'Puedo Prometer Y Prometo'
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BLOQUE 12 LA ESPAÑA ACTUAL TEXTO Nº 18. ADOLFO SUÁREZ, PUEDO PROMETER Y PROMETO. Creo modestamente que en esta nueva hora de España y al pedirles su voto no traigo mis papeles en blanco, ni soy una incógnita. Prometimos devolverle la soberanía al pueblo español, y mañana la ejerce. Prometimos normalizar nuestra vida política, gestionar la Transición en paz, construir la democracia desde la legalidad, y creemos que con las lógicas deficiencias lo hemos conseguido. Prometimos que todas las familias políticas pudieran tener un lugar en las Cortes, y el miércoles pueden lograrlo. Pero si ustedes nos dan su voto: puedo prometer y prometo que nuestros actos de gobierno constituirán un conjunto escalonado de medidas racionales y objetivas para la progresiva solución de nuestros problemas. Puedo prometer y prometo, intentar elaborar una Constitución en colaboración con todos los grupos representados en las Cortes, cualquiera que sea su número de escaños. Puedo prometer y prometo, porque después de las elecciones ya existirán los instrumentos necesarios, dedicar todos los esfuerzos a lograr un entendimiento social que permita fijar las nuevas líneas básicas que han de seguir la economía española en los próximos años. Puedo prometer y prometo que los hombres de la Unión de Centro Democrático promoverán una reforma fiscal que garantice que garantice, de una vez para todos, que pague más quien más tiene. Puedo prometer y prometo un marco legal para institucionalizar cada región según sus propias características. Puedo prometer y prometo que trabajaremos con honestidad, con limpieza y de tal forma que todos ustedes puedan controlar las acciones de gobierno. Puedo, en fin, prometer y prometo que el logro de una España para todos no se pondrá en peligro por las ambiciones de algunos y los privilegios de unos cuantos. Discurso de Suárez dos días antes de las elecciones de junio de 1977. CLASIFICACIÓN El presente texto corresponde a una selección de párrafos del discurso pronunciado por el presidente de gobierno Adolfo Suárez el 13 de junio de 1977, justo dos días antes de las primeras elecciones democráticas celebradas tras la muerte de Franco. Es por tanto una fuente histórica primaria, de contenido político en tanto que expresa las líneas políticas del programa de su partido la UCD y escrito en forma de discurso oral para ser pronunciado antes las cámaras de TVE. El título “Puedo prometer y prometo” ha quedado como una de las frases símbolo de la transición. Aunque fue Suárez quien la pronunció, su autor intelectual fue el periodista Fernando Ónega, amigo y colaborador del Presidente. Este discurso, que está destinado a la opinión pública española y en especial a los posibles votantes, cabe encuadrarlo en una etapa política nueva para la España que dejaba atrás el franquismo e iniciaba la transición hacia la democracia CONTEXTO HISTÓRICO El 20 de noviembre de 1975 tras treinta y nueve años de dictadura muere el general Francisco Franco. En virtud de las Leyes y Principios del Movimiento Nacional el 23 de noviembre es proclamado Rey de España el príncipe Juan Carlos I. Este nuevo Rey tenía en principio los poderes absolutos que heredaba del dictador, así como un gobierno continuista de la política franquista, para que todo siguiera como el dictador había dejado dispuesto “atado y bien atado”. Desde el primer discurso de la Corona el día de la proclamación Juan Carlos I apostó por empezar a construir una nueva era política introduciendo palabras como concordia y su deseo de ser el 1 BLOQUE 12 LA ESPAÑA ACTUAL “Rey de todos los españoles” si bien el presidente de Gobierno Carlos Arias Navarro era fiel representante del continuismo franquista. Tras ciertos movimientos aperturistas muy tenues del propio Arias, el “espíritu de febrero” a principios de 1976, el enfrentamiento político entre el Rey y su primer ministro fueron en aumento lo que llevaría a Arias Navarro a dimitir el 1 de julio de 1976. Siendo elegido nuevo presidente Adolfo Suárez. A pesar de que muchos lo consideraban un joven político sin muchos méritos, procedente del franquismo y sin apariencia reformista, su gabinete será determinante para la restauración de la democracia en España. El 5 de julio de 1976 Adolfo Suárez juró su cargo como nuevo Presidente del Gobierno. Este nombramiento