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INTRODUCCIÓN, ESTADO DE LA Dado el interés del edificio, el presente tra- CUESTIÓN Y OBJETIVOS bajo busca profundizar en el conocimiento tan- to de lo conservado del templo anterior –nota- La iglesia de San Bartolomé en Hoyales de blemente la torre– como del cuerpo de la iglesia Roa () es un templo dieciochesco con actual dentro del contexto arquitectónico de la cuestiones poco habituales en la región, lle- región. Para ello se utiliza documentación de nas de interés. Fue diseñada por Ángel Vicente archivo y gráfica, esta última elaborada por los Ubón, académico de San Fernando de Madrid, autores para la ocasión; se ha procedido a me- en 1776 y parcialmente construida bajo su direc- dir el edificio de manera tradicional y se han di- ción, aunque no llegó a completarse, y perma- bujado, en su caso, los despieces de piedra y las necen la parte de los pies y la torre del edificio decoraciones mediante fotogrametría, utilizando anterior, realizada ésta hacia 1500. los programas Homograf SLP y Agisoft PhotoS- can, obteniendo así elementos para su análisis. María José Zaparaín Yáñez ha dado diversas noticias y dedicado en varias de sus publicacio- nes algún espacio a la parte dieciochesca de la 1.- LA ANTIGUA IGLESIA Y SUS RESTOS iglesia. En 1995 la mencionaba como una pieza de interés por sus decoraciones en estuco y su 1.1.- Hoyales y sus circunstancias papel introductor de la arquitectura académica en el contexto de la Ribera y además daba datos de un proyecto previo desestimado por Ubón. 1 La población de Hoyales de Roa se ubica al En un artículo posterior insiste en estas cuestio- sur de la provincia de Burgos, en el valle que nes, declarándola la fábrica religiosa más excep- forman los ríos Duero y Riaza, poco antes de cional en el momento en el contexto ribereño , que este último vierta sus aguas en el primero. recalcando su decoración e iluminación, relacio- nando el interior del templo con la sacristía de Corre el Duero hacia el oeste y el Riaza, na- la catedral de El Burgo de Osma del gran arqui- cido cerca del puerto de Somosierra entre las tecto Juan de Villanueva (de cuya construcción provincias de Segovia, Guadalajara y Madrid, se se hizo cargo Ubón) y dando nuevos datos so- desliza hacia el norte hasta encontrar en su ca- bre su proceso constructivo. 2 El edificio aparece mino las aguas del padre Duero. Los valles del también citado en su amplio estudio sobre el Duero y Riaza han sido desde antiguo vías de arte y la arquitectura en la comarca arandina comunicación naturales en donde son frecuen- durante los siglos XVII y XVIII. 3 Por otro lado, tes los hallazgos de poblamiento desde épocas Esiquio Domingo, en una publicación centrada prehistóricas.5 Por el Riaza se articula el centro en Hoyales de Roa y , aporta al- de la Meseta Norte con el valle del Tajo a través guna documentación de archivo sobre la iglesia del puerto de Somosierra, y con las tierras de actual y también sobre la preexistente. 4 Atienza y el Alto Henares atajando por Ayllón.

1 Zaparaín Yáñez (1995), pp. 89, 93, 101 y 125. 2 Zaparaín Yáñez (2005), pp. 283-284. 3 Zaparaín Yáñez (2002), pp. 558 y 600. 4 Domingo Zapatero (2002), pp. 269-277. 5 Reyes Téllez (1991). García Izquierdo (2009). Martín Viso (2009).

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Mapa 1/50.000 del IGN. Primera mitad siglo XX. Discurre de izquierda a derecha el Camino de los Aragoneses, que tras cruzar el Riaza enlaza con la Cañada de Santorcaz y entra en Hoyales. De norte a sur desfila la carretera de Haza a Berlan- gas de Roa, que se interrumpe al llegar a Hoyales.

En cuanto al valle del Duero, es el gran eje de vantó un recinto defensivo, posiblemente de tie- conexión del tercio norte peninsular, uniendo rra, y que ha dado origen a una tipología urbana el valle del Ebro con la fachada atlántica, como denominada castro o castrillo. Son los años de lo atestigua la presencia de una vía romana que la Repoblación del valle del Duero (siglos X y desde Clunia, por Roa y Pintia, transitaría por XI) y localidades similares como , Pe- este valle. 6 Este itinerario evolucionó en épo- ñaranda, Cuevas de Probanco o , se ca medieval y moderna hasta pasar por Aranda, encuentran por la comarca.8 En sus inmediacio- olvidándose del tránsito por Clunia, y tomaría nes, y siguiendo las curvas de nivel, se tienden el nombre de Camino de los Aragoneses con las calles por donde se distribuyen las mora- el que se le puede identificar en la cartografía das del primitivo poblado. El eje director sería hasta el momento actual. 7 Ambos caminos, el el camino de los Aragoneses que, en su tramo del Duero y el del Riaza, se cruzan en un punto, urbano, recibe el clarificador nombre de Calle donde hoy está la villa de Hoyales. del Camino Real y más abajo, hacia poniente, Calle del Puente, en recuerdo del que cruzaba La población se tiende en las laderas del Ria- el Riaza a 1 kilómetro del pueblo. Dicho puente za al pie de un castillo con vanidoso torreón de debió de ser de madera y no ha dejado restos, época señorial, muy dañado por el derrumbe pero en el siglo XVIII se proyectó tender uno de de la mitad de su estructura. En torno suyo se piedra que no llegaría a construirse. 9 En senti- extiende la parte más antigua del caserío que, do contrario, hacia Levante, continúa un camino siguiendo la evolución habitual en la comarca, conocido como Las Carrerillas, en dirección a habría nacido en torno a un cerro donde se le- y Aranda.

6 Mañanes Pérez & Solana Sainz (1985). 7 Mapa 1/50.000 del IGN. Hoja 374 (18-15), Peñafiel. También se puede consultar en http://www.ign.es/iberpix2/visor/# 8 Sánchez Rivera (2008), p. 120. 9 Existe un plano de este puente proyectado en 1789, tras las grandes avenidas del año anterior, por José Tristán, quien, como se verá, estaba en ese momento en Hoyales construyendo los tramos de los pies de las naves de la actual iglesia. AHPBu, Concejil, 11/67. Los autores desean agradecer este dato, así como el aporte de la documentación procedente tanto de este archivo como del ADBu a Juan Escorial Esgueva.

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También en la parte alta se situaría el primiti- vo templo parroquial de la población, hoy, una ermita, la Virgen del Arriba. Es el lugar de culto de esta parte del pueblo, aunque el edificio ac- tual es del siglo XVIII y no hay en los paramen- tos muestras de templo anterior.

El caso de Hoyales resulta de mayor comple- jidad, pues no es solo un camino el vertebrador del casco, sino que hay un segundo itinerario, el que discurre por la orilla derecha del Riaza y que se cruza con el de los Aragoneses al pie del cerro de Hoyales dando origen a un punto de tensión al pie de la colina. Este segundo iti- nerario se denomina hoy Calle Berlangas hacia el norte, y Calle Haza al sur, en función de los puntos de destino. En el lugar de confluencia hoy se extiende la Plaza Mayor, centro comer- cial y social del pueblo, al igual que sucede en o , cuya evolu- ción urbana resultaría paralela.10

El auge del comercio y la prosperidad gene- ral que acompañó al reinado de los Reyes Ca- tólicos activaron los intercambios económicos y generarían las plazas de mercado, haciendo surgir nuevas construcciones en lugares más ba- jos, junto a los caminos y en torno a las plazas que se configuraban en las encrucijadas. De este modo, el caserío de Hoyales fue descendiendo Secuencia de edificios en Hoyales de Roa: el castillo al al llano y colmatando los espacios entorno al fondo en lo alto de la colina, en medio la espadaña de cruce de calzadas, creándose una plaza cua- la ermita de la Virgen y el paredón de la iglesia de San drangular donde hoy se levanta el edificio con- Bartolomé en primer plano. sistorial y también, frente por frente, la iglesia parroquial de San Bartolomé. por no pasar por la plaza, en la calle que hoy se llama Calle Real. En consecuencia, el caserío La secuencia formada por el Castillo en la bajo toma la forma de un huso, en el sentido parte superior de la colina, la iglesia antigua en del Camino de los Aragoneses, morfología co- la ladera y la nueva en la parte llana inferior, mún en otros pueblos de la Ribera que tienen se percibe con total claridad, asimilándose a los un camino como eje vertebrador, tales como más conocidos casos de Mota del Marqués o o . 11 En Peñafiel, en Valladolid, y Turégano en Segovia. la figura aquí publicada con el parcelario de Hoyales, se ha representado la planta de la Posiblemente por necesidades de espacio o iglesia anterior al siglo XVIII, a partir de los por situarse los mesones en una calle aledaña, datos extraídos de la documentación y a la que el Camino Real debió de desviarse un trecho luego se hará mención.

10 Sánchez Rivera (2008), p. 138. 11 Sánchez Rivera (2008), pp. 138 y 141.

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Parcelario de Hoyales de Roa con la ubicación del primitivo recinto de la población, en torno del castillo y los caminos de los Aragoneses (de este a oeste) y del Riaza (de norte a sur, en azul). La Calle Real es una variante del primero que evita transitar por la plaza. En negro, se ha incluido la planta hipotética de la iglesia anterior, con el cementerio rodeándola parcialmente.

1.2.- La torre del edificio parroquial orienta de norte a sur con deriva hacia el su- roeste, por cerrar el hastial del templo anti- La iglesia de San Bartolomé consta de dos guo, que seguiría esa alineación. partes bien definidas: la torre y las naves del templo. La torre, parte más antigua de la ac- Las torres de planta rectangular y ubicadas a tual iglesia, se levanta a los pies y sobre la los pies de la nave son características del final Plaza Mayor. Es un elemento prismático de del siglo XV, en coexistencia temporal con el base rectangular sobre zócalo al frente, cuer- reinado de los Reyes Católicos. Su abundancia po liso y vanos en el campanario. Se remata ha de relacionarse con el período de prospe- con un alero a bisel sobre canes cilíndricos, ridad general y aumento de la población que único elemento de la torre que pueda ads- provocaría la necesidad de levantar templos cribirse a estilo, lo que sugiere que se trata capaces para la nueva dinámica demográfica. de una construcción gótica levantada durante En algunos casos presentan elementos decora- el siglo XV. La planta, de 8,50x2,70 metros, tivos que permiten su fácil datación, como en con faltas de escuadría, tiene proporción 3 a Villavieja de Yeltes o Guadramiro, en Salaman- 1 por lo que resulta más estilizada que otras ca, y, en la zona de la Ribera, las de Torresan- de la misma época, como la de San Pedro en dino y Pinillos de Esgueva, con los caracterís- Gumiel de Mercado, de proporción dupla. Se ticos perlones isabelinos. A este grupo puede

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La iglesia de San Bartolomé de Hoyales Torre de la iglesia de San Miguel en Villalbarba (Valla- vista desde la Plaza Mayor. dolid), consistente en un sólido prisma que soporta la espadaña destinada a sustentar las campanas. La escalera sumarse y Tórtoles, fechadas de caracol asciende por la parte derecha de la torre. en la segunda mitad del XV. 12 Por asimilación a esta de Hoyales resultarían también coetáneas de la torre donde no se ubica el husillo, está las de , , Valdearcos clausurado pero habría de servir para ilumina- y . 13 ción de la nave del templo anterior al actual. En la parte posterior, se percibe la roza del tejado El desarrollo de su fuste, con 13,70 metros de la nave antigua, que dejaba sobresalir neta- de altura (más un zócalo de 1,94m) resulta de mente el cuerpo de campanas. proporción áurea. Sería una variante de la regla general encontrada en estas torres, que parten Por la parte superior de la torre discurre un del cuadrado como geometría generadora del estrecho pasillo que da acceso a los huecos para alzado. Los únicos vanos abiertos, a parte del las campanas: dos por el frente y tres por detrás, campanario, son tres aspilleras. Dos de ellas más los que se abren en los extremos. El muro están alineadas en vertical y corresponden a donde se insertan las campanas mayores es el sendos huecos para la iluminación del husillo posterior, que tiene más de 1,20m de grosor. El interior. El tercero, mayor y centrado en la parte anterior, que da a la plaza, no tiene más que

12 Sánchez Rivera (2011a), p. 79. 13 Sánchez Rivera (2011b), p. 64.

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Sección transversal de la torre de San Bartolomé de Hoyales, mostrando la escalera de caracol colmatada con escombro en su parte baja.

