Fidel--Y--La--Guerra--Desconocida.Pdf
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Edición: Yudalmis Suárez Alberdi Diseño: Mónica Soler Quintana Corrección: Carlos Calderón Lazaga Composición: Lisset Herrera Acosta Foto de cubierta: Estudios Revolución © Elvin J. Fontaine Ortiz © Sobre la presente edición: Editora Política, 2014 Todos los derechos reservados. Se prohíbe la reproducción de esta obra sin la autorización de la Editora. ISBN 978-959-01-0953-9 Editora Política Belascoaín N.o 864, La Habana, Cuba Correo electrónico: [email protected] Internet: www.pcc.cu www.editpolitica.cu Al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, artífice principal de la lucha en esta guerra desconocida. A los entrevistados por su valiosa información. A las instituciones que me facilitaron los textos y contribuyeron a procesar este material. A la memoria de mi querido hijo Elvin Ernesto Fontaine Santamaría, que no pudo disfrutar la culminación de este libro, por su ayuda en los momentos iniciales de este y otros proyectos. A María Eugenia de la Vega por su resistencia, dedicación y profesionalidad. A Adolfo Simancas, Tamara Felipe, Lala Díaz, Hilda Castro y su laborioso equipo de trabajo. A las compañeras que laboraban con Chomy. A la Oficina de Asuntos Históricos y Publicaciones, en especial a Eugenio Suárez, Carmen Remigio, Betty, Emilio Lamí, Asunción Pelletier y Elsa Montero. A mi hermano Even por su importante ayuda económica durante más de veinte años para financiar los gastos que este libro ha implicado. Al general Humberto Francis Pardo por su solidaridad y ayuda sin reparos. A los tres Pedros: Socarrás, Menéndez y Cuesta; a Alberto Rivero, Orlando Altabás y otros de los talleres de la Seguridad Personal que me ayudaron a mantener mi maltrecho cacharro. A Sergio Sosa y otros que han mantenido los equipos de computación. A Grisel García, Nenita Álvarez y Olimpia Tiefenbrucker. A María Elena Gil, Mayito Comabella y Marcos González. A Silvino Álvarez, Francisco Rodríguez, Orestes Chaviano y José A. Cobas, que trabajaron voluntariamente por mí en ocasiones; a Nivaldo Pérez, José Nogueras y otros que colaboraron en este empeño. Al doctor Eduardo Torres-Cuevas por su espontánea ayuda y excelente prólogo. Al compañero Rolando Alfonso y sus colegas por su ayuda en la publicación de este proyecto. A mi esposa, mi hijo Regis, mis cuatro nietos; a mi hermano Elgin y su esposa Marina por su colaboración; a otros familiares, amigos y a todos los que de una forma u otra contribuyeron con la culminación de este libro. En la etapa final quiero agradecer a la Editora Política y en especial a José Duarte, Yudalmis Suárez y Mónica Soler por su profesionalidad y amor al trabajo. Prólogo Si el conocimiento de un tiempo histórico es, ante todo, captar las esencias de lo cotidiano, de los pequeños detalles que deci- den la trascendencia de los procesos vitales; si es captar el «es- píritu de una época» —el que anima ideas, riesgos y osadías de los hombres y mujeres que hacen la historia real— este libro es trascendente. No estamos ante un relato encontrado al azar en- tre viejos documentos archivados ni es el resultado de un histo- riador interesado en un tema doctoral. Es, por el contrario, el relato vivo de los participantes en acontecimientos desconocidos o poco y parcialmente conocidos y que revelan una guerra subsumida, de inteligencia, de energía y de desarrollo de un pro- ceso revolucionario de originales proyecciones en condiciones excepcionales. El libro es una gran aventura en la que participan jóvenes ex- traordinarios y sencillos que conforman la escolta del Coman- dante en Jefe y dirigentes de la Revolución en los años decisivos de la década inicial. Así dicho, no se comprendería el verdadero alcance de la obra. En esa lucha secreta, de inteligencia, riesgo y valor, se decidía el destino de la Revolución cubana. Apenas se comenzaban a constituir las organizaciones políticas, de masas y órganos armados y de seguridad; es en la misma lucha en la que se van articulando. Las acciones contrarrevolucionarias son sus- tentadas por poderosas fuerzas externas, desde el tirano domini- cano Rafael Leónidas Trujillo, la mafia organizada norteamerica- na, hasta la propia Agencia Central de Inteligencia (CIA). El desafío es enorme. El enfrentamiento desigual. Página a página, en los lugares donde pretende sembrarse la semilla contrarrevolucio- naria —muchos de ellos apenas recogidos en mapas generales de Cuba— aparece la figura única de Fidel Castro, primer ministro y Comandante en Jefe de las fuerzas revolucionarias. El autor ha dedicado más de tres décadas a entrevistar y recoger informaciones sobre los numerosos hechos en que participó la escolta del Comandante en Jefe acompañando a su querido y ad- mirado líder. En el Escambray o en la sierra de los Órganos, en la Sierra Maestra o en las llanuras de Matanzas, en las lomas de Baracoa y en las costas de Cuba, va Fidel a dirigir las operaciones más delicadas o toda aquella