causó sorpresa general, las críticas a la decisión del Rey fueron casi unánimes. Tanto la clase política como los medios de comunicación consideraban que Suárez carecía de categoría política para emprender las reformas que el país necesitaba. Suárez consiguió la adhesión de los herederos del régimen franquista al proceso de reforma. El paso político más importante del gobierno de Suárez en este sentido fue la presentación en las Cortes para su aprobación de la Ley para la Reforma Política, en diciembre de 1976. Su autor principal era Torcuato Fernández-Miranda, gran jurista. El objetivo era transformar España en una democracia. Y todo ello con un telón de fondo configurado por la crisis económica, provocada, entre otros factores, por el aumento del precio del petróleo que elevó la inflación hasta el 20%. Suárez logró también la conformidad de la oposición con el proceso de reforma. Para ello fue fundamental la legalización del PCE el 9 de abril de 1977. Fue una de las acciones más atrevidas y brillantes de Suárez sobre todo ante la oposición del Ejército y lo que se llamó el “bunker” (los defensores políticos del franquismo más duro) Finalmente, el 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas desde 1936. Se crearon coaliciones políticas y se prepararon programas electores. En total, se presentaron casi 600 partidos políticos. Así, se formó la Unión de Centro Democrático (UCD), el partido político de Adolfo Suárez que pretendía aglutinar al electorado moderado (centro- derecha). A la derecha de la UCD se encontraba Alianza Popular (AP) dirigido por Manuel Fraga. Y a la izquierda el PSOE de Felipe González y el PCE de Santiago Carrillo. También participaron en las elecciones los partidos nacionalistas vascos, como el PNV (Javier Arzalluz) o catalanes como Convergencia i Unió (CIU) de Jordi Pujol. En un ambiente de efervescencia política, Suárez ganaría estas elecciones presentándose, como dice el texto, como un político que cumple sus promesas. La participación en las elecciones fue elevada, en un ambiente tranquilo y esperanzado. El pueblo español apoyó mayoritariamente el cambio democrático, consiguiendo el triunfo la UCD (Unión de Centro Democrático) del presidente Suárez (34 % votos). Estas elecciones a Cortes Constituyentes tenían por principal objetivo elaborar un nuevo marco jurídico y político de convivencia: la Constitución de 1978, sobre la que elaborar un régimen verdaderamente democrático que tuvo que enfrentarse por un lado a la resistencia que ofreció la extrema derecha política (el bunker y el pistolerismo de bandas como los guerrilleros de Cristo Rey) así como las ofrecidas por un aparato político-judicial claramente franquista (jueces, altos cargos de la administración y el Ejército) como por otro a la resistencia de la extrema izquierda nacionalista vasca (la banda terrorista ETA) y otros grupos terroristas como GRAPO y FRAP. 2 BLOQUE 12 LA ESPAÑA ACTUAL IDEAS El objetivo de este discurso era convencer a los votantes de que su opción era la mejor y, para ello, manejó impecablemente la audiencia y el compromiso. Una audiencia inmadura democráticamente, pero que deseaba y necesitaba comprar un proyecto político. Y un compromiso muy astuto que conectaba impecablemente las emociones del poder hacer (puedo prometer) con las del hacer (prometo) El inicio del discurso estuvo focalizado en las tres grandes promesas que se habían cumplido. No eran promesas banales, además de vitales, eran propietarias de un extraordinario impacto emocional. Venían referidas a la devolución de la soberanía, a la transición en paz y a que todas las familias políticas (es decir los partidos políticos) tuvieran su espacio. Pieza fundamental para esta apuesta política es que estuvieran “todos” los partidos políticos en clara referencia al Partido Comunista recientemente legalizado, sin el cual no se podrían considerar unas elecciones completamente válidas. El PCE había sido el partido fundamental de la lucha antifranquista. El mensaje, estructurado alrededor del impactante “puedo prometer y prometo” generó un enorme efecto de contagio emocional. Fue un mensaje que tuvo la capacidad de lograr que el pueblo comprara y soñara con esa visión que Adolfo Suárez tenía y compartía, a la vez que la habilidad de resultar inolvidable, fue el discurso más recordado de Suarez y posiblemente de la Transición democrática. 3 .