INFORMACIÓN ACADÉMICA

AcTos PÚBLicos.

NuEvo ACADÉMICo.-En , a las siete de la tarde del domingo día 10 de mayo de 1992, se reunió la Real Academia Española en la sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando -cedida amablemente en esta ocasión por las obras que se están realizando en nuestra Casa- para dar posesión de su plaza de número al electo D. Víctor García de la Concha. Presidió el acto el Director de la Corporación, D. Fernando Lázaro Carreter. El salón aparecía totalmente lleno de público. Asistieron, además de nume­ rosos académicos, ilustres personalidades. Lugar preferente en el estrado ocuparon Sus Altezas Reales los Duques de Soria. El Sr. Director sentó a su derecha a D. Antonio Hernández Gil, Pre­ sidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación; a D. Rafael Lapesa, y al Secretario, D. Rafael Alvarado. A su izquierda tomaron asiento D. Angel Martín Munido, D. Pedro Laín y D. Gregario Salvador. Abierta la sesión, el Sr. Director rogó a los Sres. Sampedro y Ro­ dríguez que introdujeran en el salón al recipiendario. Una vez realizada esta misión, concedió la palabra a D. Víctor García de la Concha. Comenzó su in­ tervención recordando a su tatarabuelo, D. José Caveda y Nava, académico que fue de la Española, de la de Bellas Artes y de la de Historia. Evocó enseguida la figura de su predecesor en la silla «C», Excmo. Sr. D. Ricardo Gullón. Fue -dijo- un siempre joven maestro amigo, porque no otra cosa que juventud de espíritu supuso su constante apertura hacia nuevos hori­ zontes, la atención prestada a cuanto en el ámbito de la cultura emergía, el interés por las nuevas promociones y la vigorosa decisión de ánimo para afrontar sucesivas empresas hasta el último momento de su vida. Tras enu­ merar sus aportaciones a los estudios históricos literarios, concluyó el elogio destacando la motivación trascendente de toda esa tarea. Entrando ya en el tema de su discurso, el Sr. García de la Concha fijó su punto de partida en la afirmación de D. Miguel de Unamuno: «La mís• tica es, en su mayor parte, filología, y lingüística; la lengua española pensó y sintió a Dios en Santa Teresa.» Explicó cómo a la hora de comunicar su experiencia personal le faltaban a la reformadora carmelita modelos expre- 394 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA sivos, por lo que se vio obligada a aparejar el romance castellano para la exploración de espacios del espíritu nunca antes por él frecuentados. La mística tenía que hacerse, y se hizo en ella filología. Por una vía paralela desarrolló su obra San Juan de la Cruz. Destacó el Sr. Garda de la Concha el carácter unitario de ella. Toda la obra sanjuanis­ ta, afirmó, se integra en un proceso que va desde la disgregación a la con­ centración y la fusión en lo Uno. Los sucesivos poemas se implican de este modo mutuamente hasta el punto de constituir cada uno tan sólo un instan­ te de aprehensión diverso o el desarrollo de una variación de perspectiva de una sola y misma experiencia. Nacidos en un ámbito de poetización tradicional, los tres poemas ma­ yores de San Juan de la Cruz sorprenden y confunden a sus destinatarios. La extrañeza que producen no deriva de la novedad del repertorio de imá­ genes, ya que todas, o casi todas, provienen, en sustancia, del acervo tradi­ cional; se debe a la formalización de las mismas en un discurso de nuevo cuño filológico, que se sobrepone a su fluir y al que sólo es posible acceder si en la lectura nos decidimos a seguir al poeta hacia el espacio de la mís• tica teología, que, en su versión filológica, es el espacio del símbolo. Aplicando en forma radicalmente nueva la teoría del Pseudo Dionisio Areopagita, San Juan de la Cruz crea una técnica propia de construcción del símbolo, mediante la inhibición de las funciones de cada imagen, la general dislocación de su conjunto y la superación de las leyes de la coherencia ló• gica: el resultado es la superación del espacio real. Esto, añadió, no se pro­ duce sólo en los poemas sino también en determinados tractos de las decla­ raciones en prosa, sobre todo, en la de Llama de amor viva. Analizó el Sr. Garda de la Concha los precedentes doctrinales y litera­ rios que están en la base del poema, destacando los de la tradición bíblica y patrística, así como los de los espirituales españoles, y pasó a continuación a examinar el poema Llama de amor viva sobre la pauta de la técnica esbo­ zada. A la construcción del símbolo, añadió, contribuye, de manera decisiva, también, la textura fónica, sin duda modulada sobre una melodía popular y que, ceñida a un ritmo cansino, consigue paradójicamente una de las compo­ siciones de más intensa musicalidad de la lengua castellana. Desviándose de las interpretaciones que hasta ahora vienen haciéndose de la «Declaración en prosa», explicó el Sr. García de la Concha cómo en ella no trata sólo San Juan de traducir a esquemas doctrinales el contenido del poema ni de alegorizar sobre él en difusas aplicaciones de doctrina es­ piritual. El intento del místico es, a su juicio, diverso. Desafiando una vez más lo imposible, dijo, Juan de la Cruz se propone buscar, por la vía de la prosa, un acceso más fácil a las cimas a las que se ha remontado en el arre­ batado vuelo del poema. Mostró, a continuación, cómo, mediante la misma técnica antes apunta­ da, San Juan va desarrollando varias líneas de fuerza de simbolización. En­ tran en juego los cuatro elementos -agua, tierra, fuego y aire- para con­ figurar un espacio cósmico de totalidad, en el que, dentro de una continua interacción de amor, se realiza la experiencia mística. INFORMACIÓN ACADÉMICA 395

