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Nosferatu. Revista de cine (Donostia Kultura)

Título: HISTORIA NATURAL DE LAS VIXENS

Autor/es: Toni Partearroyo

Citar como: Toni Partearroyo (1997). HISTORIA NATURAL DE LAS VIXENS. Nosferatu. Revista de cine. (23). Documento descargado de: http://hdl.handle.net/10251/41020

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Entidades colaboradoras:

Tura So tana en Fas ter, Puss ycat ! ICill ! l

unca olvidaré la primern , - vez que vi a Yixen Pal- r ~- mer/Erica Gavin. Fue a mediados de los años setenta, poco antes o poco después de qu e la espichara "su excremencia", es­ taba en Londres de vacaciones y descubrí en la cartelera del Tim e

·· . . .. ~- -~ Out un regalo impagable para ·•·.. _. ,· -n.'- quien, como yo, procedía de un asteroide remoto donde el placer ~(: '- .. :, . _ !~:~,·.~, · ~t~~~¡tr''.f~~~~;\ era sinónimo de delito: el legen­ dario Electric Cinema proyectaba ''·1···Ji · ...,.. ·la-;l·i -_ .'> &1[1;'· ,'{ « ' • · · ':,•' . .. . - . • • .' ·-_ , :\-. . Íyll ~ ..> __ - .~ .:*~'()'l ~l.f~i~ ~~i/i~~~~~ varios maratones nocturnos bajo • . . . ·v ·' . · ~ .. ~ ._' ' "'·-~~ ~~'Fit~ ...º - -~ ~" ~'-: ..·· ~~'~}:· F,;:.; ...... - ~ ··. ~---~~~· ·~J-~ - !ifJ~q~3 el irresistible título de "El cine '1\.';1¡;, ·;·~. ;. ··t · · , . f ,.. • • - . ' , , •• ~· ,_ : ~~--~ más prohibido de todos los tiem­ :\}\: ! ~\\} -.,i..; +1.:1· . ~ ' . ·- • -,. \ - •f! ....: ~.:..-·•· ~~.-. -· 11 po~ • En una misma noche podías asistir a los aquelarres blasfemos de Benjamin Christensen y a la parada de los monstruos de Tod Browning, o pasar del éxtasis bu­ cólico-sexual de Hedy Lamarr al lirismo descarnado de Un chant d'amour (Jean Genet, 1950). Re­ cuerdo que en el bar del cine sólo servían café cargado, pero ningu­

t~13!...,. ;. l;'.. t';;; '' '\• - - --.:~~ ~ ~ ', ~ ~ :- ;;.- • ;:X- • ~<~"i.~,..; ~ -; L .... ~ ' !?~"'"'' ',i° "'; ~;t ...... ~'to! >\•?1~9: 1 no de los asistentes lo necesitába­ ~;" ~' !. ~f.~rv~ -.. , 9,.:~~fil;;'r_~"-': · · \:.?'"·;~~ -~.; i -~~~~ :- :- ,~-'. f-;~~f rf~~ . ¡-~~~-~ *""~·-t'1P~~ .•~. · - ~- ~ "'· , ... -J;A ;;..--,..;.. -.-r - .,.!'~ -~-· /'-~- -~·:f- ·r:-.i.;~a- ~ · ~.., ¡~~" ~~~:.·- ",.. ~. · - ~- ~ ~~ mos para mantener los ojos como "10'~ - ~. ·." . ,. ~, ~ ~ . -::t, • ..:' " ~\• •- . ~ - ~ ':"- ¡ ~1! ~ -:...'1 ~-, ~ ...._ ; ...... ~ - ~ .. . · '.j-·~ ·- : ~ ~:;r-.iri' "•. ' .,1., - - ~" : ; ' - ~./!1:; · :.t-~h '.f;{~ !- T~-~ · ::J, fJ.~ ..· ;m~~- .; ~ · fc' - ~.· ~. .. ~,¡;.;:;..f·':!,~~ii:_:;.,,~· ·.'..i..._~ l."i-;.".: ·- ~ w.~ ."" ~-" ' - ~ ~t. , l • ~ ->." _-· -·:'-it' -,.-:_ ~ '" \-"~ ~~":. , • """~• · ,<:~··- ~-rA ~¿_·-~~· "" e · ·- ~~ _;. •.. _~ . H;_.·:~· -."' ~ - · - platos. Y en esto se nos apareció ').,"'(~ '',L~ ~.¿";.~~ r ,";4 '1.- ~", , - : . ~~.... ~ · -: ?-• · ~~~... ~ - ~... ~.... r- ; ~l

