Investigaciones de Historia Económica - Economic History Research 12 (2016) 45–56
Investigaciones de Historia Económica - Economic
History Research
Artículo
Las pequen˜as economías insulares africanas, 1950-2010. Una perspectiva comparada
Fernando Carnero Lorenzo
Departamento de Dirección de Empresas e Historia Económica, Centro de Estudios Africanos, Universidad de La Laguna, La Laguna, Santa Cruz de Tenerife, Espa˜na
- información del artículo
- r e s u m e n
Historia del artículo:
Las economías insulares presentan algunos rasgos específicos comunes, como la fragmentación del mercado interior por su condición archipielágica o su lejanía de los mercados exteriores, tanto para sus productos de exportación como para los que consumen y no pueden o no es rentable obtener localmente. También suelen adolecer de una fuerte atomización de sus empresas. Estas y otras circunstancias han condicionado y condicionan la evolución de sus principales indicadores macroeconómicos. Este trabajo hace un estudio comparado de la coyuntura socioeconómica en la que se encuentran algunas regiones islen˜as africanas: Cabo Verde, Comores, Canarias, Mauricio, Reunión, Santo Tomé y Príncipe y Seychelles. Se realiza un análisis a largo plazo (1950-2010) para disponer de una perspectiva lo suficientemente amplia para comprender cómo cada una de ellas ha afrontado estos retos que comparten y los diferentes resultados obtenidos.
Recibido el 13 de marzo de 2013 Aceptado el 29 de enero de 2015 On-line el 18 de marzo de 2015
Códigos JEL:
F01 N17 O11 O57
Palabras clave:
Crecimiento Desarrollo
© 2013 Asociación Espan˜ola de Historia Económica. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
Economías insulares África
Small African island economies, 1950-2010. A compared perspective
a b s t r a c t
JEL classification:
Island economies have some common specific features, such as fragmentation of the internal market due to their archipelagic nature, or their remoteness from foreign markets. This affects the export of their products as well as what they consume and cannot, or it is not profitable, produce locally. They also tend to suffer from a strong atomization of their companies. These and other circumstances have conditioned and determine the evolution of the main macroeconomic indicators. This paper is a comparative study of the socioeconomic situation found in some African island regions —Cape Verde, Comores Islands, Canary Islands, Mauritius, Reunion, Sao Tome and Principe, and Seychelles. It makes a long-term analysis (1950- 2010) in order to provide a broad enough perspective to understand how each of them has faced these challenges and the different results obtained.
F01 N17 O11 O57
Keywords:
Growth Development Island economies Africa
© 2013 Asociación Espan˜ola de Historia Económica. Published by Elsevier España, S.L.U. All rights reserved.
1. Introducción
y su reducido taman˜o demográfico —menos de 3 millones de habitantes1. En base a estos criterios, se han seleccionado las
Esta investigación ha centrado su análisis en las pequen˜as economías insulares, que se catalogan así por 2 razones fundamentalmente: la escasa dimensión espacial —inferior a 10.000 km2— siguientes regiones islen˜as africanas para su análisis comparado:
1
Selwyn (1980); Dommen y Hein (1985); Downes (1988); Rodríguez Martín y Hernández Martín (1990); Rodríguez Martín (1992); Hintjens y Newitt (1992); Armstrong y Read (2004).
Correo electrónico: [email protected]
http://dx.doi.org/10.1016/j.ihe.2015.01.001
1698-6989/© 2013 Asociación Espan˜ola de Historia Económica. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
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Tabla 1
Cabo Verde, Comores, Canarias, Mauricio, Reunión, Santo Tomé y Príncipe y Seychelles. Se ha excluido Madagascar, pues supera con creces los parámetros establecidos. Tampoco se incluyen aquellas islas que forman parte de un estado que tiene parte de su territorio en el continente, como Zanzíbar (Tanzania) o los espacios insulares de Guinea Ecuatorial. Finalmente, indicar que, aunque Mayotte se ha segregado recientemente de Comores —se ha convertido en un Dominio de Ultramar Francés y en Región Ultraperiférica de la Unión Europea (RUP) a partir de 2011—, se trata de manera conjunta con el citado archipiélago, porque las series estadísticas que empleamos llegan hasta 2010.