El Sr. García de la Concha terminó su intervención subrayando cómo al realizar, en la renovación de su propia vivencia, el ensanchamiento del alma, San Juan de la Cruz ensanchó la lengua castellana, por las vías del verso y de la prosa, hasta horizontes de infinito. El discurso del Sr. García de la Concha recibió una larga ovación del público muy numeroso que llenaba el salón de actos. A continuación el Sr. Director invitó a D. Gonzalo Torrente Ballester para que diera lectura a su discurso de contestación. El Sr. Torrente Bailes­ ter puso de relieve ante todo que D. Víctor García de la Concha, ya nues· tro compañero, era persona predestinada a sentarse entre nosotros, y si no le bastaban los antecedentes familiares a que se ha referido en su dis­ curso, la mera consideración de los de su vida era suficiente para la acepta­ ción de esos augurios. Comentó que D. Víctor García de la Concha «nació en el seno de una familia donde la tradición intelectual constituía la atmósfera común, y comenzó a dar muestras de sus preocupaciones al licenciarse en Sagrada Teología por la Universidad Gregoriana de Roma. Con la adquisi· ción de esta Ciencia, de la que fueron esclavas en otro tiempo todas las de­ más, puso nuestro nuevo compañero las bases de la que más tarde, como acabamos de oír, sería un nuevo modo de tratar críticamente el tema, siem­ pre espinoso, de nuestra literatura mística». «Pero la Teología no es más que una de las bases; la otra, tan impor­ tante como la primera, si bien de más alcance, es su doctorado en Filología con el que sorprendió a la Universidad de por la profundidad de su saber. Víctor García de la Concha contaba ya con todos los instrumentos necesarios para alcanzar uno de sus logros más destacados: una visión origi­ nal de la literatura mística, en especial de Santa Teresa y de San Juan de la Cruz. Pero, al mismo tiempo, la excelente preparación filológica le iba a per­ mitir abordar otros muchos temas de diversas épocas. Conforme recorría los grados más elevados de la profesión académica, y era, sucesivamente, pro­ fesor de Enseñanza Media y de Enseñanza Universitaria, mostraba en suce· sivas publicaciones la amplitud del campo de su interés histórico y crítico dentro del general de la Literatura. De ahí sus trabajos sobre Berceo y el Teatro Medieval; sobre Nebrija; sobre el Lazarillo; sobre Garcilaso y fray Luis de León; y los muy numerosos, y ya clásicos, sobre la poesía de nues­ tro siglo: de Unamuno, Antonio Machado, Juan Ramón y Pérez de Ayala a los movimientos y poetas de postguerra.» El Sr. Torrente Ballester añadió: «Acabamos de escuchar, señoras y se· ñores, el examen profundo de un poema capital en la obra lírica de San Juan de la Cruz, capital también de su obra mística, y una lectura original de su declaración en prosa, que comporta una nueva valoración de Llama de amor viva. La prosa sanjuanista no había merecido hasta ahora, en conjunto, repu· tación estética. Es claro, desde luego, que la finalidad primera de esos escri­ tos en prosa nunca fue literaria, o no lo fue exclusivamente, ya que con ellos no se proponía San Juan deleitar o entretener, sino declarar el sentido de una experiencia personal, expresada con anterioridad en forma poética, pero que, en sí misma, era algo más que un poema. El poema trataba de dar a 396 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA entender, mediante símbolos y músicas, el contenido último de lo vivido, mas la experiencia lo rebasa.» «Víctor García de la Concha acaba de mostrárnoslo. Su discurso es una guía para explorar desde la filología las riquezas de la escritura mística. A nosotros sólo nos queda ahora alabar - terminó diciendo el Sr. Torrente Ballester- la clarividencia de su estudio y la galanura con que nos lo ha ex­ puesto. Y felicitarnos, una vez más, de su presencia en esta Casa, que tanto espera de su saber y de su entusiasmo.» Las palabras del Sr. Torrente Ballester fueron largamente aplaudidas. Seguidamente, el Director puso al cuello de D. Víctor García de la Con­ cha la medalla que le corresponde, le entregó el diploma y le rogó que to­ mase asiento entre sus colegas, en señal de toma de posesión. Una vez cum­ plido este ritual se levantó la sesión.

