tanto acústico como eléctrico y por poseer una voz única. Dave Mason, virtuoso guitarrista, fue la otra gran figura de este cuarteto y creador de temas básicos, (muy querido y respetado en el mundo de la música), que llegó a colaborar con otros artistas legendarios como Jimi Hendrix o The Rolling Stones, y que posteriormente tendría una magnífica carrera como solista.

El resto de los componentes, Jim Capaldi (de los mejores bateristas de la época) y Chris Wood que con su flauta o saxo producía unas agradables notas que daban color a la banda. Con un sonido limpio, voces suaves y buenas armonías, Traffic gozó de una gran popularidad, pese al constante ir y venir de sus miembros, de nuevas incorporaciones y supo mantener un estilo diferente a otras formaciones.

Su música y sus grabaciones hablan por si solas. Duane Allman – An Anthology (1972 Polydor) y An Anthology Volume ll (1974 Polydor) Posted by Ruben.Borrajo on 15 enero, 2012 La vida del virtuoso guitarrista Duane Allman y co-fundador de la banda precursora del rock sureño “The Allman Brothers Band” sería corta, pero lo suficientemente intensa para entrar en el olimpo del rock and roll para siempre. Gracias al clásico “Hey Jude”, comenzó una serie de magistrales grabaciones que contenían una gran variedad de estilos como , Blues, Soul, Jazz-Rock… y que contó con la colaboración de Duane Allman como músico de sesión, prestando su guitarra para infinidad de temas y cooperando con músicos excelentes en diferentes estudios de los Estados Unidos de América. El porqué de estas sesiones se remonta a finales de la década de los 60, cuando Duane Allman daba sus primeros pasos al frente de la formación “The Hourglass”. En cierta ocasión, el responsable de los estudios FAME se fijó en él y quedó impactado por su talento innato con la guitarra. Rápidamente le propuso que grabara “Hey Jude” con el legendario cantante de Soul, . El resultado fue espectacular y dio paso a que la Atlantic Records fichara a Duane como músico de sesión en 1968, y pronto estaría trabajando en esta casa discográfica para artistas de la talla de Aretha Franklin, King Curtis, Clarence Carter, Arthur Conley, Herbie Mann, , Bob Scaggs y John Hammond entre otros. Por aquella época, Atlantic era un sello caracterizado por la música Soul y Jazz, y que posteriormente comenzaría a expandirse al mundo del Rock. Después de esta introducción, desde nuestro punto de vista necesaria, los dos dobles LP que se editaron y sus cuarenta temas en total, nos llevarán al más puro blues, reflejado en “B.B. King Medley” (aun siendo “The Hourglass”), la melancolía de “Goin´Down Slow” o la maravillosa y contundente “Loan Me a Dime” interpretada por Bob Scaggs.

El Soul forma una parte importante en los dos volúmenes, aportándonos temas de Aretha Franklin como la versión de “The Weight”, el instrumental “Games People Play” por King Curtis o “Stuff You gotta Watch” de Arthur Conley, dotados de unos punteos brillantes, y en especial en “Hey Jude” y en el ““ (acertadísimas versiones) apoyados con buenas secciones de vientos.

Otros estilos que se conjugan son el Jazz-Rock del flautista “Herbie Mann” (impresionante el “Push Push”), el country de Ronnie Hawkins, acústicos como el “Mean Old World” mano a mano con Eric Clapton (también se incluye el himno “Layla”con los Derek and the Dominos) y actuaciones en vivo ya como “The Allman Brothers Band” o “Delanie&Bonnie & Friends” soberbias. Durante este periodo que aproximadamente duró dos años como músico de sesión, dio lugar a que se formara una de las mejores bandas de la historia (The Allman Brothers Band). Duane Allman, falleció en un desafortunado accidente a los 24 años a lomos de una Harley, una de sus grandes pasiones. Pero gracias a sus colaboraciones esenciales en la historia de la música, a su maestría con la guitarra eléctrica, slide y al dobro, y a su melena rubia y aspecto de hippy motero, siempre será recordado.

AN-TO-LO-GI-CO. The Doors – In Concert Posted by Ruben.Borrajo on 19 enero, 2012 Una de las bandas más famosas de la década de los 60, nos muestra el lado más salvaje del rock and roll a través de este “In Concert”, álbum recopilatorio en directo, que contenía varias de las actuaciones más legendarias de los Doors sobre un escenario. Este disco fue el resultado de tres grabaciones anteriores en vivo: “Absolutely Live”, “Alive She Cried” y “Live At The Hollywood Bowl”, realizadas entre 1960 y 1970.

“In Concert es la apoteosis definitiva del rock and roll”, y la podemos apreciar en clásicos como “BackDoor Man”, tema de Willie Dixon y versionado por los Doors con una gran agresividad, la contundencia de “Five To One”, los ritmos pegadizos de “Alabama Song (Whiskey Bar), los soberbios teclados de Ray Manzarek en “Light My Fire”, la histórica “Break On Through”, el poderoso “Roadhouse Blues” y la atmósfera hipnótica que se crea en “The End, con unas provocadoras letras de contenido altamente… mejor escucharlo. La teatralidad siempre ha sido una parte importante en el rock, casi tanto como la propia música, y Jim Morrison sabía interpretarla como nadie. Esto, es lo que hace tan especial a este disco en vivo de los Doors, desde nuestro punto de vista, el mejor ¡Live! de su discografía. Gracias al excelente sonido que posee “In Concert”, sumado a la impresionante voz de Jim Morrison, y al ya reconocido talento de los Krieger, Manzarek y Densmore, vuelven a obtener otra obra musical cuyo adjetivo más apropiado es: “Auténtica”.

Inicialmente fue publicado en 1991, en formato triple de vinilo y doble compacto, y coincidiría con el estreno de “The Doors”, película biográfica sobre este grupo de rock estadounidense, dirigida por Oliver Stone y protagonizada por Val Kilmer.

A más de uno le hará saltar del sillón.

T.Bone Walker – …Good Feelin´… Posted by javisuarezadmin on 24 enero, 2012 La historia del blues está escrita con muchos nombres, pero quizás uno de los más especiales sea el de T-Bone Walker, pionero en tocar y grabar con guitarra eléctrica en los años treinta y primeros cuarenta, modernizando este género musical minoritario a un estilo nuevo, que desembocaría primero en el Rythm & Blues, el Rock &And Roll de los 50 y la explosión Rock a secas de los 60, todos ellos evolucionando de diferentes maneras. Después de una dilatada carrera, y de ser el creador de algunos de los temas más importantes de la historia del blues como los versionadisimos “I Call It Stormy Monday”, o simplemente “Stormy Monday” y el “T-Bone Suffle”, éste bluesman visitó Europa varias veces, (una de ellas a invitación del propio John Mayall). El motivo de una de estas visitas fue para grabar éste “Good Feelin´” en los estudios de Polydor en Francia, con músicos de sesión afincados en París y junto a otros artistas consumados y reconocidos en el mundo del Jazz.

El álbum, compuesto por doce temas más bien cortos y muy bien distribuidos, contiene clásicos como el “Everyday a Have The Blues”, “I Wonder Why”, “Shake It Babe”, o el instrumental “Pootang”. Sorprenden algunos cortes de puro estilo , rápidos y muy movidos con solos de saxo, órgano y como no, la peculiar manera de tocar su maravillosa guitarra Gibson de caja en “Long Lost Lover”, “Sail On Little girl” y “Vacation” (una de nuestras favoritas).

Editado en 1969, recibe el premio Grammy al año siguiente. Con una calidad excepcional de sonido y perfectamente arreglado, contó con músicos de la talla del saxofonista camerunés Manu Dibango, que realiza un trabajo sobresaliente. Dos pianistas, uno de ellos Bernard Estardy (excelente al órgano) y Michel Sardaby. Un total de doce músicos llegaron a colaborar en este proyecto, todos ellos de gran virtuosismo y calidad, batería, bajo, percusión, coros etc.. T-Bone Walker nació en 1910, comenzó a tocar a los 13 años y publicó su primera canción en 1929, aparte de tocar la guitarra y el piano era un maestro al Banjo, el Ukelele y la Mandolina.

Michael Bloomfield with Nick Gravenites and Friends – Live at Bill Graham´s Fillmore West 1969 Posted by Ruben.Borrajo on 27 enero, 2012

Nos encontramos ante uno de los más grandes y carismáticos guitarristas de la era del Rock y el Blues, que llenó de momentos inolvidables la historia de la música contemporánea. , nacido en Chicago, comenzó en su adolescencia a tocar la guitarra, y prácticamente a la misma edad, acude a diferentes locales de su ciudad para ver a mitos del momento y de siempre, nombres como Albert King, Otis Rush, Jimmi Reed o Muddy Waters, que lo influirían de una manera extraordinaria.

Tuvo una carrera fulgurante desde sus inicios, siendo miembro fundamental en la banda del gran armonicista “The Paul Butterfield Blues Band”, dejándonos álbumes legendarios y adelantadísimos a su tiempo, como la colaboración en el transcendental “Highway 61 revisited” de Dylan. Poco después, actuó en el histórico “” de 1965 cuando por primera vez Bob Dylan electrificó la guitarra rompiendo todos los moldes, haciendo que corrieran ríos de tinta y levantando ampollas entre cierto sector de puristas del folk americano. Seguidamente, formaría otra excelente banda, “The Electric Flag”, junto a Barry Goldberg, y Nick Gravenites entre otros. Éste impresionante álbum contiene temas del más puro estilo blues-chicago como “It Takes Time”, “Carmelita Skiffle”, “Gypsy Good time”, la colosal “Blues on a westside”, de unos quince minutos de duración y “One More Mile To Go” con la invitación especial de dando muestra de su excepcional calidad como intérprete. “It´s About Me”, una de nuestras piezas preferidas junto a “Killing My Love” y la balada “Moon Tune”. Todas ellas absolutamente mágicas, confirman la estrecha relación con el compositor, cantante y amigo Nick Gravenites (impulsor del “San Francisco Sound”).

La formación para éste Live contó con músicos de gran calibre, todos ellos magníficos, y estuvo compuesta por Mike Bloomfield a la guitarra y voz, Nick Gravenites voz y guitarra rítmica, al piano, Ira Kamin al órgano, John Khan al bajo, Bob Jones a la batería y voz, Dino Andino a la conga, Noel Jenkins saxo tenor, Gerald Oshita saxo barítono, Snooky Flowers saxo barítono, Taj Mahal y John Wilmeth a la trompeta.

Publicado por primera vez en CD en el 2009 por el sello Raven, (el original fue editado en 1970 por CBS), incluye siete temas que eran los originales y cuatro adicionales que en su día salieron en “My Labors” de Nick Gravenites y uno más añadido: “Mary Ann”, de Ray Charles que aparece en “The Live Adventures of Mike Bloomfield & Al Kooper (otro antológico directo con Al Kooper). Mike Bloomfield, fue uno de los héroes de la guitarra, muy querido por el pueblo americano, lo situaron en el olimpo del rock and roll junto a otros genios del rock y el blues. Musicólogo empedernido y siempre acompañado por su Gibson Les Paul, de la que sacaba un sonido único e irrepetible, nos dejó para siempre en 1981.

Monumental.

Los Suaves – Reportaje “No Puedo Dejar El Rock” (Un guiño a nuestra ciudad natal) Posted by Ruben.Borrajo on 31 enero, 2012

En cierta ocasión, paseando por las calles de nuestra ciudad y hasta no hace demasiado tiempo, nos fijamos en la placa que daba nombre a una pequeña plaza situada en el casco viejo. Este lugar nos trae buenos recuerdos, nos transmite sensaciones gratas y a veces incluso nostalgia. A medida que te vas aproximando a ella, se comienza a respirar rock y este va directo a tu corazón. Contiene una inscripción en la que se puede leer:

“Praza Dos Suaves (Antes Praciña Das Flores), Poetas do amor, do desencanto e da vida, que dende Ourense compuxeron rock para todo o mundo”.

“Plaza de Los Suaves (antes Placita de las Flores) Poetas del amor, del desencanto y de la vida, que desde Ourense compusieron rock para todo el mundo”. Es esta, la frase que desde nuestro punto de vista, consideramos más apropiada para dedicar este reportaje a este grupo de rock que durante treinta largos años nos ha representado, que llevó el nombre de nuestra ciudad, Ourense, por bandera allá donde actuaban, dejando bien claro cuales eran sus orígenes y de donde procedían. Y como ourensanos que somos, siempre les estaremos agradecidos. Era el reconocimiento a tres décadas de carrera, de rock y de carretera. Era el reconocimiento a aquellos que telonearon a Los Ramones en A Coruña aquel frío invierno de 1981, y que se quedaron con Los Suaves grabados para siempre en su retina, a aquellos que han sido proclamados mejor banda en directo del país en varias ocasiones y los mismos que fueron grupo invitado aquel 15 de Junio de 1999 en el Monte Do Gozo junto a los Rolling Stones.

Tras recibir toda clase de homenajes y la medalla de oro de la ciudad por parte de nuestro Ayuntamiento, se le sumaría un día después el concierto en directo que ofrecerían en el Pabellón Paco Paz, ante aproximadamente diez mil fans. Medios de comunicación y personalidades de la ciudad se manifestaron agradeciendo al grupo que llevara «el nombre de Ourense por toda España» durante toda su trayectoria.

Y esta, es su historia: A finales de la década de los 70 y primeros 80, el panorama musical español estaba sumergido en una marea de nuevos estilos como el New Wave, el Punk y un movimiento cultural denominado “movida”. En medio de todo esto, surgirían “Los Suaves”, una banda que apostaría por el rock de antaño, realizando un rock agresivo y cuidadas letras, en las que reflejaban situaciones cotidianas de la vida, y que, unido al poder de sus directos, su hábitat natural, te llegaría al alma. Su símbolo, único e irrepetible, un gato, es un icono reconocido e histórico dentro del rock nacional. Fundada por los hermanos Domínguez (Yosi, Charli y Javier), en sus inicios sufrirían diversas variaciones en su formación. Las posteriores incorporaciones de Ramón Costoya y Hermes Alogo como guitarristas y el batería Ángel Barrio, asentarían al grupo definitivamente.

Después de primeras actuaciones en diversos locales y pubs de nuestra ciudad como el “Long Play” (que desafortunadamente ya echó el cierre), su primera oportunidad llegaría en 1981, siendo teloneros en A Coruña de la banda americana Ramones. Fue un concierto apoteósico, inolvidable y dejaron una profunda huella entre el público considerándolos un grupo mítico y muy querido. Todavía hoy se recuerda aquel concierto multitudinario en el que eclipsaron a los Ramones. En 1982, publicaban su primer álbum “Esta vida me va a matar”, que contenía clásicos como “Peligrosa María”, “Viene el tren”, “Muerte en el Rock”, una canción homenaje a John Lennon, “Chaquetas de cuero”, “Siempre igual” o “Mártires del Rock And Roll”. Temas que, después de treinta años, resultan irremplazables en cualquiera de sus directos. Gracias a este primer disco, que en su época tuvo poca repercusión, le permite reafirmarse como grupo y dar muestras de que estaba naciendo una excelente banda de rock.“Frankestein”, fue el segundo en su discografía, publicado en 1984 y grabado en la Asociación Fonográfica Asturiana, incluye temas como “Cuando la música termina”, “ más por mí”, “Por las noches” o “Una ciudad llamada perdición”. Contó con músicos y hoy ex- componentes, los magníficos guitarristas Pepe Losada (Fender Stratocaster, Gibson Les Paul Custom, Gibson ES 355 Estereo), Hermes Alogo y Tito Canolas a la batería. Este álbum fluye en una corriente similar a su anterior trabajo de 1982 “Esta vida me va a matar”.

Se avecinaban épocas difíciles, hasta que en 1988, darían el salto definitivo a nivel nacional, gracias al álbum “Ese día piensa en mí”, que contenía inolvidables temas como “Dolores se llamaba Lola”, que se convertía en uno de los himnos de la banda, la mítica “No puedo dejar el rock”, y “¿Sabes? ¡Phill Lynott Murió!”, un homenaje al líder del legendario grupo de rock irlandés Thin Lizzy, del que Los Suaves, han reconocido en más de una ocasión, ser seguidores. También supuso un punto de inflexión y una evolución en su sonido, con la incorporación del guitarrista Alberto Cereijo (que actualmente continúa en la formación), y colaborando Alejandro Cano a la batería. A raíz de este disco, se realizó el ciclo de directos “Suave es la noche”, que fue un gran éxito y que por supuesto, dejó más de un guiño a nuestra ciudad: “En Ourense suena el rock por todos los rincones, los músicos están listos para tocar, en Ourense suena el rock por todos los rincones, así seguiremos, no nos van a parar”. En 1991, editado por Edigal, saldría a la luz “Maldita sea mi suerte”, que fue disco de oro y uno de sus álbumes más celebres y recordados. Contó con la colaboración estelar del legendario Alvin Lee, guitarrista y fundador de la banda americana “Ten Years After”, Gero de “ñu”, Paco Ventura de Medina Azahara, Carlos Raya de Sangre Azul, Carlos Rufo Hiroshima, Eduardo Pinilla, Juan Ferro Velahí, Kisko Legion, Manolo Arias de Niagara, Ollie Hansall, Teo de Números Rojos, Toni Valles y Alberto Cereijo. Contenía hits como “Pardao”, “Dame Rock And Roll”, o el clásico “Maldita sea mi suerte”. Para definir este álbum, e ir un poco más allá de la música, os citaremos un comentario que aparece reflejado en el interior del vinilo: “¿A quién se le ocurrió esta idea tan loca? Esto fue lo primero que dijo Alvin Lee cuando entro en el estudio. Todos sonreímos y yo pensé que no sabía si la idea era loca o no. Lo único que sabía es que nunca hubo una reunión de tantos y tan buenos guitarristas y sobre todo de tantas y tan buenas personas. A todos con nuestro agradecimiento lo único que puedo decirles es que al estar en nuestro disco, es que como si estuvieran en nuestro corazón”. El resultado, ante semejante selección de guitarristas, tanto de nivel nacional como internacional, fue soberbio. Seguidamente, publicarían “Malas Noticias” en 1993, “Santa Compaña” (1994), siendo disco de platino y con conciertos multitudinarios. A raíz de esto, vendrían los ciclos de directos ¿Hay alguien ahí? Continuaban con “San Francisco Express” (1997), “Víspera de todos los santos” (2000), el recopilatorio “Un paso atrás en el tiempo”, (2002), que contó con la incorporación del guitarrista Fernando Calvo. “Si yo fuera dios” (2003), “El jardín de las Delicias” (2005) y “Adiós, adiós” en 2010. Y con estos álbumes, nos dejaron otro buen abanico de clásicos como “Pobre Jugador”, “Dile siempre que no estoy”, “O Afiador”, “Si pudiera” “Dios es suave”, “Preparado para el Rock And Roll”, “Si yo fuera Dios”, “Cuando los sueños se van”, Ourense – Bosnia, y “Mi casa”, entre otros. También haremos especial mención a sus inolvidables directos como en 1989: “Suave es la noche”, 1995: “¿Hay alguien ahí?”, dedicado al gran Rory Gallagher y con un sonido impecable, 1995: “Especial acústico Barcelona CADENA 100. 1996: Lo mejor de ¿Hay alguien ahí? y 2010: 29 años, 9 meses y 1 día. Los Suaves nos han dejado frases y comentarios clásicos, que perdurarán en las entrañas del rock nacional como: “Siempre Suaves”, “Dios es suave”, “Si la vida tuviera BSO serían Los Suaves”, o “Suaves Somos Todos”, o “Esta noche no se duerme”, algunas incluidas en su logotipo, algunas en el interior de sus canciones y otras expresadas por el público. Y se han ganado a pulso el calificativo de históricos, ya que jamás hemos presenciado un directo o un álbum en el que no lo dieran todo, o al menos que no lo hayan intentado. A Los Suaves, se les perdona todo.

Y como dicen en las letras de uno de sus temas “Mi Casa”: <> ¡¡¡¡¡A miña casa por fin es Ourense!!!!! ¡¡¡¡¡Ouuuuureeeeenseeee Roooooock And Roooooolllll!!!!! Infinitas gracias e Sempre Suaves, Suaves… do carallo. rockandrollismyaddiction.wordpress.com (Javier Suarez, Ruben.Borrajo)

Thin Lizzy – Vagabonds of the Western World Posted by Ruben.Borrajo on 5 febrero, 2012

La década de los setenta rebosa de grandes obras musicales, dónde álbumes gloriosos, memorables y legendarios fluyen por el panorama rock de manera habitual, hasta que en 1973 la banda irlandesa Thin Lizzy, capitaneada por el incomparable cantante, compositor y bajista Phill Lynott, deja una huella mucho más profunda dentro de la historia del rock and roll gracias a este “Vagabonds of the Western World”, tercero en su discografía y uno de sus trabajos más célebres y recordados.

Con él, los Lizzy nos proponen un viaje musical desde las raíces más recónditas de la música tradicional irlandesa, reflejado en clásicos como “Whiskey in the Jar” hasta el rock and roll más sutil y elegante demostrado en “The Rocker”, que se convierte en uno de los himnos más exitosos de esta formación y en el que, la guitarra magistral de Eric Bell cobra vida realizando unos “solos” antológicos. Pasaremos por un cierto aire blues en “Slow blues” y “Mama Nature Said”, sentiremos la melancolía de sus bellas baladas “A Song for While I’m Away” y “Little Girl in Bloom”, los ritmos pegadizos y agradables armonías vocales del tema “Vagabonds of the Western World” y la contundencia de “Gonna Creep Up on You”, en el que una vez más, la guitarra de Eric Bell es protagonista.

Eric Bell, participó en los primeros tres álbumes de Thin Lizzy, y con “Vagabonds Of The Western World”, daba su adiós definitivo de la formación irlandesa. Cinco años más tarde, se incorporaría el guitarrista Gary Moore. Thin Lizzy siempre se ha caracterizado por ser un excelente grupo de rock duro, su sello único e inconfundible. Con el paso de los años, su sonido se ha ido transformando hacia una tendencia heavy metal.

Inicialmente, el disco fue publicado en 1973, y contenía ocho pistas. En posteriores reediciones como en 1991 se añadían cuatro más “Whiskey in the Jar”, “Black Boys on the Corner”, “Randolph’s Tango” y “Broken Dreams”. En 2010, sale una versión deluxe en doble CD, en la que se incluye material adicional.

¿Sabes? ¡Phill Lynott Murió!, desafortunadamente en 1986, víctima del alcohol y las drogas, pero este poeta del rock and roll siempre se mantendrá vivo y se situará en el olimpo junto a otros genios de este género. Las estrellas, están en el cielo.

The Rolling Stones In Concert – `Get yer ya-ya´s out! ´ (DECCA 1969) Posted by javisuarezadmin on 9 febrero, 2012 Una nueva etapa comenzaba para los Stones en 1969, después del desafortunado fallecimiento del co-fundador de la banda Brian Jones. Ese mismo año se embarcan en una nueva gira americana tras varias temporadas sin actuar por esos lares. Denominada “American Tour”, sirve para presentar a un jovencísimo Mick Taylor de veinte años de edad. Un guitarrista excepcional, con mucho talento, y que viene de tocar en tres excelentes álbumes junto a los Bluesbreakers de John Mayall.

Durante el mes de noviembre actuaron por algunas de las ciudades más importantes de los Estados Unidos (un total de catorce), usando por primera vez equipos mucho más sofisticados de amplificación como Ampeg. Sus mejores ingenieros desarrollaron los impresionantes SVT (Super Valve Tecnologhy), éstos llegaban a 300 Watios, superando en 100W a marcas de la categoría de Marshall y Fender, imprimiendo una potencia de sonido espectacular y llegando a mucho más en estadios cerrados y grandes teatros, dada la ya profesionalización del Rock junto a los grandes eventos. La magnitud de estos equipos era tal, que la propia fábrica incluyó una leyenda en la que se podía leer: “Este amplificador es capaz de ofrecer niveles de presión acústica que puede causar daños auditivos permanentes.” Utilizan las últimas fechas de la gira para grabar este directo en el coliseo de Nueva York, en dónde el grupo fue presentado como <>, comenzando así su actuación. Acto seguido “Jumpin´Jack Flash”, para ir calentando motores. Esta gira, contó con teloneros de lujo como Ike and , B.B. King y en ocasiones Chuck Berry (dos obras suyas son interpretadas en este live, los rocanroles “Carol” y “Little Quennie”).

El resto de temas, proceden de su anterior álbum “Beggars Banquet”, y del que saldría unos días después “Let it Bleed”, dos grandes clásicos de los Rolling Stones. Impresionante el “Sympathy for The Devil” intercalándose los guitarristas Keith y Mick T. regalándonos dos punteos magistrales para la posteridad. “Midnigth Rambler”, otra interpretación histórica con un Mike Jagger pletórico a la armónica. Maravillosa, “Love in vain” composición de Robert Johnson con un toque slide genial, “Stray Cat Blues”, “Live With Me” y “Street Figting Man” definen perfectamente la música de los Stones. Uno de los más versionados que también figuran es el “Honky Tonk Women”, sin palabras.

Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts, Bill Wyman, Mick Taylor y Ian Stewart (éste ultimo fue fundador del grupo, y aunque no se suele mencionar, sería un pilar esencial de la formación, aparte de un virtuoso pianista), nos dejaron al final de la década de los sesenta uno de los mejores directos de la historia del rock, en una época muy convulsa, llena de importantes acontecimientos y que, en cierta manera se notaba en cada uno de sus shows, con un público más entregado de lo habitual. Algunas actuaciones de este directo se pueden ver en la película “Gimme Shelter”, un extenso documento visual sobre la banda publicado en 1970. La portada del disco es obra de uno de los mejores fotógrafos de la moda de los sesenta, David Bailey.

Unos días después y sin estar programada su intervención, serían invitados a tocar en el legendario concierto de Altamont, pero bueno, eso es otra historia….

Bob Dylan – Highway 61 Revisited Posted by Ruben.Borrajo on 13 febrero, 2012

En el centro de este universo infinito llamado rock and roll, se encuentra una estrella que brilla con luz propia, esta emite un poderoso resplandor que sobresale por encima de las demás, su nombre es “Highway 61 revisited”. Clásico entre clásicos, se publicó en 1965, en un día de conjunción de astros favorable, en el que Bob Dylan iluminó el cielo del rock dejándonos una obra musical de una altura sin precedentes, y de las más influyentes de la historia de la música contemporánea.

Pero este “Highway 61 revisited”, sexto en su discografía, no se puede entender sin el respaldo de su virtuosa banda de rock, formada por uno de los héroes de la guitarra, Michael Bloomfield, el legendario Al Kooper (órgano y piano), Harvey Brooks (bajo), Paul Griffin (órgano y piano), Charlie McCoy (guitarra), Frank Owens (piano) Russ Savakus (bajo) y a la batería, este último, integrante de la monumental “The Paul Butterfield Blues Band”. Álbum adelantado a su tiempo, se puede sentir al Dylan poeta en todos y cada uno de sus temas. Surgió en una época convulsa, ya que a cierto sector de puristas del folk americano le incomodaban los “aires rock” que cubren al genio de Minessota.Contiene una de las mejores composiciones rock del siglo XX: “Like A Rolling Stone”, y de las más versionadas por formaciones posteriores. Se acerca al blues, veloz en “Tombstone Blues”, la sutileza de “Just Like Tom Thumb’s Blues, los toques eléctricos de “Highway 61 revisited”, de la que numerosos bluesman como el tejano Johnny Winter, interpretaban años después en varios de sus discos más memorables. En “From Buick 6”, el órgano y la armónica cobran un protagonismo mayúsculo, otorgándole cierta similitud con “Like A Rolling Stone”, los ritmos pausados, combinados con sonidos acústicos y eléctricos dan lugar a la genial “It Takes a Lot to Laugh, It Takes a Train to Cry”, las bellas baladas “Queen Jane Approximately”, “Ballad of a Thin Man”, y “Desolation Row”, muestra la pureza del folk, que despide esta obra.

Y así finalizaba esta aventura, denominada ““Highway 61 revisited”, con la que Dylan dió un giro totalmente inesperado a su carrera, nos propuso un inolvidable viaje por aquella Autopista 61, indicándonos el camino, y una vez que concluyó este recorrido… la historia del rock cambiaría para siempre.

Eterno. Roy Buchanan – Live Stock (Polydor 1975) Posted by javisuarezadmin on 17 febrero, 2012

Con todos ustedes…

“The Best Unknown Guitarist in the World.” “El mejor guitarrista desconocido del mundo” Y así fue presentado Roy Buchanan en un show de la televisión americana denominado PBS (Public Broadcasting Service) que viene a significar Servicio Público de Divulgación, siendo una cadena de televisiones públicas extendidas por todo el territorio, ofreciendo diversos contenidos y con mucha repercusión en los Estados Unidos.

Aunque Roy ya llevaba tocando desde finales de los cincuenta, teniendo cierto éxito como guitarrista, colaborando con numerosos artistas y formaciones durante toda década de los sesenta, (algunos de ellos como la banda de Ronnie Hawkins, que luego se convertiría en uno de los grupos más representativos de los sesenta, la legendaria The Band), no daba el salto definitivo hasta principios de los setenta, concretamente en 1972, comenzando una espléndida carrera como solista, de una manera elitista y llena de temas excelentes dentro del sello Polydor.

“Live Stock”, grabado en directo en el At Town Hall a finales de 1974 y editado al año siguiente, contiene siete cortes de diferentes estilos, la mayoría son versiones que realizó de temas clásicos pertenecientes a otros músicos. Iniciábamos con el popular “Reelin´and Rockin”, compuesta por Roy Milton en los albores del rock and roll allá por 1955, en la que Buchanan nos muestra su increíble versatilidad y rapidez a la guitarra. La instrumental “Hot Cha”, otra acertadísima versión y una de nuestras preferidas junto a “Can I change My Mind”, (ésta última un memorable clásico de Tyrone Davis editada con gran éxito en 1968) de estilo más bien Soul, y con un impresionante Billy Price a la voz. “Further on up Road”, “Roy´s Bluz” y “I´m Evil” son la parte blues del álbum, cantando en dos temas, exponiéndonos su enorme virtuosismo y espectaculares solos marca de la casa.

Con un sonido limpio y redondo junto a una sección rítmica demoledora y unos teclados inspiradísimos, Roy Buchanan nos regala este “Live” a mediados de los setenta, como maestro de maestros a lomos de su Fender Telecaster del 53, y siendo uno de los pioneros más representativos de éste instrumento al que le llamaba “Nancy”.

Roy Buchanan, pudo cambiar la historia del rock cuando los Rolling Stones después del fallecimiento de Brian Jones, organizaron un casting para contratar un nuevo guitarrista, y en el que se rumoreaban nombres como Rory Gallagher, Chris Spedding, Mick Taylor o el mismísimo Eric Clapton. Roy rechazó la oferta, afortunadamente, para dejarnos una de las obras más personales, dignas y brillantes de esa época.

Roy Buchanan (guitarra y voz), Billy Price (vocal solista), John Harrison (bajo), Byrd Foster: (batería), Malcom Lukens, (teclados)

Ten Years After – Live At the Fillmore East 1970 Posted by Ruben.Borrajo on 21 febrero, 2012

El Fillmore East de Nueva York se inauguró en 1968, situado en Manhattan y propiedad del legendario productor Bill Graham, es uno de los lugares de culto para este arte musical denominado rock. La atmósfera que lo impregna es mágica, por su escenario han pasado mitos como Jimi Hendrix, The Allman Brothers Band, Crossby, Stills, Nash and Young, o los Derek & The Dominos de Eric Clapton, entre otras grandes estrellas de la época. Toda esta conjunción de factores, hacen de esta sala de conciertos una auténtica Catedral del Rock and Roll y un punto de referencia para todos los músicos que han tenido la oportunidad de haber desplegado allí su indiscutible talento.

Y como no podía ser de otra manera, los Ten Years After de Alvin Lee situaron su nombre en el olimpo del Fillmore gracias a este inolvidable directo, en el que la guitarra de este fenómeno de la naturaleza llamado Alvin Lee cobra un protagonismo mayúsculo. Sus solos parecen haber salido de lo más profundo del averno, dejándose la piel en todas y cada una de sus actuaciones, y que sumado al virtuoso bajista Leo Lyons, junto al sensacional batería , y Chick Churchill al órgano, obtienen como resultado una poderosa obra de rock and roll en su estado más puro. Iniciábamos la primera parte del álbum con el genial clásico “Love Like A Man”, para seguir con la excelente versión “Good Morning Little Schoolgirl” del bluesman Sonny Boy Willianson, la vibrante “Working On The Road”, los solos de batería de Ric Lee en “The Hobbit”, la melódica “50,000 Miles Beneath My Brain”, que comienza con un ritmo lento y pausado, para terminar con unos riffs endiablados, los infinitos diecinueve minutos de duración de “Skoobly-Oobly- Doobob/ I Can’t Keep from Crying Sometimes (de Al Kooper)/Extension On One Chord, son toda una explosión de rock, que contiene el famoso riff del “Sunshine of Your Love” de la banda británica Cream. La similitud de este riff es de una categoría excepcional y por un instante, te hará recordar a los mismísimos Clapton, Jack Bruce y Ginger Baker. La segunda parte incluye “Help Me”, dieciséis minutos… sin palabras. El histórico “I’m Going Home”, tema que interpretaron un domingo cualquiera, en el festival de Woodstock’69 y que catapultó a Alvin Lee y a sus Ten Years After al estrellato del panorama rock, realizando una memorable actuación. “Sweet Little 16”, y “Roll Over Beethoven”, un homenaje al rock de la década de los 50, versiones muy acertadas de dos grandes clásicos de uno de los pioneros de este género, Chuck Berry. Para finalizar, “I Woke Up This Morning” y “Spoonful”, esta última perteneciente a uno de los reyes del blues, Willie Dixon.

Desafortunadamente, el Fillmore East cerró sus puertas para siempre en junio de 1971, pero la espectacular cultura musical que nos dejó, la variedad y calidad de los músicos que allí se dieron cita, será inigualable a cualquier otro lugar en el que se celebre un concierto de rock. Diez años antes, y cuarenta y dos después, con los Ten Years After de Alvin Lee, el rock and roll, ha sido mucho más grande.

Muddy Waters – Hard Again (1977) Posted by javisuarezadmin on 24 febrero, 2012 El gigante del blues Muddy Waters regresaba a lo más alto bien entrados los setenta, gracias a una excitante y estrecha colaboración con el “Albino de oro”, Johnny Winter, rescatándolo para una segunda juventud en un importante momento, atrayendo tanto a la gente joven , como al propio Muddy, al blues, y a la música en general.

En 1976, después de varias décadas de matrimonio con la histórica “Chess Records”, (la más importante discográfica del blues, con sede en Chicago), se le ofrece la oportunidad de grabar en el sello “Blue Sky”, un sello filial de Columbia en el cual Johnny era el mánager, puesto que la Chess vendía la compañía y todas sus grabaciones a la MCA.

Johnny Winter, explosivo guitarrista de blues rock durante los 60 y ya considerado una superestrella en los setenta, era un especialista del blues puro, visceral y de raíces o también denominado “Deep Blues”. Enseguida crearon una atmósfera especial desde los primeros instantes, con estas grabaciones devastadoras y su próspera amistad. Este álbum, conformado por nueve temas más un bonus track (Walking Trough The Park) en la edición de 2004, y compuestos todos por él, excepto uno perteneciente a Dixon, no puede comenzar mejor que con el contundente y emblemático “Mannish Boy”, dónde ya nos seduce y prepara para el resto del disco. “Bus Driver”, “Little Girl” nos muestra el blues tradicional, más lento y exponiéndonos todo el potencial guitarrero, alternando la eléctrica convencional y maestría a la “slide”.

“Jealous Hearted Man”, “I Can´t Be Satisfied”, acústico dónde se nota la complicidad de todos sus miembros y que te transporta en un viaje en el tiempo, a una vieja plantación…. “Deep Down in Florida”, “Crosseyed Cat”, “I Want To Be Loved” son otros fundamentales, algunos ya viejos conocidos desde los 50, que componen éste clásico contemporáneo.

La formación para éste clásico estuvo compuesta por antiguos compañeros de Muddy durante los cincuenta como el incombustible Pinetop Perkins, considerado uno de los mejores pianistas blues de todos los tiempos, (recientemente fallecido en marzo de 2011 y que a sus 97 años aún estaba en plena forma), Willie “Big Eyes” Smith, de los más sobresalientes bateristas de blues, y entre los excepcionales armonicistas de siempre, el gran James Cotton.

Éstos virtuosos músicos constituyen lo que se denomina la vieja escuela, mezclados con la juventud y frescura de Bob Margolin, a la guitarra y compañero de Muddy desde principios de los 70, Charlese Calmese, un joven bajista que aportó un moderno stylel-blues a sus sólo 24 años. Y como no, la extraordinaria aportación de Johnny Winter y el propio Muddy , jefe del blues de Chicago, que con su Fender Telecaster roja a la que llamaba “The Hoss”, junto a su voz eterna, y su particular forma de interpretar, nos dejaron esta joya de incalculable valor.

Muddy Waters se llamaba McKinley Mongarfield, nació en 1915 en el Mississippi…

J.J. Cale – Naturally Posted by Ruben.Borrajo on 28 febrero, 2012

El compositor y guitarrista estadounidense J.J. Cale es uno de los músicos más prestigiosos, carismáticos e insólitos que ha visto nacer la extensa historia del rock and roll. Un extraño poder posee el “Mago de Oklahoma” que es capaz de hipnotizarte en todos y cada uno de sus álbumes. Alejado de la fama, vive al amparo de su inseparable caravana, teniendo como único refugio la guitarra y su talento innato para componer canciones.

Y así es J.J. Cale, este semidesconocido genio del rock y pionero del “Tulsa Sound” (una mezcla de jazz, blues, country y rock), que iniciaba su leyenda debutando con este “Naturally” por aquel ya lejano 1972. Un disco íntimo, con un estilo propio y “relajado”, marcado por el sello particular, característico e inconfundible que sólo J.J. sabe imprimir. Contiene el clásico entre clásicos “Call Me The Breeze”, del que formaciones como Lynyrd Skynyrd versionaban en su memorable “Second Helping”, el extraordinario “After Midnight” (después de medianoche), fue popularizada por Eric Clapton en su primer álbum de 1970. Este tema, es el resultado de una grabación demo que no tuvo mucha repercusión y que J.J. Cale realizó en 1966. Poco tiempo después se convertía en un gran éxito, incluyéndolo en este “Naturally”.

Otros como “Crazy Mama”, “Magnolia”,”Nowhere Train”, “Call The Doctor”, “Clyde” “Crying Eyes”… indescriptibles… demuestran una delicadeza musical fuera de lo común. Una grata sensación de calma y sensibilidad transmite esta obra llamada “Naturally”, conformada por temas cortos y que no sobrepasan los tres minutos de duración, pero cuando estos llegan a tus oídos…

Finalizaba este álbum, y entraba en los anales del rock, de la mano de su peculiar y enigmático creador, un tipo sencillo, apartado de los focos, del estrellato, de los escenarios y que a lomos de su inseparable guitarra, sus pantalones desgastados, y su camiseta como única vestimenta, fue capaz de darle la vuelta al complejo universo musical. Graba y actúa cuando le apetece, ninguna discográfica le dice lo que tiene que hacer y alterna períodos de varios años de inactividad y nunca sabes dónde se encuentra… El mundo del rock le debe mucho a J.J. Cale, y es la ley de este blog recordar a aquellos que hicieron tanto por la música. Desde mi punto de vista, el legendario Eric Clapton siempre tendrá una deuda eterna con este enorme artista.

Así son las cosas… y así te las hemos contado. Taj Mahal – Taj Mahal Posted by javisuarezadmin on 3 marzo, 2012

Se iniciaba en 1967, una maravillosa aventura que tuvo como protagonista al multi- instrumentista estadounidense Taj Mahal, pseudónimo de Henry Saint Clair Fredericks y que irrumpe de manera impactante en la escena musical americana con este primer álbum homónimo, aportando un estilo prácticamente único, mezclando Blues, Rock, Góspel, Country, Funk, Cydeco, Calypso, Reggae, y música Agro-rural.

Taj Mahal nació en el barrio de Harlem, (Nueva York), y desde la adolescencia comenzó a tocar la guitarra y un notable número de instrumentos. Posee una voz inconfundible y es considerado uno de los más frescos y renovadores bluesman de la historia, dada su condición multirracial, (era hijo de jamaicano pianista de Jazz y madre afroamericana cantante de Góspel); bebió de dicho mestizaje, y se especializó en el uso del banjo, (denostado por los puristas del blues, puesto que éste era más usado por blancos y la música country, cosa que a Taj no le importaba) de la armónica, guitarras, mandolina, piano, órgano, y bajo. Se traslada a Santa Mónica en California a mediados de los sesenta, junto a una magistral banda para éste primer clásico en su discografía, que incluía célebres nombres, aún muy jóvenes y que a lo largo del tiempo demostrarían su valía en sucesivas ocasiones, como es el caso de Ry Cooder, creador de bandas sonoras inolvidables para el cine y un referente a la “Slide”, el indio Jessie Ed Davis, recordados por sus legendarias colaboraciones y por ser extraordinarios músicos de sesión, acompañados por James Thomas y Gary Gilmore al bajo, Sanford Konikoff y Chuck Blackwell a la batería y Bill Boatman a la guitarra rítmica.

El disco consta de ocho temas, la mayoría muy conocidos, comenzando por el “Leaving Trunk” en el que saca un gran partido a su armónica, con “Statesboro Blues”,” Checkin´Up on my Baby”, continúan dándonos muestras del enorme potencial de la banda. El versionadísimo “Dust My Broom”, una de nuestras preferidas, “Diving Duck Blues” y una extensa “The Celebrated Walkin´Blues”, de más de ocho minutos, en donde se ejecuta un blues de raíces, arraigado y profundo. En todos los temas se pueden disfrutar los diferentes estilos de tocar la guitarra, que aportan un gran colorido y llenan esta obra.

Fue editado en 1968, cuando la música blues no atravesaba su mejor momento y las compañías eran reacias al viejo blues. Este álbum de composiciones, en su mayoría de los años treinta y cuarenta, fueron escritas por históricos como: Sleepy John Estes, Willie McTell, Sonny Boy Williamson, Robert Johnson, que dieron una vuelta a éste genero junto a Taj Mahal, que con su archiconocida “E Z Rider”, se convirtió en uno de los grandes misioneros y visionarios del blues. La curiosa portada del disco, sentado en una silla y tocando su dobro delante de una mansión victoriana en Los Ángeles, rodeado de todo tipo de aves y mariposas, vestido como Sheriff es simplemente genial, y como decía en una entrevista reciente: “En primer lugar soy africano; en segundo, un jamaicano negro, y sólo en tercer lugar, un americano negro“, siendo esta, una de sus frases favoritas.

El blues tiene un innovador y creativo embajador, su nombre es Taj Mahal.

Crosby, Stills, Nash & Young – 4 Way Street Posted by Ruben.Borrajo on 6 marzo, 2012 Uno de los episodios más célebres de la historia musical contemporánea lo escribieron y con letras mayúsculas, el cuarteto integrado por los reyes del folk-rock: , , y Neil Young; aquellos que con su legendario álbum en directo “4 Way Street”, publicado en 1971, le otorgaron banda sonora a nuestras vidas, dejando su nombre inscrito en las primeras páginas de este arte denominado rock and roll.

Esta obra debió de ser un sueño, para una película que quizás se realizó en el cielo, iluminando con bellas armonías vocales y perfectas melodías de guitarras acústicas, los escenarios del Fillmore East de Nueva York, el Auditorium de Chicago y el Forum de Los Ángeles, aquel inolvidable verano de 1970. Pero este “4 Way Street” es mucho más que un disco, lo podemos considerar como la crónica de una época en la que la agitación social, la división de la guerra del Vietnam, los disturbios raciales, las protestas en cientos de universidades, sumado a tiempos difíciles y políticamente cargados, eran factores que predominaban en el día a día de la sociedad. Y este memorable cuarteto, con sus incisivas letras como única arma, envió un mensaje de paz y libertad a toda una generación.

La primera parte acústica de este directo, contiene clásicos como “Chicago / We Can ” (nosotros podemos cambiar el mundo), la maestría de “Cowgirl In The Sand”, perteneciente a Neil Young, e incluido en su álbum de 1969 “Everybody Knows This Is Nowhere”, el exitoso hit de Stephen Stills, “Love the one You’re with”, la emotividad reflejada en la balada “Right Between the Eyes”, el histórico “Teach Your Children” de Graham Nash, es una pieza que procede de una etapa anterior de Nash en el grupo británico “The Hollies”. Anteriormente se publicaba en otro extraordinario trabajo de CSNY como fue el “Deja Vu” de 1970.

Uno de los momentos más especiales del concierto se produce durante la interpretación de “49 Bye-Byes- America’s Children”. A mitad de tema, y entre los aplausos de un público totalmente entregado, entonan al viento aquel maravilloso y pegadizo estribillo de “For what it’s worth”, con él que nos transportan en un nostálgico viaje a un ya lejano 1967, recordando a la banda , de la que Neil Young y Stephen Stills fueron integrantes. La electrizante segunda parte, ya con el batería Johnny Barbata y Calvin “Fuzzy” Samuels al bajo, consta de clásicos como “Souther Man”, tema inmortal e imperecedero, que lleva el sello característico e inconfundible de un músico colosal llamado Neil Young, “Ohio”, es…simplemente genial, los infinitos catorce minutos de “Carry On”… nunca quieres que lleguen a su fin. Y para finalizar, la sutileza de “Find the Cost of Freedom”.

Una vez que concluyó la producción de este “4 Way Street”, Crossby, Stills, Nash & Young, decidieron disolver el grupo, pero no se fueron sin antes dejarnos esta joya de incalculable valor, revelándonos la música de una época, que sigue y seguirá, resonando eternamente en este nuevo milenio. Hendrix- (Polydor 1970) Posted by javisuarezadmin on 10 marzo, 2012 Considerado el mejor guitarrista de todos los tiempos, este mito e icono del rock por antonomasia, llamado James Marshall Hendrix, se embarcaría en una nueva aventura, después de deshacer “The Jimi Hendrix Experience”, crea una nueva banda, denominada “Gypsy Sun and Rainbows”, de muy poco tiempo de duración y recordada por su estelar participación en el legendario concierto de Woodstock en agosto de 1969. Cuatro meses después pasó a formar la “Band of Gypsys”, manteniendo a al bajo e incorporando al excelente baterista Buddy Miles.

Chas Chandler, el bajista de uno de los grupos más memorables de mediados de los sesenta, “The Animals”, junto a Eric Burdon, fueron los descubridores de Jimi Hendrix. En 1967 le proponen actuar en la vieja Inglaterra, creando un impacto absoluto y dejando estupefacto al público de todas las salas en dónde tenían lugar sus fantásticos conciertos. Siendo productor de los dos primeros álbumes de Hendrix, como en la grabación del maravilloso “”, dejó de producirle, dado los numerosos desencuentros y abusos, puesto que Chandler tenía una orientación musical mucho más pop y comercial. Por el contrario, Jimi Hendrix mostraba sus inquietudes y una visión profunda del rock and roll más allá de lo convencional, experimentado continuamente, mostrándonos su libertad y dejando salir el animal salvaje que llevaba dentro. Sin despreciar en absoluto sus tres iniciales obras maestras de la era del rock, éste” Band of Gypsys”, bajo la producción del propio Jimi, se presentó en directo el treinta y uno de diciembre de 1969 y el uno de enero de 1970, en el Fillmore East de Nueva York. Fueron un total de cuatro shows, de los cuales seis temas, son elegidos de la actuación que tuvo lugar el uno enero del 70, todos ellos de nueva factura, vislumbrando así una entrada prometedora para una nueva década y para una época de grandes cambios.

Con unos arreglos vibrantes, un sonido magnífico y una mezcla de Rock-Soul-Funk, el disco comienza en la cara A con “Who Knows”, más de nueve minutos que nunca quieres que lleguen a su fin…, y con una batería espectacular a cargo de Buddy Miles, interactuando a dos voces, para pasar a la soberbia “Machine Gun”, con cierta inclinación a la guerra, realizando unos solos espectaculares y emulando sonidos de armas, helicópteros etc… Siendo uno de los temas más ácidos del rock y basándose desafortunadamente, en lo peor que el ser humano puede llegar a hacer.

La cara B arranca con el tema de cabecera de Buddy Miles: “Changes”, compuesta por él y llegando a ser co- protagonista de la formación. “Power of Soul” y “Message to love”, son dos ejemplos de la fuerza de la banda con un Hendrix espléndido, usando junto a su Fender Stratocaster una técnica increíble en el uso de los pedales Fuzz- Face, Wah-Wah pedal, Unio-vibe and Octavia. Y para finalizar “We Gotta Live Together”, otra muestra más de la complicidad inusual de Jimi, Buddy y el bajista Billy Cox, todos ellos extraordinarios. En 1999 se editaría un doble CD, “Live at Fillmore East”, bajo la autorización de su familia, y con mucho más material en dónde se puede disfrutar todavía más de este genio de la música, zurdo universal y maestro de la guitarra eléctrica que pocos meses después nos dejaría huérfanos de su fantasía y especial talento a los 27 años, aquel maldito 18 de septiembre de 1970.

Derek and The Dominos – In Concert Posted by Ruben.Borrajo on 14 marzo, 2012 A este género musical denominado blues lo cubre un aura mística, posee una cierta capacidad innata, que es capaz de atrapar a cualquier banda entre su maravillosa estructura de sencillos compases, y si le sumamos la potencia y energía que desprende el rock and roll, el resultado que se obtiene es “In Concert”, un inolvidable doble álbum en directo de blues-rock, de esos que perduran para siempre en la memoria y que permanece inalterable al paso del tiempo.

Con alma de blues y corazón de rock and roll, se presentaban los legendarios Derek and The Dominos de Eric Clapton, en ese santuario del rock llamado Fillmore East de Nueva York, aquellas célebres noches del 23 y 24 de Octubre de 1970. Iniciaban la primera parte de este recital con “Why Does Love Got To Be So Sad”, y “Got To Get Better In A Little While’, conteniendo ambas unos impresionantes pasajes instrumentales, continúan con el increíble “Let It Rain”, a sus infinitos diecisiete minutos de duración los envuelve una atmosfera hipnótica, con un Clapton… sin palabras, hasta llegar a uno de los puntos culminantes con “Presence Of The Lord”, clásico entre clásicos con el que rememoran épocas gloriosas, de una formación histórica como fue Blind Faith, de la que Eric Clapton, Stevie Winwood y Ginger Baker fueron protagonistas principales, a finales de la década de los sesenta.

La segunda parte abre con “Tell The Truth”, tema que inmortalizó el virtuoso maestro de la “Slide Guitar”, Duane Allman, que prestaba su guitarra en el único álbum de los Dominos: “Layla and Other Assorted Love Songs “, seguían con “”, y “Roll It Over”, para finalizar con el poderoso “”.

Este disco fue grabado en 1970, durante una gira que el grupo realizó por los Estados Unidos de América. Originalmente fue publicado en 1973, y en rediciones posteriores como la de 1994 titulada “Live At The Fillmore”, incluían temas extra como la versión del “Little Wing” de Jimi Hendrix, “Nobody Knows You When You’re Down And Out”, o “Key To The Highway” entre otros. La travesía de los Derek and The Dominos por la música sería breve, el infortunio y la tragedia persiguieron a varios de sus integrantes durante años, al batería Jim Gordon se le diagnosticaron severos problemas mentales, el bajista Carl Radle falleció víctima del alcohol y las drogas, y Eric Clapton estaba sumido en una fuerte adicción a la heroína, de la que afortunadamente consiguió salir. El ex-componente Duane Allman, que solamente participó en el primer álbum de esta formación, “Layla and Other Assorted Love Songs “, muere en un fatídico accidente automovilístico a los 24 años de edad. Poco después disolvieron el grupo, pero no se fueron sin antes dejarnos esta obra, que sirvió para iluminar una vez más, el firmamento del rock and roll.

Eric Clapton (guitarra, voz), Bobby Whitlock (teclados, voz, guitarra acústica), Carl Radle (bajo), y Jim Gordon (batería, piano).

“Este artículo se lo dedico a Victoria, a la que doy infinitas gracias por trece años de especial paciencia y comprensión, y sobre todo de mucho rock and roll” Otis Rush – Mourning In The Morning (Cotillion 1969) Posted by javisuarezadmin on 17 marzo, 2012

La carrera musical de Otis Rush se inicia a finales de los cincuenta, grabando algunos singles de cierto éxito en el sello Cobra Records, en el que comienzan a despuntar bluesman de la talla de Buddy Guy o Magic Sam. Jóvenes talentos que dieron aire fresco al blues de Chicago llegando a crear lo que se denominó “West Side Sound”. En esta época y aunque fuese un sello muy pequeño se forjó una etapa crucial para el blues de Chicago con la inestimable ayuda de Willie Dixon.

Durante los años sesenta, Otis Rush continuaba trabajando y grabando singles para casas como la Chess, actuando por todos los Estados Unidos, dando muestras de la impresionante calidad que poseía, e influenciando a jóvenes músicos como Eric Clapton, Mike Bloomfield y más adelante al mismísimo Stevie Ray Vaughan. A principios de los sesenta, saldría a la luz un álbum en el que se escogieron algunos singles para publicarlos posteriormente en 1969, no juntos, si no de forma individual, grabados en la Chess, temas de Albert King y de Otis Rush que se unieron en un disco que se llamó “Door To Door” en el que se dio la curiosidad de que eran los dos zurdos. No sería hasta el año 1969 cuando verdaderamente Otis Rush publica lo que sería su primer álbum en solitario para el sello Cotillion Records (filial de Atlantic), bajo la producción de Mike Bloomfield y Nick Gravenites, y realizado en el Fame Recording Studios, con sede en la ciudad de Muscle Shoals (Alabama). Acompañado por una legendaria formación de músicos de sesión llamada “Muscle Shoals Rythman Sección”, en la que destacaba un impresionante elenco de extraordinarios instrumentistas, con una sección de vientos increíble y componentes de una calidad sin igual, como el guitarrista de blues Jimmy Johnson, el baterista , o los teclados de Barry Becket, más adelante creaban debido a su éxito y a sus antológicas actuaciones al lado de otras célebres estrellas del momento, la “Muscle Shoals Sounds”. “Mourning in the Morning” incluye once temas, como el clásico “Feel So Bad” de Chuck Willis, o composiciones propias como la tantas veces versionada “It Takes Time”, la mayor parte pertenecen al tándem formado por Mike Bloomfield y Nick Gravenites. Algunos son de corte claramente Soul como “Me”, “Working Man”, “Cant´t Wait No Longer” o “Baby, I Love You”. Con “Gambler´s Blues” y “Reap What You Sow” nos transmite la esencia del blues auténtico en estado puro, dando muestra de las joyas que contiene éste clásico que para mayor sorpresa, cuenta con la colaboración estelar del virtuoso guitarrista Duane Allman. Otis Rush es uno de los más admirados dentro y fuera de la familia del blues, tanto en América como en el Reino Unido, trabajador incansable que hizo a este género musical un poco más grande. Posee una magnífica voz y es un guitarrista peculiar en su condición de zurdo, y simplemente por dejarnos para la posteridad sus dos temas magistrales que fueron “All Your Love” y “I Can´t Quit You, Baby”, tendrá siempre nuestro más profundo respeto.

Aaron Varnell y Joe Arnold: saxo tenor. Ronald Eades: saxo barítono, Gene “Bowlegs” Miller: trompeta, Jimmy Johnson y Duane Allman: guitarras. Gerry Jemmont: bajo, y Mark Naftalin: teclados. Roger Hawkins: batería.

Festival Express 1970 Posted by Ruben.Borrajo on 21 marzo, 2012

Durante el verano de 1970, algunas de las mejores bandas de rock and roll de la época toman un ferrocarril para emprender un inolvidable viaje musical que cruzaba diversos estados de Canadá. Cuando el tren se puso en marcha, se le llamó Festival Express.

A bordo, se encontraba una legendaria lista de pasajeros: The Band, , , Buddy Guy Blues Band o Delaney & Bonnie & Friends, junto a otros que les acompañarían en sus actuaciones como Ian & Sylvia and Great Speckled Bird Band, The Flying Burrito Brothers, Mashmakhan y Sha Na Na. Con el mismo espíritu que en Woodstock’ 69, presentaban “Festival Express” estas fantásticas formaciones de rock. A lo largo de cinco días, vivieron, durmieron y ofrecieron conciertos, incluso en el interior del ferrocarril. También harían otras muchas cosas… en el tren de los excesos reinaba desafortunadamente, el alcohol, las drogas, y abundaba el LSD. Se detendrían en diferentes ciudades, como Toronto, Winnipeg, Calgary, y Vancouver, realizando en cada parada un concierto. Nunca llegarían a su destino en Vancouver, era imposible…

Se iniciaba este documental musical, entre anécdotas y entrevistas a sus participantes, que hacen su primer alto en el camino en Toronto. Y la misión de abrir el festival corría a cargo de los Grateful Dead, del descendiente de gallegos Jerry García, interpretando una pegadiza “Don’t Ease Me In”, todo esto, en medio de un ambiente muy tenso y de un público exaltado, que consideraba abusivo el precio de dieciséis dólares por acceder al festival.

Para calmar los ánimos, Jerry Garcia y sus Grateful Dead, cogieron sus equipos de sonido y ofrecieron un concierto gratuito en un parque cercano llamado Coronation Park. Seguidamente le tocaba el turno a The Band con “Slippin’ And Slidin’” con un Robbie Robertson, sencillamente espectacular… Se embarcaban de nuevo, hacia la siguiente ciudad, y podremos observar un mini-concierto dentro del tren con Jerry Garcia tocando “Better Take Jesus’ Hand”. Y ya en Winnipeg, la genial actuación de Buddy Guy y su incombustible banda de blues con “Money”… sin palabras, los Flying Burrito Brothers dan buena muestra de su excelente country-rock con “Lazy Day”. Nuevamente, The Band, nos regala ese célebre tema, “The Weight”, y al que podemos considerar como patrimonio de la humanidad.

Cae la noche, y uno de los momentos más especiales de la historia del rock and roll, se produjo durante la actuación estelar de Janis Joplin, que nos dejó la interpretación de su magistral “Cry Baby” para la posteridad, iluminando una vez más el firmamento del rock. Desgraciadamente, su inigualable y potente voz, se apagaba para siempre tres meses después. Y este “Festival Express”, es uno de los mejores documentos visuales en dónde mejor podemos captar y apreciar a esta eterna cantante del blues y rock.

(Con dirección a la siguiente ciudad, realizan un STOP para comprar bebidas…)

En Calgary, hubo espacio para la diversión a cargo del grupo Sha Na Na, que también tuvo su papel en Woodstock’69, realizando un simpático , con unas coreografías algo caóticas… Seguían los Grateful Dead, con “New Speedway Boogie“, que posee una excelente jam. Continuaba Ian & Sylvia & The Great Speckled Bird, y The Band con su emotivo “I Shall Be Released”. Y para poner el punto y final, otra vez Janis Joplin, increíble, con su potente “Tell Mama”, nos transmite toda la fuerza y energía que desprende el rock and roll. Y así se despedía este festival, filmación transcendental del universo musical, que permaneció oculta en el garaje de uno de sus productores varias décadas. Treinta y tres años después, rescatarían del olvido esta importante parte en la historia del rock and roll, teniendo su estreno mundial en el Festival de Cine Internacional de Toronto en 2003.

Financieramente fue un completo desastre… como la vida misma…

Jeff Beck Group – Truth (Epic 1968) Posted by javisuarezadmin on 26 marzo, 2012 Sustituto de Eric Clapton en los Yardbirds, esta legendaria banda se convierte en un nido de guitarras por dónde pasaron el propio Eric, Jeff Beck y Jimmy Page. Ha sido un grupo fundamental de la que se llamó “Invasión Británica” a principios y mediados de los sesenta, y como curiosidad, llegaron a salir en el film del director italiano Michelangelo Antonioni “Blow Up”, interpretando un tema junto a un jovencísimo Jimmy Page en un famoso club de Londres en 1966. Poco después abandonaría este grupo esencial en la historia del rock para formar la “Jeff Beck Group” en 1967. La formación de esta banda, bajo la producción de Mickie Most (que ya había apadrinado a grupos como The Animals o Donovan), sirvió para conocer y presentar a músicos de sobra conocidos por todos nosotros, artistas de la talla de , Ron Wood, Mick Waller, y ayudantes de lujo como John Paul Jones o el excelente pianista .

“Truth” fue el álbum debut de la banda. Comienza en su cara A con una versión del “Shapes Of Things” de los Yardbirds, mucho más orientada al rock duro, con toques psicodélicos, dándonos una idea de lo que se avecina. “Let Me Love You”, es uno de los temas antológicos del disco, en dónde se puede disfrutar de las primeras veces que interactúan en la historia del rock la gran voz bluesera de Rod Stewart con la guitarra de Jeff Beck, con un sobresaliente Ron Wood al bajo y Mick Waller a la batería. “Morning Dew” es otra muestra más de la extraordinaria sincronía de la banda en plena evolución, con unas singulares gaitas añadidas al principio y al final. En el clásico compuesto por Willie Dixon “You Shook Me”, ejecutan un blues rudo, con el piano de un Nicky Hopkins soberbio. Y Para finalizar, el estándar “Old Man River”, vieja canción de los años veinte interpretada especialmente por Rod, tocando Jeff el bajo y John Paul Jones el órgano. La cara B arranca con una suave, acústica y tranquilizadora “Greensleeves” para pasar a un duro “ Rock My Plimsoul “ , seguidamente, uno de los más populares en la carrera de Jeff, el “Beck´s Bolero”, maravillosa canción que bajo la influencia de “Bolero”, de Maurice Ravel concibe un tema sin precedentes en la historia de la música Rock, y como sorpresa, colaborando con él Jimmy Page, creador del tema y que usa una guitarra de doce cuerdas, Keith Moon de los Who a la batería, y John Paul Jones al bajo junto a Nicky Hopkins. “Blues de Luxe” nos lleva al blues más puro, esta vez en una grabación en directo y de larga duración que incluye el álbum, y para terminar con el apoteósico “I Ain´t Superstitious” del bluesman Howlin’ Wolf.

En el año 2006 sale una edición remasterizada con siete temas extra, alguno que no se publicó en su día y temas repetidos alternativos junto algunos singles anteriores.

La primera “The Jeff Group” se deshizo en 1969, después de una gira americana y de su segundo, último y glorioso álbum “Beck-Ola”, poco antes del concierto de Woodstook’69 perdiendo así la oportunidad única de colocarse en lo más alto, siendo uno de los precursores del sonido Hard-Rock y allanando el camino para los históricos “”. Varios de los integrantes principales de la “Jeff Beck Group” siguieron carreras en importantes bandas a lo largo de los años como los “Faces” o “The Rolling Stones”.

Jeff Beck es un visionario del rock, que nunca estuvo encasillado en ningún género en concreto, y que después de una dilatada carrera sigue siendo un guitarrista peculiar, único e irrepetible… ¿Verdad?

J. Geils Band – “Live” Full House Posted by Ruben.Borrajo on 30 marzo, 2012

Por el amplio panorama del rock and roll fluyen directos colosales, antológicos y algunos de ellos incluso los podemos llegar a considerar históricos, dependiendo las circunstancias o acontecimientos que tienen lugar en cada momento. Y sin dudarlo ni un instante, uno de los más arrolladores, poderosos y explosivos se llama “Live” Full House, perteneciente a la formación norteamericana J. Geils Band, que nos obsequió con este memorable álbum para el uso y disfrute de la comunidad rock en aquel ya lejano 1972.

Originarios de Boston, la J. Geils Band funciona en conjunto como una máquina perfectamente engrasada, en la que rara vez falla una pieza, en la que todos aportan, en la que cualquiera puede ser decisivo y en la que todos y cada uno de sus integrantes son importantes. Y estas piezas inolvidables, que nos dejaron este espectacular Live, fueron: Peter Wolf (voz), Stephen Bladd (batería), el incomparable armónica y uno de los protagonistas del disco, Magic Dick, J. Geils (guitarra), Seth Justman (teclados, voz) y Danny Klein (Bajo). Esta obra musical, tercera de su discografía, que nos brinda la J. Geils Band consta de ocho temas, en su mayor parte acertadísimas versiones que realizaron como el “Homework” del bluesman Otis Rush, “It Serves You Right to Suffer” de John Lee Hooker, o el “First I Look at the Purse” de Smokey Robinson. Con una duración de aproximadamente cuarenta minutos, se hacen cortos, pero que llegan a ser lo suficientemente intensos como para reflejar toda la fuerza, potencia y energía que desprende el rock and roll en su estado más puro.

Iniciaban con las anteriormente citadas y trepidantes “First I Look at the Purse”, y Homework”, continúan con “Pack Fair and Square”, marcada por la sensacional armónica de Dick, llegan a la apoteósica e instrumental “Whammer Jammer”, en la que una vez más, ese mago llamado Magic Dick te hipnotiza, haciendo gala de un virtuosismo incontestable, regalándonos uno de los mejores solos de armónica a un ritmo frenético, que quedará para la posteridad. Te absorberán rápidamente, con el poderoso Hard Drivin’ Man, y el aire blues de “Serves You Right to Suffer”, para finalizar con la pura dinamita de “Cruisin’ for a Love” y “Lookin for a Love”.

La curiosa portada del disco, en la que la reina de corazones parece guiñar un ojo, es la nota divertida y anecdótica de este formidable álbum, todavía nos estamos preguntando porqué…

La J. Geils Band, bebió de diferentes géneros musicales como el Soul, el Blues y Rhythm and blues, y con este “Live” Full House, elevaron todavía más al rock a la categoría de arte.

Que Dios os bendiga… ¡¡¡Peligro, Rock And Roll!!! Frank Zappa and the Mothers – Over- nite Sensation (Reprise 1973) Posted by javisuarezadmin on 3 abril, 2012

En 1973 Frank Zappa, ya con una dilatada carrera a sus espaldas decide recuperar a sus Mothers para la grabación de esta obra crucial en su discografía. “” fue la banda de Los Ángeles donde Frank ingresó a mediados de los sesenta, haciéndose rápidamente con el liderazgo y publicando discos sin parar. “Freak Out” (1966), es el primer álbum que graban juntos, un disco sin precedentes en la historia del rock, de variados estilos y siendo el primer doble álbum de la historia, con temas tan recordados como el “Trouble Every Day”, habitual en buena parte sus inolvidables conciertos en directo a lo largo de su trayectoria.

Tras infinidad de cambios durante los sesenta y principios de los setenta, una serie de discos fundamentales y el interminable desfilar de músicos de una intachable calidad, los “Mothers” para la grabación de este “Over-nite Sensation”, contaron con un elenco de reputados instrumentistas afines a Frank Zappa, con los que le gustaba tocar. Compuesto por siete cortes, con letras hilarantes en tono humorístico tratando temas como el sexo y la crítica social del momento, contiene algunas de las canciones más recordadas como “Camarillo Brillo”, un tema tranquilo e incluso triste pero muy bello, “Dirty Love”, otro gran clásico del álbum, “Fifty-Fifty” con el antológico solo de Ponty al violín, “Montana” una de nuestras preferidas y sobre todo por su final, “Zomby Woof” con un excelente punteo de Zappa a la guitarra. El resto son “Dinah-Moe Humm”, “Eat That question” y “I´m The Slime” otra soberbia canción que posee un apoteósico “solo” en su terminación. Con buenas secciones de vientos, utilizando trombones, clarinetes, trompetas y saxos que iban a cargo de músicos muy versátiles como Sal Márquez, Ian Underwood y Bruce Fowler, una buena percusión de la mano de Ruth Underwood, maravillosa también al vibráfono, unos teclados soberbios de un inspirado George Duke y una estrella invitada de altura, el increíble violinista Jean – Luc Ponty, nos transmiten una vistosidad musical diferente y única en el mundo del Rock. La base rítmica perfecta, a cargo de Ralph Humphrey a la batería y Tom Fowler al bajo, el coro de Ike and Tina Turner llamado las Ikettes, (que como curiosidad no figura en los créditos) y dos vocalistas Rick Lancelotti, (que como Zappa decía en “The Lost Episodes”: tenía una cinta que imitaba cien voces de dibujos animados en sesenta segundos) y Kim Vassy, interpretando algunas de las canciones del disco y como no, el virtuosismo a la guitarra del propio Frank Zappa, junto a su profunda y característica voz, que después de un desafortunado accidente en el escenario, perdió varios tonos por una lesión en su laringe, son el resto de estos “Mothers”, que podían representar de una manera monumental fases orquestales, jazz o incluso un estilo Funky reflejados en algunos cortes de este legendario álbum. La impresionante portada del disco fue diseño de un habitual Cal Shenkel, con unas ilustraciones fantásticas por parte de David McMacken, en dónde recrea una habitación desordenada llena de restos, sucia y como si fuera un cuadro de época, con una curiosísima moldura y un amplio abanico de interesantes detalles por descubrir.

Describir la música de un genio de esta magnitud dentro de la imaginería rock resulta tremendamente difícil, puesto que la extensísima obra de este polifacético artista, compositor, guitarrista, productor e incluso director de cine y de videoclips, dio, da y dará multitud de puntos de vista diferentes.

Frank Zappa es a la música lo que Salvador Dalí fue a la pintura, aparte de ser un profeta y uno de los iconos más representativos en el universo del Rock. – Made In Japan Posted by Ruben.Borrajo on 7 abril, 2012

En la tierra del sol naciente, se presentaba la legendaria formación Deep Purple en aquel lejano 1972, iluminando con un intenso y penetrante color púrpura los escenarios de los auditorios Budokan de Tokio y el Koseinenkin Kaikan de Osaka, las noches del 15 al 17 de agosto, dejándonos uno de los directos más imprescindibles y apoteósicos que ha visto nacer la historia del rock… se le llamó “Made In Japan”.

Ya han pasado cuatro décadas desde su publicación y su sonido de absoluta gloria continúa como el primer día, eterno, inmortal e inalterable al paso del tiempo. Pero “Made In Japan” significó mucho más que un disco, con él los Deep Purple, pioneros del hard rock y el metal, abrirían las puertas a un mercado musical japonés por aquel entonces desconocido, influenciando a otras bandas a registrar sus actuaciones en este país y marcando un antes y un después entre los discos grabados en directo. Salió a la luz en 1973 y rápidamente se colocó en los primeros puestos de las listas musicales de la época, convirtiéndose en su mayor éxito comercial y se etiquetó más que merecidamente, como el mayor hit de su carrera y uno de los más vendidos dentro del universo del rock. Todo esto, siendo el primer Live de su discografía. Una buena parte de los temas que componen “Made In Japan”, proceden de su anterior álbum “Machine Head” de 1972. La extraordinaria calidad que poseen sus integrantes es innegable, cuando canta, Ian Gillan se desgarra hasta sangrar, el monumental guitarrista Ritchie Blackmore, siempre tendrá un lugar privilegiado en el olimpo del rock, y se situará perpetuo, junto a otros genios de este género. Y como no, el tam tam que lo golpea todo, un Ian Paice inconmensurable a la batería, acompañado de un soberbio Jon Lord al teclado, y el bajista Roger Glover, le dieron forma a esta obra, perfecta de principio a fin.

Iniciaban el show con el explosivo y trepidante “Highway Star”, con un Ritchie Blackmore como protagonista, realizando unos “solos” marca de la casa. Seguían con la magia de “Child In Time”, para llegar al que no necesita presentación, clásico entre clásicos y que se le puede considerar patrimonio de la humanidad: “Smoke On The Water”. Este popular tema, narra lo sucedido al grupo en un incendio que arrasó el casino de Monteux en Suiza, mientras asistían a un concierto del genial Frank Zappa and The Mother of Inventions, formación de la que Deep Purple eran fans incondicionales.

El infinito solo de batería de “The Mule”, quedará para la posteridad, los riffs memorables y sin palabras predominan en “Strange King Of Woman” y “Lazy”, para terminar con los fantásticos diecinueve minutos de “Space Truckin’, llena de improvisaciones y que por momentos le otorgan un cierto “aire espacial”. En 1993 saldría una nueva edición de este disco en formato triple titulada “Live In Japan”, que obtuvo nuevamente un enorme éxito de ventas. Finalizaban esta aventura en el remoto país nipón, en medio de una atmósfera increíble y ejerciendo una cierta catarsis colectiva sobre el difícil público japonés, pero no se fueron sin antes dejarnos esta joya de incalculable valor, dando a entender de que la música supera todas las barreras posibles y como no, la del idioma también.

Solamente hay que sentarse, escuchar y aplaudir.

Como dato anecdótico, en la película española “Lobo” de 2004, dirigida por Miguel Courtois y protagonizada por Eduardo Noriega, en el comienzo del film se puede escuchar “Highway Star”, otro de los grandes clásicos de Deep Purple.

John Mayall – Moving On (1973 Polydor) Posted by javisuarezadmin on 10 abril, 2012

A finales de 1971, John Mayall graba en directo en las ciudades de Boston y New York el imprescindible “Jazz-Blues Fusión”, una nueva fórmula en la carrera de este pilar fundamental en la historia del rock y el blues británico. Como el título indica, este álbum es una fantástica mezcla de blues y jazz con John a la cabeza, que acompañado por reputados músicos de jazz, obtienen como resultado una auténtica obra de culto dentro de diversos estilos como blues, jazz y rock. Pocos meses después y tras la espectacular acogida del anterior álbum, decide darle continuidad con la misma fórmula y mejorando notablemente la banda, aumentando la sección de viento con alguna que otra novedad.

Grabado en directo en el “Whiskey A Go Go” de Los Ángeles el 10 de julio de 1972, contó con la ayuda de Eddie Kramer y de Wally Heider´s, un ingeniero histórico, especialista en “grabaciones remotas” y en eventos multitudinarios, así como un importante fundador de los estudios “Mobile Recording Trucks” por los que pasaron monumentales bandas del denominado “San Francisco Sound”, como la Creedence, Grateful Dead, Crossby Stills, Nash & Young o , siendo estos dos expertos musicales el secreto de este magnífico “Moving On”. Para el show, Mayall incorporó nuevas caras, como Ernie Watts al saxo tenor, Fred Jackson al saxo barítono y tenor, Charles Owens a la flauta, Victor Gaskin al contrabajo y el excelente baterista , antiguo colaborador de John en anteriores álbumes. El resto de los componentes fueron el guitarrista Freddie Robinson, la trompeta de Blue Mitchell, Larry Taylor al bajo y el apoteósico Clifford Salomon al saxo tenor, casi todos ellos virtuosos talentos americanos en el mundo del jazz, en algunos casos colaborando tanto con los más grandes del panorama musical del momento o triunfando en solitario. John Mayall aporta toda su veteranía en su condición de multi-instrumentista, apoyando a la banda con su inmortal armónica, los teclados, una voz suave y sobre todo por la autoría de las composiciones.

Incluye nueve temas y tras la breve presentación del humorista, músico y showman Bill Cosby como dato anecdótico, comienza este “Live” con “Worried Mind”, que posee unos solos abrumadores e improvisaciones geniales que ya nos preparan para el resto del álbum. En “Christmas 71” se puede disfrutar de una balada con un solo maravilloso de flauta. “Red Sky” y “Reasons” son de marcado estilo blues. Otros como “Things Go Wrong”, Keep Our Country Green” o “Do It” son absolutamente espléndidos, en los que hacen gala de unas jams e improvisaciones espectaculares, dando muestras de una complicidad musical inusual. Concluía este inolvidable concierto y pasan a ser admirados por la clase, la libertad y creatividad con la que ejecutaron el álbum. En el año 2010 se edita por primera vez esta joya en formato cd tal y como se creó, con un sonido más que aceptable por el sello Lemon. Y como figura en la parte posterior del disco en palabras de John Mayall: “En poco tiempo el escenario estaba lleno de músicos e instrumentos, el público respondió efusivamente, Eddie Kramer pulsó el botón rojo de grabación en marcha y nosotros entramos en acción”

Edgar Winter’s & White Trash – Roadwork Posted by Ruben.Borrajo on 13 abril, 2012 Como una potente inyección de adrenalina se introduce directamente en tu corazón este “Roadwork”, colosal directo de 1972 y no apto para cardíacos, cortesía del reconocido instrumentalista Edgar Winter y su incombustible banda White Trash.

A Edgar Winter y a sus White Trash parece que le hayan diagnosticado una inusual enfermedad para la que no hay remedio ni cura posible… su nombre es rock and roll. Esta les produce una adicción tan fuerte, que su único tratamiento es subirse a un escenario, hacer gala de una creatividad musical sin límite y dejarnos un monumental álbum que se incluirá en las primeras páginas de la biblia del rock. Pero este magnífico disco no se podría entender sin el respaldo de su fantástica formación, compuesta por la enérgica voz de Jerry LaCroix y Jon Smith (voz, coros y saxofón), el excelente guitarrista Rick Derringer, Randy Jo Hobbs al bajo, Marshall Cyr, Mike McClellan, Tilly Lawrence (trompetas) y Bobby Ramirez a la batería. Y como factor sorpresa, contó con la colaboración estelar del hermano de Edgar, el legendario bluesman tejano Johnny Winter. Todos ellos, lograron realizar una perfecta combinación en la que mezclaron magistralmente diversos estilos como soul, funk, blues y rock.

De este amplio abanico de músicos, entre los más conocidos se encontraba el guitarrista Rick Derringer, ex miembro del grupo de rock norteamericano “The Mcoys”, que tuvo cierto éxito en la década de los sesenta gracias a uno de sus temas más recordados el “Hang On Sloopy”.

Producido por Derringer, “Roadwork” fue grabado en el teatro Apollo de Nueva York y en el “Whiskey A Go-Go,” de Los Ángeles. Compuesto por diez temas, algunos de ellos como “I Can’t Turn You Loose”, son acertadísimas versiones pertenecientes a o el “Back In The U.S.A” de Chuck Berry. Iniciaban con unos frenéticos “Save The Planet” y “Jive, Jive, Jive”, pasando por el trepidante “I Can’t Turn You Loose”, hasta llegar a clásicos como “Still Alive and Well” y “Back In The U.S.A”. De momentos especiales rebosa este disco y a “Rock & Roll, Hoochie Koo”, lo marca la soberbia intervención de Johnny Winter, haciendo gala de un virtuosismo de sobra conocido por todos nosotros, cantando y obsequiándonos con unos riffs extraordinarios, solamente a la altura de unos pocos elegidos.

El tema estrella del disco y su punto culminante es sin lugar a dudas el genial, increíble y apoteósico “Tobbaco Road”, propiedad de John D. Loudermilk. Sus infinitos diecisiete minutos de duración brillan con luz propia, cubriéndose de un aura especial, desprendiendo toda la fuerza, potencia y energía que solo el rock sabe transmitir, realizando una brillante exhibición vocal y dando muestra de que por las venas de Edgar Winter y su formación, lo único que corre es un arte que se llama rock and roll. Otros como “Cool Fool”, posee un bello “aire funky”, para finalizar con “Do Yourself a Favour” y “Turn on Your Love Light”.

Concluía esta obra y entraba en los anales del rock de la mano de sus incomparables creadores, unos tipos sencillos, auténticas bestias musicales cuyo hábitat natural es el ¡Live! y que ataviados con su particular vestimenta, sus características barbas y arropados por un innegable talento, fueron capaces de dejarnos uno de los mejores directos de la década de los setenta.

¡¡¡¡ Oooohh Yeeeaahhh Roooock And Rooooooolllll !!!

Martha Vélez- Fiends and Angels – London (1969) Posted by javisuarezadmin on 17 abril, 2012

Aunque parezca increíble, algunos de los mejores álbumes de la historia del rock pasaron desapercibidos para el público y creemos que “Fiends and Angels” pudo ser uno de ellos. Este fantástico y semidesconocido disco de blues-rock posee una rara e inusual atracción, con una mezcla maravillosa de la voz de Martha Vélez y un buen número de los mejores músicos de la Inglaterra del momento, que nos dejaron un irrepetible y excelente trabajo durante la época dorada del rock.

De descendencia Portorriqueña, Martha Carmen Josefina Hernández de Vélez nacida en Nueva York, dio sus primeros pasos desde niña comenzando muy pronto como cantante de ópera y más adelante como integrante de un grupo folk. Pero no sería hasta 1969 cuando grabaría este espléndido álbum, respaldada por un virtuoso elenco de músicos británicos en su mayoría tan conocidos como: Eric Clapton, Jack Bruce, Brian Auger, Mich Mitchell, Jim Capaldi, Chris Wood, , Christine McVie, Spit James o Paul Kossoff. Y así hasta un total de veintidós componentes que provenían de legendarias bandas como Blind Faith, Traffic, , Keff Hartley Band, Free o como el caso del inolvidable , baterista de Jimi Hendrix. “Fiends and Angels” cuenta con once temas sin el más mínimo desperdicio, repleto de clásicos del blues como “I´m Gonna Leave You”, “A Fool For You” de Ray Charles, “In My Girlish Days”, “Feel So Bad” o el popular “Let The Good Times Roll”. Todas ellas de una factura espectacular, algunos incluso duros y oscuros, con cierto aire gótico, pero ejecutados a la perfección y con una voz exuberante que en absoluto pasa inadvertida. Otras joyas que contiene este clásico atemporal son “Tell Mama”, también inmortalizado por Janis Joplin, o el clásico de Bob Dylan “It Takes A Lot Laugh, It Takes A Train To Cry” y que junto a otros compuestos por Martha como “Swamp Man” o “Come Here Sweet Man”, dieron forma a esta espectacular obra denominada “Demonios y Ángeles”.

En una entrevista personal, se dice que el hermano de Martha, Jerry Vélez, un reputado percusionista, conoció a Jimi Hendrix y que en poco tiempo surgiría entre ellos una bonita amistad. En Julio de 1969 y por mediación de Mitch Mitchell, Martha fue invitada a una casa de campo que Hendrix tenía alquilada a las afueras de Woodstock, hicieron las presentaciones y comenzaron a hablar del disco.

Martha comentó que acababa de grabar en Londres con Eric y Jack Bruce. Jimi Hendrix le contestó para su sorpresa que ya lo había escuchado y que le parecía un magnífico álbum, de una manera espontánea le preguntó:¿Te gustaría actuar conmigo en Agosto en el Festival de Woodstock?”, sorprendida le comentó que: “no estaba preparada y que para ella Hendrix estaba en la estratosfera”. Poco después en el glorioso Festival de Woodstock, junto a Jimi Hendrix se puede ver a Jerry Vélez con sus recordados timbales rojo y negro, dando muestra de un virtuosismo incontestable. Esta bella mujer y prolífica artista nos dejó una corta discografía pero un maravilloso álbum, que en 2008 se reditó con acierto por y que casi sin querer, lo convirtió en un disco de culto. ¿Ángel o Demonio?…

Savoy Brown – Looking In Posted by Ruben.Borrajo on 20 abril, 2012 Desde los más recónditos clubes de la noche de Londres, hasta llegar a ser cabeza de cartel en los lugares más prestigiosos del rock como el Fillmore East de Nueva York o el Fillmore West de San Francisco, la formación británica “”, se ganó a pulso un puesto importante dentro de la escena blues-rock de finales de los sesenta y principios de los setenta, dejándonos un auténtico y valioso diamante en bruto denominado “Looking In”.

Presentaban el álbum en 1970 y sexto en su discografía, estos incansables guerreros del blues-rock, que cosecharon gran parte de su fama y éxito en los Estados Unidos, considerándolos un grupo de culto e innovador, influenciando a bandas posteriores con su particular y característica visión musical. En sus inicios y a lo largo de su longeva carrera, los Savoy Brown sufren diversos cambios en sus filas, siendo el excelente guitarrista galés Kim Simmonds su líder carismático, miembro fundador y el único integrante que continúa actualmente en esta agrupación. Simmonds es un músico especial e inusual, un eterno fugitivo que huye de las corrientes musicales comerciales y que camina por un sendero totalmente opuesto a estas. Originalmente se les conocería bajo el nombre de “Savoy Brown Blues Band”. En 1967, fue la banda que acompañó a John Lee Hooker durante una gira que Hooker realizó por el Reino Unido.

Desarrollando un blues con cierto aire tétrico y oscuro, que predomina en varios de los nueve temas que componen este disco, comienza este “Looking In” con los suaves y delicados tonos de “Gipsy”, para continuar con uno de los temas estrella, el clásico “Poor Girl”. En otros como “Money Can’t Save Your Soul”, “Sunday Night” o “Looking In”, podremos sentir la esencia blues rock que invade por completo a los Savoy Brown. Siguen con el genial “Take It Easy”, no te dejaran escapar con los pegadizos ritmos guitarreros de “Sitting An’ Thinking” y “Leavin’ Again”, para finalizar con la épica “Romanoff”.

Y así se despedía Savoy Brown, que entraban en la leyenda musical de la mano de su irrepetible, controvertida y fascinante obra llamada “Looking In”, que fue injustamente subvalorada dentro del mundo del blues-rock y que todavía hoy nos estamos preguntando… ¿Por qué?

Dave Peverett (vocal-guitar) Tony Stevens (bajo) Roger Earl (batería) Kim Simmonds (guitarra piano y producción) The Marshall Tucker Band – Where We All Belong Capricorn (1975) Posted by javisuarezadmin on 24 abril, 2012

La Marshall Tucker, fue la banda que cerró el triángulo de oro dentro del rock sureño junto a las otras dos más representativas del género, The Allman Brothers Band y Lynyrd Skynyrd, teniendo cada una de estas formaciones caminos y orientaciones diferentes, pero tomando como base el sonido y sentimiento sureño como raíz de su música.

El distintivo esencial de la Marshall y el sello único e inconfundible que marcó su obra fue el Country-Rock y la cultura “cowboy”, adoptando cierta actitud derivada del “salvaje oeste” en su música, llevada a cabo con gran acierto por los hermanos Toy y Tommy Caldwell.

Nunca renunciaron a otros estilos como el rythm & blues, rock, blues o incluso el jazz, dada las aportaciones de unos magníficos, extraordinarios e incansables músicos que eran pura energía, sobre todo en sus memorables directos. Realizaban actuaciones increíbles, llegando incluso a ser delirantes para un público súper entregado.

“Where We All Belong” doble álbum y tercero en su discografía, fue publicado en 1975 y se compone de una parte grabada en estudio y otra en directo, además de suponer un punto crucial en su carrera. Comienzan con el clásico “This Ol´Cowboy”, un bello tema dedicado al héroe de Toy Caldwell, el actor y mito eterno del Western, John Wayne. Como dato anecdótico, posteriormente Caldwell le compraría el caballo que utilizó en 1969 en la oscarizada “True Grit” (Valor de ley).

De claro estilo country-rock, con el uso de instrumentos propios del género como el banjo, Steel- guitar, la flauta o el violín, nos encontramos temas como “Low Down Ways”, o una auténtica balada romántica “In My Own Way”. El resto de temas de esta parte fueron grabados en los estudios Capricorn, todos ellos soberbios y podemos destacar “Where A Country Boy Legends”, que contó con la ayuda de un guitarrista excepcional llamado , que en años anteriores participó con los Allman Brothers y en esta ocasión a la slide-guitar.

En la parte de estudio, la Marshall estuvo formada por Toy Caldwell a las guitarras, su hermano Tommy Caldwell (bajo), George McCorkle (guitarra y banjo), Jerry Eubanks (flauta y saxo), Doug Gray (voz) y Paul Riddle a la batería. Estos eran los integrantes originales de la banda, a la que se incorporaron un buen número de músicos de reputado prestigio como fue el caso del legendario Charlie Daniels al violín, Paul Hornsby al piano, Johnny Vernazza a la slide y entre otros, al anteriormente mencionado Elvin Bishop. La segunda parte del álbum fue capturada el 11 de julio de 1974 en el Uhlein Hall Arts Center de Milwaukee, con la banda original y la inestimable colaboración de Charlie Daniels. Abren con la incendiaria y explosiva “Ramblin´”, un tema rápido con un Toy imparable a la guitarra eléctrica, equiparándose a leyendas como Duane Allman. En “24 Hours At A Time”, se puede disfrutar de uno de los temas más recordados y de una formación sobresaliente, ejecutando una colosal jam que se convertiría en su himno oficial. A continuación desgranando el clásico de B.B King “Everyday (I Have The Blues)”, una Marshall pletórica nos obsequia con otro espléndido tema. Y para finalizar “Take The Higway”, otro de sus clásicos.

Unidos bajo un mismo sentimiento, “The Marshall Tucker Band” originarios de Spartanburg en Carolina del Sur nos dejan uno de sus álbumes más célebres, siendo uno de los mejores exponentes dentro del rock-sureño y narrándonos sus epopeyas por el “viejo oeste” como si fuésemos viajando en una antigua diligencia…¡¡¡¡Hiiiiiiaaaaaahhhhhh!!!!!! The Rolling Stones – Exile On Main Street Posted by Ruben.Borrajo on 27 abril, 2012

A nuestro juicio, definir una obra maestra como el “Exile On Main Street” va mucho más allá de encerrarla dentro de simples adjetivos como monumental, antológica o colosal. Y por ello, en este artículo tan especial para este blog, no utilizaremos ninguno. Si realizamos un absoluto ejercicio de sinceridad y siempre bajo una humilde opinión, no la podemos etiquetar con sencillos calificativos. A este doble álbum de dimensiones desproporcionadas hay que darle libertad, rienda suelta y dejarnos llevar por su música. En este mes de Abril, se celebra el 50º aniversario de la creación de los Rolling, y el 40º cumpleaños de la publicación de Exile on Main Street… así que… ¿Preparados para el rock and roll?

En 1971, los Stones deciden salir de Inglaterra e iniciar su particular exilio en Francia, debido a que tenían diversos problemas fiscales contraídos con la hacienda británica. Y así, en medio de un ambiente extremadamente turbulento, inmersos en una grave crisis económica y con el guitarrista Keith Richards sumido en una fuerte adicción a las drogas, grabaron en el sombrío sótano de una mansión propiedad de Richards, esta referencia inexcusable del rock de todos los tiempos llamada “Exile On Main Street”. Y aquí, en el interior de la mansión de los excesos, en dónde reinan el descontrol y el caos más profundo, por dónde fluyen de manera habitual sustancias no permitidas, se forjaba la leyenda del disco definitivo en la historia del rock, del que se dijo que era “el mejor álbum negro jamás grabado por unos blancos”.

Publicado en 1972, fue producido por , que ya había trabajado con bandas de la talla de Blind Faith, o Traffic. También contó con el respaldo de un importante elenco de músicos y entre los más conocidos se encontraban Billy Preston, Dr. John, Al Kooper, o el pianista Nicky Hopkins, este último colaborador de grupos como The Who y ex-integrante de The Jeff Beck Group.

Por aquella época, los Rolling Stones se encontraban en el cenit de su creatividad musical, reflejando constantemente en los temas que componen este álbum una exquisita mezcla de estilos como rock, country o blues y otros que poseen cierto aire a otros géneros muy poco comunes en esta formación como el jazz o góspel. La mayoría de los temas que figuran en este disco, son obra de Mick Jagger y Keith Richards.

Volviendo al álbum, en su versión original consta de 18 temas, abriendo la cara 1 con “Rock Offs”, en el que las guitarras de Richards y Taylor cobran un protagonismo mayúsculo, también con sección de viento incluido. Continúan con el ritmo frenético de “Rip This Join”, para pasar a “Shake Your Ships”, “Cassino Boogie” y “Tumbling dice”, tema exitoso que posteriormente se convirtió en uno de los elegidos por el grupo para formar parte en multitud de sus conciertos en directo. La cara 2 se cubre todavía más de gloria, gracias al clásico “Sweet Virginia”, “Torn and Frayed”, “Sweet Black Angel” y “Loving Cup”.

La cara 3, que comienza con “Happy”, la canta Keith Richards, para seguir con el eléctrico “Turd On The Run”. Uno de los puntos culminantes es “Ventilator Blues”, marcado por el sello único e inconfundible del guitarrista Mick Taylor, que brilla con luz propia. Continúan con “I Just Want To See His Face” y cierran con “Let It Loose”.

En la cara 4 nos encontraremos con “All Down The Line”, la acertadísima versión del “Stop Breaking Down” perteneciente a Robert Johnson, uno de los músicos más influyentes del blues, para seguir con “Shine A Light” y despide el disco “Soul Survivor”, que pone punto y final a esta característica y peculiar aventura de los Stones, en la que iniciaron una inolvidable travesía musical que los llevó a explorar la música, cultura y los sonidos americanos en su máximo esplendor.

Duramente criticado por los analistas cuando se lanzó a la venta, solamente el tiempo pudo darle la categoría que se merecía. En posteriores rediciones como en 2010, se añadieron más temas, algunos de ellos inéditos.Al margen de estas, se publicaba en 2003 por el sello Telarc, un disco homenaje a esta obra, denominado “Exile On Blues Street”, dónde podremos encontrar músicos como Deborah Coleman, Tab Benoit o Chris Layton, incluyendo excelentes versiones de las canciones que tuvieron lugar en este álbum de los Stones. Tiempo después, saldrían a la luz diversos documentales como “Stones In Exile”, o el recientemente emitido en TVE2 ‘Rolling Stones, Exile on Main Street’, en el que se recogen las incontables anécdotas que rodearon a este disco. Mucho y muy variado se ha escrito sobre los Rolling Stones, aquellos que fueron presentados como “La banda de rock and roll más grande del mundo”. Desde nuestra perspectiva, los Stones son una genial, única e inusual banda que lleva medio siglo obsequiándonos con su increíble música e infinidad de hits.

Ya han pasado cincuenta años desde su nacimiento, y quizás la explicación más certera de su longeva trayectoria la haya expresado su guitarrista Keith Richards: “Nos hemos estado peleando como gatos y perros toda nuestra carrera. Somos como hermanos que a veces nos queremos y a veces nos odiamos, y otras no nos importa…”.

Buena fe de ello, puede dar el baterista Charlie Watts, que en su día se pronunció comentando que “pasaba ampliamente de los Stones, por que lo que realmente le gusta…. ¡¡¡¡¡¡es el Jazz!!!!!!!!

Auténticos, genuinos… y con denominación de origen. The London Howlin´Wolf Sessions – Chess – (1971)Posted by javisuarezadmin on 1 mayo, 2012 Chester Burnett, apodado “Howlin ´Wolf” por sus característicos aullidos, fue uno de los artistas más importantes y emblemáticos dentro del llamado blues-eléctrico de Chicago de los cincuenta, junto al otro pilar fundamental en la historia del género, el inmortal Muddy Waters.

Nacido a principios de siglo y originario del estado de Mississippi, en concreto de West Point, Chester aprendió de los más grandes del blues del Delta. Uno de ellos fue Charlie Patton, conocido bajo el nombre de “la voz del Delta” y también de otros clásicos históricos como Robert Johnson o Sonny Boy Williamson, con los que trabajó y les unió una próspera amistad. Howlin´ Wolf, como otros tantos granjeros del Delta, emigró hacia Chicago y aprovechando su veteranía y experiencia, recaló en los estudios Chess, dónde grabó sus dos primeros discos. “Moanin´In The Moonlight” (1959) y “The Rocking Chair” (1962), son dos clásicos transcendentales del blues, cargados de temas esenciales para la historia como “Spoonful”, “Little Red Rooster”, “Back Door Man”, “Goin´Down Slow” y así un largo etcétera. Estos temas y la forma de interpretarlos han influenciado enormemente a las nuevas generaciones, que descubrieron el extraordinario potencial del blues y lo revivieron en la época dorada del rock, realizando acertadísimas versiones bandas de la talla de los “Rolling Stones”, “Cream”, “The Doors” o los “Grateful Dead”.

“The London Howlin´Wolf Sessions” se comenzó a fraguar en los camerinos de un concierto en el Fillmore Auditorium en la ciudad de San Francisco en 1969, dónde coincidieron Eric Clapton, Mike Bloomfield y el prestigioso productor de la Chess, Norman Dayron.

Norman le propuso a Eric si quería grabar un disco con Howlin Wolf, a lo que éste le respondió: ¿estás de broma? Norman le contestó que no y que un año antes habían grabado con verdadero éxito el también clásico con Muddy Waters, “Fathers and Sons” acompañados por Mike Bloomfield y Paul Butterfield.

Eric Clapton se lo tomó en serio y le dijo que iba estar una semana en Los Ángeles y le da su número de teléfono. Poco tiempo después grabaron estas sesiones en Inglaterra. El álbum se grabó en Mayo de 1970, en los Olympic Studios de Londres e intervinieron Howlin´Wolf y otros miembros incondicionales de su banda, como el guitarrista Hubert Sumlin y el armonista Jeffrey M. Carp, al lado de la juventud y frescura de Eric Clapton y una serie de amigos a los que reclutó como Steve Winwood, Ringo Starr y Klaus Voorman, estos dos últimos fueron rápidamente remplazados por los componentes de los Rolling Stones, Bill Wyman, Charlie Watts y el sexto Stone Ian Stewart, mucho más afines al blues y apoyados por otros instrumentistas, la mayoría músicos de sesión de la Chess.

La mayoría de los temas que contiene este álbum son imprescindibles clásicos del blues y nos podemos encontrar en la edición original con “Rockin Daddy”, “Sittin´On Top Of The World”, “Poor Boy” o “Worried About Me”, temas eternos compuestos por Chester y también otros clásicos pertenecientes a Willie Dixon, que Howlin Wolf hizo suyos durante toda su carrera como “I Ain´t Superstitious”, “The Red Rooster” o “Wang Dang Doodle”.

Todos ellos magníficamente interpretados, pese a la desconfianza de Howlin´, que no creía demasiado en estos jóvenes talentos ingleses, pero que gracias a ellos se revivió el blues clásico. Howlin´ apenas tocaba la guitarra y ocasionalmente la armónica, pero su voz única e inconfundible quedará reflejada para siempre en esta joya del blues.

En 2002 ve la luz una edición de lujo con Bonus Tracks y un segundo cd con versiones alternativas y algún tema nuevo que no se publicó en su día, con su famosa portada sentados en la fuente de la céntrica plaza de Londres Picadilly Circus. Para entender la vida de estos legendarios bluesman os recomendamos el film “Cadillac Records” de 2008, película muy lograda e interesante sobre la Chess Records, dónde se pueden ver los inicios de estos gigantes del blues y el sentimiento por un estilo que fue la base esencial para un arte que hoy todos conocemos como rock and roll

Jethro Tull – This Was Posted by Ruben.Borrajo on 4 mayo, 2012 Revisitando la extensa discografía de la legendaria formación británica “Jethro Tull”, nos encontramos con un álbum de debut sorprendente e inusual en los Tull y que nada tendría que ver con lo que esta inolvidable banda realizaba en años venideros…se le llamó “This Was”.

Publicado en 1968, algo mágico invade en su totalidad a este disco, cubierto por un aura mística y especial que solo un arte musical denominado blues es capaz de otorgar.

