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LOS GLACIARES ALTOARAGONESES
JAVIER CHUECA CÍA FERNANDO LAMPRE VITALLER
INSTITUTO DE ESTUDIOS ALTOARAGONESES DIPUTACIÓN DE HUESCA Directora: ANA CASTELLÓ PUIG Redacción: INSTITUTO DE ESTUDIOS ALTOARAGONESES
Los «CUADERNOS ALTOARAGONESES DE TRABAJO» tienen, sobre todo, una vocación didáctica; están concebidos para enseñar —si es posible, de- leitando— de una manera sencilla; pretenden poner al alcance de cuantos se asomen a ellos los más variados temas de la realidad pasada y presente del solar en el que nacen, tierras llanas y quebradas de Huesca. Mas, a pesar de su sencillez, no renuncian ni un ápice a la rigurosidad de sus contenidos.
Los «CUADERNOS ALTOARAGONESES DE TRABAJO» no desdeñan los datos y detalles pequeños y elementales, siempre necesarios para el tratamien- to analítico de cualquier tema, pero se interesan también, y mucho, por las ideas y los métodos de trabajo. Tienen, por lo tanto, otra intención: la de alen- tar el espíritu crítico.
Los «CUADERNOS ALTOARAGONESES DE TRABAJO» hablarán de cosas múltiples. De piedras seculares y de odres para aceite y vino; de valles y plan- tas medicinales; de gentes anónimas y sus comidas, juegos y refranes. De los ríos, tal vez...
Los «CUADERNOS ALTOARAGONESES DE TRABAJO» quieren incitar a recorrer, recoger, guardar y admirar; a preguntarse por las cosas, a que cada cual, movido por la curiosidad, trabaje a su manera por defender la cultura de todos.
Edita: Instituto de Estudios Altoaragoneses Autores: Javier Chueca Cía y Fernando Lampre Vitaller Fotos: Fernando Lampre, José Luis Peña, Retratería de Benasque y Javier Chueca Foto cubierta: Vista invernal del glaciar de Llardana (macizo de Posets o Llardana). (Foto: F. Lampre) Depósito Legal: HU-34/94 ISBN: 84-8127-014-8 Imprime: Grafic RM Color S.L. C/ Comercio, parcela I, nave 3 Tel: (974) 24 54 64 - 22006 Huesca Impreso en España/Printed in Spain Glaciar de Ossoue (Pirineo francés). (Foto: F Lampre)
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN 2 2. EL GLACIARISMO: DEFINICIÓN Y ORÍGENES 3 3. LA EVOLUCIÓN DEL GLACIARISMO PIRENAICO 4 3.1. Pleistoceno Superior 7 3.2. Holoceno 19 4. LOS GLACIARES PIRENAICOS EN LA ACTUALIDAD 20 4.1. Macizo de Balaitús o Moros 20 4.2. Macizo de Infiernos o Quijada de Pondiellos 21 4.3. Macizo de Vignemale o de la Comachibosa 21 4.4. Macizo de Monte Perdido 21 4.5. Macizo de La Munia 22 4.6. Macizo de Posets o Llardana 25 4.7. Macizo de Perdiguero 27 4.8. Macizo de la Maladeta-Aneto 27 5. EL FUTURO DE NUESTROS GLACIARES 28 6. GLOSARIO DE TÉRMINOS 29 7. TERMINOLOGÍA ARAGONESA (PIRINEO OSCENSE) PARA LOS FENÓMENOS GLACIAL, PERIGLACIAL Y NIVAL 31 8. BIBLIOGRAFÍA 31 1. INTRODUCCIÓN 140
ppmv 200 Hasta el siglo pasado, las cumbres del Pirineo 220 - estuvieron envueltas por un halo misterioso al que 240 - contribuían su inaccesibilidad y su carácter mágico 2130 - y mitológico. Los excursionistas románticos decimo- 200200- nónicos abrieron la montaña a los estudios ilustra- -30- dos, aportando los primeros conocimientos sobre cal =4 dfa'' o - estos espacios y, en particular, sobre los llamativos 20 - restos glaciales. A pesar del precoz contacto inicial, 40 - los trabajos científicos no llegaron hasta mucho más - tarde, siendo el momento presente el que registra - aleo una mayor atención de los glaciólogos, en coinci- (normalizada) dencia con el creciente interés ambiental de nuestra o - sociedad, preocupada por la conservación de un patrimonio excepcional e irrepetible. En el Pirineo Central oscense, festoneando las más altas cimas de la cordillera, enriscados entre abruptas paredes rocosas, se ocultan los últimos testimonios de los hielos que, un día, llegaron a cubrir gran parte de Europa. En las etapas frías cua- ternarias los glaciares pirenaicos alcanzaron una extensión considerable, descendiendo sus gélidas lenguas, a lo largo de decenas de kilómetros, por la 140 120 100 80 60 40 20 totalidad de los grandes valles. Los episodios cáli- Ka BP dos posteriores a la última glaciación