TODO ES AYER Monterrey en las fugas y el retorno de Elena Garro La Sultana del Norte fue para la autora de Los recuerdos del porvenir la puerta de salida para conjurar el asedio político que la mantenía marginada a raíz de los movimientos estudiantiles y de las manifestaciones sociales de 1968 y fue la primera ciudad en invitarla para rendirle un magno homenaje tras vivir años atrapada en el drama de la reacción y del exilio.

PATRICIA ROSAS LOPÁTEGUI UNIVERSIDAD DE NUEVO MÉXICO

ara la escritora Elena éste a recibir un homenaje. pena ser ricos. A la gente de Garro (1916-1998) el Para Garro, Monterrey repre- Monterrey, en cambio, no le da norte, especialmente sentaba “otra dimensión. Ahí lle- ninguna pena. Es gente muy es- Monterrey, significó la gas al extranjero”, señalaba. Pero pecial y muy acogedora. Pvida en contraposición a la no se refería a la norteamerica- “La ciudad llena de avenidas y muerte. Estuvo ligada a la capi- nización. “No son ni norteame- puentes. Las casas son suma- tal del estado de Nuevo León en ricanos ni mexicanos. Son como mente lujosas, pero con un lujo diferentes tiempos y por diversas romanos. Parecen, al menos a mí diferente al de la Ciudad de Mé- circunstancias. me lo parecieron, patricios y pa- xico, casas realmente fastuosas, Ahí se refugió antes de partir a tricias romanos. Poderosos, ele- los muros llenos de cuadros: de Nueva York, en junio de 1969, a gantísimos, personas que no se Cuevas, de Sorianos. Son como raíz del asesinato de Carlos Al- ven en el resto del mundo. Es un protectoras de las artes, seme- berto Madrazo Becerra, cuando estilo muy distinto al del Distrito jantes a los mecenas de otros huía de la “cacería de brujas” de- Federal o al de la provincia”. tiempos”1. satada por el gobierno de Gus- “Sus mujeres están cargadas de Activista política y social.- tavo Díaz Ordaz después de la poder, son mujeres que ya no se Elena Garro no sólo es una de masacre del 2 de octubre de ven. Es la única parte en donde las escritoras más relevantes del 1968 en Tlatelolco. he visto que las mujeres tienen el siglo XX, sino que también se Por la Sultana del Norte cruzó poder por sí mismas, sin nece- distinguió por su activismo en la frontera hacia Estados Unidos sidad de manipulaciones. Son defensa de las causas campesinas, a finales de septiembre de 1972 mujeres muy bellas, elegantísimas. en búsqueda de la justicia, la rumbo a un doloroso exilio que “En Monterrey los ricos saben pluralidad y la democracia. se prolongó durante diecinueve ser ricos. En otros lugares los Su lucha a favor de los pue- años y a ella regresó después de ricos esconden su riqueza, les da blos indígenas se inició a finales

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La escritora Elena Garro captada durante la conferencia de prensa en la que desmiente ser instigadora de los sucesos estudiantiles de 1968.