Homenaje al Excmo. Sr. D. Rafael Lapesa con motivo de la imposición de la Gran Cruz de Isabel la Católica.-EI día 7 de mayo se reunió la Aca­ demia en Junta extraordinaria, con asistencia de los señores académicos y de numeroso público. Esta Junta tenía por objeto la imposición de la Gran Cruz de Isabel la Católica, concedida por el Gobierno de la Nación, al Excmo. Sr. D. Rafael Lapesa. Abierta la sesión, nuestro Director, el Excmo. Sr. D. Fernando Lázaro Carreter, y el Excmo. Sr. D. Inocencia Arias pro­ nunciaron sendos discursos, en los que se resaltaron los grandes méritos de D. Rafael Lapesa y lo procedente de la concesión de esta Gran Cruz, por la actividad docente en Universidades de España y del extranjero llevada a cabo por D. Rafael Lapesa con tanta brillantez. A continuación el Excmo. Sr. D. Inocencia Arias impuso la Gran Cruz de Isabel la Católica al Excmo. Sr. D. Rafael Lapesa, entre los aplausos de los asistentes. D. Rafael Lapesa con emocionadas palabras dijo que su vocación, reci­ bida muy especialmente de su padre, le había llevado a dedicar toda su vida a la docencia, con satisfacciones que le compensaban grandemente, por lo cual consideraba que el afecto y la adhesión que había recibido de muchos alumnos, discípulos y continuadores eran ya en sí un premio. Agradecía vivamente la concesión de la condecoración y el honor que ello suponía. Recordó, además, la formación recibida en el Centro de Estudios Histó• ricos, bajo la dirección de su maestro, D. Ramón Menéndez Pida!, y dijo que la vocación docente la había sentido durante toda su vida y tenía la satisfacción de verla continuada también en parientes muy próximos y que­ ridos. Las emotivas expresiones de D. Rafael Lapesa fueron seguidas con gran atención y recibieron una ovación calurosa del numeroso público asis­ tente.

