Universidad De Coimbra Facultad De Letras
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1 UNIVERSIDAD DE COIMBRA FACULTAD DE LETRAS ANILU VARILLA LÓPEZ CORRESPONDENCIA DE MIGUEL HERNÁNDEZ HACIA UNA REPRESENTACIÓN SOCIOCULTURAL DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 2010 ……………… 2 UNIVERSIDAD DE COIMBRA FACULTAD DE LETRAS ANILU VARILLA LÓPEZ CORRESPONDENCIA DE MIGUEL HERNÁNDEZ HACIA UNA REPRESENTACIÓN SOCIOCULTURAL DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA DISERTACIÓN DE MAESTRÍA EN ESTUDIOS LITERARIOS Y CULTURALES ESPECIALIDAD CULTURA ESPAÑOLA, PRESENTADA EN LA FACULTAD DE LETRAS DE LA UNIVERSIDAD DE COIMBRA TUTORA: PROFESORA DOCTORA ANA MARIA E SILVA MACHADO 2010 ……………. 3 A Luz primera de mi mañana: Rosario, madre-amiga, e Ignacio, prudente consejero de noble corazón, por su infinito amor y buen ejemplo. Mis hermanos Prudêncio O. R. 4 AGRADECIMIENTOS Al Sistema Estatal de Becas del Gobierno del Estado de Veracruz, presidido por el Sr. Gobernador Mtro. Fidel Herrera Beltrán, porque pude obtener la beca para estudios de maestría en el extranjero. Al Instituto de Estudios Españoles y el Instituto de Literatura y Lengua Portuguesa de la Universidad de Coimbra, por las facilidades otorgadas para llevar a cabo la investigación bibliográfica. A la profesora Doctora Ana Maria e Silva Machado, por sus atenciones y por el ánimo transmitido en el análisis del tema. A la Biblioteca de la Facultad de Filología de la Universidad de Salamanca. A Ana Pires Cunha, la amistad y las infinitas atenciones desde mi llegada a Coimbra… A María João Correia, Beatriz, Matilde y Sara, la generosidad y el cariño con que me recibieron y que me brindaron aquí, en Portugal. A J. Ángel Torres Rechy, gran amigo, que con su conocimiento cartográfico de aquélla institución, me ayudó para el encuentro del material procurado en la Biblioteca de la Facultad de Filología de la Universidad de Salamanca. Agradezco al Dr. Prudêncio O. R., el apoyo logístico y financiero, y su comprensión. A mis hermanos y sobrinos, por el entusiasmo, la confianza y el apoyo amoroso transmitido de siempre. 5 La carta, como escritura, es presencia de la ausencia: inolvidable memoria. A. [El epistolario] nos muestra la escenografía del misterioso teatro del alma. Porque las cartas nos descubren, impremeditadamente, el mundo interior, personal, escondido, de un hombre y de su figura histórica, de su sombra: el mundo aprovechable, los materiales creadores, que en el poema, el lienzo, la novela o la marcha fúnebre, aparecen encubiertos con el antifaz de la ornamentación aparatosa –estilística– del arte: la intimidad vital e imaginativa (…). RAMÓN SIJÉ Para la libertad sangro, lucho, pervivo. Para la libertad, mis ojos y mis manos, como un árbol carnal, generoso y cautivo, doy a los cirujanos. Para la libertad siento más corazones que arenas en mi pecho: dan espuma mis venas, y entro en los hospitales, y entro en los algodones como en las azucenas. Para la libertad me desprendo a balazos de los que han revolcado su estatua por el lodo. Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos, de mi casa, de todo. Todo el tiempo que me hagan perder ahora, todos los atropellos, me los han de hacer ganar. No sé vengarme, pero sí afirmarme más en defender una justicia que si no ha estado con otros, ha estado siempre conmigo (…). MIGUEL HERNÁNDEZ Cada época se justifica en la historia por el encuentro de una verdad que alcanza claridad en ella. ¿Cuál será nuestra verdad? ¿Cuál nuestra manifestación? Las verdades tienen sus precursores que han pagado en alguna cárcel del olvido el delito de haber visto desde lejos. MARÍA ZAMBRANO 6 ÍNDICE INTRODUCCIÓN………………………………………………….………………………..7 CAPÍTULO I. LA CARTA. REFLEXIÓN TEÓRICA………………………………………….. 12 Parte I. Contextualización histórica y social de la carta 1.1.1. Referencias históricas………………………………………………………13 1.1.2. La carta en el contexto social y cultural………………………………........14 1.1.3. La carta como producto y reflejo de la sociedad………………..……......16 Parte II. Aspectos teóricos de la carta 1.2.1. Las formas de la carta………………………….……………….………17 1.2.2. La carta-ficción y realidad…………………………………….………..19 1.2.3. El lugar de la carta en la esfera literaria………………………..……...23 CAPÍTULO II. CONTEXTUALIZACIÓN. MIGUEL HERNÁNDEZ Y LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA.........................................................................................................................28 2.1. La República española. Consideraciones generales….……………...….29 2.2. Un poeta en el pueblo, un poeta en cierne…………………………...