CRISIS Y ORGANIZACIÓN POPULAR Lecciones Para Leer El Presente Y Construir El Futuro
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ANÁLISIS TRABAJO Y JUSTICIA SOCIAL Bastaron pocas semanas de cuarentenas obligatorias sin un suficiente acompañamien- to de protección de ingresos en los hogares, para que rea- parecieran como un fantasma CRISIS Y del pasado las ollas comunes. Fueron expresión de la vul- ORGANIZACIÓN nerabilidad y desigualdad, agudizadas con la emergencia sanitaria, y del despertar de la antes dormida disposición solidaria y capacidad organi- POPULAR zativa. Lecciones para leer el presente y ¿Qué hay en común entre construir el futuro ese ayer y hoy? Formulamos algunas hipótesis para dos grandes definiciones: cómo Clarisa Hardy asegurar el bienestar en una sociedad que transite a la Noviembre 2020 garantía de derechos y cómo fortalecer una democracia que debe hacerse cargo de la ausencia de participación. TRABAJO Y JUSTICIA SOCIAL CRISIS Y ORGANIZACIÓN POPULAR Lecciones para leer el presente y construir el futuro Clarisa Hardy Noviembre 2020 Índice Presentación ............................................................................... 4 1 Las organizaciones populares solidarias de subsistencia en la década de 1980 ................................ 6 2 La deuda de treinta años con la sociedad civil y sus organizaciones ................................................. 10 3 Una nueva oportunidad con el proceso constituyente: lecciones para leer el presente y construir el futuro .................................. 17 Referencias ................................................................................ 21 3 FRIEDRICH-EBERT-STIFTUNG - CRISIS Y ORGANIZACIÓN POPULAR PRESENTACIÓN1 Desde enero de 2020, la vida cambió para los habitantes además, calificado, así como con un cierto tipo de trabajos del planeta. La aparición de un virus con carácter de pan- que puede realizarse de manera remota. demia ha cobrado millones de vidas humanas a la fecha,2 tensionando y cuestionando los sistemas de salud, deterio- Con un tercio del total del empleo, que es informal, con rando las economías y afectando las actividades económi- muchas y muchos trabajadores dependientes de las áreas de cas, destruyendo fuentes de trabajo, aumentando la pobre- servicios y de menores niveles de calificación, con millares de za, alterando modos de vida y la misma convivencia. Todo trabajadores de la construcción, restoranes, hoteles, centros esto ha acelerado procesos de transformación que estaban de esparcimiento, del transporte privado y escolar que que- germinando o ya estaban presentes, agregando aún más daron inactivos, no hay teletrabajo ni trabajo alguno. incertidumbre al curso de los próximos acontecimientos. No obstante este escenario, el gobierno reaccionó tarde. Por sobre todo, el virus ha puesto una lupa de aumento a Desde el poder ejecutivo surgieron lentamente algunas ini- la realidad social de desigualdades que, en mayor o menor ciativas legislativas que no daban cuenta del universo po- medida, padecen los países, y frente a la cual las capaci- blacional realmente afectado por la paralización de buena dades estatales y de gobiernos para mitigar los impactos y parte de las actividades económicas, excepto las esenciales proporcionar protección social, son más bien la excepción y que eran las únicas autorizadas para seguir funcionando. y no la regla. Especialmente, en América Latina, la región La emergencia clamaba por medidas urgentes, la contagio- más desigual del mundo. sidad del virus obligaba a pensar creativamente medidas que impidieran trámites presenciales para acceder a los apoyos Dentro de la región latinoamericana, Chile, con su reco- monetarios, y los soportes económicos a los hogares debían rrido de progresos de los últimos 30 años de democracia, ser los mismos cualquiera fuese la fuente de ingresos perdi- ha evidenciado sus fragilidades. También, ejemplarmente, da o disminuida. Sin embargo, las medidas se demoraron, algunas fortalezas. los aportes discriminaron según fuentes laborales, benefi- ciando de distinta manera a quienes podían acceder a los Sus fragilidades surgen demasiado pronto y masivamente. requisitos; las exclusiones fueron muchas y los montos que Con el comienzo de la pandemia en marzo, para muchos finalmente llegaron a los hogares fueron insuficientes para trabajadores –especialmente, para las mujeres trabajado- cubrir necesidades básicas. Todo esto condujo a la inédita ras–, las restricciones sanitarias han implicado una conside- medida legislada por una amplia mayoría en el Congreso de rable sobrecarga de trabajo, pues al teletrabajo, que se ex- autorizar el retiro de un 10% de los ahorros individuales en pande con el confinamiento obligado –y se ha mantenido fondos de pensiones, a pesar de la oposición del gobierno, aun sin cuarentena–, se suma