Honras fúnebres anuales en la iglesia del Convento de Religiosas Trini­ tarias Descalzas, por el alma de cuantos cultivaron las letras hispanas. INFORMACIÓN ACADÉMICA 397

PUBLICACIONES.

Fascículo XX y el Preliminar del Tomo II del Diccionario Histórico de la Lengua Española. Obras de Don Luis de Góngora. Manuscrito Chacón. Facsímil. Palabms e ideas: El léxico de la Ilustración temprana en España (1680- 1760), de Pedro Álvarez de Miranda. Anejo LI del BRAE. Apología mística en defensa de la contemplación de Fray fosé de Jesús María Quiroga, O. C. D. (Ms. 4478 B. N. M.). Edición e introducción de Jean Krynen. Anejo LII del BRAE. Boletín de la Real Academia Española. Tomo LXXII. Cuadernos CCLV y CCVI.

Cursos de Tercer Ciclo.-La RAE ha ofrecido nuevamente su colabora­ ción en los Cursos del Instituto de España para los estudios del III Ciclo. Para estos programas de Doctorado del año universitario de 1991-1992 se impartirán los cursos siguientes: «Ramón del Valle Inclán en la literatura del siglo XX», por D. Alonso Zamora Vicente; «El español en América», por D. Manuel Alvar; «

PREMIOS Y CONCURSOS.

«Nieto López», 1992: Ha sido otorgado a «Acción Cultural Miguel de Cervantes». «Menéndez Pidal», 1990: Ha sido concedido a D. Juan Crespo Hidalgo por su trabajo titulado Suplemento al Tesoro de la Lengua Española Caste­ llana de Cm·ominas. «Conde de Cartagena», 1989: Ha quedado desierto. Premio Fundación Conde de Cartagena: La Real Academia Española, como patrono de la expresada fundación, abre el concurso del presente año con los temas, premios y condiciones que se expresan a continuación:

Temas: l. Léxico español de la economía y el comercio en el si­ glo XVIII. II. Vocabulario de las técnicas publicitarias.

Premio: Un premio de 500.000 pesetas para cada uno de los temas anun­ ciados. 398 . BOLETfN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

El mérito relativo de las obras que se presentan a este certamen no les dará derecho a los premios; para alcanzarlos han de tener, por su fondo y por su forma, valor que de semejante distinción las haga dignas en concepto de la Academia. Los autores cuyas obras resulten premiadas serán propietarios de ellas, siempre que las editen a sus expensas, pero la Academia podrá imprimirlas en colección según lo determinado en el artículo 14 de su Reglamento, que dice así: «Respecto de las obras que obtengan premios en los concursos, la Aca­ demia se reserva el derecho de publicar las que tenga por conveniente.» Cuando el autor de un trabajo premiado no se proponga imprimido por su cuenta, lo comunicará a la Academia y ésta apreciará libremente la con­ veniencia de editar el trabajo con cargo a los fondos de la Fundación Carta­ gena; pero en este caso la propiedad de la obra pasará a la Academia, que regalará al autor 25 ejemplares de la edición. Los trabajos no premiados que tengan alguna utilidad para los fines de la Academia podrán ser adquiridos por ésta previo acuerdo con el autor. El término de presentación de trabajos para este concurso comenzará a contarse el día de la inserción de la presente convocatoria en el Boletín Ofi­ cial del Estado, y quedará cerrado el día 1 de abril de 1995, a las seis de la tarde. Las obras se presentarán por triplicado, deberán estar escritas en caste­ llano y a máquina. Podrán ser compuestas por uno o varios autores, pero en ningún caso se dividirá cada premio entre dos o más obras. Los originales presentados podrán ir firmados por su autor, pero si éste deseare conservar en su obra el anonimato, habrá de distinguirla con un lema igual a otro que, en sobre cerrado, lacrado y sellado, firmará, decla­ rando su nombre y apellidos y haciendo constar su residencia y el primer renglón. El que remita su obra por correo designará, ocultando su nombre si lo desea, la persona a quien se haya de dar el recibo. Si antes de haberse dictado fallo acerca de las producciones presentadas a este concurso quisiera algurro de los opositores retirar la suya, logrará que se le devuelva exhibiendo dicho recibo y acreditando, a satisfacción del Se· cretario, ser autor de la que reclama o persona autorizada para pedirla. No se admitirán a este concurso más obras que las inéditas y no pre­ miadas en otros certámenes, escritas por españoles o hispanoamericanos, quedando excluidos los individuos de número de esta Academia. Por disposición expresa de la escritura fundacional, una misma persona no podrá ser premiada en más de dos concursos de los que se anuncian con cargo a esta Fundación. Adjudicados los premios, y tratándose de obras mantenidas en el anoni­ mato, se abrirán los pliegos respectivos y se leerán los nombres de los auto­ res, previa entrega del recibo de presentación. Madrid, 7 de mayo de 1992.-El Secretario accidental, RAFAEL ALVA­ RADO BALLESTER. INFORMACIÓN ACADÉMICA 399