…31 2.3. Un poeta en transición (1934-1936). Hacia una poesía revolucionaria...44 2.4. Miguel Hernández y la explosión de la Guerra Civil…………………...54 CAPÍTULO III. MIGUEL HERNÁNDEZ. CORRESPONDENCIA (1936-1939) HACIA UNA REPRESENTACIÓN SOCIOCULTURAL DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA………60 3.1. La guerra (1936). Un poeta y soldado a las trincheras………………….61 3.2. Cartas desde las trincheras: ¿(d)escribir la guerra?..................................65 3.3. Poesía de guerra. Poeta cívico, poeta del pueblo (1937)…………….....75 CAPÍTULO IV. FIN DE LA GUERRA: CÁRCEL, MUERTE Y OLVIDO HACIA UNA NUEVA LECTURA DE LAS CARTAS DE MIGUEL HERNÁNDEZ………………...85 4.1. Hacia el final de la Guerra Civil: las cárceles acechan………………..85 4.2. Cartas desde la prisión: una historia de vida…………………………..89 4.2.1. Miseria en uno y otro lado de la cárcel………………………97 CONCLUSIONES……………………………………………………………………..…104 BIBLIOGRAFÍA GENERAL 7 INTRODUCCIÓN La vasta obra literaria de Miguel Hernández lo condujo a adquirir un lugar en la cartografía de autores españoles contemporáneos, no obstante la clasificación generacional artística del oriolano resulta difícil toda vez que practicó una serie de enfoques y estilos artísticos que pasan del neogongorismo, el neorromanticismo y el surrealismo, a la vertiente social o revolucionaria, que lo alejan de la generación del 27 y lo convierten en un poeta más complejo que los del 36 (Debicki 1992). En otras palabras, porque su creación artística pasa de una poesía clasista, decimonónica y pura, hasta una de vanguardia, impura y revolucionaria, en medio de convulsiones políticas, sociales e ideológicas que culminarían con la Guerra Civil española (1936-1939). Su obra, más que la de algún otro escritor de la época, Vicente Aleixandre, León Felipe, Luis Rosales, Arturo Serrano Plaja, etc., está marcada por los abruptos sinsabores que se vive como efecto de la lucha civil, al fin la clausura para el hombre y el “poeta del pueblo”; y es que Miguel Hernández no sólo fue testigo, sino partícipe y víctima del conflicto bélico, como una gran población de civiles españoles y extranjeros, al convertirse en soldado y poeta-cantor en y de la guerra. Reconocido como el poeta del pueblo por los intelectuales de la época, por ejemplo Tomás Navarro Tomás, el autor oriolano deja ver en su obra los rasgos que lo configuran como tal, al revelar en su poesía la firme intención de cantar al pueblo y sus circunstancias entretejiendo palabras bien como sentencias y cantos de triunfo y gloria, bien rasgadas por el dolor de los hijos de la tierra en la miseria, no obstante cargadas de una fuerza abrasadora que resonó como aire esperanzador de justicia e igualdad social en los tímpanos de los hombres y mujeres campesinos decididos al combate de todos los días, de los tristes días de la España en guerra. Si su poesía, teatro y prosa resultan una fuente de conocimientos para comprender su pensamiento y acción, también lo es su epistolario escrito entre los años de guerra y postguerra. Su correspondencia, hilada en la monotonía de unos días de ardiente miseria, constituye un legado para reconfigurar la posición ideológica, la participación y la evolución del escritor y el hombre en su contexto social, así como para reconocer las dinámicas sociales, políticas y culturales que marcaron desde luego una parte de su vida y obra artística. Desde ya sabemos que encontraremos en sus cartas ora una afirmación, ora una negación de valores culturales, sociales, individuales y colectivos, y un conocimiento de sí como del otro; es decir, sabemos de la mentalidad, el espíritu, la idiosincrasia individual, como colectiva, en torno a la guerra y las dinámicas que se desarrollaron en diversos ámbitos de la vida nacional española en aquel periodo histórico-social. Por tanto, habremos de afirmar que la Guerra Civil determinó en gran medida los alcances vivenciales, ideológicos y literarios del escritor oriolano, como lo fue para una gran masa de intelectuales españoles y extranjeros en general. Sostenemos que las cartas de Miguel Hernández dejan ver a través de la voz del yo la visión y la propia imagen de un héroe revolucionario que Miguel Hernández entraña, antes, como durante la guerra, y aún durante los años de prisión; ellas se tornaron el “cuarto propio” donde el revolucionario romántico, por inquebrantable en sus principios y concepción de vida y acción en busca de la verdad, la justicia, la paz, la libertad y el amor, descubre 8 a través del discurso explícito, como entre el silencio elocuente, la historia de vida personal y profundamente humana de un hombre, acaso heroico, en la guerra y las prisiones franquistas, para la posteridad. Desde una perspectiva lingüística-literaria con respecto al análisis de las cartas en su estructura discursiva, por una parte, y cuanto a su contextualización social-cultural e ideológico-temático, por la otra, no resultará demás señalar que este trabajo se inscribe en el campo de los Estudios Literarios y Culturales al ser la literatura, y específicamente la escritura epistolar, una práctica cultural y una fuente de conocimiento a través de la cual es posible visualizar, si fuera el caso, además de las