NOSFERATU 23 The lmmoral Mr. Teas

las o soñar con ellas con una ex­ secretaria dándole a la tecla, el o.fl te su abultada delantera, primero presión que oscila entre el recelo se interroga: "¿En qué piensa un cubierta por un ajustado suéter y y la lascivia, pero en ningún caso hombre cuando concluyen las fa­ luego desnuda. Siempre he pensa­ tocarlas: el único contacto fisico tigas de su rutina diaria? Su men­ do que estos dos planos tienen del personaje con el sexo femeni­ te se concentra en actividades una enorme carga metafórica en no se reduce a la ya citada caricia más nobles: libros, música, poe­ la obra del director. Podría decir­ a la niña y a coger de la mano a sía, camaradería ... ", y este últi­ se que la mujer meyeriana co­ la prostituta (ésta le lleva a su ha­ mo vocablo coincide con un pri­ mienza siendo apenas algo más bitación, pero, en. lugar de ejercer mer plano del generoso escote de que un busto sin cabeza, y que, su oficio, ¡le plancha los pantalo­ la mecanógrafa) (3 ). La razón úl­ paralelamente a las conquistas so­ nes!). Toda la película está reple­ tima de este recurso narrativo no ciales y de parcelas de poder por ta de guiños sobre la impotencia y es otra que un abaratamiento de parte del sexo femenino en la so­ la involuntaria abstinencia sexual los costes de producción, pero su ciedad norteamericana, ese par de del "hombre común"' que en oca­ consecuencia inmediata es que los _ tetas innominadas va adquiriendo, siones hacen uso de un simbolis­ protagonistas de la cinta, a pesar con cada nueva película, un ros­ mo freudiano propio del Reader 's de que les vemos hablar, carecen tro, una voz, una personalidad, Digest (el paraguas que el prota­ de voz para el espectador. Con­ una iniciativa y un protagonismo gonista se olvida,· clavado en la clusión: la mujer en los nudies, al cada vez mayores. 1 arena de la playa) y otras veces menos en los de Meyer (salvo una ¡~ son tan "sutiles" como el cartel de excepción que veremos más ade­ Por lo demás, aquellos lectores l la calle Cantlay (traducible como lante), se ve condenada a la mu­ que quieran ver "entera" a June 1 "no puedo echar un polvo"). dez, lo que merma considerable­ Wilkinson pueden satisfacer su ¡ j mente su entidad como personaje. curiosidad con un cortometraje l Buena parte del humor de The Es interesante relacionar este he­ del propio Meyer titulado Career ¡ JmmoraJ Mr. Teas deriva del he­ cho con otro dato curioso. The Girl (1959), que en algunas ciu­ cho de ser una película sin diálo­ Immoral Mr. Teas incluye una dades norteamericanas se proyec­ gos cuyas imágenes sirven de breve colaboración de la pin-up taba antes de The Immoral Mr. contrapunto socarrón a una voz británica June Wilkinson, apoda­ Teas, o con algunas películas de en off que, con el tono engolado y da "El busto" por motivos obvios. serie Z como Macumba Lon grandilocuente típico de los na­ La modelo había finnado un con_. (Douglas Fowley, 1959), Thr rradores de documentales. diserta trato en exclusiva con otra pro­ Priva te Lives of Adam and En.· interminablemente sobre temas ductora, lo que le impedía no sólo (Mickey Rooncy y Albert Zugs­ que van desde el ritmo dcscnfn:­ aparecer mencionada en los títu• mith, 1960) y Frankenstein's nado de las grandes ciudades y los los de crédito de la pe! ícula de Great Aunt Tillie (Myron G. efectos salutíferos de la vida cam­ Meycr, sino incluso mostrar su Gold, 1983 ). Aunque citada en pestre hasta las formas en que el rostro. De ahí que su intervención los títulos de crédito como Junc hombre de la calle disfruta de sus en el film se limite a un par de "Wilkenson", también interviene ratos de ocio (asL por ejemplo. planos fugaces en los que el en­ en The Bellboy and the Play­ mientras vemos a una atractiva cuadre nos pem1ite ver únicamen- girls (1962), un nudie demencial