el quehacer doméstico y el que se vio sobrepasado incluso por sus propias bancadas cuidado de hijos e hijas con las escuelas cerradas, así como parlamentarias. Pocos meses después y justo cuando esta- también el cuidado de otros miembros no autovalentes en mos concluyendo este documento, el Congreso está discu- los hogares. tiendo un proyecto para un segundo retiro por la apremian- te situación que se mantiene en los hogares. Pero esto no se vive de la misma manera en un país tan desigual. El teletrabajo se relaciona con el empleo formal y Un reciente informe revela que, a octubre de 2020, tras ocho meses de iniciada la pandemia en Chile, son los y las trabajadores quienes han concurrido mayoritariamente con 1 Quiero agradecer el interés de la Fundación Friedrich Ebert por encargarme este trabajo, que surgió a propósito de la re- sus propios fondos a enfrentar la crisis, con cerca de 17.500 ciente reedición de dos libros de nuestra autoría de la década millones de dólares (provenientes del primer retiro del 10% de 1980 por parte de LOM Ediciones: Hambre + dignidad = de los ahorros individuales en los fondos de pensiones y Ollas comunes, PET, 1986; y Organizarse para vivir. Pobreza urbana y organización popular, PET, 1987. Para la reedición de sus cuentas del seguro de cesantía a través de la Ley de ambos libros escribí un prólogo que fue posible por este de Protección del Empleo), mientras que el fisco ha apor- apoyo de la Fundación Ebert. Dicho prólogo, que titulé «La tado menos de un tercio (5.000 millones de dólares), para historia nos visita», me permitió reencontrarme con la expe- riencia de las organizaciones populares surgidas en dictadura ayudas sociales directas, tales como: Bono COVID, Ingreso como respuesta a la crisis de aquellos años, para examinar el Familiar de Emergencia (IFE), Bono Clase Media, entre otros presente tras un recorrido de más de treinta años de demo- (Observatorio PS-Igualdad, 2020). cracia, y frente a otra crisis de proporciones aún más severas que la de entonces. Este texto retoma el prólogo mencionado y lo problematiza a partir de las exigencias del actual momen- Bastaron algunas semanas de confinamiento con cuaren- to constituyente. tenas obligatorias y drásticas medidas sanitarias sin un su- 2 Más de 50 millones de personas contagiadas y más de ficiente acompañamiento de protección de ingresos en los 1.200.000 fallecidas al 10 de noviembre de 2020. 4 PRESENTACIÓN hogares, para que reaparecieran las ollas comunes, como Las ollas comunes de entonces transitaron de la necesi- un fantasma del pasado que pensamos jamás volveríamos dad a la rearticulación del tejido social, como respuesta a a ver después de la crisis de la década de 1980, en plena la fragmentación impuesta por la represión, trascendiendo dictadura. la necesidad que les daba origen. Las ollas comunes que nacían producto del hambre se transformaban en espacios En el Chile de aproximadamente 25 mil dólares de ingresos de iniciativas colectivas más integrales y con vocación de- per cápita ha reaparecido el hambre, la más básica de las mocrática, a partir de la primaria satisfacción alimentaria. necesidades. No hay cifras actualizadas de pobreza desde 2017, pero no existe mejor indicador de su expansión que Las de hoy, siendo una respuesta espontánea y solidaria el surgimiento de estas organizaciones comunitarias solida- frente a la necesidad de la alimentación, tienen a la base un rias, que proveen alimentación a millares de hogares a lo antecedente político reciente, como fueron las respuestas largo del país. de rearticulación en sectores populares a partir del estallido social de hace un año. Cabildos, conversatorios, encuentros Estas nuevas ollas comunes representan, por un lado, una en sedes y plazas a lo largo del territorio y en las comunas expresión de la vulnerabilidad y desigualdad agudizadas debatiendo el inicio de un proceso constituyente acordado con la emergencia sanitaria y su consecuente crisis social y, el 15 de noviembre del 2019, fueron el detonante de for- por el otro, un rostro esperanzador en estas circunstancias: mas de rearticulación social en sectores populares durante el despertar de la dormida disposición solidaria y capaci- todo el verano, hasta que llegó la pandemia. dad organizativa, especialmente de los sectores populares. A esta realidad hacemos referencia cuando señalamos que Las ollas comunes de hoy en parte responden a este fenó- hay ejemplos esperanzadores en medio de esta catástrofe meno reciente, en parte, a la reactivación de nuevos roles sanitaria y económica, una fortaleza social de la que es ne- de organizaciones funcionales tradicionales tales como las cesario dar cuenta. juntas de vecinos, y también, de manera espontánea, por la iniciativa de algunas familias sin antecedentes organizativos Si bien no existe un catastro nacional de ollas comunes,