Serie Fichas De La Cátedra Fundamentos De Prehistoria
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El Poblamiento de América Pablo Peláez Serie Fichas de la Cátedra Fundamentos de Prehistoria Coordinadores: Ana. M. Aguerre y José Luis Lanata Oficina de Publicaciones de la Facultad de Filosofía y Letras Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires Buenos Aires Argentina 2001 1 Fundamentos de Prehistoria · EL POBLAMIENTO DE AMERICA Pablo A. PeláezØ INTRODUCCION Desde que los europeos "descubrieron" oficialmente1 América en el siglo XV, se intenta saber como fue el proceso de su poblamiento. En aquel momento muchas personas se preguntaron quiénes serían esos seres tan parecidos a los humanos que poblaban las "nuevas" tierras recién descubiertas, si esos “seres extraños” podían ser evangelizados, cómo y desde dónde habrían llegado, e incluso si lo hicieron por tierra o por mar. Para el año 1493, el Papa Alejandro VI "decidió que ellos eran seres humanos”, a los que habría que evangelizar ya que eran descendientes de Adán y que, por lo tanto, en algún momento y de algún modo deberían haber llegado desde el Viejo Mundo. Así y gracias a la indiscutible autoridad de la Iglesia, se solucionó una de las cuestiones, pero quedaron pendientes otras. Las primeras discusiones sobre el Poblamiento de América Para el siglo XVI eran muchos los que se interesan y opinaban sobre el poblamiento de América. Entre ellos había religiosos, viajeros, funcionarios, militares e incluso los mismos indígenas. Quienes se interesaban en el origen de los pueblos nativos americanos y sobre su historia, se preguntaban sobre cómo arribaron las primeras poblaciones humanas, de dónde vinieron y, especialmente, cuándo y por qué medios lo hicieron. Así se propusieron algunas hipótesis como que eran fenicios o descendientes de las tribus perdidas de Israel que llegaron navegando, que estaban relacionados con la Atlántida, o con los chinos2 y muchas otras propuestas -ahora- tan fantásticas como éstas. Entre todos esos cronistas, hubo uno que en el año 1590 propuso una teoría que es muy parecida a la que sostienen los científicos desde fines del siglo XIX. Este era un jesuita llamado De Acosta (@),3 quién en aquel momento supuso que los primeros · Versión original redactada para la Cátedra de Fundamentos de Prehistoria de la Facultad de Filosofía y Letras- UBA (curso 2001). La presente es una actualización de la Ficha de Cátedra editada por OPFYL en junio de 1999 “El registro material y los nuevos modelos sobre el Poblamiento de América”. Revisores: Dra. Ana M. Aguerre y Dr. José Luis Lanata. Ø Adscripto a la Cátedra de Fundamentos de Prehistoria (cursos 1996 y 1997). Licenciado en Ciencias Antropológicas y Doctorando en Ciencias Antropológicas de la FF y L de la UBA 1 Hay evidencias concretas que grupos provenientes de Islandia y Noruega llegaron en el siglo X, y certezas que irlandeses y gente de la península ibérica habrían estado en América antes que Colón. 2 Es muy probable que halla habido contactos con poblaciones del Este de Asia en tiempos prehistóricos, pero no fueron los chinos los primeros que llegaron a América. 3 Todos los items marcados con (@) indican que hay un links sobre este tema en la página web de la Cátedra http://fundamentosdeprehistoria.homestead.com/index.html sección Poblamiento de América. Estos links están Peláez. Poblamiento de América. 2 habitantes de nuestro continente vinieron del norte de Asia y "... lo hicieron no tanto navegando por mar, como caminando por tierra; y ese camino lo hicieron muy sin pensar, mudando sitios y tierras poco a poco..." (De Acosta 1894[1590]:96-97). De Acosta creía que ese recorrido lo habrían hecho por algún lugar aún desconocido en aquella época, el cual se encontraría muy al norte de América y cerca de Asia. También suponía que esos hombres habían sido cazadores que, persiguiendo animales,"... hayan penetrado, y poblado poco a poco aquel nuevo mundo..."(De Acosta 1894[1590]:422), y no con la intención de conquistar o en busca de alguna tierra prometida.4 Ese lugar -muy al norte-, desconocido en su tiempo para De Acosta, eran el extremo este de Siberia en Asia y la actual Alaska en América del Norte; tierras que recién fueron descubiertas para occidente en 1728 por el navegante dinamarqués Vitus Bering. Hoy esos territorios están separados por un brazo de mar muy estrecho llamado Bering en honor de su descubridor para occidente.5 Durante gran parte del Pleistoceno ese estrecho no existió porque el agua estaba congelada en la tierra y sobre el agua, formando inmensas masas de hielos, los glaciares (@). Esto determinó que, al tener los océanos del mundo menos agua líquida, el nivel de costa era más bajo que en la actualidad y las tierras que el mar no ocupaba se podían habitar. Al territorio que quedó libre de agua entre el oriente de Siberia, por un lado, y Alaska y el oeste del territorio canadiense de Yukon por el otro, junto con las tierras emergidas que las rodean, se lo denomina Beringia (Figura 1) (@). Por Beringia se podía "pasar