LOS SABERES ASIÁTICOS

CIENCIA Y TÉCNICA EN CHINA, INDIA Y JAPÓN DESDE LA ANTIGÜEDAD HASTA NUESTROS DÍAS

SERIE PRETEXTOS N.º 42

LOS SABERES ASIÁTICOS

CIENCIA Y TÉCNICA EN CHINA, INDIA Y JAPÓN DESDE LA ANTIGÜEDAD HASTA NUESTROS DÍAS

Pío García Roberto Restrepo Sandra Salamanca Ricardo Tokunaga Hiroshi Wago

Bogotá, diciembre de 2012 Los saberes asiáticos. Ciencia y técnica en China, India y Japón desde la antigüedad hasta nuestros días / Pío García... [et al.]. – Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2012.

519 p.: il. Incluye bibliografía.

ISBN: 978958710809 5

1. Ciencia y tecnología – Japón 2. Cambio social – Japón 3. Tecnología y civilización – Japón 4. Ciencia y tecnología – India 5. Cambio social – India 6. Tecnología y civilización – India 7. Ciencia y tecnología – China 8. Cambio social – China 9. Tecnología y civilización – China 10. Historia social – Japón 11. Historia social – India 12. Historia social – China I. García, Pío II. Universidad Externado de Colombia

303.483 SCDD 21

Catalogación en la fuente – Universidad Externado de Colombia. Biblioteca Agosto de 2012

ISBN 978-958-710-809-5

© 2012, pío garcía, roberto restrepo, sandra salamanca, RICARDO tokunaga, hiroshi wago © 2012, UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA Calle 12 n.º 1-17 este, Bogotá Teléfono (57 1) 342 0288 www.uexternado.edu.co [email protected]

Primera edición: diciembre de 2012

Diseño de cubierta: Departamento de Publicaciones Composición: David Alba Impresión y encuadernación: Cadena S. A. Tiraje de 1 a 1.000 ejemplares

Impreso en Colombia Printed in Colombia

Prohibida la reproducción o cita impresa o electrónica total o parcial de esta obra, sin autorización expresa y por escrito del Departamento de Publicaciones de la Universidad Externado de Colombia. Las opiniones expresadas en esta obra son responsabilidad de los autores. Contenido

Introducción 13

Capítulo uno Desarrollo de la técnica y el conocimiento científico chino en la antigüedad Sandra Salamanca 25

Introducción 25 i. Li, Qi y Shu, y otros conceptos básicos de la naturaleza 32 ii. Principales áreas de la ciencia en la China tradicional 40 A. La medicina tradicional 40 B. La alquimia 46 C. Las matemáticas en la China antigua y medieval 49 D. Astronomía 68 iii. Los aportes budistas y de otras culturas al desarrollo de la ciencia china 76 iv. El legado musulmán en China 78 v. Los misioneros católicos en la corte Ming 79 vi. La ciencia en la China republicana 84 vii. La ciencia y la influencia de China en el mundo 89 viii. Elementos filosóficos, políticos, sociales y económicos que influyeron en el desarrollo del conocimiento científico chino 91 A. El concepto de ”ley natural” en oriente y occidente 91 B. Las conexiones de la filosofía con la producción de ciencia 93 C. La sociedad feudal burocrática 94 Conclusiones 96 Bibliografía 99

7 Capítulo dos Los saberes tradicionales de la India Roberto Restrepo 101

Introduccion 101 i. La Ayurveda, medicina tradicional de la India 108 A. Los orígenes védicos 111 B. La medicina clásica: desarrollos, doctrinas y textos 117 C. Divulgación, estancamiento y decadencia del Ayurveda 135 ii. Las matemáticas 141 A. Pesos y medidas en la civilización del Indo 141 B. El período védico y la geometría virtual 146 C. Samkhyana reformista 163 D. Desarrollo del sistema indoarábigo de enumeración 169 E. Brāhman y Śunya 174 iii. Astronomía 179 A. Jyotisha: la ciencia del cielo 179 B. La época clásica 187 Conclusiones 197 Bibliografía 207

Capítulo tres El conocimiento y la técnica en la historia del Japón Hiroshi Wago y Ricardo Tokunaga 211

Introducción 211 i. La influencia cultural china en el Japón premoderno 213 ii. La larga fase de desarrollo autóctono 218 iii. La arquitectura de los castillos japoneses 223 iv. Las presiones hacia una sociedad moderna 226 A. La reapertura a China 226 B. El desarrollo de las técnicas agrícolas 230 v. Dinámicas y desarrollos en la era Tokugawa (1640-1868) 231 A. El despliegue intelectual 231 B. El bajo nivel en los desarrollos técnicos 233 C. La astronomía calendaria, el mayor avance en la ciencia 235 D. Matemáticas tradicionales, fuera de la influencia del aislacionista 238 vi. La ciencia a partir de la restauración Meiji 239 A. Florecimiento científico y técnico a partir de la era Meiji 239

8 B. La mayoría de edad de la ciencia japonesa 246 Conclusiones 249 Bibliografía 251

Capítulo cuatro La colaboración ”universidades, sector privado y sector público” en el desarrollo de la ciencia y tecnología en Japón Hiroshi Wago Rojas 253

Introducción 253 i. El papel de la política pública en el desarrollo intersectorial de la ciencia y tecnología en Japón 257 ii. La movilidad del recurso humano 270 iii. La movilidad de los recursos financieros 275 A. Gobierno 279 B. Industria 288 iv. Estructuras de colaboración 290 A. Organizaciones licenciadoras de tecnología, tlo 294 B. Centros de incubación 297 C. Programas específicos para la creación de clústeres y de áreas ciudad 299 v. Proyecto Universidad Empresa - Estudio de Caso 302 vi. La colaboración gobierno-empresa-universidad en el desarrollo de C&T de China e India 311 A. China 312 B. India 320 vii. Conclusiones - Reflexiones sobre Colombia 329 Bibliografía 336

Capítulo cinco La formulación de políticas de ciencia y tecnología en China, India y Japón Pío García 343

Introducción 343 i. Los motivos para formular la política de C&T 349 A. Las presiones estratégicas en las políticas de China e India 349 B. Las necesidades industriales en la reconstrucción japonesa 352 C. Las demandas sociales como nuevos incentivos para el desarrollo de C&T 354

9 ii. Las etapas de la política de C&T en China, India y Japón 356 A. La fase de asimilación: 1947 - 1973 356 B. La fase de emulación: 1973 - 1991 360 C. La fase de innovación: 1991 - 2010 365 iii. Las políticas actuales de C&T 367 A. Organización y administración de la política en C&T 368 B. Áreas prioritarias en el desarrollo de C&T 370 C. La relación entre los sectores público y privado 371 D. La protección de la propiedad intelectual 374 E. La dimensión internacional 376 iv. Las perspectivas de las políticas de C&T 378 Conclusiones 381 Bibliografía 384

Capítulo seis Estado actual de los saberes tradicionales en los casos de India, China y Japón Roberto Restrepo 387

Introducción 387 i. Compendio histórico: ciencia y saber en India y el Lejano Oriente 390 ii. Caracterización del conocimiento tradicional 396 iii. Población y biodiversidad en China, India y Japón 402 iv. Ámbito supranacional 407 A. unesco 408 B. Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo 411 C. Convenio sobre la diversidad biológica 413 D. Grupo de países megadiversos afines 414 E. Comité Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimiento Tradicional y Folklore, igc, de la ompi 415 v. Derechos de propiedad intelectual y bioprospección 417 A. Ejemplos de biopiratería 422 B. pi y la asimetría en la valoración de las distintas modulaciones del saber 424 C. Actualidad del debate sobre dpi y cc.tt. 427 D. India, China y Japón en el debate sobre dpi del cc.tt. 429 vi. medicinas tradicionales 446 A. Las medicinas tradicionales: historia reciente 448

10 B. Las farmacopeas tradicionales: datos económicos 454 C. Modernización de la medicina tradicional 458 D. Estadísticas, políticas, regulación e instrucción 463 1. India 463 2. China 464 3. Japón 470 vii. Saber ecológico tradicional 474 A. Agricultura tradicional 485 B. Gente de a pie 492 Conclusiones 499 Bibliografía 508

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Introducción

La globalización de los mercados les está abriendo opor- tunidades amplias de ascenso en el bienestar material a los pueblos asiáticos, y ellos la están aprovechando más que otras regiones. Gran parte del continente ha entrado al siglo xxi con un ímpetu productivo y de transformación social que refleja su capacidad de modificar las posiciones en el sistema internacional, estructurado en los últimos siglos bajo los intereses de las potencias europeas y, desde la segunda guerra mundial, por el ejercicio hegemónico de Estados Unidos. La principal fuerza en la modificación de las relaciones económicas globales proviene de un Asia renacida y más vuelta sobre su pasado, como mecanismo generador de identidad respecto al modelo social, político y económico euroamericano. China, India y Japón son tres exponentes del renaci- miento asiático, y en esa condición son sociedades que se esmeran por vincular a sus procesos de transformación so- cial y productiva, a largo plazo, los conocimientos externos a la propia base experimental y teórica, labrada a lo largo de siglos de búsqueda y aplicación de resultados. En mayor o menor medida han sido centros connotados de elaboración práctica y teórica en astronomía, medicina, matemáticas, arquitectura, óptica o metalurgia. Hoy día, en la medida

13 que ellos emergen como potencias de rango mundial, tienen ante sí el desafío de asociar a sus planes de desarrollo los avances que en ciencia y tecnología han obtenido los rusos, los europeos y los norteamericanos. Pero, ¿cómo asociar esos elementos externos a los proyectos nacionales? Aquí cabe esperar que aparezcan algunos dilemas para estas sociedades, no siempre dispuestas a clausurar su pasado, sus tradiciones, tras una modernidad que por sí misma no es garantía de un futuro mejor. Sea cual sea la solución a ese interrogante, lo cierto es que nos encontramos al frente de sociedades no europeas con un vasto patrimonio de co- nocimientos, que vamos a denominar saberes, por el hecho de diferir en su naturaleza del patrón de observación sis- temática, verificable y cuantificable, según el método ex- perimental propio de la ciencia europea moderna, que por cierto no hubiera podido llegar a establecerse como tal de no haber sido por el legado instrumental y de conocimiento de la cultura árabe-musulmana, que recogió y depuró en su momento la sabiduría antigua de China hasta Grecia, pasando por India y Mesopotamia. El presente estudio tiene como objetivo presentar en sus amplias dimensiones el conjunto de saberes de estos tres países asiáticos, porque la plataforma de conocimiento acumulado a lo largo de su historia es un componente esen- cial que soporta sus planes de renovación tecnocientífica de cara a la competencia que Europa y Estados Unidos les han planteado. Es fácil entender que sin una tradición de conocimiento, arraigado en escuelas y usos cotidianos en la producción de alimentos o la cura de enfermedades, no se alcanza a contar con los requisitos para adoptar y adaptar el conocimiento importado. Esa es una de las ventajas de estos países frente a otros países en desarrollo, en los cuales qui- zás el espíritu inquisitivo no alcanzó a acumular, registrar y preservar tanta exploración y riqueza del mundo adyacente.

14 Es preciso tener en cuenta, sin embargo, que ese legado prodigioso no ha estado siempre dispuesto para los países asiáticos. El impacto de la expansión europea avasalló uno a uno a los pueblos periféricos con una furia tal que las formas productivas, administrativas y de interpretación del orden de la naturaleza y el puesto del ser humano en él, entraron en crisis y fueron siendo u olvidadas o marginadas por la tendencia cultural predominante. Como consecuencia del intercambio desigual sobre el cual fueron estructuradas las relaciones económicas internacionales a partir del siglo xvi, el centro económico, político y científico se ubicó en Europa y, después, en Estados Unidos. Con base en esa división del trabajo manual e intelectual, desfavorecedora para Asia, florecieron las ciencias europeas. Solo a partir del siglo xx es apreciable el proceso descentralizador, en el cual van a destacar los investigadores y los centros de conocimiento de Estados Unidos, Rusia y Asia. Entre 1900 y 1933 Alemania ganó más de 20 premios Nobel y Estados Unidos sólo 7; pero de 1933 a 1970, este los elevó a 77. Antes de la segun- da guerra mundial solo a un asiático, el físico C. Raman, de India, se le había otorgado el Nobel, lo cual ocurrió en 1930. Sin embargo, desde los años 50, ya son más de 10 los japoneses premiados y otros científicos indios, chinos y de Paquistán, también han sido galardonados. En la medida que consolidan sus políticas de ciencia y tecnología, la participación asiática en el avance científico se afianza de igual modo. En el mundo contemporáneo, el conocimiento ha toma- do dimensiones colosales en su magnitud y en la profundi- dad. La frontera normal entre la técnica y la ciencia, como diferencia entre la aplicación de un saber y su explicación, ha sido sobrepasada por completo por el híbrido de la tec- nociencia, la síntesis en la cual la explicación depende de la técnica apropiada y esta, a su vez, de un cierto enfoque

15 interpretativo. En la práctica, la sociedad es depositaria o beneficiaria de la explotación comercial del dominio tecno- científico controlado por unos cuantos centros de investi- gación y desarrollo de conocimiento bajo el respaldo de los gobiernos de los países industrializados o de las empresas transnacionales amparadas por esos mismos gobiernos. Por supuesto, esta situación solo pudo venir a ocurrir en los tres últimos siglos, y responde a la convergencia de los intereses privados y públicos alrededor de una estructura administrativa definida. Este fenómeno se da por la comple- mentariedad estratégica de los nuevos estados nacionales y el despliegue de la iniciativa empresarial, auspiciadora del desarrollo del método inductivo, como logro del nuevo paradigma experimental cuando este llegó a contar con me- jores herramientas de medición, clasificación e idealización, cuyo adalid fue el inglés Francis Bacon. Contrastan la velocidad y extensión del conocimiento de los últimos cinco siglos con la profusa observación de los fenómenos naturales y el rigor del registro mensurable. Sin embargo, la ruptura con el pasado no es tan radical como suele parecer a primera vista. Los fundamentos analíticos, la construcción de sistemas complejos de deducción matemá- tica, la lógica, la investigación en metales, la exploración en medicina o las técnicas arquitectónicas, que han sido claves para las ciencias y las técnicas modernas, tienen una historia larga. Más aún, siguen siendo de uso cotidiano en diversas partes: no son pocas las comunidades que usan técnicas milenarias de construcción, aprovechan para su sobreviven- cia las recetas culinarias derivadas de la experimentación con el medio biodiverso, continúan los desplazamientos marítimos y la extracción de los frutos del mar, los ríos o la tierra con las técnicas de sus lejanos antepasados, que obe- decen a la interpretación de la complementariedad entre la dimensión humana y las demás formas de vida y, en fin,

16 bajo esa misma lógica operan, tal vez, las prácticas rituales y de cura. Desde el punto de vista de la ciencia moderna esos saberes suelen ser calificados de supersticiosos y no explicables; pero lo cierto es que persisten en ser practica- dos, por su efectividad. El establecimiento del estatuto diferenciado de los sabe- res tradicionales y el conocimiento científico es un proble- ma que sigue alentando la discusión epistemológica. Con el marco de lo científico sucede algo parecido al estudio de la naturaleza a nivel cuántico, en donde la observación y el dato se vuelven irreconciliables, por la imposibilidad de independizar el objeto del observador y su método. Despreocupados por esta disyuntiva, hemos estructurado la reseña del conocimiento asiático tradicional y contem- poráneo en un conjunto asociado bajo la rúbrica de saberes. De este modo, podemos apreciar de qué forma la sabiduría ancestral, que articulaba en un todo al individuo y al grupo con el medio inmediato y ambos con el universo, busca ser enriquecida con los hallazgos de la ciencia y la tecnología de nuestros días. La interdependencia filosófica, religiosa y hasta mágica subyacente no va ser tratada como un las- tre, sino, por el contrario, como la marca de sociedades que dándole valor a su pasado están dispuestas a responder a los nuevos desafíos de un mundo encogido por las relacio- nes globales. La relación entre India, China y Japón es milenaria. El intercambio del imperio chino con Japón a través de la península coreana viene de los siglos previos al estableci- miento del imperio en el siglo iii antes de la era cristiana. Los chinos facilitaron numerosos préstamos culturales a los japoneses, tales como la escritura, la organización política, las artes marciales, la pólvora y buena parte de su extensa inventiva. También las religiones continentales: el budis- mo, el taoísmo y el confucianismo atravesaron ese puente

17 cultural. El budismo se propagó a través de las fronteras terrestres chinas desde la primera centuria antes de nuestra era. A partir del siglo v llegó a Japón. Se sabe que Bodhisena, un monje budista indio que llegó en el año 736, amplió la enseñanza del budismo en territorio japonés; en el 752, presidió la ceremonia de consagración del Gran Buda del templo Todai-ji, en Nara, el más importante desde entonces. Bodhisena murió en ese país. En el siglo xvi, época cristiana de Japón, hubo un intercambio temporal con los católicos de India, antes del cierre del país a la influencia externa y la prohibición de dicha religión. En el siglo xx, el famoso poeta y escritor Rabindranah Tagore (1861-1941), premio Nóbel en 1913, y quien también vivió una temporada en Argentina, visitó Japón en tres ocasiones. En 1915, Rash Behari Bose, un líder independentista indio perseguido, se refugió en Tokio, y tiempo después se casó con la heredera de la cadena de comidas Nakamuraya, la que bajo su iniciativa introdujo el curry indio, que pronto se popularizó entre los japoneses. Desde la era Meiji, cuando empieza la industrialización de Japón, India ha sido una fuente considerable de materias primas como algodón y hierro; hoy empieza a cambiarse esa complementariedad por un intercambio más horizontal entre sus industrias y sus sectores de servicios. El significado de esa compleja estructura de conoci- mientos compartidos entre estas culturas asiáticas aún no ha sido valorado con la propiedad que merece, como tam- poco el influjo mundial de cada una de ellas por separado. Pero, como hemos afirmado atrás, es del interés de estos países responder al reto tecnocientífico realzando sus logros particulares. La relevancia de la India como una economía emergente es cada vez más contundente en un ámbito glo- bal, promocionándose como uno de los grandes centros en el campo del desarrollo del conocimiento. Si bien el lugar privilegiado de la India en la actualidad se debe a políticas

18 implementadas en las últimas tres décadas, hoy día es im- posible negar el genio que sentó las bases de ese prodigio. Se remontan tales antecedentes al segundo milenio antes de Cristo, cuando los sacerdotes hinduistas especulaban sobre el sistema solar e iniciaban la organización de las matemá- ticas. Como dijo Einstein alguna vez: ”les debemos mucho a los indios, quienes nos enseñaron a contar, sin lo cual no se habría logrado ningún descubrimiento científico que valga la pena”. Es este mismo genio el que se adapta a las condiciones del mundo actual, rebasando los alcances de otros países industriales, como la asistencia en informática a distancia, para crear productos a partir de formas propias de tecnología que van ganando reconocimiento y mercado a nivel internacional. Así, referirse a los saberes tradicionales de la India es una forma de admitir el esfuerzo de cientos de generaciones cuyo legado perdura en la actualidad. Para el caso de China, el desconocimiento en nuestro medio sobre el aporte que realizó esta civilización a la construcción de las bases de la ciencia moderna es enorme. Son innumerables los logros de la ciencia tradicional china que por siglos fueron atribuidos a los hombres de ciencia europeos. Esta grandeza se puede explicar a partir de las formas más básicas de pensamiento y organización social, que por cierto explican, de igual modo, el hecho que China no haya dado el salto hacia la ciencia moderna antes que Europa. La marcada brecha de producción científica entre China y la cultura musulmana primero y la europea des- pués determinó la difícil situación económica y social del país en el último par de siglos. Como reacción a ese desfa- se, los dirigentes actuales procuran, con su política de los Tres Pasos para el desarrollo científico y tecnológico y la puesta en práctica de las Tres Estrategias Cardinales, elevar a China al nivel de potencia científica y tecnológica en el

19 2049, cuando se cumplan los 100 años de la fundación de la República Popular. Japón, en cambio, es un país más asociado a los cambios científicos y tecnológicos. Este desarrollo ha sido posible gracias a procesos históricos particulares que han involu- crado una serie de transformaciones radicales que afecta- ron a todas las esferas de su sistema social. Lo más usual es vincular el logro japonés a la ayuda y protección recibida de Estados Unidos en el período de la posguerra. Sin em- bargo, la verdad es que para explicar el éxito actual de la sociedad japonesa en el dominio tecnocientífico es preciso indagar la tradición investigativa previa a los sucesos de la segunda guerra mundial. Algunos componentes del conocimiento ancestral de los países asiáticos estudiados siguen firmes, en medio de la revolución científica y tecnológica, como por ejemplo las prácticas médicas de la acupuntura o la ayurveda, porque su establecimiento cumplió, en parte, con los requisitos del marco científico moderno, como son la elaboración de hipó- tesis y la contrastación de resultados por la vía inductiva. Sin embargo, una dimensión adicional que ellos tuvieron y que se desdibuja en la ciencia moderna europea es la pre- sencia de la cosmovisión, según la cual todo el universo se rige por un código complejo de fuerzas o energías, que el ser humano puede llegar a conocer en alguna forma y po- der ponerlas a su servicio. Con estas premisas en mente y amparados en la transmutación del modelo científico con- temporáneo que cambia el determinismo de la naturaleza, las leyes inmutables y el tiempo reversible por los sistemas abiertos al azar, el caos y la irreversibilidad del tiempo, he- mos privilegiado el concepto de saberes de Asia. Con ello, damos apertura a un concepto extenso del marco del cono- cimiento y su método, más allá de los torpes linderos fijados por las escuelas empiristas y positivistas. Sin deslegitimar el

20 papel que cumple la ciencia moderna en la explicación del mundo, buscamos iluminar, desde la tradición investigativa y especulativa de las civilizaciones asiáticas, las dimensio- nes de la complejidad de la naturaleza y la sociedad que el pensamiento más reciente pretende revalorizar. De igual modo, se trata de reivindicar la coexistencia de los méto- dos para acceder a la lógica profunda de los hechos físicos y humanos, superando la vía analítica y de contrastación fáctica para permitir el ejercicio intuitivo, indispensable en la cabal comprensión de la sabiduría asiática. En el campo de las técnicas, en cambio, se da un quiebre inobjetable en la relación entre el sujeto y el objeto a partir de la revolución de la informática y la aparición del com- putador, que causaron un salto cualitativo en la estrategia tradicional y convencional de hacer ciencia. A partir de entonces, el investigador se halla frente a una herramienta inteligente, que posee memoria y reconoce objetos y pro- cesos. Con el progreso de la ciencia europea y de su técnica se desarrolla la tecnología y después la tecnociencia. Este desarrollo marca la pauta para el posicionamiento de un nuevo tipo de bien, contrario a todo lo que se conocía hasta ahora: el conocimiento con un valor inagotable, diferente de los bienes materiales escasos. En consecuencia, para el propósito de presentar los saberes asiáticos tradicionales y contemporáneos, acogiéndonos al uso que se le está dan- do por parte de los especialistas, hemos reservado el uso del concepto de tecnología solo para las aplicaciones ins- trumentales del conocimiento, apoyado en los desarrollos modernos después del invento del computador. Es decir, que el conocimiento tradicional de los países asiáticos aquí estudiados va a estar referido siempre a diversas técnicas, pero no pretendemos darle a ninguna de ellas el estatus de tecnología, como es claro a partir del capítulo cuatro.

21 El capítulo uno discute el papel de los conceptos estruc- turales del saber chino tradicional, en especial los de Li, Qi y Shu, cuyos significados más cercanos son los de princi- pio de las cosas, su organización y el enlace entre esas dos dimensiones. Estos motivos especulativos están en la base de la medicina tradicional china, la alquimia, los tratados matemáticos y la astronomía. Después de revisar los apor- tes externos budistas, musulmanes y europeos, la autora reflexiona sobre los impedimentos epistemológicos y socia- les que inhibieron el paso chino a una ciencia tipo europeo renacentista. De modo semejante, en el capítulo dos son presentados en forma minuciosa los desarrollos indios en medicina e higiene, matemáticas y astronomía en la época pre capitalista. Durante la ocupación colonial inglesa esos saberes se resintieron, pero tras la independencia han ido recobrando su significado para la formación de la identidad nacional india. Aunque menos conocidos que los resultados del ingenio chino e indio, los japoneses en el pasado confor- maron explicaciones propias en el dominio de las matemá- ticas y tuvieron técnicas singulares en la arquitectura y la agricultura, en una secuencia de adaptación e innovación de conocimiento no muy distinta de lo que hicieron después de la derrota con la tecnología estadounidense. El capítulo cuatro tiene como objetivo explicar la sinergia entre el sec- tor público y privado, cuya conformación paradigmática es la japonesa. El capítulo cinco está dedicado a explicar el diseño inicial y los progresivos cambios en las políticas de ciencia y tecnología en China, India y Japón. El capítulo seis cierra la obra con la discusión actual sobre la apropiación, protección y validación de los saberes históricos o conoci- miento tradicional, tanto por los agentes nacionales como por las instituciones multilaterales.

22 Esta obra es el resultado del trabajo académico de las líneas de estudios asiáticos de la Universidad Externado de Colombia. Sus integrantes han estado vinculados al Obser- vatorio de Análisis de los Sistemas Internacionales, oasis, en el Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales, cipe, de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacio- nales. Para la elaboración de este trabajo, el grupo contó con la participación de Sandra Salamanca, Lina Luna, Hiroshi Wago, Oyuna Gurdory, Roberto Restrepo, Ingrid Robles y Anna María Pino, bajo la coordinación de Pío García. En el transcurso de la investigación, hubo importante apoyo conceptual y documental de Sebastián Gutiérrez, Ricardo Tokunaga, Jorge Mejía, Jorge Salcedo, Gonzalo Ordóñez, Kyong Duc Lee y Leonardo Garavito.

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Capítulo uno

Desarrollo de la técnica y el conocimiento científico chino en la antigüedad

Sandra Salamanca

Introducción

En una apreciación general de la historia del desarrollo del conocimiento científico en China y Europa, puede afirmarse que este fue mucho más próspero en China hasta el siglo xv. Ya desde la época de los Reinos Combatientes, el chino pudo haber sido considerado el pueblo más influyente, no sólo desde una perspectiva de sus saberes científicos, sino también considerado a partir de su población y territorio. Esta situación se mantiene hasta que Europa encuentra su ”revolución científica”, originándose una nueva forma de pensamiento en donde la razón triunfa sobre la religión y se da una separación entre la ciencia y los saberes tradi- cionales como la magia y la filosofía. En forma simultánea al surgimiento de este pensamiento científico, independien- te del control ejercido por los dogmas y que le regalaría a Europa el sendero para la revolución industrial, en China

25 el desarrollo del conocimiento y la técnica entra en una etapa de debilitamiento. Al comparar de manera paralela el desarrollo en China y Europa durante la Edad Media, se observa una brecha plena, existente entre ambas regiones en el siglo x. Esta superioridad existía, como ya se había anotado, incluso antes de nuestra era. En la época Tang y Song, China inicia un intercambio más constante con Eu- ropa y otras regiones más cercanas, y en la dinastía Ming la brecha se va cerrando hasta que Europa logra superarla con el impulso que le otorga el nuevo método científico. China entra en un período de estancamiento, no en retroceso; sin embargo, con las guerras el opio, a mediados del siglo xix, el país presenta un real repliegue en su desarrollo. Muchos académicos han especulado acerca de por qué China no desarrolló las condiciones propicias para desatar su propia revolución industrial, a pesar de haber estado a la vanguardia del desarrollo del conocimiento científico por varios siglos. Antes de revisar algunas de las versiones ofrecidas por diferentes académicos, este ensayo reseña los aspectos más sobresalientes del avance del conocimiento en la antigüedad china, haciendo énfasis en los conceptos básicos, li 理 qi 气 y shu 数, que estuvieron presentes desde los orígenes más remotos de la civilización como parte de su mística y que sirvieron de fundamento para la elabora- ción de sus saberes. A pesar de que la obra del genio chino es muy amplia, el escrito se limitará a tres ramas del conocimiento: la medici- na, las matemáticas y la astronomía, ya que éstas son repre- sentativas de lo que se pretende demostrar aquí. A pesar de que en China no existió un sistema teórico de leyes de tipo científico e independiente de su pensamiento metafísico, el desarrollo de su saber partió de bases concretas y unifica- das, producto de su visión del universo. Esto les permitió a los sabios chinos tener un sistema autónomo, continuo y

26 floreciente de exploración y manejo de su relación con la naturaleza, aunque no fueron ajenos del todo al influjo de las técnicas de otras regiones del mundo. Desde el punto de vista metodológico, se debe tener en cuenta que este capítulo presenta el saber tradicional chino con base en la revisión bibliográfica sobre el tema, estable- ciendo un punto de partida para los interesados en pro- fundizar el estudio y un panorama general no exhaustivo para el público general. Ha de ser entendido como el trabajo de una persona conocedora de la sociedad china, que solo puede señalar algunos logros y la relevancia de estos en su contexto cultural y en la historia de la humanidad, sin pene- trar la compleja problemática epistemológica y de filosofía de la ciencia que el tema pudiera llegar a sugerir.

Ilustración 1. Evolución interactiva Europa y China1.

1 Tomado de ”La Revanche du monde Chinois?” Económica, 1997, en, Haber y Mandelbaum.(2005).China la trampa de la globalización. Barcelona, Ediciones Urano S.A., p. 52.

27 En la compleja tarea de describir la dimensión histórica que posee la civilización china, debe mencionarse que a pe- sar de que este es un pueblo cuyas estructuras políticas se remontan al siglo xx a. C., ha mantenido una continuidad cultural sólo desde la unificación hecha por el emperador Qing Shihuang en el 221 a. C., o sea por más de dos mil años. Los últimos hallazgos arqueológicos sugieren que la ci- vilización china tuvo su origen no solamente en el espacio de cuenca del río Amarillo como comúnmente se proclama, sino que es un producto de varios focos de poblamiento ubicados en el actual territorio chino. Aparte de la cultura Yangshao, de la cual se han encontrado esparcidos vesti- gios arqueológicos por los que hoy son los territorios de las provincias septentrionales de Gansu, Shanxi y Hebei, a lo largo del tramo central del río Amarillo, también se desa- rrolló la cultura Dawenkou en la península de Shandong y la cuenca aluvial del río Amarillo. Otro par de pueblos originarios estuvo ubicado en la cuenca del río Yangzi y el cereal base de alimentación fue el arroz y no el mijo como en las culturas Yangshao y la Dawenkou. Esta es la época de las sociedades primitivas que se de- dicaban a la agricultura y a la cría del ganado. En el pasado, los historiadores chinos ubicaban en esta época la existencia de los reyes sabios fundadores de la civilización, y estas his- torias se convirtieron en los mitos de origen de ese pueblo. Aunque de la primera dinastía, la Xia, los hallazgos arqueo- lógicos aún no han dado completa certeza de su existencia, sus vestigios, que corresponden a la Edad de Bronce, hacen que los expertos hayan casi aceptado su existencia. Las inscripciones en huesos y caparazones de tortuga, sistema oracular y génesis de la escritura china, han colabo- rado para dar certeza de la existencia de una cultura que ya conocía la técnica de fundición del bronce y la elaboración de instrumentos de hierro. La sociedad de la era Shang vivía en

28 ciudades amuralladas y estaba dominada por una supersti- ciosa aristocracia. La dinastía Shang es seguida por la Zhou, famosa por albergar diferentes escuelas de pensamiento. La tribu de los Zhou habitaba el valle del río Wei, eran vasallos de los Shang, pero al fortalecerse lograron ven- cerlos y establecieron su capital en Chang An, actual Xi’an (1040 a. C.). A ellos se les denomina Zhou occidentales. Cuando trasladan su capital a las cercanías de la actual ciudad de Luoyang (771 a. C.), el poder de los, en este mo- mento Zhou Orientales, empieza a verse debilitado por la presencia de pequeños estados. Esta época se denomina período de Primavera y Otoño (772-481 a. C.). El esquema de la sociedad Zhou ha sido caracterizado como de tipo feudal; sin embargo, algunos autores como Jacques Gernet consideran que el sistema de ciudades nobles aliadas en donde primó el sistema de jerarquías de ritos y cultos es original chino y no es comparable con otro que haya existido2. Estos principados al entrar en guerra, dan paso al período conocido como Reinos Combatientes (403-221 a. C.), en el que siete estados ampliaron su impor- tancia gracias a la anexión de estados más pequeños de su alrededor: Qi(齊), Chu (楚), Yao (燕), Han (韓), Zhao (趙), Wei (魏) y Qin (秦). En este turbulento lapso, el anhelo de paz impulsó el surgimiento de diversas escuelas de pensa- miento, cada una con una propuesta sobre cómo devolver la sociedad a un estado de armonía. Esta época ha sido llama- da la ”era axial”, porque en ella se formaron las tendencias básicas del pensamiento no sólo en China, sino también en India y Grecia3. Efectivamente, en estos años surgen las ba-

2 Jaques Gernet. (1999). El mundo chino. Barcelona, Crítica, p. 61. 3 John K. Fairbank. (1996) China: una nueva historia. Santiago de Chile, Editorial Andrés Bello, p. 77.

29 ses del confucianismo, el taoísmo, el mohismo y el legismo, principales escuelas filosóficas de China. Es también un gran período para el desarrollo agríco- la, favorecido entre otras razones, por la proliferación de innovaciones técnicas como la elaboración de herramien- tas en hierro fundido que reemplazaron a las de madera, mejorando las condiciones para la construcción de impor- tantes obras. Asimismo, la carreta de doble vara, el arnés de tirante, que aparecieron en Europa en la Edad Media, racionalizaron el sistema de tracción animal, haciéndolo eficiente al emplear menos caballos para jalar las cargas. Según Gernet, la riqueza en innovación técnica de este período se debe principalmente a ”las necesidades produ- cidas por el encarnizamiento creciente de las guerras. Para asegurar su independencia y aumentar la potencia militar de sus reinos, los príncipes no se limitan ya a desarrollar la producción agrícola”4. El triunfo de Qin sobre los otros seis principados marca el fin de la era de los Reinos Combatientes e inicia lo que se ha llamado el primer imperio unificado de la historia china bajo el mando Qin Shi Huang (221 a. C.). En este momento nació el sistema de gobierno burocrático de toda la etapa imperial china. El ”Primer emperador de China”, como él mismo se proclamó, unificó la escritura y el sistema de pe- sos y medidas, entre otras medidas de organización social. La base ideológica de su gobierno, y que contribuyó al desarrollo de estas transformaciones, fue el legismo, pensamiento que defendía la fuerza de la ley escrita como garantía para la conservación del poder del Estado y su gobernante. El orden en la sociedad se establecía a través de un sistema de recompensas y de castigos que agotaron

4 Gernet, Op. cit., p. 74.

30 al pueblo, precipitando la caída del régimen y dando paso a la larga era Han (206 a. C. - 220 d. C.). Bajo los Han también hubo unificación de tipo ideoló- gico y político. El confucianismo y el taoísmo pasaron a ser las escuelas de pensamiento predominantes. El imperio fue próspero en términos económicos y comerciales. Su terri- torio se extendió hasta su parte más occidental, en lo que es hoy la provincia de Xinjiang, y por el sur llegó hasta las tierras tropicales más abajo del río Yangsé. El comercio con otras regiones se incrementó gracias a la expansión diplo- mática y militar y a la apertura de nuevas rutas comerciales. Su sistema de tributo desarrollado con los vecinos ”bárba- ros” logró la integración de estos pueblos al imperio. Después de los cuatro siglos de esplendor de la dinastía Han, viene una época de dinastías de lapso corto al sur y al norte del territorio. Se creó un panorama de desintegra- ción y anarquía, extendido hasta lo que se ha llamado el imperio aristocrático de las dinastías Sui (590-617) y Tang (618-906). En materia de desarrollo de la ciencia, esta épo- ca es fundamental debido al intercambio cultural que tuvo lugar. Es la época de afianzamiento del budismo en China, que además de traer una nueva fe, fue vehículo del gran aporte de la ciencia india. La ciencia de los países islámicos, de altísimo nivel, tam- bién se hizo su aparición en la vida cotidiana de las ciudades chinas con una creciente influencia hasta alcanzar su punto máximo en la dinastía Yuan (1206-1367). Antes de la llegada de la dominación mongola, China vive lo que algunos han llamado una versión propia de renacimiento durante la dinastía Song.

31 I. Li, Qi y Shu, y otros conceptos básicos de la naturaleza

La existencia de estos tres conceptos data de los más tem- pranos orígenes de la civilización china y son la base de su conocimiento científico desarrollado en la época antigua y medieval. Una aproximación hacia ellos es fundamen- tal para comprender no sólo lo referente a la ciencia, sino también para tener una mejor valoración de la cultura tra- dicional china. En el estudio del saber en China es necesario precisar que muchos términos chinos no pueden encontrar una traducción exacta en nuestro idioma. Además, su sentido puede variar de una a otra época. Intentar llegar a una com- pleta comprensión de los textos antiguos, sin partir del texto original, podría convertirse en una tarea imposible dado el carácter sugestivo del idioma chino. Generalmente una traducción es sólo una de las muchas interpretaciones que pueden surgir de un mismo texto original. Feng Yulan, ci- tando a Kumarajiva, traductor de textos budistas al chino, señala que:

la obra de traducción es como mascar un alimento que alimentará a otros. Si no podemos mascar nosotros mismos el alimento, hemos de recibir el alimento que otros ya mas- caron. Sin embargo, después de semejante operación, el ali- mento tiene que ser menos sabroso que el original5.

Para el caso de la escritura china, este aserto se cumple a cabalidad. La traducción literal de las tres palabras li, qi y

5 Feng Yulan. (1987). Breve historia de la filosofía china [Traducción Juan José Utrilla]. México, Fondo de Cultura Económica, p. 45.

32 shu es una tarea con la que nadie se puede comprometer, ya que cada carácter expresa una idea que va más allá de la palabra. Es decir, un solo carácter puede significar varios conceptos, muchos de ellos sin una traducción concreta en otras lenguas. Sin embargo, para acercarnos al sentido que ellos pretenden insinuar, se puede decir que Li 理 nos sugiere el concepto de ”patrón” o principio de ”organiza- ción”, Qi 气 es la sustancia de la que están compuestos el universo y los cuerpos celestiales y Shu 数 hace referencia, tanto a los números y la matemática como al arte de la nume- rología6. En términos filosóficos, este concepto va más allá de lo que se puede describir. Zhuang Zi, filósofo taoísta, definía shu de la siguiente manera: ”(es algo) que te llega a las manos y encuentra respuesta en el corazón, pero no puede ser descrito con palabras. Existe (una entidad) shu dentro de nosotros”7. Li y qi pueden ser interpretados como ”ley” y ”psique” o ”materia” y ”energía”. Según los postulados de Zhuxi, reconocido filósofo neo-confuciano de la dinastía Song, todo en el universo es creado a partir del li y el qi, entre los cuales se establece una relación de dependencia. Shu es el concepto que explica el funcionamiento de la naturaleza. Tiene también el sentido de la numerología trabajada en el Libro de los cambios, Yijing8.

6 Otros significados del carácter 理 (li): razón, lógica, ciencia natural, adminis- trar, poner en orden, prestar atención; 气 (qi) espíritu vital, gas, aire, aliento, olor, espíritu, enfado, humillar; 新 西 典 (xin hanxicidian) en, Nuevo diccionario chino español. Beijing, Shangwu yinshuguang chuban, 2002, p. 509. 7 Traducción del autor ”(it is something) that comes to one’s hands and find response in one’s heart, but which no words can describe. There exists (an entity of) shu within us”. Ho Peng Yoke (1991). ”Chinese Science: The traditional Chinese View”, en Bulletin of the School of Oriental and African Studies, vol. 54, n.º 3. University of London, p. 506. 8 Conocido en nuestro medio como el I Ching. Desde los tiempos más antiguos el Yijing fue el método más conocido y utilizado para predecir el futuro.

33 Hay li y hay qi por el cielo y por la tierra, li es el dao 道 (que organiza) de todas las formas arriba. Y las raíces de las cuales todas las cosas son producidas. Qi es el instrumento (qi 器) (compositor) de todas las formas abajo, las herramientas y materia prima con las que todas las cosas están hechas. Por lo tanto, hombres y otras cosas tienen que recibir este li en el momento de su llegada a la existencia, y obtener su natura- leza específica (xing 性). Tienen que recibir también este qi con el objeto de obtener su forma (xing 形)9.

En otro escrito, explica así la importancia del concepto shu: ”Solo la existencia del qi resulta de la existencia del li, lo mismo sucede con la existencia de los números de la exis- tencia de qi”10. Como efecto de la reacción del li y el qi se producen en la naturaleza dos tipos de energía. El movimiento del qi es generado por el taiji 太极 o principio generador de las cosas, la máxima polaridad, el gran extremo. Es el li que transforma el qi en ying y yang. La dualidad del universo; dos tipos opuestos de energía presentes en todas las cosas del universo que al mismo tiempo son complementos.

9 Traducción del autor ”Throughout heaven and earth, there is li and there is qi. Li is the dao 道 (that organizes) all forms above. And the roots from which all things are produced. Qi is the instrument (qi器) (composing) all forms below, and the tools and the raw materials with which all things are made. Thus men and other things must receive this li in the moment of their coming into existence, and obtain their specific nature (xing 性). They must also receive this qi in order to get their form (xing 形)”, Zhuxi quanshu, zhuan 49, p. la. En, Pengyo, Ho. (2000). Li, Qi and Shu: An introduction to Science and Civilization in China. New York, Dover Publications Inc., p. 5. 10 Traducción del autor ”Just as a existence of qi follows from the existence of li, so does the existence of numbers from the existence of qi”. Huainanzi, zhuan 4, pp. 5b-6a. En, Ho, Ibíd., p. 7.

34 El diagrama Taiji

一阴一阳之谓道 Un yin y un yang, ese es el dao

La mitad del diagrama es yin y la otra mitad es yang. Al imaginar esta figura en movimiento girando sobre su centro, se puede ver cómo el yin domina al yang y el yang domina al yin en forma sucesiva. Yin y yang son opuestos, pero a la vez complementarios.

”Taiji mueve y produce yang. Cuando el movimiento al- canza un límite llega el reposo. Taiji en reposo produce yin. Cuando el estado de reposo llega a un límite regresa a un estado de movimiento. Movimiento y reposo alter- nan. Cada uno, el origen del otro. Yin y yang dedican sus funciones a establecer dos fuerzas. Yang se transforma combinándose con el yin produciendo agua, fuego, ma- dera, metal y tierra. Luego los cinco qi se difunden armo- niosamente y las cuatro estaciones toman su curso11.

Como las palabras de Zhou Dunyi sugieren, la interacción del ying y el yang da surgimiento a los cinco elementos de la naturaleza (wuxing 五行), agua, fuego madera, metal y tierra12. Según el concepto de interrelación de los cinco

11 Traducción del autor ”Taiji moves and produces yang. When the movement reaches a limit it comes to rest. Taiji at rest produces yin. When the state of rest comes to a limit it returns to a state of motion. Motion and rest alternate, each being the source of the other. Ying y yang takes up their appointed functions to establish the Two Forces. Yang is transformed by combining with ying producing Water, Fire, Wood, Metal and Earth. Then the five qi diffuse har- moniously, and the Four Seasons take their course”, Zhou Dunyo (1017-1073) neo-confucianista. Citado por Ho, Ibíd., p. 12. 12 La palabra elemento no deber ser tomada como elemento químico. Al hablar de la teoría de los ”cinco elementos” se encuentran otras interpretaciones como teoría de los cinco agentes o de las cinco fases.

35 elementos, entre ellos existe un orden y una relación dual de generación y dominación. La madera produce fuego, el fuego produce tierra, la tierra produce metal, el metal pro- duce agua y el agua produce madera.

Ilustración 2. Interacción de los cinco elementos

Li, qi y shu tuvieron una aplicación muy importante en la alquimia china. Tomando como base la teoría del yin y el yang y la teoría de los cinco elementos, con sus principios de generación y dominación, los magos de la antigüedad intentaron transformar metales base en oro. Esta transmu- tación estaba íntimamente ligada con el deseo de adquirir la inmortalidad. Sin embargo, la inmortalidad era algo para lo cual se nacía predestinado. Entonces, el éxito o fracaso obtenido en sus experimentos era atribuido a las fuerzas del shu y no a sus propios errores13.

13 Ho, Op. cit., pp. 173-174.

36 En la misma vía, los conceptos básicos de la naturaleza encontraron amplia aplicación en las artes adivinatorias de los pueblos fundadores. Según ellos, las formas materiales de los cinco elementos permanecen en la tierra, yin, mien- tras que el qi permanece en el cielo, yang. El qi del cielo está representado por los diez troncos celestes y el qi de la tierra, por las doce ramas terrestres. Estas doce ramas terrestres son representadas por los doce animales del zodiaco. El calendario chino se forma por la interacción de los diez troncos celestes y las doce ramas terrestres, que son las uni- dades de tiempo, creando ciclos de sesenta años. En astrología china, el destino de cada persona es calcu- lado siguiendo este método milenario que tiene en cuenta los cinco elementos, wuxing, presentes en el momento exac- to del nacimiento. De la misma manera, estos conceptos son utilizados en el arte de la geomancia o fengshui, que busca asegurar la armonía entre la topografía del entorno tanto de las casas de los vivos como las tumbas de los muertos.

El libro de los cambios

El término shuxue 数学, que incluye el concepto de shu y que es entendido generalmente como matemática tiene también la acepción de numerología, al referirse al yishu 易数 o la técnica de adivinación utilizada en el Libro de los Cambios, Yi Jing 易经

Como se mencionó antes, para el Yi Jing las dos fuerzas fundamentales del cosmos, yin y yang están representa- das por una línea segmentada y una continua respecti- vamente

[– – ––].

37 ☰ ☱ ☲ ☳ ☴ ☵ ☶ ☷

De su combinación surgen 4 figuras más que al recom- binarse crean los ocho trigramas básicos. Es sabido que estos trigramas fueron utilizados por los primeros pue- blos chinos en las artes de predicción y con el tiempo se convirtieron en uno de los métodos preferidos de futuro- logía. Aunque no existe evidencia de la fecha en que estos se crearon, su invención se atribuye a uno de los héroes míticos de la antigua China, Fuxi, de quien se cree existió 3000 años antes de nuestra era.

Independiente de los usos adivinatorios que ostentó el Li- bro de las mutaciones, los sabios chinos también utilizaron sus trigramas y hexagramas para argumentar sus teorías sobre el origen del cosmos, astronomía y alquimia14.

El registro más antiguo que se tiene de los conceptos del yin y yang y la teoría de los cinco elementos es aproximadamen- te en el año 750 a. C., cuando Shibo asoció dos terremotos con la acción del yin y el yang y los cinco elementos15. No existe evidencia que certifique la influencia china sobre los conceptos fundamentales de la naturaleza hacia los indios y griegos. Diógenes de Apolonia, siglo iv a. C., tomó el concepto de pneuma de Anaxímenes y estableció que el aire era la fuente de todo ser y que cada sustancia en el mundo era resultado de un proceso de condensación. Él perteneció a la escuela de Mileto de la que fueron herederos los pitagóricos, que usaron cuatro formas geométricas para

14 Ibíd., pp. 34-43. 15 Ibíd., p. 15.

38 representar los cuatro elementos presentes en la naturale- za; (tierra, aire, agua y fuego). Luego se sumó la figura que representa el universo, el dodecadrón. A estos elementos, conocidos también como los “cuerpos platónicos, se les atribuyeron propiedades similares a los cinco elementos chinos: calor, frío, humedad y sequedad, con la misma re- lación de afinidad y oposición entre ellos”. Esta teoría se conoce en occidente como la ”teoría de los cinco elementos”, postulada por Empédocles de Aciagas, de la escuela pita- górica en el siglo iv d. C. Según la teoría, todo cambio en la naturaleza era generado por estas fuerzas de oposición y afinidad entre los cinco elementos16. Ideas semejantes aparecieron en el budismo indio; catvari maha-bhutani son los cuatro elementos tierra, agua, fuego y viento. A pesar de las semejanzas entre estas tres tendencias y que algunos se arriesguen a hablar sobre la influencia de la medicina hindú a través de la introducción de la teoría de los cuatro elementos17, no hay plena evidencia de la influencia de al- guna de ellas sobre las otras. A pesar de que reconoce que los chinos en la antigüedad fueron capaces de llegar a inducciones válidas a través de la experimentación, Needham reclama la ausencia de una o varias teorías elaboradas que las respaldaran. Para él las teorías del yin, el yang y los cinco elementos eran de tipo primitivo y no son equiparables con las de tipo posgalilea- no. Por lo tanto, el saber empírico de los chinos no pudo evolucionar hacia la ciencia moderna18.

16 Ibíd., p. 13. 17 René Tatón. (1975). Historia general de las ciencias, tomo i. Barcelona, Ediciones Destino, p. 579. 18 . (1978). De la ciencia y la tecnología chinas. México, Siglo xxi Editores., p. 97.

39 II. Principales áreas de la ciencia en la China tradicional

A. La medicina tradicional

Los comienzos de la medicina en China se asocian con las prácticas chamánicas desarrolladas antes de la era Shang; las inscripciones en los huesos oraculares describen nume- rosas referencias a ciertas enfermedades y al uso de plantas para el tratamiento de las mismas. Las artes de magos curanderos evolucionaron en dife- rentes especialidades. El oficio de curar las enfermedades, yi 医 médico, se diferenció con el tiempo del de brujo, wu 巫. Needham señala que todas las especialidades provenien- tes de los ”hombres de medicina” estaban estrechamente ligadas con los orígenes del taoísmo19. Así mismo, Gernet señala que a partir de las técnicas mágico-religiosas para preservar y acrecentar la potencia vital y alargar la existen- cia desarrollada por los magos de la antigua China se desa- rrolla el pensamiento taoísta20. Al hablar de la historia de la ciencia china, se habla concretamente de los aportes que el taoísmo, en tanto que religión, le hizo. Según Needham, de la alianza entre los brujos de la antigüedad con los pensa- dores, para quienes la admiración de la naturaleza era más importante que la admiración confuciana de la sociedad humana, surge el taoísmo. Ambos “estaban convencidos de que eran alcanzables cosas importantes y útiles usando las propias manos”21. Los brujos o fang shi (方士, caballeros po- seedores de recetas mágicas, alquimistas) se desenvolvían

19 Ibíd., p. 118. 20 Gernet. Op. cit., p. 94. 21 Needham. Op. cit., pp. 140-141.

40 en diferentes campos del conocimiento de la naturaleza y al parecer eran taoístas. Una vez se ha mencionado la estrecha relación entre taoísmo y medicina en la antigua China, hay que señalar que existe una diferencia entre taoísmo como filosofía y el taoísmo como religión. Feng Yulan, renombrado filósofo chino contemporá- neo, en su Breve historia de la filosofía china, señala:

El taoísmo como filosofía enseña la doctrina de seguir a la naturaleza, mientras que el taoísmo como religión enseña la doctrina de actuar contra la naturaleza. Por ejemplo, según Lao Tse y Chiang Tse, la vida seguida por la muerte es el cur- so de la naturaleza, y el hombre debe seguir apaciblemente este curso natural. Pero la principal enseñanza de la religión taoísta es el principio y la técnica de cómo evitar la muerte lo que es actuar expresamente contra la naturaleza.

Los taoístas buscaban la inmortalidad para poder disfrutar eternamente de la belleza de la naturaleza. En la búsque- da de esta inmortalidad se apeló a todo tipo de prácticas que les permitieran tener la oportunidad de convertirse en un xian (仙, ser celestial; inmortal). Fueron seis los tipos de técnicas empleadas por los taoístas en la búsqueda de la inmortalidad: técnicas respiratorias, helioterapéuticas, sexuales, gimnásticas, alquímicas y farmacéuticas y reglas relacionadas con la dieta y la buena alimentación22. Es un hecho paradójico que el pensamiento taoísta y sus conceptos, que propendían por un regreso del hombre a su estado primitivo negando la cultura material y el desarrollo científico, ejerció una vasta influencia en la elaboración del

22 Ho. (2000). Op. cit., pp. 175.

41 conocimiento científico de la China antigua. Sin embargo, antes de una consolidación de la medicina taoísta, varios siglos antes de nuestra era, en China ya se identificaron ciertas enfermedades con su respectiva cura a través de la utilización de plantas medicinales. En la dinastía Zhou, la práctica de la medicina se hizo más formal y la aplicación de tratamientos terapéuticos como la acupuntura, la moxa y el uso de las cuatro técnicas de diagnóstico era regular: inspec- ción, auscultación y olfacción, el interrogatorio y la palpa- ción. Fue la época de los fundadores de la profesión médica en China. Sima Qian, el gran historiador de la antigüedad, en sus Memorias históricas, hacía referencia a Bian Que 扁 鹊 (500 a. C.), famoso por su técnica de diagnóstico a través de tomar el pulso de sus pacientes y sus tratamientos de acupuntura. Bian Que es considerado el Hipócrates chino. En la dinastía Han apareció la obra más importante de la medicina tradicional china: Cánones de la medicina in- terna del emperador Amarillo (Huangdi Neijing 黄帝内经). Recientes hallazgos arqueológicos permiten estimar que la recopilación original de este clásico data del siglo I a. C., no como un solo libro sino como una colección de escritos de diferentes autores23. En la tradición antigua, la autoría de este primer manual de medicina tradicional se concedió, como su nombre lo indica, al mítico emperador Amarillo, primero de los cinco soberanos fundadores. A estos héroes civilizadores, como los llama Gernet, los historiadores anti- guos les atribuyeron la invención de técnicas e instituciones gracias a las cuales la civilización china pudo desarrollarse. Estos emperadores primitivos se convirtieron en patrones

23 Nathan Sivin. (1988). ”Science and Medicine in Imperial China: The state of the field”, en The Journal of Asian Studies, vol. 47, n.º 1 (feb.); pp. 68.

42 de las diferentes sectas y escuelas de pensamiento en los siglos v-iii a. C.24. Dentro de las cien escuelas filosóficas que existieron en China antes de nuestra era, la escuela de los taoístas convir- tió al emperador Amarillo en su patrón y a la escuela del Yin-Yang se le atribuyó la elaboración del libro Preguntas al emperador Amarillo sobre la esencia de las cosas que correspon- de a la primera parte del Huangdi neijing25 y que recopiló todo el conocimiento desarrollado hasta el momento, rela- cionado con los métodos de diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades. La otra parte de la obra titulada ling shu, o eje vital, versaba básicamente sobre acupuntura y los canales principales y colaterales del cuerpo humano. Se reconoce como la primera recopilación y sistemati- zación del conocimiento médico a lo largo de varios siglos. Los Cánones de medicina interna introdujeron en la medicina conceptos holísticos como el ying y el yang, la teoría de los cinco elementos y el flujo del qi en el cuerpo humano. Se- gún el concepto holístico de la medicina tradicional china, el cuerpo humano es un todo y sus cambios se asocian a la deficiencia y exceso de los zhang y fu (vísceras), del qi y de la sangre, y del yin y el yang de todo el cuerpo. Los cánones de la ética moral confuciana predicaban la conservación de un cuerpo intacto, por lo que el papel de la cirugía se relegó frente a la acupuntura y otras técnicas ya mencionadas de tratamiento terapéutico26. A diferencia de la concepción europea en la que el cuerpo humano era estudiado como un conjunto de estructuras, órganos, tejidos,

24 Gernet, p. 98. 25 Trauze Rolf, Franke Herbert. (2003). El imperio chino. Historia universal del siglo xxi. México, Siglo xxi Editores, pp. 52. 26 Taton, Op. cit., p. 217.

43 humores y fluidos, para la medicina china el cuerpo huma- no se constituía en un conjunto de huesos y músculos al que recorrían redes por donde circulaban los fluidos vitales27. Además de la circulación del qi por el cuerpo humano, los médicos chinos estudiaron atentamente la circulación de la sangre, estableciendo que ésta se bombeaba desde el corazón hacia todas las venas, arterias y capilares. La elaboración de esta teoría sobre una circulación dual, la de la sangre y la del qi, que empezaba en los pulmones y recorría canales invisibles, fue la base para el desarrollo de la acupuntura. En el Huangdi beijing, estos conceptos ya se encontraban recopilados, pero se entiende que venían sien- do trabajados por los chinos desde cientos de años atrás. En Europa, los primeros registros sobre la circulación de la sangre aparecieron sólo hasta el siglo xvi28. La existencia de ritmos circadianos, o relojes biológicos que rigen los órganos del cuerpo, fueron también materia de estudio de los sabios chinos antes que en el mundo eu- ropeo. En el Canon de medicina interna está escrito:

Quienes padecen una enfermedad del hígado están animados e ingeniosos en las primeras horas de la mañana. Se sienten alegres por la tarde y a media noche se quedan tranquilos y reposados… Los que tienen una enfermedad del corazón están animados e ingeniosos a mediodía, a mediano- che se sienten alegres y de madrugada se quedan tranquilos y reposados… Quienes sufren una afección del bazo están animados e ingeniosos a la hora del crepúsculo, se sienten

27 Nathan Sivin State. (1995). ”Cosmos, and Body in The Last Three Centuries: B.C. Harvard”, en Journal of Asiatic Studies, vol. 55, n.º 1 (jun.), p. 12. 28 Robert Temple. (1998). The Genius of China. London, p. 123.

44 alegres al amanecer y cuando cae la noche se quedan tran- quilos y reposados (…)

A finales de la dinastía Han del Este (25-220) apareció el Tratado sobre las enfermedades febriles (Shang Han Lun 伤 寒论), escrito por Zhang Zhongjing, y conocido también como el Libro de las recetas. Es la obra más antigua y siste- mática dedicada al origen, desarrollo y tratamiento de las enfermedades contraídas externamente y su tratamiento a través de recetas a base de hierbas. En la misma era, el doctor Hua Tuo (110-208) utilizó hierbas medicinales (cannabis y datura29) para elaborar el mafeisan, registrado en la historia como el primer anestésico. Reconocido como el padre de la cirugía, se hizo famoso por realizar una delicada operación abdominal30. Siguiendo la cuenta de los aportes hechos por los anti- guos chinos a la medicina se tiene que el primer manual en la historia de la investigación forense fue escrito por Song Ci 宋慈, un alto juez de la corte de la dinastía Song a prin- cipios del siglo xii, quien acostumbraba visitar la escena del crimen cada vez que tenía dudas para emitir su juicio. La vindicación de los inocentes o lavado de entuertos fue la recopi- lación y análisis sistemático de los conocimientos recogidos a través de muchas autopsias y toxicosis31.

29 La Datura stramonium, es una planta tóxica conocida también como borrachero o higuera del infierno. 30 Dharmananda, Subhuti. Hua Tuo, Institute of Tradicional Medicine. Dispo- nible en internet [www.itmonline.org/arts/huatuo.htm], (mayo 22, 2007). 31 Needham. Op. cit., p. 99.

45 B. La alquimia

”Si sacrificáis al horno (…) os demostraré cómo hacer el oro amarillo; de ese oro haréis vasijas, de las que beberéis para volveros inmortal”

Li Shaojun 李少君 133 a. C.32.

Es en la dinastía Han cuando otra de las artes practicadas por magos y estrechamente relacionada con la medicina, encuentra su época de mayor auge. El propósito de los alquimistas chinos consistió en tra- tar de trasformar metales base en oro y con éste preparar elixires para adquirir la inmortalidad física, el jindan 金丹 o elixir de oro. Needham describe la alquimia en esta época como la combinación entre la macrobiótica y la aurifacción. Con la macrobiótica se creía que era posible preparar sus- tancias, a partir de plantas y minerales en colaboración de la química y la aurifacción, que prolongaban la larga vida. La aurifacción por su parte trató de encontrar procesos para producir oro con base en metales innobles33. El parentesco de los tres 参同契 (142 a. C.) fue el primer libro sobre teoría de la alquimia. El tema principal era el de las teorías del yin y el yang, los cinco elementos y el Libro de los cambios, Yijing, todos en conexión con la alquimia. Sin embargo, se ha especulado que ya en el siglo iv a. C. se practicaban estas artes señalando la existencia de Zou Yan 邹衍 primer alquimista en la historia, perteneciente a la escuela del Yin-Yang y quien ha sido catalogado en el

32 El mago Li Shaojun dirigiéndose al emperador Huang Wudi. Según Need- ham, esta es la primera referencia de alquimia en la historia del mundo. 33 Needham. Op. cit., p. 141.

46 mundo contemporáneo como el verdadero fundador del pensamiento científico chino. El deseo de inmortalidad no sólo se limitó a los magos taoístas sino que invadió las cortes y son innumerables las historias al respecto. Muchos emperadores perecieron por envenenamiento en la China medieval probando be- bedizos para la longevidad. Una de las más conocidas es la del emperador Qin Shihuang 秦始皇, quien envío a su mago alquimista de cabecera, Xu Fu 徐福 acompañado de 800 hombres al mar Oriental en busca del preciado elixir34. Otras versiones relatan que el emperador mismo viajó hacia el lugar en donde se pensaba estaba ubicada la isla de los inmortales, aquellos que habían obtenido éxito en la manipulación del shu en la preparación del elixir, y en el recorrido murió al ingerir un brebaje para la inmortalidad hecho a base de mercurio. En esta incesante búsqueda del elixir de oro, los alqui- mistas taoístas encontraron sin proponérselo la fórmula que contribuyó a transformar el orden mundial, la pólvora. En el siglo ii los alquimistas empezaron a agregar salitre y sulfuro a sus preparados advirtiendo que un manejo descuidado podría quemar las manos o incendiar sus casas. Sólo después de varios siglos, en el año 1040, Tsen Kung publicó una fór- mula definitiva de la pólvora, explicando tres de sus varia- ciones para la fabricación de tres diferentes tipos de armas. Las primeras nociones de la matemática china hacen referencia a la época mítica de la civilización. La leyenda cuenta que una tortuga del río Luo, entregó al emperador mítico Yuan un regalo en forma de diagrama. Este se conoce como el diagrama de Luo (Luo Shu 洛书)35. Otras versiones

34 Ho. Op. cit., p. 175. 35 El diagrama de Luo, es similar a los cuadros mágicos que conoció Europa si- glos después. En el se disponen números enteros de tal manera que la suma de

47 de esta historia relatan que en el tercer milenio a. C., la po- blación ribereña del Luo vio en las marcas del caparazón de una tortuga el mensaje cifrado de los dioses que pedían la cantidad exacta de la ofrenda que se debía hacer para contener su ira y detener el desbordamiento del río. Quizá la combinación de ambas historias convirtió al mítico em- perador Yuan en el patrono de los ingenieros hidráulicos de la China antigua a quienes se les adeuda, en buena parte, la construcción de las bases de su civilización. Las primeras aplicaciones de las matemáticas se utilizaron en las obras para el manejo de las aguas36.

Ilustración 3. Luo Shu 洛书

estos ya sea vertical, horizontal o diagonal, siempre es igual. Imagen tomada de Qinghua University, Department, Disponible en internet: [http://elib.lib.tsinghua.edu.cn:9080/mathdl/htm/jianshi/shuyu/luoshu. htm] (14/11/2006). 36 Frank Swet. “The Evolution on Mathematics in Ancient China”, en Mathema- tics Magazine, vol., 52, n.º 1, (enero.), p. 10.

48 Las leyendas de la mitología china también mencio- nan a Li Shou 隶首 a quien se le atribuye la invención de la aritmética, los números ”arábigos” y el ábaco. Es difícil asegurar la invención del ábaco en China, pues al parecer los babilonios ya lo usaban en el 2300 a. C. En China, en un texto de matemáticas de la dinastía Han aparece una de las primeras menciones del ábaco, zhu suan 珠算 como uno de los diferentes métodos para calcular37.

C. Las matemáticas en la China antigua y medieval

El primer sistema decimal. Aunque el Diagrama de Luo es considerado como el origen de la matemática antigua en China; su uso fue más ritualístico y su valor técnico insig- nificante. De acuerdo con los hallazgos arqueológicos de Banpo pertenecientes a la cultura Yangshao, 4.000 años antes de nuestra era, los chinos poseían las bases de un sistema numérico38.

Ilustración 4. Símbolos numéricos encontrados en las inscripciones en cerámica de Banpo38.

37 Ho. Op. cit., p. 71. 38 Ibíd., p. 55. 39 中华印刷通史. Disponible en internet: [http://hk.cgan.net/book/books/ print/g-history/gb_9/02_1.htm] (mayo, 22, 2007).

49 En la dinastía Shang, en el siglo xiv a. C., se puede hablar con certeza de una primera etapa en la historia de las ma- temáticas chinas, con los hallazgos de símbolos numéricos en los huesos oraculares.

Ilustración 5. Cifras en caracteres y en el sistema de varillas

50 Este sistema primitivo de numeración era de carácter decimal, muy parecido al actual y poseía nueve símbolos distintos, correspondientes a los nueve primeros números, y otros cuatro para las potencias de diez (Ilustración 2). Es- te utilizaba el criterio de valor posicional; es decir, el valor correspondiente de cada número estaba dado de acuerdo con su posición en la cifra40. Esta simbología derivó hasta la utilizada hoy en día. La utilización del número cero sólo se da a partir del siglo vii de nuestra era. Sin embargo, los chinos poseían la palabra ling 零, para denotar nada mucho antes de que los indios inventaran sunya o vacío. Para Needham, el sistema de numeración de la dinastía Shang fue mucho más avanzado que el de sus contemporá- neos en la Mesopotamia y Egipto41. El sistema de numera- ción evolucionó hasta el sistema de numeración con vari- llas o junquillos, chou 筹 de uso generalizado en la dinastía Han (ii a. C. - iv d. C.), pero con orígenes que se remontan al lapso comprendido entre primavera, otoño y de los Reinos Combatientes. El uso de estas varillas de bambú de 14 cm, se describe detalladamente en el Sunzi Suanjing 孙子算经 (Manual de aritmética del maestro Sun). Se utilizaban para representar cifras de una manera más sencilla, disponién- dolas sobre una superficie con divisiones (baldosas, rejilla o mesa reglada). Las varillas pintadas de rojo representaban las cifras positivas y las negras las negativas. Las unidades se colocaban en la columna del extremo derecho, las dece- nas en la siguiente columna hacia la izquierda, las cente- nas en la que le seguía y así sucesivamente obteniendo el

40 Carlos Maza Gómez. (2002) Las matemáticas de la antigüedad y su contexto histórico. Sevilla, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, p. 5. Disponible en internet: [www.personal.us.es/cmaza/china/china.pdf], (mayo, 22, 2007). 41 Ho. Op. cit., p. 56.

51 análisis decimal del número figurado. El sistema se empleó igualmente para la realización de operaciones matemáti- cas simples. La cifra 1972 en la dinastía Song42 se hubiera representado así.

Ilustración 6. Representación de cifras con varillas

Para representar el número cero, se dejaba el espacio vacío. Los números negativos también podían ser representados colocando una varilla de manera oblicua sobre la cifra ne- gativa. El sistema decimal, de utilización universal en el mun- do moderno, en Europa tiene su más antigua evidencia en unos manuscritos españoles del año 97943. La civilización china fue la primera en entender y utilizar las ventajas del sistema decimal desde la arcaica dinastía Shang, catorce siglos antes de nuestra era; 2.300 años antes de su aparición en el mundo occidental. Incluso anterior a la aparición del sistema indo-arábigo. Los diseños de las obras de ingeniería, cálculo de im- puestos, y la agricultura, y demás necesidades en el desa- rrollo de la vida diaria eran los temas que motivaban el es-

42 En la dinastía Han, la representación de los números era diferente. El siete por ejemplo era representado así: 43 Temple, Op. cit., p. 139.

52 tudio de las matemáticas de los antiguos chinos. Los libros generalmente comprendían el planteamiento de problemas, su respuesta y la descripción detallada del método para encontrarla. No incluían explicaciones o justificaciones del método empleado. El Suan Shushu 算数书 parece ser el primer libro de total contenido matemático escrito en China. Fue descubierto en 1983 en las excavaciones de la tumba de un funcionario de la dinastía Han Oriental, época en que los letrados al servi- cio de la corte eran enterrados con colecciones enteras de libros como muestra de la prosperidad obtenida gracias a su fiel trabajo al emperador44. En la tumba que fue cerrada en el año 186 a. C., se hallaron cantidad de manuscritos en piezas de bambú y entre ellas 196 piezas correspondientes al Suan Shu Shu, con 96 problemas aritméticos con uso de fraccionarios, conversiones entre unidades, progresiones geométricas, cálculos de porcentaje de interés, uso del mé- todo de posición falsa, determinación del área del cuadrado y el círculo utilizando un valor p = 3. En el año 263, durante el Reino de Wei, período de los Tres Reinos, 刘徽 realizó la recopilación de los co- nocimientos en matemáticas de tres y cuatro siglos antes de su era basándose principalmente en los escritos de los matemáticos Shang Cang 张仓 y Gen Shouchang 耿寿昌. Esta recopilación incluye los comentarios del matemático y la prueba que él realizó a los resultados en donde hallaría algunos errores que sus predecesores habían estado come- tiendo45. La edición de Liu Hui se convirtió en los famosos

44 Christopher Cullen. (2004). ”The Suan Shu Shu 算数书: Preliminary matter, Needham Research Institute Working Papers”. Disponible en internet: www.nri. org.uk (mayo, 22, 2007). 45 Man-Keung Siu. (1993). “Prof. And Pedagogy in Ancient China: Examples from Liu Hui’s Jiu Zhang Suan Shu: Educational studies in mathematics”. Aspects of Proof, vol. 24, n.º 4; p. 349.

53 Nueve capítulos del arte matemático 九章算术, la obra más influyente de la historia de las matemáticas en China. Se ha relacionado varias veces al Suan Shu Shu con los Nueve capítulos de Liu Hui, debido a la similitud en la estruc- tura del texto y al parecer porque manejaban datos numé- ricos similares. No obstante, estas son solo especulaciones. Opiniones más especializadas han negado una relación di- recta entre ambas obras y concluyen, a partir de un análisis del tipo de problemas, que el Suan Shu Shu era un grupo de escritos sobre problemas prácticos de matemática que los funcionarios de la corte solían consultar, mientras que los Nueve capítulos de Liu Hui fue un libro de matemáticas como tal. El primero en toda la historia china y el de mayor trascendencia46. Los nueve capítulos consistentes en planteamientos de problemas y su resolución son47: 1. De las superficies 方田 cómo calcular el área de su- perficies de todo tipo de formas. 2. De los granos 粟米 proporciones y porcentajes. 3. De los repartos 衰分, con base en regla de tres. 4. De las longitudes y las anchuras 少广, con utilización de raíces cuadradas y cúbicas. 5. De la estimación de los trabajos o ingeniería civil 商功 y también la forma de hallar el volumen de formas geométricas como cilindros, prismas, conos, etc. Liu Hui aquí comenta su ”método de agotamiento” para encontrar el volumen de la pirámide.

46 Cullen. Op. cit., p. 13. 47 Ver Ho. Op. cit., p. 65., Tatón. Op. cit., p. 209 y J. O’Connor and E. F. Robert- son. Nine Chapters. Mac Tutor: School of Mathematical and computational Sciences. Disponible en Internet: www.groups.dcs.st-and.ac.uk (mayo, 22, 2007).

54 6. De las tasaciones legales o justa distribución de los bienes 均输 en conexión con las contribuciones de grano por parte de los campesinos al Estado, incluido el transporte a los graneros de la ciudad. 7. Del exceso y el defecto 盈不足, para desarrollar ecua- ciones de primer grado con una incógnita. 8. Del cálculo en el damero48, cálculo por tabulación (ecuaciones) 方程 para resolver varias ecuaciones con dife- rentes incógnitas. Las ecuaciones se realizaban en un tablero y las varillas de bambú. 9. De los ángulos rectos 勾股. Con las siguientes palabras, Liu Hui sugiere una rela- ción entre las matemáticas y la teoría de la dualidad del universo.

Estudié el Jiu Zhang a temprana edad y lo hice con más detenimiento cuando fui mayor. Veo la separación del yin y del yang y llego a la raíz del arte matemático. En este proce- so de investigación comprendo su significado. A pesar de la ignorancia y la incompetencia de mi parte me atrevo a ex- poner lo que entiendo en estos comentarios. Las cosas están relacionadas entre sí a pesar de razones lógicas, de manera que las ramas de un árbol, diversas como ellas son, se con- vierten, sin embargo, en un tronco. Y aclaramos mediante prosa e ilustramos con dibujos seremos capaces de lograr consistencia como también extensión, claridad y rigor. Mi- rando por separado entenderemos el resto49.

48 Tablero del juego de damas chinas. 49 ”I studied Jiu Zhang at an early age and perused it when I got elder. I see the separation of the Yin and the Yang and arrive at the root of mathematical art. In this process of probing I comprehend its meaning. Despite ignorance and incompetence on my part I dare expose what I understand in these com- mentaries. Things are related to each other though logical reasons so that the branches of a tree, diversified as they are they nevertheless come out of a

55 Además del Jiuzhang Suanshu, en esta época también aparecieron otros textos famosos como el Shushu jiyi 数 术记遗 (Memorias de algunas tradiciones de arte matemático) escrito por Xu Yue 徐岳. La relevancia de este texto en la historia de las matemáticas en China consiste en que es en éste en donde es mencionado el ábaco por primera vez. En el listado que Xu Yue hace sobre los diferentes métodos para calcular, menciona el zhusuan 珠算, pero sin entrar en detalles específicos sobre su utilización50. De Liu Hui también debe señalarse el Haidao suanjing 海 岛算经 (Manual de matemáticas de la isla marina) en el que se enseña de manera más ampliada a hacer uso del Gougu o teorema de Pitágoras chino, mencionado más adelante. El nombre de la obra proviene de uno de los nueve problemas del libro, en donde se propone hallar la altura y la distancia desde el continente de la Isla del Mar. Sunzi suanjing 孙子算经 (Manual de matemáticas de Sunzi51), es el primer escrito chino en mencionar el análisis indeter- minado52, en chino qiuyishu 求一术 (método de la búsqueda de la unidad), o dayanshu 大衍术 (método de la gran exten- sión). Al parecer, los indios ya trabajaban el tema del análi- sis indeterminado desde el 500 a. C. En el libro de Sunzi, el problema sobre análisis indeterminado se expresa:

single trunk. If we elucidate by prose and illustrate by pictures, then we may be able to attain conciseness as well as comprehensiveness, clarity as well rigour. Looking apart we will understand the rest” Man-Keung Siu. (1993). ”Proof and Pedagogy in Ancient China: Examples from Liu Hui’s Jiu Zhang Suan Shu”, Educational Studies in Mathematics, vol. 24, n.º 4, Aspects of Proof; pp. 355-356. 50 Ho. Op. cit., p. 71. 51 Diferente al Sunzi, autor de El arte de la guerra. 52 El análisis indeterminado permite conocer si en una ecuación con varias incógnitas se admiten soluciones enteras y la forma de hallar su expresión general.

56 ”Existe un número de cosas, pero el número exacto no es conocido. Si son contadas de a tres, dos quedarán sobrando. Si son contadas de a cinco, sobrarán tres. Si se cuenta de a siete, dos quedarán sobrando. Encuentre el número”53.

El Wucao Suanjing 五曹算经 (Manual de matemáticas de los cin- co departamentos del gobierno) en el siglo iv abarcaba métodos para la determinación de áreas y matemáticas aplicadas a asuntos militares, y almacenamiento de granos54. Entre los siglos vi y xiv tiene lugar en China la edad dorada de las matemáticas. Inicia en la dinastía Sui con la enseñanza de estas como un área importante de estudio dentro del currículo general de la Academia Imperial. El álgebra china comenzó en el siglo vi con el trabajo de Wang Xiaotong 王孝通 Jigu Suanjing (辑古算经 Continua- ción de las matemáticas antiguas) que contiene la resolución de ecuaciones de tercer grado. Hasta este momento, el siglo vi ya se había acuñando un gran desarrollo de las ciencias numéricas en la cultura china. Li Chunfeng, reconocido astrónomo y matemático en la dinastía Sui, continuó al servicio de la corte Tang a su llega- da. Una de las primeras tareas que le fueron encomendadas fue realizar correcciones y anotaciones sobre los manuales de matemáticas existentes en la época. Al parecer, conte- nían numerosos errores y existían también contradicciones entre ellos. El trabajo de Li se limitó a diez de los manuales que, sumado a otro par de textos matemáticos, constituyó el grupo obligatorio de textos que debían ser estudiados en

53 Traducción del autor. ”There are a number of things, but the exact number is not know. If they are counted by threes, two will be left over. If they are counted by fives, three will be left over. If they are counted by sevens, two will be left over. Find the number” en, Ho. Op. cit., p. 73. 54 Ho. Ibíd., p. 74.