Y una buena parte de culpa de la atmósfera blusera que envuelve a “This Was”, la tuvo su virtuoso guitarrista y ex – integrante Mick Abrahams, que vivió una corta pero intense relación con los Tull entre los años 1967 y 1968, orientando y marcando a esta primera obra hacia un estilo blues y en ocasiones impregnándola de un cierto aire jazzístico. Posteriormente, Mick Abrahams abandonó los Jethro Tull, por opiniones dispares y continuas desavenencias con su carismático líder Ian Anderson, ya que tenían puntos de vista diferentes sobre cual sería el rumbo musical que debía tomar el grupo. Tiempo después, Abrahams formaría una nueva banda a la que bautizaba como “Blodwyn Pig”.

Comienzan con “My Sunday Feeling”, tema que en ocasiones nos hará recordar a aquel extraordinario supergrupo “Cream”. Dan la bienvenida al blues en todo su esplendor con “Someday the Sun Won’t Shine for You” y “Beggar’s Farm”, en los que la armónica y flauta genial de Anderson cobran un protagonismo mayúsculo, preparándonos ya para el resto del disco.

Continúan con los delicados toques de Jazz de “Move On Alone”, representado en su totalidad por un sensacional Mick Abrahams. Llegará la memorable pieza instrumental “Serenade To Cucko”, perteneciente al músico estadounidense de jazz Roland Kirk, la batería de Clive Bunker y la impresionante técnica de Anderson a la flauta predominan en otro instrumental “Dharma For One”, siguen con un bello blues, lento y pausado reflejado en “It’s Breaking Me Up”.

Nos obsequian con un apoteósico Cat’s Squirrel, tema tradicional que incluían los “Cream” de Eric Clapton en su primer disco “Fresh Cream” de 1966. Y uno de los puntos culminantes tiene lugar con el clásico “A Song For Jeffrey”, formidable blues psicodélico que también utilizaban para abrir el telón de aquel eterno programa – concierto de los Rolling Stones “Rock And Roll Circus” de 1968. Ponen fin a esta obra con un breve “Round”. Grabado con un bajo presupuesto económico, así despedían los Jethro Tull, este “This Was”, con el que se alejaban definitivamente del blues, pero dándonos muestra de un innegable talento musical y siendo una de las bandas más capaces e imaginativas a la hora de interpretar cualquier tipo de género dentro del complejo universo musical.

Ian Anderson (voz, flauta, armónica), Mick Abrahams (guitarra y voz), Clive Bunker (batería), Glenn Cornick (bajo)

Eric Clapton – E.C. Was Here – (Polydor – 1975) Posted by javisuarezadmin on 8 mayo, 2012 Por fortuna para la historia de la música rock, en 1974 resurgiría uno de los más grandes guitarristas de todos los tiempos, ya por aquel entonces considerado una auténtica leyenda. Sacando la cabeza de un profundo pozo lleno de heroína y depresión, Clapton dio un giro en su vida para reinventarse y convertirse en una de las estrellas más brillantes en el maravilloso firmamento del rock and roll. Desde la época de “Derek and the Dominos” en 1970, Eric Clapton durante este margen de tiempo, solamente aparece en dos intervenciones históricas, una de ellas fue el “Concert For Bangladesh” de 1971, a petición de su amigo . La otra, el legendario “Rainbow Concert” en 1973, un concierto memorable que organizó Pete Townshend para rescatarlo de su oscura vida, pudiendo decir que gracias a Townshend y a la amistad que tenía con Ron Wood, devolvieron a Clapton al lugar que le correspondía tres años después.

En 1974, Eric Clapton bajo la producción del ingeniero Tom Dowd, que ya había trabajado en varios discos en su etapa con los gloriosos “Cream” y después de jugar un papel importante en el inigualable “Layla And Other Assorted Love Songs” de los Derek and the Dominos, se traslada a Miami, concretamente a los Criteria Studios, en dónde graba el segundo álbum en solitario en su carrera, el espléndido “461 Ocean Boulevard”.

Clapton formaría una nueva banda con músicos en su totalidad americanos y de la zona de influencia de Tulsa y también con algún viejo conocido, como el caso de su inseparable Carl Radle al bajo y el magnífico guitarrista George Terry. Uniendo a una serie de virtuosos músicos como el excelente baterista o Dick Sims a los teclados, una grata y acertada incorporación femenina a la banda, compuesta por la impresionante vocalista Marcy Levy, que solía acompañarse de una pandereta, junto a la extraordinaria Yvonne Elliman, que con éxito venía de colaborar en la famosísima y popular ópera rock “Jesus Christ Superstar´s”, representando el papel estelar de María Magdalena, obtuvo una formación musical muy completa.

“E.C. Was Here” fue el resultado de la gira mundial de Clapton, con seis temas capturados en diferentes localizaciones como el “Long Beach Arena” de Los Ángeles, el “Providence Civic Center” de Rhode Island cerca de Nueva York o el “Hammersmith Odeon” de Londres. Cambiando totalmente de repertorio, pero sin renunciar a temas de sus anteriores grupos, Clapton interpreta viejos blues de sus músicos más influyentes como Freddie King o el mítico Robert Johnson, realizando magistrales actuaciones reflejadas en “Have You Ever Loved A Woman” o el soberbio “Rambling On My Mind”. Otros standards de blues escogidos para el álbum son: “Driftin´ Blues” o el tantas veces versionado “Further On Up The Road”. Estos temas adquirieron otra dimensión, con unos punteos espectaculares arropado por una banda perfectamente engrasada, encumbrando a Clapton a lo más alto del blues, que en cierto modo era su verdadera vocación.

“Presence Of The Lord” y “Can´t Find My Way Home” fueron dos temas de su anterior período con los Blind Faith, dándole otro aire y que forman parte de este ¡Live!. “E.C. Was Here”, con el paso de los años de alguna manera ha vuelto, retornando en un clásico del blues. Y lo recordaremos por su increíble música, por las inolvidables y excitantes “curvas” de su portada y porque reconvirtió a Eric en uno de los héroes de la guitarra de siempre.

Eric Clapton, también “estuvo aquí”…

Stevie Ray Vaughan and Double Trouble – Couldn’t Stand the Weather Posted by Ruben.Borrajo on 11 mayo, 2012

En aquel verano de 1984, el legendario bluesman tejano Stevie Ray Vaughan iniciaba aún con más intensidad su imparable ascenso meteórico hacia el estrellato del universo musical, gracias a este memorable “Couldn’t Stand The Weather”, segundo álbum de su discografía y un digno sucesor de su anterior e inolvidable obra de debut “Texas Flood” de 1983.

Se consolidaba por aquella época Stevie Vaughan como un gigante del blues moderno, un nuevo mesías del blues, que se dejó la piel por este arte denominado la “música del alma”, revitalizando el género y desatando una nueva oleada de blues a nivel mundial. “Couldn’t Stand The Weather”, contó con la producción musical del célebre John Hammond, un afamado crítico y responsable del éxito de artistas de la talla de Bob Dylan, Leonard Cohen o Billie Holiday. Abría con un arrollador instrumental y a un ritmo frenético “Scuttle Buttin’”, por un instante, nos hará recordar a otro excelente bluesman tejano, Lonnie Mack. Continua deleitándonos con “Couldn’t Stand The Weather”, que incluye un solo de guitarra impresionante, con un lento “The Things (That) I Used to Do”, invadirá tus oídos completamente y no te dejara escapar…

Llegará uno de los momentos culminantes de esta obra, que posee una particular y especial conexión con ese dios de la guitarra llamado Jimi Hendrix, su aureola mágica la impregna y se puede sentir cuando la Stratocaster Number One de Stevie comienza a emitir los primeros sonidos de “Voodoo Child (Slight Return)”, clásico tema del apoteósico trio “The Jimi Hendrix Experience”, de un histórico “Electric Ladyland” de 1968. Y llegado este punto álgido, en el que Stevie Ray hace gala de un virtuosismo increíble, nos hacemos la siguiente pregunta… ¿Era Vaughan el nuevo rey de las seis cuerdas?

Sigue con los esplendidos riffs de “Cold Shot”, refleja un sentimiento musical fuera de lo común en la bella balada “Tin Pan Alley”, el inconfundible sonido tejano corre a cargo de un fantástico “Honey Bee”, para finalizar con los aires jazzísticos que envuelven a “Stang’s Swang”.

Aclamado por los analistas, se situó como uno de los mejores discos de la época. Originalmente constaba de ocho pistas, en posteriores rediciones como la de 1999, se añadieron cinco más “SRV Speaks” (extracto de una entrevista), “Hide Away”, “Look at Little Sister”, “Give Me Back My Wig” y “Come On”, todas ellas de una impecable factura. También figuraba la increíble versión del anteriormente mencionado “Hide Away” perteneciente al colosal bluesman Freddie King. Concluía esta magnífica obra del “Tornado de Texas”, que acompañado de su inseparable banda Double Trouble, fueron capaces de transmitirnos una grandeza, pasión y sensibilidad musical solamente al alcance de unos pocos elegidos, convirtiendo a Stevie Ray Vaughan en un mito y despejando todo tipo de dudas… ya había nacido el salvador del blues. Al Kooper & Shuggie Otis – Kooper Session (CBS 1969) Posted by javisuarezadmin on 15 mayo, 2012

Al Kooper es uno de los músicos más relevantes y fundamentales en la era del rock, dejándonos para la posteridad un elevado número de composiciones, creando grupos transcendentales, colaborando magistralmente con grandes contemporáneos suyos y además posee una innata intuición musical para descubrir y producir excelentes bandas.

Nacido en 1944, en la ciudad de New York, concretamente en el barrio de Brooklyn, comenzó muy pronto a componer y a especializarse en el órgano Hammond, ya que con 16 años en 1960 realizó su exitoso primer hit para Gary Lewis & The Playboys, el tema “This Diamond Ring”.

Esta formación fue muy popular en los inicios de la década de los sesenta y más aún porque Gary era hijo del famoso cómico Jerry Lewis. Más adelante, Al Kooper se hizo amigo del prestigioso productor Tom Wilson, que lo invitó a cooperar en unas grabaciones con el legendario Bob Dylan. De esas grabaciones Kooper se hizo con una plaza en la historia de los mitos del rock, obsequiándonos con su inolvidable participación al órgano, en uno de los temas estelares del rock, el antológico “Like A Rolling Stone”. El talento de Kooper le valió para estar en los momentos más álgidos y elitistas de la época dorada del rock, colaborando con el anteriormente mencionado Bob Dylan, los Rolling Stones en su legendaria “You Cant´ Always Get What You Want”, “Rael” de “The Who” en el clásico álbum “Sell Out”(como dato anecdótico, fue la base del tema “The Underture” para la famosísima ópera rock “Tommy”) o en el tema del Electric Ladyland, “Long Hot Summer Night” de Jimi Hendrix.

Buscando nuevas fórmulas, después de fundar y tocar en bandas como “The Blues Project”,“Blood Sweet and Tears”, o crear el histórico “Supersessión” junto a su inseparable Mike Bloomfield y Stephen Stills, Al Kooper crearía un disco soberbio acompañado por Shuggie Otis.

“Koopersession” de 1969 es un magnífico álbum, semidesconocido pero extremadamente bueno, que sirvió para impulsar por aquel entonces adolescente Shuggie Otis, hijo del popular y carismático músico y empresario de Rhytm & Blues Johnny Otis. Shuggie Otis desde niño y gracias al carisma de su padre, estuvo siempre rodeado de extraordinarios músicos, de los que fue absorbiendo una importante sabiduría musical y una destreza inusual, tocando no sólo la guitarra eléctrica, si no también innumerables instrumentos. Producido por el propio Al Kooper, y grabado en la CBS, “Koopersession” se divide en dos partes: La primera se llamó “The Songs”, formada por cuatro temas, comenzando con ”Bury My Body”, largo y espiritual emulando los sonidos góspel, con majestuosos solos de piano y guitarra y la contribución de unos coros a cargo de las “Harris Robinson Singers”. A continuación “Double or Nothing”, una dulce versión de Bookert T & the Mg´s. “One Room Country Shack”, perteneciente a Mercy Dee Walton, fue uno de los blues más versionados de siempre y que en esta ocasión, la banda le otorga un cierto toque oscuro.

Y para terminar esta primera parte, una balada muy especial a cargo del tándem Kooper-Otis, “Lookin´For A Home”, un tema triste con la suave voz de Kooper y un solo de Otis espléndido.

La segunda parte fue denominada “The Blues”, incluyendo tres temas. La primera es “12.15 Slow Goonbash Blues”, un instrumental ejecutado a la perfección, dónde se aprecia la veteranía del resto de la formación que tienen lugar en esta obra: Stu Woods al bajo y Wells Kelly a la batería. El segundo, con un título indescifrable, es una muestra en directo, que desafortunadamente posee un pésimo sonido, para terminar con un “Shuggie´s Suffle”, en dónde Shuggie nos da muestra de toda su habilidad a la guitarra.

Gracias a este álbum y a la figura de Al Kooper , Shuggie Otis, que tan sólo contaba con 15 años de edad cuando lo editaron, tendría la oportunidad de realizar en solitario discos admirables, colaborando con otras estrellas de la época y sobre todo continuar con su padre Johnny Otis, con el que siguió trabajando y obteniendo un enorme éxito.

Lone Star – Reportaje – Tú si tienes libertad Posted by Ruben.Borrajo on 17 mayo, 2012 Una silenciosa lágrima se deja caer sobre nuestra mejilla, cuando iniciamos un nostálgico viaje que nos sitúa por el panorama musical español de la década de los sesenta.

Definir la música de una banda de este nivel, que ha tenido una trayectoria impecable, que ha sido pionera del rock en España, que ha cantado sus extraordinarios temas en tres idiomas como el Español, Catalán e Inglés y que ha sentido el arte del rock and roll de una manera tan intensa y palpitante como el legendario grupo de rock catalán “Lone Star”, es tarea difícil. Bajo nuestra humilde opinión, es casi imposible hacer justicia encerrándoles dentro de las sencillas palabras que comprenden este artículo.

La historia de Lone Star rebosa de momentos inolvidables, antológicos e incluso emotivos, porque de algún modo nos transmitieron eso que solemos llamar “libertad musical” y a la que muy pocas formaciones han sabido o querido optar. Así que, continúa leyendo estas líneas y súbete con nosotros al autobús del rock and roll. En 1959 Pedro Gené, natural de Barcelona y virtuoso músico de conservatorio, decide irse a Inglaterra en dónde vive en primera persona toda la explosión y el nacimiento del rock. Regresa a España, con la intención de formar un grupo de rock and roll. Posteriormente contacta con sus antiguos compañeros y se le unen Rafael de la Vega al bajo, Enrique López a la batería, Enric Fusté al piano y el propio Pedro Gené a la guitarra y voz. Esta sería la primera alineación de Lone Star. El nombre de “Lone Star” (estrella solitaria), se debe a la influencia que el blues sureño ejercía sobre Pedro Gené.

Todos ellos, poseían una educación musical superior al resto de bandas contemporáneas, auténticos profesionales que sentían verdadera pasión por mitos como Chuck Berry o Elvis Presley y por estilos como el Jazz, Soul, Rock o el Rythm And Blues. Géneros inusuales para una época, en la que el público bailaba al son de una música políticamente correcta, dentro de los límites establecidos. Lone Star era demasiado moderno e innovador para la incultura musical que reinaba en aquellos tiempos. En cierto modo, fueron un grupo célebre, pero al mismo tiempo semidesconocido y en ocasiones incomprendido.

Como ciudad portuaria, Barcelona era un importante punto de encuentro de diferentes culturas y también cuna de otros excelentes grupos de rock como Los Salvajes, por dónde entraba con mucha más facilidad música rock, ya que en aquellos años eran muy pocos los discos de rock que se distribuían en nuestro país. En cierta ocasión, durante una de las primeras actuaciones de Lone Star, en un local frecuentado por marinos de la Navy, un holandés llamado Willy Nab sube al escenario con su guitarra y toca con el grupo. Willy sería el quinto integrante de Lone Star. Estamos en 1962. En 1963, serían contratados por la compañía EMI, con la que graban una buena cantidad de EP’S. Pero condicionados por la productora, ya que esta les recalcaba en que no podrían utilizar composiciones propias, tendrían que versionar hits extranjeros pertenecientes a otras formaciones. Entre discrepancias y discusiones, Pedro Gené aceptaba estas limitaciones que les imponen. De alguna manera, los estaban condenando al “versionerismo”.

A lo largo de este período, en sus EP’S podremos encontrar temas como “La Guajira”, “Celia”, “I want you with me”, “América”, la canción italiana “Ora che non siamo piú sieme”, “Todo es parte de Ti” (versión de un clásico de Elvis Pressley), o “My Babe”, primer rock en inglés que se grabó en España. Seguidamente publicaban más EP’S figurando otra nueva versión del “She Loves You” (Ella te quiere) de los Beatles… pero ya vería la luz “Peggy” composición propia de Gené.

Durante los años 1963-1964, Lone Star tendría una nueva incorporación, Joan Miró, que sustituiría al guitarrista Willy Nab, a su vez, el co-fundador del grupo, Enric Fusté, abandona la banda.

Llega 1964, punto álgido de su carrera gracias a una fantástica versión que aparecería en su sexto EP, el clásico “The House of the Rising Sun” (La Casa del Sol Naciente), propiedad de la banda británica “The Animals” de Eric Burdon. La calidad que atesora esta versión refleja una maestría y cohesión entre los músicos y sus instrumentos fuera de lo normal, superando al original. Solamente aportaremos un par de datos: se vendió más está versión en España, que la de los propios Animals, aparte de ser número uno en Venezuela y en el resto de países latinoamericanos. En este mismo EP, también aparece otra espléndida versión del “I’m Crying” (Yo lloro) de los Animals.

Tanta repercusión y éxito tuvieron, que un año más tarde se consiguió que Lone Star y los Animals de Eric Burdon se encontraran en un Hotel de Barcelona.

De los años 1965 a 1967, sería otro ciclo de triunfos, nuevamente gracias al tema “Compresión”, versiones de “Nuestra Generación” (My Generation) de The Who, “Satisfaction” de los Stones, “Vuelve, Sloopy” (clásico de los Mcoys de Rick Derringer).

Uno de los momentos culminantes de su carrera les vino en 1967, gracias a su primer álbum “Un conjunto con antología”, en el que se recopilaban varios de los temas de sus anteriores EP’S, versiones y lo que tenía una importancia vital: composiciones propias, destacando “Río sin fin”, o “La Leyenda”. Con estos temas, saldrían victoriosos en su eterna lucha, llegan a un acuerdo con EMI, el disco constaría de dos partes, una de versiones y en la otra se incluyen temas propios. Y aquí en esta etapa, es donde entra el guitarrista Alex Sánchez en el grupo sustituyendo a Joan Miró. Así mismo, también ofrecerían memorables conciertos de Jazz en España, algo nunca visto en nuestro país. Estos recitales constarían de dos partes, una Jazz y otra Rock, teniendo lugar en el San Carlos Club de Barcelona y en el Teatro Beatriz de Madrid. En 1968 optan por realizar singles, en los que incluirían uno de los mejores temas de la década de los sesenta y que se convertía en uno de sus himnos: “Mi Calle” y también otros clásicos como “La fiesta”, “Vieja Estación” o “Thinking of You”.

En ese año, publican dos LPs, “Vuelve El Rock”, que contenía temas como “Lucille”, “”Long Tall Sally” o “Josephine”. Y el apoteósico “Lone Star en Jazz”. Sufren otro cambio en la batería, Enrique Lopez deja su sitio a Luis Masdeu. En 1969, otro año de éxito y de premios gracias al single “La Trilogía”.

Entraban ya en los 70, impulsados por un arrollador directo “Spring 70”, que recogía varias de sus actuaciones en Alemania y Suiza, conteniendo un eterno “What’d I say” de Ray Charles, o el “She’s not there” de The Zombies. Cierto aire blues-rock les invadía… y también nos mostrarían una leve inclinación hacia el rock progresivo.

Llegaba el monumental “Lyla”, y otros grandiosos como “Es Largo el Camino” de 1972, en el que destacaban temas como “Pájaros de fuego” o “Halleluya”. Aparte de dejarnos un amplio abanico de clásicos como “My Sweet Marlene”, o “Chica Solitaria”. Llegaría uno de sus discos en directo más vendidos allá por 1973, titulado “¡Adelante! Rock en Vivo”, que contenía clásicos como el explosivo ¡Adelante!, “It’s Saturday night”, Let’s rock together o “Canta conmigo rock & roll”. Rafael de la Vega deja el grupo, siendo sustituido por Sebastià Sospedra, ex integrante de Los Salvajes. Tiempo después, un histórico del rock catalán, Josep Vilaseca “Tapi”, se hace cargo de la batería. Ese año LONE STAR da un espectacular concierto en el portaviones John Fitzgerald Kennedy. Y ofrecerían tiempo después, en 1974, el que quizás fue su concierto más transcendental, siendo la primera banda de rock en actuar en el Palau de la Música de Barcelona, una especie de santuario musical en el que solo se dejaba tocar… ¡¡¡¡música clásica!!! El rock ya estaba aquí, y no entiende de fronteras ni lugares. Esa noche, Lone Star tocó rock, jazz y música clásica. Durante estos años, Tapi y Sebastià Sospedra abandonan el grupo. Su lugar es ocupado por Luis Masdeu y Ricardo Acedo. De esta etapa, también se graba otro single, “El Camino” y grabarían un nuevo LP: “Síguenos”, que incluye el hit “La oveja negra”. Otro famoso y nuevo sencillo sale a la venta, un genial “Pobre Pescador”, de un ya lejano 1974.

El concierto increíble que da LONE STAR junto a Eric Burdon de The Animals en donde reúnen a más 100.000 personas en la recta de Montjuich en Barcelona, raya la altura de lo sobrenatural. En el año 1982, Lone Star realizan el álbum “Viejo Lobo”, uno de los mejores discos de Lone Star, conteniendo magníficos temas como “En el año 62″ e “Hijos del Rock and Roll”. Se avecinaban tiempos difíciles, se cumplían 25 años de existencia, mucho tiempo de historia, de rock y de carretera, aunque continuaban a lo largo de los años con distintos componentes, se disolvieron definitivamente, teniendo un nuevo intento de regreso a mediados de los 90. En 1996, se realizaba un concierto – homenaje “Grec 96” acompañado por otros músicos como Loquillo, Manolo García o Rosendo.

Gracias a álbumes recopilatorios de grandes éxitos, como los publicados por el sello “Ramalama Music”, podremos disfrutar aún más de su música, pasando por sus distintas etapas, “Lone Star – Todos Sus Singles” y “Lone Star Todas Sus Grabaciones 1972- 1979”.

Finalizaba su épica aventura por los designios del rock, en ocasiones renunciando a la gloria de los millones, pero obsequiándonos con una cultura musical inigualable y dejando la huella más profunda que jamás haya existido dentro del rock nacional.

Y como dicen en su tema ¡Adelante!

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¡¡¡¡Aaaaaaadeeeeeeelaaaaanteeeee!!!! Infinitas gracias, Lone Star (rockandrollismyaddiction.wordpress.com)

Van Morrison – “..It´s Too Late To Stop Now…” (Polydor 1974) Posted by javisuarezadmin on 22 mayo, 2012 En 1967, Van Morrison estuvo a punto de abandonar el complejo mundo de la música por desavenencias con el resto de la colosal banda que el mismo bautizó y fundó bajo el nombre de Them. Este legendario y fundamental grupo de los sesenta surge en 1963, en Irlanda del Norte, concretamente en Belfast, obteniendo un enorme éxito cuando se trasladan a Londres, momento en el que rápidamente todo gira en torno a la figura y la excelente voz bluesy de Van.

Con sólo dos discos editados, “Them” y “Them Again”, ésta formación nos dejaría para la posteridad grandes clásicos, magníficamente interpretados como “Baby Please Don´t Go” o “Here Comes The Night”, propiedad del compositor e insigne productor Neoyorquino Bert Berns, recordado por otros hits como el “Hang On Sloopy”, “” o “”, popularizados con éxito por grupos como “The Beatles”, “The MCoys” o el caso del último, por la inmortal Janis Joplin. Entre Bert Berns y Van Morrison pronto surgiría una bonita amistad. Pero sería en 1965 cuando logran mayor fama, gracias al tantas veces versionado “Gloria”, colocándose como Nº1 en las listas musicales de la época y proyectando a Van Morrison hacia el estrellato en los EE.UU.

Bert Berns fallecía poco después a los 38 años, pero sería vital en la carrera de Van Morrison, convenciéndolo poco antes de su desgraciada pérdida para grabar en solitario e iniciar así una importante trayectoria como solista fuera de los rankings comerciales, pero siendo una de las más personales y creando un estilo propio, manteniéndose por fortuna hasta nuestros días.

Después de varios discos esenciales, en 1973 formaría una virtuosa banda para la gira por América y Europa denominada “The Caledonia Soul Orchestra”, contando en sus filas con doce integrantes.

Una formación espectacular que causaría sensación, incorporando una sección de cuerdas (tres violinistas, viola y cello) con músicos de corte clásico, que daban una profundidad y belleza inusual, acompañada también por una espléndida sección de vientos, un exquisito piano… en fin, una “orquesta” con mayúsculas perfectamente ensamblada y dirigida por un magistral “León de Belfast”. El álbum original publicado en el 74, recoge dieciocho grabaciones realizadas en el verano de 1973, en tres localizaciones diferentes, dos de ellas en California, el “Troubadour” de Los Ángeles y el “Santa Mónica Civic” de Santa Mónica. La otra tendría lugar en el “Rainbow Theater” de Londres, en dónde desgranan sin contemplaciones casi todos sus éxitos hasta la fecha.

En este doble álbum nos encontramos temas de su etapa previa, como “Here Comes The Nigth”. De momentos álgidos rebosa esta obra y uno de ellos llegará durante la interpretación de un extraordinario “Gloria”, tema eterno y que podemos considerar patrimonio de la humanidad. Increíbles los “I Believe To My Soul” de Ray Charles o el clásico del blues “Help Me”.

De sus primeros discos en solitario selecciona el “Cyprus Avenue” del apoteósico Astral Weeks, “Into de Mystic” y “Caravan” del Moondance, “Domino” y el soul “I´ve Been Working” de His Band And The Street Choir o “Saint Dominic ´s Preview”, “Listen To The Lion”, “Warm Love” de sus dos anteriores álbumes. Con este amplio abanico de lo mejor de “Van The Man” hasta aquella fecha, nos regala un abundante número de clásicos, arropado por una poderosa y personalísima voz. Larga y brillante ha sido la travesía musical del norirlandés Van Morrison, un animal del directo cuyo hábitat natural es el escenario, que nos ha obsequiado con infinidad de hits durante medio siglo. Aparte de prolífico autor y cantante, ha sido capaz de dejarnos esta joya de incalculable valor, que posiblemente se encuentre entre los ¡Live! más destacados de la década, convirtiéndolo en una de las estrellas más radiantes que ha visto nacer la extensa historia del rock.

Y como la vida sigue “...es demasiado tarde para pararse ahora”….

Booker T. & the M.G.’s – Posted by Ruben.Borrajo on 24 mayo, 2012 La enorme popularidad que alcanzó en la década de los sesenta la banda estadounidense “Booker T. & the M.G.’s”, fue directamente proporcional a este genial “Green Onions”, álbum instrumental publicado en 1962 y primero en su discografía, que influyó a toda una generación venidera como un potente vendaval musical bendecido por los dioses. Los Booker T. estuvieron muy vinculados al legendario sello “”, una de las compañías discográficas más relevantes del soul y la música negra. Curiosamente, los Booker T también se caracterizaban por tener entre sus integrantes diversas razas, que funcionaban en conjunto como una máquina perfectamente engrasada. Cabe destacar, sus cooperaciones junto al gigante del soul Otis Redding, siendo su banda de acompañamiento y su base rítmica.

Pero este “Green Onions” (cebollas verdes), es mucho más que un disco, es una referencia inexcusable, con el que nos muestran su particular modo de entender el universo sonoro y la tremenda dificultad que conlleva el intentar transmitir al público la pureza de la música a través de una obra totalmente instrumental. Sus guitarras, órganos y pianos parecen cobrar vida… no hace falta cantar…

Y los inolvidables ingredientes que hicieron posible este espléndido trabajo de un ya lejano 1962, fueron: a la guitarra, Booker T. Jones (piano), Al Jackson Jr (batería), Lewie Steinberg (bajo).

Tres años después, en 1965 entraba a formar parte de la banda el extraordinario bajista Donald “Duck” Dunn, al que haremos especial mención y un merecido homenaje, ya que desafortunadamente falleció en este mes de Mayo a los 70 años de edad. Aunque Donald “Duck” no participó en este “Green Onions”, posteriormente se convirtió en un pilar fundamental de los Booker T. y un colaborador esencial que ha trabajado como músico de sesión para mitos de la talla de Muddy Watters, Wilson Pickett, Eric Clapton, Bob Dylan, Elvis Presley, Willie Dixon, los Blues Brothers o Jerry Lee Lewis.

La espectacular categoría musical que tenía Donald ya se describe por sí sola, dejándonos un legado a la altura de solo unos pocos elegidos, participando en multitud de grabaciones al lado de los más grandes y marcando un estilo único e inconfundible. Como dato anecdótico, la importante compañía fabricante de instrumentos musicales Fender, comercializó un bajo eléctrico que lleva su nombre. También podremos ver a Donald Duck en la película de 1980 y dirigida por John Landis “The Blues Brothers”, en España bajo el título de “Granujas a todo ritmo”. Y es la ley de este humilde blog, recordar a aquellos que tanto hicieron por la música. Infinitas gracias Donald y hasta siempre. Las estrellas, están en el cielo.

Volviendo al álbum, que incluye doce pistas, abren con el clásico entre clásicos y tema estelar “Green Onions”, increíble hit e infinidad de veces versionado por otras formaciones, siendo utilizado en anuncios publicitarios, radio, televisión y en un buen número de films como BSO de “Quadrophenia”. Continúan con un divertido “Rinky Dink”, tema que podría haber encajado perfectamente como banda sonora en cualquier película de Walt Disney. Otros sencillamente espectaculares son “Mo’Onions”, “Twist and Shout”, “Behave Yourself”, “I Got a Woman” o “”… sin palabras. Se suele decir que la música es un estado de ánimo y con el ritmo lento y pausado de “Stranger on the Shore”, nos harán sentir una placentera sensación de calma…

Finalizaba esta aventura irrepetible, que tuvo como protagonistas a los monumentales Booker T. & the M.G.’s, reyes del soul, rebosantes una calidad musical y un derroche de imaginación inigualable, atreviéndonos a decir, que este “Green Onions” es el mejor disco instrumental que jamás se haya visto, entrando a formar parte de la historia y cultura popular de la humanidad.

<< El mundo de la música no tiene lágrimas suficientes para cubrir el vacío que dejas>> Infinitas gracias, Donald>>

Janis Joplin – I Got Dem Ol´ Kozmic Blues Again Mama! – (Columbia 1969) Posted by javisuarezadmin on 29 mayo, 2012

Janis Joplin es una de las cantantes más destacadas que ha visto nacer el siglo XX y que pese a su corta vida, nos dejó una pequeña obra, pero a su vez intensa e imborrable. Aclamada como la mejor vocalista de todos los tiempos, las alabanzas que recibió fueron infinitas, llegándose a publicar en el popular magazine de la época “New York Times”: “es un verdadero talento de la música pop, tan notable que hace años que no emerge alguien así”

Originaria de Texas, decide trasladarse a la ciudad de San Francisco en 1963 con un amigo de la infancia llamado Chet Helms, quién rápidamente la introduce en el mundo de la música y entra a formar parte como co- vocalista en la “Big Brother & The Holding Company”, grupo inmerso en la corriente psicodélica del momento, actuando en un sinfín de locales de la bahía y logrando cosechar una gran repercusión, sobre todo después de tocar en el de 1967.

Influenciada por cantantes femeninas como Big Mama Thornton, Bessie Smith o Huddie “Leadbelly” Ledbetter, en aquel legendario concierto nos dejaría uno de los clásicos más brillantes, el mítico”Ball & Chain”, interpretado con su voz poderosa y desgarradora, dejando boquiabiertos a los afortunados que allí estuvieron. Después de varios años en la banda de rock-psicodélico que vio nacer la voz del mito, y de grabar el clásico “Cheap Thrills”, que se convirtió por méritos propios en una obra cumbre del sonido psicodélico de San Francisco actuando tanto por Estados Unidos y por la vieja Europa, Janis cambia de rumbo y forma una banda más orientada al blues, al soul o incluso se atreve con el Funky, y para ello lleva a su compañero de la Big Brother, el guitarrista Sam Andrew.

La Kozmic Blues Band estaba constituida por músicos más profesionales, siendo el excelente y enigmático productor Albert Grossman el responsable del tremendo éxito de la Big Brother. Tiempo después, lo sustituyó , que aparte de productor también colabora en el álbum a los teclados.

Incorpora una espléndida sección de vientos con Cornelius “Snooky” Flowers al saxo barítono, Terry Clements al saxo y Luis Gasca a la trompeta, una buena base rítmica y unos impresionantes teclados. Músicos brillantes que dieron un cambio de aires pasando a ser por primera vez “la banda de Janis Joplin”. El álbum también contó con la ayuda especial de sus dos amigos Mike Bloomfield y Nick Gravenites, ayudando a componer temas como el “Work Me Lord” y por supuesto contando con su inseparable compañero Sam Andrew a la guitarra. La magnífica aportación de estos músicos y la voz de Janis, convierten a éste disco en imprescindible, incluyendo clásicos de sobra conocidos como “Try (Just A Little Bit Harder)”, tema que abre el álbum, a continuación “Maybe”, balada maravillosa dónde se puede apreciar la ternura de Janis de estilo claramente Soul. En “One Good Man” desgrana un blues acompañado del héroe de la guitarra Mike Bloomfield y en “To Love Somebody” versiona el popular tema de los y que el mismísimo Otis Redding iba a grabar en el 67 pero un fatal accidente aéreo se lo impidió. Otros extraordinarios son el “Kozmic Blues”, el lamento de “Little Girl Blue” y la soberbia “Work Me Lord”, de estilo góspel, dónde Janis nos deja su característico sello y su voz única.

Janis Joplin es uno de los iconos más representativos de la historia, recordada por su libertad, por su música, por su aspecto hippie, por su frescura, por su talento, por su voz y por su desgraciada pérdida en 1970. Se situará eterna en el firmamento del rock, cantando con en esa virtuosa y desafortunada banda del cielo llamada el “Club de los 27”, junto a otros mitos como Jimi Hendrix , Jim Morrison o Brian Jones.

Y también evocaremos a “La Perla”, por su soledad, que llegó a expresar:

<>

Después de más de cuarenta años de tu pérdida, estamos completamente seguros de que sentimos tu cariño y sobre todo te amamos…

The Allman Brothers Band – The Allman Brothers Band Posted by Ruben.Borrajo on 1 junio, 2012 La extensa historia del rock and roll ha visto nacer a formaciones musicales arrolladoras, explosivas y legendarias, algunas de ellas nos obsequiaron con obras memorables que permanecen inalterables al paso del tiempo, las recordaríamos durante décadas, quedando grabadas a fuego en nuestra retina. Pero muy pocas bandas, han tenido en sus inicios un álbum de debut tan poderoso, espectacular e impecable como la denominada precursora del rock sureño “The Allman Brothers Band”.

Publicado en 1969 por el sello Capricorn, fue el disco homónimo al grupo, con el que se presentaban ante el mundo, catapultándoles hacia el estrellato y de paso, escribieron una de las páginas más hermosas dentro del universo del rock and roll.

La juventud con la que contaban sus integrantes en aquellos lejanos sesenta, no fue impedimento para moldear este soberbio trabajo, ya que los Duane Allman a la Slide, Gregory Allman, Dick Betts, Berry Oakley, y Jai Johanny Johanson, rebosaban de una creatividad y calidad musical a la altura de solamente unos pocos elegidos, dejándonos un exuberante legado y situándose con firmeza en el olimpo del rock junto a otros mitos de este género. Antes del lanzamiento de “The Allman Brothers Band”, los Allman se curtieron sobre los escenarios, tocando en varios festivales en el sur de los EE.UU. Componentes como el maestro de la Slide Duane Allman y su hermano Gregg, provenían de formaciones como los “Escorts”, los “Allman Joys” y los “Hour Glass”, consiguiendo sacar a la luz pública algunos álbumes con los que no obtendrían buenos resultados. Y de alguna manera, este disco fue su redención…

Incluyendo siete pistas, abren con una monumental versión instrumental del “Don’t Want You No More” de la Spencer Davis Group, tema eterno con el que ya nos daban muestra de la antológica banda que estaba amaneciendo en el panorama del rock… increíblemente lo enlazan con “It’s Not My Cross to Bear”… apoteósico.

Continúan con ese diamante en bruto que nos regaló Gregg Allman, “Black Hearted Woman”, siguen con el gran clásico perteneciente al inmortal Muddy Waters: “Trouble No More”, te desbordarán completamente con “Every Hungry Woman”, llegará a tu corazón la sutileza de “Dreams”, para finalizar con un especial e imperecedero “Whipping Post”, cinco minutos de duración muy importantes y que posteriormente podríamos disfrutar todavía más, ya que en 1971, se convierten en infinitos veintitrés, dentro de su estelar directo “The Allman Brothers Band – At Fillmore East”.

La curiosa portada interior con Berry Oakley haciendo de Jesucristo y los Allman semi-desnudos, quedará para la posteridad. Concluye esta magistral obra, que entró en los anales de la comunidad rock de la mano de sus incomparables creadores, unos músicos con letras mayúsculas, reyes de la improvisación que bebieron de diferentes estilos como el blues, soul, rock, o el jazz. Ya han pasado más de cuarenta años de carrera, de éxitos y también de tragedias e infortunios, pero su esencial música sigue y seguirá resonando eternamente en todos y cada uno de los rincones del planeta Tierra.

MC 5 – Back In The USA Posted by javisuarezadmin on 5 junio, 2012

Motor City Five es lo que significan las siglas de esta controvertida, histórica y revolucionaria banda surgida en Detroit, que irrumpió en el panorama musical de finales de la década de los sesenta con un sonido arrollador y una espectacular puesta en escena. Con unas actuaciones semi- salvajes y rodeadas de polémica, nace su primer clásico grabado en directo en 1968, se le llamó “Kick Out The Jams”.

MC5 ya poseía una trayectoria musical anterior, llegando a ser muy populares en la ciudad de Detroit, tocando varios estilos como garaje-rock o blues-rock. Y con cierta veteranía a sus espaldas, el éxito llamó a su puerta en 1969, saliendo en la portada del mítico magazine “Rolling Stone”, por aquel entonces de reciente creación. Incluso antes de publicar su primer álbum oficial, poco tiempo después fichaban por el elemental y legendario sello discográfico Elektra Records. “Kick Out The Jams”, sería un disco en directo brutal y arrollador para la época, en el que los más prestigiosos analistas musicales no supieron en qué género encuadrarlo.

Con él, los MC-5 hicieron famosa la frase que siempre usaban en sus conciertos y que rápidamente se convirtió en un símbolo de la banda: “Kick Out The Jams, motherfuckers!, frase obscena para la época que no gustó a los responsables de los grandes almacenes Hudson´s, (uno de los mejores almacenes de Detroit y de los EEUU). A partir de este momento dejan de vender el disco por continuas discusiones y diferentes puntos de vista con los responsables del sello Elektra, “Los Cinco” forzaban su salida de esta discográfica.

Gracias al periodista y productor Jon Landau y casi de manera accidental, fueron contratados por la Atlantic Records, con la que grabaron este “Back In The USA”, siendo influenciados al igual que en su primer disco por el poeta, gurú y comprometido activista político John Sinclair.

La banda estaba formada por cinco excelentes músicos capitaneados por el cantante Rob Tyner, los guitarristas Wayne Krammer y Fred “Sonic” Smith, el bajista Michael Davis y el soberbio baterista Dennis Thompson y respaldados para esta grabación con la colaboración de Danny Jordan a los teclados. “Back In The USA” sería el primer disco producido por el prolífico Jon Landau en la industria de la música. Posteriormente, se le reconocería como un reputado periodista y productor en la etapa fundamental de . Creó un magnífico trabajo, experimentando con acierto, aportando buenas ideas, frescura y dotando a MC 5 de una gran identidad.

Grabado el 15 de febrero de 1970, es una colección de clásicos en el que la mayoría de temas son de escasos tres minutos de duración, pero realmente intensos, con un marcado contenido social y político de la época, en algunos casos incluso subversivos, pero todos con un claro mensaje y en cierto modo, buscando los orígenes del rock & roll. Incorporan dos clásicos imperecederos de los años cincuenta como el “Tutti- Frutti” de Little Richard o el “Back In The USA” de Chuck Berry, que aporta el título al disco.

“Tonight”, “High School” o “The American Ruse” poseen unos riffs antológicos que realmente se pegan al instante, o el caso del “Looking At You” en dónde realizaron uno de los himnos más emblemáticos de la música de “garaje”. Con “Let Me Try”, crean un cambio consiguiendo una bella balada de estilo soul, siendo el más largo de todo el LP. Otros espléndidos temas, con estribillos pegadizos y buenas armonías vocales son “Shakin´Street” y “Teenage Lust”. MC-5 está considerado junto al otro destacado grupo de Detroit, los “Stooges”, de la “Iguana” Iggy Pop, precursores de la música Punk. “Back In The USA”, fue el segundo en su corta y elemental discografía de tres álbumes, pero sería suficiente para consagrarse con una obra que al primer contacto parece sencilla. Altamente recomendada, muy pocos lograrían recrearla, pudiéndola etiquetar como fundamental en la historia de la música rock.

Rob Tyner y Fred “Sonic” Smith, que más adelante se casaría con Patti Smith, fallecieron en la década de los noventa. Rob Tyner dejó curiosamente un epitafio en su tumba que decía: “Let Me Be Who I Am”, (“Déjame ser quien soy”.)

Eric Clapton – Crossroads Guitar Festival 2010 Posted by Ruben.Borrajo on 8 junio, 2012 Los festivales “Crossroads” apadrinados por Eric Clapton, resultaron ser un espectáculo único en el mundo, en dónde los guitarristas más importantes del planeta se dan cita en beneficio de la fundación Crossroads en Antigua, una institución de tratamiento y recuperación para las personas que sufren algún tipo de adicción. Y de nuevo, en esta tercera edición de 2010 celebrada en esa capital del blues que es Chicago, el elenco de músicos volvió a ser espectacular: B.B.King, , Jeff Beck, Derek Trucks & Band, Stevie Winwood, Sonny Landreth, Eric Clapton, David Hidalgo, Cesar Rosas, Ronnie Wood, Buddy Guy, Robert Cray, Jimmie Vaughan, Sheryl Crow, ZZ Top, Albert Lee, Joe Bonamassa, , Hubert Sumlin y un largo etcétera. Todos ellos representan el presente y pasado, pero también el futuro del arte del blues y el rock, géneros predominantes en este magnífico evento de cuatro horas y media de duración.

Especial mención y un merecido homenaje, haremos sobre la figura del guitarrista de blues Hubert Sumlin, recientemente fallecido a los 80 años víctima de un cáncer. En los últimos años y pese a su delicado estado de salud, daba conciertos con la ayuda de una botella de oxígeno. Hubert fue un auténtico héroe de la guitarra en la escena blues del Chicago de los 50, siendo integrante de la banda del legendario Howlin’ Wolf, aparte de definir el blues eléctrico e influenciando a generaciones venideras con su particular y distintivo estilo. También nos ha dejado frases históricas, como <>. El guitarrista de los Stones, Keith Richards, costeó todos los gastos de su funeral. Infinitas gracias Hubert, las estrellas, están en el cielo.

Volviendo al festival, la presentación corre una vez más a cargo del actor Bill Murray, abriendo el telón Eric Clapton y Sonny Landreth con “Promise Land”. De actuaciones excelentes esta repleto este “Crossroads 2010” y bajo nuestra humilde opinión, haremos una selección de los temas más representativos de este concierto:

Los tejanos ZZ Top, con sus impresionantes “Waiting for the Bus” y “Jesus Just Left Chicago”, “Going Down” con Pino Daniele, Robert Randolph & The Family Band y Joe Bonamassa, Robert Cray con Jimmie Vaughan y Hubert Sumlin interpretando “Killing Floor” y “Six Strings Down”, una vez más, el veterano Hubert Sumlin, nos da muestras de que el blues se lleva dentro del alma, Stefan Grossman y Keb’Mo’ con su “Mississippi Blues”. De antológica, se puede considerar la actuación de Derek Trucks & Susan Tedeschi Band, con su hermosa y delicada balada “Midnight In Harlem”… ya hacía tiempo, que no llegaba a nuestros oídos un tema de esta categoría. Continuaban con otro excelente “Coming Home”, junto al ex miembro de The Allman Brothers Band, Warren Haynes. Soberbios, los Buddy Guy, Jonny Lang y el Stone Ronnie Wood en “Miss You” y “Five Long Years”…Con rotura de cuerda incluida…

Le llegará el turno a eses genios llamados Steve Winwood y Eric Clapton con unos espléndidos “Dear Mr. Fantasy” y “Had To Cry Today”. Y que mejor manera de poner punto y final, que con el clásico entre clásicos “The Thrill Is Gone” de B.B. King.

Unidos bajo un mismo sentimiento, concluye este tercer “Crossroads 2010”, exactamente con el mismo espíritu y pasión que en sus anteriores ediciones de 2004 y 2007: La ayuda desinteresada a aquellos que más lo necesitan y ahí es donde estos virtuosos músicos demuestran su grandeza… y va más allá de lo que puedan hacer con sus guitarras…

Pasaran los años, y les seguiremos recordando por sus estelares apariciones en los “Crossroads”, por el legado que nos dejaron e increíble música, pero sobre todo por su solidaridad, su bondad y su calidad humana.

Larga vida al Crossroads Guitar Festival. Chicago Transit Authority – Chicago Transit Authority (1969 – CBS – Columbia) Posted by javisuarezadmin on 12 junio, 2012

En Enero de 1969 y adoptando el nombre de la compañía de transportes públicos de la ciudad de Chicago, debutaba esta excelente banda con un álbum sorprendente y revolucionario, fusionando blues, jazz y rock, creando un estilo innovador que logró perdurar hasta nuestro días.

Los Chicago T. A son una de las primeras macro bandas de la historia formadas por una espléndida orquesta a modo de Big Band, pero girando en torno al rock y junto a los Blood, Sweet & Tears, exploraban un nuevo territorio sónico, introduciendo una completísima sección de vientos y buenas armonías vocales con gran acierto. Chicago quizás con algo más de profundidad, arrollaba en sus tres primeros LP´s.

Bajo la producción del peculiar y emblemático músico de sesión, aparte de director de cine , se gestó este primer e histórico doble álbum de Chicago T. A.

Una genial formación, constituida por a los teclados y voces, a la guitarra y voces, al bajo y también a las voces, Daniel Seraphine a la batería, a la trompeta, James Pankov al trombón y cubriendo el resto de instrumentos de viento, como el saxo, la flauta o el clarinete. Este disco posee doce temas, compuestos en su mayoría por Lamm, Kath o incluso Guercio, excepto la magnífica versión del popular “I´m A Man” de Stevie Winwood y James Miller en su etapa con The Spencer David Group, una versión mucho más contundente y con un solo de batería inolvidable.

La mitad se publicaron en forma de single, como la hermosa y melódica “Beginnings”, una de las más recordadas “” o “Poem 58” con un espectacular solo de Kath, al igual que la improvisación “Free Form Guitar” que grabada en una sola toma, emula a su amigo y fan absoluto Jimi Hendrix.

“South California Purples” es otro magistral tema de cierto aire blues-rock, con un sonido poderoso. Como curiosidad nos encontramos con dos temas en los que la introducción son y suponemos, manifestantes reales del 29 de agosto de 1968 de Chicago, durante la Convención Nacional del Partido Demócrata Americano, situados en el Parque Grant de la ciudad pero que luego siguieron hasta el lugar de dicha convención, el Anfiteatro Internacional de Chicago, en medio de grandes disturbios y miles de heridos protestando por malas políticas y sobre todo por la sangrante guerra del Vietnam.

Los temas son “Prologue, (August 29, 1969)” y “Someday (August 29, 1968)”. En la última canción, “Liberation” nos dejan una jam antológica y épica, de algo más de catorce minutos de duración, demostrándonos su enorme calidad musical. Chicago Transit Authority, en su segundo álbum se quedó solo con el nombre de “Chicago” a secas, debido a problemas con el Ayuntamiento. Posteriormente su carrera sería solida, con éxitos más bien comerciales, pero sin renunciar a su inconfundible estilo, que aún se mantiene actualmente, pese al trágico fallecimiento en 1978 de uno de sus fundadores, el extraordinario guitarrista Terry Kath, por un disparo accidental y el continuo ir y devenir de algunos de sus integrantes originales.

Con una libertad asombrosa, encabezada primero por su productor y por unos músicos sobresalientes, desarrollaron una de las mejores obras de finales de la década de los sesenta, siendo pioneros del rock- fusión y abriendo las puertas a una nueva década para la vanguardia y la evolución del rock and roll.

Rory Gallagher – Irish Tour 1974 Posted by Ruben.Borrajo on 15 junio, 2012

En un ya lejano 1974, el músico irlandés Rory Gallagher recorrió la senda de los sueños, que un día se le presentaron en su imaginación y lo llevó a la práctica en el mundo real… le llamó “Irish Tour”. Quizás lo miró fijamente, un extraño animal mitológico de esos que habitan en lo más profundo de los densos bosques irlandeses y quiero creer, que le estuvo rondando más de una vez, otorgándole cierto don divino. Cuando canta, su voz se vuelve mágica, resonando como ecos de una época olvidada, pero siempre presente en la memoria e historia del rock and roll. Y una vez más, alzó su inmortal guitarra mirando al cielo para convertir sus acordes en eternos, imperecederos e inalterables al paso de los años, dejándonos uno de los directos más grandes que jamás se hayan publicado.

Al primer contacto llegará a tus oídos y de una manera casi instantánea, entrará a formar parte de esa increíble colección de “discos que han cambiado mi vida”.

Bajo la producción del propio Rory, El “Irish Tour” fue grabado en 1974 y coincidió con un tiempo en el que su Irlanda natal se encontraba sumergida en una etapa convulsa, de fuerte agitación social y políticamente cargada. Factores como la violencia, formaban parte de la realidad cotidiana e impregnaban el ambiente de Belfast de tensión y nerviosismo. Incluso, un periódico de Belfast declaró: Rory Gallagher nunca se olvidó de Irlanda del Norte, regresó a lo largo de los años 70, cuando otros artistas de su calibre no se atrevían a venir cerca del lugar”. Una muestra más, de la personalidad y carácter de este emblemático artista, dando a entender que la música posee cierto poder sobrenatural y que es capaz de unir a los pueblos. Pero aún en medio de esta tremenda dificultad, lograron captar las actuaciones durante el tour musical en vivo que Rory Gallagher realizó en diferentes puntos del país como el “Ulster Hall” de Belfast, Dublín y “Cork Carlton Cinema City Hall”.

A destacar y merecidamente, los músicos que acompañaban a Rory Gallagher: su inseparable Gerry McAvoy (bajo), Lou Martin (teclados) y Rod de’Ath a la batería, todos ellos, dieron forma a esta obra, perfecta de principio a fin. Abren el telón… “Ladies and gentlemen… Rory Gallagher“… con un poderoso y contundente “Cradle Rock”, con el que ya calentamos motores. Continúa mostrándonos la sensibilidad del blues con “I Wonder Who”, perteneciente a Muddy Waters.

Seguidamente llegará el momento álgido, durante la interpretación de “Tattoo’d Lady”, este antológico tema quedó marcado para siempre en el recuerdo colectivo de la comunidad rock, sus monumentales “solos” y riffs endiablados, parecen haber salido de lo más recóndito del infierno. Un clásico entre clásicos y toda una erupción de rock and roll…sin palabras.

“Too Much Alcohol” y el acústico “As the Crow Flies” con armónica incluida, caerás rendido a sus pies… Increíble “A Million Miles Away” infinitos sus nueve minutos… para pasar a un soberbio “Walk on Hot Coals”. Apoteósico, el “Who’s That Coming”, para poner punto y final con el blues de “Back on My Stompin’ Ground (After Hours)” y el emotivo e instrumental “Maritime”. En 1998, vería la luz una nueva redición del Irish Tour en formato CD, realizada por el sello RCA- Capo. En el año 2000 se publica el DVD dirigido por Tony Palmer “Rory Gallagher Irish Tour 1974”, en el que podremos encontrar numeroso material extra y entrevistas a Rory Gallagher.

Y así concluía esta épica aventura, de este brillante maestro de la guitarra y mito del rock and roll, poseedor de una fantástica técnica a las seis cuerdas, consiguió transmitirnos la sutileza del blues y la energía del rock. Desafortunadamente, Rory Gallagher nos dejaría para siempre un maldito 14 de Junio de 1995, víctima de una infección producida por el consumo excesivo de alcohol.

Amanecerán nuevas décadas y el tiempo no se detendrá, pero le podremos contar a generaciones venideras, recordándole con nostalgia, que hubo una vez… un colosal músico… se llamaba Rory Gallagher.

Stephen Stills – Stephen Stills – (Atlantic 1970) Posted by javisuarezadmin on 19 junio, 2012 Después de formar parte en bandas fundamentales como Buffalo Springfield, haber militado en las filas del legendario súper grupo Crosby, Stills, Nash & Young o grabar con verdadero acierto el clásico “Supersession” junto a Mike Bloomfield y Al Kooper, el guitarrista estadounidense Stephen Stills se embarcaría en una nueva aventura dejándonos un álbum magistral.

Primer disco en solitario de Stephen Stills, que gracias a su carismática personalidad e inmejorable gusto musical, pudo contar con la colaboración estelar de algunos de los mejores talentos de la era dorada del rock.

Su propósito era crear una obra íntima y personal. Para ello, compuso todos los temas que se incluyen en este espléndido trabajo, tocando instrumentos como el bajo, guitarras, percusión o los teclados. Nada más ver la luz, se convirtió en una obra cumbre en la historia, siendo el único artista y el único álbum que conozcamos que lograba incorporar a Jimi Hendrix y Eric Clapton.

Lanzado en noviembre de 1970, se grabó en los “Island Studios” de Londres y en el “Wally Heiders Studio lll & The Record Plant” de Los Ángeles. Consta de diez temas, en los que van desfilando un considerable número de músicos como por ejemplo sus compañeros David Crosby, Graham Nash, Calvin “Fuzzy” Daniels, John Barbata, de CSNY. Seguidamente John B. Sebastian, Booker T. Jones, Sidney George y un tal “Richie”, pseudónimo que utilizó el Beatle Ringo Star. Por otro lado un buen elenco de voces femeninas, entre las se encuentran Rita Coolidge, Priscila Jones o la gran Cass Elliot de “TheMamas & The Papas”.

Abren con uno de los temas más conocidos, el excelente “Love The One You´re With”, magnífica melodía, que apenas un año más tarde sería inmortalizada por Aretha Franklin en su imprescindible “Live At Fillmore West”.

“Do For The Others” es un acústico al más puro estilo de CS&N, sin acompañamiento, tocando la guitarra, el bajo y la percusión, dándonos muestras de su enorme potencial como músico. A continuación nos encontramos ante un tema de estilo góspel, perfectamente acompañado por un coro maravilloso llamado “The Chorus”.

Los dos temas que le siguen cuentan con la intervención de los genios de la guitarra, Jimi Hendrix en “Old Times Good Times” y Eric Clapton en “Go Back Home”. Una pequeña, pero histórica aportación, que eleva el álbum a los altares del rock and roll, con sendos punteos extraordinarios arropados por una monumental formación. Otros esenciales son “To A Flame” con Stills y Ringo Starr mano a mano, la profunda y acústica “Black Queen”, del más puro estilo blues, “Cherokee” con la grata incorporación de metales y “Sit Yourself Down” en dónde Stephen Stills refleja un sólido conocimiento de la música auténtica americana, el country, blues o incluso el góspel.

La portada fue un diseño de Henry Diltz, fotógrafo oficial del concierto de Woodstock e integrante del grupo musical folk a principios de los 60 “Modern Folk Quartet”, además de encargarse de que la comunidad rock recordara para siempre a los Doors en su imperecedero “Morrison Hotel” y que interviene en el último corte del disco, “We Are Not Helpless”.

Jimi Hendrix falleció en Septiembre, antes de ser publicado el álbum, por lo que Stephen Stills decidió dedicárselo rindiéndole un homenaje: “Dedicated to James Marshall Hendrix”.

En definitiva, un espectacular disco que… ¿a quién no le hubiera gustado pasar por dichas grabaciones?….

Neil Young – After the Gold Rush Posted by Ruben.Borrajo on 22 junio, 2012

Siguiendo la estela de nuestro anterior artículo, en el que analizábamos discos en solitario de antiguos integrantes de la legendaria agrupación Crossby, Stills, Nash & Young, esta vez le toca el turno al aclamado compositor y guitarrista canadiense Neil Young, que nos dejó un histórico y políticamente cargado álbum “After the Gold Rush” por un ya lejano 1970.

Amanecía una nueva década y veía la luz esta gloriosa obra, creada por su incomparable y colosal autor, un músico con letras mayúsculas que escribió uno de los episodios más célebres, importantes y carismáticos en el maravilloso arte del rock and roll. Contó con la colaboración de Stephen Stills y componentes de la banda “Crazy Horse” como Ralph Molina, Billy Talbot o Nils Lofgren.

Publicado en un momento álgido de su ya dilatada trayectoria musical, “After the Gold Rush”, tercero en su discografía, consta de once temas y está repleto de clásicos como los acústicos “Don’t Let It Bring You Down”, “Tell me Why”, “After the Gold Rush” y “Only Love Can Break Your Heart” y que acompañado de un emotivo “Till the Morning Comes”, te robará el corazón… Cargados de sensibilidad y melancolía, sensaciones predominantes en todo este magnífico trabajo aparecen otros como “Oh, Lonesome Me” y “Birds”. Y como todo álbum tiene un punto culminante, este llegará a cargo del eterno e increíble “Southern Man”, tema inmortal que posee incisivas letras con el que critica duramente la discriminación racial y la esclavitud en el sur de los Estados Unidos.

“Southern Man”, se convirtió instantáneamente en uno de sus himnos más brillantes y junto a otro gran tema “Alabama” (del álbum “Harvest” de 1972) fueron la pieza angular sobre la que se apoyó la formación sureña Lynyrd Skynyrd para dar origen al popular y memorable “Sweet Home Alabama”.

La portada fue tomada por el afamado fotógrafo Joel Berstein, en la que podemos ver a Neil Young paseando por ya forma parte del recuerdo colectivo de la comunidad rock.

Y así concluía After the Gold Rush, entrando en la leyenda de la mano del auténtico y genuino Neil Percival Young, rey del folk-rock, que fue capaz de jugar con diferentes estilos como el rock o y al que ya nos van faltando palabras, adjetivos y calificativos para describir su extraordinaria, antológica y monumental música. Jimmy Witherspoon and Eric Burdon – Guilty! - MGM-1971 Posted by javisuarezadmin on 26 junio, 2012

En 1970, estos dos grandes iconos del universo musical se unen para grabar un histórico álbum de blues impregnado de temática carcelaria. Dada la tristeza y el dolor que esta situación conlleva, suponemos que surgió a modo de protesta, por la dureza excesiva que se empleaba en centros de reclusión como San Quintín, Folsom o Soledad en el estado de California.

Grabado en los Wally Heider´s y MGM Studios en Hollywood, cuenta con un tema adicional en directo, concretamente en la prisión de San Quintín acompañados por la banda del penal. Otros músicos como en su “At San Quentin” o el rey del blues B.B. King en su “Live at San Quentin”, realizaron en este centro penitenciario espléndidas actuaciones en vivo.

Llegando por caminos diferentes y desde distintos puntos geográficos, estas dos célebres figuras del panorama musical convergen en el blues creando un tándem de lujo, en el caso de Eric Burdon, nacido en Newcastle y fundador de una de las pioneras y fundamentales bandas inglesas de los sesenta, “The Animals” que pronto se convirtió en una brillante estrella dejándonos temas inmortales gracias a una voz poderosa e inigualable. Establecido en los EE.UU, Eric Burdon abandona los “Animals” en su etapa psicodélica, para crear otra banda: “Eric Burdon & War”, más orientada hacia el blues, funk y jazz-rock, rodeado de músicos sobresalientes, que también forman parte de esta grabación y que junto a otros integrantes la denominaron “ Tovarish!”, únicamente para esta ocasión.

Jimmy Witherspoon, fue un excelente intérprete y un mito en la historia del blues y el jazz. Nacido en Arkansas posee un estilo musical muy cautivador, produce unos arreglos innovadores y dotado de una voz especial, colaboró con los artistas más prestigiosos de blues desde los años cuarenta, dejándonos estándares versionados posteriormente por los más grandes como el clásico “Ain’t Nobody’s Business”.

“Guilty!”, producido por Jerry Goldstein y Eric Burdon, nos muestra una portada inconfundible, con un hombre se cree que de poder, portando en el interior de su frente a unos presos agarrando los barrotes de una celda. En la contraportada refleja una carta escrita por John Pence Wagner, preso y editor del San Quentin News, en la que nos describe el día a día y la soledad que puede llegar a sentir un recluso.

Incluyendo nueve temas, abre en su cara A con un maravilloso “Driftin/Once Upon A Time”, continúa con un tema compuesto por el cantautor “Steam Roller”, hoy en día un básico del blues. “The Laws Must Change”, perteneciente a Mayall, procede del álbum experimental y acústico “The Turning Point”, en dónde estos dos maestros musicales ejecutan una monumental versión eléctrica, mucho más contundente. Uno de los momentos álgidos del álbum es el tema “Soledad”, propiedad de Burdon y dedicada a la prisión de Soledad, en Salinas Valley. “Goin´Down Slow”, fue grabado en directo en San Quintín, acompañados por la banda del penal, en la cual se encontraba el guitarrista Ike White. Años más tarde grabaría un buen disco, por supuesto, con el permiso del alcaide. Otras canciones interesantes son:”Have Mercy Judge” de Chuck Berry, “Home Dream”, “Headin´For Home” y “The Time Has Come”.

Eric Burdon llegó a decir que “le gustaría haber nacido negro” por su clara afición al blues y que sumado a la veteranía de Jimmy Witherspoon, nos dejaron un curioso álbum, aunque difícil de conseguir con su portada original, más adelante se reditó con el nombre “Black and White Blues”. Jimmy Witherspoon repitió fórmula años más tarde con el fenomenal guitarrista , obsequiándonos con otro magnífico disco, esta vez en directo.

Esta obra fue grabada en julio de 1970 y en septiembre del mismo año , Jimi Hendrix murió tras una con Eric Burdon & War, en el club de jazz “Ronnie Scott” de Londres. Eric Burdon se dio un respiro, meses más tarde comenzaría su carrera en solitario.

Si no lo escuchas… te consideraremos… ¡¡¡culpable!!!!

Bob Dylan – Desire Posted by Ruben.Borrajo on 29 junio, 2012

Esta es la historia del boxeador Rubin “Huracan” Carter, un hombre que fue injustamente encarcelado en 1966 y que pasó más de veinte años en prisión acusado de un triple asesinato que nunca cometió.

Su vida fue llevada al cine en la película de 1999 “Huracán Carter” protagonizada por Denzel Washington y dirigida por Norman Jewison. En 1975, Bob Dylan cantaba su libertad escribiendo “Hurricane” a modo de protesta, denunciando esta terrible situación. El impacto que causó “Hurricane”, rodeó a “Desire” de cierta raíz social, provocando considerables movilizaciones ciudadanas para que se aclarase el caso de Rubin Carter.

Centrándonos en el álbum, contó para las sesiones de grabación, con la colaboración de un importante elenco de músicos como la violinista Scarlett Riviera, Emmylou Harris, Ronee Bakley, Rob Stoner, Vincent Bell, Dom Cortese, Steven Soles y el legendario Eric Clapton a la guitarra. Posteriormente, Clapton abandonó el proyecto por distintos puntos de vista musicales con Bob Dylan. Varios de ellos, procedían de la banda que Dylan había reunido para realizar la anterior gira al lanzamiento de este disco, la célebre “Rolling Thunder Revue”. Una parte considerable de las letras de “Desire” fueron compuestas por Bob junto a Jacques Levy, que ya había trabajado con el grupo estadounidense “”.

Publicado en 1976 por el sello , “Desire” es el decimoséptimo disco de estudio de Bob Dylan. Impregna a todo este monumental álbum un atractivo sonido country rock y . Incluyendo nueve pistas, abre con el antológico y clásico entre clásicos “Hurricane”, momento álgido de esta gloriosa obra y tema eterno dedicado al boxeador Rubin “Huracan” Carter.

Continúa con los maravillosos toques de piano y violín de la bella balada “Isis”, pasa por “Mozambique”, interpretada por Dylan y acompañado por la cantante de country rock Emmylou Harris, haciendo gala de unas buenas armonías vocales. Y llegará ese auténtico lujo que es “One More Cup of Coffee (Valley Below)”, con el que a más de uno, se le caerá una silenciosa lágrima sobre la mejilla.

Sigue obsequiándonos con los emotivos “Oh Sister” y “Joey”. De nuevo, nos deleitará con dos diamantes en bruto “Romance in Durango” y “Black Diamond Bay”. Y que mejor manera de finalizar, que con uno de los temas más aclamados: “Sara”, hermosa balada que el genio de Minessota nos dejó para la posteridad. Así concluye esta joya de incalculable valor, que se introdujo en la memoria colectiva de la mano de su incomparable creador, un especial poeta que nos ha regalado infinidad de hits e instantes emblemáticos en este complejo universo musical al que denominan rock and roll.

Y lo mejor de todo fue que al final Rubin “Huracan” Carter recuperó su tan ansiada libertad.

<> Led Zeppelin – Led Zeppelin ll – (Atlantic 1969) Posted by javisuarezadmin on 3 julio, 2012

La continuación natural de Cream o de la Jimmi Hendrix Experience, se vio reflejada en una de las mejores bandas de todos los tiempos, siendo los británicos Led Zeppelin la herencia directa de estas dos grandes formaciones. Led Zeppelin se adelantó tres o cuatro años en el tiempo, revolucionaron el rock and roll hasta límites insospechados, evolucionando en lo que en un principio se llamó Hard-Rock y en el que algunos puristas de aquella etapa comenzaban a introducir por primera vez la palabra “heavy”. Ya han pasado más de cuatro décadas y hoy en día lo conocemos como “heavy-metal”.

Después del sensacional debut con su primer disco, tanto en Estados Unidos como en Inglaterra en 1968, el público todavía no conocía su nombre. En algunas localidades, los llegaron a denominar erróneamente como “Led Zeptlin” o “The New Yarbirds”. Editaron este segundo álbum a caballo entre América y Europa, a su vez embarcados dentro de una gira sin apenas tiempo para las grabaciones, algunas de ellas realizadas en hoteles y en los escasos momentos libres que les quedaban. Aún con esta tremenda dificultad, demostraron una fluidez musical solamente a la altura de unos pocos elegidos. Se rumoreó incluso, que esta obra fue realizada en lugares con muchas carencias tecnológicas, pero contando con uno de los más prestigiosos ingenieros de sonido del rock, Eddie Kramer. Y así vio la luz este brillante trabajo, a cargo de Led Zeppelin, apoteósica banda que dejó una de las huellas más profundas de aquella época.

Sus dos álbumes iniciales fueron esenciales, con mucha presencia de blues-rock, pero fue en “Led Zeppellin II” cuando comenzaron a incorporar temas muy bellos del más puro estilo folk. Respaldados por uno de los más celebres managers de la industria, el carismático Peter Grant y fichados por el sello discográfico Atlantic Records, presentaron a Led Zeppelin afirmando que “La Atlantic ha firmado con un nuevo grupo inglés, un contrato de grabación a largo plazo exclusivo. Aunque los términos exactos del trato sean secretos, puede ser revelado que éste es uno de la mayores que la compañía ha hecho”. Cuatro nombres escritos con letras de oro para la posteridad, fueron los elegidos para crear una de las bandas más importantes, clásicas e incluso misteriosas de la historia contemporánea musical:

Jimmy Page, sin olvidar su pasado en los Yardbirds, esta vez creador e impulsor de la banda encargado de componer, arreglar, tocar la guitarra y dejarnos uno de los riffs más calientes y explosivos del universo del rock, “Whole Lotta Love”. Un genio. John Paul Jones fue arreglista antes que músico, pero decidió formar parte del grupo, tocando principalmente el bajo y aportando otros instrumentos como el piano o la flauta y también componiendo, pronto se hizo un hueco fundamental dentro de Led Zeppelin, aunque no muy espectacular en las formas, pero sí exquisito en cuanto a lo que musicalmente se refiere siendo uno de los bajistas más influyentes dentro del mundo del rock and roll. Robert Plant es sin duda uno de los vocalistas más destacados del rock, creó un estilo propio y dotó a los Zeppelin de un inconfundible sello que aún permanece fresco y vigente en nuestro oído, aparte de recomendar el fichaje del último y cuarto componente.Este fue John Bonham, un poderoso, enérgico y contundente baterista que aportó un sonido brutal e impresionante. Después de su muerte, se convirtió automáticamente en mito del rock and roll.

La famosísima portada, obra de David Juniper, fue copiada de una fotografía de la Primera Guerra Mundial, del Circo Aéreo del legendario aviador Barón Rojo, cambiando algunas caras por los integrantes del grupo junto a otros colaboradores. Publicado en 1969, todos los temas son auténticas maravillas y creemos que como mejor se entenderán será escuchando los increíbles “Whole Lotta Love”, “Heartbreaker”, “Thank You”, “The Lemon Song”, “Moby Dick”, “Ramble On”, “What Is and What Should Never Be”, “Living Loving Maid (She’s Just a Woman)” … Si queda alguien que todavía no lo haya oído, le animamos a que ponga el disco desde el principio, le dé al play, que sin más cierre los ojos y disfrute, lo que pueda pasar después es cosa vuestra…

Y una vez más el Zeppelin se alzó gigantesco, sobrevolando el firmamento del rock and roll.

Blind Faith – Blind Faith Posted by Ruben.Borrajo on 6 julio, 2012 La polémica que generó el primer y único álbum del legendario supergrupo británico “Blind Faith”, fue directamente proporcional a su exitoso debut, dejando una de las huellas más profundas de la historia del rock and roll y llegando a colocarse en lo más alto de las listas musicales de la época .

Su controvertida portada, creada por el fotógrafo Bob Seidemann, en la que podemos visualizar una chica adolescente y semidesnuda que sostiene entre sus manos un avión, provocó fuertes críticas e incluso se censuró en algunos países, cambiando la portada original del disco por una fotografía de la banda.

Publicado en 1969 por la casa discográfica Polydor, contó con la producción del célebre Jimmy Miller, que ya había trabajado con formaciones de la talla de Traffic, los Rolling Stones o la Spencer Davis Group. Y por supuesto, los inolvidables integrantes que hicieron posible esta gloriosa obra fueron auténticos gurús del rock y el blues: Eric Clapton a la guitarra y voz, el reputado multi-instrumentista Steve Winwood al órgano, guitarra y voz, el excelente bajista y el virtuoso Ginger Baker a la batería. Algunos de estos componentes como Clapton y Baker, procedían del apoteósico grupo “Cream”, Steve Winwood de Traffic y Ric Grech ya había tocado con Family. Volviendo al disco, que incluye seis temas impregnados por completo de un increíble estilo blues rock y psicodélico, inician con un fantástico “Had to Cry Today”, siguiendo con un sutil acústico “Can’t Find My Way Home”, continúan con la genial versión del “Well…All Right” perteneciente a Buddy Holly, para pasar al momento álgido, que llegará a cargo del clásico entre clásicos “Presence Of The Lord”, memorable pieza compuesta por Eric Clapton y a la que posteriormente haría referencia en numerosas ocasiones, como en sus directos “E.C. Was Here” o en el “In Concert”, de los Derek & The Dominos.

A “Sea of Joy” lo marca el sello característico de Steve Winwood, para finalizar con los infinitos quince minutos de duración de “Do What You Like”, cortesía de Ginger Baker y el tema más extenso del LP. Cabe destacar, que una buena parte de las letras de este espléndido trabajo fueron escritas por Steve Winwood.

En 1969, Blind Faith ofrecía un espectacular concierto gratuito en el Hyde Park de Londres, al que asistieron más de 150.000 espectadores, instantáneamente ya pasaban a ocupar una posición privilegiada en el olimpo del rock and roll.

En 1986, saldría a la luz una nueva edición que contiene dos pistas adicionales “Spending All My Days” y “Exchange And Mart. En la Deluxe Edition, incorporaban material inédito y varias jams. Y así concluye esta joya de incalculable valor, que tuvo como protagonistas a varios de los iconos más grandes que ha dado este arte al que llaman rock and roll. La aventura sonora de los Blind Faith apenas duró un año, pero fue lo suficientemente intensa como para quedar marcada a fuego en la retina de la comunidad rock.

Desafortunadamente, las discrepancias entre los miembros del grupo lo llevaron a su disolución, pero la “Fe Ciega” que pusieron en su música, sigue y seguirá resonando eternamente como ecos de una época olvidada, aunque siempre presente en el recuerdo colectivo de la historia musical contemporánea.

The Concert For Bangladesh Posted by Ruben.Borrajo on 10 julio, 2012 Cada vez que un suceso o una catástrofe humanitaria ponen en peligro la vida de un grupo de personas y el mundo del rock se vuelca en su ayuda, estos desafortunados acontecimientos adquieren de manera instantánea, una repercusión e importancia fuera de lo común y hacen concienciar a la sociedad de la necesidad de valores tan bellos como la solidaridad y la ayuda desinteresada a los demás. Y “The Concert For Bangladesh” es el mejor ejemplo que podemos compartir hoy aquí con vosotros. En marzo de 1971, tuvo lugar uno de los episodios más terribles y una de las peores masacres en la historia humana. Comenzaba la guerra de liberación de Bangladesh (antiguo Pakistán Oriental) y el gobierno de aquella época ponía en marcha una operación militar contra los independentistas de la Liga Awami, que defendían la separación del Pakistán Occidental, provocando que alrededor de diez millones de personas huyeran de Bangladesh para refugiarse en la India. Al margen de esto, se le sumaba una serie de inundaciones y huracanes que destruyeron completamente el país durante el conflicto, sumiéndolo en una crisis de dimensiones desproporcionadas.

Ante esta horrible situación, el músico indio , le sugirió al ex Beatle George Harrison realizar alguna iniciativa para tratar de solucionar el problema en la medida de lo posible. En un principio, George Harrison grabó un single denominado “Bangladesh” cuyos beneficios irían destinados a los refugiados.

Poco tiempo después, Harrison decidió promover un gran concierto en el Madison Square Garden de Nueva York. Para ello, Harrison contactó con varias de las personalidades musicales más influyentes de aquellos tiempos. La mayoría aceptó la propuesta, pero otros como Paul McCartney se negarían rotundamente. Inicialmente John Lennon también confirmó su presencia, pero finalmente no asistió, creemos que por discrepancias con Yoko Ono. Celebrado el 1 de agosto de 1971 y consistiendo en dos conciertos, todos lo recordaríamos como “The Concert For The People Of Bangladesh”, convirtiéndose en el primer festival benéfico de la historia y la primera vez que una selección inolvidable de estrellas del rock se unían por una causa real: el apoyo a miles de personas sin hogar, sin alimentos y sin medicinas.

La categoría y calidad de los músicos que allí se dieron cita fue espectacular: liderando el evento, un extraordinario y ya totalmente desvinculado de los Beatles George Harrison, acompañado por Bob Dylan, Eric Clapton, Ravi Shankar, los baterías Jim Keltnet y Ringo Starr, Billy Preston al órgano, Leon Rusell, los bajistas Carl Radle, y Klaus Voormann, la banda británica Badfinger, o el guitarrista indio Jesse Ed Davis entre otros. Todos ellos, respaldados por una excelente sección de viento y coros.

Aparte del carácter benéfico del show, también se vivieron momentos históricos, como la reaparición del legendario Eric Clapton, que a pesar de sus problemas con las drogas realizó una actuación fantástica. Regresaba el poeta del rock Bob Dylan, que no aparecía en un directo desde 1970.

En la primera parte, abre el telón la interpretación de Ravi Shankar y Ali Akbar Khan, ofreciéndonos un recital de música india y el tema “Bangla Dhun”, presentados por George Harrison. Seguidamente, Harrison nos obsequia con “Wah- Wah”, llegará uno de los puntos culminantes gracias al genial y clásico entre clásicos “My Sweet Lord” y nos deja otro magnífico “Awaiting on You All” arropado por unos coros sobresalientes. El turno del gran Billy Preston llegará a cargo de un emotivo “That’s the Way God Planned It”. Otro ex Beatle, Ringo Starr nos sorprende con “It Don’t Come Easy”. Una delicia para los oídos son Eric Clapton y George Harrison en “While My Guitar Gently Weeps”

La segunda parte, comienza con una versión del “Jumpin’ Jack Flash” de los Stones, interpretada magistralmente por , al igual que “Youngblood”. El genio de Minessota, Bob Dylan, nos regala un buen abanico de clásicos, como siempre a un gran nivel: “A Hard Rain’s A-Gonna Fall”, “It Takes a Lot to Laugh”, “It Takes a Train to Cry”, “Blowin’ in the Wind”, “Mr. Tambourine Man y Just Like a Woman”. Y para finalizar, George Harrison toma de nuevo las riendas con la balada “Something” y “Bangladesh”…

Los beneficios que recaudaron fueron entregados a Unicef para su administración. El punto negativo fue que el dinero llegó tarde y mal a los refugiados, incluso se rumoreó que hubo cierta malversación de fondos e irregularidades contables, lo que provocó un enorme disgusto a George Harrison, que siempre se había sentido muy satisfecho de haber organizado aquel concierto.

Originalmente, el álbum se publicó en 1972 como triple disco de vinilo, posteriormente como doble CD y fue producido por . En 2005, veía la luz una edición especial en DVD que contiene material extra, un documental y diversas entrevistas a George Harrison. Y así concluye “The Concert Of Bangladesh”, que tuvo como protagonista principal a un George Harrison que logró transmitirnos sus deseos para un mundo mejor, más justo y más solidario, a través de un arte musical al que llaman rock and roll.

Relegado a un segundo plano y eclipsado por John Lennon y Paul McCartney, George Harrison les demostró que había vida más allá de los Beatles. En cierto modo y desde nuestro humilde punto de vista, creemos que le favoreció la separación de los Beatles y que dejó salir el increíble músico que llevaba dentro.

Poseedor de una prestigiosa carrera en solitario, cultivó perlas de incalculable valor como el álbum de 1970 “All Things Must Pass” o este concierto para Bangladesh. Falleció en 2001 víctima de un cáncer, conmocionando a toda la comunidad rock… pero George Harrison estará siempre presente, en la memoria y recuerdo colectivo de la historia musical contemporánea.

Tras su muerte, su familia emitió el siguiente comunicado: “Abandonó este mundo como vivió, consciente de Dios, sin miedo a la muerte y en paz, rodeado de familiares y amigos” Pacific Gas & Electric – Get It On – (1968 Kent) Posted by javisuarezadmin on 13 julio, 2012

“Una explosión de salvaje fuerza a cargo del grupo más increíblemente duro de nuestros días, y una grabación original, tomando todo el sabor y la garra que sólo en actuación directa unos consagrados saben dar. La esencia pura de Pacific Gas & Electric con un tema internacional…”Wade In The Water” EN DIRECTO…

Con estas breves, pero contundentes palabras que figuraban en un sencillo cartel, presentan en 1968 a esta gran banda californiana, para promocionar su debut con este primer álbum, que incluye el clásico tradicional “Wade In The Water” en directo, grabado en el Cheetah de Los Ángeles.

“Wade In The Water” es un antiguo tema góspel espiritual que data de una época remota, siendo registrado en formato sonoro por primera vez en 1901. Contiene pasajes bíblicos que según los expertos en la materia, era una especie de código que los esclavos americanos utilizaban para buscar su tan ansiada libertad. Constituida por excelentes músicos, Pacific Gas & Electric fue una de las primeras formaciones interraciales. Liderada por el excelente vocalista de color y uno de los fundadores Charlie Allen, siendo antes baterista del grupo, rápidamente fue remplazado por Fran Cook, ex componente de Canned Heat. Tom Marshall a la guitarra rítmica, también jugó un papel importante, siendo co-fundador al igual que el bajista Brent Block y el virtuoso guitarrista Glenn Schwartz.

Bajo la producción del emblemático empresario de la música Freddy DeMann y Frank Cook, se estrenaba el sello discográfico “Bright Orange Records”, subsidiaria de Kent/Modern, creando un sello filial para la ocasión y siendo este disco “Get In On”, el único producto en su catálogo. Actualmente, Freddy DeMann es conocido por producir los álbumes más representativos de y Madonna.

“Get It On” es una obra musical que pasó desapercibida y que tuvo poca repercusión en su momento. Y como los buenos vinos, fue ganando con el paso del tiempo. Contiene una buena colección de clásicos de blues, entre los que podemos destacar temas como “The Motor City Is Burnning”, magníficamente interpretado, compuesta por Al Smith, productor de John Lee Hooker, otros como “The Hunter” de los Booker T & Mg´S, la popular “Jelly, Jelly”, apoyada a los teclados por Joe Sample, o temas como “Cry, Cry, Cry”, todos ellos grabados en estudio.

También incorpora temas de facturación propia, como el antológico “Long Handled Shovel”, “Stormy Times” y “Live Love”, demostrando ser una agrupación sólida y con recursos, poseedora de un vocalista extraordinario y un guitarrista único. La irrepetible portada del álbum, cortesía de Ben Talbert, se supone que son imágenes de blues, con una locomotora en la que podemos visualizar el número 69, una bala con las palabras “Blues”, un reloj de bolsillo marcando las 4.04, y una bella mujer en una pose muy sexy entre otras curiosidades.

Pacific Gas & Electric fue una exquisita banda americana de la costa oeste, que lograría la fama internacional en 1970 con el tema “Are You Ready”, ya sin los integrantes originales y con una orientación más comercial, pero con un abrumador éxito, teniendo incluso una aparición junto a Peter Seeger en la BSO de la película de 1970 “Tell Me That You Love Me, Junie Moon”, dirigida por Otto Preminger y protagonizada por .

En 2008 se edita por primera vez en CD bajo el sello Big Beat y distribuido por ACE records, el álbum original incorpora nueve temas, más adicionales de las mismas sesiones de grabación, remasterizado y añade alguno no incluido en la época como “My Sweet Baby”, “Dirty Mistreater” o “Blues Chant”, que aún enaltece todavía más este imprescindible clásico del blues-rock de los 60 y que nos hizo “andar por el agua….” John Baldry- It Ain´t Easy - (Warner 1971) Posted by javisuarezadmin on 17 julio, 2012 Nacido en Brixworth en 1941 y criado en Edgware (Middlesex) a las afueras de Londres, el británico John Baldry comenzó a cantar desde su infancia en la iglesia de su localidad natal en Inglaterra. Pronto descubrió a mitos del blues como Bill Broonzy, Muddy Waters o a su mayor influencia, el músico de blues estadounidense Leadbelly.

Vinculado desde muy joven en la escena londinense, rápidamente se vio rodeado de los que fueron los pioneros del blues y el rythm & blues en Inglaterra, nombres ya consagrados como Cyril Davies o Alexis Korner.

Gracias a su peculiar manera de interpretar, este gigante de más de dos metros de altura y apodado “Long John Baldry”, logró formar parte de la banda “Blues Incorporated”, grabando en 1962 el que sería el primer disco de blues de Inglaterra: “R&B From The Marquee”.

Por las filas de esta formación pasaron músicos legendarios como el baterista Charlie Watts, Mick Jagger, el bajista Jack Bruce, el afamado saxofonista DickHeckstall-Smith, el mítico Graham Bond y los fundadores ya antes mencionados, Alexis Korner y Cyril Davies, este último fallecido en 1964, su lugar lo ocupó John Baldry. En esta etapa se fraguó una oleada de excelentes músicos, casi todos ellos conectados entre sí, desembocaban años más tarde en bandas imprescindibles del rock and roll, como la Ciryl Davies All Stars, The Hoochie Coochie Men, Graham Bond Organisation, The Rolling Stones, Spencer Davis Group, Cream, Bluesology o la Jeff Beck Group entre otras.

Después de una intensa década y dejándonos presentaciones históricas como la de los Beatles en el programa televisivo “Around The Beatles” en 1964 y a los Rolling Stones en EEUU (quedaría reflejada en el directo “Got Live If You Want It” de 1966), John Baldry comienza su carrera en solitario a finales de los sesenta.

Producido por sus amigos Rod Stewart y Elton John, “It Ain´t Easy” fue un álbum que tuvo un enorme éxito en Estados Unidos y Canadá en 1970. Para su publicación, utilizaron los Morgan Studios y los IBC Studios en Willesden Green y Londres respectivamente.

Contó con una extraordinaria agrupación, entre los que se encontraban: Elton John (piano), Ron Wood (guitarra), Ian Armitt (piano), Mickie Waller (batería), Rikki Brown (bajo), Maggie Bell (voz), Caleb Quaye y Joshua M´Bopo a las guitarras y un buen número de coristas, destacando a la maravillosa Doris Troy. Entre los temas que conforman este álbum seminal y de profundas raíces, destacamos la introducción llamada “Conditional Discharge” de algo más de tres minutos, acompañado de un magistral piano a cargo de Armitt, explicándonos sus experiencias musicales y enlazando con la espectacular “Don´t Try To Lay No Boogie Woogie On The King Of Rock & Roll”, absolutamente magistral.

A continuación nos deja otra perla: “Black Girl” (también inmortalizada por Nirvana en los noventa), un homenaje a una de sus mayores influencias musicales, Leadbelly, con el que nos traslada a la América profunda, esta vez arropado por la voz de Maggie Bell.

Otros esenciales son “Let´s Burn down The Cornfield” compuesto por Randy Newman, o el “It Ain´t Easy”, que da nombre a esta obra y con un inspirado Ron Wood. En “I´M Ready” se atreve con la eterna composición del rey del blues Willie Dixon. “Rock Me When He´s Gone” es otra pieza importante, con un virtuoso Elton John al piano, ofreciéndonos retazos de rock sureño junto a la épica “Flying” perteneciente a los Faces de Rod Stewart, en la que Lane y Wood nos dejan una versión especial , con unos coros sobresalientes. En 2005, año de su desaparición, la Warner redita esta joya musical en los que incluye siete Bonus Tracks, añadiendo algunos clásicos del blues como “Going Down Slow”, “Love In Vain” o “Midnight Hour Blues”, encumbrando a Long John Baldry entre los pioneros del denominado “British Blues”. John Baldry fue admirado en la época por su valentía respecto a su condición sexual y se convirtió en uno de los personajes más representativos del arte del blues a los dos lados del Atlántico. Y en definitiva, del rock and roll.

ZZ Top – DegüelloPosted by Ruben.Borrajo on 20 julio, 2012

Con un exquisito sabor a blues rock, se publicaba en 1979 este excelente álbum, sexto en su discografía al que denominaron “Degüello”, cortesía de la incombustible banda originaria de Texas “ZZ Top”. Un inolvidable trío musical formado por a la guitarra, Dusty Hill (bajo) y Frank Beard (batería), que nos ha dejado riffs e instantes memorables para la historia de un arte al que algunos llaman “la música del diablo”. Y así, desde lo más profundo del infierno y después de su gira “Worldwide Texas Tour”, se tomaron un merecido descanso de tres años, para retornar con gran éxito a la escena musical de la época, volviendo a recobrar protagonismo gracias a un único e inconfundible estilo “Texas Blues”. Y “Degüello” tuvo buena parte de culpa. Lo podemos considerer como una obra un tanto atrevida, ya que incorporan distorsionadores de voz y saxofones en varios de sus cortes y en ocasiones parecen “jugar” con el sonido.

“Degüello” fue distribuido por el sello discográfico Warner Bros Records y producido por Bill Ham, que se convirtió en un pilar fundamental de la fama de los ZZ Top a nivel mundial, encargándose de moldear su característica imagen y siendo co-autor de varios de sus trabajos más célebres, teniendo una larga y próspera relación de los años 1969 a 2006.

Centrándonos en el disco, que incluye diez temas, cabe destacar que a excepción de un par de versiones, todos ellos son de cosecha propia. Abren la primera parte con un rítmico blues rock “I Thank You”, perteneciente a David Porter e Issac Hayes. Y a continuación, llegarán dos de los momentos gloriosos a cargo de los geniales “She Loves My Automobile” y “I’m Bad, I’m Nationwide”, esta última, toda una demostración de puro hard rock blues, al igual que “A Fool for Your Stockings”. Y para cerrar la primera cara, “Maniac Mechanic”, curioso tema en el que simulan arrancar un vehículo, mitad instrumental y mitad canción. Y que mejor manera de iniciar la segunda parte que con el clásico entre clásicos “Dust My Broom”, extraordinaria pieza propiedad del legendario bluesman Elmore James, para obsequiarnos con otro magnífico blues rock “Lowdown In The Street”. Una sensación grata recorrerá tu cuerpo con el frenético ritmo de “Hi Fi Mama”. En “Cheap Sunglasses”, la guitarra de Billy Gibbons cobra un protagonismo mayúsculo, para finalizar con el cierto “aire pop” reflejado en “Esther Be the One”.

Como dato anecdótico, mencionar la representativa portada y el título que da nombre al disco, que según expertos en la materia, Degüello es un término que fue usado en La Batalla del Álamo durante la revolución de Texas en 1836. Y conocida, también fue la orden emitida por el general mexicano Antonio López de Santa Anna de “tocar a degüello”, que poseía un cruel toque de tambor y trompeta, indicándole al ejército que luchara sin piedad alguna y bajo el mandato de no hacer prisioneros aunque estos declarasen su rendición. Finalmente, se les degollaba.

Y así se despedían los tejanos ZZ Top, que atesoran una larga trayectoria musical de más de 40 años, abrazando ya a varias generaciones. Ataviados con sus peculiares barbas, botas de cowboy y una genuina música se ganaron a pulso un puesto importante dentro del rock and roll. Pink Floyd – Wish You Were Here Posted by Ruben.Borrajo on 24 julio, 2012

En aquel lejano 1975, nos propusieron un inolvidable viaje interestelar por el infinito universo del rock and roll y en cierto modo, todas las generaciones lo emprendimos con ellos. Y así es “Wish You Were Here”, un sueño del que nunca querrás despertar, envuelto con un rock espacial e hipnótico, que te transportará hasta los confines más recónditos de un nuevo mundo sonoro por descubrir.

Se puede considerar como un homenaje al ex componente, cantante y fundador Syd Barrett, ya que la temática que impregna a las letras de este disco, están referidas a los problemas con las drogas y a la enfermedad mental que Syd Barrett padecía, lo que provocó una fuerte conmoción entre los miembros del grupo. Desafortunadamente, falleció en 2006 víctima de un cáncer. Y fue durante la grabación de “Wish You Were Here” en 1975, la última vez que Syd Barrett volvió a ver a sus antiguos compañeros. Posteriormente, Barrett dijo que no recordaba haber formado parte de Pink Floyd.

Sin dudarlo ni un instante, haremos referencia a la calidad y categoría de los colosales músicos que conformaban Pink Floyd: (voz, guitarra), Roger Waters (voz, bajo, guitarra), Nick Mason (batería), Richard Wright (teclados). Para este álbum contaron con la colaboración de otros virtuosos músicos, como Dick Parry al saxofón o Roy Harper, arropados por unos excelentes coros. El protagonismo de David Gilmour como voz principal, tuvo una importancia transcendental en Pink Floyd, convirtiéndose en el líder carismático de la banda y en ocasiones rivalizando con Roger Waters, que años más tarde tomaría las riendas del grupo.

Grabado en los “Abbey Road Studios” de Londres, fue el noveno álbum en su discografía, en el que incorporaban diversos efectos de sonido y sintetizadores, al igual que en su anterior y extraordinario trabajo de 1973 “The Dark Side Of The Moon”.

Incluyendo cinco temas, abre la cara 1 con “Shine on You Crazy Diamond, Pt. 1”, dedicada a Syd Barrett y conteniendo largos pasajes instrumentales… realmente espectacular. Continúan con otra joya de incalculable valor ‘Welcome to the Machine’, en dónde la guitarra acústica de Gilmour se combina a la perfección con los teclados de Richard Wright. Con una grata sorpresa se inicia la cara 2 “Have A Cigar”, interpretada por el compositor y guitarrista inglés Roy Harper. Seguidamente, llegará el punto álgido a cargo del clásico entre clásicos y pieza de culto “Wish You Were Here”… sin palabras, para finalizar con la segunda parte del ya antes mencionado “Shine on You Crazy Diamond, Pt. 2” Su característica portada, realizada por la compañía Hipgnosis, en la que podemos visualizar un hombre ardiendo, se tomó en las afueras de los estudios Warner Bros de California. En la edición original de vinilo publicada en España por el sello EMI- Odeon en 1975, se introduce en el interior del disco una curiosa postal en la que podemos observar una bella fotografía del Lago Monosee, ubicado en California. Se reditó varias veces y en diversos formatos a través de EMI, añadiendo material extra y temas inéditos.

Y así, concluye este glorioso ““Wish You Were Here”, que contribuyó a que Pink Floyd se situase en aquella época como un innovador fenómeno musical a escala mundial. Innumerables y de sobra conocidas, son las disputas y los eternos conflictos entre sus componentes por los derechos legales de sus temas más célebres, ocasionando constantes separaciones y retornos musicales.

Al margen de esto y a nuestro juicio, hubo un día en que Pink Floyd, caballeros del rock and roll y máximos exponentes del rock sinfónico y progresivo, desearon desde lo más profundo de su corazón que Syd Barrett, aquel que les dio vida y nombre, hubiera estado aquí.

Johnny Winter – Johnny Winter – (Columbia – 1969) Posted by javisuarezadmin on 27 julio, 2012

Prácticamente desde su infancia y con una clara orientación musical obtenida por tradición familiar, el tejano Johnny Winter tiene sus primeras experiencias musicales a los cuatro años en la ciudad de Beaumont (Texas), dónde comienza a tocar el clarinete. Pero no sería hasta los doce años de edad, cuando siente una especial atracción por la guitarra aconsejado por su padre.

Adquiriendo una destreza fuera de lo normal, acompañado de su albinismo y pelo rubio deslumbrante, el éxito pronto llamaría a su puerta, despuntando en su ciudad natal junto a su hermano Edgar, versionando clásicos de blues y teniendo como máxima inspiración al legendario B.B. King.

En 1962 decide trasladarse a Chicago, donde sigue con sus estudios, pero mucho más centrado, para dar continuidad al aprendizaje de una de sus mayores pasiones: el blues.

La influencia de B.B King fue de tal magnitud, que sus amigos saben con certeza que una de las cosas que más le gustaría a Johnny Winter sería poder tocar algún día con el Rey del Blues, un bluesman ya consagrado en aquella época y que en 1962 ofrece un show en el Raven Theatre de Chicago. Johnny y su hermano Edgar asisten al concierto, sus amigos solicitan a B.B King si Johnny Winter puede tocar a su lado. El rey desconfiado, le pregunta si conoce sus canciones, a lo que Johnny contesta afirmativamente y responde que es un fiel seguidor de su música. Inmediatamente, le presta su guitarra Gibson y comparte escenario con el más grande, al parecer ejecutando una excelente actuación.

Pero no sería hasta 1969, cuando Winter debuta oficialmente con este espléndido álbum sin título, gracias a un artículo de la afamada revista Rolling Stone, que lo recomendó a Steve Paul para que lo produjera. Pronto se convierte en su mánager y en marzo de 1969, sale a la luz este disco de rock-blues publicado por el sello CBS.

Para su grabación, cuentan con la colaboración de dos célebres invitados: Willie Dixon y el armonicista Walter “Shakey” Horton, ambos poseedores de una contrastada veteranía musical. Arropados por la frescura y el talento de Johnny Winter a la guitarra, Tommy Shannon al bajo, “Uncle” John Turner a la batería y añadiendo una sección de viento a cargo de Edgar Winter, nos dejaron un álbum de blues absolutamente clásico, impregnado de un blues-rock realmente soberbio.

Contiene temas magistrales, como el blues pesado de “Be Careful With A Foll”, demostrándonos la enorme calidad de Johnny, fantástica también la composición de Winter “I´M Yours And I´m Hers”, rock-blues en estado puro y que los mismísimos The Rolling Stones versionaron durante la actuación de Hyde Park en el verano del 69, en uno de los puntos álgidos del evento en el que transcurre la mítica suelta de mariposas. Willie Dixon y Walter Horton se asocian con Johnny en el tema “Mean Mistreater” de J.Gordon, siendo una histórica aportación y obsequiándonos con un clásico sublime.

El típico blues tejano queda reflejado en piezas como el acústico “Dallas”, o en “Leland Mississippi Blues” de composición propia. Otros clásicos imperecederos son la versionada “Good Mornning Little School Girl” con la grata incorporación de metales, o la maravillosa balada “I´ll Drown In My Tears” con unos buenos coros femeninos, Edgar al piano, vientos y a la que respalda la gran voz de Johnny.

Con el paso de los años y tras una amplia discografía, Winter nos regaló una de sus obras más puras y la podemos valorar como un sobresaliente clásico de blues, que perdurará imborrable en el recuerdo de las décadas futuras.

Y así se iniciaba la leyenda del tejano Johhny Winter, que actualmente nos sigue brindando momentos inolvidables. De aspecto pálido y fácilmente reconocible por su característico albinismo, este hombre blanco tiene un sentimiento, voz y alma muy negra y siempre estará considerado como uno de los mejores guitarristas de blues y rock de todos los tiempos – The Captain And Me – (Warner - 1973) Posted by javisuarezadmin on 31 julio, 2012 Los Doobie Brothers se convierten en uno de los grupos más representativos del llamado “California Sound” a mediados de la década de los setenta, demostrando su increíble versatilidad acompañada de una base musical excelente, pudiendo pasar sin problemas del más puro estilo R&B, al góspel, al blues, al rock o incluso al jazz.

Formados en 1970 en la ciudad californiana de San José, sus fundadores fueron el guitarrista Tom Johnston y el baterista John Hartman, a los que se les uniría el bajista Dave Shogren y el guitarrista Pat Simmons.

Tras un escaso éxito después de su primer álbum, pero atesorando una gran calidad gracias a sus composiciones y buenas armonías vocales, elaboran temas espectaculares y se centran más bien en el country-rock. Y así llegó su segundo trabajo, el magnífico “Toulousse Street” de 1972, que los proyectó a la fama mundial, pero también comenzaban a sufrir constantes modificaciones en sus filas.