50cm, menos de la mitad. Cabe explicar esta dis- que una protección para los responsables del paridad porque el muro trasero sería el previsto volteo. Todas las torres con espadaña mencio- desde el principio para soportar las campanas, nadas son también de este momento histórico, como sucede en las espadañas. finales del XV, a excepción de Villanueva de los Caballeros, que habría de retrasarse hasta me- Durante el siglo XV se difunde un modelo de diados del siglo siguiente. campanario con espadaña que consiste en un plinto macizo, a modo de torre rectangular, so- A la primitiva iglesia le sustituyó, a fines del bre el que monta el muro de la espadaña, como XVIII, el templo actual. Al ser éste mayor, hubo ocurre en Villalbarba, Pinilla de Toro, Torrecilla de trasladarse la cabecera hacia el este, hacia la de la Torre y Villanueva de los Caballeros. En parte alta de la colina, que se tomó como nivel alguno de estos casos se ha construido una es- de base, extendiéndose las naves hacia el este, a tructura más ligera adosada a la espadaña para una cota mayor que la iglesia anterior, de manera permitir la acción de los campaneros a cubier- que cuando se alcanza la posición de la torre el to de los agentes meteorológicos; y eso es lo piso de la iglesia está a más altura de lo que esta- que parece sugerir la diferencia de grosor en los ba el original. El problema del acceso a un tem- muros de Hoyales: el muro grueso posterior se plo a más altura se solucionó con una escalinata comportaría como una espadaña que soportaría desde el nivel de la plaza hasta la iglesia, pero la el peso y las acciones transversales producidas entrada a la torre, que se verificaba desde el inte- por el volteo de los bronces, en tanto que el rior del templo antiguo, ya no estaría practicable, muro anterior, mucho más delgado, no es más quizás desde hacía tiempo, pues ya se cita la

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Sección de la torre y la nave del templo de San Bartolomé en Hoyales, mostrando el coro y el acceso a la escalera de caracol.

189 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera entrada a la torre desde el coro con motivo de la campana dedicada a San Andrés, que fundiera reedificación de las naves en 1711 que luego se en 1899 Benito Pellón. Hoy su borde está roto y verá. Actualmente se sigue accedediendo desde se aloja en el hueco trasero al norte de la torre. la iglesia a través del coro a los pies del templo, y desde allí se abrió un boquete que desemboca En la fachada que da a la plaza, en el hueco en la escalera de caracol a media altura. Esta de la izquierda se ubica la campana que fundió solución pudo imponerse porque el piso de la CARESA en Valladolid el año 1994. Pesa más iglesia, en relación con el husillo, interceptaría de 140kg. En el otro hueco se abrigan dos pe- los escalones del lado contrario al templo. Por queñas campanas, a la derecha una campana eso habría de hacerse la entrada desde el piso el de unos 56kg fundida en 1827 por un miembro coro, donde los peldaños de la escalera coinci- de la familia Gómez, fundidores muy presentes den en la parte interior con el nivel del coro. A por toda la Ribera. A su lado, otra de peso muy pesar de todo, la coincidencia no es exacta y de- parecido, pero fundida 60 años antes, en 1752, ben descenderse tres altos peldaños para pisar y que por tanto ya estaba presente cuando se los de la escalera de caracol. Por debajo de este comenzó la construcción de la nueva iglesia. nivel la parte inservible de la escalera ha sido rellenada con escombros hasta su arranque. La En el interior del templo, en una de sus na- escalera es de 1,40m de diámetro (5 pies, o sea, ves, está depositada en el suelo otra interesante 1 paso) y asciende a razón de 12 peldaños por campana del mismo año y unos 130kg de peso vuelta, como es corriente en la región. La altura que era sobre la que actuaba el reloj de la villa y, promedio del escalón está sobre los 22cm (3/4 al ser desmontado, fue depositada en la iglesia. de pie) y desde la supuesta base, hoy enterrada, contaría con 50 peldaños. 1.3.- Otros datos y restos de la iglesia previa De los tres vanos posteriores para campanas, el derecho está cegado por alcanzar a cortarlo En el siglo XVI se consideraba que el templo la bóveda de la nave actual. Por el central se era pequeño y corto. Sabemos además que su accede a los espacios bajo cubierta. Éste y el puerta principal se abría al lado sur, a un pórtico izquierdo albergan dos grandes címbalos, aun- que llegaba hasta la torre bajomedieval. En 1607 que el del vano central ve muy disminuida la se registran unas obras en la sacristía y en 1643 propagación del sonido porque las cubiertas del se autorizó a realizar una ampliación a través de templo ciegan su salida al exterior. una capilla en el lado del Evangelio, dedicada al Cristo, obra en la que se incluyó además una Del conjunto de campanas, las mayores se nueva pila bautismal y una peana para el altar alojan en los vanos posteriores, donde el muro mayor. En la visita pastoral de 1682, se recomen- de mayor anchura es capaz de sustentarlas, en dó hacer una capilla dedicada a la Inmaculada tanto que las menores se colocan en los vanos enfrente de la capilla del Cristo, seguramente que se abren sobre la plaza, ya que su escaso para que ambas funcionasen a modo de tran- peso no amenaza la estabilidad de tan estrecho septo;15 ésta se construyó a partir de 1687 por paramento14 . Por orden de tamaño, destaca la parte del maestro de cantería Antonio Gutiérrez, Campana Gorda, dedicada a San Bartolomé y imitando en su disposición la capilla frontera, fundida en 1946 por José Ortiz en Meruelo. Sus realizándose en mampostería y sillería con bó- 414kg de peso cuelgan en el vano que condu- veda de arista de ladrillo y abriéndose a la nave ce hoy al bajo cubierta. Con casi el mismo diá- mediante un vano con arco de medio punto se- metro, pero mayor altura, alcanza los 614kg la mejante al opuesto.16 En 1697, Diego de Suano

14 La catalogación ha sido posible gracias a Daniel Sanz Platero, y puede consultarse en http://campaners.com/php/pobla- cio.php?numer=4131 15 Datos tomados de Domingo Zapatero (2002), pp. 269-277, a su vez extraídos de los libros de fábrica de la iglesia de San Bartolomé de Hoyales de Roa. 16 Obligación que trajo Antonio Gutiérrez, maestro de cantería, Protocolo 2188/1, fols. 135-137. AHPBu.

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Alzado y planta de la torre medieval de Hoyales. trazó y realizó un retablo para esta capilla y, al lián con un coste de 20.000 reales. Se añadiría al parecer, otro semejante para la del Cristo. 17 templo una nave lateral sur en correspondenzia de la capilla de Nuestra Señora de la Concepción , Años después, en torno a 1711, el templo se la cual se abriría mediante un arco para que fun- encontraba en mal estado, 18 por lo que se escri- cionase como testero de la nueva nave. Para rea- turó la reedificación del cuerpo de la iglesia bajo lizar la obra se haría una división en el crucero la traza del cantero trasmerano Celedonio Monca- de la iglesia de manera que se pudiera oficiar en

17 Condiciones con las que se ha de executar el retablo de la Concepción, dadas por Diego de Suano el 24 de mayo de 1697, Protocolo 2188/3, fols. 823-824. AHPBu. Según Domingo Zapatero (2002), p. 272, se realizó a la vez el retablo de la capilla opuesta, aunque el artífice aparece como “Diego de Ochiano”, seguramente por error de lectura documental. Diego de Suano es un ensamblador activo y conocido en la región en ese momento: Payo Hernanz (1993). 18 Domingo Zapatero (2002), p. 278.

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Restitución de la planta de la iglesia previa de Hoyales de Roa a partir de la interpretación de los datos documentales que se ofrecen y los restos que aún perduran de los pies de la iglesia. Para la nave central se ha tomado una proporción largo/ancho 1/3, tomando el ancho de la torre. Para las anchuras de la capilla mayor y laterales se han tomado las medidas de los retablos. la cabecera, se desmontarían las dos paredes que XVIII, el templo tenía problemas de humedades delimitaban la nave central vieja y después se re- debido a su situación en pendiente y se modificó plantearían las pilastras y pilares de las dos nue- parte del terreno del cementerio para paliarlas. vas naves, que tomarían como modelo los de la cabecera, al igual que las cornisas interiores; esto A pesar de la reedificación de las naves a implicaría que la cabecera seguiría pautas clasicis- partir de 1711, más de medio siglo después, en tas y quizás hubiera sido construida a finales del 1774, la iglesia era insuficiente para una pobla- siglo XVI o principios de la siguiente centuria. A ción que había aumentado de manera muy no- estas pilastras, de sillería, les corresponderían qua- table en las últimas décadas y además los mu- tro estribos asi en dicho paredón [al sur] como en el ros, al parecer, no estaban libres de problemas. otro que cae a la parte del çierço ; la nueva puerta de la iglesia, al sur, estaría formada por un arco Antes de acometer el capítulo de la cons- de medio punto entre pilastras que es posible que trucción de la actual de la iglesia actual, se va se reutilizara en la puerta actual. Las naves se cu- a contextualizar el ambiente arquitectónico de brirían con seis bóvedas de ladrillo que seguirían la región en la segunda mitad del siglo XVIII para su acabado el de la capilla de la Inmacula- y la trayectoria de su arquitecto, Ángel Vicente da. A los pies de la nave central se construiría un Ubón, para que la obra sea mejor comprendida. coro alto de madera y yeso, con una escalera de madera para subir a coro y torre . La construcción se llevaría a cabo por su tracista junto a los mon- 2.- LA IGLESIA ACTUAL tañeses Manuel de la Torre y Juan de Cervera. 19 Sin embargo, al año siguiente aparece el cantero 2.1.- Contexto arquitectónico en la Enrique Sopeña a cargo de la obra, mientras que región en la segunda mitad del siglo el alavés Pedro de Arecha se comprometía a reali- XVIII zar la albañilería –quizá las bóvedas latericias y los acabados– por 2.700 reales. 20 A mediados del siglo XVIII, la arquitectura castellanoleonesa se movía por lo general en un Evidentemente, los restos de nave lateral que Barroco propio, que puede ser calificado como aparecen adosados al lado sur de la torre perte- tradicional, por un lado conservador, con es- necen a esta reedificación. A mediados del siglo tructuras heredadas del Clasicismo escurialense,

19 Obligación de la obra de de la higlesia de esta villa, 8 de noviembre de 1711, Protocolo 2188/1, fols. 135-137. AHPBu. 20 Obligación de azer la albañilería de la higlesia de esta villa, 17 de octubre de 1712, Protocolo 2190/2, fol. 55. AHPBu.

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Izquierda: Dibujo para la fachada de una iglesia, de Ventura Rodríguez, entre 1740 y 1747 (BNE Dib/14/25/3); se apre- cia bien la composición barroca jerarquizada con cúpula dominante. Derecha, esquemas del Museo del Prado de Madrid (Chueca Goitia (1983), p. 197), obra de Juan de Villanueva, a partir de la agregación de distintos volúmenes contrastantes. y por otro más experimental, siguiendo las rea- ello fue causa de notables tensiones con otros lizaciones de los Churriguera, los Tomé 21 o de arquitectos, artistas y, naturalmente, con los gre- la escuela del madrileño José de Ribera, de la mios.24 También fue un medio para la implan- que Manuel Serrano, vallisoletano formado en tación del estilo académico y su difusión en los Madrid, es buen exponente.22 territorios de la Monarquía.