57 los centros de enseñanza en todo el imperio. Con el tiempo estos tomaron el nombre de los Diez manuales de matemáti- cas. Estos son: 1. Zhoubi suanjing (Zhou Shadow Gauge Manual). 2. Jiuzhang suanshu (Nine Chapters on the Mathematical Art). 3. Haidao suanjing 海岛算经 (Manual de matemáticas de la isla marina). 4. Sunzi suanjing 孙子算经 (Manual de matemáticas de Sunzi). 5. Wucao suanjing 五曹算经 (Manual de matemáticas de los cinco departamentos del gobierno). 6. Xiahou Yang suanjing (Xiahou Yang’s Mathematical Manual). 7. Zhang Qiujian suanjing (Zhang Qiujian’s Mathematical Manual). 8. Wujing suanshu (Arithmetic methods in the Five Classics). 9. Jigu suanjing 辑古算经 (Continuación de las matemáticas antiguas). 10. Shushu jiyi 数术记遗 (Memorias de algunas tradiciones de arte matemático). 11. Zhui shu (Método de Interpolación). 12. Sandeng shu (Art of the Three Degrees; Notation of Large Numbers). La dinastía Tang es la era de una gran expansión de la influencia china por toda la región. Desde Asia central hasta Japón y desde Manchuria hasta Indochina. El conocimiento matemático chino alcanza amplia difusión en Japón y Co- rea. En el siglo vii, los textos de matemática utilizados en las escuelas japonesas eran varios de los Diez clásicos55. El siglo xiii corresponde a la llamada era dorada de las matemáticas en China. El primero y el más destacado de los

55 Ho. Ibíd., p. 83.

58 grandes matemáticos de esta época es Qin Jiushao, quien escribió Shushu jiuzhang (Tratado matemático en nueve sec- ciones), en donde aparece el símbolo cero por primera vez y además representó avances en ecuaciones de alto grado –grado diez– con su método liinglong kaifang 玲珑开放 (evolución alternando armoniosamente), parecido al que surgió en Europa más de cinco siglos después. A mediados del siglo xvi, aunque los europeos ya habían encontrado la manera de resolver ecuaciones cúbicas, consideraban que las ecuaciones de grado alto no eran de uso práctico56. Aunque las bases de su método se pueden encontrar en los Nueve capítulos, el método de Qin, logró ser más sofisticado y se cuenta como uno de los grandes aportes chinos a las matemáticas. Li Zhi 李治 es otro de los sobresalientes de la época, su aporte fue el método de tian yuanshu 天元术 (método de la incógnita celeste o método de arreglos de coeficientes) para resolver ecuaciones algebraicas de cualquier grado. Su mé- todo no pudo ser entendido por sus sucesores de los siglos siguientes. Solo hasta la introducción del álgebra occidental en China en el siglo xvii, sus planteamientos pudieron ser comprendidos. Sin embargo, el método alcanzó a ser cono- cido por los japoneses y fue la base para que Seki Takakazu (1642-1708) desarrollara la fórmula para la expansión infi- nita, conocido hoy en día como cálculo infinitesimal57. Ce yuan hai jing 测圆海镜 (Espejo marino de medidas del círculo) fue el único libro que Li Zhi consideró de utilidad; al resto los mandó quemar estando en su lecho de muerte. La obra también comprendía la forma de resolver problemas geométricos con la ayuda del álgebra.

56 Temple. Op. cit., p. 142. 57 Ho, Op. cit., p. 92.

59 De manera paradójica, Qin Jiushao y Lizhi, a pesar de haber sido contemporáneos y haber desarrollado temas si- milares, el estar ubicados en diferentes zonas y bajo dos re- gímenes políticos independientes, no fueron influenciados mutuamente y ni siquiera supieron de la existencia del otro.

Ilustración 7. Triángulo de Yang Hui58

En un recuento de los principales representantes de la era dorada de las matemáticas chinas, no puede dejar de mencionarse a Yang Hui 杨辉 cuya obra fue abundante en publicaciones y temas que incluían suma de series finitas, cuadros mágicos y el procedimiento de Horner para hallar ecuaciones de alto grado, similares a las utilizadas por Li

58 ”Earliest Known Uses of Some of the Words of Mathematics” (P). Disponible en internet: [http://members.aol.com/jeff570/p.html], (29, 04, 2007).

60 Zhi y Qin Juishao. Se destaca, sobre todo, su versión del Triángulo de Pascal, descrita en Xiangjie jiuzhang suanfa 详解九章算法 (Análisis detallado de las reglas matemáticas en nueve capítulos y sus reclasificaciones), aclarando que sus ideas habían sido tomadas del tratado de Jia Xian 贾宪, oficial palaciego, matemático y astrónomo que trabajó al servicio del emperador Renzong en la dinastía Song a mediados del siglo xi. Este se dio mejor a conocer gracias a Zhu Shijie 朱世杰, que publicó este gráfico en Siyuan yujian 四元玉锏 (El precioso espejo de los cuatro elementos). Yang Hui también escribió Xiangjie suanfa 详解算法 (Mé- todos matemáticos con explicaciones detalladas) que trata sobre algunos métodos de multiplicación y división. Además realizó un gran trabajo en el uso de fracciones decimales y construyó cuadros mágicos de varios tamaños, incluyendo uno de 10 × 10. En este círculo mágico cada círculo tiene un número en el centro y cuatro en cada punto cardinal. La su- ma de estos cinco números en cada circunferencia siempre es igual a 6559.

Ilustración 8. Círculo mágico de Yang Hui

59 J. J. O’Connor y E. F. Robertson. “Yang Hui, School of Mathematics and Statistics University of St Andrews, Scotland: Mac Tutor”. Disponible en internet [www.history.mcs.st-andrews.ac.uk/Biographies/Yang_Hui.html] (29, 04, 2007).

61 Matemáticas para principiantes, escrito por Zhu Shijie, no fue considerada una publicación de importancia en China, pero tuvo gran impacto en el desarrollo de las matemáticas en Japón y Corea. De hecho, la versión original de este texto desapareció y el contenido de su obra se pudo recuperar gracias a la traducción del texto en coreano. Zhu Shijie viajó por toda China enseñando matemáticas a lo largo del territorio dominado por la dinastía Yuan. En cuanto a El precioso espejo de los cuatro elementos, mencionado antes, cabe destacar que en él se explica el método de los cuatro elementos tian天 di地 ren人 wu 物 (cielo, tierra, persona, objeto) cada uno representando una incógnita. En la forma de hoy representa un polinomio con cuatro incógnitas60. Zhu también obtuvo ciertos resultados en relación con la suma de series infinitas y progresiones. Este libro cierra la era dorada de las matemáticas chinas. Los matemáticos de siglo xii, y las obras que escribieron, dejaron de ser utili- zadas y mucho de ese trabajo quedó en el olvido. Aunque varios libros sobre matemáticas fueron publicados en los siglos xiv, xv no se destacan avances más allá del álgebra polinómica. Xu Guanji, quien fue colaborador de Matteo Ricci en la traducción de muchas obras de la ciencia europea al idioma chino, planteó una de las posibles razones del declive de las matemáticas en China. Según él, durante la dinastía Ming se dejó de identificar a las matemáticas con la numerología mística. Por otro lado, los textos de matemáticas avanzadas carecían de explicaciones y demostraciones suficientes para que los interesados pudieran comprenderlos y estudiarlos sin la ayuda de un profesor61.

60 Ho. Op. cit., p. 101. 61 O’Connor, J. J. y Robertson, E. F. “Overview of ”.

62 Entre 1400 y 1500, no hay mayor actividad en el desa- rrollo de las matemáticas en China, y a la llegada de los jesuitas en 1581 los chinos habían olvidado gran cantidad de los logros que habían hecho no solo en el área de las matemáticas, con lo que el conocimiento importado desde Europa les generó la fascinación y el interés suficiente pa- ra dedicarse a su estudio. Desde esta época hasta el inicio del siglo xix, la principal dedicación de los estudiosos fue traducir y aprender de la ciencia europea. Con la expulsión de los misioneros extranjeros del territorio chino comienza una nueva fase en la cual, según Ho Peng Yoke, los mate- máticos chinos aprovecharon para digerir y asimilar lo que habían aprendido de los europeos y para revisar lo que sus antecesores habían logrado siglos atrás62. La geometría. En la escuela de Mo Zi, en el período de los Reinos Combatientes, que predicó la doctrina del amor universal, también se desarrolló el conocimiento científico relacionado con el estudio de la física y la geometría. En sus escritos se han encontrado definiciones del punto y la línea y principios de mecánica63. El primer trabajo sobre geometría conocido en China es el Zhoubi Suanjing 周髀算经 El clásico de cálculo del gnomon. No se tiene conocimiento sobre la autoría de esta obra y tampoco la fecha exacta en la que fue escrita. Se ha afirmado que da- ta de la dinastía Zhou, de donde deriva la primera parte de su nombre, ya que son los diálogos entre el duque de Zhou, hermano menor del primer emperador de la dinastía, y un matemático llamado Shang Gao. No obstante, parece más

Disponible en internet: [www-history.mcs.st-andrews.ac.uk/HistTopics/ Chinese_overview.html], (29, 04, 2007). 62 Ho. Op. cit., p. 109. 63 Tatón. Op. cit., p. 208.

63 acertada la versión que señala que el carácter zhou 周 hace alusión a la circunferencia y el carácter bi 髀, puede indicar la vara vertical para medir la longitud de la sombra solar, o sea el cálculo del gnomon64. La primera mención del Zhoubi Suanjin se encuentra en la Historia oficial de la dinastía Sui en donde aparece catalogado como uno de los 10 clásicos de las matemáticas. El libro explica los diferentes usos de la escuadra y las propiedades del triángulo y muestra la forma de medir la distancia de la tierra al sol, definida como 80.000 li 里65. Es- te consistía en ubicar dos varas verticales de 8 pies de altura con 2.000 li de distancia entre ellas a medio día en la fecha de solsticio de verano. Midiendo la sombra, que es de 1.7 y 1.5 pies, con un sistema de medición de los triángulos formados por varas, sombras y distancias. Estas mediciones se hicieron teniendo como supuesto la forma plana de la tierra y como es lógico contribuyó a que se llegara a una respuesta errónea.

64 En el reloj de sol el gnomon es la parte que produce la sombra. 65 Unidad china de longitud equivalente a ½ kilómetro.

64 Ilustración 9. Método de medición de la distancia entre la tierra y el sol según el Zhoubi Suanjing66

Este clásico también contiene una demostración original del Teorema de Pitágoras, conocido como el Teorema de Gou gu 勾股定理, aplicado a la astronomía. De hecho gran parte de su contenido está dedicado a este tipo de estudios.

Ilustración 10. Teorema de Gou gu67

66 Tomado de Ho. Op. cit., p. 61. 67 Tomado de 赵爽 - Wikipedia. Disponible en Internet: [http://zh.wikipedia. org/wiki/%E8%B5%B5%E7%88%BD] (mayo, 22, 2007).

65 ”Ocho triángulos están inscritos en el interior de un cuadra- do cuyo lado es igual a la suma de los lados del ángulo recto del triángulo, y al exterior de otro cuadrado cuyo lado es la diferencia de los dos lados del ángulo recto (catetos)”68. A principios de la dinastía Han, fue gran preocupación de los matemáticos el establecimiento del valor de pi y quien logró estimar el valor más cercano al real fue Liu Hui 刘徽, a través de un sistema similar al de Arquímedes (siglo iii aC.) quien circunscribió un polígono de 96 lados en una circunferencia y determinó que el valor de pi se encontraba entre 3.142 y 3.140. Este método se basa en la premisa que mientras más lados tenga un polígono que se encuentra dentro de una circunferencia, el perímetro del polígono se va aproximan- do a la de la circunferencia.

Ilustración 11. Método para calcular el valor de pi en la antigüedad

Liu Hui en el problema número 32 de los Nueve capítulos ex- plica la forma de hallar el valor de pi a través de su ”método de agotamiento”. Con la utilización del Teorema de Gougu, logró hallar una estimación más aproximada al utilizar un polígono 3072. Su aproximación fue 3.14159.

68 Taton. Op. cit., p. 208.

66 Ilustración 12: ”Método de agotamiento” de Liu Hui para hallar el valor de pi69

En esta ilustración que pertenece a los Nueve capítulos, se explica el método de agotamiento utilizado por primera vez en la historia por Liu Hui. Tomando este como base, matemáticos chinos de siglos posteriores hallarían aproxi- maciones más cercanas al valor de este número irracional. 祖冲之 y Zu Geng 祖暅, padre e hijo, mate- máticos y astrónomos del siglo v, hallaron un valor equiva- lente a 3,1415929. Solo en el siglo xvi Adriann Athoniszoon

69 Tomado de Landmarks in Science & Technology - “A: Library Special Collection”. Disponible en internet: [http://library.ust.hk/info/exhibit/sep2001/land- marks/landmarks-gallery.pl?01a.jpg] (15, 02, 2007).

67 logró acercarse a la cifra. No es posible conocer el méto- do exacto que ellos utilizaron en sus cálculos, ya que los manuscritos se extraviaron. El hecho se conoce gracias a que aparece en los registros históricos de la época70. Otras fuentes afirman que en su libro Zhuishu 缀术 (Método de in- terpolación) la manera de hallar la aproximación al valor de pi es explicada utilizando el principio de Cavallieri71. En la dinastía Yuan Guo Shuojing 郭守敬, quien trabajó como ingeniero hidráulico a la edad de 20 años al servicio de Khubilai Khan, se interesó más tarde por la astronomía y las matemáticas y es considerado el fundador de la trigo- nometría esférica en China.

D. Astronomía

El gobierno justo y eficiente de nuestro país se parece a la estrella polar, que permanece inmóvil mientras que todas las demás estrellas se mueven a su alrededor y la tienen por guía

Confucio, Analectas, capítulo xx

Desde sus orígenes más remotos, los chinos han sido gran- des observadores del firmamento. Aunque mucho se ha discutido sobre la antigüedad de la astronomía china, ha- llazgos arqueológicos en años recientes han podido dar fe de observaciones astronómicas en China que datan del siglo xv a. C., en la dinastía Shang. Son inscripciones hechas en huesos oraculares en donde se pueden leer nombres chinos

70 Temple. Op. cit., p. 145. 71 O'Connor y Robertson, Op. cit., Disponible en internet: [www-groups.dcs. st-and.ac.uk/~history/HistTopics/Chinese_overview.html] (3, 04, 2007).

68 las estrellas como Niao xing 鸟星 (Estrella pájaro), Huoxing 火星 (Estrella de fuego), Daxing 大星 (Gran estrella), y hasta el registro de una nova el año 1300 a. C.

Ilustración 13. Registro en hueso oracular de una Super Nova. Dinastía Shang 1300 a. C.72

En la inscripción se puede leer ”En el séptimo día del mes, un día, chi-ssu, una gran estrella nueva, apareció en com- pañía de Antares”73. También se ha podido encontrar en los huesos oracula- res la identificación de eclipses74. En la historia de la huma- nidad el primer registro verificable de un eclipse lo hicieron los chinos en el año 1361 a. C. También hicieron registros sucesivos del cometa Halley desde el año 446 a. C. que han sido de gran utilidad hoy para calcular su órbita75. En el registro de las manchas solares, los chinos también fueron los primeros. Según Needham, la concepción euro- pea de la perfección de los cielos, hizo imposible reconocer

72 Tomado de 鄭海揚 從古代的中國到現代 SSC 計畫的科學發展 [15 期 2 卷 1993 年 4 月 p. 203] p. 203. 73 Needham. Op. cit., p. 13. 74 Ho. Op. cit., p. 116. 75 Needham. Op. cit., pp. 13-15.

69 este tipo de fenómenos. En China esto no fue un obstáculo para que desde el siglo iv a. C. se iniciaran las observacio- nes sistemáticas de las manchas solares como las realizadas por el famoso astrónomo del Estado de Qi, Gan De 甘德 76, quien es conocido también por ser uno de los primeros astrónomos, junto con Shi Shen 石申 del Estado de Lu y Wu Xian 巫咸 en la historia, en realizar un catálogo de estrellas. Ambos hicieron uso de algo parecido a uno de la esfera armillar77. La esfera armillar, también conocida como astrolabio esférico, era la representación del globo celeste y era usada para identificar el movimiento de las estrellas. En China la esfera armillar propiamente dicha fue construida por los astrónomos Luoxia Hong 洛下闳 y Xianyu Sangren 鲜于 妄人 de principios de la dinastía Han. Zhang Heng 张衡, al servicio del emperador An Ti de la dinastía Han del Este, como astrólogo oficial, perfeccionó la antigua versión de la esfera armillar accionada por agua y además fue el inventor del primer sismógrafo, didongyi 地动仪78.

Ilustración 14. Sismógrafo de Zhang Heng79

76 Temple, p. 29. 77 Ho. Op. cit., p. 125. 78 Ho. Ibíd., p. 125.

70 A Zhang Heng, exponente de una de las tres escuelas cosmológicas en la antigüedad china, se debe la teoría de la esfera celestial o huntian 浑天. Según esta teoría, ”el univer- so se asemeja a un huevo, donde la cáscara es el firmamento y la tierra, la yema, se encuentra sola en el universo. Dentro y fuera del firmamento todo es agua. El firmamento y la tierra se encuentran ambas sostenidas por el pneuma (qi) y el agua es llevada (alrededor con ellos) en su rotación”80. La teoría del Gaitian 盖天 o del ”cielo recubierto”, que se encuentra explicada en el Zhoubi Suanjing, explica que el firmamento se asemeja a un cono, como sombrero de bambú, que recubre y gira encima de la tierra cuadrada. Esta teoría estuvo vigente hasta el siglo VI cuando fue reemplazada en los registros históricos imperiales por la teoría del Huntian. La tercera teoría, xuanye 宣夜 (la extensa noche), con- sideraba que no había firmamento sólido. En el espacio infinito los cuerpos celestiales flotaban sostenidos por el qi. Las siete luminarias, y en esto se observa la influencia de la astronomía india, aparecen y desaparecen cada una con un patrón propio de movimiento. Según el Jinshu 晋书, esta teoría se encontraba en los registros de Qi Meng 祁萌, un librero de finales de la dinastía Han81. Respaldando esta corriente, el filósofo neoconfuciano Zhang Zai 张载 afirmó que la tierra se formaba por yin sólidamente condensado en el centro del universo y el firmamento cargado de yang, girando desde la izquierda hacia fuera.

79 Tomado de 香港天文台. Observatorio de Hong Kong. Disponible en internet: [www.weather.gov.hk/education/edu04other/newsarticle/000414.htm] (mayo, 22, 2007). 80 Tomado del Jinshu. Citado en Ho. Op. cit., p. 127. 81 Ho. Ibíd., p. 129.

71 Ninguna de estas tendencias compartió similitudes con la tesis tolomeica del universo, según la cual la tierra era el centro y el sol, los planetas y las estrellas giraban a su alre- dedor. Como Needham anota:

para los chinos las estrellas eran luces no explicadas que flotaban separadas por grandes distancias en el espacio vacío infinito, y habían pasado millones de años desde la última conjunción general …Hay testimonios de que estas concep- ciones chinas tuvieron gran influencia en el siglo xviii82.

En la antigua China, la astrología y la astronomía eran ma- terias pertenecientes a una misma vertiente. La primera era, por así decirlo, la motivación de la otra. Una observación cuidadosa y sistemática de los astros fue realizada con el fin de prever acontecimientos futuros de la sociedad. En astrología otro concepto shu, ya varias veces men- cionado, es fundamental en la composición de tianshu 天 数, destino o fatalidad. El concepto tian, como en otros idio- mas occidentales, hace referencia al firmamento y al cielo al mismo tiempo. Este último no posee el sentido religioso que tiene el cristianismo. El movimiento de los cuerpos celestes, se creía, poseía una gran influencia en el curso de la burocracia imperial y el pueblo, pero jamás en el individuo común. La relación entre los astros y la sociedad tenía un carácter recíproco. El emperador era el ”hijo del cielo”, gobernante de todo lo que existía bajo el cielo, mediador entre éste y la sociedad; era responsable no sólo de las acciones de las que tenía control directo, sino también de las que no lo tenía como inundaciones y sequías. Estos eran vistos como signos de

82 Needham. Op. cit., p. 16.

72 incompetencia y decadencia del emperador, además, de su incapacidad para la ejecución de los ritos. Su poder era legí- timo en la medida que gobernara de una manera acertada y virtuosa, manteniendo la armonía en la sociedad y entre la sociedad y la naturaleza. En el Jinshu 晋书 , que es la recopilación histórica oficial de la dinastía Jin (265-420), se puede leer:

Cuando las acciones del emperador (en tierra) corres- ponden con los movimientos medidos de los cielos, cuando su cese coincide con el sentido de la tierra, y cuando (esta alternación) natural y fácilmente sigue el dao 道- entonces las estrellas del wudi 五帝 (constelación) en el taiwei 太微 (recinto) brillan con todo su fulgor83.

La promulgación del calendario lunar y su interpretación, era uno de los deberes y derechos del emperador. Con el fin de garantizar la estabilidad del régimen, existía fuerte control a las actividades de astrónomos independientes para evitar que versiones secretas del calendario fueran a parar en manos de opositores del régimen, haciendo in- terpretaciones diferentes a las oficiales. Por un asunto de seguridad imperial, el estudio de los astros fue confinado estrictamente a las oficinas de los burócratas, concretamente al Buró Astronómico, convirtiendo esta ciencia en monopo- lio absoluto del Estado imperial84.

83 Traducción del autor, ”When the actions of the emperor (on earth) correspond with the measured motions of the heavens, when his ceasing to act coincides with the meaning of the earth, and when (this alternation) naturally and easily follows the dao 道 - then the stars of the Wudi 五帝 (constellation) in the Taiwei 太微 (enclosure) shine with all their brilliance”, en Ho. Op. cit., p. 123. 84 Ibíd., pp. 115-120.

73 Wolfram Eberhard resaltó el aspecto político sobre el científico de las observaciones astronómicas en la China imperial, señalando esta condición como la razón del estan- camiento en el desarrollo de las ciencias controladas por el Estado y sus posibles aplicaciones en la agricultura85. Para los chinos el cielo se dividía en cuatro palacios, kung, y estos se dividían cada uno en siete mansiones lu- nares86, xiu, definida cada una por una constelación. Las divisiones partían de los polos semejando su forma a una naranja que se divide en cascos. Los cuatro palacios estaban representados por animales, canglong 苍龙, el dragón azul para el Este y la primavera, zhuque 朱雀, pájaro rojo, para el sur y el verano, baihu 白虎, tigre blanco para el oeste y otoño y la tortuga negra para el norte y el invierno87. Este palacio también se conocía como xuanwu 玄武, dragón oscuro. Este sistema de mansiones lunares data aproximadamente del siglo xiv a. C. La estrella más importante era la estrella polar, por ser la representación del emperador, su contraparte en el fir- mamento, y era utilizada como punto de referencia para medir las distancias angulares de otras estrellas. Para los astrónomos chinos, esta aparecía fija en el firmamento, mientras que el resto se movía alrededor de ella88. Las es- trellas alrededor de esta representaban los miembros de la familia imperial. En astronomía moderna el sistema que se utiliza para estimar la posición de los astros en el firmamento es el de

85 Citado en Manuel Herranz. ”La filosofía política china clásica. Historia y pen- samiento en china: Casa de Asia”. Disponible en internet: [www.casaasia.es/ pdf/3606110454AM1141639494244.pdf] (mayo, 22, 2007). 86 Este sistema de mansiones lunares data aproximadamente del siglo xiv a. C. 87 Needham. Op. cit., p. 17. 88 Ho. Op. cit., p. 131.

74 coordenadas ecuatoriales desarrollado por los chinos en el año 2.400 a. C. En Europa se utilizó por muchos años el sis- tema de coordenadas elípticas inventado por los griegos y solo hasta el siglo xvi fue reemplazado por el método chino, el cual es utilizado hasta el día de hoy89. En la dinastía Yuan, a la montura de la esfera armillar, se le integró un tubo de observación en el eje polar para que apuntara con mayor precisión al punto elegido en la bóveda celeste. Este trabajo fue realizado por Guo Shoujing 郭守 敬 a quien ya se había mencionado en la anterior sección y quien durante su trabajo en la Oficina Imperial de Astrono- mía desarrolló grandes empresas, como el nuevo calendario de 1280, utilizado por 364 años. También construyó 13 ins- trumentos astronómicos para la apertura del observatorio astronómico. Entre ellos la esfera armillar simplificada jian- yi 简仪, que fabricó eliminando los componentes elípticos del troquetum, una esfera armillar desmontada, de origen turco y realizada por un astrónomo musulmán español en 1170. El montaje ecuatorial de Guo Shoujing, fue mucho más avanzado que el elíptico utilizado en Europa, en don- de fue usado por primera vez en 1585 por Tycho Brahé, haciéndose universal y base para el montaje de grandes telescopios.

89 Temple. Op. cit., p. 36.

75 Ilustración 15. Esfera armillar simplificada90

III. Los aportes budistas y de otras culturas al desarrollo de la ciencia china

El budismo llegó desde India a China a través de las rutas comerciales terrestres y marítimas en los primeros años de nuestra era y alcanzó su apogeo en la dinastía Tang. El bu- dismo con sus monasterios, que llegaron a convertirse en los principales centros de enseñanza de la época, aseguró la influencia india en China en materia de ciencia; fueron grandes los aportes en matemáticas, astronomía y medicina. La falta de precisión en la elaboración de los calenda- rios chinos le abrió la puerta a la astronomía india. En los siglos vii y viii, durante 110 años, los astrónomos del clan Gautama ocuparon la dirección del Buró de Astronomía del

90 Physics Department: National Cheng Kung University. Disponible en in- ternet: [www.phys.ncku.edu.tw/~astrolab/e_book/history_c/captions/ chian_yi_equater.html] (01, 05, 2007).

76 imperio91. Otros clanes de influyentes astrónomos fueron Kasyapa y Kumara. Yi Xing 一行 (683-727), famoso monje budista y astró- nomo de la dinastía Tang, fue un gran conocedor de las matemáticas indias. Recibió influencia directa de miem- bros de clan Kumara en el área de cálculo de eclipses para la realización del calendario Dayan, dayanli 大衍历. Para la elaboración de este calendario, Yi Xing realizó algunas in- novaciones en instrumentos astronómicos. Así, consiguió calcular con mayor exactitud los datos para la elaboración del nuevo calendario. Estas innovaciones incluyeron la es- fera armillar accionada por agua shuiyun hunyi 水运浑仪. Esta giraba automáticamente gracias a un ”dispositivo de escape” y constituyó, como lo diría Needham, el eslabón perdido entre las clepsidras babilónicas y ”la medición del tiempo por rotación de ruedas periódicamente detenida por medios puramente mecánicos (como en los relojes del renacimiento)”92. El calendario promulgado oficialmente después de su muerte, fue mucho más preciso que los ela- borados anteriormente por los astrónomos indios a pesar de integrar, en gran parte, su técnica. En calendarios producidos en la época se refleja la in- fluencia de la astronomía india al utilizarse términos como Qiyao七曜 (siete luminarias) que se refería al sol, la luna y los cinco planetas (Marte, Júpiter, Saturno, Venus y Mercu- rio). Con estas siete luminarias también existían dos cuer- pos celestes invisibles imaginarios Rahu y Ketu a los que se les atribuía la aparición de eclipses y cometas. Estas ideas tuvieron gran influencia en la astronomía china93.

91 Fuwei Shen. (1997) Cultural flor betweem China and outside world throughout history. Beijing, Foreign languages press, p. 122. 92 Needham. Op. cit., p. 22. 93 Ho. Op. cit., p. 162.

77 En el área de la medicina tradicional, los indios tam- bién cumplieron un papel que vale la pena mencionar. En la dinastía Sui se tradujeron siete libros de prescripciones médicas indias, entre los que se encontraban los escritos por el famoso doctor Indio Charaka. En la dinastía Tang, la oftalmología india gozaba de gran reconocimiento, in- cluso a través de los poemas de Liu Yuxi dedicados al doc- tor Brahaman, pero sin superar el interés chino hacia las medicinas y fórmulas relacionadas con la longevidad. Los emperadores chinos, ya desencantados con las fórmulas de la alquimia taoísta, dirigieron su mirada a las alternativas que ofrecía la medicina india y fueron varias las misiones enviadas no solo a India sino también a Sri Lanka94. Los indios también aportaron a los chinos los conceptos de números grandes y números pequeños y el símbolo de cero95. Igualmente, en estudios de lingüística, los indios lograron inspirar a los chinos a crear su propio sistema de fonetización de su lengua ante la necesidad de representar términos indios96.

IV. El legado musulmán en China

Desde la dinastía Tang las medicinas y prescripciones in- troducidas por los árabes tuvieron gran difusión en China, influenciando de manera importante el desarrollo de la medicina tradicional. A través de las rutas marítimas los mercaderes persas introdujeron a China gran variedad de hierbas y fórmulas medicinales. Li Susha, chino de ori- gen persa, se hizo famoso por suministrarle al emperador

94 Shen. Op. cit., p. 124. 95 Ho. Op. cit., p. 83 96 Gernet. Op. cit., p. 199.

78 Jingzong una eficaz poción aromática, 沉香亭子 y por abrir la primera farmacia musulmana en China. Xin Xiu Ben Cao y Bencao Shiyi, textos oficiales de farmacología en la época, contenían amplias referencias a las medicinas extranjeras. Haiyao Bencao, en seis volúmenes, es frecuentemente citado en los escritos clásicos. Su autor, Li Xun, al parecer había estudiado en Bagdad los escritos del romano Claudius Galeno (129 - 199)97. En el gobierno mongol de la dinastía Yuan, la influencia de la ciencia islámica se refleja en la elaboración de calenda- rios realizados por astrónomos musulmanes como el persa Jamal al- Din. Con ellos se introducen en China los núme- ros arábigos como lo demuestra el cuadro mágico hallado en las cercanías de Xi’an98.

V. Los misioneros católicos en la corte Ming

Los primeros religiosos occidentales en China desembar- can en la época de la dominación mongola en el siglo xiii. El franciscano Giovanni di Monte Corvino, conocido como Janbalik, fue el primer arzobispo de Pekín. La misión de esta primera entrada de los católicos era establecer una alian- za con los musulmanes que habitaban la región, pero su estancia tuvo muy poco impacto y se limitó a las ciudades del Pekín y Quanzhou, donde los conversos no alcanzaron más de cien99. Una incursión más segura la hicieron los jesuitas a partir del siglo xvi, con el español Francisco Javier quien llega a las costas japonesas en 1549 y muere en 1552 cerca

97 Shen. Op. cit., p. 121. 98 Ho. Op. cit., p. 106. 99 Shen. Op. cit., p. 229.

79 de Cantón100. En esta oportunidad, el objetivo era claro, la conversión de los paganos que habitaban estas regiones. Matteo Ricci llega a China en 1582 haciéndose pasar por monje budista venido desde la India. En esta época, en la cual muchos comerciantes portugueses que arribaban a las costas del sur eran confundidos con piratas, Ricci y su colega debieron crear esta estrategia para infiltrarse en la sociedad china y hacerle frente a la hostilidad con que se recibía a los venidos de afuera. Al parecer, las analogías presentes entre el budismo y el cristianismo ayudaron a la labor de los padres jesuitas, de manera especial en el campo. Sin embargo, dentro de las clases altas de la dinastía Ming, posar como monjes budistas no fue efectivo. Los letrados chinos veían en el cristianismo una variante del budismo que se había instalado con fuerza en Europa101. Para lograr contactos con los oficiales de la corte, Ricci se declaraba ferviente admirador de Confucio e inició con disciplina el estudio de los clásicos. Parte de la estrategia para penetrar los círculos de letrados y oficiales también incluía la presentación ante los oficiales regionales de li- bros, instrumentos astronómicos y mapas del mundo rea- lizados por sus propias manos. Antes de su viaje a China, Matteo Ricci había estudiado en la Academia de Roma matemáticas aplicadas, astronomía, geografía y música. Sus conocimientos sobre ciencia europea y los materiales que con frecuencia mostraba ante la mirada asombrada de las elites intelectuales le permitieron ganarse su respeto y la entrada a la corte del emperador Wanli 万历, en Pekín, el 27 de enero de 1601.

100 Gernet. p. 396. 101 Gernet. Ibíd., p. 397.

80 Matteo Ricci permaneció allí hasta su muerte en 1610, pero gracias a los servicios que los misioneros siguieron prestando al imperio como matemáticos, astrónomos y cartógrafos, su influencia se prolongó hasta el siglo xviii. Durante los casi 10 años de la estancia de Ricci en Pekín, Xu Guangqi y Li Zhizhao, ambos secretarios de la corte, se convirtieron en sus grandes colaboradores y juntos inicia- ron la gran labor de traducir las grande obras de la ciencia europea al idioma chino. Esto abrió la posibilidad de que los chinos compararan su ciencia tradicional con la ciencia europea, intentando hacer una adaptación de lo que creye- ron conveniente, y facilitó modernizar los departamentos de geografía, meteorología, ingeniería hidráulica, defensa, estadística, música, arquitectura, física y mecánica, carto- grafía, medicina y relojería102. En 1629 un eclipse solar tuvo lugar en China sin que los astrónomos imperiales pudieran predecirlo con exactitud, lo cual motivó la decisión del emperador Chongzhen de someter a reforma el calendario. El director general del proyecto fue el antiguo colaborador de Matteo Ricci, Xu Guangqi, quien incorporó en su equipo a Li Zhizao y dos jesuitas en lo que se considera la reforma más importante de un calendario en la historia china. Adam Schall von Bell, jesuita asignado a Xi’an, también participó activamente del proyecto. El calendario fue finalizado en 1635. La obra total sumó 137 volúmenes en donde se introdujeron conceptos nuevos en la astronomía china103. Con la llegada de la nueva dinastía, la Qing, von Bell logró ubicarse en el puesto de director del Buró de Astro- nomía, gracias a la precisión de su predicción del eclipse

102 Shen. Op. cit., p. 237. 103 Shen. Ibíd., p. 239.

81 solar de 1644. En su petición formal al emperador, el jesuita alemán escribió:

Su súbdito presenta a su alteza predicciones concernien- tes a un eclipse de sol que ocurriría en septiembre 1, 1644, cal- culado de acuerdo con el nuevo método occidental, junto con ilustraciones del porcentaje el eclipse solar, y la reaparición del sol como puede ser visto en la capital del imperio y en varias provincias. En algunas provincias el eclipse sucederá temprano, en otras tarde. Los datos de la predicción están enlistados y presentados para examen. Su súbdito humil- demente ruega a su alteza un decreto de la Oficina de Ritos para probar públicamente la exactitud de la predicción del eclipse solar en un tiempo apropiado104.

Von Bell había seguido al pie de la letra las recomendacio- nes de su colega Ricci y desde su llegada al territorio chino puso atención en el estudio de la astronomía. Los jesuitas siempre fueron muy conscientes que si querían acercarse a la cúspide del poder para facilitar la tarea evangeliza- dora, el dominio de la astronomía, como herramienta que les permitía a los emperadores controlar el poder, sería de gran ayuda. En efecto, el recién instaurado régimen Manchú necesi- taba consolidar su poder legitimándose y demostrando que eran dignos de recibir el Mandato del Cielo. Esta tarea la dejaron en manos extranjeras y, desde ese entonces y sin in- terrupción por un período de 200 años, la dirección del Buró de Astronomía fue ocupado sólo por jesuitas europeos105.

104 Versión en inglés tomada de Jonathan Spence. Western advisers in China: To change China. New York, Penguin Books, 2002. p. 3. 105 Shen. Op. cit., p. 241.

82 Sin embargo, la estancia de los jesuitas en China no es- tuvo libre de algunos rechazos y críticas de ciertos letrados chinos, quienes no estaban de acuerdo con la propuesta del cristianismo y lo vieron como una versión pobre del bu- dismo mezclada con el islam. Se acusó a los misioneros de corromper las costumbres tradicionales como la de honrar a los antepasados y en su lugar promover el culto a Jesús, un hombre que había muerto crucificado. En materia de ciencia se les criticaba por su plantea- miento del universo explicado a través de siete esferas y un montaje elíptico oblicuo. Los jesuitas habían rechazado las teorías heliocéntricas que ya habían surgido en Europa y sólo las importarían a China en 1760106. En la dinastía Qing, los jesuitas encuentran gran respal- do de la corte, especialmente de los emperadores Shunzhi 顺治 (1644) y Kangxi 康熙 (1662), y ayudan a consolidar la perspectiva científica de la escuela Kaozhengxue 考证学 (Escuela de las verificaciones y de las pruebas), movimiento de crítica filológica, que trató de recuperar las tradiciones más antiguas, aboliendo las interpretaciones equivocadas de los clásicos que se habían hecho en la era Song y Ming. Asimismo, se preocuparon por impulsar la investigación de la historia de las matemáticas y continuaron haciendo grandes aportes en astronomía y cartografía. En esta última, entre 1707 y 1717, se llevan a cabo, bajo la dirección del padre Gerbillon, observaciones que conducen a la elaboración del Atlas de Kangxi. En la época del emperador Qianlong también se encomendaría a los jesuitas la elaboración de un atlas oficial107.

106 Gernet. Op. cit., p. 398. 107 Gernet. Ibíd., p. 455.

83 VI. La ciencia en la China republicana

Dentro de la historia china existe un evento que, de mane- ra paradójica, determinó el desarrollo de la ciencia en la primera mitad del siglo xx. La rebelión de los Bóxers, co- nocida en China como el levantamiento Yihetuan, fue un movimiento xenófobo anti-occidental de finales del siglo xix, y que tuvo como una de sus consecuencias el pago irra- zonable de reparaciones de guerra a las potencias europeas y a Estados Unidos. Se calcula que por medio de tratados desiguales, después de la Rebelión de los Bóxers, China aumentó su deuda con las potencias extranjeras en 333 millones de dólares más. Gran Bretaña y Estados Unidos decidieron reducir esta carga, reinvirtiéndola en proyectos educativos y culturales. Como una estrategia del gobierno norteamericano para que la imagen del país se propagara positivamente en territorio chino, se decidió otorgar becas de estudio en universidades norteamericanas en el área de las ciencias. Misiones similares de estudiantes habían sido enviadas antes a Europa, Estados Unidos y en Japón como una inicia- tiva del gobierno Qing para modernizar el país y aprender la ciencia y la técnica de las potencias que invadían su terri- torio. Entre 1872 y 1875 se enviaron a Estados Unidos 120 estudiantes108. En menor cantidad partieron a Alemania, Francia e Inglaterra para aprender la construcción de astille- ros, fabricación de armamentos y demás conocimientos que los gobernantes consideraron necesarios para fortalecerse en el campo militar y detener la cadena de derrotas que te- nía al borde del colapso al país. Sin embargo, estas primeras misiones, debido a una mala organización, no obtuvieron

108 Gernet. Ibíd., p. 520.

84 los resultados esperados. Por ejemplo, la numerosa misión enviada a Estados Unidos estaba compuesta por estudian- tes muy jóvenes que se sumergieron fácilmente en la cultura del país olvidando el objetivo de la misión. De los 70 estudiantes beneficiarios de la beca ”bóxer” otorgada por Estados Unidos en 1910, muchos, al regresar a China cumplieron un papel clave en el desarrollo del conocimiento científico de la China nacionalista de 1911 a 1949. El contexto político de esas cuatro décadas fue, sin duda, agitado. El lapso se abrió con la caída de la dinastía Qing y la abdicación del emperador Puyi a favor de la revo- lución liderada por Sun Zhongshan (Sun Yat-Sen), quien entregó el país a la dictadura de Yuan Shikai y sus intentos por reestablecer el sistema monárquico. Con su muerte, la desintegración del territorio se hizo más evidente a manos de los señores de la guerra. Después de la primera guerra mundial; estos caudillos militares controlaban el poder por zonas de manera autónoma e independiente. De manera paralela surgió el Movimiento de la Nueva Cultura, cono- cido más popularmente como Movimiento del 4 de mayo, que introdujo en China nuevas tendencias en el ámbito político y literario; de él surgieron los líderes fundadores del movimiento comunista y los primeros exponentes de la literatura moderna china. Con la instauración del gobierno nacionalista en Nan- jing, liderado por Chiang Kai-shek en 1927, existió una re- lativa unificación del territorio en medio del enfrentamiento entre tropas del gobierno y los comunistas. En 1937, tras la invasión japonesa, las partes entran en tregua para unirse y atacar al enemigo hasta el fin de la segunda guerra mun- dial. En la última parte de la etapa nacionalista, se libró la batalla final entre nacionalistas y comunistas que puso a los últimos en el poder.

85 La Sociedad de la Ciencia fue fundada por un grupo de becarios chinos en Estados Unidos, con el objetivo de crear un ente independiente, libre del control gubernamental, y poder profesionalizar el trabajo científico, excluyendo la metafísica y dejando de lado a los amateurs. De los nueve fundadores de la Sociedad, siete habían participado en la revolución de los Bóxers. Entre ellos, Zhou Ren había estado en Japón expresamente para estudiar el método para la elaboración de la dinamita y poner este co- nocimiento al servicio de la Revolución contra el régimen Qing. Perteneció a la Sociedad de la Alianza, fundada por Sun Zhongshan en su época de exilio en Japón. Con el triunfo de la revolución nacionalista y la posterior dictadu- ra de Yuan Shikai, Zhou Ren, quien compartía el deseo de Sun de constituir un nacionalismo industrial basado en la modernización del país, convenció al dictador para que lo enviara junto con otros jóvenes a formarse en el exterior. El grupo de fundadores de la Sociedad de la Ciencia te- nía un plan más allá de la mera contribución científica a la comunidad. Promovieron la idea de que el desarrollo indus- trial de China sólo se alcanzaría cuando la ciencia alcanzara un importante rol en la sociedad, que ”reviviera el bosque del aprendizaje en el país”. La ciencia salvaría a China y le devolvería la fortaleza frente a la comunidad internacional; sería un instrumento del ferviente nacionalismo que surgió después de la caída del régimen imperial existente por casi 4.000 años. El objetivo último era diseñar un nuevo modelo de sociedad diferente a la occidental109.

109 Zuoyue Wang. (2002). ”Saving China through Science: The Science Society of China, Scientific Nationalism, and Civil Society in Repulican China”. Osiris: Science and Civil Society, 2nd Series, vol. 17, p. 292.

86 La primera labor de la Sociedad, aun con sede en Esta- dos Unidos, fue la publicación del magazín Kexue (ciencia), que se propuso como tarea el intercambio del conocimiento científico entre la comunidad de científicos chinos fuera y dentro de China, así como la promoción del mismo entre el público en general. Un efecto de la publicación fue dar a conocer la Sociedad entre los científicos y estudiantes chinos en otras partes de Estados Unidos, en Europa y China. Al poco tiempo, la sociedad que había iniciado con un pequeño grupo en la Universidad de Cornell, ya tenía más de 70 miembros que pagaban la subscripción mensual al magazín, generando un sistema de auto-financiación de las publicaciones de la Sociedad. En 1918, después que los primeros becarios empezaron a regresar al país y se fueron ubicando en cargos directivos de industrias y universidades, la Sociedad terminó trasla- dándose de Estados Unidos a Shanghai, estableciéndose como la primera comunidad científica en China. Parte de su misión en China era tratar de unificar la comunidad cien- tífica atomizada a lo largo del país y fragmentada también por tendencias de tipo filosófico, o simplemente agremiada por disciplinas. Además de las labores de edición y publicación de Kexue, la Sociedad trabajó en la traducción de innumera- bles textos científicos al idioma chino, intentó popularizar la ciencia a través de la organización de conferencias de expertos, la construcción de librerías y la edición de enci- clopedias y libros con contenido científico para el mercado popular. Igualmente, la apertura de centros de investigación en varias disciplinas, museos, exhibiciones, etc., fue consoli- dando, poco a poco una tradición en investigación nacional. Kexue fue la primera publicación china en utilizar el sistema de escritura horizontal en reemplazo del tradicional vertical y además de hacer uso de los signos de puntuación. Esto se

87 hizo por la inconveniencia del sistema de escritura vertical para escribir fórmulas matemáticas. El magazín tuvo utilidad también para popularizar dentro de la comunidad científica china el método científi- co moderno. Como fuertes colaboradores del movimiento del 4 de mayo de 1919, criticaban la cultura tradicional chi- na y el gobierno de corte confuciano110. En sus escritos se reprochaba fuertemente al gobierno por las supersticiosas prácticas y ritos para pedir por la lluvia y dar solución a los graves problemas generados por las continuas sequías que afectaban a la población campesina. El país necesitaba pla- nes de reforestación y conservación de agua y construir más estaciones metereológicas por todo el territorio. Las únicas que se conocían en la época eran las construidas por los misioneros franceses en Shanghai y los británicos en Hong Kong. Se destacaba igualmente el gran desconocimiento que tenía el gobierno central de su propia geografía. Este hecho había motivado las concesiones a otras naciones de territorios aparentemente sin ningún valor como la isla de Taiwán a los japoneses a finales de la era Qing. Con estas críticas, la Sociedad afirmaba su autonomía del gobierno, creando la figura del llamado ”profesional ideal”: aquel que se encontraba alineado a favor de la sociedad, no con el Estado ni dependiente de sus recursos111. En relación con la enseñanza de las matemáticas, se con- tinuó con la traducción de textos iniciada desde la llegada de Matteo Ricci en el siglo xvi. Se impartía cálculo, trigo- nometría y álgebra europeos en muchos de los centros de enseñanza superior que los misioneros habían establecido

110 Los editores de Kexue fueron promotores de la revista New Youth, publicación oficial del movimiento. Hu Shi, representante por excelencia del movimiento literario de la Nueva Cultura, hacía aportes a ambas publicaciones. 111 Wang. Op. cit., p. 309.

88 en China. Entre las traducciones sobresalen los últimos nueve capítulos de Los elementos de Euclides, Contornos de la astronomía de William Herschel, Elementos de álgebra de Morgan, varios capítulos de Principios matemáticos de la filosofía natural, entre otros. El resultado de esta influencia europea en el estudio de las ciencias matemáticas hizo que las matemáticas tradicio- nales chinas dejaran de ser estudiadas en los centros de en- señanza en toda China como los 10 Manuales de matemáticas que se estudiaron por generaciones a lo largo de los siglos desde la dinastía Tang en el siglo vii112.

VII. La ciencia y la influencia de China en el mundo

Mucho se ha hablado y discutido acerca del estatus de la producción de conocimiento en las civilizaciones no euro- peas como ciencia, pseudo ciencia o simplemente saber. Con la revolución del conocimiento originada en Europa en el siglo xv, la humanidad entra en una nueva fase a partir de la cual se puede hablar de la existencia de una ciencia mo- derna. La producción de conocimiento que los pueblos no europeos desarrollaron hasta esa fecha y que no fue puesta a prueba por el experimento sistemático (método científico) tiene dificultad de ser clasificada como ciencia. Sobre este punto todavía hay mucho que debatir. La cuestión no es aún un caso cerrado y se deben tener en cuen- ta algunos aspectos culturales que no se tratarán aquí. Sin embargo, si se quiere señalar que el conocimiento científico desarrollado en China durante muchos siglos fue la fuente que alimentó los logros alcanzados por la ciencia moderna

112 Ho. Op. cit., p. 112.

89 europea. Needham toca el tema al hablar de los ”puntos de fusión” o el momento en que una ciencia particular en su forma occidental se fundió con su forma china y la superó, ”punto transcurrente”.

Las antiguas corrientes de ciencia en las diferentes civi- lizaciones pueden considerarse ríos que desembocan en el océano de la ciencia moderna. En verdad, la ciencia moderna está compuesta de contribuciones de todos los pueblos del Viejo Mundo, y cada contribución ha desembocado continua- mente en ella, ya fuera de la Antigüedad griega y romana, la del mundo árabe o la de las culturas de China y la India113.

Para el caso chino, el aporte es inmenso y la existencia de muchos puntos de fusión nos muestra su gran contribución a lo que se denomina ciencia moderna. También se puede hablar de aquellas creaciones mate- riales del ingenio chino que llegaron a occidente y que le permitieron su trasformación. El papel y la imprenta con- tribuyeron a que Europa pudiera salir de su época oscu- rantista. Durante más de 500 años, el arte de la fabricación de papel estuvo limitado a China; la pieza más antigua de papel encontrada en territorio chino data del año 140 antes de nuestra era114; en el año 610 se introdujo en Japón, y alre- dedor del 750 en Asia central. Tuvo valor para los europeos sólo después que Johan Gutemberg, a mediados del siglo xv, perfeccionó el sistema de tipos móviles inventado por los chinos. La hegemonía europea en materia económica, militar y cultural que surge después del renacimiento, se apoyó en

113 Needham. Op. cit., p. 211. 114 Temple. Op. cit., p. 81.

90 gran parte en el ingenio chino. El dominio de los mares, el comercio y el proceso de colonización de nuevos mundos a manos europeas no hubiera sido posible sin la brújula y la invención de timones de navegación marítima y el sistema de mástiles múltiples y, por su puesto, la pólvora. Esto solo para nombrar los aportes más reconocidos. Sin embargo, los desarrollos modernos de la música, la astrono- mía, la agricultura y la navegación se atribuyen igualmente a ellos. Desde elaboraciones tan complejas como el sistema decimal o la Ley de la inercia115, formulada por Newton en el mundo moderno, 2000 años después que filósofos mohistas lo hubieran hecho; hasta los más prácticos, como los fósfo- ros y la sombrilla. Otras invenciones como el paracaídas, el brandy, el whisky, el juego del ajedrez, la porcelana y la cometa, sólo por nombrar las más relacionadas con nuestra vida cotidiana, son también fruto de la inspiración china.

VIII. Elementos filosóficos, políticos, sociales y económicos que influyeron en el desarrollo del conocimiento científico chino

A. El concepto de ”ley natural” en oriente y occidente

Es precisamente Joseph Needham quien plantea la idea de la ”ley natural” y su percepción en China y Europa como elemento de análisis en esta discusión. Para Needham, la ley natural es esa pauta de comportamiento que deben

115 La Ley de la inercia conocida también como la Primera ley de Newton está formulada así: ”Un sistema de referencia en el que son válidas las leyes de la física clásica es aquel en el cual todo cuerpo permanece en un estado de movimiento rectilíneo y uniforme en ausencia de fuerzas”. Joseph Neddham en su lectura del Mo Ching, encontró que ”the cessation of motion is due to the opposing force…the motion will never stop”.

91 seguir todos los hombres y que responde a su verdadera naturaleza humana116. Después del corto, pero muy intenso período de tiranía del régimen legalista durante el reinado de Qing Shihuang, los chinos desarrollaron un gran rechazo a las leyes abs- tractamente codificadas y formuladas. Posteriormente, los antiguos cánones de comportamiento dictados en el Libro de los ritos recuperaron su uso cobrando importancia en la sociedad como normas de comportamiento. Estas, que habían sido desde un principio la ley natural, aunque sa- gradas no expresaban ningún tipo de contenido metafísico y reconocían la existencia de algún dios. En este punto vale recordar las palabras de Der Bodde, quien afirmaba que los chinos no eran personas para quie- nes las ideas religiosas constituían una importante y absor- bente parte de la vida:

…es la ética (especialmente la ética confuciana), no la religión (al menos no la religión de un tipo formal organi- zado), la que aportó la base espiritual de la civilización chi- na… todo lo cual, desde luego, establece una diferencia de importancia fundamental entre China y la mayor parte de las otras civilizaciones, en que la iglesia y el clero siempre han desempeñado un papel dominante117.

Esta ley natural no se consignó en ningún manual o código y dada su condición ética y humana nunca pudo ser aplicada a otros aspectos de la naturaleza.

116 Joseph Needham. (1977). Grandeza y miseria de la tradición científica china. [Tra- ducción: Carlos Bidon-Chanal] Barcelona, Anagrama, p. 48. 117 En Feng Yulan. (1987). History of Chinese Philosophy. [Traducción: Juan José Utrilla. Breve historia de la filosofía china] México, Fondo de Cultura Econó- mica, p. 27.

92 B. Las conexiones de la filosofía con la producción de ciencia

De acuerdo con el filósofo chino contemporáneo Feng Yu- lan, China no tuvo ciencia moderna, ya que de acuerdo con los postulados de su propio sistema de valores, esta no era necesaria118. En el siglo x, en China, confluían ya tres vertientes de pensamiento, taoísmo, confucianismo y budismo. De la combinación de estas tres tendencias surgió lo que se conoce como neo-confucianismo, que reclamó ser la interpretación verdadera de la herencia de Confucio. El ideal de esta ver- sión renovada del confucianismo fue que el deseo humano disminuyera en vía de lograr recuperar la razón celestial119. Encontrar lo que existía en el interior de cada uno y de esta manera encontrar la paz perpetua. Para Feng Yulan, un método científico no fue desarrollado en China porque el pensamiento parte de la mente propia. En contraste con Europa en donde la ciencia se origina en el estudio de la ma- teria que requiere adoptar hábitos de medición, exactitud, registro; ”en una palabra, China no posee ciencia, porque de todas las filosofías, la filosofía china es la más humana y la más práctica…”120. Sigue explicando el filósofo chino: para Descartes el uso de la ciencia es lograr la certeza intelectual; para Bacon, es alcanzar el poder. Los filósofos chinos se interesaron más en desarrollar las formas para conocer lo que hay en el interior del ser humano y no en lo que existe en el mundo externo.

118 Feng, Yulan. (1922). ”Why China has no science-An interpretation of the History and Consequences of Chinese philosophy”, International Journal of Ethics, vol., 32, n.º 3. (abril); p. 238. 119 Ibíd., p. 259. 120 Ibíd., p. 260.

93 Se enfatiza la certeza en la percepción mas no en el objeto. El sabio no te dirá qué es la virtud, simplemente te pedirá practicarla. De la misma manera no te contará qué tan dulce es el azúcar; te pedirá que lo pruebes121.

C. La sociedad feudal burocrática

Joseph Needham creyó atribuible a las razones de índole social la falta de condiciones para el surgimiento de la cien- cia moderna en China. Carlos Bidon-Chanal resumió la explicación de Needham así:

El fracaso de China en crear una ciencia parangonable a la nacida en la Europa posrenacentista sólo habría de ser imputable a las diferentes organizaciones económicas de ambas sociedades. Pese a las ventajas que el feudalismo burocrático chino supo obtener de sus propios recursos científicos y técnicos (a diferencia del imperialismo helénico, o del feudalismo europeo medieval), esta misma forma de organización social hubo de frenar, posteriormente, el de- sarrollo de la ciencia; que por el contrario se vio favorecido en Europa, dentro del marco del capitalismo naciente y del renacimiento humanista122.

Needham explica que el sistema feudal y burocrático fa- voreció una diferenciación entre saberes ortodoxos y hete- rodoxos. Aquellos que estaban impulsados y controlados por el gobierno central, como el desarrollo del manejo de los recursos hídricos y los métodos de detección de catás- trofes naturales y prevención de desastres (conocimientos

121 Ibíd. 122 Needham. (1977). Op. cit., p. 14.

94 como astronomía y sismografía, por ejemplo) pertenecían al primer tipo. Por otro lado, existían los saberes heterodoxos, como los que fueron desarrollados por los religiosos taoís- tas: la alquimia y la medicina herbal. En una etapa inicial, las ciencias ortodoxas fueron alta- mente promovidas por el gobierno imperial como estrate- gia para evitar levantamientos populares que pusieran en peligro el régimen vigente en el momento123. Como se ha mencionado en el sistema imperial, la figura del emperador sobrepasaba los límites de lo terrenal. Era considerado el ”hijo del cielo” quien recibía su mandato y debía trabajar para cumplir la voluntad del cielo. Entonces, no sólo era el responsable los resultados de la gestión directa sobre los asuntos públicos, sino también de aquellos que se escapa- ban de su control directo como los fenómenos naturales. Inundaciones, sequías, eclipses y terremotos, eran vistos como advertencias del cielo, muestras de la incompetencia del emperador para cumplir el mandato del cielo y mante- ner la armonía en la sociedad y entre esta y la naturaleza. Su poder perdía legitimidad otorgándole a la población el derecho a rebelarse. La astronomía fue ciencia ortodoxa de manejo casi ex- clusivo del gobierno y sus burócratas. Wolfram Eberhard en sus estudios sobre la astronomía en la dinastía Han con- cluyó que este conocimiento fue en alto grado manipulado para darle un uso de tipo político, interfiriendo con lo que debía haber sido objetivo básico, la utilización de este co- nocimiento en la agricultura y su desarrollo124.

123 Ibíd., pp. 42-46. 124 La filosofía política en China clásica: historia y pensamiento en China, citado por Manuel Herranz, p. 16. Disponible en internet: [ttp://www.casaasia. org/pdf/3606110454AM1141639494244.pdf#search=%22china%20manda- to%20del%20cielo%20%20rito%20emperador%22] (mayo, 22, 2007).

95 Otros estudiosos han atribuido también al sistema del Estado burocrático centralizado chino la causa que impidió el establecimiento de condiciones para una revolución in- dustrial de la manera como se inició en Europa a finales del siglo xviii. Justin Yifu Lin llama la atención en el sistema de exámenes imperiales y sus criterios de promoción dentro del servicio civil como factor que distrajo a los sabios de la corte de la labor de investigación125. Estos debían invertir gran parte de su tiempo y energía estudiando para mantener o mejorar su estatus dentro del sistema burocrático. Según el autor, en una época premoderna, las invenciones y los des- cubrimientos de carácter científico se generaron espontánea- mente por parte de artesanos y campesinos. Mientras más grande sea la población, más oportunidades de producción de saberes existen. En la época moderna, este proceso debe ser el resultado de la experimentación científica. En una etapa premoderna, China tuvo una gran venta- ja para el desarrollo del conocimiento científico dadas sus condiciones demográficas. Sin embargo, la ausencia de una revolución científica hizo que en la época moderna el país no compitiera con los niveles de desarrollo de la ciencia en Europa. Los intelectuales al servicio del imperio, sumergi- dos en el estudio de la ideología que sustenta el sistema, no propiciaron oportunidades para la transición de una ciencia antigua a una moderna.

Conclusiones

Después de hacer un repaso de los logros del pueblo chino en materia de saberes de tipo científico, no queda duda

125 Justine Yifu Lin. (1995). “The Needham puzzle: Why the industrial revolution did not originate in China”. Economic Development and Cultural Change, vol. 43, n.º 2 (jan.), p. 286.

96 alguna que entre el siglo iii a. C. y el siglo xv, esa sociedad logró un alto grado de conocimiento en las diversas ra- mas del saber, desde la medicina y la herbolaria hasta las matemáticas y la astronomía. En términos generales, la complejidad y profundidad de sus estudios y su aporte al desarrollo de la ciencia moderna sólo es comparable con los logros alcanzados en su periferia por los pueblos de India. Sin duda alguna, los conocimientos obtenidos por estos pueblos en su expresión clásica sobrepasaron el nivel del estudio empírico alcanzado por las culturas europeas. En la presentación del saber clásico de China hemos revisado con detenimiento el prolijo estudio de Joseph Needham. En siete volúmenes, su trabajo sobre la Ciencia y civilización china reveló los pormenores de los logros del espíritu inquisitivo de este pueblo a lo largo de su extensa historia. Más aún, aclaró las confusiones sobre el origen de ciertos hallazgos y demostró que muchos de los inventos que los europeos han supuesto como fruto de su ingenio son en realidad productos chinos, algunos tan cotidianos como el paraguas y el whisky. El hecho de que China no hubiera desarrollado el méto- do científico moderno, una aplicación de las matemáticas a la observación de los fenómenos naturales, ha hecho con- cluir a muchos que ese pueblo no desarrolló ningún cono- cimiento que pudiera llamarse ciencia en todo el rigor de la palabra y como ha sido aceptada después del siglo xvii. Esta ciencia europea nació con la intención de ser universal e independiente de cualquier tipo de creencia metafísica. Sin embargo, según Nathan Sivin, el surgimiento de la ”ciencia moderna” estuvo muy condicionado a las circunstancias históricas específicas de la Europa de esta época para poder

97 considerarse universal126. Coincidiendo con la opinión de Needham, el autor cree que el surgimiento de esta ciencia moderna fue el resultado natural del intercambio perma- nente, desde la edad de piedra, de ideas y herramientas en- tre culturas. Antes ya se han presentado, cómo en diferentes épocas, otras culturas que influyeron en el desarrollo de las técnicas y las visiones de la naturaleza en China y también el aporte del genio chino al mundo intelectual europeo. Desde esta perspectiva del problema, la tarea de tratar de dilucidar las razones por las cuales en China no se lle- vó a cabo la revolución científica carece de propósito. No obstante, los razonamientos de aquellos que han tratado de esclarecer estas razones son insumos válidos para hacer una mejor reflexión sobre las características particulares que tuvo el desarrollo del conocimiento científico en China. Lo cierto es que, gracias al estudio de la historia del de- sarrollo del saber, hoy día está más claro el panorama de los logros propios de los pueblos antiguos y sus relaciones, hasta arribar a etapas superiores por medio de los présta- mos mutuos. Así, mientras en el pasado el mayor aporte de China e India se dio por la aplicación de su propio ingenio al desarrollo especulativo de las matemáticas, al ensayo y error en el conocimiento de la biología humana y animal, para avanzar en la medicina y la elaboración de métodos de cálculo astronómico, más adelante, en sus préstamos e influencia mutua estas civilizaciones fueron combinando sus logros científicos y técnicos. El torrente intelectual por ellas y otros pueblos vertido sobre los europeos, a través del aporte fundamental de la cultura arabo-islámica, propició

126 Nathan Sivin. (1995). ”Why the Scientific Revolution Did Not Take Place in China --Or Didn’t It?”. En Sivin, Science in Ancient China (Aldershot, Hants: Variorum), chapter vii. Disponible en internet: [http://ccat.sas.upenn. edu/~nsivin/scirev.html] (mayo, 29, 2007).

98 el ulterior despegue metodológico y especulativo que está en la base del éxito de los investigadores europeos en la conformación de la ciencia moderna. China tiene conciencia tanto de su aporte en el pasado al esfuerzo humano por desentrañar los misterios de la natu- raleza como de la situación de rezago frente a la capacidad tecnocientífica de la órbita euroamericana. Por ese motivo, esa sociedad se empeña en aplicar políticas claras para su- perar la brecha científica y tecnológica con la que llegó al final del siglo xx respecto a otros países.

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100 Capítulo dos

Los saberes tradicionales de la India

Roberto Restrepo

Introducción

El estudio de los saberes oriundos de la India ha sido ca- racterizado por un fuerte prejuicio de corte eurocentrista que, junto a una política de estigmatización de atraso ade- lantada por las potencias occidentales (en especial por Gran Bretaña), sirvió para legitimar el proceso ”civilizatorio”, enmascarando así la subyugación y explotación del sub- continente indio durante siglos. Son muchos los ejemplos del afán por empañar el legado de la India, olvidando por lo general la incidencia de los hallazgos e innovaciones indias en la propia cultura europea. Por ejemplo, se sabe que Europa aprendió a contar gracias al sistema decimal de valor posicional y sus signos, originado y desarrollado en la India. Así, la deuda olvidada por Occidente se instala en los basamentos de su reciente progreso, dado que los nú- meros indoarábigos, al ser adoptados por el genio europeo,

101 posibilitaron el desarrollo de la ciencia moderna1. Amén lo anterior, no eran poco comunes los casos en los que saliera a la luz la irrespetuosa actitud de los colonizadores. Pone- mos como ejemplo la siguiente cita, muestra de la ”más arrogante ignorancia”:

La cuestión que se nos plantea ahora es simple (…) no debemos aprender lenguas en las que, según la opinión ge- neral, no existen libros sobre ningún tema que merezcan ser comparados a los nuestros; si podemos aprender la ciencia europea, no debemos aprender sistemas que, en opinión general, cuando son diferentes a los de Europa difieren para lo peor; y tampoco, cuando podemos favorecer una filosofía sana y una historia auténtica, no debemos animar, a costa del Estado doctrinas médicas que darían vergüenza a un veteri- nario inglés, una astronomía que haría reír a las muchachas en un internado inglés, una historia en la que abundan los reyes de treinta pies de alto y reinos de treinta mil años y una geografía que habla de océanos de melaza, de océanos de mantequilla2.

1 Albert Einstein dice al respecto: ”Les debemos mucho a los indios, quienes nos enseñaron a contar, sin lo cual no se hubiera podido hacer ningún descu- brimiento científico de consideración.” Nen Kumar Jain. (1982). Science and Scientists in India (Vedic to Modern). Delhi: Indian Book Gallery, p. 21. Citado por Juan Miguel de Mora y Marja Ludwika Jarocka. (2002). En Ayurveda, Apuntes para una Historia de la Ciencia en la India Antigua, México, Universidad Nacional Autónoma de México, p. 13. 2 Cita de los indólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México Juan Miguel de Mora y Marja Ludwika Jarocka, quienes condenan el obsesivo eurocentrísmo que viciaba generalmente cualquier intento de aproximación a las producciones de la India antes del siglo veinte. Los términos ”más arro- gante ignorancia” son de su autoría. Raimond Schwab. (1950). La Renaissance Oriental, Paris, p. 209, citado por de Mora y Jarocka, Op. cit.

102 El anterior juicio es de Thomas Babington Macaulay (1800-1859), miembro del Consejo Ejecutivo del Goberna- dor General de la India. Infortunadamente, esta actitud despectiva no era aislada, sino la dominante del poder Bri- tánico durante la colonia para con los saberes oriundos del subcontinente indio y sus habitantes. Sin reconocer la ver- dad de la precocidad, la prodigalidad y el alto nivel de desa- rrollo que alcanzó la civilización india varios siglos antes de nuestra era, se argüía que ninguno de los avances técnicos o científicos del legado indio podía haber sido adelantado directamente por la cultura sánscrita, sino que tenían que ser introducidos del exterior, ora por los griegos durante la breve incursión de Alejandro Magno y la invasión de los bactrios, ora por medio de los musulmanes, detentadores del saber griego durante el oscurantismo europeo. La tesis central es que ningún adelanto en ciencia puede alejarse de la tradición inaugurada por los primeros filósofos de la physis, los jonios, en el s. vi a. C., a los que se asocia tradicio- nalmente el alba de la ciencia empírica, en oposición a las explicaciones míticas, inspiradas o reveladas. Siendo esta la concepción general, se produjeron in- numerables errores de interpretación, que procuraban fechar los textos sánscritos varios siglos, e incluso más de un milenio después de su composición original, dando el tiempo suficiente para hacer preceder su equivalente oc- cidental3. Al tiempo se sostenían las tesis más absurdas al respecto de adaptaciones de textos y autores extranjeros a la fonética sánscrita, haciendo creer que los textos indios eran solo adopciones e interpretaciones (erróneas, en ge- neral) de doctrinas foráneas, y en específico de Grecia, la

3 Cfr. Jürgen Thorwald. (1968). El alba de la medicina. Reutlingen, Alemania, Editorial Bruguera, p. 181.

103 única supuesta cuna de la cultura científica verdadera. Tal es el caso de Suśruta, autor del máximo tratado de cirugía del Ayurveda, quien, según un historiador alemán, no era otro que Hipócrates, confundido por los intérpretes hin- dúes por Sócrates, debido a la proximidad fonética (entre ”Hipócrates”, ”Sócrates” y ”Suśruta”). Al respecto, Jürgen Thorwald, reconocido historiador de la medicina, anota:

Fechando la redacción de esta obra –El Suśruta Samhita- hacia la primera mitad del primer milenio a. C. y la tradición oral hacia el segundo milenio a. C., esto daría a la tradicional idea sobre la prioridad griega en la medicina un golpe mucho más duro (…). No hemos de sorprendernos, por lo tanto, de que los estudiosos occidentales mantuvieran obstinadamen- te que la colección Suśruta había sido escrita (…) alrededor del año 1400 –d. C.–. Johann Hermann Baas, el historiador médico alemán, llegó a afirmar que Suśruta no había sido otro que el médico griego Hipócrates. Argumentaba que el nom- bre había sido confundido con el de Sócrates en los textos indios y finalmente transmitido como Suśruta. Baas vio la prueba de su tesis en el hecho de que el sitio del nacimiento de Suśruta había sido dado como Kasi (el antiguo nombre de Benares) ¡Esa era obviamente una distorsión del nombre de Kos, donde Hipócrates había nacido!4

Paradójicamente, a pesar de lo sostenido por Baas, la evi- dencia parece probar la influencia del Ayurveda en la doc- trina hipocrática5, y no al contrario, lo que se sumaría a una

4 Ibíd., p. 202. 5 Cfr, Juan Miguel de Mora y Marja Ludwika Jarocka. (2003). El concepto de divinidad en el hinduismo y otros trabajos indológicos. México, Universidad Nacional Autónoma de México, p. 64.

104 larga lista de aportes indios a la medicina mundial a través de los siglos. Por otro lado, la aproximación a la astronomía matemá- tica india tampoco se vio librada del prejuicio eurocentrista. Así, los historiadores interesados en defender la supremacía del legado helénico tildaban a los autores indios de simples difusores del aspecto puramente práctico de los trabajos ptolomeicos y alejandrinos, de lo que se encontraba prueba en la ausencia de demostraciones y ejemplos6 en las obras indias, de carácter más intuitivo que sus análogas griegas, sirviéndose también de los argumentos más imprecisos para hacer preceder la versión occidental de cualquier des- cubrimiento o invención que se pudiera adjudicar al genio indio, incluido el sistema decimal de valor posicional, qui- zás el aporte más importante de la civilización india en el ámbito de las matemáticas. Con lo anterior no se pretende negar la influencia recí- proca que tuvieron los pueblos del Mediterráneo, de Meso- potamia y del Asia en la antigüedad, ni sostener sin funda- mento el hermetismo del subcontinente indio. Al contrario, el intercambio de conocimientos sería inevitable dadas las evidentes relaciones comerciales entre las naciones del mundo antiguo. En el campo de la astronomía matemática, por ejemplo, los mismos astrónomos indios reconocen es- tar al tanto de los adelantos de tres escuelas extranjeras de astronomía, a saber, la griega, la egipcia y la romana.

6 Citamos el nombre de C.G. Kaye, autor que se empeñaba en hacer aparecer a los matemáticos y astrónomos indios como simples recopiladores de los griegos, adjudicando a estos últimos el origen del sistema decimal de valor posicional. Cfr. Saradakanta Ganguli. (1929).”Notes on Indian Mathemat- ics: A Criticism of George Rusby Kaye’s Interpretation”, en Isis, vol. 12, n.º.1. (febrero), pp. 132-145.

105 Recientemente, gracias a descubrimientos arqueológicos y estudios más profundos, imparciales y concienzudos, se ha ido quitando el velo impuesto por el orgullo occidental que predominó hasta bien entrado el siglo xx con respecto al conocimiento tradicional de la India; empero, aún hoy hay sectores académicos especializados que todavía se empeñan en desmentir el prolífico pasado de la India. A pesar de lo recién expuesto, la aproximación de los in- dólogos se enfrenta a un segundo problema, ya no de índole xenófoba o sustentado en el prejuicio de la superioridad del legado de los griegos, sino enraizado en un prejuicio más sutil al respecto de los saberes, disciplinas y prácticas forá- neas. Esto tiene que ver con la inevitable imposición de la racionalidad científica occidental a la hora de vérselas con el extensísimo legado de la India. Trataremos de exponer este prejuicio brevemente. Es común a algunos estudiosos de las ciencias de legados ex- tranjeros a Occidente, el determinar la validez de la ciencia de la antigüedad a partir de la ciencia empírica originada, según algunos, en los filósofos jonios de la physis, quienes se deciden a privilegiar la observación y la razón inductiva como las únicas herramientas para llegar al verdadero cono- cimiento7. Al contrario, muchos de los saberes ancestrales, dentro y fuera de la India, están fuertemente enraizados en un pensamiento de tipo intuitivo, místico o religioso. Es de anotar que lo que traducen como filosofía, en India, es llamado Darshan, es decir Visión, lo que corresponde a

7 En Occidente, la oposición entre ciencia empírica y las cosmovisiones me- tafísicas se hace patente en la modernidad. Recordamos que Kant ve en los contenidos metafísicos aseveraciones imposibles de ser consideradas ciencia, porque de ellas nada podemos conocer, quedando en el terreno de la especu- lación y de la hipótesis. El elemento empírico de la ciencia se radicaliza con el advenimiento del positivismo, que incluso niega la existencia de lo que no puede ser percibido por los sentidos.

106 la actividad de los Rishis, a quienes son revelados el saber y los secretos del mundo. En una sociedad que pone el acento en lo ”espiritual” y trascendente, es de notar que todo conocimiento sobre el mundo material debe depender directamente de una postura o sistema revelado, anclado en el misterio al que solo se puede acceder por medio de la intuición privilegiada del vidente. Por nuestra parte, no trataremos de extraer lo meramen- te positivo, científico y empírico de sistemas tan complejos, teñidos de un lenguaje mágico o mítico, y fuertemente em- parentados con sistemas filosóficos declaradamente revela- dos y aceptados como verdades eternas. Creemos, más bien, que los adelantos técnicos y científicos de estas culturas son saberes mixtos, donde se acompasan lo empírico, lo mágico y lo metafísico sin contradicción. En cambio, sí pondremos el acento en los desarrollos materiales, en los adelantos dirigidos a producir un efecto inmediato en la realidad o la predicción de las condiciones de la vida y de la naturaleza con respecto a fines específicos (como la medicina, encaminada a lograr la salud). Lo hace- mos de este modo porque si bien la única manera de acer- carnos a los desarrollos materiales de la India es haciendo un parangón con la ciencia moderna, no queremos juzgar la pertinencia de los sistemas científicos o filosóficos indios tradicionales. Ahora bien, sí nos referiremos, más super- ficialmente, a los sistemas en los que tuvieron origen o en los que se incorporaron estos adelantos empíricos, cuando sea necesario incluirlos o hacer referencia a un marco más general. A continuación haremos un seguimiento del desarrollo de tres disciplinas específicas, a saber, la medicina, las ma- temáticas y la astronomía. Seleccionamos estas tres formas de saber por ser aquellas en las que el genio indio alcanzó el máximo desarrollo, además de ser ellas las que más influen-

107 cia tuvieron allende las fronteras del subcontinente. Otros saberes como la alquimia8, por ejemplo, no alcanzaron en India un grado de evolución significativo, por lo que los obviamos, quizás injustamente.

I. La Ayurveda, medicina tradicional de la India

Llegará un tiempo en que la historia de la medicina de la antigua India será escrita otra vez, exactamente como ha sido necesario revisar la historia del subcontinente indio. Desde que las ruinas de las ciudades de Mohenjo-Daro y Harappa fueron excavadas en la primera mitad de este siglo, se ha reconocido que nuestro concepto de la historia de la India está fuera de lugar.

Howard Bentley

Hace más de cinco mil años, en las riberas del Indo, floreció una cultura de la que los arqueólogos occidentales no ten- drán conocimiento hasta bien entrado el siglo veinte. Esta cultura será conocida con el nombre de Harappa, lugar de la primera ciudad descubierta asociada a la civilización del Indo. A pesar de que la cultura harappa contaba con un sofisticado sistema de escritura, consistente en más de quinientos signos (entre los que cincuenta y tres, en apa- riencia fonéticos, eran mucho más utilizados, siendo el resto de naturaleza ideogramática), del contenido de la pródiga cantidad de tablillas, sellos y ornamentos con inscripciones que se han encontrado, poco o nada se ha podido descifrar9,

8 Con la excepción de la metalurgia, de cuya maestría quedan importantes vestigios como el pilar de hierro de Delhi, que ha logrado resistir la corrosión después de más de mil quinientos años de exposición a los elementos externos. 9 Gavin Flood. (1998). El hinduismo. [Traducción: Miguel José Hagerty], Ma- drid, Cambridge University Press, p. 40.

108 debido a la falta de una clave, una piedra roseta10 que per- mita penetrar el misterio de esa escritura. Por lo anterior, sólo los vestigios pueden dar testimonio de esta original civilización y su grado de evolución ma- terial. El descubrimiento de varios asentamientos urbanos en el valle del Indo, entre los que destacan las metrópolis de Harappa y Mohenjo-Daro; esta, mejor conservada que aquella por no haber sido expuesta al saqueo antes de lla- mar la atención de los especialistas, proporciona valiosísima información sobre la vida de sus pobladores. Lo primero que revelan estos asentamientos es un importante interés en la planificación urbana sin parangón en el mundo con- temporáneo a la civilización del Indo. Ambas ciudades, al igual que la mayoría de centros importantes para la cultura harappa, compartían un diseño común que comprendía una ciudadela erguida sobre un promontorio, a la manera de una acrópolis, en la que se encontraban los edificios pú- blicos y, abajo, una ciudad con extensas áreas residenciales y calles de diseño ortogonal, con bloques rectangulares de casas de unos 183 por 164 metros de lado11. Aparte de la originalidad de la arquitectura, enteramente levantada en ladrillo12, lo que sorprende de estos centros urbanos, en especial de Mohenjo-Daro, el más estudiado, es el sofisti- cado sistema de acueducto y alcantarillado, directamente asociado al concepto de higiene.

10 Champollion, padre de la egiptología, descifró los jeroglíficos egipcios gracias a la piedra roseta, en la que se encuentra escrita una versión trilingüe de un edicto de Ptolomeo v, en tres sistemas de escritura diferentes, a saber: griego uncial, jeroglífico y demótico. 11 Jürgen Thorwald. Op. cit., p. 181. 12 Según Mortimer Wheeler. (1962), la arquitectura en ladrillo, junto con la es- critura y las hechuras artísticas y bélicas completamente originales son prueba suficiente para desechar cualquier hipótesis de colonización procedente de Sumer. En India y Pakistán. Barcelona, Librería Editorial Argos, p. 100.

109 Al respecto, de Mora y Jarocka dicen:

(…) Mohenjo-Daro (…) muestra una notable preocupa- ción por la higiene: en todas las casas, las más lujosas o las más modestas, hay un cuarto de baño especial para bañarse, y el mayor de los edificios tiene un baño de 55 por 33 metros con una alberca de 13 por 7 metros, con una profundidad de 2.50. Aunque no falta quien considere esta última una cons- trucción especial para baños rituales de índole religiosa, es lo más verosímil que se trate de un gran establecimiento de baños públicos parecido a los que tuvieron los romanos.