caminando" de Asia a América, en otras palabras, el desplazamiento de las poblaciones humanas pudo haber sido por vía terrestre. Esto es lo que, en algún momento, habrían hecho algunos, quizás persiguiendo animales, quizás caminando y navegando por la costa. Más tarde fueron internándose en el inmenso continente americano, hasta poblarlo totalmente. La discusión en la Ciencia A fines del siglo XIX y principios del XX, distintos investigadores norteamericanos6 publicaron numerosos trabajos con ideas muy parecidas a la de De Acosta. Algo similar se sostiene en la actualidad pero la diferencia está en el rango temporal, es decir en el consenso en cuándo podría darse la dispersión humana en América. Tanto De Acosta como Hrdlièka (1929) y la mayoría de sus colegas estimaban que los primeros grupos habrían ingresado a nuestro continente no más de 2 o 3.000 años antes de la conquista por parte de los europeos, e incluso más tarde. Como veremos más adelante, actualmente no se piensa en menos de 12.000 años. Para la década de 1930, investigadores difusionistas como Rivet (1930, 1943) y Imbelloni (1938) entre otros, propusieron varias rutas diferentes de ingreso temprano al continente y varias oleadas migratorias. Por ejemplo, se propusieron rutas transpacíficas e incluso a través de la Antártida. Para estos autores, ya no era listados en este trabajo antes de la bibliografía. 4 Comparar esto con lo expuesto por Fagan 1988:24-26 y Jaffe 1992:25. 5 Nota de la Cátedra: En realidad la primera referencia del estrecho de Bering proviene del explorador ruso Semyon Ivanovich Dezhnyov en 1648, aunque esto se ha conocido recientemente. La distancia más corta se da entre el Cabo Dezhnyov, Rusia y el cabo Prince of Wales, Alaska y es de 82 Km. Además, las islas Diomede se encuentran a mitad de camino entre ambos cabos. 6 Tal puede es el caso de como Figgins (1927); Holmes (1919), Hrdlicka (1928) y otros. 3 Fundamentos de Prehistoria importante Beringia, sino que era una ruta más de las usadas por las diferentes oleadas migratorias. Cada una de esas oleadas migratorias representaba la llegada y la difusión de una población biológica –es decir una "raza"- distinta, cada una con su lenguaje y sus "rasgos" culturales. Cada una de ellas ocupó una región similar a la de las poblaciones históricas que se le parecían y con las que podían relacionarlas. Esto es muy interesante pues casi no había a principios del Siglo XX información sobre las características físicas de los primeros americanos y menos aún sobre sus lenguajes. Paradójicamente, esta postura sigue manteniéndose casi sin cambios en la actualidad (ej. Ibarra Graso 1993). Finalmente, terminó imponiéndose la postura que consideraba a Beringia como única ruta temprana que podía ser aceptada. Hasta que hace unos años se propuso que grupos solutrenses del oeste europeo llegaron a las costas de Norteamérica antes de los 16.000 años AP en que se extinguieron en Europa (Stanford 1991).7 Los que proponen esta ruta transatlántica se basan en las similitudes entre las puntas y otros artefactos líticos y óseos de los Solutrense del Paleolítico Superior europeo con los que, para algunos, son los primeros artefactos americanos, los Clovis - ver discusión más adelante (@). Aquí habría que ser más cauto con las similitudes ya que podría ser una convergencia accidental.8 Además no explican qué pudo pasar en los más de 5.000 años que separan a los últimos Solutrenses con los primeros Clovis y las dificultades de navegar con botes precarios -no hay evidencia de ellos- bordeando miles de Km de hielos en el norte del Atlántico (ver más adelante). También se mantiene el debate con respecto al momento en que pudieron haber ingresado los primeros grupos. Esta controversia se intensifica cuando a fines de 1960 comenzó a publicarse información sobre varios sitios muy tempranos en Sudamérica - de más de 11.000 años. En ese momento, los sitios más conocidos eran Taima-Taima y Muaco en Venezuela, el Abra en Colombia y Tagua-Tagua en Chile y un poco después se informó el nivel 11 de la Cueva 3 de Los Toldos en Santa Cruz, Argentina.9 El problema surge porque estos sitios sudamericanos son anteriores a los más antiguos aceptados en esos momentos y ubicados todos en Norteamérica. Esto determina que, si varias regiones de Sudamérica fueron habitadas antes de los 12.000 AP, y el hombre sólo llegó por Beringia, entonces en América del Norte debería de haber otros asentamientos más tempranos aún. Esta discusión continua en la actualidad ya que muchos arqueólogos siguen rechazando los datos que otros presentan como muy tempranos. Sólo hay un consentimiento general en aceptar algunos de los sitios que tienen hasta 12.000 años, pero para los sitios propuestos como más tempranos ya surgen las controversias.10 Que en la actualidad la mayoría acepte a Beringia como única ruta temprana no quiere decir que mucho más tarde -unos 3.000 AP o más-, algunas poblaciones 7 Para este punto ver también Baker 1997 y confrontar con Dillehay 2000: 68-69, Fiedel 2000: 43; Parfit 2000: 61, Straus 2000.