ACADEMIAS CORRESPONDIENTES Y ASOCIADAS.

Academia Boliviana: D. Hugo Boero Rojo ha sido nombrado académico correspondiente de la Española en Bolivia.

Academia Colombiana: Esta Corporación ha visto la desaparición de su miembro de número D. Abel Naranjo Villegas. La Academia Española en­ vió el testimonio de su pesar.

Academia Costarriceme: Ha fallecido el académico D. José Basileo Acu­ ña Zeledón. Se acordó que constase en acta su sentimiento por la pérdida del ilustre costarricense.

Academia Argentina: Esta Corporación nos ha comunicado el fallecimien­ to de su prestigioso académico D. Jacobo Kogan. Nuestra Academia acordó enviar su pésame.

Academia Guatemalteca: Esta Academia hermana ha renovado su Junta Directiva. Los nuevos cargos son: Director, D. Hugo Cerezo Dardón; Sub­ directora, D.' Margarita Carrera; Secretario, D. Mario Alberto Carrera; Subsecretario, D. Gustavo A. Wyld Ferraté; Tesorera, D.' Angelina Acuña de Castañeda; Bibliotecaria, D.' Luz Méndez de la Vega.

Academia Norteamericana: Han sido elegidos como académicos de esta Corporación, los señores D. Joaquín Segura, D. Emili:o Berna! Labrada, D. Gerardo Piña Rosales y D. John J. Nitti. La Academia Española les en­ vió su felicitación.

Academia Peruana: La Academia hermana nos comunica el fallecimiento de su miembro de número D. Augusto Tamayo Vargas. La Española acordó enviar su condolencia y que constase en acta.

Academia Puertorriqueña: Ha sido aprobada la propuesta de D. José Ferrer Canales como correspondiente de nuestra Corporación en .

ANEJOS DEL BOLETíN DE LA REAL ACADEMIA ESPA~OLA

ANEJOS PUBLICADOS :