Inmediatamente después, Mora y Jarocka citan a Kenneth G. Zysk, quien, considerando las piscinas de Mohenjo-Daro baños de carácter puramente religioso, asocia directamente la importancia de la limpieza ritual a una preocupación por la higiene en general. En palabras de Zysk (traducido por Mora y Jarocka):

El llamado Gran Baño en el área de la ciudadela de Mo- henjo-Daro puede haber servido como lugar especial para que las clases altas se bañaran y llevasen a cabo abluciones religiosas en aguas sagradas. Tal pureza ritual puede haber estado vinculada muy de cerca a la noción de higiene públi- ca, ya que el diseño de ciudades y casas sugiere que la sani- dad era una preocupación principal. Además, las ciudades del Indo incluían un baño y un inodoro en casi cada casa, un sistema de drenaje para llevarse los desperdicios de los hogares y alcantarillas cubiertas centradas en las calles para conducirlos lejos de las áreas residenciales13.

13 Keneth G. Zysk. (1991). Ascetism and Healing in Ancient India, Medicine in the Buddhist Monastery. Delhi: Oxford University Press, p. 12, citado por De Mora y Jarocka, Op. cit., p. 28.

110 Según lo arriba citado, el desarrollo y la democratiza- ción de la higiene pública alcanzados por los harappenses supera por mucho al de las poblaciones contemporáneas de Mesopotamia, donde solo una pequeñísima porción de privilegiados tenía acceso a instalaciones higiénicas14, y no tienen precedente en la historia de la humanidad. Si bien el aseo y la higiene no hicieron parte del cuerpo de la medi- cina en occidente hasta el descubrimiento de los gérmenes y la aparición de la medicina preventiva, casi a las puertas del siglo xx15, son constantes las referencias al tratamiento del agua, el aseo y la higiene en los tratados de la medicina hindú, como es el caso del Hārīta Samhitā, donde se reco- mienda hervir el agua destinada al consumo humano. Si se pudiese pensar en un desarrollo necesariamente paralelo entre la medicina y la higiene, íntimamente relacionados, seguramente se podría adjudicar un desarrollo incompa- rable en su época a la medicina harappense; empero, esto queda en el campo de la simple especulación, a la espera de que nuevas evidencias revelen más de su conocimiento en medicina.

A. Los orígenes védicos

Hacia el 1500 a. C.16 es comúnmente fechada la llegada de los arios al subcontinente indio, lo que coincide con la desapa-

14 Cfr, Jürgen Thorwald. (1962). Science and Secrets of early Medicine. Londres, Thames & Hudson, p. 192. 15 De Mora y Jarocka ponen a Felipe Semmelweis (1818-1865) y a José Líster (1827-1912) como los pioneros de la higiene y la asepsis en la medicina occi- dental. De Mora y Jarocka, Op. cit., p. 134. 16 Esta es la fecha más generalmente aceptada para situar la llegada de los arios a la India, sin embargo, los autores no suelen coincidir en este punto, algu- nos adelantando, otros atrasando el acontecimiento. La controversia llega a tal punto que hay autores como Poliakov y Shaffeer, que niegan cualquier

111 rición definitiva de la cultura harappa, de origen dravídico, después de un largo proceso de decadencia de al menos doscientos años17. De la belicosidad del encuentro entre las dos culturas darían testimonio los cadáveres esparcidos por las calles en ruinas de Mohenjo-Daro, con profundas heridas de espada en la cabeza18. Es a este pueblo invasor a quien se le adjudica el origen y posterior desarrollo de la medicina clásica de la India, conocida como ayurveda, la ”ciencia de la longevidad”. No está para nada establecido cuánto de la cultura precedente asimilaron los indo-arios19, menos en el campo de la medicina; empero, es natural suponer que el proceso de mestizaje no fue solo racial, y que muchos ele- mentos de los pueblos subyugados fueron incorporados, siendo la cultura aria la dominante en lo posterior, impo- niendo su lengua y sus formas en todos los dominios. La primera referencia con la que contamos al respecto de algún tratamiento médico se encuentra en el Rig veda, primero en el catálogo de la rica producción de textos de la cultura sánscrita, compuesto hacia el 1200 a. C.20 Las tribus

discontinuidad o ruptura entre el pueblo harappense y la cultura védica posterior, aseverando que los harappenses eran, desde siempre, un pueblo ario, que hablaba una lengua indoeuropea de la que posiblemente deriva el sánscrito. 17 Lo que correspondería a un período de decadencia cultural acompañado de una continua deforestación, agotamiento de los suelos y recursos, etc. 18 Fiz A. Fernandez. (1973). La India milenaria y su medicina tradicional. Buenos Aires, Editorial Kier S.A., p. 22. 19 Algunos especialistas ven en la figura de Pasupati, el señor de los animales, presente en varias tablillas y sellos procedentes de Mohenjo-Daro, un protosiva, patrono de los yogins, figura fuertemente presente en la cultura India en lo posterior. Por otro lado, la constitución tripartita habitual de las sociedades arias, compuestas de sacerdotes, guerreros gobernantes y pueblo llano, vino a engrosarse con la admisión de los pueblos sometidos como sirvientes, constituyendo así la cuarta jana (clase) de los sudra. 20 De Mora y Jarocka sitúan la composición del Rig veda en una fecha muy an- terior, a saber, el 2000 a. C., lo que haría también atrasar por mucho la llegada

112 arias que penetraron en la India se componían de pastores nómadas y jinetes guerreros, los cuales son descritos en el Rig veda; acompañados por los mencionados curanderos ”sabios”, conocedores del poder curativo de las plantas y algunos complicados procedimientos quirúrgicos. Al res- pecto, nos dice Jürgen Thorwald:

La referencia más antigua (al uso de una pierna artificial) (…) se encuentra en el Rig veda, donde se menciona a esos ”sabios”, que acompañaban a las itinerantes tribus arias llevando un ”saco de hierbas curativas”. Sanaban a los heri- dos, extraían flechas y venablos de sus cuerpos y conocían la manera de hacer lo mismo con los ojos heridos. Crearon los ”ojos artificiales”, curaban los muñones de las extremidades amputadas usando la planta soma para aliviar los dolores y -aunque parezca increíble-, hacían piernas artificiales21.

Siguiendo a Thorwald, el alto desarrollo de la medicina en la cultura védica, fruto de las necesidades de un pueblo guerrero y nómada, además de las distintas prótesis, incluía la cauterización de las heridas y mordeduras de serpiente y un tratamiento incierto para curar la vejiga y la retención de la orina22. Esta última intervención es mencionada en el himno I.3 del Atharva veda23, doscientos o trescientos años posterior al Rig veda, de la siguiente manera:

de los Arios, a no ser que se determine que la composición del Rig veda sea muy anterior a la llegada de las tribus arias a la India. 21 Thorwald. Op. cit., p. 197. 22 Ibíd., p. 197. 23 De Mora Y Jarocka sostienen que el Atharva veda fue escrito en el 1400 antes de nuestra era. De Mora y Jarocka, Op. cit., p. 34.

113 Vidmā śarasiya pitaram parjanyam bhūridhāyasam vidmó şvasya mātaram pŗthivim bhrivarpasam …yathā dyām ca pŗthivim cāntas tiştthati tejanam evā rogam cāsrāvam cāntas tiştthatu muñja it

Lo que es traducido libremente por Mora y Jarocka así:

Nosotros hemos reconocido por padre a la caña (o la fle- cha que también es hueca) y a Parjana, que nutre en abundan- cia; le hemos reconocido por madre a la Tierra, de muchos aspectos… lo mismo que el rayo está entre el Cielo y la Tierra, que así esta caña esté entre el mal y el flujo24.

De los cuatro vedas, es el Atharva el que trata más de en- fermedades y terapéutica, incluyendo una farmacopea más o menos extensa25. Si bien la mayoría de himnos que hacen referencia a la enfermedad a lo largo de los vedas consisten en conjuros y fórmulas mágicas, en ellos se encuentra una detallada nomenclatura anatómica, incluyendo órganos y partes internas como el pericardio, purītad, el riñón, vrikka; el hígado, yakan, entre muchísimos otros26, además de un

24 Ibíd., p. 36. Siguiendo una hipótesis de Jean Fillozat, quien luego la pone en duda, Mora y Jarocka aseveran que la caña de la que habla el himno es la Saccharum muñja, planta próxima a la caña de azúcar. Si bien Fillozat, médico e indólogo reconocido sostiene que una planta de tallo tan fino no puede ser ahuecada para hacer de sonda, Mora y Jarocka responden que la práctica del cateterismo vesical se volvió común en lo posterior, como lo demuestra la mención de un procedimiento tal en el Suśruta Samhitā, el tratado de cirugía ayurveda por excelencia. 25 Ibíd., p. 43. En los vedas se hace mención de varios remedios prácticos como el Arundhatī, medicina gomosa cicatrizante, además de hierbas medicinales para combatir diversas enfermedades como el hamsavatī, destinada a combatir la lepra. 26 Ibíd., p. 45. Es muy probable que el vasto conocimiento anatómico de los oficiantes y médicos del período védico esté estrechamente relacionado con los sacrificios animales y, eventualmente, humanos, ya que los vedas incluyen

114 catálogo de enfermedades que, por la descripción de sus síntomas, son plenamente identificables en nuestros días27. Esta es pues la naturaleza mixta de las prácticas de curación expuestas en el Atharva veda; en él, las invocaciones mágicas suelen ir de la mano de una terapia médica determinada. De Mora y Jarocka destacan varios ejemplos de cómo los rituales de sanación del Atharva veda son complementados por tratamientos médicos en uno de sus libros auxiliares, el Kauśika sūtra. En sus palabras, el siguiente caso: En el himno I.17 del Atharva se trata de cómo detener una hemorragia (…). En traducción libre dice así:

Que apaguen la luz y hagan alto las mujeres que van con rojas vestiduras y parecen jóvenes mujeres sin hermanos.

¡Alto, vena de abajo! párate, vena de arriba, alto, tú, la vena de en medio,

indicaciones precisas de cómo efectuar los holocaustos, lo que, a la vez, exige y permite un conocimiento directo de las entrañas del animal inmolado. Al respecto, De Mora y Jaroka añaden: ”(…) de entre los 333 vocablos anatómi- cos de los cuatro Samhitās, más de 60 se encuentran en el Atharva veda. Y no se trata de describir partes del cuerpo tan simples como un brazo o una pierna, sino partes que demuestran un conocimiento real de la anatomía humana como, por ejemplo, antarodara, el interior del abdomen; uşņihā, las protube- rancias craneanas; kaņttha, laringe; kanīnika, pupila; gavīni, uréter o canales que recogen la orina y la llevan a la vejiga, purĪtat, pericardio o ”entrañas que cubren el corazón, etcétera”. 27 Ibíd., p. 45. Dentro de los males descritos en el Atharva veda se encuentran ”el reumatismo, la gota, la epilepsia, la demencia, la escrófula, los abscesos, los tumores, la oftalmitis, la ceguera, la ictericia (llamada hariman, el amarillo), la bronquitis, la neuralgia, la elefantiasis, las enfermedades de la piel, las cefaleas y alguna otra”. Ibíd., p. 40. Además de enfermedades mentales como la esquizofrenia.

115 detúvose la pequeña vena, deténgase también la arteria grande.

Hasta aquí solo un conjuro. Pero el texto auxiliar del Atharva (Kauśika sūtra 26,10-13) explica que al tiempo que se hace la recitación el médico esparce polvo y arena alrededor de la herida, pone en ella lodo y da al paciente una mezcla de leche, sésamo, mijo y otra medicina natural, seguramente de efectos coagulantes. El himno era la fórmula verbal, pero acompañado de un tratamiento específico28. La complementariedad de los dos textos, el Atharva veda y su auxiliar, el Kauśika sūtra parecen expresar el encuentro de dos tendencias diametralmente opuestas que terminan por converger en un matrimonio perfecto29. Según lo an-

28 Ibíd., pp. 42-43. De la misma forma, en lo siguiente son citados los tratamientos para varios casos más, a saber: la cura de la ictericia consistía en la recitación de un himno (Atharva I.22) acompañado de preparaciones herbolarias para curar dicha enfermedad (Kauśika sūtra 26,14-22); para el tratamiento de la lepra, los himnos del Atharva (I.24) también encuentran una contraparte terapéutica en el Kauśika sūtra (26.22-24) ”consistente en frotar las heridas con una mezcla de plantas medicinales”. 29 Este ”matrimonio”, tesis de V.W. Kalambekar (The atharvavedic Civilization, Nagpur University, Nagpur, 1959) es expresado por de Mora y Jarocka así: ”Según Karambelkar el Kauśika sūtra pertenecía al sistema antiguo de me- dicina popular; cayó bajo la influencia del sistema de ensalmos atharvédico y fundió o los dos en uno. Y dice: ”Es un gran servicio hecho por este sūtra el que haya borrado todo rastro de antagonismo que pudiera haber existido entre los dos sistemas rivales”. Y agrega: ”El sistema de los fármacos, aunque útil en sí, no podía conseguir el apoyo y la fe populares debido a su falta de santidad o de una perspectiva religiosa. Tampoco estaba completo en sí el sistema de ritos del Atharva. El Atharva veda estaba ahí con todos sus ensalmos médicos y una farmacopea limitada, pero dependía por completo de la fe de la gente para la cura de una enfermedad. Así que los dos, estando separados, eran incompletos” (De Mora y Jarocka, 2003). De ahí que la única función de la porción ”mágica” del proceso de curación sea el hacer aceptable el proce- dimiento ”médico” en sí y promover la fe en la recuperación, diremos única- mente que seguramente esa no era la concepción de los médicos y atharvanes védicos, para quienes seguramente tenía tanto de efectivo el medicamento como la plegaria y la fórmula mágica, ya que al igual que las preparaciones y los procedimientos quirúrgicos, la palabra mágica pretende tener un efecto

116 terior, el primer texto (el Atharva) daría cuenta de la tra- dición mágica mientras el segundo (el Kauśika), acuñado posteriormente como texto auxiliar del samhita, recogería el conocimiento de la medicina popular de una forma que pu- diera ser asimilada por la cultura védica. Sea o no originada en la tradición del sanatana dharma, la medicina Ayurveda encuentra en el Atharva veda el primer registro escrito con indicaciones sobre procedimientos curativos30.

B. La medicina clásica: desarrollos, doctrinas y textos

Gran parte de las doctrinas y prácticas del cuerpo del Ayurveda derivan directamente de los vedas. La fisiología neumatológica según la cual el viento (prāna, aliento, o vāyu, viento) es un agente presente en todos los procesos metabólicos del cuerpo, está manifiesta en los vedas, tanto en el Rig como en el Atharva31.

directo en la realidad. Por lo demás, la tendencia por diferenciar el aspecto científico del aspecto mágico, en primera instancia, además de tratar de separar este aspecto de las doctrinas y visiones generales ”imaginarias” (De Mora y Jarocka, 2003) en las que se inscribe, no sería quizás sino una extensión más del eurocentrismo del que se quejan De Mora y Jarocka y que, infortunada- mente, parecen reproducir en su visión positiva de los saberes ancestrales de la India. Nosotros sostenemos que esas visiones no eran un injerto de ciencia y superchería, sino visiones de conjunto en las que cada una de las prácticas encontraba sentido como una parte integral de un todo, es decir, una aproxi- mación holística al problema de la enfermedad. Más adelante volveremos sobre el tema. 30 Aunque hubiese ya en el Rig veda alusiones a métodos curativos y quirúrgicos, como anotamos más arriba, no hay indicaciones específicas para profesionales sobre los procedimientos que se deben llevar a cabo para situaciones deter- minadas, siendo someramente descriptivo. 31 En el Atharva (xi.4.15): ”Se dice que el aliento (prāna) es Matarisvan; es el aire que se llama aliento. (Todo) existía y existe en el aliento y es en el aliento que todo está establecido”. (De Mora y Jarocka, 2003). Y en el Rig veda (mandala X, himno 168, estrofas 2 y 4), Vatta (prāna) es ”el alma de los dioses, el germen del universo”.

117 En la época védica, y desde aproximadamente el siglo xv antes de nuestra era, existía una fisiología primitiva –e imaginaria– que concebía al viento como una fuerza a la vez orgánica y cósmica y que distinguía una multiplicidad de vientos orgánicos. La fisiología védica se basaba fundamen- talmente en la creencia de que por el cuerpo circulan varios vientos (prānas) que con su circulación mantienen el cuerpo en funcionamiento y una noción de canales interiores32.

El viento33, espíritu del mundo, encuentra su correlato en el cuerpo humano en los cinco tipos de vāyu que mantienen las diferentes funciones vitales, a saber: udāna, prāna, samāna, upāna y vyāna. Estos cinco vāyus circulan por el cuerpo a lo largo de conductos de distintos tipos34. Esta noción de cir- culación no es exclusiva a la teoría de los vāyus, explicando también la distribución de los distintos fluidos y elementos orgánicos generalmente producidos por la cocción de los alimentos bajo la acción del prāna vāyu. Estos son: sangre, grasa, huesos, médula y semen o menstruo35, formados progresivamente con los ingredientes del anterior. A su vez, los cuatro elementos constitutivos básicos de los que se derivan todos los compuestos del cuerpo son: el éter

32 Ibíd., p. 46. 33 Diremos que el sentido de prāna o vāyu, como viento o aliento, es mucho más amplio que el de simple aire. Quizás esté próximo a lo que los hebreos querían dar a entender con ”Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida” (Génesis 2-7), o a uno de los al menos nueve vo- cablos del griego antiguo traducidos comúnmente por alma, a saber: pneuma. Por lo demás, es generalmente aceptado que el prāna es un elemento sutil en relación, a la vez, con la respiración y el Shakti, la energía vital y cósmica. 34 De Mora y Jarocka. Op. cit., p. 48. Llamados śirās, dhamanīs y śrotas, y sobre los que los especialistas no se han puesto de acuerdo ni en su clasificación ni en su función específica. 35 Fernández. Op. cit., p. 40.

118 (akāśa)36, el fuego, la tierra y el aire, de cuya mezcla indebida aparecen las doshas, compuestos que tienden a acumularse y de cuyo equilibrio depende enteramente la salud; estos son: kapha, producto de la mezcla de tierra y agua que se identifica con la linfa y la flema; pitta, compuesto de fuego y agua, en menor proporción, que se identifica con la bilis; vatta, mezcla de aire y éter responsable del exceso de gas en el cuerpo. Por lo demás, toda la farmacopea Ayurveda está fundamentada en esta teoría de los tridoshas, clasificando los medicamentos (alimentos incluidos)37 de acuerdo con su efectividad para potenciar o avivar alguna de las doshas y neutralizar o menguar las dos restantes, o lo contrario. Las doctrinas de los vāyu y los principios tridosha se encuentran largamente tratados en los textos canónicos de la medicina Ayurveda, compartiendo más o menos la misma línea. Es común para los historiadores de la medicina e in- dólogos que se refieren al tema del Ayurveda pensar que el aspecto científico de la medicina se vio sujeto a dos coyun- turas que impidieron, retrasaron o dificultaron su desarrollo y a pesar de las cuales la medicina experimental se abrió camino en medio de la metafísica y la superstición. Estas son, en primera instancia, la cultura brahmánica y, des- pués, los sistemas pseudo científicos en los que los avances en materia de salud se inscribían. Por un lado, la cultura brahmánica vería en la medicina una actividad impura y contraria a la doctrina del Karma para la que la enfermedad era algo ineluctable como consecuencia de las acciones pa-

36 Akāśa, generalmente traducido por éter, quizás corresponda mejor al término ”espacio”. 37 La teoría de las tridoshas es ampliamente usada en Ayurveda para la clasifica- ción y la explicación de las distintas constituciones, tanto de los alimentos y las medicinas como de las personalidades de los seres humanos y las enfer- medades.

119 sadas del afectado. Desde este punto de vista, la tradición védica tendría necesariamente que hacer oposición al ejer- cicio y desarrollo de la medicina38. Por otro lado, las visio- nes de conjunto o racionalizaciones fantasiosas y alejadas de la experiencia de observación directa de los fenómenos, tales como la fisiología ”imaginaria” del prāna o la teoría de los dosha, impedirían el desarrollo de la medicina em- pírica obligando acompasar los nuevos desarrollos a sus doctrinas. Por lo demás, los autores suelen coincidir en que los movimientos que negaban la autoridad de los vedas y denunciaban la falsedad de los brāhmanes posibilitaron el desarrollo de una medicina empírica secular39. La corta exposición de algunas de las teorías centra- les del Ayurveda hace de marco general para referirnos a los desarrollos prácticos específicos a tratar en adelante40.

38 Sin embargo, anoto que los ensalmos védicos también tendrían como finalidad la cura del enfermo, contraviniendo, al igual que la medicina, la ley del karma, pues ya sea por preparaciones o tratamientos, ya sea por la pronunciación de fórmulas mágicas o exhortación a la divinidad, el enfermo que logra la salud por cualquiera de estos métodos estaría escapando a su sino de enfermedad. 39 Hacia el siglo vi a. C. aparecen el jainismo y el budismo, ambas corrientes es- pirituales y de pensamiento contradictores de varias de las doctrinas de la so- ciedad brahmánica. Al parecer, en esta época se generaliza una radicalización del aspecto liberador (Śrauta) de los rituales védicos por encima del aspecto doméstico (Grihya), lo que da lugar a la aparición de formas de espiritualidad y pensamiento contestatarias a la tradición. Una de las posturas filosóficas más radicales es el movimiento materialista. Los lokayatas o materialistas niegan tajantemente la autoridad de los vedas, las doctrinas del karma y del samsara y la existencia del alma, siendo los procesos mentales algo concomitante al cuerpo. Según algunos autores aquí citados como Fernández y De Mora y Jarocka, este tipo de pensamiento pudo haber influido directamente en la ideología del Ayurveda y sus procedimientos. Tabe E. Meinderma, citado por de Mora y su esposa, parece haber encontrado la influencia directa de los loka- yatas en el Caraka Samhita, piedra angular del Ayurveda (De Mora y Jarocka, 2003). Sin embargo, Thorwald duda si estas modulaciones de pensamiento no llegaron muy tarde, y no duraron muy poco tiempo para poder haber hecho mella en el Ayurveda. 40 La breve reseña, fuera de contextualizar los descubrimientos y avances, sirve para señalar cuál es la parte del Ayurveda a la que se refieren autores

120 No vamos a ahondar en el debate sobre si las doctrinas arri- ba mencionadas estancaban o no el desarrollo del aspecto ”positivo” de la medicina Ayurveda. Nos contentaremos con decir que si fue así, esto no impidió que se desarrollara por encima de la medicina de los pueblos más avanzados de su época, quizás por la flexibilidad de su cuerpo doctri- nal que le permitía acomodarse a los hallazgos y adelantos en el tratamiento de la enfermedad. Del tratamiento en el Ayurveda, dice Filliozat:

Un tratamiento fundado así, sobre una teoría que es falsa, debería haber sido singularmente arriesgado; no obstante, la teoría era suficientemente flexible y vaga para acomodarse en la realidad a los datos de la experiencia pura, al mismo tiempo que parecía superarlos. En efecto, la acción de los remedios era conocida por el uso, y si tal droga calmaba tal manifestación mórbida que se atribuía al viento, a reserva de inventar, después, una explicación de este hecho. Era, pues, definitivamente la experiencia la que dirigía la elección de los medicamentos y la teoría general era sólo un esfuerzo para explicar, a agua pasada, tanto el mecanismo del fun-

como De Mora y Jarocka, Filliozat y Fernández, aquí citados, en términos de ”fisiología falsa”, ”imaginaria”, etc. Al respecto, no sobra señalar que las cosmovisiones, doctrinas y los procedimientos derivados directamente de ellas, todos desarrollados a lo largo del período posvédico y recogidos en los textos clásicos de medicina India son vigentes en la práctica del Ayurveda en la actualidad y están al origen de muchas de las prácticas del yoga. Así, el diag- nóstico en Ayurveda suele comenzar con la toma del pulso Kapha-Pitta-Vatta, mientras que las posturas o asanas; los ejercicios de control de la respiración o pranayamas; las técnicas de limpieza interior o satkarmas; las técnicas de me- ditación, dharana, japa o ajapa, además de la fisonomía propia del yoga, todas están íntimamente ligadas a los principios tridosha y al control y la disposición del prāna en el cuerpo. Si bien estas doctrinas y prácticas no pueden ser con- sideradas ”científicas”, en términos llanos, no pueden ser invalidadas de tajo tradiciones tan vivas, de más de tres mil años de existencia, por no adecuarse al ”método” científico. Para el yogin, el laboratorio es su propio cuerpo y la tradición su comunidad científica.

121 cionamiento normal del cuerpo, como el de los accidentes patológicos y el de la acción del tratamiento. El sistema del Ayurveda es, pues, un dogmatismo interpretando la expe- riencia41.

Las prácticas y doctrinas propias de la medicina clásica de la India fueron recogidas en varios tratados sin que haya acuerdo al respecto de la fecha en la que fueron escritos.

41 Jean Filliozat. (1975). La doctrine Classique de la médicine indienne, ses origines et ses parallèles grecs. París, École Française d’Extrême-Orient, p. 7, citado por De Mora y Jarocka, Ibíd., p. 52. Esta opinión de Filliozat, al parecer, es compartida por muchos especialistas, quienes ven un componente o ”núcleo” científico positivo en el Ayurveda que tuvo que subordinarse a la religiosidad dominante para evitar la censura. ”Debiprasad Chattopadhyaya explica: …a pesar de todo lo extraño en las compilaciones médicas de las versiones existentes, es posible identificar un núcleo de ciencia natural en ellas, sobre el cual fue impuesto (evidentemente más tarde y presumiblemente para evadir la censura de los legisladores que insistían en una abyecta rendición a los fundamentos de la religión reglamentada) un surtido montón de ideas y actitudes religiosas y cuasi-religiosas que no tenían ningún significado científico –D. Chattopadhyaya. (1992). ”Case for a Critical Analisis of the Caraka Samita”, en Studies in the History of Science in India, editado por Debi- prasad Chattopadhyaya. Nueva Delhi, Editorial Enterprises, tomo i, p. 209. Para estudiar y entender la medicina de la India antigua, es indispensable tomar en cuenta esa coexistencia entre la magia y la religión que imponían los brāhmanes y la tendencia tenaz de los médicos de atenerse al pragmatismo. Lo que los médicos imponían era la experiencia”. Inmediatamente después, De Mora y Jarocka citan a Kenneth G. Zysk: ”El diagnóstico indio no incluía la adivinación como lo hacía el practicado en las tradiciones médicas antiguas de Egipto y Mesopotamia. La determinación de la causa de la enfermedad se hacía mediante el aislamiento y la identificación de síntomas dominantes y recurrentes, muchos de los cuales se consideraban entidades malévolas independientes. Esta técnica, que sólo se encuentra en la medicina védica, exhibe un fuerte énfasis en la observación y podría marcar el principio del empirismo y de la predilección india por la clasificación –K.G. Zysk. (1991). Ascetism and Healing in Ancient India, Medicine in the Buddhist monastery, Delhi, Oxford University Press, p. 15–. No se puede negar que la observación y la experiencia de tratamiento de la enfermedad directamente tuvieron que ser motor de desarrollo de la farmacopea y la cirugía en la India en la antigüedad, lo que es evidente. Empero, radicalizar ese aspecto e identificar un cierto sector del Ayurveda con el nacimiento de la ciencia positiva, tal cual la conocemos hoy en día, puede resultar exagerado.

122 Los principales son los tres Samhitas, Bhela, Caraka y Suśruta. Estos textos hacen parte del cuerpo canónico del Ayurveda, considerada una ”obra suplementaria (upanga) del Atharva veda o como un sub-veda (upaveda) del Rig veda”42. Estos Samhitas están compuestos en prosa, en parte, y en verso, más extensamente, para facilitar la memorización de los síntomas y las prescripciones terapéuticas. Por lo demás, las dificultades en su fechación están relacionadas a lo pe- recedero del soporte en el que se escribían. Debido al des- gaste por el uso y las pobres condiciones del material y la preservación, los libros debían ser copiados continuamente, siendo continuamente renovado su contenido al añadirse novedades a la versión preexistente según las ampliaciones o conclusiones del copista, generalmente un médico, saca- das de su propia experiencia profesional. Por lo anterior, las fechas tentativas que determinan los sanscritistas se remiten más a las copias que tuvieron la suerte de llegar a nuestros días y no a la redacción del texto original. Así, se presume que las fechas de escritura son el siglo i d. C., para el Caraka y el siglo vi d. C., para el Suśruta; empero, estas fechas se pueden adelantar varios siglos teniendo en cuenta el argumento arriba señalado. Algunos textos especializados en medicina, posteriores pero también antiguos son43: – El Aśtanga Samgraha: compilación de las ocho partes de la medicina Ayurveda, basado en el Caraka y el Suśruta, dedicada principalmente a la cirugía. – El Cikitsa Kalikā, significando Cikitsa atención médica y terapéutica.

42 Ibíd., p. 58. 43 Para ampliar la información sobre este catálogo de textos, ver De Mora y Jarocka. Op. cit., pp. 59-62.

123 – El Yogaratnasamuchchaya, libro del s. iv d. C., de corte budista, que dedica una de sus tres partes a la medicina. – El Kaliana Karana, libro del sigo vii d. C., que describe varios metales y compuestos y sus usos terapéuticos. – El Cikitsā Sāra Samgraha, libro del siglo xi d. C., también refiere al uso terapéutico de los metales. – El Hārīta Samhita, dedicado mayoritariamente a la higiene y a la dieta. – El Yogaśataka44, libro que resume brevemente, pero de la forma más completa la medicina antigua. El manuscrito actual data del siglo vii, sin embargo, se presume que su autor, Nāgāryuna, filósofo budista y médico, vivió hacia el primer o segundo siglo de nuestra era. A continuación se exponen brevemente la naturaleza y los contenidos de los dos textos más importantes, a saber, el Caraka Samhita y el Suśruta. El Caraka Samhita. El nombre de Caraka (literalmente ”ser humano errante”) parece no corresponder al autor, sino al primer copista y divulgador del texto en la antigüe- dad; quizás se pueda identificar con un Caraka médico de la corte del rey Kanishka,45 por lo que la recopilación del Samhita podría ser fechada a lo largo del primer siglo de nuestra era. La versión con la que contamos hoy en día se le adjudica a un Driddhabala, médico cachemirense que durante el siglo ix d. C., recogió el texto de Caraka, lo rees-

44 Ibíd., pp. 129-153. A cada uno de estos dos últimos libros, el Yogaśataka y el Hārīta Samhitā, de Mora y su esposa dedican un capítulo completo en Ayur- veda, la primera parte de sus Apuntes para una historia de la ciencia en la India antigua (Medicina humana y medicina veterinaria). 45 Fernandez. Op. cit, p. 35. Rey de los kushanes, pueblo invasor que se asentó finalmente en el Industán. Silvain Lévi, además de las referencias a un Caraka médico en la corte del rey Kanishka, ve en la ausencia del opio, los compuestos mercuriales y la toma del pulso en el tratado un argumento más para ubicar la escritura del Caraka hacia el siglo I de nuestra era.

124 cribió y completó en las partes perdidas y añadió prácticas quirúrgicas de la escuela de Suśruta (el otro texto canónico más importante). Caraka, de quien toma el nombre el texto, continuó con la empresa que Agniveśa, discípulo de un sabio llamado Ātreya, llevó a cabo siglos atrás: Agniveśa, a pedido de su maestro, recopiló y sistematizó por escrito sus enseñanzas46. Si Ātreya es el legendario médico de Taxila47, la aparición del texto original debe remontarse al menos el siglo vi a. C.48 Por lo demás, el texto se desarrolla como una conversación con preguntas y respuestas entre Agniveśa, su maestro y otros médicos, terminando cada lección con un resumen en verso. El tratado describe, según Fernández49:

(…) catorce tumores abdominales distintos, doce tipos de infecciones producidas por diferentes lombrices, ocho varie- dades de ictericia, veinte clases de dolores de oídos, sesenta y cinco infecciones de la boca y treinta y una enfermedades de la nariz. Hacía mención del sabor dulce de la orina de los diabéticos que atraía a las hormigas y a los cuales conside- raba como incurables. En el Charaka samhita ya se halla una descripción de la planta estudiada en 1958 por Rawolff, por lo cual ahora lleva su nombre. En la India se la conocía con

46 De Mora y Jarocka. Op. cit., pp. 70-72. Según Thorwald, el libro se transmitió vía oral hasta que Caraka decide escribirlo o mandarlo a escribir. 47 Ciudad universitaria de la India en la antigüedad, cuyas referencias en occi- dente se remontan a la breve incursión de Alejandro Magno durante el s. iii, a. C. 48 En su versión oral, según Thorwald. Por su parte, Filliozat y P.C Ray ubican la aparición del texto en la época posvédica y prebúdica, respectivamente, con los argumentos de que en ellos no se hace mención de la corriente budista, por un lado, y que por su composición y estilo debería fecharse hacia el s. iii de nuestra era. 49 Fernández. Op. cit., p. 35 y Thorwald. Op. cit., pp. 204-205, quienes para- frasean a Thorwald, resumidamente.

125 el nombre de ”luna” por ser sus semillas semejantes preci- samente a una media luna. Sus indicaciones correspondían a los dolores cólicos, cefaleas y estados de ansiedad, por lo cual popularmente también se la llamaba la medicina de los locos. Pero como la rawolfia también conocían aquellos pri- mitivos cerca de quinientas drogas herbarias.

Además de las preparaciones herbarias y el catálogo de enfermedades, el tratado contiene la detallada exposición de los principios del cuerpo doctrinal de la medicina ayur- veda, esbozado más arriba,50 según el cual se clasifican las distintas enfermedades y sus contrapartes terapéuticas. La base metafísica del Caraka y, por ende, de toda la medicina ayurveda, está estrechamente relacionada con el Samkhya, una de las seis Darshanas o filosofías ortodoxas de la India, coincidiendo en casi todos los 25 elementos que toman parte en el proceso de evolución de la prakriti (traducido comúnmente por naturaleza o simplemente por materia) según la darshana de la ”enumeración”51. La finalidad de la medicina, tal y como lo expone el Caraka samhita, es lograr y mantener el equilibrio (samya) entre los distintos agentes constitutivos del cuerpo y sus procesos, lo que no sólo se centra en suministrar medicamentos al enfermo, sino que

50 Ver pp. 85 y 86 de este libro. 51 El Samkhya o doctrina de la enumeración es una de las filosofías más impor- tantes en la India antigua, teniendo repercusión directa en las concepciones metafísicas del budismo, del yoga y del Ayurveda. Para una breve reseña sobre el Samkhya y las otras darshanas ortodoxas, recomendamos el texto de Gavin Flood. (1996). An Introduction to Hinduism. Cambridge University Press, pp. 243-268. La metafísica propuesta por el Samkhya coincide con el desarrollo del primer agregado del budismo: la materia (ver: Walpola Rahula. (1997). What the Buddha Taught, Oxford, Oneworld Publications, pp. 16-29, y es la metafísica de base del sistema del Raja Yoga propuesto por Patanjali (ver: Satyananda Swami Saraswati. (2000). Four Chapters on Freedom, Bihar, India, Yoga Publications Trust, Munger.

126 está en la base de una concepción holística y preventiva que concibe la salud como el resultado de un estilo de vida adecuado. Teniendo en cuenta los recursos con los que contaban estos precursores de la medicina, con todos los errores doc- trinales y terapéuticos que pudiera tener el Ayurveda, según aparece expuesto en el Caraka Samhita, también acierta en el diagnóstico y tratamiento de muchas enfermedades, según lo reconocen los especialistas en la actualidad. El Caraka Samhita es, pues, el texto que sienta las bases del Ayurveda, perfilando lo que será la medicina india en lo posterior. El Suśruta Samhita. En la ciudad de Benares, conocida como Kasi en la antigüedad, se desarrolló una escuela de medicina especializada en el arte de la cirugía. Suśruta, máximo representante de esta escuela, puso el nombre de Benares a la altura de la fama de Taxila, elevando el suyo propio al nivel de Ātreya, sabio legendario, al origen de la tradición del Caraka Samhita. El texto recopilación de Suśruta (Suśruta Samhita) recoge los esfuerzos y lecciones del sabio de Benares que da su nombre a este, el tratado de medicina más sorprendente de la antigüedad. Debido a su antici- pación a Occidente en muchos procedimientos y temas, aquellos que se dieron a la empresa de fechar el texto se vieron envueltos en la controversia de la superioridad del legado grecorromano. Quienes veían en la medicina India una interpretación de la tradición griega no aceptaban una fecha anterior al siglo xiv de la era cristiana, época en la que algunos procedimientos similares a los del Suśruta tuvieron lugar en Europa. La aparición de un texto budista52 del siglo

52 De Mora y Jarocka citando a Thorwald, en Ayurveda, Op. cit., p. 107. Es el texto de Bower, nombrado así a propósito de quien lo encontró, un teniente Bower, en 1890, en el Turkestán.

127 iv d. C., en el que se nombra a Suśruta pareció poner fin al problema, dejando sin fundamento cualquier alusión a la anterioridad o superioridad de los desarrollos occidentales en medicina53. Por lo demás, se cree que el contenido del Suśruta se transmitió primero vía oral, siendo su versión es- crita compuesta de verso y prosa en proporciones similares. El contenido del tratado de Suśruta se divide en dos par- tes, a saber, el Purva-tantra (parte anterior) y el Uttara-tantra (parte posterior). El Purva-tantra consta a su vez de cinco secciones concernientes a los siguientes temas: la genealogía del Ayurveda, la iniciación del pupilo y el aprendizaje del oficio, el régimen estacional, los instrumentos romos y cor- tantes y su uso, la cauterización, la doctrina de las doshas y las generalidades del Ayurveda, el cuidado de las heridas y del herido, la remoción de cuerpos extraños (Śalya), el uso de los fármacos incluyendo una clasificación detallada de las drogas según sus funciones y cualidades; todos estos asuntos se exponen meticulosamente a lo largo de los cua- renta y seis capítulos del Sūtra Sthana, la primera sección; la etiología y la diagnosis de las distintas enfermedades se tratan en el Nidana Sthana, la segunda sección; los rudimen- tos de la embriología y la obstetricia, la anatomía del cuerpo humano y su fisiología junto a indicaciones precisas para distintas prácticas como la sangría o venodisección corres- ponden a la tercera sección, el Sarira Sthana; la cuarta sección o Cikitsa sathana se centra en la terapéutica indicada según las dolencias, implicando tratamientos médicos o quirúrgi-

53 Lo que aquí ponemos del Suśruta Samhita y su historia es mayoritariamente un resumen sacado de los libros de Jürgen Thorwald. Histoire de la Médecine dans l’Antiquité, Texte française de Henri Daussy. (1962). Verlagsanstalt, Droe- mersche. Munich et Thames and Hudson Limited Londres, droits réservés pour la langue française à la Librairie Hachette, pp. 200-223 y De Mora y Jarocka. Ayurveda. Op. cit., pp. 105-127.

128 cos, además de tratar temas como las técnicas de purifica- ción (pancakarmas, entre otras), terapias de rejuvenecimiento (resayana) y el uso de afrodisiacos, revigorizantes sexuales y potenciadores de la fertilidad (vajikarana); por último, la quinta sección o Kalpa Sthana, de tan sólo ocho capítulos, trata específicamente el tema de la toxicología (visa-tantra), describiendo la intoxicación por alimentos y enumerando los distintos venenos de origen vegetal, animal y mineral, además de exponer el tratamiento correspondiente a los distintos casos de envenenamiento, incluyendo los casos por mordedura de serpiente y picadura de insectos. Así, pues, esta primera parte del Suśruta Samhita corresponde a cuatro de las ocho ramas en las que se divide el Ayurveda, a saber: cirugía o Salya tantra; toxicología, Agada tantra o Visa tantra; geriatría o medicina del rejuvenecimiento, Rasayana tantra y, por último, medicina de la virilidad y eugenesia, denominada vajikarana. La parte siguiente, el Uttara-tantra, quizás añadido en una época posterior, contiene sesenta y seis capítulos tratan- do las siguientes ramas de la medicina ayurveda: Un primer grupo temático se refiere a los problemas y patologías de la cabeza (Śalakya tantra) y desarrolla los siguientes temas: descripción y dolencias de los ojos y sus tratamientos (Netra roga, la oftalmología ayurveda); patologías de los oídos y los tratamientos correspondientes (Karna roga, la otología ayur- veda); problemas de las fosas nasales y los procedimientos correspondientes (Nasa roga, el equivalente a la rinología en la medicina moderna) y las dolencias que pueden aquejar la cabeza en general (Siro roga). Un segundo grupo se dedica a la medicina infantil (Bala Cikitsa). Un tercero se dedica a la demonología, rāma denominada Graha Cikitsa. Por último, la medicina interna aparece como tema correspondiente a la rāma Kaya Cikitsa del Ayurveda. Con esto quedan cubiertas las ocho ramas de la ciencia de la longevidad, a saber: Kaya

129 Cikitsa (medicina interna), Graha Cikitsa (demonología), Bala Cikitsa (pediatría), Śalya tantra (cirugía), Śalakya tantra (medicina de los distintos órganos y partes de la cabeza), Rasayana tantra (geriatría), Vajikarana (medicina sexual) y Agada tantra (toxicología). Aunque el tratado de Suśruta destaca por los procedi- mientos quirúrgicos que describe, haciéndonos saber de lo increíblemente adelantado del arte de la cirugía (Śalya tantra) en la India en la antigüedad, gracias a él podemos también saber de las otras siete ramas del Ayurveda. Esta aproximación global al tema de la salud demuestra el inte- rés por la formación integral del cirujano, quien debía co- nocer bien la totalidad de las ramas de la medicina antes de enfrentarse con los problemas propios de su especialidad. Con todo, un pupilo no podía reconocerse como verdadero cirujano hasta poseer la maestría que da la práctica de la disciplina. Sobre esto, el Suśruta Samita dice:

Igual después de haber estudiado los distintos campos de la ciencia médica, el estudiante debe conocer todas las fases de las intervenciones quirúrgicas (…) Tan sabio como sea, un discípulo no puede devenir cirujano sino cuando posea a fondo la práctica de la cirugía54.

Con respecto al arte de la cirugía, además de los proce- dimientos quirúrgicos, el tratado de Suśruta incluye los cuidados preoperatorios y postoperatorios, las formas de asepsia y analgesia55, las herramientas e implementos qui-

54 Thorwald. Op. cit., p. 213. 55 De Mora y Jarocka. Ayurveda, Op. cit., p. 113. De la asepcia y la anestesia en el Suśruta, De Mora y Jarocka anotan: ”En la india muy anterior a la era actual no existía el problema de falta de anestesia que durante mucho tiempo prevaleció en Occidente: había una droga llamada sammohinĪ que volvía in-

130 rúrgicos y las suturas con las que contaban estos primeros médicos cirujanos. Esta rāma de la medicina parece haber- se desarrollado en el período védico debido a la necesidad de atender las mutilaciones de guerra. Más adelante, a las heridas de combate se sumaban las mutilaciones punitivas y otras patologías. A continuación, dos casos de interven- ciones quirúrgicas descritos en el Suśruta, comenzando por un caso de cirugía reconstructiva:

Si la nariz de un hombre es mutilada o destruida, el médico toma una hoja de una planta del tamaño de la parte destruida, la pone sobre la mejilla del enfermo y corta un pedazo de piel del tamaño de la hoja de tal manera que una tira de piel siga adherida a la mejilla; refresca con el escal- pelo los bordes de la herida, pone cuidadosamente sobre la nariz el pedazo de mejilla y lo cose a lo largo de los bordes. Luego reemplaza las fosas nasales por tubos delgados; éstos facilitarán la respiración e impedirán que la piel cosida se caiga. Después de esto, espolvorea la nariz con canela, rega- liz y madera de pino pulverizados y la recubre de algodón. Cuando el injerto haya cogido, el médico secciona el nexo entre la nariz y la mejilla56.

La cirugía de ablación de cataratas, según una hipótesis de Thorwald, podría ser una de las prácticas médicas oriundas de la India importadas por los pueblos del medio oriente en la antigüedad. Ya en el código de Hammurabi, uno de los primeros códigos jurídicos que se han encontrado, hay una

sensible al paciente, dejándolo prácticamente dormido (…). Con esto la India se adelanta más de un milenio a Humphry Davy (1778-1829), que descubrió el óxido nitroso (…), a William T.G. Morton (1819-1868) que utilizó el éter como anestésico”. 56 Ibíd., p. 208.

131 mención a dicha intervención. Si es cierta la hipótesis del origen indio y la posterior introducción en Mesopotamia de la cirugía de cataratas, dicha práctica antecede por varios si- glos la fecha asignada a la recopilación del Suśruta, pues ya se practicaba en tiempos de Hammurabi, quien reinó en el segundo milenio a. C., La ablación de cataratas es expuesta en el tratado de Suśruta de la siguiente manera:

(…) En un lugar claro, en la mañana, el médico se sentará de frente al paciente en un banco a la altura de su rodilla. El paciente, habiéndose bañado y habiendo comido, se man- tiene acurrucado e inmovilizado sobre el piso.

Después de haber calentado el ojo del enfermo con su aliento, haberlo masajeado y constatado la presencia de la impureza que se encuentra en la pupila.

Mientras uno tiene firmemente la cabeza del enfermo, el médico toma el escalpelo con el índice, el anular y el pulgar y lo introduce lateralmente en dirección de la pupila a me- dio dedo del negro del ojo y a un cuarto de dedo del ángulo ocular y lo mueve en todos los sentidos. Para operar el ojo izquierdo el médico se servirá de la mano derecha y, para el ojo derecho, se servirá de la mano izquierda; si ha hecho la incisión en el lugar correcto, se escuchará un ruido y una gota de agua se escapará sin dolor.

Sin cesar de animar al paciente, el médico humecta el ojo con leche de mujer y después, con la punta del escalpelo, raya la pupila sin hacer daño. En seguida, empuja progresivamen- te el moco hacia la nariz; el paciente lo evacua aspirándolo por la nariz. Estando el paciente móvil o inmóvil, el médico calienta el ojo desde el exterior. Si el enfermo puede ver los objetos, el médico retira lentamente el escalpelo, pone un

132 vendaje de algodón untado de grasa sobre la herida. El en- fermo debe permanecer acostado con los ojos vendados57.

El tratado contiene un catálogo nutrido de procedimientos quirúrgicos al interior del cuerpo humano que da cuenta de un conocimiento anatómico preciso, adquirido a través de la observación directa facilitada por la disección de ca- dáveres58 y por cuenta del mismo ejercicio médico. Entre otros procedimientos, se incluyen en el Suśruta el catete- rismo vesical, la cesárea, la ablación de cálculos renales59, varias intervenciones para ciertas condiciones anormales de la región ano-rectal como la cirugía de hemorroides y distintos tipos de fístula, además de procedimientos para tratar la obstrucción intestinal, las heridas profundas en el área abdominal y las perforaciones y úlceras intestinales, de los que sorprenden los métodos de sutura a la ayuda de distintos tipos de agujas de diversos materiales; rectas o curvas, de hueso o cobre; y de hilos de hebras de cáñamo, de

57 Ibíd., p. 207. 58 Ibíd., p. 202. El Suśruta dice: ”Para esto (el estudio anatómico del cuerpo humano), está escrito, se necesita un cuerpo perfectamente conservado. El cuerpo tiene que ser de alguien joven cuya muerte no haya sido provocada por envenenamiento o por enfermedad. Después de limpiar las vísceras, el cuerpo se envuelve en un lino (…), después se pondrá en una caja (para protegerlo de las bestias). La caja será sumergida en un río cuya corriente no sea demasiado violenta, en un sitio retirado, con la finalidad de mojar el cadáver. Siete días más tarde, el cuerpo será extraído del río y decapado, capa a capa. Se utilizará un cepillo de raíces de grama, de pelos y de bambú. Durante esta operación, el ojo observa cada parte del cadáver, grande o pequeña, exterior o interior, comenzando por la piel, continuando progresivamente con el cepillado”. 59 Ibíd., p. 210, Thorwald describe la operación, tal y como aparece en el Suśruta de la siguiente manera: ”Después de haber cortado sus uñas y haberse untado los dedos de grasa, el médico introduce el índice y el anular en el recto del paciente hasta que siente la piedra en la parte inferior de la vejiga; empuja la piedra contra la pared del recto y entonces, teniendo el escalpelo con la mano derecha, practica una incisión a través del perineo y con una pinza retira el cálculo”.

133 fibras vegetales o de pelos y tendones de animales, ideales para ligar las venas60. Entre los métodos de sutura, el que más destaca es el que emplea las grandes hormigas negras de Bengala para ligar las paredes de los intestinos perfora- dos. En el Suśruta: Cuando las hormigas han mordido los bordes de la he- rida, se separan sus cuerpos de sus cabezas; sus pinzas que- dan en el intestino que se pone de nuevo en su lugar antes de coser y cerrar la abertura de la pared abdominal61. No menos sorprendentes que las intervenciones quirúr- gicas resultan los implementos y herramientas que usaban estos primeros médicos, de los que ya hace mención el Suśruta Samhita. Aquí algunos62:

60 Cfr. De Mora y Jarocka. Ayurveda, Op. cit., pp. 126-127. 61 Ibíd., p. 213. El uso de las enormes hormigas de Bengala contribuye al éxito de la cirugía de intestinos en al menos tres aspectos. Primero, las fuertes man- díbulas de la hormiga cumplen la función de ligar los extremos de la herida apropiadamente; segundo, las secreciones de ácido fórmico producidas por la hormiga son antisépticas, impidiendo la infección de la herida; y tercero, una vez sanada la herida, la cabeza de la hormiga puede ser absorbida por el cuerpo evitando complicaciones posteriores. 62 Cfr. Ibíd., p. 216.

134 C. Divulgación, estancamiento y decadencia del Ayurveda

Durante el largo período de recopilación y sucesivas trans- cripciones y ampliaciones de los Samhitas, gran parte de los conocimientos sobre el cuidado de la salud sobrepasaron los límites de la llanura indo-gangética para propagarse a lo largo y ancho del mundo antiguo a través de las rutas comerciales. Es así que las civilizaciones más sobresalien- tes de la antigüedad recibieron la influencia del Ayurveda, adoptando las hierbas y preparaciones de su farmacopea mezclada con el resto de las mercancías habituales, ade- más de los procedimientos efectuados por los médicos que

135 acompañaban a la tripulación de los navíos y las extensas caravanas venidas del subcontinente indio. Parte del largo proceso de desarrollo de las recopilacio- nes médicas de Suśruta y Caraka coincidió con los períodos de máximo esplendor de la India septentrional en la anti- güedad, a saber, el apogeo del reino de Magadha (siglos vi al vi a. C.) que dio lugar al primer gran imperio del subconti- nente bajo el dominio de la dinastía Maurya (del siglo iv al siglo ii a .C.) y, posteriormente, el Imperio Gupta (del siglo iv al vi d. C.), que inauguró la ”edad de oro”, después de un largo período de inestabilidad y continuas invasiones extranjeras a lo largo y ancho de la llanura del Ganges co- nocido como los reinos medios. La gran opulencia de estos períodos permitió el flore- cimiento de relaciones comerciales entre la India y otros pueblos mercantes que colaboraron con el proceso de difu- sión de las prácticas y conceptos del Ayurveda. Los sabeos, oriundos de la península arábiga, se encargaron de intro- ducir a Egipto las primeras drogas orientales. Sus estrechos lazos con India les permitieron difundir el uso terapéutico de plantas como el canelero, prescrito para combatir afec- ciones estomacales e intestinales, la pimienta de malasia, reguladora del sistema sanguíneo y el jengibre y la corteza de la raíz del granado, indicados para controlar los parásitos intestinales63. Las rutas compartidas por los comerciantes sabeos e indios, desde la India hasta el puerto de Gerrha sobre el océano pérsico por mar, y en caravanas que atrave- saban el desierto arábigo hasta llegar a Saba, permitieron a las drogas orientales abrirse camino a occidente, ganando reputación entre los países ribereños del Mediterráneo.

63 Thorwald. Op. cit., p. 70.

136 En la media luna fértil, la influencia del Ayurveda dio lugar a la adopción de las intervenciones quirúrgicas del Śalya tantra por los médicos locales, quienes practicaron también la ablación de cataratas. A un nivel de influencia más profundo, en la Hélade se asumió el cuerpo doctrinal básico del Ayurveda junto con sus medicinas, esbozando lo que fue posteriormente la teoría de los humores del Cor- pus hippocraticum. Por lo demás, mucho de las hierbas que Teofrasto, botánico griego, incluye en su ”Historia de las Plantas”, corresponde a la herbolaria india64. La versión actual del Suśruta Samhita parece corres- ponder más o menos a la versión transcrita y aumentada por Nagarjuna en el siglo iv d. C. El Caraka, por su parte, parece haberse completado en el siglo ix d. C. a manos de Dŗddhabala, lo que coincidió con las primeras incursio- nes del Islam al norte de la India. Desde entonces, el Islam se convirtió paulatinamente en el poder hegemónico en la región, primero a manos de los comerciantes árabes y per- sas, posteriormente relevados por los turcos, quienes para el siglo xiii habían conquistado una porción importante del territorio del noroeste de la India; y, por último, los mogoles, que completaron el proyecto de erigir un imperio musul- mán en la India septentrional65. Ni los turcos ni los mongoles, ambos pueblos nómadas procedentes de las estepas del norte del Asia, sobresalieron por extender su cultura a la par que sus territorios. La cul- tura que introdujeron en India fue persa y árabe; la misma que ambos, turcos y mongoles, habían adoptado. A su vez, los árabes habían asimilado mucho de la filosofía y de la

64 Romila Thapar. (2001). Historia de la India, vol. i. México, Fondo de Cultura Económica, p. 175. 65 Para estudiar mucho más a fondo el proceso de islamización de la India ver: Romila Thapar. Op. cit., vols. i y ii.

137 ciencia de la Grecia clásica desde los albores de la expansión del Islam, medicina incluida. Reconociéndose deudores de los griegos, los árabes designaban a la medicina que practi- caban Yunani (o Unani, es decir, Jonio), Con esto, muchos de los conceptos médicos exportados a la Hélade siglos atrás volvieron ampliados y mezclados con novedades griegas y árabes. Sin embargo, después de la recopilación del Suśruta, lo que se constató en el ejercicio médico fue una paulatina decadencia, amén algunas excepciones. Así lo ponen los indólogos de la Universidad Autónoma de México:

El Suśruta Samhitā constituye el más alto nivel alcanzado por la ciencia médica en la India antigua. A partir del Suśruta, esta ciencia ya no evolucionó salvo en el empleo creciente de medicamentos a base de mercurio, opio, zarzaparrilla y otros elementos introducidos por los médicos islámicos. Es posible que en el estancamiento de la cirugía india hayan influido los brāhmanes imponiendo su criterio sobre el Karma, que ya mencionamos tratando del Caraka; pero, sea como fuere, el Ayurveda se fue reduciendo a una medicina a base de her- bolaria que es como la mayoría de los hindúes la conocen en la actualidad66.

Hay otras razones de peso67, además de la hipótesis de la imposición del criterio brahmánico para explicar el estan- camiento posterior del Ayurveda, siendo el brāhmanismo una fuerza constantemente presente a lo largo del lento proceso de gestación y desarrollo de la medicina en India.

66 De Mora y Jarocka. Ayurveda, Op. cit., p. 127. 67 Quizás las otras hipótesis sean de más peso que la de De Mora y Jarocka, por la misma razón que ponemos: el brāhmanismo acompañó el desarrollo del Ayurveda desde el primer momento. Ejerciendo rechazo o no, esto no impidió el sorprendente desarrollo del Ayurveda en su etapa inicial.

138 Dos se refieren a la instrucción académica de la medicina. Primero: se supone que la excesiva teorización adelantada en la universidad budista de Nalanda menguó el carácter empírico del Ayurveda al llevarlo al nivel de la metafísica, la gramática y la retórica, impidiendo su desarrollo a lo largo de la edad de oro de la India septentrional (300 d. C. a 700 d. C.). Al relevar a las universidades de Taxila y Kasi, de corte más positivo, donde se enseñó y desarrolló antaño la medici- na ayurveda de manera sorprendente, Nalanda contribuiría al estancamiento de la disciplina médica68. Y segundo, en una época posterior de dominio turco musulmán (1.200 a 1.500 d. C.): a pesar del generoso patrocinio a la educación, los gobernantes turcos sólo apoyaban la instrucción de tipo teológico para impedir el sincretismo y defender su fe; por su parte, los hindúes reproducían la misma actitud de los musulmanes en sus templos y centros educativos privile- giando las enseñanzas religiosas. De este modo, los saberes técnicos y seculares continuaron perdiendo interés. Entre otras posibles causas del estancamiento y decadencia de la sabiduría tradicional, se pueden mencionar: la inestabili- dad política habitual al norte de la India, amén los largos períodos de normalización a cargo de las dinastías Maurya y Gupta y, posteriormente, la inferioridad intelectual de los turcos y mongoles con respecto a los árabes69.

68 Thapar. Op. cit., p. 222. Thapar dice sobre la Universidad de Nalanda: ”La educación formal se concentraba en materias como gramática, retórica, com- posición en prosa y verso, lógica, metafísica y medicina. La inclusión de la medicina en esta categoría quizá fue desafortunada, pues la indujo a hacerse cada vez más teórica, evitando el verdadero avance del conocimiento médico”. 69 Ibíd., p. 443. Sobre esto, Romila Thapar dice: ”Sería interesante especular sobre las posibilidades del desarrollo intelectual de la India si los árabes hubiesen adquirido el poder político en lugar de los turcos. El intercambio intelectual podría haber sido de una naturaleza mucho más positiva y hubiera conducido a un auténtico progreso del conocimiento. El sentido árabe contemporáneo de investigación y el afán de conocimiento empírico hubieran podido inspirar a

139 La corona británica comenzó a tener influencia en la India con la introducción de la East India Company, en 1600, originalmente creada con fines exclusivamente comercia- les. Sin embargo, dadas algunas situaciones adversas a sus intereses mercantiles y encarando el asecho de otras potencias europeas, los ingleses se vieron en la necesidad de asumir roles soberanos en el territorio indio70. Para la época, la condición de los saberes tradicionales era tan pre- caria que el prejuicio occidental con respecto al legado de la antigüedad de la India bien podría quedar justificado. Es así que en 1813 la Compañía de las Indias Orientales reconoce su responsabilidad con respecto a la educación del pueblo de la India71, creando subsecuentemente el Comité General de Instrucción Pública, destinado al apoyo de la educación por medio de ayudas financieras a las instituciones y be- cas para los estudiantes. El tema de la salud comenzó a ser primordial debido a la escasa cobertura y poco nivel de los servicios médicos, lo que puso a la instrucción médica en un lugar privilegiado. Aunque las primeras instituciones educativas patroci- nadas por el poder británico eran de corte tradicional, poco a poco se fueron introduciendo las ciencias europeas y el inglés como medio de transmisión del conocimiento. Así, la primera escuela de medicina occidental en India, el Calcutta Medical College, abrió sus puertas a los nativos el primero de junio de 1835, a pesar de las limitaciones materiales (el Calcutta Medical College fue fundado en una antigua cárcel

los centros de educación convencional en la India, salvándolos de un estado que se acercaba al estancamiento”. 70 Mel Gorman. (1988). ”Introduction of Western Science into Colonial India: Role of the Calcutta Medical Collage”, en Proceeding of the American Philoso- phical Society, vol. 132. n.º 3. (sep.), p. 277. 71 Ibíd., p. 278.

140 desprovista de laboratorio y equipos adecuados para la enseñanza de la medicina) y el escepticismo de los patro- cinadores. Incluso los anglicanos más entusiastas en occi- dentalizar al pueblo indio veían como algo poco probable la asimilación de la anatomía, la química, la botánica y las otras ciencias asociadas a la salud por parte de los nativos. Con todo, el Calcutta Medical College cumplió un papel fundamental en la introducción de la ciencia occidental en la India colonial. Es necesario indicar que, a pesar de la paulatina adopción de la medicina occidental por parte de los profesionales indios, el Ayurveda tenía aún métodos sor- prendentes que ofrecer a la ciencia moderna. Por ejemplo, las rinoplastias practicadas por los curanderos ambulantes72 de la India influenciaron el desarrollo de la cirugía recons- tructiva en Occidente cuando, en 1814, el cirujano militar Joseph Carpue se encontró con un artículo73 que trataba de dichas intervenciones y sus practicantes. Carpue es consi- derado el padre de la cirugía plástica; y la intervención por la que se hizo famoso aún se conoce, sino por su nombre (Operación de Carpue), como rinoplastia hindú.

II. Las matemáticas

A. Pesos y medidas en la civilización del Indo

El registro historiográfico de las matemáticas en el sub- continente indio hace remontar sus inicios antes del tercer

72 Estos curanderos ambulantes eran los detentores de los vesti- gios del antiguo arte de la cirugía, tal y como fue expuesta en el Suśruta. 73 De Mora y Jarocka. Op. cit., p. 209. El artículo insistía en la continuidad de una tradición plirimillenarioa médica y quirúrgica cuyo origen se situaba en el período anepigraphe de la protohistoria india.

141 milenio a. C. con el despertar de la cultura Harappa74. A pesar de lo poco que se puede extraer de sus tablillas y sellos, aún sin descifrar, otros vestigios dan claras evidencias de unas matemáticas suficientemente desarrolladas. La arqui- tectura y planeación de sus centros urbanos, por ejemplo, dan prueba de un pensamiento geométrico avanzado, sin el cual sería imposible el diseño de ciudades y edificios co- mo los erigidos por los harappenses. Según afirma Radha Charan Gupta:

De hecho, el nivel de los conocimientos matemáticos aplicados en varios diseños geométricos, la precisa planea- ción de las calles y desagües, además de varias construccio- nes, entre otros, era bastante alto (desde un punto de vista práctico)75.

Sus principales asentamientos urbanos, Harappa y Mohen- jo Daro, además de la ciudad portuaria de Lothal, ponen a la civilización del valle del Indo junto a las civilizaciones más desarrolladas para aquel entonces. Esto nos hace suponer un nivel de paridad en los saberes del valle del Indo y los de Mesopotamia, donde además se encontraron restos de sellos e inscripciones harappenses. Es fácil intuir un inter- cambio espiritual allí donde hubo uno material, por lo que la influencia recíproca de ambos pueblos a nivel cultural no quedaría relegada como hipótesis al comprobar sus relacio- nes comerciales. Al respecto, Vere Gordon Childe anota:

74 Para una descripción más detallada de la cultura harappense y sus ciudades, remitirse a la primera rúbrica de este capítulo, ”La civilización del indo”. 75 Radha Charan Gupta. (1986). “Highlights of Mathematical Developments in India”, The Mathematics Education, 20, p. 131. En el original: ”In fact the level of mathematical knowledge implied in various geometrical designs, accurate layout of streets and drains and various building constructions etc was quite high (from a practical point of view)” [Traducción del autor].

142 India confronta a Egipto y a Babilonia por el tercer mile- nio con una civilización propia completamente individual e independiente, técnicamente a la par de las demás y pro- fundamente enraizadas en el suelo indio. La civilización del valle del Indo representa un perfecto acoplamiento de la vida humana a un ambiente específico. Y prevalece; es es- pecíficamente India, formando las bases de la cultura India moderna76.

Es coherente pensar que el origen de las matemáticas se da allí donde hay que resolver problemas simples y cotidianos: medir extensiones de terreno, longitudes, medir el tiempo, contar y pesar bienes, hacer cálculos simples y crear siste- mas de equivalencia para facilitar el intercambio de dichos bienes. Todas estas labores corresponden a actividades eco- nómicas desarrolladas por los harappenses cotidianamente: desde la agricultura hasta el comercio de ultramar, según confirman los hallazgos arqueológicos. Algunos vestigios encontrados dan cuenta de un siste- ma de pesos y medidas caracterizado por la precisión de sus valores y subdivisiones al uso decimal. Esta evidencia directa de la aplicación de los conocimientos matemáticos deja de lado el terreno de la especulación, y abre la posi- bilidad de describir con precisión algunas características de las matemáticas adelantadas por los harappenses y sus aplicaciones.

76 Gordon Childe. (1969). ”New Light on the Most Ancient East”, en New York: W.W. Norton & Co. Inc., 4.ª edición (junio), p. 149. En el original: ”India confronts Egypt and Babylonia by the 3rd millennium with a thoroughly individual and inde- pendent civilization of her own, technically the peer of the rest. And plainly it is deeply rooted in Indian soil. The Indus civilization represents a very perfect adjustment of human life to a specific environment. And it has endured; it is already specifically Indian and forms the basis of modern Indian culture” [Traducción del autor].

143 La meticulosidad y precisión de sus medidas de longi- tud destacan en el panorama del mundo antiguo. En Lothal, cuidad portuaria, se encontró una pequeña escala de marfil cuya unidad de medida era de aproximadamente 1.704 mm, la más corta registrada en la edad de bronce. Otro canon de medida corresponde a las gradaciones de una regla hallada en Mohenjo-Daro77, con nueve líneas que dividen el frag- mento de concha en 10 segmentos de 6.7 mm. Dos mues- cas tienen marcaciones especiales, la una, señalada con un círculo, a seis segmentos de la otra, marcada con un punto grande, comprenden una unidad de longitud equivalente a 1.32 pulgadas, por lo que se le conoce como la pulgada del Indo78. La asombrosa precisión de las gradaciones de la re- gla de Mohenjo-Daro tiene un margen de error de tan solo 0.005 pulgadas. Por lo demás, las pesas encontradas, de uso común y ampliamente extendido por el territorio del valle del Indo, demuestran que la preocupación por la exactitud trascendía los límites de las medidas de longitud. Así, to- mando el valor más frecuente como unidad de referencia, equivalente a 27.279 gramos, al comparar las demás pesas encontradas se tiene que estas aumentaban (o disminuían) de valor en razón de 1, 2 y 5. Tal y como se ha desarrollado históricamente el sistema numismático colombiano80, la progresión de los valores de peso se daba en términos de

77 Cfr, George Sarton. (1936). ”A Hindu Decimal Ruler of the Third Millennium”, en Isis, vol. 25, n.º 2 (septiembre); pp. 323-326. 78 Cfr, Carlos Maza. (2000 ). Las matemáticas de la antigüedad y su contexto histórico, capítulo 4.º, España, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, p. 5. 79 Ibíd., p. 5. 80 Antonio Hernández Gamarra. (2001). La moneda en Colombia. Bogotá, Ville- gas Editores. Para estudiar el desarrollo de la moneda en Colombia, que siem- pre ha seguido la progresión en razón 1,2,5, desde la moneda de un centavo hasta el billete de cincuenta mil pesos, según el proceso de devaluación.

144 1/10 1/5,1/2, 1, 2, 5, 10, 20, 50 y sucesivos. Además, las for- mas cúbicas de las pesas, finamente acabadas, denotan un especial interés por los volúmenes geométricos81. Es de resaltar que, al parecer, algunos valores del siste- ma de pesos y medidas de la civilización del Indo lograron trascender su ocaso y sus límites geográficos, por encima de otros desarrollos igualmente sorprendentes como el ur- banismo y el complejo sistema de escritura que, sepultados en las riveras del Indo y sus afluentes, desaparecieron en la noche del tiempo. De lo anterior, dos ejemplos. Primero: la suma total de diez gradaciones de la escuadra de Lothal equivale aproximadamente al angula82 del Arthashastra83, libro compuesto más de mil años después de la desapari- ción de la civilización del Indo. Y segundo: la mitad de la medida de la pulgada del Indo (de 3.35 cm)84 corresponde exactamente con el Sushi, unidad de medida sumeria85. Los expertos especulan sobre relaciones menos precisas entre las unidades de medida del Indo y las de otras civilizaciones del mundo antiguo con las que tuvieron contacto, y hacen prevalecer en el tiempo algunas unidades haciéndolas co- rresponder con gradaciones utilizadas en la historia poste- rior de la India. Así, se dice que la pesa del Indo de 12.181 gm coincide casi exactamente con el Oedet egipcio de 13.792 gm; y que otras unidades pudieron haber sobrevivido al ser adoptadas en lo posterior por los indoarios. En todo caso, el legado más importante de los harappenses a la cultura India posterior, suponiendo cierta continuidad, muy por encima

81 Cfr., Sarton. Op. cit., p. 325. 82 Medida equivalente a 1.89 cm. 83 S. R. Rao. Lothal Archaeological Survey of India, 1985, pp. 39-40. 84 1.32 pulgadas actuales. 85 Cfr., Maza. Op. cit., p. 5.

145 de las unidades específicas que pudieran seguir siendo uti- lizadas por las generaciones venideras, es la adopción del uso decimal en sus sistemas de pesos y medidas.

B. El período védico y la geometría virtual

El Rig veda y los otros samhitas. Las primeras referencias es- critas sobre procedimientos matemáticos datan del período védico. Al parecer, ya se incluyen en el Rig veda samhita, anterior al 1.500 a. C. Con esto, se puede afirmar que las matemáticas, en la figura de algunos conceptos aplicados acompañados de un precario discurso, están ya presentes durante el establecimiento de la cultura aria en el sub- continente indio, haciendo parte del Samhita que funda la sociedad védica86. En el Rig veda se ofrecen indicaciones y reglas para la construcción de altares relativos a los rituales de fuego. Así, el interés por la matemática dependía direc- tamente del sacrificio ritual, por lo que las anotaciones son de índole puramente práctica, no teórica. Otros textos védicos de primera generación (Samhitas) que contienen información concluyente sobre la forma de las matemáticas en la época védica son: El Taittiriya samhita, el segundo en antigüedad, también con anotaciones para la construcción de altares y la ayuda de conceptos geométri- cos; y el Yajur veda, compuesto entre el 1.200 y el 900 a. C., cuya alusión más importante se refiere al uso del sistema numérico con base 10. En el Yajur veda se utilizan motes para indicar las distintas potencias de 10, tal y como se hace en la actualidad, diez (101), cien (102), mil (103), millón (104), pudiendo acomodar números para cantidades enormes.

86 O la antecede, si seguimos la teoría según la cual el Rig veda fue compuesto incluso antes de la colonización aria del subcontinente indio.

146 Los Brāhmanas, segunda generación de textos védicos compuestos entre el 900 y el 500 a. C., son mayoritariamente comentarios propedéuticos de los veda samhita, por ende, están dedicados casi exclusivamente a la explicación de los rituales védicos y el cuidado de los elementos y conoci- mientos que se relacionan con ellos. Desde el punto de vista matemático, el que más destaca es el Shatapatha-Brāhmana. Al igual que sus predecesores, el Shatapatha Brāhmana no es de naturaleza teórica, sino más bien ritual, por lo que no se preocupa por demostrar las reglas y proposiciones que aplica; empero, denota un adelantado conocimiento geométrico para la época. De hecho, según algunos expertos coinciden en afirmar, la geometría védica antecede por más de cinco siglos a la geometría griega en el uso de algunos conceptos y procedimientos87, como la formulación de las relaciones del triángulo rectángulo que más adelante se conocerá como el teorema de Pitágoras88. Siendo así, las primeras matemáticas de los indoarios coincidirían en va- rios puntos con la geometría posterior desarrollada en la Hélade, con una importante diferencia: debido al origen y la finalidad ritual de la geometría védica, la primera tiene un interés mucho más práctico y místico que la segunda89.

87 Como ya habíamos señalado más arriba, en la época védica se usaban ya proposiciones equivalentes a las del teorema de Pitágoras, pero sin apelar a ninguna demostración. 88 El teorema de Pitágoras establece que la suma del cuadrado de los catetos de un triángulo rectángulo es igual al cuadrado de la hipotenusa del mismo. O, 2 2 2 expresado matemáticamente: c1 +c2 =h . Siendo ”c1” el cateto opuesto, ”c2” el cateto adyacente, y ”h” la hipotenusa de un triángulo rectángulo. 89 La matemática védica parece no sobrepasar, al igual que su equivalente griego, los límites de la geometría. Sin embargo, habría una diferencia radical entre las dos: la primera estaría inscrita enteramente en un marco religioso; a su vez, la segunda radicalizaría posteriormente el elemento racional, tratando de encontrar el fundamento racional de las leyes con demostraciones. En esto coinciden autores como J.F. Staal, experto en las geometrías giega y védica, J.J. O’connor, E.F. Robertson y Abraham Seidenberg, con una larga lista de

147 De lo anterior, un ejemplo: en tiempos védicos, la tierra era representada por los sacerdotes mediante un altar circular, y los cielos, por un altar cuadrado. El ritual, a su vez, con- sistía en transformar el círculo que representaba la tierra en un cuadrado de la misma área90. Es de tener en cuenta que los principales altares para la ceremonia védica del fuego 91 agnicayana debían tener un área constante de 7½ pusurs- has92 independientemente de su forma. El procedimiento recién descrito, además de dar luz so- bre el origen ritual de las proposiciones matemáticas tal y como están expresadas en la literatura védica, hacen alusión al posible conocimiento del número π93. Esta es la tesis de Subash Kak, quien supone la existencia de un valor de p en la organización del Rig veda, y también encuentra la prueba de su uso en un fragmento del Shatapatha brāhmana sobre la forma de levantar altares para ritos comunitarios –con lo que quedaría demostrado el uso del número π en una época anterior a la primera mitad del segundo milenio a. C., en el primer caso, y en otra época anterior al primer milenio a. C., en el segundo–; a continuación:

El pone sobre (el lugar circular) cuatro (ladrillos) en dirección Este; dos detrás dispuestos en forma de cruz (de Sur a Norte), y dos al frente. Luego, los cuatro que él pone

artículos sobre el tema. Entre ellos: “The origin of mathematics”, en Archive for History of Exact Sciences, n.º 18 (1978), pp. 301-342. 90 Abraham Seidenberg. “The ritual origin of the circle and square”. Archive for History of Exact Sciences, n.º 4, pp. 269-327. 91 Subash Kak. (1997). ”Three old Indian values of π”, en Indian Journal of History of Science, n.º 32, p. 310. 92 Medida presente en los textos védicos equivalente a 226.8 cm. 1 purusa = 1 vyaama =5 aratnis= 120 aangulas. 93 El valor de p, 3.1416 aproximadamente, corresponde a la relación entre la circunferencia y su radio.

148 en dirección Este son el cuerpo. Son cuatro de estos porque este cuerpo (nuestro) consiste en cuatro partes.

Los dos de atrás son los muslos; y los que están al frente los brazos; y donde el cuerpo es esto (incluye) la cabeza94.

Con todo, el Shatapatha brāhmana no corresponde sino a un primer momento en el desarrollo de la geometría asociada a la construcción de altares ceremoniales; por ende, de las matemáticas en general. Inmediatamente después de la sucesión de las cuatro partes95 que componen los cuatro vedas96, en sentido general, se completaron otras obras auxiliares que ampliaban los contenidos de los textos védi- cos concernientes a las seis disciplinas del vedanga97. Estas obras, que pertenecen a los linajes que se desarrollan a par- tir de cada uno de los vedas, se conocen con el nombre de sūtras98. Entre estos, algunos de los kalpa-sūtras, apéndices

94 Kak. Op. cit., pp. 308-309. En el original:”He puts on (the circular site) four (bricks) running eastwards; two behind running crosswise (from south to north), and two (such) in front. Now the four which he puts on running eastwards are the dody; and as to there being four of these, it is because this body (of ours) consists of four parts. The two at the back then are the thighs; and the two in front the arms; and where the body is that (includes) the Head”. Esta es la traducción de Eggelin del texto original sanscrito. La traducción del inglés al español es del autor. 95 A saber: los Samhitas, los Brāhmanas, los Aranyakas y los Upanishads. 96 Los cuatro vedas son: Rig veda, Sama veda, Yajur veda y Atharva veda. En un sentido general, se llama vedas al conjunto de las cuatro partes, desde los Samhitas hasta los Upanishads. En un sentido estricto, la cobertura de la palabra veda se restringe a los Samhitas únicamente. 97 El corpus védico contenido en los sutras se conoce como vedanga, literalmente ”miembro del veda”. Las seis disciplinas del vedanga son: śikshā (fonética, encargada de velar por la correcta pronunciación de los vedas), Candas (con- cerniente a la métrica de los versos), vyākarana (gramática), nirukta (etimolo- gía), jyotisyha (híbrido entre astronomía y astrología) y kalpa (disciplina que trata las reglas del ritual y las ceremonias). 98 La palabra sutra, en su acepción original, traduce ”hilo”, ”hilo que mantiene las cosas juntas”. Después, por extensión, también se entiende por sutras ”aforismos”, ”tratado”, ”manual”, ”libro”, etc…

149 del Yajur veda que describen las reglas de las ceremonias y rituales védicos, tienen la información más detallada al res- pecto del uso de la geometría en la construcción de altares para oficios e inmolaciones del período védico. En especial unos textos anexos a los Shrauta-sūtras, parte de los Kalpa- sūtras dedicada a enseñar el correcto oficio de los ”grandes sacrificios” (Shrauta), a saber: los Śulva-sūtras. A esta parti- cular obra dedicaremos unas líneas en lo siguiente.