WS#§tflNOSFERATU 23 perpetrado por un joven Francis pel de narrador: es la propia Eve ( E.rtuse. 1933 ). Como es público Ford Coppola que en algunos mo­ rv1eye r quien lee el texto en (?{¡; y notorio , esta "sinfonía de l mentos parece un cari11oso home­ utilizado aquí con la misma inten­ amor" dirigida por el checo Gus­ naje a The Jmmoral !Vlr. Teas. ción humorística y distanciadora tav Machaty escandalizó a medio que en Thc lmmoral Mr. Teas ... mundo por el desnudo de Hedwig Eva Maria Kiesler, una joven ac­ Eve o la mirona mirada triz vienesa de gran belleza y de Las mozas alocadas del Oeste nombre artístico Hedy Kiesler En desnudo que, gracias a este papel, emigra­ ( 1960), traducible como "Eva y ría a Hollywood pocos años des­ el chapuzas", Meyer se copia a sí El fue uno de los géneros pués y firmaría un contrato en ex­ mismo tratando de repetir el éxito más frecuentemente parodiados clusiva con la Metro-Goldwyn­ económico de su anterior nudie, por los nudies, y Meyer se apuntó Mayer, rebautizada por el gran pero el resultado es mucho menos a la moda con Wild Gals of the jefe, Louis B. Mayer, como Hedy interesante, y el humor, aunque Naked West (1961), una delicia Lamarr. Para los censores y el tiene una mayor presencia, es me­ dadaísta que merece la pena men­ público más reaccionario, Éxtasis nos eficaz, más tosco. Meyer con­ cionar aunque sólo sea por in­ era una obra diabólica no tanto fia el papel protagonista a Eve cluir: 1) el gag de las prostitutas por su fugaz exhibición de la ana­ Tumer, una ex-secretaria oriunda cazando a lazo a sus clientes; 2) la tomía femenina sino por su asun­ de Atlanta con quien se había ca­ primera aparición de Princess Li­ to: el descubrimiento de una mu­ sado en segundas nupcias en los vingstone, una actriz procedente jer, en una relación adúltera, del años 50. Fotografiada por su ma­ del burlesque que recuerda a la placer sexual que su marido no es rido, Eve se convierte en la pri­ vez a los pin-heads ("cabezas de capaz de proporcionarle. Visto mera playmate de la revista Play­ alfiler") de La parada de los hoy, más de sesenta años después boy en junio de 1955, y a partir monstruos (Freaks; Tod Brow­ de los años sesenta ambos ponen ning, 1932) y a los vejestorios de en marcha Eve Productions, la las historietas de , el empresa que producirá las pelícu• creador de Li 'l Abner, citado a las de Meyer durante más de diez menudo por Meyer como una de años (4). sus grandes influencias. Esta deso­ V. pilante criatura de ojos saltones, "'"·, Al igual que The Immoral Mr. boca desdentaqa, risa estruendosa Teas, Eve and the Handyman y, en palabras de un comentarista, cuenta las peripecias de un mirón, "cuello de gallina", tiene inter­ el chapuzas del título, a lo largo venciones tan breves como me­ de su jornada lc1boral. La novedad morables en el nudie Heavenly consiste en q\1e :esta vez el voyeur Bodies ( 1963) y en Beyond the es espiado a su vez por una enig­ Valley of the Dolls (1970), pero mática belleza (, of su mejor papel es sin duda Maggie course) que acaba revelándose al Maguire, la jovial madama que final del film como una vendedo­ prostituye a sus dos hijas -una de ra a domicilio de brochas y cepi­ ellas sordomuda- en Mudhoney llos. Pero como la Sra. Meyer in­ (1965). , . . .. ,· terpreta además buena parte de · - .;~ los personajes femeninos observa­ ·· s dos por el currito, resulta que la Lorna: demasiado para un contemplada es también especta­ hombre solo dora activa. Dicho de otro modo, en el segundo largometraje de En 1964, los nudies ya no daban Meyer el punto de vista ya no es dinero, y Meyer quería explorar exclusivamente masculino, hom­ nuevos caminos. Es presumible, bre y mujer lo comparten en que en su búsqueda de nuevas igualdad de condiciones (como fuentes de inspiración, el director oportunamente subraya el título dirigiera su mirada hacia los clá­ de la pelícuia). Y no sólo eso: si cos del cine erótico y, más con­ además de conquistar mirada, cretamente, hacia aquellos que protagonismo y título, el sexo fe­ habían tenido un mayor éxito de menino se adueña también del pa- taquilla. Por ejemplo, Éxtasis Eve Meyer

