El Base-Ball En Cuba
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El base-ball en Cuba : historia del base-ball en la Isla de Cuba,sin retratos de los principales jugadores y personas más caracterizadas en el juego citado, ni de ninguna otra / por Wenceslao Galvez y Delmonte (Wen.). Gálvez y del Monte, Wenceslao, 1867- Habana : Herederos de S.S. Speneer, 1889. https://hdl.handle.net/2027/hvd.hwrcns Public Domain in the United States, Google-digitized http://www.hathitrust.org/access_use#pd-us-google We have determined this work to be in the public domain in the United States of America. It may not be in the public domain in other countries. Copies are provided as a preservation service. Particularly outside of the United States, persons receiving copies should make appropriate efforts to determine the copyright status of the work in their country and use the work accordingly. 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TECA - E-A-lST-AA-- S, Imprenta Mercantil, de los Herederos de Santiago Spencer CALLE DE EMPEDRADO NUMERO 10. 1889. , trº º «. º rvV A v Lº CULLE a c. - .3 y s MAY 3 1917 LAT N-AMERICAN ºrº y SS DRS- P. F. yA ), i º C. MICROFILMED AT HARVARD-ar-rº axis. e}\f efu6 “Ha6ana,” propagador er fuèiaéfa de 6aée-6aff, y á foé, Señoreº Enrique Morejón, Oirector de “Se pit efier,” Sezequief García, é dgnacio Sa racfiaga, dedica e&fe fi6ro como feófimo nio Gle afecto y é impatía º 8 ef ejAutor. —== Na Presente. SSTIMADo compañero: si no imperase aquí la despreocupa - =l ción monetaria en todo lo que se refiere á literatura, y si no se abusara de nuestras buenas firmas para dar patente CC2 de buenos libros á los malos, es probable que no te impor tunaría con esta carta que viene á robarte el tiempo que necesi tes tal vez para meditar un capitulo de «El gorrión y su cria», ó para formular una receta al enfermo que asiste á tu estudio de médico ó á quien asistes. Sabes que vivimos en el país de los abusos. Escudado por el artístico cartel de tu gabinete, en el que señalas horas de consul tas gratis para los pobres, te dejo mi cerebro torturado en las fati gosas veladas de verano, en este montón de cuartillas. Analízalo, pues, y vé dejando un poco de cauterio en cada una de las incisiones saludables que hagas con tu nervioso y bien templado bisturí. Tú que me conoces, sabes que no presumo de literato como tantos otros, y que sólo me he propuesto en este trabajo, recopi lar algunas noticias, hacer pequeñas observaciones y describir la vida del pelotero desde que vagabundeaba en mangas de camisa por los solares yermos, hasta que el uniforme le abrió las puertas de nuestros salones y sociedades más cultos. Yo sé que mi obra es deficiente, que aún queda mucho por decir; pero dada la importancia, ó por lo menos, el desarrollo creciente del base-ball en Cuba, puede llenar el lugar que la incu ria de los demás ha dejado vacío. Pretendo, al publicar este libro, llenar algunas necesidades - — 6 — de carácter puramente personal, porque la modestia aparte en esta clase de trabajos no se puede aspirar á la gloria. Gracias que se aspire al pan. ¡Y eso!...... Si se agota la edición, y es probable que se agote porque aquí hay verdadera pasión por este juego, quizás alcance el dinero pa ra una cena modesta con la que te obsequiaré, aunque el juicio que formes de mi trabajo sea desfavorable. Puede ser que, ya en el colmo del entusiasmo, haga saltar el tapón de algunas botellas del líquido con que celebra su viudez la de Clicot. Pero dejemos la fantasía, y continuemos el camino pausada mente, llevando en la cabeza «el cántaro al mercado.» 3e >k >k Y como esta carta traspasa ya los límites de la amistad, bue no es que firme, suplicándote no hagas esperar mucho la contes. tación, porque mis ingleses no entienden bien el inglés. Como debo desde hace algunos meses varias cuentas, les he rogado á mis acreedores que se cobren con el tiempo que hace que no les pago, ya, que como dicen los yankees) el tiempo es dinero. Te anticipa las gracias tu sincero y entusiasta admirador WEN GALVEZ. Habana, Julio 25 de 1889. ºsºsºsºsºs sºsºs sºs Sr. (0. llences/ao Galvez. buen amigo: he recibido con tu ingeniosa carta, el manuscrito del libro que sobre el juego de Base ry Ball en Cuba vas á dar en breve á la estampa para =# º entretenimiento y utilidad de los