Las pequen˜as economías insulares poseen una serie de características comunes que tienen que ver con la discontinuidad de su propio espacio económico, en el caso de los archipiélagos, o con la distancia que los separa tanto de sus proveedores como de sus clientes en el exterior. Asimismo, se debe resaltar el elevado grado de atomización de su tejido empresarial2. Estos factores, entre otros, han determinado la dinámica seguida por sus principales variables macroeconómicas: población, producción, empleo y comercio exterior.
A ello debemos an˜adir la influencia transversal que, sobre los citados indicadores, tienen los distintos marcos institucionales que poseen cada una de estas regiones3. De una parte, Canarias y Reunión no son estados independientes, si bien gozan de un amplio grado de autogobierno dentro de sus ámbitos nacionales de referencia —Comunidad Autónoma con un Régimen Económico y Fiscal propio y Dominio de Ultramar, respectivamente—, así como del estatus de RUP, consagrado por el Tratado de Lisboa4. El resto sí son estados, si bien Mauricio y Seychelles cuentan con el an˜adido de ser considerados paraísos fiscales por los organismos internacionales5.
Respecto a las fuentes estadísticas que empleamos en este trabajo, las principales son la base de datos que tiene el Banco Mundial (World Databank) para los países y la de la Oficina Estadística de la Unión Europea (Eurostat) para los territorios RUP. No obstante, se han utilizado otras como complementarias para cubrir algunas lagunas que presentaban las anteriores. Entre ellas cabe sen˜alar la información proporcionada por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTADSTAT), el Instituto Canario
de Estadística (ISTAC), el Institut National de la Statistique et des Étu-
des Economiques de Francia (INSEE), la publicación de estadísticas internacionales elaborada por Mitchell (2007) o las estimaciones sobre población y PIB realizadas por Maddison (2009).
PIB per cápita de pequen˜as economías insulares en el mundo (euros de 2010 por habitante)
Bermuda Islas del Canal Aland Isla de Man Feroe Vírgenes Británicas Gotland Bornholm Shetland Caimán Córcega Baleares Islas del sur del Egeo Martinica Orkney Chipre Madeira
66.536 55.530 40.300 37.598 33.429 29.026 28.900 28.200 28.200 26.401 24.600 23.800 22.100 21.500 21.400 21.000 21.000 19.882 19.693 19.400 19.000 18.607 18.498 17.800 17.281 17.100 15.500
Malta Antillas Holandesas Azores Seychelles Barbados Trinidad y Tobago Antigua y Barbuda San Kitts y Nevis Cook Monserrat Palau Mauricio Granada Santa Lucía Dominica
15.400 15.337 15.200 13.803 11.927 11.739 10.044
9.734 8.977 7.340 7.243 6.873 5.647 5.140 5.004 4.943 4.666 4.656 2.443 2.348 2.337 2.320 2.141 1.879 1.162
893
Maldivas Nauru San Vicente y Granadinas Tuvalu Marshall
Canarias Puerto Rico Guadalupe Jónicas Polinesia Francesa Reunión Wight Turks y Caicos Creta
Tonga Samoa Micronesia Cabo Verde Kiribati Santo Tomé y Príncipe
- Comores
- Islas del norte del Egeo
- 517
Fuente: Banco Mundial, Eurostat y UNCTAD.
seguida por los indicadores anteriores, y también se hace mención al Índice de Desarrollo Humano.
El tercer grupo de variables tiene que ver con el mercado de trabajo, como la evolución del empleo y la ratio que nos permite determinar la productividad aparente del trabajo. Por último, se hace referencia a los principales indicadores relativos a sus relaciones económicas internacionales. De este modo, incorporamos los valores del comercio exterior —exportaciones, importaciones, saldo comercial y grado de apertura—, así como los de otras fuentes de ingresos externas: inversión extrajera, ayuda oficial al desarrollo, remesas de emigrantes o turismo. El artículo culmina con una reflexión final a modo de conclusiones.