NOSFERATU 23 l·l ~· Loma pues de baiiarse desnudas en un río. La diferencia estriba en que la segunda descubre simultánea­ mente el amor y el placer sexual al ser violada por un presidiario que acaba de escapar de la cárcel ( !). El marido de Eva es un obse­ so del orden de bastante más edad que ella y tiene tanta sangre en las venas como un ficus, mientras que el de Loma, James, es joven, atento, eyaculador precoz y una auténtica calamidad en la cama. Loma contiene el que tal vez sea el coito más breve y patético de la historia del cine: 1) Plano de Lor­ na y James en la cama. Él tiene ganas de hacerlo; ella no parece muy entusiasmada con la idea pero acaba cediendo. James se si­ túa encima de Loma y empieza a respirar anhelosamente. 2) La cá­ mara les abandona y efectúa una panorámica horizontal de izquier­ da a derecha que concluye sobre una ventana abierta. En off escu­ chamos la voz de Loma entre­ mezclada con los jadeos, cada vez más intensos, de su marido: "Ja­ mes, ¿podrías... ?, ¿ .. . te importa­ de su realización, el film sigue dor. La combinación sexo-agua­ ría ... ?". Un soplo de brisa agita le­ conservando intacta toda su carga naturaleza y la imagen de una vemente los visillos. 3) La cámara erótica, y la escena en que la pro­ mujer corriendo desnuda por el repite la misma panorámica hori­ tagonista, abrumada por el deseo, campo, son constantes en la fil­ zontal, ahora en sentido inverso, corre en mitad de una noche hu­ mografía de Meyer. También lo hasta volver a encuadrar a la pareja. racanada a perder la virginidad en será, a partir de Lorna, el perso­ James ha terminado y, ya a punto brazos de su arriante, es de inclu­ naje de la mujer innsatisfecha de dormirse, pregunta exhausto: sión obligada en una antología del sexualmente que resuelve sus ne­ "¿Qué me querías decir, cariño?". erotismo cinematográfico. Obvia­ cesidades fuera del matrimonio. A lo que Loma, con cara de cir­ mente, a los ojos de los guardia­ Todavía no ha nacido la Vixen, cunstancias, responde: "Da igual". nes de la moral, mucho más per­ pero ya se insinúa su perfil en el Los visillos también juegan un pa­ niciosos que cualquier desnudo horizonte. pel metafórico en Éxtasis, pero es eran los primeros planos del ros­ un viento furioso el que los agita tro de Eva (Hedy) experimentan­ Tanto Eva como Loma se topan con violencia para sugerir al espec­ do su primer orgasmo fuera del con "el hombre de su vida" des- tador la pasión tempestuosa de Eva. lecho conyugal. Es seguro que Meyer tenía en mente estas imá­ genes cuando rodó la principal es­ f~í(~-~~l~~ . cena sexual de Loma ( 1964 ). -~r

Como también es seguro que con­ ·-;r;).. servaba en la retina la famosa se­ cuencia en la que Eva se baña en un rio y luego corretea desnuda por el campo en pos del caballo fugitivo que se ha llevado su ropa, un embarazoso contratiem­ po que sin embargo propicia el encuei1tro con su futuro consola-