Aunque la Corte, tras la llegada de la nueva La presencia de Ventura Rodríguez, formado dinastía borbónica, en un principio confió en en las obras áulicas y profesor en la Acade- este Barroco tradicional, al poco tiempo empe- mia, 25 en la región castellanoleonesa a partir de zó a reclamar artistas franceses e italianos para 1751 y que se prolongará, debido a sus múlti- realizar obras áulicas –entre las que sobresale ples proyectos en la zona, hasta casi su muer- el nuevo Palacio Real de Madrid– en consonan- te en 1785, 26 posiblemente permitió a algunos cia con las modas europeas, siguiendo un estilo maestros locales entrar en contacto con esta académico internacional.23 arquitectura académica.

Algunos de estos artistas de las obras reales y No obstante, hay que hacer notar que la nue- varios nobles impulsaron la creación de la Real va arquitectura neoclásica y sus teorías, que se Academia de San Fernando de Madrid, estable- estaban desarrollando en los círculos más van- cida oficialmente en 1752, buscando separar a guardistas de Europa y que iban siendo recibi- los artistas de los gremios al quererse constituir das en la Academia madrileña, dejaban el estilo como único centro de formación artística. Todo de Ventura Rodríguez, de claro cuño barroco,

21 Rodríguez G. de Ceballos (1997), pp. 153 y ss. 22 Martín González (1967), pp. 146 y ss. 23 Bonet Correa (1994), p. 26. 24 Bédat (1989), pp. 33-37, 41-44 y 336-369. Belda Navarro & Peña Velasco (1992), p. 22. García Melero (1998), p. 292. 25 Bédat (1989) pp. 53-56. 26 Plaza Santiago & Redondo Cantera (1997), pp. 14-26.

193 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera en crisis.27 En 1774 Juan de Villanueva, quien con más y mejores obras o las prerrogativas encarnaría el nuevo ideal neoclásico, fue nom- que otorgaban los estatutos de la Academia a brado Teniente Director de Arquitectura de la sus artistas. 32 Academia, 28 algo que puede ser expresivo sobre el curso de la evolución del gusto de la institu- Con todo esto, los arquitectos y artistas for- ción. Villanueva también viajó a la región cas- mados o al menos titulados por la Academia tellanoleonesa, tanto para realizar sus propios eran pocos frente a los que aún trabajaban de proyectos –entre los que destaca su sacristía e manera tradicional, sujetos a los gremios. Esto intervención en la capilla Palafox de El Burgo era sobre todo visible en los retablos, donde por de Osma–, como para examinar e informar so- su naturaleza podían caber experimentos y li- bre distintas obras públicas, por ejemplo el pa- cencias arquitectónicas, aborrecidos por la Aca- seo del Espolón de Burgos.29 demia, que buscaba el rigor y el clasicismo. 33 Para tratar de imponer las aspiraciones académi- A grandes rasgos y desde el punto de vista cas, el Conde de Floridablanca firmó el 23 y 25 de la forma arquitectónica, mientras que el Ba- de noviembre de 1777 dos conocidos decretos rroco componía el edificio de manera global, para que la Academia arbitrase sobre las obras con las partes trabadas y jerarquizadas, bus- públicas del Reino, incluidas las eclesiásticas, cando un clímax, con frecuencia a través de aunque muchas obras escaparon a su control.34 una cúpula central, el Neoclasicismo lo hacía por agregación de volúmenes –en ocasiones En fechas algo más tardías y a instancias del simples– que no mantuvieran relaciones de je- Secretario de la Academia Antonio Ponz, nació rarquización clara y que mostraran contraste la Comisión de Arquitectura en 1786. 35 Su co- entre ellos; si el Barroco hizo un uso con li- metido era el de revisar los distintos proyectos cencias y libertades de la gramática de los ór- de obras públicas y templos, con sus planos, denes clásicos, el Neoclasicismo manifestó un condiciones y presupuestos, realizados frecuen- profundo respeto arqueológico hacia sus codi- temente por maestros locales –a veces acadé- ficaciones. 30 micos– y, en su caso, de aprobarlos, de dictar modificaciones para que los proyectos se ins- Entre estos cambios, tenemos una serie de cribieran sin duda en la preceptiva académica o arquitectos locales que, formados en general de reprobarlos, caso este último que solía darse en la tradición gremial y en el Barroco tradicio- si los planos incluían elementos o temas ajenos nal, consiguieron, no obstante, un título aca- al gusto académico o mostraban torpezas cons- démico, casi todos durante la década de 1770. tructivas notables. Bernardo Antonio Calderón, Los más destacados tal vez sean Pedro Gon- quien fue entre 1764 y 1786 obispo de Osma, a zález Ortiz, Francisco Álvarez Benavides, Juan cuya diócesis perteneció Hoyales hasta media- de Sagarvinaga y nuestro protagonista, Ángel dos del siglo XX, manifestó un espíritu ilustrado Vicente Ubón. 31 Sus motivaciones para titularse y renovador, buscando implantar precisamente en la Academia pudieron ser varias: el prestigio la arquitectura académica, insistiendo en la apli- del título, que daba la posibilidad de hacerse cación de los mencionados decretos de 1777.36

27 Sambricio (1986), pp. 155 y ss. 28 Bédat (1989), p. 180. 29 Plaza Santiago & Redondo Cantera (1997), 35-36. 30 Se ha decidido incluir alguna bibliografía general sobre la arquitectura del momento. Para una visión formalista entre el Barroco y el Neoclasicismo, Kaufmann (1974). Sobre el uso de los órdenes clásicos a lo largo de la Historia, Summerson (1963/2008). 31 Plaza Santiago & Redondo Cantera (1997), p. 52. 32 Quintana Martínez (1983), pp. 106-109. Bédat (1989), p. 103. 33 Sobre esta cuestión, Martín González (1988). 34 Bédat (1989), pp. 378-389, 437. 35 Bédat (1989), p. 388. Sambricio (1986), p. 262. 36 Zaparaín Yáñez (1992), pp. 139-140.

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2.2.- La trayectoria del arquitecto Ángel Vicente Ubón (1728-1778)

Aunque la figura de Ubón aparece con fre- cuencia mencionada por su vinculación con los importantes proyectos de Juan de Villanueva y Francesco Sabatini para El Burgo de Osma, su biografía ha sido trazada en dos ocasiones. 37 Dado el objetivo del presente trabajo, docu- mentar y analizar la iglesia de Hoyales de Roa, el foco estará aquí puesto en su trayectoria ar- tística y más concretamente en sus intervencio- nes en distintos templos, con el fin de conocer influencias y modelos con los que pudo estar nuestro arquitecto en contacto y que podrían tener reflejo en esta iglesia.

Los autores han localizado el acta de bautis- mo de Ubón, que permite entender algo mejor sus circunstancias familiares y de nacimiento y avanzar en el conocimiento de las relaciones que pudieron propiciar su llegada a la Ribera. Ángel Vicente Ubón nació en Valladolid el 1 de marzo de 1728 y fue bautizado en la parroquia de El Salvador de esta ciudad el día 8 de ese Arriba, cúpula del camarín de la iglesia de Santa María de mes; sus padres eran parroquianos, pues vivían Gumiel de Mercado (extr. de Zaparaín Yáñez (2002), p. en la calle Platerías. Se llamaban Joseph Ubón 375), obra de Miguel de Mendía, en cuyo retablo, del que y Juana Mesnier y procedían, según el acta de se aprecia la coronación,trabajó Ubón. Abajo, cúpula de bautismo, de la ciudad de Valencia. 38 Los abue- la capilla de San Pedro Regalado en la iglesia de El Salva- los tienen mayor interés. Mientras que los pa- dor de Valladolid. Se aprecia la similitud de ambas. ternos, Joseph Ubón y Vicenta Ferrer, eran res- pectivamente naturales de Alcañiz y Valencia, tío Jaime, también estuviera dedicado a labores los maternos, Lorenzo Mesnier y Juana Tordet, de impresión y grabado o bien de orfebrería, procedían de Marsella y Aviñón. 39 La actividad oficio cercano al tener igualmente que mani- como impresor de Lorenzo Mesnier en Valencia pular metales, aunque no hay ningún dato que a finales del siglo XVII está documentada; había avale esta hipótesis. llegado a la ciudad del Turia junto a su hermano Jaime procedente de Arlés y en 1686 trabajaba Sea como fuere, Ángel Vicente probable- allí; en 1702 se encontraba en Játiva, mientras mente se formó en círculos vallisoletanos y que Jaime estableció en 1707 un taller tipográfi- palentinos y no sabemos nada de él hasta co y librería en la calle Platería de Murcia, cuya 1754-56, cuando le encontramos efectuando actividad duró bastantes años. 40 Es posible que labores de ensamblador, contratando las puer- el padre de nuestro arquitecto, Joseph Ubón, tas de la sacristía y el retablo del camarín de la que moraba en una calle homónima a la de su iglesia de Santa María de Gumiel de Mercado

37 Zaparaín Yáñez (2002), pp. 597-603. Zaparaín Yáñez (1992), pp. 139-147. 38 Sin embargo, María José Zaparaín afirma que procedían de Palencia (Zaparaín Yáñez (1992), p. 140). 39 Acta de bautismo de Ángel Vicente Ubón, 8 de marzo de 1728. Libro 7º de Bautismos de la parroquia de El Salvador de Valladolid, Signatura 1723B, fol. 119. ADVa. 40 García Cuadrado (2010), pp. 91-92.

195 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera

De izquierda a derecha: retablo mayor de la iglesia de San Juan de , obra de Ángel Vicente Ubón. Retablo mayor de la iglesia de San Esteban de Salamanca, de J. B. de Churriguera. Proyecto de retablo del arquitecto cortesano de origen italiano Virgilio Rabaglio (Extr. de Bonet Correa (1997), p. 42) Aunque el retablo de Ubón esté por sus decoracio- nes cercano al estilo académico y cortesano, su estructura difiere de los de este estilo pues es tradicional, próxima a la del retablo de San Esteban de Salamanca, una de las cimas del llamado “estilo churrigueresco”. junto al ensamblador y escultor de impron- del colegio de Santa Cruz de Valladolid. 45 Ondá- ta rococó Juan Manuel Becerril, estilo que si- tegui y Becerril trabajaron juntos en el retablo guen los citados muebles. 41 del convento de San Agustín de Palencia entre 1756 y 1759. 46 A través de estas relaciones pen- La cúpula que cubre este camarín, obra de samos que se explicaría la llegada de Ubón a la 1754 trazada por Miguel de Mendía, 42 es muy Ribera desde Valladolid. cercana a la de la capilla de San Pedro Regala- do de la parroquia de El Salvador de Valladolid En 1758, nuestro maestro fue contratado para (iglesia donde precisamente había sido bautiza- realizar un nuevo retablo mayor para la iglesia do Ubón), obra de 1727. 43 Mendía era sobrino de San Juan de Aranda de Duero, tras haber del maestro de obras Domingo de Ondátegui, realizado alguna intervención en el mismo tem- muy vinculado con la comarca de la Ribera, 44 plo. 47 Los promotores pidieron a Ubón un reta- quien había intervenido en 1744 en el claustro blo sin adornos, aunque éste estipuló que era

41 Zaparaín Yáñez (2002), pp. 575-576, 598. 42 Zaparaín Yáñez (2002), p. 570. 43 La obra, una ampliación de la capilla precedente de 1709, puede ser atribuida al ensamblador y maestro de obras Pedro de Ribas, quien trazó la sacristía de esta iglesia vallisoletana en 1722, a la que la capilla se adosa (Martín González & Urrea Fernández (1985), p. 37); cuando en 1727 los cofrades decidieron ampliar la capilla, Ribas era depositario de la cofradía y figura en la comisión a la que se ordenó llevar a cabo la obra (Calvo Caballero (2014), pp. 73 y ss.). La configuración de la capilla fue modificada a finales del siglo XIX. 44 Zaparaín Yáñez (2002), pp. 571-572 45 Villalobos Alonso (1996), pp. 57-58. 46 Brasas Egido (1984), p. 473. 47 En concreto, antes se le había pedido un archivo y un retablo lateral; este último quedó en suspenso al serle encargado el nuevo retablo mayor. Zaparaín Yáñez (2002), p. 598.