hicieron retro- ceder gradualmente estas masas heladas, hasta Cronología de la glaciación en el Pirineo español. A: dejarlas recluidas en el interior de los circos de variaciones en la concentración de CO, atmosférico (ppmv) cabecera. La mayor parte de las formas de relieve a partir del análisis de registro de hielo de Vostok de la alta montaña aragonesa fue generada por la (modificado de BARNOLA et al., 1988); B: desviaciones de los valores de radiación de 1950 AD en cal cm-2 día-' para la acción modeladora de los glaciares: amplios valles mitad del año calórico de verano en el Hemisferio Norte en artesa, espectaculares circos salpicados de ibo- (modificado de BERGER, 1978); C: variación global del nes. cordones de morrenas .. volumen de hielo establecido a partir de registros isotópicos (diso) procedentes de diversos océanos (modificado de MARTINSON et al., 1987); D: estimación de la dinámica de la glaciación en el Pirineo a partir del análisis de secuencias sedimentarias (BoRooNAu et al., 1992); E: valoración cualitativa de la cronología y magnitud de las variaciones del volumen de hielo retenido en el Pirineo (Fuente: MONTSERRAT, 1992).
En la actualidad los glaciares de mayores dimen- siones de la cordillera pirenaica se encuentran al norte de la provincia de Huesca, constituyendo los únicos restos funcionales de toda la península Ibéri- ca y los más meridionales de Europa. Por su locali- zación en latitudes mediterráneas presentan un pre- cario equilibrio en su dinámica que los sitúa al borde de una inminente extinción, solamente sosla- yada por la considerable altitud de los macizos que los acogen. A lo largo de este Cuaderno, intentare- mos mostrar al lector interesado algunas de sus Distintas morfologias de origen glacial presentes características básicas y definitorias (su evolución, en el Pirineo aragonés. su ubicación precisa, sus dimensiones y fisiono-
2 Valle de Pineta: ejemplo de artesa glacial. (Foto: E Lampre) mía...), animados siempre por el claro propósito de nentales. Nuestro planeta atraviesa en la actualidad contribuir al mejor conocimiento de estas majestuo- una de estas edades: desde hace unos 2-3 millones sas morfologías que la naturaleza, amablemente, ha de años la masa glacial ha aumentado o disminuido permitido conservar en nuestra tierra. alternativamente su volumen (períodos glaciales e interglaciales, respectivamente). Hoy -en pleno interglacial-, cerca del 10% de la superficie terrestre 2. EL GLACIARISMO: permanece ocupada y cubierta por los hielos; hace DEFINICIÓN Y ORÍGENES unos 18 000 años, durante el último máximo glacial a escala planetaria, dicha extensión alcanzaba un Los glaciares constituyen masas de hielo natural llamativo 32%. El mayor volumen de hielo se alma- que tienden a desplazarse bajo la influencia de la gravedad, convirtiéndose en eficaces agentes de modelado geomorfológico. Se forman en medios fríos -en altas latitudes o en zonas alpinas, básica- mente- a partir de la metamorfosis producida en el manto nivoso con el paso del tiempo (transición nieve-névé-hielo glacial). Durante buena parte de la historia geológica de la Tierra se han registrado -a intervalos aproxima- dos de unos 150 millones de años- fases de recru- decimiento climático muy marcado conocidas como edades glaciales (con una duración media de varias decenas de millones de años), durante las que la extensión alcanzada por los casquetes glaciales marginales creció de forma considerable, llegando Cubeta de sobreexcavación glacial de Castejón de Sos. incluso a desarrollarse dentro de los límites conti- (Foto: J. Chueca)
3 Ibones de origen glacial: valle de los Ibones (macizo de Llardana). (Foto: E Lampre)
En el Pirineo, en concreto, los valores mínimos de radiación de verano durante el último ciclo glacial- interglacial se produjeron entre los 50 000-40 000 años B. P., coincidiendo con la fase de máxima expansión de los hielos registrada en la cordillera. Iniciaremos la exposición precisamente a partir de este momento, clave en nuestra reciente historia glacial.