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rráneos con La semana de colores (1964), colección a la que per- tenece uno de sus relatos más emblemáticos: “La culpa es de los tlaxcaltecas”. Cuando Carlos Alberto Ma- drazo Becerra fue designado presidente del Partido Revo- lucionario Institucional (PRI), en noviembre de 1964, la periodista se reencontró con su antiguo colega universitario. Desde su puesto, el político tabasqueño se propuso desarticular al sistema totalitario mexicano y Garro se convirtió en una de sus voceras. Publicó artículos y reportajes que desglosaban la corrupción y las represalias de los caciques y funcionarios en contra de los campesinos y difundió la ideo- La escritora fue una activista que luchó siguiente para aislarla de los mo- logía del estadista. Madrazo sólo y sostuvo sus convicciones contra un vimientos sociales. pudo aplicar sus reformas du- sistema totalitario. En la imagen, junto a Su combate y su rebeldía en rante un año. Los oligarcas en- con campesinos a los contra de la autocracia y de la contraron los medios para de- que defendió. Abajo, Carlos A. Madrazo. sociedad falocéntrica provoca- sacreditarlo y expulsarlo de sus ron su destierro. Se trasladó con filas partidistas. de 1956. Se involucró con los co- su hija Helena Paz Garro a Nue- Las huelgas y las protestas por muneros de Ahuatepec, More- va York y después a Europa. la falta de libertad de expresión los, para defenderlos de la rapiña Regresaron a México en junio de y de oportunidades económicas de los terratenientes y funcio- 1963. siguieron en ascenso y provo- narios dedicados a masacrar a los Elena Garro estaba muy lejos caron el surgimiento del movi- dueños originarios de la tierra y de doblegarse ante el poder y miento estudiantil. Al mismo así apoderarse de sus derechos y volvió a retomar la rienda de su tiempo que el gobierno enfren- de sus bienes. Vale la pena recor- activismo social. Dos temas taba las demandas de los estu- dar que en este periodo final- dominaron su vida en los años diantes y de la población en ge- mente se dio a conocer como sesenta: la defensa de los indí- neral a mediados de 1968, los escritora. El 19 de julio de 1957 genas y la escritura. A su seguidores de Madrazo le el grupo Poesía en Voz Alta llevó retorno apareció Los exigieron la forma- a la escena tres de sus piezas en recuerdos del porvenir ción de un nuevo un acto: Andarse por las ramas, Los (1963), la novela partido: Patria pilares de doña Blanca y Un hogar en donde enjui- Nueva, organis- sólido2. ció la corrup- mo que de in- Poco tiempo después su con- ción del sis- mediato tienda a favor de los campesinos tema posrevo- amenazó la morelenses fructificó y, en enero lucionario y estabilidad de de 1959, ganó en un juicio las diseccionó los “la familia propiedades comunales de tejemanejes posrevo- Ahuatepec, junto con el líder que provoca- lucionaria”. agrarista Enedino Montiel Ba- ron la Guerra La intoleran- rona. No obstante, Adolfo Ló- Cristera. En esta cia del Estado pez Mateos, presidente de Méxi- época también no se hizo espe- co, la obligó a salir del país al mes asombró a sus cote- rar y eliminó a am-

32 / ATISBO TODO ES AYER bos movimientos el 2 de octubre tadas por el Estado, contra Ma- cesión presidencial’”. En ese en La Plaza de las Tres Culturas. drazo y Garro como los princi- sentido reveló la conspiración de Unos días antes, el 28 de sep- pales instigadores de los sucesos Luis Echeverría en su escalada tiembre, Elena Garro recibió una estudiantiles como parte de un por la presidencia5. amenaza de muerte vía telefónica complot para derrocar al go- La respuesta de Garro en su y abandonó su casa en Alencastre bierno e implantar un régimen defensa también padeció la ma- 220, ubicada en Lomas de Vi- comunista4. nipulación de los medios al ser- rreyes, acompañada por su hija Ese mismo 6 de octubre, la es- vicio del erario. El encabezado Helena. Aterrorizadas, al día si- critora dio una conferencia de de El Universal fue el más ten- guiente se refugiaron en el do- prensa para desmentir las decla- dencioso: “Culpa Elena Garro micilio de María Collado3. En ese raciones de Campos Lemus en a 500 intelectuales”. De acuerdo espacio escucharon las sirenas de su contra. Excélsior asentó: “llamó con el reportero, la dramaturga las ambulancias y los ecos de la repetidas veces a la Dirección declaró: “No son los estudiantes matanza en Tlatelolco. Federal de Seguridad para ‘ser los verdaderos responsables de Todavía la escritora no se ima- detenida y fusilada’ si se prueba la agitación contra el gobierno ginaba el alud que se cerniría so- que ella ha formado parte del del presidente Díaz Ordaz, sino bre ella. El 6 de octubre los prin- grupo intelectual que intenta un grupo de más de 500 inte- cipales periódicos del país difun- derrocar al gobierno. lectuales mexicanos y extranjeros, dieron las acusaciones de uno de Pidió un careo con la mayoría de ellos es- los dirigentes principales del Con- Sócrates Campos, a cudados en altos sejo Nacional de Huelga, Sócrates quien calificó de ser empleos en la Amado Campos Lemus, orques- el ‘mascarón de Universidad Na- proa de un pro- cional Autónoma En la portada de La Prensa, Garro, blema político in- de México y del 6 además de Madrazo, es relacionada terno del PRI y Politécnico” . con otros supuestos implicados en el del gobierno ac- Al atribuirle a la complot: Humberto Romero Pérez y tual con miras a escritora la “dela- Braulio Maldonado. la próxima su- ción” de los intelec-