El antiguo bajista fue remplazado por el legendario Tiran Porter, que se estableció como un pilar fundamental en los Doobie Brothers e incorporan a Mike Hossack, un nuevo baterista, cohesionando así la formación más recordada de los Doobie Brothers, con dos guitarristas al frente y dos baterías. Analistas de la época, los llegaron a comparar con bandas de la talla de The Allman Brothers Band. Un año más tarde y tras vender rápidamente más de un millón de discos se edita “Captain and Me” en marzo 1973, considerado uno de los mejores trabajos de esta banda incombustible. Fue producido por el célebre Ted Templeman de la casa Warner, ayudado por el ingeniero y amigo inseparable Don Landee.

Para la configuración de este laborioso álbum, decidieron agregar pianos y órganos, que corrieron a cargo de Bill Payne. Al margen de esto, añaden los sintetizadores ARP programados por dos de los mayores talentos de la música electrónica del momento, Malcom Cecil y Robert Margouleff, dotando a esta obra de una profundidad especial y un sonido característico.

Contó con la colaboración a la Steel Guitar de Jeff “Skunk” Buster, un virtuoso guitarrista procedente de otra de las bandas esenciales de California: los “Steely Dan”, que junto a los Eagles fueron los grupos más destacados de aquellos tiempos y de este sonido.

Algunos de los temas más importantes se concentraron en este “The Captain and Me”, su tercer álbum de estudio y que posee el clásico entre clásicos “Long Train Running”, constantemente versionado y que fue traducido a otros idiomas como fue el caso del grupo Español “La Unión”, que versionó el tema y le denominó a su directo de principios de los noventa “Tren de Largo Recorrido”. “China Grove” es otro punto álgido en el que podremos disfrutar de un memorable riff, consiguiendo ubicar este tema rockero entre los grandes de la formación, junto a “Dark Eyed Cajun Woman”, un tema blues con el que rinden un merecido homenaje a B.B. King. Más pesados y contundentes son “Captain And Me”, “Ewil Woman” o “Without You”, poniendo de manifiesto su espléndida categoría musical.

El country-rock, estilo en el que se remarcaban como verdaderos especialistas, hace su presencia en temas muy bellos como “South City Midnight Lady” o “Clear As The Driven Snow” o el maravilloso “Ukiah”.

Mencionaremos la inolvidable portada, en la que podemos visualizar una diligencia del siglo XlX situada bajo el puente de una autopista, destruida durante un terremoto que tuvo lugar en California en 1971.

“The Doobie Brothers”, con unas letras muy cuidadas, músicos extraordinarios y que realizaron un trabajo sobresaliente reflejado en este The Captain And Me, nos dejaron instantes musicales muy dulces. Desde entonces y hasta nuestros días, se colocaron por méritos propios entre las bandas referentes y más queridas del mundo del rock.

Steppenwolf – Steppenwolf Posted by Ruben.Borrajo on 3 agosto, 2012

Como un potente disparo que va directamente al corazón, se introducía en nuestras vidas la formación de rock canadiense Steppenwolf por un ya olvidado 1968. Debutaban en la escena musical a finales de la década de los sesenta con este álbum homónimo, grabado en los United Western Studio de Los Ángeles y publicado por el sello ABC Records. Fue producido por Gabriel Meker, un músico y compositor de origen israelí que alcanzó la fama trabajando para artistas de la talla de Janis Joplin o Etta James.

Los miembros iniciales que constituían Steppenwolf y que moldearon esta obra fueron el fundador (voz y guitarra), Michael Monarch (guitarra), Goldie McJohn (teclados), Rushton Moreve (bajo) y Jerry Edmonton (batería). Con el paso de los años, sufren diversas variaciones en sus filas. Actualmente y tras constantes separaciones y retornos musicales, los Steppenwolf siguen ofreciendo conciertos, realizando continuas miradas nostálgicas y recordando canciones a las que el paso del tiempo parece no afectar. Y así se gestaba este clásico del rock, al que valoramos como patrimonio cultural de la humanidad gracias a su inolvidable tema central “Born To Be Wild”, considerado un himno del estilo motero por excelencia y asociado habitualmente a la velocidad en carretera. Fue escrito por Dennis Edmonton, cuyo sobrenombre es , ex integrante de la banda de blues “Sparrow” y que años más tarde daría lugar a“Steppenwolf”. Con su particular visión musical, sentarían las bases del hard rock acompañado de las letras de “Born To Be Wild”, que contienen un memorable verso “heavy metal thunder”. En décadas futuras, se utilizaba por primera vez el término “Heavy Metal” para definir a todo un género del rock.

“Born To Be Wild” sería utilizado en multitud de bandas sonoras y películas, como el célebre film estadounidense dirigido por Dennis Hopper “Easy Rider” de 1969, una “road movie” que narra el viaje en motocicleta por los Estados Unidos de los jóvenes Wyatt (Peter Fonda) y Billy (Dennis Hopper). Inesperadamente, Easy Rider unido a Born To Be Wild se convirtió en el icono más representativo de toda una generación. Como dato anecdótico y al margen de esto, en ”Easy Rider” también podremos escuchar temas de Hendrix o The Band entre otros.

Centrándonos en el álbum que incluye once pistas y haciendo honor a un cierto hard rock, nos encontraremos otros buenos cortes como “Sookie Sookie”, “Everybody’s Next One” y el homenaje a Chuck Berry con “Berry Rides Again”. Y llegará nuestro querido blues con una versión de aquella eterna composición del gran Willie Dixon “Hoochie Coochie Man”. Le sigue el inmortal “Born To Be Wild”, para poner punto y final a la cara 1 con el rítmico “Your Wall’s Too High”. La cara 2, abre con “Desperation” de John Kay, pasando por los riffs de “” y “A Girl I Knew” a la que llena una sensación melancólica. Un aire pop rodea a “Take What You Need”, para cerrar con el frenético ritmo guitarrero de “The Ostrich”.

Y así concluye este disco histórico a cargo de los Steppenwolf, aquellos que un buen día se presentaron ante el mundo diciéndonos que habían nacido para ser salvajes. Unos lobos esteparios de ascendencia alemana que habían tomado su nombre de una novela del escritor suizo Herman Hesse. Siempre bajo una humilde opinión, casualmente o por designios de la diosa fortuna, creemos que estuvieron en el momento exacto en el sitio correcto, lo que si es innegable es que entraron más que merecidamente, a formar una parte importante de esta amplia y querida familia que se llama rock and roll.

Magic Sam Blues Band – West Side Soul – (Delmark 1967) Posted by javisuarezadmin on 7 agosto, 2012

Samuel Maghett, más conocido por el sobrenombre de “Magic Sam”, debuta en el mundo discográfico con el álbum “West Side Blues”, un auténtico clásico de blues eléctrico, al que situaron entre los diez mejores discos del género, según la popular e histórica revista especializada en este arte llamada “Living Blues”.

Nacido en 1937 en una granja en el centro del estado de Mississippi, a ocho millas del este de Grenada, pronto comienza como otros niños de su edad a tocar la guitarra, influenciado notablemente por la peculiar manera de tocar de Big Joe Williams y también por músicos como Muddy Waters o Howlin Wolf.

En 1950 se traslada con su familia a Chicago, concretamente al West Side, un popular y humilde barrio ubicado al oeste de la “Windy City”. Magic Sam descubre la libertad que esta ciudad le aporta, dando un cambio radical y un sentimiento novedoso a la hora de abordar un nuevo estilo de blues, surgiendo en la misma generación, nombres como Junior Wells, Buddy Guy u Otis Rush, creando lo que más adelante le denominaban como “West Side Blues”.

Este nuevo estilo se caracteriza por tocar un blues propio de Chicago y de no trasplantar directamente el blues del sur, como ocurrió con sus antecesores Muddy Waters o Howlin ´Wolf, si no que sería el propio blues, que se tocaría en los numerosos clubs de la ciudad y la propia gente de la calle. Tras varios años actuando por locales de Chicago, en lo que la nueva escena musical incluía el sonido “soul” de Menphis y la influencia “góspel -pop-soul” de Detroit, a Magic Sam le llega su momento en 1967, grabando esta obra extraordinaria de blues moderno, bajo la producción y supervisión del mítico propietario del histórico sello de Jazz y Blues Delmark Records, el gran Bob Koester.

La Magic Sam Blues Band estaba formada por Magic a la voz y guitarra, Migthy Joe Young (guitarra), Stockholm Slim (piano), Ernest Johnson al bajo y el excelente baterista de blues Odie Payne.Jr, todos ellos músicos jóvenes, pero con una dilatada experiencia en el circuito blues de Chicago.

Centrándonos en el álbum, lo podemos considerar como una colección de verdaderos clásicos definidos por la voz aterciopelada de Magic Sam y un buen trabajo a la guitarra, creando un magnífico tándem con Migthy Joe Young, arropados por una base rítmica envidiable. Nos encontraremos temas universales como el tradicional “Sweet Home Chicago” siendo la primera vez que este tema se graba de esta forma y convirtiéndose rápidamente en un standard del blues. Contiene composiciones propias como “That´S All I Need” marcadas por un claro estilo soul, la instrumental “Lookin ´Good” o la legendaria “All Your Love”, uno de los cortes más destacados del blues referentes al amor. Otros más representativos, de claro estilo Chicago y fundamentales son “Dont´Want No Woman”, “My Love Will Never Die” de Dixon, un triste y duro lamento que Magic transmite de manera sobresaliente, o la tantas veces versionada “Mama Talk To Your Daugther” entre otros eternos clásicos.

“West Side Soul” llegaría en un momento histórico y espiritual en la historia del blues, plasmando un estilo moderno y que sería llave para el futuro del blues, casi como si de una plantilla se tratase, con un sonido que después de más de cuarenta años permanece puro e intacto.

Magic Sam falleció prematuramente de un ataque al corazón a los 32 años, pero no se fue sin antes dejarnos una corta, pero intensa discografía que consta de dos álbumes en estudio: “West Side Soul” y “Black Magic”, lo que significó un legado importantísimo y crucial para la historia del blues de Chicago y del blues en general.

The Butterfield Blues Band – East West Posted by Ruben.Borrajo on 10 agosto, 2012

Surgidos de esa capital mundial del blues que es Chicago, la Butterfield Blues Band destapó el tarro de la quinta esencia musical gracias a un histórico y revolucionario álbum al que llamaron “East West”, publicado por un ya lejano 1966. Considerado un disco de culto, todavía hoy sigue siendo objeto de infinidad de estudios y análisis, ya que causó un enorme impacto en la escena musical de la época y le indicó el camino a formaciones venideras.

Exploran magistralmente hasta los confines más recónditos del amplio territorio sónico, en ocasiones te invadirán con una tímida mirada hacia la psicodelia y en otras realizan una explosiva fusión de diversos estilos, como el jazz, rock, blues o el rhythm and blues… e incluso una cierta influencia del “raga” indio. Quiero creer, que la Butterfield Blues Band es el mejor ejemplo de libertad musical, imaginería y visión… hacen lo que quieren, cuando quieren y como quieren. Y por supuesto, haremos referencia a la extraordinaria calidad que poseían los integrantes que daban vida a la Butterfield Blues Band, que alcanza el estatus de legendaria: Paul Butterfield (voz y armónica), el héroe de la guitarra Mike Bloomfield, Elvin Bishop (guitarra), Mark Naftalin (piano), (bajo) y Billy Davenport a la batería. Mención especial, merece la impecable y virtuosa sección rítmica. Todos ellos, músicos con letras mayúsculas que ya eran famosos por haber tocado al lado de grandes del blues como Muddy Waters, Howlin ‘Wolf, Willie Dixon o T-Bone Walker.

Destacar la figura de Paul Butterfield, fundador y carismático líder de la banda. Un pionero en aquellos tiempos que llevó el sonido de la armónica hacia otra dimensión, mucho más allá del estilo tradicional afro americano.

Su peculiar forma de tocar este instrumento, le abrió las puertas a una cantidad ingente de músicos blancos, que hasta la fecha se encontraban excluidos del blues. Un genial legado, nos dejó aquel hombre blanco llamado Paul Butterfield. Desafortunadamente, su voz se apagaba para siempre un maldito 4 de mayo de 1987, víctima de una sobredosis de droga, pero siempre permanecerá vivo en nuestro recuerdo y se situará perpetuo en el olimpo, ocupando un lugar privilegiado junto a otros mitos del blues.

Centrándonos en el álbum, “East West” fue grabado en los “Chess Studios”, en aquel número 2120 de la Avenida South Michigan, con sede en Chicago. Segundo trabajo de su discografía, fue producido por Paul A. Rothchild y Mark Abramson (célebres por sus colaboraciones con los Doors) y publicado por el sello Elektra Records. Consta de nueve temas sin el más mínimo desperdicio. Abre la cara A con una versión del eterno clásico de Robert Johnson “Walkin’ Blues” y ya no te dejarán escapar… con “Get Out of My Life Woman” propiedad de . Continúan con un elitista “I Got a Mind to Give up Living”, para pasar a “All These Blues” en el que la armónica de Paul Butterfield parece cobrar vida y cierran con el aire jazz y blues reflejado en “Work Song”, perteneciente al músico de jazz estadounidense Nathaniel Adderley.

En la cara B nos encontraremos con los toques psicodélicos de “Mary Mary” de Michael Nesmith, siguen con el “Two Trains Running” de Muddy Waters, el tradicional “”Never Say No”, para finalizar con los infinitos trece minutos de duración del apoteósico instrumental “East West”, que te envolverá con las poderosas guitarras de Bloomfield y Bishop.

La portada del álbum, en la que podemos visualizar a los componentes del grupo, se fotografió en el Museo de Ciencia e Industria de Chicago.

Y así concluye esta joya de incalculable valor, cortesía de la Butterfield Blues Band, aquellos que nos hicieron viajar por el este, pero también hacia el oeste, y los mismos que nos llevaron a emprender una inolvidable travesía musical que llegó hasta los cuatro puntos cardinales. Traspasaron fronteras, derrumbando todas las barreras posibles y escribieron de paso, una de las páginas más bellas, exquisitas y majestuosas de la historia musical contemporánea.

Festival de Woodstock 69 – Tres días de paz y música Posted by Ruben.Borrajo on 15 agosto, 2012 Tal día como hoy, un 15 de Agosto de hace cuarenta y tres años, se celebraba en pleno apogeo del movimiento hippie el festival de Woodstock 69, un hito sin precedentes en la historia del rock que significó algo más que música. Las banderas pacifistas ondeaban al viento, factores como las protestas contra la guerra del Vietnam, formaban parte de la realidad cotidiana e impregnaban el ambiente de tensión y nerviosismo, en una época políticamente cargada. Y de una manera instantánea, Woodstock se convirtió en un canto a la paz, al amor y a la solidaridad.

Ya han pasado más de cuatro décadas y si emprendemos un viaje en el tiempo que nos transporte al 15 de Agosto de 1969 nos daremos cuenta de que no fue un viernes cualquiera. Gracias a Woodstock, la humanidad se concienciaba que de algún modo, el mundo tenía que cambiar y que ya estaba exhausta de conflictos bélicos e injusticias que atentaban contra los valores tradicionales de su sociedad y cultura. A nuestro juicio, Woodstock fue su voz. Fueron tres días inolvidables de paz y música que marcaron a fuego la identidad de toda una generación… el resto ya esta escrito en los libros de historia. La organización, corrió a cargo del ejecutivo discográfico Artie Kornfeld y Michael Lang, unos jóvenes productores que apenas rondaban los 25 años y que tenían la idea de construir un estudio de grabación, que finalmente desembocó en un festival de música y artes. Respondieron a un anuncio publicado por John P. Roberts y Joel Rosenman en el New York Times… y ni por un instante, se imaginaban la repercusión que Woodstock tendría años después.

Curiosamente, este mítico festival nunca se realizó en el territorio de Woodstock, simplemente tomaría su nombre, ya que los habitantes de esta localidad se opusieron totalmente a la organización del evento y les obligaron a trasladar el escenario. Finalmente, se celebró en una granja lechera de Bethel propiedad de Max Yasgur, situada a 69 km, en el estado de Nueva York. Artie Kornfeld y Michael Lang alquilaron el terreno por 50.000 dólares.

Económicamente, Woodstock fue un rotundo fracaso y la organización del festival solamente obtendría beneficios en años venideros, gracias a la gran cantidad de material recopilatorio, películas y álbumes relacionados con lo que allí sucedió.

Uno de los más famosos es el documental “Woodstock: 3 Days of Peace & Music” (1970), dirigido por Michael Wadleigh y montado por Martin Scorsese, lo estrenaron al año siguiente de Woodstock e incluso ganó un premio Oscar. Destacado, el film de 2009 “Taking Woodstock” dirigida por Ang Lee. En cuanto a álbumes recopilatorios, reseñar el publicado en 1970 en formato triple por el sello Atlantic Records/ Cotillion “Woodstock: Music from the Original Soundtrack and More”. En 1994, fue relanzado en doble cedé.

La segunda edición, publicada en 1971 por Atlantic: “Woodstock 2” en la que incluyen temas del anterior disco y añaden material extra. Tiempo después, se repetirían ediciones de Woodstock, como la del 1979, 1989, 1994 y 1999. Pero ninguna como la de 1969, la primera, única e irrepetible.

En los días previos al espectáculo, kilométricas caravanas de vehículos se agolpaban en las principales carreteras de acceso, dando lugar a atascos monumentales. Al margen de esto, se le unían las constantes quejas vecinales, los numerosos problemas para contactar con los artistas, la organización se vio desbordada, la comida fue insuficiente y las instalaciones sanitarias no eran aptas. En los medios de comunicación, a los periodistas se les ordenaba publicar opiniones desfavorables, resaltando solamente los puntos negativos referentes a la celebración de Woodstock… pero su llegada era ya inminente. Aproximadamente, el aforo del festival estaba destinado a 250.000 personas, pero se calcula que fueron alrededor de 500.000 las que acudieron y se estima que 250.000 no pudieron llegar. Durante tres días muchos durmieron a la intemperie, otros en tiendas de campaña… y se vivieron intensas noches de sexo y drogas, en especial LSD y marihuana. Todo ello, con la música rock de fondo. Reinaba el caos y el descontrol, se derrumbó la valla de contención, oleadas de visitantes acceden al recinto sin abonar los 18 dólares que costaba la entrada, convirtiendo un evento que en un principio iba a ser de pago… ¡¡¡en gratuito!!! Y así se gestaba este macro concierto de dimensiones desproporcionadas, durante tres días consecutivos 15, 16, 17 y la madrugada del 18 de Agosto de 1969, una brillante constelación de estrellas musicales se daba cita en aquel barrizal de lodo y fango, para iluminar el firmamento a través de un arte al que conocemos como rock and roll.

Muchos de los artistas que tocaron en Woodstock eran músicos ya consagrados en aquellos tiempos, a otros como Joe Cocker o Santana, les sirvió para proyectarse hacia el estrellato del rock gracias a la fama mundial que este evento adquirió. Hasta la fecha, tanto Joe Cocker como Santana jamás habían participado en un festival de estas características.

Realmente interesante, fueron los datos que se aportaron acerca de los artistas que fueron invitados y que por diferentes circunstancias no asistieron a Woodstock. Serían ilustres ausencias como la de Frank Zappa, que se negó porque “había mucho barro en Woodstock”, Los Doors, inicialmente confirmaron su presencia, pero al final lo valoraron como “una versión reducida del “’Monterey Pop Festival”, los Led Zeppelin se encontraban de gira, al margen de comentar que les parecía lo que iba ser un “pequeño festival”, entre otras destacadas declinaciones como las de Bob Dylan, Byrds, King Crimson, The Beatles, The Jeff Beck Group, Spirit, The Moody Blues, Joni Mitchell o Jethro Tull. Casualidades de un destino, que decidió que estos artistas no apareciesen en Woodstock… pero no importó demasiado. Incontables fueron las anécdotas que sucedieron, y en números mencionaremos las más singulares: 0 recolectores de basura, 1 caso de neumonía, 1 coma diabético, 2 nacimientos no confirmados, 3 muertes, (una por sobredosis de heroína, otra por apendicitis y otra atropellada por un tractor) , 3 traqueotomías practicadas, 4 personas perdidas, 6 meses para preparar el festival, 18 dólares era el precio de la entrada por los tres días, 10 fueron los disparos que hizo al aire con su escopeta el granjero Ben Leon, muy disgustado por el ruido, 20 minutos había que esperar para asearse, 27 Km de retenciones, 50 médicos traídos desde Nueva York, 65 autobuses se enviaron desde Nueva York, 80 demandas contra el festival, 100 arrestos por posesión de droga, 150 policías voluntarios, 346 policías que se contrataron fuera de sus horas de servicio, 450 vacas sueltas entre los asistentes, 600 letrinas, 60.000 los asistentes que esperaban los organizadores de Woodstock. Y así un largo etcétera…

Un amplio número de músicos acudieron a Woodstock. Y aunque la mayor parte de actuaciones estuvieron a un excelente nivel, muchas de las bandas sufrieron diversos problemas técnicos y de sonido. Nos centraremos bajo una humilde opinión, las que consideramos más representativas:

Llegó el Viernes 15 y a las 17:07 de la tarde, con el escenario situado al fondo de un lago, la apertura del festival corrió a cargo del cantante y guitarrista de folk estadounidense Richie Havens, con “I Can’t Make It Anymore” e interpretando unos memorables himnos mundiales “Strawberry Fields forever” y “Freedom”… apoteósico Richie Havens, poseedor de una gran personalidad. Sin duda, fue otra de las imágenes que Woodstock nos dejó para la posteridad. Los Sweetwater, con sus psicodélicos “What’s Wrong” , Motherless Child” o “Two Worlds”. Una silenciosa lágrima, cayó sobre Woodstock cuando Bert Sommers entonó su emotivo “Jennifer”.

Para el recuerdo colectivo, permanecerá la intervención de Country Joe McDonald, que hizo soñar y cantar a miles de personas al ritmo de su “I Feel Like I’m Fixin’ To Die Rag”, una de las proclamas en contra de la guerra del Vietnam más profundas del concierto… y otra de las canciones insignia del festival. Country Joe Mac Donald tocó sin su banda, los Fish, pero los versos de este tema quedarán marcados para siempre en la memoria del rock: And it’s one, two, three, What are we fighting for?, Don’t ask me, I don’t give a damn, Next stop is Vietnam; And it’s five, six, seven, Open up the pearly gates, Well there ain’t no time to wonder why, Whoopee! We’re all gonna die. John B. Sebastian con “Rainbows All Over Your Blues”… y vestido con su peculiar camisa amarilla, todo un icono gráfico. Incluso se tomó su fotografía de espaldas para una portada.

Arlo Guthrie, el hijo del influyente músico de folk Woody Guthrie y mentor de Bob Dylan, con esas joyas como “Coming Into ”, “Amazing Grace” y “Story about Moses and the Brownies”. Tim Hardim con“If I Were a Carpenter”, “Simple Song Of Freedom” y “Speak Like A Child”. El folk psicodélico de la Incredible String Band se reflejó en “When You Find Out Who You Are”, “Sleepers Awaken” o “Invocation”. El músico indio Ravi Shankar, encandila con su música: “Raga Puriya-Dhanashri/Gat In Sawarital”, “Tabla Solo In Jhaptal”, “Raga Manj Kmahaj (AIap, Jor, Dhun In Kaharwa Tal)” El Sábado 16 fue el día de la lluvia, que convirtió aquel inmenso prado en un lodazal gigantesco. Pero no fue impedimento alguno para los Quill, Santana, Canned Heat, Mountain, Grateful Dead, Keef Hartley Band, Country Joe And The Fish, John B. Sebastian, Creedence Clearwater Revival, Sly & The Family Stone (uno de los mejores grupos negros del momento), Janis Joplin con su Kozmic Blues Band, The Who y Jefferson Airplane. Muchos de ellos tocaron empapados por el agua. Increíble Santana, con su magnífico latin-rock y sus espléndidos “Soul Sacrifice”, “Evil Ways” o “Jingo”. Por aquella época, Carlos Santana solamente tenía publicado un disco y era prácticamente un desconocido en aquellos tiempos. Pero la colosal actuación que llevo a cabo, quedará escrita con letras de oro en la biblia del rock.

Janis Joplin, la diva del rock junto a sus Kozmic Blues Band en “Ball ‘n’ Chain”, “Kozmic Blues” o “Piece of My Heart.”. Dio toda una muestra de poderío con su desgarradora e imponente voz.

Con la mejor alineación de su trayectoria musical y llegados desde Los Ángeles, se presentaban los Canned Heat liderados por el “Oso” Hite a la voz, el genial Larry Taylor, uno de los mejores bajistas que ha dado el rock, acompañados por Alan Wilson y Harvey Mandel a las guitarras y Adolfo “Fito” De La Parra a la batería. Tocaron “/Leaving This Town”, “Going Up the Country”, Let’s Work Together”, “Woodstock Boogie” y “On the Road Again”. La Creedence Clearwater Revival de John Fogerty regaló un buen abanico de clásicos: “Green River”, “Commotion”, “Bad Moon Rising” “Proud Mary” “I Put a Spell on You” o . “Born on the Bayou” entre otros…y todo el mundo estaba durmiendo…

Los Sly & The Family Stone, hicieron las delicias del público con su inconfundible estilo funky-soul en “Love City”, “Everyday People” o “Sing a Simple Song”, un glorioso I’m going to take you higher” y un sin palabras “Stand!”.

Un sobresaliente, a los estadounidenses “Mountain” con Felix Pappalardi al frente y el virtuoso guitarrista Leslie West, con “Southbound Train” y la sensacional “Blood of the Sun”. Y desplegaron toda su imaginería, reflejada en “Theme for an Imaginary Western”, composición del ex cream Jack Bruce.

El infortunio, cayó sobre los Grateful Dead. Woodstock pudo haber sido otro punto álgido en su carrera, pero su puesta en escena fue cortada cuando los amplificadores del escenario se sobrecargaron durante “Turn On Your Love Light”, ya que la lluvia inundó el escenario y corrieron serio peligro de descargas eléctricas, alcanzando algunas a Jerry García y . Por este motivo, no aparecen en la filmación. Anteriormente, interpretaron “St. Stephen” “Mama Tried”, “Dark Star” y “High Time”. A los británicos The Who, les sorprendió el activista político Abbie Hoffman, que interrumpió la actuación del grupo para dar un discurso de protesta en contra del encarcelamiento de John Sinclair. Tocaron durante hora y media, enloqueciendo al público con sus clásicos: “I Can’t Explain”, “Tommy Can You Hear Me?, “Pinball Wizard” o “My Generation” entre otros. Varios de ellos, procedentes de su ópera rock “Tommy”. Originarios de California y uno de los máximos exponentes del “flower power”, los Jefferson Airplane aterrizaban en Woodstock con “Somebody To Love”, “Volunteers” o “White Rabbit”, entre otros hits y un gran blues “Uncle Sam’s Blues”.

El Domingo 17, tuvo como protagonistas principales a los Joe Cocker and The Grease Band, Country Joe & The Fish, Ten Years After, The Band, Blood, Sweat & Tears, Johnny Winter, Crossby, Stills, Nash And Young, Paul Butterfield Blues Band, Sha Na Na y Jimi Hendrix.

De antológica, se puede clasificar la interpretación de Joe Cocker con “Feelin’ Allright”, “With A Little Help From My Friends” y “Let’s Get Stoned”. Joe Cocker fue la voz de Woodstock. Después de tocar, el cielo comenzó a rugir… y una tormenta eléctrica se cebó sobre Woodstock. Los rayos estuvieron a punto de alcanzar las estructuras metálicas que sostenían las luces y amplificadoresy se suspendió el concierto varias horas. Pero no había nada que pudiese parar al rock.

Los canadienses The Band, una vez más nos obsequiaron con ese glorioso tema“The Weight”, todo un patrimonio cultural de la humanidad. El tejano Johnny Winter, acompañado de su hermano Edgar Winter en dos canciones, no dejarían indiferente a nadie con su “Mean Town Blues” y “Tobbaco Road”… ya había comenzado la leyenda del albino de oro. Extraordinarios los Ten Years After, capitaneados por ese fenómeno de la naturaleza llamado Alvin Lee. No fue un domingo cualquiera, todavía hoy se recuerda su fantástica actuación con aquel soberbio “I’m Going Home”.

En todo su esplendor se pudo ver a Crossby, Stills, Nash and Young con el emocionante “Marrakech Express”, “49 Bye- Byes”, “Find the Cost of Freedom” o “Judy Blue Eyes”. Neil Young se saltó el pase acústico y evitó ser grabado durante el eléctrico.

La Paul Butterfield Blues Band, dejaba otra huella imborrable con su característico blues: “Everything’s Gonna Be Alright”, “Driftin’” “Born under a Bad Sign” “Morning Sunrise” y “Love March”.

En último lugar, le llegó el turno del dios de la guitarra Jimi Hendrix, ataviado con una chaqueta de flecos y apoyado por su banda Gypsy Sun and Rainbows, que clausuraban el festival deleitando con un magistral himno eléctrico” “The Star Spangled Banner”, en señal de protesta al comportamiento bélico del gobierno de los EEUU.

Su legendaria actuación ante mucho menos público, se convirtió en el auténtico símbolo de Woodstock. Al parecer, se dice que fue Jimi Hendrix quien solicitó tocar el último. Imperecederas fueron sus improvisaciones, su asombrosa música de otra dimensión, sus maravillosas distorsiones con la guitarra…”Woodstock Improvisation”, “Villanova Junction”, “Voodoo Child (Slight Return)”, Stepping Stone”, o “Purple Haze”. A las 10:30 de la mañana del lunes 18, Jimi Hendrix tocó “Hey Joe”, el último tema que cerraba definitivamente el festival. Y con él se iban los tres días más transcendentales que vivió la historia musical contemporánea.

Y así concluye la aventura musical más grandiosa que vio nacer el siglo XX, un evento multitudinario que atrajo a medio millón de personas unidas por la música y su deseo de paz para el mundo. Quiero creer, que encarnaron a la perfección un inmortal espíritu que después de cuarenta años, todavía perdura.

Arropados por las estrellas del rock and roll, únicamente armados con guitarras y poesía, mostraron su rechazo a la guerra. Leyendas eternas que en aquellos días elevaron la música al infinito, haciendo que la humanidad se estremeciese. Una experiencia única que jamás se volverá a repetir y que marcó el principio y el fin de una época. Y por supuesto, el despertar de una nueva conciencia

Eric Clapton – Eric Clapton’s Rainbow Concert (Polydor 1973) Posted by javisuarezadmin on 21 agosto, 2012 El regreso de uno de los mitos e iconos del rock al mundo de la música estuvo marcado por este histórico álbum en directo, grabado para la posteridad el 13 de junio de 1973. Eric Clapton pasó más de dos años prácticamente inactivo, en medio de un lapsus de tiempo de recogimiento, drogas y desolación, que solamente fue interrumpido para actuar en el afamado “Concert For Bangladesh”.

La tremenda anticipación de Eric Clapton durante la década de los sesenta junto a las legendarias bandas dónde militó, supuso una parte vibrante en la historia del rock. En muchas ocasiones estuvo basada en el blues y teniendo como principales influencias a gigantes del género como Robert Johnson, Muddy Waters o Freddie King.

La vuelta de “” a la escena musical, se debió en gran medida al componente de “The Who” Pete Townshend, uno de sus mejores amigos, quién lo convenció y le dio ánimos, argumentando que la música que salía de sus manos era fundamental y ni mucho menos estaba “pasada de moda”.

Para el show, Pete Townshend reclutó a una excepcional e irrepetible agrupación de músicos, entre los que se encontraban nombres como Ron Wood a la guitarra, Steve Winwood a los teclados, Rick Grech al bajo, los bateristas Jim Capaldi y Jimmy Karstein, Rebop a la percusión y el propio Pete a la guitarra asociado con Eric Clapton, como no podía ser de otra manera, también a la guitarra y voz. Estableciendo el cuartel general en la casa de Ron Wood en Richmond, a las afueras de Londres, necesitaron diez días para ensayar y ponerse medianamente a punto, en los cuales el mítico guitarrista de los “Who” Pete Townshend, los recuerda con especial cariño, siendo para él “un placer poder ver tocar de nuevo a su amigo” y Clapton le respondió “no te preocupes, es fácil sabes, son temas sencillos” ante esa situación de inquietud y falta de entrenamiento que Eric padecía en aquel período.

El sitio elegido para su retorno fue el vetusto “Rainbow Theatre”, situado en Finsbury Park al norte de Londres, un escenario clásico y de difícil acceso para los numerosos fans del rock & roll en aquella época. Este teatro sería crucial en los setenta, convirtiéndose en un lugar de culto para formaciones del calibre de Yes, Led Zeppelin, Jethro tull o Emerson, Lake & Palmer.

Producido por Pete Townshend y ayudado por el músico e ingeniero de sonido Glyn Johns, bajo el sello discográfico Polydor, el álbum original de 1973 incorporaba únicamente seis temas, a los que por fortuna en la redición de 1995, se le añadieron otras ocho pistas nuevas, sumando un total de catorce; capturando casi todo el show completo y emprendiendo un inolvidable viaje por las canciones más destacadas de su amplio repertorio.

En la redición del 95, el concierto inicia con la presentación del grupo llamado para la ocasión “Eric Clapton´s And The Palpitations”, abriendo con el maravilloso “Layla”, dónde se advierte la voz cascada de Clapton, pero ya metido de lleno en el show, respaldado por una sobrecogedora banda que hizo las delicias del público. Continuaban con temas antológicos como “Badge”, “Blues Power”, “Roll It Over” o una versión bellísima de Jimi Hendrix: “Little Wing”.

Clapton sigue realizando un recorrido por sus anteriores éxitos, para dar paso a “Bottle Of Red Wine”, “After Midnight” a una velocidad más lenta, la balada “Bell Bottom Blues”, o el clásico “Presence Of The Lord”. Para terminar con “Tell The Truth”, el tema de Traffic “Pearly Queen”, los célebres temas blues usados durante años por Clapton como “Key To The Highway” y el estándar “Crossroads” y el tema de su primer disco en solitario “Let It Rain”. En este concierto, Eric Clapton usó por primera vez su eterna guitarra Fender Stratocaster negra a la que llamaba “”, que lo acompañaría durante el resto de la década de los setenta y hasta la mitad de los 80. Y como anécdota, esta guitarra donada por Clapton, fue subastada en 2004 logrando un precio récord de casi un millón de dólares.

Nos obsequiaron con un sonido espectacular, dentro de lo que a las actuaciones en directo se refiere, aunque no siendo de las más sobresalientes de Mr. Clapton, pero especialísima por las circunstancias, por la banda, por el momento transcendental en su carrera y por ser el retorno de uno de los grandes de la historia del rock. Un año después del “Rainbow Concert” y gracias a Pete Townshend y a la acupuntura, Eric Clapton logró dejar la heroína…

Robert Johnson – King of the Delta Blues Singers Posted by Ruben.Borrajo on 24 agosto, 2012

Ya ha pasado más de un siglo desde su nacimiento, pero el enigma que se cierne sobre la figura del bluesman Robert Johnson, continúa siendo objeto de infinidad de investigaciones y análisis.

Cuenta una leyenda sureña, que para conseguir lo que uno desea, puede vender el alma al diablo en un cruce de caminos… Y así comienza la historia de Robert Leroy Johnson, el rey del delta blues, aquel que realizó un supuesto pacto con el mismísimo Satanás, en la encrucijada de la Autopista 61 con la 49 en Clarksdale (Mississippi), ofreciéndole su alma a cambio de obtener la llave que le abriría las puertas al conocimiento musical absoluto y a una increíble técnica a la guitarra.

Por las remotas décadas de los años veinte y treinta, una práctica habitual en los músicos de blues era la de intentar transmitir una imagen de hombres misteriosos. Y Robert Johnson se construyó su propio mito y de alguna forma, supo mantener a su alrededor un cierto halo de oscuridad que lo convirtió en la leyenda del blues por excelencia. La vida de Robert Johnson, está erróneamente datada y llena de imprecisiones, aunque se dice que pudo nacer en 1911 en el estado de Mississippi, al sur de Estados Unidos. Trabajador de los campos de algodón de Robisonville, desde su infancia mostró interés por la armónica y el arpa. En sus inicios, era considerado como un músico mediocre… pero en un corto período de tiempo, mostró un virtuosismo fuera de lo común.

En el ocaso de los años 20 se desata su pasión desmedida por la guitarra, empezando a frecuentar locales de su zona. Y rápidamente se rodeó de músicos con cierta reputación en aquella época, como Son House, con el que comienza a tocar en los primeros años treinta y que ejerció una fuerte influencia sobre su persona, o Willie Brown, que ayudó a Robert Johnson enseñándole el arte de las seis cuerdas. Otra estrella del momento era el legendario Charlie Patton, el padre del “Delta Blues”, con el que Robert colaboró.

Robert Johnson tuvo una corta, pero intensa vida, que dedicó en su mayor parte a perfeccionar su destreza con la guitarra, madurando musicalmente en viajes por Nueva York, Canadá o el Delta del Mississippi. Después de pasar por diversas crisis matrimoniales y tragedias familiares, buscó refugio en la denominada “música del alma”. Conoce a Ernie Oertle, de Columbia Records, quien le presenta a Don Law, un representante que le insistió en que grabara sus temas en el menor tiempo posible. Y nos dejó reflejada su breve, pero genial obra en dos sesiones de grabación, registradas durante los días 23, 26 y 27 de noviembre de 1936, en una habitación del Hotel Gunter de San Antonio (Texas) y posteriormente, el 19 y 20 de junio de 1937, en un edificio de oficinas en Dallas, realizando solamente un total de 29 magistrales composiciones y a lomos de su guitarra acústica Gibson semi destruida. De varias, grabaría distintas versiones, siendo 42 las que se conocen en la actualidad.

Este álbum recopilatorio “King of the Delta Blues Singers”, nos deja un sabor a caminos polvorientos por el delta del Mississippi y al ambiente opresivo que se respiraba en los campos de algodón…

Publicado en 1961 por el sello discográfico Columbia, se recogen temas de la altura de “Crossroads”, (en el que hace alusión a ese terrorífico pacto), el clásico entre clásicos y tantas veces versionado “Sweet Home Chicago”, esa joya que es “Ramblin’ on My Mind” y otros que sentarían las bases del blues y el rock como “I Believe I’ll Dust My Broom”, Phonograph Blues”, “Walking Blues”, “32-20 Blues”, “Me and The Devil Blues”, “Love in Vain”, “If I Had Possession over Judgement Day” o “Blues Terraplane”, su primer gran éxito. Destacar que Robert Johnson, maestro de la guitarra slide, ha sido la fuente de inspiración más grande para músicos de la talla de Eric Clapton, The Rolling Stones, The Allman Brothers Band, Bob Dylan, John Fogerty, The Band, Led Zeppelin, o Johnny Winter entre otros. Uno de los más influenciados por su peculiar estilo fue Eric Clapton, qué le rindió un más que merecido homenaje con su disco tributo de 2004 “Me And Mr. Johnson”. Clapton se manifestó en más de una ocasión con frases como: <<“Es algo asombroso haber sido influenciado toda mi vida por el trabajo de un solo hombre>> o << Realmente, su música permanece como el grito más poderoso que pueda proferir la voz humana”>>

Finalmente, el diablo cobró su deuda y se llevó a Robert Johnson en 1938 a los 27 años, siendo el primer miembro y dando origen al fatídico “club de los 27”, formado por otras estrellas musicales, que fallecerían en años venideros a esa misma edad como Jim Morrison, Kurt Cobain, Jimi Hendrix, Janis Joplin o Brian Jones. Todo este cúmulo de anécdotas o casualidades del destino, no hicieron otra cosa que acrecentar aún más el mito. Al margen de esto y como dato curioso, únicamente se tiene constancia de dos fotografías de su persona.

De los motivos de su muerte, hay varias versiones, unos dicen que de neumonía, otros de sífilis. Quizás la más verídica, según se especula, fue que una noche durante una actuación en un bar de Three Forks junto a Sonny Boy Williamson, el dueño de la taberna introdujo veneno en su vaso de whisky, puesto que Johnson mantenía una relación con su esposa. Quiero creer, que la realidad superó a la ficción, aunque con un cierto atisbo de duda dentro de nuestra imaginería. Lo que si es innegable, es que aquel joven bluesman, desde una humilde opinión, nos dejó el legado musical más importante que haya visto nacer el siglo XX. Si hoy en día, existe el blues y el rock tal y como lo conocemos, es gracias a que Robert Johnson quiso…… que así fuera.

Koko Taylor – I Got What It Takes (Alligator 1975) Posted by javisuarezadmin on 28 agosto, 2012

La ciudad de Memphis en los Estados Unidos, tuvo el honor de ver nacer en 1938 a Cora Walton (Koko Taylor), una de las mejores intérpretes de blues de la historia, una mujer procedente del pantano, poseedora de una voz grave y contundente, que con el paso del tiempo se ganó más que merecidamente, el apodo de “The Queen of The blues”.

Comenzó desde su infancia a cantar en las iglesias y por aquella época era habitual que las chicas de su edad se decantasen por el góspel. Pero rápidamente, se dio cuenta que su verdadera pasión era el blues tradicional, un género que por esas fechas emitían las estaciones de radio sin descanso, por las que desfilaban continuamente grandes nombres del blues como B.B. King, Sonny Boy Williamson, Howlin´Wolf o Elmore James y que a su vez le sirven de gran influencia. Con el pseudónimo de “Koko Taylor”, se instala en Chicago en 1953, ciudad en dónde se empapa de blues y actúa en múltiples locales y tabernas del South-Side. En cierta ocasión, le presentan al famoso productor y pinchadiscos Big Bill Hill, personaje esencial en la trayectoria de Koko Taylor, que le dio referencias positivas al rey midas del blues, Willie Dixon. Posteriormente, la joven Koko firmaría en 1963 por la clásica discográfica Chess Records.

Bajo el amparo del músico, compositor y productor Dixon, que por aquella etapa se encontraba colaborando para artistas de la talla de Muddy Waters, Otis Rush, Little Walter o Howlin´Wolf entre otros, le proporciona un tema a Koko para estrenarse con su primer single.

Y “Wang Dang Doodle”, sería el tema escogido, ya grabado anteriormente por Wolf, pero que catapultó a Koko Taylor hacia el estrellato en 1965. Con su magnífica voz negra y arropada por el mítico guitarrista de seis dedos Hound Dog Taylor y el malogrado armonicista Little Walter, vendió un millón de copias, llegando incluso a tener una fuerte repercusión en la vieja Europa, continente en dónde sería constantemente demandada.

Tras un éxito enorme y un trabajo incesante rodeada de virtuosos músicos, se embarcó en giras larguísimas y realizó variedad de álbumes. Y por fin, la industria del blues y su clientela entendieron a la perfección la necesidad de incluir por fortuna, mujeres en este arte al que denominamos blues. Koko fichó en 1975 por Alligator Records, un sello emergente por aquella década, que dotó de frescura y nuevos talentos al blues de Chicago. El primer álbum que grabó en Alligator fue este “I Got What It Takes”, hoy en día un clásico, en el que Taylor estuvo acompañada de unos músicos veteranos, como el fino guitarrista Migthy Joe Young, el también guitarrista Sammy Lawhorn, el saxofonista Abb Locke, Bill Heid a los teclados, Cornelius Boyson al bajo y Vince Chappelle a la batería. Todos ellos, formaron una parte muy importante en bandas y artistas consagrados durante los setenta, tocando con estrellas como Muddy Waters, Fenton Robinson o Johnny Taylor.

“I Got What It Takes” contiene once joyas sin el más mínimo desperdicio y fue producido por la propia Koko, Joe Young y Bruce Iglauer. El álbum fue grabado en los “Sound Studios” de Chicago y como ya mencionamos previamente, fue el primero en el sello del lagarto, siendo un total de nueve, los grabados para esta legendaria compañía.

Inicia con una versión del popular “Trying To Make a Living”, un tema movido, que ya nos prepara para el resto del álbum. Seguidamente, tendrá lugar el que da nombre al disco: “I Got What It Takes”, propiedad de Willie Dixon y ejecutado al más puro estilo Chicago. Uno de los puntos álgidos es “Voodoo Woman”, compuesto por Taylor, en dónde nos muestra la fuerza de su voz y la corriente por la que atravesaba el blues en los setenta. Sencillamente magistral.

Otros fundamentales son el versionadísimo “Big Boss Man” con excelente saxo, “Happy Home”, espléndida slide, un rotundo “Blues Never Die” de Otis Spann, el funky en “Find A Fool” o la maravillosa balada “That´s Why I´M Crying”, son simplemente geniales. Koko Taylor es puro blues y aunque desgraciadamente nos dejó para siempre en 2009 a los 80 años, hemos podido disfrutar de su música, de su sentimiento desmedido por el blues y de la poderosa atracción de una voz única e irrepetible.

Con todos vosotros la reina del blues…. Creedence Clearwater Revival – Willy and the Poor Boys

Posted by Ruben.Borrajo on 31 agosto, 2012

Impregnado de un fuerte sentimiento antibelicista, presentaban en 1969 los legendarios Creedence Clearwater Revival esta histórica obra, a la que bautizaron como “Willy and the Poor Boys”. Un glorioso álbum, que podemos considerar como la crónica de una época, en la que factores como las multitudinarias protestas contra la guerra del Vietnam, o la división social, formaban parte de la realidad cotidiana, teniendo un profundo efecto sobre la nación norteamericana.

Y aquellos chicos desaliñados, originarios de El Cerrito en California, desataron toda su ira, realizando uno de los mayores alegatos en oposición a la guerra del Vietnam que ha visto nacer la historia musical contemporánea… le llamaron “Fortunate Son”. Un tema único, canción universal e inalterable al paso del tiempo. Clásico entre clásicos que se alzó rápidamente como el himno más representativo de toda una década. En cuanto llegue a tus oídos, te invadirá una potente sensación de rechazo hacia los conflictos bélicos, la temática principal que rodea a este disco, cortesía de la Creedence Clearwater Revival. Sus incisivas letras, nos hablan de las injustas diferencias entre clases sociales y lo que supone ser un “hijo afortunado”, como puede ser el hijo de un senador o de un padre adinerado y la gran influencia que estos podían ejercer, en torno al reclutamiento militar. Aquellos que tenían un estatus social más bajo, se encontraban combatiendo en el Vietnam… y era algo que a los políticos no le importaba ni lo más mínimo.

Al margen de esto, “Fortunate Son”, se ha utilizado en numerosas de series de televisión, videojuegos, BSO y películas como la ganadora de seis premios Oscar “Forrest Gump”, protagonizada por Tom Hanks.

Sin dudarlo ni un momento, haremos una mención especial, a los inolvidables integrantes que constituían la Creedence Clearwater Revival: su carismático líder John Fogerty a la guitarra y voz, su hermano Tom Fogerty a la guitarra, Stu Cook al bajo y Doug Clifford (batería).

Centrándonos en el álbum, “Willy and the Poor Boys” fue publicado en 1969 por el sello discográfico Fantasy Records, consta de diez pistas y destacar que ocho de ellas son compuestas por John Fogerty.

Abren la cara A con un pegadizo y alegre “Down On The Corner”, otro de sus grandes éxitos. Un rock clásico y divertido tendrá lugar con “It came out of the sky”. Y llegará la excelente versión del “Cotton Fields”, perteneciente al bluesman Leadbelly, continuando con el ritmo armónico de “PoorBoy Shuffle” y cerrando con el blues de “Feelin’ Blue” en el que Fogerty nos regala unos magníficos “solos” y hace gala de un virtuosismo incontestable. Inician la cara B con ese punto álgido y agresivo que es “Fortunate Son” y al que ya hicimos referencia. No pasará desapercibido, el cierto “aire country” que imprimen a “Don’t Look Now”, siguiendo con el tradicional folk estadounidense de “The Midnight Special”, un tema que desde nuestra humilde opinión, capta a la perfección la esencia musical de la CCR. Un espléndido instrumental “Side O’ the Road”, poseedor de unos solos de guitarra realmente fantásticos. Y que mejor manera de finalizar que con esa antológica pieza épica que es “Effigy”.

Y así concluye esta joya de incalculable valor, que tuvo como protagonistas a los genuinos Creedence Clearwater Revival, que vivieron una corta, pero intensa trayectoria musical de cinco años. Muy influenciados por ese mito del rock que es Little Richard, bebieron de diferentes estilos como el country, folk, blues, rock o swamp rock.

Las diversas tensiones internas dentro de la Creedence, provocaron un deterioro de la relación entre los miembros del grupo, que los llevó a anunciar su disolución definitiva en 1972. Pero no se fueron sin antes obsequiarnos con infinidad de hits y convertirse por méritos propios, en una de las bandas que ha marcado la vida de generaciones, gracias a su peculiar, extraordinaria e increíble música. Grand Funk Railroad – On Time Posted by Ruben.Borrajo on 4 septiembre, 2012

Siempre ha sido una de las leyes de este humilde blog, rescatar del olvido a aquellos que fueron ignorados e injustamente subvalorados por la industria musical. Y creemos que la banda estadounidense Grand Funk Railroad pudo ser una de ellas. Poseedores de un excelente repertorio y magníficos álbumes, en sus inicios sufrieron la ira de la crítica y apenas tuvieron repercusión en los medios radiofónicos de la época.

Originarios de Flint (Michigan), tomaron como base de su música diversos estilos como el funk, rock y blues, realizando una exquisita mezcla de géneros que les llevó a ganarse a pulso, un destacado puesto dentro de la comunidad rock a finales de la década de los sesenta y primeros setenta. Vendieron alrededor de 25 millones de discos y se embarcaron en numerosas giras por todo el mundo, llegando en ocasiones, a ser auténticamente delirantes para el público. Como dato anecdótico, el nombre del grupo proviene de un juego de palabras que escogieron de la línea del tren (Grand Trunk Railroad) que conduce por Flint – Michigan, su ciudad natal. Años después, obtuvieron el tan ansiado reconocimiento por parte de los analistas y supuestos “expertos”. Quizás una de las frases más representativas sobre su trayectoria, la expresó en 2003 el periodista David Fricke, de la Rolling Stone Magazine: “No se puede hablar de rock en la década de 1970 sin hablar de Grand Funk Railroad”. Ya sobran todas las palabras y adjetivos para describir a esta formación.

Y así comenzaba la leyenda de la Grand Funk, una de las bandas pioneras de hard rock de los Estados Unidos y precursores del sonido heavy americano de los 70. Lograron conseguir un enfervorizado seguimiento de sus entregados fans, gracias a sus monumentales shows en vivo, en los que ofrecen unas enérgicas descargas de rock and roll.

Por supuesto, una mención especial merece el poderoso trío que daba vida a la Grand Funk Railroad: el virtuoso guitarrista y cantante Mark Farner, el apoteósico bajista Mel Schacher y el contundente Don Brewer a la batería y voz.Centrándonos en el álbum, “On Time” consta de diez temas, se publicó en 1969 por el sello discográfico “Capitol” y lo podemos considerar como uno de los debuts de estudio más exitosos que ha visto nacer el rock. Fue producido por Terry Knight, ex integrante de la banda y locutor de radio, que tuvo una importancia transcendental en la consolidación de la Grand Funk Railroad como grupo musical. Abren con el ritmo pegadizo y trepidante de esa joya que es “Are you Ready”, para continuar con “Anybody’s Answer” todo un diamante en bruto al que imprimen un glorioso aire hard rock. Y llegará ese punto álgido y blusero que es “Time Machine”. Seguidamente, nos encontraremos con la agresividad reflejada en “High on a Horse” con unos impecables solos de guitarra. El protagonismo del batería Don Brewer, tendrá lugar con “T.N.U.C.”, tema en el que hace gala de unos solos espectaculares. Un visionario himno “Into The Sun”,…bienvenido a la energía en estado puro…

Otro de los momentos impactantes es el genial “Heartbreaker”, todo un despliegue de épica y maestría musical al servicio de un arte al que conocemos como rock and roll. Sencillamente extraordinario es “Can’t be too Long”, para poner punto y final con las desenfadadas melodías pop que envuelven a “Ups and Downs”. Y así se despide esta clásica obra, cortesía de la Grand Funk Railroad, una banda con letras mayúsculas. A nuestro juicio, la Grand Funk Railroad ha significado para América lo que Led Zeppelin a Europa. Durante buena parte de su longeva carrera musical, utilizaron el seudónimo de “La banda americana”, proveniente de su hit “We’re an American Band”. Y nos dejaron para la posteridad, otros sobresalientes discos como Grand Funk (El rojo), “Phoenix”, o el legendario “Survival”… pero eso… ya es otra historia. Ladies and Gentleman, con todos vosotros, la Grand Funk Railroad:

The Stooges – The Stooges (Elektra 1969) Posted by javisuarezadmin on 7 septiembre, 2012

A finales de la década de los sesenta, se publica una de las obras más revolucionarias y viscerales que ha visto nacer el rock, en la que factores clave como un enérgico sonido y una particular visión musical, convierten a los estadounidenses “The Stooges” en pioneros de un estilo al que posteriormente se le denominaba como “punk-rock”.

Podemos considerar a los “The Stooges”como una formación esencial e histórica, que irrumpió de manera impactante, en la escena musical de 1967 en Detroit y Ann Arbor (Michigan), ciudad de dónde eran oriundos. Rápidamente se hicieron con un lugar importante dentro de la comunidad rock, debido a la explosividad de sus actuaciones en directo y a la singular personalidad del fundador de la banda: James Osterberg, mundialmente conocido como Iggy Pop. Todo un icono del rock and roll…así como un potente y descontrolado volcán en erupción… Durante sus estudios universitarios, Iggy Pop crea varios grupos musicales con una clara orientación hacia la psicodelia y el blues. Estilos que absorbió principalmente en sus continuos viajes a Chicago y marcado por la gran influencia de bandas como los Doors. Una de estas formaciones, se llamaba “The Iguanas”, nombre que tomó para ser conocido por “Iggy” y más adelante como “la Iguana de Detroit”. En 1968 los ficha Jac Holzman, dueño de la compañía Elektra Records, por la cantidad de 5.000 Dólares. Y curiosamente, fueron producidos por John Cale componente de la Velvet Underground.

Los Stooges estaban liderados por Iggy Pop, los hermanos Ron y Scott Asheton a la guitarra y batería y Dave Alexander al bajo. Su primer álbum salió a la luz pública después de varias actuaciones legendarias, siendo una de las más recordadas la del auditorio “Grande Ballroom” de Detroit, junto a los míticos y en cierto modo rivales, MC5.

Las violentas y variopintas interpretaciones de los Stooges, no pasaron desapercibidas para el recuerdo colectivo del rock. Cuando tenían lugar sus apoteósicos shows, Iggy Pop se quitaba parte de su ropa, se untaba con crema de cacahuete pegándose trozos de carne, o se cortaba con restos de botellas rotas que el público tira al escenario, entre otras destacadas excentricidades. Iggy Pop fue la primera estrella del rock en arrojarse directamente al público en medio de un concierto. Gestos extravagantes, que en la mayoría de ocasiones fueron originados por el consumo excesivo de drogas y alcohol. Pero en cierta medida, crearon escuela y serían motivo de multitud de imitaciones a lo largo del tiempo. Y esta pintoresca actitud, provocaba una desorbitada exaltación de los fans y en muchos casos terminaba en grandes peleas.

Centrándonos en el álbum, fue el homónimo al grupo y contiene ocho cortes compuestos íntegramente por los Stooges. Como dato anecdótico, cuando llegaron al estudio de grabación sólo presentaron cinco pistas, a la discográfica le pareció un material insuficiente y les obligó a incluir algunos más. Esa misma noche, los Stooges realizaron tres temas, aumentando así su repertorio.

Comenzando por el clásico “1969”, de claro estilo “garaje”, es uno de los himnos emblemáticos de este disco, al que sigue el inmortal “I Wanna Be Your Dog”, un tema fundamental que de alguna forma señala la salida hacia un género nuevo, poseedor de un glorioso riff de guitarra en la intro y una especie de cencerros inolvidables…es simplemente genial.

En “We Will Fall” interviene John Cale a la viola y es el más extenso del álbum, con algo más de diez minutos de duración, parece haber salido de una ancestral ceremonia y lo rodea una grata sensación de calma, gracias a unos excelentes coros que nos transportarán hacia un primitivo convento… A continuación siguen con otro de los básicos: “No Fun”, clásico entre clásicos de la música garaje, en el que tocan unas características “palmadas” que lo invaden en su totalidad. Y por supuesto, la calidad de la banda pone de manifiesto la peculiar voz de Iggy Pop y la fantástica guitarra de Ron Asheton. “Real Cool Time”, un magnífico tema junto a “Ann” y “Not Right”, este último todo un arquetipo de lo que en años venideros se bautizó como “Proto-Punk”. Y para finalizar, la guitarrera “Little Doll”. Y así concluye esta obra, cortesía de los Stooges, aquellos que gracias a su primer y segundo álbum, fueron el mejor ejemplo de las distintas direcciones que tomaría el rock en el ocaso de la década de los sesenta. Evolucionaron por caminos diferentes y nos obsequiaron con nuevas formas de entender la música… aunque todo hay que decirlo: “Estos chicos estaban…!!! un poco “chiflados…!!!”

Canned Heat – Future Blues (Liberty 1970) Posted by javisuarezadmin on 11 septiembre, 2012

A finales de la década de los cincuenta, un par de chicos adolescentes aficionados al blues comienzan una labor envidiable en la ciudad de Torrance (Los Ángeles), recopilando y estudiando todo lo referente a este estilo, obteniendo así, una extraordinaria colección de antiguos álbumes de blues. Posteriormente, se unirían para fundar una de las bandas más legendarias que ha visto nacer la época dorada del rock. En 1965, Alan Wilson “el búho” y Bob Hite “el oso”, crean la formación musical Canned Heat, nombre adquirido de un tema del bluesman Tommy Johnson llamado “Canned Heat Blues” que data de 1928.

“Canned Heat” era el término que se utilizaba para nombrar el resultado de mezclar un producto de combustión muy popular en los hogares denominado “Sterno”, (una lata con etanol y parafina, que al encenderse servía para calentar la comida) que al combinarlo y consumirlo con soda u otras bebidas, provocaba una grave intoxicación. Su uso fue bastante frecuente, durante la gran depresión que sufrió Estados Unidosen los años veinte y treinta del siglo pasado. Los Canned Heat, rápidamente se hicieron con un lugar importante dentro de la escena blues americana, obsequiándonos continuamente con temas clásicos y colaborando con mitos de la talla de Son House o el guitarrista de country-blues John Fahey. Y también escribieron más de un artículo, acerca del bluesman de Louisiana Robert Pete Williams. En cierto modo, los rescataron del olvido. Para el recuerdo colectivo quedarán sus excelentes actuaciones en directo, sobre todo en el área metropolitana de Los Ángeles, en dónde provocan un fuerte impacto en el público gracias a su peculiar técnica musical, algo muy poco común en unos jóvenes chicos blancos que tocaban diversos géneros como el boogie-woogie, rythm and blues y el blues urbano. Después de actuar en el Monterey Pop Festival, sería en 1967 cuando les llegó el momento de grabar “Canned Heat”, álbum homónimo al grupo y primero en su discografía. Una mención especial, merece la espectacular alineación, quizás una de las más destacadas de su intensa trayectoria: Alan Wilson, Bob Hite, Frank Cook, Henry Vestine y Larry Taylor.

Y el éxito llamó a su puerta, tras cinco discos editados y constantes cambios de músicos desde la formación inicial, el 3 de agosto de 1970 se publica este “Future Blues”, una obra que podemos considerar crucial en su longeva carrera, en la que se alejan un poco del blues tradicional y se acercan al hard-rock, pero sin renunciar a sus orígenes. “Future Blues” está marcado por la característica voz de Bob Hite, la magnífica guitarra y armónica de Alan Wilson, al que se le suma el baterista mexicano Adolfo de la Parra, más conocido como “Fito de la Parra” y el genial Larry Taylor, uno de los mejores bajistas que ha dado el universo del rock. Y por supuesto, la acertadísima incorporación de Harvey Mandel sustituyendo al guitarrista Vestine, junto a Dr. John como invitado especial a los teclados. Producido por Skyp Taylor y los propios Canned Heat bajo el sello Liberty, el álbum original contiene nueve auténticos clásicos, distinguiendo entre ellos su mayor hit, “Let´s Work Together”, un tema con un inolvidable estribillo, que se coloca entre los más grandes de su tiempo. “Sugar Bee” es otro gran corte, dónde podremos apreciar su estilo único e inconfundible, en el que alternan las guitarras y sobresale la voz de Bob Hite, arropados por una base rítmica apoteósica.

Al margen de estos, el álbum incluye otros temas impregnados por un estilo diferente, como el caso de “Skat”, que lo interpretan como si de una big band se tratase, acompañados por un monumental Dr. John a los pianos. Y llegará la incendiaria jam “So Sad (The Word Is A Tangle)” de algo más de siete minutos de duración. En “My Time Ain´t Long” y en “London Blues” podremos sentir el sonido duro de la banda, para terminar con el que da título al disco: “Future Blues”, indicándonos con este nombre el camino hacia una nueva década…

La personalidad de Alan Wilson, un arraigado ecologista y espléndido músico, se vio afectada por serios problemas psicológicos y autodestructivos. Desafortunadamente, decidió poner fin a su vida un mes después del lanzamiento de este disco, curiosamente el 3 de septiembre de 1970 y a los 27 años de edad, como otras leyendas del rock and roll, pero su legado sobrevivirá y permanecerá eterno al paso de los años.

Y “Future Blues” también pasará a la historia por poseer una de las portadas más controvertidas, en la que podemos observar como la banda, recrea la conquista de la luna clavando la bandera americana, pero irónicamente… la sitúan al revés…

Kenny Wayne Shepherd – 10 Days Out (Blues From The Backroads) Posted by Ruben.Borrajo on 14 septiembre, 2012

Algo mágico despertó en el interior del joven guitarrista estadounidense Kenny Wayne Shepherd. A nuestro juicio, creemos que pudo ser la denominada “música del alma” y su maravillosa estructura de doce sencillos compases.

Durante diez días y acompañado por un equipo portátil de filmación, emprendió un inolvidable viaje por el sur de los Estados Unidos, con el objetivo principal de intentar captar el blues en su estado más puro. Inició en 2004 su particular travesía por los campos rurales del Mississippi, junto a los Double Troble (la banda de Stevie Ray Vaughan), recogiendo el sonido de ese legendario blues interpretado por artistas de la talla de Pinetop Perkins, Clarence “Gatemouth” Brown, Calvin Jones, Henry Gray, Honeyboy Edwards, Jerrie “Boogie” Mcain, Cootie Stark, Henry Townsend, Etta Baker, Bryan Lee o Buddy Flett (estos dos últimos fueron pilares esenciales en la carrera de Shepherd), entre otros.

Algunos de estos venerables músicos fallecieron a lo largo de la grabación, como el caso de Cootie Stark, Clarence “Gatemouth” Brown, Neal Pattman, George “Wild Child” Butler o Etta Baker, que nos dejó para siempre poco antes del lanzamiento de este álbum. Y este “10 Days Out (Blues From The Backroads)”, fue su última voluntad. El gran resultado que obtuvieron fue un excelente disco y una impresionante película – documental de blues, que consideramos como una de las más representativas que existen en la actualidad. En ella, podremos ver a mitos como B.B. King o Hubert Sumlin y a otros con menos relevancia, pero igual mérito: John Dee Holeman, o el armonista manco Neal “Big Daddy” Pattman.

Centrándonos en el álbum, quinto en su discografía, fue publicado en 2007 por el sello “Reprise” e incluye 15 temas y un DVD. Nos encontraremos con varias versiones de clásicos del blues como el mayor hit de B.B. King “”The Thrill is gone”, los eternos “Spoonful” (con George “Wild Child” Butler y la Howlin’ Wolf Band), “Red Rooster” pertenecientes al rey midas del blues Willie Dixon, o “Sittin’ on top of the world”.

Otras pistas que merecen una mención especial son el emotivo “Tears Came Rollin’ Down”, con un espectacular Henry Townsed al frente, el “Prison Blues” con un apoteósico Neal Pattman a la armónica (al que no le supone impedimento alguno que le falte un brazo), arropado por el magnífico guitarrista ciego Cootie Stark. “Chapel Hill boogie” con John Dee Holeman, o “Honky Tonk” por Buddy Flett son simplemente geniales. Una grata sensación, te hará sentir “Knoxville Rag”, cortesía de la guitarrista de 93 años Etta Baker. El octogenario y virtuoso guitarrista Clarence “Gatemouth” Brown, deja su huella en esa joya que es “Born In Lousiana”, mostrándonos de paso, su habilidad al violín, para finalizar con ese regalo para los oídos que es “Grindin’ Man” y “”, gracias al magistral pianista Pinetop Perkins y la Muddy Waters Band. Destacar en este tema, el espléndido trabajo realizado por Bob Margolin a la slide.

Y así concluye esta obra, impregnada de un exquisito aroma a pantano, en la que Kenny Wayne Shepherd ejerce de mero acompañante y cede el protagonismo a esas viejas leyendas del blues, que jamás quisieron abandonar su Mississippi natal.

Quizás Kenny Wayne, un buen día decidió olvidar por un momento el ajetreo de la gran ciudad y dejar de lado la fama, para marcharse allá donde se dice que proviene la verdadera música. Retrocedió en el tiempo en busca de respuestas, aventurándose por interminables carreteras del Delta en medio de la nada, recorriendo caminos polvorientos y visitando a aquellos lugareños de corazón humilde e innegable talento, para que respondieran a sus ansiadas preguntas. Unas semidesconocidas estrellas musicales que jugaron un papel muy importante en el desarrollo de este arte al que llaman blues.

En cierta ocasión, el bluesman Hubert Sumlin, expresó que “<>. Quiero creer, que mientras existan jóvenes valores como este originario de Louisiana Kenny Wayne Shepherd, que se preocupan de investigar en las raíces más profundas del blues, el género siempre se mantendrá vivo… Y ni mucho menos ha muerto, está mejor que nunca… y en plena forma.

The Band – Music From Big Pink (Capitol 1968) Posted by Ruben.Borrajo on 25 septiembre, 2012

Conquistando el corazón de medio mundo, debutaban en la escena musical de 1968 los canadienses The Band con este “Music From Big Pink”. Un emotivo álbum procedente de una época ya olvidada, que se convirtió en una auténtica obra de culto desde el primer momento en que vio la luz. Sobran todas las palabras, adjetivos y calificativos para describir a esta joya de incalculable valor, lo único que podemos decir, es que te llenará de admiración en cuanto llegue a tus oídos.

Poseedor de una belleza, elegancia y sutileza musical fuera de lo común, se publicaba en día de conjunción de astros favorable, un lacrimógeno verano del 68 por el sello Capitol Records. Rodeado de un alto componente sentimental, podemos considerar a “Music From Big Pink” como un disco que ha otorgado banda sonora a la vida de generaciones. Incluye un glorioso e inolvidable tema central “The Weight”, al que nunca nos cansaremos de hacer referencia elevándolo al estatus de patrimonio cultural de la humanidad. Infinidad de veces versionado, lo han usado en multitud de BSO, series de televisión y películas como “Easy Rider”. Durante 1965 y 1966, The Band (anteriormente The Hawks) fue el grupo de acompañamiento de Bob Dylan en su primera gira, apoyándolo en la transformación del folk hacia el rock eléctrico. Tiempo después, se desvincularon del genio de Minessota para seguir su camino, componer sus propias canciones y regalarnos infinidad de hits que permanecerán eternos e inalterables al paso de los años. Como ya es costumbre, haremos mención a los integrantes de The Band: Robbie Robertson (guitarra y voz), Richard Manuel (piano, batería, voz), Garth Hudson: (órgano y saxofón), Rick Danko: (bajo, voz) Levon Helm (batería, voz).

Con una escasa repercusión en los medios de comunicación y realizando una exquisita combinación de estilos como el country, folk, soul o rock, se forjaba la leyenda de uno de los mejores álbumes que ha visto nacer el rock. Impregnado de un cierto sentimiento folk, se alejan de la psicodelia reinante en aquellos tiempos y toman como base de su música los estilos tradicionales norteamericanos. Su grabación se produjo en el sótano de una casa <> pintada de rosa y ubicada cerca de Woodstock, en Nueva York.

Centrándonos en el álbum, fue producido por John Simmons y consta de once pistas. Inicia con la sensación melancólica que nos proporciona “Tears Of Rage”, coescrita por Dylan y Richard Manuel. Seguidamente, nos encontraremos con las magníficas “To Kingdom Come”, “In a Station” y “Caledonia Mission”, todas ellas muy elaboradas instrumentalmente. Cierran la cara A con ese clásico entre clásicos que es “The Weight”, propiedad de Robbie Robertson e invadida por la peculiar voz de Levon Helm.

La cara B abre con ese diamante en bruto que es “We Can Talk”, y la balada tradicional “Long Black Vei”, perteneciente a los cantantes de country estadounidenses Marijohn Wilkin y Danny Dill. Otro importante clásico es el inmortal “Chest Fever”, tema que The Band empleó habitualmente en diversos directos y recopilatorios. Continúan con “Lonesome Suzie” y unos dosificados toques de psicodelia reflejados en «This Wheel’s on Fire” para finalizar con el “I Shall Be Released” de Dylan, otro de los puntos álgidos de este espléndido trabajo y que también fue utilizado para cerrar su antológico concierto despedida de 1976 “The Last Waltz” dirigido por Martin Scorsese.

Así concluye este disco y nuestro pequeño blog comienza su nueva etapa 2012-2013. En su momento, Music From Big Pink no obtuvo el reconocimiento que se merecía y con el paso de las décadas terminó por convertirse en una obra clave en la historia del rock. Como dato anecdótico, su característica portada es una pintura de Bob Dylan. El infortunio, se cebó con los miembros The Band: el bajista Rick Danko falleció en 1999, al igual que Richard Manuel, que desgraciadamente apareció ahorcado en 1986 en la habitación de un hotel de Florida. En abril de 2012, también nos dejaba para siempre el baterista Levon Helm a los 71 años, víctima de un cáncer. Figura esencial y músico con letras mayúsculas, representó el espíritu del rock and roll.

Conocidos como “La Banda”, serán recordados como unos tipos sencillos, algunos de ellos hijos de granjeros, que fueron antes compañeros de ruta de Ronnie Hawkins y después de Dylan. Pero nosotros les evocaremos, como unos geniales artistas que un buen día decidieron irse a grabar al campo y cuando regresaron, nos obsequiaron con todo un monumento a la música.

Ten Years After – Ssssh (Chrysalis 1969) Posted by javisuarezadmin on 28 septiembre, 2012 “Esta música es la música de los Ten Years After”…

Con esta frase directa y unas breves notas escritas por Alvin Lee en la contraportada de este álbum, comenzaba a forjarse la leyenda de “Ssssh”, considerado como un disco de culto y publicado en un ya lejano junio de 1969.

Originarios de Nottingham, los Ten Years After pronto se ganan un lugar importante en la Inglaterra de finales de los sesenta, tocando en infinidad de locales y festivales, apostando claramente por un marcado estilo blues-rock y rythm & blues, siguiendo las pautas de bandas fundamentales como Cream, Fleetwood Mac, o los Bluesbreakers de John Mayall. Después de grabar tres excelentes discos bajo el sello Deram, (uno de ellos en directo, en un pequeño club), fichan por una compañía de reciente creación denominada Chrysalis Records, formada por Chris Wright y Terry Ellis. En poco tiempo, se asentaba como uno de los sellos esenciales del rock and roll, albergando entre las alas de su legendaria mariposa a bandas históricas como Jethro Tull, o músicos como el inmortal Rory Gallagher. Ssssh se grabó en los “Morgant Studios” de Londres en junio de 1969 y teniendo una mayor libertad de producción, se cubrieron de gloria gracias a esta antológica obra, poseedora de un sonido demoledor y aplastante. Obtuvieron un extraordinario disco, de esos que “crean escuela” y que sin ningún tipo de contemplaciones, puede pasar del tema más contundente y pesado a un acústico dulce y tierno.LosTen Years After están liderados por el prolífico guitarrista, cantante y compositor Alvin Lee, el magnífico bajista Leo Lyons, los teclados y pianos a cargo de Chick Churchill y el contundente baterista Ric Lee.

Centrándonos en el álbum, es el cuarto de su discografía y consta de ocho cortes absolutamente soberbios. Quizás buscaban un sonido envolvente, incorporando en algunos de ellos efectos especiales, como el caso de “Bad Scene”, abriendo con lo que parecen unos maullidos de un gato, interrumpidos por un sonido rápido y pesado. A continuación nos obsequian con “Two Time Mama”, un acústico con cierto sabor a la auténtica música del delta del Mississippi. Siguen con “Stoned Woman”, en donde la sección rítmica hace gala de un virtuosismo incontestable, dejándonos una de las piezas más vistosas del álbum. Todos los temas están compuestos por Alvin Lee, a excepción de la tantas veces versionada “Good Morning Little Schoolgirl”, propiedad del bluesman Sonny Boy Williamson.

Una mención honorífica merece el apoteósico “Good Morning Little Schoolgirl”, toda una perla que se situó como una de sus canciones más emblemáticas y de las más utilizadas en sus colosales directos. Cabe destacar el espléndido trabajo de toda la formación y sobre todo los duelos entre el maestro de bajistas Leo Lyons y el guitarrista Alvin Lee. La segunda parte inicia con “If You Should Love Me”, una balada simplemente perfecta y en dónde la voz de Alvin Lee cobra un protagonismo mayúsculo, dándonos muestras de que aparte de ser un gran guitarrista, es también un gran vocalista. “I Don´t Know That You Don´t Kown My Name”, es un bello tema rodeado de cierto aire folky, muy corto pero que refleja la versatilidad del grupo. En “The Stomp” se puede sentir la influencia del bluesman John Lee Hooker. Y para finalizar, una joya llamada “I Woke this Morning”, puro blues-rock de raíces, que los convierte por méritos propios en una de las mejores bandas que ha visto nacer el rock.

La curiosa portada de Ssssh fue obra de John Fowlie y el músico Graham Nash. Consiguieron un peculiar montaje fotográfico y una de las carátulas de álbum más representativas de TYA y de la historia del rock. Poco después de la publicación de Ssssh, los Ten Years After dejan una profunda huella en Woodstock’ 69, realizando una espectacular actuación y siendo una de las más recordadas de este festival. Un hecho, que le sirvió para abrirse camino hacia el mercado americano y encumbrar a Alvin Lee como un héroe de la guitarra eléctrica.

Para la memoria colectiva, quedará su imagen omnipresente y su fantástico rock and roll, siempre acompañado por su inseparable guitarra Gibson ES-335 llena de pegatinas. Y todo ello, en medio de una nostálgica época tan especial… ¡¡¡Sssssssssh!!!! … silencio…!!!! Rock and roll!!!! <>

Keef Hartley Band – Halfbreed (Deram 1969) Posted by javisuarezadmin on 2 octubre, 2012

“La Keef Hartley Band que más fama alcanzaría fue la que grabó el LP “Halfbreed”, un álbum que ponía de manifiesto la gran calidad y personalidad de Hartley dentro de un blues sugestivo y brillante”.

Jordi Sierra i Fabra, uno de los mayores estudiosos y conocedores de la historia del rock en España, describía con esta frase a la “Keef Hartley Band” en su publicación “Historia de la Música Pop (1962-72)”, mencionando así el debut de Keef en solitario.

Keith Hartley, nace en Preston, la ciudad más grande del condado de Lancashire, en la Inglaterra de 1944 y pronto comienza a despuntar tocando la batería. Le llegó su oportunidad sustituyendo a Ringo Starr en el grupo “Rory Storm And The Hurricanes”, con base en Liverpool. Poco después, tras su paso por los Artwoods, Keef recala en los legendarios Bluesbreakers de John Mayall, dónde graba algunos de los discos fundamentales de los sesenta, acompañado por el “padrino del blues blanco”. En 1969, John Mayall prescinde de los servicios de Keef y este decide formar su propia banda. Aportando unas ideas innovadoras, con libertad total de movimientos y una particular visión musical, la Keef Hartley Band graba su primer álbum titulado “Halfbreed”, en tan solo tres días, arropado por un sensacional elenco de músicos y ayudado por su amigo Neil Slaven, productor de la mayoría de sus composiciones.

La banda estaba liderada por Keef a la batería, el guitarrista Miller Anderson, Peter Dines al órgano y clavecín, Spit James a la guitarra y Gary Thain al bajo. Al margen de esto, contaban con una magnífica y versátil sección de vientos compuesta por el ex Bluesbreaker Henry Lowther (trompeta y violín), Harry Becket (trompeta), Lynn Dobson (saxo tenor y flauta) y Chris Mercer al saxo.

Grabado para el sello discográfico Deram, el álbum les sirve como plataforma para aventurarse en el festival de Woodstock’69, causando un tremendo impacto, sobre todo por la característica personalidad de Hartley, que adoptó la cultura y temática “Red Big Indian”, a menudo disfrazándose , ataviado con ropas y enseres de auténtico indio Cherokee en muchos de sus conciertos.

Curiosamente, abre en su cara A con una llamada telefónica de John Mayall diciéndole a Keef que ya no forma parte de su grupo. Este tema, denominado “Sacked”, se une a “Confusion Theme”, que sumado a “Halfbreed” conforman el primer corte del disco. Un fantástico instrumental, que viene seguido de “Born To Die”, un blues de extraordinaria factura, en dónde se aprecia el espléndido trabajo del grupo y en especial la guitarra de Miller Anderson. A continuación llega “Sinnin´ For You” uno de los temas centrales y más populares, haciendo gala de un estilo blues- progresivo, en el que respecto a improvisaciones y jams eran sencillamente magistrales.

La cara B inicia con el apoteósico “Leavin´Truck” de Sleepy John Estes, en dónde realizan un sólido y pesado blues, para pasar a la enigmática y suave “Just To Cry”. En “Too Much Thinking”, nos dejan un tema realmente mágico, con una sensibilidad inaudita y un memorable solo de violín. Y para finalizar, el semi-acústico “Think It Over”.

Para el recuerdo colectivo, la Keef Hartley Band quedará como una sobresaliente banda que nos obsequió con una obra inolvidable a finales de los sesenta. Reflejaron como nadie supo hacerlo, el fiel sentimiento del rhytm and blues verdadero, quizás un baterista discreto, pero poseedor de una fe ciega en su manera de interpretar la música. Y logró excelentes álbumes, aunque sin demasiada repercusión ni un excesivo protagonismo.

Desafortunadamente, Keef falleció en 2006 a los 67 años de edad, pero su carisma y peculiar carácter le sirvió para ser considerado como un gran y querido músico, encontrándose entre sus mejores amigos leyendas de la talla de John Mayall o Eric Clapton.

Doris Troy – Doris Troy (Apple 1969) Posted by javisuarezadmin on 5 octubre, 2012 Hija de un predicador Baptista, Doris Troy nace en Nueva York en 1937. Desde muy joven estuvo vinculada al mundo de la música, destacando rápidamente por su extraordinaria voz, sus excelentes interpretaciones y por su peculiar manera de tocar el piano en estilos como el góspel, soul o el blues.

En 1963, ficha por el prestigioso sello Atlantic Records, especializado por aquellas fechas en la música soul. Grabó un single llamado “Just One Look”, con el que lograba una gran popularidad. Un año más tarde, el grupo británico “The Hollies” (en el que militaba Graham Nash), realizaba una espléndida versión de este éxito, proporcionándoles un nada despreciable Nº 2 en las listas musicales de Inglaterra. Desde 1965 hasta 1970, Doris Troy formaría parte de “The Sweet Inspirations”, uno de los mejores conjuntos femeninos de soul de la década de los sesenta, por el que pasaron vocalistas de la talla de Dionne Warwick, Dee Dee Warwick, Estelle Brown, Myrna Smith, o Cissy Houston, esta última madre de la recientemente fallecida Whitney Houston. Las Sweet Inspirations se especializarían en hacer los coros a estrellas como Aretha Franklin, Van Morrison, Wilson Pickett, los Bee Gees o el mismísimo Elvis Presley. Doris decidió vivir en Londres, porque sentía una pasión desmedida por Inglaterra, al igual que Inglaterra tenía admiración por su figura. En 1970 le llegaría su gran oportunidad por mediación de Billy Preston (que venía de cooperar en el último LP de los Beatles), le presentan a George Harrison.

Desde el momento que se conocieron personalmente y desde que vio a Doris actuar en las sesiones de Billy Preston en su álbum “That´s The Way Planned It”, surge el flechazo musical y la oferta de George Harrison, que le preguntó: “¿ Quieres cantar para Apple?”… a lo que contestó: “Si! ¿Es en serio?”, a lo que George replicó “Bueno, quiero escribir canciones, producir y tocar, Ok”, a lo que Doris contestó con un simple “OK”. Y así Doris Troy se unió a la casa discográfica de reciente creación Apple Records, constituida para los últimos discos de los Beatles, bajo la EMI y Capitol. Arroparon a un nutrido número de artistas bajo su famoso distintivo, una gran manzana Granny Smith. Centrándonos en el álbum, poseedor de un sonido de absoluta gloria, se grabó en los Trident Studios en el barrio Soho de Londres y en los Olimpyc Studios, a finales de 1969 y principios de 1970. Gracias a la influencia de George Harrison, contó con la ayuda de músicos de lujo y de renombre, amigos del ex-beatle como Billy Preston (que sería uno de los productores), Eric Clapton, Ringo Starr, Klaus Voorman, Stephen Stills, Delanney And Bonnie o Peter Frampton entre otros.

En su edición original, contiene trece temas y seis bonus track. En la edición de 2010, se le suma uno nuevo, pudiéndonos encontrar versiones espectaculares, como el “Get Back” de los Beatles, el psicodélico de Buffalo Springfield “Special Care”, esta vez con un sonido más Rythm & Blues y dinámico. Y una grata sorpresa de auténtico blues, cortesía del tándem George – Doris denominada “Give Me Back My Dynamite”, reflejando a la perfección la fuerza en el tarareo de Doris, junto a esa llama celestial que es “What You Will Blues”. Abren el disco con “Ain´t That Cute”, un tema escogido que sirvió para lanzar el primer single del álbum, en dónde podremos apreciar el virtuosismo de la banda y su personalísima voz. El segundo single es el tradicional “Jacob´s Ladder”, un admirable góspel inspirado en la biblia. Plagado de temas incomparables, destacar el contundente “You Give Me Joy Joy”, “Don´t Call Me No more”, la versión de Joe South “Games People Play”, la bellísima “Vaya Con Dios” o la composición de Jackie Lomax “I´Ve Got To Be Strong” , con sección de vientos incluida. Tras esta maravillosa colaboración con George Harrison y con varios genios de la música, Doris Troy continuó trabajando hasta que nos dejó para siempre en 2004, víctima de una enfermedad pulmonar.

Para la memoria colectiva, Doris Troy quedará como una gran dama de la canción, que prestó su genuina voz en algunos de los temas más emblemáticos de la historia del rock, como “You Can´t Always Get What You Want” de los Rolling Stones, el “You´re So Vain” de Carly Simon o el legendario “Dark side Of The Moon” de Pink Floyd .

Infinitas gracias Doris.

<< Este artículo se lo dedico a ese amor de mi vida que es mi hija Emma, el día de su tercer aniversario. Felicidades Emma, papá te quiere muchísimo>>

John Lennon – Imagine Posted by Ruben.Borrajo on 9 octubre, 2012

Quizás un día de alineación planetaria propicia, John Lennon recorrió la senda de los sueños, imaginando un mundo mejor, más justo y solidario, sin guerras ni violencia. Un lugar sin fronteras, sin odio, sin rencor, en donde la confianza y la amistad reinan pacíficamente. Desafortunadamente, el sueño de John se quedó en una mera ilusión.

Pero a Lennon le bastó una obra extremadamente preciosista a la que bautizó como “Imagine”, para concienciar a la humanidad de la necesidad de estos valores tan bellos. Publicada en 1971, contiene “Imagine”, uno de los himnos pacifistas más representativos que jamás se hayan escrito. Clásico entre clásicos, eclipsa al resto de temas que conforman este álbum. Su delicadeza, sensibilidad y elaboradas letras, conquistan el corazón del oyente y es casi imposible no enamorarse de ella al primer contacto. Así mismo, “Imagine” también es considerado como el mayor éxito en la carrera de John Lennon como solista. A nuestro juicio, escuchar “Imagine”, supone realizar un absoluto ejercicio de liberación que ahuyenta todas las miserias que invaden este mundo. Y este disco también significó otras muchas cosas, siendo una de las más relevantes, las burlas y ataques directos hacia su ex compañero Paul McCartney, debido a las fuertes tensiones y discrepancias que tuvieron en su etapa Beatles. Desde mi humilde opinión personal, Paul McCartney vivió encasillado en la mediocridad musical durante gran parte de su trayectoria. Ya lejos de su figura, Lennon, Ringo Starr y George Harrison, le demostraron nuevas formas de concebir la música. Y sobre todo, que había vida más allá de los Beatles.

Centrándonos en el álbum, vio la luz en 1971 por el sello Apple y consta de 10 pistas. Fue grabado en los Ascot estudios de Tittenhurst Park (Inglaterra), propiedad de Lennon y en los Record Plant de Nueva York. A raíz de este disco, se filma en 1972 el documental “Imagine” por Lennon y Yoko Ono. Cabe destacar, que una buena parte de los temas, fueron compuestos por un genio cuya creatividad no entiende de límites y que responde al nombre de John Lennon. Producido por Phil Spector, Yoko Ono y el propio John Lennon, contó con la colaboración de músicos de la talla de George Harrison, Tom Evans, Rod Linton, Joey Molland y a las guitarras, el alemán Klaus Voorman al bajo, King Curtis al saxofón, , Jim Gordon, Michael Pinder y a la batería y percusión, Nicky Hopkins, John Tout y John Barham a los pianos y la sección de coros al J&P Duo Group. Varios de ellos, integrantes de la Plastic Ono Band. Abre el álbum con ese símbolo inmortal que es “Imagine”, y al que me faltan adjetivos para describirlo. Antológico comienzo, en dónde se desata un cúmulo de emociones de tal magnitud, que hicieron estremecer los cimientos de la comunidad musical. Continúa con los peculiares toques country de “Crippled Inside”, para llegar a otro de los puntos álgidos a cargo de la emotiva balada “Jealous Guy” (originalmente denominada“Child of Nature”), glorioso hit y otra de sus monumentales canciones. Un brusco cambio se presenta y lo sentiremos gracias a “It’s So Hard”, I Don’t Wanna Be a Soldier” y “Gimme Some Truth”, en dónde podremos palpar un excelente rock y blues rock, con un cierto sabor callejero. Otro de los momentos importantes es “Oh My Love”, una maravillosa balada cargada de melancolía y escrita por Lennon y Yoko Ono. Seguidamente, la ironía reflejada en “How Do You Sleep?”, todo un alegato contra Paul McCartney. Concluyen con la sutileza de “How?” y la explosión de alegría plasmada en “Oh Yoko!” Así se despide esta obra de arte, cortesía de John Winston Lennon, uno de los grandes iconos musicales que ha visto nacer el siglo XX. Profeta de la paz, activista político y luchador incansable por los derechos humanos, lideró todo un movimiento antibelicista de protesta contra el Vietnam, dejándonos para la posteridad su famoso “Bed In”. Un acto, que le costó la repulsa del gobierno británico y norteamericano, llegando a intentar expulsarle del país durante el mandato del presidente Nixon. Se suele decir que el rock es el arte de los rebeldes y de los inconformistas, pero también de los que defienden con firmeza sus ideas. Y Lennon es el mejor ejemplo que podemos compartir hoy aquí con vosotros. Como todos sabéis, esta no fue una historia con final feliz. Tal día como hoy, un 9 de Octubre de 2012, John Lennon hubiese celebrado su 72 cumpleaños. Pero un maldito 8 de diciembre de 1980 sucede uno de los episodios más tristes del rock. Un enfermo mental llamado Mark David Chapman asesinaba a John Lennon disparándole cinco tiros por la espalda, acabando con su vida a la entrada del Edificio Dakota, en Nueva York. En ese preciso instante, el rock también muere con él… Y ya no quiero seguir escribiendo nada más sobre este artículo, me duele demasiado. George Harrison – All Things Must Pass Posted by Ruben.Borrajo on 12 octubre, 2012 Durante su etapa como miembro de los Beatles, George Harrison fue eclipsado por las figuras mediáticas de Lennon / McCartney y en cierto modo le “condenaron” a permanecer oculto en la sombra. En ocasiones, sus aportes fueron considerados como superficiales, por no decir ignorados. Tras la ruptura de los Beatles, Harrison decidió recopilar su propio material y acompañado de su innegable talento compositivo, nos obsequió con esta referencia inexcusable de la década de los setenta a la que llamó “All Things Must Pass”.

Una extraordinaria y conmovedora obra, que te hará humedecer los ojos y a la que valoramos como un vendaval musical de una altura sin precedentes. Auténtico disco de culto, poseedor de una profundidad lírica increíble. Sus letras están impregnadas de una temática relacionada a la religión, el amor o la fe.

Grabado en los Abbey Road Studios de Londres, “All Things Must Pass” se publicó en noviembre de 1970 por el sello Apple/EMI, en formato triple y fue producido por el gran Phil Spector. Originalmente, constaba de 23 temas, dividiéndose en dos vinilos con canciones y un tercero titulado “Apple Jam”, que incluye pistas e improvisaciones realizadas en el estudio de grabación, cooperando con otras estrellas del rock. En sucesivas rediciones como la de 2001, supervisada por Harrison y editada por EMI, los tres vinilos se reducen a doble CD, añadiendo temas extra y dotando de color a la portada. Absolutamente memorable, la amplia selección de leyendas que colaboraron en este álbum, muchos de ellos, amigos personales de George Harrison: Badfinger, Dave Mason, Peter Frampton y Eric Clapton (guitarras), Klaus Voormann y Carl Radle (bajo), Gary Wright, Bobby Whitlock, Billy Preston y Gary Brooker (teclados), Jim Gordon, Ringo Starr, Alan White, Phil Collins, Ginger Baker y Pete Drake (batería y percusión), Bobby Keys (saxofón), Ray Cooper (pandereta), (trompeta), Dhani Harrison, Sam Brown (coros) y John Barham (arreglos orquestales). Un inolvidable elenco de mitos, varios de ellos procedentes de bandas fundamentales del universo rock como Cream, Traffic o los Derek and the Dominos entre otros.

Abre el álbum con esa perla que es “I’d Have You Anytime“, coescrita por George Harrison y Bob Dylan. Seguidamente, uno de los puntos culminantes llegará a cargo del glorioso hit y tema central “My Sweet Lord”, que arropado por unos bellos coros, acapara todas las miradas y de manera instantánea, se situó como el mayor éxito de la carrera de George Harrison como solista, alcanzando rápidamente el Nº 1 en las listas musicales del momento.

“My Sweet Lord”, generó cierta polémica y se vio inmerso en un proceso judicial, debido a que Bright Tunes Music, una empresa de Nueva York, denunció a George Harrison por un supuesto plagio, alegando la similitud de la melodía de “My Sweet Lord” con el tema “He’s So Fine” de 1963, perteneciente a la formación “The Chiffons”. Continúa con Wah, Wah, en el que hace alusión a los problemas que tuvo con Paul McCartney y John Lennon en su época Beatle. Sencillamente genial, es esa gema denominada “”Isn’t It a Pity”, para seguir con “What Is Life”, imperecedero su riff de guitarra y single que popularizó Olivia Newton John posteriormente, obteniendo una gran fama.

A todo el álbum lo envuelve una exquisitez extrema, reflejada en cortes como ese diamante en bruto que es “It Not For You”, propiedad de Bob Dylan, para seguir con “Behind That Locked Door”, el pegadizo estribillo de “Awaiting on You All”, “Let It Down”, la bella balada “Run of the Mill“, o la marca inconfundible que deja Mr. Eric Clapton en ”Plug Me In”, “I Remember Jeep” y “Thanks for the Pepperoni”. El fantástico “Beware of Darkness”, tendrá su lugar privilegiado en el olimpo gracias a su excelente “solo” de guitarra. Para uso y disfrute de la comunidad rock es el tema “All Things Must Pass”, que da nombre al álbum. Con un espléndido riff nos deleitará en “I Dig Love”, el rock se palpará en “Art of Dying”, o el magnífico “Hear Me Lord”, de las mejores canciones del disco.

Destacar la característica portada, en la que podemos visualizar a George junto a unos gnomos y sentado en su casa de Friar Park, en Henley On Thames, fue obra de Barry Feinstein, un célebre fotógrafo que ya había trabajado con artistas de la talla de Miles Davis, Bob Dylan o Janis Joplin.

Y así concluye“All Things Must Pass”, cortesía de George Harrison, aquel que desde mi humilde opinión, juzgaron erróneamente como el “tercer beatle”. Siempre respetando toda clase de gustos musicales, todos sabéis que este pequeño blog desde sus orígenes ha manifestado su indiferencia hacia el cuarteto de Liverpool. Pero sentimos una especial admiración por las trayectorias individuales de Harrison y Lennon, e incluso por ese buen baterista que es Ringo Starr.

Al margen de esto, fue aclamado por la crítica y resultó ser el álbum más vendido y el primero publicado por un Beatle en solitario. A nuestro juicio, este disco fue el ejercicio de liberación que siempre deseó George Harrison, después de la separación de los Beatles.

Para el recuerdo colectivo, Harrison quedará como el creador de esta delicia sonora única e irrepetible, repleta de espiritualidad. Pero también será evocado, por sus numerosas contribuciones caritativas, su tremenda calidad musical y por su quizás tímida, pero fuerte personalidad que le hizo luchar contra la comercialidad.

Cuando los Beatles anunciaron su disolución definitiva, George Harrison hizo lo que realmente anhelaba, rodearse de amigos y de paso, poner el mundo a sus pies gracias a esta antológica obra, que sigue y seguirá resonando eternamente, esperando el amanecer de siglos venideros.

In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti, Amén.

Super Black Blues – T-Bone Walker – Joe Turner – Otis Spann (Bluestime 1969) Posted by javisuarezadmin on 16 octubre, 2012

A finales de 1969 y coincidiendo en el tiempo con algunas de las mejores publicaciones de la historia del rock and roll, tres de las principales figuras que ha dado el blues se reúnen para grabar una sesión informal el 17 de Octubre de 1969 en Nueva York. Y el resultado que obtuvieron, fue una obra de una altura sin precedentes dentro de este género.

T-Bone Walker, Joe Turner y Otis Spann, son mitos de la música negra que posiblemente hayan sido los representantes más influyentes de este arte al que llaman blues. Su fantástica música, inalterable al paso de los años, posee un gran nivel y fue crucial para una buena parte de los grupos emergentes de rock-blues ingleses, proporcionándoles una base musical importantísima durante la década de los sesenta.

Este magnífico trío de ases, nacieron en los albores del siglo XX y fueron protagonistas de la modernización del blues tal y como lo conocemos hoy en día. Marcaron el camino, dando pasos esenciales y novedosos, como por ejemplo el caso de T- Bone Walker, que se convirtió en los años cuarenta en uno de los pioneros en electrificar la guitarra. Originario de Kansas, Joe Turner también apodado “Big Joe Turner”, fue uno de los más sobresalientes vocalistas de blues, iniciando su carrera allá por los años veinte del siglo pasado, cuando todavía el jazz y el blues iban de la mano, teniendo un papel transcendental en el nacimiento del rock and roll en los cincuenta.. Para el recuerdo colectivo, quedará su genial compañera de ruta, la vocalista femenina Bessie Smith, una de las voces más destacadas de esa época.

Y poniendo fin a esta apoteósica asociación, el legendario pianista del Mississippi, Otis Spann. Siendo el más joven, era un integrante habitual de la banda de Muddy Waters. Y también célebre, por tocar al lado de virtuosos guitarristas y por dar continuidad a otros músicos fundamentales del blues como Menphis Slim, Eddie Boyd o Roosevelt Sykes.

Bajo la producción de Bob Thiele, (recordado por trabajar con el mítico John Coltrane y otros artistas del Jazz en el sello Impulse) que ya había colaborado con algunos de estos miembros en solitario, decide invitar a otras estrellas para la realización del álbum, entre las que se encontraban, nombres como George “Harmónica” Smith, uno de los grandes armonistas de blues y componente de la banda de Muddy Waters.

Ampliaron esta inolvidable selección con la incorporación de Ron Brown (bajo), Arthur Wright (guitarra), Ernie Watts (saxo tenor) y Paul Humphrey (batería). Estos dos últimos, excelentes músicos de sesión afincados en California, que crean una espectacular base rítmica e impregnan al disco de una atmosfera increíble. El álbum cuenta con escasos cuarenta minutos de duración y contiene solamente cuatro pistas, que fueron grabadas de una sola vez. Comienzan con una extensa “Paris Blues”, infinitos catorce minutos en dónde apreciaremos el sabor del auténtico blues y de como debe ser ejecutado.

Tres de los cuatro temas, son compuestos por T-Bone, exceptuando el segundo llamado “Here Am I Broken Hearted”, más corto pero igual de espléndido y que da paso a un extraordinario “Jot´s blues”, en el que se van intercalando las voces y la banda toca un blues sencillamente magistral. Y para terminar “Blues Jam”, del más puro estilo Chicago en el que los músicos nos dan muestra de su innegable talento.

Grabado originalmente por el sello Flying Dutchman Blues Time y publicado en 1970, no sería reditado en formato CD hasta 2001, cuando la casa discográfica RCA Victor decide rescatar una nueva edición. Lo dotaron de un sonido de absoluta gloria, elevándolo hacia los altares del blues. Desafortunadamente, poco después de salir a la luz pública este LP, el blues llora a Otis Spann, que nos dejó para siempre un maldito 24 de Abril de 1970, víctima de un cáncer a los 40 años de edad.

Pero como dijo antes de comenzar la grabación: “Amigos, vamos a tocar blues”….

Leslie West – Mountain Posted by Ruben.Borrajo on 19 octubre, 2012 El excelente debut en solitario del guitarrista neoyorquino Leslie West, al que bautizó como “Mountain”, le sirvió para consagrarse como uno de personajes más carismáticos de la escena musical de finales de los años 60 y 70. Poco tiempo después, el gran Leslie fundaba “Mountain” una de las bandas más representativas que ha visto nacer el rock. Y curiosamente, le otorgaría el mismo nombre que da título a este primer álbum.

En 1969, Leslie West se asocia con Félix Pappalardi, para crear la formación estadounidense “Mountain”, tomando como base de su música estilos como blues rock o el hard rock y muy influenciados por mitos de la talla de Jimi Hendrix o Eric Clapton. El resultado de esta unión, fue absolutamente soberbio y viviendo del directo, su hábitat natural, los Mountain dejan una profunda huella en el festival de Woodstock 69, realizando una espectacular actuación. Centrándonos en el disco, haremos una mención especial acerca del personal que participó en este imprescindible trabajo: Leslie West (guitarra y voz), Felix Pappalardi (bajo y teclados) Norman D. Smart II (batería) y Norman Landsberg (órgano). En su edición original se publicó en julio de 1969 por el sello Windfall Records y consta de once pistas. En 1996, sale a la luz una nueva redición por Columbia Records. Fue producido por Felix Pappalardi, un genial músico procedente del Bronx (Nueva York) que tuvo un papel fundamental en el desarrollo de bandas históricas como Cream.