1. Śulva-sūtras. 1) Los aforismos de la cuerda:

Como hemos anotado, la construcción de los altares sacri- ficiales era un asunto de primer orden para los indoarios en la época védica. De esto da fe la extensa producción li- teraria sobre las reglas e indicaciones por tener en cuenta para el levantamiento de las aras ceremoniales, parte im- portante del cuerpo de los Kalpa-sūtras. Es de anotar que la meticulosidad que demandaban las ceremonias condujo paulatinamente a un mayor grado de especialización. Así, la infraestructura del ritual y sus detalles materiales eran asunto de un tipo específico de sacerdote, el adhvaryu, quien cumplía la función de arquitecto del ara ritual. Al deman- dar cada vez más precisión, el menester de erigir altares impulsó el desarrollo de una geometría que pudiera expre- sar las relaciones entre los elementos que comprendían la estructura material del complejo ritual, lo que patrocinó a su vez la formulación de proposiciones geométricas sor- prendentes. En el pináculo de este desarrollo se encuentran los Śulva-sūtras, o ”aforismos de la cuerda”, conjunto de textos específicamente destinados a orientar a los construc- tores a la ayuda de la cuerda. Nos detendremos en los tres principales, nombrados a propósito de su autor; a saber: Baudhayana, Apastamba y Katyayana. El primer elemento para tener en cuenta al emprender la construcción de un altar era la orientación. Para acompasar

150 los ejes de la construcción a los puntos cardinales se utiliza- ban dos procedimientos. El primero consistía en disponer una barra perpendicular a la tierra a guisa gnomónica. Con la proyección de su sombra, al amanecer o al atardecer, se lo- calizaba el eje oriente-occidente al alinear la sombra, la barra y el sol; entonces se procedía a clavar otra barra similar sobre dicho eje a la distancia del largo de los lados del cuadrado que iba a servir de base para el ara. Seguidamente, el problema del trazo de las perpendiculares para ubicar el eje norte-sur se resolvía atando una cuerda del largo de la distancia entre las barras a cada una de ellas. Con estas cuerdas se sacaba el eje norte-sur al conectar los puntos opuestos de intersección de los círculos que se trazan con el extremo de ellas alrededor de los postes (Fig. 1). El otro método seguía el mismo camino que el anterior hasta el trazo del eje oriente-occidente; enton- ces se procedía a dividir tres tramos de cuerda en razón de las tripletas pitagóricas99, cuyos valores sólo pueden producir un triángulo rectángulo, con lo que se llega al angulo de 90º comprendido entre el eje oriente-occidente y su perpendicu- lar (Fig. 2). Apastamba reconocía varias triplas de este tipo, la más elemental, la de 3, 4 y 5 y sus múltiplos100.

Fig. 1 Fig. 2

99 Se conoce bajo el nombre de ”tripletas pitagóricas” a los valores de los lados de un triángulo rectángulo que sean números enteros y que no sean múltiplos. 100 Joseph. Op. cit., p. 229.

151 La figura del cuadrado que servía de base al ara, conti- nuando con el proceso iniciado en la descripción anterior, se obtenía mediante varios procesos simples igualmente efectivos. Uno de ellos, formulado por Baudhayana, consiste en dibujar sobre el suelo, sirviéndose del extremo de una cuerda de la mitad del largo de los lados del cuadrado, cua- tro circunferencias cuyos centros, simétricamente opues- tos, se ubiquen sobre los ejes de los puntos cardinales a la distancia de la cuerda del centro del cuadrado (dos de los puntos que harían de centro de las circunferencias coinci- dirían con los postes clavados de antemano en el proceso de búsqueda de los puntos cardinales). Así, los puntos de intersección de las circunferencias harían de vértices y cen- tro del cuadrado (Fig. 3).

Fig. 3

Uno de los problemas que enfrentaban los sacerdotes cons- tructores, como habíamos señalado más arriba, tenía que

152 ver con la conversión de la figura de un altar en otra de exactamente la misma área, 7½ purushas, tal y como era re- querido por los oficios religiosos. Varios retos geométricos subyacen a la transformación ritual de una figura en otra. Los Śulva-sūtras proponen varios métodos para resolver los problemas más básicos; la cuadratura del círculo, la trans- formación de un cuadrado en un rectángulo o en un trape- cio y sus procesos inversos. Y aquí es pertinente subrayar la importancia de la figura dibujada por las aras en el ámbito ceremonial védico: los altares, erigidos en ladrillo, represen- taban las distintas figuras de acuerdo con la finalidad del ritual. Así, si se pretendía obtener el auxilio del cielo, el altar debía representar, por medio de la combinación de formas básicas, la figura del halcón (Fig. 4). El triángulo, a su vez, era implementado en las aras a la hora de pedir protección frente al enemigo, mientras se recurría a las figuras trape- zoidales para los ritos funerarios, por ejemplo.

Fig. 4. Altar védico en forma de halcón101.

101 George Joseph. (2000). The Crest of the Peacock, non-European roots of Mathema- tics. Princeton and Oxford, Princeton University Press, p. 227.

153 A continuación describiremos los principales casos de transformación de figuras en otras, según los métodos ex- puestos en los Śulva-sūtras.

2. Cuadratura del círculo; circulatura102 del cuadrado; valores aproximativos de π

La transformación de una figura cuadrada en una circular equivalente es descrita de forma lacónica por Baudhayana, de la siguiente manera (Fig. 5): para sacar la ”circulatura” de un cuadrado –eoab–, de 7/½ purushas (=17,01m2), se dibuja un círculo concéntrico cuyo radio –CO, siendo C el centro del cuadrado–, equivalga a la mitad de la longitud de las diagonales del cuadrado en cuestión. A continuación, se traza una perpendicular –CN– a un lado del cuadrado –la línea EO, según las indicaciones de Baudhayana– que lo corte justo por la mitad, y que sea lo suficientemente larga para interceptar al círculo ya trazado. Por último, se traza un segundo círculo concéntrico cuya circunferencia corte la perpendicular –CN– del lado del cuadrado –EO– en un punto a un tercio de la distancia –T– entre el punto de inter- cección –L– del lado del cuadrado y la perpendicular –SN– y el punto de intercección –P– entre esta perpendicular y la circunferencia inicialmente trazada. El círculo que queda –de radio CT– tendrá un área bastante cercana a los 7/½ purushas del cuadrado inicial.

102 La expresión circulatura, que significaría la transformación de una figura cualquiera, más comunmente un cuadrado, en un círculo de la misma área, es usado por los geómetras en vista de la inexistencia de un término que exprese esta situación, como sí ocurre con la transformación de cualquier figura, en especial del círculo en cuadrado, lo que se conoce como cuadratura. Otros tér- minos se pueden acuñar, tales como ”circularidad”, pero son más imprecisos.

154 Fig. 5

La siguiente es una descripción de cómo llegar a π a partir de un caso del Baudhayana Śulva-sūtra, según la analiza Subash Kak. Se trata de la conversión de un cuadrado en una rueda de carruaje con rayos (rathacakra)103: Con 225 de ellos (ladrillos) es producido el (altar) séptuple con dos aratnis y (un) pradea [16.8] A estos (225) otros 64 (ladrillos) son añadidos y con ellos se hace un cuadrado. (Primero) un cuadrado de 16 ladrillos de lado, dejando un saldo de 33 ladrillos. Estos son puestos sobre todos los lados [16.9]. 16 (ladrillos) en el centro constituyen la nave; 64 (ladrillos, en consecuencia) constituyen los radios y 64 los lugares vacíos (entre los radios); los ladrillos restantes del aro104.

103 Kak. Op. cit., pp. 311-313. 104 Ibíd., p. 311. En el original: ”With 225 of them [bricks] is produced the seven- fold [altar] with two aratnis and [one] pradesa. (16.8) To these [225] another 64 [bricks] are added and with them a square is made. (At first) a square is made with a side containing 16 bricks, leaving a balance of 33 bricks. These are placed on all sides. (16.9) 16 (bricks) at the centre constitute the nave; 64 (bricks, thereafter) constitute the spokes and 64 the empty spaces (between the spokes); the remaining (bricks) form the felly. (16.10)”.

155 El diseño comienza con un área de 225 ladrillos cua- drados, a los que posteriormente se añaden 64 más, con lo que se forma un nuevo cuadrado igual a 172 = 289 ladrillos. 1 Cada ladrillo tiene un área de /30 de purushas cuadrados. Al final del sūtra 16.8 se describe el área total del altar: 7½ purushas, siendo dos arantis y un pradesha equivalentes a media purusha. Se continúa con una construcción cuadrada de 225 uni- dades, a la que se añaden 31 ladrillos para lograr un cuadra- do de 162 = 256 ladrillos. De los 289 ladrillos de la construc- ción inicial, quedan sobrando 33, que deben ser dispuestos ”a todos los lados” [16.9], es decir, alrededor del cuadrado más grande para dar un círculo de 17 unidades de diámetro. De este modo, con un cuadrado de 225 ladrillos, es decir, de 15 de lado, se logra formar un círculo de 17 ladrillos de diámetro. Para entender mejor este problema, es importante tener en cuenta que se trata de construir una rueda de ca- rruaje formada por dos circunferencias concéntricas. Para determinar el valor aproximado de π correspon- diente a esta transformación para formar la circunferencia interior, aplicamos las fórmulas: el área del cuadrado es igual al producto de sus lados, así el área del cuadrado de 15 ladrillos es 225. El área del círculo es, a su vez, el pro- ducto del radio al cuadrado y π; entonces, π sería igual a 225/8.52, esto es, 3.114186851211. Siguiendo con el análisis, se pueden encontrar al menos tres valores aproximativos de π dentro de los Baudhayana Śulva-sūtras105 asociados a la transformación ritual de altares de una forma a otra. Estos 25 900 valores son: π1= /8 (3.125); π2= /289 (3.114186851211); π3= 1156 /361 (3.202216…)

105 Ibíd., pp. 308-314.

156 El caso contrario, la cuadratura del círculo, se resuelve aplicando la siguiente fórmula:

Para cambiar un círculo en un cuadrado, dividir el diá- metro en 8 partes, y nuevamente una de estas 8 partes en 29 partes; de estas 29 partes quitar 28, y además la sexta parte [de una de las partes quitadas] menos la octava parte (de la sexta parte)106.

Expresada matemáticamente:

a = 7d/8 + [(d/8)/29] + [(d/8)/29]/6 + {[(d/8)/29]/6}/8, siendo ”d” el diámetro y ”a” el lado del cuadrado que se quiere construir. Por lo demás, esta fórmula es una aproxi- mación de la expresión resultante al efectuar el proceso alge- braico inverso de la circulatura del cuadrado, que se desarrolló geométricamente. Siendo el radio –‘r’– del círculo más largo 1 que la mitad del lado –‘a’– del cuadrado a construir por /3 de la diferencia absoluta entre la mitad del lado del cuadrado y el radio de un nuevo círculo concéntrico igual a la mitad de la diagonal –‘d’– de dicho cuadrado. Siendo r = (a/2) +1/3(d/2 - a/2) , y, d2 = a2 + a2 ; en- tonces, r =(a/2) + 1/3 [a(√2-1)/2)]. Simplificando: r = a (2 +√2)/6

3. Transformación del cuadrado en rectángulo y la proposición de la relación entre los lados del cuadrado y su diagonal

Los Śulva-sūtras exponen varias maneras para transformar cuadrados en rectángulos, de las que tomamos como mues-

106 Maza. Op. cit., p. 11.

157 tra dos. La primera, de corte puramente geométrico, fue formulada por Apastamba. El proceso (Fig. 6) consiste en trazar una paralela –PQ– a uno de los lados del cuadrado –ABCD– que se quiere transformar, a la distancia que se quieran extender las perpendiculares del futuro rectángu- lo con respecto a la paralela trazada. Se traza entonces una diagonal –PA– que atraviese el rectángulo recién dibujado seguida de una paralela –EO– a las perpendiculares ante- riormente trazadas, coincidiendo ambas líneas en el punto –Z– en el que se cortan con el lado inicial –CD– del cua- drado que escogimos para trazar la paralela. El rectángulo resultante dibujado al unir el punto vértice del que sale la diagonal –A– con los puntos EOQ tendrá exactamente la misma área del cuadrado inicial. Otro procedimiento igualmente sencillo es propuesto por Baudhayana, con el inconveniente de que los lados del rectángulo resultante no se pueden cambiar a voluntad. Este consiste en trazar la diagonal del cuadrado por transformar –EDFC– dividiendo el cuadrado en dos triángulos rectán- gulos iguales. A su vez, uno de estos triángulos se divide por su altura –EI–. Los dos triángulos resultantes se despla- zan a los catetos del triángulo que no ha sido intervenido, y se obtiene el rectángulo deseado -–ABDC– (Fig. 7).

158 4. Dos métodos para transformar un cuadrado en rectángulo y, después, en trapecio

Fig. 6 Fig. 7

A partir de los casos anteriores se puede fácilmente cons- truir un trapecio. El paso faltante consistiría simplemente en seccionar un fragmento triangular que comprenda uno de los lados completos de la figura, para después ensamblarlo en el lado opuesto paralelo al lado completo que sirvió de cateto (Fig. 8).

Fig. 8

Desplazando el triángulo seccionado; e invirtiendo la figura base

159 Por lo demás, estas transformaciones geométricas no es- tán lejos de la formulación de la relación entre los lados de un cuadrado y sus diagonales, lo que está en la base de la proposición que se conocerá más tarde como el ”teorema de Pitágoras”. De hecho, una forma de la conocida propo- sición, de manera tácita, fue formulada directamente por Baudhayana del siguiente modo (Fig. 9): ”La soga que se estira en el sentido de la diagonal de un cuadrado produce un área de tamaño doble del cuadrado original”107.

Fig. 9

El procedimiento recién descrito es aplicable en la trans- formación de un cuadrado en un triángulo isósceles de la

107 Joseph. Op. cit., p. 229. En el original: ”The rope which is stretched across the diagonal af a square produces an area double the size of the original square” [Traducción del autor].

160 misma área (fig. 10). Después de trazar la diagonal del cua- drado que hará de lado del cuadrado del doble del área del inicial, y dibujar el resto de sus lados, se divide el cuadrado resultante por la mitad –por una línea que hará de altura del triángulo por construir– y se trazan las diagonales desde el vértice exterior inferior a cada uno de los rectángulos en los que se dividió el cuadrado. El triángulo resultante tendrá, en efecto, la misma área que el cuadrado inicial. No sobra decir que en la resolución matemática de este procedimien- to geométrico está implícita la aplicación del teorema de Pitágoras para los triángulos isósceles108.

Fig. 10

Con los casos recién descritos terminamos de explicar los procesos de transformación de un área cuadrada mencio- nados más arriba, en altares circulares, trapezoidales o triangulares, según la exigencia ritual. Para resolver figuras más complejas, como la del halcón, basta con componer la figura a partir de las figuras simples ya descritas. Si bien la mayoría de problemas propuestos y resuel- tos por los Śulva-sūtras dependen casi exclusivamente de la geometría, no dejan de lado problemas aritméticos. De hecho, algunos casos son resueltos por medio del despeja-

108 Estos procesos de transformación y sus ejemplos gráficos fueron en gran parte extraídos de la obra de Maza. Op. cit., pp. 7-14.

161 miento de variables y la resolución de ecuaciones diofánti- cas. Más arriba hemos visto cómo se llegaba a valores muy aproximados de √2 al resolver problemas como la cuadra- tura del círculo vía geométrica109; empero, la construcción de altares pone otros problemas que exigen una solución no geométrica. Por ejemplo, según anota Baudhayana, un tipo de altares –Garhapatyagni– demandaba la superposición de cinco capas cuadradas de 21 ladrillos cuadrados cada una. Por cada capa cuadrada, los ladrillos debían formar un cuadrado de 1 Vyaam de lado. El problema se complica cuando se sabe que, aunque todos los ladrillos son de superficie cuadrada, no tienen las mismas dimensiones. Suponiendo que hay dos tipos de ladrillo con respecto a su superficie, y que cada capa debe contener 21 ladrillos, entonces tendríamos que x + y = 21. Luego, tenemos otra ecuación que tiene que ver con la superficie del altar en general. Si hay un número inde- terminado –‘x’– de ladrillos de determinada dimensión y otro número –‘y’– igualmente indeterminado de ladrillos de otra dimensión, y suponiendo que el lado de cada ladri- llo ‘x’ mide 1/a vyaam, mientras cada ladrillo ‘y’ tiene 1/p vyaam de lado, la fórmula que nos permitiría saber cuántos ladrillos de cada tipo sumarían 1 vyaam de lado es,

109 Roger Cooke. (2005). The : A Brief Course. Wiley, N.J., ee.uu., p. 200. Una fórmula documentada para la √2 es: √2 = 1/3 + 1/(3 x 4) - 1/(3 x 4 x 34) = 1.4142156, exacta en 5 cifras. Por lo demás, se puede suponer el conocimiento de los números irracionales por parte de los autores de los Shulba-sutras, quienes aseveran la imposibilidad de calcular algunos núme- ros, como a raíz de 2. C.N. Srinivasiengar. (1967). The History of Ancient . Calcuta, The World Press Private Ltd, p. 15. Así, ”…El crédito por utilizar los números irracionales por primera vez debe adjudicarse a los Indios”. En el original: …The credit of using irrational numbers for the first time must go to the Indians.

162 x/a2 + y/ p2 = 1 vyaams cuadrados. Y, juntando las dos ecuaciones: x/a2 + (21-x)/b2 = 1 vyaams cuadrados.

Este tipo de problema se realizó exitosamente, a manos de Apistamba, coautor de los Śulva-sūtras, con cinco tipos de ladrillo diferentes110. En lo posterior, muchos de los logros geométricos de los arquitectos de la cuerda serán resueltos matemáticamente con la ayuda del álgebra.

C. Samkhyana reformista

Siglo sexto antes de nuestra era. Vientos renovadores azo- tan las riberas del Ganges transformando los jóvenes reinos conformados no hace mucho. Las tribus arias han dejado atrás la odisea que las había arrastrado desde las estepas del Asia central en busca de nuevos pastizales que alimentasen sus animales para por fin establecerse en el vasto territorio del norte del subcontinente indio, ganado a fuerza de espa- da. Los jóvenes reinos, resultado del asentamiento de las an- tiguas tribus, son tierra fértil para las nuevas ideas religiosas que están a punto de germinar. Las formas de producción resultantes del sedentarismo incentivan la aparición de nuevas clases al margen de la jerarquización cuatripartita tradicional por castas111, como los gremios de artesanos y comerciantes que, a pesar de comenzar a figurar con ímpetu en el panorama social, para la vetusta religiosidad védica no

110 Ibíd., p. 14. 111 La estricta estructura cuatripartita de la sociedad brahmánica dividía a la sociedad en cuatro castas, a saber: la casta sacerdotal, la casta gobernante y guerrera, la del pueblo en general, tradicionalmente pastores, luego agricul- tores y, por último, a la base de la pirámide social, la casta de los sirvientes.

163 cuentan para nada. Así, las grandes ciudades de los reinos emergentes alojan una porción importante de población que, sin representación en las formas tradicionales, espera ansiosa la llegada de una buena nueva. En ese estado de cosas, las prédicas disidentes de Siddhartha Gautama y Maha Vira encuentran un eco inmediato. Sin detenernos en los aspectos doctrinales de las nuevas sectas heterodoxas de Siddhartha Gautama y Maha Vira, aseveramos que su oposición a la sociedad brahmánica de castas y la no aceptación de la autoridad de los Vedas les aseguró un buen número de adeptos, muchos de ellos per- tenecientes a las clases emergentes de artesanos y comer- ciantes. Y es ahí donde se encuentra el principal lazo entre las matemáticas y las heterodoxias religiosas, que más que ser lecturas globales que encierran en su cuerpo doctrinal una cierta interpretación de las matemáticas –aunque sí haya algunos intereses de tipo religioso en el desarrollo de éstas–, se relacionan con ellas en tanto sus adeptos no podían prescindir del uso de los números en sus actividades económicas. Un elemento común a las matemáticas surgidas en el nuevo clima reformista es el interés por los grandes núme- ros. Así, los matemáticos de la disidencia, tanto budistas como jainas, se empeñaban en encontrar expresiones para cantidades descomunales. En el ”Lalitha Visthara”, libro budista del s. I, se mencionan todos los números de uno en uno hasta llegar al 1053. Empero, son los jainas quienes producen las reflexiones matemáticas más impresionantes junto con cálculos y formulaciones sin precedentes. Por lo demás, quizás la superioridad jaina en el dominio de las matemáticas tenga que ver con la radicalidad con la que el Dharma jaina asume el principio de no agresión, Ahim- sa, que, aunque común a ambas religiones, encuentra en el Jainismo una expresión muy particular. Los métodos extremos asumidos por los jainas para proteger la vida,

164 en cualquiera de sus manifestaciones, incluyen el uso de pañuelos tapabocas, evitando la inhalación de pequeños organismos, además de sacudir una escoba al caminar pa- ra proteger los pequeños seres del suelo. Estas exigencias eximen por completo a los jainas de las actividades econó- micas que comprometan el bienestar de cualquier forma de vida animal, como la agricultura, quedando el comercio en una situación privilegiada. Lo anterior, además de otras influencias de tipo religioso que señalaremos más adelante, pudieron ciertamente fomentar el desarrollo de las matemá- ticas en el contexto jaina. Por lo demás, con las disidencias se da por primera vez un interés secular por la Samkhyana, la ”ciencia de los números”, que empieza a ser estudiada teóricamente fuera del contexto ritual112. La reflexión matemática llevó a los pensadores jainas a clasificar los números según tres tipos distintos, a saber, los enumerables (Samkhyata), los innumerables (Asamkyata) y los infinitos (Ananta), de los que se establecen cinco tipos: infinito en una dirección, en dos direcciones, en área, infini- to en todas direcciones y perpetuamente infinito (infinitas direcciones), según aparece en el Surya Prajnapti, tratado de astronomía y matemáticas del siglo v a. C. Entre los aportes a la teoría de los números en este tratado se incluye la con- cepción más temprana de los números transfinitos113 cardina-

112 Joseph. Op. cit., p. 225. 113 El concepto de números transfinitos nace ante la posibilidad de comparar la cantidad de elementos en los distintos conjuntos de infinitos elementos, tal y como si fueran conjuntos finitos. Por ejemplo, los números naturales potenciales, que suponen la sucesión de números al infinito –pues a un número siempre se le puede sumar uno, como al contar–, formarían un conjunto con infini- tos elementos. De esta misma forma, todo conjunto cuyos elementos puedan establecer una relación biyectiva –uno a uno– con el conjunto de los naturales, tiene que ser infinito. Por ejemplo, los números que sean el cuadrado de un número natural. Números naturales: 1, 2, 3,…∞

165 les (que simplemente enumeran la cantidad de elementos de un conjunto) en oposición a los ordinales (que imponen un orden al jerarquizar estos elementos). Dentro de la prolífica literatura temprana jaina se inclu- yen las siguientes obras: – Chandah-sūtra114: ”El arte de la prosodia”, compuesto por el gramático , a quien se adjudican la invención de las matrices, la introducción del sistema binario, las pri- meras secuencias de Fibonacci115 y el uso del triángulo de Pascal116. El estudio de las progresiones –shredhi– se explica- ría por su interés en la sistematización de la métrica117. – Sthananga-sūtra: compuesto hacia el 300 a. C., incluía ecuaciones lineales y cuadráticas. – Satkhandagama: compuesto hacia el 200 d. C., incluía operaciones logarítmicas y el uso de potencias finitas e infinitas.

Y cuadrados de un natural: 1 (=12), 4(=22), 9(=32)…∞ Hay una relación biyectiva en tanto f (1)=1, f (2)=4, f (3)=9, y así en lo suce- sivo. Sin embargo, se puede demostrar que una relación similar no puede establecerse entre los números naturales y los números reales (aquellos en correspondencia con los infinitos puntos de una recta). Teniendo lo anterior, se puede comprobar que el cardinal de los números reales –c– es mayor que  el cardinal de los números naturales – 0 (Alef-0)-. 114 Cfr., A. N. Singh. (1936). ”On the Use of Series in Hindu Mathematics”, en Osiris, vol. i (enero), Ithaca, ee.uu., p. 623. 115 La secuencia de es determinada por la fórmula f (n) = (n-1) + (n-2) siendo n mayor que 1. 116 Que el mismo Pingala denominó Mata-meru, montaña de la cadencia. Este consiste en un arreglo de coeficientes binomiales en un triángulo, de la si- guiente manera: 1 1 2 1 1 3 3 1 1 4 6 4 1 117 Ibíd., p. 624.

166 El último tratado jaina que precede la llamada época clásica, que por lo demás hace de eslabón entre esta y los trabajos tempranos de los seguidores de Maha Vira, es un manuscrito que recién salió a la luz en el siglo xix. Los indicios apuntan a una fecha entre los siglos ii a. C. y iv d. C.118, sin embargo, sobre esto hay controversia. Incluso se duda del origen jaina del manuscrito, siendo lo más plau- sible. Este texto es conocido bajo el nombre de manuscrito de Bakhshali119. El texto representa una importante sistematización de los adelantos en aritmética y álgebra, y en él destaca su impecable método de exposición en tres pasos que sugiere fines meramente intelectuales. Así, primero se enuncia la sentencia de la regla en cuestión (Sūtra), después se expo- nen casos pertinentes (Udharana) y, por último, se procede a la demostración de la regla establecida (Karana). Por lo demás, el manuscrito contiene una importante cantidad de problemas aplicables al comercio, lo que se puede asociar con las actividades económicas desarrolladas en el ámbito de su producción. Por ejemplo:

De una cantidad desconocida de lapislázuli se pierden un tercio, un cuarto y un quinto (sucesivamente); la pérdida (total) de la cantidad, acumulada en tres plazos, es de 27. Dime, hombre sabio, cuál es el total y también cuál será la diferencia (entre el total y la pérdida, o sea, el resto)120.

118 Ibíd., p. 609. 119 Nombrado a propósito del lugar donde fue encontrado. 120 Maza. Op. cit., p. 28. La respuesta al problema: ”Habiendo sustraído las series de uno, tenemos 2/3 , 3/4 , 4/5 que si se multiplican dan 2/5 ; sustrayendo esto de uno da 3/5 , la pérdida es dividida por esta cantidad; la pérdida es 27; dividiendo esto por aquello da 45; quitando de esto la pérdida de 27, la diferencia es 18”.

167 O:

Cinco mercaderes juntos compran una joya. Su precio es igual a la mitad del dinero perteneciente al primero junto con el dinero de los otros, o un tercio del dinero del segundo junto con el dinero de los otros, o un cuarto del dinero del tercero junto con el dinero de los otros. Encuentra el precio de la joya y el dinero de cada uno de los mercaderes121.

O bien:

Un maestro gana un sueldo de cinco en tres días; otro gana seis en cinco días. El primero le da siete al segundo de su sueldo. Dime en qué momento, después de habérselo dado, sus posesiones serán iguales122. Para terminar con esta rúbrica, redondeamos diciendo que en el manuscrito de Bakhshali se encuentran todos los elementos básicos que facilitaron el desarrollo posterior de las matemáticas al sistematizar los avances jainas que posi- bilitaron el planteamiento y la resolución de nuevos proble- mas. Estos elementos son: el uso de series o progresiones123, los números decimales expresados en el sistema indio de valor posicional (siendo el ancestro directo del sistema en uso hoy en día, es quizás la contribución más importante de

121 Srinivasiengar. Op. cit., p. 32. En el original: ”Five merchants together buy a jewel. Its price is equal to half the money possessed by the first together with the money possessed by the others, or one-third the money possessed by the second together with the moneys of the others, or one-fourth the money possessed by the third together with the moneys of the others…etc. Find the price of the jewel and the money possessed by each merchant”. 122 Maza. Op. cit., p. 29. Solución: ”La diferencia de los sueldos diarios; las dos fraccio- nes, su diferencia. Los sueldos diarios son 5/3 y 6/5, su diferencia es 7/15, su obsequio es 7; dividido por la diferencia de los sueldos diarios el resultado es 15; siendo doblado es 30, ese es el tiempo en que sus posesiones son iguales”. 123 Cfr., Singh. Op. cit., p. 610.

168 la India a las matemáticas modernas), nuevos signos para denotar cantidades negativas y el cero, el uso de números racionales expresados en fracciones, la ampliación de la aritmética a su dimensión más general al introducir el uso de letras para expresar variables y cantidades indetermi- nadas, entre otros.

D. Desarrollo del sistema indoarábigo de enumeración

A pesar de la polémica mantenida al respecto del origen in- dio del sistema de enumeración decimal en uso, la similitud de los números utilizados ya en el manuscrito de Bakhshali, cero incluido, hacen suponer inmediatamente una heren- cia directa. Recordamos las evidencias del uso del sistema decimal en las unidades de pesos y medidas aplicadas am- pliamente por los harappenses más de un milenio antes de la invasión aria. Sin embargo, al no poderse comprobar la continuidad entre las dos culturas, se puede cuando me- nos lanzar como hipótesis cierta adopción o adaptación de algunas medidas anteriores por parte de las tribus venidas del Asia central al compararlas y encontrar equivalencias, tal y como ocurre con el Angula, medida en vigencia en el siglo iii a. C., y las muescas de la regla de Lothal, siendo diez de las unidades de la segunda iguales a la primera, co- mo anotábamos más arriba. Sin embargo, suponiendo una abrupta interrupción, las generaciones posteriores llegarían de nuevo al sistema decimal y se encargarían de desarrollar una simbología que revolucionaría las matemáticas en un ámbito universal. En términos generales, tres son las hipótesis que se dis- putan el origen del sistema decimal y sus signos, además de la que defiende el origen indio. Las dos primeras se relacionan, haciendo llegar una forma de enumeración an- terior a la Brahmi desde Occidente, ora con las invasiones

169 griegas, ora por medio de los árabes, quienes introdujeran los ancestros de nuestros numerales, habiéndolos tomado a su vez del genio griego, o desarrollándolos por sus pro- pios medios. La tercera supone el nacimiento de la actual enumeración en China, de lo que hay pruebas que fechan el uso de un sistema similar en una época tan temprana como el siglo xiv antes de nuestra era124. No negamos la influencia que seguro tuvieron estos pueblos unos con otros, sin em- bargo, lanzamos un par de anotaciones breves al respecto de la génesis india de los actuales signos de enumeración, sino del sistema decimal posicional en general. La primera hipótesis que sostiene el origen del sistema decimal en la Hélade queda invalidada por falta de prue- bas125. Con respecto a los árabes, tampoco hay pruebas contundentes de la preexistencia del uso de la enumeración decimal en el mundo musulmán antes del contacto con la civilización india. Queda la tercera hipótesis, según la cual los números decimales y el sistema posicional se originaron en China. Ciertamente las referencias arqueológicas comprueban el uso de símbolos que hacen alusión a un rudimentario sistema decimal mucho antes de la aparición de su homó- logo indio. Incluso se puede suponer una relación entre las primeras representaciones numéricas del Brahmi y sus antecesoras chinas en la forma de expresar las cantidades

124 Ver en el capítulo sobre la China en esta misma obra, la rúbrica ”el primer sistema decimal”. 125 Cfr, Florian Cajori. (1919). ”The Controversy on the Origin of Our Numerals”, en The Scientific Monthly, vol. 9, n.º 5. (noviembre), p. 464. Además, al plan- tearse cómo, habiendo tantas referencias sobre el ejercicio de la geometría y las matemáticas en la antigüedad griega, desde una época tan temprana como el s. vi a. C., se pudo perder completamente la pista de algo tan elemental y al tiempo tan remarcable como el sistema de enumeración decimal, se puede suponer la debilidad de tal hipótesis.

170 del uno al tres como palotes, los unos verticales, los otros horizontales126. Sin embargo, si se analizan los desarrollos posteriores, ambos sistemas numéricos toman caminos de evolución completamente diferentes, estando los números modernos directamente asociados con los indios, mientras que son visiblemente ajenos a los chinos. Hasta aquí podría- mos aceptar una influencia china temprana, sin embargo, el sistema que evolucionó hasta el actual se desarrolló en India. Por lo demás, no sabemos nada de las relaciones que pudieron tener los chinos con la primera civilización del Indo, que antecede a China en el uso del sistema decimal por más de mil años. Tampoco se ha podido dar con la cla- ve para descifrar la escritura harappense. De este modo, podemos adjudicar a los chinos la primera representación numérica del sistema decimal de la que se tiene registro, más no su primera aparición. En todo caso, básicamente todos los principios y posi- bilidades que se encuentran en el sistema actual de enume- ración están ya presentes en el sistema indio de, al menos, el siglo vii de nuestra era127. En una descripción general, el sistema decimal indio se define por el uso de nueve cifras distintas en orden secuencial que se pueden agrupar produ- ciendo nuevas cantidades, en base diez, de acuerdo con el lugar en el que se ubiquen: primer lugar, a la derecha las uni- dades, segundo lugar, las decenas, tercer lugar, las centenas

126 Comparar los signos numéricos del Brahmi con los símbolos en la rúbrica ”El primer sistema decimal” del capítulo sobre China, en esta misma obra. Sin embargo, esta representación por palotes remite directamente al conteo con los dedos, o a la ayuda de palos, no siendo completamente números abstractos. 127 Cfr., Saradakanta Ganguli. (1932). ”Indian Origin of the Modern Place-Value Arithmetical Notation”, en The American Mathematical Monthly, vol. 39, n.º 5 (mayo), p. 255.

171 y sucesivos, además del uso de una cifra para denotar la ausencia de cantidad128. A continuación revisaremos brevemente las transfor- maciones que dan origen al sistema decimal moderno. Los primeros prototipos del sistema Brahmi de enumeración de los que se tiene registro corresponden a unas inscripciones adjudicadas al rey Ashoka, emperador Maurya del siglo iii a. C., en la que se encuentran sólo signos para el 1, el 4 y el 6. Las inscripciones de Nana Ghat, un poco posteriores, incluyen el 2, 4, 6, 7 y 9. Otras inscripciones en cavernas de principios de la era cristiana presentan un sistema similar129. Una gran deficiencia del primer sistema Brahmi es la ca- rencia de valor posicional. Así, además de los nueve signos convencionales se tenían que acuñar otros para indicar las diferentes potencias de diez. En cuanto al valor posicional, este estaba ya en uso en literatura ”científica” sánscrita para el siglo vi d. C.130 Antes había una fuerte restricción para el uso del sistema Brahmi en este tipo de literatura por ser con- siderado inapropiado131. En cambio, se adoptó un sistema alegórico que hacía uso de palabras como figuras retóricas de las cantidades, expresadas en verso. Así, si la cantidad por representar era de tres cifras, se podían escribir tres palabras que hicieran referencia a estos tres números, ora porque la cosa nombrada tenía esa cantidad de partes, ora porque estaba relacionada íntimamente con ese número, aumentando en valor de izquierda a derecha, primero las

128 Maza. Op. cit., p. 24. 129 John Davis Buddhue. (1941). ”The Origin of Our Numerals”, en The Scientific Monthly, vol. 52, n.º 3 (marzo), p. 266. 130 Ganguli. Op. cit., pp. 252-253. 131 La restricción del uso de numerales en vez de palabras tiene que ver con el carácter sagrado del devanagari, ”la escritura de los dioses”, sistema en el que se redactaban los textos científicos en la India de la época.

172 unidades, luego las decenas y, por último, las centenas. Por ejemplo, si el número de tres cifras era cuatrocientos dos (402), el cuatro podía ser representado por la palabra veda, porque los vedas son cuatro; dos podía ser representado por la palabra yama, mellizos u ojos, porque son dos; y el cero podía ser representado por la palabra vacío, dando como resultado yama-Śunya-veda u ojos-vacío-veda. Estas palabras podían cambiar a favor de la métrica del verso, como en el caso de ser incluidas en citas posteriores, por ejemplo:

Tomemos la expresión śunya -śara+aga-rāma (…) que quiere decir 3750. Esta expresión debe ser copiada como tal o las palabras que la componen deben ser remplazadas por sus equivalentes de tal forma que la métrica no sea alterada. La palabra Śunya , que quiere decir cero, no puede ser cambiada por su equivalente kha o ambara en tanto no tienen el mismo número de sílabas; pero la palabra Pūrna puede ser usada en cambio en tanto (i) śunya y pūrna tienen el mismo número de sílabas y (ii) las sílaba larga se sigue de una corta en am- bas (…) La palabra aga puede remplazarse por adri, rishi o aśva. La palabra rāma puede cambiarse por kāla or loka. Así, la expresión Śunya -śara+aga-rāma puede transformarse en pūrna-śara+adri-kāla o pūrna-śara+aśva-loka132.

132 Ibíd., pp. 253-254. En el original:”let us take the expression sunya-sara+aga- rama (…). It stands for 3750. Either this expression must be copied as such or the component words must be so replaced by ther equivalents that the metre may not be interfered with. The word sunya wich means 0 can not be changed into its equivalent kha or ambara as they have not the same numbre of syllables; but the word purna can be used for it as (i) sunya and purna have the same sumber of syllables and (ii) the long syllable is followed by the short in both (…) The word aga can be replaced by adri, rishi or aśva. The word rama can be changed into kala or loka. Hence the expression sunya-sara+aga-rama can be altered into purna-sara+adri-kala or purna-sara+aśva-loka”.

173 Cuando Bhāskara i (600 d. C.) junta sin pudor el valor posicional y las cifras Brahmi, se origina el sistema de enu- meración gupta, adoptado y adaptado por los árabes al entrar en contacto con las matemáticas indias en el siglo viii. Finalmente, por medio de los árabes, primeros traduc- tores y divulgadores de la ”ciencia” india, los números in- doarábigos llegan a Europa desde el norte del África hacia el siglo x.

Fig. 11.: La evolución del sistema Brahmi de enumeración133.

E. Brāhman y Śunya

Los antecedentes conceptuales del infinito y del cero. Los dos opuestos radicales entre los que se debate la realidad, a saber, el absoluto y el vacío, forman parte del pensamiento hindú desde muy temprano. La primera categoría, la de absoluto, comienza a aparecer esbozada en varios mandalas del Rig veda, el primero de los textos védicos. En él, la apela-

133 Bibhutibhushan Datta y Avadhesh N. Singh. (1962). ”History of Hindu Mathe- matics, a source book”, en Bombay: Asia Publishing House, vol. i, p. 120. La primera columna del segundo cuadro muestra los números tal y como eran hacia el 500 d. C.

174 ción al prolífico panteón indoario se ve afectado por un par de extrañas modulaciones. Los múltiples dioses son loados indistintamente como responsables de tal o cual fenómeno, siendo también comúnmente referidos como ”el creador”, sin distinción134. A continuación, un ejemplo:

Aditi es el Cielo, Aditi la región media, Aditi es la madre, el padre, el hijo, Aditi es todos los devas y los cinco pueblos, Aditi es todo lo que ha nacido y lo que tiene que nacer (RV 1.89.10)135.

U otro ejemplo en el que un deva específico, Agni, es puesto en evidencia detrás de la careta de muchos dioses:

”Tú, Agni, eres Indra, Visnu, Brāhmanaspati… Tú, Agni, eres Varuna, y eres de adorar como Mitra, tú eres Aryaman y Amsha (RV II)”136.

La identidad de una divinidad con otras no se refiere a que en la religiosidad védica todos los devas sean piezas inter- cambiables; más bien, la multiplicidad del orden divino se ve aunada en un solo concepto:

”Al Uno lo llaman los sabios por muchos nombres, como son Indra, Yama, Matarishvam (RV I.164.46)”137

134 Cfr., De Mora y Jarocka. El concepto de divinidad en el hinduismo y otros trabajos indológicos, Op. cit., p. 17. 135 Datta y Singh. Op. cit., p. 18. Con las iniciales RV se identifica en el texto de de Mora y Jarocka al Rig veda. El número romano que le sigue es el mandala, mientras que los números que le siguen son los capítulos y los versos. 136 Ibíd., p. 18. 137 Ibíd., p. 19.

175 Y:

”Los sabios poetas con sus palabras forman al Uno de muchas maneras (RV X.114. 5)”138.

La literatura védica posterior se sigue desarrollando en esta línea, conviviendo en ella aspectos politeístas y monoteís- tas sin contradicción. En los Upanishads, la última y más filosófica parte de los vedas, la figura de Brāhman viene a identificarse con el concepto de absoluto como lo radical- mente ilimitado139, invariable e impasible a las relaciones de sus partes. Siddhartha Gautama comienza su entrenamiento es- piritual en el seno del hinduísmo. Según cuenta la leyen- da, al entrar en contacto con la realidad del sufrimiento, Siddhartha decide seguir los ideales ascéticos propios de su época, aislándose por años en los bosques donde aún se están escribiendo los Aranyakas y los Upanishads, a los que deben su nombre140. La renuncia, el retiro y la mortificación son entonces los medios por los que se llega a la unidad con Brāhma, el absoluto, logrando la extinción del sufrimiento; este es el pilar de la fe que siguen los renunciantes del bos- que, acompañado por varias técnicas de meditación y yoga. Al borde de la muerte por inanición, Siddhartha decide abandonar el ideal ascético emprendiendo una búsqueda individual que será el camino de muchos en adelante. Sin embargo, no deja de lado toda la herencia de la tradición. Sigue contando la leyenda que, después de cuarenta y nue-

138 Ibíd., p. 19. 139 Ibíd., p. 23. 140 Los Aranyakas y los Upanishas son referidos como los ”textos del bosque”.

176 ve días de intensa meditación bajo un árbol de Pippala141, en la ciudad de Gaya, entra en un estado de iluminación que no interpreta como la unión entre el alma individual y Brāhma. De hecho, para Siddhartha, ahora Buddha, el ”Iluminado”, no existen ni el alma individual ni Brāhma, negando la existencia de cualquier realidad última. La doctrina mental, o Samadhi, es uno de los tres pila- res142 en los que descansan los preceptos que componen el noble camino óctuple, entre los que destaca la ”correcta me- ditación”. Por lo demás, una de las técnicas de meditación que practicó Siddhartha de mano de uno de sus maestros recibía el nombre de ”esfera de la nada” 143, el vacío, noción que obsesionará en lo posterior al basto Oriente. El infinito matemático empieza a ser tenido en cuenta por los seguidores de otro santo renunciante contemporá- neo al Buda, al que se acuñó el mote Mahavira, el Gran Hé- roe. Estos desarrollaron como nunca antes las matemáticas al incluir las primeras teorías y clasificaciones con respecto a los números en general y, en especial, al infinito. A su vez, fueron ellos quienes comenzaron a tratar las matemáticas en un contexto secular, quizás por el desarrollo de nuevas actividades económicas, como se exponía más arriba. Sin embargo, se puede suponer que un elemento particular en la doctrina del Jainismo pudiera impulsar el interés por las

141 Tom Lowenstein. (1997). El despertar de Buda: los primeros días de Buda. Singa- pore, Evergreen, p. 20. 142 El camino óctuple, última parte de las cuatro nobles verdades, se divide en tres partes, que contienen los siguientes preceptos: primera parte, Sila (con- ducta moral): recta acción, recta palabra y recta forma de vida; segunda parte, Samadhi (disciplina mental): recta meditación, recta concentración y recto esfuerzo; y, de tercero, Prajña (sabiduría): recta doctrina –comprensión– y recto pensamiento. Siendo las traducciones difíciles e inexactas, recomendamos ver la obra de Walpola Rahula ya mencionada. 143 peter harvey. (1998). El budismo. Serie Religiones y Mitos, Silvia Noble (trad.). Cambridge University Press, p. 40.

177 formas posibles de infinito, a saber, para la metafísica Jaina algunos tattvas –elementos o substancias– como el alma –Jiva o Atma–, la materia y el tiempo están constituidos por infinitos átomos o partículas eternas –Anantanu-vargana–, en oposición a los elementos continuos como el éter y el movimiento. A partir de la aparición de las disidencias del hinduis- mo, la religiosidad ortodoxa siguió resaltando el carácter absoluto de la divinidad. El Bhagavad Gita, el texto más im- portante del hinduísmo después de los vedas, está repleto de alusiones a esto144. Los matemáticos de la era Gupta, más o menos contemporáneos al Gita, se vuelven a preocupar por algunos de los asuntos desarrollados por los matemá- ticos Jainas siglos atrás. Las matemáticas de la era Gupta destacan, sobre todo, por la introducción del concepto de cero como valor numérico y su representación circular. Los indicios señalados pueden hacer suponer una relación indirecta entre la génesis y el desarrollo de un tipo de reli- giosidad y la evolución de las nociones matemáticas de cero e infinito. Así, los conceptos de absoluto y vacío, Brāhma y Śunya, presentes en la tradición del hinduísmo, pudieron pasar de nociones religiosas a conceptos filosóficos com- partidos tanto por la ortodoxia como por las heterodoxias. Estos conceptos pudieron paulatinamente penetrar e impul- sar el desarrollo de las matemáticas, dando lugar al cero y al infinito como representaciones de los límites inconmensu- rables de las existencias numéricas. Podríamos decir, mejor, como simple hipótesis, que en un primer momento a estos conceptos, arrancados del ámbito de la religión, se les dio en India un uso matemático.

144 De Mora y Jarocka. El concepto de divinidad en el hinduísmo y otros trabajos indológicos, Op. cit., pp. 23-27.

178 III. Astronomía

Quizás este tema debería haber sido tratado a la par que el de las matemáticas. La forma común de aproximarse a la astronomía antigua de la India como un saber indisociable de las matemáticas se justifica perfectamente por el desa- rrollo paralelo e interdependiente que tuvieron. De hecho, es imposible determinar quiénes entre los matemáticos del período Gupta, el más significativo tanto para las matemá- ticas como para la astronomía, no merecen igualmente el título de astrónomos. Así, muchos de los descubrimientos matemáticos de los Gupta se derivan del examen del cielo, como la introducción de las nociones básicas de la trigo- nometría y los primeros rudimentos del cálculo. El único argumento para tratar estas dos disciplinas separadamente tendría que ver con el carácter no matemático de la astro- nomía-astrología védica, cacofonía que recuerda que estas disciplinas estaban aunadas en una sola forma de saber.

A. Jyotisha: la ciencia del cielo

Las primeras referencias a los astros se hacen directamente en los Samhita. En ellos se dan informaciones astronómicas superficiales puesto que su interés no es el conocimiento del comportamiento de los astros, sino la ejecución de los rituales y sacrificios, por lo que la mención de los cuerpos celestes y las anotaciones astronómicas solo tienen lugar cuando están directamente relacionados con estos aspec- tos de la religiosidad védica. El Rig veda hace mención de dos estrellas únicamente, Magha y Phalguni, mientras que el Atharva veda, un poco posterior, nombra veintisiete

179 constelaciones145 que forman el sistema Nakshatra, el zodía- co hindú, comenzando con la constelación Krittikas, equiva- lente hindú de las Pléyades, con la que se marcaba en aquel entonces el inicio del equinoccio primaveral y del calendario ceremonial146. Por lo demás, el año védico, según aparece en el Atharva, se componía de doce meses de treinta días, tenién- dose que acuñar de cuando en vez un mes auxiliar. Posteriormente, un pequeño compilado, el Vedanga Jyotisha, ampliaría un poco la ”ciencia” de los astros, una de las seis disciplinas que componen el Vedanga. En este aparecen los primeros rudimentos para entender la lógica del cielo que cubría la noche e iluminaba el día en la lla- nura indogangeática. Sobra decir que esta comprensión del comportamiento de los astros se genera en el ámbito de pensamiento mítico-religioso de los vedas, y su objeto no es enseñar astronomía, sino fijar los días propicios para los rituales védicos147, por lo que no se pueden divorciar los aspectos ceremoniales de los meramente empíricos. A continuación, Sukumar Rajan Das anota:

La base de la astronomía hindú descansa en las aspiracio- nes religiosas de los devotos hindúes puesto que cada cuerpo celeste representaba una divinidad. El estudio de la astro- nomía se originó en la doctrina según la cual el ser supremo

145 Sukumar Ranjan Das. (1936). ”Scope and Development of Indian Astro- nomy”, en Osiris, vol. 2, p. 198. 146 Ebenezer Burgess. (1866). ”On the Origin of the Lunar Division of the Zodiac represented in the Nakshatra System of the Hindus”, en Journal of the American Oriental Society, vol. 8, p. 313. Burgess anota que para 1886 las Pléyades ya no eran la constelación que marcaba el solsticio vernal en la India, habiéndose desfasado por dos constelaciones. Por lo demás, los grados de desfase entre la disposición de las constelaciones en dos épocas diferentes puede ayudar a calcular el tiempo entre una época y la otra, de lo que se sirve Burgess para calcular la antigüedad de los textos védicos. 147 Cfr., Das. Op. cit., p. 199.

180 asignó a cada uno de los cuerpos celestes una misión, por lo que estos ganaron potestad sobre los asuntos del mundo, y que un conocimiento de la divina voluntad sería requerido por la observación del orden de sus movimientos y la recu- rrencia de los tiempos y las estaciones. Con los hindúes el estudio de la astronomía se convirtió en un deber sagrado, (…) en tanto los cuerpos celestes eran tenidos como dioses y su adoración era prescrita por los vedas148.

El sistema de constelaciones cumplía entonces la función de determinar el curso del sol y la luna a través de los cielos, los solsticios y los equinoccios y así poder calcular con pre- cisión las fechas y horas óptimas para ejecutar los sacrificios. Sin embargo, que el contexto de esta primera ”astronomía” fuera religioso y ritual no quiere decir que sus observacio- nes sean imprecisas o carentes de objetividad149. Paulatinamente, la astronomía comienza a expresar- se matemáticamente. La Samkhyana facilita el cálculo y la predicción de los movimientos celestes, por lo que ambos, matemáticas y astronomía, se aúnan en una relación de mutua estimulación. Quizás el texto más sobresaliente en este proceso de tránsito, anticipando la astronomía mate- mática de la era Gupta, es el Surya Siddhānta o ”Conclusio- nes finales sobre el Sol”, compuesto hacia el siglo cuarto a.

148 Das. (1930). ”Sukumar Ranjan. Some Notes on Indian Astronomy”, en Isis, vol. 14, n.º 2 (octubre), p. 388. En el original: ”The basis of Hindu Astronomy lay in the religious aspirations of Hindu votaries when each heavenly body represented a Divinity. The study of Astronomy originated in the doctrine that the Supreme Being had assigned duties to each of the heavenly bodies, by which they became rulers of the affairs of the world, and that a knowledge of the Divine Will would be required by watching and observing the order of their motions and the recurrence of times and seasons. With the Hindus the study of Astronomy became a sacred duty, (…) inasmuch as the celestial bodies were viewed as gods and the worship of them was enjoined by the Vedas” [Traducción del autor]. 149 Cfr., Burgess. Op. cit., pp. 317-319.

181 C. Sin embargo, nombramos también los otros ”tratados concluyentes”, o Siddhāntas, que forman el catálogo de tex- tos astronómicos canónicos, entre diecisiete y diecinueve, según las referencias de los astrónomos indios de la anti- güedad, a saber: el Brāhma, el Soma, el Brihaspati, el Garga, el Narada, el Parashara, el Pulastia, el Vasishttha, el Vyasa, el Atri, el Kashyapa, el Marici, el Manu, el Angiras, el Lomasa, el Pulisa, el Yavana, el Bhrigu y el Cyavana, algunos de estos declaradamente revelados por los mismos cuerpos celestes divinizados. Así, el sol reveló el Surya, la luna el Soma, Júpi- ter el Brihaspati y Bhrāma el Brāhma Siddhānta150. El Surya Siddhānta trata principalmente del movimien- to de las estrellas y los planetas, los eclipses de sol y luna y su predicción, las salidas y las puestas del sol y de la luna según las épocas del año, la ubicación de múltiples estrellas, tratando de acompasar todo esto con la actividad humana de acuerdo con su influencia. Con respecto a las matemáticas, el Surya sobresale por introducir los concep- tos trigonométricos de seno151 –Jyā–, coseno –kojyā, o seno perpendicular–, verseno –utrakramajyā–, tangente y secante para determinar la longitud de la sombra producida por un gnomón152. Estos conceptos también fueron utilizados para determinar la duración de la luz del día153. Además de es- tos primeros usos de las nociones básicas trigonométricas, sorprende en el texto la comprensión de los movimientos

150 Cfr., Das. Scope and Development of Indian Astronomy. Op. cit., p. 201. 151 La etimología latina de los términos seno y coseno, a saber, senus y cosenus, deriva de una mala traducción árabe de los términos sánscritos jya y kojya. El Ardha Jya, o media cuerda de arco, viene a remplazar la noción griega de arco, siendo después simplificado por Jya. 152 Ver la cita de O. H. Schmidt. En la última parte, el autor explica cómo se en- cuentra el largo de la sombra del gnomón en el Surya. 153 Olaf H. Schmidt. (1944). ”The Computation of the Length of Daylight in Hindu Astronomy”, en Isis, vol. 35. n.º 3 (verano), p. 205.

182 planetarios, incluyendo la translación en órbitas circulares. La irregularidad del movimiento de los planetas, que se su- ponía viajaban a velocidad constante a través de los signos del zodíaco lunar, dio posteriormente origen a la teoría de los epiciclos.

Los planetas en sus órbitas van rápida y continuamente con las estrellas hacia el oeste, yerran a la misma distancia co- mo sobrepasados por las estrellas. Por lo tanto, el movimien- to de los planetas parece ir hacia el este, y sus movimientos diarios, determinados por sus rotaciones, son desiguales en consecuencia a las circunferencias de sus órbitas, y por este movimiento desigual pasan el signo. El planeta que se mueve rápidamente requiere poco tiempo para pasar los signos y el planeta que se mueve lento pasó el singo en largo tiempo. (Suryasiddhānta, capítulo I, slokas 25-27)154.

Los Siddhānta son exposiciones en verso extremadamen- te densas, lo que dificulta su comprensión. Además, en ellos no se explican los procedimientos llevados a cabo para llegar a los resultados expuestos. Por estas razones, posteriormente se produjo una considerable cantidad de comentarios de la literatura astronómica155. Para la época también se compusieron tablas en las que se anotaban los

154 Das. Some Notes on Indian Astronomy. Op. cit., p. 393. En el original: ”The planets in their orbits go rapidly and continually with the stars towards the west, and hang down at an equal distance as if overpowered (over-matched in speed) by the stars. Therefore, the motions of the planets appear towards the east, and their daily motions, determined by their revolutions, are unequal to each other in consequence of the circumferences of their orbits; and by this unequal motion they pass the sign. The planet which moves rapidly requires a short time to pass the signs and the planet that moves slowly passed the sign in a long time. (Suryasiddhānta, chap. I, slokas 25-27)”. 155 Cfr., Schmidt. Op. cit., p. 205.

183 cambios de duración del día de acuerdo con las estaciones. Aunque los cálculos no aparecen en las tablas, se supone que la duración del día se obtenía por medio de procedi- mientos trigonométricos. Olaf H. Schmidt explica los pasos que debieron seguir- se para calcular la duración de los días de acuerdo con las estaciones por la vía trigonométrica. A continuación: El primer paso en el cálculo de la duración del día con- siste en encontrar ∂1 ∂2 y ∂3, es decir, las declinaciones de los puntos de la eclíptica cuyas longitudes son 30º, 60º y 90º. Estas declinaciones se encuentran mediante las siguientes fórmulas:

 Jyā ∂1 = (jyā . jyā 30º)/R  Jyā ∂2 = (jyā . jyā 60º)/R  ∂3 =

, que es la inclinación de la eclíptica, tomada como 24º. Estas fórmulas corresponden a la formulación moderna sin ∂ = sin  sin l. El siguiente paso consiste en encontrar los llamados ra- dios de los días R1 , R2 y R3, que son los radios de los círculos paralelos cuyas declinaciones son ∂1, ∂2 y ∂3 , respectiva- mente. La función trigonométrica utkramajyā es empleada. Esta función corresponde al seno inverso, siempre y cuando permitamos que l1 , l2 y l3 sean la duración del día cuando la longitud del sol es 30º, 60º y 90º, respectivamente. Como la duración del día y su noche es 3600 vinadi, la duración del día cuando el sol está en el equinoccio es 1800 vinadi, l1, l2 y l3 puede expresarse como

Ln = 1800 + 2 wn (n= 1,2,3)

184 Donde wn puede representarse como un arco en la es- fera celestial.

Utakramajya ∂n = R (1 – cos ∂).

De los radios de los días se sacan las siguientes fórmulas:

Rn = R - Utakramajya ∂n (n = 1,2,3)

Fig. 12

Asumamos que el gran círculo B A1 en la Fig. 12 es el ho- rizonte y que el gran círculo B A es el ecuador. El gran cír- culo A A1 es trazado perpendicular al ecuador. Ahora, si el arco A A1 = ∂, entonces el arco BA, convertido en vinadis (unidades antiguas), es igual a w1. Hay diferentes fórmulas para el cálculo de wn. En el Surya Siddhānta se encuentra la fórmula

Jyā wn = (Jyā ∂n Rs)/( Rn h) (n = 1,2,3)

185 Donde h es la altura del gnomón ( = 12 units) y s es el largo de la sombra en la tarde cuando el sol esté en el ecuador 156.

Fig. 13: Tabla de cómputo de la duración del día157.

156 Schmidt. Op. cit., pp. 206-207. En el original: ”The first step in the calculation

of the lenght of daylight consists in finding ∂1 ∂2 and ∂3, i.e., the declinations of the points of the ecliptic whose longitudes are 30º, 60º, and 90º. These declinations are

found from the following formula: Jya ∂1 = (jya ∈ . jya 30º)/R ; Jya ∂2 = (jya ∈ . jya 60º)/R ; ∂3 = ∈. ∈, wich is the inclination of the ecliptic, being taken as 24º. These formulas corres- pond to the modern formula sin ∂ = sin ∈ sin l. The next step is consists in finding

the so-called day-radii R1 , R2 y R3, which are the radii of the parallel circles whose declinations are ∂1 ∂2 and ∂3 , respectively. A trigonometrical function utkramajya is employed. This fuction corresponds to the versed-sine, since Utakramajya ∂n = R (1 – cos ∂).

The they-radii are found from the following formulas: Rn = R - Utakramajya ∂n (n = 1,2,3)

Let l1 , l2 and l3 be the lenght of daylight when the sun’s longitude is 30º, 60º and 90º, respectively. Since the lenght of day and night is 3600 vinadi, the lenght of daylight

when the sun is in the equinox is 1800 vinadi, l1, l2 and l3 can be written as Ln=1800 + 2 wn (n= 1,2,3)

Where wn puede representarse como un arco en la esfera celestial. Let us assume that the great circle B A1 in Fig. 1 is the horizon, and the great circle B A is the equator.

186 Estos conceptos matemáticos y astronómicos serán re- cuperados por los astrónomos de la época clásica, quienes llevaron las matemáticas y la astronomía a un nivel de de- sarrollo sin parangón en la historia de la India.

B. La época clásica

La edad de oro de la astronomía matemática

La edad de oro de las artes y las ciencias es inaugurada con la era Gupta, a propósito de la dinastía dominante en la India septentrional entre los siglos iv y vi158 de nuestra era. Los nombres más destacados en el ámbito de la astronomía y las matemáticas en este primer período son Āryabhatta el viejo, Brāhmagupta y Bhāskara el primero159, nacidos en el 476160, 598 y 600 respectivamente. Se conserva tam- bién la obra de Var āhamihira, discípulo de Āryabhatta y autor del Panca Siddhantika, compendio sobre las cinco escuelas astronómicas en el que se hace alusión a la influen- cia extranjera griega, egipcia y romana en la astronomía

The great circle A A1 is drawn perpendicular to the equetor. Now if arc A A1 = ∂, then arc BA, converted into vinadi, is equal to w1. Different formulas are given for the calculation of wn. In the Surya Siddhānta we find the formula Jya wn=(Jya∂n Rs)/ ( Rn h) (n = 1,2,3) where h is the height of the gnomon ( = 12 units) and s is the lenght of the shadow at noon on a day when the sun is in the equator. 157 Schmidt. Op. cit., p. 208. Estas son las tablas de medida de la duración del día –Dinamanapatram– de los folios S.23 , en su versión original. 158 Cfr., Thapar. Op. cit., p. 193. 159 Se utilizan las expresiones como ”el viejo” o ”el primero” para diferenciar a estos autores de otros posteriores, evitando las confusiones que de hecho no han sido esporádicas en el ámbito de la indología al adjudicar una obra de un autor anterior a uno posterior, por ejemplo. 160 Cfr., G. R. Kaye. (1919). ”Indian Mathematics”, en Isis, vol. 2, n.º 2 (septiembre), p. 336.

187 india161. Otros nombres pudieran adicionarse. Por ejemplo, en la lista de reconocimientos del Vijaganita de Bhāskara se incluyen, además de los matemáticos recién menciona- dos, a y Padmanabha162. Todos ellos comparten puntos comunes, a saber, el interés en las ecuaciones inde- terminadas y el triángulo rectángulo racional, además de una pobre referencia a problemas geométricos163. También se dice que sus cálculos implicaban los rudimentos para la solución de triángulos esféricos164, aun sin hacer referencias directas a la trigonometría esférica. Algunas de las contribuciones al saber de la astronomía matemática adjudicadas a Āryabhatta incluyen: el cálculo muy aproximado del año solar en 365.3586805 días, y del valor de π como 3.1416165; el reconocimiento del aparente movimiento de los astros como resultado del movimiento de rotación de la tierra; la introducción del concepto de epiciclo166 (Fig. 14) para explicar las irregularidades del movimiento planetario167; el uso de letras para ecuaciones con variables desconocidas y la elaboración de tablas trigo- nométricas. Āryabhatta, al parecer, conoció tablas simi- lares a las de los dos folios S.23, mencionados más arriba, donde encontraría la inspiración para sus tablas de seno, en intervalos de 225 minutos (3° 45’), completando 90°. En sus

161 Cfr., Ibíd., p. 332. 162 Cfr., Ganguli. Op. cit., p. 144. 163 Cfr., Kaye. Op. cit., p. 335. 164 Cfr., Das. Some Notes on Indian Astronomy. Op. cit., p. 400. 165 Cfr., Thapar. Op. cit., p. 223. 166 Un epiciclo es una circunferencia cuyo centro se encuentra en un punto de otra circunferencia mayor. Para Āryabhatta, como para todos los astrónomos de su época, el movimiento de los planetas en sus órbitas debería ser constante, sin embargo, a veces se percibía una desaceleración en su trayectoria, lo que explicó mediante el movimiento epicíclico. 167 Das. Scope and Development of Indian Astronomy. Op. cit., pp. 203 y 215.

188 tablas introdujo un sistema de valor posicional silábico que facilitó la expresión de los valores numéricos168.

Fig. 14: Movimiento epicíclico planetario

También se achacan a Āryabhatta varios errores e impre- cisiones. Por ejemplo, las fórmulas para hallar volúmenes como los de la pirámide y la esfera son incorrectas, siendo formuladas de la siguiente manera: para la pirámide, el vo- lumen sería la mitad del producto de la base por la altura; para la esfera, el volumen se encontraría al multiplicar el área de un círculo del mismo radio de la esfera por la raíz cuadrada del área del círculo en cuestión169. Además, se suele criticar el carácter condensado del texto, carente de ejemplos o demostraciones, empero, este comentario vale para todos los textos ”científicos” de la antigüedad en la In-

168 Recordamos aquí que, aunque el sistema de enumeración Brahmi ya estaba en uso desde mucho antes, la literatura sánscrita imponía el uso de palabras en vez de números. 169 Cfr., Kaye. Op. cit., p. 334.

189 dia, escritos en verso y de carácter intuitivo y práctico, muy distintos en espíritu a los textos griegos, donde primaba el elemento racional demostrativo. Con sus contribuciones, Āryabhatta el viejo inaugura un linaje de astrónomos y matemáticos que, trascendiendo el período de dominio Gupta, es responsable del desarrollo de la astronomía ma- temática clásica. En esta lista se incluyen los nombres de , Brāhmagupta, Bhāskara i, Mahavira (siglo ix), Munjala (principios del siglo x)170, Sridhara (991)171, Sripati, Bojaraja (1042), Satananada (siglo xi) y, por último, Bhāskara ii (1114)172, también conocido como Bhāskaracarya, en cuya obra se alcanza el pináculo del desarrollo de la astronomía matemática clásica. Por lo de- más, muchos de estos nombres, desde Āryabhatta hasta Bhāskaracarya, están directamente relacionados con el observatorio astronómico de Ujjain173, centro clave en el desarrollo de la astronomía a través de los siglos y punto de referencia de las coordenadas astronómicas174 indias. Inmediatamente posterior a Āryabhatta en el linaje de astrónomos matemáticos, Brāhmagupta se destacó por ha- ber introducido el primer sistema explícito de coordenadas celestes, incluyendo el ”círculo” del ecuador, el ”círculo” de la ”vertical principal” –Samamandala–, el del meridiano –Yamyottaravritta–, el del horizonte –Ksitija– y el de las ”seis

170 Cfr., das. Scope and Development of Indian Astronomy. Op. cit., p. 206. 171 Cfr., Kaye. Op. cit., p. 335. 172 Cfr., Das. Scope and Development of Indian Astronomy. Op. cit., p. 206. 173 Cfr., Schmidt. Op. cit., p. 209. 174 Cfr., Schmidt. Op. cit., pp. 209-210. La ubicación de demostraba la im- portancia de la ciudad para la astronomía. Por ella pasaba el meridiano más importante, quedando a un cuarto de cuadrante hacia el norte del ecuador, según la descripción de Āryabhatta, citada en un texto de Al-Beruni.

190 horas” –Unmandala– (Fig. 15)175. Entre sus contribuciones se encuentran: el uso del algebra para resolver problemas as- tronómicos; el cálculo más acertado de la duración del año, la predicción de eclipses lunares y solares y el cálculo de las efemérides, es decir, del movimiento de los cuerpos celestes en relación con el tiempo. Gracias al Brāhmasphutasiddhānta, de su autoría, traducido por Mohammed Ibn Ibrahim Al- Fazari en el 773176, los árabes entraron en contacto con la astronomía india.

Fig. 15: Coordenadas de Brāhmagupta

”Un círculo llamado Samamandala o la vertical prin- cipal se extiende al este y al oeste; otro extendido al norte y al sur se denomina Yamyottaravritta o meridiano; otro llamado Ksitija u horizonte circuye los otros dos como un cinto. En el centro común a estos círculos está el observa- dor ubicado en la tierra”

(Brāhma Sphuta Siddhānta, Goladhyaya, verso 48)

175 Cfr., Das. (1928). ”Sukumar Ranjan. Coordinates Used in Hindu Astronomy”, en The American Mathematical Monthly, vol. 35, n.º 10 (diciembre), p. 536. 176 Das. Scope and Development of Indian Astronomy. Op. cit., p. 205.

191 Se critica a Brāhmagupta el haber cuestionado severa- mente la obra de Āryabhatta, desmintiendo la teoría de la rotación de la tierra en nombre de la ortodoxia177. Con res- pecto a las matemáticas, en los trabajos de Brāhmagupta se encuentran los primeros usos del cero como valor numérico, junto a una intelectualización del estatuto y propiedades de los números, incluyendo el cero y los números negativos, bastante cercana a la concepción moderna. Sin embargo, en lo concerniente a la notación decimal de valor posicional actual, es Bhāskara i, contemporáneo de Brāhmagupta, quien se decide a dejar de lado la proscripción del uso de números en vez de figuras retóricas o alegóricas dispues- tas en verso, como era costumbre en la literatura ”cientí- fica” sánscrita178. En la obra de Bhāskara i convergen la nomenclatura tradicional del Brahmi, el concepto de cero representado de forma circular y el valor posicional ya en uso en otros sistemas de enumeración sánscritos. Dejando de lado muchos nombres no menos significati- vos, hacemos una breve reseña de Bhāskaracarya, quien marca el fin de la época clásica. Esto no resulta del todo in- justificado, pues es en la figura de Bhāskaracarya179 que convergen los esfuerzos de todo el linaje de autores clásicos, siendo su obra el apogeo de los temas y problemas comu- nes de la astronomía matemática a través de los siete siglos que componen el período dorado de las ciencias en India. Nos referiremos a algunos puntos concernientes a los tres problemas comunes a lo largo de este período, indicados

177 Cfr., Kaye. Op. cit., p. 350. 178 George Ifrah. (2000). The Universal History of Numbers. New York, John Wiley & Sons, p. 415. 179 Cabe anotar que hasta mediados del siglo xx era común que los historiadores de la astronomía india confundiesen a Bhaskaracarya con Bhaskara i, lo que llevó a muchos errores cronológicos e interpretativos.

192 más arriba, a saber, las ecuaciones indeterminadas, las rela- ciones del triángulo rectángulo y el triángulo esférico. Con respecto a las ecuaciones de distintos tipos, se reconoce a Bhāskaracarya el uso de métodos acertados para resol- ver las siguientes: la ecuación diofántica de forma x2 - ny2 = 1, conocida posteriormente como la ecuación de pell180; ecuaciones simples de primer, segundo, tercer y cuarto gra- do; diversas ecuaciones indeterminadas, incluyendo las de tipo ax2 + b = y2. En lo concerniente a la trigonometría, a él se adjudican las soluciones de sen (a + b)181 y sen (a - b) y la introducción explícita de la trigonometría esférica, además del método para encontrar la superficie y el área de una esfera por integración182, lo que, sumado a los elementos

180 Cfr., Srinivasiengar. Op. cit., p. 110. 181 Cfr., David Bressoud. (2002).”Was Calculus Invented in India?” en College Mathematics Journal, vol. 33, n.º 1 (enero), p. 8. La solución de la ecuación de sen (a + b) encuentra una modulación anterior en Brāhmagupta de Bihilla- mala. Empero, Bhaskara ii logra mayor exactitud al introducir el método Cakravala o método cíclico para resolver ecuaciones. 182 Cfr., Ganguli. Op. cit., p. 143. Aunque muchos historiadores de las matemá- ticas adjudican a los matemáticos indios el origen del cálculo, lo más acer- tado sería decir que los matemáticos indios llegaron a resultados similares a aquellos a los que llegó el cálculo infinitesimal posteriormente. Al respecto del trabajo de series llevado a cabo por los matemáticos inmediatamente posteriores a la época clásica, David Bressoud dice: ”No hay evidencia de que el trabajo indio sobre series haya sido conocido fuera de India, o incluso fuera de kerala, hasta el siglo diecinueve. Gold and Pingree aseveran que para la época en la que estas series fueron redescubiertas en Europa, ya habían desaparecido en India para cualquier propósito práctico. Las expansiones seno, coseno y arc tangente han pasado por varias generaciones de discípulos, permaneciendo como observaciones estériles para las que no se pudo encontrar mucha utilidad. “No, el cálculo no fue descubierto en India. Quedo pensando cuantos descubrimientos matemáticos importantes conocidos hoy en día no han sido aún descubiertos, trans- mitidos entre una estrecha cofradía de discípulos como intuiciones intrigantes pero inútiles, a falta del contexto, de las conexiones fertilizantes que les impulsarían a florecer y producir fruto”. En el original: ”There is no evidence that indian work on series was known beyond India, or even beyond Kerala, until the nineteenth century. Gold and Pingree assert that by the time these series were rediscovered in Europe, they had, for all practical purposes, been lost to India. The expansions of the sine, cosine

193 recién mencionados, ayudaría a Brāhmacarya a depurar y mejorar el modelo astronómico de sus antecesores, dan- do lugar a un sistema gravitacional en el que los planetas orbitarían en epiciclos o elipses. Con el advenimiento del Islam, una nueva ola de ines- tabilidad política erosiona el territorio septentrional vol- viendo baldío el antes fértil semillero del genio indio. Es el fin de la época clásica. El sur entonces releva al norte en lo concerniente a la investigación astronómica. En el siglo xiv se forma la escuela de Kerala, que durante otro par de siglos estará a la vanguardia en el estudio de los astros. Su logro más importante es el estudio de las expansiones polinómi- cas de funciones trigonométricas183, ya anticipado por los

and arc tangent had been passed down through several generations of disciples, but they remained sterile observations for which no one could find much use. No. Calculus was not discovered in India. I am left wondering how much important mathematics is today known but not yet discovered, passed among a coterie of tightly knit disciples as an intriguing yet seemingly useless insight, lacking the context, the fertilizing connections that would enable it to blossom and produce its fruit.” David Bressoud. Op. cit., p. 13. 183 Cfr., Bressoud. Op. cit., pp. 8-13. Al analizar las tablas de seno, Āryabhatta descubre un patrón entre la diferencia de los valores consecutivos y las res- pectivas diferencias de los valores consecutivos resultantes de la operación anterior:

a 3438 sen a 1.ª diferencia 2.ª diferencia 3º 45’ 225 7º 30’ 449 224 -2 11º 15’ 671 222 -3 15º 890 219 -4 18º 45’ 1105 215 -5 22º 30’ 1315 210 -5 26º 15’ 1520 205 -6 30º 1719 199

Divididos por 225, los valores de la segunda columna 3438 sen a –3438 es el valor del radio de un círculo cualquiera, resultado de la división de 21600’, lo

194 que es equivalente a 360º expresado en minutos y tomado como distancia, por π/2- dan un valor muy aproximado a los valores de la segunda diferencia:

[sen (x + 225’) - sen (x)] - [sen x - sen (x - 225’)] ≈ -sen x/225

Lo que puede derivar de la identidad trigonométrica

[sen (x+a) - sen (x)] - [sen x - sen (x-a)] = - sen x [(2 sen (a/2)) / 3438]2

De lo que se sigue, según lo hubieran desarrollado autores posteriores:

lim sen (x + a) - 2 sen x + sen (x - a) - sen x lim ([ 2sin (/2)]/ a)2 = a→0 a2 3438 a→0

A su vez, Brāhmagupta de Bhillamala, hacia el 665, encuentra la fórmula que se sirve de las segundas diferencias para aproximar los valores interpolados. Se pretende encontrar el valor de seno (x+∈ ) siendo x el ángulo más cercano del que se conoce el seno y a la diferencia común entre los ángulos en la tabla de Āryabhatta, por lo que se conocen los senos de x+a y x-a. Estos valores pueden ser usados para aproximar las primeras y segundas derivadas del seno de x:

d/dx sen x ≈ [sen (x+a) – sen (x-a)]/2a,

d2/dx2 sen x ≈ [sen (x+a) – 2sen + sen (x-a)]/a2

Según Brāhmagupta

sen(x+∈) ≈ sen x+∈ ([sen (x+a) - sen (x-a)]/2a) + (∈2/2) ([sen(x+a)-2 sen+sen(x-a)]/a 2)

La parte derecha de la ecuación es el único polinomio cuadrático que concuer- da con el seno en x-a, x, y x+a. Si a y ∈ son expresados en radianes y se toma el límite como a→0, entonces:

sen(x+∈ ) ≈ sen x+∈ cos x – (∈ 2/2 sen x)

Para el siglo xxii, Bhaskara ii está al tanto de que la primera diferencia del seno, sen(x+∈ )-sen x, es muy cercana a ∈ cos x, puesto que su razón se aproxima a 1 en cuanto ∈ se aproxima a 0. También se sirve de (- sin x) ∈2 para aproximar la segunda diferencia del seno. Para inicios el siglo xxv, Para- mesvara pone en uso los límites de la primera, segunda y tercera diferencia para dar una aproximación cúbica de sen (x+∈) cuando el valor de seno x es conocido:

195 astrónomos clásicos, a las que se puede llegar haciendo uso de las técnicas del posterior cálculo infinitesimal184. Con el advenimiento del poder occidental, los saberes ancestrales de la Samkhyana y la Jyotisa fueron paulatina- mente remplazados por sus equivalentes europeos. Se cree que para la época muchos de los recientes redescubrimien- tos europeos anteriormente desarrollados en India ya se habían perdido casi definitivamente en su primer lugar de origen. Las precarias condiciones de la enseñanza en la India dieron libre entrada a la instrucción occidental, que- dando mucho del prolífico pasado de un linaje de más de dos mil años de astrónomos y matemáticos en la oscuridad, hasta que comenzaron a ser rescatados por los arqueólogos e historiadores de las matemáticas. Cerramos con esto la rúbrica destinada al desarrollo de la astronomía matemática, con la que finalizamos también la exposición del desarrollo de tres ramas del conocimiento an- cestral de India, antes de la colonización cultural europea.

sen(x+∈) ≈ sen x+(∈/R) cos x - (∈2/2R2) sen x - (∈3/4R3) cos x,

cuando los argumentos de las funciones trigonométricas son expresados en unidades iguales a R –1 radianes. Al volver a traducir a la notación india original, en términos de Jya (media cuerda del arco a) y Kotijya (la media cuerda del ángulo complementario), teniendo en cuenta que el seno y el coseno son funciones de ángulos medidos en radianes, entonces :

Jya a = R sen (a/R), koj a = R cos (a/R)

Hacia el siglo xvi, Jyesthadeva es capaz de probar que

Jya a = a - (a 3 / R2 3!) + (a 5 / R4 5!) - (a 7 / R6 7!) +…

(Se omite aquí la prueba de Jyesthadeva, que sin embargo aparece detallada en el trabajo de David Bressoud). Como anotamos más arriba, todo este pie es una paráfrasis resumida del autor a la que no se añade nada. 184 Daniel Uvanovic. (1936). ”The Indian Prelude to European Mathematics”, en Osiris, vol. 1 (enero), p. 654.