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campesinos despojados de sus tierras y por su alianza con Carlos A. Madrazo en su movimiento democrático que iba adquiriendo popularidad en 1968. La huida a Monterrey.- El 4 de junio de 1969 la cúpula en el poder exterminó a Carlos A. Madrazo en un sospechoso accidente aéreo, mejor dicho en un crimen de Estado. Una bom- ba hizo explotar el avión de la Compañía Mexicana de Avia- ción, vuelo 704, en el que via- jaban el tabasqueño y su esposa Graciela Pintado. A las ocho de la mañana la aeronave se estrelló contra el Pico del Fraile y perecieron los 79 pa- sajeros. (ver Atisbo No. 2) Mien- tras se le denigraba en la prensa, sin que ella pudiera defenderse ante la cerrazón de los medios al servicio del erario –los rotativos no volvieron a publicar ninguna de sus aclaraciones por órdenes de los poderosos–, la escritora fue presa del miedo. Pensando que también serían eliminadas decidieron empren- Garro desmiente ante los medios Ni Carlos Madrazo, ni Elena der la huida en junio de 1969. las declaraciones de Campos Lemus. Garro, ni los otros acusados fue- Desde diciembre de 1968 madre Los rotativos no volvieron a publicar ron conspiradores para derro- e hija vivieron “a salto de mata”: ninguna de sus aclaraciones. Abajo, el car a Díaz Ordaz; todo lo con- en la casa de María García Co- doctor Dante Decanini. trario, el gobierno fue el que or- llado, en un convento y en hoteles questó un complot en contra de con nombres falsos. Escribió en tuales, el Estado la enemistaba Madrazo y de la autora para eli- su diario: “Teníamos que irnos con éstos, la eliminaba de la arena minar la posibilidad de un Méxi- al norte. [...] nos fuimos a Mon- política y aniquilaba su activismo co más equitativo, justo y libre. terrey”8. en defensa de los campesinos. A partir de la masacre en Tla- Pero su situación era precaria: Esta nota se convirtió en el “ca- telolco la escritora fue si- “calor terrible. No teníamos ballito de batalla” de las fuerzas lenciada y quedó marca- dinero. Sólo un cheque represivas para eliminarla de la da por la persecución, de de vida política y cultural. Se inten- las mudanzas y la dos meses”, el cual sificaron la persecución, el des- “leyenda negra”. El pudieron cambiar crédito y el éxodo para la es- Estado la asesinó, gracias a Dante critora. Ya no habría vuelta atrás. desde el punto de Decanini9. Junto a su hija Helena estuvo ba- vista metafórico, Aun así, arriba- jo la coacción de Fernando Gu- por haberse atre- ron al Hotel Rama- tiérrez Barrios, el director de la vido a ventilar la da Inn, situado en Dirección Federal de Seguridad corrupción del sis- las faldas del Cerro (DFS), a quien llamaba “D’Ar- tema político mexi- del Topo Chico, en tagnan”7 y sus agentes. cano, defender a los San Nicolás de los

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El Hotel Ramada Inn, situado en las faldas del Cerro del Topo Chico, fue su refugio varias semanas. Abajo, Elena Garro y su hija Helena Paz Garro. Ambas sufrieron años de persecusión, fugas y exilios por parte del régimen.

ahí las dos Elenas escaparon el 29 de septiembre de 1972, nue- vamente con dirección a Estados Unidos. José Luis Castillo Sentíes10, amigo de Helena Paz, y su socio Roberto Balderas, tenían una empresa de mudanzas. Gracias a sus contactos en la aduana podrían cruzar la línea divisoria entre los dos países. El señor Balderas, además, embaló las pertenencias de su casa, mismas que resguardó en sus bodegas por más de dos décadas. “Era día de San Miguel y Sols- ticio, si lograba salir del país ese día estaba salvada. Corrimos to- do el día a 150 kilómetros por hora”, escribió en uno de sus diarios. “Debíamos cruzar el puesto policial a las once y media de la noche, pues el amigo contaba con unos soldados que nos de- jarían pasar a esa hora. […] Al llegar a Monterrey, Moreno se perdió. Ya era de noche y daba vueltas y vueltas alrededor del Pico del Fraile, enorme y negro, Garza. “Piscina, buena comida rada”, quienes las llevaron a en donde se había matado Car- […] Me reconoció el director. Lerdo, Durango, donde vivía los [Madrazo] y su mujer, como Me dijo que él era también ma- Alicia, la viuda de un general. si hubiera allí un hechizo. Moreno dracista. Me contó que en Saltillo Cruzaron la frontera, llegaron sudaba y Helenita me decía en había habido motines terribles”. a El Paso, Albuquerque, Chicago francés: ‘aquí es adonde nos van Así, estuvieron en Monterrey hasta Nueva York, pero debido a matar; anda buscando a la ga- varias semanas. Elena Garro a la falta de dinero, emprendieron villa’. Una hora después encontró llamó a Fernando Gutiérrez Bar- el regreso a la capital mexicana la salida”. rios pero, escribió, “fue inútil. poco antes de la Nochebuena de Adelante del Pico del Fraile se Ante la amenaza de D’Artagnan 1969. pinchó una llanta del auto que decidimos irnos a La Laguna”. Monterrey y el Pico del conducía Moreno, chofer de la Llegaron a Torreón por la tarde Fraile.- Por fin, al inicio de 1970, empresa Balderas. Se quedaron donde se instalaron en el hotel Garro logró que le rentaran un en una cuneta oscura, llena de Isabel. Ahí, relató, buscaron a departamento en la calle Taine maleza que daba a un camino Pedro Gallardo y a “La Colo- 222, en la colonia Polanco. De vecinal muy oscuro.