iMiM41NOSFERATU 23 Lomo ~ ' :;'.; - ~-- ~ Aunque Meyer siempre ha citado . ¡/' como sus refrencias de esa época . a los maestros italianos (De Sica, 1 De Santis), el rey de los nudies \ \ parece haber pensado que 1964 ",,) ~ 7... era el momento oportuno para ha­ ~ /1-4- ._ cer una versión paródica de Éxta• sis made in USA, incorporando a la historia una mayor explicitud en el tema sexual, generosas dosis de violencia, unas cuantas citas bíblicas subrayadas por un predi­ cador que de vez en cuando ser­ monea a los espectadores mirando a cámara, y una actriz principal con un perímetro mamario diez veces más amplio que el de Hedy Laman-. La protagonista femenina de Lorna se aburre mortalmente también primeriza en el mundo gro sobre el adulterio y la intole­ en un pueblo miserable donde del cine Loma Maitland, una ar­ rancia, y también pueden apre­ nunca pasa nada, y es tan deudora tista del strip-tease curtida en los ciarse en ella las influencias de de la Eva de Machaty como de garitos de la Costa Oeste y origi­ Machaty y Caldwell. De Éxtasis Griselda, otra joven casada de fí• naria de Oklahoma. La elegida Meyer toma prestada la idea de sico espectacular que no se lleva compensaba la escasez de sus introducir a los personajes mos­ bien con su marido celoso y acaba dotes interpretativas con la abun­ trando tan sólo sus piernas y pies; desatando pasiones homicidas en dancia de sus atributos pectorales. de Caldwell (y de sus adptadores God's Little Acre (1958), esti­ Meyer ha declarado que le bastó al cine, Ford y Anthony Mann), mable adaptación de Anthony verla desnuda para ·oler dinero. Y el clima asfixiante de tensión, Mann de la novela homónima de no se equivocó: la película per­ sexo y violencia, el alegato feroz Erskine Caldwell, donde al pare­ maneció más de un año en un pero no exento de humor contra cer el director de Vixen! (1968) cine de Times Square. la ignorancia, el odio y la hipo­ colaboró como fotofija. Meyer cresía. En clara alusión a Will sin duda aprendió unas cuantas Al año siguiente, Loma Maitland Hays y sus acólitos, el director de cosas durante el rodaje de la pelí• encarnó, con mucha mayor fortu­ Mudhoney arremete sin piedad cula de Mann, donde hay escenas na, a Clara Belle, la prostituta contra los predicadores de la de­ tan tórridas co_mo aquella en la procaz y exhibicionista de Mud­ cencia, presentándolos en la pelí• que una sudo.rosa y escotada Gri­ honey ( 1965), probablemente la cula como unos orates sexualmen­ selda se levanta en mitad de la obra maestra de Meyer, y uno de te reprimidos partidarios de la ley noche para refrescarse con el agua los retratos más crueles y som­ del talión. Hay, sin embargo, por de un pozo y se ve sorprendida bríos que se hayan echo jamás de parte de Meyer alguna que otra por su amor imposible, el marido la América profunda· -la escena concesión a la censura, por ejem­ de su hermana. Otra coincidencia final del lincha~iento me parece plo la muerte redentora de la significativa: el papel de Griselda tan sobrecogedora como la de adúltera: Loma sacrifica su vida recayó en la escultural Tina Loui­ Furia (Fury; Fritz Lang, 1936)-. defendiendo a su marido en su se, ex-modelo y ex-cantante de Se trata de un film que, como de­ enfrentamiento final con el presi­ cabarets que acababa de llegar a cía una de sus frases publicitarias, diario. Hollywood después de haber "deja un regusto de maldad en el triunfado en Broadway interpre­ espectador". Con Mudhoney, Ambas películas se benefician en tando a la gold-digger Appassio­ Meyer quiso combinar un erotis­ gran medida del trabajo de Hal nata von Clímax en Li 'l Abner, mo violento y febril con la des­ Hopper, un excelente actor descu­ un musical basado en el personaje cripción implacable de una pe­ bierto por Meyer especializado en creado por Al Capp, que, como queña comunidad rural en plena papeles de alcohólico malvado y ya se ha dicho, Meyer menciona época de la Depresión, cuyos ha­ que físicamente recuerda un poco siempre entre sus influencias. bitantes son tan mezquinos como a John Huston y John Carradine. manipulables, tan cobardes y fal­ Por lo demás, las protagonistas de Para enea.mar el personaje principal sos como vengativos. La película Lorna y Mudhoney son capaces de Lorna, el realizador seleccionó completa, junto con Lorna, un de tener aventuras extraconyuga­ entre más de cien candidatas a la magnífico díptico en blanco y ne- les pero no dejan de ser las vícti-