196 Conclusiones

Venimos de hacer el seguimiento del desarrollo de la astro- nomía, las matemáticas y la medicina en el territorio de la India actual, según lo reconstruyen los historiadores, desde los albores de la civilización en el subcontinente hasta la introducción definitiva de la ciencia occidental. La primera conclusión, la más evidente, es que de poder pensarse el es- tado del mundo globalizado actual como una ”civilización universal”, basada fuertemente en el ideal de desarrollo tec- nocientífico, esta tendría que reconocer la deuda que tiene con los antiguos ”sabios” de la India, quienes modelaron muchos de los conocimientos a la base de la tecnociencia moderna. Empero, sin que esto deje de ser justo, es posible pensar una reivindicación más general para un tipo de pen- samiento radicalmente distinto del pensamiento científico moderno, tal y como son las modulaciones de pensamiento ancestrales de la India. Esto tiene que ver con el segundo prejuicio mencionado en la introducción del capítulo, al respecto de una aproximación eurocéntrica a los saberes ajenos a la reciente tradición científica occidental. Matizar la creencia en la contradicción entre el pensa- miento ”religioso” y el aspecto empírico de los saberes en la India, siendo el primero una traba para el desarrollo del segundo, puede ser un primer punto para tener en cuenta a la hora de aproximarse a las formas de pensamiento más ”generales” o ”metafísicas” junto a las más empíricas, en la unidad en la que parecen haberse generado. La oposición entre estos dos polos del saber es un prejuicio común entre muchos de los historiadores a cuyos trabajos hemos recurri- do aquí. Según éstos, la ortodoxia religiosa y las doctrinas metafísicas habrían sofocado el nacimiento de la ciencia positiva en la India antigua. De esta manera, se acusa a la doctrina brahmánica del karma de haber impedido el

197 desarrollo de la medicina, puesto que pretender recuperar la salud de un paciente enfermo estaría en contra del sino producido por sus acciones pasadas; se culpa a la proscrip- ción de manipulación de cadáveres el haber entorpecido el desarrollo de la anatomía; se le achaca al modelo védico del cosmos el ataque a los progresos en la astronomía; se reclama a la excesiva teorización de la universidad budista de Nalanda el decaimiento de la medicina empírica; y se acusa a la ingenuidad de los matemáticos, quienes creían que sus números eran revelados por los mismos dioses185, la imposibilidad de desarrollar verdaderos sistemas matemá- ticos ”racionales” que incluyeran deducciones y pruebas, en vez de simples formulaciones de corte práctico basadas en el trabajo de autores extranjeros186. En general, se recla- ma a la superchería y a la religión el haber empañado la visión límpida de la razón positiva sobre el mundo, lo que es común tanto a los defensores del genio indio como a sus detractores. Los primeros resaltan la semilla del saber positivo que no logró germinar fácilmente en el baldío del dogma ortodoxo. Los segundos, a su vez, niegan rotunda- mente la precocidad y originalidad de los descubrimientos e invenciones de los sabios indios, incluso en contra de las pruebas más evidentes. Si bien todas las críticas arriba señaladas deben ser consi- deradas, también pueden ser contravenidas por contunden- tes argumentos a favor de las cosmovisiones que soportan y anteceden el aspecto empírico del pensamiento tradicional en los distintos dominios. Por ejemplo, ¿si la doctrina del karma está en contra de la recuperación del enfermo, por qué los vedas, y en especial el Atharva, incluyen ensalmos

185 Cfr., Kaye. Op. cit., p. 342. 186 Cfr., Ganguli. Op. cit., pp. 132-145.

198 para recuperar la salud del paciente? Es pertinente recor- dar a este respecto que los primeros tratamientos médicos aparecen expuestos en los libros auxiliares del Atharva veda, y que el ritual debía acompañarse de procedimientos cura- tivos a la ayuda de una farmacopea limitada, lo que estaría desmintiendo que la ortodoxia, representada sobre todo por la literatura védica, se opusiera radicalmente al uso de la medicina, y mucho menos a la superación de estados pato- lógicos. Además, es sabido que el primer conocimiento de la anatomía del cuerpo humano deriva de la exigencia de precisión en los sacrificios animales; por analogía entre la constitución física del hombre y el animal, la disección del uno servía para conocer al otro. La astronomía y las mate- máticas, a su vez, deben su advenimiento a las exigencias del ritual védico, por lo que el primer desarrollo de estas disciplinas está íntimamente ligado a fines religiosos, ori- ginándose como partes del Vedanga, el cuerpo de saberes de los vedas. Muchos otros casos pueden servir de apología al pen- samiento religioso187 o metafísico, en el caso del alba y el de- sarrollo de la civilización india, como una instancia que no contradice, sino que promueve el desarrollo del saber em- pírico. Así, la salud nunca había encontrado un campo de acción tan amplio como con el surgimiento y la aceptación social del budismo, doctrina que auspició la apertura de hospitales sin restricción de casta, de acuerdo con el espí- ritu integrador de su dharma. En este punto, es importante

187 No es fácil encontrar un mote apropiado para caracterizar este tipo de pensa- miento, en el que intervienen muchos matices, aunque muchos se aproximan más o menos a una definición apropiada: metafísica, religión, pensamiento mítico, etc. Nos referimos con estos términos a las lecturas que en el contacto con su exterioridad, llámese ”realidad” o ”mundo”, generan una cosmovisión, una lectura global en la que encajarían las positividades, incluyendo o no divinidades o seres sobrenaturales.

199 resaltar un elemento que parece esencial en la discusión, y tiene que ver con el carácter dogmático que se asocia a la ortodoxia religiosa. Ciertamente en muchos casos tuvo que haber disentimiento entre el pensamiento establecido y las nuevas formas asociadas al saber empírico, empero, en unas épocas más que en otras, el estado de la ortodoxia era de tal relajación que permitió el florecimiento, no solo de saberes positivos que, como la medicina y la astronomía, pudieran disentir en aspectos puntuales con las doctrinas de la ortodoxia, sino también de cosmovisiones y religio- nes disidentes radicalmente opuestas, desde el budismo y el jainismo hasta el materialismo, conviviendo con ellas, lo que impulsó también el ejercicio intelectual; y aquí se puede recordar que la institución universitaria, existente en India en una época tan temprana como el siglo quinto antes de nuestra era, se constituyó en un sitio de encuentro y discusión para las doctrinas divergentes, lo que se debe, quizás, al carácter múltiple de la forma religiosa conocida como hinduismo, en la que convergen innumerables ten- dencias religiosas emparentadas entre sí, pero carentes de un canon común que las albergue y las limite. Por lo demás, quizás el afán por oponer los primeros brotes de la ciencia en India a las cosmovisiones religiosas, identificados en estatuto con la ciencia empírica occidental, tenga que ver más con la propia historia de la ciencia occi- dental y su conflicto con la religión hegemónica en la época de su aparición que con el devenir de los saberes desprendi- dos directamente de la literatura védica, en lo que habría, de nuevo, un dejo claramente eurocentrista. Formulado como remota hipótesis, lo que los autores occidentales extrapo- larían y proyectarían en el caso indio no sería sino la lucha que la misma ciencia empírica occidental, originalmente ajena al dogma del catolicismo escolástico, tuvo que librar para ser reconocida como forma de saber legítimo, lo que le

200 costó mas de tres siglos y una buena cantidad de mártires. Desde este punto de vista, la ortodoxia del hinduismo no resulta ser tan dogmática. Con lo arriba anotado no se pretende defender una actitud diametralmente opuesta a la comúnmente llevada por los historiadores de la ciencia india, pues esta resultaría igualmente nociva, lo que quiere decir que la aceptación de las cosmovisiones indias y sus disciplinas ”auxiliares” fuera de su contexto, sin ningún tipo de análisis crítico, es también desfavorable para una aproximación seria al asun- to de los saberes tradicionales. Entre estas dos posturas se encuentra el camino del diálogo entre las diferentes formas de saber, lo que exige una actitud nueva para la ciencia, a saber, la humildad. Por lo demás, nunca antes la ciencia ha estado tan preparada para asumir este reto de apertura a su exterioridad, pues no solo su relación con los demás sa- beres parece exigirlo, sino que la misma crisis a su interior, de sus fundamentos y pretensiones, la hace cuestionarse su supuesto estatuto de único saber legítimo del mundo. Son muchos los indicadores que los autores pueden asociar a esa crisis. A saber, proliferación de los modelos científicos, crítica al sujeto de conocimiento, pérdida del proyecto de omnisciencia188, pérdida del horizonte de uni- versalidad189, por nombrar solo algunos. Aunque no los podemos exponer aquí en detalle, diremos que todos se refieren a la perlaboración del supuesto de la ciencia de ser el único discurso capaz de dar cuenta del mundo, ”tal como es”, de una forma unívoca y sistematizada.

188 Ilya Prigogine y Isabelle Stengers. (1994). La Nueva Alianza, Metamorfosis de la Ciencia, Manuel García Velarde y María Cristina Martín Sanz (trads.), Madrid, Alianza Editorial, p. 301. 189 Jean-François Lyotard. (1979). La Condition Postmoderne: rapport sur le savoir. Paris, Les Éditions de Minuit, pp. 8-9.

201 La deconstrucción del sujeto moderno como punto de vista legítimo del conocimiento al ser el garante de la universalidad, la proliferación de modelos científicos que tratan de los distintos aspectos de la realidad de forma más o menos ”fragmentada”, recuerdan constantemente a la ciencia los límites de su labor, desde el interior mismo de la reflexión filosófica y científica sobre los supuestos de la racionalidad. Desde el exterior, la violencia de la naturaleza que se resiste a la reducción en modelos dinámicos perfec- tamente predecibles y manipulables impone a la ciencia a la vez el reto de tener que vérselas con la libertad y la indeter- minación real de la naturaleza y la humildad de reconocer sus límites como una simple lectura más del mundo, eso sí, con unas características determinadas: no todo discurso que hable del mundo puede reclamar de entrada un esta- tuto científico, esto es, que no todo saber es ciencia190 y que no todas las prácticas y disciplinas que pretenden influir en la realidad son científicas, por lo que la ciencia se puede guardar el derecho de determinar qué tipo de discurso sí coincide con las características que ella impone a su labor. Sin embargo, tiene que reconocer la multiplicidad dentro del ejercicio científico mismo, que no puede abordar la sobreabundancia de la naturaleza sino desde distintos as- pectos, modelos o puntos de vista parciales. Por lo demás, la determinación de la naturaleza según modelos dinámicos en los que todas las variables sean manipulables, lo que es como meter el universo en una caja de fósforos, responde, según coinciden autores como

190 Lyotard asevera que la condición para la razón posmoderna consiste en la aceptación de los distintos regímenes discursivos de acuerdo con su finalidad. En ese sentido, la racionalidad ya no fundaría su legitimidad en la idea de universalidad, sino en las distintas finalidades que atraviesan los diversos dominios discursivos.

202 Lyotard191 y Prigogine, por nombrar algunos, a una racio- nalidad de la voluntad, la voluntad de dominio de la natu- raleza, por ejemplo, aquella voluntad que se asocia al sujeto de conocimiento moderno en el que se aúnan la inquietud por conocer y la exigencia de dominar el objeto conocido, para hacerle coincidir con sus finalidades. Conocer, en el ámbito moderno del pensamiento, es indisociable de do- minar y predecir, si es que no es equivalente. Así, siguien- do el análisis de Prigogine y Stengers, las fórmulas de la ciencia clásica expresan claramente la intención de agotar ”el objeto mismo por un conjunto de equivalencias que defi- nen igual e inseparablemente posibilidades de manipulación”192. Con el advenimiento de la crisis en la ciencia que impone el descubrimiento de la indeterminación de la naturaleza, de la tendencia inherente a ella al desorden, lo que es patente en los esfuerzos de la termodinámica, se entiende que las leyes de la ciencia clásica no equivalen sino a momentos privilegiados en los que el observador hace referencia a fenómenos que pueden fácilmente reducir a una fórmula estática, según su voluntad cegadora de dominio, dejando por fuera todo aquello que se escape o no coincida con dicha formulación. Esto apunta, de nuevo, a la exigencia de reco- nocimiento de las limitaciones por parte de la racionalidad científica, esta vez hecha desde su exterior y, podríamos decir, casi que hecha por la naturaleza misma. Si la ciencia es capaz de reconocer sus limitaciones, como ha sido capaz de reconocer la multiplicidad en su ejercicio, entonces estaría preparada también para aceptar un diálogo respetuoso con las múltiples formas de interpretar el mundo

191 Jean-François Lyotard entrevistado por Teresa Oñate. (1987). ”La escritura de la disensión”, en Revista de Occidente, n.º 85 (junio), p. 121. 192 Prigogine y Stengers. Op. cit., p. 296.

203 y, en especial, con los saberes de las tradiciones mal llamadas pre-científicas, ya sean saberes empíricos o ”cosmovisiones metafísicas”, a las que el mote de a-científicas correspondería mejor, pues no solo anteceden a la ciencia, sino que pueden venir al tiempo, o después de la ciencia. Con esto también decimos que si bien el conocimiento científico se pudo servir de, basarse en, apropiarse de, o traducir doctrinas, nociones o prácticas nacidas o establecidas en un ámbito a-científico, como el caso de los aportes señalados a lo largo de todo el tra- bajo que aquí presentamos, no quiere decir que estos aportes sean necesariamente fruto de una expresión temprana de la ciencia positiva tal y como se le conoce en la actualidad, en lo que disentimos con lo que caracterizamos en la introducción de este capítulo como el segundo prejuicio eurocentrista de los historiadores de la ciencia. Si en un primer estadio del estudio de los saberes a-científicos se menospreciaban o desmentían los aportes de las civilizaciones ajenas, lo que corresponde al primer prejuicio eurocentrista, en el segundo estadio se validan solo los aspectos de estas tradiciones que pueden ser fácilmente traducidos al ámbito científico moderno, lo que podría criticarse en la misma línea que se hace la críti- ca al modelo dinámico de las ciencias, en el que se vuelven visibles solo aquellos casos y momentos que se ajustan a las capacidades y finalidades de la ciencia, desechando de tajo el resto en una actitud ciegamente irracional. Si el reto que pone Prigogine a la ciencia consiste en seguir el juego de la naturaleza en su libertad, por lo que tiene que sacrificar el aspecto de dominio a favor del conocimiento, la historia, ya no de la ciencia, sino de los saberes, tiene que asu- mir el reto de aceptar el grueso de las tradiciones a-científicas, no como verdades científicas, sino como lecturas legítimas de la realidad con las que se puede dialogar, lo que le impli- ca también el abandono de la idea según la cual la legitimi- dad de los saberes depende de su proximidad a la ciencia.

204 Si los saberes tradicionales y la forma de saber científica no coinciden en su estatuto y finalidad, en lo que sí coinciden, desde la perspectiva aquí expuesta, y coinciden incluso la filosofía, las artes y la religión, es en ser poéticas, es decir, en ser acuerdos parciales entre el discurso y la realidad indeter- minable e indeterminada, esto según la acepción griega de la etimología de poesía, poiêsis, es decir, producción activa193. Un estado de apertura al diálogo entre los diferentes dominios sobre la realidad posibilitaría la creación de puentes que permitieran el contacto con la exterioridad del discurso de una forma menos sesgada, no para aunar todos los dominios en una lectura general a la que se le pudiera poner la etiqueta ”mundo definitivo”, sino precisamente para hacer justicia a la irreductibilidad de este mundo vivo y cambiante allende la interpretación. Ciertamente, en este panorama no tendría cabida la pretensión de omnisciencia, pero seguramente la ciencia podría expandir su campo de acción; se perdería la ilusión de llegar a conocer el mundo, definitivamente, pero se podría conocer más acerca de él. Por lo demás, el diálogo con los demás saberes, reivindica- dos en su legitimidad, puede aportar a la tecnociencia mu- chos conceptos, métodos y, en general, materia para que la ciencia y la técnica ensanchen su espectro de conocimiento y transformación, tal y como lo hizo ya la medicina con la adopción de la rinoplastia hindú y la matemática con mu- chos de los desarrollos de la Samkhyana y la Jyotisha, en el caso específico de la relación de la ciencia occidental con los saberes tradicionales de la India. Si estos tránsitos fá- cilmente traducibles han aprovechado a la ciencia para su evolución, quizás una aproximación respetuosa a los sabe- res, en su aspecto más general, pueda producir resultados

193 Prigogine y Stengers. Op. cit., p. 325.

205 sorprendentes. Resaltamos, siguiendo a Ilya Prigogine e Isabelle Stengers, que el respeto en el ejercicio científico, hacia su exterioridad, ya sean discursos, posturas o la na- turaleza misma, puede ser una salida a los problemas que el advenimiento de una visión fuertemente tecnocrática ha desencadenado. Al respecto, los autores anotan:

El mundo técnico, que la ciencia clásica ha contribuido a crear, necesita, para ser comprendido, de conceptos diferen- tes de los de esta ciencia.

Cuando descubrimos la naturaleza en el sentido de physis, podemos igualmente empezar a comprender la complejidad de las cuestiones a las cuales se enfrentan las ciencias de la sociedad. Cuando aprendemos el ”respeto” que la teoría física nos impone hacia la naturaleza, debemos igualmente aprender a respetar las demás formas de abordar las cuestio- nes intelectuales, bien sean las aproximaciones tradicionales, las de los marineros y de los labradores, bien sean aproxi- maciones creadas por las otras ciencias. Debemos aprender, no a juzgar la población de conocimientos, de prácticas, de culturas producidas por las sociedades humanas, sino a entrecruzarlos, a establecer comunicaciones inéditas entre ellos que nos pongan en condiciones de hacer frente a las exigencias sin precedentes de nuestra época.

¿Cuál es ese mundo en relación con el cual hemos vuelto a aprender la necesidad del respeto? Hemos evocado sucesi- vamente el concepto del mundo clásico y el mundo en evo- lución del siglo xix. En los dos casos se trataba de dominio, y del dualismo que opone al que controla y al controlado, al que domina y al dominado194.

194 Prigogine y Stengers. Op. cit., p. 323.

206 Bibliografía

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Entrevistas

Jean-François Lyotard entrevistado por Oñate, Teresa. (1987). “La escritura de la disensión”, en Revista de Occidente, n.º 85 (junio), p. 121.

210 Capítulo tres

El conocimiento y la técnica en la historia del Japón

Hiroshi Wago y Ricardo Tokunaga

Introducción

Hoy en día, Japón es un país reconocido como uno de los íconos más importantes de los avances científicos y tecnoló- gicos a nivel mundial, es corriente afirmar que el liderazgo de Japón dentro de las naciones industrializadas en campos como la productividad y la innovación tecnológica obedece a la ayuda y protección recibida de Estados Unidos en el período de la posguerra, sin embargo, este desarrollo ha sido posible gracias a procesos históricos particulares, que han involucrado una serie de transformaciones radicales que afectaron todas las esferas de su sistema social. La historia japonesa se presenta en un juego ambiva- lente de períodos de autoexclusión y apertura a lo externo, según lo dictaminado por la política nacional de turno. Con todo, la reclusión voluntaria no siempre fue total, dado que aun en tiempos de aislamiento se mantuvo contacto con

211 el exterior, ya fuera, a través de los contactos comerciales limitados en determinados puertos, o por medio del con- trabando. En consecuencia, se torna problemático el hecho de establecer si los logros en el desarrollo japonés del co- nocimiento deben ser atribuidos a las capacidades propias en la creación o a la virtud de adaptación y mejoramiento de las técnicas y los saberes importados. Hubo épocas en que los gobernantes generaron condi- ciones para dar cabida a lo extranjero, en forma voluntaria o por presiones externas. En ellas, el país buscó la forma de obtener el influjo externo sin sacrificar las particularidades de su cultura y visión del mundo. Según lo expresado por Sugimoto y Swain (1989), se han identificado dos grandes etapas de modernización que se destacan porque el corazón de dicho proceso obedece a la implantación de nuevos siste- mas políticos, económicos, religiosos, educativos y sociales, importados y adaptados a las condiciones locales, lo cual permitió y potenció el avance de los saberes y las técnicas en Japón, sin borrar sus logros endógenos. Este texto explora los períodos previos a la segunda guerra mundial, en los cuales Japón creó los cimientos necesarios para ser un protagonista de primer nivel en el escenario internacional. En este sentido, se presentan las influencias que ha recibido Japón de las diferentes regiones del mundo, ya sean influencias euroamericanas o de sus vecinos asiáticos, especialmente de China. Como fue el caso del primero de estos procesos que se presentó en el Japón premoderno, mientras que el segundo, con la participación de países occidentales, tuvo lugar de manera significativa a partir de la Reforma Meiji de 1868.

212 I. La influencia cultural china en el Japón premoderno

La cercanía de Japón con el noreste del continente asiático es un factor geográfico que ha permitido contactos entre sus pobladores desde la prehistoria. Sin embargo, estos contac- tos correspondieron más a hechos aleatorios, poco frecuen- tes y limitados, y no a expediciones organizadas1 (Ishida e Izumi, 1968, 189). Es solo a partir del año 646 d. C., entre los períodos Nara y Heian, que con la llamada Reforma Taika, se inició el envío de las primeras misiones oficiales hacia varios reinos continentales. Se buscaba, por medio de esta reforma, la incorporación de elementos del modelo de la sociedad Tang de la China, y se le ha considerado el primer esfuerzo sistemático y consistente de importación a gran es- cala de conocimientos extranjeros. La influencia intelectual penetró todas las capas sociales y generó el revolucionario cambio de una estructura social agraria local a una unifica- da y centralizada por la corte imperial. Este sistema social integrado como una unidad política bajo el control central se denominó ritsuryoo seido2 (Sugimoto y Swain, 1978, 12). Las raíces de dicho sistema se remontan al reino Han en China y era similar al utilizado en los reinos de Koguryo, Paekche y Silla, en la península coreana.

1 Se ha encontrado documentación que evidencia contactos para el pago de tributos desde aldeas-Estado de la isla japonesa de Kyushu a asentamientos controlados por el Reino Han de China en el actual territorio coreano, que se realizaron desde el 57 d. C. (Ishida e Izumi, 1968, 159). 2 Se refiere por Ritsu al Código Penal y por Ryoo a las directrices administrativas para la reforma. Sin embargo, el término Ritsuryo Seido va más allá y se refiere al sistema social que en conjunto conforma una sola unidad política integrada bajo un control central, donde los códigos legales son solo una parte formal de la estructura (Sugimoto y Swain, 1978, 12).

213 La unificación del poder bajo un gobierno centralizado generó las condiciones necesarias para establecer contactos diplomáticos entre las cortes de Japón y Tang. Bajo este mar- co de amistad se adelantaron envíos regulares de misiones diplomáticas y de estudios (kentoshi), sin verse afectados por los distintos movimientos políticos internos en Japón, que incluyeron el traslado de la capital del país dos veces (de Kamakura a Nara en el 710 d. C., y de Nara a Kioto en el 794 d. C.). En total, durante el período en mención se pro- gramaron 18 misiones de estudios de las cuales se hicieron efectivas 15, mientras se canceló una por problemas climá- ticos, otra al encallar el barco en el que viajaba la misión y, por último, la misión 18, por la inestabilidad política interna de Tang que terminó en la caída de la dinastía (Sugimoto y Swain, 1978, 19). Los kentoshi formaron la base para el cambio estructural de la sociedad que se llevó a cabo en Japón. Estas misio- nes les permitieron a los miembros de familias de clanes importantes ocupar posiciones en el cuerpo diplomático, estudiar el sistema extranjero en su lugar de origen, y al re- gresar al país ubicarse en posiciones políticas de alto rango, aplicando los conocimientos adquiridos. Por otra parte, los miembros de las familias de bajo rango que participaron en las misiones, aunque oficialmente menos reconocidos, también hicieron una contribución clave al importar consi- go técnicas, libros e instrumentos avanzados y difundirlas a gran parte de la población (Mori, 1962, 102). Durante la primera parte de esta ola de la cultura china en Japón, uno de los aportes fundamentales fue el mejora- miento de las técnicas agrícolas que se centraron en el culti- vo anegado del arroz. La importación de nuevas técnicas del manejo del bronce y la introducción del hierro permitieron el desarrollo de mejoras en las herramientas que incremen- taron la productividad agrícola y, a la vez, la introducción

214 de mejoras en la fabricación de las armas para la defensa de los pueblos. Tuge denomina este período como la ”Edad de Hierro” de Japón (Tuge, 1968, 2). El budismo, religión que tiene la capacidad de coexistir armoniosamente con las prácticas sintoístas nativas del Japón, se extendió rápidamente hasta las más altas esferas del poder. Su rol en el desarrollo de la sociedad japonesa no solo fue importante en el aspecto meramente religioso, sino también por su contribución para establecer las bases para la práctica de otras disciplinas tales como la arquitectura, las artes, la literatura y las matemáticas. Para Sugimoto y Swain el mayor aporte del budismo fue intangible (Sugimoto y Swain, 1978, 27). Las construc- ciones monumentales de tumbas y templos (por ejemplo, Todaiji del año 752, Horyuji del 607 y Toshodaiji del 759), en Nara, fueron el resultado de la fe de los gobernantes y su afán por magnificar la práctica religiosa importada. En forma paralela, se iniciaron grandes proyectos de irriga- ción que contemplaron la construcción, en todo el país, de represas, reservorios y canales de agua, con mayor énfasis en las zonas antes consideradas como improductivas por su pobre acceso al recurso hídrico. Para llevar a cabo es- tas obras de gran magnitud, se requirió de una destreza superior en matemáticas a la disponible en el momento, lo cual fue suplido con el conocimiento aportado por los inmigrantes continentales, quienes ingresaron a Japón a lo largo del período Nara, y por sus descendientes. Se cree que estos inmigrantes fueron los mejores técnicos en sus áreas disponibles en ese tiempo. Llegaron durante el flo- recimiento de las dinastías Sui y Tang en China, y Paekche y Silla en Corea, cuyas destrezas técnicas y conocimientos eran notablemente superiores a los de Japón.

215 Los estudiantes beneficiados por las misiones Kentos- hi también aportaron significativamente a estas grandes obras. Con el conocimiento adquirido en sus viajes (Sugi- moto y Swain, 1978, 31), contribuyeron en la planeación y construcción de las nuevas ciudades capitales de Hejokyo (actual Nara) y Heiankyo (actual Kyoto). Heiankyo tiene la particularidad de haber sido diseñada como una réplica a menor escala de Changan, la capital del Reino de Tang. La llegada de la escritura al Japón, traída por los envia- dos del reino Tang, marcó un punto de quiebre en el estudio y desarrollo de las ciencias. El aprendizaje de la lectura y la escritura de caracteres chinos (Sugimoto y Swain, 1978, 32), fue la base para el registro de todas las actividades prácticas, cuya acumulación y transmisión del conocimiento había sido posible solo a través de la oralidad. El registro dispo- nible de los saberes y las técnicas indican que Japón tenía serias deficiencias en estas áreas y estaba muy atrasado con respecto a los demás reinos del continente asiático. En este Japón premoderno abundaron los relatos mito- lógicos que se utilizaron para explicar los orígenes de las cosas. Sin embargo, antes de la llegada del conocimiento chino, no se conoce de prácticas astrológicas o astronómi- cas, ni de una explicación de la cosmogonía (Sugimoto y Swain, 1978, 52). La llegada de profesores y textos chinos, así como la apertura de un Instituto de Adivinación en Nara cambiaron la situación. Allí se difundieron las diferentes tendencias intelectuales chinas; se promovieron las teorías cosmogónicas folclóricas del Zhou bi (en el que se dice que el cielo tiene una forma circular y la tierra cuadrada), y el Huntian (el cielo tiene forma esférica, como un huevo y la tierra está en el centro, como la yema). Se introdujo también la práctica de dos tipos de astrología importados de China: una con propósitos políticos y otra para la adivinación per- sonal del destino. Solo la última contó con la aceptación de

216 los japoneses. Las principales técnicas eran el yin-yang y la tradición de las cinco fases, las cuales han sido explicadas en el capítulo de China. Por otro lado, la medicina de la época correspondía también a prácticas primitivas y limitadas de conocimiento tradicional y prácticas chamánicas. En el cuento folclórico del ”Conejo blanco de Inaba” (Chamberlain, 1982, 81-82), se ilustra el tratamiento de irritación de la piel por medio del uso de la espaldaña. En otros cuentos hay indicios de la utilización de cortezas, hongos y otras hierbas medicinales, así como de prácticas quirúrgicas simples. Los orígenes de las enfermedades eran comúnmente atribuidas a causas di- vinas (kami) y a las impurezas personales (kegare). Para curar dichos males se acudía a prácticas religiosas de exorcismos y purificación, relacionadas con el sintoismo primitivo. Estas prácticas fueron remplazadas con la introducción de la medicina china por médicos contratados por las cortes imperiales, quienes trajeron consigo abundante literatura sobre el tema. Hay registros que indican la utilización de los principios del yin-yang, la teoría de las cinco fases y las técnicas de acupuntura y moxibustión traídos de China a través de Corea. El Yakkei Taiso (Fujikawa, 1941, 50), escrito por Wake no Hiroyo durante el reinado del emperador Kanmu (781-806), es considerado el primer trabajo médico escrito producido en Japón. El emperador Heizei (806-809) ordenó a Abe no Manao e Izumo no Hirosada realizar una compilación de los tratamientos médicos y las preparaciones medicinales existentes empleadas en el Japón antiguo, ante el temor que desapareciera este conocimiento, dado el auge de la práctica medicinal china. Aparte de estos libros, no existe otra documentación escrita sobre la práctica de la medicina japonesa.

217 En esta primera etapa de la historia de Japón no fue institucionalizado un método sistemático que permitiera un desarrollo más avanzado de las ciencias. A diferencia de la tradición china, la cual estaba estructurada en la ra- cionalidad basada en Confucio y las enseñanzas taoístas, la estructura mental japonesa estaba sustentada en el pen- samiento místico. La llegada y la adopción del budismo cimentaron las bases para el desarrollo de un pensamiento con mayor nivel de evolución, pero a pesar de los efectos en la arquitectura, la agricultura y otras formas de saber, no dejó de ser, en su esencia, un sistema místico y religioso, lo que chocó con la idea de racionalidad confuciana china limitando el progreso en las diferentes ciencias.

II. La larga fase de desarrollo autóctono

Hacia finales del período Heian, el flujo y la influencia del conocimiento de las técnicas y saberes importados desde la China y Corea disminuyó notablemente. La asimilación de las técnicas y saberes disponibles al medio japonés ya se estaba haciendo más evidente en la vida cotidiana, lo cual revelaba el alto grado de madurez al cual estaba llegando esta nueva sociedad japonesa. Si bien todavía su nivel de manejo de saberes y técnicas no se encontraba a la par de otros reinos como los chinos, indios y coreanos, el incremen- to del conocimiento interno comparado con lo disponible antes de la primera gran ola de cultura china, fue bastante notorio. Se reflejaban, en especial, los avances presentados en la medicina, la astrología, la arquitectura, las artes, la matemática y la agricultura. Fue justamente el mejoramiento de las técnicas agrícolas el que contribuyó al incremento del poder de los señores feudales locales (daimyo). La expansión de los cultivos de arroz y el aumento en su productividad se reflejó en la acu-

218 mulación de riqueza. Poco a poco el poder de estos daimyo fue creciendo y debilitando al gobierno central investido en el emperador y su Corte. La pomposa cultura cortesana que floreció bajo la influencia china cambió radicalmente, al pasar de ser un cuerpo cortesano aristócrata civil a uno provincial militar. El cambio en la composición de la Corte no modificó en nada la actitud tomada desde mediados del período Heian respecto al bloqueo en la importación del conocimiento desde el exterior. Por los siguientes cinco siglos, con la ex- cepción de algunos monjes budistas que contaron con el permiso de la Corte, se prohibieron los viajes de japoneses a China, dando paso a un nuevo período caracterizado por el aislamiento y el desarrollo autóctono y, a juicio de Sugimoto y Swain, limitado en sus alcances científicos y técnicos (Sugimoto y Swain, 1978, 103). Este desarrollo au- tóctono se hizo más evidente en las áreas de la literatura y la religión. A partir de este período de la historia japonesa, y más adelante con el establecimiento del Shogunato (título de generalísimo de las fuerzas del emperador) a manos de Taira no Kiyomori y luego por Minamoto no Yoritomo, el contacto con la China imperial se limitaría aún más, dado que los barcos mercantes provenientes del continente fue- ron sujetos a regulaciones muy estrictas. Si bien la política nacida en la era Taika de asistencia oficial para el desarro- llo del conocimiento se mantuvo, fue bastante limitada, y además se optó por dar en concesión hereditaria la labor de desarrollar cada una de las disciplinas a distintas familias nobiliarias. Los registros indican que los avances alcanza- dos mediante este nuevo método fueron más bien pobres. Este monopolio del conocimiento atentó contra su difusión a nivel general y los avances que se pudiesen generar por la socialización del saber. Las habilidades matemáticas de

219 las personas disminuyeron en forma considerable durante esta época y solo vendría a darse un mejoramiento en su práctica y aplicabilidad algunos siglos después, gracias al florecimiento del comercio a gran escala. La autoexclusión característica de la que hablan Naka- yama, Sugimoto y Swain, estuvo marcada por la tendencia de los japoneses a su devoción por todo lo relacionado con las artes y prácticas supersticiosas, y la popularidad de las artes de la adivinación (Nakayama, 1969, 75). Las escuelas budistas realizaban horóscopos de acuerdo con las ilustra- ciones indias astronómicas que se encontraban en el texto chino Xiuyaojing. Los budistas, en especial de la corriente zen, contaron con espacios para desarrollar sus ideales, al tener una importante aceptación por parte de los gobernantes y el pueblo. Ellos mantuvieron activos los estudios sobre la utilización de las plantas medicinales. De hecho fueron los responsables de la llegada del té por el puerto en la Isla de Kyushu, proveniente de China. Otras corrientes fueron in- troducidas al Japón, por ejemplo, el budismo tántrico, cuya máxima era ”hacer el bien en la vida presente”. La razón de la apropiación por parte de los japoneses del budismo fue su capacidad de convivencia con las creencias, prácticas y rituales autóctonos del sintoísmo y con el taoísmo y el con- fucianismo, las cuales fueron religiones importadas. El ascenso al poder por parte de la nueva aristocracia mi- litar hizo que muchos de los logros en avances que se regis- traran a lo largo de los cinco siglos de desarrollo autóctono se enfocaran hacia el área de la acumulación de la riqueza económica sustentada en la agricultura, y las innovaciones en el área militar. El desarrollo y el perfeccionamiento en las técnicas de fabricación de armas, la construcción de fuertes y castillos, las estrategias de defensa y combate, sumados a la devoción por el conocimiento del ser espiritual y los

220 códigos de honor, darían paso a uno de los íconos más re- conocidos del Japón en el exterior, la figura del samurái. El avance matemático japonés durante el período de de- sarrollo autóctono de los saberes fue limitado, y a juicio de Sugimoto y Swain, ”los logros en matemáticas por parte de los reinos Sung o Yuan en China, contrastan sorprendente- mente con el notorio declive en el conocimiento matemático en Japón durante la Era del auto aislamiento” (Sugimoto y Swain, 1978, 132). La utilización de las matemáticas se li- mitaba a su uso práctico por parte de los administradores públicos, a su enseñanza a nivel universitario, a su estudio por parte de monjes budistas y a su utilización básica por parte de comerciantes y artesanos. Fue un monje Zen llama- do Kokan Siren (1278-1346) de un templo en Kyoto, quien publicó Isei tikin orai en 1346, el cual contenía una serie de juegos matemáticos.

Figura 1: Mamakodate de Miyake Kenryu (Sugimoto y Swain, 1978, 136)

221 En el juego llamado Mamakodate, que traducido literal- mente significa ”hijo que queda en pie”, se supone que una madre tiene quince hijos verdaderos y quince hijos adop- tivos parados formando un círculo. El juego consiste en contar en el sentido de las manecillas del reloj, desde algún niño, eliminando cada décimo niño y así sucesivamente, con el fin de dejar solamente los quince hijos verdaderos parados en el círculo ¿en qué orden se deben alinear los niños en el círculo para lograrlo? (Gakushuin, 1954, 160). De acuerdo con Needham no se conoce ningún vestigio de este problema matemático en alguna publicación china conocida (Needham, 1985, 62).

Figura 2: Mamakodate de Smith y Mikami (Sugimoto y Swain, 1978, 137)

222 III. La arquitectura de los castillos japoneses

Entre los emblemas del poderío de los señores feudales ja- poneses, daimyo, están los imponentes castillos. En cuanto a su función se asemejan a sus pares europeos, pero tan- to su arquitectura y los materiales y métodos utilizados son únicos. Su presencia era una demostración del poder económico, político y militar que poseían estos señores, e infundían al mismo tiempo un sentimiento de admiración y respeto entre sus aliados y enemigos. Proliferaron cons- trucciones de pequeño tamaño en el Japón durante el siglo xv, en la denominada Era de los Estados en Guerra, cuando el poder central concentrado en el emperador y el shogún se vio debilitado y el país se sumió en conflictos internos entre los distintos pequeños estados independientes que se formaron. Estratégicamente construidos sobre el tope de las montañas, estos castillos cuyos materiales de construcción eran madera, barro, yeso y rocas, cumplían principalmente con un rol defensivo y de disuasión (Ota, 1969, 13). Con la posterior consolidación del poder central, pri- mero por Oda Nobunaga (1534-1582) y luego por Toyo- tomi Hideyoshi (1536-1598), comenzó la construcción de castillos de mayor tamaño a lo largo del país. A diferencia de los castillos más antiguos, los nuevos empezaron a ser construidos sobre llanuras o sobre pequeñas lomas, cum- pliendo con el rol más administrativo de las regiones, a la vez que servían como sitio de concentración de las fuerzas militares. Muchas de estas estructuras se convirtieron en el centro de desarrollo de grandes ciudades que crecieron a su alrededor, como fue el caso de Edo (actual Tokio), Kana- zawa y Himeji. Durante el proceso de la renovación Meiji, muchos castillos fueron destruidos por ser asociados como símbolos del pasado feudal que se trataba de dejar atrás. Los bombardeos que sufrió el país durante la segunda guerra

223 mundial destruyeron muchos de los castillos que todavía quedaban en pie; sin embargo, la riqueza acumulada por la sociedad japonesa en las últimas décadas le ha permitido reconstruir muchos de ellos, no con la técnica antigua sino en concreto, para albergar en su interior museos, como lo es el actual castillo de la ciudad de Hiroshima. Según Owada Tetsuo, los castillos más grandes consis- tían de una torre principal tenshukaku o donjon, de entre dos a cinco pisos; era el mejor defendido y funcionaba usual- mente como el cuartel general y administrativo (Owada, 2001, 22). A veces el número de pisos de la fachada del ten- shukaku no concordaba con los reales, dado que al interior solían tener más de lo que aparentan por razones estratégi- cas. El castillo estaba protegido típicamente por tres anillos de defensa discriminados así: uno principal en el centro, honmaru; un segundo anillo, ninomaru; y un tercer círculo de defensa, sannomaru. Estos anillos eran diseñados como laberintos para confundir al enemigo y fortalecer la ventaja de la defensa. Mientras que la torre principal del castillo se encontraba en el honmaru, usualmente el daimyo y su fami- lia vivían en una residencia más confortable, el shotenshu, ubicada en el ninomaru. Algunas torres de guardia yagura se ubicaban a lo largo de los muros de piedra y barro de estos anillos. Además de tener labores de vigilancia y defensa, servían como almacenes de depósito. Los muros contaban con pequeños huecos con formas triangulares, redondos y cuadrados, para la utilización defensiva de arcos, flechas y mosquetes. Los castillos casi siempre contaban con dos portones de entrada, los cuales se ubicaban no muy lejos a un ángulo de 90 grados, el uno del otro, creando un pe- queño patio interior que podía ser fuertemente defendido por todos los flancos. Finalmente, en algunos castillos, la defensa se complementaba con canales llenos de agua.

224 Por lo general, alrededor del castillo se desarrollaban asentamientos donde se ubicaban los vasallos del daimyo. Entre más alto fuera su rango más cerca vivían del castillo. Por otra parte, por ser considerados las clases más bajas en la sociedad japonesa, los artesanos y comerciantes eran ubicados en áreas especiales. Los templos y las zonas de en- tretenimiento se localizaban a las afueras de los poblados.

1 Puerta principal 8 Tenshukaku 2 Establos 9 Honmaru 3 Sannomaru 10 Puerta trasera 4 Nishinomaru 11 Almacén de arroz 5 Yagura 12 Villa 6 Ninomaru 13 Canales 7 Shotenshu

Figura 3: Castillo de Himeji a comienzos del siglo XIX (Revista Nipponia, 2001, 22)

225 En el Japón moderno son muy pocos los castillos japo- neses originalmente construídos en la era de los samuráis que se mantienen en pie. Devastados por las guerras, los incendios o los terremotos, algunos fueron reconstruidos en concreto a mediados del siglo xx durante el auge eco- nómico japonés, como símbolos del orgullo de su pasado y de su identidad. Si bien conservan su fachada exterior fiel a la imagen original, muchos en su interior albergan modernos museos. De los que se mantienen originalmente construidos en pie, el más imponente de todos es el Castillo de Himeji.

IV. Las presiones hacia una sociedad moderna

A. La reapertura a China

Con la consolidación del poder central a manos del Clan Ashikaga en el período conocido como Muromachi (1336- 1467), Japón entró de nuevo en una etapa de apertura al conocimiento extranjero. Los cinco siglos previos, donde primó el desarrollo exclusivamente autóctono de los saberes y las técnicas, dejaron avances significativos en las áreas que solo incumbían a la clase gobernante militar, pero a nivel general Japón estaba rezagado comparativamente con los demás países de la región. La decisión del shogún Ashikaga de restablecer con- tactos comerciales con China se afianzaron con las nego- ciaciones del comercio registrado3 –Tally Trade– en inglés (Sugimoto y Swain, 1978, 148). Los grandes beneficiarios de este tratado fueron los comerciantes y los monjes bu- distas, quienes monopolizaron el conocimiento importado.

3 Rigió desde 1401 hasta el inicio de exclusión de la Era Tokugawa en 1639.

226 Al respecto, Sugimoto y Swain señalan: ”Durante más de dos siglos, dichas instituciones comerciales (creadas bajo el Tally Trade) proporcionaron los contactos mediante los cua- les, los sacerdotes budistas y miembros de la clase emergen- te mercantil japonesa importaban libros y medicamentos, y de esta manera, llegaron a ser los promotores de la renovada cultura china” (Sugimoto y Swain, 1978, 156). La primera ola de influencia cultural china fue un pro- ceso de apertura promovido por la corte aristócrata con el afán de adquirir e imitar las costumbres y conocimientos de la China Tang. Esta segunda ola, sin embargo, tuvo otro trasfondo mucho más pragmático y cimentado en la bús- queda del lucro por parte de los grandes señores feudales, principalmente para financiar sus actividades bélicas. Swain indica que a pesar de la caída del clan Ashikaga y las posteriores guerras civiles, que duraron cien años has- ta la reunificación por parte de Nobunaga y Hideyoshi a mediados del siglo xvi, el país se caracterizó por contar con un proceso ininterrumpido y floreciente de integración eco- nómica, de infraestructura de transportes y del desarrollo del mercado de bienes y, por ende, por el impacto generado por la propagación de las técnicas importadas de China, que en esta ocasión fue inmediata y generalizada. El cono- cimiento, al encontrarse en manos de mercaderes y monjes, lentamente penetró a toda la población, que la incorporó a sus costumbres y actividades diarias. A juicio de Needham las técnicas importadas de China que mayor impacto causaron en Japón fueron: técnicas avanzadas en el hilado de la seda, la aleación y el forjado del metal, la fabricación del papel, la utilización de la imprenta, la construcción de barcos y el uso del compás magnético para la navegación (Needham, 1985, 334). El proceso de apropiación de las técnicas al medio local en este período se realizó mediante la utilización de libros y manuales que

227 se corroboraron de manera práctica bajo la modalidad de prueba y error. Asimismo, durante las campañas militares de invasión a Corea, lideradas por Toyotomi Hideyoshi en- tre 1592 a 1598, expertos coreanos fueron enviados a Japón para que difundieran sus conocimientos.

Figura 4: Fabricación de Papel (Needham, 1985, 335)

En la Figura 4 se aprecia el procedimiento para la fabrica- ción del papel utilizando ramas de la planta morera, duran- te el siglo xviii: (a) Se cortan las ramas de la planta morera,

228 (b) Se le quita la corteza a las ramas, (c) Se lava la corteza después de haber sido separada, (d) Se cocina la corteza has- ta convertirse en pulpa, (e) la pulpa es puesta en un molde para darle su forma, (f) En una tabla de madera se ponen a secar las hojas (Sugimoto y Swain, 1978, 335). A pesar de la evidencia demostrada por Sugimoto y Swain sobre la importancia de esta segunda ola de influen- cia cultural china, la gran mayoría de los autores desconoce dicho aporte, y consideran solo determinante el conoci- miento propagado por los primeros europeos en arribar a Japón. Por ejemplo, Nakayama indica al respecto, ”la cultura proveniente de China durante los siglos vii al ix, se asimi- ló con un estilo propio japonés. En otros aspectos, pocos avances se llevaron a cabo en materia de la ciencia, hasta el arribo de los misioneros jesuitas en el siglo xvi a Japón” (Nakayama, 1978, 735). Un importante factor nacional detrás de la difusión de las técnicas tradicionales en este período y en la búsqueda de nuevas habilidades fue el deseo del daimyo de incre- mentar la riqueza y la fuerza militar de sus dominios. Este impulso fue fortalecido por la reunificación nacional y la consecuente integración económica y de infraestructura en transporte, así como la expansión en el mercado de mercan- cías (Sugimoto, 1989, 168). Por ejemplo, en este período se avanzó de manera intensa en la elaboración de la espada japonesa, cuyas características de calidad superan a sus si- milares de otros pueblos en ese tiempo según los coleccio- nistas de espadas (Nagayama, 1998, 52). Lo más singular es su filo, diseñado para atravesar y destajar fácilmente en un solo movimiento, lo que la diferencia de sus pares europeas más reconocidas, que se basan en la destrucción de tejidos y huesos con base en el peso de la espada.

229 B. El desarrollo de las técnicas agrícolas

El establecimiento del poder militar bushi como regente ge- neral del Japón y la transformación de su sociedad en una de tipo feudal, a mediados del siglo xii, impulsó el desarro- llo de las técnicas agrícolas existentes ya que en esta se sus- tentaba el verdadero poder político y económico del país. A diferencia de sus predecesores aristócratas, para quienes las actividades agrícolas eran consideradas indignas, la clase militar comprendió su importancia y hasta adoptó la siembra de arroz como uno de sus pasatiempos. Toyoda calcula que de la mitad del período Heian (794- 1192) al período Muromachi (1336-1467), la extensión del área cultivada en Japón casi se duplicó (Toyoda, 1964, 302), pues pasó de 500.000 cho a 950.000 cho (aproximadamente de 1’220.000 a 2’330.000 acres). Los cálculos de Tuge indican que entre el siglo xiv y el xvi el incremento fue de 690.000 hectáreas, al pasar de 940.000 a 1’630.000 hectáreas (Tuge, 1968, 24). La técnica del cultivo de arroz desarrollada en Japón, denominada taue, consiste en el transplante de plántulas a terrenos fangosos previamente inundados, ideal para las condiciones del país donde se dispone de gran cantidad de fuentes hídricas. Además, la introducción de utensilios de hierro a esta actividad contribuyó para el incremento de la productividad en los distritos agrícolas. Se introdujo el sistema de rotación de cultivos que permitió obtener dos cosechas al año: arroz, de primavera a otoño, y trigo o cebada, de otoño a verano. A su vez, se comenzó a utilizar una variedad más amplia de arroz, por ejemplo arroz que carga una mayor cantidad de granos y que podía ser cosechado en diferentes períodos, como los tempranos, de mitad de temporada y de cosecha tardía (Tuge, 1968, 8).

230 En el siglo xvii aparece el estudio formal de la agricul- tura, nogaku. Miyazaki Yasusada escribió el Compendio comprensivo de la agricultura en 1696. El autor pasó 40 años de su vida dedicado a la observación y experimentación, para concluir que los terrenos de cultivos con el tiempo po- dían recuperar su productividad; que se debía establecer el sistema rotativo continuo de cultivo en vez de suspender después de la cosecha de temporada, especialmente en terrenos densamente poblados; y utilizar sardinas secas y aceites como fertilizantes; también fue pionero en la aplica- ción de dos tipos de líquidos insecticidas preparados a base de yerbas en el mejoramiento de las cosechas. Al respecto Tuge indica, ”su estudio se enfocó en conseguir el máximo aprovechamiento de los campos, mediante el adecuado suministro de abonos, así como se puede evidenciar en el Saizo-ki (escrito a finales del siglo xvii) y Koka Shunju (1707), su libro trató la agricultura en detalle con algo de sistema- tización, y merecidamente ha sido llamado La autoridad de los libros japoneses sobre agricultura” (Tuge, 1968, 37).

V. Dinámicas y desarrollos en la era Tokugawa (1640-1868)

A. El despliegue intelectual

A pesar de tratarse de un período de fuerte aislacionismo con el resto del mundo, la era Tokugawa demostró ser un período de notable desarrollo institucional y cultural. Sin duda, Japón no tuvo un fuerte contacto con conceptos clave en el campo científico o político, como los utilizados en Eu- ropa bajo el marco de la experimentación científica. Pero por diferentes mecanismos, Japón fortaleció sus instituciones nacionales y culturales durante estos años. La denominada ”Gran Paz” (Taihei) aseguró remediar los daños causados

231 por los conflictos civiles y concentrar el esfuerzo nacional en las necesidades de pacificación del país. Mientras el gobierno reposaba en las manos de la aristocracia militar, los samuráis por ellos mismos experimentaron un cambio radical en su forma de vida y pensamiento. Ellos se convir- tieron en una elite burocrática, que bajo su administración orientaron al país con un enfoque notablemente sistemati- zado y racionalizado. Nuevas leyes y regulaciones aclara- ron el estatus y las responsabilidades de varios estados y definieron la filosofía del gobierno, que aunque autoritario, enfatizaba la responsabilidad de los gobernantes hacia el bienestar de la población (Hall, 1971, 161). En el siglo xvii, catalogado por Sugimoto y Swain co- mo el despliegue intelectual, Japón experimentó un rena- cimiento en el conocimiento y en la ciencia, que no puede ser comparado con algún período anterior. Durante este período el conocimiento chino pudo ser entendido en su totalidad, de forma crítica, comprensiva y creativa. Na- ció una nueva clase de intelectuales quienes apoyaron la creación de una gran variedad de escuelas confucianas y fueron desarrollados nuevos métodos de crítica a los textos. A partir de 1620 los textos de matemáticas fueron impre- sos y comercializados; los estudios de gran alcance sobre el calendario se multiplicaron desde la década de 1640, conduciendo a la primera revisión del sistema tradicional japonés hacia 1680; diferentes escuelas de medicina tradi- cional china fueron introducidas e importantes ensayos en algunos campos como la agricultura y las técnicas médicas surgieron al finalizar el siglo. En el campo literario, se des- tacaron autores de gran relevancia como el poeta Matsuo Bashō (1644-1694), el novelista Ihara Saikaku (1642-1693) y el dramaturgo Chikamatsu Monzaemon (1653-1724) (Sugimoto y Swain, 1978, 223).

232 A pesar de presentarse este gran despliegue intelectual, no existió una correlación directa con el avance en las téc- nicas. La producción del siglo xvii no presentó ejemplos de procesos técnicos, o el uso de las matemáticas en estos, que afectaran el curso de las ciencias o alteraran la atmósfera intelectual en pro o en contra de las ciencias, ni concurrieron estancias en las cuales se presentaron necesidades técnicas, que dieran lugar a la creación de instituciones de entre- namiento. Aunque Japón venía nivelando desde tiempo atrás el desarrollo técnico de China, todavía era necesario referirse a los libros chinos en algunas áreas en las que los japoneses debían alcanzarlos. A comienzos de la era Tokugawa, se presentó un par- ticular interés impulsado por su fundador, en los aspectos técnicos del comercio. Los europeos observaban que los japoneses podrían igualar su curiosidad con sus habilida- des prácticas, para replicar rápidamente los dispositivos provenientes de sus países. Jan Huighen Linschoten, uno de los primeros espías no portugueses, de origen alemán, quien proveía de información detallada de Asia a Europa, comentaba que Japón era ”cuna de trabajadores en todas las áreas de elaboración manual, con una inteligencia bien definida, y una facilidad para aprender todo aquello que ven” (Howe, 1996, 16). Esta admiración por las habilidades de los japoneses fue compartida por su contemporáneo por- tugués, Rodrigues, y es confirmada en términos similares un siglo después por Christopher Fryke. Kaempfer, quien también destacaba que ”ninguna nación en el Oriente es así de diestra” (Howe, 1996, 16).

B. El bajo nivel en los desarrollos técnicos

Aunque existía el interés en los desarrollos técnicos y la mano de obra japonesa estaba calificada para la rápida

233 asimilación del conocimiento endógeno e importado, los sectores de la artillería y la construcción naval sufrieron de manera significativa por el aislacionismo. Los cañones fueron retirados bajo órdenes del Shogunato, la producción de arquebuses fue decreciendo, limitándose a pelotones especiales, y ya no aparecerían como un producto de ex- portación de Japón. Las habilidades en combate se fueron desplazando por las administrativas, por lo tanto, decli- naron las competencias en artillería. Irónicamente, Japón adquirió morteros en 1639 –año en el cual se estipuló el ais- lamiento– de los cuales tres fueron construidos en Hirado bajo la supervisión del artillero alemán Hans Wolfgang Brawn (1609-1660). Aunque uno de los tres morteros ex- plotó en una prueba en Azabu el mismo año, los otros se mantuvieron como parte del armamento del Shogunato, y siete más fueron producidos en Hirado en 1640. El interés por los morteros se mantuvo por un período largo, y en respuesta a las solicitudes del Shogunato, François Caron (1600-1675), director de una fábrica alemana, organizó una misión de ocho meses a la ciudad de Nagasaki, de un grupo de cuatro técnicos en morteros en 1649. El conocimiento en artillería europea fue preservado en Kōmō kajutsuroku (Notas acerca de la artillería alemana), com- pilado por Furukawa Jirōemon a partir de su aprendizaje con la tripulación alemana. Fueron realizados algunos es- tudios sobre los problemas de trayectoria de un proyectil, lo cual habría podido revivir el interés relacionado con la dinámica. Pero este breve ”boom en la artillería” fue rápida- mente silenciado por el constante aumento en la fuerza de los edictos aislacionistas; de esta forma las iniciativas en esta área nacieron muertas (Sugimoto y Swain, 1978, 231-232). En cuanto a la industria naval, en 1635 fue prohibida la producción de barcos de más de 500 koku de capacidad (cerca de 50 toneladas), sin embargo, en 1638 se realizó una

234 aclaración a esta regla, aplicándose solo a embarcaciones militares. La construcción de barcos con diseño netamente europeo o chino, e incluso la mezcla de estos con diseños japoneses, fue plenamente prohibida, siendo permitida solamente la construcción de barcos con diseño puramen- te japonés. En el mismo sentido, fueron vetados los viajes de alta mar, el uso de métodos europeos de navegación adquiridos anteriormente, con lo que desapareció pronto su práctica. Las relaciones entre asociaciones de marinos japoneses y sus contrapartes chinas o alemanas fueron pro- hibidas. De todas formas, un poco de contrabando y otros tipos de contacto inevitable no dejaron de existir, aunque no en la escala significativa que pusieran en riesgo los decretos shogunales (Sugimoto y Swain, 1978, 232-233). Pasada la primera mitad del siglo xvii, comenzó un fuer- te incremento en la demanda de oro, plata y cobre, a causa del uso doméstico y las restricciones al comercio interna- cional. La producción de estos metales aumentó de manera significativa durante este siglo, sin embargo, la industria minera tuvo que enfrentar serios problemas dadas las li- mitaciones técnicas. Uno de los problemas más relevantes fue el del drenaje, el cual debió ser manejado por medio de técnicas intensivas en mano de obra, usando la combina- ción de columnas auxiliares, poleas y drenado por medio de palas (Sugimoto y Swain, 1978, 233-234).

C. La astronomía calendaria, el mayor avance en la ciencia

En el campo de las ciencias, la contribución más importante en este período se dio en la astrología y la astronomía ca- lendaria. Civiles de varias profesiones, especialmente en matemáticas, iniciaron el estudio del tradicional sistema de cálculo, el senmyōreki, usado en Japón desde el año 862.

235 Este fue impreso con todas sus tablas astronómicas inte- grales y por primera vez se hizo disponible fuera de los círculos oficiales en 1644. Después de este acontecimiento, en 1672 fue reimpreso el shou-shih li (en japonés, jujireki), el mejor sistema con técnicas de cálculo chinas realizado únicamente con métodos tradicionales. De esta forma, la gente estudiada podía entender la cosmología china. Ad- quiriendo algunas habilidades básicas en el cálculo, ella lograba calcular el calendario anual, utilizando este sistema. Pero la construcción como tal de un sistema astronómico fue una tarea propia y exclusiva de los matemáticos de alto nivel. Entre 1640 y 1680, apareció un importante número de comentarios del senmyōreki y posteriormente del jujireki, lo que muestra que el interés estuvo acompañado por avan- ces definitivos en las habilidades matemáticas (Sugimoto y Swain, 1978, 251-255). Como se puede observar en la Tabla 1, fueron variadas las publicaciones relacionadas con los desarrollos en este campo, a lo largo del siglo xvii. En la segunda mitad del siglo xvii el conocimiento tradi- cional en astronomía calendaria se convirtió en una moda generalizada. También se generó un amplio desacuerdo, a causa de la diferencia de dos días entre el calendario oficial y el año tropical. Entre 1673 y 1684 los eclipses solares pre- vistos en el calendario fallaron seis veces en materializarse, las predicciones de eclipses solares fueron erráticas cuatro veces, en el mismo período (Sugimoto y Swain, 1978, 255).

Fecha Autor Título Comentarios 1612 Abe no Seimi Hoki naiden Reimpresión del texto atri- buido a Abe no seimei, pri- mer libro impreso en Japón sobre calendarios (princi- palmente supersticiones)

236 1642 Imamura Tomoaki Nichigetsu Primer libro impreso sobre kaigō sanpō calendarios fuera del campo supersticioso, realizado por el matemático quien escribió Jugairoku y Inki sanka 1644 Hsu Ang (Jokō) Hsüan-ming Impreso el texto chino de li-ching senmyōreki con todas sus ta- blas astronómicas; impulsa serios estudios del sistema senmyōreki 1645 Yoshida Mitsuyoshi Wakan gōun Impreso, escrito por el mate- mático autor de Jinkōki 1648 Yoshida Mitsuyoshi Koreki benran Impreso 1658 Enami Kazusumi Rekigaku seimō Impreso: explica los métodos de cálculo de senmyōreki 1663 Andō Yueki Chōkei Impreso, explica los métodos Senmyōreki sanpō de cálculo de senmyōreki en el estilo kanamajiri 1672 Kuo Shou-ching Shou-shih li-ching Impreso el texto chino de (Kako Shukei) Jujireki con todas sus tablas astronómicas; impulsa se- rios estudios del sistema Jujireki 1673 Ogawa Masaoki Shinkan Jujirekikyō Impreso, con extractos de las tablas de cálculo de Jujireki 1680 Seki Takakazu Juji hatsumei Manuscrito, autor que li- dero las matemáticas del siglo xvii 1682 ? Hoki genkai taizen Impreso, texto en la tradi- ción de 1612 hoki naiden, el mercado de este tipo de libro aún persiste 1690 Takebe Katahiro Jujireki kaigi Manuscrito, el más minucio- so estudio del jujireki, escrito por el matemático de la es- cuela wasan

Tabla 1: Proliferación de libros sobre calendarios tradicionales, durante el siglo xvii (Sugimoto y Swain, 1978, 117).

237 D. Matemáticas tradicionales, fuera de la influencia del aislacionista

Las matemáticas tradicionales tuvieron un gran progreso en las dos últimas décadas antes del aislamiento, cuando las persecuciones y las actividades aislacionistas llegaron a su pico, y continuaron con un firme desarrollo durante las pacíficas décadas siguientes al cierre del país. Sin influencia por la llegada de corrientes matemáticas europeas, se puede decir que las matemáticas tradicionales no tuvieron ningún tipo de relación con la vida social o política de la época. Las matemáticas desarrolladas en el período inicial, comprendi- do entre 1620-1640, como resultado de los intereses técnicos, comerciales y sociales, no desaparecieron de repente, ya que fueron aplicadas a la formación de la sociedad en un sentido más centrípeto (Sugimoto y Swain, 1978, 262). Los matemáticos más sofisticados llamados wasan (li- teralmente ”matemáticas japonesas”), para los cuales la etapa de desarrollo de las matemáticas prácticas fue su trampolín, tienen una historia un poco diferente. La par- ticipación en el estudio de los sistemas de calendarios por algunos de los mejores matemáticos del siglo xvii, ayuda a preservar una orientación práctica del wasan. La mayoría de los intelectuales samuráis, quienes llegaban a dominar ciertos niveles de wasan, sentían que la imagen utilitaria de las matemáticas comunes estaba por debajo de su nivel de dignidad, parcialmente a causa de la visión confuciana que sus colegas tenían de las matemáticas. Los desarrollos siguientes y el cambio de dirección de wasan antes de lograr llegar a intereses concretos, eventualmente se desvió hacia las trivialidades (Sugimoto y Swain, 1978, 263).

238 VI. La ciencia a partir de la restauración Meiji

A. Florecimiento científico y técnico a partir de la era Meiji

A partir de 1868, momento en el cual Japón empieza un proceso de modernización y apertura denominado la era Meiji, se pueden observar elementos de cambios radicales en el país, como la eliminación del antiguo régimen shogunal feudal. Es importante resaltar que esta influencia de cam- bio se debe a la anterior llegada de la escuadra americana del comodoro Perry a Japón, el 8 de julio de 1853. En este sentido se puede afirmar que las presiones militares y diplo- máticas obligaron a Japón a abrirse a Occidente (Whitney, 1971, 253-264). Los reformadores de origen aristocrático, samurái o mer- cantil, empiezan a sustituir rápidamente la organización po- lítica y económica feudal del país por un Estado autoritario de tipo moderno: se incentiva la comercialización de arroz, se desarrolla la maquinaria industrial, se da la unificación de la moneda y los tipos de medida, el impuesto en especie es sustituido por el impuesto en dinero y se centralizan y modernizan la administración, el ejército y la marina. De esta forma, el país creaba una fuerte demanda de técnicos, ingenieros y consejeros, la cual no podía ser satisfecha por unos pocos extranjeros, siendo indispensable la formación de japoneses en estas áreas (Taton, 1972, 741-742). Por esta razón, el gobierno del joven emperador Mat- suhito, quien recibió la denominación de Meiji (política ilustrada), enfrentó la necesidad de dar un fuerte impulso a la enseñanza científica moderna y a la investigación. Para lograr este objetivo, el estudio de las ciencias se hace obli- gatorio en los niveles de educación secundaria y superior. Además, en 1868 se establecieron en Tokio las escuelas

239 de medicina (Igakusho) y de saberes extranjeros (Kaiseiho), que a partir de 1877 constituirían la Universidad de Tokio. Se establecen universidades modernas en Kioto (1899), Fukuoka (1903) y otras ciudades. En los primeros años, la docencia está a cargo de profesores extranjeros y discípulos de los rangakusha (especialistas en saber holandés) del pe- ríodo Tokugawa, quienes fueron rápidamente sustituidos por científicos japoneses formados en el extranjero y en las propias universidades japonesas (Taton, 1972, 742). Durante esta época se acuña el término de ciencia, kagaku, remplazando a kyūri. Kagaku, que originalmente significaba el estudio de cualquier rama del conocimiento y no implicaba alguna especialización. El nuevo término fue utilizado por primera vez en un plan escrito de Inoue Kowashi, quien fue ministro de educación en 1893. Él escri- bió, ”primero estudia un idioma, después estudia kagaku”, expresando que primero se debe estudiar una lengua de occidente para posteriormente poder especializarse en una disciplina en su idioma original. Siendo esta política, completamente consecuente con la aceptación de los pará- metros científicos de occidente por parte de los reformistas de Meiji (Kodansha, 1983, 356). La transformación del sistema tradicional de educación fue gradual. A pesar de que los cambios en el sistema central administrativo empezaron a realizarse después de 1868, la tasa de asistencia nacional a la educación primaria a finales de 1892 era de solo el 55%, y en 1895 había tan sólo 1.600 estudiantes universitarios en una población de 45 millones. La escolaridad creció en forma sostenida en el siglo xx; para 1940 se podía apreciar un acelerado progreso en las cifras de logros educativos (ver Tabla 2). Desde el punto de vista financiero, este crecimiento refleja el hecho de que el gasto gubernamental en educación nunca cayera por debajo del

240 10% de todo el presupuesto nacional, el cual representaba en 1935 el 2,7% del producto interno bruto. En la parte cualitativa, es de resaltar el alto nivel vo- cacional y el énfasis ofrecido por el sistema a partir de la renovación Meiji. Así, por ejemplo, los estudiantes de ter- cer año de secundaria en esa época utilizaban un cuarto del tiempo de cualquier tipo de lección en el estudio de lenguas extranjeras. En estudios superiores, la mayoría de instituciones estaban especializadas en estudios técnicos y comerciales, en los cuales continuaba el énfasis en los idiomas extranjeros. Los observadores británicos advertían las altas competencias de los japoneses en estudios comer- ciales, y el reporte de la Oficina de Asuntos Exteriores de 1899 concluía: ”Es cierto que no existe ninguna escuela en el Reino Unido, que pueda compararse con la más alta escuela comercial en cuanto a la comprensión y minuciosidad del programa” (Howe, 1996, 254-255).

1900 1920 1940 % Educación primaria completa 14.3 44.8 62.9 % Educación posprimaria completa 0.2 2.9 4.5 % Educación continuada adicional 0 4.5 10.9 Números absolutos de estudiantes en secunda- ria y educación de un nivel más alto especiali- zada en ciencia y educación 3.021 48.089 148.515

Tabla 2: Indicadores de educación (1900- 1940) - Niveles de logro escolar de la po- blación en edad de trabajar (15-64 años). (Howe, 1996, 255).

En las tres universidades imperiales de Tokio, Kyushu y Tohoku, la ingeniería fue el corazón de las disciplinas desde un principio. De estas instituciones, la de Tokio fue la más importante, habiendo establecido su escuela de ingeniería por recomendación de la delegación japonesa que visitó

241 Inglaterra en 1872. Entre los primeros profesores extranje- ros, es importante remarcar a W. E. Ayrton, quien logró es- tablecer el primer laboratorio en el mundo para la enseñan- za aplicada de la ingeniería eléctrica. En 1877 fue posible por el liderazgo del ingeniero británico observar que la escuela de ingeniería de la Universidad de Tokio se convertía en la más grande de este tipo en el mundo, y a comienzos del si- glo xx contaba con 29 cátedras que cubrían ocho disciplinas de la ingeniería, la química y la minería. En el largo plazo, la cantidad de ingenieros capacitados en universidades ja- ponesas aumentó de 1.500 en 1900 a 55.000 en 1934, lo cual repercutió, de manera directa, en la productividad nipona en este período (Howe, 1996, 255-256). En la Tabla 3, se pue- de observar el comportamiento del crecimiento industrial en relación con los progresos técnicos y su influencia directa en el aumento de la productividad laboral.

Tasa de Tasa de Contribución Participación crecimiento crecimiento de del progreso del progreso de la industria la productividad técnico a la técnico laboral productividad laboral 1908-10 5.41 3.85 0.44 12% 1911-20 7.85 4.65 1.55 32% 1921-30 5.03 4.1 2.96 62% 1931-38 7.86 4.69 3.42 85% Promedio 6.71 4.4 2.38 54%

Tabla 3: Tasa de crecimiento de la industria privada y la contribución del progreso técnico para el incremento en la productividad laboral, 1908-1938 (% por año) (Howe, 1996, 248).

Nota: La industria incluye minería, manufactura, construc- ción e infraestructura. Incrementos en la productividad laboral podrían ser atribuidos ya sea al incremento en el

242 equipo de capital por trabajador o ya sea a alguna forma de progreso técnico. La columna derecha estima la contribu- ción más reciente en el incremento de la productividad labo- ral, no a la tasa promedio de crecimiento de la industria. El desarrollo japonés en medicina se vio favorecido por el arribo de galenos ingleses, americanos y alemanes4 después de 1870, quienes empezaron a formar médicos ja- poneses. Dentro de los hechos que demuestran el progreso en el campo médico se pueden señalar la fundación del pri- mer periódico médico en 1873, la creación de un Instituto para la preparación de la vacuna antivariólica en 1874 y la celebración del primer Congreso japonés de medicina mo- derna, en 1890. El progreso en el campo médico fue acom- pañado por disposiciones legislativas que contribuyeron a su expansión, como por ejemplo la ley sobre el ejercicio de la profesión médica de 1875, la ley sobre la venta de medi- camentos de 1877 y la ley de lucha contra las epidemias de 1880 (Taton, 1972, 741). Un resumen de la dinámica de llegada de extranjeros a Japón en el período comprendido entre 1870 y 1900 se puede apreciar en la Tabla 4, donde se muestra la respon- sabilidad mixta entre el sector público y privado para la contratación de los diferentes expertos, así como los más im- portantes campos en los cuales fueron contratados. En prin- cipio, se puede apreciar que el sector público fue el mayor contratante de extranjeros, predominando los profesores de ciencias e ingenieros, pero durante las décadas de 1880 a 1900, el sector privado tomó el liderazgo, principalmente en la contratación de expertos en el campo empresarial.

4 El importante número de médicos alemanes se debe a que los japoneses descubren que la mayoría de obras médicas holandesas que conocían habían sido traducidas desde el alemán.

243 El costo de estas compras directas de habilidades por me- dio de capital humano fue alto. Entre 1873 y 1882, el costo de los salarios de los profesionales extranjeros, equivalía al 11% de todo el presupuesto nacional en educación, y en el Ministerio de Trabajos Públicos, los salarios de extranjeros llegaban al 67% de su presupuesto en 1877 y al 42% durante el período de 15 años comprendido entre 1870-1885. A pesar de los altos costos de esta ”consultoría”, su contribución fue enorme. La mayoría eran personas dotadas de talento –casi la mitad era de origen británico, y los siguientes grupos en importancia eran de alemanes y americanos–. Estos exper- tos tenían una alta responsabilidad en el establecimiento y fortalecimiento de las industrias: naviera, minera, química, eléctrica, textiles, vehículos, aeronáutica y otras basadas en la ingeniería y la ciencia (Howe, 1996, 257-258).

1870 1880 1890 1870-1890 Enseñanza de la ciencia 1,300 1.698 3,566 6,564 (72.8) (40.8) (17.6) (34.5) Ingeniería 2,210 2,613 2,070 6,893 (58.6) (19.6) (6.8) (28,2) Negocios 593 897 566 2,056 (76.4) (53.6) (44.7) (57,7) Otros 1,698 1,244 277 3,219 (39.2) (8,) (6.5) (24.7) Total 5,801 6,453 6,479 6,193 (57.9) (27.8) (16) (33.1)

Tabla 4: Expertos extranjeros contratados en Japón (1870-1900). (Howe, 1996, 258).

Nota: Los datos en paréntesis son % contratado por el sector público.

244 Al mismo tiempo, que estos extranjeros eran emplea- dos y traídos a Japón, se trabajaba paralelamente en que los estudiantes japoneses adquirieran conocimiento en el exterior, de acuerdo con los planes sistemáticos de capacita- ción de los ministerios. La Tabla 5 resume los destinos y las materias de estudio durante el período 1868-1895 (Howe, 1996, 258).

% Total de % Total de Materias estudiadas 1881-1890 estudiantes funcionarios Estados Unidos 24 7 Fuerzas Armadas 52 67 Gran Bretaña 21 20 Lenguas 15 0 Rusia 4 4 Maquinaria/Barcos 7 8 Francia 17 16 Derecho 5 2 Alemania 18 2 Medicina 7 5 Total 601 3.783 Total 101 61

Tabla 5: Destinos de estudiantes y funcionarios enviados al exterior, y materias estudiadas (1868-95). (Howe, 1996, 259).

Otras ramas de las ciencias modernas como la geología y la simología fueron objeto de especial atención y desa- rrollo durante este período, la primera, dadas las grandes necesidades de avances en este campo, fue creada por la industria moderna, y la segunda por razones de seguridad pública. En 1878 fue creado por el Estado un departamento de prospección minera, el cual fue dirigido por el alemán E. Naumann. Los sismólogos anglosajones John Milne y J.A. Erwing formaron alumnos japoneses, de los cuales se destacaría como sucesor F. Omori, quien en 1892 estudió los terremotos de las prefecturas de Mino y Owari. Durante estos años, la Dieta imperial formó una comisión científica de investigación, que dio a la sismología moderna su plena

245 consagración oficial. En el campo de la antropología, E.S. Morse desempeñó un papel fundamental, difundiendo en Japón la teoría de la evolución, y estudiando con sus discí- pulos Tsuboi y Kato los aborígenes ainos del norte de Japón (Taton, 1972, 742). Desde finales del siglo xix la ciencia moderna penetró de muchas formas la vida pública japonesa. Se inició la elaboración de los mapas generales del país, particular- mente un mapa de reconocimiento de escala 1:400.000, y otro detallado de 1:200.000. El calendario solar gregoriano fue adoptado oficialmente en 1872, y hacia la misma época se introdujo el sistema métrico internacional. A lo largo de todo el país, se creó una red de estaciones de observación meteorológica (Taton, 1972, 742).

B. La mayoría de edad de la ciencia japonesa

La rápida evolución de la ciencia durante la era Meiji con- tinuó sin tropiezos hasta comienzos del siglo xx, momento en el cual la participación japonesa en la vida científica internacional se hizo muy activa, como lo demuestra el importante ”asunto Kimura”:

Hisashi Kimura era un astrónomo japonés quien estuvo encargado de efectuar en su país observaciones sobre las variaciones del eje terrestre, en el marco de una serie de tra- bajos emprendidos simultáneamente a escala internacional. Los resultados a los que llegó eran ligeramente diferentes a la fórmula simple establecida por sus colegas de Occidente y muchos atribuían dicha diferencia ”a la inferior técnica” con la que disponían los laboratorios japoneses de la época. Pero Kimura repitió sus cálculos y llegó a establecer un ”término Z” que confirmaba sus propias observaciones y modificaba la fórmula utilizada por los astrónomos occidentales, quie-

246 nes al examinarla pudieron verificar la realidad del término empírico que se les había escapado (Taton, 1972, 1028).

Este episodio, al que toda la prensa japonesa del momento dio una gran publicidad por evidentes motivos de presti- gio nacional, marca la plena mayoría de edad de la ciencia japonesa. De acuerdo con Christopher Howe (1996, 245-246), en la historia del avance en la técnica japonesa, la primera guerra mundial fue un importante punto de partida en el futuro despliegue del país. Antes de comenzar la guerra, Japón había iniciado un proceso de transición de la técnica tradicional a la moderna. Al finalizar esta guerra, el país había demostrado una ingeniería moderna y capacidades administrativas en sectores como los textiles, la minería, los ferrocarriles, la arquitectura naval, las obras civiles, los armamentos y la metalurgia. El progreso posterior conti- nuaría con el aumento de los estándares en las industrias existentes, creando la técnica para entrar a nuevas indus- trias como la de vehículos y aeroplanos, las cuales eran aún novedosas en occidente. Entre las dos guerras mundiales, los científicos japone- ses participaron cada vez más activamente en la mayoría de los grandes congresos científicos internacionales, es- pecialmente en los de la Panpacific Science Association, que agrupaba científicos del más alto nivel de los países con costas sobre el Pacífico. El congreso de 1926, que tuvo lugar en Tokio5, logró reunir por primera vez en Japón un

5 Third Pan-Pacific Science Congress. 30 October - 11 November 1926. Tokyo, Japan. President: Dr. Joji Sakurai, President, National Research Council of Japan and Emeritus Professor Tokyo Imperial University. General Secretaries: Professors N. Yamasaki and K. Matsubara, Tokyo Imperial University. Dispo- nible en internet [www.pacificscience.org/congresses.html] (04/2007).

247 amplio grupo de científicos extranjeros. Tras el estallido de la primera guerra mundial y la participación del imperio japonés del lado de los aliados fue para la ciencia japonesa un período de repliegue, pero no de estancamiento. De la misma forma que en Alemania y por razones análogas, se presentaron importantes progresos en aquellas ramas del saber que contribuían directamente a las operaciones mili- tares y a la economía de la guerra, por ejemplo lo avances en la óptica (para la guerra aero-naval) y la química de sín- tesis de carburantes, de fibras textiles, cauchos y productos alimenticios (Taton, 1972, 1028). Es importante resaltar que durante estas guerras, en Japón como en Estados Unidos, la investigación científica se llevó a cabo por universidades, el sector privado y el go- bierno. De estos, solo los laboratorios y las universidades nacionales contaron con gran prestigio. En el transcurso de la segunda guerra mundial, la cien- cia en Japón sufrió un fuerte corte de información que pro- venía del exterior. Las fuerzas militares japonesas, que antes se basaban en técnicas extranjeras, tuvieron que depender exclusivamente de la ciencia y técnica locales. En este senti- do, los fondos para la investigación fueron incrementados, y los científicos y tecnólogos tuvieron la oportunidad de expresar su identidad como un grupo. Sin embargo, dada la deteriorada situación de Japón en la guerra, la investigación científica llegó a estar virtualmente congelada (Kodansha, 1983, 356). Los intercambios científicos entre Japón y los países ex- tranjeros se reanudaron sin restricciones a partir de 1945, así como la frecuente realización de congresos internacionales en el país. El hecho de que en 1945 Hiroshima y Nagasaki fueran blancos y tuvieran el triste privilegio de servir como pruebas de las armas de destrucción masiva, explican los importantes resultados de los trabajos de biología y medi-

248 cina relacionados con la influencia de las radiaciones atómi- cas sobre el organismo humano (Kodansha, 1983, 357).