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“Creí que Helenita se iba a rradores del exilio. “Llegamos a distinguida. También la home- morir de miedo. Los grillos Madrid con 30 dólares en la najearon en Guadalajara, , cantaban y casi no había coches. bolsa”12. Radicaron en la capital Tabasco, en la Ciudad de México Me bajé del auto para ayudarle a española del 30 de mayo de 1974 y, sobre todo, en Monterrey. Moreno a cambiar la llanta. Fue a junio de 1981. La noche del 12 de noviembre difícil y largo. Vi que él también A finales de 1978 y principios de 1991, Elena Garro recibió un llevaba miedo y entonces com- de 1979, gracias a Enrique Tierno homenaje por parte del gobierno prendí por qué: en un cajón de Galván, destacada figura inte- del estado de Nuevo León en la libros que iba en el asiento lectual y política de España, la Gran Sala del Teatro de la Ciu- delantero estaban Los recuerdos del periodista final- porvenir con mi foto. ¡Y mi amigo mente comenzó a El Estado reprimió brutalmente me había rogado que no le dijera publicar segmen- mi nombre! tos de sus Memorias la corriente madracista a la que “Subimos al coche y para en Informaciones, pertenecía Garro. disipar el horror de Moreno y Litoral y Nueva de Helenita mientras cruzábamos Estafeta13. dad, en donde se colocó una pla- el desierto oscuro y amenazador, También Joaquín Mortiz ca en reconocimiento a su obra. me puse a cantar canciones me- rompió “el muro del silencio” y La novelista comentó emocio- xicanas: ‘Cante más señora, por dio a conocer la colección de nada hasta las lágrimas: “estoy favor’, me pidió Moreno”. relatos Andamos huyendo Lola conmovida, le agradezco a Mon- A las once y media llegaron al (1980) y, ese mismo año, Garro terrey antes y ahora porque ha puesto militar. Un oficial se acecó, obtuvo el Premio Grijalbo de sido parejo en las horas malas y echó una luz al interior del auto: Novela por Testimonios sobre en las horas buenas. Gracias a “¿La señorita Helenita?”, pregun- Mariana (1981). Con el dinero del todos”14. tó. “Soy yo”, contestó la hija. galardón se mudaron a París en Ese mismo día, por la tarde, “Sigan. Sigan rápido”. A las doce junio de 1981 y las cosas mejo- había departido con los alumnos de la noche cruzaron el puente. raron hasta cierto punto. y maestros de la carrera de Letras Del otro lado los aduanales te- En septiembre de 1991 se xanos “altos y rubios me pare- empezó a anunciar el retorno de cieron ángeles. Terminó el ho- la escritora a México. En el mar- En su fuga hacia el norte pasaron 11 rror” . co de la XII Muestra Nacional frente al Pico del Fraile, que inspiraba El chofer las llevó hasta Hous- de Teatro, celebrada en Aguas- temor a Garro por lo ocurrido a Carlos ton y madre e hija continuaron calientes y dedicada a su obra A. Madrazo. su travesía hacia Nueva York. Ahí teatral, regresó como invitada vivieron desde fines de 1972 hasta mayo de 1974. La escritora soli- citó asilo político y al no reci- birlo, se trasladaron a Madrid, en donde padecieron los años más desga-

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miración de los regiomontanos por nuestra autora, le den la luz que se merece a dicho reconoci- miento y que Nuevo León vuelva a estar a la vanguardia en la di- fusión de su obra. Sé que ese amor ha sido mutuo.