Abre el álbum con un estelar “Blood Of The Sun”, todo un clásico que va directamente al corazón y en dónde podremos sentir la potente voz de Leslie. Continúan con los suaves ritmos de “Long Red”, en dónde los teclados de Pappalardi cobran un protagonismo mayúsculo. Siguen con el aire hard rock que cubre a “Better Watch Out”, para llegar a nuestro querido blues rock a cargo de un magnífico “Blind Man” con el que ya nos va preparando para el resto del LP. Uno de los momentos culminantes, tendrá lugar con “Baby, I’m Down”, envuelto por espléndidos punteos guitarreros y marcado por la desgarradora voz de Leslie. Con “Dreams of Milk and Honey”, West nos demuestra su fantástica técnica a las seis cuerdas. Rodeada de cierta calma, se presenta “Storyteller Man”, con la que nos relajaremos un poco… hasta que suenan los primeros acordes de esa antológica pieza llamada “This Wheel’s on Fire”, propiedad de Dylan y el bajista de The Band, Rick Danko. Se aproximan a la psicodelia con “Look To The Wind” y Southbound Train, esta última una auténtica joya, de las mejores canciones que nos encontraremos en el álbum. Y también habrá espacio para la sensibilidad, reflejada en “Because You Are My Friend”, con el que ponen punto y final a esta obra.

El infortunio, se cebó una vez más con los integrantes de Mountain. En 1983, Felix Pappalardi era asesinado por su esposa Gail Collins, coautora de varios de los temas de esta agrupación.

Así concluía este álbum y comenzaba la leyenda del virtuoso Leslie West, aquel que en su día no obtuvo el reconocimiento que se merecía por parte de los analistas. Cariñosamente apodado “The King of Tone”, en 2011 se le amputa una pierna por problemas causados por la diabetes y su excesivo peso. En la actualidad, Leslie sigue coronando la cima del rock y salvando toda clase de obstáculos, ofrece conciertos desde una silla, deleitando al público gracias a su extraordinaria forma de tocar la guitarra, de la que logra sacar un sonido único e irrepetible. A su carácter innovador, lo arropa una creatividad que no entiende de límites, situándose como uno de los más importantes músicos que ha dado el universo sonoro. Y todo ello, al servicio de un arte que conocemos como rock and roll.

Grant Green – Alive! (Blue Note 1971) Posted by javisuarezadmin on 23 octubre, 2012

Durante la época dorada del rock, comprendida bajo nuestra humilde opinión de los años 1968 a 1971, se gestaron algunos de los álbumes más emblemáticos de la historia, junto a otras grabaciones míticas de estilos como el jazz. Un período especial, en el que una variedad importante de veteranos músicos se acercan positivamente a la corriente musical de los sesenta, realizando versiones de temas soul, funk e incluso el blues, dejándonos obras maestras de incalculable valor.

Uno de estos músicos fue Grant Green, grandísimo guitarrista de jazz, nacido en 1935 en la ciudad de Saint Louis (Missouri), dónde comienza a tocar la guitarra a una temprana edad, ofreciendo su primer concierto a los trece años. Poseedor de una técnica muy personal y gracias a la labor del saxofonista Lou Donaldson, pronto ficha por el prestigioso sello de jazz Blue Note, dónde prácticamente graba la totalidad de sus álbumes. En la mayor parte de los casos, siendo acompañante de relevantes estrellas de la década de los sesenta y en otras como solista.

Pero no sería hasta el 15 de agosto de 1970, cuando Green graba su primer álbum en directo en el club Cliché Lounge de Newark de New Jersey, rodeado de una atmósfera hipnótica, que solamente se logra vivir en los locales dedicados al jazz. Según el crítico y escritor de jazz Stanley Dance, nos la describe con esta frase reflejada en el interior del LP: el vino, las mujeres y las canciones, en combinación son la más infalible garantía de un buen momento, el vino y las mujeres sugieren el color para la apreciación de la música”.

Desde el primer momento, este directo es grabado con una vitalidad verdaderamente infecciosa, contagiándonos al instante con sus sorprendentes ritmos funky. Y por supuesto, haremos mención a los extraordinarios músicos que hicieron posible esta obra: Grant Green a la guitarra, arropado por unos espléndidos instrumentistas como Claude Bartee (saxo tenor), Wiliam Bivens (vibráfono), Neal Creque y Ronnie Foster intercambiándose a los teclados, Joseph Armstrong (congas) y el incombustible Idris Muhamad a la batería. Producido por Francis Wolff, (un carismático fotógrafo desde los inicios de Blue Note) el disco editado en 1971 contiene cinco pistas y se le suman tres más en la edición remasterizada del año 2000. Todo el disco es instrumental y empieza con el tema de estilo soul groove “Let The Music Take Your Mind”, una magnífica y larga versión de Kool & the Gang, para continuar con una balada hermosa y épica llamada “Time To Remember”, en donde la sensibilidad y la calidad de los músicos se pone de manifiesto con espectaculares solos de guitarra, saxo y vibráfono.

Tras una pequeña introducción de la banda, el álbum sigue con uno de los cortes más representativos del directo, el inmortal “Sookie Sookie” (perteneciente a Don Covay y Steve Cropper, muy vinculados al soul) al que marca un ritmo demoledor e incluso “sexy”. De nuevo, Grant Green nos vuelve a obsequiar con un clásico eterno. Originariamente concluye con “Down Here On the Ground”, tema del prestigioso compositor argentino Leo Schifrin y G-Garnett, que tiempo después de ser interpretada por West Montgomery, Grant Green nos muestra su genial versión, pero en directo y fuera de los estudios. Las tres últimas canciones son incluidas como bonus track y eran temas del repertorio de Grant Green por aquellos días: “Hey Western Union Man”, versión con un inconfundible trabajo a la guitarra del tema soul de Jerry Butler. Llegará “It´s Your Thing”, otra antológica versión de los Isley Brothers y finaliza con la extensa “Maiden Voyage” propiedad de Herbie Hancock. Aunque podemos encuadrar este álbum dentro de música jazz, artistas de la talla de Grant Green nos dejaron obras fundamentales, que también están presentes en nuestras discografías referentes al rock and roll. Se codeó con éste género, convirtiéndose en un guitarrista de culto, que a finales de los sesenta y principios de los setenta, influenció a un buen número de mitos musicales, como el legendario guitarrista tejano Stevie Ray Vaughan, su gran admirador. El infortunio, se cebó sobre la figura de Grant Green, falleciendo prematuramente en el interior de su vehículo, el 31 de enero de 1979, víctima de un infarto a los 44 años. Posiblemente fue debido a sus excesos con la heroína, pero no se fue sin antes regalarnos una fructífera obra. Siempre será recordado como uno de los guitarras esenciales del siglo XX.

Eagles – Hotel California Posted by Ruben.Borrajo on 26 octubre, 2012

En el amplio y creciente reino de lo desconocido y lo paranormal, todo lo extraño y lo curioso, lo extravagante y lo secreto, producen y mantienen un interés fuera de lo común, aunque este sea solamente transitorio. Y así es “Hotel California”, un controvertido álbum cortesía de la banda estadounidense Eagles, publicado por un ya lejano 1976.

Lo cierto es que todo comenzó un día de hechizo, en la habitación de aquel hotel encantado. A través de su ventana, la comunidad musical contemplaba el amanecer de uno de los mejores discos que ha visto nacer el universo sonoro. Cuando los Eagles nos invitaron a perdernos entre sus mágicas paredes, ya nada sería igual, su extraordinaria música y sus viejas incógnitas, varias de ellas no resueltas en la actualidad, quedarían marcadas a fuego en el recuerdo colectivo del rock.

Hablar de su memorable tema central, el genial “Hotel California”, es hacer referencia a todo un himno que ha traspasado fronteras. Sus perfectas melodías, acompañadas por la peculiar voz del batería Don Henley y unas guitarras impecables, lo convierten en todo un clásico entre clásicos que permanecerá inalterable al paso del tiempo. Rápidamente se alzó con el primer puesto en las listas musicales de la época, obteniendo una gran popularidad y variedad de premios. Los créditos de escritura de la canción están compartidos por el trío Don Henley, Glenn Frey y Don Felder como respectivos autores. Una serie de enigmáticas leyendas se ciernen sobre este álbum, siendo una de las más extendidas, que la canción “Hotel California”, fue compuesta por Don Henley en el hotel de un pueblo situado al sur de Baja California, llamado Todos Santos.

Según cuentan, Don Henley estaba extenuado e hizo un alto en el camino para descansar en un pequeño Hotel denominado “California”. Al entrar, lo recibió una mujer llamada Mercedes, le entregó la llave de su habitación y le dijo: “Bienvenido al Hotel California, en donde siempre tenemos la misma estación anual”. Al parecer, también le ofreció una botella de vino, pero nunca la volvería a ver. Cuando Henley despertó a la mañana siguiente, en la recepción le aseguraron que entre el servicio del Hotel, no existía ninguna “Mercedes”… ¿aparición espectral?…

Por supuesto, que la imaginería popular no entiende de límites y que esta ficticia historia, aunque muy arraigada en la sociedad, nunca fue confirmada por parte de Don Henley, ni por ningún miembro de los Eagles. Mediados los años 80, corre el rumor de que este hotel era el sitio al que hacía alusión el tema Hotel California de los Eagles. Se propagó velozmente y de nada sirvió, que en su momento Henley hiciera unas declaraciones en la televisión pública desmintiendo todo esto, diciendo por activa y por pasiva que jamás había visitado ese hotel. En realidad, existe un Hotel llamado “California”, que está ubicado en la avenida principal de Todos Santos, pero ni tan siquiera las fotos de portada del álbum fueron tomadas dentro de él, ya que verdaderamente se realizaron en el Hotel Beverly Hills de Los Ángeles, más conocido por el sobrenombre de “Pink Palace”.

Mucho y muy variado se ha escrito sobre el misterio que encierran las profundas letras de “Hotel California”, consideradas como una compleja metáfora. Incluso se han formulado infinidad de teorías, relacionándolas con temáticas relativas a Satanás o a la religión. Según la versión oficial que mantiene Don Henley (que algo debe saber), hacen referencia a los excesos cometidos por la alta sociedad norteamericana y a la parte oscura del “sueño americano”.

Centrándonos en el álbum, haremos mención a los integrantes que moldearon este magnífico trabajo: Glenn Frey (guitarra y voz), (guitarra, pianos y voz), Randy Meisner (bajo y voz), Don Felder (guitarra y voz), Don Henley (batería, percusión y voz). Quinto en su discografía, vio la luz en 1976 por el sello . Consta de 9 pistas y fue producido por Bill Szymczyk, un ingeniero de sonido que colaboró con artistas de la talla de B.B. King o Elvin Bishop.

Comienzan con el eterno“Hotel California”, tema estrella que también da nombre al disco y que eclipsa al resto, en el que podremos disfrutar de un espectacular solo de guitarra, gracias al virtuosismo de Joe Walsh y Don Felder. Continúan con “New Kid In Town”, otro de sus hits, poseedor de una hermosa melodía y cubierto por un cierto aire country. Un excelente rock nos presentan con “Life in the Fast Lane“.

Nos invadirá la melancolía, con esa bella balada llamada “Wasted Time”, para seguir con un “reprise” del tema anteriormente mencionado, que encajaría perfectamente como BSO de cine. Llegará esa joya que es “Victim Of Love”, impregnada de rock y con un Don Felder que toma el mando. En “Pretty Maids All in a Row“, sentiremos el liderazgo del magistral Joe Walsh. Y nos acabarán contagiando con el pegadizo estribillo de “Try and Love Again“, para finalizar con la sutileza de “The Last Resort”, que pone la guinda a un disco absolutamente brillante.

En la actualidad, el Hotel California de Todos Santos es visitado por multitud de turistas, atraídos por el mito de haber sido el lugar en dónde los Eagles se inspiraron para componer su canción más exitosa. De algún modo, los Eagles nos han transportado hacia los confines del más allá, obsequiándonos con un maravilloso hospedaje, al que valoramos con cinco estrellas.

Su característica y polémica portada, en la que podemos visualizar el Hotel Beverly Hills de L.A. (según el fotógrafo oficial de la banda, David Alexander), dio la vuelta al mundo y se convirtió en todo un objeto de debate y provocó numerosas especulaciones.

Y ya no quiero continuar aportando ningún dato de lo que significó Hotel California, ni seguir explorando los dominios de lo sobrenatural, intentando desentrañar lo inexplicable. Porque para esta ardua labor, ya tenemos a nuestro querido presentador del canal Cuatro de televisión española, Iker Jiménez, que nos acompaña semanalmente capitaneando la “nave del misterio” en su programa Cuarto Milenio. Al margen de esto y a nuestro juicio, Hotel California es uno de las obras más importantes que ha dado el rock.

Paul Pena – New Train (Hybrid 2000) Posted by javisuarezadmin on 30 octubre, 2012

Tras veintisiete largos años en el olvido, en el 2000 se edita por primera vez este álbum absolutamente mágico, uniéndose así a una extensa lista de publicaciones inéditas, bien sea por problemas discográficos, judiciales o porque simplemente permanecieron ocultas en algún lugar recóndito, sin que nadie se preocupase por rescatarlas.

Este magnífico disco es uno de estos casos, custodiado por el prolífico músico, compositor y productor Ben Sidran, en su día no pudo ver la luz, quizás por algún conflicto relacionado con la discográfica. Ben Sidran colaboró estrechamente con el guitarrista Steve Miller y le proporcionó una copia de la grabación. A raíz de esto, Miller version uno de los hits más importantes de su carrera, el inolvidable “Jet Airliner”, éxito de 1976 que vendió millones de copias, pero compuesto por Paul Pena. Paul Pena nace en 1950 en Hyanes (Massachusets), muy cerca Boston, en dónde muy pronto comienza a tocar diversos instrumentos, debido a la influencia que sus padres caboverdianos ejercen sobre su persona. Desde su nacimiento, Paul Pena padece de un glaucoma congénito que le deja prácticamente ciego durante su infancia, pero le aporta una sensibilidad musical fuera de lo común y un oído extremadamente especial. Mientras cursa sus estudios universitarios, Paul se inicia en el uso de instrumentos como el violín, el contrabajo e incluso la trompeta. Pero ya domina totalmente la técnica del piano y la guitarra, ofreciendo conciertos en locales y cafeterías.

En 1969, le llega la oportunidad de tocar en el prestigioso Festival de Folk de Newport, codeándose con artistas de la talla de Kris Kristofferson, Joni Mitchell o James Taylor. Esa actuación le sirvió como plataforma para para trasladarse a San Francisco y grabar su primer LP con un relativo éxito, después de especializarse en el blues y tocar al lado de grandes personalidades de este arte como T-Bone Walker, John Lee Hooker, B.B. King o Muddy Waters.

Para la grabación de este álbum y bajo la producción de Ben Sidran y Jon M. Waxman, Paul Pena contó con un excelente elenco de músicos, como el propio Ben Sidran (piano y órgano), Harvey Brooks (bajo) y Gary Malabar (batería). Destacar las otras estrellas invitadas que participaron este disco: el legendario guitarrista Jerry García de los Grateful Dead, Merle Saunders a los teclados, los coros de “The Persuassions” y Charles Greene, el guitarrista Arthur Adams, Dave Woodford al saxo y The Funky Ladies. Consta de diez temas y fue grabado en los Intermedia Studios de Boston, en el Studio A de Capitol Records y en los de San Francisco por el sello Hybrid. Abren con un pegadizo “Gona Move”, versionado recientemente con gran éxito por la Derek Trucks Band y Susan Tedeschi. Continúan con “New Train”, que da nombre al disco y en el que podremos sentir el espléndido trabajo de los coros.

Siguen con el mejor tema de Paul, el glorioso “Jet Airliner”, en dónde nos muestra su fantástica técnica a la guitarra y poseedor de unos ritmos de alto voltaje. Como ya mencionamos antes, lo popularizó Steve Miller. Después de vender millones de copias, resultó crucial para que Paul Pena se desenvolviera económicamente hasta el fin de sus días. A nuestro juicio, esta versión es musicalmente superior a la de Steve Miller.

Otros cortes de variados estilos son “Venutian Lady”, acercándose al country y que cuenta con la colaboración de Jerry García al Pedal Steel y del apoteósico Merle Saunders, realizando una interpretación a la altura del Hendrix en “Cosmic Mirror” o el ritmo frenético de “Wait On What You Want”. Otras pistas totalmente hechizantes, a las que envuelve su aterciopelada voz son: “Let´s Move And Groove Together”, las semi-acústicas “Indian Boy” y “Taking Your love Down” o las buenas armonías vocales de “A Bit Of All Right”, que completan esta joya de los setenta. Paul Pena nos dejó para siempre el 1 de octubre de 2005, víctima de la diabetes. Pero no se fue sin antes consagrarse como un artista muy personal, de vida delicada. Quizás su obra fue corta, pero logró llevar su genial música a los confines más inhóspitos de Mongolia, empapándose de culturas tan separadas en el tiempo y que podremos ver en un documental llamado “Genghis Blues”. Escribió con el corazón, reflejando el sentimiento de las calles y con un gran positivismo, se abrió paso como un soplo de aire caliente, en medio de una peligrosa tormenta, de grandes nubarrones… muy, muy oscuros….

Bruce Springsteen – Posted by Ruben.Borrajo on 2 noviembre, 2012

Esta es una historia de superación personal, pero también de amistad, fe, esperanza y supervivencia. Unos bellos valores, que el cantautor estadounidense Bruce Springsteen tuvo siempre presentes durante toda su trayectoria y que jamás abandonaría. Y esto, acompañado de su extraordinaria música, es lo que hace a Bruce Springsteen tan grande.

Bruce Springsteen es una leyenda de nuestro tiempo, que sigue empeñado en que se le vea como una persona normal, siendo una de las pocas estrellas del complejo universo musical al que parece no haberle afectado la fama y la gloria de los millones.

Originario de un barrio obrero de Long Branch (Nueva Jersey), este hombre de aspecto corriente, logró transmitirnos a través de su música impregnada de épica urbana, situaciones cotidianas de la vida y de la calle, tales como el trabajo, las relaciones personales o el éxito y el fracaso. Y también nos mostró las grietas de una sociedad con unas desigualdades demasiado patentes. En 1974, Springsteen estaba pasando por graves dificultades económicas y soportaba la presión de la casa discográfica CBS, que amenazaba con despedirle porque sus dos anteriores discos no obtuvieron las ventas esperadas. Pero en 1975, se publica Born To Run, el álbum más importante de su longeva carrera y que cambiaría para siempre su vida. Rápidamente, Born To Run se alzó con los primeros puestos en las listas musicales de la época, consiguiendo una enorme popularidad.

Una obra sencillamente magistral, rodeada de un alto componente sentimental y una fuerte carga emocional, en la que sobresale el excelente piano de Roy Bittan y el saxo de Clarence “Big Man” Clemons. Sin este disco, probablemente nadie le conocería y Bruce Springsteen subsistiría a duras penas, tocando en pequeños locales y clubs de Nueva Jersey. Afortunadamente para el rock, el destino quiso que no fuera así.

Las maratonianas e interminables sesiones de grabación que llevaron a cabo Springsteen y su banda, en las que repasaban incansablemente todas y cada de una de las cuidadas letras de Born To Run, se pueden clasificar de obsesivas. Resaltar la valiosa aportación de Steven Van Zandt, que al lado de una E Street Band en estado de gracia, hicieron posible que Born To Run alcanzara el estatus de legendario. Centrándonos en el álbum, tercero de su discografía y grabado en los estudios “914 Sound” de Blauvelt y en los “Record Plant” de Nueva York, sale a la luz en Agosto de 1975 por el sello Columbia Records. Consta de ocho pistas y fue producido por el propio Bruce Springsteen, junto a Mike Appel y el prestigioso crítico musical Jon Landau, autor de la célebre frase “hoy he visto el futuro del rock y se llama Bruce Springsteen”. Este comentario, expresado por Landau en 1974, se produjo tras ver actuar a Bruce Springsteen en las proximidades de la Universidad de Harvard, cuando solamente tenía publicados dos discos y era prácticamente un desconocido.

Por supuesto que una mención especial, merece la amplia selección de músicos que dieron forma a este inolvidable trabajo, varios de ellos integrantes de la magnífica “E Street Band”: Bruce Springsteen (voz, guitarra, armónica), Richard Davis y Garry W. Tallent (bajo), Roy Bittan (piano, coros), (piano y órgano), Danny Federici (órgano), Suki Lahav (violín), Max Weinberg y Ernest “Boom” Carter (baterías), Charles Calello y Steven Van Zandt (arreglos y coros), Mike Appel (coros), Wayne Andre (trombón), Michael Brecker y David Sanbor (saxofón), Randy Brecker (trompeta) y el virtuoso saxofonista Clarence Clemons, fallecido en 2011 víctima de un derrame cerebral, a los 69 años de edad. Clemons, fue un fiel compañero de ruta desde los inicios de Bruce Springsteen y se consolidó como un pilar fundamental de la “E Street Band”. Abre el disco con esa joya que es “Thunder Road”, poseedora de una hermosa melodía y un espléndido piano, que mezclado con una delicada armónica, atrapa al oyente al primer contacto. Continúan con el aire soul de “Thent Avenue Freeze – Out” y la pura energía desatada en “Night”, a la que envuelve un fantástico saxofón de Clarence Clemons.

Uno de los puntos culminantes, tendrá lugar con “Backstreets”, otro de sus grandes hits, para seguir con el emblemático “Born To Run”, momento álgido, clásico entre clásicos y uno de los himnos más representativos de Springsteen, aparte de ser el tema que da nombre al LP. Una vez más, el saxofón de Clarence Clemons, cobra un protagonismo mayúsculo. Siguen con “She’s The One”, hasta llegar a los sutiles toques jazzísticos, que nos encontraremos en “Meeting Across The River”, gracias a la mágica trompeta que suena en su introducción.

Y que mejor manera de finalizar, que con ese auténtico diamante denominado “”, absolutamente hechizante su piano y muy elaborada instrumentalmente. El “solo” de saxofón que se produce a mitad de tema, cortesía de Clarence Clemons, permanecerá inalterable al paso del tiempo. Su característica portada, en la que podemos visualizar a Springsteen apoyado en el hombro de Clarence Clemons, ya forma parte del recuerdo colectivo del rock. Como dato curioso, si nos fijamos en la guitarra que sostiene Bruce en la fotografía del álbum, todo parece indicar que se trata de una Fender Telecaster. Pero resulta que todavía no se ha aclarado si realmente es una Telecaster. En la portada de Born To Run podremos apreciar como en la pala se puede leer: Fender “Esquire”… pero la etiqueta, no está situada en el sitio correcto.

Las guitarras “Fender Esquire” se fabricaron por primera vez en 1953 y se dejaron de producir en el año 1970. Muchas de ellas, fueron vendidas como defectuosas por tener el logotipo mal colocado en la pala. Con el paso de los años, acabaron en manos de restauradores, que las modificaron y con una probabilidad muy alta, casualmente Springsteen la compraría… para beneficio del rock.

A raíz de este disco, Bruce Springsteen y su E Street Band, se embarcaron en una gira por Europa, en la que ejecutaron una soberbia actuación en directo en el Hammersmith Odeon de Londres en 1975.

Pero no todo fue alegría, en aquel momento, Bruce Springsteen se sentía muy molesto por la campaña promocional realizada para sus conciertos en Londres. Su mánager y la discográfica ordenaron que se pegaran unos carteles en los que se podía leer: “Por Fin Londres está preparada para Bruce Springsteen”. Profundamente incomodado, Bruce se dedicó a arrancar todos los posters que pudo por toda la ciudad. Los analistas musicales de la época, sentados en la primera fila del auditorio Hammersmith, estaban preparados para ver a esa joven y emergente promesa del rock que estaba causando sensación en todo el mundo.

De algún modo, fueron para criticar a ese chico desaliñado que tocaba con su banda de la calle E. Al finalizar el evento, se recogieron las siguientes palabras: “Esto ha sido una pasada de concierto”. Bruce Springsteen salió victorioso y se convierte en un mito del rock. Con sudor, lágrimas y trabajo sin descanso, por fin lograba aquello por lo que tanto había luchado. Y como ya es costumbre, una de las leyes de este humilde blog, es recordar a los que tanto han hecho por la música.

En este show, nos encontraremos con temas pertenecientes a Born To Run y podremos sentir a la E Street Band en todo su esplendor, como en el genial “Rosalita (Come Out Tonight)”, “Spirit in the Night”, “Kitty’s Back”, el increíble “The E Street Shuffle” o “Detroit Medley”. Grabado en Noviembre de 1975, se publicó por primera vez en 2006, siendo rescatado del olvido por Springsteen.

Y así concluye esta aventura musical que tuvo como protagonistas principales a Bruce Springsteen y a su incombustible E Street Band, aquellos que un buen día se presentaron ante el mundo diciéndonos que habían nacido para correr. Miembros esenciales de esta querida familia del rock and roll y trovadores errantes de espíritu tenaz, recorrieron interminables carreteras en medio de la nada, conduciendo destartaladas furgonetas en busca de un futuro mejor. Ya han pasado cuatro décadas desde su creación, pero en la actualidad, todavía nos siguen obsequiando con sus maravillosas canciones y sus colosales directos, representando con una pasión desmedida, la grandeza de este arte al que llaman rock and roll.

Peter Green’s Fleetwood Mac Posted by Ruben.Borrajo on 6 noviembre, 2012

Lo cierto es que todo comenzó cuando un ya olvidado verano del 67, el padrino del blues blanco John Mayall, decide despedir de los Bluesbreakers a John McVie (bajo) y Mick Fleetwood (batería), dada su pasión desmedida por el alcohol. Casi al mismo tiempo, también “invita” a irse al guitarrista Peter Green, ya que por aquella época, Eric Clapton optaba por retornar a los Bluesbreakers.

En 1967 y asociado con Jeremy Spencer, el legendario Peter Green fundaba “Fleetwood Mac”, una de las formaciones de blues más influyentes que ha visto nacer la historia musical contemporánea. Podemos considerar a Fleetwood Mac, como una banda camaleónica, ya que a lo largo de su longeva carrera, han sufrido constantes cambios en su alineación, siendo uno de los más representativos la incorporación del guitarrista Daniel Kirwan en 1970. Otro de los factores que provocó una gran conmoción entre sus miembros, fue la enfermedad mental del guitarrista británico Peter Green, su líder indiscutible. Los fuertes brotes esquizofrénicos que Green padecía, junto a su tremenda adicción al LSD, le hicieron cometer auténticas excentricidades, como dejar la música y ponerse a trabajar de camarero, declarar el dinero como “maldito”, odiar profundamente la fama, deshacerse de toda su fortuna y cederla a la iglesia, o tratar de convencer a sus compañeros de Fleetwood Mac para que hicieran exactamente lo mismo. Según el testimonio del propio Peter Green, el motivo de todo esto fue porque “tuve un viaje y nunca regresé”.

A raíz de esta difícil situación, Peter Green abandona Fleetwood Mac en 1970, pero no se fue sin antes dejarnos obras memorables, como este sensacional álbum de debut al que bautizó como “Peter Green’s Fleetwood Mac”. Con este disco, Green y sus Fleetwood Mac obtienen un enorme éxito en el Reino Unido, colocándose rápidamente en los primeros puestos de las listas musicales de la época. Y así de esta manera, ya había comenzado la leyenda de Fleetwood Mac y el magistral guitarrista Peter Green, aquel que pudo situarse en el olimpo al lado de mitos de la talla de Jimi Hendrix o Eric Clapton, pero lo tiraría todo por la borda… Centrándonos en el álbum, fue producido por Mike Vernon y publicado por el sello Blue Horizon en 1968, consta de 12 pistas y a excepción de un par de versiones, todas ellas son propiedad del dúo Peter Green / Jeremy Spencer. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes que hicieron posible este espléndido trabajo: Peter Green (guitarra, voz y armónica), Jeremy Spencer (voz, guitarra slide, piano), John McViey Bob Brunning (bajo) y Mick Fleetwood (batería). Algunos de ellos, como el bajista John McVie o Peter Green, procedentes de bandas fundamentales como los Blues Breakers de John Mayall.

Abre el disco en su cara 1 y sentiremos la atmósfera blusera con “My Heart Beat Like a Hammer”, en el que la espectacular guitarra de Green y la voz de Spencer cobran un protagonismo mayúsculo. Siguen con el ritmo relajado que imprimen a una bella balada llamada “Merry-Go-Round”, para acabar contagiándonos con los pegadizos ritmos de” Long Grey Mare”, gracias a su excelente armónica. También nos encontraremos otros temas realmente curiosos, como el caso del emotivo “Hellhound On My Trail”, invadido por un buen piano… mejor escucharlo. Llegará la extraordinaria versión del “Shake Your Moneymaker”, perteneciente al bluesman Elmore James y ya nos van preparando para lo que viene después. Cierran la primera parte con un suave “Looking for Somebody”. La cara 2 empieza con toda la fuerza del blues, reflejada en “No Place To Go”, de Howlin’ Wolf. Otros cortes esenciales son “My Baby’s Good To Me”, impresionantes sus guitarras, la sensación de calma mostrada en “I Loved Another Woman”, un magnífico “Cold Black Night”, para pasar a un antológico “The World Keep On Turning”, en dónde Peter Green nos demuestra el porqué de su grandeza, para finalizar con el “Got To Move” de Elmore James. Y así concluye esta primera aventura musical cortesía de los Fleetwood Mac, en sus inicios caballeros del blues, que décadas después se decantaban por otros géneros tan diferentes como el pop.

Internado en un psiquiátrico de Londres, la carrera de Peter Green, “el único hombre que hizo sudar a B.B. King”, esta marcada por altibajos y por su imprevisible carácter derivado de su esquizofrenia. Genio musical de una altura sin precedentes, escribió clásicos del rock como “”, canción eterna que posteriormente popularizaba el guitarrista mexicano Carlos Santana. A nuestro juicio, entre los temas de este “Peter Green’s Fleetwood Mac”, no hay puntos culminantes, ni momentos álgidos, ya que el virtuosismo incontestable de uno de los guitarristas de blues más importantes del siglo XX, lo rodea en su totalidad.

Rory Gallagher – Rory Gallagher (Chrisalys 1971) Posted by javisuarezadmin on 9 noviembre, 2012

Después de realizar una soberbia actuación en el legendario “Isle Of Wight Rock Festival” de 1970, aquel irlandés de fuego originario de la ciudad de Cork, decide separarse de la banda “Taste”, debido a diversos problemas relacionados con su mánager y por las continuas diferencias musicales existentes dentro de la formación.

Rory Gallagher y su grupo “Taste”, creado en Irlanda del Norte en 1966, obtienen un gran éxito en la escena musical de los años 1966 a 1970. Durante este período, nos dejaron dos álbumes espectaculares y reclutan una importante cantidad de fieles seguidores, entre los que se incluía el beatle John Lennon.

Desde el momento en que Rory Gallagher abandona “Taste”, experimenta una total libertad musical que le hace regresar a los estudios “Advision” de Londres. Acompañado del ingeniero Eddy Offord (que ya había trabajado con Rory en el segundo y último disco de Taste, llamado “On The Boards”) y después de unas cuantas sesiones de grabación, comienza a forjarse la historia de su primer álbum en solitario, incorporando simplemente su nombre completo en la portada. Considerado como uno de los mejores y más finos guitarristas ya a finales de los sesenta, Gallagher se presenta como un extraordinario músico y compositor, tocando en este LP diversos instrumentos como el saxo alto, mandolina o la armónica. Una mención especial, merece su inolvidable compañía, formada por su amigo incondicional e inseparable bajista Gerry McAvoy, el baterista Wilgar Campbell y Vincent Crane al piano, los dos naturales de Belfast.

Centrándonos en el disco, fue producido por el propio Rory bajo el sello Chrysalis. Originalmente se publicó en 1971 y consta de diez pistas. En la edición remasterizada de 1999 por RCA, se añaden dos más.

Abre el disco con “Laundromat”, un incendiario blues-rock que nos dejará estupefactos, gracias a su ritmo endiablado y poseedor de uno de los riffs más recordados de los primeros setenta, marca de la casa. La maestría de Rory con su vieja guitarra Fender Stratocaster del 61, se hace evidente en “Hands Up” o la balada “For The Last Time”, con un sonido impecable. Realmente magnífico a la slide, el tema “Sinner Boy”, procedente de su anterior etapa con Taste.

Este debut de Rory Gallagher contiene cortes de distintos estilos, en los que habrá espacio para el romanticismo, como un melódico “I Fall Apart”, los acústicos “Just The Smile”, arropado solamente por timbales, el country reflejado en “It´s You”, o el “Wave Myself Goodbye”, en colaboración con el genial pianista Vincent Grane, que más adelante tocaría con grupos de la talla de Atomic Rooster o Arthur Brown. Sobresalientes, los espléndidos ocho minutos de duración de “Can´t Believe It´s True”, en dónde Rory experimenta con el jazz tocando el saxo. Gallagher sentía una pasión desmedida por el jazz y era un acérrimo seguidor de Eric Dolphy y John Coltrane.

Los dos temas extra, pertenecen a Muddy Waters y Otis Rush, dos grandes figuras a las que Rory Gallagher admiraba. Las versiones increíbles del “Gypsy Woman”, de Muddy Waters, con el que venía de tocar en el mítico “The London Muddy Waters Sessions” y el clásico “It Takes Time” de Otis Rush, empleándose magistralmente con un puro blues de Chicago, quedarán marcadas a fuego en la memoria colectiva del rock.

Así concluye esta obra y el carismático guitarrista Rory Gallagher iniciaba su carrera en solitario. Nos obsequió con un álbum redondo, intimista y muy personal, con el que se comenzó a forjar una de las leyendas más queridas del rock and roll. Destacó por su humildad, por su estilo inconfundible y por sus antológicos shows en vivo llenos de adrenalina, en los que se podía apreciar desde el rock más duro y visceral, hasta las más bellas baladas o el blues más auténtico.

Stephen Stills – Manassas Posted by Ruben.Borrajo on 13 noviembre, 2012

Cuando en 1971, el norteamericano Stephen Stills fundaba “Manassas”, aquella legendaria banda ya estaba destinada a coronar la cima del rock. Muy pocos adjetivos se nos ocurren para calificar este álbum. A nuestro juicio, lo podemos considerar como el fiel reflejo de la auténtica música americana. “Manassas”, es el mejor espejo en que los artistas de ayer y de hoy pueden mirarse.

La intención principal de Stephen Stills tras abandonar Crossby, Stills, Nash & Young, era crear un supergrupo de country rock que se basara en todos y cada uno de los aspectos de la música tradicional americana. En 1971, logró su objetivo y bautizó a la banda como “Manassas”. Exploraron magistralmente un amplio territorio sónico que comprende desde estilos como country, folk, latin jazz o rock, hasta llegar a la exquisitez del blues, bluegrass o el blues rock.

Y el resultado que obtuvieron fue sencillamente genial, dando lugar a uno de los álbumes dobles más importantes de la década de los setenta y de toda la historia del rock. Desde una humilde opinión, “Manassas”, resulta esencial para comprender la música americana de los 70. Para la realización de este disco homónimo, Stephen Stills contó con la valiosa colaboración de músicos de la talla de Chris Hillman, un gran compositor, ex integrante de los Byrds y también miembro fundador de The Flying Burrito Brothers, Al Perkins componente de The Flying Burrito Brothers, a la voz y guitarras, Calvin “Fuzzy” Samuels (bajo), Paul Harris (piano), Joe Lala (percusión y voz) y Dallas Taylor (batería). Una mención especial merece el personal adicional, capitaneado por el Stone Bill Wyman (bajo), George (armónica), Jerry Aiello (piano, órgano), Roger Bush (bajo acústico) y Byron Berline (violín).

Una inolvidable selección de músicos, entre los que se encontraba el excelente violinista de bluegrass Byron Berline, que grabó con artistas del nivel de Bob Dylan, The Rolling Stones, The Doobie Brothers, The Band o los Byrds. Centrándonos en el disco, grabado en los “Criteria Sound Studios” de Miami, se publicó en abril de 1972 por el sello Atlantic Records. Fue producido por el propio Stephen Stills, Chris Hillman y Dallas Taylor. En su edición original consta de 21 temas divididos en cuatro partes, que abarcan diferentes géneros como el country, folk, blues o rock, correspondiéndose cada una con las cuatro caras de los vinilos.

La primera parte titulada “The Raven”, es una combinación de rock y sonidos latinos, incluyendo magníficos temas como “Song Of Love”, en dónde las guitarras del dúo Stills / Hillman cobran un protagonismo mayúsculo. El extraordinario meddley “Rock & Roll Crazies /“Cuban Bluegrass”, atrapará al oyente al primer contacto. Otras pistas reseñables son “Anyway” y un glorioso “Both Of Us (Bound To Lose)”, con una jam final realmente soberbia. Con la segunda parte “The Wilderness”,vnos transportan a un maravilloso viaje al viejo oeste, gracias al country / bluegrass mostrado en “Fallen Eagle” (fantástico y pegadizo su impecable violín) y unas joyas de incalculable valor: “Jesus Gave Love Away For Free”, un genuino country rock “Colorado”y un antológico “So Begins The Task”. La tercera parte, “Consider”, rodeada en su totalidad de folk y folk rock, destacaremos el memorable hit “It Doesn’t Matter”, Johnny’s Garden, “How Far”, “Move Around”, y “The Love Gangster” (canción en la que toca Bill Wyman, el bajista de los Stones).

La cuarta parte, denominada “Rock & Roll Is Here To Stay”, está impregnada de un genial blues rock, conteniendo cortes de una gran calidad como “The Treasure”, absolutamente épicos sus ocho minutos de duración, “Right Now”, “What To Do” o el espléndido acústico “Blues Man”, que cierra el álbum y en dónde Stephen Stills nos demuestra el porqué de su grandeza. Este último tema, fue dedicado a la memoria de los tristemente fallecidos guitarristas Jimi Hendrix, Duane Allman y Al Wilson. Su curiosa fotografía de portada, en la que podemos visualizar a la banda de pie, bajo el cartel de una estación de ferrocarril, fue tomada en la localidad estadounidense de Manassas (Virginia). Y así finalizaba el recorrido de Manassas por la música y cultura popular americana, obsequiándonos con una obra perfecta de principio a fin, situándose como una referencia inexcusable de la época dorada del rock. Posteriormente, esta formación estadounidense anunciaba su disolución definitiva en 1973, por diversos problemas relacionados con la publicación de su segundo LP “Down The Road”. Quizás tuvieron una carrera corta, pero lo suficientemente intensa como para dejarnos un álbum que sigue y seguirá, brillando con luz propia en el centro de este universo infinito al que llaman rock and roll.

KGB (MCA 1976) Posted by javisuarezadmin on 16 noviembre, 2012 A mediados de la década de los setenta, algunas de las estrellas más representativas de la historia de la música rock se unen para formar una gran banda denominada “KGB”. Carol Clerk, una de las primeras mujeres periodistas de la industria del rock, era una amante y fiel defensora de las formaciones musicales pertenecientes a la vieja escuela. Se le recuerda constantemente por sus trabajos en la prestigiosa revista musical “Melody Maker”. En su momento, define con estas palabras al grupo: “KGB era un supergrupo de supergrupos, la crème de la crème, un colectivo de mediados de los setenta con algunos de los músicos más impecables de Inglaterra y de los Estados Unidos”. KGB estaba constituida por verdaderos talentos musicales, como Carmine Appice, acreditado como uno de los bateristas pioneros del heavy-rock, que formó parte de grupos legendarios, más bien orientados hacia este estilo como Vanilla Fudge, Cactus o los “Beck, Bogert & Apicce”, una banda creada por el héroe de la guitarra Jeff Beck. Otro pilar esencial fue el bajista Ric Grech (ex Blind Faith, Family, Ginger Baker´s Air Force o Traffic).

Ray Kennedy fue su vocalista, quizás el menos conocido, pero atesoraba un enorme virtuosismo, aportando colorido con su voz y demostrando ser un excelente músico y compositor. Arropados por unos acompañantes de lujo, como Barry Goldberg (teclados) y el genial guitarrista Mike Bloomfield, conformaron este supergrupo en 1976. Centrándonos en el álbum, fue producido por Jim Price y grabado para la MCA Records en los estudios Village Recorders West. L.A en California. En 2005, sale a la luz pública la redición en CD por el sello Lemon Recordings. Contiene diez temas entre los que podemos encontrar variedad de estilos, sobresaliendo el clásico “Sail On Sailor”, compuesto por el carismático líder de los Beach-Boys, y Ray Kennedy para el disco “Holland” de 1973. Y “Sail On Sailor“ fue magistralmente versionada por KGB, con un espléndido trabajo de Mike Bloomfield a la guitarra.

“Let Me Love You” abre el LP, convirtiéndose en uno de los clásicos inmortales junto a “It´s Gonna Be A Hard Night”, en el que imprimen un impresionante ritmo funky, con unos sensacionales punteos de Bloomfield, unos buenos coros y en cierta medida, siguiendo el estilo musical característico de mediados de los setenta.

El reggae hace acto de presencia en “Workin´For The Children”, co-escrita por Goldberg y Bloomfield. Y también habrá espacio para baladas muy bellas como “You´ve Got The Notion”, interpretada con gran acierto e incorporando la Steel Guitar por parte del maestro Mike Bloomfield. La eterna “I´ve Got A Feeling” de Lennon-McCartney es magníficamente versionada gracias a la voz de Ray Kennedy y al virtuosismo de un grupo perfectamente engrasado. El resto de cortes no tienen la brillantez de los anteriores, pero si hay que destacar que musicalmente hablando son extraordinarios y están ejecutados de manera soberbia, como las baladas melancólicas “Midnight Traveler”, “Baby Should I Stay Or Go”, la épica “High Roller” o “Magic In Your Touch”, que cierra el disco Su curiosa portada, en la que podemos visualizar unos paracaidistas en pleno salto y con el símbolo de un lobo feroz, fue obra del fotógrafo Jim McCrary y el diseñador Mike Schwarb.

KGB simplemente fue una reunión de amigos, amantes de la buena música que por supuesto no tuvo las expectativas deseadas. Posteriormente, tendrían continuidad con un segundo LP llamado “Motion”, pero ya sin el bajista Grech y sin Mike Bloomfield, que abandonaron el grupo nada más acabar la grabación de este primer trabajo. Pero fue suficiente para crear una música solamente a la altura de los más grandes.

En la actualidad KGB se sitúa como una obra de culto, que gana calidad con el paso del tiempo y que permanece como una rareza y codiciada pieza dentro del universo melómano, siendo un álbum muy buscado entre los coleccionistas del rock and roll.

Fenton Robinson- Somebody Loan Me A Dime (Alligator 1974) Posted by javisuarezadmin on 20 noviembre, 2012

En 1971, Bruce Iglauer funda en Chicago el sello independiente de blues “Alligator Records”, debido a la negativa de Bob Koester, el dueño de la “Delmark Records”, a grabar un álbum para el legendario “Hound Dog Taylor & The Houserockers”, siendo este disco el primero grabado en Alligator Records.

Nadie se imaginaba la transcendencia que esta casa discográfica llegaría a adquirir con el paso del tiempo, teniendo un papel muy importante en la historia del blues eléctrico de Chicago y del blues en general. Y así se forjaba la leyenda del inigualable sello del caimán, aquel que albergó bajo sus voraces fauces a varios mitos del blues, rescatando a viejos bluesman del olvido y dando a conocer futuras estrellas emergentes, poniendo de manifiesto la modernización de este arte y especializándose en blues contemporáneo.

Uno de estos músicos fue el guitarrista y cantante Fenton Robinson, uno de los bluesman más finos y creativos del blues moderno de Chicago, autor en 1967 del célebre estándar “Somebody Loan A Dime”. Este tema fue popularizado por Boz Scaggs en 1969, en compañía del genial guitarrista Duane Allman. Nos dejaron una versión absolutamente magistral, pero se vio inmersa en multitud de problemas legales, ya que se atribuyó a Boz Scaggs por error. Fenton Robinson como otros muchos músicos de blues, nace en Mississippi en 1935. Después de peregrinar por Memphis, Arkansas, Lousiana o Texas, finalmente recala en Chicago en 1962.

Posteriormente, sale a la luz pública su primer single, “Tennesse Woman” que le proporciona cierta fama. Gran admirador de T-Bone Walker, pronto se hace con un lugar relevante en la escena musical del Chicago de los sesenta, junto a otros ilustres como Sonny Boy, Junior Wells y Otis Rush. Fenton Robinson toca constantemente en los clubs más emblemáticos de Chicago, como el “Pepper´s“, el “Walton´s Corner”, “The Silver Moon” o el “Ma Bea´s” en dónde se convierte en un habitual del blues eléctrico de Chicago.

Pero no sería hasta 1974, cuando firma por el recién creado “Alligator Records” grabando con verdadero éxito el magnífico “Somebody Loan Me A Dime”, todo un clásico del blues y rodeado de músicos veteranos como el guitarrista Mighty Joe Young, el bajista Cornelius Boyson, el baterista Tony Gooden o el tecladista Bill Heid, arropados por una espléndida sección de vientos capitaneada por el saxofonista Dave Baldwin.

Centrándonos en el álbum, fue producido por Fenton Robinson y Bruce Iglauer. Se grabó en los “Sound Studios” de Chicago y contiene once pistas, en su mayoría composiciones propias. Abre con “Somebody Loan Me A Dime”, que da nombre al disco, y dónde nos muestra un blues modesto, sencillo y sensible que solamente Fenton lograba aplicar a sus composiciones. Continúa con otros clásicos como “The Getaway”, “Going To Chicago” o el espectacular “You Say You´Re Leaving”, respaldado por una fantástica sección de vientos y acercándose al blues-jazz, gracias a su peculiar e inconfundible técnica a la guitarra.

Un extraordinario tema del más puro estilo Chicago y clásico entre clásicos es “You Don´t Know What Love Is” al igual que “Country Girl” con buen acompañamiento al piano. Otros impecables cortes que completan esta obra son “I´ve Changed”, “Gotta Wake Up” y la excelente versión de “Texas Flood”, que cierra el disco.

Fenton Robinson alcanzó por méritos propios la categoría de “héroe del blues de Chicago”, poseedor de una voz suave y bella, se consolidó como un maestro a la guitarra de estilo único, que nos dejó álbumes memorables durante la década de los setenta. Entre sus fieles seguidores, se encontraban reputados músicos como los tejanos Johnny Winter o Stevie Ray Vaughan.

Una vez más, el infortunio se cebó sobre la figura de Fenton Robinson. En 1997 fallece víctima de un cáncer y el blues pierde a uno de sus célebres artistas. Pero no se fue sin antes obsequiar con un legado imperecedero a los amantes de este gran género que es el blues.

Jesse “Ed” Davis – ¡Jesse Davis! Posted by Ruben.Borrajo on 23 noviembre, 2012

Descendiente directo de las tribus Kiowa y “Muscogee Creek”, el guitarrista indio Jesse “Ed” Davis” es considerado un héroe por la gran mayoría de los jóvenes nativos americanos.

Nacido en 1944 en la ciudad de Norman (Oklahoma) y criado en una reserva india, desde su infancia comienza a sentir verdadera pasión por mitos del rock como Chuck Berry o Elvis Presley. Con el paso del tiempo y gracias su fantástica técnica a las seis cuerdas, Davis se consolida como un extraordinario guitarrista de sesión, haciéndose con un lugar importante dentro de la escena musical de la década de los sesenta y primeros setenta.

De memorables, se pueden calificar sus estelares colaboraciones con varias de las estrellas más transcendentales de la historia del rock, siendo muy recordado por formar parte de la banda del bluesman Taj Mahal y por sus espectaculares apariciones en eventos como el “Rock And Roll Circus” de los Rolling Stones en 1968, o el festival benéfico de 1971 “The Concert For Bangladesh” organizado por George Harrison. En 1971, Jesse Davis decide emprender su carrera en solitario, obsequiando a la comunidad musical con este álbum de debut homónimo, con un exquisito sabor a blues rock. Al margen de esto, también es un disco altamente codiciado por los coleccionistas de rock. Alquilando el estudio de grabación para un fin de semana, las sesiones se vieron inmersas en un ambiente extremadamente turbulento, fluyendo de manera habitual sustancias no permitidas…

Centrándonos en el álbum, que contiene ocho pistas, se grabó en los “Olympic Sound Studios” de Londres en 1970 y fue publicado por el sello Atco en 1971. Destacar que una buena parte de los temas que se incluyen en esta obra, fueron compuestos por Jesse Davis.

Una mención especial merece el legendario personal que participó en este álbum: Eric Clapton y Joel Scott Hill (guitarras), Billy Rich y Steve Thompson (bajo), Leon Russell, John Simon, Larry Knechtel, Ben Sidran y Larry Pierce (teclados y piano), Gram Parsons (ex Byrds y The Flying Burrito Brothers), Clydie King, Bobby Lee Jones, Gloria Jones, Venetta Fields, Nickey Barclay, Maxine Willard Waters, Merry Clayton (voces), Patt Daley, Jackie Lomax, Pete “Big Boy” Waddington, Alan Yoshida, Sanford Konikoff y John Ware (percusión), Steve Mitchell, Bruce Rowland, Alan White, Chuck Blackwell (baterías), Delaney Bramlett, Tommy Oliver, Frank Mayes, Jerry Jumonville (saxofón) Jim Gordon (saxo, clarinete) y Darrel Leonard (trompeta). Algunos de ellos, como el pianista de jazz Ben Sidran, produjeron posteriormente a talentos musicales como Paul Pena. Abriendo el disco, nos encontraremos con “Reno Street Incident”, excelente tema marcado por un ritmo de guitarra incesante. Otras pistas como “Tulsa County”, el frenético “Every night is saturday night”, “You belladona you”, o “Golden Sun Godness”, llevan el sello inconfundible de Mr. Eric Clapton.

Llegará el momento álgido, con el magnífico “Washita Love Child”, que sin dudarlo ni un instante, es el mejor tema del LP. Nuevamente, Eric Clapton sensacional a la guitarra. Reseñaremos el corte “Crazy Love”, una espléndida versión perteneciente al irlandés Van Morrison, que cierra el disco.

Y así concluye la primera aventura musical del semidesconocido Jesse Edwin Davis III, un virtuoso de la guitarra slide, que según cuentan, fue una las fuentes de inspiración para el mismísimo Duane Allman.

Desafortunadamente, las campanas de muerte resonaron una vez más en el universo del rock and roll. Un maldito 22 de Junio de 1988, el cuerpo sin vida de Jesse Davis es encontrado en un lavadero de Venice (California), debido a una sobredosis de heroína. Tenía 43 años. Quiero creer en las remotas tradiciones ancestrales indias y que su espíritu se mantendrá eterno, situándose como un acompañante de lujo, al lado de los genios más grandes que ha dado el rock.

Chicken Shack – 100 Ton Chicken (Blue Horizon 1969) Posted by javisuarezadmin on 27 noviembre, 2012

En la segunda mitad de la década de los sesenta, surgen en Inglaterra un gran número de bandas, en la mayoría de los casos poseedoras de una calidad extraordinaria, que dieron origen de manera instantánea, a una corriente musical que se bautizaba con el nombre de” british-blues”, o “british-rock- explosion”.

Una buena parte de estas formaciones tuvieron una gran reputación, pero inexplicablemente pasaron a un segundo plano, siendo eclipsadas por grupos más conocidos y de renombre, o simplemente porque fueron desplazadas por música con una orientación mucho más comercial, que sonaba en aquellos años.

Una de estas históricas agrupaciones fue “Chicken Shack”, capitaneada por el virtuoso guitarrista y compositor Stan Webb, que acompañado por al bajo, Alan Morley a la batería y Christine Perfect a la voz y teclados, fundaban una de las bandas más sólidas del panorama musical de los finales de los sesenta y principios de los setenta.

Con el curioso título “100 Ton Chicken”, presentaban su tercer álbum bajo el emblemático sello discográfico “Blue Horizon” en la primavera de 1969, tras la marcha Christine Perfect para casarse con el legendario bajista de los Fleetwood Mac, John McVie. Christine Perfect se consagra como una de las vocalistas más destacadas de la época, según la popular revista musical Melody Maker, que aparte de cantar, componer y llevar los coros, tocaba el teclado. Se situó como un pilar fundamental de los Chicken Shack en sus dos primeros álbumes, mostrándonos su innegable calidad en temas como la magnífica versión de Etta James: “I´d Rather Go Blind”.

Inmediatamente después de que Christine abandonara Chicken Shack, fue sustituida por , quedando conformado el grupo con Stan Webb (voz y guitarra), Andy Silvester (bajo), Dave Bidwell (batería, congas) y el antes mencionado Paul Raymond (órgano y piano).

El álbum fue grabado en los Barry Morgan´s Studios ubicados al norte de Londres. Cambiaron el lugar de grabación por primera vez desde sus trabajos anteriores, sin duda una decisión rápida, pero meditada por Stan Webb. Una gran idea, quizás un cambio brusco, pero con el que Chicken Shack daba un giro totalmente inesperado, que les proporcionó un sonido más duro, distinto y contundente.

Bajo la producción del ilustre Mike Vernon, el disco original incluye once temas. En 2012, sale a la luz una nueva redición por el sello Talking Elephant Records y se le añaden dos pistas más: “The Things You Put Me Through” y el eterno “Night Life”, co-propiedad de Willie Nelson. Y entre composiciones propias, en esta obra nos encontraremos con excelentes versiones en la línea blues de Freddie King como “Look Ma, I´m Crying”, Clarence Carter con “Weekeng Love”, el clásico de Lowell Fulson “Reconsider Baby” o “Midnight Hour” de Clarence “Gatemouth” Brown.

En temas de auténtico blues, como “The Way It Is” o “Horse And Cat”, Stan Webb realiza un trabajo realmente soberbio a la guitarra y a la voz. Arropado por una más que aceptable sección rítmica, el disco contiene joyas como la semi-jam “Evelyn”, la maravillosa balada “Tears In The Wind” o la acústica “Anji” entre otras.

Chicken Shack tiene una discografía espléndida, repleta de álbumes mágicos, aunque menos conocida por el gran público, posiblemente fue una de las bandas con menos reconocimiento por parte de los analistas, pero de las más estables y enérgicas.

Y el artífice de todo esto, fue un trabajador incansable que responde al nombre de Stan Webb, convirtiéndose por méritos propios en uno de los mejores guitarristas de la escuela británica, dejándonos momentos sublimes en la historia del blues rock.

Alan Haynes – Wishing Well Posted by Ruben.Borrajo on 30 noviembre, 2012 Dentro del complejo universo musical podemos distinguir entre dos grandes circuitos: el comercial y el alternativo. El comercial es aquel que todo el mundo conoce y en el que un músico vende sus álbumes a una casa discográfica, para que los distribuyan, los promocionen y lleguen en condiciones óptimas a un determinado público para que los pueda comprar.

En un elevado porcentaje de casos, el sendero comercial descuida factores esenciales como la calidad de los discos o el estado anímico del artista. Salvando contadas excepciones, las multinacionales someten a una presión extrema al músico, exigiéndole constantemente que publique un disco o realice una gira en una fecha concreta. Lo único que importa es que el álbum venda, da igual como suene, quien toque o el tiempo que lleve su producción. Que venda y punto.

Al otro lado del inmenso cosmos sónico, nos encontraremos con el atractivo circuito alternativo, que ha sido creado por aquellos músicos que no quieren ser títeres en manos de poderosos ejecutivos trajeados y a los que tanto les da vender discos que sujetadores. En la gran mayoría de ocasiones, estos geniales artistas son mucho mejores que los que fluyen habitualmente por el panorama comercial. Y así es el extraordinario guitarrista tejano Alan Haynes, un semidesconocido rey de las seis cuerdas y uno de los máximos exponentes de lo alternativo, por el que sentimos especial admiración. Nacido en 1956 en Houston (Texas), desde su infancia comienza a interesarse por el blues, influenciado por mitos como B.B. King, , Albert King o Freddie King.

Posteriormente, se une a la “Texas Boogie Band”, como guitarrista principal de la banda, al lado del bajista Tommy Shannon, que ya había tocado con Johnny Winter y que años más tarde se uniría a los Double Trouble de Stevie Ray Vaughan. Liderando la “Texas Boogie Band”, esta formación rápidamente se hace muy popular a nivel local y le permite abarcar un sector de público más amplio. Y Alan Haynes ya es considerado uno de los más espectaculares guitarristas del “Texas blues”…

Su carrera profesional se inicia en 1970, trabajando con leyendas del blues como Johnny Winter, John Lee Hooker, The Fabulous Thunderbirds, Albert King, Robert Cray, Bonnie Raitt, Otis Rush o Stevie Ray Vaughan. Posteriormente, decide formar su propio grupo, “Alan Haynes And the Stepchildren”, con el que graban su primer EP llamado “Seventh Son” y acompañado por el virtuoso batería “Uncle” John Turner, que ya había colaborado con el legendario bluesman Johnny Winter. Centrándonos en el álbum, segundo en su discografía y al que bautizaron como “Wishing Well”, fue publicado en 1994 por el sello Focus Records y consta de once pistas. Impregnado de un exquisito sabor a Texas Blues, nos encontraremos con magníficos cortes como la bella balada “Everynight and Everyday”, “Here in the Dark”, “Knocking at your door”, “Mean Old World” o el “Wishing Well”, un espléndido blues, que hace los honores a este género al que llaman “la música del alma” y que también da nombre al disco.

Como ya es costumbre, haremos una mención sobre el personal que hizo posible este disco: Alan Haynes (guitarra y voz), (teclados), los ex Double Trouble Tommy Shannon (bajo) y Chris Layton (batería), el ex componente de “The Fabulous Thunderbirds” Preston Hubbard (bajo) y George Rains (baterías).

Concluye esta obra, pero Alan Haynes sigue ofreciendo conciertos asiduamente en el Joe’s Generic Bar de Austin (Texas), deleitando al público con su particular visión musical y su maestría a la guitarra. No con mucha frecuencia, suele realizar alguna que otra gira por Europa, sobre todo en Alemania y Dinamarca, países en dónde tiene una gran cantidad de fans. Quizás el único hándicap de Haynes, sea conseguir sus discos, ya que para ello, es mucho más fácil dar un paseo cualquier noche por el Joe’s Generic Bar, ver sus actuaciones y con un poco de suerte, nos lo regalará. Fiel a sus ideas y poseedor de un espíritu rebelde que le hace luchar contra la comercialidad, Alan Haynes es un músico auténtico que no necesita mansiones de lujo, ni vehículos caros, ni tan siquiera hospedarse en hoteles de cinco estrellas. Lo único que precisa es su guitarra, un par de amigos y un lugar acogedor dónde tocar blues, cuando quiera y con quién le apetezca.

Stone The Crows – Ontinuous Perfomance (Polydor 1972) Posted by javisuarezadmin on 4 diciembre, 2012

A comienzos de la década de los setenta, se forma en la ciudad obrera de Glasgow (Escocia), “Stone The Crows”, una de las grandes bandas de rock-blues inglesas, descubiertas por el emblemático productor de los Led Zeppelin, Peter Grant.

Los integrantes de Stone The Crows, poseían una gran calidad musical y estaban liderados por la sensacional vocalista Maggie Bell, el guitarrista Leslie Harvey, el bajista Jim Dewar, el batería Colin Alen y John McGinnis a los teclados. En 1970, editan en tiempo récord dos álbumes, con los que obtienen cierto éxito, pero escaso número de ventas. Como dato anecdótico, reseñar que el guitarrista Leslie Harvey era el hermano pequeño de Alex Harvey, fundador de la legendaria banda de glam-rock “The Sensational Alex Harvey Band”. Por aquella época, la espectacular vocalista Maggie Bell es frecuentemente comparada con Janis Joplin, debido a su fuerza vocal e interpretativa. Por otra parte, Leslie Harvey es considerado como uno de los más destacados guitarristas de su tiempo. Tras su tercer álbum “Teenage Licks” de 1971, Maggie Bell es proclamada mejor solista inglesa en 1972. Pero en esta etapa, sufren constantes cambios en su formación, el bajista McGinnis y el tecladista Dewar, son remplazados por Stephen Thompson (ex – Mayall) y Ron Leahy. Toda esta conjunción de desfavorables factores, unido a un desafortunado percance, truncan el futuro prometedor de la banda…

Durante un concierto en la Universidad de Swansea, el guitarrista Les Harvey se electrocuta con un micrófono que le causa la muerte. Impactados por el terrible suceso, el grupo anuncia su disolución definitiva…

Pero la fuerte personalidad de Maggie Bell, le lleva a rehacer la banda, sustituyendo al tristemente fallecido Les Harvey por Jimmy McCulloch, un virtuoso y joven guitarrista procedente de los “Thunderclap Newman”. Jimmy se situó como un pilar fundamental de los Stone The Crows, ayudándoles a terminar el disco “Ontinuous Perfomance”, obra inacabada por el desaparecido Les Harvey. Centrándonos en el álbum “Ontinuous Perfomance” es el último disco grabado en estudio por The Stone the Crows, producido por Mark London y Peter Grant para el sello Polydor. Incluye siete pistas y no llega a los cuarenta minutos de duración. Y por supuesto, haremos una mención especial sobre la histórica alineación que completaría la obra póstuma de Les Harvey: Maggie Bell (voz), Jimmy McCulloch (guitarra), Ron Leahy (teclados), Steve Thompson (bajo) y Colin Allen (batería).

Abre el disco con “On The Highway”, en dónde sobresalen los teclados y la poderosa voz de Maggie. Continúan con una bella balada “One More Chance” para pasar al puro blues reflejado en “Penicillin Blues”, con un buen trabajo de Les Harvey a la Slide. Seguidamente, un delicado instrumental “King Tut”. Originalmente, la cara B empieza con “Good time Girl” uno de los cortes más rítmicos y por primera vez, la guitarra de Jimmy McCulloch cobra un protagonismo mayúsculo, arropado por una magnífica sección de vientos a cargo de Roger Ball y Malcolm Duncan.

“Niagra” es una de las canciones centrales del LP, a nuestro juicio el último gran trabajo de Les Harvey en la segunda parte del tema. Finalizan con la balada “Sunset Cowboy”, posiblemente dedicada a Harvey, al igual que el resto del disco. En 2007 se publica un DVD llamado “In Concert, Beat Workshop”, grabado en Alemania en 1973, en el que podremos visualizar la grandeza de la banda. Debido al bajo número de ventas y a los diversos conflictos que los rodearon, los Stone The Crows tuvieron que poner punto y final a su corta, pero palpitante carrera. Posteriormente, cada componente siguió su propio camino, Maggie Bell grabó en solitario con Jimmy Page un excelente álbum, McCulloch se incorporó a los “Wings” de Paul McArtney y Collin Allen formó parte de la banda de rock progresivo “Focus”.

Y como expresó el prestigioso historiador musical Jordi Serra i Fabra: <>

Ya sobran todas las palabras.

Buffalo Springfield – Buffalo Springfield (Atco 1966) Posted by Ruben.Borrajo on 7 diciembre, 2012

Originarios de Los Angeles, los estadounidenses Buffalo Springfield son considerados como una banda de culto desde el primer momento que salen a la luz pública. Por sus filas han pasado mitos del rock de la talla de Stephen Stills o el inolvidable canadiense Neil Young.

Lo cierto es que todo se inició durante un encuentro fortuito en el Greenwich Village de Nueva York y que tuvo como protagonistas principales, al cantante y al tejano Stephen Stills. Posteriormente, se asocian con Neil Young y crean “Buffalo Springfield” en 1966. Tuvieron una corta, pero intensa trayectoria de dos años en la que sentaron cátedra dentro del folk rock y el country rock. Buffalo Springfield nunca ha sido un grupo de masas, ni de gran éxito comercial, pero poseían una extraordinaria calidad musical que influenció a multitud de formaciones venideras gracias a su peculiar e innovador estilo.

Buffalo Springfield, también sirvió para lanzar a varios de sus integrantes hacia el estrellato del panorama rock, en especial al dúo Stills / Young. Y tomando el nombre de una marca de apisonadoras, los Buffalo Springfield debutan con este primer álbum homónimo por un ya lejano 1966, alcanzando una gran popularidad en la escena musical de la época. Centrándonos en el disco, la edición original se publica en 1966 por el sello Atco e incluye 12 pistas. Curiosamente, en Marzo de 1967 editan una nueva redición estéreo en la que sustituyen el tema “Baby, don’t scold me”, por el inmortal “For what it’s worth”, canción escrita por un genio cuya creatividad no entiende de límites y que responde al nombre de Stephen Stills.

Como ya es costumbre, haremos mención al legendario personal que moldeó esta obra: Richie Furay (voz y guitarra), Dewey Martin (batería y voz), , Jim Fielder y (bajo), Stephen Stills (guitarra, teclados, voz), Doug Hastings y Neil Young (guitarra, armónica, piano y voz).

Clásico entre clásicos y tema central, abre el álbum con “For what it’s worth” (por lo que vale), escrita por Stephen Stills, se forjó en un tiempos extremadamente turbulentos y cargados políticamente, en el que factores como la guerra del Vietnam impregnaban el ambiente de tensión y nerviosismo. Instantáneamente, se convierte en todo un himno generacional y en una canción protesta que fue usada de manera habitual, pero erróneamente atribuida en temáticas referentes a los conflictos bélicos. Según declaraciones de Stephen Stills, las letras de “For what it’s worth”, están relacionadas con los violentos métodos empleados por la policía durante una manifestación pacífica en el Sunset Strip de Los Ángeles. Una parte de la sociedad, se rebelaba contra el cierre inminente del club “Pandora’s Box” uno de los locales más emblemáticos de la zona. El Sunset Strip, era el centro neurálgico de la vida nocturna de Hollywood y un importante punto de reunión para la contracultura de aquellos tiempos. Al margen de esto “For what it’s worth”, también se utilizó como BSO de películas como “Forrest Gump” o “El Señor de la guerra” protagonizada por Nicolas Cage.

Otros temas de excelente factura y con cierto aire country son “Pay the Price” y “Go and Say Goodbye”. Llegará nuestro querido blues con “Hot Dusty Roads” y sentiremos la magnífica voz de Richie Furay y la maestría de Neil Young en joyas como “Flying on the ground is wrong” “Burned” o “Out of My Mind”.

Y así concluye esta aventura musical de los fugaces Buffalo Springfield por los designios del rock and roll. El infortunio, se cebó una vez más sobre sus componentes, el bajista Bruce Palmer fallecía en 2004 víctima de un ataque cardíaco, al igual que el batería Dewey Martin, en 2009.

Debido a las continuas discusiones entre Young y Stills y a los constantes problemas con las drogas del bajista Bruce Palmer, el grupo anunciaba su disolución definitiva en 1968. Pero a Buffalo Springfield, le fue suficiente un par de años, tres álbumes y una pequeña canción, para situarse como una de las bandas más recordadas, prestigiosas e históricas que ha visto nacer el rock.

Jimmy Johnson Band – Johnson´s Whacks (Delmark 1979) Posted by javisuarezadmin on 11 diciembre, 2012

Como otros muchos grandes bluesman de la historia, Jimmy Johnson nace en 1928 en la localidad de Holly Springs (Mississippi), un estado fundamental para comprender la música blues, que tan amplio legado nos ha dejado.

Como en la mayoría de los casos de músicos de blues, desde muy temprana edad comienza a tocar instrumentos como el piano y la guitarra, empapándose de ese estilo afro-americano y espiritual que es el góspel. Posteriormente decide trasladarse a Chicago, dónde rápidamente destaca como un bluesman pasional y un cantante singular.

Durante los años sesenta, tuvo sus propias bandas, colaboró con infinidad de artistas y en innumerables álbumes, pero tocando rythm and blues en una buena parte de ocasiones. En la década de los setenta, decide dar el gran paso, incorporándose a legendaria banda de Jimmy Dawkins, tocando blues, que de alguna manera era su auténtica devoción. Después de su gira épica por el país del sol naciente en el verano de 1976, tocando en la banda del incombustible Otis Rush, del cual quedaría como testimonio el clásico en directo, “Live In Concert” y de colaborar con estrellas consagradas como Buddy Guy, Jimmy Dawkins o Louis Myers, Jimmy Johnson inicia su carrera en solitario, quizás algo mayor, alrededor de los cincuenta años de edad.

Centrándonos en el disco,producido por Bob Koester, se graba a finales del 78 y principios del 79 por “Delmark Records”, un sello esencial para el blues y el jazz. Contiene diez pistas, sin el más ningún desperdicio, con temas muy personales e intimistas, en dónde reflejan su maestría a la guitarra, en algunos casos incendiaria.

Obtuvo multitud de críticas favorables y el tan ansiado reconocimiento por parte de los analistas del mundo del blues. Después de salir publicados los volúmenes clásicos de Alligator “Living Chicago Blues”, Jimmy encuentra su sitio, quizás un poco tarde, tras pasar toda una vida por las carreteras de los Estados Unidos, Europa y otros lugares del mundo, acompañando a un buen número de artistas y amigos.

Una mención especial, merecen los músicos de la Jimmy Johnson Band: el fantástico pianista Carl Synder, el bajista Ike Anderson, Dino Alvarez (batería), Rico McFarland (guitarra rítmica) y Jerry Wilson (saxo tenor). En el álbum nos podemos encontrar temas de diversa índole, marcados por la corriente musical del blues del momento como el que abre el disco “The Twelve Bar Blues” o “I Stand Alone”, de estilo Funky “Slamming Doors” o “Jockey Sports”, del más puro estilo blues de Chicago como “Ashes In My Ashtray”o el clásico “StranGe How I Miss You (When I Haven ´t Even Lost You Let)”. Una de las canciones más recordadas del álbum es la magnífica versión del estándar de Jazz “Take Five”, que allá por los años sesenta, inmortalizaría para siempre el recientemente fallecido Dave Brubeck. En esta versión, nos obsequian con un extraordinario trabajo a la guitarra y al piano por parte de Carl Synder y que unidos a temas como el divertido country “Drivin´Nails In My Coffin” y la triste balada “I Need Some Easy Money”, nos dejan un álbum que es considerado un clásico. Jimmy Johnson fue un trabajador incansable, que afortunadamente sigue estando entre nosotros, pese a sus altibajos y al terrible accidente sufrido por él y su banda a principios de los ochenta, trágico suceso en dónde perecieron dos de sus integrantes, quedando el resto malheridos.

En la actualidad, continúa dedicándose a su verdadera pasión: el blues… The Outlaws – The Outlaws (Arista Records 1975) Posted by Ruben.Borrajo on 14 diciembre, 2012

Sucedió hace ya treinta y siete años, cuando cinco inolvidables forajidos que respondían al nombre de “The Outlaws”, se presentaban ante el mundo dejándonos uno de los álbumes más espectaculares, emblemáticos e históricos que ha visto nacer el denominado “rock sureño” o “southern rock”. En cuanto llegue a tus oídos, de manera instantánea pasará a formar parte de esa colección a la que valoramos como “un disco para el recuerdo”.

Originarios de Tampa (Florida), los Outlaws se constituyen como grupo musical en 1972, siendo capitaneados por el guitarrista Hughie Thomasson, su miembro fundador. En 1990, abandona los Outlaws para unirse a los legendarios Lynyrd Skynyrd.

Por supuesto, haremos una mención sobre el personal que realizó esta obra, liderado por Hughie Thomasson (guitarra y voz), Henry Paul (guitarra y voz), Billy Jones (guitarra) el bajista Frank O’Keefe y Monte Yoho a la batería. Destacar el excelente trío de guitarras y especialmente al gran Hughie Thomasson, un genial músico, que se situó como un pilar fundamental dentro de los Outlaws, siendo responsable del éxito de la formación y autor de una buena parte de sus mejores composiciones. Centrándonos en el álbum, fue producido por el afamado Paul A. Rotchild, también recordado por sus trabajos con los Doors. Primero de su discografía, se publicó en 1975 por el sello “Arista Records”. Esta casa discográfica, la fundó Clive Davis, célebre productor que consiguió atrapar en Arista Records a artistas de la talla de Grateful Dead, Aretha Franklin o Patti Smith. Como dato curioso, este disco homónimo de los Outlaws fue el primero lanzado para Arista Records.

Incluyendo diez pistas, abre el LP con uno de sus hits más memorables “There goes another love song”, en dónde podremos apreciar todo el sentimiento sureño y su característico sonido, que lo invade en su totalidad. Siguen con un glorioso “Song for you”, una de sus canciones más populares, en la que sobresalen unas espléndidas guitarras acompañadas de unas perfectas armonías vocales, al igual que la magnífica “Song of the breeze”.

Llegará una emotiva balada “If follows from your heart”, para pasar a los ritmos frenéticos de “Cry No More”. Con el gran instrumental “Waterhole” y sus toques country, emprenderemos un maravilloso viaje por el “viejo oeste”… Ya no te dejarán escapar, gracias al pegadizo estribillo de “Stay with me”, continuando con el aire sureño de un alegre “Keep prayin’”, y nuevamente nos transportarán por los designios del country, reflejado en “Knoxville girl”. Y que mejor forma de poner punto y final a un disco absolutamente brillante, que con un soberbio “Green Grass And High Tides”, clásico entre clásicos del rock y canción insignia de los Outlaws. A sus épicos diez minutos de duración lo envuelven unas extraordinarias guitarras y lo consideramos un “temazo” de dimensiones desproporcionadas. Nunca querrás que llegue a su fin…

Así concluye esta aventura musical de los Outlaws, cariñosamente apodados “The Florida Guitar Army” quizás fueron merecedores de mucho más reconocimiento por parte de la crítica. Y como ya es costumbre, una de las leyes de este humilde blog, es rescatar del olvido a los que tanto han hecho por la música.

Una vez más y desafortunadamente, la ciudad del rock and roll se quedaba sin tres de sus estrellas. En 1995 el bajista Frank O’Keefe y el guitarrista Billy Jones nos dejaban para siempre y en 2007, Hughie Thomasson fallece de un ataque al corazón. Pero estos carismáticos músicos “fuera de la ley” no se fueron, sin antes elevar todavía más el rock a la categoría de arte.

A nuestro juicio, los Outlaws se consagraron como una de las bandas que realizaron uno de los últimos sacrificios por el rock en la década heroica de este género. Muy poco tiempo después, la escena musical cambiaba radicalmente, los sintetizadores y la música de baile predominarían en el día a día de la sociedad…

Dios salve al rock and roll.

Jerry Lee Lewis – The Session (“Recorded In London With Great Guest Artist” / Mercury 1973) Posted by javisuarezadmin on 18 diciembre, 2012 Aunque parezca increíble, algunos discos de auténtico y puro rock and roll se realizaron fuera de las tierras que vieron nacer a este esencial fenómeno musical del siglo XX.

“The London Sessions”, como se le llamaría popularmente a este extraordinario álbum, fue uno de estos casos atípicos, originando el retorno de una de las figuras más influyentes y salvajes de la primera e inmortal generación del rock and roll.

Jerry Lee Lewis, el legendario pianista de Lousiana, apodado universalmente “The Killer”, después de obtener un tremendo éxito y ser el autor de varios de los himnos más célebres de la historia del rock, ve su carrera salpicada por engorrosos escándalos y tristes sucesos. Y no sería hasta 1973, cuando regresó para situarse en los altares del género gracias a este espectacular álbum.

La idea de grabar en Londres, fue de alguna manera la de unir e invitar a algunos de los mejores músicos de rhythm and blues británicos junto a su propia leyenda, para tratar de llegar así a la audiencia del momento y sobre todo devolver a Jerry a la cima de las listas de éxitos, fichando por el prestigioso sello discográfico Mercury. Centrándonos en el doble álbum, fue grabado Enero de 1973 en los “Advision Studios” de Londres y consta de 19 temas. Como dato curioso, Jerry Lewis desconocía a la mayoría de los músicos que formaban parte de la grabación, todos muy jóvenes, pero de sobrada experiencia para poder tocar sin problemas las geniales canciones del “Killer” de Lousiana.

Las sesiones contaron con un elevado número de artistas, todos ellos de una gran calidad musical. Y creemos que por justicia, debemos citar a los más representativos: Delaney Bramlett, , Andy Brown, Tony Colton, Kenny Jones, Klaus Vormann y Gary Wright. Una mención honorífica, merecen los guitarristas Rory Gallagher, Alvin Lee, Peter Frampton y Albert Lee. Y perfectamente arropados por una espléndida sección de vientos, violines, e incluso un coro llamado “Thunderthighs”.

Las sesiones de grabación estuvieron marcadas por una gran incertidumbre, suponemos que por el carácter y la fuerte personalidad de Jerry Lewis… Pero la música comenzó a fluir, sorprendiendo incluso el rostro duro e impenetrable de Lewis, dejándonos magníficos temas y excelentes versiones. Jerry Lee Lewis desarrolla durante todo el disco un trabajo muy serio y profesional al piano, quizás con su voz algo más calmada de lo habitual, pero interpretando magistralmente temas clásicos de su época dorada como “Drinking Wine Spo- Dee-O-Dee”, “High School Confidential”, “Whole Lot Of Shakin´Goin´On” ,“Movin´On Down The Line” o el imperecedero “Sea Cruise”. Lewis comenzó en la música country y en este álbum no será una excepción, reflejando este estilo en joyas como “Taking My Music To The Man” o el clásico “Early Mornning Rain. Llegarán fantásticos temas de blues: “Baby What You You Want Me to Do” y “Big Boss Man” y una bella balada “Pledding My Love”.

Esta obra contiene grandes versiones como el “Bad Moon Rising” de la Creedence, “Johnny B. Good” o el estándar de Ray Charles “What´d I Say”. Finalizan con “Rock & Roll Medley: Good Golly Miss Molly, Long Tall Sally, Jenny Jenny, Tutti Frutti, Whole Lot Of Shakin´Goin´On”, una mezcla explosiva de temas eternos del rock.

A nuestro juicio, Jerry Lee Lewis posee uno de los grados de jerarquía más altos del rock. Un mito que rivalizó durante la década de los cincuenta con el mismísimo rey del rock, Elvis Presley. Pese a sus conflictos y a una vida extremadamente turbulenta, Jerry L. Lewis fue capaz de obsequiarnos con discos memorables como este, respaldado por una generación inolvidable.

Actualmente, Jerry Lewis sigue haciendo las delicias del público… a sus 77 años de edad…

The Byrds – Untitled (Columbia Records 1970) Posted by Ruben.Borrajo on 21 diciembre, 2012

Aclamado por la crítica, el memorable álbum sin título de los Byrds se situó como una de las últimas grandes obras del complejo universo musical.Unas legendarias aves del paraíso, que fueron capaces de explorar de manera brillante, un vasto territorio sónico que comprende desde el arte del folk o el bluegrass, pasando por el rock psicodélico, hasta llegar a los confines más recónditos del country rock.

Coronaron la cima del rock durante años difíciles y políticamente cargados, acompañando con su genuina música a toda una generación. Originarios de Los Ángeles, los estadounidenses Byrds fue una de las bandas más influyentes surgidas en la década de los sesenta, siendo pioneros del folk rock, country rock y el rock psicodélico. A nuestro juicio, se consolidaron como el único grupo capaz de frenar la denominada “invasión británica”, que supuso la llegada masiva de formaciones musicales como los Beatles o The Rolling Stones y que acaparaban las listas de éxitos norteamericanas en aquella época. Podemos considerar a los Byrds como una banda camaleónica, dado los diversos cambios que sufrieron en sus filas a lo largo de su trayectoria. Inicialmente, los Byrds se constituyen a mediados de los años sesenta, formado por un trío californiano de guitarras folk con Jim McGuinn (que poco después pasaba a llamarse Roger), David Crosby y Gene Clark. Posteriormente, se le unen como apoyo instrumental el batería Michael Clarke y el bajista Chris Hillman. Y así nacen los Byrds, por un ya lejano 1964. Atrás quedaban los tiempos del “Turn, Turn, Turn” y en 1970, con una de sus alineaciones más estables, presentaban este (“Untitled”). Un curioso título le otorgaron a esta obra, quizás sugiere algo de “incerteza”, y fue cortesía de la torpeza de un productor que envió el álbum a la casa discográfica cuando todavía no tenían decidido el nombre… Y el sello entendió que (“Untitled”) era el título definitivo. Un célebre malentendido, que perduró hasta nuestros días… y con el paréntesis incluido.

Por supuesto que una mención especial, merecen los músicos que hicieron posible este “Untitled”, liderados por el compositor y mago de la guitarra “Rickenbacker” de doce cuerdas, Roger McGuinn, el soberbio guitarrista Clarence White, Skip Battin (bajo y voz) Gene Parsons (batería, armónica y voz). De sencillamente exquisito, podemos calificar al personal adicional, capitaneado por Gram Parsons, al piano, Sneaky Pete Kleinow a la guitarra pedal steel y el extraordinario violinista de bluegrass Byron Berline. Centrándonos en el doble álbum, producido por Terry Melcher y Jim Dickson se publicó en 1970 por el sello Columbia Records y consta de 16 pistas. La primera parte del LP incluye temas en directo grabados en el auditorio “Colden Queens College Center” de Nueva York y con un segundo que incorpora canciones nuevas de estudio.

Abre el disco con un glorioso “Lover Of The Bayou”, composición histórica propiedad del dúo Jacques Levy / Roger McGuinn, para continuar con una gran versión del “Positively 4th Street” perteneciente a Bob Dylan, al igual que la fantástica revisión del“Mr Taumborine Man”, en dónde la genial guitarra de Clarence White cobra un protagonismo mayúsculo. Otros temas excelentes de los Byrds, en dónde nos muestran todo su poderío en directo son“So YouWant To Be A Rock N Roll Star” y“Mr. Spaceman”. Calificaremos como auténticas joyas musicales al clásico entre clásicos “Chestnut Mare”, impregnado por la peculiar voz de McGuinn, “All the Things” y “Just a Season”.Nos encontraremos con cierta similitud a los Crossby Stills, Nash And Young, reflejada en los acústicos “Yesterday’s Train” y “Well Come Back Home”. El momento álgido del disco llegará gracias a un magnífico “Eight Miles High”, infinitos sus dieciséis minutos de duración, envueltos por una jam eterna y sencillamente magistral. Desafortunadamente, las campanas de muerte volvieron a resonar en el rock and roll. Con los fallecimientos de Gram Parsons (1973), Clarence White (1973), Gene Clark (1991) y el batería Michael Clarke (1993), la historia musical contemporánea perdía a cuatro integrantes de leyenda, porque hablar de los Byrds, es hablar de una de las fuentes de riqueza musical más grandes que ha dado el rock. En 1973, Roger McGuinn volvía a reunir al quinteto original de los Byrds, intentando mantener el mismo espíritu que les caracterizó en sus inicios. Pero debido a una serie de problemas internos y discográficos, McGuinn decide abandonar el nuevo proyecto, poniendo fin así, a una de las mejores agrupaciones musicales que ha visto nacer el siglo XX.Y así concluye esta épica aventura de los Byrds, un esencial grupo que ha dejado una de las huellas más profundas del rock and roll. Quizás un buen día, estos inolvidables pájaros tuvieron un sueño, quiero creer que fue el de volar y volar con libertad, cada vez más alto. Willie Dixon – I Am the Blues (Columbia 1970) Posted by Ruben.Borrajo on 26 diciembre, 2012

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Quizás un título que sugiere cierto egocentrismo, pero que define a la perfección a uno de los grandes mitos que ha dado este género.

Nacido el 1 de Julio de 1915 en Vicksburg (Mississippi), Willie Dixon fue una de las figuras más representativas en el desarrollo del blues americano. Rápidamente destacó por su extraordinario virtuosismo compositivo, con el que alcanzaría un enorme éxito internacional. Sus inolvidables temas, ya clásicos del blues, han sido interpretados por leyendas de la talla de Howlin’ Wolf, Muddy Waters o Little Walter y versionados por bandas de rock como Led Zeppelin, The Doors, Cream o The Yardbirds.

La influencia de Dixon en el blues y el rock ha llegado a casi todos los rincones del universo sonoro. Aparte de un sensacional compositor, también se ha distinguido como un magnífico bajista, pianista, cantante, contrabajista e histórico productor discográfico de la casa “Chess Records”. Todo esto, le valió para consagrarse como el máximo exponente en la creación del denominado “Chicago Blues”. Dixon ha trabajado durante su trayectoria con artistas como Chuck Berry (con el que llegó a tocar el bajo en sus primeros discos), Koko Taylor, Bo Diddley, Jimmy Witherspoon o Muddy Waters entre otros. Centrándonos en el álbum, se publicó en 1970 por el sello Columbia y consta de nueve pistas. Como ya es costumbre, una mención especial merecen los músicos que moldearon esta obra: Willie Dixon (bajo y voz), Sunnyland Slim (piano), Johnny Shines (guitarra) Walter Horton (armónica) y Clifton James (batería). Todos ellos, reputados bluesman por aquella época, procedentes de esa meca del blues de Chicago llamada Chess Records.

Abre el disco con el eterno “Back Door Man”, uno de sus memorables hits en el que sentiremos la fantástica voz de Dixon y el protagonismo mayúsculo que cobra la guitarra de Johnny Shines. Este tema, se incluyó anteriormente en el primer álbum homónimo de los Doors en 1967, siendo versionado magistralmente por esta legendaria formación.

Siguen con un espléndido “I Can’t Quit You, Baby”, impregnado por el piano de Sunnyland Slim. Y es otro de los temas, que añadieron los británicos Led Zeppelin en su disco de debut de 1969. Otras canciones estándar del blues que tienen una importante presencia en el LP son “The Seventh Son”, el mítico “Spoonful”, esta última incorporada por los Cream de Eric Clapton en su álbum “Fresh Cream” de 1966.

De puntos álgidos, está plagado “I Am The Blues” y llegarán con los inmortales “I Ain’t Superstitious” (revisada por Jeff Beck en su LP “Truth” de 1968”), “You Shook Me”, (I’m Your) Hoochie Coochie Man (popularizado por Muddy Waters), el clásico entre clásicos “The Little Red Rooster” (recordado en más de una ocasión por los Doors, Howlin’ Wolf y los Rolling Stones), o el que cierra el disco “The Same Thing”. Y así concluye “Yo soy el blues” cortesía de William James Dixon, el cerebro de la “música de alma”. A nuestro juicio y gracias a sus espectaculares canciones, Willie Dixon fue capaz de hacer más grande la carrera musical de una amplia cantidad de artistas y bandas.

Desafortunadamente, Willie Dixon fallece en 1992 víctima de una hepatitis y el blues llora a una de sus estrellas más célebres. Pero su imprescindible legado y su vibrante historia, repleta de momentos brillantes, permanecerá inalterable al paso del tiempo, situándose como uno de los músicos más fundamentales que ha visto nacer el siglo XX. Y también, como un genio que ha hecho a los demás, mucho mejores.

Free – Fire And Water ( 1970) Posted by Ruben.Borrajo on 1 enero, 2013

Apenas rondaban los 20 años de edad, pero la juventud de los legendarios Free no fue impedimento alguno para reflejar el tremendo potencial que atesoraban.

Originarios de Londres, los Free se situaron como una de las bandas más representativas de la llamada “invasión británica” y en la actualidad está considerada una de las formaciones precursoras del hard rock. Sus inicios datan de 1968, cuando Paul Kossoff (guitarra) y Simmon Kirke (batería) conocen al vocalista Paul Rodgers en un local de su zona. Tiempo después, fichan a un jovencísimo bajista de 15 años de edad llamado Andy Fraser, que ya había colaborado con John Mayall, completando de esta manera, la alineación de los Free. En 1970, alcanzan la cima del éxito gracias a un excelente álbum al que bautizaron como “Fire And Water”. Un disco al que valoramos como sencillamente perfecto de principio a fin, impregnado de blues rock y aderezado con un exclusivo estilo hard rock.

Clásico entre clásicos del rock, el LP contiene “All Right Now”, uno de sus temas más célebres y que ya forma parte del patrimonio cultural de la humanidad. Gracias a este magnífico “All Right Now”, los Free obtienen una gran popularidad y son contratados para tocar en el histórico festival de la Isla de Wight en 1970. Realizaron una espectacular actuación en directo, quedando marcada para siempre en la memoria de aquellos 600.000 asistentes.

Centrándonos en el álbum, tercero en su discografía, se publicó en 1970 por el sello Island Records e incluye siete temas. Una mención especial, haremos a los inolvidables integrantes de Free, que hicieron posible esta obra: el poderoso vocalista Paul Rodgers, el magistral guitarrista Paul Kossoff, el gran bajista Andy Fraser y el batería Simon Kirke.

Abre el disco con un diamante en bruto denominado “Fire And Water”, tema homónimo al álbum con el que sentiremos el blues rock en todo su esplendor, elegante y de bella factura. Hacia este mismo género, nos llevaran gracias a otras pistas de gran calidad como “Remenber”, “Oh I wept”, en las que destacaremos la voz de Paul Rodgers. También habrá espacio para la emotividad, que tendrá lugar con unas espléndidas baladas: Don’t say you love me y “Heavy Load”. Uno de los puntos álgidos llegará con ”Mr. Big” que lleva el sello hardrockero de Fraser y Kossoff. Cierra el disco con el inmortal “All Right Now”, y al que ya hemos hecho referencia anteriormente.

Y así concluye “Fire And Water”, una obra cortesía de Free, agrupación que contribuyó a que el rock fuera cada día, un poco más grande. En 1973 anuncian su separación definitiva, surgen diversas tensiones dentro de la banda y Paul Rodgers y Simon Kirke deciden abandonar el proyecto para fundar Bad Company.

Desafortunadamente, durante un vuelo de Los Ángeles a Nueva York en 1976, el guitarrista Paul Kossoff fallece debido a problemas cardíacos, contraídos por su fuerte adicción a las drogas cuando solamente tenía 25 años.

Poseedor de un talento innato a las seis cuerdas, Kossoff será recordado como uno de los mejores guitarristas que ha dado el rock. Sus restos mortales fueron trasladados a Londres y en el epitafio de su tumba, figura una inscripción en la que se puede leer: “All Right Now”, un gran himno y un excepcional riff que lo acompañará eternamente, al igual que los irrepetibles Free.

Herbie Mann – Memphis Underground (Atlantic 1969) Posted by javisuarezadmin on 4 enero, 2013

Dentro del gran universo del rock y del elevado número de estilos musicales que fueron evolucionando a finales de la década de los sesenta, músicos ya consagrados de otros géneros como el jazz, se introdujeron y exploraron nuevos caminos, llegando a fusionar con verdadero acierto dicho género con otros tan importantes como el R&B, el soul o el funk.

Este es el caso del prolífico flautista Herbert Jay Solomon, más conocido por el seudónimo de “Herbie Mann”. Nacido en 1930 en el barrio neoyorquino de Brooklyn, a los nueve años de edad comienza a tocar el piano, el saxo y el clarinete. Poco tiempo después se interesa por la flauta, un instrumento considerado por los puristas de música jazz como “no apto”, por “estar conceptuada como demasiado suave, dulce, delicada, femenina, en definitiva para hermanarse con el sonido áspero y fuerte del metal, de los saxos o de la batería” Durante los años cincuenta y principios de sesenta, gracias a su innegable virtuosismo y a su carácter humanista, Herbie Mann se hace con un lugar relevante en la escena jazz, formando agrupaciones musicales, grabando para la televisión, intercambiando diversidad de sonidos en África y publicando varios álbumes. Pero no sería hasta 1961, cuando conquista el éxito versionando el tema “Comin´ Home Baby” (grabado por primera vez en 1961, propiedad del pianista Donald Bailey), actualmente valorado por los analistas como un estándar del jazz.Y en 1969 Herbie Mann decide trasvasar su flauta al rock, publicando el clásico álbum “Memphis Underground”, con el que estableció un sonido vanguardista, puro y demoledor, convirtiéndose al instante en un disco de culto.

Centrándonos en el álbum, fue producido por Tom Dowd y se grabó en los estudios de la Atlantic Records. Para su realización, contó con la ayuda de músicos jóvenes, pero todos ellos grandes talentos emergentes en aquellas fechas: el gran vibrafonista Roy Ayers, los históricos guitarristas Larry Coryell y Sonny Sharrock, arropados por una sección rítmica envidiable formada por Reggie Young (guitarra rítmica), Bobby Emmons (órgano), Bobby Wood (piano eléctrico y acústico), alternándose al bajo Tommy Cogbill o Mike Leech y Gene Christman (batería).

El álbum es en su totalidad instrumental y consta de cinco pistas, todas ellas de excelente factura. Abren con “Memphis Underground”, tema compuesto por Herbie que da nombre al LP, poseedor de un ritmo soul pegadizo y envolvente, advirtiéndose el magnífico trabajo de Mann, Coryell y Ayers. Continúan con “New Orleans”, más bien corto pero intenso y genial en cuanto al sonido que imprime a la flauta de Herbie Mann. Siguen con uno de las piezas legendarias del disco, una versión absolutamente magistral del famoso tema de L. Hayes / D. Porter, “Hold on I´m Comin”, popularizado anteriormente por el dúo de soul Sam & Dave, con el que nos exponen ritmos fantásticos, mezclando jazz-soul y Herbie dándonos muestra de su extraordinaria calidad a la flauta, perfectamente acompañado por la guitarra de Larry Corryell.

La otra espléndida versión que incluyen es el “Chains Of Fools” de D. Covay (popularizada por Aretha Franklin), y que en este disco traspasa todas las barreras sónicas. En él, sentiremos toda la fuerza de la banda y su continua exploración global del Jazz-Rock.

Y que mejor manera de finalizar, que con una adaptación de la canción tradicional arreglada por Herbie “Battle Hymn Of the Republic”, uno de los himnos americanos por excelencia e impregnada por la soberbia flauta de Mann.

“Memphis Underground” situó a Herbie Mann entre los grandes innovadores sónicos de la música de vanguardia del momento, junto a otros genios como Miles Davis o Herbie Hancok. Recorrieron exhaustivamente nuevos territorios sonoros, nos dejaron álbumes maravillosos en años venideros, al lado de leyendas como Duane Allman, Mike Taylor o Albert Lee… pero eso ya es otra historia…

Grateful Dead – Skull And Roses (Warner 1971) Posted by Ruben.Borrajo on 8 enero, 2013

Máximos exponentes de la contracultura y el movimiento hippie en la década de los sesenta, los estadounidenses “Grateful Dead” se consolidaron como una de las bandas más innovadoras, peculiares e insólitas que ha visto nacer la historia musical contemporánea. Muy influenciados por la psicodelia, fusionaron con gran éxito un elevado número de estilos como el folk, rock, blues, jazz o country. A nuestro juicio, Grateful Dead ha sido un grupo único, unos inolvidables reyes de la improvisación que fueron capaces de realizar “jams” absolutamente magistrales, elevando la música hacia el infinito.

Expatriados del “mainstream” y de las corrientes comerciales del momento, los Grateful Dead pronto se hacen con un lugar importante dentro de la escena musical de los sesenta y setenta. Originarios de San Francisco (California) y liderados por el guitarrista Jerry García, los Dead comienzan a abrirse camino de manera brillante en una época dominada por formaciones británicas como los Rolling Stones o The Beatles. El carismático Jerry García jamás quiso asumir el rol de liderazgo de los “Grateful Dead”, y en ocasiones cedía todo el protagonismo a su banda. Pero su fuerte personalidad y marcado carácter, le llevaron a que el público le viera como un icono legendario y de paso, se convertía en una de las figuras más emblemáticas del rock. El verdadero poder de los Grateful Dead residía en sus conciertos en directo, en los que obsequiaban a los fans (conocidos como “Dead Heads”) con larguísimas jams y una música auténticamente delirante, impregnada de blues, rock, bluegrass, folk o psicodelia. Y en 1971, sale a la luz este excelente “Skull And Roses”, un doble álbum en vivo publicado por el sello Warner Bros Records y que incluye once pistas.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial sobre los músicos que hicieron posible esta obra: Jerry Garcia (guitarra, voz), Bob Weir (guitarra rítmica y voz), Phil Lesh (bajo y voz), Ron “Pigpen” McKernan (órgano, armónica y voz), Bill Kreutzmann (batería) y el fantástico pianista estadounidense Merl Saunders arropando a los Grateful Dead. Merl Saunders, ha trabajado con artistas de la talla de Paul Pena, Michael Bloomfield, B.B. King o Tom Fogerty. Abre el disco en con “Bertha”, un tema pegadizo y poseedor de bellas melodías. Seguidamente, el country toma protagonismo con “Mama Tried”, una espléndida versión de un éxito de Merle Haggard. Llegará nuestro querido blues con “Big Railroad Blues”, canción en la que al guitarrista Jerry García no le supone impedimento alguno que le falten dos tercios de su dedo corazón en la mano derecha. Continúan con “Playing in the Band”, uno de los puntos álgidos del álbum y todo un clásico en el repertorio de los Dead. Este tema, apareció por primera vez en este “Skull & Roses” y con el paso del tiempo, lo usaron habitualmente en sus shows. “The Other One”, capta a la perfección la esencia musical de los Dead, con dieciocho minutos de duración y un gran solo de batería en sus inicio, sin dudarlo nos encontramos ante una antológica “jam”, que lleva el sello inconfundible de sus singulares creadores. Y ocupa toda una cara del vinilo…

De sencillamente espectacular, podemos calificar el “Me & My Uncle”, propiedad de John Philips (ex miembro de The Mamas & The Papas), al igual que el “Me and Bobby McGee” de Kris Kristofferson. Y no podía faltar el homenaje al rock and roll de los cincuenta con una magnífica versión del “Johnny B. Goode” de Chuck Berry. Una cierta sensación melancólica nos invadirá con la balada “Wharf Rat” para cerrar el disco con “Fade Away/Goin’Down The Road/Feeling Bad”, con unos grandes punteos guitarreros de Jerry García. Su característica portada, en la que podemos visualizar una calavera coronada con rosas, fue un trabajo de Alton Kelly y Stanley Mouse, dos importantes artistas de psicodelia. Los álbumes de Grateful Dead, también se han caracterizado por sus impactantes carátulas, consideradas objetos de culto para los coleccionistas de rock. Desafortunadamente, el guitarrista Jerry García (descendiente de gallegos, su abuelo era coruñés) padecía una fuerte adicción a las drogas y al LSD. En 1995 fallece de un ataque al corazón a los 53 años de edad y los Grateful Dead anuncian su disolución definitiva. Como dato anecdótico, el lugar de su muerte se produce en un centro de rehabilitación de Forest Knolls, California en el condado de Marin. Fruto de la casualidad o designios del destino, pero el nombre de esta localidad, coincide con el municipio gallego de Marín en Pontevedra. Y así concluye esta aventura sonora de los particulares “muertos agradecidos”… Pero su extraordinaria música, permanecerá eternamente viva al paso del tiempo. Con un curioso nombre, bautizaron a la banda y según cuenta la leyenda, procede de tradiciones folclóricas arraigadas en varios países de Europa… ¿Quizás le contó su abuelo gallego historias da nosa terra de meigas?…

Buddy Guy & Junior Wells – Drinkin’ TNT ´N´ Smokin´ Dynamite (Blind Pig 1988) Posted by javisuarezadmin on 11 enero, 2013

El legendario “Montreux Jazz Festival” de Suiza, se creó en 1967 como un evento en el que solamente tenía cabida el jazz. Pero a partir de 1970, la organización decide incorporar la música blues en su programa de conciertos. Y lo curioso, es que todo comenzó en ese santuario del jazz, cuando un bendito 28 de junio de 1974, los asistentes allí presentes ni se imaginaban que se encontraban ante uno de los más memorables conciertos de blues en directo. Aquel día, la denominada “música del alma” resonaría en todos y cada uno de sus rincones…

La bellísima ciudad de Montreux está situada a orillas del lago Leman, en el corazón de la vieja Europa. Y aunque nada tiene que ver con Chicago, en aquel verano de 1974, el blues más puro y auténtico procedente de la gran urbe americana hace acto de presencia, para la suerte de un público afortunado que tuvo el honor de ver en vivo a varios de los más brillantes bluesman de la vieja y nueva escuela. Las circunstancias que rodearon al concierto fueron un tanto peculiares, el organizador del eventoClaude Nobs invitó a Bill Wyman y le pidió que formara una banda junto a Buddy Guy y Junior Wells.El entonces stone crea una poderosa agrupación musical únicamente para la ocasión, compuesta por él mismo al bajo, un tándem de lujo con Buddy Guy / Junior Wells, acompañados por Pinetop Perkins (uno de los mejores pianistas de blues) y arropados por la frescura de Terry y Dallas Taylora la guitarra rítmica y batería.