196 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera

Arriba a la izquierda, crucero de la iglesia de , construido por Ubón con trazas de Antonio Serrano. Derecha, crucero y capilla mayor de la iglesia de , trazado por Ubón. Abajo a la izquierda, cúpula de la capilla de Nuestra Señora del Espino de El Burgo de Osma. Ésta última influiría en la primera y ésta a su vez influyó en la de Campillo a través de Ubón. preciso echar algunos . Se ha destacado el influ- las décadas siguientes; ambos se organizan en jo clasicista y académico de este retablo, inédito banco, cuerpo central y ático y tres calles, de las en la Ribera en ese momento y que no tuvo que la central avanza. seguidores hasta fechas más tardías. 48 De todos modos, si el aspecto del retablo, con su cier- Es posible que este retablo sea testimonio de ta sobriedad y con los marmolizados llevados una incipiente ilustración entre las élites de la posteriormente a cabo –operación a la que tam- zona. Por otro lado, aunque pensamos que en bién fueron sometidos los relieves del siglo XVI este momento el conocimiento de Ubón del es- reempleados en las calles laterales– estaría en tilo académico no era muy profundo –al usar, consonancia con los gustos académicos, la es- como hemos argumentado, una estructura tra- tructura arquitectónica parece más emparentada dicional para su retablo– debió de adquirirlo de con el Barroco tradicional, pues Ubón podría alguna manera. Cuando Ubón fue nombrado seguir el esquema del retablo de la iglesia de académico supernumerario por la de San Fer- San Esteban de Salamanca, obra de 1693 de José nando de Madrid en 1774, se refieren a él en el Benito de Churriguera49 y muy imitada durante acta como “ discípulo antiguo de la Academia ”; 50

48 Zaparaín Yáñez (1992), p. 143. Zaparaín Yáñez (2002), pp. 452-454. 49 Rodríguez G. de Ceballos (1996), p. 95. 50 Acta en Libro de actas de las sesiones particulares, ordinarias, generales, extraordinarias, públicas y solemnes (1770-1775), Sig. 3-83, fols. 280v.-281v. BRABASF.

197 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera sabemos que en 1753 se presentó, sin éxito, al llevó a cabo, entre 1762 y 1763, las trazas de premio de arquitectura tercera clase otorgado Serrano, 55 quien falleció poco después. 56 En este por la Academia, 51 la primera convocatoria de caso, nuestro maestro levantó, suponemos que este tipo que celebró la institución. Los candi- siguiendo el proyecto, una estructura más bien datos habían de desarrollar dos temas: uno de conservadora, marcada por el Clasicismo pos- pensado, de elaboración más dilatada, y otro de tescurialense, probablemente buscando armoni- repente . El primero esta vez fue la delineación zar con la parte de los pies de la iglesia. Lo más de la planta y alzado de la fachada del clasicista destacado es el cimborrio, en forma de cúpula Palacio de los Consejos de Madrid, mientras que octogonal con lunetos, que parece inspirada en el segundo fue la planta y un alzado oblicuo del la capilla de Nuestra Señora del Espino de la ca- capitel compuesto. Ubón también aparece en la tedral de El Burgo de Osma, 57 la más importante lista de los candidatos al premio de arquitectura de las cúpulas barrocas de la citada catedral, de segunda clase de 1760, cuyos temas fueron construida en 1757 y atribuida al dominico Fran- respectivamente un arco del triunfo y un puen- cisco Raygosa, 58 que podemos encuadrar dentro te sobre río, pero parece que finalmente no se del Barroco tradicional; en la obra ejecutada por presentó.52 Por otro lado, su socio Juan Manuel Ubón en Fuentespina, el modelo se simplifica Becerril trabajó a partir de 1755 en la realización notablemente, acortando claramente el cuerpo del mueble de la capilla de las reliquias del con- octogonal bajo la cúpula a modo de tambor y vento de la Aguilera, trazado por el académico reduciendo la decoración del conjunto. El exte- José de Hermosilla en un sobrio estilo clasicis- rior de lo construido por Ubón se configura a ta, lo que también pudo influir en los ánimos través de grandes y sobrios volúmenes realiza- de los promotores del retablo arandino. Ade- dos con sillería bien escuadrada. más, Ubón, durante su trayectoria profesional, fue crítico con ciertas obras de maestros locales, Según Mª José Zaparaín, Ubón realizó un tachándolas en ocasiones de inútiles, y hacién- proyecto modesto para la iglesia de Campillo de dose a continuación cargo de ellas, 53 forma de Aranda antes de mediados de 1767 que desagra- proceder semejante a la que después tendría la dó a los vecinos, por lo que el arquitecto hubo arriba mencionada Comisión de Arquitectura de de hacer una nueva traza más ambiciosa, lo que la Real Academia de San Fernando de Madrid. sería su primer proyecto propio de importan- cia; 59 sin embargo, el edificio actual muestra una Tras esta actividad inicial dentro del campo de historia constructiva compleja producto de va- la retablística, Ubón pasó a la arquitectura, algo rias fases; la portada lleva la fecha de 1718 y la que llevaba siendo común desde un siglo atrás. 54 parte baja de la espadaña, a los pies, parece ba- jomedieval. A falta de más datos, la intervención En la década de 1760, nuestro arquitecto in- de Ubón (o al menos su ejecución) se centraría tervino, entre otros proyectos más pequeños, en en el crucero y cabecera de la iglesia, pues po- la construcción parcial de dos iglesias de la Ri- see una cúpula semejante a la de Fuentespina, bera. En la primera, la parroquia de San Miguel aunque aún más simplificada. Como en el caso de Fuentespina, Antonio Serrano proyectó en anterior, el resto de la estructura es marcada- 1759 la ampliación de la iglesia por la cabecera, mente conservadora, de raíz postescurialense, haciendo nueva capilla mayor y crucero. Ubón quizás también por armonizar con posibles fa-

51 Zaparaín Yáñez (2002), pp. 602-603. 52 Arbaiza Blanco-Soler et al. (1992), pp. 41, 61. 53 Zaparaín Yáñez (2002), pp. 576, 600. 54 Rodríguez G. de Ceballos (1997), pp. 158-159. 55 Zaparaín Yáñez (1995 b), pp. 94-97. 56 Jiménez Caballero (1997), p. 112. 57 Zaparain Yáñez (1995 b), p. 95. 58 Alonso Romero (1986), p. 110. 59 Zaparaín Yáñez (2002), pp. 456-457, 569. Zaparain Yáñez (2005), p. 277. Esta autora menciona también la fecha de la portada.

198 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera ses constructivas anteriores del templo. Ubón ciones catedralicias, por lo que el primer paso no pudo completar su obra, pues en 1769 se fue su traslado. En mayo de 1768 se había ele- vio obligado, debido a sus compromisos, a tras- gido ya el nuevo emplazamiento del consistorio pasarla al vallisoletano Miguel Rivera, quien la y el obispo Calderón encargó a Ubón la traza y llevó a término. 60 La ya referida cúpula sobre el condiciones para una nueva plaza mayor, con crucero deja ver que Ubón se alimentaba de las su ayuntamiento. Ubón tuvo listo el proyecto rá- obras en las que trabajaba y las reproducía en pidamente al mes siguiente, pues quizás ya lle- sus nuevos proyectos. vaba trabajando algún tiempo en él. Comenza- ron las obras en enero de 1769; en un principio En 1768, Ubón trazó una nueva capilla mayor se había querido que los vecinos patrocinaran para la iglesia de Peñalba de Castro. Esta es muy la construcción, pero ésta tuvo que ser sufraga- sencilla; posee planta cuadrada y se cubre por da en mayor parte por poderes religiosos. Tras medio de una media naranja trasdosada con una una reforma al proyecto del edificio consisto- cubierta a cuatro aguas, todo dentro del mismo rial pedida por el obispo Calderón y consistente en añadirle dos torres laterales para dotarle de lenguaje postescurialense referido.61 mayor dignidad, nuestro arquitecto terminaba el edificio del ayuntamiento en febrero de 1771 y Es lógico que Ubón tuviera que traspasar la a lo largo de aquel año fue entregando otras de obra de Campillo de Aranda, pues a finales de las casas de la plaza.65 la década de 1760, su vida profesional tuvo un desarrollo muy notable debido a la profunda in- El espacio urbano trazado por Ubón para El tervención que se hizo a partir de entonces en Burgo de Osma se inscribe en la estela de pla- la parte este la catedral de El Burgo de Osma, zas mayores castellanas que parten de la valliso- impulsada por el obispo Bernardo Calderón. El letana, trazada por Francisco de Salamanca en cabildo llevaba bastantes años deseando una sa- 1562 y que Ubón probablemente conocería bien cristía adecuada a la importancia del templo e al haber nacido en sus inmediaciones y dentro incluso se habían solicitado algunos proyectos a del mismo conjunto urbano. La oxomense es una distintos maestros.62 Cuando en 1768 se finalizó plaza regular, de fachadas uniformes, que mues- la torre catedralicia, en la que se habían inverti- tran una composición sencilla y equilibrada, con do muchos recursos,63 se decidió llevar a cabo fachadas con balcones de hierro y que se apoyan por fin el ansiado proyecto, vinculándolo ade- sobre una estructura arquitrabada sobre pilastras más a la construcción de una capilla dedicada al toscanas bajo la que se desarrollan los soportales. Venerable Palafox, quien había ocupado la sede Se preside por un lado por la casa consistorial y oxomense a mediados del siglo XVII y en cuyo por el otro, por el hospital de San Agustín, impor- culto estaba muy interesado Carlos III.64 Ubón tante edificio barroco terminado a inicios del si- tuvo un importante papel en la obra, a la som- glo XVIII. 66 Como sucedería pocos años después bra de los grandes arquitectos reales Francesco con las plazas mayores de Bilbao y Vitoria, 67 la Sabatini y Juan de Villanueva, quienes realiza- plaza de El Burgo fue importante para el desarro- ron los planos dado el interés del monarca. llo urbano de esa parte del núcleo.

El ayuntamiento oxomense se encontraba en Efectuada esta operación, ya se podía interve- el sector que iban a ocupar las nuevas construc- nir en la zona este de la catedral oxomense para

60 Zaparaín Yáñez (2002), pp. 456-457. 61 Zaparain Yáñez (2002) p. 601, quien publica el plano de Ubón. 62 Jiménez Caballero (1997), pp. 111-112. 63 Alonso Romero (1986), pp. 82-99. 64 Jiménez Caballero (1997), pp. 112-114. 65 Jiménez Caballero (1997), pp. 77-88, 93, 98, 100-104. 66 Arranz Arranz (1995), pp. 19-23. 67 Navascués (1992), p. 30.