El estudio comienza con un apartado en el que se trata de resaltar los aspectos novedosos del mismo dentro del campo de la historia económica. Para ello realizamos un análisis de la literatura que trata la evolución de las economías insulares, tanto a nivel individual como comparado, con especial atención al continente africano.
En los apartados siguientes se exponen una serie de variables que faciliten la comprensión de la evolución económica de los pequen˜os espacios insulares africanos en los últimos sesenta an˜os, comparándolas con las cifras que se obtienen para el continente en el que se localizan, así como con las resultantes a nivel mundial. Se inicia este recorrido con los datos demográficos, analizando tanto el número de habitantes como la densidad de población. A continuación nos centramos en el PIB en términos absolutos y per cápita. Además estudiaremos los cambios acaecidos en la estructura productiva de esos territorios, que nos ayude a entender la dinámica
2. Contextualización de la investigación
La bibliografía existente identifica varios desafíos a los que han tenido que enfrentarse las pequen˜as economías insulares a lo largo de su historia, como el reducido taman˜o del mercado interior —que dificulta el aprovechamiento de economías de escala—, la escasez de recursos, la limitación y fragmentación espacial, la dependencia exterior o la vulnerabilidad medioambiental. De hecho, en el tercer cuarto del siglo xx la mayoría de los estudios cuestionaban su viabilidad económica, sobre todo de aquellas que habían accedido a la independencia6.
Sin embargo, investigaciones más recientes han puesto de manifiesto que muchos de esos territorios han logrado un crecimiento significativo en las últimas décadas7. Así, partiendo de posiciones rezagadas en los an˜os cincuenta de la pasada centuria, han pasado a ocupar un lugar destacado en las clasificaciones económicas internacionales en el primer decenio de siglo xxi (tabla 1. En cualquier caso, si bien solo 5 del total seleccionado superan el nivel medio
2
Selwyn (1975, 1978); Virahsawmy (1977); Jalan (1982); Crusol et al. (1988);
Briguglio (1995); Godenau y Hernández Martín (1996); Armstrong y Read (2003); Maurin et al. (2004).
- 3
- 6
Bowett (1979); Asín Cabrera (1988); Armstrong y Read (2002). Hache (2000); Duenas Jollard (2001); Guillaumine (2004); Domínguez Vila y
Hernández Martín (1995); Poirine (1995); Armstrong y Read (2004) hacen una
4
recopilación de buena parte de la literatura que plantea esta hipótesis.
7
- Pérez Sánchez (2006); Comisionado de Acción Exterior (2010).
- Además de los anteriores, véase Briguglio (1995); Armstrong y Read (1995);
5
- Cobb (2001); Baldachino (2010).
- Poirine (1999); Baldachino (2010); Read (2004).
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alcanzado por los países de la OCDE en esa misma fecha, el 94% se sitúan por encima del promedio mundial. referimos a actividades económicas concretas: trata de esclavos,
- demografía, comercio exterior, agricultura, tráfico marítimo. . .14
- .
Por tanto, el resultado alcanzado por ellas se habría producido al lograr superar en cierta manera los obstáculos descritos con anterioridad, llegando incluso a transformarlos en atractivos. En la mayoría de los casos habrían logrado economías de escala a través de su apertura exterior, especializándose en la exportación de determinados bienes o servicios. En este sentido, se han orientado hacia el suministro de combustibles, los sistemas financieros altamente competitivos, las plataformas estratégicas para el tráfico marítimo y aéreo internacional, o las actividades turísticas.
Esta internacionalización habría llevado a las pequen˜as economías insulares a ser de las primeras en tener que abordar las presiones que ha generado la globalización. De hecho, la combinación de su pequen˜o taman˜o con su elevada vinculación exterior ha ocasionado que tuvieran que encarar enormes desafíos, como consecuencia de su vulnerabilidad ante fuerzas exógenas. Las de carácter político o estratégico ya han sido estudiadas con profusión8. En la actualidad se ha venido prestando cada vez más atención a los aspectos económicos, así como a los medioambientales.