Apenas sin tiempo para ensayos, comienzan realizando una actuación rotunda y trepidante, desgranando un blues caliente y salvaje, coprotagonizado por el maravilloso dúo interpretativo deBuddy Guy / Junior Wells, intercalándose los temas, y ejecutando un trabajo espectacular a la armónica, guitarra y voces, perfectamente respaldados por una contundente sección rítmica.

Centrándonos en el álbum, que contiene diez pistas, fue producido por Bill Wyman y no fue mezclado hasta el año 1980 en Londres, saliendo publicado en 1988 por el sello Blind Pig Records, bajo los derechos de Ripple Records. Tras una pequeña introducción en francés, inician con el clásico “Ah´W Baby/ everything Gonna Be Alright”, para continuar con una composición propia “How Can One Woman Be So Mean”, un blues en estado puro y algo más calmado con la inconfundible guitarra de Buddy Guy. Seguidamente, llegará un tema básico como “Checking On My Baby”,perteneciente a Sonny Boy Williamson y magistralmente versionado, para convertirse con los clásicos “Ten Years Ago”, el “Messing With The Kid” y la emblemática pieza de Junior Wells “Hodoo Man Blues”, en las canciones más recordadas del disco.

Al final de la actuación y para mayor sorpresa de los allí presentes, la banda continúa tocando junto a la gran estrella invitada del festival, el mítico Muddy Waters. Ofrecen un concierto estelar e histórico con temas como “Hoochie Coochie Man”, “Mannish Boy”, “The Same Thing” o “Got My Mojo Workin´”, quedando reflejadas en la película “Messin´ With the Blues”, Muddy Waters With Buddy Guy & Junior Wells, publicada en 2006 en formato DVD. Con un sonido excelente, los artífices de este magnífico show nos dejaron una grabación sólo a la altura de los más grandes, comandados por el genial bajista de los Rolling Stones Bill Wyman al lado de mitos como Buddy Guy y Junior Wells. Todos ellos, lograron sacar de la música blues pura dinamita…

Colosseum – Live (Polydor 1971) Posted by javisuarezadmin on 15 enero, 2013

Poseedores de una corta pero intensa carrera, esta banda de verdaderos colosos se unieron para dar lugar a un proyecto musical al que valoramos como legendario. Colosseum serían los responsables y el ejemplo más claro de lo que en un principio se denominó el primer vanguardismo británico, estando liderados por el carismático baterista Jon Hiseman.

Sus orígenes se remontan hacia 1968, tras varías escisiones y salidas de las innumerables bandas del “padrino del blues blanco”, John Mayall y de la Graham Bond Organization, los Colosseum comienzan su andadura en Londres, siendo fundados por Jon Hiseman y Dick Heckstall-Smith, dos grandes talentos del blues británico.

Tras cuatro álbumes arrolladores que comprenden desde su inicio en 1968 hasta 1971, tres de ellos de estudio y uno en directo (uno de éstos solamente editado en U.S.A), los Colosseum se sitúan como uno de los grupos más representativos del rock vanguardista.

Después de colaborar en el mítico concierto “Supershow”, al lado de nombres como Jack Bruce, Eric Clapton, Stephen Stills o Buddy Miles, llega su segundo y último disco grabado en directo al que bautizaron como “Colosseum Live”, que pondría punto final a lo que podemos llamar la primera etapa de este supergrupo. Sufrieron múltiples cambios en sus filas durante estos tres años, pero no perdieron en ningún momento la esencia de su música y su personalísimo trabajo. Y en 1971, presentaban su alineación con Jon Hiseman (batería), Dick Heckstall – Smith (saxofón), Dave Greenslade (órgano y vibráfono), Dave “Clem” Clempson (guitarra), Chris Farlowe (voz) y Mark Clarke (bajo).

El doble álbum fue grabado en directo en marzo de 1971 en dos localizaciones distintas, una de ellas en la Manchester University y la otra en el Big Apple en Brighton. Producido por Jon Hiseman y por el resto de la banda, se publica en ese mismo año por el prestigioso sello Polydor Records.

El LP contiene solamente seis pistas, varias de ellas de extensa factura y que nos sorprenderán satisfactoriamente gracias a un sonido demoledor, pudiendo pasar desde más el puro ryhtm blues británico, al jazz-rock, viajando por el blues o llevándonos hacia un extraordinario rock progresivo.

Todo esto, aderezado por unos monumentales instrumentalistas, haciéndose patente su calidad en temas como el tantas veces versionado “Walking In The Park” o el “Skelington”, destacando al gran vocalista Chris Farlowe. En “Tanglewood 63” sobresale la aportación de Dick Heckstall-Smith, excelente saxofonista que tenía la particularidad de tocar tanto individual o con los dos saxos a la vez, uno tenor y otro soprano, logrando sacar un sonido único que hacía las delicias del público y perfectamente acompañado por una espléndida banda. Continúan con “Encore…Stormy Monday Blues”, gran hit del blues y magistralmente interpretado, que se convierte en todo un clásico de la música rock junto a un sensacional “Lost Angeles”, una larga canción que cierra el disco. Reseñaremos sus dos partes diferenciadas, finalizando con un magnífico punteo del semidesconocido, pero exquisito guitarrista de la Inglaterra de los setenta, Clem Clepson.

En la edición de 1998, publicada por el sello Castle Communications se incorpora un tema extra llamado “I Can´t Live Without You”.

Estos colosos de la música británica tuvieron numerosos problemas y diferencias entre ellos, lo que provocó su repentina desaparición. Unos conflictos que surgieron incluso durante este concierto en directo, siendo relatados por el propio Jon Hiseman en 1998 apostillando que “para hacer el álbum fue toda una aventura” y “que aunque hubiese momentos de tensión fue una fantástica actuación con momentos maravillosos”.

A nuestro juicio, Colosseum es una banda transcendental para poder entender el rock progresivo. Tuvieron una segunda etapa en 1975, llamándose “Colosseum II”, en la que un gran guitarrista recientemente fallecido formaría parte de su plantilla, su nombre era Gary Moore….

Bo Diddley – The Black Gladiator (Checker Records 1970) Posted by Ruben.Borrajo on 18 enero, 2013

Referencia inexcusable en la historia del rock and roll y figura clave en el desarrollo del género, el estadounidense Ellas Otha Bates, más conocido por el sobrenombre de “Bo Diddley”, supo construir su propia leyenda en torno a una innovación sónica y rítmica que rompía los límites de lo establecido. Creador de magníficas composiciones, ya clásicas del rock como “I Am A man”, “Who Do You Love”, “Road Runner” o “Not Fade Away”, el gran Bob Diddley es al rock and roll lo que Albert Einstein a la física. Bo Diddley nace en diciembre de 1928 en McComb (Mississippi), desde su infancia comienza a interesarse por el violín y la guitarra. Cuando tenía 7 años su familia se traslada a Chicago. En 1951 se inicia su carrera musical por las calles de la ciudad del viento, tocando en diversos locales de su zona y colaborando con artistas históricos del rock y el blues como Chuck Berry o Muddy Waters.

Pero no sería hasta 1954 cuando le llega su primera gran oportunidad fichando por el sello “Checker Records”, una subsidiaria de la Chess Records. Durante la década de los cincuenta graba espléndidos temas, siempre rodeado por músicos de altísimo nivel, como el pianista Otis Spann o el cantante Billy Boy Arnold. En 1958, sale a la luz su primer LP titulado “Bo Diddley”, toda una obra de culto que le lanzaría hacia el estrellato internacional. Bob Diddley ha sido un músico con arraigadas raíces en el blues, góspel y rhythm & blues, estilos que combinó magistralmente para dar lugar a lo que más tarde se llamaría “rock and roll”.

Centrándonos en el álbum, impregnado de un maravilloso estilo funky, “The Black Gladiator” fue publicado por el sello Checker Records en 1970 e incluye 10 pistas. En 2012, sale a la luz una nueva redición en formato CD realizada por la casa discográfica Future Days.

Abre el disco con un poderoso “Elephant Man”, poseedor de un ritmo frenético y arropado por la gran voz de Diddley. Seguidamente, “You, Bo Diddley”, fantástico y pegadizo estribillo con el que ya no te dejará escapar…

El genial funk, hace acto de presencia en “Funky Fly”, con “I’ve Got a Feeling” y “Black Soul”, Diddley nos demuestra una vez más, el porqué de su grandeza. Llegará nuestro querido blues con “Hot Buttered Blues” interpretado al más puro estilo Bo. Auténticamente soberbio el contundente “Power House”. Y que mejor manera de finalizar, que con un divertidísimo “I Don`t Like You”, curiosa su introducción, con ciertos aires de ópera rock, que cierra el disco.

Así concluye “The Black Gladiator“, excelente obra de este incansable arquitecto del rock and roll. Pasarán los años y generaciones venideras recordarán a Bob Diddley por su increíble e influyente música, por sus dotes de showman sobre el escenario y como no, por su característica guitarra rectangular fabricada por él mismo, de la que lograba sacar un sonido psicodélico único e irrepetible. Desafortunadamente, Bo Diddley falleció en 2008 debido a un paro cardíaco en su casa de Archer (Florida), a los 79 años de edad. Con su muerte, el rock and roll queda huérfano y la comunidad musical llora a una de sus estrellas más célebres. En ocasiones fue injustamente subestimado, pero gracias a un virtuosismo fuera de lo común, se situó como todo un pionero del rock, que ha sido la fuente de inspiración más grande para mitos de la talla de Buddy Holly, The Rolling Stones, Eric Clapton, The Beatles, Jimi Hendrix, o el mismísimo Elvis Presley.

Como dato anecdótico, tuvimos la inmensa fortuna de presenciar un show de Bo Diddley en directo junto a otros mitos como Chuck Berry o Jerry Lee Lewis. Corría el año 1993 y durante el “Concierto de los Mil Años” celebrado en A Coruña (Galicia – España), la experiencia que vivimos resultó inolvidable. Considerado como uno de los espectáculos musicales más destacados que han tenido lugar en Europa, le recordaremos siempre por su exquisita música, acompañado de su guitarra cuadrada, su peculiar sombrero y sus características gafas.

A nuestro juicio, el rock le debe mucho a Bo Diddley. Sus temas han sido versionados hasta la saciedad por multitud de grupos. Desde una humilde opinión, sus extraordinarios ritmos fueron copiados con descaro por otras bandas muy populares en los años ochenta, a las que algunos analistas llegaron a calificar erróneamente como “legendarias”. Bo Diddley nunca cobró los royalties que por ley, le pertenecían por la au toría de sus canciones.

Taste – Taste (Polydor 1969) Posted by javisuarezadmin on 22 enero, 2013 En 1969, se publica el primer trabajo de la banda irlandesa “Taste”, una espectacular agrupación de rock blues capitaneada por Rory Gallagher, uno de los mejores guitarristas de la historia del rock. Originario de Ballyshanon en el condado de Donegal, el gran Rory se cría en la ciudad de Cork (Irlanda del Norte).

“Taste” se forma a mediados de los sesenta y consigue adquirir cierta repercusión, tocando en numerosos locales de Belfast e incluso en la ciudad alemana de Hamburgo. Pero no sería hasta 1967, cuando Rory Gallagher conoce a Eddie Kennedy, que posteriormente sería su manager y le aconseja que se vaya a Londres.

Disuelto el grupo original, Eddie le presenta a los que serían sus compañeros de viaje en su nuevo proyecto. Y así nace la legendaria alineación de los “Taste”, con Rory Gallagher (guitarra y voz), John Wilson (batería) y Richard McCracken (bajo). Con una fórmula basada en el power-trio a lo Cream o The Jimmi Hendrix Experience, los Taste cogen el testigo y rápidamente logran convertirse en el inmediato sucesor de este género. Considerados uno de los grupos básicos de blues- rock británicos, los arropaba el innegable talento de Rory, que siendo tan sólo un niño, era un fiel admirador de estrellas americanas como el rey Elvis Presley, Woodie Guthrie o el mítico Leadbelly.

Bajo la producción de Tony Colton, en abril de 1969 sale a la luz su primer álbum por el sello Polydor Records. Destacaremos el extraordinario virtuosismo de Gallagher, siempre a lomos de su inseparable guitarra “Fender Stratocaster Sumburst” del 61 y respaldado por John Wilson y Richard McCracken. En los temas de este disco, ejecutan un blues rotundo y sin concesiones, en el que brillan las propias composiciones de Rory. Toda esta conjunción de factores, enmarcan este álbum de debut como un clásico dentro del universo rock.

El LP consta de nueve temas y nos encontraremos con temas propios de Rory, como el que abre el disco “Blister On The Moon”, de claro estilo blues-rock, la oscura “Same Old Story” o la movida y poseedora de un ritmo demoledor “Dual Carriageway Pain”. Seguidamente, arreglos tradicionales de blues, en la actualidad verdaderos estándares como “Sugar Mama”, “Catfish” o el “Leaving Blues” perteneciente a Hudie William Leadbetter, más conocido por “Leadbelly”.

En otros cortes como “Hail”, nos muestran un blues auténtico, al más puro estilo del delta, o el tema que cierra el álbum “I´m Moving On”. Este disco homónimo, situó a “Taste” como una de las bandas más en forma de la Inglaterra de finales de los sesenta, gracias al carisma y el buen hacer del héroe irlandés Rory Gallagher. Tocaron por diversos puntos de la geografía europea y tuvieron la enorme fortuna de saltar el charco, actuando como teloneros de los Blind Faith de Eric Clapton, durante su gira por los Estados Unidos y Canadá. Y aunque todo hay que decirlo, tuvieron menos expectación de lo esperado, pero en Europa obtuvieron un gran éxito.

Así concluye la aventura musical de Rory Gallagher y su enérgico grupo, dejándonos su testimonio con esta joya auto titulada “Taste”. Una obra imperecedera, que años después solamente tendría continuidad con otro soberbio álbum y una apoteósica actuación en directo en el “The Isle Of Wight Festival” de 1970.

Grabaron magníficamente este ¡Live! de los Taste en la Isla de Wight, editándolo en 1972 en formato LP. Y toda la comunidad musical gozaría inmensamente de este evento, recogido también en la película documental de 1997 “Message To Love”. Rescataron esta cinta del olvido, después de permanecer 27 largos años oculta en la sombra, debido a diversos problemas discográficos. Pero por fortuna para los amantes del género, pudimos disfrutar de los Taste con mucho gusto…

Humble Pie – Humble Pie (A&M Records 1970) Posted by Ruben.Borrajo on 25 enero, 2013

El británico Steve Marriott ha sido un vocalista y guitarrista muy peculiar en la historia del rock. Un tipo sencillo y magnífico cantante, que se ganó a pulso el reconocimiento de la comunidad musical, gracias a su virtuosismo a las seis cuerdas y a unas extraordinarias dotes de liderazgo.

A nuestro juicio, la fuerte personalidad de Steve Marriott elevó a los Humble Pie a los altares del rock. Su pasión desmedida por el hard rock, dotó al grupo de un sonido único e inconfundible. En 1969 y tras abandonar las filas de los legendarios Small Faces, el gran Steve decide aliarse con Peter Frampton (guitarra), Greg Ridley (bajo) y el batería Jerry Shirley, para formar una nueva banda a la que bautizaron como “Humble Pie”. Tomando como base de su sonido estilos como el hard rock, blues rock, folk rock o el country rock, los Humble Pie comienzan a despuntar en la escena musical del momento, obteniendo una gran popularidad y diferenciándose claramente del ambiente psicodélico que predominaba en aquellos años. Centrándonos en el álbum, tercero de su discografía, se publicó en 1970 por el sello A&M Records e incluye 10 pistas. Fue grabado en los “Olympic Sound Studios” de Londres y producido por el británico Glyn Johns, un famoso ingeniero de sonido que arropó a bandas como Led Zeppelin, The Band, Small Faces, Eagles o la Steve Miller Band.

Como ya es costumbre, haremos una mención a los integrantes de Humble Pie y que hicieron posible esta obra: Steve Marriott (guitarra, voz), Peter Frampton (guitarra, voz), Greg Ridley (bajo, voz) y Jerry Shirley (batería, voz). Para la realización del LP, también contaron con la colaboración de B.J. Cole, todo un especialista en guitarra steel que trabajó con músicos de la talla de Roger Waters, David Gilmour o Elton John. Y nos encontraremos con una grata sorpresa, John Wilson, el batería de los “Taste” (la agrupación de Rory Gallagher) participa en algunas canciones del disco.

Abre el álbum con una bella balada semi blues “Live With Me”, seguidamente no olvidan unas ciertas raíces folk con “Only A Roach” y el acústico Theme from Skint (See You Later Liquidator). El rock más contundente y rítmico, se presentará con “One Eyed Trouser-Snake Rhumba”, y “Red Light Mama, Red Hot!”, que acompañados por la espléndida guitarra de Frampton, se sitúan como los mejores temas del LP.

Llegará uno de los puntos álgidos, con una excelente versión del “I’m Ready” de Willie Dixon, en el que sentiremos la poderosa voz de Marriott en todo su esplendor. Y cerrando el disco, una suave balada “Sucking on the Sweet Vine”, para calmar el ánimo… Así concluye esta aventura musical, cortesía de los incombustibles y semidesconocidos “Humble Pie”, uno de los primeros súper grupos que ha dado el universo rock. Desgraciadamente, el infortunio volvió a caer sobre sus componentes. En 1991, el guitarrista Steve Marriott fallece a los 44 años de edad, a causa de un incendio en su domicilio de Essex (Londres). En 2003, el bajista Greg Ridley nos deja para siempre en Alicante (España), víctima de una neumonía.

Debido a la falta de apoyos comerciales y a diferentes puntos de vista musicales entre Steve Marriott y Peter Frampton, los Humble Pie anunciaban su primera separación en 1975. Continuamente, Marriott acusaba a Peter Frampton de intentar “endulzar” el sonido del grupo. Tiempo después, cada uno seguiría su propio camino y Peter Frampton alcanzaría un gran éxito comercial en años venideros…

Pero la fe ciega que Marriott depositaba en su música y en su querido hard rock, le llevó a esquivar las corrientes comerciales del momento y volver a reunir a los Humble Pie en 1980, ya sin Frampton en la formación. Tras dos álbumes y unas ventas modestas, se disuelven definitivamente en 1981, poniendo fin así a una de las bandas más injustamente subestimadas del rock.

Pasará el tiempo, y generaciones venideras interesadas en el arte del rock, buscarán incansablemente el genial legado que Steve Marriott nos ha dejado. Y quizás se pregunten: ¿Quién era Steve Marriott?… Seguramente, le recordarán como un músico con letras mayúsculas y un eterno fugitivo del mainstream, o también como un icono imperecedero del rock, que ha influido enormemente en bandas del nivel de Led Zeppelin, Ozzy Osbourne o .

The Charlie Daniels Band – Fire on the Mountain (Kama Sutra Records 1974) Posted by Ruben.Borrajo on 29 enero, 2013 Apóstol del rock sureño, el estadounidense Charlie Daniels predicó su particular doctrina musical por medio mundo. Trovador errante de arraigado sentimiento sureño, influyó en varios artistas clave del rock y el blues como Chuck Berry, Elmore James o el mismísimo Elvis Presley.

Originario de Wilmington (Carolina del Norte), el gran Charlie Daniels nace en el seno de una familia de leñadores el 28 de octubre de 1936. Desde su infancia, comienza a interesarse por la guitarra y el violín, actuando como cantante en la iglesia de su ciudad natal e impregnándose de estilos como el góspel, bluegrass, rhythm & blues o country.

Posteriormente, funda una banda a la que bautizó como “The Jaguars”. Sin dirección alguna y tomando como único refugio la soledad de la carretera, tocan en diversos bares, clubs nocturnos y poblaciones perdidas por la inmensidad de Texas, de los años 1958 a 1967. En 1967, disuelve “The Jaguars” y se traslada a Nashville, dónde rápidamente destaca como un excelente músico y compositor, que domina perfectamente instrumentos como la guitarra, bajo, violín o el banjo. Durante esta etapa, conoce al productor Bob Johnston, que le contrata para colaborar en diversos álbumes junto a Bob Dylan (“Nashville Skyline” de 1969, “Self Portrait” y “New Morning” de 1970). Al margen de esto, Charlie Daniels también participa en otros discos con figuras emblemáticas como Peter Seeger, Leonard Cohen o el ex beatle Ringo Starr.

Pero no sería hasta 1970, cuando decide iniciar su carrera en solitario y crea la legendaria “The Charlie Daniels Band”, constituyéndola al estilo de “The Allman Brothers” y arropados por dos guitarras y dos baterías. Por supuesto, haremos referencia a los integrantes de la Charlie Daniels Band, que hicieron posible este LP: Charlie Daniels y Barry Barnes (guitarras y voz), Joel “Taz” DiGregorio (teclados y voz), Mark Fitzgerald (bajo), Gary Allen y Fred Edwars (baterías). De sencillamente espectacular, podemos calificar al personal adicional, capitaneado por el miembro de los Allman Brothers Band, Richard “Dickey” Betts al dobro y Jaimie Nichols a las congas. Centrándonos en el álbum, “Fire On The Mountain”, quinto de estudio en su discografía, se publicó en 1974 por el sello “Kama Sutra Records” e incluye 9 pistas. Curiosamente, las dos últimas canciones son actuaciones en directo grabadas en el “War Memorial Auditorium” de Nashville (Tennessee). Para la realización del disco, contaron con la producción de Paul Hornsby, un famoso músico que trabajó para destacadas bandas del rock sureño como “The Marshall Tucker Band” o “Wet Willie”. A nuestro juicio, el mejor homenaje que le podemos rendir a Charlie, es pinchar sus discos en nuestros reproductores, darle al play y dejarnos llevar.

Dentro del LP, nos encontraremos con temas de espléndido country rock, pasando por un exquisito rock sureño, reflejado en hits como “The South’s Gonna Do It Again”, que sin dudarlo ni un momento, se sitúa como la canción estrella del álbum.

Otros al más puro estilo Charlie Daniels son: “Caballo Diablo”, los fantásticos teclados del anteriormente mencionado “The South’s Gonna Do It Again”, el divertido country de “Long Haired Country Boy” o la bella balada “Georgia”. Contundente y agresivo, se presenta un magnífico “New York City, King Size Rosewood Red”, dónde nos muestran todo el poderío de una banda musical con letras mayúsculas. A más de uno, le hará saltar del sillón con los geniales punteos guitarreros de “No Place To Go”, de once minutos de duración. Y para finalizar, los frenéticos violines de “Orange Blossom Special”, con el que emprenderemos una travesía que nos llevará hacia el viejo oeste… Y así concluye “Fuego en la Montaña”, una magistral obra, cortesía de un inolvidable cowboy, que gracias a una particular visión musical, se consolidó como el líder más carismático del denominado “southern rock”. Rey de la improvisación y sensacional compositor, varias de sus canciones han sido versionadas por mitos de la talla de Elvis Presley. Eterno forajido del mainstream y poseedor de un fuerte espíritu que le hace luchar contra la comercialidad, Charlie Daniels también es el responsable de organizar el programa de conciertos “Volunteer Jams”, por dónde pasan anualmente varios de los grupos más representativos de la hermandad sureña, como los Allman Brothers, Lynyrd Skynyrd, The Marshall Tucker Band, The Outlaws y un larguísimo etcétera…

Otis Spann – The Biggest Thing Since Colossus (Blue Horizon 1969) Posted by javisuarezadmin on 1 febrero, 2013

Lo cierto, es que todo comenzó durante la primera gira de los británicos Fleetwood Mac por los Estados Unidos en un ya lejano 1968. Una dorada época, en la que se fraguaron unas fructíferas relaciones musicales, que incluía a varios de los artistas más granados del blues del momento, fusionando el más puro estilo Chicago y del Delta, con el emergente blues anglosajón ya iniciado desde los albores de los años sesenta.

Después de una espectacular acogida tras una de estas colaboraciones, recogidas en el soberbio álbum “Blues Jam in Chicago” (grabado por artistas de la talla de Willie Dixon,S.P Leary, Walter Horton, Buddy Guy u Otis Spann, junto a jóvenes talentos ingleses como Fleetwood Mac, entre los que figuraban Peter Green, John McVie, Danny Kirwan y Mick Fleetwood,) los Fleetwood Mac, empapados de auténtico blues, se embarcan en un nuevo proyecto encabezado por el legendario pianista Otis Spann y su inseparable baterista S.P. Leary.

Y el resultado que obtuvieron fue “The Biggest Thing Since Colossus”, una segunda colaboración con algunos miembros de Fleetwood Mac, que unidos a la veteranía del emblemático pianista Otis Spann, nos obsequiaron con un espléndido álbum de blues, que aunque no es muy conocido, se consolidó como uno de los grandes clásicos de la década de los sesenta. Como la inmensa mayoría de artistas de este género, Otis Spann nace en una pequeña granja en el Delta del Mississippi en marzo de 1930. Rápidamente destaca desde muy joven en su faceta de pianista, cantante y compositor, rodeándose de viejas leyendas como Sunnyland Smith, Little Brother Montgomery o su verdadero ídolo Big Maceo Merryweather.

Otis se traslada a Chicago, ciudad en dónde logra alcanzar un protagonismo mayúsculo, gracias a su peculiar forma de tocar el piano. Posteriormente y tras ganarse un lugar importante en el mundo del blues, comienza a grabar en la casa discográfica “Chess Records”, codeándose con mitos como Howlin´Wolf o Bo Diddley, y pasa a formar parte de la banda de Muddy Waters, dónde se situaría como un pilar básico y en la que permanecería hasta 1968.

A mitad de la gira americana de los Fleetwood Mac, surge la idea de grabar con uno de los bluesman más carismáticos de aquellos años, pero con la condición de que Otis Spann tocaría con su compañero y baterista predilecto (S.P Leary), desplazando a Mick Fleetwood, lo que, al contrario de lo que pueda parecer, le resultó tremendamente gracioso, llegando a comentar que de esa manera podía “aprender la técnica de un baterista veterano de blues, lo cual podía ser básico en su formación”.

Centrándonos en el álbum, se grabó en enero de 1969 en los “Tempo Sound Studios” de Nueva York, para el sello discográfico “Blue Horizon”, bajo la producción de Mike Vernon. Como ya es costumbre, haremos una mención especial al personal que hizo posible esta obra: Otis Spann (piano y voz), Peter Green y Danny Kirwan (guitarras), John McVie (bajo) y S.P. Leary (batería). El álbum contiene diez pistas, en su mayoría compuestos por Otis Spann y entre los que podemos reseñar grandes clásicos como el que abre el disco “My Love Depends on You”, un excelente tema dónde sobresale el magnífico piano de Otis y la magistral guitarra de Peter Green. Continúan con un rítmico “Walkin”, dónde sorprendentemente el batería S.P Leary nos deleita con un fugaz “solo” de batería.

El blues más puro, hace acto de presencia en canciones como “Temperature Is Rising (100.2ºF)”, “I Needs Some Loving” o el clásico “Ain´t Nobody Bussiness” propiedad del también histórico bluesman Jimmy Whitherspoon.

Los Fleetwood Mac aportan su característico estilo británico, en cortes algo más movidos como “Dig You”, o en “She Needs Some Loving”, que se convierte en uno de los temas más recordados del LP, al igual que “Someday Baby”, que cierra definitivamente el disco.

Con la curiosa portada de un ciervo volante (de la familia de los coleópteros, Lucanus Cervus), sobre un fondo rojo intenso, “The Biggest Thing Since Colossus” nos deja el testimonio de un disco clásico, sencillo y atemporal, llevado a cabo por uno de los mejores grupos del blues rock, acompañado por uno de los máximos exponentes que ha dado el blues. Todos ellos, supieron transmitirnos a la perfección, el exquisito sabor y la intensidad del blues en su estado más puro. Desafortunadamente, el gran Otis Spann falleció en 1970, a los 40 años de edad, víctima de un cáncer de hígado. Así concluye esta aventura y los Fleetwood Mac siguieron su propio camino y cosecharían un rotundo éxito, sin dudarlo ni un instante, pasaron por uno de los momentos más álgidos de su ya extensa carrera… Fleetwood Mac – Rumours (Warner Bros Records 1977) Posted by Ruben.Borrajo on 4 febrero, 2013

¿Pop de calidad?, por supuesto. Así valoramos a “Rumours”, uno de los discos más importantes que ha visto nacer la música pop, cortesía de los británicos Fleetwood Mac.

A nuestro juicio, Rumours ha sido una historia que nada tiene que ver con la música que esta magistral banda realizó anteriormente. Desde sus inicios en 1967 y liderados por el virtuoso guitarrista Peter Green, los Fleetwood Mac se decantan por el blues rock, obsequiándonos con fantásticos álbumes a lo largo de su trayectoria. Considerados una formación camaleónica, debido a los constantes cambios que sufren en sus filas y muy afectados por los conflictos con Peter Green, que abandonaría el grupo en 1970, los Mac varían de manera drástica su estilo musical.

Posteriormente, emprenden una memorable travesía por los designios del pop, se introducen profundamente en sus desenfadadas y pegadizas melodías, pero sin descuidar factores esenciales como la lírica o la calidad de los álbumes.

Y tal día como hoy, un 4 de febrero de hace 35 años, sale a la luz pública “Rumours”, el disco más mediático de los Fleetwood Mac. Aclamado por la crítica, se situó como su obra más comercial, vendiendo alrededor de 40 millones de copias en todo el mundo. Rápidamente se colocó en los primeros puestos de las listas musicales de 1977, obteniendo una gran popularidad. Pero este disco, esconde algo más que grandes y espléndidas canciones. Su proceso de grabación fue absolutamente caótico, ya que uno de sus miembros fundadores, el baterista Mick Fleetwood, estaba en pleno proceso de separación matrimonial. Por si fuera poco, se le sumaba el continuo abuso de cocaína y las constantes tensiones internas provocadas por celos, desamores e infidelidades entre las parejas Lindsey Buckingham / Stevie Nicks y John y Christine McVie. Toda una serie de circunstancias, más propias de un guión de película al más puro estilo “Lo que el viento se llevó”, que de un Long Play de música.

Culebrones aparte y centrándonos en el álbum, decimoprimero de su discografía, la edición original se publicó en 1977 por el sello Warner Bros Records e incluye 11 pistas. Por supuesto, haremos una mención especial al personal que hizo posible este LP: Lindsey Buckingham (guitarra y voz), Stevie Nicks (voz), Christine McVie (voz, teclado), John McVie (bajo) y Mick Fleetwood (batería).

Dentro del disco, nos encontraremos con hits como la emotiva balada “Dreams”, o diversas gemas pop, que hacen los honores al género “Don’t Stop” escrita por Christine McVie, y en dónde no olvidan sus raíces blues. Este tema, mundialmente conocido, se convirtió instantáneamente en la canción estrella del álbum. Y ahora es cuando los españoles debemos iniciar un nostálgico viaje hacia el pasado. Tiempo después, la marca andaluza de cervezas “Cruzcampo”, adaptaba “Don’t Stop”, para promocionar su campaña publicitaria… ¡¡¡ Que recuerdos!!!… Otros éxitos que completan “Rumours”, son “Go Your Own Way”, poseedora de excelentes armonías vocales y un contagioso estribillo. El cúmulo de emociones y una fuerte carga sentimental, se reflejan en “Oh Daddy”. Elegantes y muy cuidadas instrumentalmente se presentan “You Make Loving Fun”, I Don’t Want to Know, o el “Gold Dust Woman”, que cierra el álbum. En 2004, se remasteriza una nueva versión de “Rumours” en formato CD, añadiendo material extra y varios temas inéditos. Se comenta, que con motivo de su 35º aniversario, la casa discográfica Rhino Records volverá a reeditar el disco próximamente, incluyendo actuaciones en directo.

Y así concluye esta millonaria aventura de los Fleetwood Mac. Aquellos que un día fueron reyes del blues, quizás rompieron con cierto establishment al que nos tenían acostumbrados, pero sin dudarlo ni un momento, nos dejaron una gran música que bailaríamos durante generaciones…

Aretha Franklin – Lady Soul (Atlantic 1968) Posted by javisuarezadmin on 8 febrero, 2013

Como un soplo de aire fresco, la diva de la canción Aretha Franklin, ya consagrada como gran dama del Soul, irrumpe en 1968 con este espléndido álbum de soul, blues y rythmn& blues, al que bautizó como “Lady Soul”.

Fue grabado a lo largo de 1967, un año mágico que resultaría crucial para la música. Por aquella época, el mundo observa como nuevamente emergen de manera espectacular estilos como el blues y el Soul, dentro de la reciente historia de la música pop del momento.

Aretha nace en la legendaria y musical ciudad de Memphis (Tennessee) en 1942, pero desde la infancia se cría en los barrios industriales de Detroit. Hija de padre predicador y madre cantante de góspel, su padre pronto vio en ella un enorme potencial, que la llevó a rodearse de las voces más influyentes del género, como o grandes vocalistas del jazz como Dinah Washington y Ella Fitzgerald, que la inició en el arte del piano.

Tras una etapa fundamental en su carrera dedicada al góspel, y grabando para prestigiosos sellos como “Columbia” o “Harmony”, a mediados de los sesenta da un paso esencial en su carrera, fichando por “Atlantic Records”, un mítico sello especializado en jazz y soul. Después de cosechar un rotundo éxito con sus dos primeros trabajos para la Atlantic, llega “Lady Soul”, grabado durante los meses de febrero, junio y diciembre de 1967. Oficialmente, el disco es lanzado el 22 de enero de 1968, bajo la producción de . Y por supuesto, como ingeniero de sonido, el gran Tom Dowd, que demostró una vez más, su especial olfato y talento para la música.

Para la grabación del LP, la Atlantic Records pone toda su maquinaria en funcionamiento, contando con un magnífico elenco de músicos, entre los que se encuentra la celebradísima sección rítmica de los miembros de la “Muscle Shoals”, que providencian un perfecto acompañamiento musical y apoyados por las “Sweet Inspirations”. Como dato curioso, dos integrantes de las Sweet Inspirations eran sus dos hermanas Emma y Carolyn Franklin, junto a Cindy Houston.

Una mención honorífica merecen la magistral sección de vientos, liderada por el excelente saxofonista King Curtis, y otros invitados de lujo como Bobby Womack, Joe South o el guitarrista Eric Clapton, militando por aquel entonces en el grupo Cream, entre otros no menos conocidos.

El álbum contiene diez temas, comenzando con un clásico de Don Covay llamado “Chain Of Fools”, de claro estilo rythmn & blues. Arropado por unos sobresalientes coros, podremos sentir la irrepetible voz de Aretha y su peculiar forma de tocar el piano. Y de manera instantánea, “Chain Of Fools”, se convirtió en un habitual de su extensa carrera. Continúan con una versión funky de “Money Won´t Change You” y con la clásica de Curtis Mayfield denominada “”, una dulce y bella versión de Lady Soul. Como una de las canciones estrella, se sitúa la balada “(You Make Me Feel Like) A Natural Woman”, en dónde se pone de manifiesto su impresionante voz, y sumado a “Good To Me As I Am To You”, tema blues compuesto por Aretha, nos sorprenden gratamente gracias a la fantástica colaboración con el héroe de la guitarra Eric Clapton.

Otras pistas remarcables son “Come Back Baby” de Ray Charles, o la deliciosa versión de los The Young Rascals “Groovin”. Y para finalizar una melancólica “Ain´t No Way”, acompañada por el virtuoso saxo de King Curtis. La increíble habilidad de Miss Franklin para combinar diferentes estilos musicales y atraparnos en su maravilloso soul, o el sentimiento impuesto en cada uno de los temas, hacen de este álbum todo un clásico, como suele decirse “apto para todos los públicos”.

Actualmente, Aretha Franklin nos sigue deleitando con su voz y sus extraordinarias interpretaciones pasados ya los setenta, brillando como una estrella que nunca se apaga, que reinará eternamente desde su trono del soul.

ZZ Top – (London Records 1973) Posted by Ruben.Borrajo on 12 febrero, 2013

Todo ocurrió mucho antes de que los tejanos ZZ Top se dejasen largas barbas hasta límites insospechados. Corría el 26 de Julio de 1973, año de gracia para el grupo y fecha especialísima para estos oriundos de Texas. Desde el primer momento en que se publicó “Tres Hombres”, el único destino posible de los ZZ Top era convertirse en todo un clásico del rock.

Así comenzaba la leyenda de este exitoso álbum, pieza clave en la discografía de uno de los power trío más famosos del rock. Con él, los legendarios barbudos iniciaban una nueva etapa, endureciendo su característico sonido “Texas Blues”, aderezado con un exquisito ingrediente hardrockero.

Y es que Tres Hombres posee un sabor único e inconfundible. Un sabor auténtico, genuino y con denominación de origen, combinando a la perfección un marcado estilo blues rock de riffs endiablados, con divertidas letras referentes a coches, chicas y burdeles varios, perdidos en la inmensidad del desierto tejano. Pero si este LP permanece grabado a fuego en el recuerdo colectivo del rock, es gracias a su memorable tema central denominado “La Grange”. Todo un hit con el que alcanzarían una gran popularidad, siendo utilizado en multitud de anuncios publicitarios, radio, televisión y en un buen número de películas como Armageddon o Striptease. Y es que toda gran canción, esconde una historia…

Según se comenta, las letras del tema hacen alusión a un poblado situado a las afueras de La Grange (Texas), en dónde existe un conocido prostíbulo. Tiempo después se le cambió el nombre por “Chicken Ranch”. Curiosamente, esta casa de citas fue el guion principal del film “The Best Little Whorehouse in Texas”, protagonizado por Burt Reynolds y Dolly Parton en 1982.

Centrándonos en el álbum, tercero de su discografía, se editó en 1973 por el sello London Records e incluye 10 pistas. Contó con la producción de Bill Ham, artífice del gran éxito que obtuvo la banda y el responsable de moldear su imagen. Como ya es costumbre, haremos mención al poderoso triplete que realizó esta inolvidable obra: Billy Gibbons (guitarra y voz), Dustin Hill (bajo, voz y teclado) y Frank Beard (batería).

Abre el disco en su cara 1 con “Waiting For The Bus”, espléndido blues rock de riffs magistrales y muy elaborado rítmicamente. Seguidamente llegará “Jesus Just Left Chicago”, un blues más pausado con cierto aroma a pantano. A continuación, sentiremos una potente descarga de rock con un enérgico “Beer Drinkers & Hell Raisers”… ¡¡¡Ooohh Yeeeahh Rock And Roll!!!! . También habrá espacio para la emotividad, con una bella y melancólica balada titulada “Hot Blue And Righteous”.

En la cara 2 nos encontraremos con otros cortes remarcables como “Move Me On Down The Line” y una joya de incalculable valor “Precious And Grace”, tema contundente al más puro estilo ZZ Top. Por supuesto, que llegará el punto álgido con “La Grange”, climax sonoro y pista estrella del álbum. Y para poner fin a un disco absolutamente brillante “Shiek” y “Have You Heard”, impregnadas de un peculiar aire sureño.

Y así concluye la aventura musical más célebre de los cariñosamente apodados “The Little Ol Band from Texas”. Aquellos, que por un ya olvidado 1971 iniciaban su carrera obsequiando al mundo con dos emblemáticos discos “ZZ Top First Album” y “Río Grande Mud”. Pero cuando llegó “Tres Hombres”, los eclipsó completamente…

Atesorando una trayectoria de más de cuarenta años, actualmente los estadounidenses ZZ Top continúan deleitando al público con sus explosivas actuaciones y sus colosales directos. Todo ello, manteniendo la formación original y el manager incluido. En 1984, la prestigiosa marca de cuchillas Gillete, ofreció al grupo un millón de dólares a cambio de afeitarse sus prominentes barbas, para realizar un anuncio de televisión. Rápidamente, la nada despreciable oferta fue rechazada. Sin duda, el mejor ejemplo de que los viejos rockeros nunca mueren.

Black Sabbath – Paranoid (Vertigo Records 1970) Posted by Ruben.Borrajo on 15 febrero, 2013

18 de septiembre de 1970. Sin duda, una legendaria fecha que permanecerá grabada a fuego en la memoria de la historia musical contemporánea. Desafortunadamente, también es considerada como maldita, por ser el día de la muerte del gran Jimi Hendrix.

Pero a su vez, fue un día de catarsis colectiva, de celebración y de luz. Quizás, los británicos Black Sabbath recorrieron el mundo de los sueños y la senda de la locura, explorando magistralmente todos los rincones del subconsciente. Y tuvieron una extraña visión: le llamaron “Paranoid”.

A nuestro juicio, analizar uno de los discos más importantes que ha visto nacer el universo sonoro, es tarea difícil. Pero lo cierto, es que con la publicación de Paranoid, los nativos de Birmingham abrieron las puertas del averno, dando origen y definiendo de manera espectacular, un nuevo estilo al que hoy todos conocemos como Heavy Metal.

“Paranoid” es todo un álbum de culto y el primer disco de Heavy Metal de la historia. Y aunque otras bandas del nivel de Blue Cheer, Led Zeppelin o Deep Purple ya habían endurecido anteriormente su sonido, añadiendo ese componente de fuerza y potencia a su música, los Black Sabbath han sido los pioneros y máximos exponentes del Metal. Y es que “Paranoid” significó mucho más que un álbum, tanto para el Heavy Metal como para el rock en general. Con él, se comenzaba a forjar la leyenda de Black Sabbath y de dos mitos del género: el guitarrista Tony Iommi y el peculiar cantante Ozzy Osbourne. Pero sin desmerecer lo anterior y desde nuestra humilde opinión, el bajista Geezer Butler y el baterista Bill Ward, llevaron al grupo hacia otra dimensión musical. Unos virtuosos músicos que lanzaron a Black Sabbath a lo más alto del olimpo.

Una serie de curiosos datos rodean al disco. En un principio, se iba a titular como “War Pigs”, (cerdos de guerra), pero debido a fuertes presiones de la discográfica, y a ciertos problemas derivados de la guerra del Vietnam, se le cambió el nombre a “Paranoid”. Centrándonos en el álbum, segundo de su discografía, fue publicado por el sello Vertigo Records en 1970 e incluye 8 pistas. Aclamado por la crítica, obtuvo un gran éxito y cuatro certificaciones de platino, alcanzando las posiciones más elevadas en los rankings de ventas, debido a su carácter innovador. Contó con la producción de Rodger Bain, que ya había colaborado con Black Sabbath en su disco homónimo. Y por supuesto, destacaremos que este antológico Long Play es una obra sencillamente perfecta de principio a fin, tanto en calidad musical y lírica. La tristeza y oscuridad de sus letras, hacen referencia a temas como los conflictos bélicos, la condición humana o las drogas. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los inolvidables integrantes de Black Sabbath, que hicieron posible este monumental trabajo: Ozzy Osbourne (voz), Tony Iommi (guitarra) Geezer Butler (bajo) y Bill Ward (batería). Desde el primer momento que el vinilo comienza a rodar, ya nos daremos cuenta del porqué de su grandeza. Inician con un poderoso “War Pigs”, arrollador tema de claro sentimiento antibélico, para continuar con el clásico entre clásicos “Paranoid”, canción estrella del LP y su hit más famoso, poseedor de un genial riff. Según cuentan, fue compuesto en media hora.

¿Qué decir del espectacular “Iron Man”?, pista célebre, apoteósico riff y otra joya de incalculable valor. Mejor escucharla. Otros cortes que completan el álbum son la relajada balada “Planet Caravan”, en dónde sentiremos en todo su esplendor, la característica voz de Ozzy Osbourne y en un aterrador “Electric Funeral”. Con un sobresaliente, calificaremos al guitarrista Tony Iommy en “Rat Salad” y “Fairies Wear Boots”, con el que ponen punto y final.

Así concluye esta pieza angular del heavy metal y el rock, cortesía de Black Sabbath. Y han sido estos cuatro chicos ingleses procedentes de una época ya olvidada, los que descubrieron una nueva forma de entender la música. Quizás, fueron como una brillante luz de esperanza, que se abrió paso hacia un futuro incierto. Lo que sí es seguro, es que le otorgaron nombre propio: Heavy Metal.

Bienvenidos al infierno.

King Curtis – Live at Fillmore West (Atco 1971) Posted by javisuarezadmin on 19 febrero, 2013

A principios de la década de los setenta, el legendario saxofonista King Curtis se encontraba en un gran momento de popularidad, que le llevaría a consolidar una estrecha relación profesional con Aretha Franklin y a la consecución de varios shows transcendentales para ambas trayectorias.

Estos conciertos, tuvieron lugar en marzo de 1971 en el auditorio Fillmore West de San Francisco, propiedad del célebre promotor Bill Graham. Para su realización, ejecutaron una maniobra espectacular que ideó el periodista Jerry Wexler, en la que pretendía llegar a la audiencia hippie de San Francisco, pasando por la música Soul y también por la denominada “música del alma”.

Curtis Ousley, más conocido por el sobrenombre de “King Curtis” nace en 1934 en Fort Worth (Texas). Comienza su carrera en los años 50, especializándose en géneros que abarcan desde el soul-jazz, southern-soul, R&B o el harp bop. En esta época, graba para un elevado número de compañías discográficas de Nueva York, y logra convertirse en un virtuoso saxofonista, obteniendo mucho éxito con temas como el clásico “Soul Twist”. Todo ello, le valió para poder fichar por el gigante discográfico “Atlantic Records” en 1958. Durante la década de los sesenta, decide cambiar de sello discográfico. Pero curiosamente, vuelve a recalar en Atlantic Records en una nueva segunda etapa y colabora con algunos mitos del soul. Consigue el tan ansiado reconocimiento, y se sitúa como director musical de la dama del soul, Aretha Franklin.

Centrándonos en el álbum, para su grabación y conciertos, King Curtis formó un “dream team” para la ocasión, compuesto por Cornell Dupree (guitarra), Jerry Jemmont (bajo), Bernie “Pretty” Purdie (batería), Truman Thomas (piano eléctrico) y Pancho Morales (congas). Por si fuera poco, a estos extraordinarios músicos los acompaña como estrella invitada el genial Billy Preston a los teclados, arropados por la incendiaria sección de vientos “The Memphis Horns”.

El disco se publica en julio de 1971 por el sello subsidiario de la Atlantic, ATCO. Fue producido por el propio King Curtis y el galardonado Arif Mardin. Incluye nueve temas, en su mayoría instrumentales, abriendo con uno de sus hits de los sesenta “ Stew”, en el que Curtis presenta a la banda y terminan con un ritmo muy movido.

Continúan con la excelente versión de Procol Harum, “A Whiter Shade Of Pale”, en dónde King Curtis nos demuestra su innata habilidad al saxo, junto a la enorme calidad de Billy Preston. Siguen con una versión desconcertante del famoso tema de los Led Zeppelin “Whole Lotta Love”, esta vez en clave soul-funk, destacando el espléndido trabajo del baterista Bernard Purdie. Una de las pistas más memorables del LP es “I Stand Acussed”, soberbio saxo, que da paso a “Them Changes”, otra de las conocidas versiones del álbum, perteneciente a Buddy Miles, ex baterista de Jimmi Hendrix. Otras joyas de incalculable valor son el clásico “Ode To Billie Joe”, “Mr. Bojangles” con un solo sencillamente perfecto y la infernal versión de Stevie Wonder “Signed, Sealed Delivered (I´m Yours)”.

Y para finalizar, un antológico “Soul Serenade”, uno de sus más celebrados éxitos de antaño, compuesta allá por 1963, y que actualmente es una de las canciones más sonadas en el repertorio de la “The Derek Trucks Band”, una de las mejores bandas musicales de hoy en día. En la redición en CD de 2006, se añaden cinco cortes más alternativos a este monumental álbum. Con un sonido de absoluta gloria y una atmósfera increíble en directo, King Curtis se posicionó como uno de los más grandes saxofonistas del R&B, y en uno de los máximos exponentes de la música negra, dejándonos como testimonio este magistral Long Play para la posteridad.

Desafortunadamente, unos meses después de la grabación del disco, su carrera en estado de gracia y su vida se vieron truncadas de manera inesperada. El 13 de agosto de 1971, fue asesinado en las escaleras de su apartamento de Nueva York. De este vil modo, se llevaron a esta gran estrella a la tumba, nos privaron de su genuina música para siempre, en un año maldito para la ya extensa historia del rock and roll.

Bachman-Turner Overdrive – Not Fragile (Mercury Records 1974) Posted by Ruben.Borrajo on 22 febrero, 2013

Quizás, la banda de rock canadiense Bachman-Turner Overdrive haya sido merecedora de mucho más reconocimiento por parte de la crítica. Haciendo gala de un marcado estilo hard rock, un enérgico sonido y una sección rítmica desbordante, presentaban en 1974 este magnífico álbum al que bautizaron como “Not Fragile”. A nuestro juicio, el mejor LP de toda su carrera.

Originarios de Winnipeg (Canadá), se constituyen como grupo en 1972, siendo fundados por el guitarrista y ex líder de The Guess Who, Randy Bachman bajo el nombre de “Brave Belt”. Posteriormente, se le une su hermano Robbie Bachman a la batería, el bajista Fred Turner y el guitarra Chad Allan, que abandonaría la formación poco tiempo después, debido al escaso éxito comercial de sus primeros álbumes.

Y sería durante esta etapa, cuando deciden cambiar nuevamente su nombre, haciéndose llamar “Bachman-Turner Overdrive”. Para ello, utilizan un juego de palabras derivado de los apellidos de dos de sus componentes “Bachman- Turner” y le añaden “Overdrive”, por la pasión desmedida que sentían varios de sus miembros por el mundo del camión y los motores. “Overdrive” era el título de un famoso magazine especializado en esta temática. Para suplir la baja de Chad Allan, fichan a Tim Bachman (hermano de Randy y Robbie), con el que grabarían dos espléndidos LP’S en 1973 con el sello Mercury Records: “Bachman-Turner Overdrive” y “Bachman-Turner Overdrive II”. Una mención especial merece este último, al que valoramos como sencillamente espectacular y que contenía hits como “Let It Ride” o “Takin’ Care Of Business”.

Sin duda, disfrutaron de su época más gloriosa durante la década de los setenta, obteniendo una gran popularidad y llegando a vender alrededor de 7 millones de discos. Y en este período sufren otra variación en su alineación, el guitarrista Tim Bachman es reemplazado por Blair Thornton.

Centrándonos en el álbum, ”Not Fragile” es el tercero en su discografía, fue publicado en 1974 por la compañía Mercury Records e incluye nueve pistas. Como ya es costumbre, recordaremos a los integrantes de la BTO, que hicieron posible esta excelente obra: Randy Bachman (guitarra y voz), Blair Thornton (guitarra y voz), Fred Turner (bajo y voz), Robbie Bachman (batería) y Frank Trowbridge (guitarra slide).

Abre el disco con “Not Fragile”, tema contundente que ya nos va preparando para el resto del LP. Seguidamente, llegará uno de los puntos álgidos con ““Rock Is My Life, and This Is My Song”, que hace los honores al hard rock y en dónde la BTO brilla una vez más, con luz propia. Continúan con un frenético “Roll On Down the Highway”, para pasar a otro de sus cortes más memorables “You Ain’t See Nothing Yet”. Un momento estelar, tendrá lugar con “Free Wheelin’”, incendiaria pista instrumental dedicada al legendario guitarrista de los Allman Brothers y desafortunadamente fallecido, Duane Allman. Otras canciones de gran calidad son “Blue Moanin’”, de cierto aire blues y los maravillosos punteos guitarreros de “Givin’ It All Away”, con el que ponen punto y final a este espléndido “Not Fragile”.

En 1977, Randy Bachman deja la formación para crear una agrupación denominada “Ironhorse” emprende su trayectoria en solitario. Huérfanos de Randy, la banda prosigue bajo las siglas de B.T.O., lo que provocó una serie de disputas legales, que le llevaron a anunciar su disolución definitiva en 1984. Pero actualmente, se han vuelto a reunir y siguen ofreciendo ingentes cantidades de rock…

Y así concluye la aventura musical más galardonada de la Bachman-Turner Overdrive, cortesía de aquellos que a través de una música explosiva, intensa y palpitante, lograron transmitirnos la energía del hard rock elevada a la máxima potencia.

Peligro, alto voltaje. Luther Allison – Luther´s Blues (Motown 1974) Posted by javisuarezadmin on 26 febrero, 2013

En la historia contemporánea de la música blues, uno de los nombres más representativos del género fue Luther Allison. Sin duda, un grandísimo bluesman que tuvo un especial protagonismo a ambos lados del Océano Atlántico, durante las tres etapas bien diferenciadas de su exitosa carrera.

Luther nació un 17 de agosto de 1939 en la localidad de Wineder, en el estado de Arkansas. Desde muy joven, se inclina hacia un buen número de instrumentos musicales por tradición familiar. Una y otra vez, la historia vuelve a repetirse y como otras tantas estrellas de blues americanas, Luther y su familia se trasladan en 1951 a esa capital mundial del blues llamada Chicago.

Durante esta década, comienza a despuntar como una joven promesa en el barrio de West Side, tremendamente influenciado por artistas de la talla de B.B King, Freddie King, Magic Sam o Eddy Clerawater, llegando incluso, a formar parte de las bandas de leyendas del blues, como Howlin´Wolf o Freddie King. En los años sesenta obtiene cierta reputación como guitarrista y actúa en eventos de prestigio como el “Ann Arbor Blues Festival” cerca de Detroit. Tiempo después, recala en el sello discográfico de Jazz y Blues “Delmark Records” en 1967, para debutar oficialmente en 1969. Posteriormente y tras conseguir el tan ansiado reconocimiento, ficha en 1972 por la casa discográfica “Motown”. Curiosamente, Luther es uno de los pocos artistas de blues que colabora con este carismático sello, propiedad de Berry Gordy, que había creado un estilo único denominado “Motown Sound”.

Centrándonos en el álbum “Luther´s Blues” sería el segundo LP grabado para esta compañía en los “Motown Record Studios” de Detroit. Se publica en febrero de 1974 y contiene nueve temas. En la reedición de 2001, se añaden tres más, incorporando una pista en directo en el festival de Ann Arbor de 1973. Contó con la producción de Joe Peraino y arropado de espléndidos músicos como Bob Babbit (bajo), Andrew Smith (batería), Paul White (piano y teclados) y Ray Goodman (guitarra rítmica) entre otros. Todos ellos, magníficos músicos de sesión procedentes de la Motown.

Abre el LP con “Luther´s Blues”, tema que da nombre al disco, blues con letras mayúsculas y en dónde Allison nos demuestra su talento a la guitarra eléctrica. Continúan con “Someday Pretty Baby”, de claro estilo blues de Chicago y con una magistral versión del “Easy Baby”, patrimonio del legendario Willie Dixon.

La mano y el marcado estilo de la Motown se notan en cortes como “Now You Got It”, con un soberbio Luther a la guitarra slide impregnado del más puro funky de los setenta, al igual que en “K.T.”, excelente canción con sección de vientos incluida. El blues más puro y visceral aparece en “Let´s Have A Little Talk”, y en la clásica “” perteneciente Roosevelt Sykes, para finalizar con un bello “Into My Life”. En los Bonus Tracks destaca la incendiaria versión de Freddie King: “San-Ho-Zay”, que sitúa a Luther Allison entre los mejores guitarristas de blues del momento. Una mención honorífica haremos sobre la genial jam “Boomington Closing” y el medley “I´m Gonna Miss My Babe/Bad News Is Coming/ The Thrill Is Gonne”, temas en directo que engrandecen aún más este ya clásico álbum de Mister Allison.

En 1997, el infortunio volvió a cebarse sobre su figura, falleciendo prematuramente víctima de un cáncer a los 57 años de edad. Y fue esta desgraciada enfermedad, la que nos privó repentinamente de su extraordinaria música, impidiéndole seguir representando con una pasión desmedida, la grandeza de un arte al que llaman blues. Pero de algún modo, su legado permanece vivo a través de su hijo Bernard Allison, que llegó a militar en su propia banda, posicionándose como todo un referente mundial del blues moderno. Luther Allison tuvo una segunda y fructífera etapa exiliado en Francia, durante los años ochenta y noventa, hasta que nuevamente regresó a su patria, pero eso… lo dejaremos para otra ocasión…

Atlanta Rhythm Section – A Rock and Roll Alternative (Polydor 1976) Posted by Ruben.Borrajo on 1 marzo, 2013

Sin duda, el rock sureño es uno de los géneros musicales que posee un mayor sentimiento. Quizás para los analistas, la “” no se haya situado a lo largo de su historia como una de las bandas más conocidas e idolatradas. Pero a nuestro juicio, fueron auténticos caballeros del sur que reflejaron con orgullo a través de su música, cuáles eran sus orígenes y de dónde procedían.

Oriundos de Doraville (Georgia), la ARS se constituyen como grupo a principios de la década de los setenta en los “Studio One” de Atlanta, uno de los primeros y más prestigiosos estudios de grabación construidos por el ingeniero Rodney Mills. Posteriormente, por sus legendarias salas pasarían artistas de la talla de Al Kooper, Lynyrd Skynyrd o Dickey Betts.

Una buena parte de los componentes de la Atlanta Rhythm Section ya habían tocado con bandas como “Classics IV” o “The Candymen”, durante los años 60. Pero fue la particular visión musical de su carismático líder, el vocalista, productor y mánager Buddy Buie, quien ensambló a la perfección todo el talento de estas dos formaciones para dar lugar a esta gran agrupación llamada Atlanta Rhythm Section. Así mismo, Buddy Buie también fue el responsable del éxito que obtuvo la ARS durante su trayectoria y el autor de varios de sus temas más célebres. En sus inicios, editan sus primeros discos “Atlanta Rhythm Section” (1972), “” (1973) y (1974), realizando una interesante y suave mezcla de country / rock / blues / pop, que le valió para ganarse cierta reputación en el panorama musical del momento. Pero no sería hasta 1976, cuando realmente nos obsequian con este magnífico “A rock And Roll Alternative” y al que valoramos como su obra más completa.

Centrándonos en el álbum, fue publicado en 1976 por el sello discográfico Polydor e incluye ocho pistas. Como ya es costumbre, haremos una mención especial al personal que hizo posible este fantástico LP: Buddy Buie (voz), Barry Bailey (guitarra), J.R. Cobb (guitarra, voz), Paul Goddard (bajo), (teclados), Robert Nix (batería) y Ronnie Hammond (voz).

Dentro del disco, nos encontraremos con su inolvidable tema central y su hit más memorable “So Into You”, en el que destacaremos su bella melodía y su elegancia instrumental de cierto aire pop. Otras pistas de excelente factura son un espectacular “Sky High”, “Hitch-Hikers’ Hero”, “Neon Nites” o la gran versión del “Outside Woman Blues” perteneciente a los Cream de Eric Clapton.

El infortunio, se cebó una vez más sobre las figuras de la ARS. El vocalista Ronnie Hammond falleció en 2011 víctima de un ataque al corazón y el baterista Robert L. Nix nos dejaba para siempre en 2012 a los 67 años de edad. Actualmente y tras sufrir diversos cambios en sus filas, la ARS continúa ofreciendo conciertos, realizando miradas nostálgicas hacia los setenta, su época de máximo esplendor. Y así concluye esta sexta aventura de la Atlanta Rhythm Section, cortesía de aquellos que quizás, se presentaron como una alternativa más calmada a los míticos Allman Brothers Band o los Lynyrd Skynyrd, pero sin vacilar ni un instante, su genuina música sigue y seguirá, siendo absolutamente brillante.

Qué amarga, es la vida del rock and roll, la Atlanta Rhythm Section ha sido una de las bandas más injustamente subestimadas del complejo universo musical…

Freddie King – Texas Cannonball (Shelter 1972) Posted by javisuarezadmin on 5 marzo, 2013

En 1972 y bajo la supervisión del pianista Leon Russell, se publica este espléndido álbum de blues rock al que bautizaron como “Texas Cannonball”. Curiosamente, lo grabaron para el sello “”, una casa discográfica de reciente creación en aquella época y fundada por Leon Russell y Denny Cordell.

“Texas Cannonball”, fue el segundo LP del legendario guitarrista Freddie King para la Shelter Records, después del no menos clásico “Getting Ready”. Y llegó en uno de los momentos álgidos de su carrera, en el que continúa con su progresión hacia un nuevo estilo e introduce en su blues explosivo, nuevas audiencias más orientadas a un público con ganas de escuchar el mejor blues-rock americano a ambos lados del Atlántico. Freddie King nace en ese estado de la estrella solitaria llamado Texas en 1934. Desde su infancia comienza a tocar la guitarra, siendo muy influenciado por sus compatriotas también tejanos Lightnin´ Hopkins y el pionero de la guitarra eléctrica T-Bone Walker. A principios de los cincuenta, su familia se traslada a Chicago y durante su adolescencia actúa con varios mitos del blues. Rápidamente se consolida como una pieza básica en el circuito blues de Chicago, dejándonos temas clásicos como el versionadísimo “Hideway”.

Centrándonos en el álbum, “Texas Cannonball” fue grabado en dos localidades distintas y por dos bandas diferentes. La primera sesión tuvo lugar los días 2,3 y 4 de febrero de 1972 en los Skyhill Studios de Los Ángeles , interviniendo Freddie King a la guitarra, Leon Russell (piano), Don Preston (guitarra), Donald “Duck” Dunn (bajo) y Al Johnson (batería), estos dos últimos recordados y fundamentales miembros de los Booker T & The MG´S.

En esta parte de la grabación, los seis temas escogidos fueron “I´d Rather Be Blind”, con una base rítmica demoledora y firmado por Russell. Seguidamente nos encontraremos con “Can´t Trust Your Neighbor”, composición histórica del tándem -David Porter, y en dónde Freddie King nos deleita con su maestría a la guitarra, introduciendo una curiosa sección de cuerdas un tanto desconcertante…

Otras pistas que se acercan más al puro estilo Chicago son “You Were Wrong” y el “How Many More Years” de Howlin ´Wolf. Con un sobresaliente, calificaremos al estándar “The Sky Is Crying”. Y para completar esta parte, nos obsequian con una maravillosa versión de y su “Ain´t No Sunshine”. La segunda parte de las grabaciones fueron realizadas los días 26 y 27 de febrero en los “Ardent Studios” de Memphis (Tennessee). Para la ocasión, el carismático Leon Russell seleccionó personal de su propia banda, dado que Russell, todo un caballero originario de Oklahoma, era todo un especialista en el denominado “Sonido Tulsa”. Y por supuesto, toca junto a Freddie King y otros geniales músicos de su tiempo, como Don Preston, John Gallie (órgano), Carl Radle (bajo), Chuck Blackwell y Jim Gordon (baterías).

Esta magnífica formación colabora en cuatro canciones, iniciando con un movido “Lowdown In Lodi” de John Fogerty, siguen con “Reconsider Baby”, demostrándonos una vez más, que Freddie King es uno de los reyes del blues, elevando la guitarra hacia el infinito y arropado por su poderosa y profunda voz. En “Big Legged Woman” y “Me And My Guitar”, el grupo ejecuta dos soberbios temas con cierto aire funk-rock, un estilo que caracterizaría a Freddie King en sus siguientes álbumes hasta su prematura muerte en 1976.Freddie King y Leon Russell. Talento innegable y trabajo exquisito. Sin duda, dos grandes nombres, que fueron capaces de regalarnos discos de incalculable valor, que después de cuarenta años, es todavía un placer, el poder seguir disfrutándolos. Las estrellas, están en el cielo. Posted by Ruben.Borrajo on 7 marzo, 2013 <> Desafortunadamente, ayer por la noche se producía una triste noticia para el mundo del rock. El guitarrista Alvin Lee, carismático líder de la banda británica “Ten Years After “(en castellano, diez años después), fallecía a los 68 años de edad debido a una complicación quirúrgica, según el comunicado oficial que emiten en su página web. Sin duda, el universo del rock llorará eternamente su pérdida. Porque el gran Alvin Lee, ha sido una leyenda de nuestro tiempo. Un hombre de aspecto corriente y una de las pocas estrellas del rock, al que parece NO haberle afectado la fama ni la gloria del dinero. Y tampoco le import demasiado, tocar junto a cuatro chicos ourensanos que respondían al nombre de “Los Suaves”. Puso a su disposición su magistral guitarra, en aquel gran disco “Maldita Sea Mi Suerte” de 1991, impregnado por el sello único e inconfundible da nosa terra da chispa. Y realizando una cierta mirada nostálgica, recuerdo aquella frase de Alvin Lee, que se puede leer en el interior del álbum de Los Suaves “Maldita Sea Mi Suerte”: <<“¿A quién se le ocurrió esta idea tan loca? Esto fue lo primero que dijo Alvin Lee cuando entro en el estudio. Todos sonreímos y yo pensé que no sabía si la idea era loca o no. Lo único que sabía es que nunca hubo una reunión de tantos y tan buenos guitarristas y sobre todo de tantas y tan buenas personas. A todos con nuestro agradecimiento lo único que puedo decirles es que al estar en nuestro disco, es que como si estuvieran en nuestro corazón”>>

Alvin Lee, paseó su espectacular blues rock desde los años 60 por todo el planeta. Y lo cierto, es que si nos transportamos a un ya lejano 17 de Agosto de 1969, rápidamente nos daremos cuenta de que no fue un domingo cualquiera. Sucedió allí, en un histórico festival de Woodstock’ 69, en dónde la lluvia convirtió aquel inmenso prado, en un gigantesco barrizal de lodo y fango. Pero no fue impedimento alguno, para que Alvin Lee y sus incombustibles Ten Years After, entonaran al viento un antológico “I’m Going Home”, cuajando una de las actuaciones más aclamadas de Woodstock´69.

Fue aquella noche del 69, en la que el cielo rugía feroz, tornándose gris y melancólico, cuando alzaste tu inmortal guitarra, convirtiendo los acordes en eternos, imperecederos e inalterables al paso del tiempo, haciendo que la humanidad se estremeciese.

Por ello, la comunidad musical, sólo te puede dar las gracias por representar con una pasión desmedida, la grandeza de un arte al que llaman rock and roll. Las estrellas, están en el cielo.

Super Session (Mike Bloomfield / Al Kooper /Steve Stills – Columbia 1968) Posted by Ruben.Borrajo on 8 marzo, 2013 Quizás sucedió, por casualidades de un antojadizo destino o por designios de la diosa fortuna. Pero lo cierto, es que a lo largo de la historia musical contemporánea, los mejores músicos siempre han estado en permanente contacto, buscando ese lazo tan especial que les une.

Y por un ya lejano 1968, se produjo una fructífera colaboración entre Mike Bloomfield, Al Kooper y Steve Stills, para realizar un magistral álbum al que bautizaron como “Super Session”. Sin duda se trata de tres mitos, tres auténticas leyendas del rock y el blues, que se juntan para obsequiar a la comunidad musical con un disco que alcanzó el estatus de legendario desde el primer momento en que se publicó.

“Super Session” fue ideado en su totalidad por el gran Al Kooper y se diferencia en dos partes. La cara A la protagoniza el héroe de la guitarra Mike Bloomfield y Al Kooper. Y en la B el genial Steve Stills acompañado nuevamente por Kooper.

Curiosamente, Steve Stills nunca coincide tocando con Bloomfield en este Long Play. Al margen de esto, Mike Bloomfield solamente grabó la cara inicial del álbum y se marcharía a mitad de su producción, creemos que debido a su inestable personalidad y a sus problemas con las drogas. Posteriormente, entraría Steve Stills para completar el disco. Hablar de la fantástica música que impregna a esta obra, es emprender una memorable travesía que nos llevará por diversos géneros como el blues, el soul, el rock e incluso en ocasiones, nos acercarán al jazz.

Centrándonos en el álbum, fue editado en 1968 por el sello discográfico Columbia Records e incluye 9 pistas. Producido por Al Kooper, contó con la ayuda estelar de virtuosos músicos como Barry Goldberg (piano), Harvey Brooks (bajo) y Eddie Hoh (batería). Todos ellos, reputados instrumentistas e integrantes del grupo “The Electric Flag”, como el pianista Barry Goldberg o el bajista neoyorkino Harvey Brooks, que también habían participado junto a Bob Dylan en el “Highway 61 Revisited”.

Dentro del disco, nos encontraremos con soberbios temas como el instrumental “Albert’s shufle”, al que arropa un magnífico piano cortesía de Al Kooper. Llegará nuestro querido blues con “Really”, el aire soul de “Man’s Temptation” propiedad de Curtis Mayfield, o el cierto toque jazzístico de “His Holy Modal Majesty”, en dónde el guitarrista Mike Bloomfield, nos demuestra una y otra vez, el porqué de su grandeza.

Seguidamente, toma las riendas el dúo Steve Stills / Al Kooper, con una extraordinaria versión del “It Takes A Lot To Laugh, It Takes A Train To Cry” perteneciente a Bob Dylan. Uno de los puntos álgidos tendrá lugar con “Season Of The Witch”, apoteósica jam de once minutos de duración, arropados por una banda sencillamente espectacular. Continúan con el blues reflejado en “You Don’t Love Me” de Willie Cobb, para poner punto y final con “Harvey’s Tune”, que pone la guinda a un disco absolutamente brillante. En la parte 2, destacaremos la imprescindible aportación de Al Kooper y Steve Stills, este último tocando con su particular country rock y en dónde podremos notar los distintos puntos de vista musicales con Mike Bloomfield. En 2003, La compañía Legacy Records reedita una nueva versión de este clásico álbum en el que añaden cuatro pistas más, una de ellas en directo.

Así concluye la aventura de este inmortal trío de hombres blancos, que parecen haber sido tocados por algún tipo de poder divino. Poseedores de un alma muy negra, fueron capaces de dejarnos un disco de música con letras mayúsculas, de esos que difícilmente se olvidan.

Johnny Cash – At San Quentin – (Columbia Records 1969) Posted by Ruben.Borrajo on 12 marzo, 2013 Fue la voz de los desfavorecidos y los débiles. La voz de los oprimidos, los infortunados y marginados. La voz de aquellos que han sido privados de la palabra, de los que han caído en el olvido, condenados a una existencia sin más futuro que el día a día.Así comenzaba la leyenda del estadounidense Johnny Cash, icono imperecedero del country, del rock y de la historia musical contemporánea. Un artista único, que ha pasado toda su carrera amparado en la soledad de la carretera, sin más compañía que su guitarra y un talento innato para componer canciones. Johnny Cash nace en Kingsland (Arkansas) en el seno de una humilde familia en 1932. Desde muy pequeño tuvo que trabajar en los campos de algodón, realizando largas e intensivas jornadas, provocadas por la Gran Depresión económica que reinaba en aquellos tiempos. Y fue en esta época, cuando empieza a interesarse por géneros como el folk, el góspel y principalmente por el country, estilo que lo convertiría en inconfundible durante gran parte de su longeva trayectoria.

Su vida, digna de la mejor película de cine, está repleta de infinidad de anécdotas, debates y controversias. A continuación, citaremos algunas de las más representativas: 1950. Se alista en la fuerza aérea de los Estados Unidos y residiendo en Europa, se compra su primera guitarra. Posteriormente, funda una banda llamada “The Barbarians” junto a un grupo de amigos, para tocar en diversos locales cercanos a la base militar.En 1954, lo contrata la Sun Records, propiedad de Sam Phillips, el descubridor de mitos como Elvis Presley o Jerry Lee Lewis. Johnny Cash publica “Hey” y “Cry, Cry, Cry”, a su vez, viaja al lado de Elvis Presley, obteniendo una elevada popularidad. Seguidamente, vería la luz otro de sus clásicos “Folsom Prisom Blues”. En 1959, se edita el álbum “The Fabulous Johnny Cash”, con el que llega a vender más de un millón de copias. En la década de los sesenta tiene lugar su particular calvario: una fuerte adicción a las anfetaminas, que tomaba en grandes dosis para poder resistir sus interminables giras. Finalmente, lograría superar su dependencia. Centrándonos en este álbum en directo, dedicado a los reclusos de San Quentin, fue grabado el 24 de Febrero de 1968 en la Prisión Estatal de San Quentin (California) y se publicó el 4 de Junio de 1969 por el sello Columbia Records. En su edición original el disco contenía 10 temas. En sucesivas reediciones, como la de 2006 por la casa discográfica Legacy Records, añadieron más pistas, alcanzando un total de 31 y ofreciendo un documental relacionado con todo lo que allí sucedió, así como entrevistas a funcionarios e internos.Por supuesto, que una mención honorífica merecen los músicos que participaron en este espléndido “At San Quentin”: Johnny Cash (guitarra acústica y voz), Marshall Grant (bajo), y Bob Wootton (guitarras eléctricas), W.S. Holland (batería), Carter Family (voces, guitarras), The Statler Brothers (voces), y la mujer de Cash, June Carter Cash (voz). Como no podía ser de otra manera, el legendario concierto abre con su clásica frase << Hello, I’m Johnny Cash>> (Hola, soy Johnny Cash). El repertorio de canciones, ya forma parte del patrimonio cultural de la humanidad, como los hits “I Walk The Line”, el “Wanted Man” de Bob Dylan, “Orange Blossom Special”, “Peace in the Valley” o el magnífico “Folsom Prison Blues”. Otras canciones históricas compuestas para el evento fueron “A Boy Named Sue” y “San Quentin”, esta última todo un punto álgido del show y un momento de sobre excitación por parte de los reclusos, ya que se identificaron con el tema. Según las propias palabras de Cash: “los internos se subieron a las mesas y las golpeaban con los pies. Querían que la volviese a cantar y lo hice inmediatamente. Todos pasamos un mal rato, porque hubo instantes de excesivo entusiasmo”.Para la posteridad, quedará la foto tomada por el fotógrafo Jim Marshall… ¿Cuál será su significado?…Johnny Cash siempre ha sido un músico con una especial sensibilidad ante los colectivos con mayor riesgo de exclusión social. Invirtió una buena parte de sus ganancias en apoyar a centros de disminuidos psíquicos, mujeres maltratadas o asociaciones de enfermos de cáncer.

Y así concluye esta imprescindible obra musical del gran Johnny Cash. Quizás, su nombre no diga nada a las actuales generaciones. Pero llegará un momento en el que tengan que abrir el libro del tiempo y rápidamente se darán cuenta, de que se encuentran ante uno de los músicos más importantes que ha dado el siglo XX. Desafortunadamente en 2003, Johnny Cash fallecía en un hospital de Nashville, la capital de la música country, debido a complicaciones derivadas de la diabetes que padecía. Pero se le recordará eternamente, por su genial música y también por su generosidad y calidad humana. Se arrastró por medio mundo durante más de cincuenta años, situándose como un luchador incansable y un fiel activista en favor de los derechos de los nativos americanos y los presos. Siempre vestido de negro, alegró los corazones de aquellos sujetos con cadenas y candados, haciéndoles saber, que desde sus jaulas podrían volar juntos también. Al menos durante unas horas, les hizo sentirse libres.

Wilson Pickett – Hey Jude (Atlantic 1969) Posted by javisuarezadmin on 15 marzo, 2013 Wilson Pickett. Sin duda, uno de los mejores cantantes de la historia de la música negra americana, que nos ha dejado un incomparable legado y que ha sido encumbrado como rey absoluto del sonido “southern-soul”. Y por un ya lejano 1969, nos agasajaba con este clásico demoledor titulado “Hey Jude”, acompañado por el legendario guitarrista Duane Allman.

Wilson Pickett, nace en 1941 en el estado sureño de Prattville, Alabama (Estados Unidos). En 1955 se traslada rumbo al norte, concretamente a la ciudad industrial de Detroit, en dónde comienza a despuntar a principios de los sesenta como vocalista del grupo “The Falcons” con orientación más bien góspel.

En 1965 y tras la estrecha cooperación con The Booker T & Mg ´s y Steve Crooper, Wilson Pickett revoluciona la música soul gracias a una voz tremendamente agresiva y explosiva. Durante esta época publica varios de sus temas más celebres, como la épica “In The Midnight Hour”, “Mustang Sally”, “Land OF 1000 Dances”, “Don´t Fight It” o “Everybody Needs Somebody To Love”, que serían utilizados en infinidad de bandas sonoras para ese otro arte que es el cine. Volviendo al álbum, “Hey Jude”, fue producido por Rick Hall y Tom Dowd y se grabó en los Fame Studios, Muscle Shoals en Alabama en 1968. Publicado en 1969, contó con la colaboración estelar de prestigiosos músicos de sesión de la Muscle Shoals como Roger Hawkins (batería), Jerry Jammot y (bajistas), James Johnson, Albert Lowe y Duane Allman (guitarras), Barry Beckett (piano) Marvell Thomas (órgano). Todos ellos, arropados por una magnífica sección de vientos y el excepcional coro “The Sweet Inspirations”.

Así mismo, “Hey Jude” es un disco rodeado de anécdotas realmente simpáticas y curiosas. A continuación, mencionaremos algunas de las más representativas: Wilson Pickett, siempre vestido de manera inmaculada y elegante, se encontró al mítico guitarrista Duane Allman (que por aquel entonces era músico de sesión de la Atlantic) en los estudios de grabación, instantáneamente le impactó profundamente su aspecto hippie y desaliñado, quedó estupefacto y desorientado, pero todo cambió cuando Allman hizo sonar los primeros acordes con su Gibson Les Paul.

Otra de las innumerables anécdotas sucede cuando Duane Allman le sugiere a Wilson Pickett grabar un nuevo tema recientemente publicado por The Beatles, “que está subiendo como la espuma”, llamado “Hey jude”. Seguidamente, lo que Pickett le responde es “que de ninguna manera y que es una idea absurda”. Pero el poder de convicción de Duane Allman y su carácter afable, lograrían convencer a Wilson “Wicked” Pickett. Y más sorprendido aún, quedaría cuando observa la destreza y los geniales solos de guitarra de Allman, lo que le valió para ponerle el apodo de “SkyDog”. Tras grabar “Hey Jude”, Wilson Pickett decidió grabar un álbum de versiones y de las once que contiene el disco, destacaremos la estratosférica “Hey Jude”, con la extraña conjunción Beatles-Pickett-Allman.

Otras excelentes versiones que atesora el Long Play son “The Hold” de Isaac Hayes, impregnado de la guitarra inconfundible de Mr. Allman, al igual que un fantástico “Born To Be Wild” de Steppenwolf, recién salida del horno por aquel entonces y popularizada en el film “Easy Rider”, o el tema “My Own Style Of Loving”.

Wilson Pickett, también participó con otro grande de la música en este disco como Bobby Womack, y nos obsequiaron con pistas como “Sit Down And Talk This Over” o “People Make The World”. Y para finalizar, un espléndido “A Man And A Half” y la maravillosa balada “Back In Your Arms”.

Wilson Pickett emergió como un potente volcán en erupción a mediados de los sesenta y se consolidó como uno de los vocalistas más extraordinarios que ha dado la música soul. En este álbum, consiguió acercarnos hacia un estilo denominado southern-rock, asumiendo también gran parte de culpa, el héroe de la guitarra Duane Allman. Wilson Pickett falleció el 19 de enero de 2006 en Virginia, víctima de un infarto al corazón a los 64 años de edad, año en que también se aprovechó para reeditar el álbum en CD por el sello DBK Works.

Scorpions – Taken by Force (RCA 1977) Posted by javisuarezadmin on 19 marzo, 2013 A mediados de la década de los setenta, el quinto álbum de los legendarios “Scorpions”, supuso el final de la primera etapa de la banda, motivado en gran parte por las diferencias musicales entre algunos de los componentes de esta formación.Surgidos de la ciudad de Hannover (Alemania) en los años sesenta, originalmente se hicieron llamar “Nameless”, luego “The Scorpions” y finalmente se rebautizaron como “Scorpions”. En 1972, irrumpen de manera impactante en la escena musical de la época, con su disco de debut “Lonesome Crow”, de claro estilo hard – rock – progresivo.

Tras sus primeros LP’S, obtienen un rotundo éxito y enfocan su sonido hacia el heavy- metal, sobre todo después del magistral “In Trance” de 1975, con el que traspasan fronteras, tanto en Europa, América o llegando incluso a lugares tan lejanos como Japón, país dónde se convierten en todo un referente musical.

Volviendo al álbum, “Taken By Force” es la piedra angular de los Scorpions. Fue publicado en 1977 por el sello RCA y se grabó en los “Dierks-Studios” de Hamburgo, aparte de contar con el excelente trabajo del conocido productor “Dieter Dierks”. Su histórica alineación, valorada en muchas ocasiones por la crítica, como una de las mejores que jamás hayan tenido los Scorpions, quedó conformada por los guitarristas Rudolf Schenker y Ulrich Roth, el vocalista Klaus Maine, Herman Rarebell a la batería y Francis Buchholz al bajo.

Este disco sería el último para el magnífico guitarrista Uli Jon Roth, que como ya mencionamos antes, mantenía fuertes diferencias musicales con Klaus Meine y Rudolf Schenker. Una y otra vez, se encontraban e iniciaban acaloradas discusiones, debido a los distintos puntos de vista sonoros y al futuro musical que debía tomar grupo.

Ulrich tocaría por vez primera con el sensacional baterista Herman Rarebell (de ahí viene lo de la histórica alineación), que junto a la voz inconfundible de Meine, Schenker y el resto de miembros, alcanzarían uno de los sonidos más cruciales e inconfundibles de los germanos. Añadiendo algunos efectos especiales y acompañados siempre por la poderosa voz de Meine, el disco contiene ocho temas y se sitúa como una obra maestra de principio a fin. Cada uno de ellos, clásicos absolutos de la ya larguísima carrera de los Scorpions.

El Long Play comienza en su cara A con el demoledor sonido de un martillo neumático y el contundente tema “Steamrock Fever”, para dar paso a “We´ll Burn The Sky”, una de las canciones estrella del álbum, compuesta por Schenker y una ex -novia de Jimi Hendrix llamada Mónica Dinneman. En él, los Scorpions se emplean a fondo y nos demuestran su enorme virtuosismo, en una pista que sin ninguna duda, conseguirá emocionarte. Continúan con el pegadizo “I´ve Got To Be Free” y el disco termina en su cara A con “The Riot Of Your Time”, dejándonos riffs sencillamente espectaculares e impregnados de la formidable voz de Meine, arropados en todo momento por una banda perfectamente ensamblada. La segunda parte de “Tomado por la fuerza” prosigue por el sonido rudo de “The Sailor Of Charon” y sigue con la maravillosa y melódica “Your Light”, demostrándonos Uli Roth una vez más, su talento innato a lomos de su guitarra.

Y para finalizar, un memorable “He´s A Woman- She´s A Man”, puro y visceral, que a lo largo del tiempo permanecerá como uno de los grandes clásicos de la historia del heavy- metal, al igual que la triste balada de más de siete minutos de duración “Born To Touch Your Feelings, que pone el cierre a un LP realmente brillante. La censurada portada original no salió en innumerables países del mundo, por considerarse ofensiva, ya que en la imagen tomada por el fotógrafo Michael Von Gimbut, se puede observar a unos niños jugando a la guerra en un cementerio de Francia. Scorpions rivalizó durante décadas con multitud de bandas anglosajonas, consiguiendo millones de ventas por todo el mundo y lograron consolidarse como una de las agrupaciones más representativas del rock. A nuestro juicio, establecieron una base fundamental para el sonido heavy-metal durante los setenta, en buena parte gracias álbumes tan fantásticos como este “Taken By Force”.

Iron Butterfly – In-A-Gadda-Da-Vida ( 1968) Posted by Ruben.Borrajo on 22 marzo, 2013

Es muy posible, que los estadounidenses se perdiesen en la inmensidad de un amplio cosmos psicotrópico. Quizás, se plantearon resolver cierto problema de álgebra y aritmética, buscando el riff perfecto e incluyendo combinaciones alfanuméricas. En 1968, despejaron la incógnita y obtuvieron el ansiado resultado final, que fue todo un mensaje subliminal: le llamaron “In-A-Gadda-Da-Vida”. Y así se presenta este ya clásico álbum, impregnado de psicodelia de principio a fin y que permanecerá imborrable en la memoria del rock, gracias a su inolvidable hit central: “In- A- Gadda-Da-Vida”, tema homónimo al disco y el más exitoso de su carrera.

Según cuenta la leyenda, inicialmente la canción se iba a titular “In The Garden Of Eden” (En el Jardín del Edén). Pero durante el proceso de grabación, el cantante , que se encontraba bajo los efectos de las drogas y el LSD, pronunció las letras de la frase por otras ininteligibles… “In- A-Gadda-Da-Vida”. Y lo cierto, es que esta versión de los hechos nunca se confirmó oficialmente. Para la posteridad, quedarán sus infinitos 17 minutos de duración, su espectacular riff de guitarra y bajo, al igual que su extraordinario “solo” de batería y su oscuro y gótico órgano. Surgidos de la ciudad de San Diego (California), los Iron Butterfly liderados por el talento compositivo de Doug Ingle, se constituyen como banda en 1966. Inicialmente, su alineación estaba formada por Darry Deloach (voz), Doug Ingle (piano y voz), (guitarra), Jerry Penrod (bajo) y (batería). Los podemos considerar como una formación camaleónica, dado que durante sus primeros años, sufren diversos cambios en sus filas.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Iron Butterfly, que hicieron posible esta obra: Erik Brann (guitarra, voz y violín), Doug Ingle (piano y voz), (Bajo) y Ron Bushy (batería).

Centrándonos en el disco, primero de platino de la historia, fue publicado en 1968 por el sello Atco Records y contiene 6 temas. Dentro del Long Play nos encontraremos en su cara A con todo un despliegue de psicodelia y guitarreo incesante, reflejado en cortes como “Most Anything You Want”, Flowers and Beads”, “My Mirage” o “Termination”. Y el momento culminante llegará con el tema estrella del álbum “In-A- Gadda-Da-Vida”, que ocupa toda la cara B del vinilo y que echa el cierre a un disco absolutamente legendario.

Como dato anecdótico, los Iron Butterfly fueron contratados para tocar en el festival de Woodstock’69, pero según se comenta y debido a una pelea entre sus componentes en el aeropuerto, no pudieron acudir al histórico evento. Desafortunadamente, las campanas de la muerte volvieron a resonar en el universo del rock. En 2003, el guitarrista Erik Brann fallece víctima de un ataque cardíaco a los 52 años de edad, y el bajista Lee Dorman nos dejaba para siempre en 2013. Su cuerpo sin vida, fue hallado en el interior de su vehículo, curiosamente cuando se dirigía a su médico. Pero siempre recordaremos las bellas alas de estas mariposas de hierro, que un buen día decidieron llegar a nuestras vidas, posándose majestuosas y libres, en lo más alto de la cima del rock.

Buddy Miles – Them Changes (Mercury 1970) Posted by javisuarezadmin on 26 marzo, 2013

Poseedor de un talento innato, divertido y a veces contagioso, Buddy Miles se convirtió por méritos propios en uno de los bateristas más carismáticos de la época dorada del rock. Supo transmitir a la perfección, toda su frescura musical a varias leyendas de la guitarra como Mike Bloomfield, Jimi Hendrix o Carlos Santana, durante los años sesenta y principios de los setenta.

Originario de Omaha, George Allen Miles nace en el estado norteamericano de Nebraska en 1947. Desde su infancia comienza a tocar la batería en la banda de jazz de su padre, también un reputado músico, que a su vez se codeaba con otras estrellas históricas del jazz. Posteriormente, se traslada con su familia a Chicago y siendo prácticamente un vadolescente, ya toca en bandas de rythm & blues y soul como los Delftonics o Wilson Pickett. Pero su gran oportunidad le llegaría gracias al virtuoso guitarrista Mike Bloomfield, que decide incorporarlo en su nuevo proyecto llamado “The Electric Flag”. Rápidamente, el genial Buddy se gana a pulso un puesto importante entre los más grandes, dejándonos momentos estelares como por ejemplo en el “Monterey Pop Festival” de 1967.

Una vez que los “The Electric Flag” se disuelven definitivamente, Buddy Miles decide formar su propia banda, a la que bautizó como “Buddy Miles Express”. Y por supuesto, contó con la inestimable ayuda de la sección de vientos de la ya extinta Electric Flag. Así mismo, logra que el grupo sea producido por el héroe de la guitarra Jimi Hendrix, siendo esta la primera colaboración entre estos dos mitos del rock. Tiempo después, continúan con su exitosa y fructífera relación musical, que llegaría a su fin en 1970, debido al fallecimiento de Jimi Hendrix.

Centrándonos en el álbum, “Them Changes”, es el tercer disco en solitario de su carrera. Producido por el propio Buddy Miles, Robin McBride y Steve Cropper, fue grabado en los “Audio-Finisher Studios” de Chicago en 1970 para el prestigioso sello Mercury Records.

Para su realización, se rodeó de una extraordinaria agrupación formada por un amplio elenco de músicos, entre los que destacaremos a Buddy Miles (batería, bajo, guitarra y voz), el joven y magnífico guitarrista Charlie Karp, Bob Hogins (órgano), David Hull (bajo), arropados por una espléndida sección de vientos junto a un coro inolvidable. El resultado que obtuvieron fue absolutamente magistral con un sonido sencillamente espectacular. El LP contiene ocho cortes intensos y de estilo único, en el que Buddy Miles crea un enérgico sonido basado en el funk-rock. El disco abre con “Them Changes”, tema que da nombre al álbum y que consigue situarse como una de las canciones más populares y versionadas de su trayectoria. Al margen de esto, también nos da muestras de su excelencia compositiva.

Seguidamente nos encontraremos con otras joyas como la melódica “Heart´s Delight”, o las fantásticas versiones de Gregg Allman “Dreams” o el clásico “Down By The River”, perteneciente a Neil Young.Y para finalizar mencionaremos otras dos pistas básicas del álbum, como el movido “Memphis Train” o el instrumental “Paul B. Allen, Omaha, Nebraska” de estilo jazz y que hace honor a sus orígenes.

Para la posteridad quedará su portada impagable, obra del fotógrafo Burnell Caldewell. Y así concluye esta aventura sonora cortesía de Buddy Miles, aquel músico de voz dulce pero poderosa, que con su ritmo pegadizo y su legendario estilo a la batería, fue capaz de obsequiarnos con una de las perlas más brillantes que ha dado la música rock.

Desafortunadamente, el corazón de esta figura esencial del rock dejó de latir en 2008 a los sesenta años de edad . Pero siempre le recordaremos por ser miembro de los míticos “The Band Of Gypsys” de Jimi Hendrix, por su trabajo incansable y por sus innumerables colaboraciones a lo largo de la ya extensa historia musical contemporánea.

Nirvana – Nevermind (DGC Records 1991) Posted by Ruben.Borrajo on 29 marzo, 2013

Surgieron del underground musical más profundo, oscuro y tenebroso que recuerda la historia musical contemporánea. Navegaron entre sombras, actuando en los suburbios más impenetrables, anónimos y recónditos de la ciudad de Seattle. Quizás, se perdieron en cierto ambiente de drogas, humo y nicotina, pero realizaron una inolvidable poesía clandestina.

Y así comienza la leyenda de los estadounidenses Nirvana. Sin lugar a dudas, ha sido la banda musical que popularizó e impulsó el “grunge” a escala mundial. Sin ser en ningún caso los creadores del estilo, verdaderamente fueron los máximos exponentes de este nuevo género del rock que se venía gestando desde mediados de los años 80 en el estado de Washington.

El grunge, como movimiento contracultural y alternativo, no cumple con las características habituales de la musical comercial, oponiéndose y despreciando incluso lo que la palabra “comercial” significa. No importa que vendas millones de discos. No importa que te hagas rico y famoso con el negocio de la música. Es mejor que te reconozcan por tu ideología y por tu música. Desde nuestra opinión, Nirvana nunca supo asimilar el éxito al que se vieron sometidos. Lo que sí es innegable, es que al margen de obsequiarnos con ese diamante al que bautizaron como “Nevermind”, posibilitaron que otros muchos grupos de la escena independiente publicaran sus trabajos.

Originarios de Aberdeen (Washington), los estadounidenses Nirvana se constituyen como grupo en 1987. Anteriormente, actuaban bajo el nombre de “Fecal Matter” y siendo liderados por Kurt Cobain, esta banda fue el embrión de lo que más adelante se llamaría “Nirvana”. Sus comienzos fueron muy difíciles y en 1988 son contratados casi por compasión por la casa discográfica independiente “Sub Pop Records”.

En 1989 publican “Bleach,” su disco de debut con el que lograron reseñas positivas, pero Nirvana no pasaba de ser una banda únicamente conocida en el circuito grunge de los Estados Unidos. Y los críticos musicales tampoco le auguraban el éxito desmesurado que muy poco tiempo después obtendrían.

Uno de los principales problemas de Nirvana era conseguir un puesto de batería estable. Continuamente, Kurt Cobain y el bajista Krist Novoselic se mostraban muy preocupados porque no encontraban un baterista que les convenciese. Pero en 1990, se cruza en su camino Dave Grohl, un desconocido multiinstrumentista procedente de Ohio, que tocaría con el grupo hasta su disolución definitiva. Finalmente, la alineación de Nirvana quedó conformada por Kurt Cobain (voz, guitarra), Krist Novoselic (bajo) y Dave Grohl (batería). Y 1991, sería la fecha que cambiaría su destino para siempre. Ya fichados por el sello discográfico DGC Records, vio la luz “Nevermind”, su obra magna con la que alcanzarían la fama mundial. Una serie de curiosos datos rodean al disco, a continuación citaremos algunos de los más representativos: Nevermind, logró relevar a un segundo plano al “Dangerous” de Michael Jackson, colocándose rápidamente en lo más alto de las listas de éxitos de la época. Así mismo, fue premiado 10 veces como disco de platino.

En un principio, el LP se iba a titular “Sheep” (oveja). Según cuentan lo escogieron a modo de protesta, para hacer alusión a que ninguna casa discográfica podría comprarlos. Finalmente, declinaron la idea y le llamaron “Nevermind”. Para la posteridad quedará su impactante portada, en la que podemos visualizar un bebé nadando bajo el agua hacia un billete de un dólar. El niño en cuestión es Spencer Elden, hijo de Rick Elden, amigo personal del fotógrafo oficial de la banda Kirk Weddle, que fue el responsable de captar el célebre cover. Los padres del chico, solamente recibieron 200 dólares, por permitir que saliera en la portada.

Centrándonos en el álbum, segundo de su discografía, fue publicado el 24 de septiembre de 1991 por el sello DGC Records. Contiene 12 temas y adicionalmente se incluye una “pista oculta” llamada “Endless, Nameless”. Destacaremos también el valor lírico de “Nevermind”, puesto que sus letras están llenas de amargura, tristeza y rabia contenida.

Contó con la producción de Butch Vig, un reconocido músico procedente del circuito alternativo y que ha colaborado con artistas como Jeff Beck, Alanis Morissette o Korn. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Nirvana, que hicieron posible esta crucial obra: Kurt Cobain (voz, guitarra), Krist Novoselic (bajo) y Dave Grohl (batería).

El disco abre con el clásico entre clásicos y tema estrella “Smells Like Teen Spirit”, que impregnado de cierta épica musical, se situó como el himno inmortal de la denominada “Generación X”. Y es que “Smells Like Teen Spirit” es un espectacular despliegue de guitarreo sucio, acompañado por la desgarradora voz de Cobain y una contundente batería.

Otras joyas que nos encontraremos en el álbum y que hacen los honores al grunge son “Polly”,”Lithium”, “Come as You Are”, “In Bloom”, “Territorial Pissings”, “Stay Away”, o un melancólico “Something in the Way”.

Y así concluye la segunda aventura musical de aquellos que rompieron los límites de lo establecido y lo políticamente correcto. En 1993, uno de los momentos álgidos del grunge, tuvo lugar durante el concierto en directo ofrecido por Nirvana para la cadena de televisión MTV. Ante los ojos de todo el planeta, comenzaron a destrozar el escenario de una de las instalaciones más poderosas de la industria del disco. Creemos que fue todo un gesto rebelde y agresivo provocado por la manera en que los managers y la MTV manejaban los asuntos del grupo. Desafortunadamente, un 5 de Abril de 1994, la muerte se llevó al apóstol rubio del grunge a los 27 años de edad. Las causas del fallecimiento de Kurt Cobain nunca han sido del todo esclarecidas, aunque todos los datos apuntan al suicidio.

Su cuerpo sin vida, fue hallado por un electricista en su casa de Seattle. Y así entraba Cobain a formar parte del fatídico club de los 27, junto a otros mitos del rock como Jim Morrison, Janis Joplin o Jimi Hendrix, que nos dejaron a esa misma edad. Con motivo de esta trágica noticia, los Nirvana anunciaban su separación pocos meses después.

A nuestro juicio, Nirvana y Kurt Cobain todo un icono controvertido de naturaleza atormentada, fueron víctimas de aquello que siempre odiaron, algunos le llaman comercialidad. Grand Funk Railroad – Survival (Capitol Records 1971) Posted by Ruben.Borrajo on 2 abril, 2013

1971 sería una fecha memorable para la Grand Funk Railroad y para el rock en general. Tras dejarnos un debut antológico con su disco “On Time” de 1968 y varias joyas como “Grand Funk” (1969) y “Closer To Home” (1970), los originarios de Michigan nos presentaban “Survival”, todo un álbum de culto con el que aumentaban todavía más su leyenda. Quizás, “Survival” sea un Long Play mucho más suave que sus antecesores, pero rebosante de calidad musical en su totalidad y que marcaría un antes y un después en la carrera de la Grand Funk Railroad.

Con él, conquistaron el corazón de América y obtuvieron un gran éxito en Europa. Para la posteridad, quedará su prehistórica portada, en la que podemos visualizar a la banda emulando a unos hombres de las cavernas, fue ideada por Terry Knight. Y así es “Survival”, todo un derroche de blues rock con cierta tendencia al rock duro.