199 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera

Planta, alzado y sección del proyecto de templo presentado por Ubón a la academia para obtener titulación (extr. de Zapa- raín Yáñez (2002), pp. 602-603). su ampliación. Parece que Ubón había realizado principios de 1772, se estimaba que la sacristía un plano del solar para que Francesco Sabatini llegaría ese verano a la línea de impostas y se realizase el proyecto en 1769. 68 La génesis del trabajaba la cantería en el solar de la futura capi- mismo fue complicada debido a que Juan de lla del venerable Palafox. En 1774 se estaba reali- Villanueva realizó en 1770 un nuevo proyecto zando la decoración del interior. La sacristía em- sobre el de Sabatini ya que éste no se adecuaba pezó a ser usada por el clero en 1775, aunque su bien al solar. Las obras comenzaron ese mismo sofisticado aguamanil no se terminó hasta años año por la sacristía, tras haberse elegido como después. En 1772 se estaban acopiando mate- constructor del proyecto a Ubón, quien goza- riales para la capilla. Ubón, antes de su muerte ba del apoyo del obispo Bernardo Calderón. A en agosto de 1778, realizó parte de la girola y

68 Jiménez Caballero (1997), p. 128.

200 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera recibió críticas por parte de Sabatini, pues para por el prestigio y las capacidades que otorga- ello nuestro maestro había desmontado parte de ba. Una fórmula común era el ser nombrado los contrafuertes de la capilla mayor, poniéndola Académico supernumerario. Para la Academia, en peligro al parecer del italiano. 69 Esta crítica dicha categoría conllevaba el reconocimiento de contrasta con el juicio de Chueca Goitia, quien a la competencia del artista, pero éste debía aún la vista de la ejecución de la sacristía, valoró el continuar con su formación para poder optar a buen oficio de Ubón. 70 La capilla y girola fueron otros títulos más avanzados. 72 terminadas en 1781 por Luis Bernasconi siguien- do la dirección de Sabatini. En la Junta de la Academia del 3 de julio de 1774, entre cuyos asistentes estaban Ventura Ro- La sacristía es un salón de tres tramos que se dríguez y el pintor Mariano Salvador Maella, se remata con una exedra. Sus muros se articulan leyó un memorial de Don Ángel Vicente Ubón, mediante un riguroso orden de pilastras corin- discípulo antiguo de la Academia, en que refiere tias sobre las que se halla el correspondiente en- sus estudios, las obras que se han hecho con su tablamento y entre las cuales se disponen unos dirección en el Obispado de Osma, y otras par- arcos que acogen la cajonería. El conjunto se tes, y el desvelo con que procura instruir en la cubre con una bóveda de cañón con lunetos de- Arquitectura a sus oficiales, y dependientes ; lo corada con un encasetonado a partir de hexágo- último, desde luego, no deja de dar una visión nos, cuyas referencias en conjunto estarían defi- aún gremial del oficio. Ubón presentó además nitivamente en el barroco romano y académico a la Academia unos dibujos de su mano y dos en el cual precisamente se movía Rodríguez. 71 de un discípulo, para que los académicos vie- Es posible que esto se deba a que Villanueva ran los progresos de éste en los años anterio- en realidad trabajó sobre un proyecto anterior res. Todo ello se acompañaba de dos cartas de de Sabatini, quien utilizaba un lenguaje barroco. recomendación del obispo Bernardo Calderón, El alzado al exterior de la sacristía simplemente quien le había nombrado maestro mayor de la muestra sus huecos de iluminación recortándo- catedral y obispado. Naturalmente, el propósito los en el muro, una composición dominada por de Ubón al enviar esta documentación era obte- los sobrios volúmenes de piedra bien despie- ner la graduación que la Junta sea servida . Los zada. Esta sacristía es de gran importancia para académicos parecieron mucho más sensibles a nuestro estudio porque, como ya se ha dicho al la evolución del discípulo y a las recomenda- principio, influyó notablemente en la iglesia de ciones episcopales que a los dibujos de Ubón, Hoyales de Roa. pues incluso dudaron de su autoría. Con todo, la Junta estimó, por diez y nueve votos de vein- Las tensiones entre el barroco tardío y el neocla- te, concederle el título.73 sicismo parecen muy patentes en el proyecto que Ubón presentó para ser nombrado Académico de Los dibujos de Ubón, bastante distintos a mérito por la Academia de San Fernando de Ma- otros del mismo autor, muestran un templo de drid justo cuando se estaba haciendo cargo de las planta pentagonal, algo que, como comenta Mª obras catedralicias oxomenses. José Zaparaín al analizarlo, había sido propues- to por Sebastiano Serlio a mediados del siglo Como antes se adelantó, hubo distintos maes- XVI en su Quinto libro d’architettura .74 Sin em- tros de obras que buscaron titulación académica bargo, la propuesta presentada por Ubón difiere

69 Jiménez Caballero (1997), pp. 159 y ss., 174-75, 184. 70 Chueca además sospecha que algo pondrían “de su cosecha –que debieron poner– los maestros locales en los ornatos menudos y en la decoración de la bóveda”, Chueca Goitia & de Miguel (1949), pp. 349-350. 71 Chueca Goitia & de Miguel (1949), pp. 347-350. 72 Quintana Martínez (1983), p. 106. 73 Acta de la Junta del 3 de julio de 1774. Libro de actas de las sesiones particulares, ordinarias, generales, extraordinarias, públicas y solemnes (1770-1775), Sig. 3-83, fols. 278v.-279, 280v-281v. BRABASF. Noticias en Zaparaín Yáñez (2002), pp. 600-601. 74 Zaparaín Yáñez (2002), pp. 602-603.

201 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera notablemente de la serliana. En realidad, parece Ubón se presenta como un artífice que llegó que en este caso de Ubón se habría encajado a la arquitectura a través de la retablística, quizás dentro del pentágono un templo de planta de tras haber recibido formación como ensamblador cruz griega inscrita en un círculo y cupulado y maestro de obras. Mantiene contactos con la similar a los propuestos por Ventura Rodríguez Academia de San Fernando y al final de su carrera para capilla de San Pedro de Alcántara en Are- trabaja a las órdenes de grandes arquitectos cor- nas de San Pedro (Ávila) o como la iglesia del tesanos, obteniendo además un título académico. conjunto conventual y colegial de los PP. Agus- Con todo, es una persona formada en el Barroco tinos Filipinos de Valladolid; 75 por ello, en este tradicional y parece que nunca abandonó plan- proyecto presentado por Ubón, el pentágono teamientos barrocos navegando entre lo tradicio- no se refleja en absoluto en la organización del nal y lo académico, aunque quisiera acercarse a espacio interior y solo es una vestidura. Pero la vanguardia neoclásica, como se ha visto con frente a los proyectos venturinos, guiados por su proyecto de templo de 1774 para la Academia. una evidente forma barroca de componer y en En parte de su obra arquitectónica usa, en gene- los que la cúpula se manifiesta al exterior de ral, estructuras de marcado carácter conservador, forma potente, aquí se aprecia un esfuerzo para postescurialenses –quizá por proseguir templos que ésta quede más bien escamoteada tras los en ese estilo– utilizando otros medios, ya sean altos muros de la envolvente pentagonal. En el yeserías o retablos, para darlas carácter, como es alzado aparece un frente de templo tetrástilo habitual en el Barroco tradicional. tras el cual se muestra la cúpula de forma muy deprimida; todo ello parece pensado para sua- vizar la idea barroca de composición dominada 2.3.- El proyecto de la nueva iglesia por cúpula y acercarse, desde el Barroco, a las de San Bartolomé de Hoyales de Roa nuevas ideas neoclásicas, dando como resultado y su construcción. un proyecto con contradicciones entre su ima- gen exterior y su organización espacial; 76 esto, Como antes se ha dicho, en 1774 el templo junto a la propuesta de planta pentagonal, se- era insuficiente para la población. El párroco guiría un deseo de Ubón de mostrar referencias Eusebio Miguel Delgado y el mayordomo de fá- que le demostrasen poseedor de conocimientos brica Francisco Javier González comenzaron a de teoría arquitectónica, algo que la Academia realizar gestiones para ampliar y reparar el tem- buscaba y que le diferenciaría de un maestro de plo. Buscaban realizar una tercera nave y alargar obras común. 77 las dos existentes.79

La iglesia de San Bartolomé en Hoyales de Se presentó ante el provisor del obispado Roa, proyectada en 1776, es la última obra co- de Osma la necesidad del aumento, y reparo nocida de importancia de las realizadas por Án- de la iglesia, proponiendo también los caudales gel Vicente Ubón antes de su fallecimiento el 18 de que [de]pendia y que por los que faltasen de de agosto de 1778, a los 50 años de edad.78 consiguiente, también se consintiese se tomasen

75 Para Mª José Zaparáin, el proyecto de Ubón podría tener como referencia el presentado por Domingo Lois y Monteagudo en 1753 para los premios de segunda clase de la Academia de San Fernando (Zaparaín Yáñez (2002), p. 602). El proyecto de Lois ha sido editado en Arbaiza Blanco-Soler et al. (1992), pp. 42-43. Este último proyecto pudo influir en la iglesia de San Pedro de Valoria la Buena (Valladolid), obra de Manuel Godoy construida entre 1768 y 1774, pues la disposición de planta hexagonal y los pilares y arcos, poco habituales, son muy similares en ambos; esta influencia quizás se produjo a través de Ventura Rodríguez, maestro de Lois y proyectista de las obras de enzunchado de la torre de la catedral de Valladolid, cuya ejecución llevó Godoy, terminadas en 1764. 76 Parece que el arquitecto vallisoletano Pedro González Ortiz (1740-1796) hizo algo parecido en su proyecto de “Templo griego” presentado en 1776 a la academia madrileña para obtener la misma titulación que Ubón (Sáiz Virumbrales & Sánchez Rivera (2017), pp. 256-257). 77 Iglesias Rouco (2005), p. 165. 78 Jiménez Caballero (1997), p. 183. 79 Domingo Zapatero (2002), p. 278.

202 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera a zenso redimible . La petición fue rubricada por el provisor el 9 de marzo de 1774 y pasó al fiscal del obispado, quien al día siguiente de- cretó executar, proyectar y trazar [la obra] por maestro inteligente dandose comision para todo al referido parroco: y previniendose tambien se participase [de] la citada pretensión al conzejo y vezinos a fin de que contandoles, se animasen (si les pareciese) a contribuir y ayudar a ella. Informados los vecinos, el 14 de noviembre és- tos propusieron colaborar con 6.000 reales de vellón para la obra de la iglesia. El párroco se puso en contacto con Mateo de Arana, premos- tratense del monasterio de Santa María de la Vid, para realizar el proyecto. 80

Arana fue un maestro de obras con una ca- rrera apreciable, activo en la zona de la Ribera en la segunda mitad del siglo XVIII e intervino en iglesias como las de y San Juan del Monte, en su propio monasterio y en ciertas obras hidráulicas y civiles. 81 Este religioso rea- lizó dos proyectos para Hoyales: uno con un presupuesto de 57.732 reales y otro, más ambi- cioso, con un coste de 74.801 reales, proyectos fechados respectivamente el 20 y 26 de mayo de 1774. Pasaron ambos al fiscal del obispado, quien ordenó realizar el proyecto mayor. 82

Para Mateo de Arana, la iglesia no reunía condiciones para su ampliación y lo más acerta- do para él sería efectuar un proyecto de nueva planta. Advertía que dicha obra nueva que se Fases constructivas de la actual iglesia de Hoyales de Roa. haga se dege por ahora con dentellones hacia el cuerpo de la dicha yglesia, sirbiendo mucha pues una de sus funciones como maestro ma- parte de lo que oi existe para en lo subcesibo yor del obispado era examinar las trazas de las pueda tener dicha villa yglesia capaz de combe- obras en los edificios diocesanos, y lo suspen- niencia, ermosura y de agradable vista .83 Esto dió. Más tarde, Ubón terminó dando nuevas tra- da a entender que buscaba que el proyecto se zas firmadas por él en El Burgo de Osma el 4 de realizase por sucesivas fases, dejando los muros enero de 1776. Sus argumentos para tal proce- con adarajas para este fin, y conservando, mien- der fueron estos: tras, parte de la iglesia antigua. Haviendolos por menor reconozido [los pla- En enero de 1775 el plan de Arana pasó vi- nos de Arana], y lo mismo la insinuada parro- sura (revisión) por parte Ángel Vicente Ubón, quia, no me conformé en ello, reponiendolos

80 Escritura de obligación para construir la iglesia de Hoyales de Roa, 22 de abril de 1776, Protocolo 2190/1, fols. 85-89v. AHPBu. 81 Zaparaín Yáñez (2002), p. 563-567. Iglesias Rouco (2005), p. 164. 82 Escritura de obligación para construir la iglesia de Hoyales de Roa, 22 de abril de 1776… 83 Informe de Mateo de Arana, 26 de mayo de 1774, Parroquia de San Bartolomé de Hoyales de Roa, legajo 14. ADBu.

203 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera

Hipótesis de superposición entre la iglesia antigua de Hoyales y la actual, con las medidas reflejadas por Ubón

en todo, o la mayor parte, dando a este fin, y a precio sería de 90.000 reales de vellón, que el la utilidad de dicha iglesia, los motivos y xustas mayordomo de la parroquia trató de rebajar sin razones prevenidas en la arquitectura que fir- éxito. El maestro se comprometía a realizar la mé en quatro de Henero del corriente, ponien- obra en dos años a contar desde el 1 de enero do en su consequencia y corroboración trazas, de 1776, percibiendo el dinero en seis plazos, el condiciones y proyectos de otra más precisa, y primero en mayo del mismo año y el último una nezesaria obra, de mayor capacidad, utilidad, vez acabada y aprobada la construcción; tam- y ningún reparo para en lo subzesibo, como bién podría disponer de los materiales de derri- eran necesarios en los otros planes. 84 bo de la iglesia vieja. 85 La parroquia, además de los 6.000 reales aportados por los vecinos, se vio El provisor del obispado dio licencia para obligada a pedir un censo (una especie de cré- realizar el proyecto de Ubón el 13 de enero. Su dito) para sufragar el resto del valor de la obra. 86

84 Escritura de obligación para construir la iglesia de Hoyales de Roa, 22 de abril de 1776… 85 Idem. 86 Domingo Zapatero (2002), p. 279.