I. MARGHERITA MoRREALE: Castigliotu y BoscátJ: El ideal cortesano en el Rma­ cimiento espaiiol. Tomo I (Estudio léxico-semántico), 289 páginas.- Tomo II (Apéndices), 251 páginas. II. ELEANOR S. O'KANE (Sister M. Katharine Elaine. C. S. C.): Refranes y fras es proverbiales espmiolas de la Edad M edia.-Vn volumen de 267 páginas. III. EMILIA GARciA CoTORRUELO: Estudio sobre el habla de Cartagma y s1~ comm·­ ca.-Vn volumen de 203 páginas, 7 de ilustraciones y 6 láminas. IV. FRANCISCO MÁRQUEZ VILLANUEVA: lnves.tigaciones sobre Juan · Alvm·ez Gato.­ Vn volumen de 501 páginas. V. Tucídides romanceada m el siglo XIV. Edición y estudio de Luis LóPEZ MoLINA.-Un volumen de 236 páginas. VI. CESÁREO GoiCOECHEA: Vocabulario riojano.-Un volumen de 180 páginas. VII. El Evallgelio de San Marcos según el manuscrito escurialense. l . l. 6 [c. 1260]. Edición y estudio de THOMAS MONTGOMERY.-Un volumen de 285 páginas. VIII. LoPE DE VEGA: El galán de la Membrilla. Edición crítica y anotada por Diego Marín y Evelyn Rugg.-Un volumen de 270 páginas. IX. RoDRIGO DE CARVAJAL Y RoBLES: Poema de la conquista y asalto de Antequera. Prólogo y edición de Francisco López Estrada.-Un volumen de 292 páginas. X. WILLARD F. KING: Prosa novelística y academias literarias et1 el siglo XVI J.­ Un volumen de 240 páginas. XI. La vida de Santa María Egipciaca. Edición y estudio de MARfA S. DE ANDRÉS CASTELLANOS.-Un volumen de 259 páginas, XII. P. JosÉ FRANCisco DE IsLA: El Cicerón. Introducción, edición y notas de Giuseppe De Gennaro.-Un volumen de 228 páginas y 4 láminas. XIII. JosÉ MILLÁN URDIALES: El habla de Villacidayo.-Vn volumen de 446 páginas y 34 láminas. XIV. MARfA JEsús GARCÍA DE CABAÑAS: Vocabulario de la Alta Alp1~jarra. -Vn vo­ lumen de 124 páginas. XV. BALTASAR IsAZA CALDERÓN: La doctrina gramatical de Bello.- Vn volumen de 312 páginas. XVI. TERESA DE CARTAGENA: Arboleda de los enfermos. Admiración Operum Dey. Estudio preliminar y edición de Lewis Joseph Hutton.-Un volumen de 156 pá­ ginas. XVII. JosÉ CAso GoNzÁLEz: La vida del Lazarillo de Tonnes, y de sus fortunas y adversidades.-Vn volumen de 152 páginas. XVIII. FRANCISCO DE EsPINOSA: Refranero (1527-1547) . Edición de Eleanor S. O'Kane. C. S. C.-Un volumen de 256 páginas. XIX. JEsUSA ALFA U DE SoLALINDE: Nomenclatura de los tejidos espaiíoles del si _q lo XIII.-Vn volumen de 204 páginas. XX. FRANCISCO DE QuEVEDO: La cuna y la sepultura. Para el conocimiento propio y desmgaño de las cosas agenas. Edición crítica, prólogo y notas de Luisa López Grigera.-Un volumen de 200 páginas. XXI. ANTONIO DE TORQUEMADA: Manual de Escribientes. Edición de M.a Josefa C. de Zamora y A. Zamora Vicente.-Un volumen de 268 páginas y 4 láminas. XXII. Nnevo Testammto. Versión castellana de hacia 1260. Edición y estudio de THOMAS MoNTGOMERY y SPURGEON W. BALDWIN.-Un volumen de 648 páginas. XXIII. RAúL A. DEL PIERO: Dos escritores de la Baja Edad Media castellmra.