Redalyc.Mujeres Con Voz Propia. El Peso De La Socialización Primaria
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Propuesta Educativa E-ISSN: 1995-7785 [email protected] Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Argentina Varela, Julia Mujeres con voz propia. El peso de la socialización primaria en tres mujeres de la burguesía liberal española Propuesta Educativa, núm. 32, 2009, pp. 73-82 Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Buenos Aires, Argentina Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=403041704010 Cómo citar el artículo Número completo Sistema de Información Científica Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto Mujeres con voz propia. El peso de la socialización primaria en tres mujeres de la burguesía liberal española1 JUlia VarelA* Introducción hermanos, y la única hija con bas- tantes años de diferencia respecto Me voy a detener en la infancia y la de Darío, Ricardo y Pío. Su padre, adolescencia de tres mujeres espa- Serafín Baroja, de origen vasco, fue ñolas, dos de ellas de una misma ge- ingeniero de minas. Julio Caro Ba- neración, y una tercera un poco más roja nos lo presenta como una per- joven: Carmen Baroja y Nessi, Zeno- sona afable y bondadosa, y también bia Camprubí Aymar y María Teresa como un librepensador progresista León Goyri2. Nuestras protagonistas que mantuvo heteróclitas activida- vivieron en tiempos muy difíciles, des. Todo parece indicar que optó propios de sociedades victorianas, por el liberalismo universalista fren- en los que las mujeres luchaban por te al conservadurismo clerical del Artículos el reconocimiento al derecho de pro- que predominantemente se nutrió piedad, por el derecho al trabajo, por el nacionalismo vasco. Su madre, el derecho a la educación, al divorcio, Carmen Nessi, aunque nació en a la custodia de los hijos y también, Madrid “era vasca en esencia”, una claro está, por el derecho al voto. Sus mujer tradicional, que se ocupaba 73 escritos autobiográficos constituyen del cuidado de la casa y de los hijos. por tanto una valiosa fuente de infor- Julio Caro Baroja dice que había en mación y de conocimiento sobre la ella “algo como telúrico, ancestral, la dominación masculina. esencia de la tradición de la familia. Algo que chocaba con los anhelos y En este estudio no me propongo la manera de ser de mi madre” (Caro tanto analizar cómo estas tres muje- Baroja, 1997, págs. 50-51). / RESEÑAS OS res lograron romper, al menos par- l cialmente, con el dispositivo de femi- Zenobia Camprubí nació en 1887 en 3 nización , cuanto poner de relieve Malgrat, un pueblo de la Costa Bra- ARTÍCU el peso ejercido en sus vidas por los va. Su rica familia materna provenía procesos de socialización (Varela, de Puerto Rico, en donde poseía un 1997). Voy por lo tanto a centrar el ingenio de azúcar, pero estaba vin- análisis en su origen social, así como culada con los Estados Unidos pues en la educación familiar, escolar e su abuela materna, Zenobia Lucca, informal que recibieron durante su se educó en Norteamérica y se casó infancia y primera juventud. con un norteamericano miembro / DOSSIER / ENTREVISTA de una familia dedicada a los nego- cios comerciales. De ahí que la ma- Origen social dre de Zenobia, Isabel Aymar, que se casó en Puerto Rico con Raimundo Carmen Baroja nació en Pamplo- Camprubí, un ingeniero catalán de na en 1883. Era la menor de cuatro caminos, canales y puertos, tuviese Dra. en Ciencias de la Educación, Universidad Complutense de Madrid; Dra. en Sociología, Universidad de París VIII; Docente e investigadora, Universidad Complutense de Madrid. * E-mail: [email protected] PROPUESTA EDUCATIVA / 32 Julia Varela contacto con los dos mundos. Isabel drid provenientes del País Vasco no padres a San Sebastián, mientras que era bilingüe, al igual que lo fueron disponían de casa propia, y por eso sus hermanos estudiaban en Madrid. sus hijos, Zenobia y sus hermanos. vivieron en la casa de una tía abuela, En el País Vasco asistió de nuevo a un Cuando Raimundo Camprubí regre- Juana Nessi, quien les legó al morir colegio de monjas y por deseo de su só a Barcelona se trajo consigo a la la prestigiosa panadería y repostería padre siguió recibiendo clases parti- familia, incluida la abuela materna y Viena Capellanes, lo que contribuyó a culares de francés, solfeo y piano que un tío. Zenobia se movió por lo tan- mejorar su posición económica. Ma- ya había iniciado en Valencia. Los to en sus años de infancia en el am- ría Teresa León, por su parte, no es domingos, además de ir a misa, solía biente propio de la alta burguesía muy explícita acerca de las propieda- acompañar a sus