204 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera

Sin embargo, lo que llevó a cabo Ubón no finalizara su parte, el cura y el mayordomo de fue la totalidad de su proyecto, pues, como ya fábrica se dirigieron al obispado para solucionar había recomendado Arana, realizó solo una los problemas de espacio que, de nuevo, tenía parte de la nueva iglesia, seguramente dejando la iglesia. En ese momento era maestro de obras los muros preparados para proseguirla en fases del obispado de Osma, sucediendo a Ubón, el posteriores; en ese momento se construyeron la arquitecto José de Borgas Vázquez, quien inter- cabecera, el crucero con sus brazos y el primer vino en numerosos templos ribereños y segovia- tramo de las naves. En la propia escritura de nos siguiendo un estilo tardobarroco tendente a obligación, Ubón dice que haría las “ pilastras o un depurado clasicismo. 90 El 29 de abril de 1789, machones sueltos, que son quatro ”, esto es, los Borgas informó que se hiciese una nueva fase de dos pilares oeste del crucero y los otros dos que la iglesia siguiendo los planos y trazas de Ubón. separan el primer tramo de las naves del se- Esta consistía en “ dos cuerpos de bobedas con sus gundo.87 El maestro terminó su labor en 1777 ó capillas que hay que hazer desde lo nuevo hasta 1778,88 pocos meses antes de fallecer, una por- la torre ”, es decir, los dos últimos tramos de las ción grande de la referida obra, restando todo naves. El precio fue fijado por Borgas en 32.500 lo demás para lo subzesivo. Como cuerpo de la reales. El cura y el mayordomo habrían de elegir iglesia se conservó parte del antiguo templo, 89 a un maestro de buena conducta y aprovazion que a la vista de nuestra hipótesis se relaciona- y conozido y experimentado por el Maestro Bor- ría mal con lo nuevo construido. gas La elección recayó en José Tristán Martínez, 91 maestro residente en ese momento en Pesquera En el friso que recorre la capilla mayor y el de Duero, cuyos fiadores para esta obra fueron crucero de la actual iglesia de Hoyales se lee Eusebio Calleja, vecino de Baltanás, y Juan Anto- este texto, que da cuenta de los promotores de nio Calleja, de Tórtoles. Tristán se comprometía la nueva iglesia, su autor y las autoridades ecle- a seguir escrupulosamente los planos de Ubón, siásticas y civiles del momento: guardando uniformidad con lo ejecutado por él, y realizaría las obras aproximadamente en año Covdo [Gobernando?] N[uestro] S[antí]S[im]º y medio. Los materiales correrían de su cuenta, P[adre] Pío VI se hizo esta ygl[esi]ª siendo ob[is] pero se quedaría con los resultantes del derri- po el Yll[ustrísim]º S[eñ]or Dn. Ber[nar]do Calde[ró]n, bo de la iglesia vieja. Recibiría el dinero en seis cvra el D[octo]r D. Evse[bi]º Migu[e]l Delga[d]º y plazos: el primero al iniciar la obra, el segun- M[ayordo]mo Fran[cis]co Xa[vie]r G[o]nz[ále]z y do al empezar a acarrear materiales, el tercero al M[aestr]º Dn. Ángel Ubón. Año del S[eño]r 1778 realizar la cimentación, el cuarto al levantar las Reyn[an]do D. Carlos III. paredes y voltear los arcos y bóvedas, el quinto al colocar el tejado y, por fin, el sexto al termi- En los años siguientes, la población de Hoya- nar completamente la obra y recibir su aproba- les siguió aumentando y parte de lo que quedaba ción tras ser revisada. 92 La parroquia al final pagó de la iglesia vieja amenazaba ruina, por lo que 37.000 reales e incluso pleiteó con un maestro alrededor de dos décadas después de que Ubón de obras; en los años posteriores se embaldosó

87 Escritura de obligación para construir la iglesia de Hoyales de Roa, 22 de abril de 1776… 88 La fecha de 1777 como término se da en la Escritura de obligación de la prosecución de la obra de la iglesia de Hoyales hasta la torre de ella por José Tristán. 3 de octubre de 1789, Protocolo 2202, fols. 330-332. AHPBu. Citado en Zaparaín Yáñez (2005), p. 283. En la inscripción del friso del propio templo se da la fecha de 1778. 89 Escritura de obligación para construir la iglesia de Hoyales de Roa, 22 de abril de 1776… 90 Zaparaín Yáñez (2002), pp. 458-461, 577-581. 91 Escritura de obligación de la prosecución de la obra de la iglesia de Hoyales hasta la torre de ella por José Tristán. 3 de octubre de 1789... Tristán examinó en 1782 la obra del ayuntamiento de Sotillo de la Ribera (Zaparaín Yáñez (2002), p. 440) y en 1786 de la construcción del clasicista arco del mercado de Palencia, desaparecido en 1909; en ese momento, Tristán, titulado profesor de Arquitectura, era vecino de Baltanás (Barreda Marcos (1999), p. 446). Como se ha indicado al principio, en 1789 Tristán realizó un proyecto para un puente cercano a Hoyales de Roa. 92 Escritura de obligación de la prosecución de la obra de la iglesia de Hoyales hasta la torre de ella por José Tristán, maestro arquitecto principal. 3 de octubre de 1789...

205 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera el coro y se hicieron otras obras menores. 93 De este modo, la iglesia adquirió la fisonomía que actualmente posee.

La unión entre la torre antigua y las naves die- ciochescas es forzada y además la entrada actual a través de la nave lateral no resulta la más idónea. Las trazas de Ubón para Hoyales están en para- dero desconocido, pero probablemente falte de realizar de su plan un último tramo de las naves, eliminando la torre tardogótica, el cual contendría el coro alto y solucionaría los problemas de ac- ceso y colocación de campanas y reloj a través de una espadaña o de una o dos torres hacia la plaza, dando una adecuada presencia urbana al templo. Seguramente esta última fase no se pudo hacer por falta de dinero: a la crisis económica de los últimos años del siglo XVIII y principios del XIX siguió la guerra de la Independencia, su postguerra y, a partir de 1835, la Desamortización de Mendizábal, que dejó a la Iglesia en España sin buena parte de su capacidad económica.

2.4.- Análisis arquitectónico y formal de la iglesia de Hoyales

Una decisión importante tomada por Ubón a la hora de realizar su proyecto fue cambiar el eje de la iglesia y girarlo para que se adecuara al solar; el viraje se haría inclinándose al mediodía 18 pies, desviándose del septentrion donde tiene el inconveniente de ciertas casas que distan del medio de la nave mayor 23 pies .94 De este modo podría hacer un templo notablemente más an- cho que el preexistente con la posibilidad de dotarlo de una fachada que presidiera la plaza y que, como se ha visto, no se llegaría a cons- truir. Puede apreciarse que para la cuestión de la orientación de la iglesia tuvo en este caso mucho peso la trama urbana circundante.

Para la planta, Ubón utilizó una disposición tradicional basilical de tres naves y transepto, Hipótesis de proporción de planta basada en un cua- que se marca levemente en el perímetro del drado cuyos lados se dividen en diez partes aplicada a edificio. Como se ha visto, el cura y el mayor- distintas iglesias dieciochescas de la región.

93 Domingo Zapatero (2002), p. 279. 94 Domingo Zapatero (2002), p. 278. Los autores han repasado las medidas de Ubón de acuerdo a sus planos y éstas son muy precisas, pues tienen unos errores de pocos centímetros. La medida de 18 pies podría apuntar a que, en el plan original, la iglesia disponía de un tramo más de los que actualmente posee.

206 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera domo querían llegar a las tres naves al embar- carse en el proyecto de ampliación. La forma de cruz latina además estaba sancionada por la tradición; el arquitecto José de Hermosilla y Sandoval escribió en 1750 un tratado, Architec- tura civil , que pretendía convertirse en libro de texto en la naciente Academia de San Fernan- do. Nunca fue impreso, aunque el autor, tras su redacción, fue profesor de la institución madri- leña durante algún tiempo, 95 justo en los años en los que Ubón pudo ser alumno en la misma. Ya se ha visto también su posible contacto con las ideas de Hermosilla a través de la construc- ción, por parte de su compañero Becerril, del mueble del relicario de la Aguilera. Hermosilla, en su tratado, dice que:

La figura más común, que desde que se construió en el año de 324 por Constantino el Grande la Basilica de San Pedro, se ha ob- servado en los templos es la de la cruz, para significar aun con lo material del edificio el principal instrumento de nuestra Redempción; Pero pueden también construirse circulares elipticos, quadrados, o en qualquiera otra fi- gura perfecta, según la comodidad del sitio. 96 Interior de la iglesia desde el coro. Manifestando además la importancia de las condiciones del solar para la elección de la dolos muchas veces a relaciones antropométri- planta del templo. Además, el tipo de planta cas. En la planta de esta iglesia de Hoyales se de cruz latina es habitual en el Barroco y así ha encontrado un sistema de proporciones en el aparece reflejado en los principales tratados que, dividiendo en diez partes la anchura total españoles del momento. 97 Suele poseer una del templo, tendríamos que cuatro partes le co- cúpula en el crucero, lo que permite por un rresponderían a la nave central y, el resto, a las lado conjugar una idea longitudinal y focaliza- naves laterales, pilares y muros perimetrales; co- da en la nave central (acorde con las ideas de locando un cuadrado en el crucero y dividiendo arquitectura templaria emanadas del Concilio en diez partes cada lado, da la situación de los de Trento) y de templo centralizado en el sec- pilares torales. Se hallan proporciones semejan- tor de la cabecera; además, al avanzar por la tes (o variantes de las mismas) en algunas otras nave, la cúpula del crucero va cambiando de iglesias contemporáneas de la región. apariencia, algo muy grato a la búsqueda de dinamismo del Barroco. 98 En la iglesia que nos ocupa tal vez lo más elaborado sea los alzados interiores. Material- Desde la Antigüedad, el uso de sistemas de mente, parte de sus elementos son en realidad proporciones fue importante para lograr la be- una decoración de estuco aplicada a los muros, lleza y la estabilidad de la arquitectura, refirién- pilares, arcos y bóvedas que forman la estruc-

95 García Sánchez (2011), pp. 15-18. 96 Architectura civil de D. Joseph de Hermosilla i Sandoval. Manuscrito. BNE, MSS/7573, p. 256. 97 Rodríguez G. de Ceballos (1997), p. 176. 98 Norberg-Schultz (1979/2010), pp. 136, 145-147. Wolfflin (1888/1986), pp. 124-125.

207 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera tura de la iglesia; pero no hay que perder de vista que esta decoración y la propia estructura forman un todo en la composición y que el es- pacio sería incomprensible y perdería casi todo su carácter sin aquella.