NOSFERATU 23 11-..a sicrlo . Con res pect o ~ 1 Loma y a rr11y c. 1011 1hil ;ll creo y lllolcleu u Sil la prota g oni s t ~ cas ada de [\) udho­ l lllf < ~/o. Erom i n c111os de C('rcu Sil ncy. Ruby es mucho mús ind e­ creuci<í11 lllCÍs / Jt' /'\'('!'.rn .1· peligro­ pendiente. menos apocada. y sabe sa. esa Jllll' \'ll ru::a cl/lhutida en fu sal ir airosa de las si tuacioncs mús sum ·e ¡Jie/ de fu llll!Íl'r. dowd(/ del peliagudas. Su secreto par ~ 1 sobre­ ll/Ús sedoso de los cahellos. de 11 11 vivir: '?v'o t

NOSFERATU 2311.!V!~ faste r, Puss ycat ! Kil i! Ki ll!

sus víctimas -la pareja de fffn­ agers, el viejo. el Vegetal- nos parecen mucho más monstruosas. La actriz Tura Satana, según la leyenda hija de padre japonés y madre clzerukee, confiere al per­ sonaje unos rasgos exóticos que no sabría describir sin referencias a los tebeos: su rostro parece sa~ido de una historieta de Milton Caniff (el de Steve Canyon y Teny y los piratas) o de Frank Robbins (el de Johnny Hazard), y su cuerpo po­ dría haberlo dibujado Richard Corben. De ser ciertos los datos biográficos que circulan por ahí, su existencia nada tiene que envi­ diar a la de Varla en cuanto a peripecias: nacida a finales de los treinta, violada en la adolescencia nal está ocupado 'conectando' ahí llie; mientras tanto, Varia atrope­ por cinco garañones, delincuente fuera. Deberías alternar onda me­ lla al viejo, y descubre que guar­ juvenil, frecuentadora de varios dia y frecuencia modulada". Otro daba la pasta en su silla de ruedas; reformatorios, bailarina de club diálogo digno de citarse es el que el Vegetal trata de impedir la hui­ nocturno a los quince años, más mantienen Kirk y Varla mientras da de Varla, pero ésta le embiste tarde cotizadísima, duran­ se besan apasionadamente. Kirk: varias veces con su bólido hasta te un tiempo compañera senti­ "Eres un hermoso animal; en destrozarle las piernas, tras lo mental y maestra de karate de El­ cambio, yo soy débil y me puede cual tiene que cambiar de vehícu• vis Presley, colaboradora ocasio­ el deseo". Varla: 11¿Qué tiene de lo porque el suyo ha quedado in­ nal de la Mafia, empleada de Jack débil el deseo? Todo el mundo servible, y persigue a Linda y a Ruby -el mismo que asesinó a ti­ desea. Eso es lo que hace girar el Kirk en la camioneta del anciano ros a Lee Harvey Oswald-~ actriz mundo. Tu padre desea venganza con la intención de matarlos; les de televisión, intérprete de peque­ y tú me deseas a mí". Kirk: "Y tú, da alcance, se enzarza en una pe­ ños papeles en películas comercia­ ¿qué es lo que deseas tú?". Varla: lea con Kirk y cuando está a pun­ les· como Flint, agente secreto "¡Todo! ¡O al menos todo cuanto to de propinarle el golpe de gra­ ( Our Man Flint; Daniel Mann, pueda conseguir!". Luego, mien­ cia, Linda la atropella con la ca­ 1966), de serie Z como The As­ tras le invita a tumbarse junto a mioneta. Abrazada a Kirk, la tro Zombies (Ted V. Mikels, ella en un pajar,-·; afiade: "Ahora teen-ager balbucea entre lágri­ 1968), e incluso a las órdenes de mismo estás el primero en mi lis­ mas: "¡La he matado como si fue­ Billy Wilder en ·1rma la dulce ta. Y yo siempre empiezo por arri­ ra un animal, como si no fuera (lrma La Douce, 1963 ), herida de ba". Kirk (besándola repetida­ nada!". A lo que Kirk replica: bala en el estómago por un anti­ mente en el cuello): "¡Eres increí• "Ella no era nada. Nada humano. guo novio ... , para qué seguir, los ble! ¡Eres demasiado!". Varla: Una auténtica Jekyll y Hyde". interesados pueden encontrar más "No hables. Hazlo. Simplemente The End. información en el librito de Pedro hazlo". Calleja Meyerama: las películas y Ataviada enteramente de negro, las supermujeres de Russ Meyer Los acontecimientos se precipitan con una camisa abierta hasta el (Midons Editorial. Valencia, abril poco después: el Vegetal, anima­ ombligo que deja al descubierto de 1995). Actualmente es abuela do por el viejo, intenta violar a buena parte de sus (¿hace falta y está casada en ¿terceras nup­ Linda en el desierto, pero es inca­ decirlo?) espléndidos atributos, cias? (pierdo la cuenta) con un paz de consumar su acción y, en­ Varla -con v de vixen- es la per­ ex-policía metido a detective pri­ tre sollozos, pide disculpas a la fecta encamación del mal, un cú­ vado. chica; Varla apuñala mortalmente mulo de codicia y perversidad a Billie cuando ésta dice que se rara vez visto en una pantalla. En la filmografia de Meyer nunca larga; el Vegetal enloquece al ver Pero, por muchas atrocidades que habrá una mujer tan letal, domi­ el cadáver, y, en pleno delirio, consignemos en su haber, es im­ nante, autosuficiente y dinamitera mata a Rosie con el mismo cuchi­ posible no ponerse de su lado, en­ de. los valores establecidos como llo que ha segado la vida de Bi- tre otras cosas porque algunas de la Varla de Faster, PusS)'Cat!