Respecto a los de índole económica, hay que destacar que muchos de estos territorios se enfrentan a una posición perifé- rica —es decir, de lejanía— respecto a los mercados, tanto para sus exportaciones como para sus suministros. Aquellos sometidos a la colonización tuvieron una posición subordinada respecto a sus respectivas metrópolis. Tras su acceso a la independencia debieron adaptarse a la cambiante evolución de los mercados internacionales para intentar mantener su competitividad. Algunas de estas islas lograron cierto éxito, mientras que otras continuaron dependiendo de la cooperación internacional para paliar el estancamiento —cuando no retroceso socioeconómico— que experimentaron tras la emancipación. Finalmente, estarían las pequen˜as economías insulares que siguieron vinculadas a los países que las habían ocupado en el pasado, amoldando su devenir histórico-económico al mayor o menor grado de autonomía política y económica que obtuvieron de las autoridades estatales9.
La ausencia se torna aún mayor en el ámbito de la historia comparada, al menos de tan amplio espectro geográfico y cronológico como el que se plantea en este artículo. Se han encontrado 2 inves-
tigaciones: Cohen (1983) y McElroy y Morris (2002). El primero
incorpora los mismos territorios que los aquí seleccionados, además de Guinea Ecuatorial, pero su ámbito temporal se circunscribe a los an˜os sesenta y setenta del siglo pasado. El otro recoge datos económicos de 11 espacios insulares referidos exclusivamente al an˜o 2001.
También disponemos de algunos estudios en los que se contrastan aspectos económicos de varios archipiélagos africanos del Atlántico. En el caso de Canarias y Cabo Verde, se centran en los servicios portuarios, el comercio entre ellos o la agricultura15. En ellos se pone de manifiesto que ambos han seguido trayectorias convergentes y divergentes que explicarían el diferente estadio de desarrollo alcanzado por cada una de ellas en la actualidad. Así, durante la Edad Moderna contribuyeron a la expansión ultramarina europea, convirtiéndose en enclaves para las flotas que se dirigían hacia América del Sur y África. Incluso los intercambios comerciales entre ellas tuvieron cierta importancia. Sin embargo, a partir del siglo xix comienzan a presentar un comportamiento diferente, de crecimiento en el caso canario y de estancamiento, cuando no retroceso, en el caboverdiano. El declive del tráfico esclavista a lo largo del ochocientos hizo que esta última perdiera buena parte de su atractivo. Por su parte, el archipiélago hispano incentivó su renta de situación al amparo de un régimen económico y fiscal específico que le proporcionó mayor competitividad en esa zona del Atlántico.
Estos 2 archipiélagos también se contemplan en los estudios que incorporan las otras 2 áreas insulares de la Macaronesia —Madeira y Azores—16, así como Santo Tomé y Príncipe17. En cuanto a las pequen˜as islas africanas del Índico, excluyendo Reunión, los estudios comparados son aún menos abundantes y se refieren a periodos más actuales18. En ese mismo intervalo temporal encontramos a Reunión y a Canarias en el marco de numerosos trabajos que versan sobre las islas y RUP de la Unión Europea (UE)19. A
- ellos podemos an˜adir algún texto relativo al contraste sectorial de
- Las cuestiones expuestas en los párrafos anteriores han sido
estudiadas con cierta profusión, tanto en análisis individuales como comparados, para las economías insulares europeas, del Caribe, del Pacífico o del Índico10. Sin embargo, la historia económica de los espacios insulares africanos cuenta con escasos trabajos hasta el momento, en términos generales.
La única excepción la encontramos en el caso de Canarias, donde en los últimos 30 an˜os han proliferado los estudios macroeconómicos y sectoriales11. También en el caso de Cabo Verde o Comores podemos encontrar alguna investigación al respecto12. Del resto, carecemos de una visión de conjunto a largo plazo, tan solo algunas referencias a los aspectos económicos en las obras historiográficas de carácter general13. Algo más de literatura encontramos si nos
- pequen˜as economías africanas20
- .
Por tanto, se podría considerar que la investigación que se desarrolla en este artículo es en cierta manera novedosa para la historia económica de las economías insulares, por el número de territorios sometidos a análisis comparado —7 pequen˜os archipiélagos africanos— durante un periodo de tiempo amplio, que va de 1950 a 2010.