que corta de raíz el intento contra- rrevolucionario. Planifica cada operación detalle a detalle. Es un líder distinto a todos los conocidos; no se queda en una oficina, sorprende cuando aparece en medio del peligro, va delante, orga- niza y piensa desde lo estratégico hasta lo táctico, y la escolta marcha al combate como parte inseparable del propio entorno de su jefe. Este libro extraordinario le permite al lector conocer uno de los aspectos trascendentales de la personalidad de Fidel, reconocido por su gran capacidad como orador pero en ocasiones desconoci- do en los detalles que explican el lugar cimero que ocupa en la historia de Cuba, en la de Latinoamérica, el Caribe y en la histo- ria universal. Su extraordinaria capacidad para la toma de deci- siones, sus profundas convicciones revolucionarias puestas en práctica, más acá del discurso, en el «en silencio ha tenido que ser», y su permanente humanismo que sustenta la ética revolu- cionaria, dimensionan su figura más allá de apologéticas frases o de la mediocridad detractora. Porque, si heroico fue el período insurreccional de la Revolución, no menos lo es el de esta gesta desconocida pero definitoria. El autor de esta obra, el teniente coronel Elvin Fontaine Ortiz, contaba con diecisiete años cuando ingresó en la Sección de Seguridad Personal del Ministerio del Interior (Minint). Por su con- ducta y agilidad mental, fue seleccionado para formar la escolta 8 del Comandante en Jefe, entonces primer ministro. Estudió ta- quigrafía y desde 1968 comenzó a tomar notas de las conversa- ciones y testimonios sobre Fidel. En 1982, ya graduado como periodista, realizó entrevistas a los participantes en los hechos y a partir de esa fecha se dedicó en su tiempo libre a escribir esta historia desconocida. Es numerosa la información recopilada por el teniente coronel Fontaine Ortiz y de seguro pronto aparecerán otros títulos suyos que permitirán ir acercándonos a una visión coherente, real, viva y trascendente de la historia de la Revolu- ción cubana y de su hacedor y líder, Fidel Castro. Porque no per- damos de vista que la memoria proviene del conocimiento y par- ticipación en un hecho histórico que recordamos, y que puede naufragar en la desmemoria. O la escribimos, rescatándola, o se desvanece en el caos tendencioso de los tiempos y las manipula- ciones informativas. Por suerte, contamos con hombres como el autor de esta obra que me hizo conocer algo más —y mucho más— de mi tiempo histórico. Y, a los jóvenes de hoy, la epopeya que les pertenece, la grandeza de su patria, y una dimensión de Fidel que, aunque dicha, es insuficientemente conocida. Pienso que, entre otras razones, por la modestia del líder revolucionario. Un mérito adicional: escrita con sencillez, escapa de adjetivos innecesarios, traslada a escenarios épicos y atrapa con visión ci- nematográfica para llevarnos hasta el último punto. Eduardo Torres-Cuevas 9 Nota preliminar «Las buenas ideas nunca se abandonan». FIDEL CASTRO En 1985 comencé a recopilar documentos históricos, realizar entrevistas y preparar los guiones para posibles proyectos testi- moniales y de ficción. Utilicé parte de las vacaciones y algunas horas de descanso para ir escribiendo los borradores de los pri- meros capítulos de este libro y ordenar los materiales para otros. A veces he quedado estancado durante días y semanas por limi- taciones materiales, de tiempo y falta de comprensión. Algunos compañeros me ayudaron, me dieron aliento y me apoyaron en todos los sentidos. Este es el primer eslabón de un proyecto de rescate para evitar que se pierda una parte de la historia, por- que «la ignorancia es un enemigo terrible», como advirtiera Fidel en una ocasión. Del gran cuadro de la lucha contra el bandidismo quedan pasa- jes y detalles aún por develar. La mayor parte de los testimonios presentes en este volumen dormían en la mente de los partici- pantes en una guerra desconocida contra los enemigos de la Re- volución; documentos inéditos en archivos o gavetas particula- res esperaban para salir a la luz. Algunos compañeros guardan una imagen borrosa en su mente; otros mantienen una lucidez increíble y narran como si estuvieran viendo una película. Creo que era necesario rescatar estas vivencias y ofrecerlas tal y como sucedieron para que la generación actual y las futuras conozcan esta etapa de lucha del pueblo, con sus dirigentes en la primera línea de combate. 11 Una revolución popular, un Gobierno popular que adopte medi- das en beneficio de su pueblo, encontrará siempre la resistencia de los elementos y grupos sociales que se ven afectados por las leyes revolucionarias. Entonces el enfrentamiento entre las cla- ses se hace inevitable, las fuerzas enemigas son apoyadas por los Gobiernos reaccionarios, por el imperialismo yanqui y por otras potencias extranjeras; la violencia armada, el bandidismo, las agresiones, los sabotajes y todo tipo de acciones hostiles se de- ben enfrentar con urgencia y liquidar a los enemigos del pueblo.