iéM'.J:INOSFERATU 23 Kili! Kili! El cineasta había olfa­ rentados incluso en su /ook con la un rasgo de independencia, una teado antes que nadie los aires de Laura de Fuego ( 1968) y la San­ prueba de insumisión, incluso una rebeldía que empezaban a soplar dra de Fiebre ( 1970), ambas en­ cualidad a tener en cuenta. Laura, por entonces en Estados Unidos, camadas por la inefable y exube­ devorada por los remordimientos, y había creado una antiheroína rante Isabel Sarli a las órdenes de quiere curarse; en cambio, Sheila acorde con los nuevos tiempos. su marido. En Fuego, Laura le Ross (Alaina Capri en Common­ pero a la vez dotada de suficientes espeta a Andrea, su ama de llaves Law Cabin), Angel Boland (de cualidades "despreciables" -tram­ y amante secreta: "Me iré cuando nuevo la Capri en Good Morning posa, despiadada, inhumana, sádi­ quiera, cuando encuentre al hom­ and Goodbye!) y Vixen Palmer ca, traidora, asesina- como para bre que satisfaga todas mis an­ (Erica Gavin en Vixen!) están en­ servir de exorcismo a un público sias". A lo que Andrea replica: cantadas de haberse conocido, no más reaccionario, receloso de la "¡Eres insaciable! ¡Tus ansias no albergan el más mínimo senti­ liberación femenina. Sin embar­ tienen fin! ¡Eres una mezcla de miento de culpabilidad por enga­ go, en esta ocasión, Meyer se ade­ ángel y demonio!". Laura: "Yo sé ñar a sus maridos, desprecian a lantó demasiado a su época: ni los que debería calmarme, pero sus amantes y "consumen hombres espectadores ni la crítica enten­ ¿cómo?". Más tarde, en el curso como si fueran cerillas" (según dieron la película en el momento de una fiesta, dos señoras chismo­ una frase publicitaria). Otra dife­ de su estreno, y sólo años después sas intercambian comentarios rencia importante: Alaina Capri y se convertiría en uno de los gran­ acerca de Laura: "Hace lo que Erica Gavin figuran entre las ae­ des filmes de culto de su autor. quiere, tine dinero y caraduris­ trices más competentes de Meyer, Meyer no se cansa de repetir que mo ... Y sabe elegir: Jorge no está en tanto que Isabel Sarli descono­ en la actualidad Faster, Pussy­ mal, pero ¿cuánto le durará? ce por completo el simple signifi­ cat! Kili! Kili! es uno de los fil­ ¡Los usa como muñecos!". "Hoy cado del verbo "interpretar", y mes más apreciados por las femi­ con uno, mañana con otro!". "Al convierte su ineptitud como actriz nistas radicales. fin se va a enamorar de verdad!". en uno de los grandes motivos de "¿Laura? ¡Le hacen falta por lo diversión de sus películas. menos diez! ¡Es una desvergonza­ Devoradoras de hombres da!". La insaciable voracidad Common-Law Cabin y Good sexual de la protagonista de Fue­ Morning and Goodbye! confir­ Cualquier retrospectiva que se go, capaz de arrastrarla a la calle, man el talento como dialoguista precie sobre la obra de Russ Me­ desnuda bajo su abrigo de pieles, de J ack Moran, el autor de Fas­ yer debería incluir Hot Rods to para, literalmente, ofrecer sus te­ ter, Pussycat! Kili! Kili! Los co­ Hell (también de 1966), una cu­ tas al primero que encuentra, es mentarios sarcásticos de Babette riosa película (creo que se rescató equiparable a la de las heroínas de (la suculenta Babette Bardot) en en el pasado Festival de Gijón Russ Meyer, si bien con una dife­ Common-Law Cabin sobre la como una rareza a tener en cuen­ rencia crucial, y es que, mientras desmedida atracción que su aman­ ta) que trata,,eritre otras cosas, so­ Bo califica de enfermedad el des­ te, el viudo Dewey Hoople (inter­ bre la paranoia de los adultos res­ mesurado apetito sexual de la pretado por el propio Jack Mo­ pecto a los teen-agers motoriza­ protagonista, Meyer lo considera ran), siente hacia su hija adoles- dos, y que es el perfecto comple­ mento, en un programa doble, de Faster, Pussycat! Kili! Kili! Pero lo que realmente habría que calificar de impagable serían dos retrospectivas paralelas de Meyer y el tándem argentino Armando Bo I Isabel Sarli. No es éste el momento de enumerar las nume­ rosas y sorprendentes coinciden­ cias en!re los dos cineastas, ni de tratar de dilucidar quién influyó a quién, pero al menos cabe men­ cionar que tanto los dos persona­ jes interpretados por Alaina Capri cri Common-Law Cabin (1967) y Good Morning and Goodbye! (1967) como el de Erica Gavin en Vixen ! están íntimamente empa- Babette Bardot

