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ZIZAK • Nº 8 ZIZAK Revista de Micología. Edición: C/. Julio G. Lumbreras 2-4, 3ª. Apdo. 92 E-48920 – Portugalete –Bizkaia. España E-mail: [email protected] www.micologiaportugalete.com Teléfono. 944 83 85 73 Colaboración del Dpto. de Biología Vegetal & Ecología (Botánica). Fac. Ciencia y Tecnología. UPV/EHU. Apdo. 644. E-48080 Bilbao. Bizkaia. Dirección editorial: Rafael M. Picón Comité científico: Isabel Salcedo Estibaliz Sarrionandia Ibai Olariaga Junta directiva: Presidente: Rafael M. Picón Vicepresidente: Ramiro Ruiz Secretario: Ruperto Sánchez Tesorero: José Félix Cantalapiedra Vocal: José de la Cruz Conservador herbario: Javier Arce ISSN 1699-0692 Nº Depósito Legal: BI-475-03 Portada: Pleospora helvetica. Autor: Ibai Olariaga Contraportada: Orchis purpurea. Autor: Ramiro Ruiz Esta revista será distribuida gratuitamente entre los Socios de esta asociación, Así mismo, se intercambiará con otras publicaciones micológicas. Ninguna parte de esta revista puede ser reproducida total o parcialmente, ni almacenada o transmitida por cualquier tipo de medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, registro u otros, sin la previa autorización de la redacción. Fecha de edición: Marzo 2012 Hygrophorus marzuolus (Foto: Ramiro Ruiz) Sumario Editorial: Una afición a los hongos. [MORENO HORCAJADA G.] .............. 5 Haltzadiko ektomikorrizen dibertsitatea Euskal Herrian. Lehen saiakera. [SARRIONANDIA E., BARBERO A. & URANGA I.] .................... 11 Especies raras o poco conocidas de hongos macromicetos. V. [ARRILLAGA P., ALBIZU J.L., LASA J.M., MARTÍN J. & TERES J.L.] ........... 35 Hydropus trichoderma (Joss.) Singer, una especie rara no citada en la Península Ibérica. [PÉREZ DE GREGORIO CAPELLA M.A. & PICÓN GONZÁLEZ R.M.]............................................................................ 51 Especies raras o poco conocidas de hongos afiloforoides en Navarra [ABREGO, N. & SALCEDO, I.] ........................................................... 59 Algunos Agaricales interesantes recolectados en los sistemas dunares del litoral Cantábrico. [PICÓN GONZÁLEZ R.M.] ................ 69 Hongos singulares ............................................................................. 80 El Rincón de la cocina [Escuela de Hostelería de Leioa] ................... 88 Flora de nuestro entorno V [RUIZ CAMPO R.] ...................................... 95 Notas micológicas ............................................................................. 99 XXV Campañas de Flora Micológica Ibérica. [DUEÑAS M.]........... 99 El Género Russula en la Península Ibérica ................................. 102 Normas de autor.............................................................................. 105 Patrocina Colabora PORTUGALETEKO UDALA AYUNTAMIENTO DE PORTUGALETE 3 Pluteus leoninus (Foto: Pablo García Azkarate) ZIZAK 8, P. 5-9 - 2011 EDITORIAL []Una afición a los hongos GABRIEL MORENO HORCAJADA Departamento de Biología Vegetal, Universidad de Alcalá, 28871 Alcalá de Henares, Madrid [email protected] Aún recuerdo con añoranza aquellos domingos y festivos en que salía por la mañana al campo con mi padre y mi hermano Antonio. No tendría más de siete años, pero lo recuerdo como si fuese ayer gracias a las amarillentas fotos que conservo. En otoño recogíamos setas y en primavera espárragos e incluso algún grillo que luego manteníamos alimentándolo con lechuga en una pequeña jaula. Vivíamos en Madrid cerca de la plaza de toros de las Ventas y en tranvía nos acercába- mos hasta Canillejas, ya que hace cincuenta años el campo estaba mucho más cerca. Allí recogíamos diversas setas, champiñones (Agaricus campestris), seta de cardo (Pleurotus eryngii), seta de pie o pezón azul (Lepista nuda), cañarejas (Melanoleuca spp.) y seta vinosa (Stropharia coronilla). Poco antes de la hora de comer volvíamos a casa y separábamos las setas, y una a una eran seleccionadas y revisadas por mi padre para el guiso pertinente. Otras veces, sobre todo en primavera, nos acercábamos a El Pardo, en los autobuses que salían desde Argüelles, y recogíamos sobre todo espárragos y más raramente setas porque mi padre no confiaba en las setas de encinar. En primavera la familia al completo comíamos en el campo y disfrutábamos de los árbo- les y plantas. Mi padre estudió para Ingeniero Agrónomo durante la guerra civil en Madrid, pero al haberlos realizado en la zona republicana, durante el asedio a Madrid, no le fueron posteriormente reconocidos por el bando nacional y tuvo que repetirlos. Por no volver a estudiar lo mismo, escogió entonces la carrera de Farmacia, licenciatura que concluyo en tan solo tres años, posiblemente por su gran afición a la Botánica y en especial a las plantas medicinales, afición que supo trasmitirme desde muy