Centrándonos en el álbum, fue publicado en Abril de 1971 por el sello discográfico “Capitol Records” e incluye 7 pistas. Contó con la producción del célebre Terry Knight, mentor de la Grand Funk Railroad y ex integrante del grupo. En 2002, sale a la luz una nueva redición en formato CD en la que se añaden 5 Bonus Tracks y diverso material inédito. Como ya es costumbre, haremos una mención especial sobre los miembros de este inolvidable power trio que hicieron posible esta obra: Mark Farner (voz, teclados y guitarra), Mel Schacher (bajo) y Don Brewer (batería y voz).

Dentro del disco, nos encontraremos con magníficos temas como el que abre el LP “Country Road”, muy elaborada instrumentalmente y con un Mel Schacher al bajo sencillamente espectacular. Seguidamente, uno de los puntos álgidos llegará con “All You’ve Got Is Money”, una excelente canción que contiene un gran solo de guitarra y unos desgarradores gritos de Mark Farner.

Otro de los momentos estelares tendrá lugar con “Comfort Me” todo un clásico de la Grand Funk marcado por pegadizos riffs de guitarra y una seductora batería. Cerrando la cara A del vinilo, se presenta una extraordinaria versión del hit “Feelin’ Alright” perteneciente a Dave Mason de Traffic.

La Cara B comienza con un genial ““I Want Freedom” impregnado de cierto aire góspel y arropado por unos espléndidos coros femeninos. Continúan con una maravillosa balada “I Can Feel Him in the Morning” y que mejor manera de poner punto y final, que con una demoledora versión del famoso “Gimme Shelter”, corte absolutamente magistral propiedad de los Rolling Stones. Y así concluye la cuarta obra maestra de la Grand Funk Railroad, cortesía de aquellos que en su día fueron el centro de iras por parte de la crítica musical, pero que sin dudarlo ni un instante, se lograron consolidar como uno de las formaciones más impactantes, históricas y emblemáticas que ha visto nacer el universo del rock.

Son Seals – Live and Burning (Alligator 1992) Posted by javisuarezadmin on 5 abril, 2013

El gran Son Seals se ha convertido por méritos propios en uno de los mejores bluesman de Chicago en el último tercio del siglo XX y principios del XXl, gracias a un incansable trabajo en la carretera, su innegable talento a la guitarra y su poderosa voz.

Nacido en Osceola en 1942, en el Estado de Arkansas, comienza desde muy joven a desenvolverse en el mundo de la música con tan sólo trece años de edad. A los dieciséis, se establece como profesional, colaborando con infinidad de artistas de renombre como Albert King, o Junior Parker entre otros.

En 1971 decide mudarse a la gran urbe del blues y Chicago enseguida le da la bienvenida, logrando fichar poco tiempo después por el histórico sello discográfico de reciente creación “Alligator Records”, de la mano del célebre productor Bruce Iglauer. Centrándonos en el álbum, “Live And Burning” fue grabado en 1978, pero no sale a la luz pública hasta 1992. Esta grabación en directo fue concebida después de sus dos primeros y esenciales discos para el sello del caimán, en la que recogieron de manera extraordinaria su actuación en un local que Son Seals frecuentaba habitualmente. Y allí se encontraba como pez en el agua, tocando para sus amigos, su familia y clientes asiduos al club.

Son Seals realizaba constantemente giras musicales, incluso en ocasiones se le podía ver actuando en un festival en Paris, como pocos días después tocaba en el South-Side de Chicago, lugar dónde era realmente feliz y siempre arropado por una magistral agrupación totalmente entregada, que hacía las delicias del público.

La incendiaria banda estaba compuesta por Son Seals (guitarra y voz), el legendario A.C. Reed (saxo), Lacy Gibson (guitarra rítmica), Snapper Mitchun (bajo), Tony Gorden (batería) y Alberto Gianquinto (piano).

“Live And Burning” fue producido por Son Seals, Bruce Iglauer y Richard McLeese y fue grabado en el norte de Chicago, en uno de los dos locales que Seals visitaba por esas fechas llamado “Wise Fools Pub”. Él álbum contiene nueve pistas de auténtico vértigo, impregnados por la guitarra extremadamente afilada de Seals y animada por su excelente voz. Y acompañándole, una espléndida formación de verdaderos músicos de blues, como el saxofonista A.C. Reed. Esta obra, aderezada en algunos casos con letras sencillas pero directas, es una joya del blues y posee temas fantásticos de composición propia, invadidos por el más puro sonido eléctrico de Chicago.

Inicia el disco con el clásico “I Can´t Hold Music”, tema para abrir boca para seguidamente pasar a “Blue Shadows Falling”, dónde se aprecia el sabor del magnífico trabajo de este genial bluesman de carretera, respaldado por el saxo de A.C. Reed.

Con todo el calor del público continúan con una sucesión de temas movidos y lentos como el célebre “Funky Bitch”, compuesta por el mismo, “The Woman I Love” o “Help Me, Somebody”. El resto del álbum, que nos trasladará inmediatamente a un local de Chicago, contiene otras perlas como “She´s Fine”, “Call My Job” o “Last Night” y para terminar el clásico de Seals “Hot Sauce”. La imagen de la portada, en la que podemos visualizar a Son Seals entregándose plenamente sobre el escenario rodeado de llamas, es un fiel reflejo de como aborda su música.

Desafortunadamente, Son Seals tuvo una vida muy agitada, casi proporcionalmente a la intensidad de sus conciertos. Una y otra vez, lo marcaron profundamente los contratiempos y una salud muy delicada, pero supo reponerse gracias a su fuerte personalidad y a una pasión desmedida por el blues. Nos obsequió con un espectacular legado musical, hasta que en 2004 y por complicaciones de la diabetes, nos dejó para siempre.

Irrepetible.

Jefferson Airplane – Volunteers (RCA Records 1969) Posted by Ruben.Borrajo on 9 abril, 2013

Todo sucedió durante el ocaso de la era de las flores y el hippismo, en un tiempo en que la música estaba a la vanguardia de los movimientos de protesta. Quiero creer, que encarnaron a la perfección un inmortal espíritu de amistad y cooperación que constituyó el símbolo de toda una generación contra la guerra.

Y así es “Volunteers”, todo un disco de culto impregnado de un fuerte sentimiento antibelicista con la guerra del Vietnam como trasfondo, cortesía de los estadounidenses Jefferson Airplane. A nuestro juicio, este álbum es la adecuada conclusión a una época de protestas, de paz y amor. Una época difícil y políticamente cargada, cuando la gente todavía cree en el poder de la música para cambiar el mundo. Poseedor de unas letras reivindicativas, “Volunteers” se situó como un emblema de lucha y desaprobación no sólo contra los conflictos bélicos, sino también en el aspecto político- social. Originarios de San Francisco (California), los Jefferson Airplane se constituyen como banda en 1965, siendo fundados por el vocalista Marty Balin, que conoció al guitarrista Paul Kantner en los locales de ambiente musical de la ciudad San Francisco. Su formación inicial estuvo compuesta por Marty Balin y Signe Anderson (voz), Jorma Kaukonen y Paul Kantner (guitarras), Jack Casady (bajo) y Skip Spence (batería). En 1966, Signe Anderson abandona el grupo y es reemplazado por la cantante femenina Grace Slick, de potente voz y belleza exuberante.

Rápidamente, se consolidan como una de las bandas más representativas del movimiento contracultural y psicodélico de la costa oeste americana en la década de los sesenta. Obtuvieron un gran éxito, con su Long Play de 1967 “Surrealistic Pillow” y sus memorables actuaciones en el Monterey Pop Festival de 1967 y Woodstock’69.

Centrándonos en el al álbum, sexto de su discografía, fue publicado en 1969 por el sello RCA Records e incluye 10 pistas. Grabado en los “Wally Heider Studios” de San Francisco, contó con la producción de Al Schmitt, un famoso ingeniero de sonido que ha trabajado para artistas de la talla de Neil Young o Ray Charles. En 2004, sale a la luz una nueva redición de Volunteers en la que se añade diverso material extra y 5 pistas adicionales en directo. Entre ellas, podemos encontrar su clásico tema “Somebody To Love” de su LP “Surrealistic Pillow” de 1967. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Jefferson Airplane que hicieron posible esta obra: Grace Slick (voz y piano), Marty Balin (voz y percusión), Paul Kantner, Jorma Kaukonen (guitarras y voz), Jack Casady (bajo) y Spencer Dryden (batería). Y por supuesto, destacaremos al histórico personal adicional que colaboró en este disco, como el gran pianista Nicky Hopkins, los componentes de CSNY David Crosby y Stephen Stills o Jerry García de Grateful Dead entre otros.

Abre el disco con “We Can Be Together”, magnífico riff de guitarra y polémico tema escrito por Paul Kantner, ya que contenía la frase <> (contra la pared, hijos de puta). El sello discográfico RCA mostró su descontento por este tema, pero finalmente Jefferson Airplane logró que se publicara. Otras joyas que se posicionan como las mejores pistas del disco son “A Song for All the Seasons” toda una bella balada de cierto aire country, el corte tradicional “Good Shepherd” en el que sobresale la voz de Marty Balin, o el “Hey Fredrick”, invadido por excelente piano de Hopkins y la voz de Grace Slick, que son los protagonistas de esta eléctrica canción de más ocho minutos de duración.

La épica musical demostrada en “Eskimo Blue Day” quedará para la posteridad, al igual que un “Wooden Ships” que lleva la firma de Stills, Kantner y Crosby. Y para poner el cierre a un disco absolutamente legendario, el aclamado hit “Volunteers”, todo un clásico de los Airplane que también da nombre al álbum. En 1972, los Jefferson Airplane anuncian su disolución definitiva, tras sufrir diversos problemas internos entre sus miembros, poniendo fin a una de las agrupaciones más emblemáticas que ha visto nacer el universo del rock. Y así concluye Volunteers, politizada aventura sonora de Jefferson Airplane. Aquellos que un buen día decidieron utilizar un arte llamado rock, para expresar que la humanidad ya estaba exhausta de guerras inútiles que no llevan a ninguna parte. En la mayoría de los casos, provocadas por líderes políticos con demasiadas ansias de poder. Por eso, se matan los hombres.

The Faces – First Step (Warner 1970) Posted by javisuarezadmin on 12 abril, 2013

Surgidos en Inglaterra en noviembre de 1969 y para dar continuidad a los Small Faces, los rebautizados simplemente como “The Faces”, se forman básicamente con los integrantes más destacados de dos bandas transcendentales de la historia del rock británico, los Small Faces y The Jeff Beck Group. De los Small Faces, con su sonido más bien de orientación mod y psicodélica, provienen el mítico bajista Ronnie Lane, el baterista Kenny Jones y el tecladista Ian McLagan, dejando a la otra parte del grupo seguir su propio camino, como el caso del gran Steve Marriot que finalmente recaló en las filas de los Humble Pie. Y de la Jeff Beck Group, una vez disuelta en el verano de 1969, ya con un sonido más duro y con incursiones en el blues, proceden Rod Stewart, extraordinario vocalista de voz áspera y extraña, junto al guitarrista Ron Wood.

Esta virtuosa formación comienza en 1970 una carrera de éxitos mayúscula, a la par que Rod Stewart inicia varias grabaciones en solitario, originando una curiosa dualidad que en determinados momentos provocó ciertos problemas internos en el seno de la banda.

Centrándonos en el álbum, se grabó en los “De Lane Lea Recording Studios” de Londres el 21 de Marzo de 1970, para la Warner en Inglaterra y fue producido por los propios Faces en un tiempo récord. En apenas cuatro meses, realizaron un espléndido trabajo, aunque recibiendo duras críticas por parte de los analistas. Hoy en día, “First Step” se ha convertido en un disco de culto para los amantes del rock y que mejora con el tiempo, como los buenos vinos.

Como ya hemos mencionado antes, la banda quedó conformada para este LP con Rod Stewart (voz y banjo), Kenny Jones (batería), Ronnie Lane (bajo y guitarra acústica), Ron Wood (guitarras, armónica) y Ian McLagan (órgano y piano). Sin tiempo para realizar las composiciones, estos geniales músicos fueron capaces de atreverse con todo, demostrándonos una enorme madurez musical. Nos obsequiaron con diez auténticas perlas, llegando a versionar al mismísimo Bob Dylan en el tema “Wicked Messenger” que abre el disco. La personalísima voz de Rod Stewart se puede apreciar en bellas canciones como “Devotion”, la tristeza que impregna en “Nobody Knows” o en “Flying”, uno de los temas estelares del álbum, propiedad de John Baldry y arropado por una banda magistral.

La versatilidad de los Faces se pone de manifiesto en pistas como la folky “Stone”, los instrumentales “Pineapple And Monkey” o el “Looking Out The Windows”, con un Rod Wood absolutamente espléndido a la guitarra. Para finalizar el álbum, nos deleitan con “Three Button Hand Me Down”, que define a la perfección el sonido de los Faces.

Para la posteridad quedará su divertida portada, tomada por el fotógrafo Martin Cook. En ella, podemos visualizar a todos los miembros de los Faces sentados, irónicamente sobresale en el centro de la imagen Ron Wood, que lee una revista de la época llamada First Step, para iniciados en el instrumento de las seis cuerdas, en la que se puede leer debajo de su título “cómo tocar la guitarra”, acompañados de Mickey Mouse con su pulgar levantado. Así concluye esta obra y The Faces daban su “primer paso” hacia la gloria. En ese mismo año, se embarcaron en una gira por los Estados Unidos, dónde siguieron llamándoles “Small Faces”, (insertando el nombre en los discos originales americanos), y se lograron consolidar como una de las grandes formaciones que ha dado el rock, rivalizando incluso, con los todopoderosos The Rolling Stones.

Blodwyn Pig – Ahead Rings Out (Island 1969) Posted by Ruben.Borrajo on 16 abril, 2013

Tras abandonar las filas de los legendarios Jethro Tull en 1969, debido a los distintos puntos de vista musicales con Ian Anderson, el magnífico guitarrista Mick Abrahams fundó una nueva banda a la que bautizó como “Blodwyn Pig”. Originarios del Reino Unido, los Blodwyn Pig obtuvieron una gran popularidad en la escena musical del momento, gracias a este álbum de debut al que denominaron “Ahead Rings Out”. Haciendo gala de un espectacular blues rock con cierta tendencia jazzística, alcanzaron un notorio lugar en las listas de éxitos de la época.Pero si hay un músico imprescindible en el característico sonido de esta formación, se llama Jack Lancaster. Co-fundador del grupo junto con Mick Abrahams, Lancaster logró consolidarse como un virtuoso saxofonista, flautista y violinista, que ha colaborado con músicos de la talla de Gary Moore, o Vangelis.

Centrándonos en el álbum, fue publicado en agosto de 1969 por el sello Island Records e incluye 9 pistas. Grabado en los “Morgan Studios” de Willesden (Inglaterra), contó con la producción de Andy Johns, un ingeniero de sonido británico que trabajó con bandas del nivel de Humble Pie o Free. En 2006, sale a la luz una nueva redición remasterizada por la casa discográfica EMI, en la que se añaden 7 pistas adicionales. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Blodwyin Pig, que hicieron posible este “Ahead Rings Out”: Mick Abrahams (guitarra y voz), Andy Pyle (bajo), Jack Lancaster (violín, flauta y saxo) y Ron Berg (batería). Abre el Long Play con “It’s Only Love”, frenética canción con un fantástico saxofón de Lancaster a la que arropa la peculiar voz de Abrahams. Seguidamente, nos encontraremos con un relajante “Dear Jill”, para pasar al aclamado hit “Sing Me a Song That I Know”, que ya nos va preparando para el resto del disco. En todo su esplendor, sentiremos a Jack Lancaster en “The Modern Alchemist” (el alquimista moderno), uno de los puntos álgidos del LP, impregnado de aires jazzísticos.

Otra de las pistas destacadas son el “Leave it With Me” (sobresaliente la flauta de Jack Lancaster), o el “Ain’t Ya Coming’ Home, Babe?, que cierra el disco.

Para el recuerdo quedará su divertida portada, en la que podemos visualizar un cerdo con auriculares, gafas de sol y un cigarrillo, es obra del fotógrafo Brian Ward. En 1970 y para dar continuación a este disco, editaban el que sería su segundo y último álbum llamado “Getting To This”. Sin duda tuvieron una corta, pero intensa carrera repleta de calidad musical.

Durante esta etapa, Mick Abrahams decidió irse de la banda y los Blodwyn Pig anunciaban su disolución definitiva. Los demás miembros de la formación, intentaron seguir con el proyecto, pero los fans echaban en falta la magistral, espléndida y genial guitarra de un músico con letras mayúsculas que responde al nombre de Mick Abrahams.

Delaney & Bonnie & Friends – On Tour with Eric Clapton (ATCO 1970) Posted by javisuarezadmin on 19 abril, 2013

Después de un breve noviazgo y unidos también como dúo musical, Delaney Bramlett y Bonnie Lyn deciden contraer matrimonio por un ya lejano 1967. Pero ni por un solo instante, se podían imaginar la aventura sonora tan fascinante en la que se verían sumergidos pocos años después.Delaney Bramlett nace en 1939 en el estado de Mississippi, posteriormente ingresa en la Marina Americana y una vez licenciado se traslada a Los Ángeles, dónde comienza su periplo musical formando parte del dúo “The Shindogs”, adquiriendo cierta relevancia en los años sesenta.Y es en 1967 cuando conoce a Bonnie, una bella mujer con voz maravillosa que venía de formar parte de las “Ikettes” de Ike and Tina Turner, que había cantado con Fontella Bass y también había colaborado con el mítico Albert King. Después de su rápido noviazgo y de su boda, la pareja comienza a tocar, grabando para un sello independiente sin apenas repercusión. En 1968, logran fichar por la Stax Records, una sello de reciente creación especializado en soul y rythm & blues y siempre respaldados por los Booker T & The MG´S.Con un poder de atracción inusual, Delaney y Bonnie forman una legendaria “banda de amigos” llamada simplemente “Friends”, que llegó a contar con algunos de los mejores músicos de la historia, entre los que se encontraban artistas como Leon Russell, Duane Allman, Rita Coolidge, Jim Gordon, Bobby Whitlock, Jim Price, Carl Raddle o Bobby Keys, con los que grabaron el antológico álbum “The Original Delaney & Bonnie” de 1969.

Pero el clímax de esta estupenda reunión, se vio incrementada nada más y nada menos que con Eric Clapton, Dave Mason y George Harrison. Harrison era un ferviente admirador del dúo y enseguida le propuso que fueran los teloneros de Blind Faith, grupo en el que militaba por aquel entonces Eric Clapton, originando así una admiración recíproca, que sería la consecuencia del disco en el que nos centraremos. “Delaney & Bonnie & Friends On Tour With Eric Clapton” fue grabado durante la gira que ofrecieron por Inglaterra, el 7 de diciembre de 1969, saliendo publicado oficialmente en junio de 1970 por el sello ATCO, subsidiario de la Atlantic Records.Producido por Jimmy Miller y el propio Delaney Bramlett, es de justicia mencionar el equipo que completa esta súper banda formada por Delaney y Bonnie (guitarra rítmica y voces), Eric Clapton (guitarra solista), Dave Mason (guitarra), Carl Radle (bajo), Jim Gordon (batería), B. Whitlock (órgano), Jim Price (trompeta y trombón), Bobby Keys (saxo), Tex Johnson (conga y bongos) y Rita Coolidge acompañando las voces. Con ocho magníficos temas, el álbum abre con “Things Get Better”, pista con reminiscencias del más puro estilo soul, dónde se pueden admirar las buenas armonías vocales de esta pareja, con un Eric Clapton soberbio a la guitarra. A continuación, dos composiciones estelares de cosecha propia: “Poor Elijah-Tribute To Johnson”, la primera con toques góspel y entremezclándose con la segunda a un ritmo más movido. La banda realiza una excelente versión del aclamado hit compuesto por Dave Mason “” y siguen con “I Don´t Want To Discuss It”, dónde Mr. Clapton realiza un solo de guitarra magistral.El Long Play cuenta también con incursiones en el blues como “That´t What My Man Is For”, aires de rock sureño “Where There´s A Will, There´s A Way” o el espléndido “Coming Home” tema central del LP, al más puro estilo Delaney & Bonnie.Y para finalizar, “Little Richard Medley”, que como el propio nombre indica, es un pequeño homenaje a Little Richard y al rock and roll, con cuatro temas consecutivos, empezando con “Tutti Frutti, enlazan con “The Girl Can´t Help It” y “Long Tall Sally” y concluyen con “Jenny Jenny”.La divertida portada del álbum en el que se pueden ver unos pies colgando hacia el exterior de la ventanilla de un estupendo Rolls-Royce Silver Cloud en el medio del desierto, fue obra del gran fotógrafo Barry Feinstein. Como curiosidad, los agradecimientos de la realización del disco fueron para el dueño de la Atlantic,

Ahmet Ertegun y para un tal “Mysterioso”, que creemos y tenemos nuestras sospechas de que se trata de George Harrison.El magnetismo de esta pareja, tanto en el plano musical como el personal, hizo que grandes estrellas del rock como Eric Clapton , George Harrison o Dave Mason, protagonizaran junto a ellos una de las giras más apoteósicas de 1970, dejándonos para la posteridad este soplo de aire fresco y uno de sus álbumes más reconocidos.

Traffic – Welcome To The Canteen (Island 1971) Posted by javisuarezadmin on 23 abril, 2013

Incontables, han sido las diferencias internas y constantes idas y venidas de los miembros fundadores de la banda británica Traffic. Poco tiempo después de editar lo que sería su cuarto y exitoso álbum llamado “”, se reorganizan en 1971 para ofrecer una serie de conciertos con todos sus integrantes originales e incorporando a tres nuevos componentes.En 1968, Dave Mason es expulsado de Traffic, ya que su gran poder como compositor provoca muchas discrepancias en el seno de la formación y especialmente con Stevie Winwood y Jim Capaldi. Llegados a este punto, Dave Mason inicia su carrera en solitario, involucrándose en proyectos musicales para amigos personales como Jimi Hendrix o los Rolling Stones Aunque los Traffic continúan sin Dave Mason, posteriormente anuncian su disolución definitiva cuando Winwood crea junto con Eric Clapton la mítica agrupación Blind-Faith en 1969.

Pero como ya hemos mencionado anteriormente, Winwood reorganiza Traffic en 1970 y con su vuelta, obtienen un gran éxito con el álbum “John Baeleycorn Must Day”. Una y otra vez, nos dan muestras de la creatividad que poseen Winwood, Jim Capaldi y Chris Wood, aunque sin desmerecer en lo que musicalmente se refiere al resto de la banda, que realizaron una labor multi-instrumentalista absolutamente brillante. En Mayo de 1971, deciden expandirse y le dan una oportunidad a Jim Gordon, baterista de los Derek & The Dominos, para que tocase con ellos. Esta situación, produce un desplazamiento de Jim Capaldi hacia un nuevo énfasis como emergente vocalista y con la novedosa incorporación del bajista Rick Grech y el percusionista Ghanés “Rebop” Kwku Baah, la banda seduce con una flamante y contundente sección rítmica, que deriva en la relajación musical de Winwood y Capaldi.

Todo esto, unido al regreso de Dave Mason, deja la banda constituida por Stevie Winwood (voz, órgano, piano y guitarra), Rick Grech (bajo), Dave Mason (voz, guitarra solista, guitarra acústica), Jim Gordon (batería), Jim Capaldi (voz, percusión y pandereta), Chris Wood (saxo, flauta, piano eléctrico, órgano) y al africano Rebop a las congas, timbales y bongos.

Centrándonos en el álbum, fue producido por el sello discográfico Island Records, que observó con gran habilidad el significado y magnitud de tan apoteósica reunión. Contaron con la colaboración del ingeniero de sonido Brian Humphries y fue grabado en directo en dos shows. El primero, tuvo lugar en julio de 1971 en el centro cultural “Fairfield Hall” de Croydon, ubicación habitual para las grabaciones de la BBC. La segunda parte es un concierto denominado “Oz Benefit Concert”. Las dos actuaciones, fueron en la ciudad en Londres. El disco contiene solamente seis temas, cuidadosamente seleccionados por el grupo y procedentes de sus álbumes anteriores, entre los que se encuentran “Medicated Good”, las composiciones individuales de Dave Mason “Sad And Deep As You”, (delicioso tema acústico) y “Shouldn´t Have Took More Than You Gave”, de incesante ritmo guitarrero.

Seguidamente, llegarán baladas de excelente factura y canciones fundamentales como “40,000 Headmen”, los infinitos diez minutos de duración del clásico “Dear Mr. Fantasy” y para finalizar, una magistral jam del inmortal “Gimme Some Lovin´”.

Aunque esta antológica reunión duró solamente seis conciertos y tuvo críticas más bien duras, puso de manifiesto el virtuosismo de la banda, con todos sus músicos en estado de gracia, dejándonos para la historia una cierta incertidumbre de lo que pudo haber pasado, si estos legendarios músicos y esta agrupación tuvieran continuidad.

Como curiosidad, reseñaremos que en la portada del disco, no se menciona la palabra “Traffic”. Pero sí en cambio su conocido emblema en la parte posterior, figurando los nombres de todos los integrantes, sin ningún ánimo de protagonismo y siendo este el nombre del grupo en un primer momento, aunque más tarde salió como “Traffic”.

¡¡¡¡ Bienvenidos a la taberna del rock….!!!

The Allman Brothers Band – Wipe The Windows, Check The Oil, Dollar Gas (Capricorn 1976) Publicado por Ruben.Borrajo el 26 abril, 2013

Presentando a dos nuevos integrantes, Lamarr Williams (bajo) y (piano) en sustitución de los fallecidos Duane Allman y Berry Oakley, los legendarios Allman Brothers obsequiaban a la comunidad musical con este excelente “Wipe The Windows, Check The Oil, Dollar Gas”, que hace los honores al rock sureño.

Es muy posible, que para los analistas simplemente significara un disco más de los Allman Brothers, pero lo cierto, es que aún se podía sentir la absoluta complicidad musical entre sus componentes en todas y cada una de sus canciones. Y todo ello, después de sufrir las terribles pérdidas del héroe de la guitarra Duane Allman (1971) y el bajista Berry Oakley (1972). Al margen de esto, también de algún modo utilizaron este disco para despedirse de su público, dando por finalizada una primera etapa.

Centrándonos en el doble álbum en directo, fue publicado en 1976 por el sello Capricorn Records y consta de 11 temas. Producido por los propios Allman Brothers, el LP recoge varias actuaciones en vivo realizadas en las ciudades de Nueva Orleans (1972), San Francisco (1973), Nueva York, Bakersfield y Oakland (1975). Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los miembros de los Allman Brothers, que hicieron posible esta obra: Gregg Allman (guitarra, voz y órgano), Richard “Dickey” Betts (guitarra y voz), Chuck Leavell (piano y voz), Lamarr Williams (bajo), Jay Johanny Johanson y Butch Trucks (baterías).

Abre el álbum con la introducción del mítico Bill Graham (propietario del auditorio Fillmore East de Nueva York) y a continuación, un magnífico “Wasted Words”, para ir calentando motores. Seguidamente nos encontraremos con “Southbound”, con un guitarreo incesante a cargo de Gregg Allman. Uno de los momentos álgidos llegará con el “Ramblin’Man”, clásico entre clásicos de los Allman Brothers y un aclamado hit del 73 invadido de aires sureños.

Otros espléndidos cortes impregnados de southern rock son el espectacular “In Memory of Elizabeth Reed”, infinitos sus 17 minutos de duración y en dónde los Allman Brothers nos demuestran porqué son los reyes de la improvisación.

La grandeza del “Don’t Want You No More”, sigue siendo palpable a lo largo de sus 2.47 minutos y en dónde rememoran una vez más, su extraordinario debut allá por 1969, con su disco homónimo. Y para finalizar un estelar “Jessica”, apoteósica y pegadiza canción instrumental, que pone la guinda a este álbum en vivo.

Destacaremos la peculiar portada del LP, que fue un trabajo del pintor estadounidense Jim Evans. El curioso nombre que da título al disco “Wipe The Windows, Check The Oil, Dollar Gas”, proviene de la canción “Too Much Monkey Business” de Chuck Berry. Y así concluye este Long Play, cortesía de la banda precursora del rock sureño. Cuando este álbum salió a la luz pública, no captó la atención necesaria por parte de la crítica. Quizás, debido a que las comparaciones resultan odiosas y todo el mundo rememoraba su antológico, estelar y monumental “At The Fillmore East” de 1971. Para muchos, el mejor ¡Live! de todos los tiempos.

Crosby, Stills, Nash & Young – Déjà Vu (Atlantic 1970) Publicado por Ruben.Borrajo el 30 abril, 2013

Nunca ha habido un disco como este y nunca más lo habrá. Una vez más, la historia se repite y como el propio título del álbum indica, los reyes del folk rock Crosby, Stills, Nash & Young volvieron a escribir uno de los episodios más célebres y emblemáticos del universo del rock.

Con “Déjà Vu”, los CSNY alcanzan rápidamente el número 1 en las listas de éxitos de la época y de paso, nos dejaron un documento esencial para comprender lo que significó el movimiento musical hippy de la Costa Oeste de los Estados Unidos. En cierto modo, podemos considerar a este Long Play como el debut oficial del cuarteto estadounidense, ya que en sus inicios sólo eran tres (Crosby, Stills y Nash) los componentes del grupo. Y para la realización de este disco, tuvieron la maravillosa idea de invitar a un inolvidable cuarto miembro, un canadiense llamado Neil Young, que les aportó todo su virtuosismo musical e hizo que “Déjà Vu” se cubriera todavía más de gloria. Finalmente, la banda quedaría para los anales de la historia bajo el nombre de “Crosby, Stills, Nash & Young”.

Centrándonos en el álbum, segundo de su discografía, fue publicado en 1970 por el sello Atlantic Records e incluye 10 pistas. Producido por los propios CSNY, se grabó en 1969 en los “Wally Heider’s Studio C”, de San Francisco y en los “Wally Heider’s Studio III”, de Los Ángeles.

Como ya es costumbre haremos una mención especial a los integrantes de CSNY, que hicieron posible esta obra: David Crosby (voz y guitarra), Stephen Stills (voz, guitarra, teclados y bajo) Graham Nash (voz, teclado y guitarra) Neil Young (voz, guitarra, armónica).

Como todo gran disco que se precie, no pudo faltar la colaboración estelar de músicos como el líder de Grateful Dead, Jerry Garcia (guitarra pedal steel), Greg Reeves (bajo), John Sebastian (armónica) y el baterista Dallas Taylor, que muy poco tiempo después acompañaría a Stephen Stills en su proyecto “Manassas” de 1972. Abre el álbum con el clásico “Carry On” de Stephen Stills, canción impregnada de bellas armonías vocales y que se situó como todo un hit, que quedaría marcado a fuego en la memoria colectiva del rock. Quizás, nos falten adjetivos para describir a “Teach Your Children”, un tema extremadamente preciosista de Graham Nash y con el protagonismo del pedal steel de Jerry Garcia.

Otras pistas magníficas son “Almost Cut My Hair”, que según cuenta la leyenda, fue escrita por David Crosby la misma noche que asesinaron a Robert Kennedy, fiscal general de los EE.UU. Sencillamente genial, la balada acústica “Helpless” de Neil Young, siempre respaldado por la magistral guitarra de Stills y una fantástica versión denominada “Woodstock”, tema perteneciente a la cantante Joni Mitchell, toda una oda al hippysmo que lo compuso como dedicatoria al tan aclamado festival.

Seguidamente, nos encontraremos con “Déjà Vu”, pista que da título al álbum y arropada por la excelente armónica de John Sebastian. Como no podía ser de otra manera, Graham Nash toma el mando en “Our House” para pasar a un simple pero grandioso “4 + 20”, muy estética su guitarra, junto a una perfecta sincronización vocal.

Para finalizar, ya con un poco más de ritmo electrizante y a toda velocidad, se presenta “Everybody I Love You”, que pone el cierre a un disco absolutamente legendario. Y así concluye esta grandiosa aventura sonora llena de luz, cortesía de aquellos que a través de sus pensamientos de libertad y su genuina música, fueron capaces de obsequiarnos con este vendaval de sentimientos al que bautizaron como “Déjà Vu”.

Woody Herman – Brand New (Fantasy 1971) Publicado por javisuarezadmin el 3 mayo, 2013

En 1971, el veterano saxofonista y clarinetista Woody Herman tuvo la brillante idea de grabar un disco instrumental de blues junto a su Big Band, acompañados por un joven y esencial guitarrista de Chicago llamado Mike Bloomfield. El genio del jazz Miles Davis fue el primero en sugerir esta idea a Woody Herman, que sin dudarlo ni un momento, se puso en contacto con Bloomfield.Una vez planteada la pregunta, “¿te gustaría tocar blues con una buena Big-Band?”, Mike respondió con un simple “sería un honor para mí” y seguidamente comentó: “siempre estuve buscando grabar con una big-band, especialmente con la banda de Woody”. En pocas semanas, empezaron a trabajar en la realización de este espléndido y singular álbum. Woodroo Charles Herman nació en 1913 en Milwakee (Winconsin) en los Estados Unidos. En el ocaso de los años veinte y prácticamente desde la adolescencia, ya comienza a actuar y formar parte de innumerables bandas y orquestas, logrando convertirse en un afamado músico de jazz.Durante décadas, Woody fue un gran músico de orquesta, lo que le llevó a consolidarse como un magistral instrumentista muy preparado en el saxo alto y el clarinete, aparte de dirigir sensacionales “Big Bands” e incluso cantar con un cierto aire cómico.

En los años sesenta, decidió crear una cantera de virtuosos músicos especializados en instrumentos de viento para sus bandas musicales, de las que saldrían reputados artistas. Dado los grandes cambios que se avecinaban en la industria musical, Woody comenzó a colaborar con innovadores y emergentes talentos como Chick Korea, John Coltrane o con grupos de rock como los legendarios The Doors. Centrándonos en el álbum, “Brand New” se grabó en marzo de 1971 en los “Wally Heider Studios” de San Francisco por el sello discográfico Fantasy Records. Producido por el propio Woody Herman y Ray Shaklin, el disco contó con la participación de un elevado número de músicos como Mike Bloomfield (guitarra), Tony Klatka y Tom Harrel (trompetas), Bobby Burgess e Ira Nepus (trombones), Sal Nistico y Frank Tiberi (saxos), Ed Soph (batería), Alan Read (bajo), Alan Broadbent (piano) y Woody Herman (voz, clarinete y saxos). Conteniendo ocho pistas, el Long Play abre con el estándar “Sidewalk Stanley”, uno de los temas más populares del disco, con un apoteósico Mike Bloomfield a la guitarra y dónde Herman se atreve con su característica y divertida voz. Continúan con “After Hours”, clásico entre clásicos del blues en dónde podremos apreciar la excelencia musical de esta Big Band.

Siguen con “Since I Feel For You”, canción de bella factura en dónde Mike Bloomfield nos demuestra el porqué de su grandeza, siempre arropado por una agrupación sencillamente monumental. Y para terminar la primera parte, una fantástica versión del histórico “Proud Mary” perteneciente a los míticos Credence Clearwater Revival.

La segunda parte inicia con un blues incendiario titulado “Hitch Hike On The Possum Trot Line” siete minutos de duración realmente espectaculares intercambiándose magníficos solos Wooody y Mike Bloomfield.Y para finalizar el álbum, Brand New y Woody Herman nos obsequian con tres temas al más puro estilo de las big- bands americanas y con incursiones en el jazz como “Love In Sillent Amber”, “I Amost Lost My Mind” y “Adam´s Apple” dónde se suceden solos de instrumentos como el trombón, el clarinete, la trompeta o el fliscornio.Quizás “Brand New” sea una obra poco conocida, más bien es un álbum de culto, pero la conjunción de dos leyendas de distintas épocas como Herman-Bloomfield, supieron transmitirnos la experiencia de uno con la frescura del otro, dejándonos para la posteridad un álbum lleno de maestría… pero sobre todo música, muy buena música.

The Doors – The Doors (Elektra Records 1967) Publicado por Ruben.Borrajo el 7 mayo, 2013

Se arrastraron por los clubes de noche más oscuros del Sunset Strip, deambularon entre las mágicas paredes del Whisky A Go-Go y llegaron a ofrecer shows de dimensiones épicas en locales de escasa reputación. Quizás, fueron influenciados por algún tipo de poder místico procedente de los chamanes indios, una cultura que fascinaba profundamente a ese mito del rock llamado Jim Morrison.

Así comienza la leyenda de los Doors, una de las bandas más representativas que ha dado el universo sonoro. Cuando por una ya lejano 1967 se lanza a la venta este explosivo álbum de debut homónimo, genera una gran polémica (era 1967), ya que sus letras abordan temas como la sexualidad o las drogas. Canciones como “Light My Fire”,“Break on Through” o “The End”, son la prueba de porqué el rock es el arte de los rebeldes e inconformistas.Y el ojo censor, implacable, se cebó sobre todos y cada uno de los movimientos del grupo. Incluso, el circuito moralista más conservador de los Estados Unidos llegó a considerar a los Doors como una amenaza para la sociedad. Entre tanto, Jim Morrison, todo un poeta nacido en tiempos difíciles y políticamente cargados, continuaba con sus provocaciones, realizando estimulantes actuaciones en vivo. Bailaba como un hechicero indio y aportaba significativas dosis de teatralidad al rock, algo nunca visto hasta la fecha.

Oriundos de Los Ángeles (California), los Doors se constituyen como grupo musical en el verano de 1965, cuando Jim Morrison y Ray Manzarek, dos jóvenes estudiantes universitarios, se encuentran en la playa de Venice y deciden formar una banda de rock. Según cuentan, hay dos versiones sobre el origen del nombre de “The Doors”. La primera de ellas, dice que se basa en una obra de Aldous Huxley <>. La segunda, se debe a un párrafo de un libro de William Blake << Cuando las puertas de la percepción se abran, el hombre verá las cosas como realmente son, infinitas>>. El resto de su biografía, ya está escrita con letras de oro en la biblia del rock.

Centrándonos en el álbum, fue publicado el 4 de enero de 1967 por el sello discográfico Elektra Records e incluye once pistas. Producido por Paul A. Rothchild, se grabó en los estudios “Sunset Sound Recorders” de Hollywood (California) en agosto de 1966.Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de los Doors que hicieron posible esta obra: Jim Morrison (voz), Ray Manzarek (órgano, piano y bajo), Robby Krieger (guitarra), John Densmore (batería).Desde el primer momento que el vinilo comienza a rodar, ya nos daremos cuenta del porqué de su grandeza. Ya han pasado más de 45 años desde su publicación, pero todavía conserva toda su fuerza y energía. Abre el disco con “Break on Through”, un rock agresivo, clásico entre clásicos, que fue utilizado en multitud de BSO de películas como la oscarizada Forrest Gump. Seguidamente llegarán “Soul Kitchen” y “The Crystal Ship”, impregnadas por la peculiar voz de Morrison y el piano de Roy Mazarek. ¿Qué decir de “Alabama Song (Whisky Bar)”?, pegadizo y divertido tema de cierto aire circense, del poeta Bertolt Brecht. Llegará el punto álgido del LP con el apoteósico “Light My Fire”, todo un hit que catapultó a los Doors hacia el estrellato internacional, alcanzando rápidamente el número 1 en las listas de éxitos de la época.Continúan con “Backdoor Man”, una violenta versión perteneciente al rey del blues Willie Dixon. A nuestro juicio y un tanto ensombrecida por las demás canciones, se presenta una joya llamada “Take It as It Comes”, de las pistas más destacadas del álbum.

Para poner el cierre a un disco absolutamente legendario, nos obsequian con el aclamado “The End”, infinitos sus once minutos de duración, impregnados de cierta atmósfera hipnótica y con unas letras de contenido altamente… a más de uno le hará saltar del sillón. Este tema, también será eternamente recordado por formar parte de la BSO del film bélico “Apocalypse Now”, dirigido por Francis Ford Coppola en 1979.Así concluye esta magistral aventura sonora de los Doors, una banda que tuvo una corta, pero intensa trayectoria musical de ocho años. De sobra conocidos, son los excesos que Jim Morrison cometía con las drogas, una desafortunada pasión que le llevó a fallecer en circunstancias nunca esclarecidas en su piso de París en 1971 a los 27 años de edad. Sus restos mortales, descansan en el cementerio parisino de “Père-Lachaise”. Jim Morrison perdió la vida, pero entró en la inmortalidad. Y buena parte de culpa, la tienen discos como éste.

Ike & Tina Turner – Working´ Together (Liberty 1971) Publicado por javisuarezadmin el 10 mayo, 2013 El dúo formado por el matrimonio Ike y Tina Turner, se consolidó durante años como una de las parejas más explosivas de la historia del rock, tanto en el aspecto musical como en el sentimental. Ike Turner nace en el año 1931 y es oriundo de la localidad de Clarksdale (Mississippi). Gracias al entusiasmo que siente por la guitarra, rápidamente comienza a grabar en la década de los cincuenta, obteniendo un notable éxito.

En esta década y siempre acompañado de su banda, la “Turner Revue”, Ike es capaz de abordar magníficamente diversos estilos como rythm and blues, el blues o el rock and roll.El constante aprendizaje musical al que se sometía, le valió para tocar con mitos de la talla de Bobby Bland, Howlin´ Wolf o B.B. King. Y durante esta etapa de su vida, se cruzaría en su camino una mujer llamada Anne Mae Bullock, más conocida por el seudónimo de Tina Turner, una vez establecidos como matrimonio. Tina Turner nace en Nustbush, (Tennesse) en 1938. A finales de los cincuenta, siente una ferviente admiración por Ike y su grupo, hasta que una noche, le surge la posibilidad de cantar para Ike. A raíz de esta actuación, se forma una de las parejas musicales más prolíficas, míticas y pasionales de este arte llamado rock and roll. Con un elevado número de singles, grabaciones y miles de conciertos a sus espaldas, Tina Turner se convierte en la reina indiscutible de la música negra, junto a su inseparable y visionario Ike Turner.

Después de diversos álbumes y de célebres hits como “River Deep Mountain High” de 1966, (producido por el mago Phil Spector), se publica este “Working´ Together” en 1971, bajo el sello Liberty, en su segunda colaboración con esta casa discográfica. Y todo ello, siendo ya poseedores de una veteranía y madurez musical más que contrastada.

El disco producido por Ike Turner, se grabó a finales de 1970 y contó con la colaboración de una espectacular banda, siempre arropados por el coro “Ikettes”, tres bellas bailarinas y excelentes vocalistas que durante años fueron parte esencial del grupo. El Long Play consta de once temas absolutamente legendarios y en su interior nos podremos encontrar con versiones clásicas como el “Get Back” y el “Let It Be” de los Beatles, canciones estilo funky como el soberbio “Funkier Than A Mosquita´s Tweeter” y otras revisitadas de épocas anteriores como el “Ooh Pooh Pah Doo”.La total influencia de los Rolling Stones se puede palpar en “The Way Love Me”. Quizás, causada por giras anteriores con sus satánicas majestades. Pero si hay un tema especial en el álbum, ese se llama “Proud Mary”, el hit más grande de su carrera y versión extraordinaria propiedad del ilustre John Fogerty.

Al resto del disco, lo impregna el talento compositivo de Ike Turner, reflejado en pistas como “Workin´ Together” o la bella balada “You Can have It” .Curiosamente, en el LP original Ike Turner firma como “Eki Renrut”, que viene a ser su propio nombre pero escrito al revés.

Y así concluye esta aventura sonora, cortesía de un dúo pasional que a la par de su enorme popularidad, también tuvo una relación extremadamente turbulenta. Todo ello, lo podremos apreciar en la película de 1994 “What’s Love Got To Do With It’”, basada en su libro biográfico <>. El film, fue protagonizado por las estrellas de Hollywood Angela Bassett y Laurence Fishburne.

El LP cuenta también con una de las portadas más emblemáticas de la época dorada, en la que podemos visualizar su fotografía, que logra reflejar de alguna manera el temperamento de estos dos sensacionales artistas. Trabajando juntos, consiguieron dejarnos uno de los discos más grandes que ha dado la música contemporánea. J.J. Cale – Troubadour (Shelter Records 1976) Publicado por Ruben.Borrajo el 14 mayo, 2013

J.J. Cale es el artista entre artistas. Un semidesconocido mago de la música que tras dejarnos espléndidos álbumes como “Naturally” (1971) o “Really” (1973), decidió volver a escribir otro de los episodios más célebres y emblemáticos del rock… le llamó “Troubadour”.Sin duda, nos encontramos ante uno de los personajes más peculiares del rock. Originario de Oklahoma y poseedor de un gran talento compositivo, J.J. Cale es un tipo sencillo que padece de cierta alergia hacia la fama y el estrellato, apartándose continuamente de los focos y de la ajetreada vida provocada por la popularidad.

Centrándonos en el álbum, cuarto de su discografía, se publicó en 1976 por el sello Shelter Records e incluye 12 pistas. Todas las canciones fueron escritas por J.J. Cale excepto I’m a Gypsy Man”, que es propiedad de Sonny Curtis. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a la amplia selección de músicos (la gran mayoría amigos personales de Cale) que hicieron posible esta obra: J. J. Cale (voz, guitarra y piano), Doug Bartenfeld, Gordon Payne, Chuck Browning, Reggie Young, Harold Bradley, Bill Boatman, Lloyd Green, (guitarras), Bill Raffensberger, Charles Dungey, Tommy Cogbill, Joe Osborn (bajistas), Kenny Buttrey, Karl Himmel, Buddy Harman, Jimmy Karstein, Kenny Malone (baterías), Farrell Morris, Audie Ashworth, J.I. Allison (percusión), Don Tweedy (arpa), Bobby Woods y Bill Purcell (piano), George Tidwell (trompeta), Dennis Goode (trombón) y Billy Puett (saxofón).

Dentro del disco, nos encontraremos con sorprendentes temas impregnados del característico “Sonido Tulsa”, (una mezcla de country, rock y blues, del que J.J. Cale fue uno de sus creadores) como “Hey, baby” que abre el LP, un impecable “Travelin’ Light” o “You Got Something”, una bella canción que transmite una grata sensación de calma y tranquilidad gracias a su exquisita percusión.

El aire jazzístico de “Hold On”, nos demuestra porqué J.J. Cale es uno de los mitos más grandes que ha dado el universo sonoro. Y si este Long Play es recordado eternamente, buena parte de culpa la tiene “Cocaine”, pegadizo riff y clásico entre clásicos perteneciente a J.J. Cale, que fue versionado con gran éxito por Mr. Eric Clapton en su álbum “Slowhand” de 1977. Otros cortes destacables son el instrumental “Let Me Do It to You” y la versión del “I’m a Gypsy Man” de Sonny Curtis, quizás el tema más duro y rockero dentro del relajado estilo de J.J Cale. Y para poner el cierre a un álbum absolutamente brillante se presentan “Cherry” y “You Got Me on So Bad”, invadidas por su calidez vocal.

Así concluye “Troubadour”, cortesía de J.J. Cale, todo un trovador errante del rock y eterno fugitivo del mainstream. A nuestro juicio, Cale ha ejercido su arte esquivando los a veces ridículos caprichos del mundo de la música, escapando del despliegue publicitario habitual en las discográficas y haciendo caso omiso de las exigencias comerciales. Su música, se ha hecho leyenda y nos obsequió con un disco excepcional que se sitúa entre los mejores de su ya longeva carrera.

Shuggie Otis – Here Comes (Epic 1970) Publicado por javisuarezadmin el 17 mayo, 2013

“Here Comes”, grabado con tan sólo dieciséis años de edad, fue el primer disco en solitario de Shuggie Otis, hijo del pionero y afamado músico de rythm & blues, Johnny Otis.

El padre de Shuggie, el californiano Johnny Otis, comenzó allá por los años cuarenta a forjar su extensa carrera, tocando el piano en innumerables bandas y orquestas de Swing. A mediados de esta década formó su propio grupo, integrando estilos como el swing, rythm & blues o el blues y consigue alcanzar éxitos de gran repercusión, llegando incluso a establecerse como un extraordinario productor y descubridor de nuevos talentos musicales.

Y en 1953, nace su hijo Johnny Alexander Veliotes, más conocido por el seudónimo de “Shuggie”. Rodeado desde su infancia por músicos de relevancia y prácticamente desde la cuna, ya toca la guitarra y un amplio abanico de instrumentos. Con un aprendizaje como si de un genio se tratase, Shuggie comienza a trabajar como profesional con tan sólo doce años en la banda de su padre, adquiriendo una prodigiosa madurez y visión musical que resultó inusual en un músico tan joven. Desde este momento, es comparado con los más grandes guitarristas de la época y se siente tremendamente influenciado por el blues, el jazz y por artistas de la talla de B.B. King o Lowell Fulson. Este último, el espejo en el que Shuggie se miraría durante años.

En 1969 y después de actuar con reputados músicos, realiza la grabación del álbum “Here Comes” con un elevado número de excelentes músicos invitados, entre los que se encontraban su padre Johnny Otis, el reconocido bajista Wilton Felder, el pianista Ray Johnson o el tecladista Leon Haywood entre otros no menos conocidos y arropados por una espectacular sección de vientos.

Por si fuera poco, también podremos escuchar a Shuggie en su faceta de multi-instrumentista, tocando la guitarra, la armónica, el piano, el órgano, la celesta y el clavicémbalo. Y todo ello, aderezado con una sección de cuerdas compuesta por violines, violas y celos realmente magnífica.

Centrándonos en el álbum, producido por Johnny Otis, se publicó en 1970 por el sello discográfico Epic. Cuenta con diez temas llenos de frescura, imaginación desbordante y un maravilloso trabajo a la guitarra, que abarcan géneros como el soul, funky, blues o el soul psicodélico. El elepé inicia con el clásico “Oxford Gray”, poderoso instrumental psicodélico, con dos partes diferenciadas y un final espléndido. Continúan con la balada “Jennie Lee”, un rítmico “Bootie Cooler” o con temas al más puro estilo funky y como el propio nombre indica: “Funky Thithee”.

En la segunda parte del LP nos encontramos con el fantástico “Shuggie´s Boogie”, un antológico blues en el que Shuggie Otis nos demuestra su virtuosismo a la guitarra, al igual que en “Gospel Groove”. Otras pistas de extrema elegancia musical son “Hurricane”, “Baby, “I Needed you” y “The Hawks”, que ponen la guinda a un disco absolutamente histórico.

Antes de editar este “Here Comes”, Shuggie Otis venía de participar en el álbum “Kooper Session” de 1969 junto al emblemático Al Kooper. Durante esas fechas, el bluesman B.B. King llegó a afirmar que <>. Poco tiempo después, otro ilustre músico llamado Frank Zappa lo reclutó para grabar el memorable “Hot Rats”, en el que Shuggie toca magistralmente el bajo en el eterno tema “Peaches And Regalia”.

Shuggie Otis grabó infinidad de LP`S con lo más granado de la élite musical hasta nuestros días, no siendo así en su trayectoria como solista, con tan sólo cuatro álbumes en su haber. Pero nos dejó instantes imborrables, tanto en sus discos como en sus colaboraciones, siempre acompañado por su mentor y legendario padre, Johnny Otis. Bob Seger & the Silver Bullet Band – Nine Tonight (Capitol Records 1981) Publicado por Ruben.Borrajo el 21 mayo, 2013

Un incansable gladiador del rock, un luchador infatigable, o quizás si lo prefieren, el búfalo de Detroit. Pero lo cierto, es que detrás de estos simples adjetivos se esconde uno de los personajes más carismáticos e imaginativos que ha dado el complejo universo musical. A nuestro juicio, la música de Seger enciende la llama de la emotividad, suena nostálgica y hace todos los honores al rock and roll clásico.

Muy influenciado por el soul y el rock and roll de los cincuenta, Robert Clark Seger, más conocido por el nombre de Bob Seger, comienza su carrera musical en 1964. Con apenas 15 años, decide formar su propio grupo de rock al que bautizó como “The Decibels”. Tiempo después, funda una nueva banda “The Bob Seger System”, pero no sería hasta 1968, cuando su carrera cambia definitivamente y gracias a su talento compositivo, ficha por el sello Capitol Records, obteniendo un gran éxito con temas como “2+2” o “Ramblin’ Gamblin’ Man”. Al margen de esto, también dejó gloriosos álbumes como “Back in ’72”. Durante esta etapa de su vida, las dudas le asaltan y se plantea retirarse de la música para iniciar una carrera universitaria. En 1975 y por suerte para el rock, Seger vuelve a irrumpir de manera impactante en la escena musical de los Estados Unidos, con discos como “Beautiful Looser” (grabado con músicos de gran nivel, procedentes de la “Muscle Shoes Rhythm Section”) o “Night Moves” ya acompañado por sus incombustibles “The Silver Bullet Band”.

Centrándonos en el doble álbum, las grabaciones en vivo de este “Nine Tonight” se captaron en 1980 en los auditorios “Cobo Hall” de Detroit y en el “Boston Garden” de Boston. Publicado en 1981 por el sello Capitol Records, fue producido por el propio Bob Seger y Punch Andrews e incluye 16 pistas.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los músicos que hicieron posible este excelente disco en directo: Bob Seger (guitarra, piano, voz), Kathy Lamb, Pamela Moore June Tilton y Colleen Beaton (voz), Drew Abbott (guitarra), Chris Campbell (bajo y voz), Craig Frost (piano), Shaun Murphy (percusión), Alto Reed (flauta y saxofón) y David Teegarden (batería y voz).

De celebridades sonoras rebosa este LP, pudiéndonos encontrar con el clásico entre clásicos “Old Time Rock And Roll” (un viejo rock and roll), su canción más emblemática y por la que será eternamente recordado. Por si fuera poco, se le suman un genial “Night Moves” (la noche pasa), arropado por la calidez vocal del coro y un magnífico saxo cortesía de Alto Reed. Dice Seger que el rock and roll no perdona, y buena fe de ello la dan un rítmico “Rock And Roll Never Forgets” y el guitarreo incesante de “Let It Rock”, tema de pegadizo estribillo, siempre respaldado por el saxofón de Alto Reed y la desgarradora voz de Bob Seger. Otros cortes de espléndida factura son la balada “Mainstreet”, un contundente “The Fire Down Bellow” y el hit “Against The Wind”. A toda máquina y a un ritmo trepidante, se presentan un poderoso “Feel Like A Number” y “Her Strut”, tema invadido por la voz de Seger y las vibrantes guitarras de la Silver Bullet Band.

Actualmente, Bob Seger, unos de los artistas más queridos del mundo sonoro, continúa ofreciendo ingentes descargas de rock en sus conciertos. Quiero creer, que seguirá levantando al público de sus sillones en inolvidables noches llenas de adrenalina. Y todo ello, aunque solamente sea eso, un viejo, pero espectacular rock and roll.

John Mayall – The Turning Point (Polydor 1969) Publicado por javisuarezadmin el 24 mayo, 2013

Como el propio título del álbum indica, el británico John Mayall logró traspasar la frontera del blues y el rythm & blues, originando un “punto de inflexión” con este disco absolutamente magistral, sólo a la altura de los más grandes. “The Turning Point” es el resultado de un maravilloso experimento llevado a cabo por Mayall, padrino del blues blanco y creador de los míticos Bluesbreakers.

Y la fórmula que utilizó para realizar este LP, consistió en prescindir de la batería y del potente sonido de la guitarra eléctrica (aunque en contadas ocasiones, suena una Telecaster a muy bajo volumen). Sin duda, algo muy poco común hasta la fecha en la mayoría de las bandas, dado el intenso momento musical que se vivía. John Mayall encumbró todavía más el año 1969, considerado por los críticos musicales como uno de los años más prolíficos del rock. En 1969, Mayall ya poseía una trayectoria fructífera y cargada de varios álbumes esenciales del blues y rythm & blues británico. Durante esta década, decide cambiar su orientación musical, a raíz de sus constantes giras y vivencias personales en los Estados Unidos. Impregnado de la cultura hippie, crea un grupo con una suave orientación blues, eliminando un instrumento tan indispensable como la batería e introdujo la flauta. Para las filas de su nueva banda, reclutó al exquisito guitarrista acústico Jon Mark y a un talentoso bajista de jazz llamado Steve Thompson. A todo esto, se le sumaba el multi- instrumentista Johnny Almond (flauta, saxos y percusión) y el propio John Mayall (voz, armónica, guitarra, panderetas y percusión). Centrándonos en el álbum, producido y diseñado por Mayall (por aquel entonces, Mayall era un fichaje reciente del sello Polydor), fue publicado en 1969. En apenas cuatro semanas de ensayos, se grabó en directo el 12 de julio de 1969 en el teatro “Bill Graham´s Fillmore East” de Nueva York. Y por supuesto, contó la ayuda del prestigioso ingeniero de sonido Eddie Kramer. El LP incluye siete pistas realmente extraordinarias, una buena parte compuestas por Mayall, exceptuando solamente dos que fueron coescritas junto al bajista Steve Thompson. En todas y cada una de ellas, relatan de algún modo sus vivencias personales, observando a los jóvenes de la época como caen en la amargura de las drogas, pasando por romances y otras historias llenas de realidad. El disco abre con un magnífico “The Laws Must Change”, gloriosa canción en dónde podremos apreciar el excelente trabajo a la flauta de Johnny Almond, que intercambia “solos” con la maestría a la armónica de Mayall. Continúan con un delicado “Saw Mill Gulch Road” y el tema dedicado al bluesman J. B. Lenoir “I´m Gonna Figth For You J.B”, de clara influencia blues.“So Hard To Share” es una pieza con un ritmo brillante, que se convierte en una de las joyas del elepé y con un soberbio Jon Mark a la guitarra. Como dato anecdótico, destacaremos que durante la grabación de los conciertos, Mark estuvo acompañado por Marianne Faithfull, la cantante y actriz que anteriormente fuera pareja sentimental del vocalista de los Rolling Stones Mick Jagger. Y para concluir este clásico, tres temas espléndidos, iniciando con el transcendental “California” de casi diez minutos de pura improvisación. Seguidamente aparece “Thoughts About Roxanne”, un blues triste dedicado a un antiguo y especial amor de John Mayall en Los Angeles.

El punto álgido del Long Play llega con el inmortal “Room To Move”, imposibles y antologicos sus solos, al igual que los extraños sonidos de la armónica de Mayall en la parte central del tema, con el hacen las delicias de un público totalmente entregado en la parte final del show. Curiosamente, en el álbum original y debajo del título de esta última canción, Mayall lo dedica de la siguiente manera: <> En 2001, el disco se reedita en formato CD, remasterizado con un sonido espectacular y le añaden tres bonus-tracks. “The Turning Point”, se situó como todo un éxito de ventas y fue el primer disco de oro en la carrera de este venerado artista. John Mayall es un músico tremendamente admirado por todos sus colegas a los dos lados del Atlántico. Un tipo sencillo, de ideas sencillas, amante de la experimentación y la libertad musical, que fue capaz de dejarnos uno de los discos en directo más emblemáticos e innovadores de su tiempo. – Metallica – Black Album (Elektra Records 1991) Publicado por javisuarezadmin el 28 mayo, 2013

A Mara…

Desataron un vendaval eléctrico de dimensiones desproporcionadas, encendieron la llama de la emotividad y nos dejaron un álbum épico que entró en el olimpo del metal y el rock desde el primer momento en que salió publicado. Siempre conviene recordarlo y hay que tenerlo muy presente, porque Metallica ha convertido este disco en único y quién sabe si irrepetible. Este álbum homónimo al grupo, más conocido bajo el nombre de “Black Album” por su portada negra, obtuvo un gran éxito, casi directamente proporcional a la polémica que generó. Para los puristas del trash metal, el álbum negro se aleja por completo del característico sonido de Metallica y toma una orientación más comercial. Y una buena parte de culpa de esta controversia, la tuvo el productor Bob Rock, personaje clave en esta obra y el centro de iras para muchos de los fans de Metallica. Surgidos a principios de los ochenta en Los Ángeles y procedentes del underground musical más profundo, los Metallica fueron herederos directos del sonido más duro del heavy metal y del punk más áspero, siendo fundados por el batería Lars Ulrich y el vocalista James Heitfield.Tras un inicio arrollador con la salida de su primer álbum (Kill ‘Em All 1983), el sonido del grupo traspasa las fronteras del heavy metal, logrando crear una nueva corriente musical junto a otras bandas de renombre como Slayer, Megadeth o Anthrax. Desde ese preciso instante, Metallica se consolida como una de las formaciones pioneras de un nuevo estilo al que los analistas bautizaron como “trash- metal”.

Durante la década de los ochenta, nos obsequiaron con variedad de álbumes que podemos considerar como lo mejor del género y que forjaron la trayectoria imparable de Metallica, a pesar de las constantes idas y venidas de algunos de sus miembros. Incluso, tuvieron que sobreponerse al desafortunado fallecimiento del bajista Cliff Burton.

Centrándonos en el disco, quinto de su discografía, el Black Album fue grabado en los estudios “One on One” de Los Ángeles (California), entre octubre de 1990 y junio de 1991. Y por fin, un 13 de Agosto del 91, sale a la luz pública por el prestigioso sello Elektra Records. Fue producido por Bob Rock (su primer trabajo con la banda) y por los propios fundadores de Metallica (James Hetfield y el danés Lars Ulrich). Mezclado por el ingeniero Randy Stoub, por aquel entonces considerado como uno de los más prolíficos de su tiempo, dotó al Black Album de un sonido más blando, ocasionando fuertes críticas por parte de los incondicionales del puro sonido “Metallica”. Sin duda, esto provocó un giro brusco, sorprendente y totalmente inesperado. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Metallica que inmortalizaron este LP: Lars Ulrich (batería), James Hetfield (voz, guitarra rítmica), (bajo) y el magnífico guitarrista Kirk Hammett.

El álbum, repleto de himnos generacionales para la década de los noventa, contiene 12 temas, de los cuales media docena fueron auténticos hits y consiguieron atrapar a un tipo de público muy poco común para las bandas de trash metal. Toda esta conjunción de factores, originó un gran escándalo, llegando a tildar el disco como <>, no siendo así el reflejo multimillonario de sus ventas. De algún modo, cayeron en las peligrosas redes del mainstream, pero sin descuidar algo tan esencial como la calidad musical. Abre el disco con un legendario tema llamado “Enter Sandman”, dejándonos para la posteridad uno de los riffs de guitarra más antológicos del metal y el rock. La vena más pesada la podemos encontrar en cortes como “Sad But True”, “Holier Than True”. A continuación llegará cierta sensación de tristeza demostrada en “The Unforgiven”. Uno de los puntos álgidos tendrá lugar con la “Nothing Else Matters”, una balada extremadamente preciosista dedicada a los fans del grupo, que se sitúa como uno de los temas estrella. Otras pistas como “Wherever I Many Roam”, “The God That Failed” o “The Struggle Within”, atesoran un espléndido sonido y un buen trabajo a la guitarra, siempre respaldados por una impecable sección rítmica y la peculiar voz de James Hetfield. Destacaremos su curiosa y sencilla portada, en la que podemos visualizar una amenazante serpiente (todavía no sabemos si estaba lista para atacar), acompañada del nombre de la banda.Así concluye esta inolvidable aventura sonora, despreciada por muchos y alabada por otros. A nuestro juicio, el Black Album permanecerá eterno al paso del tiempo. Con él, Metallica llegó al corazón de miles de almas, utilizando para ello, un lenguaje universal que se llama rock and roll.

….namaste……

David Bowie – The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (RCA 1972) Publicado por Ruben.Borrajo el 31 mayo, 2013

Ya están aquí. Ya han llegado. Miles de testigos les han visto surcando los cielos de todo el planeta. Algunos incluso comentan que han presenciado, perplejos, el aterrizaje de un insólito ser extraterrestre con ojos de distinto color y que responde al nombre de Ziggy Stardust. Y no viene solo, a bordo de su nave, le acompañan las “Arañas de Marte”, con la única misión de evitar que en los próximos cinco años el mundo que conocemos se desintegre.

A nuestro juicio, la imaginación del británico David Bowie, todo un icono fundamental del universo glam rock, no entiende de límites. Corría el ya lejano 1972, cuando decidió dejarnos un álbum absolutamente estelar al que bautizó como “The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars”. Para su realización, ideó a un personaje ficticio creado por él mismo al que llamó Ziggy Stardust.

La extravagante historia que Bowie se inventó para este disco no tiene el más mínimo desperdicio: el álbum, narra las peripecias de Ziggy Stardust, un alien andrógino encarnado en estrella del rock, que llega a la Tierra con el objetivo de advertir a la humanidad de su extinción. Para lograr su misión, busca la manera de salvar al mundo a través de la música, enviando un mensaje de paz y esperanza, pero finalmente sería corrompido por los excesos de la fama y el ego, cayendo en la decadencia. Y por supuesto, que para completar tan ardua tarea, no dudó en ayudarse de las “Arañas de Marte” un genial grupo de rock liderado por el guitarrista Mick Ronson, el bajista y Mick Woodmansey a la batería.Quizás, este rocambolesco relato de Bowie sea el fiel reflejo de una parte de su vida y del ambiente musical impregnado por las drogas que se respiraba en la década de los 70.

Durante toda la historia del rock, los analistas han utilizado multitud de apodos para referirse a David Bowie como “El Camaleón del Rock“, El Duque Blanco” o “Ziggy Stardust”. Desde mi humilde opinión, describiré a Bowie en tan solo tres palabras: “un artista irrepetible”. Aparte de su faceta como músico multi-instrumentista y excelente compositor, es también un ávido lector y un fantástico actor que bebe de diversas fuentes como la filosofía, el teatro, la literatura o el cine. Sin duda, Bowie aportó significativas dosis de teatralidad al rock, inspirándose en el cantante británico Vince Taylor.

Pero si hay algo muy especial que distingue a Bowie por encima de los demás, es su peculiar y camaleónica forma de vestir. En sus conciertos, aparece ante el público totalmente maquillado y calza elevados tacones, se enfunda en trajes elásticos y bañado en purpurina, ofrece una imagen muy cuidada, casi hipnótica y súper estética que causó una gran revolución en la moda. Incluso, me atrevería a decir que su look fusiona a la perfección el género masculino y femenino. Bowie tiene un concepto que va mucho más allá de lo que significa él y ella. Sin duda, una mezcla explosiva en la que ellos pueden teñirse el pelo de colores y calzar tacones. Y ellas, pueden llevar pantalones y se visten igual que los hombres. Ciertamente, el aspecto de Bowie, dista mucho de aquel al que otras leyendas del rock nos tienen acostumbrados.

Centrándonos en el álbum, quinto de su discografía, incluye 11 pistas y fue grabado entre 1971 y 1972 en los “Trident Studios” de Londres para el sello RCA Records. Publicado el 5 de Junio de 1972, día de alineación astral favorable, contó con la producción del propio David Bowie y Ken Scott. Como ya es costumbre, haremos una mención a los músicos que participaron en esta glamurosa obra: David Bowie (voz, guitarra y teclados), Mick Ronson (guitarra, voz y piano), Trevor Bolder (bajo), Mick Woodmansey (batería).Dentro del disco, repleto de hits, nos encontraremos con canciones de gran calidad musical “Five Years”, que abre el álbum, “Soul Love” y temas más duros como “It Ain’t Easy”, “Suffragette City” o Hang On To Yourself”.

Una de las joyas del LP es la preciosista semi balada “Starman”, sus tonos acústicos y su pegadizo estribillo, la convirtieron en todo un clásico entre clásicos obteniendo un gran éxito. Llegará uno de los puntos álgidos con “Ziggy Stardust”, canción central del disco, en la que explica su auge y declive como figura del rock. Para cerrar el disco, se presenta un amargo “Rock ‘n’ Roll Suicide”, sus bellos sonidos acústicos y la voz de Bowie lo sitúan como otra de las referencias inexcusables del Long Play. La fotografía de portada del elepé, que fue un trabajo del diseñador Brian Ward, tuvo lugar en el Nº 23 de la calle Heddon de Londres.

Así concluye esta magistral aventura sonora, cortesía del rey indiscutible del glam rock. Ya han pasado más de cuarenta años desde su publicación, pero su música tomó dimensiones interplanetarias. Buena fe de ello, puede dar el astronauta canadiense Crhis Hadfield, que recientemente interpretó una versión acústica del tema “Space Oddity” de Bowie, desde el espacio exterior, en estado de ingravidez.

Quizás la música de Bowie sea glam rock, pero es también rock salvaje en toda su esencia. Guste o no a los sectores más puristas del rock, ese hombre de las estrellas llamado David Robert Jones provocó un fuerte impacto en la música y cultura popular del siglo XX. Y nos obsequió, con una de las obras más importantes, espectaculares y emblemáticas que ha dado el rock. Al margen de este álbum, Bowie y sus arañas de marte ofrecieron un apoteósico concierto en el teatro “Hammersmith Odeon” de Londres el 3 de Julio de 1973. Esa noche, sería la última vez que Bowie representó el papel de Ziggy Stardust, un curioso extraterrestre que llegó a intentar adueñarse de la propia vida personal de Bowie, llevándolo casi hacia la degeneración. Tiempo después, declaró que << No sabía si yo estaba controlando a los personajes o los personajes me estaban controlando a mí, o si todos éramos la misma persona>>.

El show, grabado por D.A. Penenbaker, fue publicado por la casa discográfica EMI en formato DVD en 2003, con motivo de su 30º aniversario bajo el título de :“Ziggy Stardust And The Spiders From Mars (The Motion Picture)”.

J.J. Cale & Eric Clapton – The Road To Escondido (Reprise Records 2006) Publicado por Ruben.Borrajo el 4 junio, 2013

El dúo musical formado por el mago de Oklahoma y Slowhand obtuvo una gran aceptación por parte de la crítica en 2006. J.J Cale y Eric Clapton son tipos sencillos, de ideas sencillas, eternos fugitivos del mainstream y viejos amigos que sienten una admiración mutua.En 2005, decidieron poner rumbo hacia la población de “Escondido” (de ahí el nombre del disco), valle ubicado cerca de San Diego, (California) y lugar impregnado de cierta aureola mística, dado los rituales que allí se llevan a cabo por los indios americanos. El álbum, grabado y producido por J.J. Cale y Eric Clapton, se publicó en noviembre de 2006 por el sello discográfico Reprise Records e incluye 14 temas. Está dedicado a la memoria del magnífico pianista Billy Preston, por ser el último disco en que colaboró.

Billy Preston, falleció en junio de 2006, víctima de una enfermedad renal producida por el continuo abuso de alcohol y drogas. Músico con letras mayúsculas, durante toda su carrera tocó al lado de leyendas como George Harrison, Bob Dylan, The Rolling Stones o John Lennon.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a la amplia selección de músicos que realizaron esta obra: J.J. Cale (guitarra, voz y teclados), Eric Clapton (guitarra y voz), Derek Trucks, Christine Lakeland, Doyle Bramhall II, John Mayer y Albert Lee (guitarras), Gary Gilmore, Nathan East, Pino Palladino y Willie Weeks (bajistas), Abraham Laboriel Jr, Jim Karstein, James Cruce y (baterías), Taj Mahal (armónica), Bruce Fowler, Jerry Peterson , Marty Grebb y Steve Madaio (sección de vientos), Dennis Caplinger (violín), Walt Richmond (piano), Simon Climie , David Teegarden (percusión) y el pianista Billy Preston.

Sin duda, entre este elenco estelar de mitos del rock nos podemos encontrar con la propia banda de acompañamiento de J.J. Cale, artistas de la talla de John Mayer, Albert Lee o Derek Trucks (uno de los grandes guitarristas del momento), con el embajador del blues Taj Mahal y con el monumental pianista Billy Preston. El disco, invadido por el blues y el característico “Sonido Tulsa”, del que fue pionero J.J. Cale, abre con “Danger”, canción de marcados toques bluseros arropada por la peculiar voz de Clapton. Muy elaboradas instrumentalmente se presentan “Heads In Georgia”, un rítmico “Missing Person” y “When This War Is Over”, con unos excelentes punteos de guitarra cortesía de Mr. Eric Clapton. “Sporting Life Blues”, nos hará sentir una grata sensación de calma y tranquilidad, gracias a un blues suave, lento y muy vocal, siempre respaldados por la genial armónica de Taj Mahal. Continúan con el gracioso aire country y el espectacular violín de “Dead End Road”, tema en dónde J.J. Cale nos demuestra su virtuosismo a la guitarra y con el que nos transportarán en un viaje hacia el lejano oeste…

Otras pistas como “Don’t Cry Sister” o “Last Will And Testament”, Cale y Clapton brillan con luz propia, tanto en el aspecto vocal como a las seis cuerdas. Y para finalizar, “Ride The River”, corte de cierto aroma a pantano en el que Clapton vuelve a tomar un protagonismo mayúsculo.

Así concluye esta aventura sonora, propiedad de dos de los artistas más célebres que ha dado la historia musical contemporánea. Quiero creer, en una leyenda del rock que dice que los verdaderos músicos hacen música por el placer de hacerla y no por dinero. Su nombre, J.J. Cale y Eric Clapton.

Cream – Wheels of Fire (Polydor 1968) Publicado por javisuarezadmin el 7 junio, 2013

En 1968, los británicos Cream alcanzaban el éxito absoluto gracias a un legendario segundo álbum al que llamaron “Disraeli Gears”, con el que logran originar un cambio radical en la orientación musical del momento hacia la música de vanguardia. Grabado en Diciembre de 1967, se convirtió en uno de los pilares básicos del rock psicodélico, un género que llegó a su máxima popularidad ese mismo año.

Disraeli Gears obtuvo tanto reconocimiento, que fue declarado disco del año en innumerables países del mundo y por un amplio sector de críticos musicales, lo que desembocó en una de las giras más apoteósicas que recuerdan los Estados Unidos de América.

Durante esta tremenda y abarrotada gira, nace “Wheels Of Fire” publicándose por primera vez en Agosto de 1968 como doble álbum, uno denominado “In The Studio” y el otro “Live At The Fillmore”. Y los responsables de esta espléndida obra, fueron tres gigantes de la escena musical de todos los tiempos: Eric Clapton (guitarra y voz), Jack Bruce (bajo, armónica y voz principal) y el genial baterista Ginger Baker. La producción del LP corrió a cargo de Felix Pappalardi, personaje clave dentro de Cream y más adelante bajista de Mountain. Pappalardi, venía de colaborar con Cream desde Disraelí Gears, implicándose en las composiciones y aportando su gran calidad como multi-instrumentista. Incluso, en ocasiones llegaron a considerarle como <> pero solamente participaba en discos de estudio. Wheels Of Fire también contó con los arreglos de Robert Stigwood, mánager de los Cream y gran empresario discográfico, ayudado por el ingeniero de sonido Tod Down. Una de las partes del álbum en estudio, se grabaron durante los meses de Julio y Agosto de 1967 en los IBC Studios de Londres. La otra parte, tuvo lugar en los meses de Septiembre y Octubre de 1967 y entre Enero, Febrero y Junio de 1968, en los de Nueva York. En cuanto el vinilo comienza a rodar, ya nos daremos cuenta del porqué de su grandeza. Abre el álbum con el clásico entre clásicos “”, uno de sus temas más conocidos, impregnado del característico sonido “Made In Cream” y de la fantástica guitarra de un por aquel entonces jovencísimo Eric Clapton.

Continúan con “Sitting On Top the World”, una magnífica versión propiedad del bluesman Howlin´ Wolf. Sin duda, todo un blues de alto octanaje en el que cabe destacar de manera sobresaliente el buen hacer de este joven, pero a su vez veterano trío. La psicodelia hace acto de presencia en canciones como “Pressed Rat And Warthog”, “Those Were The Days” (inolvidables sus campanas de fondo), “Passing The Time” o el acústico “As You Said”. Otros cortes mayúsculos de esta parte en estudio son “Deserted Cities Of the Heart”, “Politician”, un excelente blues fruto de la relación musical que Jack Bruce inició junto a su amigo y músico Pete Brown, creador también de varios hits para los Cream. Llegará el himno generacional “Born Under A Bad Sign”, antológica versión de Booker T., que Albert King inmortalizó para siempre en el disco que lleva el mismo nombre.La segunda parte del Long Play, llamada “Live At Fillmore West” (aunque en el álbum tres pistas están localizadas en el auditorio Winterland de San Francisco), se captó en directo en Marzo del 68 y contiene cuatro temas de auténtico éxtasis. Abren con el “Crossroads” de Robert Johnson, en el que Eric Clapton nos deja un magistral “solo” de guitarra para la posteridad.

Siguen con el “Spoonful” de Willie Dixon, en dónde los Cream se emplean a fondo, realizando una versión absolutamente brillante y llena de improvisación durante sus infinitos dieciséis minutos de duración. Para finalizar, se presentan “Traintime”, canción con la que tratan de transportarnos hacia el Delta del Mississippi y un monumental “Toad”, poseedor de uno de los “solos” de batería más espectaculares de la historia del rock, cortesía del baterista Ginger Baker. La portada del álbum, fue obra del dibujante underground Martin Sharp, todo un polifacético artista de origen australiano.

Y así concluye esta esencial aventura sonora, protagonizada por la banda que se adelantó tres años a su tiempo. La crème de la crème, tres virtuosos músicos ingleses que revolucionaron el rock. Verdaderos talentos, que pocos meses después, tocaban su canción de despedida en el auditorio de Londres. Posteriormente, cada uno escogió su propio camino y anunciaron su disolución definitiva, debido a las constantes discrepancias que se producían en el seno de la formación. Irónicamente y en palabras de uno de sus miembros, los Cream eran <> y como muy bien expresa el título del disco <>

Joe Cocker – With A Little Help From My Friends (A&M – Emi – 1969) Publicado por javisuarezadmin el 11 junio, 2013

Aquella estelar actuación en el festival de Woodstock’ 69, situó a Joe Cocker como uno de los grandes intérpretes y vocalistas del rock de todos los tiempos. Y si a esto, le unimos su impactante álbum de debut unos pocos meses antes, sería el punto de partida de una intensa carrera plagada de éxitos.

El cantante británico Joe Cocker nace en 1944 en Sheffield, ciudad industrial ubicada al norte de Inglaterra. Desde la adolescencia, comienza a formar parte de algunas bandas de escasa transcendencia y compagina su trabajo con el de actuar en infinidad de locales y pubs nocturnos. Su gran oportunidad le llegaría a mediados de los años 60, cuando funda los históricos “The Grease Band”, junto al excelente pianista e inseparable amigo, Chris Stainton. Este primer grupo contó con la participación de una amplia selección de músicos, varios de ellos fundamentales del rock británico, como Jimmy Page, Stevie Winwood, Henry McCullough o Albert Lee entre otros. La particularidad de este álbum surge meses antes de publicarse, ya que dos de sus temas estrella salen en formato single el año anterior y se graban en los estudios Olympia” y Trident de Londres. Los temas escogidos fueron “Marjorine” y “With A Little Help from My Friends”. El primero no alcanzó el éxito acordado, no siendo así con el segundo, todo un hit y fantástica versión de The Beatles, que rápidamente elevó a Joe Cocker y a su grupo a un más que merecido Nº1 en Inglaterra.

Aprovechando la gran repercusión y calidad musical de la banda, en 1969 siguen grabando los temas que conformarían el Long Play en los mismos estudios. Finalmente, la alineación de tan espectacular banda quedaría constituida por Jimmy Page y Henry McCullough (guitarras), Stevie Winwood y Matthew Fisher (teclados), Chris Stainton (piano) Mike Kellie (bajo) y B. J Wilson (batería). Y por supuesto, siempre arropados por la poderosa voz de Joe Cocker y un extraordinario coro liderado por la cantante americana Madeleine Bell y Rosa Hightower.

Centrándonos en el disco, se editó en abril de 1969 por el sello discográfico A&M / EMI. Fue producido por Dennis Cordell, ayudado por el ingeniero de sonido Tony Visconti, muy conocido por sus colaboraciones con David Bowie. Haciendo gala de una gran inteligencia y visión musical, deciden titular el álbum como “With A Little Help From My Friends”, dada la enorme popularidad que consiguieron gracias a esta famosa canción. De los diez temas que contiene el LP, siete son versiones y tres composiciones propias del dúo Cocker / Stainton. Abren con el “Feeling Alright” de Dave Mason y Traffic, pista especialmente escogida por Cocker, haciéndola prácticamente suya, obsequiándonos con una versión antológica y con una memorable introducción emulando música latina. Fue grabada en Los Ángeles con músicos de sesión de la A&M Records durante la gira que ofrecieron por América.

Continúan con clásicos de bella factura como la balada “Bye Bye Blackbird” dónde podemos disfrutar de un genial “solo” de Jimmy Page. Siguen con “Change In Louise” y “Marjorine”, notándose la influencia de los Beatles, en el tema más pop del álbum. Dos versiones de Bob Dylan, “Just Like A Woman” y “I Shall Be Released”, ponen de manifiesto la gran voz de Joe Cocker, curiosamente, las dos cierran sendas caras del LP original. El resto de pistas que completan el disco son: una hermosa balada llamada “Do I Still Figure In Your Life?”, la movida “SandPaper Cadillac”, y una apoteósica versión del ”Don´t Let Me Be Misunderstood”, tema compuesto para Nina Simone en 1964 y popularizado un año más tarde por los Animals, siempre respaldados por una banda sencillamente excepcional. El punto álgido del LP tendrá lugar con el “With A Little Help From My Friends”, todo un himno generacional perteneciente a Lennon / McCartney que también da nombre al disco, con el que ponen punto y final. Meses después, la nueva “Grease Band” tocó en el Festival de Woodstock 69, dejándonos para la posteridad una de las mejores actuaciones del evento. Joe Cocker, aquel chico de aspecto desaliñado, realizó una interpretación monumental. Siempre se recordarán sus peculiares “toques de guitarra sin guitarra” y sus característicos gestos cargados de expresividad, que de algún modo, quedaron reflejados en la portada del álbum. A nuestro juicio, buena parte del éxito que cosechó, fue gracias a Woodstock 69 y a este sobresaliente disco, que marcó el inicio de una brillante carrera. Por suerte para el rock y después de muchos excesos, Joe Cocker logró llegar felizmente hasta nuestros días.

Pink Floyd – The Dark Side Of The Moon (Harvest / Capitol 1973) Publicado por Ruben.Borrajo el 14 junio, 2013 The Dark Side Of The Moon, el lado oscuro de la luna, o quizás si me lo permiten, todo un disco de culto que provocó la apoteosis definitiva del rock sinfónico y progresivo. Con él, los británicos Pink Floyd alcanzaban el éxito absoluto, situándose durante más de tres años consecutivos en lo más alto de las listas musicales de la época.

Pink Floyd se convirtió desde ese momento, en un fenómeno musical a escala mundial gracias a este Long Play, considerado por muchos como su obra magna. The Dark Side Of The Moon es uno de los álbumes más vendidos de toda la historia musical contemporánea. A nuestro juicio, creemos que 70 millones de copias dan buena fe de ello.

Sin duda, me faltan adjetivos para describir a una de las formaciones más influyentes, rompedoras y legendarias que ha dado el rock. Mediante este LP, nos mostraron sus inquietudes artísticas, su tremenda calidad musical e hicieron gala de un virtuosismo instrumental fuera de lo común. Centrándonos en el álbum, octavo de su discografía, se grabó entre 1972 y 1973 en los “Abbey Road Studios” de Londres e incluye 10 pistas. Publicado en Marzo de 1973, fue producido por los propios Pink Floyd y contó con la ayuda del famoso ingeniero de sonido Alan Parsons, un personaje clave en esta obra, que aportó todo un derroche de innovación musical nunca vista hasta la fecha. Destacaremos la profundidad de las letras del LP, escritas en su mayoría por Roger Waters, que abarcan una compleja temática referente a las distintas fases de la vida humana como el envejecimiento, la muerte o la locura, haciendo especial énfasis en esta última, dado la gran conmoción que supuso para el grupo que Syd Barrett, su miembro fundador, les abandonara en 1968. Como ya es costumbre, haremos una mención a los músicos que hicieron posible este antológico álbum: David Gilmour (voz, guitarra, sintetizador), Roger Waters (bajo, voz, sintetizador), Richard Wright (teclados, voz sintetizadores) y Nick Mason (batería).

De sencillamente espectacular, podemos calificar al personal adicional que colaboró con Pink Floyd, pudiéndonos encontrar con una espléndida y esencial sección de coros liderada por la gran dama de la canción Doris Troy, Lesley Duncan, Clare Torry, Barry St. John y Liza Strike. Y por supuesto, siempre respaldados por el saxofonista Dick Parry. Comienza a rodar el vinilo y rápidamente nos trasportará hasta los confines más recónditos del rock espacial. Y es que el lado oscuro de la luna es grande, muy grande, tanto, que en ocasiones sentiremos que los Pink Floyd consiguieron descifrar los secretos del vuelo astral a través del rock. Experiencias extracorpóreas al margen, canciones como “The Great Gig in the Sky”, la introducción instrumental “Speak to Me”, o los infinitos siete minutos de “Us and Them”, nos demuestran una y otra vez que Pink Floyd es mucho más que una banda de rock.Uno de los puntos álgidos del LP tendrá lugar con el clásico entre clásicos “Money”, monumental tema de los más utilizados por el grupo en sus gloriosos shows en directo. Otra de las joyas musicales que completan el disco es “Time”, extraordinaria composición cortesía de los cuatro jinetes del rock sinfónico.

Y que mejor manera de poner punto y final que con “Eclipse”, célebre pista e inolvidables sus latidos de corazón a bajo volumen. Para el recuerdo colectivo, quedará la frase que pronuncian al cerrar el LP: <>. Para la posteridad quedará la enigmática portada del disco, en la que podemos visualizar un prisma piramidal refractando una luz, fue obra del diseñador George Hardie. Mucho y muy variado se ha escrito sobre el significado del cover, rodeado de un profundo halo de misterio. Y como la misión de este blog no es ni mucho menos explorar los dominios de lo sobrenatural, creemos que para realizar tan arduo trabajo de investigación de lo paranormal, ya tenemos a nuestro querido presentador del canal Cuatro de televisión española, Iker Jiménez, que nos acompaña semanalmente capitaneando la “nave del misterio” en su programa Cuarto Milenio.Y así concluye esta delicia sonora, propiedad de Pink Floyd, los caballeros del rock sinfónico y progresivo. Tiempo después, seguirían obsequiando a la comunidad musical con geniales álbumes como “Wish You Were Here” (1975) o The Wall (1979). Solamente Pink Floyd, han sido capaces de hacer este disco único y quién sabe si irrepetible.

Albert King With Stevie Ray Vaughan – In Session (Stax Records – 1999) Publicado por Ruben.Borrajo el 18 junio, 2013

En un principio, esta célebre reunión de leyendas del blues estuvo a punto de no producirse debido a la negativa de Albert King en 1983. Y el principal motivo, fue que Albert King dijo que no sabía quién era aquel guitarrista tejano llamado Stevie Ray Vaughan.

Vaughan era un fiel seguidor de Albert King y cada vez que ofrecía uno de sus conciertos, el mítico Stevie no perdía la oportunidad de verle actuar. Finalmente, Albert King decidió tocar con SRV, pero solamente porque le reconoció como un asiduo a sus conciertos. In Session es un disco especial, a nuestro juicio, lo consideramos como un homenaje de Stevie Ray Vaughan a todo un grande del blues eléctrico, Albert King. En él, podremos sentir la tremenda complicidad musical de estos dos geniales artistas.

Centrándonos en el álbum, las sesiones fueron grabadas en directo para la televisión el 6 de diciembre de 1983 en los <> de Hamilton, (Canadá) y se publicaron el 17 de Agosto de 1999 por el sello Stax Records. En 2010, se edita en formato DVD, conteniendo entrevistas y diverso material extra. Como ya es costumbre, haremos una mención al personal que colaboró en este excelente show: Albert King (guitarra, voz), Stevie Ray Vaughan (guitarra), Tony Llorens (órgano, piano), Gus Thornton (bajo) y Michael Llorens (batería).

Incluyendo 11 temas, abre el disco con el clásico “Call It Stormy Monday” perteneciente a T-Bone Walker, un blues lento en dónde nos muestran su virtuosismo a las seis cuerdas, siempre respaldados por una sección rítmica espectacular. Seguidamente, “Old Times” segunda pista del disco en dónde tiene lugar una interesante conversación entre King y Vaughan, en la que intercambian opiniones y recuerdos.Vaughan, nostálgico, evoca la primera vez que vio tocar a Albert King allá por 1973. Como respuesta, Albert King elogia la calidad musical del tejano, diciéndole que hay muy pocos guitarristas que posean velocidad y “alma de blues”. Sin duda, dos cualidades que convirtieron a Stevie Ray Vaughan en un mito del blues.

Llegará uno de los puntos álgidos con “Pride And Joy”, todo un hit propiedad de Vaughan procedente de su explosivo álbum de debut Texas Flood de 1983. Otros cortes que completan el disco son la magnífica versión del “Ask Me No Questions” de B.B. King, un suave y exquisito “Blues At Sunrise”, el guitarreo incesante de “Match Box Blues” y el extraordinario “solo” de “Overall Junction”. Destacaremos la portada del LP, que de alguna manera, transmite a la perfección la sencillez del arte del blues, un estilo que no necesita de abarrotados estadios ni supermillonarias producciones para demostrar su grandeza. Así concluye esta obra, cortesía de Stevie Ray Vaughan y Albert King. Desafortunadamente, la denominada “música del alma” perdió para siempre a Stevie Ray Vaughan en 1990, en un fatídico accidente de helicóptero. En 1992, Albert King fallecía de un ataque cardíaco en Memphis. Pero no se fueron sin antes dejarnos una colaboración histórica, que sirvió para iluminar una vez más el firmamento del blues.

Bob Marley & The Wailers – Exodus (Island 1977) Publicado por javisuarezadmin el 21 junio, 2013

En la década de los setenta, se convierte por méritos propios en el máximo exponente del reggae, un género musical surgido en Jamaica a finales de los 60. La música reggae, emerge como movimiento musical en esta colonia británica, para inicialmente dar el salto a Inglaterra y poco tiempo después, proyectarse a nivel mundial.El reggae (aunque según los analistas no está muy claro) tomó su mayor influencia de la música negra americana, sobre todo de lugares relativamente próximos como New Orleans y del nacimiento de la música soul, aunque el principal atractivo de dicho género, es que proviene del folklore ancestral y primitivo de la propia isla. Bob Marley, hijo de madre jamaicana y de padre capitán de la armada inglesa, fue el mayor de cinco hermanos. Con apenas dieciséis años, ya graba sus primeras composiciones y es por estas fechas cuando comienza a relacionarse con otros músicos fundamentales de la isla, y con los que serían durante años, sus eternos compañeros los Wailers. Sumergido profundamente en la cultura rasta e involucrado hasta la médula en los problemas político-sociales, ejerce como pacifista, sobre todo en los suburbios de Trench Town, la ciudad que lo vio nacer. Y así se forja la leyenda de aquel jovencísimo Bob Marley durante los 70, grabando sus primeros álbumes con los Wailers y situándose como el rey indiscutible del reggae.

Después de realizar varios discos y obtener un buen número de éxitos, Bob Marley sufre un atentado en Jamaica en 1976, debido a los recelos políticos y a su condición de pacifista, en el que también estuvieron implicados su mujer y su mánager.Motivado por este desafortunado incidente, Marley decide abandonar Jamaica y se instala en Londres para grabar <>. Desde el primer momento en que se publicó, el disco logra colocarse como el mejor álbum de la música reggae y posiciona a Bob como uno de los compositores más relevantes de la música popular. Incluso, sería todo un referente para otras estrellas de la música como Eric Clapton o los mismísimos Led Zeppelin. Centrándonos en el álbum, Exodus fue grabado en Londres a principios de 1977 y se publicó en Junio de ese mismo año para el sello discográfico Island Records. Bob Marley, dio vida a este LP siempre acompañado por sus inseparables Wailers, entre los que se encontraban Aston “Familyman” Barret (bajo), el hermano de Aston, Carlton Barret (batería y percusión), (teclado y voz), Alvin “Seeco” Patterson (percusión) Julian “Junior” Marvin (guitarra solista) y el recordado coro femenino formado por su hermana Rita Marley, Marcia Griffiths y Judy Mowatt.Producido por el propio Bob Marley y sus Wailers, el Long Play contiene varias de las canciones más representativas de su carrera y está repleto de composiciones llenas de fuerza y amor, destacando hits históricos como “Jamming”, las exquisitas baladas “Waiting In Vain” o “Turn Your Ligths Down Low”. Llegará un tema titulado “Exodus”, que da nombre al disco y que referencia el “Movement Of Jah People”, movimiento rastafari basado en el nombre divino de la biblia a Yavé.

Otras pistas esenciales que completan el LP son “Natural Mystic”, “The Heathen” y los mundialmente conocidos que irradian una alegría inusitada: “Three Little Birds” y “One Love/ People Get Ready”. Y así concluye esta obra maestra, cortesía de Bob Marley, aquel que apodaron como el <>. Gracias a este legendario álbum, se consolidó como una de las grandes figuras de la historia musical contemporánea. Marley cambió el sonido del rock en los 70 y difundió como nadie supo hacerlo la situación jamaicana en aquella época. Y para ello, utilizó el mensaje de los rastas, que venía cargado de música, paz y amor. A nuestro juicio, Bob Marley, mesías del reggae, es el ejemplo de que la música tiene poder para cambiar el mundo. Y ahora, vamos todos: ¡¡¡ one love! one heart! let’s get together and feel all right… !!!

AC/DC – Back In Black (1980) Publicado por Ruben.Borrajo el 25 junio, 2013 Tras sufrir la pérdida del cantante Bon Scott, los australianos AC/DC alcanzaban la cima del éxito gracias a este magnífico LP, que provocó un fuerte impacto en la escena musical de los 80. Ciertamente los comienzos de AC/DC allá por 1973 fueron muy difíciles, pero poco a poco fueron conquistando el corazón del mundo, a base de ingentes descargas de rock. Primero se ganaron Australia, su país de origen, para dar el salto definitivo a Inglaterra, Europa y los Estados Unidos. Habían pasado ya casi 7 años de rock, de historia y de carretera, cuando en 1980 la voz de Bon “Dragón Tatuado” Scott se apagó para siempre. La conmoción que produjo este terrible incidente estuvo a punto de disolver al grupo, pero supieron rehacerse y obsequiara la comunidad musical con un soberbio disco al que llamaron “Back In Black”.Sin duda, muchos españoles recordaremos con nostalgia la primera vez que vimos actuar a los AC/DC y a Bon Scott. Ocurrió en 1980, en aquel programa de televisión denominado “Aplauso”, en dónde fueron presentados por Silvia Tortosa. Invadieron el plató a un ritmo vertiginoso, con un <> que captó la atención de jóvenes y mayores. Diez días después, Bon Scott falleció. Y así, se iniciaba el mito de los AC/DC, aquellos que tomaron su nombre de las letras de una máquina de coser que rezaba en su parte inferior <> (corriente alterna / corriente directa). Sin duda, música de alto voltaje para una banda que se consolidó como los nuevos héroes del hard rock.

Centrándonos en el álbum, séptimo de su discografía, fue grabado en los Compass Point Studios de Nassau (Bahamas) y se publicó en Julio de 1980. Producido por Robert Lange, Back In Black llegó a vender más de 50 millones de copias en todo el mundo, situándose como uno de los discos más vendidos de la historia musical.Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de AC/DC, que hicieron posible esta célebre obra: Brian Johnson (voz), Angus Young (guitarra), Malcolm Young (guitarra rítmica), Cliff Williams (bajo) y Phil Rudd (batería). Incluyendo 10 pistas, el LP incluye hits como el inmortal <>, que da nombre al disco, << You Shook Me All Night Long>>, poseedor de un poderoso riff y pegadizo estribillo, <>, <>, <> o <>. Y si a todos ellos, le sumamos la afilada voz de Brian Johnson, arropado por una sección rítmica desbordante y la enérgica guitarra de Angus Young, el resultado que se obtiene es un todo un álbum clásico en el rock.

Destacaremos la portada del álbum, en la que podemos visualizar el logo de AC/DC sobre fondo negro, está dedicada a la memoria de Bon Scott, antiguo vocalista de la banda, que falleció el 19 de Febrero de 1980 debido a una intoxicación etílica. En este disco, aparece por primera vez el cantante británico Brian Johnson, que sustituyó a Bon Scott después de su desafortunada muerte.

AC/DC es uno de los grupos más queridos del rock, una banda de culto y toda una leyenda viva del universo musical que siguen agotando entradas para sus conciertos en cuestión de horas. Allá donde se dirijan, abarrotarán estadios y harán vibrar al público en inolvidables noches llenas de adrenalina, de electricidad y de rock.

Led Zeppelin – The Song Remains The Same (Swan Song Records 1976) Publicado por Ruben.Borrajo el 28 junio, 2013

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The Song Remains The Same, película concierto de una altura sin precedentes, capta al grupo Led Zeppelin, reyes de del acid rock, en escena y fuera de ella, a lo largo de su apoteósica gira de 1973 por los Estados Unidos de América.

Led Zeppelin, memorable cuarteto, ha sido uno de los nombres principales en la historia del rock. Auténticas bestias musicales que viven del directo, su hábitat natural y que nos obsequiaron con este extraordinario concierto en el que solamente hay que sentarse, escucharlo y aplaudir. Centrándonos en el álbum en directo, fue grabado en vivo los días 27, 28 y 29 de Julio de 1973 en el Madison Square Garden de Nueva York. Producido por Jimmy Page, se publicó en formato LP en Septiembre de 1976 por el sello Swan Song Records. En 2007, la casa discográfica Warner Bros lo reeditó en DVD y CD, añadiendo diverso material extra y temas inéditos que no habían sido incluidos en el disco original. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Led Zeppelin que participaron en esta histórica obra: Robert Plant (voz y armónica), Jimmy Page (guitarra y guitarra de 12 cuerdas), John Paul Jones (bajo y teclados) y John Bonham (batería). Sin desmerecer al resto de leyendas que componen Led Zeppelin, destacaremos la increíble calidad musical que mostró el baterista John Bonham en este concierto. Quizás,golpeó a la eternidad, cual ángel de la guarda, ahuyentando todas las miserias que invaden este mundo. Desafortunadamente, Bonham falleció en la casa de Jimmy Page en 1980 debido a una intoxicación etílica. Tenía 32 años.

Antes del inicio del evento, podremos ver unas bellas imágenes de los Led Zeppelin paseando por Nueva York… Y da comienzo el show, con un intenso tema denominado “Rock and Roll”, todo un clásico entre clásicos impregnado por la desgarradora voz de Robert Plant y la poderosa entrada de batería de Bonham. Continúan con una joya llamada “Celebration Day”, para seguidamente hacer enloquecer al respetable con “The Song Remains The Same”. Como no podía ser de otra manera, la explosividad del bajista John Paul Jones y la magistral guitarra de Jimmy Page – por aquella época considerado como uno de los mejores guitarristas del momento – se unen para tocar hits como “Black Dog”, “Dazed and Confused”, el antológico “Whole Lotta Love” y el épico “Stairway to Heaven”, una de las canciones más oscuras y famosas de los Zeppelin, a la que envuelve cierta atmósfera hipnótica. De sencillamente espectacular, calificaremos a “Since I’ve Been Loving You”, tremendo blues que hace las delicias del público. Me faltan adjetivos para describir a “No Quarter” y “Moby Dick”, casi mejor, será que veáis al batería Bonham con vuestros propios ojos.