En toda composición que se base en el len- guaje clásico, como este alzado interior, es im- portante la elección del orden arquitectónico, pues, como indica su propio nombre, con sus proporciones la ordena. Ya en los Diez libros de arquitectura del romano Vitrubio se da a cada orden un carácter, desde la virilidad del dórico a la grácil feminidad del corintio, mientras que el arriba mencionado tratadista del siglo XVI Se- bastiano Serlio daba instrucciones detalladas para utilizar en los templos cada orden de acuerdo a esta idea: dórico para iglesias dedicadas a santos militantes, jónico para los paternales y sabios, y corintio para las vírgenes. 99 Sin embargo, aunque como se ha visto Ubón conocía probablemente el tratado de Serlio, dispuso en este caso un or- den jónico para una iglesia dedicada a un mártir. Comparación entre la codificación del orden jónico dada por Serlio (izquierda) y el orden empleado Quizás nuestro maestro siguió en esto propuestas por Ubón en Hoyales. como las que expone Hermosilla en su tratado: las recomendaciones de Serlio poseerían un tinte capiteles fueron reelaborados en la centuria si- profano y pagano y, dado que las iglesias eran guiente por los maestros del Barroco romano para el culto divino, debían trazarse con orden Bernini y Borromini en obras como las facha- corintio o el más rico que se pudiera costear. 100 das de San Andrés del Quirinal y San Carlino. 102 El orden jónico era apreciado en esta época y En España, se emplea una variante en la Puerta muestra de ello es que su delineación apareció de los Hierros de la catedral de Valencia, cons- en esa época con mayor frecuencia que los de- truida a partir de 1703 por el germano formado más en los temas propuestos para las pruebas de en Roma Conrad Rudolf, 103 pero su más tardía la Academia de San Fernando. 101 difusión seguramente fue a través de la arqui- tectura cortesana y académica, con su impor- De todos modos, el jónico empleado por tante influjo italiano; así, se hallan por ejemplo Ubón es un tanto peculiar, pues posee guirnal- capiteles de este tipo en las pilastras del patio das enlazando las volutas de los capiteles. Esta central del Palacio Real de Madrid. Muestra de reinterpretación del orden gozó de difusión en su recepción por maestros y arquitectos loca- España en la segunda mitad del siglo XVIII. Sus les es su aparición en la iglesia parroquial de antecedentes se pueden rastrear hasta las fa- Valoria la Buena, obra de Manuel Godoy, o en chadas de los palacios gemelos de la plaza del el proyecto no realizado de biblioteca para la Capitolio de Roma, realizada antes de mediar universidad de Valladolid de Francisco Álvarez el siglo XVI con diseño de Miguel Ángel; estos Benavides, terminados ambos en 1774. 104

99 Summerson (1963/2008), p. 20. 100 Architectura civil de D. Joseph de Hermosilla i Sandoval. Manuscrito. BNE, MSS/7573, pp. 259-260. 101 Quintana Martínez (1983), p. 102. 102 Summerson (1963/2008), pp. 98 y 99. 103 Villaplana Zurita (1997), p. 16. 104 Publicado este último en Merino Beato (1990), p.353.

208 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera

Sucesión de arcos triunfales en la nave central de la iglesia de Hoyales.

Ubón da al entablamento 1/4 de la altura to- Esto es inédito en Ubón, quien, como se ha visto, tal de la pilastra, lo cual recoge Serlio en sus había seguido hasta entonces pautas postescu- textos. Sin embargo, nuestro maestro no sigue rialenses en el interior de sus templos. Los orí- a este tratadista italiano en la proporción de los genes de esta forma de plantear el interior de elementos del entablamento –arquitrabe, friso y una iglesia estarían en la Basílica de San Andrés cornisa–, pues dota a esta última de una mayor de Mantua, de Leon Battista Alberti, construida potencia en detrimento del arquitrabe y supri- aproximadamente en el último tercio del siglo me los dentículos, esto último quizás por hacer XV y cuya nave renacentista se organiza a través más sencilla la ejecución: es de suponer que el de una sucesión de arcos triunfales. Un siglo des- entablamento se elaborara deslizando repetida- pués, Vignola utilizó también una composición mente una terraja (una pieza de madera o chapa similar en la iglesia romana del Gesù, muy difun- con el negativo del perfil de la moldura) sobre dida durante el Barroco. Probablemente Ubón la masa fresca de estuco, obteniendo así su for- fue influenciado a través de la arquitectura aca- ma. Por otro lado, las pilastras de Ubón llevan démica, con sus referencias italianas; el proyecto basa ática. Nuestro maestro no da muestras de presentado por Julián Sánchez Bort para el pre- utilizar la codificación de los órdenes dada por mio de arquitectura de primera clase de 1753 de Vignola que en ese momento aconsejaba fre- la Academia de San Fernando y que quedó se- cuentemente la Academia de San Fernando. gundo –convocatoria en la que Ubón se presen- tó para el premio de tercera clase– posee clara La organización del alzado interior es singular influencia del Gesù en su sección, mientras que en la región, pues las pilastras aparecen parea- otros proyectos académicos, como el Templo del das formando una sucesión de arcos triunfales. Honor y la Inmortalidad realizado por el burga-

209 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera

Comparación entre distintos ejemplos de arcos triunfales dieciochescos de la región y sus proporciones. Las dos primeras filas están dibujadas a la misma escala, mientras que la fila de abajo se representa a la mitad de esa escala.

210 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera lés Fernando González de Lara para los premios en dos de sus caras, a partir de un arco triun- de la Academia de 1772, muestran también alza- fal que cuenta con anchas pilastras únicas, que dos interiores a partir de arcos triunfales. 105 compositivamente funcionarían como pareadas. Todo se inscribe en un cuadrado y a su vez, otro En las proporciones de estos arcos triunfa- cuadrado menor marca la apertura del vano. Más les del Hoyales detectamos también una posi- humilde y de autor anónimo es la portada de la ble influencia serliana: se ajustan al trazado que parroquia de Barruelo del Valle (Valladolid), pro- este tratadista presenta al final de su Libro primo bablemente realizada a finales del siglo XVIII. 109 d’architettura para situar una puerta dentro de En este caso se remata con frontón y pináculos, un lienzo de muro cuadrado, muy usado duran- éstos de influencia barroca, y el cuerpo bajo, que te en Renacimiento y Barroco. El vano muestra se organiza mediante un rectángulo de propor- proporción sesquiáltera, es decir, 2/3, algo usual ción áurea, se acorta notablemente, al igual que en estos elementos. sus pilastras toscanas, para que toda la composi- ción entre también en un cuadrado. Puede ser de interés comparar este arco triunfal de Hoyales de Roa con otras versiones Por último, en la misma época que esta igle- del mismo tema que aparecen en la región du- sia de Hoyales se levantaron en la región dos rante el siglo XVIII. En 1771, el maestro natural puertas de ciudades a modo de arcos triunfales de Olmedo Pedro González Ortiz trabajaba en la en Palencia y Valladolid, hoy desaparecidas, el construcción de la iglesia de San Miguel de Vega Arco del Mercado y las Puertas del Carmen o de Valdetronco (Valladolid). Ortiz tuvo una ca- de Madrid, respectivamente. El primero, parece rrera similar a la de Ubón, pues fue un maestro que trazado por el académico Francisco Prieto con formación gremial que acabó titulado por con la colaboración del ingeniero militar Loren- San Fernando como Académico de mérito. 106 La zo San de Sedán hacia 1785,110 mostraba formas nave única de esta iglesia, erigida gracias a un ya neoclásicas, con un orden dórico cuidado, patrocinio episcopal107 que debió de sufrir al- aunque con ciertas licencias como los estiliza- tibajos dada la diferente calidad de sus partes dos triglifos; el segundo, llevado a cabo por el altas frente a las inferiores, se articula también maestro de obras Anacleto Tejeiro y terminado a través de arcos triunfales, de orden toscano en 1780,111 estaba mucho más vinculado con el con entablamento atrofiado en este caso, que Barroco, su orden dórico tenía bastantes adap- acogen una estimable colección de retablos de taciones (la más notable, unas pilastras cajeadas estilo Rococó, todo con una configuración de y unos triglifos de anchuras distintas) y se ale- marcadas diferencias con la de Hoyales, a pesar jaba de la preceptiva académica, de modo que de seguir conceptos cercanos. la Real Academia de Bellas Artes de Valladolid propuso como tema para su premio de Arqui- La torre de la parroquia de , cons- tectura de primera clase de 1787 el delinear la truida entre 1732 y 1735, ha sido atribuida a Do- puerta enmendando los defectos que hay en ella, mingo de Ondátegui. 108 Como se ha visto, Ubón sujetándola a la buena arquitectura.112 posiblemente tuvo contactos con este maestro durante su formación y primera época. El cuer- La comparación entre estos arcos triunfales po de campanas de la citada torre se resuelve, muestra las maneras alternativas de solucionar

105 Publicados ambos proyectos en Quintana Martínez (1983), pp.28-29 y 88-89. 106 Sobre esta iglesia y la trayectoria de González Ortiz, Sáiz Virumbrales & Sánchez Rivera (2017), pp. 255-259. 107 El patrocinador fue Bartolomé Sarmentero, natural del pueblo y obispo de Vic (Parrado del Olmo (1976), p. 82). 108 Sánchez Rivera (2014) , pp. 246-251. 109 Parrado del Olmo (1976), p. 28. Las cuentas de fábrica de la iglesia conocidas solo abarcan el periodo de 1818 a 1821. Caja 1 de cuentas de la parroquia de Barruelo del Valle, ADVa. 110 Urrea Fernández (1978), p. 511. 111 Fernandez del Hoyo (1981), pp. 178-179. 112 Caamaño Martínez (1963), p. 109.

211 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera

Comparación entre el crucero de la iglesia de Hoyales y un grabado de Filippo Juvarra (extr. de Ferrero (1970), p. 376). La fotografía de Hoyales se ha deformado para ser comparada con la dramática perspectiva dada por Juvarra. el mismo tema en distintas ocasiones cercanas en el tiempo y en la misma región.

Un problema tanto compositivo como estruc- tural es la solución de los pilares del crucero. En este caso, Ubón recurre a seguir estrictamente con los arcos triunfales y juntar las pilastras ex- tremas en la esquina del crucero, en lugar de seguir la fórmula tradicional en el Clasicismo y Barroco de dejar entre ellos un codillo. Se ha detectado esta solución en uno de los grabados del arquitecto italiano Filippo Juvarra para la Comparación entre los alzados interiores de la sacristía de edición impresa del libreto de la ópera Giunio El Burgo de Osma (extr. de Jiménez Caballero (1997) y la Bruto , representada en Viena en 1711 ante el nave de Hoyales de la Roa (abajo). emperador José I113 y que muestra unas líneas muy similares a las de la iglesia de Hoyales. cañón con lunetos y el encasetonado a partir Aunque es muy improbable que Ubón conocie- de hexágonos que muestran, realizado en estu- se directamente el grabado, las ideas de Juva- co, es muy similar en ambas, aunque en Hoya- rra pudieron influirle a través de la arquitectura les está adaptado, pues algunas molduras están cortesana y académica madrileña, en la que éste simplificadas, los arcos fajones más marcados y tuvo gran peso. la bóveda tiene menor desarrollo en general. El acabado de la bóveda oxomense parece basarse En el abovedamiento de la nave central, en el proyectado por Ventura Rodríguez en 1755 como antes se ha adelantado, es claro que tuvo para la reforma del interior de la iglesia de La gran influencia la sacristía de la catedral de El Encarnación de Madrid que sigue modelos del Burgo de Osma, realizada por Ubón poco antes Barroco romano, usados también por Diego de de acometer esta iglesia. Ambas bóvedas son de Villanueva, hermano de Juan, para a su vez re-