NOSFERATU 23 ~a ccnte. no tienen prec io. pero es b '/llC liuy dentro el(· 11 1/.... 11 0 S(' si ciccbd norteamerie ". su respuesta no se hace va. sin em hargo. un a e ie rta evo 1u­ barlo alguna Fe:: ! ". Rickett: "L o esperar: "¡Con pe/nucos·' · tullidos". c ión entre los personajes de Shci­ tenía en mente, pero sería como la Ross y Vixcn Palmer. La pri­

MjMl•I•INOSFERATU 23 Francesco "Kitten'' Natividad Más allá de las vixens cesca "Kitten" Natividad, capaz de derretir un iceberg ella solita En sus últimas películas, Meyer en su doble papel de Lavonia y exagera hasta extremos de cartoon Lola Langusta en Beneath the todos los ingredientes que se han Valley of the U ltravixens mencionado más arriba. Sus per­ ( 1979), e inolvidable en Mega- . sonajes masculinos son cada vez vixens ( Up!, 1976); a la no me­ más estúpidos, machistas, repulsi­ nos impresionante Uschi Digard vos y sádicos, sobre todo si se tra­ alegrando las imágenes de C he­ ta de represent~ntes de la autori­ rry, Harry & Raquel (1969) con dad, véase el patrullero Harry su anatomía de infarto y haciendo NOTAS Sledge que interpreta el estupen­ de austriaca insaciable en Super­ do (también reclu­ vixens; a la bien dotada Foxy Lae 1. Caen, Michel: Midi-Mi1111it Fantasti­ tado por Jonathan Demme) en el:: Megavixens, una pie] roja ll a­ que, número 8. Enero de 1964. ( 197 5). Los femeni ­ mada Pocahontas que, en pleno éx­ nos, por su parte, reafirman una y tas is sexual, no duda en introducir 2. Antes de The lmmoral Mr. Teas otra vez su superioridad sobre el sus dedos en un enchufe para po­ Meyer había rodado The French Perp sexo opuesto no sólo en intel igcn­ tenciar su orgasmo con una descar­ Show ( 1950). un h11 r lesq 11 e pictur