Conclusiones

Tras el recorrido histórico por los diferentes momentos relevantes en el avance de las técnicas y de los saberes en Japón, se puede observar que los progresos en esta materia se han presentado en circunstancias muy particulares defi- nidas por la configuración propia de la sociedad japonesa y su capacidad de adopción y adaptación del conocimiento importado. A partir de la fuerte vinculación a una China floreciente en términos artísticos, culturales y científicos, durante la fase de Nara y Heian, cuando se establece el entramado institucional y se jerarquiza la sociedad japo- nesa, la división del trabajo da lugar a formas crecientes de búsqueda de autonomía intelectual y política. La historia posterior verá al país oscilar entre etapas de apertura más o menos voluntarias al exterior y de fuerte recogimiento, que dan lugar a expresiones de marcado acento endógeno en las técnicas agrícolas, de construcción y de creación ar- tística y literaria. Son ejemplo de ello la ceremonia del té, el teatro, la poesía y la prosa, que van de la mano de una sociedad que en el siglo xvii se torna comercial y urbana, alejándose de la tradicional separación entre la aristocracia y los súbditos. El estudio de la era Tokugawa mostró el aprovechamien- to que un Japón cerrado al exterior hizo del influjo intelec- tual europeo durante el siglo que va desde 1537 hasta 1639. La llegada del método científico y las matemáticas europeas atrajeron a las capas altas de la población, las que, sin em- bargo, no le dieron un impulso particular porque dentro de su parámetro mental de corte militar no había una motiva- ción adicional para el esfuerzo especulativo. Fue así como

249 el estudio más entusiasta de la ciencia europea tuvo que esperar el desarrollo del comercio, cuando los empresarios se vieron en la necesidad de aplicar el conocimiento para la construcción de los barcos y el cálculo de sus operaciones. Por la necesidad de contener a los intrusos europeos, los gobernantes Tokugawa favorecieron el desarrollo de la metalurgia. La técnica específica japonesa de construcción de castillos se preservó durante este período y la sociedad tuvo considerables avances propios en la elaboración de te- lares, el cruce de plantas, la irrigación, la preservación de los alimentos y la producción de abonos. No obstante, una con- centración sistemática en el avance científico, a través de es- cuelas de pensamiento no se pudo alcanzar. Los esfuerzos de los estudiosos fueron esporádicos y geográficamente frag- mentados, auspiciados por la mala comprensión del aporte externo y el rechazo al extranjero (Howe, 1996, 251-252). En la segunda mitad del siglo xix, a partir de la renova- ción Meiji, la actitud japonesa hacia la ciencia y el dominio técnico cambió en forma vertiginosa. En esta fase volvió a ser manifiesta la capacidad de ese pueblo de adoptar y adaptar el conocimiento importado, apropiándolo de una manera tal que llegó a replantear ciertas conclusiones eu- ropeas equivocadas. Tal es el caso del cálculo correcto de Kimura sobre las variaciones del eje terrestre, a comienzos del siglo xx. La participación japonesa en las dos guerras mundiales obligó al país a intensificar el desarrollo del conocimiento aplicado para sostener la vocación bélica. Sin embargo, el esfuerzo fue de tal magnitud, que las restricciones presu- puestales de un país exigido más allá de su capacidad pro- ductiva, vio languidecer después de 1939 la actividad de los científicos en sus laboratorios. La experiencia lastimosa de la guerra orientó la investigación técnica y científica de pos- guerra, primero hacia la producción de bienes de consumo

250 masivo y, luego, hacia productos con creciente contenido tecnológico y valor agregado, que le han asegurado a las empresas japonesas un notable liderazgo en la competencia por la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías a nivel mundial.

Bibliografía

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251 Needham, Joseph. (1974). Science and Civilisation in China, vols. 1-5. Cam- bridge University Press. Ota, Hirotaro. (1969). Nihon kenchikukushi josetsu: Zooho shinpan. Tokyo, Shokokusha. Ota, Hirotaro y Needham, Joseph. (1985). Science and Civilization in China, vol. 5 (Chemistry and Chemical Technology). Part i: Paper and Printing. Cambridge University Press. Ota, Hirotaro. (1969). Nihon kenchikukushi josetsu: Zooho shinpan. Tokyo, Shokokusha. Owada, Tetsuo. (junio, 2001.) ”Himeji Castle Builders and Admirers”, en Revista Nipponia, vol. 17, Tokyo, Heibonsha Ltd. Sugimoto, Masayoshi y Swain, David L. (1989). Science & Culture in Tra- ditional Japan. Tokyo, Charles E. Tuttle Company. Taton, René. (1972). Historia general de las ciencias. Barcelona, Ediciones Destino. Toyoda, Takeshi. (1964). Sangyoshi I: The History of Industry I. Taikei Ni- honshi Sosho Series, n.º 10, Tokyo, Yamakawa Shuppansha. Tuge, Hideomi. (1968). Historical Development of Science and Technology in Japan. Tokyo, Kokusai Bunka Shinkokai.

252 Capítulo cuatro

La colaboración ”universidades, sector privado y sector público” en el desarrollo de la ciencia y tecnología en Japón

Hiroshi Wago Rojas*

Introducción

En el desarrollo económico de Japón ha sido de vital impor- tancia el trabajo conjunto de los sectores público, privado y académico. Esta dinámica fue imprescindible en el período de reconstrucción económica después de la segunda guerra mundial, y en el período de rápido crecimiento que terminó en 1973. Gracias a los buenos resultados de este trabajo con- junto, Japón logró en tan sólo 10 años (1945 -1955) recuperar su aparato productivo que se encontraba completamente devastado después de la guerra. También logró casi dos décadas (1955-1973) de tasas de crecimiento promedio de 10% del pib, posicionándose así como segunda potencia económica mundial.

* Nota: En el desarrollo del presente trabajo, el autor contó con la colaboración de Elizabeth Suárez.

253 De la misma forma, este esfuerzo tripartito ha tenido efectos significativos en los avances científicos y tecnológi- cos de este país. Japón ha logrado posicionarse en los más altos estándares, avances que se perciben con facilidad en industrias como la robótica, médica, biotecnología, auto- motriz, entre otras. En este sentido, nace la necesidad de estudiar y analizar la creación de sinergias intersectoriales que han llevado a Japón a la consecución de este liderazgo en ciencia y tecnología, C&T. Es de vital importancia la revisión de la política pública, que ha generado espacios adecuados para este sistema de colaboración. La poca cooperación intersectorial, genera ambientes inadecuados de competitividad y va en detri- mento de la viabilidad de proyectos de gran envergadu- ra. Para darle más alcance al análisis, se ha realizado una comparación con las políticas públicas de Estados Unidos y China, la cual arroja importantes patrones de referencia. La política pública crea los espacios, pero estos deben ser aprovechados y bien manejados por cada uno de los agentes que participan en proyectos y desarrollos. Desde la generación de los recursos financieros hasta la aplicación definitiva de la innovación. Ha sido ampliamente debatido que la producción en C&T de las universidades, no tiene ningún sentido práctico, sino encuentra una aplicación en busca del mejoramiento de la calidad de vida de la so- ciedad. Y esto no es posible sin la participación activa del sector privado. Es importante resaltar que la participación del gobierno no se limita a la formulación de la política pública. El sec- tor público juega un papel de primer nivel como fuente de recursos, además tiene gran capacidad en la generación de proyectos en múltiples áreas, y tiene capacidad de ejecución con sus centros de investigación y otras entidades. Pero es injusto descargar todas las responsabilidades en el gobier-

254 no de los avances en C&T de cualquier país. En el debate nacional (caso colombiano), se han hecho fuertes críticas al gobierno por la precaria situación en avances en C&T, pero sorprende la ausencia de responsabilidades atribuidas a las universidades y al sector privado en esta preocupante situación. Poco se habla del porcentaje de las utilidades de las empresas dedicadas a actividades de investigación y desarrollo, I+D, siendo este un indicador utilizado de forma permanente para evaluar la participación del sector privado en el desarrollo competitivo del país. En este contexto se vuelve trascendental la movilidad efectiva de factores como el recurso humano, capital y tec- nología. Por lo cual deben ser concretas las iniciativas para aumentar el caudal y encauzar el destino de cada uno de estos factores hacia el sector donde haya más viabilidad en su aplicación. Por estas razones, se analiza la forma en que se ha venido dando movilidad del recurso humano en el caso japonés, pues el dinamismo tecnológico se profundiza y progresa con la movilidad del recurso humano dentro y entre los diferentes sectores. Esta misma lógica aplica para el movimiento del capital, buscando siempre la mayor eficiencia en la asignación de los recursos. Para esta transferencia intersectorial existen múltiples figuras, que en algunos casos transfieren la res- ponsabilidad del proyecto a otro sector y en otros casos se trabaja conjuntamente, logrando el aporte conjunto para lograr mayor capital en los proyectos que así lo requieren. Aunque Japón no presenta un sistema perfecto de co- laboración, ha venido trabajando en mejorar esta relación tripartita. Para lograr este objetivo, se han generado varias estructuras de colaboración que de forma muy pragmáti- ca, han logrado resultados positivos. Un ejemplo claro es la creación de entidades encargadas del licenciamiento de

255 tecnología, con las cuales se ha aumentado, de forma con- siderable, el número de patentes. La industria farmacéutica ha logrado grandes avances en C&T, y es una de las industrias donde existe una alta inversión de recursos en I+D. Al interior de esta industria existen también grandes avances en los trabajos intersecto- riales, por lo cual una mirada a esta dinámica de la industria farmacéutica, ayuda a entender más claramente los concep- tos de colaboración. El actual rápido crecimiento de China y su singular mo- delo político y económico, lleva a contrastar si el poder del Estado sobre los diferentes sectores conduce a que este mo- delo de colaboración tripartita sea o no viable. Por su parte India, dada su proyección como un nuevo protagonista de primer nivel en el campo de C&T, se enfrente a retos de gran envergadura, en los cuales la colaboración intersectorial se convierte en un elemento esencial de la estrategia. La situación actual de nuestro país en C&T, es preocu- pante vista desde cualquier perspectiva. Los recursos no son los suficientes, pero a su vez la política pública, aunque presenta las necesidades de colaboración intersectorial, no ha logrado crear mecanismos y soluciones viables para romper con el divorcio universidad-empresa para el desa- rrollo de proyectos y lograr un mejor flujo de los factores entre los sectores. En la actualidad los modelos de desarrollos derivados de la experiencia de países asiáticos se han vuelto de obli- gatorio estudio, para buscar posibles adaptaciones a las realidades y retos en Latinoamérica. Por estas razones, las conclusiones derivadas del estudio deben ser útiles y deben dar un mejor enfoque para los retos que enfrenta Colombia en C&T. De esta forma, el documento está dividido en siete par- tes. En la primera se examina el contexto y el papel de la

256 política pública en el desarrollo intersectorial de la C&T en Japón, y algunas referencias del manejo dado en Estados Unidos y China. En la segunda y tercera parte se explica la dinámica en la movilidad del recurso humano y financiero. La cuarta presenta diferentes estructuras de colaboración y la quinta analiza la colaboración intersectorial en el caso de las firmas farmacéuticas en Japón. La sexta parte revisa el trabajo tripartito en el desarrollo de C&T de China e India y, por último, la séptima parte presenta unas conclusiones y reflexiones enfocadas al caso colombiano.

I. El papel de la política pública en el desarrollo intersectorial de la ciencia y tecnología en Japón

En términos de políticas públicas en C&T, Japón es inno- vador a la hora de establecer mecanismos que promuevan la interacción entre la academia, la industria y el gobierno. Es así como desde el período de restauración Meiji ya se implantaban estrategias como la de crear laboratorios pú- blicos de investigación para la industria, como uno de los mecanismos de desarrollo industrial y promoción de la in- vestigación intersectorial (Odagiri y Goto, 1996, 119). Sin embargo, es hasta la década de los noventa cuando se registran esfuerzos legislativos por parte de la nación, el compendio de esta iniciativa se plasma en la Ley Básica de C&T, promulgada el 15 de noviembre de 1995. Esta Ley tiene por objetivo lograr los más altos estándares en C&T, enfocados hacia el desarrollo de la sociedad y el incremento del bienestar de la nación; así como contribuir al progreso de la C&T en el mundo y al desarrollo sostenible. Directa- mente relacionado con la Ley se encuentra el Plan Básico de C&T, desarrollado al interior del gabinete el 2 de julio de 1996. Este tiene como prioridades: el mejorar y actualizar las capacidades de I+D de los círculos: industria, gobierno

257 y academia; y desarrollar investigación básica que el sector privado ha dejado de lado, en los centros de investigación pertenecientes a las universidades y a la nación. Estos planteamientos enfocados básicamente en contra- rrestar los efectos de la disminución en la inversión en I+D en Japón desde 1993, causados por la desaceleración de la economía, y el rezago que este presenta respecto a Estados Unidos y Europa en su infraestructura para I+D, genera- ron un esquema de desarrollo y promoción para la vincu- lación de las universidades, institutos de investigación, el sector privado y el gobierno, tanto a nivel nacional como regional. La Ley es clara en cuanto a la importancia de la coope- ración intersectorial al interior de sus artículos. Destaca el papel trascendental de las políticas de promoción de C&T del gobierno nacional y local, en la implantación de medi- das que mejoren la infraestructura de las instituciones pú- blicas y privadas dedicadas a la investigación, y la inversión del sector privado. En el artículo 2 consagra la cooperación entre los institutos nacionales de investigación, las univer- sidades1, y el sector privado, entre otros (The Science and Technology Basic Law, 1995,1). Posteriormente, el artículo 6 hace importantes conside- raciones con respecto a las universidades. ”En la formula- ción y aplicación de políticas relacionadas con las univer- sidades y los centros interuniversitarios de investigación, en lo concerniente a la promoción de C&T, los gobiernos locales y nacionales deberán hacer esfuerzos para activar la investigación en las universidades” (The Science and Te- chnology Basic Law, 1995, 2).

1 Incluidas las de posgrado en esta Ley.

258 La colaboración intersectorial también cobra importan- cia en el mejoramiento de las instalaciones. De acuerdo con el artículo 12 ”la nación debe aplicar las medidas de política necesarias para mejorar las instalaciones de investigación de instituciones de I+D2 con el fin de promover la I+D y mejores progresos en C&T” (The Science and Technology Basic Law, 1995, 3). El apoyo por parte de las empresas fue establecido en el artículo 17, ”en consideración a la importancia del papel desempeñado por el sector privado en C&T en Japón, la nación debe aplicar medidas de política necesarias para promover I+D en el sector privado, por medio del fomento de iniciativas” (The Science and Technology Basic Law, 1995, 4). En este sentido, es clara la intención del gobierno por crear un marco legal apropiado para el desarrollo de acti- vidades de I+D, apoyando al sector académico y privado, pero a su vez creando espacios de colaboración entre los sectores. Siguiendo la orientación básica de la promoción: ”(1) el respeto de la autonomía de las universidades; (2) el progreso en todos los campos académicos, y (3) la pro- moción integrada de la educación y la investigación” (The Science and Technology Basic Law, 1995,1-4). Para lograr el objetivo de la Ley, la nación es responsa- ble de la formulación y aplicación de políticas con respecto a la promoción de C&T, paralelamente, las estrategias de los gobiernos locales deben ser coherentes con las políticas nacionales correspondientes y atender en especial al descu- brimiento de nuevos fenómenos, la creación de nuevas tecnologías y su prospectiva.

2 El término ”instituciones de I+D” incluye institutos nacionales de investi- gación e instituciones de I+D en las universidades, el sector privado y así sucesivamente en esta Ley.

259 De acuerdo con lo establecido en el artículo 9 de la Ley Básica, el gobierno implantó un ”Plan Básico” para la pro- moción de C&T, con el fin de implementar las políticas con respecto a la promoción de C&T. El Plan Básico de C&T es enfático en su primer capítulo en la necesidad de crear un nuevo sistema de I+D, un Sistema de Intercambio y Coopera- ción más allá de los sectores, regiones y naciones donde sean activos ”los intercambios entre instituciones de I+D, como universidades y centros de investigación, institutos nacio- nales, privados, locales y los sectores gubernamentales, y entre las naciones deben promoverse y reforzarse”. Para dicho propósito se establece en su segundo capítulo la ne- cesidad de facilitar la movilidad, formación y financiación de los investigadores, la ampliación de los fondos para la investigación por parte del sector público y privado desti- nado a las universidades, promover las iniciativas locales que generen cooperación e intercambio entre industriales, académicos, y los círculos gubernamentales en las regiones con el fin de poner en pleno uso de la sociedad los resulta- dos en C&T (Science and Technology Basic Plan, 1996, 4-8).

– Comparación Japón, China y Estados Unidos

El desarrollo económico de países como Estados Unidos y Japón ha sido el resultado de políticas de C&T que recono- cen la dinámica relación de la academia, gobierno e indus- tria, y que tienen como principios el satisfacer las necesi- dades del mercado mundial, propender por la integración del conocimiento a la cotidianidad y brindar bienestar a la sociedad. De una correcta interpretación del entorno y de una adecuada formulación de políticas públicas que incen- tiven la innovación y la apropiación tecnológica en todos los sectores, dependerá que economías como la de China y otros países alcancen el nivel de países desarrollados y

260 cambien la estructura y trayectorias de desarrollo previa- mente establecidas.

Japón

En términos de políticas de C&T, Japón contempló dentro de su primer y segundo Plan Básico de C&T, mecanismos como la creación del Consejo de Política de Ciencia y Tecno- logía3 y la concentración de los recursos para investigación y desarrollo en dos ministerios: el Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, mext, el cual fi- nancia investigación competitiva, gastos administrativos de las universidades y enseñanza, e investigación básica- mente; y el Ministerio de Ecomonía, Comercio e Industria, meti, cuyos fondos están destinados específicamente a la promoción de la innovación, reforzar el vínculo entre uni- versidad e industria, desarrollo y tranferencia de personal y promoción de la innovación regional. En 2005, el 65% de los recursos que destinó el gobierno para investigación y desarrollo fueron apropiados por el mext, 14% por el meti y el resto en ministerios como el de Salud y Agricultura (Woolgar, 2008, 18).

3 El Consejo de Política de Ciencia y Tecnología tiene siete miembros perma- nentes, entre ellos el primer ministro, el secretario del gabinete, el ministro de relaciones internas, el ministro de finanzas, el ministro de educación, cultura, deporte, ciencia y tecnología y el ministro de economía, comercio e industria.

261 Gráfica 1: Inversión del gobierno japonés en ciencia y tecnología 1996 - 2005. Fuente: Tanaka, 2006, 6.

Así mismo, definió como campos prioritarios áreas como: ciencias de la vida, información y telecomunicaciones, ciencias del medio ambiente, nanotecnología y materiales y campos interdisciplinarios, en los cuales se han desarro- llado clusteres de conocimiento en los últimos años. En estas áreas se puede ver claramente la colaboración intersectorial en el desarrollo de proyectos específicos (Gráfica 2).

Gráfica 2: Número de proyectos de investigación conjuntos Universidad Nacional y Empresa Privada por área de tecnología 2001-2003. Fuente: nistep, mext, 2005, 81.

262 El Tercer Plan Básico de Ciencia y Tecnología 2006-2010 cambia su enfoque de inversión y decide destinar más di- nero a recursos humanos en lugar de infraestructura. Esto se hace con el fin de neutralizar los efectos que suponen la aparición de nuevos actores en el mercado de la C&T tales como: Corea y China. El plan tiene como principio la asig- nación eficiente de recursos y la colaboración entre ministe- rios para evitar la duplicación de proyectos. El presupuesto asignado por el gobierno es de ¥254 billones de yenes y coin- cide con los anteriores planes en que solo las ciencias de la vida, las tecnologías de la información, el medio ambiente, la nanotecnología y los materiales son áreas prioritarias de investigación básica para la nación (Tanaka, 2006, 7-8). La política de innovación de la década de los noventa propendió por reforzar los vínculos universidad-empresa para así estimular la creación de nuevos productos, sin embargo, la difícil relación entre estos actores trajo como consecuencia que los productos fruto de esta colabora- ción fueran innovaciones incrementales pero no radicales (Aung, 1998, 10). La apropiación tecnológica por parte de la sociedad fue baja, debido a que la labor de difusión en los medios fue insuficiente y adicionalmente, a que la ley de propiedad intelectual no facilita el registro de patentes de trabajos tercerizados. Conscientes de esta situación el Tercer Plan establece, dentro de sus estrategias, principalmente fortalecer la confianza entre gobierno, industria y acade- mia, la formulación de los proyectos en conjunto desde su origen, la financiación de investigaciones de alto riesgo que tengan un alto impacto en la sociedad y el fortalecimiento de los centros de propiedad intelectual al interior de las

4 Aproximadamente $242 mil millones de dólares. Tasa de cambio utilizada = 103,35 jpy/usd promedio 2008, en [www.x-rates.com].

263 universidades y de las organizaciones licenciadoras de tecnología. El objetivo es que tanto la investigación básica llevada a cabo por las universidades, como la investigación aplicada realizada por el sector privado, genere innovacio- nes que lleguen al mercado. Adicionalmente se busca que el modelo de colaboración gobierno-industria-academia sea sostenible, que el gobierno utilize las nuevas tecnolo- gías y que el sistema de innovación dinamice la actividad regional(Science and Technology Basic, 2006, 38-44).

China

Este país ha establecido como meta en su Plan para el Desa- rrollo de C&T a mediano y largo plazo (2006-2020) el dis- minuir las brechas de innovación existentes entre este y países como Japón o Estados Unidos, para así convertirse en una nación innovadora5 en el 2020. El desarrollo de una industria de manufactura de alta tecnología y una industria de servicios basada en el conocimiento que soporte la eco- nomía china es uno de los elementos claves para el éxito de la misma. Por esta razón, la política identifica como temas de investigación básica y de frontera, áreas como nuevos materiales, tecnologías de la información y biotecnología, ya que estas pueden crear las bases que las industrias de manufactura y servicios necesitan, así como mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. En el 2007, el gobierno chino asignó el valor de 371,026 millones de yuanes para actividades de investigación y desarrollo, de los cuales

5 Innovadora en el sentido de ubicarse en el top 5 mundial en términos de patentes de invención y citación internacional de sus artículos científicos. 6 Aproximadamente $53 millones de dólares. Tasa de cambio utilizada = 6,94 cny/usd promedio 2008, en [www.x-rates.com].

264 174,57 millones fueron a financiar investigación básica y 49,298 millones investigación aplicada (China Science and Technology Statistics). En general el documento fija los temas de tecnologías de energía limpia y altamente eficiente, explotación y conser- vación de recursos naturales, medio ambiente, agricultura, salud, transporte, manufactura, información, urbanización, seguridad pública y defensa como prioritarios para el de- sarrollo sostenible de la nación. Aunque el documento resalta la importancia de pro- mover la C&T en ciertas áreas y fortalecer la capacidad innovadora, mediante el aumento de la inversión en I+D al 2.5% del pib, es importante mencionar que esto se hace prin- cipalmente con el objetivo de que la tasa de aporte de C&T a la economía sea del 60% y de disminuir la dependencia de tecnologías extranjeras por debajo del 30%.

Gráfica 3: Inversión en investigación y desarrollo como porcentaje del PIB para Japón, Estados Unidos y China 1991 - 2005. Fuente: oecd, 2008.

7 Aproximadamente $25 millones de dólares. 8 Aproximadamente $7 millones de dólares.

265 Dentro de las estrategias que el gobierno señala para lograr esta meta están: reformar el sistema educativo, reformar la administración del sistema de C&T y los institutos de inves- tigación pública para una efectiva asignación de recursos, implantar ayudas fiscales y de impuestos para promover la innovación en las empresas, ya que estas son consideradas como el principal actor, reforzar la legislación de derechos de propiedad intelectual y promover el trabajo cooperati- vo centros de investigación-universidad-empresa. En este campo, es importante mencionar la iniciativa conocida como Torch Program que nació en 1988, cuyo objetivo es el desarrollar parques tecnológicos con un ambiente óptimo para la comercialización y la internacionalización de pro- ductos de industrias de alta tecnología y que desde el 2004 muestra resultados positivos.

Gráfica 4: Número de industrias de alta tecnología según el tipo de propiedad (ci- fras en 100 millones de yuanes), 2000 - 2007. Fuente: China Science and Technology Statistics

Estados Unidos

La política americana de I+D es altamente descentralizada, cada agencia tiene su propio presupuesto y las prioridades

266 de investigación son determinadas de acuerdo con la mi- sión que cada una tiene. Aunque no existe un documento marco para la política de C&T el Government Performance and Results Act - gpra establecido en 1993, da las bases para que cada agencia fije sus metas de investigación y defina indica- dores de desempeño para cada uno de sus programas. Este modelo es altamente flexible y permite que las prioridades cambien o se ajusten anualmente y en forma coherente con la asignación de recursos que realiza el go- bierno. La relación entre apoyo al desarrollo científico y el crecimiento económico es el principio regulador de las decisiones de política (Office of Science and Technology, 2008, 45-47). Es importante mencionar que la política de inves- tigación y la de innovación tradicionalmente han estado separadas y esto obedece a que la primera está relacionada básicamente con la academia y el gobierno, mientras que la segunda lo está con la industria. Sin embargo, esta dife- rencia cada vez se disuelve más debido a la necesidad de lograr que los avances en investigación lleguen al merca- do. El objetivo principal de la política de investigación es financiar actividades en áreas promisorias de alto riesgo y estratégicas de frontera y lograr que tanto la academia co- mo la industria utilicen sus recursos de forma eficiente para generar innovaciones que aumenten la competitividad de la economía estadounidense y mejoren la calidad de vida de sus ciudadanos, y el objetivo principal de la política de innovación es promover el uso y desarrollo de nuevas tec- nologías. (Rammer, et ál., 2007, 8-20). Las prioridades de investigación están definidas por el monto de recursos asignados a cada agencia (Tabla 1). Las áreas de mayor inversión son tecnologías y sistemas de defensa y salud. En su orden, le siguen espacio, energía e investigación básica en áreas como: nanotecnología, tecno- logías de la información y cambio climático.

267 Investigación Investigación Desarrollo Total básica aplicada Defensa $ 1.457 $ 4.948 $ 67.154 $ 73.559 Servicios de salud $ 15.546 $ 12.827 $ 22 $ 28.395 y humanos nasa $ 2.299 $ 1.680 $ 5.141 $ 9.120 Energía $ 2.930 $ 2.700 $ 1.939 $ 7.569 National Science $ 3.520 $ 283 $ - $ 3.803 Foundation Agricultura $ 853 $ 1.149 $ 164 $ 2.166 Comercio $ 118 $ 729 $ 93 $ 940 Seguridad $ 85 $ 662 $ 659 $ 1.406 Asuntos relaciona- $ 343 $ 435 $ 46 $ 824 dos con los vetera- nos Transporte $ - $ 497 $ 305 $ 802 Interior $ 42 $ 546 $ 46 $ 634 Agencia de Protec- $ 105 $ 400 $ 117 $ 622 ción Ambiental Otro $ 158 $ 590 $ 464 $ 1.212 Total $ 27.456 $ 27.446 $ 76.150 $ 131.052

Tabla 1: Presupuesto del gobierno americano para investigación según tipo y área. Año 2006 (Cifras en millones de dólares). Fuente: Office of Science and Technology Policy, 2008, 51.

La política de investigación también contempla aspectos de formación de recurso humano: investigadores y científicos que se vinculen a pequeñas y medianas empresas con orien- tación investigativa; por esta razón la reforma al sistema educativo, especialmente lo relacionado con currículos, es una de sus alternativas. Al igual que la política de C&T japonesa la relación go- bierno, industria y academia es uno de los elementos clave del fortalecimiento a nivel nacional y regional. Iniciativas como las que llevan a cabo National Science Foundation, NSF,

268 Industry University Cooperative Research Centres Programme, i/ucrc, nsf Partnerships for Innovation pfi y nsf Engineering Research Centers, ercs, permiten que la infraestructura para esta se fortalezca, sea sostenible en el largo plazo y gene- re innovaciones comercializables que mejoren la salud, la economía y el bienestar general. La asignación de recur- sos realizada por el gobierno para estos programas es de aproximadamente $90 millones de dólares para el 2005. De la misma manera, existen iniciativas que promueven específicamente la transferencia de tecnología, estas son: Small Business Technology Transfer Program, sbttr, y Coopera- tive Research and Development Agreements, cradas (National Science Foundation). Japón sigue siendo uno de los países que más recursos financieros destina para actividades de C&T. Su política es clara en cuanto al uso de los resultados de la investigación para mejorar el bienestar de la sociedad y que su industria sea competitiva. El énfasis que hace en recursos humanos es acertado, ya que este a través del proceso creativo es el motor de las innovaciones en un país. China, por el contra- rio, considera que el motor de la innovación es la empresa y opta por establecer medidas que promuevan una mayor asignación de dineros de estas, para actividades de I+D. Estados Unidos parece partir del supuesto que su industria ya es innovadora y considera que los dineros públicos de- ben ser utilizados desarrollando tecnologías que mejoren el bienestar de sus ciudadanos y lo más importante que los proteja de la amenaza terrorista. China, por ser el país que tiene la mayor población del mundo, tiene como prioridad el encontrar tecnologías costo-eficientes propias y limpias que le permitan atender su población, ser tecnológicamente independiente y crecer a nivel industrial sin generar exter- nalidades negativas. Finalmente, Japón sigue apostando a la investigación en diferentes áreas como ciencias de la vida

269 y medioambiente, como una estrategia para consolidar una industria de avanzada en estas áreas. En términos de promoción de actividades conjuntas entre universidad y empresa, los tres países parecen co- incidir en la importancia del proceso de transferencia de tecnología, y desarrollan programas que permitan que el conocimiento alcance la etapa de mercado.

II. La movilidad del recurso humano

La política de C&T es clara al expresar la importancia de una movilidad efectiva de los factores: recurso humano, capital y tecnología. Son concretas las iniciativas para aumentar el caudal y encauzar el destino de cada uno de estos factores hacia el sector donde haya más viabilidad en la aplicación del conocimiento. De otra parte, la movilidad tecnológica se profundiza y progresa con la movilidad del recurso hu- mano dentro y entre los diferentes sectores. A pesar de que estas relaciones de progreso son conoci- das y declaradas metas de política pública, Japón presenta una escasa movilidad de investigadores, sobre todo en el sector de la educación superior. Aproximadamente el 3,7% de los investigadores cambió de organización en el 2002, pero pocos investigadores universitarios pasaron al sector privado, el 85% de los investigadores académicos que cam- bió de empleo se trasladó dentro de los círculos académicos y sólo el 6% tuvo como destino la industria (Figura 1). Este desequilibrio entre la entrada y salida de los investigadores podría ajustarse al crear una mayor dinámica de transferen- cia de tecnología desde la ciencia hacia la industria (oecd, 2005, 123).

270 Figura 1: Movilidad de investigadores al interior y entre organizaciones. (Número de cambios inter-organizacionales). Datos obtenidos de la Encuesta en ciencia y tecnología realizada por el meti en el año 2002. Fuente: oecd, 2005, 123.

Esta coyuntura puede ser explicada por el sistema laboral japonés constituido en la época de posguerra, que generó tres pilares basados en el empleo vitalicio, salario por an- tigüedad y la libertad de unión sindical. Aunque la crisis ecónomica y la larga recesión de los noventa generaron cambios en este sistema, el país conserva una fuerte estruc- tura de estabilidad laboral. En este contexto, es necesario estudiar en detalle, las medidas tomadas por el gobierno, en su Primer y Segundo Plan Básico de C&T, para así entender cuáles son los principales problemas que los investigadores enfrentan al querer desplazarse entre sectores. El Primer Plan fija las siguientes iniciativas: reclutamien- to activo de jóvenes investigadores, promulgación de la ley concerniente a medidas especiales para el reclutamiento, remuneración y horas de trabajo de los investigadores con término fijo en el servicio regular, promulgación de la ley concerniente al tiempo de oficina para los profesores uni-

271 versitarios y fortalecimiento del Programa de Investigación para el mejoramiento de la movilidad. La primera iniciativa enfocó sus esfuerzos en proveer cargos en investigación bá- sica para las áreas de embriónica y biociencias, promovien- do siempre una fuerte colaboración universidad – empresa. Las leyes promulgadas en 1997 flexibilizaron la legislación existente, permitiendo a los investigadores públicos ocu- par cargos directivos en empresas privadas y ampliando la admisión temporal en investigaciones de corto plazo de investigadores de empresas privadas en las universidades nacionales. Por último, el Programa de Investigación revisó la implantación y progreso del sistema de empleo de térmi- no fijo creado por la ley, concerniente al tiempo de oficina para los profesores universitarios en las universidades na- cionales, y empezó a realizar estudios sobre este problema (nistep, mext, 2004, 76-80). Dentro del marco de operación del Segundo Plan, el Consejo de Política de C&T creó, en el 2001, los lineamien- tos para el mejoramiento de la movilidad de los investi- gadores, así mismo, se refuerza con coordinación especial de los fondos para promover la C&T, el Programa Soporte para jóvenes investigadores de tiempo fijo. En el 2002, se hizo una revisión de las regulaciones concernientes a per- sonal nacional y se extendió el término fijo de 3 a 5 años, también se revisó la ley concerniente a medidas especiales para el reclutamiento, remuneración y horas de trabajo de los investigadores con término fijo en el servicio regular, y se ajustó el salario de los investigadores mediante un in- cremento (nistep, mext, 2005, 109). Finalmente, en el 2004 las universidades nacionales y los institutos públicos de investigación, cambiaron su carácter por el de organismos independientes, para así lograr que a través de la autonomía mejoren la gestión del recurso humano (oecd, 2005, 124).

272 Aunque el gobierno ha realizado esfuerzos para garanti- zar un trabajo estable y bien remunerado a los investigado- res e incentivar el trabajo cooperativo universidad-empresa, la tasa de movilidad de investigadores continua siendo baja, por lo cual es necesario contemplar la visión que los investigadores y el sector privado tienen de este problema. De acuerdo con los datos de la Encuesta sobre Recursos Hu- manos y activación de la investigación para el futuro, que realizó el Instituto Nacional de Política de Ciencia y Tecno- logía, nistep, en el 2004, los investigadores tienen dificultad para establecer los beneficios de la movilidad entre sectores. Cuando se les preguntó si en términos generales las mejoras en movilidad de los investigadores incentivaría las activi- dades de investigación, más de un 40% de los encuestados de universidades, institutos de investigación y el sector pri- vado contestaron que en parte sí, pero que es difícil saberlo (Gráfica 5). Así mismo, existe una mayoría que concuerda en que la discreción sobre los temas de investigación es algo que debe contemplarse con cuidado en términos de cambio de institución donde se labora (Gráfica 6).

Gráfica 5: Resultados a la pregunta: ¿en términos generales las mejoras en movi- lidad de los investigadores incentivaría las actividades de investigación? Fuente: nistep, mext, 2005, 111.

273 De otro lado, los estímulos para transferirse de sector varían de acuerdo con el tipo de organización en la que se trabaje, por ejemplo: los investigadores del sector privado basan su decisión primariamente en el salario, mientras que los empleados de las universidades lo hacen en el soporte humano.

Gráfica 6: Mínimas condiciones de un investigador para ser transferido de su actual institución. Datos tomados de la ”Encuesta realizada por el nister y el mri en el 2004 sobre Recursos Humanos e Investigación”. Fuente: nistep, mext, 2005, 115.

El sector privado, por su parte, encuentra difícil contratar a personal que posee formación doctoral, ya que algunos de ellos carecen de habilidades de comunicación, habilidades para desarrollar procedimientos de negocios y cooperati- vidad. Adicionalmente, las empresas japonesas no tienen una política de cuota sobre personal con formación de doctorado o posdoctorado y por esta razón su proceso de selección se basa en la evaluación de las habilidades de los individuos que aplican (mext, 2007, 66-67). Consciente de la necesidad de formar investigadores integrales, proveer a la industria de profesionales con habi- lidades sociales y lo más importante reforzar el vínculo

274 universidad-empresa, el mext decidió lanzar dos programas en el 2005 y el 2006 respectivamente: el Proyecto de pasantía conjunto para el desarrollo de recurso humano de avanzada, en áreas como: tecnologías de la información, biotecnología, química medicinal, nanotecnología y materiales, y el Pro- yecto para promover la diversificación de carreras para C&T, relacionado con recursos humanos. De esta manera, se espera que los investigadores apli- quen sus conocimientos en sectores diferentes a la univer- sidad y que estos terminen siendo parte de procesos inno- vativos en la industria. En síntesis, aunque el gobierno japonés ha realizado im- portantes esfuerzos para promover la movilidad del recurso humano entre sectores, el esquema laboral de empleo vita- licio, la desconfianza y la baja definición de los beneficios que esta representa a nivel personal e investigativo, hacen que el flujo de recursos humanos entre sectores continúe siendo bajo. Adicionalmente, el sector privado encuentra dificultades para contratar personal cuya experiencia es só- lo académica, ya que carece de competencias empresariales y de algunas habilidades sociales.

III. La movilidad de los recursos financieros

La inversión en I+D es el motor que determina, en alguna medida, el número y tipo de innovaciones que llegarán al mercado. La relación insumo producto, puede ser de tipo lineal o puede, por el contrario, involucrar elementos más dinámicos de flujo intersectorial que potencien el resulta- do. La eficiencia en la asignación de los recursos puede ser evaluada de varias formas, e indicadores como: número de papers publicados en revistas especializadas, número de citaciones de artículos, número de aplicaciones para obtención de patentes y número de citación de patentes,

275 son herramientas que brindan señales a los responsables de la generación de políticas sobre la dirección que la po- lítica de C&T e innovación debe tomar y la efectividad de la misma. El sistema japonés de inversión en I+D, presenta dos características importantes: primero, la industria aporta en promedio casi el 70% de los recursos destinados a financiar actividades de I+D en el país y segundo, el modelo de flujo de recursos es casi lineal en comparación con otros países, es decir, el dinero que ingresa a un sector, permanece en su mayoría en este (mext, 2007, 95-101). El gobierno ha contribuido tradicionalmente con una asignación inferior al 1% del pib para financiar principalmente actividades de investigación básica y aplicada. El monto establecido en el Primer Plan Básico de C&T fue de aproximadamente ¥8 trillones de yenes9, correspondientes al 45,5% del monto to- tal del Plan. Estos fueron distribuidos, en su gran mayoría, entre institutos de investigación públicos y universidades en el siguiente orden de prioridades: 37,5% para institutos de investigación nacionales, institutos públicos especia- les e instituciones administrativas independientes, 36,1% para universidades y otras organizaciones de educación superior y 26,4% para ministerios y agencias. Las áreas de investigación que recibieron mayor cantidad de recur- sos fueron: energía (22,4%), ciencias de la vida (21,3%) y fronteras (12,3%) y las que recibieron menos del 5% fueron nanotecnología y materiales, y tecnologías de manufactura (nistep, 2005, 22-24). Menos del 1% se destinó a la industria a través de proyec- tos de consorcio, y aunque en la década de los ochenta los di- neros que el gobierno dedicaba a la industria sobrepasaban

9 Aproximadamente 77 mil millones de dólares.

276 el 50% del total, este porcentaje disminuyo drásticamente en los noventa, cuando se decidió asignar menos recursos para defensa nacional (nistep, 2001, 85). El Segundo Plan Básico, asigna un porcentaje menor a actividades de I+D, solo el 39,9% del presupuesto total, es decir ¥8.37 billones de yenes10 que son distribuidos entre los diferentes actores del sistema de innovación. El porcentaje destinado a institutos de investigación nacionales, institutos públicos especiales e instituciones administrativas indepen- dientes aumenta con respecto al período anterior a 39,6%, mientras que el destinado a universidades y otras organiza- ciones de educación superior, y ministerios y agencias, dis- minuye a 35,6% y 24,8% respectivamente. Las prioridades de investigación cambian ligeramente para este período, y en esta oportunidad ciencias de la vida termina ocupando el primer lugar con un 23,7% del presupuesto, en su orden le siguen energía e infraestructura social con 19,5% y 10,8% respectivamente. Aunque el presupuesto para nanotecnolo- gía y materiales aumenta de ¥92 mil millones de yenes a ¥96 mil millones de yenes11, esta área sigue recibiendo menos del 5% del total (nistep, 2005, 23). En términos generales, si se comparan las cifras de la Figura 2 y la Figura 3, el porcentaje de recursos que del go- bierno fluyen a la industria y a las instituciones de investi- gación privadas disminuye, sin embargo, el flujo de recur- sos del sector industria hacia las universidades aumenta12, significando así que el trabajo colaborativo aumenta y la política de cambio de prioridades en áreas de investigación,

10 Aproximadamente 81 mil millones de dólares. 11 Aproximadamente 8.9 mil millones de dólares y 929 mil millones de dólares respectivamente. 12 En este caso aumenta en un 26,46%.

277 reforma al sistema de innovación y fortalecimiento de la relación universidad-empresa empieza a funcionar; por el contrario, el flujo de dineros hacia los institutos de inves- tigación privados disminuye. Esta es una dinámica que se ha mantenido a través del tiempo en los últimos años. Sin embargo, es clara la tendencia que dice que la mayoría de recursos generados por la industria, son finalmente aplica- dos en su mismo sector.

Figura 2: Flujo de gastos en I+D entre sectores en Japón (cifras en 100 millones de yenes) 1998. Fuente: nistep, 2001, 75.

Figura 3: Flujo de gastos en I+D entre sectores en Japón (cifras en 100 millones de yenes) 2003. Fuente: nistep, mext, 2005, 169.

278 El Tercer Plan Básico establece como meta, que la inver- sión realizada por el gobierno alcance el 1% del pib, a través de una combinación de fondos básicos y de competencia. La reforma de los fondos de competencia se realiza con el fin de que la escala de los fondos de investigación, la duración de las investigaciones, el sistema de investigación y el mé- todo de evaluación y promoción puedan ser optimizados13 (ver Tabla 2). Adicionalmente, las prioridades en áreas de investigación cambian una vez más y ciencias de la vida, tecnologías de la información y nanotecnología se registran como las áreas para recibir mayor cantidad de recursos (Science and Technology Basic Plan in Japan, 2006, 19-36).

Categoría Presupuesto Investigación basada en las ideas de los investigadores. – Fondos básicos para las universidades – Becas de investigación científica (fondos de competencia) ¥ 1.422 – Programa 21 Century CoE I+D en línea con temas estratégicos de política. ¥ 1.785 – Incluye I+D en áreas prioritarias de ciencia y tecnología ¥ 0.286 Reforma del sistema, incluye desarrollo de los recursos huma- nos, colaboración industria-academia-gobierno, promoción ¥0.365 regional de C&T, otros. Total ¥ 3.573

Tabla 2: Presupuesto para ciencia y tecnología en Japón (Cifras en trillones de yenes) Año 2006. Fuente: Tanaka, 2006, 9.

A. Gobierno

Dentro de las medidas de política que ha desarrollado el go- bierno japonés, para patrocinar el desarrollo de la industria

13 Durante el Primer Plan y Segundo Plan estos fondos presentaron un aumento sostenido en recursos.

279 y el aumento de la competitividad mediante la innovación, están: los proyectos de consorcio, el trato especial sobre impuestos, los subsidios y la promoción de actividades de I+D en universidades e instituciones públicas (Lechevalier, et ál., 2007, 2). Los proyectos de consorcio patrocinados por el gobier- no para I+D incluyen todo tipo de proyecto cooperativo entre compañías, creado con cierto grado de participación del gobierno, ya sea mediante el tipo de participantes que este involucra, la definición del tema de investigación y su dirección, o de forma más directa mediante subsidios. Los beneficios de este tipo de medida son ampliamente reco- nocidos e incluyen reducción en los costos fijos mediante la cooperación, internalización de las externalidades de I+D y el incremento en la confianza y la capacidad de apropia- ción de conocimiento de las partes involucradas. Por estas razones, es uno de los mecanismos que se ha utilizado con mayor frecuencia a lo largo de la historia del desarrollo industrial japonés, desde 195914 con casos tales como: Very Large Scale Integrated Circuit vlsi y sematech desarrollados para ayudar a la industria japonesa de la tecnología de los semiconductores (Sakakibara, 2003, 117-118). La forma en que el gobierno asigna recursos a estos pro- yectos y, en general, a la industria, es variada, sin embargo la ruta más significativa es a través de una de sus agencias: nedo New Energy and Industrial Technology Development que funciona con presupuesto asignado por el Ministerio de Economía, Comercio e Industria, meti. En el 2003, ¥234 billones de yenes15 fueron asignados a través de esta pa-

14 Japón es considerado un pionero en lo que a la práctica de I+D cooperativa patrocinada por el gobierno se refiere, a nivel mundial. 15 Aproximadamente 2 billones de dólares.

280 ra financiar proyectos de consorcio de I+D y trabajar con firmas individuales mediante contratos de investigación (oecd, 2006, 154). Esta agencia tiene básicamente la misión de dar soporte a la I+D de la tecnología industrial y medio- ambiental, nueva energía y conservación de la energía. Esto lo hace a través de 19 programas nacionales establecidos por el meti (ver Tabla 3), desarrollados en las áreas de ciencias de la vida, tecnologías de la información, nanotecnología y materiales, nueva producción de tecnología, medio am- biente y energía.

Nombre del programa 1 Creación de una sociedad saluda- 11 Desarrollo de una tecnología de ble y confortable baja emisión para vehículos de nueva generación 2 Creación de un sistema industrial 12 Programa de tecnología básica direccionado por la biociencia y para aviación comercial con base en el reciclaje 3 Equipo básico y dispositivos para 13 Desarrollo de tecnología para la información avanzada de comuni- conservación de la energía caciones de I+D 4 Programa de promoción de desa- 14 Desarrollo de tecnología para nue- rrollo de software básico para las vas energías tecnologías de la información 5 Desarrollo de nueva tecnología de 15 Desarrollo de tecnología de com- manufactura bustibles 6 Desafío robot siglo xxi 16 Desarrollo de tecnología de ener- gía electrónica 7 Programa de tecnología básica 17 Desarrollo de tecnología de ener- para una industria del espacio más gía nuclear sofisticada 8 Programa de nueva tecnología pa- 18 Desarrollo de nanotecnología ra la prevención del calentamiento global

281 9 3R (‘reducir’, ‘re usar’, ‘reciclar’) 19 Creación de industrias de materia- les y nuevos materiales 10 Programa de valoración y admi- nistración completa para sustan- cias químicas

Tabla 3: Programas de I+D del Ministerio de Economía, Comercio e Industria. Fuente: nedo, 2006, 14.

Este estudio decide centrar su análisis en los consorcios patrocinados por el gobierno japonés en tecnología robóti- ca que hacen parte del Programa: Desafio Robot Siglo xxi, 21st Century Robot Challenge, debido al reconocido lideraz- go y al rápido avance tecnológico de esta industria a nivel mundial. Proyectos de consorcio. Caso de tecnología robótica. En Ja- pón, un alto número de empresas invierten sus esfuerzos en desarrollar nuevos modelos de robot que puedan ser usados tanto en hogares y espacios públicos, pero de forma determinante en la industria. Aunque algunos ministerios han destinado recursos para desarrollar proyectos de inno- vación en robótica, es el meti quien a través de su agencia nedo impulsa en su totalidad esta iniciativa. Desde la década de los noventa, cuando el meti financió algunos proyectos bajo programas específicos como: ”R&D on the Micromachine Technology” 1991-2000, ”Mobile Meal Delivery Robot for Aged and Disabled People” 1995-1999, y ”The Surgery Support System for Brain Tumors” 1998- 2000, se hizo evidente el liderazgo de este Ministerio. Es así como en 1998 lanzó el Humanoid Robotics Projects o el hrp 1998-2002, cuyos resultados fueron sólo el hardware hrp-2 y el software Open hrp, sin ningún producto de aplicación comercial. En el 2002, surgió el programa conocido como el 21st Century Robot Challenge que tiene por objetivo inves- tigar en tecnologías básicas y comunes para el desarrollo

282 de robots, y que conecta todos los proyectos existentes re- lacionados con robótica16. Un año después fue celebrado el Primero Congreso de Robot Vision kondankai y con base en los resultados que este arrojó, el meti propuso en el 2006 que la robótica hiciera parte de la Estrategia de Creación de Nuevas Industrias nics. De esta manera, y con base en el plan de acción del nics, se agruparon los proyectos en las siguientes áreas: tecnología de la sistematización, tecnología base y elementos tecnológicos; y se estimuló la participación de empresas de seguridad y productores de manufactura. Las empresas que hacen parte de estos consorcios pue- den ser categorizadas en tres grupos. El primer grupo está constituido por compañías especializadas en tecnología de robots e incluye firmas como Fanuc y Yaskawa, y algunas compañías start-up como Tmsuk. El segundo grupo está compuesto por compañías que pertenecen al sector de la maquinaria, incluyendo electrónica e industrial de carros como Hitachi, Toshiba o Mitsubishi Heavy Industries. Ellos, por lo general, son clientes de firmas o grupos que estuvie- ron involucrados con tecnología robótica en un intento por diversificar sus actividades comerciales17. El último grupo es el de usuarios potenciales de los servicios de los robots, como por ejemplo secom, una compañía de seguridad. Es claro ver que los productores de robot se muestran poco interesados por participar en este tipo de consorcios, qui- zás motivados por el afán de proteger su información; en general las compañías que se afilian a este tipo de proyectos

16 ”Humanoid Robot Project” 1998-2002, ”Project for the practical application of Next generation robots” 2004-2005, ”Development of a Software Infrastruc- ture for robot system” y el ”RT Middleware project” 2002-2004. 17 Es interesante notar que compañías como Toyota o Sony nunca han partici- pado a pesar de que son actores claves en este tipo de industria.

283 son de gran envergadura y altamente heterogéneas (Leche- valier, et ál., 2007, 5-8). De 1991 a 2004, la agencia nedo desarrolló 12 programas gubernamentales relacionados con la industria robótica, el producto de este trabajo colaborativo se vio reflejado principalmente en el número de patentes que las firmas registraron. Sin embargo, es importante mencionar que el gobierno cambió la legislación al respecto en 1990 y las patentes originadas en proyectos de consorcio de investi- gación eran otorgadas a este mediante directiva guberna- mental, mas no a las firmas involucradas. Por esta razón es necesario examinar las patentes de las firmas que hicieron parte de los consorcios durante el tiempo que permanecie- ron en ellos y después del mismo. La Tabla 4 muestra que en total 127 patentes fueron otor- gadas como resultado de estos proyectos, los más exitosos son el número 3 de Robot Humanoide y el número 1 de tec- nologías de micro máquina, que coinciden en ser dos de los que cuentan con mayor número de participantes, y uno de ellos ser el que tiene una mayor asignación de recursos.

284 Tecnologías seleccionadas Tecnologías obile Robots,M obile M icroRobots Safety Devices, Positioning Processing, Image Control, - M obile Robots, Sound re cognition M icroRobots type, M aster-slave of M obile Robots, Control - M obile Robots, Image Pro cessing type M aster-slave Firma 26 4 23 7 4 Número Número de patentes G1 34 8 39 8 5 Presupuesto Presupuesto (millones de yenes) de (millones 25.000 563,4 4.573 850 Aprox. 931,9

- - - , Hi - alsok aist Firmas participantes Firmas awasaki Heavy tachi, K awasaki Heavy Yasukawa Industries, Electric, K awada Indus - tries, Honda, Fanuc en colaboración con univer y sidades Alrededor de 30 firmas30 de Alrededor cam participantes (los tiem del largo a lo biaron po) incluyendo M itsu - bishi Electric, Yasukawa, Hitachi Toshiba, Fanuc, 2 Fujitsu) & (Yasukawa 3 NH K (Hitachi, Toshiba, 12 (Incluyendo 2 Asahi Opti - & (Toshiba cal) Engineering Services) Engineering Período 1991-2000 - 1998 1994 - 1999 1995 - 2002 1998 - 2004 2000 Nombre del programa del Nombre - 1) R&D on the M icromachi ne Technology 2) M obil eal Delivery Ro - Aged and Disabled bot for People System for 3) The surgery Tumors Brain Project Robot Humanoid 4) Advanced support system 5) for endoscopic and other mi - surgery invasive nimally

285 obile Robots M obile Control of Control robots M obile Devices Safety Robots, M obile Ninguna 16 2 6 89 1 21 3 8 127 1 ND Aproximadamente 4000 ND 267 - - - - or itsubis orks, M orks, nec ) en colabora - 2 ( K awada Industries, K awasaki Heavy Indus - tries) en colaboración con aist firmas 40 de Alrededor (Incluyendo M atsushita W Electric alsok , hi Heavy Industry, tmsuk, ción con varias univer sidades 6 (Incluyendo Yas Hitachi, kawa Electric, Daihen Electric) Sanyo Tec, 1 ( M atsushita Electric W ks) en colaboración con ks) en colaboración con y jara aist 2002 - 2007 2002 - 2005 2004 - 2003 1999 2002 - 2004 2002 elfare elfare iddleware Project M iddleware ey Technology Research Research 7) K ey Technology and Development for Hu - manoid Robot Operationg in Environments Actual for the Practical 8) Project of Next-Gene - Application Robots ration 9) R&D on M edical W Total M achinery Technology 6) Development of a Infras - of a 6) Development for Robot System tructure (RT . Nota: La columna llamada firma corresponde al número de patentes al número financiados por nedo . Nota: La columna llamada firma corresponde de consorcio 4: Lista de los proyectos Tabla compañías están involucradas. Fuente: calculado por la firma, es decir patente colaborativa contada tantas veces como diferentes 38-39. 2007, ál., et Lechevalier,

286 Las empresas que más patentes otorgadas tienen en or- den de importancia son las siguientes: Matsushita Electric Industrial Co18., Ltd, Yasukawa, Fanuc, Toshiba, Mitsubis- hi Electric, Honda R&D Co., Hitachi, Fujitsu, y Kawasaki Heavy Industries. En cuanto al área de especialización, es evidente que los robots móviles son una prioridad para los proyectos financiados por el gobierno a través del meti, los proyectos de inteligencia artificial no están contemplados en este universo debido a que estos están financiados con subsidios del mext. Aunque el número y calidad de las pa- tentes de firmas que participan en proyectos financiados por el gobierno son considerablemente altos con respecto al número de patentes de compañías que trabajan de for- ma independiente en tecnología robótica, las innovaciones solo han sido de tipo incremental y no radical. El número de patentes y citación de patentes continúa siendo bajo en comparación con otras áreas del conocimiento; es más, la efectividad de este patrocino sólo se empezó a ver reflejado después del 1998, cuando el meti fijó lineamientos claros para este sector (Lechevalier, et ál., 2006, 17). La falta de cooperación de I+D no es el único problema que enfrenta el gobierno para transformar la nueva tecnolo- gía de robots en toda una industria, existen adicionalmente problemas en la demanda y en las tecnologías relacionadas; sin embargo, la falta de trabajo colaborativo ha sido recono- cido como uno de los mayores impedimentos para el naci- miento de esta nueva industria. Los robots son sistemas que contienen una variada forma de tecnologías especializadas y es muy difícil que una sola compañía desarrolle todo un modelo, es por esta razón que la cooperación y el interés por

18 Es importante mencionar que de acuerdo con el trabajo realizado por Leche- valier, esta compañía se presenta como una de las menos colaborativas.

287 el trabajo asociativo son los mecanismos más importantes para el desarrollo de la industria de la tecnología robótica. (Lechevalier, et ál., 2006, 6-7).

B. Industria

La industria tiene básicamente tres mecanismos de cola- boración y flujo de recursos financieros hacia otras insti- tuciones, específicamente las universidades. En orden de importancia se encuentran: realizar donaciones a través de becas, proyectos conjuntos y, por último, realizar proyectos de investigación subcontratada (ver Gráfica 7). Durante el Primer Plan 1996-2000, se ve una clara disminución en los fondos de donación, mientras que los proyectos conjuntos empiezan a cobrar mayor relevancia; esta es una tendencia que se refuerza a través del tiempo debido a la seguridad que ofrecen estos últimos en términos de patentes y ma- nejo de datos mediante contrato. También es concordante con la política gubernamental de promoción de alianzas intersectoriales. Adicionalmente, es importante notar que aunque la in- vestigación subcontratada se presenta como una interesante opción para el flujo de recursos financieros, estos todavía permanecen con la menor participación19, aunque hayan duplicado sus fondos desde 1996. En términos de efectividad de esta colaboración, es claro que esta se ve reflejada con mayor fuerza en las publicacio- nes de papers en revistas especializadas. La participación de las universidades como autores conjuntos de publicaciones realizadas por la industria ha aumentado alrededor de 10 puntos, desde el año 1996 hasta el 2005, cuando alcanzó un porcentaje del 53%.

19 Menos del 3% en promedio.

288 Gráfica 7: Fondos destinados por la industria a las universidades (cifras en 100 millones de yenes) 1991 - 2002. Fuente: nistep, mext, 2004, 83-85.

Gráfica 8: Tasa de autoría de publicación conjunta entre industria y otros sectores en Japón. Fuente: nistep, mext, 2004, 86.

289 Aunque es difícil determinar el área del conocimiento a la cual pertenecen estos escritos y su relación con proyectos de investigación subcontratada o becas por falta de informa- ción, es importante mencionar que el vínculo universidad- empresa es altamente efectivo en cuanto a publicaciones se refiere, sin poderse establecer lo mismo para patentes por falta de estudios de evaluación al respecto. La literatura coincide en que en el caso japonés, los proyectos consorcio financiados por el gobierno, han au- mentado las capacidades tecnológicas de las firmas invo- lucradas, han mejorado la competitividad de la industria y han impulsado el trabajo conjunto. Sin embargo, estos proyectos constituyen aproximadamente el 1% de los di- neros que destina el gobierno para actividades de I+D y el modelo de flujo de recursos continúa siendo claramente lineal. Adicionalmente, la interacción universidad empre- sa todavía es conservadora en cuanto a giro de recursos se refiere. Es por esto que la promoción de proyectos con- juntos universidad-gobierno-empresa, seguirá siendo una prioridad de política para la consolidación y desarrollo de la industria en Japón.

IV. Estructuras de colaboración

Las actividades de colaboración universidad-industria, to- man variadas formas de acuerdo con el área tecnológica en la que se trabaje y el grado de formalidad que esta requiera. Sin embargo, existe un consenso con respecto a los temas que determinan el éxito de esta colaboración y el aumento en la creación de los mismos. Estos son los derechos de pro- piedad intelectual y la transferencia de tecnología. La relación entre la industria japonesa y las universi- dades es todavía débil, y parte del bajo interés del sector privado por trabajar con las universidades se explica en el

290 desequilibrio que existe con respecto a las áreas de la inves- tigación que cada una desarrolla y la baja atención que pres- tan las universidades a temas de propiedad intelectual. Las universidades tienden a generar productos más orientados hacia la investigación básica que a crear una oferta dirigida al sector real, y en industrias como la farmacéutica, el sector privado prefiere trabajar con universidades extranjeras, pues es más fácil definir contratos de trabajo concretos con ellas. Los centros de investigación públicos, por su parte, no cuentan con incentivos fuertes para trabajar en contratos de I+D con las compañías, la rigidez financiera y legislativa limitan su campo de acción e interacción con otros actores (oecd, 2005, 138-139). Con el objetivo de solucionar este problema, el gobier- no decide lanzar una serie de iniciativas legislativas, que comprenden desde la creación de entidades encargadas del licenciamiento de tecnología, hasta la reforma de las instituciones gubernamentales. En 1998 se promulgó la Ley de Promoción de la Transferencia de Tecnología entre universidad e industria tlo20 y dos años más tarde la Ley de Fortalecimiento de las capacidades tecnológicas industria- les. Esto se hizo con el fin de que el sistema de innovación japonés fuera más dinámico, y se cambió del modelo de I+D in house, desarrollado por grandes compañías, hacia el de redes de cooperación activas entre universidades y empresas (Motohashi, 2005, 583). Estas iniciativas trajeron los siguientes resultados: a) las universidades públicas y nacionales tuvieron la posibilidad de aceptar fondos del sector privado a través de contratos de largo plazo, b) la autorización del gobierno para que terceros utilizaran los activos ubicados en los campus de las universidades sin nin-

20 Technology Licensing Offices. Oficinas licenciadoras de tecnología.

291 gún costo, c) los empleados públicos, como investigadores y profesores, tuvieran la oportunidad de trabajar en el sector privado como agentes de la transferencia de tecnología, au- ditores de corporaciones privadas y oficiales o consultores de los tlo relacionados con transferencia de tecnología, d) que los investigadores y profesores recibieran acciones de las compañías para las que trabajaban como parte de pago (Angelino y Colier, 2004, 77). Es evidente que esta nueva legislación cambió drásticamente el panorama de la relación universidad-empresa en Japón, los proyectos conjuntos de colaboración se duplicaron en sólo dos años desde 1998, y continuaron con una tasa creciente a lo largo del tiempo, hasta llegar a casi 12.000 proyectos en el 2005, aproximada- mente 6 veces el número de proyectos registrados cuando la primera ley fue promulgada (ver Gráfica 9).

Gráfica 9: Número de proyectos de colaboración conjuntos universidad-industria 1991-2005. Fuente: mext.

Adicionalmente el número de centros de investigación conjunta también aumentó, pasando de 52 en 1998 a 58 en 2003. El sistema de investigación conjunta21 fue establecido

21 Constituido por Centros de Investigación Conjunta y Proyectos de Investiga- ción Conjunta.

292 en Japón en 1987 y en ese entonces solo existían tres centros de investigación conjunta en las universidades a cargo de la promoción de actividades de cooperación. El progreso ha sido notable a lo largo del tiempo, sin embargo cuando en el 2003 se reformaron las instituciones gubernamentales, el número de centros de investigación conjunta disminuyó como parte del proceso de reorganización de las universi- dades nacionales como entidades de mayor autonomía. El gobierno regional también está involucrado en este proceso y el número de oficinas promotoras de actividades univer- sidad, industria y gobierno aumentó de 10 oficinas en 1999 a 91 oficinas para el 2004 (nistep, 2005, 119-120). Dentro de las iniciativas desarrolladas por el gobierno para promover la creación de trabajos conjuntos, está tam- bién la liderada por el mext, con su programa de Estableci- mientos de Derechos de Propiedad Intelectual dentro de las universidades. En el 2003, fueron escogidas 34 instituciones a las cuales les fueron asignados entre ¥40 y 80 millones de yenes22 anuales durante cinco años, para contratar es- pecialistas en derechos de propiedad intelectual y así in- crementar el número de aplicaciones para patentes. De la misma forma, el mext solicitó en el 2004 fondos por 20 mil millones de yenes para proveer de subsidios a las univer- sidades que realicen esfuerzos sobresalientes por mejorar sus herramientas pedagógicas en pro de crear un mayor número de convenios universidad-empresa (Angelino y Colier, 2004, 78).

22 Aproximadamente 387 mil dólares y 774 mil dólares.

293 Creación de Transferencia de Creación de empresas conocimiento conjunto conocimiento con base en el conocimiento Proyectos de investiga- Organizaciones licencia- Laboratorio de negocios ción conjunta. doras de tecnología tlo. de alto riesgo vbl.

Centros de investigación Establecimientos de de- Centros de incubación. conjunta. rechos de propiedad in- telectual en universida- Flexibilización en la re- Becas de investigación des. gulación del empleo de para el trabajo colabo- los investigadores y pro- rativo universidad-in- fesores de instituciones dustria. públicas.

Opción de recibir accio- nes de empresas en lugar de dinero por regalías de patentes.

Tabla 5: Mecanismos de política para la promoción del trabajo colaborativo univer- sidad-industria según objetivo. Fuente: Basado en Kondo, 2007, 7.

A. Organizaciones licenciadoras de tecnología, tlo

La Ley para la Promoción de la Transferencia de Tecnología Universidad-Empresa, creó las organizaciones licenciado- ras de tecnología, tlo, con el objeto de que estas realicen los procesos de obtención de patentes, comercialización y concesión de licencias, para investigadores universitarios. Formalmente, las tlo deben ser aprobadas o autorizadas por el gobierno para que este a cambio haga la entrega de algunos subsidios y reduzca el costo de solicitud de patente. El meti y el mext son los dos organismos ejecutores de esta política. El meti, encargado de los recursos financieros, ha dispuesto 30 millones de yenes para la operación de estos durante 5 años, el mext encargado del recurso humano, también provee material de soporte en propiedad intelec- tual. Desde la promulgación de la Ley el número de tlo que han sido aprobadas hasta el año 2003, llega a 36, 27 de

294 estas pertenecen a universidades nacionales, 7 pertenecen a universidades privadas y el resto incluyen tlo regionales que incorporan varias universidades, tales como: Kansai tlo ubicada en el Kyoto Research Park. El carácter legal de las tlo varia, y estas pueden aparecer bajo la denominación de fundaciones, como es el caso de Kumamoto Technology and Industry Foundation o Nagoya Industrial Science Research Institute; corporaciones, como es el caso de Kanazawa Uni- versity Licensing Organization Co., Ltd o Tohoku Techno Arch Co., Ltd; y universidades tales como Waseda University Inte- llectual Property Center o Meiji University Property Center. En la región compuesta por las prefecturas de Gunma, Tochigi, Ibaraki, Saitama, Chiba, Kanagawa y la ciudad de Tokio23, se encuentran 13 tlo, 6 de ellas son corporaciones, entre ellas el conocido Center for Advanced Science and Technology Incubation Ltd., 5 universidades y 2 fundaciones. Es importante mencionar que gran parte de los recursos que reciben estas organizaciones son destinados a pagar los costos de diligenciamiento de las patentes y los honorarios de los especialistas en transferencia de tecnología. Este me- canismo de política ha sido tan efectivo, que el número de aplicaciones para patente aumentó de 33 en 1998 a 618 en el 2000, con un total de 3378 a marzo del 2003. Las patentes otorgadas también registran un incremento considerable, que va de una patente en 1998, a 98 en el 2000 y 705 en el 2002, el número de patentes creció aproximadamente 7 veces en solo 4 años. Directamente relacionado con este incremento está el flujo de regalías, en el 2001 estas organi- zaciones recibieron 300 millones de yenes de los cuales 100 millones fueron para las universidades, para el 2002 estas crecieron a 543 millones de yenes, casi duplicando la cifra

23 Conocida como área Kanto.

295 del año anterior. Que la regalía sea recibida por una uni- versidad o por otra institución depende de cómo funciona el esquema de patentes en las universidades, es decir, el investigador de la universidad debe consultar primero con esta para establecer si ella desea aplicar a la patente, si la decisión es positiva el Japan Science and Technology Corpora- tion jst se hace cargo de este procedimiento; si la decisión es negativa, el investigador contacta la tlo de la universidad, si esta existe (Angelino y Collier, 2004, 81). En el 2002, el primer ministro lanzó como meta nacio- nal el proteger y utilizar estratégicamente los resultados de la investigación mediante la propiedad intelectual para reforzar la competitividad de la industria japonesa. Surge, entonces, la Ley Básica de Propiedad Intelectual y se crea el Cuartel General de Propiedad Intelectual en el 2003, cuya misión es promover la estrategia de propiedad intelectual a nivel nacional y propender por desarrollar un proceso cí- clico de creación de propiedad intelectual. Con base en esta iniciativa legislativa el mext solicita que las universidades establezcan una política coherente y desarrollen un sistema soporte para el mismo, es así como se cambió del principio de propiedad individual al principio de propiedad institu- cional sobre el registro de patentes (Kondo, 2007, 10). Directamente relacionada con la iniciativa de tlo, se institucionalizó la creación de nuevas empresas como política mediante el Plan for 1000 Start-Ups Deriving From Universities en el 2001. El reclutamiento de personal en administración de empresas, la oferta de capital de riesgo para las empresas y el fortalecimiento de las funciones de las tlo fueron las tareas básicas diseñadas para desarrollar esta política. Así mismo, se asignaron 14 billones de yenes en el 2003 del presupuesto del meti, de los cuales 5.2 billo- nes fueron destinados para crear proyectos de negocio y de aplicación práctica universidad-empresa y 2.5 billones para

296 desarrollar infraestructura de incubación. Adicionalmente los requerimientos legales para crear pequeñas empresas tuvieron que ser cambiados, para permitir que estas nuevas empresas tuvieran como capital inicial 1 yen. Como resul- tado de estas medidas, el incremento de nuevas empresas se duplicó solo en un año y mantuvo una tendencia estable superior a las 100 empresas por año (ver Tabla 6).

1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 Total Universidades 15 22 33 62 127 152 159 179 749 Institutos de investi- 2 2 6 4 8 17 15 17 71 gación pública

Tabla 6 : Número de nuevas empresas por establecimiento de origen 1996-2003. Fuente: nistep, mext, 2005, 135-136.

Las áreas de especialización de estas nuevas empresas fueron tecnologías de la información con un 26% del total, seguido por ciencias de la vida con un 22%, y electrónica y maquinaria con un 11%. Para el caso de las empresas cuyo origen estuvo en los institutos de investigación, las áreas de especialización difieren un poco, en primer lugar está, ciencias de la vida con un 35%, seguido por nanotecnología y materiales con un 19%, y electrónica y maquinaria con un 15%.

B. Centros de incubación

La política de centros de incubación no se encuentra tan claramente definida como la de tlo. El mext y el meti son los organismos encargados de su ejecución, desde el 2001. El mext empezó con su programa de incubación, con un presupuesto de 4.831 millones de yenes para la construc- ción y provisión de centros en 13 universidades y para el 2004, ya se contaba con 23 centros de incubación. El mext

297 también impulsó la creación de laboratorios de negocios de alto riesgo24 en algunas Graduate Schools, esto con el fin de usar las capacidades y las ideas de los estudiantes para generar proyectos. El meti igualmente en el 2002 lanzó su programa espe- cial para crear incubadoras cerca de las universidades con una asignación de 5.3 billones de yenes, y el objetivo de dar soporte al proceso de transferencia de tecnología des- de su etapa más temprana hasta la industrialización, a las university-oriented venture companies. Las incubadoras tienen, en general, como funciones principales las siguientes: fomentar la creación de empresas y mejorar la transferencia de tecnología. A nivel Japonés, se puede ubicar dentro de la primera categoría, al Kanagawa Science Park, ksp, establecido en 1989 como el primer y más grande centro de incubación en el país. Este proporciona espacios para I+D y el desarrollo de otras obras de infraes- tructura; sus funcionarios son apoyados por dos institutos públicos que les proporcionan capacitación tecnológica y orientación en temas de transferencia de tecnología y su número aumenta cada vez más con empleados de nuevas empresas y compañías dedicadas a actividades de I+D. En la segunda categoría está el Parque Kazuka, creado con el fin de proporcionar apoyo a la industria de la investigación espacial y biotecnológica; sus funcionarios pueden acceder a los resultados de la investigación en línea y pueden em- prender procesos de comercialización de los logros cientí- ficos obtenidos en el Instituto de Investigación de adn Ka- zuka. En la actualidad cuenta con funcionarios de empresas farmacéuticas, institutos de investigación en automóviles y fabricantes de autopartes (oecd, 2005, 140).

24 En inglés conocidos como Venture Business Laboratories vbl.

298 C. Programas específicos para la creación de clústeres y de áreas ciudad

El crear clústeres de conocimiento fue una de las estrategias que planteó el Segundo Plan de C&T en el 2001 y que ma- terializó el mext al año siguiente, mediante su programa Intellectual Cluster. El objetivo de este programa es el re- vitalizar la economía japonesa, mediante el impulso de la innovación tecnológica y la creación de nuevas empresas en las regiones. Mediante el establecimiento de sistemas concentrados en el conocimiento para la innovación tecno- lógica, este pretende incentivar los proyectos colaborativos entre universidad, gobierno y empresa. El clúster de conoci- miento es definido como un sistema regional de innovación tecnológica en el cual las organizaciones de investigación públicas utilizan sus capacidades reales y potenciales de I+D para liderar compañías en una región en particular. El mext decidió invertir la suma de 6 billones de yenes, en la creación de 13 clústeres, cada uno con una asignación de 500 millones de yenes por 5 años y cuyos temas de desarrollo son básicamente: áreas de la vida, tecnologías de la informa- ción y nanotecnología25 (ver Figura 4) (Kondo, 2007, 15).

25 En concordancia con lo planteado en el Segundo Plan de C&T.

299 Figura 4 : Ubicación geográfica los clústeres intelectuales. Año 2003. Fuente: Ange- lino y Collier, 2004, 82

Al mismo tiempo, el mext estableció 3 regiones de prueba con una asignación de 100 millones de yenes cada una, por tres años y diseñó el programa de Área Ciudad con el fin de soportar la cooperación en innovación tecnológica e investi- gación de avanzada e integrar activamente las metrópolis. El meti, por su parte, lanzó el programa Industrial Cluster en 2002, esto con el propósito de integrar las operaciones de las pequeñas, medianas y grandes empresas y tomar venta- ja de las capacidades tecnológicas creadas a nivel local. Al estar dirigido específicamente a empresas y contar con la participación de 5000 pymes, 200 universidades y personal regional del Ministerio. Las áreas de desarrollo y sus acti- vidades difieren con respecto a la iniciativa del mext. Los programas de intercambio y los seminarios son el elemento seleccionado para desarrollar su actividad de soporte pa- ra la academia, industria y gobierno. Con un presupuesto promedio de 550 millones de yenes por año, consolida la idea del Área Metropolitana de Tecnología de Avanzada,

300 tama26, y su especialización en electricidad, transporte y máquinas de precisión, y financia 19 clústeres en áreas como biotecnología y tecnologías de la información (ver Figura 5). Tohoku K anto universidades edioambiente: Aprox. 200 empresas y 17 y 17 200 empresas Aprox. edioambiente: Chubu Proyecto de Revitalización la Industria Proyecto Regional. em - 1.590 Aprox. manufactura: de Áreas universidades. 50 y presas Bio-Ventures. de Fortalecimiento 170 Aprox. de la biotecnología: Áreas universidades. 9 y empresas Venture. TI Foro empresas. 170 Aprox. TI: de Áreas

– – – Áreas de biotecnología: Aprox. 280 empresas y 15y empresas 280 Aprox. biotecnología: de Áreas Proyecto de Promoción del Super Clúster Hokkaido Clúster Super del Promoción de Proyecto - industrias correspondien las promover para Proyecto tes al envejecimiento de la sociedad (TI, biotecnología, etc.) manufactura, y 19 180 empresas Aprox. de salud y bienestar: Áreas universidades. - industrias correspondien las promover para Proyecto sociedad la en reciclaje a tes de M Áreas universidades. – – Proyecto para crear Industria de manufactura en la región de Tokai. de región la en de manufactura Industria crear para Proyecto universidades. 28 y empresas 480 Aprox. manufactura: de Áreas Hokuriku. de región la en de manufactura Industria crear para Proyecto universidades. 11 y empresas 120 Aprox. manufactura: de Áreas Bit. Digital Industria crear para Proyecto universidades. y 10 empresas 90 Aprox. TI: de Áreas – – – Shikoku K ansai. K ansai. Aprox. 260 empresas y 5 universidades 5 y empresas 260 Aprox. Plan para el puente tecnológico Shikoku puente tecnológico el para Plan Áreas de salud y bienestar/medioambiente:y salud de Áreas K yushu. M edioambiente K ansai K yushu M aquinaria en la Proyecto de Promoción de la Industria Okinawa Industria la de Promoción de Proyecto Chugoku procesamiento: Aprox. 110 empresas y 1 universidades. 1 y empresas 110 Aprox. procesamiento: Áreas de comercio de información/salud/medioambiente/ de comercio de Áreas ediomabiental y de Recliclaje de y Industrial M ediomabiental Plaza Áreas de manufactura: Aprox. 480 empresas y 28 universidades. 28 y empresas 480 Aprox. manufactura: de Áreas Hokuriku. de región la en manufactura de Industria crear para Proyecto universidades. 11 y empresas 120 Aprox. manufactura: de Áreas Bit. Digital Industria crear para Proyecto universidades. 10 y empresas 90 Aprox. TI: de Áreas Compañía Bio 5-estrellas y Proyecto en Ingeniería de tejidos. de Ingeniería en Proyecto y 5-estrellas Bio Compañía universidades. 36 y 220 empresas Aprox. Bio-áreas: activa manufactura industria de la a soporte de Proyecto universidades. 25 y empresas 360 Aprox. manufactura: de Áreas Información la de Tecnología de negocios de promoción de Proyecto Áreas TI: Aprox. 260 empresas y 4 universidades. 4 y empresas 260 Aprox. TI: Áreas & Energía del Clúster promoción de Proyecto Áreas de energía: Aprox. 120 empresas y 20 universidades. 20 y empresas 120 Aprox. energía: de Áreas - - - – – – -

Proyecto para nuevamente gene - Proyecto rar la Industria Chugoku. de Región 100Aprox. de manufactura: Áreas universidades. 10 y empresas Aprox. del medioambiente: Áreas universidades. 9 y empresas 80 Fortalecimiento para formar un un para formar Fortalecimiento circular. industria de tipo

– –

Figura 5: Ubicación geográfica de los clústeres industriales. Año 2003. Fuente: Tsukamoto, 2006, 53.

301 Para sintetizar, los derechos de propiedad intelectual y la forma en que las patentes eran otorgadas, se presenta- ban como el principal obstáculo para estrechar el trabajo colaborativo entre universidades y empresas. Las políti- cas de flexibilización de trabajo para los investigadores, la reforma de las universidades e institutos de investigación nacional en entes independientes, el alineamiento en las áreas de investigación para universidades e industria y lo más importante, que el gobierno estableciera como meta nacional el proteger y utilizar estratégicamente los resulta- dos de la investigación mediante la propiedad intelectual, permitieron que la creación de centros de licenciamiento de tecnología y las incubadoras contribuyeran al desarrollo local y regional del país, siendo estas actividades un gran avance de colaboración intersectorial en el desarrollo de C&T en Japón.