F u e n t e s 1 Fuentes, Vilma, “De regreso a París, Elena Garro hace un balance de su viaje. ‘Del nuevo México que vi no voy a poder escribir nada porque me dejó hecha polvo’”, Proceso, Cultura, México, 13 de enero de 1992, pp. 46-49. 2 La Universidad Vera- cruzana publicó su primer libro: Un hogar sólido y otras piezas en un acto (1958). 3 María Consuelo García Collado fue una nana española de la infancia de Elena Garro. La autora se refirió a ella siempre como “María Collado”. Años después contrajo nupcias con su tío viudo Bonifacio Garro. 4 Iturbide González, Ricardo, “La conjura, Su regreso a México significó el fin Monterrey encontré a otro an- al descubierto”, El Universal, México, 6 de del ostracismo para Garro. En la tiguo amigo, Dante Decanini, un octubre de 1968, primera plana. 5 Ravelo, imagen recibe reconocimiento de la doctor, senador ahora. No había Carlos y Jesús M. Lozano, “Niegan cargos UANL tras su diálogo con estudiantes y envejecido, bueno, un poquito los cinco señalados”, Excélsior, México, 7 maestros en la Capilla Alfonsina. de octubre de 1968, p. 18-A. 6 Rivero, Ós- marcado, pero no desfigurado car del, “Refutan cargos los acusados. como otras personas que se des- Culpa Elena Garro a 500 intelectuales”, El Españolas del Tecnológico de figuran con los años. Ése era uno Universal, México, 7 de octubre de 1968, Monterrey durante la comida primera plana, p. 10. 7 Véase Rosas Lo- de mis miedos: encontrar muy pátegui, Patricia, El asesinato de Elena que le brindaron en su honor. El cambiada a la gente, no reconocer Garro. Periodismo a través de una pers- miércoles 13 tuvo lugar el “Diá- a los amigos. No reconocerme pectiva biográfica (2a. ed. aumentada, Mon- logo abierto” en la Capilla Alfon- en ellos: no ser reconocida”15. terrey, UANL, 2014), pp. 614-623. 8 Garro, Elena, “Memorandum”. Elena Garro Papers sina en la Universidad Autó- Sabemos que a Elena Garro la (CO827), Princenton University Library. 9 noma de Nuevo León. reconocieron sus viejos amigos El médico Dante Decanini Flores, quien se De esta memorable y última regiomontanos y también los desempeñó como jefe del Servicio de Neu- estancia en Monterrey, la autora jóvenes, pero estos últimos a mología en el Hospital Universitario y como director de la Facultad de Medicina de la le comentó a Vilma Fuentes en través de algo más trascendente: UANL, le prestó una valiosa ayuda. 10 So- una entrevista: mediante su legado literario y brino de Octavio Sentíes Gómez, nombrado “Volamos a Monterrey. Me hi- dramatúrgico, pues con su en- regente de la Ciudad de México (1971-1976) cieron fiestas. Fue donde más me tusiasmo demostraron que la por el presidente Luis Echeverría Álavarez cuando destituyó de su puesto a Alfonso homenajearon. Ahí me dieron autora no se había ido ni de Martínez Domínguez después de la re- una placa, mírala, ahí está”. Monterrey ni de México. presión estudiantil del 10 de junio de 1971. Elena señala una placa dorada No puedo cerrar esta crónica 11 Rosas Lopátegui, Patricia, Testimonios que está puesta sobre la chimenea, sin mencionar y lamentar que la sobre Elena Garro. Biografía exclusiva y autorizada de Elena Garro, Monterrey, contra el espejo. Se levanta por placa con la que se honró a la Ediciones Castillo, 2002, pp. 356-358. 12 ella, contenta, para mostrármela escritora en el Teatro de la Ciu- Ramírez, Luis Enrique, La ingobernable. de cerca. dad de Monterrey en 1991 se en- Encuentros y desencuentros con Elena “Pusieron la placa original en Garro, México, Raya en el agua, 2000, p. cuentra cubierta por el polvo del 90. 13 Véanse en Rosas Lopátegui, el teatro. Es gente muy esplén- olvido, en un área oscurísima en Patricia, El asesinato de Elena Garro. 14 dida, magnánima. Fue donde donde pasa totalmente desaper- Medellín, María Luisa, “Homenaje la más me festejaron: comidas, ce- cibida. emociona hasta las lágrimas. Elena Garro agradece a Monterrey por acompañarla en nas, conferencias en la Capilla Ojalá que al recordar con este las buenas y en las malas”, El Norte, Cul- Alfonsina. Me hospedaron en un texto el amor de Elena Garro tural, Monterrey, 14 de noviembre de 1991, gran hotel, muy elegante. En por Monterrey se reviva la ad- portada. 15 Fuentes, Vilma, ob, cit.

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