- Un volumen de 166 páginas. XXIV. VÉLEZ DE GuEVARA: Comedia famosa del Rey Don Sebastián. Edición de W erner Herzog.-Un volumen de 170 páginas. XXV. RALPH PAUL DE GoROG y LISA S. DE GoROG: La sit~onimia en La Celestina.-Un volumen de 170 páginas. XXVI. RAFAEL OsuNA: La Arcadia de Lo pe de Vega (génesis, estructura y origiuali­ dad).-Un volumen de 268 páginas. XXVII. ]VAN DE DIOs MENDOZA NEGRILLO, S. J.: Fortuna y providencia m la literatura castellana del siglo XV.-Un volumen de 482 páginas. XXVIII. JosÉ JEsús DE BusTos TovAR: Contribuciótt al estudio del cultismo léxico me­ dievai.-Un volumen de 748 páginas. XXIX. J OHN K. W ALSH : El Libro de los doze sabios o Tractado de la 11obleza y leal­ tad.-Un volumen de 180 páginas. XXX. JuANA G. CAMPOS y ANA BARELLA: Diccionario dt refranes.-Un volumen de 534 páginas. XXXI. BERNALDO PÉREZ DE CHINCHÓN: La lengua de Erasmo nui?7Jammte t'011ta~J,ada Por muy elegante estilo. Edición de Dorothy S. Severin.-Un volumen de 218 pá­ ginas. XXXII. FERNANDO DE HERRERA: Obra poética.-Edición crítica de José Manuel Blecua. Tomo I de 480 páginas más 6 láminas. Tomo II de 448 páginas más 2 láminas. XXXIII. HERBERT L. BAIR, Jr.: Attálisis lit~g iiístiéo y filológico de Otas de Roma.-Un volumen de 226 páginas. XXXIV. Louis F. SAs : Vocab11lario del Libro de Alexandre.-Un volumen de 685 pá­ ginas. XXXV. C. TORROJA MENÉNDEZ y M. RrVAS PALÁ: Teatro en Toledo m el siglo XV. «A1tto de la Pasión> de Alonso del Campo.-Un volumen de 202 páginas más 12 · láminas. XXXVI. ALEJANDRO CIORANESCU: Bibliografín francocspaiWia (1600-1715) .-Un volumen de 708 páginas. XXXVII. MARÍA PAZ BATTANER ARIAS: Vocabulario político-social m España (1868- 1873).-Un volumen de 678 páginas. XXXVIII. RAMÓN SANTIAGo LACUESTA: La primera versió11 castella11a de «La Eneida>, de Virgilio.-Un volumen de 641 páginas. XXXIX. ÍÑIGO LóPEZ DE MENDOZA, MARQUÉs DE SANTILLANA: Bías co11tra Fortuna.­ Edición crítica, introducción y notas por Maxim P. A. M. Kerkhof.-Un volu­ men de 288 páginas. XL. SALVADOR FERNÁNDEZ RAMfREz: La derivació1~ nomittal (ordenado, anotado Y dispuesto para la imprenta por Ignacio Bosque).-Un volumen de 90 páginas. XLI. ALEJANDRO CIORANEscu: Los hispanismos en el frat~cés clásico.-Un volumen de 308 páginas. XLII. SoFÍA KANTOR: El libro de Sindibiid.-Un volumen de 284 páginas. XLIII. CARLOS E. GRANADOS GoNzÁLEZ y MANUEL LóPEZ RoDRÍGUEZ : Las definiciones de los elementos químicos ea el «Diccionario de la Lengua Española».-Un volumen de 120 páginas. XLIV. JosÉ Luis GIRÓN ALCONCHEL: Las formas del discurso referido en el «Cantar de Mio Cid».-Un volumen de 330 páginas. XLV. }OHN GowER: Confesión del amante. Traducción de Juan Cuenca (s. xv). Edi­ ción paleográfica de Elena Alvar.-Un volumen de 672 páginas. XLVI. ÁNGELES EsrÉVEZ RoDRÍGUEZ: El léxico de !lüio Herrera y Reissig. C oncordan­ cias de «Los Peregrinos de Piedra».-Un volumen de 395 páginas. XL VII. MARÍA Ros so GALLO: La poesía de Garcilaso de la Vega. Análisis filológico Y te.