V. Proyecto Universidad Empresa - Estudio de Caso

Firmas farmacéuticas en Japón

El desarrollo de productos comerciales que beneficien a la sociedad y que generen ganancias es la meta para alcanzar por cualquier firma privada. La creación de nuevos produc- tos y/o servicios, es un proceso que involucra diferentes actores, recursos, tiempo y un alto grado de incertidumbre y riesgo. La firma debe evaluar primero sus capacidades físicas, financieras, humanas y tecnológicas, para luego determinar si desarrolla un producto/servicio en asocio

26 Esta área está constituida por Tokio, la zona suroeste de la prefectura de Saitama y la zona central de la prefectura de Kanagawa.

302 con una universidad, un instituto de investigación, una empresa, todos ellos o ninguno. Es importante mencionar que todas las firmas, sobre todo las que pertenecen a industrias como la farmacéu- tica, química, electrónica, de comunicación, automóviles y software, que tienen un alto componente de I+D en sus productos; dependen siempre, en cierta medida, de un tercero para generar innovaciones y nuevos desarrollos. Del tipo de producto/servicio que se quiera desarrollar y de la oferta de recursos físicos, financieros, humanos y tec- nológicos que se encuentren en el mercado, la firma puede decidir subcontratar investigación, participar en proyectos conjuntos de investigación, hacer parte de un proyecto de consorcio o vincularse a un proyecto nacional. En el caso de la industria farmacéutica, el desarrollo de un nuevo producto/servicio tiene como inicio la inves- tigación. Esta consiste básicamente de tres etapas: descu- brimiento, pruebas pre-clínicas y pruebas clínicas. El des- cubrimiento se define como el proceso de búsqueda de un medicamento candidato, usualmente un componente quí- mico que se espera sea efectivo para tratar una enfermedad específica y con un muy bajo nivel de contraindicaciones. El conocimiento científico, sobre todo, el biotecnológico y el químico son ampliamente aplicados en esta fase. Las pruebas pre-clínicas determinan la seguridad y efectividad de la droga candidata mediante pruebas en animales y fijan la dosis adecuada de uso. Finalmente, la empresa realiza las pruebas clínicas en seres humanos y si estas resultan exitosas se archivan para ser aprobadas por el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar. En cualquiera de estas tres etapas de la investigación, se utilizan recursos externos, ya sea mediante contratos de tercerización o de compra de tec- nología, subcontratación de investigación o investigación conjunta (Odagiri, 2003, 191).

303 El contrato de tercerización es utilizado, por lo general, para delegar trabajos de pruebas en animales, análisis esta- dísticos y diligenciamiento de los formatos de aprobación del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar y, últimamen- te, también para delegar la realización de pruebas clínicas. Los contratos de compra de tecnología, divididos en dos categorías: adquisición para comercializar y adquisición para desarrollar, son ampliamente utilizados en la industria farmacéutica. Los contratos de adquisición para desarrollo son los más comunes, debido a las ventajas que ofrecen en cuanto a menor grado de incertidumbre en la definición de nuevos productos y a que la empresa utiliza su capacidad tecnológica, aunque sea de forma mínima. La subcontrata- ción de investigación se hace con el fin de delegar la inves- tigación completamente a un tercero27, la empresa realiza el aporte financiero y paga a una organización, mientras que esta aporta sus recursos físicos, humanos y tecnológicos. Como resultado, la firma que aporta los recursos termina siendo la propietaria de los resultados de la investigación y de los derechos de propiedad intelectual. Esta modalidad se caracteriza por un mediano grado de incertidumbre en la definición del producto final y por tener un período más largo de ejecución. La investigación conjunta es un proyec- to en donde pueden participar diferentes organizaciones como: empresas, universidades y laboratorios públicos, y donde cada uno aporta recursos humanos, físicos, tecno- lógicos y financieros. El tema de investigación es definido mediante consenso, y los derechos de propiedad intelectual sobre los resultados de la investigación son compartidos. A diferencia del modelo anterior, el nivel de incertidumbre es relativamente más alto (Odagiri, 2003, 191-193).

27 Generalmente en el proceso de descubrimiento.

304 Aunque el nivel de incertidumbre en la definición de los productos finales y el tiempo son altos en las últimas dos opciones, estas representan mejores opciones para las firmas farmacéuticas, pues constituyen el mecanismo básico de interacción con otros actores y de aumento de sus capacidades tecnológicas. Es por esta razón que este estudio centrará su análisis en estos dos tipos de trabajo colaborativo. Las empresas seleccionadas para este estudio de caso son: Industrias Químicas Takeda, Sankyo28, Farmacéutica Yamanouchi29, Eisai, Farmacéutica Daiichi, Farmacéutica Fujisawa, Shionogi, Tanabe Seiyaku, Farmacéutica Chugai y Kyowa Hakko Kogyo. Las ventas de productos farmacéu- ticos de cada una superan el 80% de sus ventas totales, con excepción de Takeda que sólo tiene un 74% y Kyowa un 40%. Aunque del total, seis compañías presentaron una dis- minución en el valor de sus ventas, estas lograron conservar su porción en el mercado a través del volumen. Con respec- to a los porcentajes destinados a I+D del total de ventas, las que registran un mayor número son Farmacéutica Chugai y Shinogai con un 23%, mientras que Kyowa presenta sólo un 8%. Sin embargo, en promedio las diez compañías destinan 16% de sus ventas totales para I+D, siendo este mayor al valor promedio de la industria manufacturera30 (ver Tabla 7) (Odagiri, 2003, 195).

28 Fusionada actualmente con la Farmacéutica Daiichi [www.sankyopharma. com/about/ourheritage.html]. 29 Actualmente Farmacéutica Astellas. 30 El promedio para toda la industria manufacturera en 1999 fue de 3,7%.

305 Ventas Gasto Patentes Nuevas entidades farmacéuticas 1999 en I+D 1980-1999 químicas 1980-1998 Takeda 523.179,0 77.200,0 1.472,0 25,0 Sankyo 408.091,0 64.432,0 978,0 24,0 Yamanouchi 274.888,0 54.821,0 394,0 27,0 Eisai 203.185,0 46.703,0 622,0 16,0 Daiichi 242.174,0 34.204,0 519,0 15,0 Fujisawa 176.643,0 45.565,0 1.090,0 17,0 Shionogi 193.103,0 27.026,0 183,0* 30,0 Tanabe 151.168,0 19.475,0 519,0 16,0 Chugai 174.920,0 39.993,0 478,0 8,0 Kyowa 127.149,0 25.010,0 640,0 ND

* Sólo incluye 1991-1999

Tabla 7: Valor total de ventas farmacéuticas, gasto en I+D, número de patentes y número de nuevas entidades químicas por empresa (cifras en millones de yenes) Año 1999. Fuente: Basado en Hiroyuki, 2003, 195.

Las empresas Takeda y Fujisawa se muestran como las más sobresalientes en términos de obtención de patentes y aunque Yamanouchi tiene el menor número de patentes registradas, el número de nuevas entidades químicas que ha descubierto superan a todas las empresas del grupo. En Japón, y particularmente en la industria farmacéu- tica, las actividades de colaboración universidad-empresa han sido siempre activas, aunque no necesariamente for- males debido a la legislación existente sobre el trabajo de investigadores públicos en empresas privadas hasta 1998. La colaboración formal, se realiza mediante acuerdos de investigación conjunta31, subcontratación de investigación32

31 En japonés conocidos como Kyodo Kenkyu. 32 En japonés conocidos como Itaku Kenkyu.

306 y mediante donaciones33. En 1999, se registraron 3.129 casos de investigación conjunta con universidades de los cuales 439 pertenecían al área de biotecnología. Adicionalmente, se presentaron 5.898 casos de subcontratación de investi- gación y 460 casos de donación. Aunque una gran cantidad de universidades nacionales son reconocidas por su labor investigativa, sólo 99 de estas, y universidades privadas como Keio y Waseda trabajan de forma intensiva en áreas relacionadas con la industria farmacéutica, es decir, el nú- mero total de colaboraciones que registra la Tabla 8 para 1999, subestima los esfuerzos reales llevados a cabo por los actores involucrados. El trabajo colaborativo con univer- sidades e instituciones públicas extranjeras, parece ser un fenómeno reciente de acuerdo con los datos que presenta la Tabla. Esto coincide con el hecho de que varias firmas japonesas empezaron a establecer laboratorios en el extran- jero después de 1985 con el ánimo de ganar acceso a pro- fesores universitarios y contratar algunos investigadores talentosos, para que formaran parte de trabajos conjuntos (Odagiri, 2003, 197).

1989 Total 1999 Total Universidades y Universidades y laboratorios públicos laboratorios públicos Empresa domésticos extranjeros domésticos extranjeros Takeda 1 0 1 6 3 9 Sankyo 1 0 1 3 1 4 Yamanouchi 2 0 2 2 2 4 Eisai 1 0 1 7 1 8 Daiichi 1 0 1 6 1 7

33 En japonés conocidos como Shougaku Kifukin

307 Fujisawa 0 0 0 0 0 0 Shionogi 0 0 0 0 0 0 Tanabe 1 0 1 3 0 3 Chugai 3 0 3 9 1 10 Kyowa 5 0 5 13 4 17 Total 15 0 15 49 13 62

Tabla 8: Número de alianzas de investigación por tipo de asociado y empresas. Año 1989 y año 1999. Nota: las alianzas de investigación incluyen investigación conjunta y subcontratada. Fuente: Basado en Hiroyuki, 2003, 196.

Aunque el número de alianzas con universidades e institu- tos extranjeros es solo una tercera parte del total establecido con instituciones domésticas, esta es una herramienta que las firmas farmacéuticas empiezan a considerar con mayor atención. Es importante notar que de las 10 empresas, Kyowa aparece como la que mayor número de alianzas establece. Kyowa fue fundada en 1948 como un laboratorio conjunto de tres compañías productoras de sake, las cuales cuentan con una amplia tradición en investigación en fermenta- ción, es decir, en biotecnología tradicional. El aumento en sus alianzas responde entonces al afán de aumentar su capacidad tecnológica para la producción de produc- tos farmacéuticos basados en biotecnología de segunda y tercera generación. Sankyo y Yamanouchi son de las más conservadoras en cuanto a alianzas se refiere, aunque sus recursos para I+D están entre los más altos del grupo. Así mismo Tanabe sólo registra tres alianzas, pero su presu- puesto para actividades de investigación es el más bajo del grupo. Estas empresas han optado por establecer convenios con nuevas empresas de biotecnología extranjera como mecanismo para maximizar sus recursos y aumentar sus capacidades tecnológicas.

308 Aunque el número de alianzas establecidas por las com- pañías creció en general tres veces durante el período 1989 -1999, es necesario resaltar que empresas como Fujisawa y Shionogi se muestran reacias a establecer vínculos con las universidades, sin embargo, sus vínculos con empresas ex- tranjeras han dado gran resultado ya que Fujisawa logró ob- tener 1.090 patentes entre el período 1980 - 1999, el segundo valor después de la empresa más grande del grupo: Takeda y Shionogi tiene el mayor número de entidades químicas descubiertas. Las cifras de patentes y alianzas indican que las empresas pequeñas hacen uso de la investigación con- junta con universidades como un mecanismo de aumento de capacidades tecnológicas, sin recurrir a grandes rubros dentro de su presupuesto, mientras que las grandes empre- sas hacen uso de la investigación contratada como un meca- nismo de aprovechamiento de las capacidades tecnológicas de las universidades y laboratorios de investigación. Para el período 1999 - 2001, se registran 103 alianzas de investigación realizadas por las empresas, de las cuales 36 corresponden a investigación conjunta y 16 a investigación subcontratada. Aunque en total solo 7 alianzas fueron rea- lizadas con universidades e institutos públicos domésticos y 6 con universidades e institutos públicos extranjeros, esto demuestra que el vínculo universidad empresa es activo pero todavía débil en la industria farmacéutica japonesa (ver Tabla 9).

309 Tipo de alianza Tipo de asociado Subtotal Total Doméstico Extranjero Universidades Laboratorios públicos Universidades Laboratorios públicos Doméstico Extranjero

Investigación 0 0 2 0 4 12 16 sub-contratada Investigación 5 2 3 1 18 18 36 conjunta Total 5 2 5 1 22 30 52

Tabla 9: Número de alianzas de investigación establecidas por las empresas por tipo de asociado para el período 1999 – 2001. Fuente: Basado en Odagiri, 2003, 200.

Para la evaluación de los resultados de estas asociaciones, es necesario remitirse al número de patentes conjuntas otor- gadas durante el mismo período a estas empresas. Estas registraron 92 casos de aplicación conjunta en total para el grupo de diez empresas, de estos, solo 31 corresponden a trabajos conjuntos con universidades o laboratorios públi- cos domésticos o extranjeros (ver Tabla 10), presentando un mayor peso la alianza con 14 universidades domésticas. La Universidad de Tokyo se presenta como la más atrac- tiva para las organizaciones debido al tamaño y calidad de sus facultades, y a la proximidad que esta tiene con las se- des principales de las empresas Sankyo, Chugai y Kyowa y la subsede de Takeda en Tokio. Lo mismo sucede con la Universidad de Tsukuba, que se encuentra cercana a los laboratorios de Yamanouchi y Fujisawa que están ubicados en el Área Ciudad de Ciencia Tsukuba (Odagiri, 2003, 203).

310 Empresa Asociado Total Nombre de la Universidad Doméstico Extranjero doméstica Universidad Laboratorio Universidad público Takeda 3 1 0 4 Tokyo, Kobe, 4 2 0 6 Okayama Sankyo 1 1 0 2 Tokyo 1 1 0 2 Yamanouchi 1 1 0 2 Tsukuba 1 1 0 2 Eisai 0 1 0 1 0 1 0 1 Daiichi 2 1 0 3 Setuman, 2 0,5 0 2,5 Toyama M&P Fujisawa 2 0 0 2 Tokyo pls, 2 0 0 2 Tsukuba Shionogi 0 1 0 1 0 3 0 3 Tanabe 1 0 0 2 Osaka 3 0 0 4 Chugai 1 2 1 4 Tokyo 1 3 1 5 Kyowa 3 0 1 5 Tokyo, tit, 3,5 0 1 5,5 Nagoya Total 14 8 2 24 17,5 11,5 2 31

Tabla 10: Número de aplicaciones conjuntas de patentes por empresa y tipo de aso- ciado. Nota: la cifra superior indica el número de instituciones que aplican y la cifra inferior el número de veces que se aplica. Fuente: Basado en Odagiri, 2003, 204.

VI. La colaboración gobierno-empresa-universidad en el desarrollo de C&T de China e India

El panorama económico mundial ha cambiado de forma trascendental en las últimas dos décadas, dándole paso a nuevos actores como China e India, países con unas tasas

311 de crecimiento del pib cercanas al 10% anual, en promedio para el período 2000 - 2007 (oecd), y con poblaciones que combinadas alcanzan casi el 40% de la población mundial. El sostenimiento del protagonismo en la dinámica mun- dial que vienen adquiriendo, depende de la estrategia que utilicen para posicionarse en el mercado y de los cimientos que le den a su economía. La C&T es, entonces, un elemento fundamental para lograr este posicionamiento, teniendo en cuenta el proceso de adaptación a los patrones socioeconó- micos y culturales, y los antecedentes históricos de cada país. La relación universidad–industria es única en cada país, y está determinada por factores como desarrollo económico, cultura, historia y tipo de régimen del gobierno. China con su singular régimen político y económico, con una fuerte tradición cultural y desarrollos en áreas como la medicina tradicional, e India un país democrático, que después de la colonización inglesa ha buscado ser económica y cultural- mente autónomo, se convierten en casos interesantes por considerar para establecer cómo un país en vías de desa- rrollo puede lograr su inserción en la economía del conoci- miento a través de sus políticas de promoción de la relación universidad-gobierno-empresa en campos de C&T.

A. China

El trabajo colaborativo entre universidades e industria, empieza en la década de los cincuenta. Durante este pe- ríodo de reconstrucción a gran escala, y comienzo del ré- gimen comunista, las universidades fueron vistas como el centro de producción de conocimiento que permitirían el incremento de la producción industrial y el resurgimiento

312 de la economía china. La transferencia tecnológica34 de las universidades a la industria, fue un proceso clave35 que se desarrolló de forma intensa, pero sin ningún marco legis- lativo en temas de propiedad intelectual. En la década de los ochenta, China centró su atención en hacer su economía más productiva, es así, como empieza a movilizar recursos académicos y científicos con base en la Decisión de Refor- ma al Sistema Científico y Tecnológico realizada en 1985 por el Comité Central del Partido Comunista Chino. Esta Decisión hizo de las universidades entes independientes, capaces de tomar decisiones autónomas en cuanto al tipo de investigación por realizar y las tecnologías por desarrollar, con base en las señales que les diera el mercado. Estableció diferentes mecanismos de remuneración del trabajo, ba- sados en el incentivo ”a mayor trabajo, mayor salario”, y cambió el rol del gobierno, de intervencionista a supervisor. A finales de la década de los noventa, el gobierno decidió promover la construcción del sistema de innovación y la alianza universidad-gobierno-empresa entró en una fase de optimización, integración y normalización. El sistema de innovación se conforma de tres subsistemas: innovación del conocimiento, innovación tecnológica y el programa de sistema de innovación. El subsistema de innovación de conocimiento tiene co- mo función producir, transmitir y transferir conocimiento, y es de propiedad del gobierno. El subsistema de innovación tecnológica tiene como objeto crear, innovar, aprender y transmitir tecnología, y son la industria y las universidades las que se encargan de realizar innovaciones tecnológicas,

34 Tecnología blanda. 35 La investigación y desarrollo exitosos de la bomba atómica, la bomba de hidrógeno y un satélite; demostraron las ventajas de los proyectos conjuntos llevados a cabo entre universidad e industria.

313 aplicar conocimiento y transmitirlo, así como de direccionar la innovación y formar recurso humano de alta calidad. El programa de sistema de innovación formula nuevas políti- cas y realiza asignaciones de varias clases de recursos para la innovación. Este último está constituido por subredes de los actores gobierno, industria, institutos de investigación y universidades, donde el gobierno juega un papel principal de reformador del sistema y proveedor de acuerdos bené- ficos de cooperación (Yujian, 2004, 5-7). Políticas concernientes. Desde 1980, cuando se dio la aper- tura de la economía china, el gobierno fijó una serie de polí- ticas para promover la interacción universidad-empresa. La legislación en derechos de propiedad intelectual fue uno de los primeros elementos que el gobierno decidió formalizar. Es así como se empiezan a promulgar, desde 1983, una serie de leyes36 donde se establece: “1) El conocimiento y la tecnología son reconocidos por la ley como derechos de propiedad privada que pueden ser libremente comercializados, utilizados para obtener remuneración y no pueden ser utilizados por ningún indi- viduo o entidad sin el permiso de la universidad o personal científico concerniente. Por lo tanto, la situación en la cual la tecnología de la universidad podía ser utilizada por las industrias sin previa autorización, como lo fue en el pasa- do, ha cambiado. 2) La voluntad de las universidades de estar activamente involucradas en procesos colaborativos universidad–industria tiene que activarse. Mediante la comercialización y transferencia de tecnología, y licencia- miento de patentes, las universidades están en la posición de asegurarse una remuneración adecuada para mejorar los ambientes de investigación y enseñanza e incrementar

36 Como la Ley de patentes en 1984.

314 los salarios y beneficios de sus empleados. 3) La conciencia cooperativa de la industria ha sido fortalecida. De una par- te, la naturaleza monopólica de los derechos de propiedad intelectual obliga a la industria a pagar a las universidades por utilizar su tecnología y, por otra parte, dentro del marco protector de las leyes y los estatutos en derechos de pro- piedad intelectual, la industria ha asegurado el derecho de utilización de tecnología mediante desarrollo autorizado y conjunto, que traen como resultados una mayor competiti- vidad” (Yujian, 2004, 8). La propiedad y la distribución de las ganancias operan de manera distinta. Cuando la propiedad está en manos de la universidad, son las políticas de esta las que determinan de qué forma se distribuyen los ingresos entre los involu- crados. En China, los ingresos generados de la colabora- ción universidad-empresa son distribuidos de la siguiente manera: entre el 50 y el 80% lo recibe el equipo de I+D, 10 a 25 % lo recibe la universidad y el restante 10 a 25% va al Departamento (Nezu, 2005, 32). A finales de los noventa, un gran número de iniciati- vas legislativas fue adoptada por el gobierno central37 y regional con el fin de incentivar la innovación tecnológica y el trabajo colaborativo entre universidades e industria. Adicionalmente, el Comité Central del Partido Comunista decidió que los mecanismos de colaboración entre actores deben operar bajo la forma de entrenamientos y trabajos de medio tiempo, y promulga leyes concernientes a temas de objetivo de los contratos y derechos y obligaciones de las partes involucradas en procesos de desarrollo, transfe-

37 Por ejemplo: Consideraciones para el establecimiento de mecanismos de inversión de riesgo, Consideraciones para la promoción de la transformación de los logros cien- tíficos y tecnológicos, en 1999 por el Ministerio de Ciencia y Tecnología con la colaboración de otros ministerios.

315 rencia y comercialización de tecnología. El Ministerio de Educación, por su parte, fija como objetivo en su documento del año 2002: Consideraciones para activar el rol de las univer- sidades en la innovación científica y tecnológica, lo siguiente: ”promover a las universidades para que formen oficinas de transferencia de tecnología, para diseminar el uso de las tecnologías desarrolladas en diferentes formas como a través de licenciamiento de patentes, transferencia de tec- nología…” (Nezu, 2005, 21).

Financiamiento

Con el objetivo de incentivar los proyectos cooperativos universidad-empresa, el gobierno central y regional promo- vió dos iniciativas: Proyecto de planes de soporte y soporte al establecimiento de organizaciones, las cuales concen- traban todos los recursos. Dentro de la primer iniciativa se encontraban el: Research Institute Combined Development Engineering Project Plan que fue implementado durante el período (1992 - 2003) y el cual estaba constituido por acuerdos de trabajo entre universidades e industria que respondía a la política industrial del gobierno, el Proyecto 863 (State High and New Technology) Category B aprobado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y administrado por la Comisión de Reforma y Desarrollo del Estado y cu- yos proyectos debían de ser financiados por una empresa con un monto mayor a 50 millones de yuanes38, para que la comisión pudiera asignarle a través de préstamos libres de interés, subvenciones o participación equitativa en el capital del gobierno, 10% de los matched funds de su proyecto, y el Technical Innovation Fund for Technical Innovation of Scientific

38 Aproximadamente 7,2 millones de dólares.

316 and Technological Small and Medium-Sized Enterprises, smes, con una asignación anual de 1 billón de yuanes39. En la segunda iniciativa, se concentraron los esfuerzos del gobierno nacional y local por crear centros técnicos para las empresas, centros de investigación técnica del Estado y centros de investigación nacional de ingeniería, con una asignación de aproximadamente 6 billones40 de yuanes en diez años y un préstamo del Banco Mundial de $200 millo- nes de dólares41; y los dineros destinados a las universida- des, las cuales recibieron 1 billón de yuanes en 1999 y 2,2 billones de yuanes para el 200242 (Yujian, 2004, 14-17).

Esquemas de cooperación

En China existen cinco tipos de modelos de alianza uni- versidad-empresa, estos son: empresas administradas por universidades, contratos para proyectos de investigación en establecimientos de investigación, actividades de con- sultoría, transferencia de tecnología y licenciamiento, e incubación de empresas. Las universidades en China cuentan con la libertad para involucrarse como miembros de organizaciones con ánimo de lucro, y este tipo de empresas, dirigidas por las universidades, puede ser de dos tipos: empresas científicas de ingeniería o empresas no científicas43. En el 2000, exis-

39 Aproximadamente 144 mil millones de dólares. 40 Aproximadamente 863 mil millones de dólares. 41 48 Centros de investigación en ingeniería fueron construidos en las áreas de: tecnologías de la información, nuevos materiales, ingeniería biológica, medicamentos, recursos energéticos, automatización, protección al medio ambiente, entre otros. 25 de estos centros fueron formados con apoyo de las universidades. 42 Aproximadamente la mitad provenía del gobierno y el resto del sector privado. 43 Como tiendas, por ejemplo.

317 tían 5.451 empresas, en el total de las cuales sólo el 38%, es decir 2.097, eran de carácter científico con ventas de 36.812 billones de yuanes44 que representaban aproximadamente el 76% de las ventas totales de las empresas administradas por las universidades (ver Tabla 11). Empresas Ventas Ganancia percibida Ganancia la universidad por científicas Empresas Ventas Ganancia percibida Ganancia la universidad por

1997 6,634 295.54 27.20 15.80 2,564 184.87 18.20 6.84 1998 5,928 315.62 25.88 15.00 2,355 214.97 17.70 6.58 1999 5,444 379.03 30.53 15.99 2,137 267.31 21.56 13.92 2000 5,451 484.55 45.64 16.85 2,097 368.12 35.43 7.88 2001 5,039 607.48 48.51 18.42 1,993 452.26 31.88 7.88

Tabla 11: Número de empresas administradas por las universidades y sus ventas por año. (Cifras en 100 millones de yuanes) 1997 – 2001. Fuente: Basado en Yujian, 2004, 34-35.

El número de personal contratado por estas empresas era de aproximadamente 238.000, de los cuales 78.000 eran inves- tigadores científicos. Aunque, estas empresas generan altos ingresos y la universidad se ve beneficiada en términos fi- nancieros, las cifras indican que las universidades perciben mayores ingresos por parte de las empresas no científicas que de las científicas. El número, en general, de empresas y personal científico es bajo y la tendencia casi decreciente y fluctuante de las empresas de tipo científico pone en tela de

44 Aproximadamente 5.297 millones de dólares.

318 juicio la labor de estos programas, para fomentar el trabajo conjunto en investigación. Los proyectos de colaboración incluyen investigación subcontratada y desarrollos conjuntos, y reciben aporte de industria y universidades. Los dineros destinados a este tipo de actividad se han duplicado en solo 3 años, pasando de 45 millones de yuanes45 en 1999 a 87 millones de yua- nes46 en el 2002, de los cuales el 40% proviene de la industria (yujian, 2004, 18). Los contratos para establecimientos de investigación son aquellos que se pueden ubicar al interior de la univer- sidad o de la empresa y los resultados de la investigación pertenecen al establecimiento. Durante el 2000 y el 2002 fueron creados 326 establecimientos de investigación, de los cuales 212 son administrados por empresas domésticas y el número restante por compañías extranjeras. La consultoría es concebida como un mecanismo para que los investigadores universitarios trabajen con compa- ñías privadas, y en el período de 1999 - 2002, se registraron 41.266 contratos de consultoría de servicios científicos. La transferencia de tecnología y el licenciamiento pre- sentan una tendencia creciente. En 1999 se realizaron 3.973 contratos de transferencia de tecnología y para el 2002 ya se registraba un aumento del 43% con 5.683 contratos. En el caso de las patentes, las cifras varían de 298 en 1999 a 532 para el 2002. China al igual que Japón también cuenta con oficinas de transferencia de tecnología, tto, dentro de sus universidades. La primeras fueron creadas en el año 1999 en la East China University of Science and Technology y en la

45 Aproximadamente 45 millones de yuanes.

46 Aproximadamente 87 millones de yuanes.

319 Xi’an Jiotong University. Desde este año se han creado otras oficinas hasta alcanzar el número de 30 para el 2003, pero 6 de ellas con el carácter de centros de transferencia de tec- nología nacionales (Nezu, 2005, 36). La incubación de empresas, sobre todo las de alta tecno- logía, ocurre en los parques de ciencia universitarios. Para el 2002, se contaba con más de 50 de estos parques, de los cuales 22 estaban plenamente reconocidos por el Ministe- rio de Innovación. Las incubadoras de las universidades han generado en total 2778 empresas en total, pero sólo se registran 459 nuevas empresas creadas, para el mismo año, como resultado del apoyo del parque científico.

B. India

Después de obtener la independencia en 1947, la política de C&T fue integrada dentro de la estructura de economía planificada. Una serie de planes de cinco años fijaron las es- trategias nacionales básicas para el crecimiento económico y el desarrollo industrial. El cambio de la economía en la última década ha pasado de planeada y cerrada a abierta y desregulada. Esto ha traído como resultado una mayor presión sobre las actividades desarrolladas por las univer- sidades y la industria, en términos de entrenamiento de recurso humano y aumento en la competitividad. Aunque en términos reales, el aporte de la industria manufacturera de India a la economía mundial no es alto, sectores como software presentan un panorama muy diferente47. Com- pañías extranjeras de TI de gran magnitud, ven a India como un importante proveedor de servicios de TI para las

47 La porción del mercado global que posee India para servicios de TI es de 4,4% (Nezu, 2005, 9).

320 empresas y ya han establecido varios contratos de terceri- zación y fundación de centros de investigación, así como han contratado48 gran cantidad de personal formado en TI, de universidades como el Indian Institute of Technology y en Bangalore se ha consolidado lo que se conoce como el Silicon Valley de India.

Organización y políticas concernientes

En India, la política de C&T y su plan de implementación son los documento marco que rigen todas las actividades de innovación, desarrollo y transferencia de tecnología del país. Esta es ejecutada por varios de sus ministerios y sus departamentos, y cada ministerio tiene su jurisdicción sobre los temas concernientes a su despacho, como por ejemplo: medio ambiente, agricultura, salud, tecnología de la infor- mación y agua. El Departamento de C&T y el Departamento de Investigación Científica e Industrial49 del Ministerio de C&T son los encargados de promover la C&T y organizar la promoción, desarrollo y transferencia de la tecnología autóctona respectivamente. El Departamento de Investi- gación Científica e Industrial, también es responsable por la coordinación de las actividades del Consejo de Inves- tigación Científica e Industrial y dos empresas públicas, llamadas National Research Development Corporation nrdc y Central Electronics Limited cel. La nrdc provee servicios de consultoría a la academia y la industria para la protección de los derechos de propiedad intelectual y la transferencia

48 La fuga de cerebros es uno de los mayores problemas enfrentados por el gobierno de India, ya que aunque estos profesionales están aportando al progreso de la ciencia, su impacto en el desarrollo de la industria nacional es mínimo. 49 Department of Scientific & Industrial Research, dsir.

321 de tecnología. La nrdc es el organismo central que soporta el trabajo conjunto entre universidad y empresa, ya que propende porque los resultados de la colaboración termi- nen en la fase de comercialización de tecnología (Ganguli, 2005, 12-24). El Documento de política de C&T 2003, es claro en cuan- to a la promoción del trabajo intersectorial en su plan de implementación. En su apartado de industria e I+D cien- tífico establece: ”Todo esfuerzo será realizado para lograr la sinergia entre la industria y la investigación científica. Organizaciones Autónomas de Transferencia de Tecno- logía serán creadas como organizaciones asociadas de las universidades y los laboratorios nacionales para facilitar la transferencia de know-how generado a la industria. Un au- mento en la promoción será dado, y mecanismos flexibles serán desarrollados para ayudar a científicos y tecnólogos a transferir su know-how a la industria, y a ser socios en la distribución de los beneficios financieros. La industria será incentivada para que soporte financieramente a las insti- tuciones de investigación y educación, financiando cursos de interés para estos, creando puestos profesionales, etc. para ayudar directamente a que las iniciativas de C&T se conviertan en metas industriales tangibles” (Department of Science and Technology). Dentro de las iniciativas que el gobierno ha diseñado en su 11th five year plan 2007-2012, para fortalecer el trabajo si- nérgico de la industria y la academia, se encuentran algunas como: la creación de cinco centros de excelencia y relevan- cia, en áreas concordantes con las necesidades de la indus- tria, pasantías de los estudiantes en la industria, misiones de innovación de siguiente generación en línea con los centros de excelencia, instalaciones conjuntas entre los centros de excelencia y la industria, y exención de impuestos para los

322 recursos destinados a I+D donde industria y academia tra- bajen juntos (Government of India, 2006, 127-134). Directamente relacionado con el trabajo conjunto se encuentra relacionada la legislación sobre derechos de propiedad intelectual. Aunque en los últimos años India ha realizado grandes esfuerzos para que su legislación de derechos de propiedad intelectual cumpla con los requeri- mientos de trips50, esta no tiene una ley específica en cuanto a la propiedad de invenciones que derivan de actividades de I+D financiadas con dineros públicos51. Los diferentes ministerios y departamentos del gobierno tienen sus pro- pias políticas al respecto, es el caso del Departamento de C&T que expide lineamientos generales sobre la propiedad de los derechos intelectuales que resultan del financiamien- to realizado por este Departamento. Estos lineamientos, por ejemplo, dejan la pregunta de propiedad al contrato establecido entre el inventor y la empresa, mientras que los lineamientos del Departamento de Desarrollo Oceáni- co, establecen que las invenciones resultado de proyectos financiados por este, pueden ser de propiedad de las insti- tuciones, y los lineamientos de otros departamentos todavía no han sido formulados. Las universidades, por su parte, no cuentan con una política definida y solucionan el asunto de propiedad de acuerdo con cada caso (Nezu, 2005, 28).

Financiamiento

Los ministerios son los encargados de destinar dineros para actividades de I+D. El monto total destinado por los

50 Trade related aspects of intellectual property rights. Aspectos relacionados con el comercio de los derechos de propiedad intelectual. 51 En términos generales de legislación para patentes, India trabaja con el Indian Patent Act de 1970.

323 organismos del gobierno para actividades de I+D en el 2001 fue de 4.455,77 millones de rupias52, de las cuales el 26%53 fueron destinadas por el Departamento de C&T, y el 23%54 por el Departamento de Biotecnología. De este total, los laboratorios nacionales recibieron el 38%, mientras que las universidades sólo recibieron el 28% a pesar de desarrollar el 49% de proyectos en ese año. Las áreas del conocimiento que reciben mayor cantidad de recursos son: ingeniería y tecnología, con un 27,82% y 501 proyectos, ciencias médicas con un 20,32% y 445 proyectos, y ciencias biológicas con un 13,31% y 325 proyectos. Complementario al presupuesto general destinado por el gobierno, también se encuentran programas específicos de algunos departamentos, como es el caso del Departamento de Investigación Científica e Industrial que tiene a su cargo el programa de colaboración con el sector privado con su University Grant Comission, ucg, que provee capital semilla con el prerrequisito de que el producto sea patentado (Ganguli, 2005, 28-34).

Esquemas de cooperación

La forma de interacción de las universidades con la indus- tria ha sido, básicamente, el de formar estudiantes y dar conferencias con personal perteneciente a la industria. A principios de la década de los sesenta, el gobierno permi- tió que los profesores universitarios prestaran servicios de consultoría, y desde entonces esta se ha terminado convir- tiendo en una actividad institucional para laboratorios de

52 Aproximadamente 102,7 millones de dólares. Tasa de cambio utilizada = 43,39 inr/usd promedio 2008, en www.x-rates.com 53 1.158,5 millones de rupias, aproximadamente 26,7 millones de dólares. 54 1.039,7 millones de rupias, aproximadamente 23,9 millones de dólares.

324 investigación, institutos de tecnología e institutos de ciencia (unesco, 2003, 6). En general, se puede hablar de tres modalidades de co- operación universidad-empresa: educación, servicios de consultoría e investigación (ver Tabla 12). De estos tres los que mayor peso tienen son los de educación y consultoría, ya que generan una importante cantidad de ingresos pa- ra los involucrados en el corto plazo, es el caso del Indian Institute of Technology Madras, que recibió en promedio por año 45,6 millones de rupias55 para el período 1991 y 2002 por actividades de consultoría y ha capacitado a 4.281 per- sonas a través de programas de educación continuada, de educación en consultoría y de mejoramiento de calidad en solo 5 años.

Modalidad Tipo de actividad Descripción Educación Educación cooperativa Entrenamiento práctico de los es- tudiantes en la industria. Educación continuada Seminarios, talleres en nuevas tecnologías. Entrenamiento para peque- Direccionamiento de problemas ñas empresas concernientes a las pequeñas em- presas o a los nuevos emprende- dores. Profesores visitantes Compañías que proveen personal medio tiempo para actualización profesional. Consultoría Servicios de extensión a la Testeo, reparación, calibración, mo- industria dificaciones de diseño simple. Licenciamiento y adquisi- Asesoría en obtención, licencia- ción de tecnología miento y adquisición de nuevas tecnologías.

55 Aproximadamente 1 millón de dólares.

325 Consultoría Servicios de consultoría Diseño, manufactura, manteni- miento, servicio de equipamiento. Coordinación de asuntos A través de entidades inter-or- tecnológicos ganizacionales, como consejos o unidades de tecnología. Investigación Consultoría conjunta Investigación llevada a cabo por una compañía por un período específico. Proyectos de cooperación Generalmente llevada a cabo en conjunta o cooperativa laboratorios dedicados, centros o institutos. Contratos de asociación Acuerdos de largo plazo entre universidades y compañías. Intercambio de personal o Supervisión o realización de in- beca industrial vestigación conjunta de proyectos de investigación.

Tabla 12. Mecanismos de colaboración universidad – empresa en India. Fuente: unesco, 2003, 7.

En términos de investigación conjunta, se pueden mencio- nar algunos casos sobresalientes como: el desarrollo de un sistema de bolsas desechables para sangre, por parte del Sree Chitra Tirunal Institute of Medical Science and Technology y manufacturado por Hindustan Latex ltd., Thiruvanathapu- ram y la creación, desarrollo y obtención de patente de un proceso para producir thpe56, por parte de la alianza del National Chemical Laboratory y General Electric. Sin embar- go, no se registran estadísticas consolidadas sobre el tema y es difícil establecer el estado real o crecimiento de estos trabajos. Los resultados de la investigación científica de las uni- versidades han comenzado a ser patentados con base en los

56 thpe (Tris 4 –hidroxyphenyl– etano) es un agente que divide, usado en la sín- tesis de policarbonatos de alto grado con propiedades de alta transparencia, buena mecánica y alta fuerza (Ganguli, 2005, 52).

326 lineamientos establecidos por los respectivos departamen- tos. Es así como la cifra aumentó de 35 aplicaciones para patentes en 1995 a 79 para el 2002, es decir, se duplicaron en tan solo siete años. Sin embargo, el porcentaje de aplicación de las universidades continúa siendo bajo con respecto a la cantidad de recursos para I+D que reciben, mientras que instituciones como el Consejo de Investigación Científica e Industrial han triplicado su cantidad de aplicaciones para patentes desde el 2001 en comparación con otros años. Es importante mencionar que aunque no existen regis- tros consolidados de los proyectos conjuntos con organiza- ciones domésticas, la información disponible con respecto a los proyectos conjuntos con países extranjeros es más completa. La política de cooperación internacional para desarrollar proyectos conjuntos en I+D es bastante fuerte y se fundamenta en el principio de inclusión intelectual57. La necesidad de tomar elementos extranjeros con el fin de conjugar un modelo de desarrollo especial, fundamentado en el desarrollo de C&T, generó en el ideario gubernamental e industrial de India, la opción, convertida en prioridad, de vincular una mayor masa extranjera en el desarrollo de la política estatal, estructura de producción y cultura de conocimiento. De acuerdo con la información del reporte anual del Departamento de C&T para el período 2007-2008, actualmente se cuenta con 500 proyectos de investigación conjunta con países como: Estados Unidos, Rusia, Italia,

57 Se concibe como inclusión intelectual, la práctica de fomento a la multicul- turalidad y expansión de fronteras en las formas de acceso al conocimiento para India. Incentivos económicos para extranjeros interesados en realizar sus estudios de pregrado y posgrado, programas de intercambio universitario enfocado al libre flujo de información y programas de inserción de nacionales indios financiados por el Estado y la empresa privada son las estrategias bá- sicas con las que se propende por los objetivos de la nueva política en Ciencia y Tecnología en India (bbc Mundo).

327 Japón, Ucrania, Israel, Australia, entre otros. De estos 110 son realizados con Rusia y 104 con Estados Unidos en áreas como biotecnología y materiales. En conclusión, India y China, tienen enfoques muy distintos de aproximación con respecto a la promoción del trabajo colaborativo universidad-empresa. Mientras que China tiene una estructura legislativa más estructurada al respecto, India ha establecido un marco general con al- gunas iniciativas y va cambiando su estrategia de forma quinquenal de acuerdo con la experiencia. Esto revela, en alguna medida, el grado de tradición, fuerza y avance de la relación universidad-empresa en cada país. En China los resultados del trabajo colaborativo se remontan a la década de los cincuenta con el desarrollo de las bombas atómica y de hidrógeno, mientras que en India, aunque se han desa- rrollado algunos productos, no se puede afirmar que alguno de estos le haya dado un reconocimiento significativo en alguna industria. En general, un bajo número de empresas de India está realizando proyectos de investigación con universidades para soportar el desarrollo de la industria y la mayoría de colaboración no es de gran escala. Se observa también que la falta de recursos para activi- dades de I+D en las universidades es evidente en los dos casos. Esto explica, de alguna manera, por qué las univer- sidades chinas tienen una mayor de cantidad de empresas no científicas y porque las universidades de India centran su cooperación principalmente en prestar servicios de con- sultoría. El tipo de gobierno y los antecedentes culturales han jugado un papel muy importante en el establecimiento de prácticas de cooperación. En el caso de China el trabajo colaborativo universidad-industria funciona básicamente con empresas domésticas, aunque con alguna presencia de firmas extranjeras, esto en parte explicado por el período de

328 aislacionismo vivido hasta la década de los ochenta. India, por su parte, es una nación más receptiva al intercambio ideológico, y la inversión extranjera y la cooperación inter- nacional son la base para lograr cerrar las brechas tecnoló- gicas existentes entre esta y países desarrollados.

VII. Conclusiones - Reflexiones sobre Colombia

Competitividad e I+D, dos conceptos que parecen estar siempre juntos cuando se habla de desarrollo económico para un país. La política de competitividad colombiana, es clara con respecto a la responsabilidad del sector privado por el aumento de la productividad, y fija como responsa- bilidades del gobierno ”la provisión de bienes públicos que juegan el papel de insumos de producción para mejorar la productividad y competitividad de las firmas colombia- nas, la promoción de alianzas productivas público-privadas, y el fomento de la dimensión regional de la competitividad” (DNP, 2008, 6). Así mismo, fija estrategias como: diseñar la política de asociatividad y clúster en Colombia, la creación de centros de excelencia e innovación y la creación del Ins- tituto Nacional de Metrología para que preste servicios de transferencia de tecnología a la industria; todo esto enmar- cado dentro de la atracción de inversión nacional extranjera y el permanente diálogo público-privado. Por su parte, Japón sigue siendo uno de los países que más recursos financieros destina para actividades de C&T. Su política es clara en cuanto al uso de los resultados de la investigación para mejorar el bienestar de la sociedad y que su industria sea competitiva. Entonces, al comparar los lineamientos de la política pública colombiana y japonesa, es claro que conceptualmente no varía de forma signifi- cativa. Pero en cambio la aplicación y los resultados son completamente contrarios.

329 Por otra parte, el documento de política Programa Vi- sión 2019, en su capítulo iii, específicamente en la parte de crecimiento en el desarrollo científico y tecnológico, esta- blece como prioritario el desarrollo de actividades cientí- ficas en áreas como aprovechamiento de la biodiversidad, agricultura, recursos genéticos, recursos marítimos, gestión de desastres, defensa y seguridad nacional, nanotecnología, desarrollo productivo, y desarrollo humano y gobernabili- dad; y fija como metas el crear y fortalecer el nuevo Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, desarrollar y consolidar el capital humano colombiano para la ciencia, la tecnología y la innovación e impulsar el conocimiento en áreas estratégicas para el desarrollo competitivo del país58. Adicionalmente, es enfático en su deseo de apoyar el tra- bajo colaborativo universidad-empresa para actividades de innovación: “Apoyar y fomentar la vinculación universidad- empresa. Las universidades como centros de desarrollo y transmisión de nuevo conocimiento, cuentan con un en- torno propicio para la generación y experimentación de nuevas tecnologías. Para muchas empresas, esto representa una oportunidad importante para acceder a infraestructu- ra física y humana necesaria para materializar su esfuerzo innovador, que de otra manera estaría fuera de su alcance. Por ello, se deben promover esquemas asociativos que potencien esta vinculación” (Presidencia de la República y dnp, 2005, 213). Aunque la intención política existe, todavía persisten la falta de permanente y estable financiación del sector

58 Biodiversidad y recursos genéticos, biotecnología e innovación agroalimen- taria e industrial, enfermedades infecciosas prevalentes en áreas tropicales, materiales avanzados y nanotecnología. Estas áreas se encuentra insertas dentro de los temas: recursos genéticos, agricultura y nanotecnología, antes mencionados.

330 público para actividades de I+D, y la ausencia de cultura científica tecnológica en el sector privado, como unos de los limitantes para realizar trabajos conjuntos de investigación. El vínculo universidad-empresa es débil y se registra como un fenómeno todavía incipiente que presenta algunos ca- sos exitosos. El sector privado está invirtiendo dineros pa- ra desarrollar actividades de investigación59 y generando algunas innovaciones, pero el flujo de recursos es comple- tamente lineal. Japón también presenta algunas dificultades y brechas entre el planteamiento y los resultados en la práctica. En la movilidad laboral intersectorial, aunque el gobierno ha realizado importantes esfuerzos para promoverla, factores de administración arraigados como el esquema laboral de empleo vitalicio, y la desconfianza y baja definición de los beneficios que esta representa a nivel personal e investiga- tivo, hacen que el flujo de recursos humanos entre sectores continúe siendo bajo. Adicionalmente, el sector privado encuentra dificultades para contratar personal cuya expe- riencia es solo académica, ya que carece de competencias empresariales y de algunas habilidades sociales. En el caso colombiano, cuando se revisan las cifras de número de grupos de investigación60 y número de estu- diantes graduados61 por áreas de la ciencia, los resultados

59 Estas representan más del 60% de la inversión total realizada para actividades de desarrollo e innovación. La inversión total para el 2003 fue de $3,2 billones de pesos colombianos, mientras que para el 2004, sumó $3,9 billones de pesos colombianos, con apenas 1,9% para el primer año y 3,4% para el segundo; y con recursos de las empresas (dane, 2005, 21). 60 Para el 2007 se registraban 1.335 grupos de investigación activos en ciencias sociales y humanas, 703 grupos activos en ciencias naturales y exactas, y 428 grupos activos trabajando en tecnologías y ciencias de la ingeniería (ocyt, 2008, 67). 61 De acuerdo con la información del Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología, en el período 1998 - 2002, las áreas de conocimiento con mayor

331 indican que la oferta de las universidades está concentrada en las ciencias sociales y humanas, o las ciencias naturales y exactas. Lo más preocupante de estas cifras, es que no parecen estabilizarse o disminuir de forma consecutiva en el tiempo, lo cual implica que la interacción universidad- empresa, continuará siendo baja en los próximos años. La creación de centros de atención a la industria, que reciban las solicitudes de investigación de las empresas en las uni- versidades, puede convertirse en el mecanismo que impulse la interacción universidad-empresa en el corto plazo y que logre cambiar las políticas de oferta de cupos de las insti- tuciones educativas en diferentes carreras. En Colombia la linealidad de los recursos financieros es un fenómeno que permanece a lo largo del tiempo, y no existe ninguna señal de cambio que indique el fin de esta tendencia. El comportamiento estático debe ser la prime- ra señal de alerta que incentive una revisión juiciosa y un estudio de las necesidades de investigación por parte de la industria. De una correcta identificación de la demanda de la industria será posible crear una oferta desde la academia que termine con el divorcio y el escaso trabajo colaborativo universidad-empresa. De acuerdo con los datos de la en- cuesta de innovación tecnológica realizada por el dane para el 2003 y el 2004, las empresas que realizan mayor cantidad de inversión en actividades de investigación y desarrollo, en su orden, son las pertenecientes a: fabricación de productos de la refinación de petróleo, fabricación de productos mine- rales no metálicos y elaboración de bebidas (ver Tabla 13).

número de graduados en pregrado eran administración, ingeniería industrial, economía e ingeniería civil y similares (ocyt, 2005 , 43).

332 Tabla 13. Participación en la inversión de actividades de desarrollo e innovación tecnológica de las empresas con capital nacional desde 75%, por grupos industriales. Año 2003 - 2004. Fuente: dane, 2005, 18.

En el caso japonés se ha visto que los proyectos de consorcio financiados por el gobierno han aumentado las capacidades tecnológicas de las firmas involucradas, y han mejorado la competitividad de la industria y han impulsado el trabajo conjunto. Sin embargo, estos proyectos constituyen aproxi- madamente el 1% de los dineros que destina el gobierno para actividades de I+D y el modelo de flujo de recursos continua siendo claramente lineal; adicionalmente la in- teracción universidad empresa todavía es conservadora en cuanto a giro de recursos se refiere. Es por esto que la promoción de proyectos conjuntos universidad-gobierno- empresa, seguirá siendo una prioridad de política para la consolidación y desarrollo de la industria en Japón. Aunque la política establece, de forma implícita, que la investigación desarrollada por las universidades responde- rá básicamente a las necesidades del sector agropecuario y al aumento de su competitividad. Esta, debería considerar que el petróleo es el producto de mayor exportación del país, seguido del carbón, el café y las ferroaleaciones. Es decir,

333 Colombia necesita concentrar sus esfuerzos en desarrollar actividades de investigación y desarrollo en las industrias con las que cuenta actualmente y que soportan la econo- mía. El aumento de los trabajos de investigación conjuntos con la industria se constituye en una importante fuente de recursos financieros permanentes y estables para las uni- versidades. Directamente relacionado con incrementar la inversión en la industria existente, se encuentra el establecer incentivos para que las industrias muevan sus operacio- nes hacia las regiones62. La creación de clústeres y ciudades regiones competitivas, basados en la tradición productiva de la zona, se presentan como una de las alternativas de desarrollo industrial y de fortalecimiento del trabajo cola- borativo universidad-empresa para el corto plazo. Unas estructuras de colaboración sólidas logran reducir estas debilidades. En Japón los derechos de propiedad in- telectual y la forma en que las patentes eran otorgadas, se presentaban como el principal obstáculo para estrechar el trabajo colaborativo entre universidades y empresas. Las políticas de flexibilización de trabajo para los investigado- res, la reforma de las universidades e institutos de investi- gación nacional en entes independientes, el alineamiento en las áreas de investigación para universidades e industria y lo más importante, que el gobierno estableciera como meta nacional el proteger y utilizar estratégicamente los resulta- dos de la investigación mediante la propiedad intelectual, permitieron que la creación de centros de licenciamiento de tecnología y las incubadoras contribuyeran al desarrollo local y regional del país, siendo estas actividades un gran

62 En la década de los setenta, la Ley de relocalización industrial, permitió que el gobierno japonés universalizara el desarrollo, mediante el otorgamiento de beneficios a las compañías que instalaban empresas en zonas rurales.

334 avance de colaboración intersectorial en el desarrollo de C&T japonés. ”El vínculo universidad-empresa es fundamental. En- tender la transferencia de conocimiento como una misión universitaria; el papel del Estado es solucionar fallas de mercado no sustituirlo: debe articular, apalancar e incenti- var. No obstante, las empresas no emplean investigadores en Colombia. Hay que buscar romper esta disociación para lo cual iniciativas como la de Tecnova en Antioquia son un ejemplo de una asociación públicos-privada-académica exitosa y que merece replicarse en otras regiones del país” (Gómez, 2008, 33). Cuando se ha trazado un lineamiento de política pública y es difícil encontrar ejemplos de buenos resultados de la aplicación de la misma, nace automática- mente la necesidad de evaluar y replantear los vacíos que se han dejado. La revisión de las áreas de investigación prioritarias que fija el gobierno colombiano en sus diferentes planes, debe convertirse en un proceso periódico, dinámico y evolutivo, que responda siempre y en primer lugar a las necesidades locales y luego a las tendencias mundiales. El caso de China e India nos muestra que el tipo de gobierno y los antecedentes culturales han jugado un pa- pel muy importante en el establecimiento de prácticas de cooperación. En el caso de China el trabajo colaborativo universidad industria funciona básicamente con empresas domésticas, aunque con alguna presencia de firmas extran- jeras, esto en parte explicado por el período de aislacio- nismo vivido hasta la década de los ochenta. India, por su parte, es una nación más receptiva al intercambio ideológico y a la inversión extranjera y a la cooperación internacional que son la base para lograr cerrar las brechas tecnológicas existentes entre esta y países desarrollados.

335 En este sentido, se hace latente la necesidad de que un gran cambio cultural es indispensable, los modelos menta- les existentes no han permitido que aparte de la agricultura –para la industria– y las ciencias sociales –en la educación–, otras áreas sean vistas, percibidas y entendidas como gene- radoras de recursos en el corto plazo. La principal fuente de la innovación y el cambio es el recurso humano, así que una fuerte labor de cambio de paradigmas es necesaria para toda la población colombiana. Este estudio no pretende resaltar el abismo existente entre las realidades de Colombia y Japón en avances de C&T. Pretende, más bien, mostrar como este país asiático ha logrado establecer un marco, unas instituciones y estructu- ras, en la cuales ha encontrado grandes oportunidades de progreso, pero también ha encontrado dificultades, algunas pendientes de sobrellevar. ”El país necesita despertar de este letargo de varias dé- cadas, durante las cuales el descuido en temas de emprendi- miento, competitividad y ciencia, tecnología e innovación, ha sido perjudicial para el desarrollo del país. Necesitamos aprender y re-aprender sobre aquello que se ha olvidado, o que quizá nunca quedó bien aprendido, para poder seguir adelante con políticas más agresivas y obstinadas en estos campos del saber” (Ramírez, 2008, 36).

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341

Capítulo cinco

La formulación de políticas de ciencia y tecnología en China, India y Japón

Pío García

Introducción

La ciencia y la tecnología, C&T, son ampliamente recono- cidas como herramientas fundamentales para el desarrollo económico y social de los países. En aras de elevar su capaci- dad en este campo, la mayoría de los estados ha convertido el fomento de la C&T en el tema prioritario de sus agendas, por lo que han establecido políticas públicas encaminadas a planear, dirigir, evaluar y estimular el acopio de conoci- miento y sus aplicaciones. Los países europeos y Estados Unidos se pusieron a la vanguardia tecnocientífica desde la irrupción de este fenómeno en la segunda guerra mundial. Más de medio siglo después, en las primeras décadas del siglo xxi, algunos países asiáticos se postularon como serios rivales del bloque euroamericano, una vez estuvieron en condiciones de adoptar, adaptar e imprimirle innovaciones al conocimiento importado. Hay además casos de inven-

343 ciones autónomas, como el nailon por parte de la industrial textil japonesa. El presente documento examina el panorama asiático en C&T, desde el análisis de tres países sobresalientes en la formulación de esta política sectorial: China, India y Japón, dadas las circunstancias históricas que justificaron el em- pleo de recursos oficiales en la expansión del conocimiento y con esos resultados favorables, extender sus economías. En concordancia con la magnitud del capital humano y la producción con mayor contenido de conocimiento, se for- ma una especie de círculo virtuoso, que favorece la mejor posición mundial de Asia en el desarrollo tecnocientífico. Es bien conocido el hecho de que estas sociedades asiáticas han acumulado un patrimonio de conocimiento tradicional a lo largo de su historia. Casi todos los aspectos de la relación humana con el entorno y el cosmos, fueron indagados y explicados por diversas escuelas de pensa- miento en Asia, desde por lo menos dos milenios antes de la era cristiana. Los chinos e indios profundizaron en la farmacología, la selección de plantas y las elaboraciones complejas matemáticas, como el cálculo del número π1, la invención de la brújula, el papel, la pólvora y las explicacio- nes astronómicas mucho antes que otras culturas. Parte de esta sabiduría se vertió a los europeos a través de la ruta de la seda y del florecimiento cultural arabo-islámico después del siglo viii, brindando un estímulo singular al posterior

1 En el desarrollo del presente trabajo, el autor contó con la colaboración de Paula Esguerra y Adriana Guzmán. En India sobresalen la astronomía, la medicina y las matemáticas. Ellos calcu- laron el año solar con más precisión que los griegos, con la introducción del cero, completaron el sistema decimal y establecieron el π con 4 decimales. Por el tiempo del imperio Gupta (años 300 a 500 de nuestra era), las matemáticas indias eran quizás las más avanzadas del mundo, según John Keay. (2001). A Histoy of India, Londres, HarperCollins Publishers, p. 153.

344 renacimiento científico y técnico de Europa, la región que al amparo de la ideología capitalista impuso a los demás pueblos su lógica científica, técnica y económica. Cabe preguntar sobre las circunstancias y las razones que han llevado a China, India y Japón a conformar direc- trices propias de una política de C&T, a pesar de contar con un pasado de conocimiento amplio y, en ocasiones, superior a Europa. Importa identificar también los programas, sus resultados y las perspectivas de la ciencia y la tecnología, en los países asiáticos y su incidencia en el marco regional y en las relaciones económicas y sociales mundiales. La hipótesis de este trabajo es la siguiente: en China e India las políticas públicas de ciencia y tecnología se esta- blecieron, en primera medida, por razones estratégicas, mientras que en el caso japonés aparecieron en respuesta a las demandas políticas y económicas internas. Con el paso del tiempo, las motivaciones estratégicas han variado muy poco en estos países adquiriendo la dimensión interna un peso considerable en las políticas de ciencia y tecnología indias y chinas. La atención al desarrollo científico y tecnológico surgió como consecuencia del fenómeno de la tecnología que prece- dió a la segunda guerra mundial; aunque desde las prime- ras décadas del siglo xx comenzaron a aparecer los preám- bulos de las políticas tecnocientíficas. En ese momento, los grandes poderes contaban con un impulso formidable para el establecimiento de novedosos proyectos de investiga- ción; dotados de recursos extraordinarios, en los cuales se propusieron perfeccionar las formas de sometimiento de los rivales. Este esfuerzo es evidente de manera especial por parte de las fuerzas emergentes –Alemania, Italia y Japón– que respondían con vehemencia a las acciones de Francia e Inglaterra –los grandes poderes establecidos–, los

345 cuales se las habían ingeniado para distribuirse el mundo a su antojo. Por su parte, Estados Unidos al margen de los conflictos europeos, prosperaba y ampliaba su economía y capacidad militar, con el fin de atender las situaciones inéditas de las cuales pudiera sacar provecho, como en efecto lo hizo. Ese país fue el receptor de una inesperada inyección de cono- cimiento, al acoger aquellos científicos alemanes que se vieron forzados a huir ante la persecución por motivos ideo- lógicos y raciales por parte de Hitler2. La proximidad de la gran conflagración alentó a los países europeos a iniciar una carrera frenética por sacar beneficio del conocimiento para fines bélicos. Esta etapa que se conoce como “etapa de la ciencia politizada”3, se caracterizó por la promoción general del conocimiento hacia el desarrollo de proyectos especializa- dos, bajo la coordinación de una entidad a manos de fun- cionarios de alto nivel en la estructura burocrática. Para el gobierno francés, por ejemplo, era necesario concentrar los recursos del Estado para darle aplicaciones a la ciencia pura. Como resultado, el Frente Popular Francés, al mando entre 1936 y 1939, creó la subsecretaría de investigación científi- ca, bajo la dirección de Irene Joliot-Curie, galardonada con el Nobel, siendo este departamento la primera versión del Centre National de la Recherche Scientifique.

2 En ese entonces, Alemania había recibido 25 de los 66 premios de física y química otorgados entre 1900 y 1933, mientras que Estados Unidos en todos los campos, sólo había recibido 7. El flujo de cerebros que se desplazó desde Alemania hacia Estados Unidos, contribuyó de manera significativa a que se disminuyera la desventaja científica que tenía el país americano, debido a que durante las primeras décadas del siglo xx, el conocimiento avanzado en las ciencias puras y aplicadas, tenía como sede las universidades europeas. 3 E. Hobsbawn. (1998). Historia del siglo xx, Barcelona, Grijalbo-Mondadori, p. 538.

346 Los demás países europeos próximos a entrar en la con- tienda, comenzaron a desarrollar proyectos más o menos puntuales con el objetivo de aplicar las nuevas teorías en la elaboración de medios letales. En medio de la guerra, sin distanciarse de la experiencia francesa, Estados Unidos tuvo una explosión tecnocientífica reflejada en los desespe- rados esfuerzos para construir la bomba atómica. El afán por desarrollar el arma, se dio como respuesta a la alerta presentada por los científicos alemanes ante el gobierno estadounidense, sobre las posibilidades que tenía Hitler de obtener primero el dispositivo nuclear. Por otra parte, además de los antecedentes de la ciencia politizada, los avances hacia la organización del sistema de conocimiento y tecnología bajo la égida del Estado en la posguerra, contaron con el computador como ingrediente fundamental. La aparición del aparato procesador de in- formación permitió la ruptura entre las técnicas y la tecno- logía. Los computadores iniciaron la era del pensamiento artificial; con un poder superior de cálculo al de la mente humana, por lo cual, a partir de su uso se puede establecer la división que le asigna al concepto de tecnología su contenido real4. Las políticas de ciencia y tecnología han requerido una retroalimentación permanente entre las ciencias de punta –que vieron la luz en la primera parte del siglo xx– y los aportes del cálculo autónomo de la máquina inteligente. La forma de hacer ciencia a partir de un marco estatal contrasta con la indagación pre-tecnológica, tratándose

4 La diferencia que establecen los diccionarios entre técnica y tecnología es me- nos estricta. La primera se refiere a cada uno de los procedimientos de que se sirven una ciencia o un arte; la segunda, a la utilización sistemática del conjunto de conocimientos científicos y empíricos para alcanzar un resultado práctico, tal como un producto, un servicio o una metodología. Hay diversas tecnologías: mecánica, eléctrica, química, etc.

347 tanto de la cuantía de los recursos como también de los ob- jetivos. La investigación no se hace únicamente por el placer de conocer, sino que incluso está motivada por la búsque- da de soluciones a problemas concretos de interés para el Estado, es decir, que responde a la necesidad de combatir las epidemias, mejorar la defensa nacional y defender los intereses de los conglomerados industriales. El ejemplo de Alemania, Francia, Estados Unidos y la urss en la pre-guerra y durante el conflicto, cuando los gobiernos de esos países alentaron la capacidad de conoci- miento con inyecciones de recursos públicos, indujo a Chi- na, India y Japón a ponerse metas públicas en el dominio tecnocientífico. Sobre este punto es posible establecer, como hipótesis de trabajo, que el ingreso tardío de estos países asiáticos a la era industrial y por razones estratégicas en el ambiente de inseguridad durante la guerra fría, incentiva en ellos la formulación de políticas oficiales de C&T tem- pranas y centralistas. Las dos sub-hipótesis derivadas de esta idea general son, por una parte, que en la medida que la actividad industrial madura, el Estado puede establecer políticas que descargan más responsabilidad a las entidades regionales (descentralización) y al sector privado; y por otra parte, que una vez consolidada cierta distribución funcional del trabajo entre los sectores público y privado, el esfuerzo oficial se dirige a resolver las justas demandas sociales para elevar el bienestar a través de los logros tecnocientíficos. De esta forma, el documento está dividido en cuatro partes. En la primera se examina el contexto en que se dan las formulaciones de la política sectorial tecnocientífica, en la segunda se explican las etapas en las cuales las formula- ciones fueron transformadas; la tercera parte presenta las políticas actuales y, por último, la cuarta señala los logros y revisa las tendencias y los probables impactos que el com- portamiento tecnocientífico de estos tres países asiáticos

348 puede ocasionar sobre el conjunto de países asiáticos y el sistema mundial.

I. Los motivos para formular la política de c&t

La etapa de la ciencia politizada que se desarrolló luego de la primera guerra mundial, se agudizó aún más en la pos- guerra de la segunda conflagración, dado que el acuerdo de los aliados para detener al Eje, resultó ser sólo una alianza temporal que trajo abierta rivalidad una vez obtenido el triunfo militar. Los países asiáticos que no van a poder es- capar de la tensión bipolar, de manera adicional al compo- nente político, tendrán otras influencias en la adjudicación de recursos y en la orientación del desarrollo científico. Así, se pueden reconocer tres grandes motivaciones durante la posguerra para el impulso del desarrollo de la C&T: la competencia entre los bloques de la guerra fría, el aprovechamiento del mercado con productos de mayor va- lor agregado en pro del ingrediente tecnológico y la crisis ambiental y energética. Es decir, que las políticas buscan responder a las tres presiones básicas dictadas por la segu- ridad, la capacidad industrial y las demandas sociales. Las razones estratégicas son más propias de China e India, y las industriales, en cambio, más significativas para Japón. Los tres comparten exigencias sociales para la formulación de su política de C&T.

A. Las presiones estratégicas en las políticas de China e India

Tras recibir dos bombas atómicas en Hiroshima y Naga- saki, el 15 de agosto de 1945, el emperador Hirohito acep- taba la rendición incondicional de Japón. Terminaba así la contienda en Asia y moría, al mismo tiempo, el sueño de

349 la Gran Esfera de Co-prosperidad de los Pueblos Asiáticos y el desafío del Eje al orden mundial controlado por las potencias franco-inglesas. De esta forma, la conclusión de la aventura bélica significó para Japón un nuevo comien- zo de organización política, económica y social, esta vez bajo la directa conducción del general estadounidense Mc Arthur. China, por su parte, celebraba la liberación de los territorios arrebatados desde 1895 por su vecino, para lue- go verse sumida, enseguida, en una guerra interna por el poder entre las fuerzas conservadoras de Chiang Kaishek y el Kuomintang y el movimiento revolucionario de Mao Zedong. En India, el fin de la guerra alentó el sentimiento de independencia; la respuesta popular a la prédica autono- mista y pacifista de Gandhi, Nehru y M. Jinah se tornanaba cada día más desesperada e incontrolable para los ingleses, que terminaron por abandonar la colonia en 1947. En octubre de 1949, el Ejército Rojo ingresó a Beijing y expulsó la administración del Kuomintang, dando a la co- yuntura regional y mundial un viraje radical, al romperse la confianza entre los aliados antifascistas. Se abrió entonces el capítulo de la guerra fría o de la competencia entre los blo- ques, que moldeó la historia planetaria durante la segunda mitad del siglo xx. En gran medida, la confrontación se dio bajo el marco de la ciencia y la tecnología, tomando como punto de partida, los dos inventos desarrollados durante la guerra reciente: la bomba atómica y el computador. Los primeros países en emerger de la destrucción fueron Estados Unidos, sus aliados europeos y la Unión Soviética. Asia por su parte, desvalijada por la explotación colonial, tuvo que dedicar sus esfuerzos durante la década de los 50, a la lucha por la autodeterminación y la conformación de sociedades reunidas bajo la forma de Estado Nacional mo- derno. Tal fue el caso de China, India, Pakistán e Indonesia, entre otros. Japón y China, ubicados en bandos opuestos

350 durante la guerra, van a hallarse de nuevo en el frente de grupos antagónicos, esta vez Japón formado al lado de algu- nos de sus anteriores enemigos y China frente a ellos como sus adversarios. La principal motivación estratégica china en la obtención de C&T, tiene que ver con la preservación de su estructura comunista a partir de 1949. Para India, las razones no son del todo una respuesta a la contienda de la guerra fría, sino a causa de las tensiones fronterizas con sus vecinos grandes, es decir, China y Pakistán. En India, el fin de la dominación británica en 1947 mate- rializó la propuesta de los británicos, los líderes del Partido del Congreso y la Liga Musulmana, de establecer tras la in- dependencia dos estados uno laico (India) y otro musulmán (Pakistán). La teoría de las dos naciones, que en principio buscaba prevenir conflictos entre hindúes e islámicos, resul- tó ser el detonante de la confrontación prolongada hasta el día de hoy. El temor a las represalias por razones religiosas, condujo al desplazamiento de una población numerosa de una frontera a otra. Millones de indios y paquistaníes han muerto en el conflicto por la posesión de Cachemira que opone a India y a Pakistán. Las tensiones fronterizas del subcontinente indio han dado lugar a tres guerras abiertas, cientos de choques breves y el mutuo equipamiento con armamento atómico. En cuanto a China e India, la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran ambos países, los impulsa hacia una fase de defensa y control político interno. China advierte una amenaza en los poderes establecidos y en sus rivales re- gionales. En un comienzo, las previsiones chinas se tomaron frente a Estados Unidos como cabeza del mundo capitalista, pero más tarde, a partir de 1956, la misma Unión Soviética se convirtió en la amenaza de este país. India, por su lado, encontró en Pakistán a su principal antagonista, desde la salida británica y la inmediata escisión de la ex colonia.

351 Las presiones estratégicas para la obtención y desarrollo tecnocientífico también se dieron en Japón, pero la política de defensa de este país fue subalterna al diseño estadouni- dense por el control del Pacífico. Más aún, la tecnología militar fue otorgada en forma exclusiva por las fuerzas de ocupación, es decir, por Estados Unidos. Por este motivo, en los años 50 las empresas aeronáuticas japonesas tuvie- ron el acceso a la tecnología del jet de propulsión, que con otras adquisiciones sentaron las bases para el programa espacial5.

B. Las necesidades industriales en la reconstrucción japonesa

La protección que Estados Unidos brindó al archipiélago japonés desde el momento que entró bajo su control, en agosto de 1945, fue reforzada a medida que se avivó el enfrentamiento de la guerra fría. En consecuencia, Japón no requirió invertir grandes sumas en materia de defensa en comparación con sus vecinos del noreste de Asia, como Corea, Taiwán o China. Es más, el acceso rápido y uso del conocimiento avanzado lo llevaron a levantarse desde la postración hasta llegar a amenazar el liderazgo industrial, financiero y tecnológico de Estados Unidos en los años se- tenta. Como se sabe, el impulso inesperado del desarrollo japonés fue dado por su ubicación estratégica en los esce- narios asiáticos de la guerra fría: la península de Corea y el sudeste asiático. Japón tuvo mucho éxito en la importación y adaptación tecnológica, a la cual le dedicó sumas consi-

5 Tessa Morris-Suzuki. (1994). The Technological Transformation of Japan. From the Seventeenth to the Twnty-first Century, Cambridge, Cambridge University Press, p. 167.

352 derables del presupuesto nacional. Fueron significativas al respecto, las guías de la Sección de Recursos Naturales y la División Científica y Técnica de las Fuerzas de Ocupación, de 1945, pues ellas revivieron la capacidad investigativa del país. Desde principios de 1949, el panorama estratégico de Asia se definió y con él, algunos de los ingredientes para el desarrollo industrial y tecnológico en el mediano plazo. Sin duda alguna, las palabras de Truman en su discurso de posesión de enero de ese año, hacía referencia especial a Japón. El presidente estadounidense afirmó que entre las naciones, Estados Unidos tenía superioridad en el desa- rrollo industrial y tecno-científico. Afirmó que a pesar de disponer de recursos materiales limitados para ayudar a otros pueblos, los imponderables recursos en conocimien- to técnico crecían de forma constante y siendo inagotables, deberían ser facilitados a pueblos amigos de la paz6. Con un gasto militar disminuido en relación con otros países grandes y en reconstrucción, el gobierno japonés pudo enfocar los esfuerzos nacionales al renacimiento in- dustrial, bajo un esquema de estrecha colaboración entre el sector político modernizante, la burocracia y el empre- sario. Este fenómeno, propio de un Estado desarrollista o corporativo, se apartó del modelo capitalista convencional y tuvo ciertos aspectos de la economía socialista, en cuanto al papel dado a la planificación del desempeño productivo a largo plazo7. En el boom productivo y comercial, que siguió al fin de la guerra en Corea, la industria japonesa tuvo una participa-

6 Cfr. Morris-Suzuki, Op. cit., p. 167. 7 Charlmes Johnson. (1982). miti and Japanese Miracle, Stanford, Stanford Uni- versity Press. William R. Nester (1990). “Japan´s Governing Triad: Model of Development and Policymaking”, Asian Perspective, vol. 14, n.º 1.

353 ción singular, gracias a la preparación rápida para atender tanto la demanda interna como la “demanda especial” que significó ese conflicto. Ahora bien, para atender el comercio mundial dinámico, no hubiese bastado sólo la reconstruc- ción de la base industrial de la pre-guerra, por lo que se hizo necesaria la adopción y desarrollo tecnológico, bajo las for- ma de licencias o acuerdos, aun en los casos de invenciones. Así, para no entrar en conflicto con los países europeos y con Estados Unidos, en 1955, Sumitomo negoció los dere- chos para la producción de nailon con Dupont, a pesar de haber logrado por sus propios medios esta tecnología du- rante los años 30. Un año antes, Sony adquirió los derechos del transistor desarrollado por US Bell Laboratories en 1948, un invento que por su parte la empresa japonesa también había alcanzado en ese momento8.

C. Las demandas sociales como nuevos incentivos para el desarrollo de C&T

En los años 70 se apreció un panorama contrastante en Asia. Mientras Japón llegaba al tope de desarrollo industrial, que es puesto a prueba por el alza en la factura energética que obligó a su industria a ser más eficiente, Singapur, Corea y Taiwán, tres de los llamados tigres, avanzaron a gran velocidad en su transformación económica. Los países más populosos de la zona, China e India, mostraron un espectáculo lamentable de pobreza y necesidades sociales insatisfechas. Este rezago se fue ampliando a medida que la posguerra continuaba su derrotero, de modo que para fines de los años 70, la solución de la pobreza se convirtió en prioridad para los gobiernos indio y chino. En Japón, si

8 Morris-Suzuki. Op. cit., pp. 171- 172.

354 bien las condiciones de vida estaban muy por encima de los demás países asiáticos desde los años 60, el gobierno precisó impulsar la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías, no para aplacar el hambre sino para contra- rrestar la insatisfacción popular por el tremendo deterioro ambiental del país. A partir de 1949, la colaboración estratégica y de amis- tad china con la urss se hizo más evidente. Bajo la tutela soviética se establecieron las bases del sistema de ciencia y tecnología, modelo que persistió hasta los años 70. Sin embargo, durante los años 60, inevitables modificaciones se hicieron necesarias como consecuencia de la tensión en- tre los dos grandes poderes del bloque socialista. Durante esta fase inicial, el énfasis de la investigación científica se orientó hacia el campo estratégico, con el fin de fortalecer la capacidad de defensa del país, mientras que la investigación sobre aspectos más propios de las actividades civiles tuvo una importancia menor. Por otro lado, hubo una división considerable de tra- bajo tecno-científico. La investigación reposó en cuerpos especializados, mientras que la aplicación y el desarrollo del conocimiento científico tenía lugar en distintos centros. Aun en etapas posteriores, como la del Gran Salto Adelante, la política en ciencia y tecnología siguió favoreciendo los imperativos de la defensa y la seguridad nacionales, más que la producción o la modernización de la oferta de bienes de consumo9. En general, la producción reposó en la pre- misa de que esta podría ser mantenida gracias al excedente

9 Aunque no hubo mayores desarrollos tecnológicos, sobresalen el programa de armas atómicas, algunos inventos en la medicina y la producción sintética de insulina. Cfr. Dali Yang. (1990). “State and Technological innovation in China: a Historical Overview, 1949- 1989”, en Asian Perspective, vol. 14, n.º 1, p. 96. En los años 60, China logró resultados importantes en este campo.

355 de mano de obra disponible en el país10; visión política y administrativa que a partir de 1978, sufrió un giro de 180º con las reformas de Deng Xiaoping.

II. Las etapas de la política de C&T en China, India y Japón

Hasta la primera década del siglo xxi, se distinguen tres grandes etapas en la formulación de las políticas tecno- científicas de estos países. La primera se inició en 1947, cuando ocurrió el despegue de los programas de renova- ción económica y social. Esta primera fase se extendió has- ta 1973, cuando el choque petrolero obligó la revisión de los programas para el abastecimiento de energía. A partir de este momento, durante la segunda etapa, la seguridad energética se convirtió en un asunto estratégico en materia de exploración científica y técnica. La preocupación de los países por la energía se convirtió, entonces, en una poderosa excusa para ensayar la moderni- zación y la expansión productiva; los objetivos del Estado se asociaron más claramente con los de sus conglomerados industriales. La segunda fase se prolonga hasta 1991, cuan- do la primera guerra del Golfo, causada por la intervención de Estados Unidos en Irak, puso en evidencia la capacidad aérea y la tecnología de los misiles como el ingrediente principal de las nuevas guerras. Tanto China como India tomaron en cuenta esta lección bélica.