3. Evolución demográfica
Los 7 archipiélagos que estamos analizando han multiplicado casi por 3 su población, considerados como un todo, entre 1950 y 2010 (tabla 2). Por encima de ese promedio se encontrarían Comores (4,9) y Cabo Verde (3,3). Reunión se ubicaría en la media, mientras el resto estaría por debajo, aunque no muy alejado de ella. La economía insular que ha tenido un menor crecimiento ha
8
Por ejemplo, Wood (1967); Harden (1985); Hintjens y Newitt (1992). Sobre estas cuestiones, consultar Hernández Martín (1995); Armstrong y Read
9
(2004).
- 10
- 14
Para no crear una nota excesivamente larga, remitimos a la bibliografía inserta en
Charpantier (1971); Martin (1983); Carreira (1985); Cordeiro Gonc¸ alves (1994);
Demas (1965); Shand (1980); Crusol et al. (1988); Kakazu (1986); Macías Hernández (1983); Manera Erbina y Garau Amengual (2005); O’Farrill (2007); Armstrong y Read (2004); VV.AA. (2007).
Mauricio Rodrigues (1996); Mora (1999); Scarr (2000); Mendes Ferrao (2002); Gay (2004).
Torres Santana (1990); Lobo Cabrera y Bruquetas de Castro (1998); Perdomo
Molina (2007); Suárez Bosa y Cabrera Armas (2012).
15
11
Al igual que en el caso anterior, remitimos a la recopilada en los trabajos de
16
Macías Hernández (2001,2011); Carnero Lorenzo y Nuez Yánez (2006); Carnero Lorenzo (2012).
Duncan (1972); Báez Fumero y Sánchez Pinto (1983); Martín Hernández (1991). Lobo Cabrera (1985); Correia (2001); Rocha Brito (2010a). Koechlin (1985).
17
- 12
- 18
Lesourd (1995); Gaspart (1979), respectivamente. A modo de ejemplo, Toussaint (1971); Correia e Silva (1993, 2004); McAteer
- 13
- 19
Entre otros, Asín Cabrera (1988); Armstrong y Read (1994, 1995, 2004); Eurisles
(2000); Seibert (2001); Albuquerque y Madeira Santos (2001); Pereira (2005); Barraux (2009).
(1996, 2002); Fernández Martín (1999).
20
Mallart i Casamajor (1995); Rocha Brito (2010b).
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Tabla 2
Población de los archipiélagos africanos (miles de habitantes)
- 1950
- 1960
- 1970
- 1980
- 1990
- 2000
- 2010
Cabo Verde Canarias Comores Mauricio Reunión Santo Tomé Seychelles
Suma
146 808 148 481 274
60
211 966 193 659 349
64
274
1.125
238 826 417
74
300
1.368
329 966 516
95
348
1.589
438
1.059
598 116
70
4.218
437
1.716
562
1.187
706 141
81
4.831
496
2.119
735
1.281
808 165
87
5.691
33
1.950
42
2.484
54
3.008
64
3.638
Fuentes: Banco Mundial, ISTAC, Maddison (2009), Mitchell (2007).
Tabla 3
300 250 200 150 100
50
Densidad demográfica de los archipiélagos africanos (habitantes/km2)
África
- 1950
- 1960
- 1970
- 1980
- 1990
- 2000
- 2010
Islas africanas Mundo
Cabo Verde Canarias Comores Mauricio Reunión Santo Tomé Seychelles
Promedio
36
108
66
236 109
62
52
130
86
323 139
67
68
151 107 405 166
76
74
184 147 474 205
98
86
213 196 519 238 120 154 214
108 230 252 582 281 146 178 245
123 284 329 628 322 171 191 289
73 99
92
126
118 153
142 185
0
- 1950
- 1960
- 1970
- 1980
- 1990
- 2000
- 2010
Fuentes: Banco Mundial, ISTAC, Maddison (2009), Mitchell (2007).
Figura 1. Densidad demográfica (habitantes/km2).