padres a conciertos catalana. Y aunque Benito Pérez Gal- des de la familia. de música y alguna vez también iba dós identificaba en sus novelas a los con ellos al teatro. En esta época vi- ingenieros con la España avanzada, vieron rodeados de familiares y ami- científica, y productiva, Raimundo gos. Julio Caro Baroja señala que su Camprubí, por lo poco que Zenobia madre de niña aprendió muy bien cuenta de él, parece que fue más Infancia el francés, y bastante bien el inglés, bien conservador. así como una porción de cosas que Tanto Carmen como Zenobia y por entonces resultaban novedosas María Teresa León nació en Logroño María Teresa tuvieron una infancia (Caro Baroja, 1997, pág. 60). en 1903. Su padre, Ángel León, ha- muy marcada por los viajes, pues bía nacido en Madrid y llegó a ser sus padres, en el ejercicio de sus Zenobia, en el Diario 2, nos da deta- coronel del ejército. Su madre, Oliva profesiones, cambiaron con una lles del ambiente familiar en el que Goyri, era hermana de María Goyri, cierta frecuencia de lugar de resi- se crió cuando era niña. Vivió en la esposa de Ramón Menéndez Pi- dencia. Curiosamente las tres fami- Barcelona, en una casa amplia y lu- dal. María Teresa se sentía burgale- lias residieron en Valencia en algún minosa del Paseo de Gracia, la gran sa pues su familia materna vivió en momento de sus vidas. Durante la avenida de la alta burguesía catala- Burgos, y en esa ciudad también ella infancia los cambios frecuentes na jalonada de casas modernistas. pasó una parte de su vida. Don Hi- de domicilio suelen resultar a la En las tareas de higiene y aseo la lario de Goyri, su abuelo materno, vez novedosos y dolorosos, pues ayudaban Bobita, una esclava liberta 74 había vivido en París. Y de su abuela obligan a niños y niñas a estable- que siempre acompañó a su madre, materna, Rosario de la Hera, se de- cer nuevas amistades, adaptarse a y Manuela, que era la ayuda de cá- cía que era “la mujer más hermosa de nuevos espacios de vida y a nuevos mara de su abuela. Su abuela tenía Burgos”, y que jamás hablaba de Don códigos de pensamiento y actua- en su habitación una biblioteca, de Hilario, pues su marido, un señori- ción. Estos cambios enriquecen el modo que Zenobia, antes de cum- to calavera, fue a la vez su calvario. espacio vital, pero en detrimento plir los ocho años, entró en contacto Ambos eran burgaleses. Los abuelos de un refugio seguro. Quizás esta con los autores clásicos. Leyó, por paternos fueron Agustín León, que especie de denominador común ejemplo, la Iliada y la Odisea. En la / RESEÑAS OS había nacido en tierras sevillanas, en la vida temprana de estas tres alcoba disponía de un chiffonnière o l y María Lores que procedía de Bar- jóvenes contribuyó a conformar ropero en donde guardaba y orde- celona. De su propia madre, Oliva, una especie de habitus que está en naba sus vestidos y otras prendas de ARTÍCU nos dice que era una mujer “bella y la base de sus inquietudes, de sus su cuidado vestuario. La abuela re- graciosa”; que la bisabuela materna inconformismos futuros, pero tam- modelaba en ocasiones para la nieta era “toda hecha de tierra burgalesa”, bién de su interés por la lectura y la trajes de su juventud. Podía así par- y que la paterna había sido dama de escritura. ticipar en las representaciones tea- honor de la reina doña Cristina. trales que ella y sus hermanos ha- Carmen Baroja en sus Recuerdos no cían en el salón de la casa. Y durante DOSSIER / ENTREVISTA / DOSSIER / ENTREVISTA Así pues, estas tres mujeres, Carmen cuenta casi nada de su infancia: se el verano iban a la casa de Malgrat, Baroja, Zenobia Camprubí y María Te- limita a decir que su niñez fue “ama- una quinta situada junto al mar. resa León, de origen vasco-navarro, ble”. Pero gracias al cuidado prólogo Por lo que se refiere a su educación catalán y castellano respectivamen- que Amparo Hurtado escribió de su formal, Zenobia, como sucedía con te, pertenecieron a la generación de autobiografía, de la que también es otras familias de la alta burguesía, mujeres nacidas al final del período editora, conocemos algo más sobre fue educada en casa, especialmente victoriano en el seno de familias de esta etapa de su vida. De su edu- por su madre y por preceptores. una media y alta burguesía, al menos cación escolar sabemos que entre por lo que respecta a su capital cul- los años 1891 y 1894 frecuentó en En 1896, cuando Zenobia tenía nue- tural. Quizás, de las tres, la familia de Valencia un colegio de monjas. Por ve años, realizó su primer viaje a Zenobia fue la que contó con más re- entonces murió su hermano Darío y los Estados Unidos, acompañando cursos económicos.