3. LA EVOLUCIÓN DEL Morrena tardiglacial en la coma de San Adrián GLACIARISMO PIRENAICO (macizo del Turbón). (Foto: J. Chueca) cena actualmente en los enormes inlandsis y en los Durante las últimas etapas del Pleistoceno -hace casquetes glaciales circumpolares, que retienen el aproximadamente 70 000-40 000 años- espesos 75% de las reservas planetarias de agua dulce; los mantos de hielo en forma de casquetes cubrían los glaciares de valle de tipo alpino, aunque bastante sectores cimeros montañosos de los Pirineos, al más numerosos, cubren una superficie notablemen- O te menor (860000 frente a 14000000 de km2). Fase de lo Pequeña Edad del Hielo 100 - 300 HOLOCENO Entre las causas que se han aducido para expli- 10 1331/11MACIAL Fase desladarea rocosos 10000 - 110 00 car la génesis de estos largos episodios de deterio- Siitéra ese Lana da MI. 3000 - 16000
ro climático destaca por su validez la denominada .
ión dacimea. v. mame.
"teoría astronómica de la evolución de los glacia- iac .]6000 res", desarrollada formalmente por el físico serbio lac &g & M. Milankovitch. Siguiendo sus premisas, para que se entre en un período de glaciación es necesario 01.6661. Fasc Sub.. po• máximo 31000-45000 que la radiación de verano en las altas latitudes Fase de máximo glacial • 5000 -50000 alcance valores mínimos; entonces el balance acu- 50 mulación-ablación de nieve se decanta hacia la .50006 60 acumulación, iniciándose el flujo de los glaciares Fase de pie-máximo glacial con las consiguientes modificaciones del clima a ro. escala local y regional. Las variaciones periódicas los año BP. idos B.P. en los parámetros orbitales de la Tierra (precesión e inclinación del eje y excentricidad de la elipse) ayu- darían a explicar de forma coherente el origen de Periodización de fases para el último ciclo glacial en el estas anomalías. Pirineo meridional español (modificado de BORDONAU, 1992).
4 igual que ocurría en buena parte de la Europa cen- tral y septentrional. Desde ellos descendían largas lenguas de hielo de varios centenares de metros de espesor, auténticos glaciares de valle muy similares a los que hoy pueden observarse en las más eleva- das cordilleras de otras partes del globo (Himalaya, Andes, Alpes, etc.). El modelado del paisaje de la alta montaña oscense debe mucho a la acción de estas masas glaciales, cuyas huellas aún pueden encontrarse en múltiples rincones pirenaicos: rocas aborregadas pulidas por el efecto abrasivo de los hielos; valles laterales suspendidos, colgados cien- tos de metros por encima de los cursos fluviales actuales; umbrales y cubetas de sobreexcavación Rocas pulidas y estriadas en el Forau d'Aigualluts (macizo muchas veces ocupadas por pequeños ibones... de la Maladeta). (Foto: J. Chueca) A continuación, expondremos brevemente los leoecológicas. La obtención -cada vez más frecuen- aspectos evolutivos más importantes del glaciarismo te- de dataciones absolutas (en Aragón se dispone de la cadena a lo largo del Pleistoceno Superior de datos para las cuencas de los ríos Gállego y (períodos glacial y tardiglacial) y Holoceno (período Noguera Ribagorzana) ha permitido afinar notable- postglacial), examinando en un apartado posterior mente la ubicación temporal de los jalones básicos las características de los focos glaciales pirenaicos del último ciclo glacial/interglacial pirenaico, tendien- actuales. La cronología que proponemos en nuestro do a desterrarse, desde hace ya algunos años, la trabajo está basada en los más recientes estudios aplicación de la tradicional división cuatripartita de sobre glaciarismo llevados a cabo tanto en nuestro las glaciaciones en los Alpes (Günz, Mindel, Riss y país como en la vertiente septentrional, que incluyen Würm), cuya correspondencia exacta con la cordille- la realización de distintos tipos de sondeos y obser- ra pirenaica no parece fácil de sostener. vaciones geomorfológicas, sedimentológicas o pa-
Rocas aborregadas en las cercanías del ibón superior de Coronas (macizo de la Maladeta). (Foto: E Lampre)
5 Límite de nieves permanentes: y Fase de máxima expansión
Área de nieves permanentes actual 25 50km
) Límite de nieves permanentes: 11 Pequeña Edad del Hielo
do Área de nieves permanentes actual 0 25 50 km
Limites de extensión de nieves permanentes en el Pirineo central meridional: fase de máxima expansión, tardiglaciar y Pequeña Edad del Hielo.