pequeño y que, por supuesto, aún conservo, lo cual es un motivo de orgullo y de profundo agradecimiento. Mi afición por la Botánica me llevó también a estudiar Farmacia y cuando estaba en 4º curso la convalidé con la licenciatura de Ciencias Biológicas, licenciatura que no pude ter- minar en su momento para poder concluir mi tesis doctoral y ser contratado como Profesor Agregado interino en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Salamanca. Mi dedicación al mundo de la Micología se decidió posiblemente por un encuentro casual con Francisco de Diego Calonge con quién mi familia compartía un apartamento en 5 GABRIEL MORENO HORCAJADA: Editorial la urbanización Las Lanzas de Campello, en Alicante. Tenía 18 años, me gustaba el subma- rinismo y recoger algas. Siempre me han atraído más las plantas criptógamas que las fane- rógamas, aunque estas últimas me sorprenden por su morfología y colores. Sin embargo la ausencia de flores y la dificultad en determinar las plantas sin flores era un reto a solucio- nar. Como he dicho, coincidí con Calonge un día en la playa de Campello y me dijo: ¿Qué llevas en el cubo? A lo que le contesté: “Algas para hacer mi herbario”. ¡Dio la extraordinaria casualidad de que Calonge había regresado de Inglaterra y estaba en Madrid y más concre- tamente en la Facultad de Farmacia, en la misma Facultad y encima en el Departamento donde yo estaba estudiando como alumno interno! Además yo era amigo de los hermanos de su mujer, Margarita de la Torre, cuyo padre poseía un apartamento en nuestra misma urbanización. De esta forma y compartiendo gua- teques con sus hermanos, comenzó nuestra amistad. Al volver en septiembre a la Universidad, me pase enseguida a saludar a Calonge quien me invitó a acompañarle a El Pardo a recoger setas. Íbamos en su coche, un viejo Seat 600, y junto a él recordé de nuevo mis años de recogida de setas junto a mi padre. A partir de aquí, todo ello se desarrolló ya muy rápido y me encontré de pronto determinando setas con libros como la “Flore Analitique des champignons supérieurs” de Kühner y Romagnesi y la monografía del género Russula de Romagnesi; un libro que fui el primer alumno interno en utilizarlo. Enseguida y una vez terminada mi licenciatura me quede como becario del Dr. Calonge realizando mi tesina o trabajo de Licenciatura y posteriormente mi tesis doctoral. Además, la que luego sería mi mujer, la conocí en el laboratorio de Micología, ya que entró también a estudiar setas como alumna interna. En el otoño de 1972, un año excepcional por las lluvias y por la explosión de setas, reci- bimos la visita del Dr. Álvaro Zugaza, que en aquella época era el Director de Antibióticos S.A. El Dr. Zugaza nos propuso la organización de la Primera Exposición de Hongos de Madrid, que se realizó del 1-5 de noviembre en el Instituto de Óptica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que entonces estaba situado en la calle de Serrano 121. El éxito de público, la simpatía y el empuje del Dr. Zugaza hicieron que rápidamente se ini- ciaran los trámites para la creación de la Sociedad Micológica Castellana, hecho que suce- dió en 1975. Recuerdo con añoranza las tardes que pasé en la casa del Dr. Zugaza admirando su impresionante biblioteca micológica que poseía más libros de hongos que la del propio departamento de Botánica de la Facultad de Farmacia. Le ordenaba sus libros que apenas entraban en los muebles de su librería y que eran de todos los países e idiomas, ello motivó sin duda mi afición a los libros de hongos. Posteriormente, colaboramos en la redacción y corrección de los manuscritos sobre la Guía de Hongos de la Península Ibérica que fue publicada por la editorial Incafo en 1986, y que estuvimos redactándola durante nada menos que 6 años. La edición de dicha guía, nos hizo pasar innumerables momentos tan gratos y que en el año 2001, como agradecimiento a su amistad, le dediqué un hongo muy especial, Lactarius zugazae, que Zugaza había recogido antes varias veces pero que, en su momento, no logramos determinarlo. Este mismo hongo, que era el que casualmente encon- trábamos en El Pardo, cuando iba de niño junto mi padre, posteriormente lo volví a encon- 6 ZIZAK 8, P. 5-9 - 2011 trar con Calonge y luego fue Zugaza quien me lo había mostrado durante varios años, sin que supiésemos encuadrarlo. Tuve el inmenso orgullo y honor de llevarle la publicación de su especie a Tenerife, donde el Dr. Zugaza pasó los últimos años de su vida, cuidado por su hija. Aquel día en compañía de mi mujer y de la Profesora Esperanza Beltrán Tejera, en un restaurante tinerfeño, fue otro momento importante de nuestras vidas. La primera Junta Directiva de la Sociedad Micológica Castellana (posteriormente paso a denominarse Sociedad Micológica de Madrid) estuvo formada por Álvaro Zugaza (Presidente), Francisco