113 Ferrero (1970), pp. 376-377.

212 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera modelar el interior del templo de las Descalzas Reales de la corte. 114 Sin embargo, frente a los entablamentos continuos que aparecen en estas dos obras de Villanueva y Rodríguez, Ubón en Hoyales lo rompe mediante un leve avance que coincide con las pilastras, remarcando la separa- ción de cada tramo de la nave y acentuando la estructura; otra diferencia es la aparición en los arcos fajones de este templo de yeserías con mo- tivos de rocalla, lo que parece emparentado con el Barroco tradicional que cultivaba Ubón en los inicios de su carrera, que recibió la influencia de la rocaille del Rococó francés, empleada con frecuencia en yeserías y retablos. En el discurso estructural de nuestras bóvedas hay una licencia: sobre cada pareja de pilastras se halla un fajón, Abovedamiento e iluminación de la iglesia de Hoyales. cosa que no ocurre en los extremos de los bra- zos del transepto, donde hay un divorcio entre la estructura bajo el entablamento y el aboveda- Esta jerarquización de todos modos está miento, pues sobre las pilastras no hay arco. Una muy clara por su relación de escala en la sec- posible interpretación de ello es que se buscó ción transversal de la iglesia: tanto la nave una bóveda de apariencia más desarrollada en el central como las naves laterales siguen en su crucero para dotarlo de mayor desahogo. relación ancho/alto la proporción sesquiálte- ra, esto es, 2/3, pero las laterales son mucho Cada tramo de la nave cuenta con dos venta- más pequeñas que la central, que protagoniza nales ovales laterales que generan sendos lune- el espacio interior del templo. El clímax de la tos en la bóveda. La unión de éstos con el cañón sección transversal es claramente el cimborrio principal no se realiza con un ajuste del luneto sobre el crucero. Éste se apoya en los arcos en planta triangular, como era tradicional, sino torales y muestra al exterior un volumen ci- que sigue la curva de intersección de los ca- líndrico coronado por un tejado y remate con ñones, solución frecuente en la arquitectura de bola, veleta y cruz de hierro. En el interior, la Ilustración, con su rigor geométrico. En los se soluciona como una media naranja sobre extremos del transepto aparecen sendos huecos un bajo tambor, adornado con yeserías en for- de forma semicircular, motivo muy empleado en ma de placas y rocalla. No lleva linterna y su el período. La importancia de la adecuada ilumi- iluminación se resuelve con cuatro ventanas nación de los templos también aparece reflejada ovales a caballo entre el tambor y la cúpula, si- en el tratado arriba mencionado de José de Her- tuadas en las diagonales del crucero, de forma mosilla: Una de las principales comodidades que que buscan las limahoyas de los tejados para requiere todo templo es tal avundancia de luz, permitir la entrada de luz, algo ya experimen- que en qualquiera parte se pueda leer comoda- tado por Ubón en la iglesia de Campillo de mente en las horas regulares sin el auxilio de Aranda. Existe un cimborrio muy similar, que la artificial .115 La nave central de nuestra igle- pudo influir en el de Hoyales, en el Santuario sia es muy clara, mientras que las laterales, que de Nuestra Señora de Hornuez, construido en- se cubren con bóvedas de arista prácticamente tre 1768 y 1774 por José Díaz Gamones, arqui- sin decoración, no poseen luz directa y perma- tecto de las obras reales de La Granja de San necen en cierta penumbra, jerarquizándose así Ildefonso, 116 aunque el exterior en este caso se también el interior. soluciona como un prisma octogonal.

114 Reese (1976), pp. 108-110. 115 Architectura civil de D. Joseph de Hermosilla i Sandoval. Manuscrito. BNE, MSS/7573, p. 258. 116 Ángulo López (2004), p. 73.

213 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera

Proporciones de la sección transversal de la iglesia. El interior del templo de Hoyales posee una tente en su nuevo templo, aunque no sabemos serie de retablos seguramente procedentes de si siguió una iniciativa propia o si fue algo suge- la iglesia anterior y que han encontrado lugares rido o impuesto. El efecto integrador en el altar adecuados en el actual edificio. Se concentran mayor está actualmente algo deslucido, pues se en el crucero y cabecera. En los extremos del han eliminado en el testero los enlucidos de- transepto se ubican sendos retablos barrocos jando expuesta la mampostería, que nunca fue gemelos con columnas salomónicas que han de pensada como visible, y el retablo se halla un ser los que realizó Diego de Suano a finales del tanto descontextualizado. siglo XVII; el del lado norte está dedicado al Cristo, mientras que el del sur está presidido por Las condiciones dadas por Ubón para cons- la Inmaculada. Esta disposición parece rememo- truir la iglesia dejan claro que los muros serían rar la que tenían las dos capillas del crucero de precisamente de mampostería, con los zócalos la iglesia antigua. En el muro este de los brazos (y los esquinazos) de sillería y el interior, todo del crucero y enfilados por las naves laterales, de albañilería y estuco, con los pilares en sille- se hallan sendos retablos que podríamos datar ría. El exterior muestra sus sobrios volúmenes de aproximadamente en el segundo cuarto del si- piedra, con los vanos resueltos con dovelas bien glo XVIII. Por último, en la cabecera se ubica el cortadas, aunque en la nave central, los entrepa- retablo mayor, de principios del siglo XVII. Es- ños, que poseen arcos de ladrillo para resolver las tos tres últimos retablos se encuentran encastra- ventanas, muestran un acabado, muy degradado, dos en unos nichos realizados para ellos en las en forma de falso despiece de sillería; mientras, paredes, por lo que parece que su disposición el cimborrio está enfoscado. Las cornisas de re- fue pensada al construir la iglesia. Frente a la mate son de piedra bien labrada y cortada menos Academia, que despreciaba la retablística barro- la del cimborrio, mucho menos delicada en su ca tradicional, Ubón da muestras de buscar la trazado que las demás, quizás fruto de alguna integración de los retablos de la iglesia preexis- reforma o reparación que haya sufrido.

214 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera

Exterior de la iglesia desde el noreste.

Actualmente, el mayor problema que posee de los siglos XV al XVIII y de la que nos queda el edificio parece ser el de las humedades que la parte de los pies, con la interesante torre que le transmite el terreno en la zona de la cabece- se ha vinculado con otros ejemplos de la zona ra, pues al encontrarse en pendiente, el edificio estableciendo su cronología, fue sucedida por la está bastante enterrado en esa parte. Ubón pre- actual, trazada por Ángel Vicente Ubón en 1776, vió esto pues proyectó y realizó una galería de poco tiempo antes de fallecer, y construida en aireación subterránea por detrás del testero del dos fases, faltando probablemente de hacer los templo, que impediría que la humedad dañara pies del templo. En su trayectoria, Ubón –cu- los muros; sin embargo, esta galería actualmen- yos orígenes se han perfilado más– da muestras te no funciona bien, pues apenas ventila, y las de nutrirse de soluciones que fue conociendo y humedades son muy evidentes. experimentando, lo cual también se refleja en nuestra iglesia, cuya bóveda es claramente un reflejo de la cubrición de la sacristía de la cate- CONCLUSIONES dral de El Burgo de Osma, trazada en su mayor parte por Juan de Villanueva y construida por Con el presente trabajo se ha profundizado Ubón. Nuestro arquitecto consigue en Hoyales en el conocimiento de los edificios que ha teni- un edificio volcado hacia dentro, con sobrios do la parroquia de Hoyales de Roa desde el siglo volúmenes exteriores y un rico interior en el XV. La anterior iglesia, realizada en el transcurso que tiene gran protagonismo la ornamentación

215 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera en estuco que, junto con la estructura, consigue Bonet Correa, A. (1994). Filippo Juvarra y la de forma poco onerosa un espacio con gran- gran arquitectura borbónica en España. En A. des influencias de la arquitectura barroca cor- Bonet Correa y B. Blasco Esquivias (coords.), tesana y académica, con sus referencias cultas Filippo Juvarra 1678-1736. De Messina al Pala- al Renacimiento y Barroco italianos, aunque sin cio Real de Madrid (pp. 25-43). Madrid: Electa. asumirla del todo, pues también se deslizan al- gunos ornatos de estilo Rococó y se integra una Brasas Egido, J.C. (1984). Noticias Documen- colección de retablos de estilo barroco tradicio- tales de artistas vallisoletanos de los siglos XVII nal. Por todo ello es, a nuestro juicio, una obra y XVIII. Boletín del Seminario de Estudios de singular del Barroco tardío en la región y de Arte y Arqueología, 50, pp. 464-476. marcada calidad, que merece ser más conocida por la sociedad y, por ello, promocionada. Caamaño Martínez, J.M. (1963). Datos para la Historia de la Real Academia de la Purísima BIBLIOGRAFÍA Concepción de Valladolid (1786-1797). Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología , 29, pp. 89-151. Alonso Romero, J. (1986). La arquitectura barroca en El Burgo de Osma . Soria: Centro de Calvo Caballero, P. (2014). Fiesta y devoción Estudios Sorianos. popular: la cofradía de San Pedro Regalado y Nuestra Señora del Refugio de Valladolid . Valla- Angulo López, J.M. (2004). Las ermitas en la dolid: Instituto universitario de Historia Siman- provincia de Segovia . Segovia. Excma. Diputa- cas y Excmo. Ayuntamiento de Valladolid. ción Provincial. Chueca Goitia, F. & Miguel, C. de (1949). La Arbaiza Blanco-Soler, S. et al. (1992). Catá- vida y las obras del arquitecto Juan de Villanue- logo. En Hacia una nueva idea de arquitectu- va ra. Premios generales de la Real Academia de . Madrid: Dirección General de Arquitectura. Bellas Artes de San Fernando (1753-1831) (pp. Chueca Goitia, F. (1983). Varia neoclásica. 33-198). Madrid: Real Academia de Bellas Artes Madrid: Instituto de España. de San Fernando, Comunidad de Madrid, Con- sejería de Educación y Cultura. Domingo Zapatero, E. (2002). La Comunidad de villa y tierra de Haza: Hoyales y Fuentelisen- Arranz Arranz, J. (1995). La catedral de Burgo do. Madrid: el autor. de Osma . El Burgo de Osma: Cabildo Catedralicio. Fernandez del Hoyo, M.A. (1981). Desarrollo Barreda Marcos, P.M. (1999): Construcción urbano y proceso histórico del Campo Grande problemática y derribo problemático: el arco del de Valladolid. Valladolid, Ayuntamiento de Va- mercado. Publicaciones de la Institución Tello lladolid, 1981. Téllez de Meneses , 70, pp. 443-459.

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218 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera toque a el terreplén, colocando en sus estremos que se ha de demoler, sujetandose el maestro unas puertas-rejas a manera de las bodegas para por vía de fianza a el adelanto de una sesta su ventilación, y dejando todo lo que se xuzgue parte del importe del total que se dividirá en nezesario para zementerio, formando en él su seis plazos, el primero será perzibido en prime- separación a el modo de la que hoy tiene; su ro de Mayo de setenta y seis: haziendo constar interior, gradas, y zocalo [de] silleria y las pilas- tener los adelantados, y los otros plazos subze- tras, o machones sueltos, que son quatro, mam- sibamente se irán adelantando de manera que postería concertada, o por mejor dezir, sillería, siempre se halle a favor de la iglesia uno de los con los paramentos a pico para que agarre la plazos, no rezibiendo el último hasta entregada arbañileria de que ha de ser todo el interior; to- dicha obra y dada por buena, lo que se hará dos los adornos de estuco bien acondicionado y como es costumbre por dos maestros nombra- trabajado según el diseño. Las fajas de las bóbe- dos por las partes; Dicho maestro será obligado das, de color de rosa; vidrieras, redes, rejas en a rezibir cualesquiera cantidad que importasen la sacristia, puertas y herraje correspondiente, los trabajos que los vecinos quisiesen hazer a emplomado del remate o cebolla de la capilla beneficio de la iglesia, siendo con arreglo a los mayor, bola, cruz y beleta con todo lo demás precios corrientes; en el planteo de dicha obra que la obra de suyo pide es, y debe entender[- se atenderá a lo que se advierte en el informe se como] obligación del maestro como también adjunto, que no se repite por parecer ocioso; quitar y poner los aletones, hazer separacion de con estas condiziones o relazión que sirva por iglesia para la más conforme dezenzia durante tal; y dichos planes, me obligo a la execución de la obra, todo como ba dicho de quenta del zita- dicha obra con todo arreglo en la cantidad de do maestro, sin dar lugar a contiendas, ni plei- noventa mil Reales Vellón, sin que se exceda en tos, ajeno de la rectitud, y sano fin que deben lo formal del precio a que se condesciende en la llevar los profesores arquitectos; Y de quenta respuesta fiscal por que el exceso que adbierte de la fabrica solo será el apronto de los cauda- se supone aumento de obras utilísimo a la igle- les de su ajuste, con mas aprobecho del zitado sia. El Burgo y Henero quatro de mil setecientos maestro lo que fuese útil de la iglesia, aparte setenta seis – Angel Vizente Ubon.

219 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera

APÉNDICE GRÁFICO I

220 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera

APÉNDICE GRÁFICO II

221 La iglesia de Hoyales y la arquitectura dieciochesca de la Ribera

APÉNDICE GRÁFICO III

222