entusiastas partidarios de tan provechosas diversiones. Ninguno más competente que tú para describir graciosamente las peripecias, incidentes y lances de estas recreaciones, porque si ayer como jubilado jugador, hoy como Umpire y siempre de cronista en tu festiva sección de Peloteras, has dejado bien sentada tu fama de diestro, de autoridad y de maestro; cuantos ahora lean tu libro reconocerán que si en la técnica y en la práctica del juego tienes escasos rivales, en cambio en la naturalidad, en el gracejo y en la galanura del estilo eres inimitable. Lograr esta última y muy privilegiada condición, engarzando pintorescamente la amenidad con la crítica de una variedad de Sport por muchos ignorada, es vencer dos veces, por el talento y el ingenio, los innumerables obstáculos que la variedad de un libro aglomera á cada paso; es, además, ofrecernos el deleite de una lectura sazonada con todo el salero de tu picante y juguetona fantasía que así colora é ilumina con la pluma-pincel los más escuetos asuntos, como realza las más futiles nimiedades. Y no es que reconozca yo como nímio pasatiempo infantil el - . juego de Base—Ball en Cuba. Entiendo por el contrario que entre nosotros tiene dos significaciones importantísimas: la una, por la ventaja en sí del florecimiento que en el seno de nuestra juventud proporciona el cultivo de un género de Sport que más que otro alguno desarrolla y vigoriza físicamente; y en otro sentido no ménos importante, — 8 — porque estas diversiones son escuelas públicas de unión y de poderoso estímulo donde en reñidos concursos de maña y agilidad, se enseña á aplaudir estas nobles cualidades del cuerpo, que tan gallardamente se exhiben en el dilatado campo, por jóvenes y robustos contendientes que á la vista de apasionados bandos de espectadores se disputan noblemente la victoria. El juego de Base-Ball tiene también la misma significación de todas las fiestas populares: la de aproximar en cariñosa é íntima comunión de pareceres ó afinidades electivas, las clases más humildes con las más favorecidas ó encumbradas, resultando de esta fraternidad de los entusiastas por cada club, algo así como un pintoresco ensayo de democrácia en sus formas más amables y sencillas, que no es zafia ni desconsiderada, porque encaja sin forcejeos en la especial índole bullanguera, apasionada y muy dada á lances imprevistos, del juego pelotero. Si no es posible despojar de la índole de este juego las odiosas contiendas entre banderías, las exaltadas divisiones entre contendientes, las parciales opiniones y preferencias de los espectadores, porque al cabo todas estas manifestaciones del carácter humano acrecientan el interés, exaltan el denuedo de los jugadores y estimulan victoriosamente; por lo ménos deberían encubrirse tan violentas inclinaciones con un lijero esmalte de cultura, porque estas fiestas públicas son en lo reveladoras, como la cruda iluminación del día que así denuncia las arrugas y afeites de las matronas decadentes, como los vicios y la barbarie de nuestras costumbres que no son por cierto ni muy adelantadas ni ménos relevantes. Las violencias y enemistades entres los que se disputan las ventajas de cada club, está en proporción directa con el escaso número de bandos y también con la escasa ilustración de las reglas del juego. Es preciso que el gusto y la afición por el Base Ball cunda no sólo como un interés profesional, sino como ejercicio higiénico, fomentando privada y públicamente asociaciones baseboleras, rígidamente disciplinadas para las públicas contiendas y otras que privadamente no tengan más objeto que popularizar un Sport saludable. Como es natural, el vacío de los conocimientos en las reglas y en la apreciación de los distintos lances y decisiones del juego, enjendra la insensatéz en los juicios, y al lado de acaloradas tragedias se suceden comedias y verdaderos lances de sainete. Tu perspicáz ingenio ha sabido escoger estos asuntos risibles y con la fina sátira que corrige y tu buen humor que confita tantas acrimonias, nos descubres artísticamente al arlequín del ridículo, — 9 — actor bufo de estas rivalidades infantiles, de estas tumultuarias escenas entre hombres frenéticos por lances y fruslerías de pelota. Es la lección ménos severa que podría aplicarse á estos vicios y entorpecimientos del juego basebolero en Cuba.