Fuentes: Banco Mundial, ISTAC, Maddison (2009), Mitchell (2007).
sido Canarias, que ha multiplicado por 2,6 el número de habitantes. Estas proporciones se sitúan bastante por debajo de la que se obtiene para el continente africano, tanto en términos individuales como para el agregado, con la única excepción de Comores. Esto provoca que la importancia de estos espacios insulares respecto al total poblacional de África haya caído de forma continua, pasando de representar el 0,86% en 1950 al 0,56% en 2010. demográfica que se ejerce sobre dichas regiones insulares. Buena prueba de ello es que esta ratio es significativamente menor en África, donde se sitúa en 8 y 34 habitantes/km2 en esas mismas fechas (fig. 1). Más aún, supera con creces el promedio mundial, que es de 17 y 46 personas/km2 en ese intervalo temporal.
De la comparativa entre los 7 archipiélagos, destaca la densidad poblacional de Mauricio, que es de más de 600 habitantes/km2 en 2010, ostentando este protagonismo durante toda la serie. Además, presenta una de las cifras más altas que podemos encontrar a nivel internacional. Su papel clave como centro de negocios y paraíso fiscal en el Índico explica en gran medida esta situación, pues se ha convertido en un importante atractivo para potenciales inmigrantes que, aunque fijan su residencia, no habitan en él.
También por encima de la media se colocan Comores y Reunión.
Esta última, aunque salvando las distancias, ha tenido una diná- mica similar a la que hemos descrito para Mauricio, pues el apoyo del gobierno estatal y de la UE ha favorecido su desarrollo, al tiempo que se ha convertido en una puerta de entrada a Europa. Más sorprendente resulta el caso de Comores, pues ha sido en el siglo xxi, cuando han logrado superar el promedio, debido al espectacular crecimiento de su población.
Canarias, por su parte, se coloca en el entorno de la media que hemos calculado. No en vano combina durante este periodo el haber sido el archipiélago más poblado y el que mayor dimensión territorial posee. En la dinámica que ha seguido se han reproducido patrones similares a los ya descritos para Reunión. A ello debemos an˜adir el desarrollo que ha tenido el sector turístico, convirtiéndose así en el motor de su economía a partir de 1960. Por debajo de ese nivel medio de referencia se colocan el resto —Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe y Seychelles—, donde la debilidad demográfica, experimentada tras su acceso a la independencia, estaría detrás de ello.
Profundizando algo más, las islas que son países presentan un comportamiento común, caracterizado por una ralentización del crecimiento poblacional en los an˜os inmediatamente posteriores a su independencia —todos, salvo Mauricio (1968), a mediados de la década siguiente—. Esto podría deberse a la incertidumbre que generó el proceso emancipador, provocando una emigración más o menos importante. A ello también contribuyó la crisis económica
- internacional que se desarrolló en aquellos momentos21
- .
Por lo que respecta a las 2 regiones de la UE, estas presentan un comportamiento estable hasta el siglo xxi, cuando muestran tendencias dispares. Mientras Canarias intensifica su crecimiento como consecuencia de la inmigración, Reunión afronta un frenazo motivado, entre otras cuestiones, por la epidemia de «chikungunya» que se manifestó allí en los an˜os 2005 y 200622. Este fenómeno, si bien tuvo una mortalidad reducida, afectó a una parte considerable de su población, provocando una importante diáspora y la pérdida de atractivo para potenciales inmigrantes.
Una comparación más precisa de la dinámica demográfica seguida por estas economías insulares nos la proporciona la densidad de población. Un indicador que, además, nos permite sopesar la presión poblacional sobre el territorio. El promedio para las 7 sociedades aquí contempladas se ha incrementado de manera sustancial hasta llegar casi a triplicarse. Así, de 99 habitantes/km2 en 1950 se ha pasado a 289 en 2010 (tabla 3).
Una cifra por otro lado lógica si se tiene en cuenta la reducida dimensión espacial de estos territorios, que, en conjunto, solo representan el 0,07% de la superficie del continente en el que están ubicados. Al mismo tiempo, pone de manifiesto la presión