Retrato De Los Ministros
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Museo del Prado Consejo deHacienda PRESENTACIÓN El lector tiene en sus manos una nueva Un hecho me parece digno de resaltar- edición de “Ministros de Hacienda y se: la ausencia de mujeres en todo el de Economía”, obra que abarca más elenco, sin duda nuestra mentalidad de tres siglos de historia y que resulta actual no es la de siglos anteriores. útil para el estudio de la vida política y Otro es la excesiva brevedad media de económica española de tan dilatado los mandatos, que da cuenta de la ines- período. tabilidad que durante largos períodos ha caracterizado a la vida política El ministerio de Economía y Hacienda, española. Figuras tan conocidas como como los de Exteriores, Defensa, Justi- Mon, Figuerola, Cambó o Raimundo cia, Interior, Fomento o Educación, por Fernández Villaverde estuvieron en el citar los más veteranos, están en el cargo poco tiempo, si se comparan con núcleo de las funciones clásicas del otros ministros extranjeros de su época, Estado, por lo que al margen de la aunque algunos de ellos repitieran. orientación política que prevaleciera en España, han sido ejes sobre los que La historiografía occidental, sobre todo se ha organizado la Administración la política, viene oscilando en torno a desde los Borbones y han tenido prece- dos polos. El que pudiéramos llamar dentes identificables en la monarquía individualista tiende a destacar el de los Austrias. Otros Departamentos papel, que se reputa importante o defi- aparecieron más tarde, como resulta- nitorio, de determinados sujetos en el do de la ampliación a nuevas áreas de quehacer historiado, sea la Hacienda, la actividad administrativa del Estado. la Economía o cualquier otra actividad pública. Los colectivistas dicen de la A pesar del breve espacio consagrado historia lo que decía en su tiempo Mei- a cada uno de los titulares de la carte- necke, que es un aroma de mil rosas, ra o carteras de Hacienda y Economía es decir el fruto de un quehacer anóni- o nombres equivalentes, la presente mo y colectivo. Desde esa tesitura un obra ofrece datos suficientes sobre la ministro no sería más que el instrumen- duración de sus mandatos y su extrac- to del liderazgo de un grupo social ción socio-profesional. determinado. 5 Desde mi experiencia ambos enfo- miento intelectual adecuado a la oca- ques se complementan. Salvo sorpre- sión, cual ha sido bastantes veces el sas extemporáneas o “equivocacio- caso. nes” fugaces, no existen ministros sin sustrato social ni la historia es lo sufi- No se sorprenderá el lector de mi sim- cientemente ciega para que una per- patía por los que remaron en el duro sona no pueda dejar su impronta en banco de la hacienda y la economía ella, sobre todo si tiene el equipa- públicas españolas. Madrid, diciembre de 2005. El vicepresidente segundo del gobierno y ministro de economía y hacienda. 6 INTRODUCCIÓN La idea original consistía en recoger tiempo estudiado. Hablamos de más solo las biografías y retratos de los de trescientos años, que coinciden, ministros de Hacienda. Es decir, bási- además, con periodos de nuestra histo- camente partíamos de la publicación ria nada pacíficos. realizada en 2003 Ministros de Hacienda. De 1700 a 2004. Tres LA CRÓNICA ARRANCA prácticamente con siglos de historia y la adaptábamos, los inicios de la Guerra de Sucesión. corregíamos y actualizábamos. Sin Una contienda que durante trece años embargo, hasta llegar al presente tra- enfrentó a los españoles entre sí. bajo, la idea del proyecto, como suele ocurrir, parece haber tenido vida pro- El resto del siglo XVIII no es ciertamen- pia y ha ido evolucionando. Uno de te pacífico ni en política exterior ni en los principales cambios habidos sobre los acontecimientos domésticos. Baste el proyecto inicial deriva de la inclu- recordar, por ejemplo, la caída del sión de los titulares de Economía, a ministro Squilache como ejemplo pun- raíz de los cambios ministeriales de tual de las turbulencias políticas que marzo de 2004, en los que las carte- sacudieron periódicamente a nuestra ras de Economía y de Hacienda se sociedad en aquellos años. unieron en un solo Ministerio. Al mismo tiempo, han continuado nues- Pero si el siglo XVIII resultó agitado, el tras investigaciones sobre los titulares, XIX fue dramático, hasta la tragedia en corrigiendo algunos errores propios y numerosas ocasiones. La Guerra de la ajenos. Finalmente, se ha desarrollado Independencia, de 1808 a 1812, un gran esfuerzo dirigido a lograr que supone, tras la crisis que culminó en el cada una de las biografías fuera motín de Aranjuez y la forzada abdi- acompañada de una ilustración. cación de Carlos IV, la cristalización de unos conflictos ideológicos que arrastraba España desde que vivió, La mayor dificultad encontrada a la como vecina implicada, la Revolución hora de recopilar las biografías e ilus- francesa de finales del siglo anterior. traciones ha sido el largo