Y así concluye este monumental ¡Live!, cortesía de los británicos Led Zeppelin, aquellos que nos dejaron un documento imprescindible para poder entender el rock de los 70. A nuestro juicio, el escenario de aquel mítico pabellón neoyorquino sintió todo el estruendo, histeria, fuerza y pasión, que solamente el rock sabe transmitir.

Vinegar Joe – Rock´n Roll Gypsies (Island 1972) Publicado por javisuarezadmin el 3 julio, 2013

Vinegar Joe, banda británica surgida a principios de los 70, pasó a formar parte de los <> de la historia del rock, dado que tuvieron una intensa, pero fugaz popularidad en sus apenas tres años de existencia. Sin duda una corta carrera, de la que salieron dos estrellas de renombre muy poco tiempo después de su repentina desaparición.

Fundados en 1971 bajo el nombre de <>, en ese mismo año pasan a llamarse <>. En 1972 publican “Vinegar Joe”, álbum homónimo al grupo y primero en su discografía, con el que alcanzan un lugar importante dentro del panorama musical británico del momento.

Con un estilo basado en el rock and roll el rythm & blues e incluso el soul, comienzan a destacar notablemente en sus actuaciones en vivo. Acompañados por un excitante elenco de grandes músicos, despuntaban sus dos vocalistas principales, siendo esta una característica prácticamente única en el universo musical de aquellos años. Estos dos excelentes cantantes fueron la explosiva Elkie Brooks y el gran Robert Palmer, que junto al guitarrista Pete Gage y dieron vida a esta legendaria banda. Aprovechando el tirón del primer disco y tras sufrir varios cambios en la formación original, graban este “Rock´n Roll Gypsies” en directo, inmortalizando para siempre sus geniales conciertos.

Centrándonos en el álbum, fue editado por el sello discográfico Island Records y producido por Pete Gage y Vic Smith. Las grabaciones fueron recogidas en tres ubicaciones emblemáticas como The Manor, Olympic y los Island Studios a lo largo de 1972.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los músicos que participaron en esta obra: Robert Palmer y Elkie Brooks (voces solistas), Jim Mullen y Pete Gage (guitarras), Steve York (bajo y armónica), Mike Deacon (teclados) y John Woods y Keef Hartley a la batería, (éste último, insigne baterista vinculado al padrino del blues blanco John Mayall) .

El disco cuenta con diez pistas en total, pudiéndonos encontrar con temas de diferentes géneros, predominando canciones al más puro estilo rock británico como “So Long”, que abre el álbum, “It´s Getting To The Point”” o “Buddy Can You Spare Me A Line”. Robert Palmer brilla en composiciones como “Falling”, o la maravillosa balada “Forgive Us”. Otros cortes que completan el Long Play son una magnífica versión del “Angel” de Jimi Hendrix, balada en dónde Elkie Brooks nos demuestra el potencial de su emotiva voz y una versión del “Whole Lotta Shakin´ (Going On)”, clásico entre clásicos del rock and roll de los 50.

Y para concluir, “Rock´n´Roll Gypsies”, balada que da título al álbum, en donde sobresale la voz de Elkie Brooks arropada por una banda sencillamente espectacular. Después de publicar este disco, los Vinegar Joe solamente grabaron un LP más, poniendo fin así a una breve pero palpitante carrera, convirtiéndose en uno de los últimos testigos de la época dorada del rock británico por excelencia.

A nuestro juicio, Vinegar Joe sentó las bases de las trayectorias en solitario más prolíficas del rock, Robert Palmer y Elkie Brooks, dos vocalistas únicos e irrepetibles.

Eric Clapton – Slowhand (RSO / Polydor 1977) Publicado por Ruben.Borrajo el 10 julio, 2013

<<’She don’t lie, she don’t lie, she don’t lie…cocaine!!’>>

Así comienza Slowhand / Mano Lenta, con <>, canción poseedora de uno de los riffs de guitarra más famosos del rock. Sin duda, el sello personal y la genialidad de Mr. Eric Clapton se aprecian en todas y cada una de sus interpretaciones.

Ciertamente, a estas alturas del siglo XXI creemos que ya no hace falta describir a Eric Clapton, porque su vida, llena de altibajos, su biografía y sus antológicas obras ya están grabadas a fuego en la memoria colectiva de la historia musical contemporánea. Habían pasado 10 años desde la famosa pintada del <>, en aquella pared de la estación Islington de Londres, cuando en 1977 decidió volver a obsequiarnos con otro disco absolutamente legendario al que bautizó como <>. Con él, obtuvo un gran éxito y otra vez más, vuelve a ser aclamado por los analistas musicales de la época.

Centrándonos en el álbum, grabado en los “Olympic Studios” de Londres, se publicó en noviembre de 1977 por el sello discográfico RSO e incluye 9 pistas. Producido por Glyn Johns, con motivo de su 35º aniversario, en 2012 sale a la venta una edición deluxe en la que se añade diverso material extra y otros temas en directo recogidos en el auditorio Hammersmith Odeon de Londres.

Como ya es costumbre, haremos una mención a los músicos que hicieron posible esta obra: Eric Clapton (guitarra y voz), Carl Radle (bajo), Mel Collins (saxofón), George Terry (guitarra), Dick Sims (teclados), Jamie Oldaker (batería), Marcy Levy e Yvonne Elliman (coros).

Dentro del LP, nos encontraremos con clásicos como el “Cocaine” de J.J. Cale, sencillamente magistral y canción estrella del disco. Seguidamente, nos regala un hit denominado “”, para pasar a los divertidos toques country de “”. Otros cortes que completan el Long Play impregnados de esencia blusera son: “Next Time You See Her”, la balada “We’re All The Way”, un diamante llamado “The Core” con un buen saxofón de Mel Collins, el blues de “Mean Old Frisco” de Arthur Crudup y el excelente instrumental “Peaches and ”, que pone el cierre a un disco imprescindible en la carrera en solitario de Clapton. Para la posteridad quedará la portada del álbum, en la que podemos visualizar la mano de Clapton sujetando su guitarra Fender sobre fondo blanco, es un fiel reflejo de la conexión especial de Clapton con las seis cuerdas.

Y así concluye Slowhand, cortesía de aquel que fue guitarra principal de los Yardbirds, de los Derek & The Dominos, de los míticos Cream, de los Bluesbreakers de John Mayall, de la The Plastic Ono Band, de Blind Faith y de los The Dirty Mac junto a John Lennon, Keith Richards, Mick Jagger y Mitch Mitchell. Todas ellas, bandas fundamentales del blues y el rock en las que, a nuestro juicio, Clapton siempre sobresalió muy por encima de los demás guitarristas. Patti Smith – Horses (Arista 1975) Publicado por javisuarezadmin el 17 julio, 2013 Considerado como uno de los álbumes más rompedores de su tiempo, Horses, todo un clásico inmortal, vio la luz en 1975, época en la que Patti Smith y su banda prácticamente debutaban en la escena musical del momento, fusionando rock, poesía, reggae e incluso le añadieron retazos de un nuevo género emergente llamado punk.Patti Smith nace en Chicago, obtiene una amplia cultura musical gracias a sus padres y también recibe una educación religiosa un tanto excesiva. En 1967, decide mudarse a Nueva York, dónde conoce al insigne fotógrafo Robert Mapplethorpe. Con una clara vocación para la interpretación, la música y la poesía, Patti Smith logra hacerse con un lugar importante dentro del circuito underground de Nueva York, actuando como perfomance, además de saltar el charco varios años después para ofrecer conciertos en Paris y codearse con formaciones ya consagradas como Blue Oyster Cult. En 1974 decide crear Patti Smith Group, grabando dos singles no exentos de curiosidad y dando conciertos continuamente, hasta que en noviembre de 1975 se publica Horses, su álbum debut.Centrándonos en el disco, se grabó para el sello Arista Records y fue producido por John Cale, mítico integrante de la Velvet Underground. Como dato anecdótico, el Long Play fue financiado por su fiel amigo, el fotógrafo Robert Mapplethorpe, Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los componentes originales de la banda que dieron forma a Horses: Richard Sohl (piano), Lenny Kaye (guitarra), Ivan Kral (bajo), Jay Dee Daugherty (batería) y Patti Smith (voz). El disco consta de ocho temas, todos compuestos por Patti Smith, apoyada por los demás miembros del grupo. En cuanto el vinilo comience a rodar, nos encontraremos con algunas de las joyas más conocidas de su carrera y sobre todo de su etapa inicial. A nuestro juicio, Horses es un álbum muy difícil de encajar dentro de un género en concreto, ya que está impregnado de varios estilos como el rock, reggae, beat y según muchos analistas, proto-punk.

Abre el LP con “Gloria”, canción clásica de los Them de Van Morrison, dividida en dos partes, “In Excelsis Deo” y la versión simple de “Gloria”. Y todo ello, a un ritmo frenético que nos cautivará en cuanto llegue a nuestros oídos. Para la posteridad, quedará en su versión libre la frase: <>, junto a otras no menos impactantes.Destacaremos las letras de los temas, cargadas de poesía y extraordinarias ocurrencias que se ven reflejadas en pistas como “Redondo Beach” o la extensa “Birland”, entre recitada y cantada, nos cuenta una historia totalmente surrealista, demostrándonos la grandeza de la interpretación de la “madrina del punk”, acompañada de un excelente piano y buenas guitarras. Otro de los cortes principales del álbum y quizás el más rockero es “Free Money”, siguen con el divertido “Kimberly” y “Break it Up” dónde interviene el guitarrista Tom Verlaine de la banda Television.Y para finalizar, un largo tema diferenciado en tres partes titulado “Land: Horses, land Of Thousend Dances, La Mer (De)” dónde Patti nos obsequia con una obra maestra de interpretación, repleta de lirismo, poesía y frases antológicas, enmarcadas dentro de la liberación sexual femenina. En “Elegie”, último y delicado corte participa Allen Lanier, guitarrista de los Blue Oyster Cult.

La legendaria foto de la portada del álbum, fue un trabajo de su amigo de siempre, el fotógrafo Robert Mapplethorpe. Está llena de curiosidades, aunque no lo parezca, como intentonas de retoques, al parecer, por una pelusilla en el bigote de la propia Patti, arreglos de luz etc…En 1996, Horses se reedita en formato CD y agregan una fantástica versión del My Generation de los Who, extraída de un concierto celebrado en The Agora, Cleveland (Ohio) el 26 de junio de 1976.Y así concluye esta obra, que convirtió a la gran Patti Smith en todo un referente musical. Patti, colaboró con innumerables artistas como Bruce Springsteen, influyó en las nuevas generaciones, estuvo implicada en un sinfín de causas activistas e introdujo los valores feministas en la música.Hoy en día y a sus 66 años, todavía mantiene ese espíritu joven que siempre le caracterizó. Bienvenida a nuestro humilde blog, Patti. Tito & Tarantula – Tarantism (Cockroach Records 1997) Publicado por Ruben.Borrajo el 24 julio, 2013

¿Quién no conoce “La Teta Enroscada / The Titty Twister”.”? Según cuentan, se trata de un extraño burdel perdido en mitad del desierto mejicano, en el que suelen parar una gran variedad de camioneros y motociclistas. En su interior, podremos disfrutar de un ambiente hipnótico, casi mágico, impregnado de potentes riffs y un vibrante blues rock, cortesía de una magnífica banda que responde al nombre de Tito & Tarantula.<>, es una película de 1996 dirigida por Robert Rodriguez y protagonizada por George Clooney, Quentin Tarantino y Salma Hayek. ¿Y qué tiene de especial? Sin duda, su banda sonora original, en la que tuvo mucho que ver Tito & Tarantula.

Anteriormente, este grupo ya arrastraba cierta fama y una importante legión de fans, pero gracias al film, obtuvieron un gran éxito y les sirvió como plataforma de lanzamiento de su trayectoria musical. Para la posteridad, quedará su interpretación del eterno “After Dark”, el clásico “Angry Cockroaches (Cucarachas enojadas) y un excelente “Opening Boxes ”.Tito & Tarantula se constituyen como grupo de rock en Los Ángeles en 1992, siendo fundados por el cantante, guitarrista y compositor mejicano Tito Larriva (Ciudad Juárez 1953). Años antes, la carrera de Tito Larriva se forjaba entre varias bandas de punk rock y blues, como The Impalas, The Plugz, The Flesh-Eaters y The Cruzados. Tito Larriva también ha colaborado en las BSO de otras películas como <> de Robert Rodriguez.Centrándonos en el álbum, primero en su discografía, fue producido por Tito Larriva y el director de cine Robert Rodriguez.

Se publicó en 1997 por el sello Cockroach Records e incluye 10 pistas. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los músicos que hicieron posible este disco: Tito Larriva (guitarra y voz), Peter Atanasoff (guitarra, voz), Lyn Bertles (violín, mandolina, armónica y voz), Jennifer Condos (bajo y voz) y Nick Vincent (batería).Dentro del álbum, nos encontraremos con el hit “After Dark”, todo un blues rock lleno de sensualidad y erotismo, que se encargó de inmortalizar la actriz mejicana Salma Hayek con su baile en Abierto hasta el amanecer. Un tema épico, enorme, magistral y realmente espectacular, con el que por un momento, nos harán recordar a los mismísimos The Doors. A un ritmo frenético se presenta el genial “Angry Cockroaches / Cucarachas enojadas”, invadido por cierto aire punk y un guitarreo incesante, se sitúa como uno de los temas más emblemáticos de Tito & Tarantula y del disco. Por si esto fuera poco, nos obsequian con un hit llamado “Back To the House”, elegante y muy elaborado instrumentalmente. Otras canciones de gran calidad que completan Tarantism son el guitarreo sucio de “Smiling Karen”, la bella balada “Flying in My Sleep”, el rock duro de “Slippin’ and Slidin”, “Jupiter” y “Killing Just For fun” Así concluye Tarantism, el explosivo debut de Tito & Tarantula en el panorama musical de la década de los 90. Hicieron gala de un fantástico blues rock, le añadieron tintes hardrockeros mezclados con punk, sonidos latinos y rock fronterizo con humor mariachi. El resultado que obtuvieron es un disco de los que difícilmente se olvidan. ¿Haréis un alto en el camino en ese insólito bar de carretera llamado “La Teta Enroscada”? Seguro que merecerá la pena, cuando veamos a Salma Hayek y los Tito & Tarantula como banda residente… J.J Cale – In Session At The Paradise Studios LA 1979 (Warner 2002) Publicado por javisuarezadmin el 28 julio, 2013 En el año 2002, se publican por primera vez estas sesiones inéditas pertenecientes al <> J.J Cale, junto al también legendario Leon Russell, co-partícipe e integrante de este concierto único e irrepetible, que tuvo como protagonistas a dos de los artistas más admirados de la música americana.

Estas sesiones, ideadas por J.J. Cale, magnífico guitarrista e impulsor del “Tulsa Sound”, recogen casi ochenta minutos de grandísima e íntima música. Fueron grabadas en Junio de 1979 y están cargadas con las mejores composiciones de los álbumes iniciales de Cale. La mayoría, canciones emblemáticas e imprescindibles, cortesía del genio de Oklahoma.

La grabación original analógica fue descubierta en Nashville en el año 2001. Tras superar un arduo proceso de restauración, digitalización y remasterización, esta pieza insólita logra publicarse un año después para uso y disfrute de los fans. Para su realización, se desplazaron a los Leon Russell´s Paradise Studios de Los Ángeles, a finales de la década de los 70. Bajo la dirección y producción de Robert Garofalo, Leon Russell y Daryl Booth, el evento contó con la colaboración de una banda de músicos excelentes. Por allí estaba la mujer del propio J.J. Cale, Christine Lakeland, su compañera inseparable y espléndida guitarrista acústica, Leon Russell a los teclados, Jimi Karstein a la batería y el virtuoso pianista Marty Green. Y por supuesto que a su lado, no podían faltar otros reconocidos instrumentistas como Larry Bell, Nick Rather, Bill Boatmano Ambrose Campbell.

El DVD contiene veintiún temas, más cinco adicionales en los Bonus Tracks, haciendo un inolvidable recorrido por lo mejor de su discografía. Incluye clásicos atemporales como “Nowhere To Run”, “Cocaine”, “Sensitive Kind”, “Roll On”, “Crazy Mama”, “After Midnight”, “Don´t Cry Sister”, “Call Me The Breeze” o “Lies” entre otras. Incluso, ejecutan magistralmente clásicos del blues como “Going Down” o T-Bone Suffle, dejándonos jams sencillamente espectaculares.

Uno de los momentos más curiosos y simpáticos de la filmación, ocurre cuando Cale nos muestra <>, exhibiendo en todo momento su humildad y sencillez. J.J. Cale ha sido uno de los artistas más alabados, queridos y respetados por varios de los músicos más importantes de la historia del rock.

John Weldon Cale, popularmente conocido como “el mago de Oklahoma”, falleció ayer sábado, 27 de Julio de 2013 a los 74 años de edad, debido a un repentino ataque cardíaco. Nos dejó huérfanos de su gran personalidad, pero no de su antológica música, que perdurará en nuestros corazones para siempre. Allá donde quiera que estés, desde este blog te damos las gracias, J.J. Cale. Las estrellas, están el cielo.

Mike Oldfield – (Virgin Records 1973) Publicado por Ruben.Borrajo el 7 agosto, 2013 , gurú del rock sinfónico-progresivo, maestro multiinstrumentista o quizás si lo prefieren, uno de los músicos más grandes que ha dado el siglo XX. En 1973, Mike decidió obsequiar a la comunidad musical con un legendario disco al que bautizó comoTubular Bells, ofreciendo un extraordinario despliegue de virtuosismo, imaginería y talento al servicio del rock. Y así comienza esta mítica historia de las campanas tubulares, en la que Oldfield se esforzó al máximo intentando captar algo nuevo, explorando un vasto territorio sónico y tocando más de veinte instrumentos.

Aclamado por la crítica, Tubular Bells obtuvo un gran éxito, tanto para Mike Oldfield como para la casa de discos Virgin Records, logrando alcanzar rápidamente el número uno en las listas musicales del momento y situándose como uno de los LP’S más vendidos de todos los tiempos. El disco también originó un doble debut, el de Mike Oldfield y la Virgin, por aquel entonces, sello discográfico de reciente creación. Centrándonos en el álbum, primero de estudio en su discografía, se publicó el 25 de Mayo de 1973 para la Virgin Records e incluye dos extensos temas de 25 y 23 minutos de duración. Producido por el ingeniero Tom Newman, Simon Heyworth y el propio Mike Oldfield,Tubular Bells vio la luz gracias a , personaje clave en esta obra, por aquella época un pequeño, pero inteligente empresario que había creado la Virgin Records. Las complejas sesiones de grabación tuvieron lugar en los estudios “The Manor” de Inglaterra.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los músicos que hicieron posible este magnífico trabajo: Mike Oldfield en condición de multiinstrumentista, su hermana, Sally Oldfield yMundy Ellis (voces), Jon Field (flautas), Lydsay Cooper (bajos), Steve Broughton (baterías), Vivian Stanshall (maestro de ceremonias), Inhar I de Espilla y el coro “The Manor” .

En cuanto el vinilo comienza a rodar, inmediatamente ya nos daremos cuenta del porqué de su grandeza. A nuestro juicio, Tubular Bells es el mejor ejemplo de que la música es un estado de ánimo. En ocasiones, nos invadirá la melancolía, en otras enciende la llama de la emotividad y nos abrirá la puerta hacia un nuevo mundo sonoro por descubrir. Para la posteridad, quedará uno de los pasajes instrumentales del disco, que se utilizó como BSO de la película de terror “El Exorcista” de 1973, dirigida por William Friedkin. Toda esta conjunción de factores, aumentaron todavía más la fama del álbum y lo convirtieron en un objeto de culto. Destacaremos la emblemática portada del elepé, en la que podemos visualizar la campana tubular, fue realizada por el diseñador inglés Trevor Key. A raíz de la popularidad que consiguió el álbum y justo un mes después de su publicación, se organizaba un concierto de presentación en el auditorio Queen Elizabeth Hall de Londres. Para la ocasión, Mike Oldfield formó una banda compuesta por músicos como el guitarrista de los StonesMick Taylor, Pierre Morlen o Steve Hillage entre otros. En 2009, sale a la luz una redición en formato CD en la que añaden diverso material extra y un DVD. Así concluye esta obra maestra, todo un patrimonio cultural de la humanidad repleto de sonidos secretos y celebridades sonoras. Una obra histórica, que lanzó al británico Mike Oldfield, Reading 1953, hacia el estrellato del rock. Su nombre, siempre irá ligado a Tubular Bells.

Elvis Presley – Aloha From Hawaii Via Satellite (RCA 1973) Publicado por Ruben.Borrajo el 16 agosto, 2013

La obra que a continuación vas a leer, ha sido grabada en alineación astral favorable, 14 de Enero de 1973, noche de hechizo. Una noche mágica, en la que Elvis Presley fue como un rayo en llamas. <>. Esta frase, pronunciada por John Lennon, es la que consideramos más adecuada para comenzar este artículo dedicado a la memoria de Elvis Aaron Presley, la figura más transcendental del universo rock and roll.Tal día como hoy, 16 de Agosto de 2013, se conmemora el 36º aniversario de su muerte y el 40º de Aloha From Hawaii. Y lo cierto es que a estas alturas del siglo XXI, ya sobran todos los adjetivos para referirse a la leyenda más grande del rock. Nadie ha vendido más discos que él y nadie encarnará jamás el rock como él. Porque Elvis Presley, ha sido el corazón del rock and roll, la luz que ha guiado a los demás artistas y quizás si me lo permiten, una religión.

Centrándonos en el álbum en directo, la actuación se grabó el 14 de Enero de 1973 en el Honolulu International Center Arena de Hawai y fue publicado por el sello RCA Records el 4 de Febrero de 1973. Producido por Marty Pasetta y Joan Deary, Aloha From Hawaii fue retransmitido vía satélite y se convirtió en el primer concierto televisado a escala mundial. Alrededor de 1500 millones de personas, vibraron desde su televisor con el show que ofreció el rey indiscutible del rock and roll.

El gran éxito de ventas que obtuvo Aloha From Hawaii, fue directamente proporcional a su elevado coste de producción de casi 2,5 millones de dólares, por aquel entonces, se situó como el espectáculo más caro del mundo. Como dato anecdótico, destacaremos que el evento no se vio en Europa hasta el día siguiente, el 15 de Enero de 1973. Y curiosamente, en USA no lo visualizaron hasta 4 meses más tarde, debido a que coincidió con la celebración de la Super Bowl. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los músicos que tocaron al lado de Elvis en esta gloriosa filmación: la TCB Band, integrada por artistas del nivel de Ronnie Tutt (batería), (guitarra), John Wilkinson (guitarra rítmica), Glen Hardin (piano y teclados), Charlie Hodge (guitarra acústica y voz), Jerry Scheff (Bajo), los coros vocales J.D. Sumner & the Stamps Quartet (Donnie Sumner, Ed Enoch, Bill Baize, , Edward Wideman), la voz de “cristal” de Kathy Westmoreland, las extraordinarias coristas The Sweet Inspirations (Sylvia Shemwell, Myrna Smith, Estelle Brown). Y por supuesto, siempre respaldados por la genialidad de la “Joe Guercio Orchestra”.

Para el recuerdo del imaginario colectivo, Aloha From Hawaii quedará como con un concierto de dimensiones épicas. Elvis, llegó en helicóptero al evento y comenzó a desgranar a un ritmo trepidante antológicas canciones, tanto de su etapa inicial como de la más reciente. Entremezcló temas con gran acierto y amenizó el show con diálogos divertidos y entretenidos, demostrándonos su gran personalidad e incluso su calidad humana.

Como era habitual en la época, el espectáculo inicia con “Also Sprach Zarathustra”, un tema realizado por el compositor alemán Richard Strauss en el siglo XIX, para musicalizar un poema de Friedrich Nietzsche. Apenas unos años antes, Stanley Kubrick lo había utilizado para la película “2001: Una Odisea Del Espacio”. Elvis contó con la colaboración esencial de Joe Guercio, que lleva las riendas de su orquesta y dota a su música de una gran profundidad, acompañada por una espléndida sección de vientos que llegó a ser considerada por el propio Elvis como <>, en el momento de su presentación. El set list que ofreció, en el que se incluyen más de veinte canciones, Elvis interpreta temas clásicos en su repertorio como “Blue Suede Shoes”, “Fever”, “Hound Dog”, “Love Me”, y el medley “Long Tall Sally/ “Whole Lotta Shakin´Goin ´On”, algunos catalogados como clásicos en los albores del rock and roll y compuestos por el magnífico tándem formado por Jerry Leiber y Mike Stoller. El disco cuenta también con pistas de auténtico blues, género fundamental del que se alimentó Elvis, obsequiándonos con temas como “See See Rider” o “Stemroller Blues”, dónde se puede apreciar el virtuosismo a la guitarra de James Burton a lomos de su histórica Fender Telecaster.

“My Way”, corte sencillamente fantástico, es una versión básica popularizada años atrás por su amigo , en la que Presley aporta una voz pletórica, melódica, maravillosa, aterciopelada y a su vez rotunda. Se atreve también con una balada romántica de The Beatles llamada”Something”, perteneciente a George Harrison y con el clásicos de clásicos “Johnny B. Good”, obra de Chuck Berry. Y lo que fue constante durante los años 70 en su repertorio, fueron hermosas canciones de amor y desamor como “It´s Over”, “I Can´t Stop Loving You”, “Il Remember You” o “I´m Lonesome I Could Cry”, con las que hipnotiza a un amplio sector de público femenino. Otras pistas demoledoras que forman una parte importante del elepé son: Burnning Love”, “You Gave Me A Mountain”, la exitosa “Suspicious Minds” o la épica “An American Trilogie” basada en himnos de la Guerra Civil Americana, con una soberbia interpretación vocal. Y para finalizar, la maravillosa balada de baladas “I Can´t Help Falling In Love”. Elvis Presley arropado en todo momento por un grupo de músicos con letras mayúsculas, se sentía realmente cómplice con el trío rítmico Burton, Tutt y Scheff, quizás no muy conocidos para el público en general, pero grandísimos músicos en sus respectivos puestos. Unidos al rey y a su voz eterna, nos regalaron estelares actuaciones en directo. El traje blanco que Elvis lució para la ocasión, decorado con pedrería y el emblema de un águila, es todo un objeto de culto y permanece expuesto en su mansión de Graceland.

Y así concluye Aloha From Hawaii, cortesía de Elvis Aaron Presley, el creador del rock and roll. Originario de Tupelo, Mississippi 1935, nos dejó un legado magistral y sentó las bases de lo que actualmente se conoce como rock. Desafortunadamente, la muerte hizo su aparición triunfal y se llevó a Elvis un maldito 16 Agosto de 1977, fecha en la que una silenciosa lágrima cayó sobre la mejilla de la humanidad.

Atrás quedó la bella historia de aquel solitario soñador, la de un chico pobre de Memphis que conducía un camión y que desencadenó el movimiento cultural más poderoso del siglo XX. En agosto del 53, Elvis decidió entrar a las oficinas de los estudios Sun Records, en Memphis (Tennessee) para grabar un disco. Y creemos que fue allí, y no en otro lugar, en dónde nació el rock and roll.

<>. Elvis Presley.

Dire Straits – (Vertigo Records 1978) Publicado por Ruben.Borrajo el 21 agosto, 2013

El debut estelar de los Dire Straits se incrustó súbitamente en la memoria colectiva del rock. A nuestro juicio, este magnífico trabajo ya estaba destinado a perdurar en el tiempo desde el primer momento en que vio la luz. En un principio, el disco no obtuvo el reconocimiento que se merecía, incluso, las ventas fueron pobres, pero por suerte para el rock, finalmente se consolidó como uno de los LP’S más famosos de la época. Y todo ello, en plena explosión punk.

Centrándonos en el álbum, primero en su discografía y homónimo al grupo, fue publicado en junio de 1978 por el sello Vertigo Records en Europa y por la Warner en los EEUU. Incluyendo 9 pistas, se grabó en los Basing St. Studios de Londres y contó con la producción de , ex integrante de la Spencer Davis Group y hermano del legendario Stevie Winwood. Reseñaremos que todas las canciones del LP fueron compuestas por , (Glasgow, 1949).

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los músicos que hicieron posible este histórico disco: Mark Knopfler (guitarras y voz), David Knopfler (guitarra, coros) John Illsley (bajo, coros) y Pick Withers (batería). Abre el elepé con “Down to the Waterline”, todo un hit del que destacaremos su lenta introducción y su aumento rítmico a medida que se va desarrollando el tema. El característico riff de guitarra que realiza Mark Knopfler, lo convirtió en todo un éxito y en una de las piezas célebres de los Dire Straits.

Continúan con el aire blues de “Water of Love”, para pasar a “Setting me up”, poseedora de un gran riff y pegadizo estribillo. “Six Blade Knife” es un corte suave y tranquilo, impregnado por la voz ronca de Knopfler y unos nítidos punteos de guitarra. En “Southbound Again” un bello tema, predomina la guitarra de Mark Knopfler y nos da muestras de su virtuosismo a la guitarra.

Seguidamente, llegará una joya llamada “Sultans Of Swing”, canción estrella, clásico entre clásicos del rock y punto álgido del disco, está llena de magistrales riffs de guitarra cortesía de Mark Knopfler. Sultans Of Swing, es un homenaje que los Dire Straits dedican a varios grupos de jazz que amenizaban la noche londinense.

Emitida sin cesar por las emisoras radiofónicas de todo el planeta, “Sultans Of Swing” fue el primer single de los Dire Straits y se situó como una de las canciones más emblemáticas de la banda, logrando obtener numerosos premios y certificaciones. Quizás, a muchos españoles nos invada la nostalgia cuando recordemos aquella tarde de junio del 79, año en el que por primera vez, pudimos ver la actuación en directo de los Dire Straits en el programa de televisión “Aplauso”. Otras excelentes pistas que completan el LP son la balada “Wild West End”, “In The Gallery” y una hipnotizante “Lions”. Así concluye este antológico álbum, el que lanzó a los británicos Dire Straits hacia el estrellato internacional. Un álbum mítico, que asombró a medio mundo gracias a su imaginación desbordante y a su gran calidad musical. Y por supuesto, logró convertir a Mark Knopfler en el nuevo profeta de las seis cuerdas.

Magic Slim And The Teardrops – Raw Magic (Alligator 1982) Publicado por javisuarezadmin el 28 agosto, 2013

Bruce Iglauer, el insigne fundador del sello Alligator Records, afirmó en una ocasión: <>. Con estas acertadas palabras, definía Bruce Iglauer la música de Magic Slim y sus Teardrops a principios de los ochenta. Morris Holt, más conocido por el sobrenombre de “Magic Slim”, nace en 1937 en Torrance, Mississippi, cuna de otros tantos músicos de la familia del blues de Chicago. Desde su infancia, comienza a tocar la guitarra en la ciudad de Grenada, pero en 1955 decide trasladarse a la ciudad del viento, dónde se gana cierta reputación tocando el bajo para <>, llamado Magic Sam. La relación entre ambos fue tan cordial, que después de la prematura muerte de Magic Sam, suponemos que Slim decidió adoptar su apodo como honor personal. Magic Slim era un músico veterano con cientos de actuaciones a sus espaldas y que llegó a compartir su vida musical con la de conductor de camión. En 1965 y después de tocar varios años bajo el nombre de “Mr. Pitiful And The Teardrops”, reestablece su banda y se centra más que nunca en su música, tocando en los locales más concurridos de Chicago junto a otros músicos procedentes de otros grupos. Pero no sería hasta mediados los setenta, cuando le llegaría su gran oportunidad, siendo invitado a tocar con el mítico Hound Dog Taylor. Desde ese preciso momento, Slim se plantea vivir de su propia música.

Durante años, Slim toca durante tres, cuatro e incluso cinco noches por semana en el South Side - el barrio por excelencia del blues de Chicago – en lugares tan famosos como el Checkerboard. En otras ocasiones, gustaba de tocar en el North Side – otra parte de la ciudad – en locales como el B.L.U.E.S. y el Zoo Bar de Lincoln en el estado de Nebraska, alternando todos estos conciertos con innumerables incursiones en Europa. Con un estilo genuino, arropado por su carismática voz y su peculiar forma de interpretar, realiza sus primeras grabaciones, aunque no en la primera línea de los grandes de Chicago, pero, en 1979, ya es incluido en los históricos álbumes de la Alligator <>

Centrándonos en el álbum, Raw Magic se grabó en los “Condorcet Studio” en Tolouse, siendo producido en Francia (debido a la multitud de shows que ofrecían en este país por esas fechas) por Didier Tricard y en EEUU por Bruce Iglauer, para la prestigiosa Alligator Records en 1982. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Magic Slim y “sus ardillas”, que hicieron posible este magnífico LP: Magic Slim (guitarra solista y voces), su hermano Nick Holt (bajo), Junior Pettis (guitarra) y Nate Applewhite (batería). Todos ellos, experimentados músicos de blues.

Conteniendo tan sólo siete temas, el disco inicia con el blues auténtico de “You Can´t Lose Never Had” y continúan con uno de sus éxitos de siempre titulado “Gravel Road” al más puro estilo Chicago. Magic y su banda siguen desgranando clásicos de blues eléctrico como “Ain´t Doing Too Bad”, el extraordinario “Mama, Talk To Your Daughter” de J. B Lenoir, a un ritmo infernal y con virtuosas guitarras, o el tantas versionado y bailable “Mustang Sally”, sencillamente fantásticos sus casi ocho minutos de duración, para finalizar con “In The Heart Of The Blues”. A partir de la década de los ochenta, Magic Slim fue aclamado como uno de los mejores guitarristas de blues de Chicago. Formó un equipo excepcional al lado de sus Teardrops, dotó a su música con un ritmo caliente, enérgico y se dedicó durante toda su vida al blues, su gran pasión. A nuestro juicio, creó una música divertida y mágica. Magic Slim falleció el 22 de febrero de 2013 a los 75 años de edad, pero siempre nos quedará su legado, su magistral estilo a la guitarra, su simpatía y su buen hacer como grande del blues.

Mágico.

George Thorogood & The Destroyers – Bad to the Bone (EMI 1982) Publicado por Ruben.Borrajo el 3 septiembre, 2013

El estadounidense es un guitarrista auténtico, genuino y con denominación de origen. Un guitarrista blanco con el alma muy negra que bebió del estilo de maestros del blues y el rock como Bo Diddley, Elmore James, John Lee Hooker, Willie Dixon,Chuck Berry, Howlin’ Wolf o Muddy Waters. Sin duda una influencia clave para su música, logrando mezclar con gran éxito blues y rock de una manera totalmente diferente al resto.Y la guitarra de George sonó furiosa aquel verano de 1982, año mágico en el que obsequió a la comunidad musical con <>, todo un álbum clásico en el universo blues rock. George Thorogood nace en Wilmington, en el estado norteamericano de Delaware el 24 de febrero de 1950.

Su pasión por el blues comienza a los veinte años, cuando ve tocar al bluesman John Paul Hammond en Chicago, la capital de la música del alma. Tiempo después, funda la banda “The Destroyers”, integrada por el bajista Michael Leviney el baterista Jeff Simon.

Centrándonos en el álbum, se publicó en 1982 por el sello discográfico EMI y contiene 10 pistas. En 2007 y con motivo de su 25º aniversario, sale a la luz una nueva redición del disco en la que se añaden varias pistas adicionales y diverso material extra.Como ya es costumbre, haremos una mención especial hacia los músicos que hicieron posible este LP: George Thorogood (guitarra y voz), Billy Blough (bajo), Hank Carter (Saxofón), Jeff Simon (batería) y el legendario tecladista de los Rolling Stones, Ian Stewart.

Dentro del álbum, nos encontraremos con temas que hacen todos los honores al blues rock, como“Blue Highway”, “New Boogie Chillun” o el Back To Wentzville, ejecutadas a un ritmo frenético. Las magníficas versiones del “No Particular Place To Go” de Chuck Berry, el “Wanted Man” de Dylan o el“New Boogie Chillun” de John Lee Hooker, completan un LP absolutamente redondo que obtuvo numerosos premios y certificaciones.

El punto álgido tendrá lugar con <>, todo un hit que da nombre al elepé y posiblemente su canción más identificable. Para la posteridad quedará su majestuoso e icónico riff de guitarra, que se convirtió en el himno motero de los 80 por excelencia, junto al inmortal <> de los Steppenwolf.

Y así concluye Bad To The Bone, la obra que lanzó a George Thorogood hacia el estrellato internacional. Actualmente, Thorogood, todo un guerrero incansable del blues rock, sigue deleitando al público con su incendiaria música, rememorando continuamente la cultura de aquellos artistas negros que le inspiraron.

Aerosmith – (Columbia Records / Sony Music – 1973) Publicado por Ruben.Borrajo el 10 septiembre, 2013

Y una vez más, el blues, la música del alma, atrapó a los Aerosmithentre su estructura de doce sencillos compases, dando lugar a este excelente álbum de debut homónimo publicado por un ya lejano 1973. Así comenzaba a forjarse la leyenda de los estadounidensesAerosmith, los chicos malos de Boston. Los inicios del grupo datan de 1970 y surgen en la ciudad de Sunappe, New Hampshire, durante un encuentro entre el cantante y el guitarrista Joe Perry en la tienda en la que trabajaba este último. En sus comienzos, losAerosmith se arrastraron actuando en recónditos clubes de noche, incluso, en un principio la crítica llegó a despreciarlos comparándolos como una versión “Light” de los Rolling Stones.

A nuestro juicio, Aerosmith es una formación que posee una gran calidad musical y virtuosos instrumentistas, que se miraron en otros mitos del blues y el rock como Jimi Hendrix, Yardbirds,Led Zeppelin, Peter Green o los Rolling Stones. Desde mi humilde opinión, en la actualidad losAerosmith no hacen otra cosa que subirse al carro del mainstream. Quizás provocado, por la enorme popularidad que consiguieron y un exceso de fama que pasa factura y les repercute negativamente en el tipo de música que realizan hoy en día.

Rápidamente, la banda liderada por Steven Tyler se hizo con un puesto destacado en la escena musical del momento, hasta que en 1972 les llega su gran oportunidad fichando por la CBS.

Centrándonos en el álbum, primero en su discografía, vio la luz en octubre de 1973 por los sellos Columbia Records / Sony Music e incluye 8 pistas. Se grabó en los Intermedia Studios de Boston(Massachusetts) en tan sólo dos semanas, siendo responsable de producción del LP Adrian Barber, un reputado ingeniero que ya había trabajado con bandas míticas como The Allman Brothers Band, Cream o Buffalo Springfield. Reseñaremos que la mayor parte de temas, fueron compuestos por su polémico cantante, Steven Tyler.

Como ya es habitual, haremos una mención especial a los integrantes de Aerosmith, que hicieron posible esta obra: Steven Tyler (voz, teclados y armónica), Joe Perry y Brad Whitford (guitarras y coros), Tom Hamilton (bajo y coros), Joey Kramer (batería) y David Woodford (saxofón).

Dentro del disco, de fuertes raíces bluseras, nos encontraremos con hits como “Mama Kin”, “Make It” o una espléndida versión del “Walkin’ the Dog” de .

El punto álgido llegará con la épica “Dream On”, apoteósica balada impregnada por la desgarradora voz de Steven Tyler y canción estrella del elepé. “Dream On”, clásico entre clásicos del rock, es una maravilla que no caduca. Este tema, también fue su primer sencillo y se convirtió en un éxito tardío (no fue reconocida hasta 1976), situándose como uno de los himnos clave de los originarios deBoston.

En 1975, obsequiaban a la comunidad con geniales LP’S como “Toys in The Attic” (juguetes en el ático), o “Rocks” de 1976.

Y así concluye este disco, el que lanzó a los Aerosmith hacia el estrellato internacional. Con él, dieron muestras de la magnífica formación de hard rock que estaba naciendo y alcanzaron notorios puestos en las listas musicales de la época. Pero eso es lo de menos, lo importante es que trascendió a su tiempo como un fuego que nunca se apaga.

Wattstax – The Living Word- Live From the Original Movie Soundtrack (Fantasy – Stax 1972)

Publicado por javisuarezadmin el 14 septiembre, 2013

“A las tres de la tarde del domingo, bajo un calor intenso del mes de agosto y un inusual cielo limpio y despejado, en el Memorial Coliseum de la ciudad de Los Ángeles, éste recinto deportivo se transformó en una conmovedora expresión de la Palabra Viva….y fue un deslumbrante revival de música soul, de baile y de un espontáneo y fascinante espectáculo…”

Con estas acertadas palabras sobre el festival, el autor nos describe el comienzo de esta gran aventura, que se incluyen en el interior del doble álbum. Y de algún modo, también nos advierte lo que fue la música y la historia de esta película documental denominada Wattstax, filmada un 20 de agosto de 1972. Dirigida por el director de cine y productor Mel Stuart, el “Woodstock Negro”, que así se llamó en su día, fue organizado para conmemorar el séptimo aniversario de los disturbios originados el 11 de agosto de 1965 en el desfavorecido barrio de Watts (Los Ángeles). Watts se convirtió en uno de los únicos barrios en dónde la inmensa población afro-americana podía vivir, en medio de una época convulsa, tensa, con mucho paro, marginalidad y curiosamente sin hospitales. Y aunque un año antes se creó una nueva ley llamada Acta de Derechos Civiles para proteger esta marginalidad y crear viviendas dignas, el estado de California decidió bloquearla con la famosa “Proposición 14”, y eso dio lugar a que los residentes de este necesitado barrio, se acogieran a un sentimiento de injusticia total ante tal desamparo.

Los disturbios que allí se ocasionaron, fueron provocados por una simple detención de tráfico, duraron una semana, comenzando con fuertes peleas callejeras y con una alta presencia policial y militar. Desgraciadamente, fallecieron 34 personas, hubo más de 1000 heridos y según muchas fuentes, quedaron dañados la espeluznante cifra de 600 edificios.

Debido a todos estos desafortunados factores se creó este concierto histórico, en el que participaron grupos de la casa discográfica Stax Records, junto otros invitados para el film. Y contó con los comentarios del excelente artista cómico Richard Prior, héroe de los afro-americanos y gran activista como el reverendo Jesse Jackson. Nos dejaron para la posteridad un memorable discurso de apertura, gritando con el puño derecho cerrado alzado, ¡¡¡I’ Am Somebody!!! que fue coreado por las 112.000 almas que pagaron el precio simbólico de 1 dólar. La recaudación fue destinada y en beneficio de la Stickie Cell Anemia Foundation, al Martin Luther King Hospital y para futuros festivales veraniegos.

Centrándonos en el álbum, con una duración de siete horas, hubo cabida para diferentes estilos musicales, predominando el funk, el R & B, el góspel, el blues y sobre todo el soul, con una amplia lista de grupos, entre los que destacaremos los del disco original publicado en 1972. La primera parte del evento, lo abre emblemático grupo familiar “The Staples Singers” con su mítico Pop Staples y la gran voz de Mavis Staples. Nos obsequian con cuatro temas extraordinarios, como “Oh La De Da”, “I Like The things About Me”, “Respect Yourself”, (que fue versionado posteriormente por Aretha Franklin), y “I´ll Take You There”. Eddie Floyd interpreta temas absolutamente magistrales, como el clásico de clásicos “Knock On Wood” , obra inmortal compuesta por el propio Eddie y Steve Crooper, y una maravillosa versión de“Lay Your Loving On Me”. Los siguientes protagonistas serán por separado, primero Carla Thomas y luego su padre, el legendario cantante, compositor y cómico Rufus Thomas. Carla, poseedora de una dulce y poderosa voz nos deja temas como “I Like What You´re Doing”, “Gee Whiz” y “I Have A Good Who Loves”

A continuación, Rufus enloquece al público con “The Breakdown”, “Do The Funky Chicken” y “Do the Funky Pengüin”, situándose como uno de los instantes estelares del show, cuando el público, sin violencia aparente, salta al coliseo, ya que la grada estaba acordonada y la gente baila frenética, al ritmo del popular funky del pollo.

La segunda parte del disco inicia con la actuación del grupo “The Bar-Kays”, ataviados con sus peculiares ropajes, nos regalaron temas como “Son Of Shaft/Feel It” y una versión funky del “I Can´t turn you Loose”, e intercambiando opiniones sobre la situación que se vivía en aquel momento. El incombustible bluesman Albert King tuvo sus minutos de gloria, consolidándose como una de las actuaciones más importantes del evento, tocando temas como “Killing Floor”, el célebre “I ll Play The Blues For You” y “Angel Of Mercy”. Soul Children, serán los siguientes en aparecer, con dos espléndidas canciones, “I Don´t Know What this world Is Comming To” y “Hersay”, con unas magníficas armonías vocales.

Y para finalizar, cuando ya cae la noche, un tema de Isaac Hayes, apodado el <>.Actuación fantástica, que elevó a Hayes como uno de los héroes del show. Sin palabras, el “Ain´t No Sunshine”, de Bill Whiters, con el que llegaron al clímax sonoro durante 16 minutos.

En la filmación, intervienen otras bandas antológicas y se pueden escuchar más temas de los anteriormente mencionadas como el“Shaft” de Isaac Hayes y otras formaciones y solistas como The Dramatics, Little Milton, William Bell, The Golden 13, LittleSonny, David Porter, The Rance Allen Group, The New Commers, entre otros no menos conocidos.

Esta película documental se proyectó en el Festival de Cannes de 1973 y fue nominada para los premios Globos de Oro, uno de los más prestigiosos del séptimo arte. En 1974, se crea la obra de teatro obteniendo un gran éxito. En 2004, se distribuye por laWarner, con motivo de su 30º aniversario, en una edición especial para el disfrute de las nuevas generaciones. Y así concluye este evento sin precedentes en la historia, lleno de reivindicaciones, de solidaridad, de paz, de amor, de curiosidades, pero sobre todo de genial música en directo, que conquistó nuestros corazones para siempre.

Pearl Jam – Vs. (Epic Records 1993) Publicado por Ruben.Borrajo el 24 septiembre, 2013 El amor a la música, el odio profundo a lo comercial y unas letras reivindicativas que conquistaron el corazón de toda una generación. Y así es Vs., segundo disco de los estadounidenses . A nuestro juicio, la carga profética de sus letras y el componente sentimental situaron al elepé como una referencia inexcusable de la década de los noventa.

Pearl Jam, banda de grunge y rock alternativo originaria de Seattle, nace de los restos de Mother Love Bone, agrupación donde tocaban el guitarrista , el bajista y dos ex componentes de Green River. Tras el trágico fallecimiento por sobredosis de heroína del cantante Andrew Wood, el grupo comienza a buscar un nuevo vocalista. Y encontraron al surfero , que les envió un casete y ya todo cambió. Para su música, se inspiraron en otros artistas como el legendario canadiense Neil Young y en bandas como Led Zeppelin o The Who. Había emergido Pearl Jam. Centrándonos en el álbum, segundo en su discografía, se publicó en Octubre de 1993 por el sello Epic y contiene 12 pistas. Grabado en los estudios “Potatohead” de Seattle y los “The Site” en California, contó con la producción de los propios Pearl Jam y Brendan O’Brien, un reputado ingeniero de sonido que ya había trabajado con artistas de la talla de Aerosmith o Bruce Springsteen.

Vs. obtuvo un enorme éxito comercial, llegando a alcanzar un millón de ventas en la primera semana de su lanzamiento. Manteniendo una fidelidad extrema hacia el modo de vida y el ideario grunge, los Pearl Jam se negaron a realizar videoclips para la promoción de su álbum. De algún modo, la banda se rebela contra la poderosa industria discográfica y se mantiene lejos de los focos y el estrellato. De esta manera, no tendrían que soportar más el exceso de fama.

Incluso, el magazine musical Rolling Stone llegó a definir a Pearl Jam como <>. Otra de las anécdotas curiosas que rodea al grupo sucedió cuando su cantante Eddie Vedder aparece en la fotografía de portada de la revista Time el 25 de Octubre de 1993. Eddie Vedder, que cargaba con la gran popularidad del grupo, se había negado a participar en el reportaje y mostró su descontento con Time. También conocido, fue su boicot a la multinacional de venta de entradas Ticketmaster. La empresa, presionó a los promotores para elevar los precios y obtener así un mayor beneficio económico. Pearl Jam acusó a Ticketmaster de fraude y monopolio y la sometió a un juicio. Fue el primer grupo de la historia del rock que hizo algo así. El juicio duró dos largos años, resultando ganador Ticketmaster. Otra de las notas significativas de Pearl Jam tuvo lugar durante un concierto como teloneros de U2, en el que Eddie Vedder declaró que: <> Toda esta conjunción de factores, aumentó todavía más el carisma del grupo y el gran público llega a considerarles como una banda de culto, convirtiéndose en una de las formaciones más queridas de los Estados Unidos de América.

Como ya es habitual, haremos una mención especial a los integrantes de Pearl Jam, que hicieron posible esta histórica obra: Eddie Vedder (voz) Mike McCready (guitarra) Stone Gossard (guitarra), Jeff Ament (bajo) y Dave Abbruzzese (batería). El disco abre con “Go”, tema en el que destacaremos su batería y un espléndido riff de guitarra del dúo Gossard / McGready. Seguidamente, le toca el turno a “Animal”, pista impregnada por cierto aire hardrockero y la peculiar voz de Eddie Vedder. Todo álbum tiene su punto álgido y este llegará con “Daughter”, memorable y alabado hit que se consolidó como una de las canciones más emblemáticas de los Pearl Jam. En él, Eddie Vedder nos ofrece una excelente interpretación vocal, siempre acompañado de un bello guitarreo acústico. Otros magníficos cortes que completan un elepé absolutamente redondo son un genial “Rearviewmirror”, el cierto aroma a pantano de “Dissident”, arropado por unas fantásticas guitarras, los poderosos riffs de “Leash”, el ritmo trepidante de “Rats” y un suave y relajante “Indifference”, que cierra el LP. Y así concluye Vs., cortesía de Eddie Vedder y sus Pearl Jam, el grupo que manifiesta a través del rock las grietas de una sociedad con unas desigualdades demasiado patentes. De ellos, son conocidas sus fuertes convicciones políticas y sociales, participando reiteradamente en multitud de causas benéficas. Su activismo a favor del cuidado del medio ambiente, y las críticas hacia políticos con demasiadas ansias de poder, hacen de Pearl Jam, una banda tan real como la vida misma.

Miguel Ríos – Conciertos De “Rock y Amor” – (Hispavox – 1972) Publicado por javisuarezadmin el 2 octubre, 2013

La carrera de Miguel Ríos, músico, cantante y andaluz universal está plagada de éxitos y reconocimiento. Corría el año 1972, cuando decide embarcarse en una gira sin precedentes a lo largo y ancho de España, “logrando por primera vez, según muchos críticos musicales, las infraestructuras necesarias para realizar dicho evento musical”.

Sin duda, los setenta han sido una de las épocas de mayor agitación social para nuestro país. Pero, Miguel Ríos consiguió convertir este show en uno de los primeros conciertos de rock and roll grabados en directo en España. Y todo ello, en medio de un tiempo difícil y políticamente cargado. Pionero del rock en España, Miguel Ríos nace en la hermosa ciudad andaluza de Granada en 1944. Con apenas dieciséis años comienza a despuntar como cantante, interpretando temas de autores ya mundialmente famosos, motivo más que suficiente para que dos años después grabara oficialmente su debut musical, permaneciendo desde 1962 como el auténtico precursor del rock and roll en nuestro país.

Mike Ríos saltaría al estrellato mundial en 1970 con una obra maestra del rock sinfónico titulada “Himno a La Alegría”, maravillosa adaptación musical del último movimiento de la 9ª sinfonía de Ludwig Van Beethoven, fruto de una estrecha colaboración durante años con el arreglista, pianista y director de orquesta argentino Osvaldo Nicolás Ferrara, más conocido por el seudónimo de Waldo De Los Ríos.

Con varios millones de discos vendidos por todo el planeta y gracias a este hit histórico, Miguel Ríos se coloca como número 1 en las listas musicales de los Estados Unidos. Vive una de sus etapas más fructíferas, dejándonos álbumes magistrales en pleno apogeo del rock sinfónico. Y durante esos años, organiza una gira de puro rock and roll por las grandes ciudades de España, siempre acompañado por músicos de primer orden y dotado de un magnífico equipo, inusitado hasta esas fechas en la España de la dictadura. Como dato anecdótico, en la parte posterior del álbum reza la siguiente información: “Grabación totalmente realizada durante los Conciertos celebrados en el Monumental Cinema de Madrid, los días 27, 28, y 29 de abril de 1972. Para captar el extraordinario clima de éstos Conciertos, se emplearon dieciséis micrófonos conectados a un equipo grabador de ocho pistas, por medio equipo de control de sonido especialmente construido por HISPAVOX. S. A, equipos reductores de ruido, “Dolby” y compresores “Bellman”.

Esto, aunque parezca sencillo y quizás muy normal para otros países, en España simplemente fue algo novedoso e inusual, dando origen a un glorioso sonido para el show en directo, convirtiendo este álbum en toda una obra de culto. El LP, producido por Hispavox, fue dirigido por el excelente guitarrista Johnny Galvao. De las 11 pistas originales incluidas, la mayoría son versiones de rock más populares de los cincuenta, exceptuando algunos temas básicos en la discografía de Mike.

Y en honor a la excepcional banda que perpetró la consecución de este disco en directo, es de justicia mencionar a estos geniales músicos de diversas nacionalidades: capitaneados por Miguel Ríos a la voz solista, Daniel García (órgano), Cabu Michaud (bajo), Ernesto Duarte (percusión, saxo tenor y flauta), Juan Carlos Padilla (flauta y saxo tenor), Bob Thackway (batería), José Luis Medrano (trompeta) y Jim Kashishian (trombón). Interactuando en todo momento con el poco acostumbrado público y su tímida asistencia a este tipo de conciertos multitudinarios en la España de esa época, Mike inicia su repertorio exaltando al público y animándolo con comentarios explicativos, muy acertados y sutiles. Con temas clásicos del rock, como “Hound Dog”, “Tutti Frutti”, el básico “Jailhouse Rock”, “Land Of Thousand Dances” y “Whai´d I Say”, y uno de los mayores éxitos en español titulado “Popotitos”, (popularizado por la formación mexicana Teen Pops en 1957), la banda ejecuta con mucha brillantez la primera parte del álbum.

La segunda parte abre con el clásico tema folky “Abraham, Martin And John”, homenaje a estos celebres personajes de la historia contemporánea, que de alguna forma lucharon por los derechos de los seres humanos como Abraham Lincoln, Martin Luther King y John Kennedy.

Continúan con “Cantares”, poema eterno del sevillano Antonio Machado y popularizado por el cantautor Joan Manuel Serrat, siendo éste uno de los temas más recordados del álbum. Siguen con “Sabor”, dónde Mike nos presenta a su gran banda, a un ritmo impresionante. Y que mejor manera de finalizar, que con el legendario “Yo Sólo soy un Hombre”, de José Fernando Arbex, componente y baterista de los Brincos y productor de incontables artistas de la música española. Cierran con el clásico “Vuelvo A Granada”, compuesto por el propio Miguel Ríos. En posteriores ediciones del LP, se añadió el “Himno A la Alegría” y el espléndido “Unidos”, en directo esta vez. Así concluye este valioso documento, a nuestro juicio imprescindible, para poder comprender la esencia del rock en España. Lo dotaron de un sonido fantástico y nos demostraron la grandeza del rock and roll, en una España marcada por el conflicto político. Miguel Ríos, gracias a su buen hacer y a su pasión desmedida por la música, consiguió crear y ser escuchado, además de ser admirado en todo el mundo.

Gracias, Mike.

Elliott Murphy – Aquashow (Polydor 1973) Publicado por Ruben.Borrajo el 9 octubre, 2013

Elliott Murphy, poeta del underground, semidesconocida estrella del rock y si me lo permiten, todo un músico de culto. A mi juicio, el rock de Murphy es un universo cargado de creatividad, de emoción, de compromiso y de autenticidad. A pesar de su gran calidad musical, no obtuvo ningún éxito comercial, pero finalmente logró consolidarse como uno de los cantautores más admirados en todo el mundo.

Nacido en Long Island, Nueva York, en 1949, desde muy temprana edad comienza a sentir una pasión desmedida por la música y forma su primer grupo “The Rapscallions”, con el que se encargaba de amenizar las fiestas escolares y resulta vencedor de varios concursos para jóvenes promesas.

Su carrera, está marcada por dificultades y en un principio decide emprender un viaje por Europa, versionando canciones de Bob Dylan en diversos locales nocturnos de Roma para ganar algún dinero. Y también, aprovecha su otra faceta de actor, llegando a obtener un pequeño papel en la película “Roma” de Federico Fellini.Por suerte para el rock, Murphy abandonó su idea de convertirse en actor y regresa a los Estados Unidos, dónde empieza a colaborar con artistas como Patti Smith, escribiendo canciones sin descanso e impregnándose del ambiente underground que se respiraba en los pubs de la gran manzana. Pero no sería hasta 1973, cuando debuta oficialmente con “Aquashow”, un excelente álbum que fue alabado por la crítica de la época. Centrándonos en el álbum, primero en su discografía, fue publicado en 1973 por el sello Polydor e incluye 10 pistas. Grabado en los estudios Record Plant y los Sterling Sound de Nueva York, destacaremos que todas las canciones que lo conforman fueron compuestas por Elliott Murphy. Como ya es habitual, haremos una mención especial hacia el personal que hizo posible este magnífico disco: Elliott Murphy (voz, guitarra, teclados y armónica), Teddy Irwin (guitarra), Matthew Murphy (bajo), Frank Owens y Pat Rebillot (teclados), Tasha Thomas, Dennis Ferrante, Jim Mason, Eddie Mottau, Maretha Stewart, Linda November, Dick Wagner (coros) y Gene Parsons (batería).

Abre el elepé con el hit “Last Of The Rock Stars”, posiblemente su canción más identificable y de las más utilizadas en sus conciertos en vivo. Otros espléndidos cortes que completan el disco y muy elaborados instrumentalmente son “Hangin’Out”, “Graveyard Scrapbook”, “Marilyn” o “Hometown” en dónde apreciaremos su personalísima voz.

Así concluye esta historia, la del genial músico, periodista y escritor cuyo eslogan da nombre a nuestro blog. Actualmente, Elliott Murphy, a sus 64 años, continúa deleitando al público con sus fantásticos shows en directo, siempre acompañado por los “The Normandy All Stars” y un mago de la guitarra llamado Olivier Durand. Y por supuesto, sigue haciendo del rock and roll su adicción y de la literatura su religión.

Quizás, Murphy sea la última estrella del rock and roll.

Dr. Feelgood – Stupidity (United Artists 1976) Publicado por javisuarezadmin el 16 octubre, 2013

Mediados los años 80, se creaba en el Reino Unido el “Q Magazine”, una popular revista de rock y pop que nominó a este álbum entre los “20 mejores álbumes en directo de todos los tiempos”, debido a su energía y a la frescura interpretativa de esta histórica banda en sus shows en directo. Dr. Feelgood, originarios del condado de Essex – muy cerca de la capital británica – comienzan su andadura musical en los albores de los 70, convirtiéndose por méritos propios en uno de los grupos esenciales del “pub rock”, género en el que se erigen como los auténticos líderes. Recorren infinidad de locales y brillan en todas y cada una de sus actuaciones, cargadas de rhythm and blues y rock and roll a un ritmo trepidante. A nuestro juicio, los Dr. Feelgood fueron la herencia directa de algunas bandas clásicas del panorama musical británico de los 60.

En 1974 publican “Down by The Jetty”, primer y exitoso álbum que obtuvo una muy buena acogida tanto en Europa como en América, lo que les valdría para grabar al año siguiente su clásico “Malpactrice”, siendo ambos discos, de los más relevantes en su ya extensa carrera. Los Dr. Feelgood estaban capitaneados por el excelente armonista e intérprete Lee Brilleaux, el magnífico guitarra y compositor Wilko Johnson, respaldados por los incuestionables John B. Sparks (bajo) y John Martin (batería), apodado éste último “The Big Figure”. Gracias a la fama que consiguieron con estos dos álbumes de culto, en 1975 publican el directo “Stupidity”, con el que capturan toda la fuerza, poderío y el énfasis de sus antológicas actuaciones. Centrándonos en el disco, fue producido por los propios Dr. Feelgood y se grabó en dos localizaciones diferentes a lo largo de 1975. Finalmente, sale a la luz pública en septiembre de 1976 y se coloca como Nº1 en las listas británicas durante nueve semanas consecutivas. Sin duda, un éxito sin precedentes en pleno auge del “glam rock” y en el momento cumbre de otras grandes formaciones de la historia del rock. El elepé original contó con trece temas grabados en dos lugares distintos, el primero fue en la localidad de Sheffield, concretamente en el Sheffield City Hall y el segundo en el “Southend Kursaal”, en la ciudad de Southen-On-Sea, condado de Essex, un 8 de noviembre de 1975.

El LP contiene espléndidas versiones de artistas fundamentales del rock, del blues y rythm and blues como “Talking About You” de Chuck Berry, “Stupidity” de Solomon Burke, el inmortal “I´Am A Man”, obra del maestro Bo Diddley, “Walking The Dog” de Rufus Thomas o eternos del blues como “Cheking Up On My Baby” de Sonny Boy Williamson. Y también sobresalientes, las composiciones propias entre las se encuentran “Twenty Yards Behind”, “All Trought The city”, “She Does It Right”, destacando la magistral “Back In The Night” y el genial “Roxette”, reseñando la fantástica labor del guitarra Wilko Johnson. El disco, poseedor de un sonido rotundo e incombustible, arropado por la voz y armónica de Lee Brilleux y una extraordinaria sección rítmica, hace las delicias de un público totalmente entregado a este inolvidable cuarteto. En 1998 se edita bajo el sello Grand Records una nueva edición del álbum en formato CD, incluyendo dos temas nuevos, uno de ellos el célebre “Riot In Cell Block No.9” y el “Johnny B. Good” de Berry. En 2005 se publica el DVD “Going Back Home”, con el que disfrutaremos de su mítica actuación en el Southend Kursaal. Así mismo, también añaden un segundo disco con el concierto completo en directo.

“Stupidity” coincidió justamente cuando florecía el punk rock en Inglaterra. Grupos emblemáticos como los o The Clash, sonaban sin cesar en las emisoras de radio británicas, pero, Dr. Feelgood se situó como un grupo brillante que supo llegar a una audiencia joven. Llenaron grandes salas, también teatros e incluso pubs de menor aforo, acompañados por su genuino estilo musical en medio de una época de protestas y agitación social en la Inglaterra de los 70. Aunque hubo muchos cambios en el seno del grupo, jamás renunciaron a su estilo, perdurando hasta nuestros días. Actualmente, Dr. Feelgood es una de las bandas legendarias del rock.

Gary Moore – Back On The Streets (MCA Records 1978) Publicado por Ruben.Borrajo el 23 octubre, 2013

La colaboración estelar de la leyenda del rock Phil Lynott en este elepé causó un fuerte impacto en el panorama sonoro de los setenta. Por una parte, Lynott, poeta del rock y carismático líder de los Thin Lizzy, por otra, Gary Moore, amigo personal de Lynott y excelente guitarrista. Sin duda, Moore, todo un irlandés de fuego, logró moldear una obra que no pasó desapercibida para la historia del rock. Originario de Belfast (Irlanda del Norte), Gary Moore tuvo una infancia difícil. Marcado por continuos problemas familiares, decide marcharse de su casa a los dieciséis años para establecerse en Dublín, - ciudad en dónde comienza su carrera – obteniendo rápidamente un lugar destacado en la escena musical del momento gracias a su virtuosismo a las seis cuerdas.

En 1974, Phil Lynott, cantante, bajista y compositor de los Thin Lizzy, decide ficharle para sustituir al guitarrista Eric Bell. Y el gran Gary, continúa dando muestras de su buen hacer a la guitarra, tocando como miembro de los Lizzy en su Nightlife de 1974. Un año después, recala en las filas de otra magnífica agrupación: Colosseum II.

Centrándonos en el álbum, segundo en su discografía, se publicó en septiembre de 1978 por el sello MCA Records y contiene 8 pistas. Producido por el propio Gary Moore y Chris Tsangarides, se grabó en los estudios Morgan de Londres y se encuentra impregnado de hard rock y blues, dos de los géneros por los que Moore y Lynott sentían una gran pasión. Como ya es habitual, haremos una mención especial a los músicos que hicieron posible este LP: Gary Moore (voz y guitarra), Phil Lynott (bajo, guitarra y voz), John Male (bajo), Don Airey (piano), Brian Downey (ex Thin Lizzy) y Simon Phillips (batería). Dentro del disco, nos encontraremos con pistas de bella factura como “Back On The Streets”, «Song for Donna», los instrumentales “Hurricane” y “Fight of the Snow Moose” o “Don’t Believe a Word” y «Fanatical Fascists», con la participación del mito del rock Phil Lynott. Pero si hay un tema que sobresale por encima de los demás, ese es “Parisienne Walkways”, todo un hit e inmortal balada que lleva el sello inconfundible de Lynott / Moore. El paraíso, debe ser algo parecido a esta canción, cargada de blues y melancolía.

Desafortunadamente, la muerte hizo su aparición triunfal y se llevó a estos dos geniales músicos para siempre. El 4 de Enero de 1986, Phil Lynott falleció víctima de una sobredosis de alcohol y las drogas a los 36 años de edad. El 6 de Febrero de 2011, el cuerpo sin vida de Gary Moore se encontró en una habitación del Hotel Bahía de Estepona (Málaga), según se comenta, debido a un ataque al corazón. Tenía 58 años.

Pero no se fueron, sin antes obsequiarnos con un vendaval de sentimientos al que llamaron “Back On The Streets”.

The Jimmy Dawkins Band – Blisterstring (Delmark – 1976) Publicado por javisuarezadmin el 31 octubre, 2013 Jimmy Dawkins es considerado un grande del blues eléctrico de Chicago desde la década de los setenta, debido a su original estilo y a su peculiar manera de tocar la guitarra, que al oírla de inmediato se reconoce.

Nacido en la localidad de Tchula (Mississippi) en el año 1936, James Henry Dawkins comienza a tocar la guitarra siendo un adolescente, influenciado por otros bluesman legendarios como Smiley Lewis o el gran Little Milton. Es de sobra conocido, el éxodo de las gentes del estado de Mississippi hacia Chicago durante la década de los cincuenta, en busca de prosperidad y oportunidades. Y en el caso de Jimmy no ha sido una de excepción, instalándose a mediados de los años 50 en el norte de la ciudad del viento.

Rápidamente se impregna del blues de aquella época, hasta que logra formar su primera banda, colabora como músico de sesión y ofrece giras por locales emblemáticos de Chicago como The Pink Poodle, The Big Squeeze Club o el The Copa Cabana and Alice´s Revisited, tocando al lado de mitos como Magic Sam, Wild Child Butler o Jimmy Rogers. La amistad que le unía al gran Magic Sam, le sirvió para grabar “Fast Fingers” en 1969, primer disco y fundamental en su carrera. Este álbum de debut fue aclamado por la crítica, llegando a conquistar un galardón en Francia y supondría su aparición en el mítico festival de blues “Ann Arbor Blues Festival”. Desde entonces, Dawkins se sitúa como un miembro de la élite del blues de Chicago y del “West Side Sound”, un sonido definido según el crítico musical Jim Feeney como: “sin pulir, arenoso, crudo, agresivo, despojado y potente”. Jimmy continúa su excelente trayectoria musical grabando junto a infinidad de músicos, hasta que en 1976 publica “Blistrestring”, su sexto álbum en solitario. Editado en los famosos estudios “Chess” de Chicago, en el “Honeywell Building”, según varias fuentes, ha sido esta, la última grabación de blues allí realizada.

Fue producido por Steve Tomashefsky y la propia Jimmy Dawkins Band, para el prestigioso sello Delmark Records de Bob Koester, Para su grabación, Jimmy contó con miembros habituales de la Delmark Records y amigos como el virtuoso Jimmy Johnson (guitarra rítmica), Sonny Thompson (piano), Sylvester Boines (bajo) y Tyrone Centuray (batería). Originalmente, el elepé incluye ocho temas, y en 1996 se reedita nuevamente incorporando cuatro pistas inéditas, lo que todavía cubre más de gloria este fantástico disco.

Contiene clásicos como “Feel So Bad”, magnífica versión de más de siete minutos de duración, el incendiario “Chilitns Con Carne” del magistral guitarrista Kenny Burrell, un espléndido “” y hits como “Ode To Billie Joe”. Otros cortes de cosecha propia, como “She Got The Blues”, la bella y triste “Welfare Line” – hoy todo un clásico – , o canciones de la nueva edición como “Shuffin The Blues”, “People Will Talk” y “Sea Of Luv”, harán las delicias de los amantes del blues. Gracias a su arte genuino a las seis cuerdas y a su carismática voz, Jimmy Dawkins se convirtió en uno de los músicos más activos del entorno blues de Chicago. Desde los años ochenta, colaboró en el prestigioso magazine “Living Blues”, y también decide crear su propio sello discográfico “Leric Music Co.”, albergando en él a nuevas generaciones del blues. Jimmy “fast fingers” siguió tocando, experimentado y grabando innumerables álbumes. Logró ser admirado tanto en su país, como en Canadá, Europa y Japón, hasta que desgraciadamente la muerte hizo su aparición triunfal y se lo llevó el 10 de Abril de 2013.

Y este artículo, es nuestro más sentido homenaje.

The Velvet Underground & Nico (Verve Records 1967) Publicado por Ruben.Borrajo el 6 noviembre, 2013

Aunque parezca increíble, uno de los discos más famosos del rock pasó completamente desapercibido para la crítica musical de los años sesenta. En su momento, la repercusión que obtuvo no fue mucho más allá de los locales de ambiente nocturno de la gran manzana y tuvieron que pasar muchos años para lograr el tan ansiado reconocimiento por parte de los analistas. La enorme influencia de este elepé llegó a otras formaciones venideras de punk y rock, que tomaron como base de su sonido las canciones de la Velvet Underground. Lou Reed nace en Nueva York el 2 de marzo de 1942 en el seno de una familia judía de Brooklyn. A muy temprana edad comienza a estudiar música, interesándose por géneros como el rhythm and blues y el rock and roll. Posteriormente, se traslada a Freeport (Long Island) dónde se inicia en el arte de las seis cuerdas.

Marcado por una juventud muy difícil (sus padres le sometieron a duras terapias psiquiátricas debido a la complejidad de su carácter), en los años sesenta ingresa en la Universidad de Syracuse para cursar Filología. Durante esta época conoce al músico galés John Cale y fundan la “Velvet Underground”, una banda de rock apadrinada por el artista plástico Andy Warhol. Lou Reed, lideró la Velvet Underground de 1964 a 1970, para tiempo después iniciar su carrera en solitario.

Centrándonos en el álbum, se publicó el 12 de marzo de 1967 por el sello discográfico Verve Records e incluye 11 pistas. Grabado en los Scepter Studios de Nueva York y en los T.T.G Studiosde Hollywood, contó con la producción estelar del artista plástico Andy Warhol y Tom Wilson. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los músicos que hicieron posible esta obra: Lou Reed (guitarra y voz), Sterling Morrison (bajo, guitarra y voz), John Cale (viola, piano y bajo), Maureen Tucker (batería) y la cantante alemana Nico. Dentro del disco, repleto de hits, nos encontraremos con temas como la bella balada “Sunday Morning”, el ritmo trepidante de “I’m Waiting for the Man”, o el clásico entre clásicos “Heroin” todo un éxito de gran profundidad lírica y posiblemente la canción más identificable de la Velvet.

Otros cortes reseñables que completan el LP son el frenético “Run, Run, Run”, “Venus in Furs” – impregnada de cierta oscuridad – y el “I’ll Be Your Mirror” arropada por la suave voz de Nico.Y si hay un tema que realmente llama la atención, ese es “European Son”, estridente, desordenado y desde mi opinión, ruido por el placer de hacer ruido. Destacaremos la emblemática portada del álbum, en la que podemos visualizar un plátano, fue obra de Andy Warhol y se consolidó como una de las más recordadas del rock. Las primeras y únicas ediciones del LP contenían un platano “pelable”, que hoy en día son cotizadas por encima de los 2.000 euros. Desafortunadamente, el pasado 27 de octubre Lou Reed falleció y todavía se desconocen las causas de su muerte, aunque todo apunta a complicaciones derivadas de un trasplante de hígado al que fue sometido en el mes de abril. A través del rock, nos mostró la realidad de la calle y las miserias del ser humano. Se arrastró por los clubes de noche más recónditos de Nueva York y llegó a ofrecer conciertos de dimensiones épicas en locales de escasa reputación. Por ello, toda la comunidad rock debe darle las gracias. A nuestro juicio, Lou Reed ha sido el músico de los desamparados, de los débiles y los marginados. Leyenda del rock y poeta del underground, acogió entre sus versos a los colectivos con mayor riesgo de exclusión social. Sus canciones sobre prostitutas, drogadictos, alcohólicos o travestis, quedarán grabadas a fuego en la historia musical contemporánea. Y utilizó el rock para que una vez más, la sociedad escuchara su voz.

Lou, vivió entre versos, heroína y underground, fue el poeta de aquellos pubs tenebrosos, de paredes vacías, sin alma, y los iluminó con esperanza.

Emerson, Lake & Palmer – Tarkus (Island – 1971) Publicado por javisuarezadmin el 14 noviembre, 2013

Como ya hemos referenciado en más de una ocasión, el año 1970 ha sido uno de los más fructíferos del rock. Vio nacer a bandas carismáticas e innovadoras, y posiblemente Emerson, Lake & Palmer, se consolidó como una de las mejores formaciones de rock sinfónico y de vanguardia que se recuerda.

Estos pioneros y genios de la música progresiva, comienzan su andadura en Bournemouth, una localidad costera situada al sur deInglaterra. Tras formar parte en diferentes agrupaciones, deciden establecerse como trío en 1970, grabando pocos meses después su primer álbum sin título, con el que obtienen el tan ansiado reconocimiento de la crítica musical de la época. Sus grandes conciertos y sus majestuosas puestas en escena, lograrían cautivar a un público con ganas de atisbar lo que depararía la década de los 70 y las nuevas corrientes musicales de entonces, siendo especialmente memorable su actuación en el histórico “The Isle Of Wight Festival” de ese mismo año.

Los artífices de esta súper – banda inglesa fueron: el pianista, tecladista y compositor Keith Emerson, el bajista, productor y fundador del grupo Greg Lake y el extraordinario baterista Carl Palmer. Como dato anecdótico y para demostrar la valía que Carl Palmer ostentaba a la batería, incluso el mismísimo Jimi Hendrix intentó ficharle para su grupo. Pero finalmente, se decantó por una aventura musical al lado de Emerson y Lake. Este trío de ases, provenían de otras importantes bandas británicas como el caso de Greg Lake – que dejó a King Crimson – Emerson (ex The Nice), o Palmer (ex Atomic Rooster). Sin duda, todos ellos ya poseían una dilatada experiencia en los 70, y dieron muestra de una gran versatilidad, que les supondría desde el momento de su fundación, un éxito garantizado. Toda esta conjunción de factores, dio lugar a su primer álbum de debut en 1970. Solamente 7 meses después, publicaron – en un tiempo récord - este segundo trabajo al que llamaron “Tarkus”, considerado por los analistas como su obra magna.

La fuerza del teclado, es prácticamente la base del sonido de losEmerson, Lake & Palmer. Como no podía ser de otra manera,Emerson nos deleita constantemente con su virtuosismo, convirtiéndose en el “hombre clave” del grupo, capaz de interpretar desde música clásica al piano, hasta un puro rock sinfónico. Y por supuesto, siempre acompañado de Lake a la voz y por Palmer, que recrea todo un universo de sonidos y dota a su batería de múltiples maravillas técnicas. Tarkus, sin llegar a ser una ópera rock, es una obra conceptual del rock progresivo cargada de música de gran calidad, en la que nos encontraremos desde intros de obras clásicas de Bach, hasta un sinfín de sonidos y un derroche de imaginería rock, sólo a la altura de los más grandes. Grabado para el sello Island Records en los Advision Studios, el LP se publicó el 14 de junio de 1971 y fue producido por Greg Lake. Incluyendo siete pistas, en su cara A disfrutaremos de una gran suitetitulada como el propio disco “Tarkus”, solamente un tema dividido en siete fases diferenciadas: I “Eruption”, II “Stones of years”, lll “Iconoclast”, IV “Mass”, V “Manticore”, VI “Battelfield” y VII “Aquatarkus”,y al que calificaremos como esencial dentro de la música contemporánea. El contenido, se crea a partir de un volcán en erupción y la lucha de unos seres en unos paisajes futuristas, como el “armadillo-tanque” contra “terodáctilos-mecánicos” y el enemigo más odiado que es la “Mantícora”. Esto se puede observar perfectamente en el interior del álbum original con portada abierta, basadas en las pinturas del artista inglés y diseñador gráfico William Neal.

La cara B abre con la divertida “Jeremy Bender”, la movida “Bitches Crystal”, “The Only Way” (Hymn), usando de puente la introducción la “Tocatta en F y Preludio VI de Bach”. El resto de cortes que completan el elepé son: “Infinite Space”, un espléndido “A Time In A Place”, para finalizar con un curioso rock and roll al más puro estilo de Jerry Lee Lewis, denominado “Are You Ready Eddy?”.

A nuestro juicio, Emerson Lake & Palmer fueron unos músicos avanzados a su tiempo. Y como afirmó en su día Jordi Sierra i Fabra:<>

Keith Emerson (órgano Hammond, St. Marks Chuch, Órgano, Piano, Celeste, Moog Synthesiser),Greg Lake (voz, bajo eléctrico y guitarra acústica), Carl Palmer (batería, percusión). King Crimson – In the Court of the Crimson King (Atlantic 1969) Publicado por Ruben.Borrajo el 20 noviembre, 2013

En 1969, los británicos King Crimson obsequiaban a la comunidad musical con este magistral elepé de rock progresivo, toda una obra de culto que en un primer momento fue menospreciada por varios artistas del rock y por la crítica de la época. In The Court no obtuvo ningún éxito comercial, pero con el paso de los años se consolidó como un disco histórico para el rock.

Pioneros del rock progresivo, los King Crimson se constituyen como banda en el Londres de 1968, siendo fundados por los hermanos Peter (bajo) y Michael Giles (batería), junto con el virtuoso guitarrista Robert Fripp, que ya eran poseedores de una amplia experiencia en otras agrupaciones musicales.

Centrándonos en el disco, se publicó el 10 de Octubre de 1969 por el sello Atlantic Records e incluye cinco pistas. Grabado en Los Wessex Sound Studios de Londres, fue producido por los propios King Crimson y alcanzó un notorio lugar en las listas musicales, influyendo notablemente sobre otras formaciones venideras del rock. Destacaremos que este LP está dominado por el uso del Mellotron, un teclado eléctrico que Ian McDonald se encargó de inmortalizar. Como ya es costumbre, haremos mención a los músicos que hicieron posible este álbum: Robert Fripp (guitarra), Greg Lake (bajo, voz) Ian McDonald (mellotrón, flauta, clarinete, saxofón, vibráfono, teclados), Michael Giles (batería, percusión, coros) y Peter Sinfield (letras).

Dentro del LP, impregnado de un atractivo aroma a rock y jazz, complementado por música clásica, nos encontraremos con canciones como “21st Century Schizoid Man, todo un temazo que abre el disco a golpe de jazz rock a un ritmo vibrante. Seguidamente, le toca el turno a “I Talk To The Wind”, una balada suave, melódica y de cierto aire medieval, gracias a la flauta de Ian McDonald. Continúan con “Epitaph”, melancólico tema que nos demuestra por qué la música es un estado de ánimo. Llegará “MonChild”, quizás la pista más experimental del álbum y de mayor duración.

Y que mejor manera de poner punto y final que con “The Court of the Crimson King / The Return of the Fire Witch & / The Dance of the Puppets”, todo un hit y posiblemente la canción más identificable de los King Crimson. Muy elaborada instrumentalmente, en ella podremos disfrutar del particular universo de sonidos que la banda logra recrear.

Para el recuerdo del imaginario colectivo quedará su portada, un trabajo del dibujante y programador informático Barry Godber, que falleció poco tiempo después de editarse el disco. Y así concluye este elepé, cortesía del magnífico guitarrista Robert Fripp y sus King Crimson, aquellos que convirtieron esta obra en única, y quién sabe si irrepetible.

Johnny Jenkins – Ton-Ton Macoute! – (Atco – Capricorn 1970) Publicado por javisuarezadmin el 27 noviembre, 2013

Una buena parte de este álbum, se grabó en 1968 en los “Rick Hall´s Fame”, – Studio B - pertenecientes a la histórica casa discográfica “Muscle Shoals”, (Alabama) y en los “Capricorn Studios” de Macon (Georgia). Curiosamente, el disco fue programado para ser el primero en solitario del legendario guitarrista Duane Allman, justo antes de formarse The Allman Brothers Band.

El proyecto quedó aparcado hasta que apareció Johnny Jenkins, que ficha por el sello Capricorn Records. Algunos años antes, en 1962,Jenkins grabaría junto a un jovencísimo Otis Redding en la banda “The Pinetoppers”, dónde ya demostraba su valía a la guitarra y su peculiar voz. Pero Johnny nunca cosechó tanto éxito como su mítico compañero, con el que quedó profundamente enemistado.

Diversas fuentes también argumentan que el mismísimo Jimi Hendrix quedó prendado de su buen hacer a la guitarra y de su moderno estilo, sirviéndole de gran influencia antes de empezar con su estelar pero corta carrera. Entre 1969 y 1970, bajo la producción de Johnny Sandlin, Duane Allman y arreglado por Phil Waden (el artífice de esta idea), sacaron adelante el Long Play, grabado en la ciudad de Macon, sede de los Allman Brothers. El disco cuenta con la colaboración de músicos excepcionales, como Pete Carr yJimmy Nails (guitarras), Paul Hornsby (teclados y batería), Robert Popwell(bajo), unos coros estupendos y los miembros de los Allman Brothers:Butch Trucks, Jaimoe, y Berry Oakley, como apoyo moral.

Este fantástico LP, aunque un tanto oscuro y misterioso, nos resulta difícil clasificarlo, pudiéndonos encontrar desde el blues más pantanoso, hasta el rythm & blues más atrevido e incluso suena con una variante funk única. Originalmente, el disco contiene nueve temas, incorporando dos más en la esperadísima reedición de 2007, editándose por primera vez en formato CD y hasta la fecha casi imposible de conseguir esta joya de valor incalculable.

Comienzan con “I Walk On Guilded Splinters”, quizás la canción más recordada del álbum y la única grabada en directo por casi todos los integrantes, incluido Duane Allman. Nos obsequiaron con un maravilloso trabajo al dobro, acompañado de una gran intensidad a los timbales, cortesía deJaimoe y Trucks.

También posee versiones clásicas como el célebre “Leaving Truck”de Sleepy John Estes, o el “Rollin´Stone” de Muddy Waters en dóndeDuane Allman brilla con luz propia a la Slide Guitar. Seguidamente, tendrán lugar otras versiones como el “Dimples”, de Bracken / Hooker,que más adelante versionarían los Allman Brothers Band. La poderosa voz de Johnny Jenkins hace acto de presencia en “Sick And Tired”, y en el “Down Along The Cove” de Dylan, otra vez con Duane a la slide y su emblemático sonido. Otras pistas memorables que completan el elepé son: “Bad News”, el genial “Voodoo In You”, la movida “I Don´t Want No Woman”, en dónde la banda nos da muestras de su virtuosismo incontestable. Y para finalizar, un melancólico blues de Otis Rush llamado “My Love Will Never Die”.

Quizás, Johnny Jenkins nunca obtuvo el reconocimiento que se merecía por parte de la crítica. Su carrera tampoco fue espectacular, pero convirtió un proyecto inconcluso de Duane Allman en un álbum de inmensa valía musical. Logró hacerlo tanto suyo como del propio Duane, que lo respaldó en todo momento sin ningún ánimo de protagonismo. Y también, Jenkins, nos advirtió de la gran personalidad que el tristemente desaparecido Allman ostentaba.

La palabra “tonton macoute”, procede de la isla caribeña de Haití, cuyo significado es “hombre del saco” y está vinculada a la revolución haitiana de los cincuenta, a un cuento popular, y tiene mucho que ver con el vudú….

Creedence Clearwater Revival – Cosmo’s Factory (Fantasy Records 1970) Publicado por Ruben.Borrajo el 4 diciembre, 2013

Después de dejarnos aquel maravilloso “Willy and the Poor Boys” de 1969, la Creedence Clearwater Revival decidió embarcarse en un nuevo proyecto al que denominaron “Cosmo’s Factory”, considerado por los analistas como su obra maestra. En este artículo de hoy, no voy a perder el tiempo en matices biográficos, ya que creo que lo más importante de este glorioso elepé es su increíble música, una música de esa que difícilmente se olvida.

Centrándonos en el álbum, quinto de estudio en su discografía, fue publicado en julio de 1970 por el sello Fantasy Records e incluye 11 pistas. Producido por el propio John Fogerty, carismático líder de la Creedence, se grabó en los Wally Heider’s Studio de San Francisco (California). En 2008, sale a la luz una nueva reedición en formato CD en la que se añaden tres pistas más: “Born on the Bayou” (con la colaboración del genial pianista Booker T.), “Travelin’ Band” y “Up Around the Bend”. Destacaremos que Cosmo’s Factory se convirtió en el disco más vendido de la CCR, y se situó en el primer puesto de la Billboard 200 y en el Nº 11 de las listas de soul. Como ya es habitual, haremos una mención especial a los integrantes de la CCR, que hicieron posible esta obra: John Fogerty (guitarra, saxofón, piano, y voz), Tom Fogerty (guitarra rítmica), Stu Cook (bajo) yDoug Clifford (batería). Dentro del elepé, repleto de hits, nos encontraremos con temas como un frenético rock and roll llamado “Travelin’Band” (en dónde se palpa la influencia de Little Richard), el pegadizo “Lookin’ Out My Back Door”, de cierto aire country, un homenaje al rock and roll de los cincuenta “Ooby Dooby” y la magnífica versión del “Before You Accuse Me” de Bo Diddley.

Uno de los puntos álgidos del disco llegará con “I Heard It Through the Grapevine”, inmortales sus 11 minutos de duración y espléndida revisión de un clásico que popularizó Marvin Gaye en los años 60. Otros cortes sencillamente espectaculares que completan el álbum son: “Ramble Tamble”, el eterno “Who’ll Stop the Rain” – que guarda similitud al excelente “Have You Ever Seen the Rain” - un alegre “Up Around the Bend” y el oscuro “Run Through the Jungle”, con cierto aroma a pantano. Y para finalizar “Long as I Can See the Light”, una balada impregnada de un bello aire soul.

Así concluye esta aventura de la Creedence Clearwater Revival, o quizás, si me lo permiten, uno de los grupos americanos más esenciales que ha dado el rock, auténticos, genuinos y con denominación de origen. La carrera musical de la CCR fue corta (1968 – 1972), pero lo suficientemente intensa como para ganar un lugar privilegiado en el olimpo del rock.

A nuestro juicio, muy pocas bandas han logrado en tan poco tiempo conquistar el corazón del respetable como lo hizo la Creedence. Nos obsequiaron con un vendaval de hits, tormentas de himnos y grandes canciones sin fecha de caducidad, que pasaran a la posteridad al igual que sus legendarios creadores. Slade – Slade Alive! – (Polydor 1972) Publicado por javisuarezadmin el 11 diciembre, 2013

Slade Alive! es considerado como uno de los mejores álbumes en directo de todos los tiempos, debido a la manera en que fue concebido y a su tremendo potencial en vivo. Gracias a este magnífico elepé (de puro estilo hard rock con clara influencia glam rock), Slade logró situarse como una de las bandas más laureadas de la Inglaterra post- beatle y de otros países del mundo.

Slade, junto a otras bandas insignes como T. Rex, fueron los grandes héroes y uno de los mayores fenómenos musicales de los años 70. Obtuvieron varios Nº 1 consecutivos de éxito abrumador en el Reino Unido, casi equiparable a la época dorada de los Beatles, en el primer lustro de la década de los setenta.

Originarios de Wolverhampton (localidad ubicada en el centro geográfico de Inglaterra, muy cerca de Birmingham), Slade está integrado por Noddy Holder (voz solista, guitarra), Dave Hill (guitarra y voz), Jim Lea (bajo y voz) y Don Powell (batería). Destacaremos que esta legendaria agrupación ya se había formado a finales de los 60 bajo otros nombres como “The ´N Beetweens” o “Ambrose Slade”, pero sin apenas repercusión. Y su oportunidad llegaría en 1971, de la mano del mítico Chas Chandler, ex miembro de The Animals que los descubre para el gran público, al igual que años antes lo hiciera con Jimi Hendrix. Centrándonos en el álbum, tercero en su discografía, lo produjo Chas Chandler y fue grabado los días 19, 20 y 21 de octubre de 1971 en elCommand Theatre Studio de Londres, en el que reflejaron sus fantásticas actuaciones en directo. Finalmente se publicó en marzo de 1972 y aunque no llegó al número uno, si se consolidó como uno de sus discos más emblemáticos.

Incluyendo siete electrizantes pistas, dentro del LP nos encontraremos con temas de cosecha propia y otras memorables versiones como el “Hear Me Calling” de los Ten Years After o un magistral “Darling Be home Soon” de John Sebastian y sus Lovin` Spoonful. Mencionaremos que esta última canción, siempre nos quedará en el recuerdo como uno de los momentos más divertidos de la historia de la música rock, cuando a Noddy Holder se le escapa un gran eructo.

Otras pistas sencillamente espectaculares son un enérgico Born To Be Wild de Steppenwolf y el “Get Down With It” de Bobby Marchan, auténtico rock and roll y uno de sus himnos en directo, impregnado por la fuerza vocal de Noddy Holder, que parece llegar al histrionismo. El resto de temas son propios y al igual que en las versiones, la banda nos deja cortes extraordinarios como “In Like A Shot From My Gun” o“Know Who You Are”, - en dónde curiosamente un desconocido del público toca la pandereta – y un excelente rock and roll titulado “Keep On Rocking”, simulando el Tutti – Frutti de Little Richard. En la actualidad este álbum es un ejemplo de coleccionismo, en el que resalta su portada color rojo intenso, obra de Chris Walter. En su interior alberga un dibujo, que resultó ganador de un concurso que el diario The Sun organizó para la edición inglesa del álbum.

A nuestro juicio, Slade fue una banda de especialistas del directo, con cierta lírica y vocabulario callejero, que llegaba en ocasiones, a ser grosero. Cometían deliberadas faltas de ortografía en los títulos de sus canciones y siempre serán recordados por su peculiar vestimenta y espléndida música.

La energía con la que perpetraban todas y cada una de sus canciones, mantenía al público totalmente enfervorizado, produciéndose una gran simbiosis entre ambas partes, como se puede comprobar en este álbum. Slade, ostentó el privilegio compartido de ser pioneros del glam rock, influenciando a formaciones posteriores como Kiss o Sex Pistols entre otros.

Un clásico. Los Suaves – Esta vida me va a matar (Sociedad Fonográfica Asturiana – 1982) Publicado por Ruben.Borrajo el 18 diciembre, 2013

Todo sucedió en 1982, año mágico en que Los Suaves de Ourense debutaban en la escena musical del momento con un histórico disco al que bautizaron como Esta Vida Me Va A Matar. Y de paso, aprovecharon para hacer una orgullosa declaración de amor a su tierra:

<> Lo cierto, es que cuando el elepé se publicó no obtuvo apenas repercusión, pero si les sirvió para acrecentar su maravillosa leyenda, reafirmarse como grupo y advertirnos de la gran banda de rock duro que estaba naciendo. Y así comenzaba la trayectoria de Los Suaves, los poetas del amor, del desencanto y de la vida, que desde Ourense compusieron rock para todo el mundo, tal y como reza en el monolito de la plaza que lleva su nombre.

Centrándonos en el álbum, primero de su discografía, se editó en 1982 por la Sociedad Fonográfica Asturiana e incluye 9 pistas. Grabado en los Estudios Norte de Gijón, contó con la producción de Paco G. Rodríguez, el propietario de “Don Disco”, una tienda musical ubicada en la capital Ourensana. Reseñaremos que todas las letras de las canciones fueron compuestas por Yosi Domínguez, poeta urbano en donde los haya. Como ya es habitual, haremos una mención especial a los integrantes de Los Suaves, que hicieron posible esta magnífica obra: Yosi Domínguez (voz, guitarra y letras), Charly Domínguez (bajo), Ángel Ruíz (guitarra solista), Ramón “Montxo” Costoya (guitarra rítmica) y Carlos Costoya y Javier Domínguez (baterías). Un dato curioso, es que esta alineación estaba formada por dos familias de hermanos,de un lado Yosi, Charly y JavierDomínguez y del otro Montxo y Carlos Costoya.

Dentro del elepé, nos encontraremos con temas de gran calidad lírica y musical como el clásico“Peligrosa María”, “Chaquetas de cuero” o “Esta vida me va a matar”, en dónde nos transmiten las dificultades por las que pasan los grupos de rock en sus inicios.

Otros cortes destacables del disco son “Viene el tren”, “Mártires del rock and roll”, el fantástico “Llegaste hasta Mí” (otra de las joyas del álbum) y “Muerte en el rock”, una canción homenaje a John Lennon, en la que nos recuerdan el asesinato del mítico beatle. Sin duda, todas ellos temas de puro rock, ejecutados de manera soberbia por Los Suaves.

El punto álgido del LP llegará con “Siempre Igual”, una espléndida balada de pegadiza melodía y unas letras de esas que difícilmente se olvidan. El memorable punteo de guitarra que se produce hacia el final del tema, fue cortesía de Ángel Ruiz, siempre respaldado por una excelente sección rítmica. Del álbum se extrajo el sencillo “Peligrosa María / Qué Puedo Hacer”, en la actualidad una pieza muy codiciada por los coleccionistas de rock. A nuestro juicio, consideramos que lo que han hecho estos tíos por el rock, no tiene nombre. Durante más de tres décadas, nos obsequiaron con infinidad de hits y tremendas canciones sin fecha de caducidad. Y hemos de confesar, que también creemos que estos paisanos nuestros se dejan el alma en todos y cada uno de sus monumentales directos.

Así concluye Esta vida me va a matar, el primer álbum de unos chicos ourensanos que sienten verdadera pasión por el rock y que consiguieron llevar su sueño adelante. Con este artículo, nuestro humilde blog despide el año 2013. Pero no olvidéis que en 2014 volveremos, como diría el gran Yosi Domínguez, otra vez a la rueda, otra vez a empezar, siempre la misma historia, cada día siempre igual.

Infinitas gracias por treinta y tres años de rock, Suaves… Suaves do carallo!!! rockandrollismyaddiction.wordpress.com os desea a todos una feliz navidad y un próspero año 2014.

Stevie Ray Vaughan and Double Trouble – In Step (Epic 1989) Publicado por Ruben.Borrajo el 8 enero, 2014

Lo cierto, es que a estas alturas del siglo XXI ya quedan muy pocos adjetivos para describir a Stevie Ray Vaughan. A mi juicio, este legendario guitarrista tejano representó el espíritu de sacrificio que exigía el momento: resucitar el blues. In Step, fue el último elepé que SRV grabó junto a sus inseparables Double Trouble. En 1990, Stevie grabó otro disco llamado “Family Style” en colaboración con su hermano, Jimmie. Y muy poco tiempo después, la muerte hizo su aparición triunfal en aquel fatídico accidente de helicóptero, privándonos de su especial fantasía y talento, a los 35 años de edad. Pero, In Step fue el cierre perfecto para este bluesman, que vivió toda su carrera instalado en la excelencia musical.

Centrándonos en el disco, fue publicado en 1989 por el sello Epic e incluye 10 pistas. Destacaremos que en el año 1999 se lanzó una nueva redición del LP, añadiéndose 5 pistas más en directo, algunas de ellas ya clásicos del blues como “Let Me Love You Baby” de Willie Dixon o el fantástico “Texas Flood” de 1983.

Como ya es habitual, haremos mención a los músicos que hicieron posible esta magnífica obra: Stevie Ray Vaughan (guitarra y voz), Tommy Shannon (guitarra y bajo), Reese Wynans (teclado), Joe Sublett (saxofón), Darrell Leonard (trompeta) y Chris Layton (batería).

Dentro del LP, nos encontraremos con espléndidos temas que hacen todos los honores al blues eléctrico: “Tightrope” y “Wall of denial”, son sólo una pequeña muestra del virtuosismo de Stevie a la seis cuerdas, impregnadas de unos maravillosos “solos” de guitarra. “Travis Walk”, es un caso aparte, de esas canciones enérgicas, rápidas y que difícilmente se olvidan, al igual que el “Let Me Love You Baby” de Willie Dixon. Más de uno, saltará del sillón con un frenético “The House is Rockin”,ejecutado al más puro estilo Stevie Ray Vaughan. El punto álgido del Long Play llega con “Crossfire”, todo un hit de pegadiza melodía en dónde losDouble Trouble nos explican el porqué de su grandeza. Reseñaremos la gran labor de Reese Wynans, arropando al grupo con su genial teclado.

En todo elepé de blues que se precie, no puede faltar esa balada delicada, suave y llena de sentimiento. Stevie decidió revisar el “Leave My Girl Alone” de Buddy Guy,dejándonos una apoteósica versión. No menos bella, resulta “Riviera Paradise”, a la que me referiré como extremadamente preciosista, en sus casi 9 minutos de duración.

Y así concluye In Step, cortesía de Stevie Ray Vaughan, un héroe de la guitarra que simplemente ataviado con sus ponchos a lo mariachi, sus sombreros tejanos y su mítica Fender Stratocaster del 59, fue capaz de devolver al blues al lugar que le correspondía.

Kenny Burrell – Midnight Blue (Blue Note 1967) Publicado por javisuarezadmin el 16 enero, 2014 Kenny Burrel se convirtió por méritos propios en una de las figuras más relevantes de la música jazz, que ha dado momentos de gloria al histórico sello de jazz americano “Blue Note”. Este prestigioso músico, destaca por su versatilidad a la guitarra y por su talento innato para componer excelentes álbumes. Y nos dejó obras excepcionales en colaboración con los artistas más grandes de dicho género.

La ciudad motorizada de Detroit, vio nacer a Kenneth Earl Burrell a comienzos de la década de los treinta. Desde muy temprana edad se inicia en el arte de las seis cuerdas, dado que se cría en el seno de una familia con un amplio currículum musical. A principio de los cincuenta y con apenas 20 años, debuta con sus primeras grabaciones, muy influenciado por guitarristas extraordinarios como Django Reinhart, Charlie Hayden o Wes Montgomery.