6 Cresta Lenito-Peña Forca (valle de Echo): foco glacial durante la Pequeña Edad del Hielo. (Foto: F. Lampre)
3.1. PLEISTOCENO SUPERIOR fases básicas -en función del grado de desarrollo y Período glacial extensión de los hielos- desigualmente repartidas en el tiempo: La magnitud alcanzada por el fenómeno glacial en nuestro Pirineo a lo largo de la última gran glacia- ción experimentó considerables altibajos, que se tradujeron en una dinámica cambiante, con etapas alternas de mayor o menor repercusión en el mode- lado del paisaje. Se han podido distinguir así tres
Artesa glacial del río Ara y valle colgado del río Sorrosal en el valle de Broto. (Foto: F. Lampre)
Fase de pre-máximo glacial: Incluye el intervalo de tiempo en el que los glaciares pirenaicos -desde el último período interglacial en adelante- fueron aumentando paulatinamente su extensión hasta lle- Cubetas de sobreexcavación e ibones de origen glacial en la cabecera del río Caldarés (Panticosa, valle de Tena) gar a su tope máximo. Cronológicamente, la etapa (Foto: F Lampre) no cuenta, hasta la fecha, con dataciones absolutas
7 ron su máxima extensión. Cronológicamente, se ubica entre los 50000-45000 años B. P. y muestra una clara diacronía con la edad atribuida al último máximo glacial en Europa septentrional y Norteamé- rica (en torno a los 20000-18000 años B. P.). La posición relativamente aislada de la cordillera pire- naica, su menor altitud y su meridionalidad se han aducido como causas principales a la hora de expli- car esta falta de sincronía.
Artesa glacial tapizada por depósitos morrénicos en el Alto Ara. (Foto: F. Lampre) que permitan fijarla con una cierta precisión, pero tradicionalmente se viene considerando anterior a los 50000 años B. P. Una de las mayores dificulta- des que plantea su estudio viene ligada a la propia destrucción que experimentan sus testigos sedi- mentarios (que tan sólo se conservan en enclaves , topográficamente adecuados), erosionados al aumentar la masa glacial. Los únicos registros direc- tos conservados en nuestra región se localizan en el Alto valle de Gistaín (macizo de Posets). valle de Remascaró (cuenca del Ésera), donde se (Foto: F. Lampre) han identificado depósitos glacio-lacustres y glacio- A lo largo de esta fase, los fondos y laderas de fluviales deformados y fosilizados por Os del último numerosos valles oscenses se encontraban cubier- máximo glacial. En el complejo glacio-lacustre yux- tos por potentes espesores de hielo que descendían taglacial de Llestui, en el valle de Llauset (cuenca pausadamente hasta las cotas de 700-800 m de alti- del Noguera Ribagorzana), han aparecido registros tud. Según varios autores, el límite de las nieves indirectos -materiales de la fase pre-máximo reto- permanentes en esta etapa se localizaba entre los mados o retrabajados e incluidos en depósitos de 2 000-2 300 m en la vertiente surpirenaica y los edad posterior- que permiten deducir igualmente la existencia de un período de estabilización. Fase de máximo glacial: Incluye el lapso de tiem- po durante el cual los glaciares pirenaicos alcanza-
Artesa glacial de Vallibierna (macizo de la Maladeta). (Foto: F. Lampre)
1800-2000 m en la vertiente francesa (hoy se sitúa por encima de los 2950 m). Las temperaturas eran del orden de 6 a 7 grados inferiores a las actuales, Artesa glacial de Guarrinza (valle de Echo, comunal de Ansó-Echo) (Foto: J. Chueca) con inviernos crudísimos y veranos cortos y muy
8 izar te 1.1211111E 12 aira
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Esquema geomorfológico del modelado glacial y periglacial en el macizo del Turbón. Leyenda: 1) modelado estructural en materiales de las Formaciones Prada-Baciero; 2) buzamiento de las capas; 3) escarpes; 4) limites de valle glacial; 5) morrenas; 6) incisión fluvial en morrenas; 7) superficies de erosión; 8) dirección de fluencia del hielo; 9) glaciares rocosos; 10) derrubios de nivación; 11) canales de aludes; 12) conos de aludes; 13) zonas con céspedes almohadillados; 14) dolinas; 15) lapiaz; 16) laderas con predominio de materiales de gelifracción; 17) canchales funcionales; 18) canchales funcionales con morfología en conos; 19) cicatriz de arranque de desprendimientos, deslizamientos y coladas-flujos; 20) coladas-flujos; 21) deslizamientos; 22) valles de incisión lineal (Fuente: CHUECA, 1992 a).
9 REGISTRO EN EL DELTA REGISTRO LACUSTRE
GRAVAS
1240 I 60 TURBA RITMIT AS ARCILLAS Y LIMOS LIMO ARCILLOSAS A 3280 z 70 TURBA
880 z 40 1360 z 50 — MASIVO