periodo de La restauración fernandina no sosegó 7 los ánimos, nuevamente alterados con Finalizada la Guerra Civil, el Régimen los cambios del Trienio Liberal (1820- de Franco se prolonga hasta que en 1823). La experiencia finalizó con la 1975, tras su muerte, se pone en mar- intervención exterior de la Santa Alian- cha un periodo de transición política a za, del brazo de los Cien Mil Hijos de la democracia que aboca en la Consti- San Luis. tución de 1978. Entramos a partir de entonces en un sistema democrático AL FALLECER FERNANDO VII, en 1833, se con alternancia derivada de los resul- inicia un proceso político de profundos tados electorales que posibilitan la cambios, contestados por los tradicio- asunción de la titularidad de los depar- nalistas. Tal situación da origen nada tamentos ministeriales por políticos de menos que a tres guerras civiles, sola- diferente signo. pándose con otros varios conflictos: los altercados de 1834 con las matanzas ESTE LARGO RELATO HISTÓRICO pretende de religiosos hasta la revolución de resultar explicativo de lo heterogéneo de 1868, la Gloriosa, inicio del llamado los personajes recogidos en esta obra. Sexenio Democrático. Un sexenio durante el que España pasó por la Los primeros monarcas de la Dinastía Monarquía Amadeísta, la I República, de Borbón escogieron en muchos el intento cantonalista hasta desembo- casos a extranjeros para hacerse car, en diciembre de 1874, en la Res- cargo de estas responsabilidades. tauración borbónica en la persona de Alfonso XII. En ocasiones, esta solución servía como medida de equilibrio entre las Con Alfonso XII se abre uno de los distintas facciones enfrentadas por el pocos periodos de cierta estabilidad. ejercicio del favor real, cuando la vida Con las dramáticas jornadas del 98, política se desarrollaba en las camari- que se produjeron ya fallecido el rey, llas cortesanas, al margen de los par- se perdió lo que quedaba del Imperio. lamentos y los partidos políticos. La dictadura del general Primo de Rive- Vemos así a franceses como D’Orry y ra evidencia unas contradicciones en a italianos como el antes mencionado el sistema, que estallan en 1931 para Squilache. llegar, cinco años después, a la esci- sión total de España en dos zonas con De igual forma, el largo periodo de sendas organizaciones estatales para- tiempo estudiado supone que los hom- lelas entre 1936 y 1939. Tal situación bres que han ocupado el cargo de hace necesario reseñar la existencia ministro sea tan numeroso. Algunos simultánea en nuestro territorio de dos han desempeñado las mencionadas titularidades diametralmente opuestas funciones de manera prolongada, en las respectivas administraciones en como el marqués de Grimaldo, quien general, y de la Hacienda Pública, en ostentó el cargo nueve años seguidos. particular. Por contra, hay algún caso que sólo ha 8 sido ministro por un día, como le ocu- El conjunto de las biografías es, pues, rrió a Vicente Armesto Hernández en desigual por lo diverso de los protago- octubre de 1849, cuando se ocupó de nistas de la obra. Pero, en todo caso, la cartera de Hacienda en el Gobierno fiel reflejo de tres siglos de historia de relámpago presidido por el conde de España. Clonard. Quede claro, no obstante, que esta OTROS FUERON TITULARES de multitud de publicación no pretende ser una cróni- carteras ministeriales diferentes en suce- ca ministerial, ni la historia de sus atri- sivas ocasiones, como, por ejemplo, buciones ni la de la actuación de sus Manuel Seijas Lozano, que ostentó a lo sucesivos titulares, sino solamente el largo de su carrera, además de la de elenco de estos, con una especial refe- Hacienda, las de Ultramar, Goberna- rencia a las facetas privadas de sus ción, Gracia y Justicia y la de Comer- vidas. cio, Instrucción y Obras Públicas. CUANDO NO SE HA PODIDO obtener la Los funcionarios que se encargaron de imagen de un personaje en los fondos gestionar las labores del Ministerio de de la pinacoteca del Ministerio, se ha Hacienda en los primeros meses del acudido a otra fuentes muy variadas, Directorio de Primo de Rivera, en públicas y privadas, dando preferen- 1923, se recogen aquí, pero no se les cia a las representaciones pictóricas puede dar la consideración de minis- pero, en su ausencia, se recogen gra- tros, toda vez que en su momento no bados, litografías, fotografías, etc. En se les reconoció como tales. los casos en los que no ha sido posible localizar la imagen, se incluye algún Algunos de los protagonistas son figu- otro tipo de documento que tenga ras brillantísimas, no sólo de la políti- alguna vinculación con él: un autógra- ca, sino de otras vertientes de la activi- fo suyo, la comunicación de su nom- dad humana. Tal es el caso de José bramiento como ministro, el escudo de Echegaray, premio Nobel de Literatu- la casa natal o de armas que configu- ra; de los eruditos Francisco Angulo y ra su heráldica identificativa u otras Alejandro Mon; o del reputado econo- similares.