Con una gran trayectoria musical a sus espaldas, Burrell graba álbumes sin cesar, tanto para su propia banda, como para otras estrellas americanas deljazz. Y desde este preciso instante, tiene la idea de grabar un álbum de bluesen 1963. (Este dato es confuso, ya que hemos consultado varias fuentes que dan esta fecha como la de la publicación, sin embargo en el CD original que poseemos, la fecha que data literalmente es: “Recorded on April 21, 1967 at the Village Gelder Studio, Englewood Cliffs, New Yersey”. En lo que no tenemos ninguna duda es que Kenny contó para la grabación de este magnífico álbum con una estelar banda de acompañamiento, integrada por el gran saxofonista tenor Stanley Turrentine, por el contrabajista Major Holley, Jr, con Bill English a la batería y con el spectacular toque latino que impregnó a este disco el percusionista Ray Barreto a las congas. Producido por Alfred Lyon, el elepé original salió a la luz con siete temas, agregándose dos más en la edición remasterizada de 1998.

El disco abre con “Chilints Con Carne”, fantástica canción con una inolvidable intro a cargo de Stanley al saxo, que ya nos va preparando para atraernos con un sonido realmente sensual. Este tema compuesto por Kenny Burrell, pasó a formar parte de los standars deblues prácticamente desde que se publicó, y fue versionado en multitud ocasiones por bluesman de la talla de Otis Rush o más recientemente por Stevie Ray Vaughan.

“Mule”, con algo más de seis minutos de duración, es una delicia y nos sorprende la calma con la que ejecutan este blues. Seguidamente, “Soul Lament”, una triste pero bellísima interpretación de Burrell. Continúan con “Midnight Blue”, pista que da título al álbum, con un apoteósico guitarreo de Kenny Burrell sólo a la altura de los más grandes. Otros cortes que completan el LP son: “Wavy Gravy” y “Gee Baby, Ain´t I Good To You”, en dónde nos siguen dando muestras del antológico disco ante el que nos encontramos. El clásico “Saturday Night Blues”, es todo un ejemplo del virtuosismo de Burrell. Para finalizar, dos temas añadidos posteriormente, y no menos espléndidos “Kenny´s Sound” y “K Twist”. A nuestro juicio, Kenny Burrell es una parte esencial de los mayores talentos que el jazz ha dado en los Estados Unidos, que ha deslumbrado al público como un guitarrista único y un trabajador incansable. Nos obsequió con un magistral disco de blues y se situó como un músico admirado y respetado en todo el mundo.

Actualmente, a sus 82 años, continúa deleitándonos con su música y con el particular sonido que logra sacar de su Gibson. Simplemente, genial.

The Kinks – Live At Kelvin Hall (Pye 1967) Publicado por javisuarezadmin el 22 enero, 2014

The Kinks, legendaria e imprescindible formación en lo que se llamó“invasión británica”, logró rivalizar durante la primera época de su existencia con las tres grandes bandas de entonces, como The Beatles, The Rolling Stones o los ruidosos The Who, entre otras de no menos impacto. Desde sus comienzos en el norte de Londres a principios de los 60, son influenciados enormemente por la música que en aquel suburbio de la gran urbe se estilaba. Y se empapan de géneros tan diferentes, pero cercanos entre sí, como el music hall, el rock & roll o el jazz. Toda esta conjunción de factores provocó que en 1964 editaran su primer sencillo: una versión del magistral tema de Little Richard,“Long Tall Sally”.

The Kinks son fundados por los hermanos Raymound Douglas (Ray) y a la voz principal y guitarra rítmica el primero, y el segundo a la guitarra solista, siempre acompañados por Peter Quayfe (bajo), uniéndosele posteriormente el sólido baterista .

Después de cosechar varios éxitos sin precedentes en los albores de los años sesenta, fichan por el sello PYE Records, una fundamental casa discográfica que en sus orígenes se dedicaba la fabricación de televisores. Y consiguieron grabar hits como el demoledor “” o el “”, introduciéndolos al mismo tiempo en el mercado americano en una hábil maniobra por parte de la compañía discográfica.

Centrándonos en el álbum, “Live At The Kelvin Hall”, se convirtió – en apenas tres años desde su formación – en el quinto de su carrera, siendo grabado como el propio título indica, en el auditorioKelvin Hall de Glasgow (Escocia). Se publicó por primera vez en los Estados Unidos en agosto de 1967 y en enero de 1968 en Inglaterra. Con apenas media hora de duración, The Kinks captan todo el énfasis de sus actuaciones en directo, pudiendo oír a un público entregado desde prácticamente el inicio del show, empezando con el célebre “All Day And All Of The Night”. En este LP se suceden casi todos sus temas clásicos hasta la fecha, compuestos en su totalidad por , como “You ´re Looking Fine”, “A Well Respetec Man”, el eterno “Sunny Afternoon”, “Dandy”, “Come On Now” o el esencial “You Really Got Me”, poseedor de uno de los riffs más famosos del rock.

Y para finalizar, un medley repartido en cuatro partes diferenciadas, comenzando en su parte A con “Milk Cow Blues”, un tema mítico del blues perteneciente a Sleepy John Estes. Seguidamente la B abre con el “Batman Theme”, de Neal Hefti, muy popular en aquellas fechas debido a la serie televisiva “Batman”. En la C, llegará un excelente “”, para concluir la D nuevamente con “Milk Cow Blues”.

En su momento, este álbum en directo no gozó del éxito que se esperaba, pero a lo largo de los años se ha situado como todo un clásico del rock. Con un sonido más que aceptable salió a la luz por primera vez en formato CD en 1987 y tuvo multitud de rediciones.

Éstos “pervertidos” del rock, como su nombre sugiere, nunca fueron reconocidos como otras bandas contemporáneas, pero el tiempo les colocó en un lugar privilegiado entre los más grandes del rock. Su larga trayectoria musical estuvo plagada de estilos diferentes, que fueron desde el pop más comercial hasta el rock más visceral. Nos dejaron varias obras conceptuales y fantásticos discos durante décadas. A nuestro juicio, The Kinks han sido unos grandes creadores de música que influyeron a un elevado número de bandas de pop,música de garaje y punk. Después de tantos años y pese al fallecimiento del bajista Peter Quayfe en 2010, los hermanos Davies todavía siguen ofreciendo conciertos por todo el planeta, demostrándonos su pasión desmedida por el rock.

Lonnie Mack – Live! – Attack of the Killer V (Alligator Records 1989) Publicado por Ruben.Borrajo el 29 enero, 2014

Para el legendario guitarrista tejano Stevie Ray Vaughan, el bluesman Lonnie Mack ha sido su mayor fuente de inspiración, el mejor espejo en que mirarse y toda una referencia inexcusable de la música del alma.

Lonnie Mack nace en Indiana en 1941, desde muy joven se inicia en el blues, comenzando a tocar en diversos locales de su ciudad natal. Debido a su virtuosismo a las seis cuerdas, es fichado para realizar sesiones de grabación al lado de mitos como Freddie King o James Brown. En 1963, edita una versión instrumental del clásico “Memphis” de Chuck Berry, obteniendo un gran éxito y logra establecerse como un músico muy valorado por la crítica del momento. Tiempo después, sale a la luz “Wham”, otro de sus hits que fue versionado magistralmente por Stevie Ray Vaughan en 1983. Centrándonos en el álbum en directo, se publicó en 1989 por el histórico sello Alligator Records e incluye 8 pistas. De su producción se encargó Bruce Iglauer, ilustre fundador de la casa Alligator, que ya había trabajado con otras estrellas del blues como Fenton Robinson, Son Seals o Koko Taylor. Como ya es habitual, mencionaremos a los músicos que hicieron posible esta obra: Lonnie Mack (guitarra, voz), Michael Freeman (bajo), Dumpy Rice (piano) y Maxwell Schauf (batería).

Dentro del LP, nos encontraremos con fantásticos temas que hacen todos los honores al blues eléctrico: “Riding The Blinds” abre el disco con un espléndido piano y un adictivo guitarreo. Seguidamente, llega el punto álgido del LP con “Natural Disaster”, todo un hit y canción central del álbum. “Stop” y“I Found a Love” son unas bellas baladas bluseras en las que Lonnie y su banda depositan un gran sentimiento.

El Meddley “Camp Washington Chili/If You Have to Know”, es sólo una muestra más del talento innato de Lonnie Mack a la guitarra. De sencillamente geniales, calificaré las pistas “Satisfy Suzie”, el apoteósico “The Move”, ejecutado a un ritmo trepidante y “Cincinnati Jail” con el que ponen punto y final a un elepé absolutamente redondo. Y así concluye esta aventura sonora, cortesía del bluesman Lonnie Mack. Todo un músico con letras mayúsculas, que siempre acompañado por su inseparable Gibson Flying V Serial númber 7, fue capaz de obsequiarnos con un Live de los que nunca se olvidan. Durante su amplia carrera musical, Lonnie Mack pasó por muchas dificultades, llegando incluso a estar cinco años sin tocar. Pero en 1983 y coincidiendo con la popularidad de Stevie Ray Vaughan, Lonnie vuelve a sobresalir en el panorama blues. Colaboró con Vaughan en varios discos y se codeó con músicos de la talla de Keith Richards, Ry Cooder o Bob Dylan.

Lonnie Mack no forma parte del cruel negocio de la música y su éxito comercial fue más bien escaso. Tuvo serios problemas con las multinacionales discográficas y en más de una ocasión, regresó desilusionado a su Indiana natal para tocar en bares y pubs, alejándose del nauseabundo business. Quizás, no quiere ser un títere en manos de poderosos ejecutivos discográficos a los que tanto les da vender discos que calcetines. Y esto, demuestra la autenticidad de un músico.

Leño – En Directo (Chapa / Zafiro 1981) Publicado por Ruben.Borrajo el 6 febrero, 2014

No se puede entender el rock nacional sin Leño. Y lo cierto, es que estos pioneros del rock duro y urbano consiguieron dejar una profunda huella en el corazón del gran público. Apenas tenían medios para realizar un disco, pero les sobraba ilusión, ganas de hacer rock y pasión por la música. Así que, en la nochevieja de 1977, Rosendo Mercado (Ex componente de Ñu), Ramiro Penas (ex Coz) e Ignacio “Chiqui” Mariscal (ex Fresa) decidieron dar forma a Leño, una mítica banda que influenció de manera espectacular a otras formaciones venideras del rock patrio. En 1978 el bajista “Chiqui” Mariscal abandona el grupo y le sustituye Tony Urbano, que grabaría “El Tren”, antológica canción compuesta por José Carlos Molina y Rosendo. Desafortunadamente, “Chiqui” Mariscal falleció el 16 de enero de 2008. Su cuerpo sin vida, fue encontrado en su casa de Madrid. Las estrellas, están en el cielo.

Centrándonos en el álbum, tercero de su discografía, fue grabado en la sala Carolina del barrio de Tetuán (Madrid) los días 25, 26 y 27 de marzo de 1981. Contó con la producción de Teddy Bautista e incluye 9 pistas. Destacaremos que “En Directo”, se convirtió en el disco más vendido de Leño.

Como ya es habitual, haremos mención a los músicos que hicieron posible este álbum: Rosendo Mercado (guitarra y voz), Tony Urbano (bajo), Ramiro Penas (batería). También contaron con la colaboración de , Jaime Asúa y Jose M. Díez (coros), Manolo Morales (saxo) y Teddy Bautista (Secuenciador Moog-55, Polifónico CS-80, coros). Presentados por Paco y Doña Ángeles – la abuela rockera -, comienza el concierto a un ritmo trepidante con temas ya clásicos como “Sí Señor, Si Señor”, “Cucarachas”, “Todo es más sencillo” o“El Tren”. Todos ellos ejecutados de manera soberbia, con altas dosis de electricidad y guitarreo incesante. Seguidamente, nos obsequian con varios hits como “Mientras Tanto”, el monumental “Entre Las Cejas” o ese himno del rock and roll que se llama “Maneras de Vivir”, en dónde los madrileños nos dan una muestra más de su poderío en directo.

Este magistral grupo inició su trayectoria musical en 1978 y anunciaron su disolución definitiva en 1983. Solo fueron cinco años, pero lo suficientemente intensos como para dejarnos un legado absolutamente legendario.

A nuestro juicio, Leño ha sido una genial banda de rock and roll callejero que se ganó el respeto y cariño de toda una generación a base de trabajo y buen rock. Sus letras reivindicativas, llenas de viñetas de cotidianidad, triunfaron en el sentir de la calle y en el día a día de la sociedad. Y en su época, molestaron a una acomodada clase conservadora que no se enteraba de lo que estaba sucediendo en su país.

Sí señor, con dos cojones. Gracias Leño.

The Electric Flag – An American Music Band – “A Long Time Comin” (CBS 1968) Publicado por javisuarezadmin el 12 febrero, 2014

Después de colaborar con gran éxito al lado de Bob Dylan en su emblemático “Highway 61 Revisited”, y de grabar álbumes magistrales con la “The Paul Butterfield Blues Band”, el inquieto y legendario guitarrista Mike Bloomfield decide formar una banda de verdaderos talentos musicales con sede en el Chicago de 1966. Al margen de esto, recordaremos que Mike Bloomfield publicó discos elementales como aquel genial “East – West” de 1966, siendo miembro de la The Paul Butterfield Blues Band. Esta nueva agrupación, a la que bautizó como “The Electric Flag”, es co-liderada desde el primer momento por el excelente músico y compositor Barry Goldberg, siempre acompañado por los históricos Nick Gravenites, Harvey Brooks y un jovencísimo Buddy Miles. Establecían así, los cimientos de una apoteósica banda, apoyada por una espectacular sección de vientos. En 1967, se trasladan a San Francisco para grabar la B.S.O. de “The Trip”, toda una película de culto dirigida porRoger Corman (el rey de los films de serie B), protagonizada por Peter Fonda y escrita por Jack Nicholson. Sin duda, un clásico de los años 60, en dónde se pone de manifiesto el consumo de LSD.

Compuesta casi en su totalidad por Bloomfield, su música no pasó desapercibida y son invitados a actuar en el Monterey Pop Festival de 1967, dejando para la historia una estelar actuación. En marzo de 1968, sale a la luz este sensacional “A Long Time Comin”, uno de los álbumes esenciales de los 60, en el que participaron un elevado número de músicos, debido a la gran cantidad de instrumentos que utilizaron para su realización. Producido por John Court y grabado en los estudios de la Columbia Records, el elepé contó con Michael Bloomfied, Harvey Brooks ySicuva (guitarras), Barry Goldberg, Herbie Ritch y Mike Fontara (teclados), Harvey Brooks (bajo) yBuddy Miles (batería). La sección de vientos estuvo compuesta por Peter Strazza y Herbie Rich (saxos tenores, saxo barítono) y Marcus Doubleday (trompeta). Destacaremos que, como este disco fue uno de los pioneros en grabarse con sampler (un instrumento que sirve para mezclar diferentes grabaciones), a la percusión contribuyen la mayoría de los músicos mencionados anteriormente.

Cabe también citar al cantautor Richie Havens tocando el sitar, Paul Beaver (sintetizador Moog) y un equipo de cuerdas: Bob Notkoff, Julius Held, Leo Daruczeck, Geroge Brown y Charles McCracken. Dentro del LP, nos encontraremos ante estilos bien diferenciados, que van desde el soul, la psicodelia, el rock, o el blues más puro deChicago. Incluyendo diez pistas en su versión original, contiene joyas de incalculable valor como “Killing Floor”, canción que abre el álbum y versión extraordinaria del blues de Chester Burnnet (Howlin´ Wolf), con un gran trabajo de Bloomfield a las seis cuerdas.

Continúan con los clásicos “Groovin´Is Easy” y “She Should Have Just”, y otros temas en medio en los que Buddy Miles coge el mando a las voces, con un aire más soul como en “Over-Lovin´You”. El disco también posee cortes tradicionales como el vigoroso rock and roll de “Wine”, y el auténtico sabor a blues de “Texas”, con un finísimo Mike, otra vez magnífico con su inseparable Gibson. Para finalizar, The Electric Flag nos deleitan con una dulce “Sittin´In Circles”, una balada interpretada por el inconfundible Buddy Milestitulada “You Don´t Realice”, (“Dedicada con gran respeto para Steve Crooper y Otis Reeding”), el extenso “Another County” y “Easy Rider”,tema compuesto por Bloomfield. En la reedición de 2003 deciden incorporar cuatro bonus track, con pistas no incluidas en su día como la versión de “Sunny”, “Mystery”, “Look into My Eyes” y el inmortal blues“Goin Down Slow”.

Desafortunadamente, The Electric Flag, como otras tantas formaciones de la época, no tuvo apenas continuidad. En 1968 Bloomfield se marchó para embarcarse en otros proyectos, y aunque siguieron funcionando durante un breve período de tiempo, anunciaron su disolución definitiva en 1969. Cada uno, escogió su propio camino, pero no se fueron sin antes obsequiarnos con este antológico elepé, clásico entre clásicos en medio de unos años turbulentos, de cambios, de conmoción social, de drogas y de rock. Pero sobre todo de buena, muy buena música.

Billy Joel – Piano Man (Columbia Records 1973) Publicado por Ruben.Borrajo el 19 febrero, 2014

Érase una vez un hombre pegado a un piano. Y es ésta, la historia deBilly Joel, un genial músico que reflejó como nadie supo hacerlo, sus sentimientos y sueños a través de las teclas blancas y negras. Billy Joel nace el 9 de mayo de 1949 en el barrio del Bronx (Nueva York). Hijo de judíos divorciados, desde los cuatro años de edad siente especial devoción por la música clásica, que le sirve como una sólida base para su posterior carrera de éxitos. Pero sus inicios no fueron fáciles.

Tras intentar triunfar como boxeador en su adolescencia, se retira de este deporte por una grave fractura de nariz. Y a partir de este momento decide establecerse en Los Ángeles, dónde comienza a frecuentar diversos locales y pubs. Trabajó como pianista de un humilde bar, quizás para compartir su frustración y soledad con otros músicos.

En 1971, consigue firmar un contrato con la casa discográfica “Family Records”, con la que tendría numerosos problemas legales y dificultades de producción. Finalmente, logra cambiar para laColumbia Records, con la que editó este antológico “Piano Man”. Respecto al álbum, segundo de su discografía, se publicó en noviembre de 1973 por el sello Columbia Records e incluye 10 pistas. Grabado en los estudios “Devonshire Sound” de Los Angeles (California), contó con la producción de Michael Stewart, un reputado músico y compositor del circuito californiano. En 2011 sale a la luz una nueva redición del disco, añadiéndose diverso material extra y otras pistas como “Everybody Loves You Now”, “Nocturne” o “Turn Around”. No puede faltar en este artículo, la ya habitual mención al personal que hizo posible esta mítica obra: Billy Joel (armónica, teclado, piano y voz), Billy Armstrong (violín), Eric Weissberg y Fred Heilbrun (banjo), Wilton Felder y Emory Gordy (bajo y teclados), Larry Carlton, Richard Bennett y Dean Parks (guitarras), Michael Omartian (acordeón), Ron Tutt y Rhys Clark (baterías) y Laura Creamer, Mark Creamer y Susan Steward (coros).

Todos ellos, magníficos músicos relacionados con eljazz, el country o el rock, como el guitarrista Larry Carlton o el baterista Ron Tutt.Dentro del disco, repleto de hits, nos encontraremos con magistrales pistas como “Worse Comes to Worst”, “Travelin’ Player” o The Ballad of Billy The Kid”. Me faltan adjetivos para describir el virtuosismo de Billy Joel y su banda ejecutando estos temas. Sencillamente espectacular.

El punto álgido del elepé llega con el clásico “Piano Man”, canción eterna que se convirtió en un estándar desde el primer momento en que Billy Joel la interpretó. Muy variadas han sido las versiones que otros músicos realizaron de este tema. Quizás, muchos españoles recordemos con nostalgia la revisión que hizo Ana Belén, y aunque la letra no tiene nada que ver con la original, si realizaron un excelente trabajo. Otros espléndidos cortes que completan el disco son el pegadizo “Ain’t No Crime”, y un delicado “Captain Jack”, con el que ponen punto y final a una obra absolutamente redonda.

Así concluye este disco, cortesía del hombre del piano, toda una leyenda de nuestro tiempo. Ganador de infinidad de premios y reconocimientos, Billy Joel es una pieza clave no sólo para el rock, sino también para la música en general.

Uriah Heep – Demons And Wizards (Bronze / Island Records 1972) Publicado por javisuarezadmin el 27 febrero, 2014

Tras sufrir un inicio un tanto turbulento debido a diversos cambios en sus filas, los Uriah Heep consiguen establecer su formación ideal en 1970. Éstos originarios de Londres han sido una de las bandas de más éxito hasta mediados los 70, dejando álbumes imprescindibles para el rock.

En un principio, los Uriah Heep comienzan su andadura por el rock con David Byron (voz) y el guitarrista Mike Box (guitarra), uniéndosele posteriormente Paul Newton (bajo) y un extraordinario teclista llamado .

Como dato anecdótico, en sus primeros discos no cuentan con un baterista fijo, pasando por ese puesto varios nombres que no acabarán de cuajar en el seno del grupo. Finalmente, el batería Lee Kerslake y el bajista Gary Thain – ex miembro de la Keef Hartley Bandque sustituyó a Paul Newton – se convertirían en los hombres clave de la banda. Conformada así esta legendaria banda de rock duro y después de girar por los Estados Unidos y Europa, llega el excelente “Demons And Wizards”, en uno de los mejores momentos de su carrera. Centrándonos en el álbum, fue producido por Gerry Bron para el selloBronze, que él mismo fundó en 1971. Grabado entre marzo y abril de 1972 en los “Lansdowne Studios” de Londres, se publicó en mayo de ese mismo año e incluye 9 pistas. Referente a la temática que aborda las canciones, la podemos intuir rápidamente por el título del disco“Demonios y Magos”. Destacaremos sobre todo dos temas que en su día salieron como singles, el clásico “The Wizard”, que abre el álbum en su cara A y un segundo llamado “Easy Livin”, de estilo hard rock.

Con un espléndido trabajo a las voces y teclados y siempre respaldados por una magnífica sección rítmica, Uria Heep es también una sensacional banda capaz de componer bellas baladas como “Circle Of Hands”, “The Spell” y otros temas acústicos como “Paradise”. El resto de cortes que completan el disco, orientándose mucho más hacia el heavy, reseñaremos el misterioso “Rainbow Demon”, un movido “All My Life”, “Poets Justice” y el clásico “Traveller In Time”.

Para el recuerdo del imaginario colectivo quedará la portada del elepé, en la que podemos visualizar una especie de mago ancestral en un lugar oscuro y tenebroso. Roger Den, insigne artista y emblemático diseñador, fue el encargado de realizar el dibujo. A su vez, también fue colaborador habitual de otras agrupaciones míticas como Yes u Osibysa.

Uriah Heep han sido una de las bandas esenciales del rock progresivo y de un género al que hoy llamamos música heavy. Con el paso del tiempo, su fama se diluyó por multitud de problemas y por el fallecimiento del bajista Gary Thain en 1976. Aun así, nos obsequiaron con álbumes de pura “magia” para la historia contemporánea de la música rock.

John Mayall – Blues From Laurel Canyon (Decca 1968) Publicado por Ruben.Borrajo el 5 marzo, 2014

Bob “El Oso” Hite, miembro fundador de los Canned Heat, decidió invitar a John Mayall a pasar tres semanas de vacaciones en su casa del Laurel Canyon (California), ubicada en plena naturaleza. Mayall, fascinado por la belleza del paraje en que se encontraba, se inspiró para crear este “Blues From Laurel Canyon”, todo un clásico del blues rock.

Posteriormente, Mayall se instala en el Cañón, haciendo una vida en solitario, como si de un indígena se tratase. Ya había dejado atrás la época de los BluesBreakers de Peter Green y Eric Clapton. El álbum, séptimo de su amplia discografía (primero sin los Bluesbreakers), se grabó en los“Decca Studios” de Londres e incluye 12 temas. Producido por el propio John Mayall y el históricoMike Vernon, se publicó en agosto de 1968 para el sello Decca, reditándose nuevamente en elReino Unido en 2007. Reseñaremos que todas las canciones del elepé fueron compuestas porJohn Mayall.

Respecto a los músicos que acompañaron a Mayall en esta aventura por el Cañón del Laurel destacaremos a un jovencísimo Mick Taylor, que realiza un trabajo espectacular a la guitarra con solamente 19 años de edad. Muy poco tiempo después, en 1969, Mick Taylor pasó a las filas de los Rolling Stones, sustituyendo a Brian Jones. Completando la formación, por allí estaba el excelente bajistaSteve Thompson y el exquisito baterista Colin Allen. Todos ellos, músicos de gran nivel que ya poseían una experiencia más que contrastada. Dentro del álbum, nos encontraremos con temas como “Vacation”, un vibrante blues rock impregnado de adictivos riffs guitarreros. Seguidamente “Walking on Sunset”, en dónde la armónica de Mayall se combina a la perfección con la espléndida guitarra de Mick Taylor. “Laurel Canyon Home” es una balada suave y tranquila, de esas que no pueden faltar en los discos de blues.

Continúan con unos magníficos “2401” y “Ready to Ride” fantásticos blues rock con la marca inconfundible de Mayall. Uno de los cortes más llamativos del LP es “Medicine Man”, una experimentación de John Mayallcon un cierto ritmo indio. Por un momento, parece transportarnos a una reserva cheroqui, intentando transmitirnos sus costumbres ancestrales.

El punto álgido del disco llegará con “The Bear”, todo un hit de John Mayalldedicado al líder de los Canned Heat Bob “El Oso” Hite. Otras pistas dignas de mención son “Miss James”, la balada “Long Gone Midnight” y “Fly Tomorrow”, que cierra el álbum a golpe de punteos guitarreros. Y así concluye el blues para el cañón del laurel, cortesía de un mito llamado John Mayall,, Macclesfield, 1933. Durante toda su carrera, acogió en su seno a músicos de la talla de Eric Clapton, Peter Green, Mick Fleetwood, Keef Hartley, Coco Montoya, Jack Bruce y un larguísimo etcétera. Actualmente, John Mayall a sus 80 años continúa deleitando al público con sus apoteósicos shows en directo, demostrando una pasión desmedida por la música del alma. Y es que su nombre, es sinónimo de blues.

Deep Purple – In Rock (Harvest / – 1970) Publicado por Ruben.Borrajo el 13 marzo, 2014

Amanece la década de los setenta, y los británicos Deep Purple entran en el olimpo del rock gracias a esta maravilla sonora a la que bautizan como “In Rock”. Y lo cierto, es que los Purple, toda una formación legendaria para la música del diablo, se situaron como una banda imprescindible para entender el rock de los años 70. Porque siempre gustan. Nunca fallan. Son infalibles. In Rock, cuarto y exitoso álbum de su discografía, fue aclamado por la crítica del momento y tuvo un enorme poder de influencia sobre otras agrupaciones venideras, que tomaron como base de su sonido las canciones de los Purple. Han sido muchas, las aventuras musicales con las que Deep Purple nos ha obsequiado a lo largo de sus 45 años de carrera. Pero seguro que todos recordáis un memorable día en que los Purpletiñeron el cielo nipón de color púrpura.

Centrándonos en el disco, “In Rock” fue grabado entre octubre de 1969 y febrero de 1970 en los estudios IBC De Lane Lea & Abbey Road de Londres. Se publicó en junio de 1970 e incluye 7 pistas. Producido por los propios Deep Purple, contó con la colaboración de los reputados ingenieros de sonido Andy Night, Martin Birch y Philip McDonald.

No puede faltar en este artículo, una mención especial a estos dioses del rock duro que hicieron posible el álbum: Ian Gillan (voz), Ritchie Blackmore (guitarra), Roger Glover (bajo), Jon Lord (teclados) y Ian Paice (batería). Sin duda, una histórica alineación que también nos dejó aquel célebre “Made In Japan” de 1972.

Con canciones como el vibrante “Speed King” que abre el elepé o“Bloodsucker”, nos demuestran puro hard rock elevado a la máxima potencia. Jon Lord poeta del teclado, combinado con la voz perfecta deIan Gillian y la magistral guitarra de Ritchie Blackmore se encargan de inmortalizar una joya llamada “Child In Time”, canción clásica del rock que pasó a la posteridad al igual que sus míticos creadores. Otros cortes absolutamente demoledores y de obligada referencia son: Into The Fire y Living Wreck, destacando la voz de Ian Gillian y la una vez más, contundente batería de Paice. En “Flight of the Rat”, el bajista Roger Glover y batería Ian Paice realizan todo un despliegue de virtuosismo al servicio del rock con sus respectivos instrumentos. El “solo” de batería que se marca Ian Paice al final del tema, quedó grabado a fuego en la memoria colectiva del rock.

Y para concluir esta antológica obra de rock duro ““Hard Lovin’ Man”, en dónde el teclado de Jon Lord vuelve a ser protagonista, siempre respaldado por un genio de la guitarra llamado Ritchie Blackmore. Para el recuerdo, quedará la curiosa portada del elepé, en la que visualizamos el monte Rushmore, con las cabezas talladas en piedra de los miembros de Deep Purple, que reemplazan los rostros de los presidentes Abraham Lincoln, George Washington, Theodore Rooselvet y Thomas Jefferson.

A nuestro juicio, si todavía no has escuchado este disco… ¡¡¡ ya estás tardando!!!!

Elvin Bishop – Raisin´Hell (Capricorn Records 1977) Publicado por javisuarezadmin el 20 marzo, 2014

Nacido en Tulsa, en el estado americano de Oklahoma en 1942, Elvin y su familia se trasladan a Chicago cuando éste es tan sólo un adolescente para comenzar sus estudios en la universidad. Y es en la ciudad dónde conoce a un magnífico vocalista y armonista llamado Paul Butterfield, un músico que le valdría de inspiración para el resto de su vida.

Tiempo después, Elvin Bishop logra entrar en la formación de Paul Butterfield como guitarrista rítmico, junto a otros grandes artistas como Mike Bloomfield. Permaneció cinco años en la Paul Butterfield Blues Band y graba álbumes imprescindibles durante esta etapa como “The Resurrectión Of Pigboy Crabshaw” – título curioso siendo éste su apodo – , supliendo a Mike Bloomfield a la guitarra principal cuando éste abandona la banda para formar The Electric Flag.En 1969, se muda a San Francisco y forja su leyenda cuando decide crear su propio grupo, colaborando en discos esenciales del rock como “The Allman Brothers Band Live Fillmore East” o “The Live Adventures Of Mike Bloomfield And Al Kooper”. Al margen de esto, también participó en innumerables jams y conciertos históricos del rock californiano, incluidas incursiones con un gran número de músicos de blues. Tras obsequiarnos con una antológica serie de álbumes en solitario, Raisin’Hell se convierte en el octavo y primer ¡Live! de su carrera, obteniendo un éxito sin precedentes. Reseñaremos que todos los temas están compuestos por Elvin Bishop salvo algunas excepciones.

Publicado en 1977, el elepé se graba en los meses de marzo de 1976 y febrero de 1977, en varias localizaciones diferentes y escenarios emblemáticos como “The Roxy”, el “Santa Monica Civic Auditorium”, el “Old Waldorf”, “Civic Theatre”de San Diego o el mítico “Alex Cooley´s Ballroom”. En 2012 y bajo el sello BGO Records, se remasteriza con un sonido realmente espectacular.

Producido por Allan Blazeck, éste excelente doble LP cuenta con un elevado número de músicos, siendo una referencia obligada su mención: Elvin Bishop (guitarra y voz), Don Baldwin (batería), Michael “Fly” Brooks (bajo), Debbie Cathey (coros), Melvin Seals (sintetizador, órgano y piano), Bill Slais (saxos), Reni Slais (voces), Mickey Thomas (voces) y un extraordinario guitarrista llamado Johnny Vernazza.

Toda esta selección de sensacionales músicos, se encuentra apoyada en todo momento por una gran sección de vientos, formada por Chuck Brooke, Bob Claire, Dave Grover y Bill Lamb, acompañados por estrellas invitadas comoMic Gillette, Steve Kupka y Greg Adams del grupo Tower Of Power. El disco contiene quince canciones de auténtico vértigo desde el primer minuto, iniciando por el que da nombre al elepé “Raisin´Hell”, de ritmo endiablado, al que sucede el clásico “Rock My Soul”. A continuación siguen con temas marca de la casa como “Calling All Cows”, “Juke Joint Jump” o “Hey, Hey, Hey, Hey”entre otros. El punto álgido llega con “Fooled Around And And Fell In Love”, una de las baladas más memorables de su tiempo, en la que Elvin realiza un genial “solo” de guitarra, respaldado por unos coros formidables.

El arte del blues se siente en pistas como “Little Brown Bird” de Muddy Waters, e incluso se atreve con el funk en “Struttin ´My Stuff”. Un estilo totalmente sureño se aprecia en “Travelin’ Shoes”, otro de los himnos del álbum, destacando al guitarrista Johny Vernazza. Finalizan con un apoteósico medley compuesto por tres pistas: “Medley: Let The Good Times Roll/ A Change Is Gonna Come/ Bring It On Home To Me”, versionando a Sam Cooke.

Y así concluye este disco, el que consagró al obispo del rock, elevándole a lo más alto de las listas musicales de los 70. Actualmente, Elvin Bishop sigue en activo y es considerado un mito del rock. Siempre con su carácter divertido y su peculiar indumentaria, este carismático músico no nos ha dejado de sorprender desde hace ya 50 años.

Muchas gracias, su excelencia reverendísima !!!!

Wet Willie – Keep on Smilin’ (Capricorn Records 1974) Publicado por Ruben.Borrajo el 26 marzo, 2014 La historia de Wet Willie comienza en Mobile (Alabama) en 1969, estado sureño de los EEUU, y ubicación emblemática de dónde han salido varios de los grupos más importantes del rock, como losAllman Brothers, The Outlaws, Lynyrd Skynyrd , Marshall Tucker Band o la Atlanta Rhythm Section .

En 1970, Wet Willie se muda a Macon (Georgia) y logra fichar por la mítica casa discográfica Capricorn Records, el hogar de los Allman Brothers. Tras editar unos primeros – y muy buenos discos – llega en 1974 este espléndido “Keep On Smilin’, con el que obtienen un más que merecido reconocimiento.

Centrándonos en el álbum, cuarto de su discografía, se publicó en 1974 para el sello Capricorn Records e incluye 10 temas. De la producción se encargó Tom Down, un famoso ingeniero de sonido que trabajó con bandas del nivel de Derek And The Dominos, The Allman Brothers Band, Lynyrd Skynyrd o la J. Geils Band entre otras. En 1998, sale a la luz una nueva redición remasterizada del elepé por el sello Capricorn, con un sonido realmente espectacular. Como ya es habitual, haremos una mención a los componentes deWet Willie que hicieron posible este magnífico disco: Jimmy Hall (voz, armónica, saxo y percusión), Jack Hall (bajo, banjo y voz), Joyce Knight (voz), John Anthony (voz, teclados y percusión), Earl Ford (trombón),Ricky Hirsch (guitarra y voz) y Lewis Ross (batería y percusión).

Dentro del elepé nos encontraremos con una asombrosa mezcla de estilos, que van desde el blues rock o el country, pasando por el soul, funk o góspel. Algunos de ellos, muy poco comunes en las bandas sureñas. Y es que Wet Willie no se puede englobar como una agrupación sureña al uso, su música bebe de los diferentes géneros que anteriormente hemos reseñado.

Canciones como “Country Side of Life” – todo un hit que abre el disco – el grandioso “Keep On Smilin’, “Soul Sister”, o “Soul Jones” son el mejor ejemplo de una curiosa amalgama sonora en cuanto el vinilo comience a rodar. Todas ellas, impregnadas de una fuerte influenciafunky y soul. Con cierto aire góspel se presenta “Trusty of Lord”, pasando por una bella balada acústica llamada “Alabama”. “Dont’ wait too long” y “Lucy was in Trouble” son, a mi juicio, los temas estrella del LP, siendo esta última de las más utilizadas en sus conciertos en directo.

Y así concluye esta obra, cortesía de unos excelentes músicos que responden al nombre de Wet Willie. Siempre arropados por la potente voz de su cantante Jimmy Hall, fueron capaces de ampliar todavía más, el número de estilos de los que se nutre el rock sureño o “Southern Rock”, valga la redundancia, como diría Greg Allman. – Free For All (Epic 1976) Publicado por javisuarezadmin el 3 abril, 2014

Originario de Detroit, ciudad situada al norte de los EEUU y famosa por la fabricación de automóviles, esta gran urbe también ha sido cuna de ilustres músicos como el caso del excelente guitarrista Ted Nugent. En 1965 y siendo tan sólo un adolescente, el joven Ted entra a formar parte de “”, una de las bandas psicodélicas más populares de su zona. Comienza así a forjar su leyenda cuando en 1967 publican su primer disco, convirtiéndose desde ese preciso momento en una de las formaciones de rock duro más primitivas que se recuerdan.

Tras dejarnos cuatro álbumes clásicos del rock, en 1970 pasa a liderar su grupo bajo el nombre de“Ted Nugent & The Amboy Dukes”, continuando así otro período con tres elepés más grabados hasta 1974. Concluida esta etapa, Ted decide seguir en solitario para iniciar una exitosa y prolífica carrera, dando un giro radical en su música, a la que dota de ritmos mucho más poderosos, realizando una explosiva mezcla de rock and roll y heavy metal.

Centrándonos en el álbum, “Free For All” pasa a ser el segundo en su discografía en solitario. Publicado en 1976, se grabó para el prestigioso sello Epic e incluye 9 temas inolvidables. De su producción se encargó por Tom Werman, y Lew Futterman. Como ya es habitual, haremos mención a la espectacular banda deTed Nugent, compuesta por él mismo a la guitarra solista, rítmica e incluso al bajo, poniendo también la voz a la canción que da título al disco. Por allí estaba Cliff Davies, un histórico batería inglés procedente del grupo If, Rob Grange (bajo), Steve McRay (teclados) y Tom Werman (percusión).

Derek St. Holmes sería en un principio el responsable de la voz, pero por disputas con Ted, sólo graba dos canciones y se alejó a media grabación, sustituyéndolo un jovencísimo Meatloaf, que grabaría el resto de temas excepto uno, ya reseñado anteriormente.

Abre el LP con el potente “Free-For-All”, con el que nos preparan para un electrizante viaje por el estilo único y contundente de Ted Nugent. Entre otros cortes magníficos y riffs extraordinarios, continúan con “Dog Eat Dog” y un extenso “Writing On The Wall”, ésta vez con a la voz. Con unas letras muy atrevidas, llegará el genial “Street Rats” y la esencial balada “Together”, que hizo suya Meat Loaf.

El resto de pistas que completan el LP son “Light My Way” – que desprende una energía sorprendente -, y “Hammerdown”, compuesta por el propio Ted. Y para finalizar “I Love You So I Told You A Lie”, todo un hit de los más recordados del disco. Sus peculiares atuendos, también pasaron a formar parte de la historia delrock and roll, junto a sus míticas guitarras Gibson Byrland elaboradas porPaul Smith. Éstas quedaron inmortalizadas en la portada del disco, con un estupendo montaje fotográfico obra de Houghton / SteinBicker y diseño dePaula Scher. Ted Nugent siempre ha sido un ejemplo de trabajo y el mejor espejo para otro número considerable de músicos a los que influenció. Poseedor de una gran humildad, nos dejó gloriosos discos de estudio y magistrales shows en directo. Actualmente y a sus 65 años, sigue ofreciendo giras y apoteósicos conciertos, manteniéndose en plena forma. Y lo cierto, es que Nugent es un músico ya legendario.

Dedicó este álbum con la siguiente frase:

“A todos ustedes compadres a quienes yo llamo amigos. Estoy contento de teneros conmigo, porque estamos aquí de nuevo”…

Thin Lizzy – Jailbreak (Mercury Records 1976) Publicado por Ruben.Borrajo el 9 abril, 2014

Si hubiera un olimpo real de discos de hard rock, éste Jailbreak deThin Lizzy ocuparía los primeros puestos sin lugar a dudas. Y es que magistrales canciones como “Cowboy Song” o “The Boys Are Back In Town” – su hit más célebre – nos demuestran la grandeza de un elepé y de una banda ya de por sí legendaria. Jailbreak, la pista que da nombre al disco, abre con un poderoso riff que hace todos los honores al rock duro. “Angel From The Coast” se presenta como un tema pegadizo, ejecutado a un ritmo trepidante e impregnado de un magnífico guitarreo.

Con las bellas baladas “Fight Or Fall” y “Running Back”, sentiremos la fantástica voz de Phil Lynott.Otros temas de gran calidad y de obligada referencia son “Emerald” y “Warriors” (una de las joyas del álbum), en el que una vez más, los Lizzy elevan el hard rock a la máxima potencia. A mi juicio Jailbreak es absolutamente redondo. Perfecto de principio a fin. Y una buena parte de culpa, la tiene su excelente dúo de guitarras formado por Scott Gorham y Brian Robertson, siempre acompañados por el carisma y la voz de Phil Lynott. Centrándonos en el álbum, sexto en su discografía, se publicó el 26 de marzo de 1976 por el sello Mercury Records e incluye 9 temas. Grabado en los “Ramport Studios” de Londres, fue producido por el ingeniero de sonido John Alcock.

Así mismo, Jailbreak también se convirtió en el elepé más vendido de los Lizzy, y de alguna forma le abrió las puertas hacia el mercado americano. Destacar, que todas las canciones fueron compuestas por ese poeta del rock llamado Phil Lynott. No puede faltar en este artículo, una mención hacia los integrantes de Thin Lizzy, que hicieron posible esta obra: Phil Lynott (bajo y voz), Scott Gorham (guitarra), Brian Robertson (guitarra) y Brian Downey (batería).

Así concluye este álbum, cortesía de un histórico cuarteto irlandés que responde al nombre de Thin Lizzy. A golpe de un rock electrizante, fueron capaces de ganarse a pulso un más que merecido puesto como mitos de la que algunos llaman música del diablo, dejándonos un legado eterno al paso del tiempo. Y buena fe de ello, la pueden dar álbumes gloriosos como éste.

¿Sabes? ¡Phill Lynott Murió!, en 1986, víctima del alcohol y las drogas, pero de algún modo, siempre permanecerá vivo en el corazón del rock. The Rolling Stones – Let It Bleed (Decca Records 1969) Publicado por Ruben.Borrajo el 17 abril, 2014

Es indiscutible, que uno de los fenómenos más espectaculares de la historia del rock han sido los Rolling Stones. Todo lo que hacen produce una repercusión inmediata. Sus asombrosos conciertos, su especial conexión con los fans y la conciencia social reflejada en sus letras, le han situado como una parte esencial en la mitología universal del rock. Baten todos los récords existentes, y más que hubiera.

Con sus antológicas canciones, han sabido llegar al corazón de una fiel e inmensa cantidad de admiradores en todo el mundo, entre los que se encuentra este humilde blog, que tiene por logo su lengua.

Las amplias y sucesivas giras de los Stones son hitos destacados en la música, así como lo son los diversos álbumes que han publicado en sus 50 años de carrera. Y aquí, Let It Bleed, juega un papel muy relevante, porque es un disco de culto. Let It Bleed se publicó el 28 de Noviembre de 1969 por el sello Decca Records e incluye 9 pistas. Grabado en los Olympic Studios de Londres, contó con la producción del emblemático Jimmy Miller, un famoso ingeniero de sonido que ya había trabajado con otras bandas del nivel de Blind Faith o The Spencer Davis Group. Muchas y muy variadas, han sido las rediciones de este gran clásico bajo otras casas discográficas como la de ABCKO (Formato LP, 1986) o la de Decca (Formato CD, 1995). El álbum obtuvo un enorme éxito y alcanzó rápidamente los primeros puestos en las listas musicales de la época, el número 1 en el Reino Unido y el 3 en los Estados Unidos. Así mismo, también recibió numerosos premios y certificaciones. A nuestro juicio, Let It Bleed es un disco importantísimo para el rock. Transcendió a su tiempo como una llama que nunca se apaga. Porque es muy, muy grande, al igual que sus legendarios creadores.

Como ya es costumbre, haremos una mención a los músicos que hicieron posible esta magistral obra: Mick Jagger (voz, armónica), Keith Richards (guitarra), Mick Taylor (guitarra), Brian Jones (guitarra, arpa y percusión), Bill Wyman (bajo) y Charlie Watts (batería).

Si ya de por sí los Stones son geniales músicos, de obligada referencia es el personal adicional que participó a su lado: Ian Stewart, Nicky Hopkins, Leon Russell y el mítico Al Kooper (pianos), Ry Cooder (mandolina), Jimmy Miller (batería y percusión), Rocky Dijon (percusión), Bobby Keys (saxo tenor), Jack Nitzche, Merry Clayton y Nanette Newman (coros), y un extraordinario violinista debluegrass llamado Byron Berline, vinculado dos años después al proyecto Manassas, de Stephen Stills. En cuanto el vinilo comienza a rodar, de manera instantánea entra a formar parte de esa colección de discos que cambian tu vida. Y es que su gloriosa apertura con “Gimme Shelter”, ya nos demuestra el porqué de su grandeza. “Gimme Shelter”, una de las canciones más célebres de los Stones, fue versionada hasta la saciedad por multitud de grupos, prestando especial atención a la Grand Funk Railroad, (Survival 1971).

Destacaré también su apoteósica sección rítmica, la profundidad lírica de este maravilloso tema (inspirado en la guerra del Vietnam) y sus fantásticos coros con Merry Clayton. Pero lo que nos quedará para siempre en la memoria es su majestuoso estribillo :<< War, children, it’s just a shot away / It’s just a shot away / War, children, it’s just a shot away / It’s just a shot away>>.

Seguidamente llegará “Love In Vain”, una excelente versión del bluesman Robert Johnson.Solamente los Stones, han sido capaces de transformar este tema en único, y quien sabe si irrepetible. Uno de los puntos álgidos será “Country Honk”, versión de cierto aire folk / country del “Honky Tonk Women”, con un sensacional violín a cargo de Byron Berline y la guitarra de Mick Taylor. El espléndido piano de Ian Stewart, cobra un protagonismo mayúsculo en “Let It Bleed”, el corte que da nombre al disco.En “Live With Me”, podemos notar todo el virtuosismo del guitarrista Mick Taylor, respaldado en todo momento por un espléndido riff de bajo. Una grata sorpresa nos encontraremos en “You Got The Silver”, una bella balada en dónde canta Keith Richards. De inolvidable, calificaré el riff de “Monkey Man”. El blues, la música del alma, hace acto de presencia en “Midnight Rambler”, sexta joya del álbum, siempre acompañada por una perfecta armónica y un elegante guitarreo. Y para poner el broche de oro a un álbum absolutamente redondo “You Can’t Always Get What You Want. Escrita por Jagger y Richards, es un diamante de canción, con una angelical introducción a cargo del coro góspel “London Bach Choir”, e influida por los arreglos de Al Kooper. En el recuerdo del imaginario colectivo, permanecerá su curiosa portada. De una elevada calidad gráfica, fue un trabajo del diseñador Robert Brownjohn. En ella, podemos visualizar a los componentes de los Stones tocando en el último nivel de una tarta, formada por un neumático, una pizza, un reloj y una cinta magnética, apoyada sobre un tocadiscos. En su interior reza la siguiente frase: <<“Esta grabación debería reproducirse a un volumen elevado”>>

Así concluye Let It Bleed, un elepé que resulta fundamental para entender qué es y lo que significa el rock and roll. He de confesar que en este artículo que hoy escribo, quizás no haya podido ser todo lo objetivo que quisiera, y me he dejado llevar por la pasión que siento por los Rolling Stones, la banda de rock and roll más grande que ha dado la música contemporánea.

Déjalo sangrar. El Artista Invitado – Cansancio Clónico (2007) / Fuerzas Aliadas (2010) Publicado por Ruben.Borrajo el 23 abril, 2014

A nuestro juicio, el buen rock nunca debe pasar desapercibido. Y “El Artista Invitado”, formación catalana nacida en 2001, es la mejor prueba de ello. Deciden comenzar su historia por el amargo camino del rock un invierno de 2001, cuando el multi instrumentista J. Bernat “Bernie”, Ángel Camacho, Toni Benavente y Dani Pujol, se asocian para grabar unas canciones que Bernat tenía escritas previamente. Fruto de esta colaboración, realizan su primera demo “Seriedad Capilar”, nombrada demo del mes en la revista Rock Hard.

En 2002, son llamados para abrir los conciertos de Rosendo en la sala Razzmatazz 1. En el año 2005 graban en los estudios “La Boni” el disco “Inútil Sin Referencias”, en el que Bernie se hace cargo de la sección rítmica (batería, bajo, guitarras), con Toni Benavente a la guitarra solista. En 2006, regresa a los estudios “La Boni”, para reflejar “Sensible Al Tacto”. En 2007, sale a la luz “Cansancio Clónico”, grabado y mezclado entre los estudios EDISON deCornellà de Llobregat y los Udbon de Esplugues de Llobregat. En él, participaron Jordi Bernat (voz, guitarra rítmica, bajo, batería y coros), Toni Benavente (guitarra solista), Sergi Milan (órgano hammond, piano), Nico Alvarez (coros) y Jordi Udina (técnico de sonido). “Cansancio Clónico” incluye cinco pistas y abre con “Amagos de Muerte”, una canción de estilo hard rock envuelta por unos soberbios riffs de guitarra. Seguidamente llegará “Alto el fuego”, tema impregnado de un excelente órgano y un potente riff de guitarra.“Fiesta”, es una pista con cierto aire hacia la psicodelia.

Destacaremos su elaborada sección rítmica, y nuevamente, su órgano. Ejecutada a un ritmo frenético se presenta “Segunda Oportunidad”, rodeada de unos adictivos riffs de guitarra, se sitúa como uno de los mejores temas del disco. Finalizan con “No voy a buscarte”, una balada de corte pop.

Tras ofrecer una serie de conciertos por diversos clubs, logran girar con Status Quo, abriendo los conciertos de su gira española en 2009. En 2010 publican “Fuerzas Aliadas”, disco producido por el propioJordi Bernat y grabado en los estudios “Udbon” de Esplugues de Llobregat (Barcelona), entre mayo y octubre de ese mismo año. Incluyendo 7 pistas, todas las canciones fueron escritas por el multi instrumentista Jordi Bernat, exceptuando “Vuela Alto” y “No Mires Atrás”(J. Bernat / Pedro Caparrós). Durante esta etapa, también son llamados para tocar junto a Europe en la sala Razzmatazz de Barcelona. “Fuerzas Aliadas” inicia con “En mí habita el mal”, tema bien armado rítmicamente con unas contundentes guitarras a su final, al igual que “No Mires Atrás” la pista que le sucede. Con altas dosis de electricidad se presenta “Puerta de Servicio”, en dónde podemos captar una clara influencia a los AC/DC, dado que Bernie, su cantante, tiene su pasado en la “The Bon Scott Band”,una banda tributo al legendario grupo australiano.

“Basta de Cerdos” y “Fuego Cruzado”, son dos canciones con las bases bien asentadas en el hard rock, acompañados por la voz melódica de Bernie. “Vuela Alto”, es una semi balada que desde nuestra opinión, se erige como el tema estrella del disco, con especial atención a sus riffs de guitarra. Concluyen con“Si Tu Padre Te Viera”, una pegadiza canción que posee unas desenfadadas letras. No puede faltar en este artículo, una mención al personal que hizo posible este disco: Jordi Bernat “Bernie” (voz, guitarra rítmica, bajo batería y coros), Sergi Milán (órgano hammond, piano y acordeón), Alberto Arias (guitarra solista), Tite “Patri” Castelló(guitarra solista), Tito Ferrer (guitarra solista), Pedro Caparrós (guitarra solista) y Carlos Ruiz (guitarra solista), David Benavente (coros), Jordi Udina (técnico de Sonido) y Antoni Alarcón (diseño gráfico).

Dice “El Artista Invitado” en una de sus canciones, que buscan una segunda oportunidad. Creemos que merecen una primera.

Boz Scaggs – Boz Scaggs (Atlantic 1969) Publicado por javisuarezadmin el 30 abril, 2014

Compositor, guitarrista, vocalista y compañero inseparable de Steve Miller en los años 60. Sin duda, una gran carta de presentación la deBoz Scaggs, que también colaboró poniendo su voz en dos discos históricos de la Steve Miller Band. Y en 1969, Boz graba este magistral álbum homónimo, que consideramos como imprescindible en su carrera.

Natural de Ohio, Boz Scaggs se traslada a Texas siendo tan sólo un adolescente y coincide en la escuela con Steve Miller. Rápidamente surge una estrecha amistad que les llevaría a estudiar juntos en la universidad. Durante esta etapa de su vida se empapó de blues, pero sobre todo de la música tradicional americana.

En 1965, Boz se embarca en una aventura musical por Europa, estableciendo su base enInglaterra y Suecia, dónde logra grabar su primer álbum en solitario, obteniendo algún éxito pero escasa repercusión. También adquiere durante este tiempo conocimientos sobre el “British Blues” y otros estilos, y por fin, Steve Miller decide contar con él para su nueva formación, con la que editó dos álbumes emblemáticos en la era psicodélica del San Francisco de 1968. Su facilidad innata para componer canciones, y su especialísima voz, no pasan desapercibidas para el sello discográfico Atlantic Records.En 1968, es fichado para esta gran compañía, comenzando a grabar con la Muscle Shoals de Alabama y con el legendario guitarristaDuane Allman, por aquella época miembro permanente de la “Muscle Shoals Rythm Section”. Centrándonos en el disco, se publicó en 1969 y fue producido por el propio Boz Scaggs, Jan Wenner y Marlin Greene. Fue grabado en los estudios “Muscle Sounds Sound Recorders” deAlabama. La Atlantic Records contaba con un gran número de excepcionales músicos, participando en la grabación de este elepé Duane “Skydog” Allman (dobro, slide y guitarra), Boz Scaggs, Eddie Hinton y Jimmy Johnson (guitarras), Barry Beckett (teclados), David Hood (bajo) Roger Hawkins (batería) y Al Lester (violín). Como ya era habitual en la Atlantic Records, una excelente sección de vientos apoyaba en todo momento a estos virtuosos músicos, entre los que se encontraban Charles Chalmers y Floyd Newman (saxos) Ben Cauley(trompeta), Gene “Bowlegs” Miller (trompeta y trombón) y Joe Arnold y James Mitchell (saxos). Y para poner la guinda final a este carrusel interminable de instrumentistas, es de obligada referencia mencionar los estupendos coros femeninos: Jeannie Greene, Donna Thatcher y Mary Holiday por un lado, yTracy Nelson, Irma Routen y Joyce Dunn para otros temas. Como dato curioso, destacaremos que el disco y su estilo se catalogaron como “Blue – Eyed - Soul”, que viene a significar coloquialmente hablando “Soul hecho por blancos”. El LP contiene 9 temas compuestos por Boz Scaggs salvo algunas excepciones. Abren con un movido “I´m Easy” y continúan con el clásico de clásicos “I´ll Be Long Come”, una de las baladas más bellas de la época. Y nos deleitarán con canciones delicadas como “Another Day (another letter)” y la country “Now You´re Gone” dónde disfrutaremos de los maravillosos coros y un magnífico sonido del violín. Las canciones que le siguen, mantienen en mayor o menor medida una línea similar a las anteriores y son “Finding Her” y “Look What I Got”, ésta vez con Duane Allman imprimiendo su calidad al Dobro. En“Waitin For A Train”, Boz Scaggs nos traslada a las viejas películas del Oeste y a aquellas canciones de la guerra de secesión, magníficamente interpretadas. El punto álgido del disco llegará con un triste blues titulado “Loan Me A Dime”, propiedad del bluesman Fenton Robinson. Con más de doce minutos de duración, Boz Scaggs realiza una espléndida versión con su voz, arropado por una sección rítmica perfecta y el virtuosismo de Duane Allman, que nos dejó uno de los solos de guitarra más recordados de su corta pero intensa carrera. Concluyen con “Sweet Release”, una canción que posee unos coros sobresalientes, al igual que el resto de la banda. El diseño y las fotografías de la portada e interior del LP fueron obra de Stephen Paley, dónde podemos visualizar la simpática imagen de Duane Allman, completamente desnudo con un sombrero en la cabeza y tapándose sus genitales, entre otras de los músicos más representativos. En su día, este disco pasó con más pena que gloria por los ojos de la crítica especializada. Y han tenido que pasar más de 45 años para que lo considerasen una obra de culto, básica para los amantes de la época dorada del rock y para los seguidores de Boz Scaggs y del gran Duane Allman.Boz Scaggs inició con este LP su período de esplendor. Actualmente y a sus 66 años, es uno de los grandes de la música americana. Eric Clapton – Just One Night (RSO 1980) Publicado por javisuarezadmin el 7 mayo, 2014

Este magistral doble álbum en directo mezcla de rock y blues, fue la carta de presentación de Eric Clapton en una de las décadas más difíciles para estos géneros, originado esto por las nuevas corrientes musicales y los diferentes estilos que surgieron a finales de los 70, como el pop más puro y comercial.

”, su último disco grabado en estudio hasta esa fecha, provocó que Clapton y su prodigiosa banda se embarcaran en una nueva gira mundial, llena de éxitos y con “manolenta” en estado de gracia. Esta gira que comenzó en el mes de marzo en Irlanda, saltó posteriormente a los Estados Unidos, dónde Clapton se instaló durante toda la primavera y los inicios del verano. Tras un parón en septiembre regresó a Europa, tocando en países como Inglaterra, Polonia, Austria, Alemania o la extinta Yugoslavia. Para llegar al lugar dónde se grabó el disco, Clapton y su grupo viajan aquel otoño por Israel y Asia, pasando por Filipinas, Tailandia y Hong Kong, recalando finalmente en el imperio del sol naciente. En el interior del elepé, podemos apreciar una reseña que Clapton dejó el 12 de marzo de 1980 <> entre otras frases que se aproximaban a la realidad del país nipón. También destacaremos la ilustración de Ken Konno y las fotografías, que fueron obra de Dave Brown y Koichiro Hiki.

Para la realización del LP, Clapton contó con la colaboración de una poderosa banda, – perfectamente engrasada – que tocó las frías noches del 3 y 4 de diciembre en el “Budokan Theatre” de Tokio. Y es de obligada referencia, su mención: Henri Spinetti (virtuoso batería) el mítico Chris Stainton (teclados), Dave Markee (bajo) y un enorme Albert Lee con Eric Clapton a las guitarras y voces. De la producción se encargó Jon Astley, para el histórico sello de la vaca roja “RSO” (del insigne productor musical Robert Stigwood), y se publica en abril de 1980. Con 14 pistas realmente espléndidas, el disco abre con “”, una canción de su último trabajo y con unos ritmos claramente marcados por el “tulsa sound”. Seguidamente y como norma del álbum, Clapton enlaza con un blues tradicional “Early In The Morning”, con una excelente En la primera parte del LP reflejan temas emblemáticos como el country de “Lay Down Sally”, la bella balada “Wonderful Tonight” y una gran versión del “If Don´t Be There By Morning”, de Bob Dylan. El blues más puro vuelve a hacer acto de presencia con el clásico atemporal de Maceo Merriweather “Worried Life Blues”, “All Our Past Times” y el “After Midnight” de J.J Cale con el que concluyen esta cara A. La segunda parte abre con “Double Trouble”, un tremendo blues de impecable factura, propiedad del zurdo Otis Rush. “Setting Me Up” es una composición de Mark Knopfler que saldría en elmagnífico debut de los Dire Straits, a la que Albert Lee pone la voz y su estupenda guitarraTelecaster.

El tramo final del show en el teatro japonés no tiene desperdicio alguno. Nos obsequian con cuatro canciones de auténtico infarto y nos demuestran el por qué Eric Clapton es uno de los héroes de la guitarra más grandes que ha dado la música. Ofrece una descarga absolutamente memorable en temas como“Blues Power”, el clásico “Rambling On My Mind” de Robert Johnson o el soberbio “Cocaine”, intercalándose a la guitarra Clapton primero y Albert Leedespués. Y para poner punto y final “Further On Up the Road”, otra de las canciones preferidas de Eric en sus conciertos en directo. Just One Night fue muy bien acogido por el público y la crítica en 1980. Alcanzó puestos relevantes en las listas, tanto en las americanas, como en las inglesas. En 1981, ya fue distribuido por la Polydor Records. Clapton y su famosa guitarra “blackie” del 57, inmortalizaron junto a una excepcional banda este show único hace ya 35 años. Se convirtió en uno de los álbumes más legendarios de su tiempo, porque, a nuestro juicio, jamás tuvieron miedo de las nuevas tendencias musicales. Regresaron al blues más puro, acompañados por uno de los dioses de la guitarra.

One, two, three…

The Black Keys – El Camino (Nonesuch Records 2011) Publicado por Ruben.Borrajo el 13 mayo, 2014

Un triunfo del rock moderno, así consideramos este disco de The Black Keys. Y aunque la base de su peculiar sonido la toman de géneros como el blues, rockabilly, garaje rock, blues rock, o el soul de los 60 y 70, El Camino es una obra pegajosa y guitarrera que combina con simpleza pero con gran eficacia los estilos anteriormente mencionados. Originarios de la ciudad de Akron, en el estado norteamericano deOhio, The Black Keys se consolidan como dúo musical en el año 2001, formados por el multiinstrumentalista Dan Auerbach y el batería Patrick Carney. Un año después de su creación, graban para el sello “Alive Records” magníficos álbumes de blues rock como “The Big Came Up”, “Brothers” o “Thickfreakness” (2003), haciéndose con un lugar importante en la escena de rock alternativo del momento.

Centrándonos en el álbum, “El Camino” fue el séptimo de su discografía, se publicó en diciembre de 2011 por la casa discográfica Nonesuch Records e incluye 11 pistas. Así mismo, también logró numerosos premios y certificaciones. Fue producido por los propios The Black Keys y el músico estadounidense Danger Mouse, que también colaboró como coautor en todas las composiciones del elepé.

Como ya es costumbre, haremos referencia a los músicos que hicieron posible este álbum: Dan Auerbach (guitarra, bajo y voz), Patrick Carney (batería), B. Burton (teclados), Heather Rigdon, Ashley Wilcoxson y Leisa Han (coros).

Abren con “Lonely Boy”, un tema ejecutado a un ritmo trepidante que se sitúa como uno de los destacados del disco, también lanzado como sencillo en 2011 y utilizado como banda de sonora de multitud de eventos deportivos, series de TV y videojuegos. “Dead Gone”, está impregnada por un sonido setentero y orientada hacia el más puro rock garaje. “Gold On The Ceiling”, posee unos excelentes riffs de guitarra, con cierto influjo del sintetizador y una espléndida batería. El punto álgido del disco llegará con “Little Black Submarines”, semi-balada de bella introducción acústica y un adictivo estribillo, quedará marcada a fuego en la memoria del rock por sus poderosos riffs de guitarra. Desde mi opinión, esta canción es todo un himno. Hablamos dentro de 20 años.

“Run Right Back” y “Money Maker”, son dos ejemplos de rock bien armado rítmicamente, poderoso, contundente y sin espacio para el descanso. El resto de pistas que completan el disco son “Sister”, “Hell Of A Season”, “Stop Stop”, “Nova Baby” y “Mind Eraser”, en dónde podemos palpar una clara tendencia hacia el clásico sonido del rock de los años 60 y 70. Sin duda, una curiosa amalgama sonora que puede resultar nostálgica para el oyente. Por eso gusta.

Y así concluye este álbum, cortesía de unos tipos de barrio que grababan discos en garajes y sótanos. En sus inicios, ofrecían conciertos en bares y se movían en la oscuridad del underground. Su pasión desmedida por el rock y por bluesman legendarios como Robert Johnson, Muddy Waters, Son House o Misisipi Fred McDowell, les llevó a encontrarse con el éxito, casi de manera repentina.

Quizás, sea ésta su obra más comercial – no por ello exenta de calidad – pero se echa en falta las fuertes raíces bluseras de sus primeros discos. A nuestro juicio, las teclas negras escogieron el camino correcto y nos llevaron en un emotivo viaje por el rock y el blues de antaño. ¿Utilizarían la destartalada furgoneta de portada?…

Un clásico.

Rory Gallagher – Deuce (Atlantic Records 1971) Publicado por Ruben.Borrajo el 21 mayo, 2014 Tras separarse de Taste y dejarnos un primer disco absolutamente mágico, Rory Gallagher, el irlandés de fuego, decidió escribir otro capítulo histórico para la música rock. Le llamó “Deuce”. Solamente el paso de los años, logró situar a este disco en el lugar que le correspondía, ya que en un principio recibió críticas negativas.

Es ésta su obra más íntima, quizás no tan dura como otras, pero rebosante de calidad y sentimiento. Rory juega aquí con el folk, pero también con el blues y el rock. Canciones como “I’m Not Awake Yet” – todo un hit que abre el elepé – o “Don’t Know Where I’m Going”, impregnada de un bello aire folk, son el mejor ejemplo de su grandeza.

“In Your Town” es un magistral blues rock en donde se capta la influencia de mitos como Muddy Waters. Otras pistas que completan un LP completamente redondo son: “Used To Be” – una joya de tema – , el apoteósico “Whole Lot Of People”, poseedor de un cierto aire al rock de los 50, un bello “Should’ve Learnt My Lesson”, en dónde por un momento, nos recordará a un viejo bluesman americano.

“Out of my mind” es una preciosista balada de toques country, y finalmente cierra el disco con “Crest Of Wave”, ejecutado a un ritmo trepidante con un inolvidable riff de guitarra. El álbum, se grabó en los Tangerine Studios de Londres, fue producido por el propio Rory Gallagher e incluye 10 pistas. Segundo en su discografía, fue publicado en 1971 por el sello Atlantic Records, y en 1999 fue reditado nuevamente incluyendo una pista más llamada “Persuasion”. Como ya es habitual, haremos mención a los músicos que hicieron posible la realización del disco: Rory Gallagher (guitarra eléctrica, voz y armónica), su inseparable Gerry McAvoy (bajo y coros) y Wilgar Campbell (batería).

Así concluye esta obra maestra, cortesía del legendario Rory Gallagher. Un tipo de carácter sencillo, que nunca se dejó manejar por las discográficas. Se alejaba de las producciones mastodónticas y de las portadas. Lo único que le importaba era la música.

Cuando su popularidad aumentó, después de los conciertos entraba a los bares para tomar un par de cervezas con la gente que lo había visto. Una vez, estando de gira, sus representantes describieron como recorrió media ciudad buscando a un músico callejero para darle dinero. Jamás se alejó de la peña. Jamás se vendió.

Rory Gallagher falleció el 14 de Junio de 1995 de un fallo hepático, derivado de su alcoholismo crónico. Tenía 47 años. Muy poco tiempo antes de su muerte, se quejó de que no se le había reconocido lo suficiente su labor en el rock y en el blues. Es el alto precio que desafortunadamente, un músico tiene que pagar por hacer lo que quiere.

A nuestro juicio, representó a la perfección los sentimientos, ideales y actitudes del rock.

Jimmy Smith – Jimmy Smith Live! Root Down – (Verve 1972) Publicado por javisuarezadmin el 29 mayo, 2014

Hablar de Jimmy Smith es hablar de uno de los mejores organistas de jazz de todos los tiempos. Así de simple, es nuestro humilde punto de vista sobre este emblemático músico americano. Nacido enNorristown, en el estado de Pensilvanya en 1928, Jimmy es un niño prodigio con un talento innato para la música, provocado en parte por tradición familiar. Rápidamente se especializa en el uso del órgano, y en particular, en el mundialmente conocido “Órgano Hammond”, allá por el principio de los 50.

Comenzando su carrera con estilos que van desde el rythm and blues al hard bop o el jazz, pronto se hace con un destacado lugar en el ambiente jazzístico neoyorquino. Y allí, en la ciudad de los rascacielos y la capital del jazz, ficha por el histórico sello discográfico Blue Note y posteriormente por Verve, tocando con varios de los músicos más célebres de este género, como los fantásticos guitarristas West Montgomery o Kenny Burrell, los saxofonistas Lou Donalson o Stanley Turrentine y el trompetista Lee Morgan entre otros muchos fundamentales para la década de los 60. Jimmy Smith, un músico incansable y prolífico donde los haya, explora como todo músico de jazzque se precie, la búsqueda de sonidos y de diferentes estilos. De él, fluye una energía desbordante y se decanta primero por el soul y el funky jazz de los setenta. Con su genial música, influyó a generaciones venideras, donde verdaderamente podemos apreciar éste tipo de música fusión.

Centrándonos en el álbum en directo, Root Down se graba durante su estancia en la costa oeste americana. Las grabaciones se registran un 9 de febrero de 1972 en el “Bombay Bicycle Club”, un pequeño club de Los Ángeles, convirtiéndose meses después en un clásico y vigoroso disco de jazz funk. Producido por Eddie Ray, originalmente contenía 6 temas, añadiéndose en la redición del año 2000 una pista más y otros no editados en su momento.

Jimmy Smith (Órgano Hammond), estuvo apoyado en una espectacular banda formada por Arthur Adams (guitarra), Wilton Felder (bajo), Paul Humprey (batería), Buck Clarke (congas y percusión) y Steve Williams (armónica).

El elepé comienza con un movido “Sagg Shotin´His Arrow”, puramente instrumental y con un magistral Arthur Adams a la guitarra, respaldado por un Jimmy Smith demoledor y una grandísima sección rítmica. Inesperadamente giran hacia un bello tema titulado “For Everyone Under the Sun”más bien de estilo soul jazz, alternándose la guitarra y el órgano. A continuación, demuestran su virtuosismo en el estándar de blues “After Hours”, obra del mítico pianista de Alabama Avery Parish. “Root Down” es la marca que deja huella en el disco. Funky jazz en estado puro, con más de 12 minutos soberbios (en la edición del 2000) y que da el nombre al LP. Lleno de improvisación, wah-wahs, unJimmy soberbio y una excelente sección rítmica. Esta canción también sirvió mediados los 90 a la reconocida banda de Nueva York “The Beasty Boys “, para incluirla en un disco dónde se situó como uno de sus temas más conocidos.

Una impecable versión del “Let´s Stay Together” de , anima y hace cómplice al público presente esa noche, con ovaciones sonoras hacia el guitarrista a mitad del tema y por supuesto, también a su terminación. Para finalizar, otro magnífico tema funky de larga duración “Slow Down Sagg”, dónde se refleja la fuerza de éste estilo y la grandeza de unos músicos inolvidables que nos dejaron una actuación para la posteridad.

Concluiremos este análisis con la frase que reza en la parte trasera del disco: “Jimmy Smith forma parte esencial del jazz moderno. En sus primeros años en Nueva York el enfoque veloz de sus dedos define el papel del instrumento con un éxito sin precedentes”.

Ya sobran las palabras.

Supertramp – Breakfast In America (A&M Records 1979) Publicado por Ruben.Borrajo el 4 junio, 2014

En el ocaso de los setenta, los británicos Supertramp nos obsequiaron con un apetitoso desayuno en América, explorando de manera absolutamente magistral un amplio territorio sónico. Experimentan aquí con el pop, pero también con el rock, el rock progresivo y le añaden unas pinceladas de blues.

Supertramp se crea bajo el patrocinio del holandés Stanley August en 1969, que le propuso al teclista y cantante Rick Davies la formación de un grupo de rock. Así que, rápidamente se le unen el multi-instrumentista Roger Hodgson, el batería Bob Miller y el guitarrista Richard Palmer.

Tras sufrir diversos cambios en sus filas, finalmente debutan con un disco homónimo en 1970, sin apenas repercusión. Según avanza la década, graban álbumes magníficos como “Crime Of The Century” (1974), o “Even In The Quietest Moments” (1977), obteniendo cierto reconocimiento por parte de la crítica. Y en 1979, le llegó su momento álgido y fama internacional gracias a éste Breakfast In America. Centrándonos en el elepé, “Breakfast In America” fue el sexto en su discografía, se publicó en 1979 por el sello A&M Records e incluye 10 pistas. Reseñaremos que todas las canciones fueron compuestas por el dúo Hodgson / Davies. Producido por los propios Supertramp yPeter Henderson, se remasterizó nuevamente en los años 2002 y 2010 añadiéndose diversas pistas y material extra. Breakfast In America alcanzó un gran éxito comercial, obteniendo el número 1 en las listas musicales de la época.

Como ya es habitual, mencionaremos a los músicos que hicieron posible esta obra: Rick Davies(teclados y voz), Roger Hodgson (guitarra, voz y teclados), Dougie Thomson (bajo), Bob Siebenberg(batería), John Helliwell (coros y saxofón) y Slyde Hyde (trombón).

Dentro del disco, repleto de hits, nos encontraremos con canciones clásicas como “Breakfast In America” con un delicado piano y una sutil batería en su inicio, el inolvidable y pegadizo “Goodbye Stranger”, en la que destaca la peculiar voz de Roger Hodgson, o un extraordinario“Logical Song”, que se consolidó como su tema por excelencia, prestando especial atención a su memorable “solo” de saxofón.

“Take The Long Way Home”, “Lord Is It Mine”, “Child of Vision” y “Oh Darling” son otros espléndidos cortes que nos demuestran el virtuosismo de una banda en estado de gracia. Juegan aquí con elpop, pero también con el rock e incluso con el rock progresivo. Realizan una mezcla fantástica, originando que Breakfast In America se convirtiera en uno de los álbumes más célebres de la década de los 70. La curiosa portada del disco, en la que podemos visualizar el centro de Manhattan y una mujer simulando la estatua de la libertad con un desayuno en su mano, fue un trabajo del diseñadorMikel Doug. Así concluye este obra conceptual, cortesía de Supertramp, una banda que se ganó un más que merecido puesto en la memoria del rock. Y éste, es su legado.

Allen Toussaint – Life, Love And Faith (Reprise – 1972) Publicado por javisuarezadmin el 11 junio, 2014

De Nueva Orleans se puede afirmar que es una de las ciudades con más tradición musical de los Estados Unidos de América, debido a la diversidad de culturas que en ella se asentaron a lo largo de su historia, al igual que en el estado de Louisiana al que pertenece. De ésta evocadora urbe surgieron músicos de gran talento, como el legendario Louis Arsmtrong, Fats Domino, Champion Jack Duprée, elProfessor Longhair, Dr. John o el inigualable trompetista Wynton Marsalis.

Allen Toussaint es también uno de sus hijos más reconocidos, con una inmensa labor como compositor, arreglista, pianista y productor. Nacido un 14 de julio 1938 en un barrio muy popular deNueva Orleans, por mediación de sus padres se alimenta de la música que escucha durante su infancia, logrando despuntar con tan sólo 17 años de edad. Toca con varios grupos durante los años 50, y sería en 1958 cuando graba su primer álbum instrumental titulado “Tousan”, en el que destaca el tema “Java”. En los 60 se dedica plenamente a la composición de canciones para innumerables artistas, y a la producción para músicos de enorme potencial como Irma Thomas o Aaron Neville entre otros muchos. En la década de los 70, decide grabar en solitario publicando dos primeros discos sobresalientes. Y en 1972, llega este “Life, Love And Faith”, tercero en su discografía. También supone un ansiado regreso, bajo la idea de trabajar con los “Metters”, uno de los grupos funk más importantes de la época. En el año 2006 se redita el disco por el sello Water, que tiene su sede en San Francisco (California).

Love, Life And Faith sale a la luz en 1972 y fue producido por el propio Allen Toussaint (piano, guitarra acústica y voz). Grabado en los estudios “Jazz City Recording” de New Orleans para el sello Reprise, consta de 12 pistas y todas son composiciones suyas. Para la realización del elepé contó con la colaboración de los integrantes de los Metters en su base rítmica: Joe “Zigaboo” Modeliste (batería), George Porter (bajo), Leo Neocentelli y Vincent Toussaint (guitarras), este último miembro de la familia de Allen.

Otros músicos de respaldo que también colaboraron fueron: Walter Payton (bajo) Joe Lambert (batería) Alfred Roberts y Squirrel (congas) y una nutrida sección vientos: Gary Brown, Alvin Thomas y Red Tyler (saxos) y Clyde Kerry Francis Rousselle (trompetas). Los acompañamientos vocales son también una parte esencial de este mítico disco. Con un marcado estilo funk – diremos que muy característico – Allen nos deleita con doce clásicos temas como “Victim Of The Darkness”, “Out Of The City (Into Country Life)” con unos soberbios arreglos vocales, la balada “On Your Way Down” o los experimentos con el jazz a los metales con “Electricity”. Otras pistas de obligada referencia son “She Once Belonged To Me”, de clara tendencia al soul, “Goin ´Down” o “Soul Sister”, que la resaltaremos como una de las más bellas del LP.

Allen Toussaint es un músico imprescindible que nos dejó un personalísimo trabajo, dónde se pueden apreciar sus magníficas cualidades y su sensibilidad musical. Actualmente, tiene una posición privilegiada en el panteón de los mejores músicos norteamericanos.

“Vida, amor y fe”….

The Band – The Band (Capitol Records 1969) Publicado por Ruben.Borrajo el 18 junio, 2014

Tras dejarnos aquel fantástico “Music From Big Pink” de 1968, los canadienses The Band vuelven a irrumpir de manera impactante en la escena musical de finales de los 60, con este disco homónimo. Si algún adjetivo tenemos para calificarlo ese es inolvidable, como casi todo lo que ha hecho este magistral quinteto. ¿Quién no recuerda aquel espléndido “Último Vals” de 1976?

“The Band”, en español, simplemente conocidos como “La Banda”, fueron compañeros de ruta de Bob Dylan en su transformación delfolk hacia el rock eléctrico. Procedentes de un país de meteorología antipática, les unía una pasión común que nos dejó un legado imborrable, discos perfectos y canciones sin fecha de caducidad. Acrecentaron su maravillosa leyenda durante los años 60 y 70, cuando se alejaron del rock psicodélico que reinaba en aquella época y tomaron como base de su sonido los estilos tradicionales americanos. Centrándonos en el álbum, segundo en su discografía, fue publicado por el sello Capitol Recordsen septiembre de 1969 y contiene 12 pistas. En la redición del año 2000, remasterizada por Capitol Records, se añaden 7 temas adicionales y diverso material extra. Producido por John Simon, el LP logro situarse como toda una obra de culto, dado su temática relacionada con la guerra civil americana, al margen de su gran calidad musical.

No puede faltar en este post, una mención a los legendarios músicos que hicieron posible este magnífico trabajo: Robbie Robertson (guitarra), Rick Danko (trombón, bajo, violín, voz), Garth Hudson (teclados, órgano, clavinet, piano, acordeón, saxofón, trompeta), Richard Manuel (voz, piano, batería, saxofón, armónica), Levon Helm (mandolina, batería, voz y guitarra acústica).

Dentro del LP, nos encontraremos con espléndidos temas como “Up On Cripple Creek” o “Rag Mama Rag” impregnados por un bello estilo folk, blues y country. El punto álgido es, a nuestro juicio, “The Night They Drove Old Dixie Down”, todo un hit que se consolidó como una de las canciones más emblemáticas de la banda, y de las más utilizadas en sus conciertos en directo. Destacaremos la peculiar voz del batería Levon Helm, que hace que este tema se cubra todavía más de gloria. Desafortunadamente, Levon Helm falleció el 19 de Abril de 2012 debido a un cáncer, a los 71 años de edad. Y el rock and roll perdió así a una de sus grandes estrellas, pero su legado permanecerá eterno al paso del tiempo. Gracias Levon. Otros cortes de obligada referencia que completan el disco son:“Rockin’ Chair”, de bello guitarreo acústico, la balada “Whispering Pines”, “Jawbone” y el pegadizo piano de “Look Out Cleveland”

Y así concluye este artículo en honor a “la banda”. Si hay algo que quizás pueda completar este post, pues diremos que vivieron instalados en la excelencia musical toda su carrera. Sus canciones, ya son todo un patrimonio de la humanidad.

Barón Rojo – Volumen Brutal (Chapa Discos – 1982)Publicado por Ruben.Borrajo el 30 junio, 2014 Se oye comentar a las gentes del lugar / los rockeros no son buenos / si no te portas bien / te echarás pronto a perder / y caerás en el infierno.

Todavía no sabemos si los rockeros caerán al infierno, pero lo cierto es que Barón Rojo se ganó a pulso un más que merecido puesto en el paraíso celestial del rock nacional, a base de unas explosivas guitarras y grandes dosis de un contundente heavy rock. “Barón Rojo” o “Red Baron”, nace de las cenizas de la agrupación Coz, ya que los hermanos Carlos y Armando de Castro formaron parte de esta banda a finales de los años 70. Su inicio por el universo sonoro fue absolutamente demoledor “Larga Vida al Rock and Roll”, fue un disco debut de esos que dejan huella, rebosante de buenas letras y calidad musical.

Centrándonos en el LP “Volumen Brutal”, segundo en su discografía, se publicó en febrero de 1982 e incluye 10 pistas. Producido por Barón Rojo, se graba en los estudios “Kingsway” de Londres(propiedad del cantante de Deep Purple, Ian Gillian) y logra vender más de dos millones de copias, situándose como una de las obras más exitosas de la banda. Así mismo, también se lanzó en 1982 una versión en inglés del elepé, que se comercializó en mercados como el japonés e inglés. La gran repercusión que alcanzó Volumen Brutal, posibilitó que el grupo compartiera cartel con artistas de la talla de Uria Heep, Michael Schenker (Scorpions), Marillion, Gary Moore o Iron Maiden en el festival de Reading de 1982.

Como ya es habitual, mencionaremos a los músicos que hicieron posible este histórico trabajo: los hermanos Carlos y Armando de Castro (guitarra, coros y voz),José Luis “Sherpa” Campuzano (bajo, coros y voz), Hermes Calabria (batería), Mel Collins (saxofón) y Colin Towns (teclados).

Dentro de este excelente álbum, nos encontraremos con himnos como “Resistiré” /”Stand Up”, una joya de canción que hace todos los honores al heavy metal y al rock duro. Destacaremos que “Resistiré”, llegó a ocupar el número 1 en las listas musicales del momento. Las poderosas guitarras de “Incomunicación” y «Dame la oportunidad» harán las delicias de todo aficionado al heavy metal y al buen rock en general. “Son como hormigas”, es un tema que se erige como uno de los mejores del disco. Sencillamente, fantástico. Uno de los cortes más llamativos es “Los Rockeros van al infierno”, todo un hit de pegadizas letras que se consagró como una de las canciones más célebres de la banda. Otras espléndidas pistas de obligada referencia y que completan el LP son: “Hermano del Rock & roll”, “El Barón sobrevuela Inglaterra” y “Sátanico Plan” (Volumen Brutal) o el inolvidable “Concierto para ellos”. Concluye así este álbum, el segundo vuelo del barón, una de las bandas que más prestigio han dado a España. Si he de escoger entre ellos y el rock / elegiré mi perdición / sé que al final tendré razón / ¡y ellos no! / Mi rollo es el rock.

Ya está todo dicho.

Neil Young – Harvest (Reprise Records 1972) Publicado por Ruben.Borrajo el 7 julio, 2014

Aclamado por la crítica, “Harvest” fue una de las obras más célebres del mítico cantautor canadiense Neil Percival Young. Por aquella época, Neil se encontraba aquejado de una fuerte enfermedad que le impedía mantenerse erguido, pero aún con estas dificultades logró dejarnos uno de los discos más famosos de la historia del rock. En él, combina a la perfección el country, el folk o el rock, e incluso arreglos orquestales en varias canciones.

El álbum, cuarto de su discografía, se publicó en febrero de 1972 e incluye 10 pistas. Producido por el propio Neil Young junto a Elliot Mazer, y Henry Lewy, fue grabado entre los “Quadrafonic Sound Studios” de Nashville, Royce Hall UCLA (California), “Barking Tow Hall” de Londres y los “Broken Arrow Studio” de Woodside (California). Especial atención prestaremos a la profundidad lírica de sus canciones, que abordan temáticas como las drogas, problemas sentimentales, las guerras o el racismo.

Una obligada referencia, merecen los músicos que participaron al lado de Neil Young (guitarra, armónica, voz y piano) para la realización del elepé: Tim Drummond (bajo), Jack Nitzsche (guitarra y piano), Ben Keith (guitarra pedal steel) y Kenny Buttrey (batería). Todos ellos, músicos de sesión pertenecientes a la formación “The Stray Gators”, que Neil Young reclutó para la ocasión. Por allí también estaban los legendarios David Crosby, Graham Nashy Stephen Stills (coros), Teddy Irwin (guitarra), John Harris y James McMahon (piano), James Taylor (voz, banjo), Linda Ronstadt (coros), siempre respaldados por la Orquesta Sinfónica de Londres.

Dentro del disco, nos encontraremos con clásicos como “Heart Of Gold” (Corazón de Oro), una balada acústica que consideramos extremadamente preciosista, con unos elegantes sonidos de armónica. “Old Man” es un hit que se convirtió en una de las canciones más identificables del bardo canadiense. “Alabama” es otra de las joyas del LP, de pegadizo estribillo y con pequeñas dosis de electricidad. La polémica que desató “Alabama” – dada su temática antirracista – molestó a los sureños de los EEUU, que le respondieron con el “Sweet Home Alabama”, de Lynyrd Skynyrd.

“There’s a World”, podría encajar perfectamente como banda sonora de cualquier película.“Harvest”, es la pista que da nombre al LP, y en dónde Neil Young nos muestra un bello folk rock con cierto ritmo country. “Out on the Weekend”, el corte que abre el LP, es un tema de estilo folk rockcon el personalísimo sello de Neil Young. En “Are You Ready for the Country?” destacaremos su introducción de piano y su orientación country. The Needle And The Damage Done, es una pieza en directo que se grabó en UCLA. Así concluiremos este álbum, cortesía de un introvertido poeta llamado Neil Percival Young. En la actualidad y a sus 68 años, Neil Young sigue ofreciendo conciertos y representando a la perfección el espíritu inagotable del rock and roll.

Y creemos, que con Neil, el rock ha sido mucho más grande.

Les Dudek – Say No More (CBS 1977) Publicado por javisuarezadmin el 23 julio, 2014 Aunque Les Dudek es uno de los grandes guitarristas americanos, su carrera musical pasó prácticamente desapercibida para el público europeo. Y con éste artículo vamos a intentar rescatar del olvido este“Say No More”, un disco de 1977 que consideramos esencial y que, a nuestro juicio, merece el mayor de los elogios.

Les Dudek nace a principios de los cincuenta en la Estación Naval Aérea de Quoinset Point (Rhode Island) perteneciente al estado norteamericano de Nueva Inglaterra. Pero solo permanecería allí hasta los seis años de edad, momento en que su familia se traslada al sur de Florida. Como sucede en otros muchos casos de guitarristas ilustres, Les Dudek comienza a tocar la guitarra desde su adolescencia y es influenciado por grupos como Cream o Jimi Hendrix. Su trayectoria musical se inicia formando parte de un elevado número de bandas, consiguiendo una gran reputación. El talento desbordante de Les no pasa inadvertido para The Allman Brothers Band,cuando deciden contar con él – sobre todo Dickey Betts – para colaborar en el histórico “Brothers And Sisters” de 1973, ya sin el legendario Duane Allman en sus filas. Dudek nos dejó solos de guitarra inmortales, como en el inolvidable “Ramblin’ Man” y una colaboración acústica en la célebre canción “Jessica”, de los Allman Brothers. Pero nunca obtuvo mérito reconocido, – especialmente por parte Dickey Betts – con el que tuvo varias disputas a lo largo de los años por la composición de “Jessica”.

Les logró convertirse en un reputado guitarrista en el círculo de las bandas sureñas de entonces, y posteriormente se integró con bandas y músicos como Boz Scaggs o Steve Miller. Finalmente en 1976, la prestigiosa casa CBS se fijó en él para iniciar su carrera en solitario, primero con el álbum“Les Dudek” y luego con éste su segundo y espléndido “Say No More”, que a día de hoy podemos catalogar como un clásico en toda regla.

Producido por Bruce Botnick para la Columbia en 1977, el LP se grabó en los emblemáticos Capitol Studios de Hollywood, donde se gestaron muchas de las mejores de grabaciones de la historia. Incluye nueve temas compuestos por el propio Les, que van desde el más puro rock sureño pasando por el blues rock e incluso otros temas con connotaciones jazz rock o funk. Para la realización del LP, Les Dudek (guitarra y voz) contó con un gran elenco de músicos como Alan Feingold, David Paich y Ted Straton (teclados), el genial bateríaJeff Porcaro, Gerald Johnson (bajo), Kevin Calhoun, Reymondo y Pat Murphy (percusión), y un coro femenino de “ruiseñores” – tal y como indica en el interior del disco – formado por Sherlie Matthews, Rebecca Louis, y Clydie King, entre otros muchos de sesión. Dentro del elepé nos encontraremos con excelentes canciones como“Old Judge Jones” de claro estilo sureño, un marcado funky “What´s It Gonna Be”, el exquisito y dulce acústico “I Remember” o el aire jazzístico de “Zorro Rides Again”. Uno de los puntos álgidos llegará con “Avatar”, tema imprescindible con fantásticos “solos” de guitarra, una magnífica sección rítmica a la que acompaña con acierto el coro vocal.

En la portada del disco podemos contemplar una foto obra de David Stahl, en la que aparece Les Dudek con su mítica guitarra Gibson Les Paul, al lado de la sobrina del popular actor Telly Savalas, recordado por su papel en la serie “Kojack”. Dudek continuó durante todos estos años participando en multitud de conciertos y publicando discos en solitario. Se situó como un músico referente, que actualmente se mantiene en muy buena forma y nos deleita con su virtuosismo a la guitarra.

John Lennon / The Plastic Ono Band – (Apple / Emi 1970)Publicado por Ruben.Borrajo el 5 agosto, 2014

En abril de 1970, los Beatles eran ya oficialmente historia. Tras su separación, John Lennon decidió involucrarse con The Plastic Ono Band para darle forma a este revolucionario e íntimo disco con el que acrecentó todavía más su maravillosa leyenda. Y es que podemos considerarlo como un vendaval de sentimientos y también como un canto de frustración. Sus desgarradoras y profundas letras, hablan de los traumas infantiles de Lennon, la religión, el amor o la problemática de la clase trabajadora.

Plastic Ono Band es el primer elepé en solitario de John Lennon. Fue publicado en diciembre de 1970 por el sello EMI e incluye 11 pistas. Producido por el propio Lennon, junto a Yöko Ono y el mítico Phil Spector, se grabó en los estudios Abbey Road de Londres. Destacaremos que todas las canciones del álbum fueron compuestas por John Lennon, un genio cuya creatividad no entiende de límites. En el año 2000 sale a la luz una nueva redición del disco, añadiéndose 2 pistas más“Power To The People” y “Do The Oz”.

Una obligada referencia, merecen los músicos de la Plastic Ono Band que tocaron al lado deLennon (guitarra, piano y voz): Klaus Voormann (bajo), Billy Preston y Phil Spector (piano), Alan White (batería y percusión), Yöko Ono (vientos) y Ringo Starr (batería). “Mother”, canción que abre el LP y de elevada delicadeza musical, refleja la historia personal de John Lennon en su niñez. Magistralmente elaborada se encuentra “Hold On”, un tema suave impregnado por la peculiar voz de John y los nítidos instrumentos de su banda. El rock and roll hace acto de presencia en “I Found Out”uno de los cortes más “duros” del disco. “Working Class Hero” es todo un himno de la clase trabajadora. Quizás, John trató de expresar que el rock and roll es el lamento que incomoda al rico.

“Isolation”, es una pista de excelente factura instrumental con un tranquilo y espléndido piano, al igual que en “Remember” (cuidado con la explosión final). Seguidamente llegará “Love”, absolutamente conmovedora. Una vez más, el rock and roll furioso hace acto de presencia en “Well Well Well”, a nuestro juicio uno de los temas más impactantes del LP.

El punto álgido del LP es una joya llamada “God”, una de las canciones más importantes en la carrera de Lennon y de la Plastic Ono Band. Para la posteridad quedará su majestuoso estribillo: <> Cierra el disco “My Mummy, s Dead”, quizás una canción de cuna. La curiosa portada del álbum, en la que podemos visualizar a Lennon en un bosque y acostado sobre el regazo de Yöko Ono, ya forma parte de la extensa historia del rock. Así concluye esta obra, cortesía de John Lennon. Aquellos cuatro cobardes balazos, no pudieron acabar con su leyenda. Lennon perdió la vida, pero entró en la inmortalidad. Y discos como éste, son la mejor prueba de ello.

Gracias, John. Led Zeppelin – Led Zeppelin IV (Atlantic – 1971) Publicado por Ruben.Borrajo el 20 de Septiembre de 2014.

Hoy, 20 de septiembre de 2014, este blog cumple tres años de rock, desde que dos ourensanos decidieron allá por 2011 darle forma para hablar de sus discos favoritos. Durante este tiempo, hemos visto como otros muchos blogs se quedaron atrás, algunos ya nos han olvidado y otros quizás, motivados por la pasión hacia la música, se quedaron con nosotros para siempre.

En especial, queríamos agradecer a Gonzalo Aróstegui del blog Ragged Glory, - e invitamos a que no dejéis de visitar sus respectivos espacios - , y a Aurelio de historias del rock and roll, sus visitas a esta casa. Y en general, a todo aquel que de vez en cuando se deja caer por aquí para echarle un vistazo a nuestros artículos.

Así que, aprovechando este tercer aniversario, os traemos Led Zeppelin IV, un clásico entre clásicos de esos que no pueden faltar en la estantería de todo amante del rock. Producido por Jimmy Page, fue publicado el 8 noviembre de 1971, incluye 8 pistas y es el cuarto de estudio en la discografía del memorable cuarteto británico (Robert Plant, voz, Jimmy Page, guitarra, John Paul Jones, bajo y John Bonham, batería). Ya han pasado más de cuarenta años de su publicación, pero sigue siendo tan grande como el primer día. Sus geniales canciones ya forman parte de la extensa historia del rock. Hits como “Black Dog” - atención a los riffs del maestro Jimmy Page - o la demoledora introducción de batería de “Rock And Roll” a cargo de John Bonham, nos demuestran el poderío de los Zeppelin en los albores de los 70.

Y si hay un tema de referencia obligada y el más famoso de los Zeppelin, ese es “Stairway To Heaven / Escalera al Cielo”, una semi – balada que contiene uno de los riffs de guitarra más célebres del rock, cortesía de Jimmy Page. Mucho y muy variado se ha escrito sobre esta fantástica canción, así como la polémica que la rodea. Acusaron al grupo de incluir mensajes satánicos en sus letras y de hacer alusión al ocultismo. Fenómenos paranormales al margen, “Stairway To Heaven” es una de las canciones más solicitadas por las emisoras de radio de todo el mundo, y también un punto de inflexión para el rock and roll.

Otros cortes imprescindibles que completan el disco son “Misty Mountain Hop”, un bello “Going To California”, “The Battle of Evermore” y el aire bluesero de “When The Levee Breaks” Destacaremos la llamativa portada del elepé, así como el arte que se encuentra en su interior. Una mención aparte, merecen los símbolos rúnicos que aparecen en la funda, que se corresponden con los cuatro miembros de la banda. Así concluye este disco sin título, etiquetado como “Led Zeppelin IV”, por los medios de comunicación. Porque ha sido éste y no otro, el que catapultó a los Zeppelin hacia el estrellato internacional, convirtiéndoles en leyendas de la historia musical contemporánea. Hey, hey mama said the way you move / gon' make you sweat, gon' make you groove… Sixto Rodriguez – Cold Fact (Sussex Records 1970)17 OCTUBRE, 2014 POR RUBEN.BORRAJO Es ésta, la historia de los que nunca ganan. Y si me lo permiten, un conmovedor relato que pocos podrán arrancarse de la memoria. Corren los años sesenta y por los suburbios de Detroit se rumorea de un cantautor que toca de espaldas al público. Se hace llamar Rodríguez. Sus canciones hablan de las miserias del ghetto, de la calle y de cómo sobreviven día a día los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Ciertamente, Jesús Sixto Díaz Rodríguez, Detroit, Míchigan, 1942, nunca obtuvo el reconocimiento que se merecía. Fue ignorado por la industria musical durante más de 40 años. Grabó solamente dos LP’S, Cold Fact (1970) y Coming from Reality (1971), y se retiró frustrado de la escena musical estadounidense, tras intentar hacerse con un lugar que nunca consiguió. Centrándonos en el disco, “Cold Fact” se publicó en marzo de 1970 por el sello Sussex Records e incluye 12 pistas. Destacaremos que en su momento también fue editado por las casas discográficas Blue Goose Music en Australia y A & M Records en Sudáfrica. En 2008, el LP fue nuevamente reeditado en EEUU por Light In The Attic. De su producción se encargó Mike Theodore y Dennis Coffey, este último, un reputado guitarrista de sesión de la histórica Motown Records. Dentro del álbum – a nuestro juicio repleto de hits – nos encontraremos con canciones extremadamente preciosistas como “Hate Street Dialogue”, “Forget It”, “Crucify Your Mind” o el maravilloso y pegadizo estribillo de “I Wonder”, también poseedora de unos toques de bajo muy bellos. Todas ellas, exploran un vasto territorio sónico, pasando por el folk, el folk rock el blues e incluso guiños hacia la psicodelia (Only Good For Conversation es la mejor prueba de ello).

Y si hay un tema estrella y por el que es más famoso Rodríguez ese es “Sugar Man”, toda una joya folkie con unas profundas letras que abren el elepé. Así mismo, esta canción también le sirvió de apodo a Rodríguez, siendo más conocido por el nombre de Sixto “Sugar Man” Rodríguez. Así concluye “Cold Fact”, un excelente elepé que vendió miles de unidades en Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia, países que consideran a Rodríguez como un mito a la altura de Elvis o Dylan. Curiosamente, Sixto Rodríguez permaneció ajeno a todo este éxito durante más de cuatro décadas y se ganó la vida como obrero de la construcción. Reseñar que las profundas letras de sus canciones (muchas de ellas llegaron a prohibirse) se tomaron como un símbolo de lucha contra el apartheid en Sudáfrica. Sus discos fueron censurados, algunos de ellos rayados e incluso destruidos por completo. En 2012, el director Malik Bendjelloul realizó un oscarizado documental en el que tratan de descubrir el paradero de este cantante y todo el misterio que le rodea. Finalmente le encontraron – algunos decían que había fallecido – y Rodríguez volvió a ofrecer un gran concierto en Sudáfrica ante miles de espectadores. Dos años después del estreno del documental, el director sueco Malik Bendjelloul se suicidó debido a una depresión el 13 de mayo de 2014. En la actualidad y a sus 72 años, Jesús Sixto Díaz Rodríguez ha ganado una buena suma de dinero (se habla de 500.000 euros) por los cinco shows que brindó en Sudáfrica. A pesar de esto, nada ha cambiado en él, ni su estilo de vida, ni su personalidad. Sigue viviendo en la misma casa desde principios de los sesenta. No tiene coche, ni ordenador, ni teléfono móvil. La mayor parte de su dinero lo reparte entre amigos y familia, según las declaraciones de su hija.

<>. Sixto Rodríguez. Sí, todos estamos de acuerdo, Dylan es Dylan, pero Rodríguez… Rodríguez… te llega al corazón.