A. La fase de asimilación: 1947 - 1973

En 1947, tras la independencia de India, vino la formulación de una política autónoma. La constitución de ese año esti-

10 Sebastián Gutiérrez. (2006). “Ciencia y tecnología en China”, mimeo.

356 puló un plazo de 10 años para ofrecer educación gratuita y obligatoria para todos los niños hasta los 14 años. Las posibilidades de dedicar los recursos necesarios a los pro- gramas educativos y sociales, estuvieron restringidas por el coste elevado de la recién desatada guerra con Pakistán. No obstante, las intenciones de mejorar lo científico y téc- nico, no van a partir de cero; por el contrario, se retomaron las tareas del Council of Scientific and Industrial Research, creado en 1942, bajo la dominación británica. La reconstrucción de Japón después de la guerra, como se ha visto, se debió a su inesperado papel en la confron- tación de los bloques. No obstante, este despegue solo fue posible como resultado de la inercia de su propia capaci- dad humana desplegada durante la guerra; el desafío a las potencias europeas fue posible únicamente gracias a la participación de un elevado número de ingenieros, ad- ministradores y centros de investigación de las empresas industriales volcadas a la producción bélica. En 1945, el Comando Supremo de los Poderes Aliados, al frente del cual estaba el general Douglas McArthur, estuvo presto a desmantelar todos los centros japoneses de investigación aeronáutica y atómica. Sin embargo, dos años después en 1947, las decisiones norteamericanas so- bre Japón empezaron a cambiar en forma abrupta. No sólo se transformó el plan de democratización de la economía, sino que se empezó a consolidar el país como base para la futura confrontación con la urss11. Ello condujo a facilitar la transferencia de tecnología, incluso la de orden militar, como el jet de propulsión. Las fuerzas de ocupación ayuda- ron a crear en 1948 el Consejo Japonés de Ciencia y el Co- mité Científico y de Administración Técnica. Transcurridos

11 Takafusa Nakamura. (1990). Economía japonesas. Estructura y Desarrollo. México, El Colegio de México.

357 cinco años de autonomía, en 1956 el gobierno conformó la Agencia de Ciencia y Tecnología12. En 1947, China vivía la etapa álgida de la guerra civil entre nacionalistas y comunistas. En 1949, cuando estos úl- timos triunfaron, se creó la Academia China de Ciencias y se estableció un sistema de investigación científica guiado por la urss, el cual agrupó investigadores de la Academia Sínica y la Academia de Investigación de Beijing (conoci- do antes como Laboratorio de Investigación de Beijing)13. Posteriormente, en 1954, con los auspicios soviéticos, se conformó la Comisión Conjunta para la Cooperación en Ciencia y Tecnología, uno de cuyos objetivos fue el progra- ma nuclear chino. Los años 60 evidenciaron la gran distancia entre el én- fasis en la construcción de medios letales como la bomba atómica y de hidrógeno, y la poca atención brindada a la incorporación de conocimiento avanzado en la provisión de bienes y servicios a la población. Esta situación se acentuó aún más durante la revolución cultural, período durante el cual, se clausuraron numerosos programas universitarios a fin de enviar a contingentes juveniles a su resocialización en el campo, donde tuvieron la oportunidad de depurar su espíritu revolucionario gracias a las sabias enseñanzas de los campesinos. Por ese tiempo, el Partido Comunista Chino estaba pre- ocupado por la búsqueda de autonomía respecto a la supe- rioridad de la Unión Soviética en todos los campos; especí- ficamente deseaba mantener el control sobre su territorio. Como consecuencia, la cooperación soviética se restringió a áreas menos sensibles como la minería, la generación

12 Morris-Suzuki. Op. cit., pp. 163-164. 13 www.chinasite.com/technology/science.html.

358 eléctrica y la industria pesada. La dependencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas –urss– y la propagada confusión ideológica que vivía China en ese entonces, dio como resultado la parálisis de la investigación científica en China y su consecuente rezago en la obtención de tecnolo- gía. Durante este período, el país no pudo conformar una verdadera comunidad científica tanto por la falta de medios físicos (programas universitarios y laboratorios), como por la carencia de personal calificado; aunque se presentaron resultados no desdeñables de la época como la explosión de la bomba atómica en 1966, de hidrógeno al año siguiente y el lanzamiento del satélite Donfganghong i, en 1970. En el campo teórico, el matemático Jingrun resolvió la conjetura de Goldbach14 y los chinos aportaron a la medi- cina la insulina sintética. China e India parten de logros modestos en los años 50 y debieron esperar hasta la década siguiente para mostrar su gran capacidad investigativa en el campo de la defensa, lo cual sucede con la detonación de la bomba atómica en 1964. Diez años más tarde, India llevó a cabo sus primeros ensayos atómicos. En cambio, el ingreso de Japón al club de países con desarrollo de tecnologías propias es más tem- prano. Su desarrollo en ciencia y tecnología logró crecer de forma constante, sin vincularse al sector militar. Desarrollos como el transistor y las fibras de polivinilo, constituyeron las primeras muestras de la exitosa carrera japonesa en el campo tecnológico. El desarrollo científico y tecnológico de India tomó una vía independiente de la opción bipolar soviético-americana

14 Según la cual un número entero puede descomponerse en la suma de dos números primos. Cfr. Ke Yan (1984). Ciencia y tecnología de China. Reforma y desarrollo, Beijing, China Intercontinental Press, p. 16.

359 y se caracterizó por su alto contenido endógeno, autárqui- co y vinculado a sus propias prioridades estratégicas. La atención primordial del gobierno indio a la investigación y desarrollo en el campo de la defensa y su sostenido empeño en mantenerse en una franja ideológica y política equidis- tante de los soviéticos y los americanos, condujo al país a ensayar una política económica mixta, en la que primó la iniciativa privada, como en la órbita capitalista, pero con un fuerte control central y gubernamental a la actividad económica, como en el socialismo. Desde mayo de 1971, dentro del Ministerio de Ciencia y Tecnología indio, el Departamento de Ciencia y Tecnolo- gía coordina y promueve los programas de investigación. El Consejo de Investigación en Ciencia e Ingeniería apoya la investigación básica y aplicada, por medio de más de 250 proyectos en ciencias de la vida, química, física, inge- niería y ciencias atmosféricas. India es un país pionero en las actividades científicas multidisciplinarias, en las que se combinan los descubrimientos en física, química o biología y se aplican a una gama extensa que va desde la agricultura hasta los servicios.

B. La fase de emulación: 1973 - 1991

La primera etapa en la formulación de políticas públicas de ciencia y tecnología en China e India, fue propulsada por la guerra, caracterizándose por la alta atención a la tecnología militar. En cuanto al caso japonés, su tendencia fue clara hacia la promoción oficial del conocimiento y la tecnología para el uso industrial. En una segunda fase, las exigencias sociales derivadas de la contaminación y las necesidades insatisfechas por la prevalencia de altas tasas de pobreza, van a impactar en la orientación de los gobiernos hacia el desarrollo tecnocientífico. La prioridad india en la investi-

360 gación de energías alternas data de 1981, ante la conciencia del riesgo de llegar a depender, en forma creciente, del pe- tróleo. Su producción de carbón tiene rasgos ecológicos y es fuente de ingresos por su exportación a Europa. La crisis del petróleo obligó a Japón a frenar su expan- sión industrial y a acelerar la búsqueda de mayor autono- mía energética sobre la base de la investigación avanzada. Como consecuencia de ello, la energía solar, eólica y ató- mica, comenzó a adquirir importancia frente a las formas tradicionales de producción energética –hidráulica y fósil–. Según lo indica El libro blanco de ciencia y tecnología de Japón, de 1973, a partir de entonces la prioridad de la búsqueda tecnocientífica en Japón, se enfocó en el fomento a la diversi- dad de fuentes energéticas y el control de la contaminación. El documento se propuso dirigir la investigación científica y el avance tecnológico, hacia objetivos claros de desarro- llo económico en un marco de sostenibilidad ambiental. A partir de entonces, se aumentaron significativamente los recursos destinados para la investigación universitaria y para facilitar el intercambio de jóvenes investigadores entre los centros oficiales y las empresas. De igual modo, se dispusieron mecanismos para garantizar proyectos de investigación oficiales y privados de largo plazo15. El miti estableció, en 1980, como objetivo, la transformación de Japón “de una nación construida sobre el comercio a otra sobre la tecnología”: construcción tecno-nacionalista –gijutsu rikkoku16–. Mientras Japón tenía que reaccionar con decisión al desafío ambiental y energético, en los años 70, China hacía

15 Johnson, Jean M. (1997). The Science and Technology Resources of Japan: A com- parison with the United States, Arlington, VA, pp. 1-2. 16 Morris-Suzuki. Op. cit., 211.

361 frente a la necesidad de superar su modelo de desarrollo ruralista. Hasta 1978, China estuvo aferrada a una versión de comunismo defensivo, filosofía que justificó la especia- lización del esfuerzo tecnocientífico en el uso militar, en tanto que la población recibía la receta de la frugalidad. Por estos años, el legado soviético comenzaba a decantarse y la doctrina maoísta tocaba su fin. Zhou Enlai se anticipó a lo que vendría, al anunciar en 1964 las famosas cuatro modernizaciones de la agricultura, la industria, la defensa nacional y la ciencia y la tecnología17. Tras la desaparición de Mao, en 1976, hubo una crisis de dos años, hasta que el ala reformista encabezada por Deng Xiaoping, se impuso generando importantes cambios. Xiaoping llevó al país a la apertura al capital extranjero y a la modificación profunda del sistema productivo. A partir de entonces, la industria- lización china tomó un camino más confiable, en el cual el conocimiento tanto nacional como extranjero, se convirtió en ingrediente determinante. En 1980, la política de ciencia y tecnología de China se concentró en el nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología, most. Para 1982, el gobierno chino tenía plena conciencia de la C&T como fuerza generadora de bienestar. Esta opción se evidencia en un declaración del Partido Comunista Chino de 1985: “la investigación la ciencia y el desarrollo deben orientarse al desarrollo económico del país, del mismo mo- do que el desarrollo económico debe sostener el progreso en ciencia y tecnología”18. Así, buscando extender la atención a todos los campos, se iniciaron entonces esfuerzos por hacer conciencia a lo largo y ancho del país sobre la importancia

17 Ke Yan. Op. cit., p. 14. 18 Ley para el Progreso de la Ciencia y la Tecnología en China. Artículo 3, en [www.most.gov.cn/eng/bid].

362 para el desarrollo económico de la investigación y la pro- moción del conocimiento. Con lo anterior, se da paso a objetivos mucho más am- biciosos para captar y desarrollar tecnologías de punta. En 1982 se creó también el Programa de Investigación y Desarrollo en Tecnologías de Punta, orientado a ampliar la base para la producción de bienes de consumo, tanto para el mercado interno como para atender la demanda interna- cional. Hasta entonces, el esfuerzo chino se había dirigido al desarrollo militar, esta inclinación cambiaría para dar cabida, por primera vez, al uso del conocimiento para la producción industrial, a fin de proveer a la población de bienes de consumo y a abrirse campo para la atención de los mercados externos. Como consecuencia, se disminuyeron en un 30% los aportes del gobierno a los centros de investi- gación universitarios, a fin de forzarlos a comercializar sus logros y atraer capital privado para sus investigaciones. Asimismo, la política china de ciencia y tecnología le dio gran realce a la promoción de nuevos sectores como biotecnología, informática, energía, materiales avanzados, la automatización y la exploración espacial y oceánica. En 1988 el programa Antorcha creó zonas de alta tecnología, las cuales conceden beneficios tributarios, estableciéndose en ellas empresas dedicadas únicamente al desarrollo tec- nológico y flexibiliza la legislación para atraer la inversión extranjera. Sin embargo, como base para el entendimiento con el resto del mundo en materia de ciencia y tecnología, y de modo especial, con los países industrializados con ca- pacidad de invertir en China, se hizo necesario dar pasos en el diseño y la práctica de medidas en cuanto a la propiedad intelectual y a las condiciones de la inversión extranjera. Por esta misma época, el gobierno chino realizó impor- tantes esfuerzos por maximizar la conjunción entre la inves- tigación y el desarrollo e incentivar la investigación privada

363 vía el uso más eficiente de los recursos públicos. Al respecto, se aplican dos medidas concretas: primero, en 1987 se fu- sionan algunos de los institutos gubernamentales de I&D con las empresas y, segundo, se establecen incentivos para la comercialización de los resultados de la investigación, de manera especial con el Programa Antorcha. En los años 80, India empezó a seguir muy de cerca las políticas tecnocientíficas que daban tan buenos resultados en China. La promoción del gobierno al desarrollo del conocimiento se tornó menos paternalista, a medida que las empresas se veían abocadas a una mayor competencia externa por la relajación del proteccionismo que hasta en- tonces había sido la norma. Por otra parte, se empezaron a definir los lineamientos de la política de innovación, con la mejor integración de la innovación y el desarrollo oficial y con el aporte de las propias empresas. A partir de entonces, la adquisición y venta de licencias se ha facilitado y, contra- ria a la política tradicional, se le viene dando la bienvenida a la inversión extranjera y al ingreso de tecnología foránea. El eje de las investigaciones de biotecnología lo constituye, desde 1982, la división nacional de biotecnología, cuyo pro- pósito en el desarrollo de esta rama de la ciencia es buscarle sus usos en la agricultura y la industria. Esta entidad, que daría lugar, más adelante, a la Empresa de Biotecnología de India, funciona como una empresa nacional con un ambi- cioso plan para establecer el genoma humano, la conserva- ción de la diversidad, el establecimiento de los indicadores biológicos y el mejoramiento de las cosechas. De no menor importancia son sus búsquedas para la inseminación artifi- cial, el estudio de las epidemias y la generación de nuevas vacunas para contrarrestarlas. En 1983, la declaración de política tecnológica indica, por primera vez, la importancia de combinar el conoci- miento autóctono con la ciencia y la tecnología importada.

364 En 1986, la ley de investigación y desarrollo estableció un fondo especial, que tenía como fin la importación de tecno- logías. Este esquema de inclusión del conocimiento externo para fortalecer la capacidad nativa, fue reforzado con el Consejo de Información Tecnológica y de Evaluación de Pronósticos creado dos años después. Estas mejoras eco- nómicas se han reflejado, de manera significativa, en los avances que la India ha tenido en materia de C&T19.

C. La fase de innovación: 1991 - 2010

Esta tercera etapa se caracteriza por la inmersión en la eco- nomía globalizada y de búsqueda de la autonomía en C&T. Se extiende desde 1991 hasta la primera década del siglo xxi y es el ingreso asiático a la competencia tecnocientífica global. Esta etapa ha ocurrido en el contexto de la exitosa modernización estructural de China, el comienzo de las reformas en India y la caída de Japón en la fase de crisis de producción de manufacturas livianas. Además, la década de los 90 y el nuevo milenio, han estado marcados por la liberalización del comercio, la aparición de nuevas mo- dalidades de guerra –aérea, misiles, antimisiles donde no bastan los sistemas disuasivos atómicos, haciendo uso de tácticas de espionaje y nanotecnología– y por la competen- cia generalizada por bienes de alta tecnología. En el ámbito económico mundial, ocurrió la apertura generalizada de los mercados, hecho acelerado por los dictámenes del Consenso de Washington, previsto como estímulo a la inversión y a la renovación productiva. Los más beneficiados de estas orientaciones fueron los países

19 ministerio de Ciencia y Tecnología de la India. Departamento de Ciencia y Tecnología, en [http://dst.gov.in/].

365 asiáticos y el más perjudicado el mismo Estados Unidos, que terminó acumulando un doble déficit fiscal y comercial que, junto con la crisis hipotecaria, ha hecho inviable su supremacía económica internacional. En el campo político y estratégico, se cerró el ciclo de la conducta unilateral esta- dounidense, dando lugar a una posición de mayor pragma- tismo en la relación con los grandes poderes tradicionales y emergentes, es decir, Rusia, China e India. A partir de 1991, la investigación, cuidado y desarrollo de las energías renovables se halla en el primer plano de las preocupaciones del Estado indio. Para responder a esta nueva prioridad, en 1992 se creó el Ministerio de Fuentes de Energía no Convencionales. India se halla actualmente en los primeros lugares en la generación eléctrica eólica y en biocombustibles. El Ministerio de Fuentes de Energía no Convencionales es la entidad responsable de las políticas de investigación, financiación de proyectos, desarrollo y apli- cación de los logros en el dominio de las energías sosteni- bles. Entre sus actuales desafíos se encuentra la producción de energía a partir del hidrógeno. En China, el most ha codificado los parámetros de po- lítica pública en la ley para el progreso de la ciencia y la tecnología, la cual está en vigor desde octubre de 1993. Los siete pilares de esta ley son: micro manejo de C&T, I&D, logros en C&T, mercado y comercialización de tecnología, mejora en infraestructura, alta tecnología y su desarrollo y cooperación internacional. El ingreso de China a la omc en diciembre de 2001, fa- cilitó su integración a la economía mundial, permitiéndole hacer mejor uso de sus ventajas comparativas, convirtién- dose así en una de las principales naciones comerciales y plataforma exportadora para grandes multinacionales de bienes manufacturados. La apertura económica ha incre- mentado la competencia, generando precios bajos a los que

366 se les exige cada día mayor calidad y variedad, incentivan- do la innovación, sobre todo a través de la transferencia tec- nológica, habilidades, know-how y prácticas administrativas que llegan con la ied.

III. Las políticas actuales de C&T

El medio siglo transcurrido desde las primeras versiones de la política pública en ciencia y tecnología fue un lapso extenso para la inclusión de modificaciones, según las adap- taciones que los países consideraron del caso para estar al día en un contexto global cambiante, Japón mantuvo el li- derazgo dentro del grupo asiático en el desarrollo del nuevo conocimiento, conservando sus áreas de atención y mante- niéndose al margen en asuntos de defensa hasta entrada la década de los 80. A cambio, Japón tuvo la oportunidad de expandir su capacidad tecnológica en el campo civil, con lo cual pudo fortalecer su captación de grandes nichos mun- diales en el mercado de bienes manufacturados, a través de sus muy competitivas empresas transnacionales. Desde el 2006, China ejecuta el xi plan quinquenal, que está dirigido a la gestión de calidad para el desarrollo y sostenibilidad económica y social, sobre la base de cinco balances: rural-urbano, social-económico, regional, hom- bre-naturaleza y doméstico- internacional, que permitirán evaluar el desempeño de cada sector, dando prioridad al software, los circuitos integrados, la nanotecnología, la energía y la biotecnología. El plan 2006-2010 hace refe- rencia principalmente a las estrategias macro en materia de investigación, los sectores científicos prioritarios, las tareas tecnológicas y macroproyectos, al input en C&T y al ambiente de política. Hasta los años 70 el desempeño productivo indio fue muy bajo, con una tasa promedio de 1% de incremento

367 anual del pib. En los años 80, Rajiv Gandhi inició una serie de reformas, que se profundizaron después de 1991, y cu- yos efectos se vieron de inmediato en el levantamiento de la producción, que alcanzó en esos años el 3%. Después de 1991, con las reformas del primer ministro P. V. Narashi- mha Rao y su ministro de finanzas, Manmohan Singh, la economía india ha crecido en promedio 6% anual, con tasas superiores después del año 2000.

A. Organización y administración de la política en C&T

El Ministerio de Ciencia y Tecnología de India tiene co- mo responsabilidades asesorar grandes inversiones en el campo de C&T, particularmente en los sectores de salud, producción de alimentos y energía; desarrollar mecanis- mos para fomentar el empleo del talento científico que contribuyan a reducir la pobreza, el desempleo y las des- igualdades regionales; aplicar y promover la C&T para la mejora de las condiciones de vida de aquellos que se de- dican a actividades tradicionales, en específico fomentar el desarrollo de tecnologías domésticas; crear medios a fin de desarrollar un engranaje de interacciones entre institu- ciones diversas: instituciones educativas, establecimientos de investigación y desarrollo (I&D), industria y entidades gubernamentales20. El programa actual del most procura proteger la libertad científica y de investigación. Las instituciones de investi- gación y sus investigadores tendrán libertad para escoger los temas en los cuales desean enfocarse, tanto en investi-

20 Ibíd.

368 gación básica como en investigación aplicada21; incentivar la investigación científica, divulgar y aplicar los resulta- dos obtenidos; transformar las industrias tradicionales y desarrollar industrias con avanzada tecnología22; apoyar el desarrollo de zonas marginadas y con escasos recursos; fomentar la cooperación internacional con instituciones gubernamentales, agencias de cooperación, instituciones de educación superior, organizaciones sociales y científicos e investigadores independientes; promover la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, nuevos productos, nuevos materiales y nuevas técnicas a fin de mejorar la ca- lidad de los productos, la productividad del personal y las ganancias económicas23. Los gobiernos locales chinos incentivan y apoyan el de- sarrollo de tecnología que sea fácilmente apropiable por las masas, sobre todo en las áreas rurales a fin de socializar los servicios técnicos, apoyarse en la ciencia y la tecnología para desarrollar la industria, las comunicaciones, el transporte y el comercio a fin de aumentar su impacto en las condiciones de vida de la población, fomentan la iniciativa privada en el ámbito de C&T, hacen inversiones sustanciales a fin de apo- yar el desarrollo científico y tecnológico, y financian la co- mercialización de resultados mediante créditos y préstamos. En Japón, la Agencia de Ciencia y Tecnología y el Mi- nisterio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecno- logía, mext, están a cargo de la implementación del campo

21 Ley para el Progreso de la Ciencia y la Tecnología en China. Artículo 3, en [www.most.gov.cn/eng/0]. 22 Ley para el Progreso de la Ciencia y la Tecnología en China. Artículo 5, en [www.most.gov.cn/eng/]. 23 Tareas complementarias con las de establecer y desarrollar el mercado de la tecnología y promover la comercialización de productos científicos y tecnoló- gicos, así como aprovechar el conocimiento avanzado para preservar el medio ambiente y utilizar los recursos naturales de manera sostenible.

369 de la C&T. La legislación que rige la política pública de C&T está estipulada en la ley básica de ciencia y tecnología, efectiva a partir de noviembre de 199524. La lbct resume los objetivos básicos de política pública, los lineamientos para su aplicación y establece las responsabilidades tanto del gobierno central como de los gobiernos locales. Son sus objetivos mejorar el bienestar de la nación y contribuir al desarrollo económico y social de Japón, aportar al desarro- llo de C&T del mundo y velar por el desarrollo sostenible, el medio ambiente y la ética. Desde el 2002, la Agencia está adscrita al mext, y mantiene su misión de diseñar, junto con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, las políticas sectoriales y aplicarlas.

B. Áreas prioritarias en el desarrollo de C&T

Los sectores que el mtc indio ha establecido como priori- tarios para el desarrollo de la India son la agricultura, el sector manufacturero y el sector de servicios25. Más especí- ficamente, el desarrollo en materia de la C&T se enfoca en el fomento a la producción de alimentos, salud, vivienda, energía e industria. En particular la política actúa en los siguientes frentes26: La política pública china actual da prioridad al desarrollo de fuentes de energía, manejo de recursos, comunicaciones, construcción de maquinaria. Estos objetivos están acompa- ñados del empeño en la masificación de la C&T, cuyos fines son establecer mecanismos de fomento para garantizar que los resultados de los avances de C&T, logren difundirse y

24 Ibíd. 25 Ibíd. 26 Ibíd.

370 alcancen un mayor segmento de la población. Para ello, el Estado protege los derechos e intereses de las organizaciones promotoras de la popularización de la C&T (opp) y de sus empleados. Los incentiva a realizar actividades de popula- rización de C&T independientemente. La popularización de la C&T debe estar caracterizada por la participación masiva, la socialización y la regularidad. Deberá estar integrada con la práctica y con las condiciones locales27. Los sectores prioritarios de Japón son las ciencias de la vida, tecnologías de la información y la comunicación, ciencias ambientales, nanotecnología y nuevos materiales. Esto es explicable, porque el envejecimiento de la pobla- ción japonesa ha generado un incremento substancial en la demanda de servicios de salud. En este campo Japón se ha convertido en líder, de tal manera que el mercado de servicios de salud se ha expandido al doble en los últimos años. Entre 1990 y 1994 la inversión japonesa en I&D en el sector de la salud ha aumentado del 16% al 20%28. Este país ha establecido como áreas prioritarias de C&T la promoción de investigación con los estándares mundiales más altos, la creación de la nueva academia para el siglo xxi y la con- tribución a la sociedad.

C. La relación entre los sectores público y privado

Japón ha hecho esfuerzos concretos y sostenidos que lo convierten en líder en materia de innovación, creatividad y cambio tecnológico. En respuesta a esta tendencia, Japón cuenta actualmente con un nuevo sistema de investigación

27 Ley para la Popularización de la Ciencia y Tecnología en China, en [www. most.gov.cn/eng/]. 28 En tendencia contraria, por ejemplo, a Estados Unidos, entre 1990 y 2010.

371 y desarrollo para fomentar actividades innovadoras y crea- tivas en I&D. El nuevo sistema pretende construir un am- biente donde los investigadores puedan mejorar y demos- trar su creatividad. La creación de incentivos a científicos e investigadores se realiza principalmente a través de mejoras en los términos de contratación; de flexibilización e incre- mento de la movilidad laboral; diversificación de carreras profesionales y las posibilidades de empleo; aumento y di- versificación de los fondos de financiación disponibles para investigadores; apertura de convocatorias creativas y diver- sas donde puedan potencializarse y cooperar las diferentes instituciones de C&T, los sectores y los saberes japoneses y extranjeros; construcción de tecnologías e infraestructura avanzadas para I&D y promoción de asociaciones de mega- ciencia que requieran grandes insumos de capital humano, financiero, información e infraestructura. En China importantes modificaciones se han incluido con respecto a la investigación. En adelante, se le conceden funciones económicas a los institutos de I&D, además de las que venían cumpliendo como entidades de producción y centros de consultoría29. En 1992, mediante el programa de ascenso, el gobierno chino les concedió autonomía a las universidades, permitiéndoles prestar servicios técnicos, cooperar en el desarrollo, producción y administración de los adelantos tecnológicos y participar directamente en la inversión. El siguiente paso se dio en 1999, transformando los institutos de investigación estatales en empresas high- tech o empresas de servicios técnicos. Dentro de los cambios más importantes en materia de política pública china se encuentran los incentivos fiscales

29 Fan Pelei. (2008). “Innovation Capacity and Economic Development”, United Nations University, Research Paper, n.º 2008/31: 9.

372 y las leyes de impuestos, la legislación actual en este cam- po equivale casi al 25% de la legislación total en C&T30. En cuanto al gobierno central, su labor ha pasado de limitarse al manejo de proyectos de I&D y a su financiación, a en- focarse en el diseño de políticas de C&T que fomenten el mercado y la comercialización de productos en la materia31. En esta medida, la legislación china actual se enfoca más en promover la comercialización, difusión y popularización de los resultados ya obtenidos que en el fomento a nuevos productos. Lo anterior quiere decir que la política pública de C&T presta más atención al desarrollo industrial que al desarrollo de nuevos productos. Desde 1999, China ha convertido la mayoría de instituciones públicas de inves- tigación, en empresas independientes con el objetivo de mejorar la competitividad, la innovación, el mercado y la comercialización de C&T. De los tres países, China e India se parecen más al mo- delo internacional de relación público-privado, donde el Estado por medio de las adquisiciones en defensa estimula la industria nacional. Japón, aunque también hace lo mismo, tiene menos margen de incremento de recursos para ese fin por motivos políticos. Por esta misma razón, pudo con- centrar la mayor parte del presupuesto tecnocientífico a co- mercializar los inventos importados, a través de una fuerte promoción industrial, de tal modo que identificó las áreas promisorias para aprovechar el mercado mundial32.

30 Ibíd. 31 Ibíd. 32 Daniel T. Okimoto y Saxonhouse Gary R. (1987). “Technology and the Future of the Economy”, en Kozo Yamamura y Yosukuchi Yasuda (eds.). The Political Economy of Japan, vol. i. The Domestic Transformation, Stanford, Stanford Uni- versity Press.

373 D. La protección de la propiedad intelectual

La innovación comercial es hoy día el resultado de combi- nar la investigación científica, aportada por las universi- dades y los laboratorios públicos, y la ingeniería aplicada, soportada por las patentes, según Jeffrey Sachs33. Estos países asiáticos han ido adaptando sus legislaciones a los requisitos internacionales de propiedad intelectual. Japón inició el proceso en una época más temprana sobre la base de la estrecha colaboración con el gobierno y las empresas norteamericanas. China e India emprendieron medidas más contundentes a partir de las respectivas aperturas de sus economías para atraer el capital y la tecnología foráneos. De manera especial, China ha estado en el centro del debate por el problema de la copia de marcas y apropiación indebida del conocimiento. En los 20 años transcurridos entre 1982 y 2001, el gobier- no chino promulgó leyes precisas para atender las necesida- des de marcos legales con los cuales orientar el desarrollo tecnocientífico y para aplacar las críticas sobre su posición laxa frente a la piratería del know how industrial. Así, a la ley de marcas de 1982 siguió, en 1984, la ley de patentes; en 1990 apareció la ley de derechos de autor, en 1991 la ley que protege el software y en 1999 la de contratos. Por la ley de 2001, el gobierno también protege el diseño y distribución de los circuitos integrados34. En la declaración sobre política de C&T, en 2003, el mtc de India dispuso los lineamientos para hacer del país un innovador y creador permanente. Con el fin de estimular la acción pública y privada en esa dirección, se propuso

33 “A new map of the world”, en The Economist, 22 de junio de 2000. 34 Ke Yan. Op. cit., pp. 41- 46.

374 ampliar la infraestructura investigativa, acelerar la coor- dinación institucional, reforzar la relación entre el sector público y privado, lo mismo que “un régimen que maxi- mice los incentivos para la generación y la protección de la propiedad intelectual de todo tipo de inventores”35. Las medidas han de proveer las facilidades para comercializar los inventos y maximizar, a través de ellos, el interés gene- ral. Para el gobierno indio, la protección de las invenciones es parte fundamental de la política tecnocientífica, y en ese sentido, su sistema de normas sobre patentes y derechos de autor son cada vez más estrictas y ceñidas a los estándares internacionales. Sin embargo, ello no significa permisividad respecto a la apropiación individual del saber ancestral o los conocimientos colectivos. Entre los países líderes en el conocimiento avanzado, India es el que más se preocupa por impedir la privatización de la sabiduría indígena, a donde las sociedades se ven empujadas por las presiones de la globalización del mercado36. En su condición de comercializador temprano del cono- cimiento y con una acopio de saberes tradicionales menos arraigados que en India o China, Japón posee un régimen consolidado de protección intelectual37. Allí es más fácil patentar nuevas variedades animales y de plantas; en ge- neral, es más afín con el modelo liberal angloamericano de propiedad intelectual. En la ley básica de propiedad inte-

35 [www.Department of Science and Technology, Govt_of India.mht] (Consul- tado el 13 de noviembre de 2008). 36 ministry of Science and Technology. “Science and Technology Policy 2003”. Disponible en [ww.department] of science and technology of India (Consul- tado el 26 de noviembre de 2008). 37 Se calcula que las copias y la piratería de marcas, diseños y productos repre- senta un 7% del comercio mundial, siendo Japón uno de los mayores afecta- dos. Por eso, este aspecto está presente en sus gestiones diplomáticas y en los acuerdos de comercio e inversión que suscribe con otros gobiernos.

375 lectual de 2002, se destaca una organización del más alto nivel, el Cuartel General de propiedad intelectual, confor- mado por el gabinete, la oficina del primer ministro y 10 expertos de las universidades y la industria. Su propósito fue establecer las políticas de mediano y largo plazo, que le asegurara al país un puesto central entre los grandes pro- ductores de C&T, por medio de universidades e industrias capaces de competir en el sistema global, y para el beneficio de la sociedad japonesa. Se puso énfasis en la importancia de preparar el recurso humano para una tarea propia de un país, cuya mayor fuente de ingresos se ubica en el sector de los servicios, es decir, dentro de la condición de sociedad post-industrial38.

E. La dimensión internacional

Desde los años 80 hasta la actualidad el campo de la C&T China ha experimentado cambios significativos. Estos cambios están materializados en la reforma del sistema de ciencia y tecnología, rsct, la cual presenta, entre sus aportes más importantes, el que incrementó el poder de decisión de las instituciones gubernamentales de investigación, reformó el sistema de I&D y gradualmente introdujo los mecanismos de mercado y competencia en el ámbito de la C&T39. Desde entonces, China ha diseñado una legislación rica en esta materia, legislando ampliamente en temas como la plataforma de la investigación científica, la industrializa-

38 Ese año, de 1’300.000 solicitudes de patentes en el mundo, provenía de Japón el 39% y de Estados Unidos el 21%. Cfr. [ww.ipr.gov.jp/suishin/041005suishin-e. pdf] (Consultado el 27 de noviembre de 2008). 39 Mu Rongping. “Development of Science and Technology Policy in China”. Institute of Policy and Management, Chinese Academy of Sciences (cas), en [www.nistep.go.jp/IC/ic040913/pdf/30_04ftx.pdf].

376 ción de logros de C&T, promoción del talento científico y la movilidad, apoyo a la cooperación internacional, estímu- los a la demanda de C&T y a la innovación y la integración dinámica de la C&T a la economía40. China está capacitando rápidamente a su población e incentivando su participación en la investigación, ocupa el 2º lugar detrás de usa en número de investigadores, aunque su calidad es discutible. Las universidades son clave en el desarrollo innovador, pues son muy activas como incuba- doras, participan directamente en el mercado de tecnología con un 10% de los contratos y 20% de las patentes (2004), y cada vez más actúan conjuntamente con las empresas, las cuales invierten 36% de sus gastos en I&D en las insti- tuciones universitarias. En la actualidad hay más de 2.100 universidades con programas de alta tecnología, a un costo estimado de 3.8 billones de dólares. El principal objetivo de la política pública de ciencia y tecnología india, es la protección y desarrollo de la tecnolo- gía indígena y la efectiva absorción y adaptación de tecno- logías foráneas41, de acuerdo con los intereses nacionales de mejorar las condiciones de vida de la población y reducir los niveles de pobreza y desempleo. India se caracteriza por el énfasis que ha puesto en el tema de las tecnologías autócto- nas. Al respecto, el mtc pretende que el proceso de desarro- llo científico y tecnológico sea un agente de enriquecimiento y un impulsador activo de los saberes tradicionales. De este modo, se busca que la modernización y el progreso prote- jan las tecnologías nacionales a fin de evitar que estas sean remplazadas por tecnologías extranjeras, incompatibles con

40 Ibíd. 41 Ibíd.

377 la realidad socioeconómica india42. No obstante lo anterior, el mtc reconoce la importancia de importar tecnología, es- pecialmente en sectores de frontera como la información, la ciencia de materiales, el sector electrónico y la biotecno- logía. El mtc busca que la India logre ser autosuficiente, de manera que aproveche eficientemente los recursos de los que dispone, adapte y aprenda de los saberes extranjeros, siempre con miras a disminuir su dependencia respecto a los demás países.

IV. Las perspectivas de las políticas de C&T

El siglo xxi alumbró para China, India y Japón en forma distinta, según el desenvolvimiento de cada uno de ellos en la última década del siglo xx. Mientras los dos primeros presenciaban la continuación de la fase de alto desempeño industrial, los japoneses seguían soportando la recesión, desatada desde el estallido de la burbuja hipotecaria diez años antes. Este cambio de siglo y de milenio, como se acabó de mostrar, coincidió con la universalización de las relaciones económicas, es decir con la imposición de las transacciones globales. Las políticas tecnocientíficas actua- les están determinadas por este fenómeno comercial global, lo mismo que por las pretensiones hegemónicas de Estados Unidos, lo cual causa un serio deterioro en las relaciones con las potencias antagónicas, que propicia la alianza entre ellas, como es el caso evidente de Rusia y China. Los tres países asiáticos presentan similitudes en la dedicación de enormes recursos a tecnologías complejas que muy pocas naciones pueden sostener, tales como el lanzamiento de satélites y naves espaciales, la generación

42 Ibíd.

378 de energías alternas a partir del hidrógeno o los paneles solares, la biotecnología y la nanotecnología. En el caso de Japón, con acento especial en robótica, nuevos materiales y nanotecnología. Los programas de exploración espacial de China e India son, en cambio, más avanzados y ambiciosos que su similar japonés. Entre las grandes economías, Japón seguirá siendo, junto con Alemania, el de menor inversión en desarrollo de tecnología de defensa, ya no tanto por la alianza estra- tégica con Estados Unidos, como por la resistencia de la opinión pública a superar el 1% del pib en ese renglón. En el pasado, se benefició de los inventos estadounidenses de orden militar, que trasladó a la industria de consumo. Por esto mismo, no va a destinar tantos recursos en el avance tecnológico del sector privado, sino en el desarrollo de la ciencia básica. Los gastos de China en I&D han crecido a una tasa com- puesta anual del 19% desde 1995, llegando en la actualidad a cerca del 2% de su pib, es decir, más de 30.000 millones de dólares, cifra que lo ubica de 6.º a nivel mundial, sin embargo, estos recursos se han destinado principalmen- te al desarrollo43 de infraestructura física, por lo que los indicadores de salida aún no reflejan la inversión. China todavía enfrenta importantes retos, en particular respecto a la creciente demanda de energía y a la degradación am- biental44. Para el caso de la innovación, a pesar de que se han dado pasos significativos en cuanto a la privatización de centros de investigación, la protección estatal limita a la creación tecnológica por la falta de laboratorios, maquina-

43 Con base en unesco Research and Development Tables, 2007. 44 Cfr. oecd Review of Innovation Policy. China, 2007.

379 ria con tecnología de punta y un sistema de comunicación adecuado. Los rezagos de la economía planificada aún se reflejan en las políticas de C&T actuales, lo cual limita su eficiencia en promover la innovación del mercado. Por este motivo su diseño y ejecución tiende a ser de arriba abajo, cuando debe tener en cuenta a todos los participantes. Esto también ge- nera una falta de transparencia e imparcialidad que tiende a favorecer a los organismos estatales; y volatilidad en los programas, pues el gobierno decide, sin tener en cuenta la opinión de los demás actores, desembocar en programas muy generales, repetitivos y en ocasiones ineficientes por no considerar las necesidades de cada sector. Las firmas aún se fundamentan en la cantidad más que en la calidad (legado de la economía planificada), en la mano de obra barata, pero no tan calificada, carencia de conocimientos técnicos directivos, aversión al riesgo de in- novar, un apoyo gubernamental que tiende a masificar más que a realzar el sector empresarial, y un sistema financiero que no sirve de soporte a la innovación. Aun así, China ha superado las expectativas en movili- zación de recursos para C&T y en la velocidad con que lo ha hecho, convirtiéndose en un importante actor en el campo. Esto ha contribuido a su rápido progreso socio-económico en la década pasada, pero todavía no se refleja en el incre- mento de la innovación ya que se ha dirigido a la acumula- ción de capital humano, de infraestructura y financiero. La creación del bloque comercial asiático en 2010, con el ingreso de China a la asean45, seguido después por Japón y

45 Association of South East Asia Nations, organización de integración creada en 1967, con la participación de Tailanda, Malasia, Filipinas, Indonesia, Brunei y Singapur, y ampliada a Vietnam, Laos, Cambodia y Birmania a fines de los 90.

380 Corea, va a tener profundas implicaciones para las políticas tecnocientíficas en Asia. La tendencia proteccionista mun- dial, encabezada por Europa y Norteamérica, les va a dar justificaciones a los asiáticos para aprovechar, de una me- jor manera, sus extensos mercados –dada la población que triplica a la de los dos grandes bloques rivales– y a afianzar medidas de desarrollo técnico y científico endógeno. Cabe preguntar si estas transformaciones de las dos primeras décadas del siglo xxi van a poner a Asia, o por lo menos a su extremo oriente, a la vanguardia mundial en C&T. Este giro en el conocimiento internacional es previsi- ble, dada la magnitud de los recursos humanos, financie- ros y de infraestructura investigativa que han ido forjando esos países. El renacimiento de la cultura de investigación e innovación tendrá esta justa denominación, ya que revivirá épocas en que el ideal del sabio fue un elemento rector en la organización de estas sociedades.

Conclusiones

Como países de ingreso tardío a la industria mundial, Chi- na, India y Japón han tenido que volcar la capacidad del Estado al impulso y desarrollo de sectores estratégicos que puedan convertir en nichos rentables la estructura produc- tiva y comercial internacional. En el desarrollo de la política tecnocientífica, estos paí- ses, desde el final de la segunda guerra mundial hasta el 2010, han cursado tres etapas por las cuales se han apropia- do del conocimiento externo y han generado capacidades propias. Estas etapas han sido de asimilación, simulación e innovación. Gracias a la magnitud de los recursos que invierten, han ampliado su participación mundial en el comercio de bienes y servicios, por lo que es probable el inicio de una etapa de coordinación regional, con base en el

381 programa asiático de integración del mercado de la asean con China, Corea y Japón, que se podría denominar como la fase de asociación. Esto va a tener un impacto considerable en el desarrollo de la racionalización productiva regional asiática, que consolidará este bloque como el más eficiente a partir de la segunda década del siglo xxi. No debe entenderse que la evolución en las políticas y la acomodación de las mismas a los resultados que en la prác- tica se han obtenido, sea un fenómeno que haya marchado en forma compacta entre ellas. Las etapas que han recorrido se han dado en diversos ritmos y velocidades diferentes. El país que caracteriza mejor tales fases es Japón, por el hecho de haber podido establecer primero una política tecnocien- tífica amplia y exitosa, de talla mundial, activada por la inserción intensa de su industria en los mercados externos. Esta ventaja japonesa creó unas condiciones favorables para dividir las cargas de la I&D entre el sector público y el privado, de modo que el Estado pudo especializar los centros oficiales en la investigación básica y descargar los desarrollos y aplicaciones a las empresas. De esta forma, las políticas japonesas promueven el conocimiento y coordinan con las empresas, las cuales ponen el 80% de los recursos de la C&T. Este esquema del gasto contrasta un poco con China, donde el Estado sufraga el 40% de la factura tecno- científica y un poco más con India, donde la contribución oficial está alrededor del 60%. La formulación de las políticas de C&T en estos países asiáticos, ha respondido a diversas exigencias de sus socie- dades, pero han estado, asimismo, vinculadas a los cambios políticos internacionales, de modo que el componente de ciencia y tecnología para la defensa nacional fue notorio en China e India. Al final de la primera década del siglo xxi, las demandas en las políticas tecnocientíficas de estos países son más convergentes, en dos sentidos distintos: por

382 un lado, en su interior es clara la expectativa de sus socie- dades por poner al servicio de su bienestar los logros en el conocimiento avanzado; entienden que el esfuerzo público por potenciar el binomio de ciencia y tecnología debe elevar el nivel de vida, por medio de mejores servicios médicos, transporte, comunicaciones o educación y, por el otro lado, enfrentan la misma depresión económica mundial, con pro- fundos efectos sobre el movimiento de regionalización, que de paso alienta la asianización del continente. Un paso considerable en el afianzamiento de la integra- ción asiática es el bloque asiático, que desde el 2010 fusiona el sudeste y el noreste asiático en un mercado de cerca de 2 mil millones de personas, lo cual no sólo tiene implicacio- nes en la racionalización de producción de escala, sino en el conocimiento avanzado y la tecnología de punta. En consecuencia, en este contexto regional asiático tec- nocientífico, se podrán apreciar en las próximas décadas políticas dirigidas a impulsar ambiciosos proyectos de exploración espacial, oceanografía, nuevos materiales, na- notecnología e informática, que contribuyan tanto a sofocar intereses estratégicos de los gobiernos, como a fortalecer las industrias nacionales. Sin embargo, estos esfuerzos oficiales estarán acompañados de políticas públicas de alto costo pa- ra el desarrollo de nuevas tecnologías, biotecnología orien- tada a la producción más eficiente y segura de alimentos, el control de enfermedades y el mejoramiento sustancial del medio ambiente. De esta manera, la tecnociencia en China, India y Japón satisface las demandas sociales, industriales y de intereses estratégicos nacionales, en una fase histórica de convergencia regional asiática.

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385

Capítulo seis

Estado actual de los saberes tradicionales en los casos de India, China y Japón

Roberto Restrepo

Introducción

La recuperación, recopilación, protección, divulgación y validación de los saberes tradicionales, comúnmente refe- ridos como conocimiento tradicional (cc.tt.), son tareas que cobran cada vez más importancia en el ámbito del saber. Lo anterior es resultado de la revisión de varios elemen- tos de la coyuntura actual a nivel mundial, en la que los diferentes puntos de vista de las disciplinas ancestrales y las experiencias de las comunidades tradicionales parecen tener mucho que aportar. Esta postura reivindicativa con respecto al conocimiento tradicional impone nuevos retos que van de lo político a lo jurídico, de lo epistemológico a lo ecológico y de lo económico a lo cultural. Dentro de las condiciones que hacen de marco de la discusión actual sobre el conocimiento tradicional destacan la relación entre las formas del saber tradicional, sobre el

387 manejo de los recursos naturales y la protección del medio ambiente; las medidas y políticas supranacionales y loca- les de protección de la propiedad intelectual, actualmente insuficientes para salvaguardar los frutos de la experiencia ancestral y los recursos genéticos locales de la biopiratería, y la reformulación de modelos de desarrollo para las comu- nidades deprimidas a partir de las prácticas tradicionales, con el mínimo de impacto ambiental. En las páginas siguientes se trata de presentar un bos- quejo sistemático general de la actualidad del conocimiento tradicional en los casos de China, India y Japón, más como un método de exposición que como una descripción fide- digna de la realidad del conocimiento tradicional o acientí- fico en estos países, debido a las dificultades propias de un acercamiento al tema en cuestión, a saber: la bastedad del ámbito del conocimiento tradicional, la falta de información asequible, la ausencia de políticas explícitas con respecto al fomento y protección del conocimiento tradicional, infor- malidad en los mecanismos de enseñanza e intercambio, entre otros. Estos problemas se derivan de la novedad del interés por proteger y fomentar el conocimiento tradicio- nal en los ámbitos tanto nacionales como internacionales y del aislamiento de algunos actores, como algunas comuni- dades tradicionales, indígenas y locales, fuera del alcance de los organismos que recogen, recopilan y divulgan la información. Creemos, sin embargo, que el bosquejo del estado actual del cc.tt. que presentamos a continuación es reflejo de los procesos y esfuerzos complejos que se adelantan en India, China y Japón (en mucho menor grado) y de la interacción de los distintos órganos y actores en el ámbito del cc.tt. (instituciones gubernamentales, ong, comunidades tradi- cionales, industrias y empresas del sector privado, univer- sidades y centros educativos, que promuevan, protejan o

388 comercialicen el conocimiento tradicional), a pesar de las dificultades arriba mencionadas.

Ámbito supranacional

– unesco: – Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cul- tural y Natural (1972). – Comité del Patrimonio Mundial (Comité Intergubernamental para la Protección del Patrimonio Cultural y Natural de Excep- cional valor Universal). – Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural In- material (intangible) (2003). – NU: – Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. – Foro Permanente sobre Asuntos Indígenas – compi: Comité Intergubernamental sobre la Propiedad Intelec- tual y Recursos Genéticos, Conocimiento Tradicional y Folklore. – oms – Grupo de países megadiversos afines. – cdb (convenio de diversidad biológica).

ong Gobiernos Sector privado Ámbito nacional Organizaciones (India, China, Japón) gubernamentales

Consumidores Instituciones académicas y beneficiarios Comunidades tradicionales, indígenas y locales

Grupos de investigación, fomento y divulgación del cc.tt.

Figura 1. Esquema de los sistemas de conocimiento tradicional

389 Por lo demás, el abordaje del tema del cc.tt. requiere de unas anotaciones preliminares, que se harán de manera introductoria antes de entrar a revisar la situación del cc.tt. en los países que nos ocupan. Una vez introducido el tema, expondremos primero las medidas y políticas que abordan al cc.tt. en términos generales, de lo supranacional a lo local, y luego se tratarán independientemente algunos sa- beres que componen el cuerpo del cc.tt. por su relevancia, teniendo en cuenta su importancia a nivel económico, su aceptación popular y su pertinencia en el enfrentamiento a la crisis ambiental; estas disciplinas son aquellas relacio- nadas con la salud y las modulaciones del conocimiento ecológico tradicional.

I. Compendio histórico: ciencia y saber en India y el Lejano Oriente

Hoy en día, el papel que juega la tecnociencia heredera del modelo empírico europeo en el desarrollo de los países y su protagonismo en el ámbito económico global es incuestio- nable. Japón, China e India se han destacado por fomentar la actividad científica en sus programas de desarrollo. Sin embargo, el lugar destacado de Japón en la historia reciente de los ámbitos de la ciencia y la tecnología y la presencia de China e India como próximas potencias en estos rubros no denotan, de manera alguna, la esterilidad del genio asiático en el panorama del conocimiento antes del contacto con la ciencia occidental. Según hemos revisado, los territorios de China e India son la cuna de dos de las civilizaciones más antiguas y so- fisticadas de la humanidad, acrisoladas a lo largo de más de cuatro mil años de historia. La influencia de estas dos civilizaciones ha rebasado sus límites geográficos y cul- turales, propiciando la expansión de un buen número de

390 cosmovisiones, prácticas, técnicas, invenciones y hallazgos a lo largo y ancho de todo el continente asiático y, ulterior- mente, a escala global. Por su lado, el Japón, en gran parte subsidiario de la civilización china, es reconocido tanto por su capacidad para adaptar y mejorar los adelantos del genio foráneo, según sus necesidades locales como por los frutos de su propia cosecha. La determinación de estas naciones por seguir el de- rrotero de la ciencia moderna ha de ser explicado entonces por la influencia de los más de cuatro siglos de presencia occidental en la región. Los primeros europeos en alcanzar al lejano oriente, después de un puñado de frailes en misión diplomática y algunos aventureros, fueron los ibéricos, misioneros y co- merciantes portugueses y españoles que paulatinamente se establecieron en las costas asiáticas a principios del siglo xvi, inaugurando la era mercantil. Con el tiempo, los ibé- ricos fueron relegados por otras naciones europeas que se hicieron con el control de los mares asiáticos y el comercio, representando una amenaza mayor para la soberanía de las naciones locales. La continua presión de las potencias occidentales en Asia durante la era colonial expansionista fomentó la in- troducción de las formas de producción y aplicación del conocimiento que en aquel período se estaba desarrollando en Europa. Junto con otros aspectos culturales e ideológicos, la ciencia moderna occidental terminó por instalarse en los tres países que nos ocupan, a saber, China, India y Japón, gracias un largo proceso de “modernización” asociado a la creciente presencia europea en Asia. Sin embargo, la adopción de la ciencia moderna en el territorio asiático no tiene nada de homogéneo, en tanto este proceso de asimi- lación epistemológica es sólo un factor que acompañaba las formas más disímiles de relación entre Europa y Asia;

391 relación que oscilaba de la competencia al sometimiento, dependiendo de los intereses y condiciones de los países europeos y sus contrapartes orientales. De la misma ma- nera, las naciones asiáticas fluctuaban del proteccionismo radical de sus formas tradicionales al reemplazo de éstas por sus equivalentes foráneos en un esfuerzo por mantener su independencia. Por esto, es necesario tratar la relación entre la adopción de la ciencia moderna y la presencia eu- ropea en cada país y su contexto particular. El primer contacto de los países asiáticos con la joven cultura científica occidental ocurrió gracias a las misiones católicas de la segunda mitad del siglo xvi y principios del siglo xvii. Paradójicamente, el conocimiento científico que sirvió de estrategia para la introducción del cristianismo en Asia, en aquel entonces luchaba aún por hacerse a un espa- cio legítimo en el ámbito del conocimiento europeo contra los prejuicios de la institución eclesiástica. Amen lo anterior, los misioneros no dudaron en apro- vechar el interés de los orientales por el saber. Así, a me- diados del siglo xvi, el misionero jesuita Francisco Xavier insistía en la avidez de los japoneses por los conocimientos astronómicos en sus epístolas1. Algo menos de un siglo después, los acertados cálculos de la astronomía occiden- tal permitieron que otro misionero jesuita, Adam Schall2, se instalara en la corte Qing bajo el título “maestro de los misterios del universo”. Por lo demás, el egregio esfuerzo de los misioneros jesuitas en China no logró convertir al

1 San Francisco Xavier. (1552). “Carta desde Japón a la Compañía de Jesús en Europa”, en Modern History Source Books [www.fordham.edu/halsall/ mod/1552xavier4.html]. 2 A principios del siglo xvii, Johan Adam Schall von Bell, misionero jesuita alemán, reemplazó a los astrónomos de la corte Imperial China al corregir sus cálculos astronómicos.

392 cristianismo sino a un número reducido de personas, y la misma iglesia europea terminó por oponerse a sus métodos de aculturación del cristianismo por medio de la adopción de elementos de la ancestral cultura local, fuertemente en- raizada y convencida de su superioridad. Por la parte de Japón, apenas entrado el siglo xvii se inició la persecución de la influencia europea por considerarla una amenaza para la seguridad nacional. Es pertinente recordar que la transferencia de conoci- mientos no se dio en una sola dirección, y que la fascinación de la corte imperial China por los adelantos astronómicos occidentales, junto con toda la influencia posterior de la ciencia europea en el lejano Oriente, puede ser correlato del impacto que tuvieron las invenciones chinas e indias en la Europa renacentista. Sin embargo, a pesar del alto grado de sofisticación alcanzado por las milenarias tradiciones asiáticas, para mediados del siglo xix la supremacía de las potencias oc- cidentales en el lejano oriente había sido ampliamente de- mostrada. Muy lacónicamente, para los tres países que nos ocupan, la situación se dio de la siguiente manera: La victoria de Inglaterra en las dos guerras del opio le costó a la China su orgullo nacional, varios territorios insulares y el sometimiento a las exigencias comerciales británicas. Junto con las mercancías, las ideas occidentales encontraron un derrotero fácil para penetrar las decaden- tes estructuras de la milenaria y orgullosa cultura China, reticente hasta entonces a aceptar cualquier influencia ex- tranjera que pusiera en riesgo su identidad. Con respecto a la India, para la época de las guerras del opio el poder británico cerraba el ciclo de la Compañía de las Indias Orientales, institución comercial que terminó por asumir el control político al norte del subcontinente indio. Después de haber sofocado las rebeliones contra el dominio

393 británico, la Compañía de las Indias Orientales cedió su lu- gar a la intervención directa del gobierno, iniciando una nue- va era para la India como colonia de la corona. Jugando un rol ambiguo, los al tiempo tutores y usurpadores ingleses se hicieron a la tarea de redimir al pueblo indio por medio de la introducción y expansión de sus instituciones civilizantes. Por su parte Japón, poco receptivo a la influencia oc- cidental durante los doscientos años de aislamiento del shogunato Tokugawa, tuvo que abrir sus fronteras al co- mercio ante las amenazas de la armada estadounidense. En respuesta, el Japón fue el primero de los tres países en mo- dernizarse deliberadamente, asimilando rápidamente los modelos occidentales bajo la tutela de la casa Meiji3. De este modo, Japón se convirtió en un fuerte competidor para las potencias en la región, desplegando intereses comerciales, colonialistas y expansionistas a la mejor guisa europea. La película Lagaan4, “Impuesto”, del cineasta indio Ashi- tush Gowariker, puede servir como metáfora a la recepción de las prácticas propias de la cultura occidental por parte de los pueblos colonizados, incluyendo la actividad científica. En ella se representa a un grupo de aldeanos indios que en medio de una recia sequía son forzados a aprender a jugar cricket bajo la presión de una apuesta. Los aldeanos, ante la imposibilidad de pagar el tributo al Raj británico por la escasez de grano, se comprometen con sus representantes locales a participar en un encuentro deportivo que se lle- varía a cabo en el lapso de tres meses. En caso de que los aldeanos ganaran, su deuda sería perdonada. En caso de ser

3 John M. Maki. (1972). We the Japanese (Voices from Japan), New York, Praeger Publishers, p. 26. 4 Película de 2001, típicamente boliwoodiana, que logra poner en escena el tema de la occidentalización como alternativa de supervivencia en la India británica del siglo xix.

394 derrotados, se verían obligados a pagar el triple del tributo habitual. Al final, los aldeanos vencieron al equipo rival después de una apropiación rústica del juego. Si el juego del cricket puede servir de metáfora a la modernización, esta no sería una opción, sino casi una necesidad para la supervivencia. Quizás los chinos, primero, y luego los indios, fueron los más reacios a inscribirse en el proyecto de modernización a la occidental; por lo menos, y en la medida de sus capacida- des, en mayor grado que los japoneses, históricamente más receptivos a las influencias extranjeras5. Orgullosos de su papel de generadores de civilización antes que de recepto- res de elementos culturales foráneos6, los chinos y los indios terminaron por aceptar el reto de la modernización. Sea como haya sido, ora gracias a la influencia directa o indirecta de las potencias occidentales, ora como estrategia para mantener la soberanía y la independencia por medio de la modernización, al final la ciencia terminó cumpliendo un papel protagónico en el panorama del conocimiento de los tres países a los que dedicamos la presente investigación. De este modo, la importancia de la tecnociencia moderna, ya establecida y adoptada como patrimonio de Japón, Chi- na e India, se puede constatar hoy por el lugar que ocupa en las agendas de los tres países. Sin embargo, la reestructuración de las sociedades en cuestión de acuerdo con las nuevas reglas y modelos adoptados no implicó la desaparición de los viejos saberes. A veces perseguidos, a veces fomentados de acuerdo con las tendencias políticas dominantes y el carácter de cada

5 Ralph C. Croizier. (1970). “Medicine, Modernization, and Cultural Crisis in China and India”, Comparative Studies in Society and History, vol. 12, n.º 3 (julio), pp. 275-291 y 276. 6 Ibíd., p. 289.

395 disciplina en particular, los saberes acientíficos no sólo han logrado sobrevivir debido al arraigo en los sectores popula- res, deficientemente amparados por la ciencia moderna en los procesos de desarrollo7, sino que han ido de la mano de los movimientos nacionalistas y de reivindicación, adaptán- dose a las nuevas condiciones y compartiendo la escena del conocimiento con la ciencia a guisa occidental, con la que han desarrollado las más diversas relaciones, haciéndose a un lugar en las nuevas formas sociales. Con esto también se pone en perspectiva el carácter político de la relación de los tres estados con el conocimiento tradicional, pues al regular, fomentar o reprimir la práctica y la enseñanza de las distintas disciplinas, también se manifiesta el proyecto de nación con el que se comprometen.

II. Caracterización del conocimiento tradicional

Venimos de exponer la introducción de la ciencia moderna como un fuerte competidor del cc.tt. en los países que nos ocupan. Ahora, falta caracterizar el conocimiento tradicio- nal en su particularidad, cuestión que hacemos gravitar alrededor de un par de preguntas capitales: ¿cuáles son las características propias del cc.tt., es decir, aquellos rasgos que lo diferencian del conocimiento científico? y ¿cómo se reivindica su validez en un contexto dominado por la ciencia occidental –o internacional8, como es referida por algunos–, hoy reconocida como patrimonio universal?9

7 Lo que vale en mayor grado para los casos de India y China, que aún son considerados países en vías de desarrollo. 8 Louise Granier. (1999). Conocimiento indígena (guía para el investigador), Óscar Chavarría Aguilar (trad.), Ottawa, Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo, p. 56. 9 Ralph C. Croizier. (s.a.). Medicine, Modernization, and Cultural Crisis in China and India, p. 275.

396 El primer problema que aparece al abordar el tema del cc.tt. es la gran diversidad de formas heterónomas de saber que reciben el apelativo de “tradicional”10, lo que dificulta la caracterización unívoca de estos cuerpos de conocimiento. Reconociendo la imposibilidad de apelar a una definición común a todas las modulaciones del cc.tt., hemos recu- rrido a definirlas por vía negativa, como aquellas formas de conocimiento extrañas al ejercicio científico moderno occidental11. Según lo anterior, identificar lo que diferencia al cc.tt. de la ciencia “internacional”, en algunos aspectos, basta- ría para definirlo de forma lacónica. Empero, los rasgos opuestos, disímiles o contrarios a la ciencia no son tampoco comunes a todas las formas de cc.tt., por lo que aún es ne- cesario matizar de acuerdo con las particularidades de cada caso. Cabe decir que entre las distintas formas del cc.tt. se da una relación de semejanza análoga a la de los miembros de una familia, en la que cada miembro comparte elemen- tos comunes con unos, pero no con otros y, sin embargo, las relaciones de semejanza se pueden extender a todo el grupo familiar. Así, dentro del cc.tt. se incluyen cuerpos de saber y prácticas disímiles en su forma de codificación y transmisión, en su finalidad y en el grado de restricción de su aplicación, por solo nombrar algunos elementos que imposibilitan arrojar una definición general del cc.tt., así sea en contraste con la ciencia occidental. Ya en los capítulos anteriores, en los que se hizo referen- cia a la historia de los saberes, se indicaban algunos de sus

10 Louise Grenier. Op. cit., pp. 56-57. 11 Daniel S. Fabricant y Norman R. Farnsworth. (2001). “The Value of Plants Used in Traditional Medicine for Drug Discovery”, Environmental Health Pers- pectives, vol. 109, Supplement 1: Reviews in Environmental Health, (marzo), pp. 69-75.

397 rasgos distintivos de cara a la ciencia occidental. En el capí- tulo sobre los saberes tradicionales de la India se señalaba el carácter “religioso” del Ayurveda, de la Samkhyana y de la Jyotisha, asociados con la revelación de los vedas, lo que con- trasta con el carácter secular de la ciencia moderna12. Puesto de otra forma, se podría decir que los saberes privilegian el elemento intuitivo por encima del elemento empírico, por lo que se explicaría fácilmente su aparente dogmatismo irra- cional; sin embargo, esto es discutible, y resulta apresurado achacárselo a toda la masa heterónoma del cc.tt. De todas formas, la experiencia sometida a condiciones controladas y decantada por el método científico como única fuente de conocimiento parece ser patrimonio exclusivo de la ciencia moderna occidental, lo que no quiere decir que los saberes no participen del elemento empírico. Por lo demás, parece ser constante, por lo menos en los casos que nos ocupan, que las prácticas y los cuerpos del cc.tt. estén asociados directamente, o hagan parte, de las cosmovisiones de las distintas comunidades donde dichos saberes se originan y de donde derivan el sentido de su existencia y la organiza- ción de su actividad, y desde donde se adjudica un lugar en el mundo y uno para cada cosa que lo compone. Esta condición de asociación o pertenencia a una cosmo- visión hace que los saberes sean cuerpos de conocimiento de corte holístico y homeostático13, es decir, que entiendan la realidad como un todo allende la sumatoria de sus partes, en el que el bien de las existencias, o de la salud del cuerpo en la medicina (Chung-I o Ayurveda), por ejemplo, se explica en

12 Fikret Berkes, Mina Kislalioglu, Carl Folke y Midhav Gadgii. (1998). “Ex- ploring the Basic Ecological Unit: Ecosystem-Like Concepts in Traditional Societies”, Ecosystems, vol. 1, n.º 5, (sept. - oct.), pp. 409-415 y 413. 13 Croizier Ralph C. Medicine, Modernization, and Cultural Crisis in China and India, Op. cit., p. 277.

398 el equilibrio de sus elementos constitutivos y en su correcta relación con el entorno. Si esta caracterización no es válida para todas las modulaciones del saber tradicional, sí que lo es para las dos grandes tradiciones de la salud de los tres países que nos ocupan, a saber: el Ayurveda y la medicina tradicional china; y para la mayoría de formas del conoci- miento ecológico tradicional. En contraste con lo anterior, la ciencia occidental es con frecuencia acusada de componer una visión fragmentaría del mundo y de desvincular al individuo del entorno de aplicación del saber14 en los procesos de producción de co- nocimiento y de aprendizaje, que se efectúan en ambientes seleccionados; en oposición, el cc.tt. se imparte y se apro- pia in situ15. Otras características que los estudiosos del cc.tt. suelen contrastar con la ciencia occidental son: – La forma de comunicación subjetiva del cc.tt.: los vehículos de transmisión del cc.tt. son los mitos, cuentos, cantos y otros recursos de la oralidad, y otros recursos co- municacionales no orales como los bailes y los rituales16, que también dependen de estructuras e instituciones so- ciales17. – La explicación de los fenómenos mediante categorías morales y espirituales, entre los que se encuentra el tabú, en oposición a la interpretación mecanicista de la ciencia, por medio de leyes y libre de valores18.

14 Louise Grenier, Op. cit., p. 58. 15 Por lo que negar el elemento empírico del cc.tt. sería descabellado. 16 Louise Grenier, Op. cit., p. 58. 17 Fikret Berkes, Johan Colding y Carl Folke. (s.a.) “Rediscovery of Traditional Ecological Knowledge as Adaptive Management”, Ecological Applications, vol. 10, n.º 5, 1251-1262, p. 1257. 18 Louise Grenier, Op. cit., p. 58.

399 – El carácter local del conocimiento19. Empero, si las categorías que se acaban de mencionar describen perfectamente algunas formas del conocimiento indígena y del chamanismo, no resultan adecuadas para los grandes sistemas de cc.tt., como el Ayurveda y la medicina tradicional china, cuyos tratados y prácticas han podido prescindir de sus creadores y rebasar las fronteras de sus lugares de origen. Recordamos que en un ámbito tan am- plio y reacio, las categorías no deben ser camisa de fuerza, y que las distintas formas de la episteme no pueden ser jamás harina de un solo costal. Queda el asunto de la legitimidad del cc.tt., desde la perspectiva de la ciencia occidental, que ya había sido intro- ducido siguiendo las tesis de Ilya Prigogne sobre la crisis de la ciencia mecanicista. La nueva ciencia, cuyo estandarte es la física cuántica, sacude los cimientos de la ciencia de- terminista y mecanicista tradicional. En las microciencias el objeto como tal ya no existe. Desaparece, se esfumina, como dotado de una libertad que sobrepasa los esquemas de su- jeto dominante y objeto subordinado. Bodrillard sostiene que esta condición de las ciencias no tiene que ver con la precariedad de las herramientas tecnológicas o de método en la investigación, sino al contrario, con su grado de sofistica- ción: “En su límite más exterior –asevera Bodrillard– las ciencias más avanzadas solo pueden verificar la desapari- ción del objeto”20. Junto con la objetividad, desaparecen las ilusiones de orden, uniformidad y determinación de los procesos pro- pios de la ciencia clásica, que no corresponderían entonces,

19 Fikret Berkes, Mina Kislalioglu, Carl Folke y Midhav Gadgii, Op. cit., p. 411. 20 Jean Bodrillard. (2002). La ilusión vital [Alberto Jiménez Rioja (Trad.)], Ma- drid, Siglo Veintiuno de España Editores, S.A., p. 65.

400 desde el punto de vista de la nueva ciencia, “sino a la selec- ción de momentos privilegiados en condiciones específicas, que se imponen como modelos universales”21. Es a partir de esa crisis que el pensamiento occidental entiende la ne- cesidad de reparar en las tradiciones ajenas, incluso como forma de menguar el impacto negativo de la tecnociencia en el mundo contemporáneo22. Por lo demás, el efecto de esta situación de las ciencias en la concepción de la naturaleza es evidente. Si no es posi- ble proponer un conocimiento que agote las posibilidades de lo real, al otro lado de lo gnoseológico se reivindica la libertad de “la naturaleza”. Lo que se atestigua en ambos polos, de parte del conocimiento y de sus objetos es, de al- guna manera, un estado de desrealización de la realidad23. Así, al reconocer la emancipación de su objeto de estudio, la ciencia occidental literalmente recurre a otros discursos para alcanzar el diálogo, a diferentes niveles, en lo que va la reivindicación del cc.tt.

21 Ilya Prigogine y Isabelle Stenger. (1994). La nueva alianza, metamorfosis de la ciencia [Manuel García Velarde y María Cristina Martín Sanz (trads.)], Madrid, Alianza Editorial, p. 323. 22 Es importante señalar que la reivindicación de la sabiduría tradicional como correlato del cuestionamiento mismo del ejercicio científico occidental es algo que afecta al pensamiento científico y a sus instituciones asociadas y no propiamente al conocimiento tradicional, cuyos practicantes originales jamás derivarían su legitimidad de una condición específica de su contraparte occidental. 23 El correlato filosófico de esta situación tiene en el concepto de lo sublime, tal y como es expuesto por J.F. Lyotard, una notable modulación. A diferencia de Kant, quien sitúa el origen del sentimiento sublime en un desarreglo de las facultades ante una idea, para Lyotard lo sublime no sería otra cosa que la “realidad” allende la interpretación. Brügger, Frandsen y Pirotte. (1993). Lyotard. (1993) Les Déplacements Philosophiques (Avec un avertissement de J.F.L.), [Traducido del danés por Emille Danino], Bruselas, Colección Le Point Phi- losophique, De Boeck Wesmael, S.A., 1993, p. 79-97.

401 III. Población y biodiversidad en China, India y Japón

India y China comparten características privilegiadas por las que se justificaría perfectamente el mote de superpoten- cias en el ámbito del saber tradicional. Como se señalaba más arriba, ambos países cuentan con una inmensa tradi- ción sustentada por más de cuatro mil años de historia inin- terrumpida. Este extensísimo período permitió la depura- ción de varios sistemas de conocimiento, ora recogidos por la tradición oral, ora codificados en textos, que hacen parte de su patrimonio vivo, y que son ampliamente aceptados y utilizados por sus habitantes hasta hoy. Además de su larga historia, sin parangón, ambos países son pluricultu- rales, y concentran la mayor cantidad de minorías étnicas y culturales del mundo. Ambas condiciones aseguraron el desarrollo de diversas tradiciones sapienciales que evolu- cionaron más o menos independientemente, de acuerdo con las necesidades, condiciones y recursos locales, con lo que señalamos un elemento indisociable en el desarrollo de las distintas formas del cc.tt., a saber, la relación intrínseca entre la diversidad en las manifestaciones de la vida y la multiplicidad en lo cultural. A este respecto, anotamos que China e India son megadiversos, pues incluye una gran variedad de ecosistemas y de enclaves de biodiversidad en sus territorios, participando así con un alto porcentaje de la diversidad genética mundial. Al tener presente esta relación, se presentan algunos datos sobre la población y la riqueza genética de los tres países que analizamos. La importancia de China como país megadiverso es evidente al hacer una revisión de cada uno de los niveles24

24 Los distintos niveles de organización de la vida son los genes, las especies, las poblaciones (grupos de individuos de la misma especie), las comunidades

402 y escalas25 de organización de la vida en sus territorios. En cuanto al número de especies, China tiene más de 35.000 especies de plantas superiores26 y 6.347 especies de verte- brados documentadas, entre estas, 1.244 especies de aves y 3.862 especies de peces27. Respecto a los demás países del mundo, China contiene el 15% de las especies de mamífe- ros del planeta, el 14% de aves, el 18% de peces y el 12% de plantas vasculares28. China también presenta una gran variedad de ecosis- temas en su extenso territorio, entre los que se cuentan los bosques silvestres, que hacen un 17% del territorio nacio- nal, concentrados en el noreste y suroeste del país, desde los bosques tropicales en la provincia Yunnan al suroeste, hasta los bosques templados, que se caracterizan por su alta biodiversidad; los cuatro mares de la China (Bohai, Amarillo, del Este y del Sur), albergan una alta diversidad de formas de vida, ocupa el tercer lugar, a nivel mundial, en especies de arrecifes de coral; y los pastizales silvestres, que cubren un área de 400 millones de hectáreas. En cuanto a los ecosistemas de agua dulce, en las montañas al oeste de la China nacen siete de los ríos más importantes del mundo

(agrupación de poblaciones de diferentes especies), los ecosistemas y los paisajes. 25 Escalas hace referencia a categorías espaciotemporales. 26 Ministry of Environmental Protection. (2008). China’s Fourth National Report on Implementation of the Convention on Biological Diversity, p. 1, en [www.cbd.int/ doc/world/cn/cn-nr-04-en.pdf] (Consultado el 20 de diciembre de 2008). 27 Ibíd. 28 Sue Mainka, Rachel Wasser, Jeff Mcneely and Seth Cook (editores). (2008). The World Conservation Union (iucn). The World Conservation Union’s (iucn) Strategy for a Programme of Work in The People’s Republic of China, 2009-2012, p. 5, en [http://cmsdata.iucn.org/downloads/china_intersessional_strate- gy_17_jan_2008.pdf] (Consultado el 20 de diciembre de 2008).

403 (los ríos Amarillo, Yangtze, Mekong, Salween, Indo, Ganges y Brahmaputra)29. Así como la China es diversa en lo silvestre, también lo es en su población, compuesta por 56 etnias identifica- das oficialmente. Entre estas, la Han es la más numerosa, pues cuenta con el 91% de la población. El 9% restante se distribuye en las 55 minoritarias, compuestas por más de 400 grupos. Entre las minorías, la “nación” más importan- te numéricamente es la Zhuang, con aproximadamente 16 millones de integrantes, seguida por el resto de etnias or- ganizadas de mayor a menor de acuerdo con su población: Manchu, Hui, Miao, Uygur, Tujia, Yi, Mongola, Tibetana, Bouyei, Dong, Yao, Coreana, Bai, Hani, Quiang, Tu, Mulam, Xibe, Kirguiz, Daur, Jingpo, Maonan, Salar, Blang, Tajik, Achang, Primi, Ewenki, Un, Gin, Jino, De’ang, Bonan, Ru- sa, Yugur, Uzbek, Monba, Oroqen, Derung, Tatar, Essen, Gaoshan y Lhoba30. La mayoría de estas minorías habita la zona oeste del país31. Seguimos con la India, país que ocupa el noveno puesto a nivel mundial en riqueza de especies de fauna y flora y el octavo puesto en32 especies endémicas33. India alberga el 7,6% de los mamíferos, el 12,6% de las aves, el 6,2% de los reptiles y el 12% de plantas registrados a nivel global. El noreste de India y los Ghats del oeste son reconocidos internacionalmente como hotspots internacionales de bio- diversidad34. Esta alta biodiversidad se debe a los bosques

29 Op. cit., pp. 5, 6 30 Wang Can. (2005). Ethnic Groups in China. [Traducción del chino al inglés por Wang Pingxing], China Intercontinental Press, pp. 7 y 9. 31 Ibíd., p. 5 32 Fikret Berkes, Johan Colding y Carl Folke, Op. cit., p. 1252. 33 Es decir, aquellas que tienen un área de distribución restringida. 34 Los hotspots de biodiversidad son pequeñas áreas geográficas que albergan una alta diversidad de especies.

404 de lluvia tropical que albergan una alta riqueza de especies de fauna35 y flora. En relación con el estatus36 de las especies de fauna y flora de la India, para los años 2002 y 2003 se registraron un total de 18.664 especies de plantas superiores, de las cuales 266 se encuentran bajo algún grado de amenaza; 390 especies de mamíferos, 88 de los cuales se encuentra amenazados; 458 especies de aves, 72 de estas amenazadas; 521 especies de reptiles, de las cuales 25 se encuentran ame- nazadas; 231 especies de anfibios, contando tres especies amenazadas y 579 especies de peces, que incluyen nueve especies amenazadas. Al igual que en la China, la gran diversidad genética de la India es correlato de su riqueza cultural. De hecho, varios de los ecosistemas estratégicos de la India se traslapan con territorios de comunidades tradicionales. Ahora bien, parece más apropiado referirse a los matices poblacionales de la India en términos lingüísticos que racia- les, pues los censos oficiales no incluyen esta categoría. En este sentido, la diversidad es igualmente abrumadora: en la actualidad se hablan más de trescientas lenguas37 perte- necientes a diferentes grupos lingüísticos, de los que sobre- salen el indoario (indoeuropeo), predominante en la India septentrional, y el dravidiano, al sur, además de los grupos

35 Los ghats del oeste son reconocidos por poseer un alto número de especies endémicas. 36 El estatus se determina con base en el número de especies amenazadas de extinción. 37 Este número se puede ampliar a más de mil seiscientas, contando lenguas y dialectos, de acuerdo con la percepción de los hablantes quienes pueden identificar su lengua con su lugar de nacimiento e incluso con su casta. B. Mallikarjun. (2002). Mother Tongues of India According to the 1961 Census, en [www.languageinindia.com/aug2002/indianmothertongues1961aug2002. html] (Consultado el 11 de junio de 2008).

405 de lenguas tibetoburmanas y austroasiáticas. Sin embargo, aunque la raza no sea una categoría relevante para el país, la India reconoce 635 grupos de indígenas, o adivasis38, pa- labra sánscrita para denominar a los primeros pobladores, bajo la figura de scheduled tribes39, que hacen algo más del 8% de la población total de la India. Igualmente marcada por la pluralidad, la demografía religiosa de la India inclu- ye a casi todas las grandes religiones del mundo. Según la Comisión Nacional para las Minorías40, la población de la India está compuesta por: hindúes (hinduistas) en un 81%, por musulmanes en un 12%, por cristianos en un 2,3%, por sikhs (sijs) en un 1,9%, por budistas en un 0,8%, por jainistas en un 0,4% y por practicantes de otros cultos dentro de los que se incluyen las religiones tribales en un 0,7%. Al contrario de China e India, Japón no sobresale ni en términos étnicos, ni culturales, ni biológicos, por su diver- sidad. Su población está compuesta casi exclusivamente por los japoneses41 o Yamato, siendo el japonés la lengua exclusiva de este grupo mayoritario. Las minorías indíge- nas representan sólo una pequeñísima parte de la pobla- ción, incluidos los Ryukyuanos, de las islas Ryukyu y los Ainu, del norte, asentados tradicionalmente en Hokkaido, y desplazados cada vez más hacia el norte por los colonos japoneses. En la actualidad, la lengua Ryukyu está casi extinta, siendo el rasgo característico que diferencia a los

38 C.R. Bijoy. (2003). “The Adivasis Of India: A History of Discrimination, Conflict and Resistance”, pucl Bulletin, en [www.pucl.org/Topics/Dalit- tribal/2003/adivasi.htm] (Consultado el 28 de julio de 2008). 39 Scheduled, “programado”, se refiere al interés administrativo de promocionar y proteger especialmente estos grupos, por considerarse atrasados y en des- ventaja. 40 Nacional Comission for Minorities, Minority Population, [http://ncm.nic.in/] (Consultado el 5 de mayo de 2008). 41 Aquí, el término japonés se refiere a una categoría étnica, no a una nacionalidad.

406 ryukyuanos de la mayoría Yamato. La población Ainu, por su parte, cuenta tan sólo con 15.000 integrantes, y sólo hasta el 2008 fue reconocida como minoría indígena por el Estado japonés42. En cuanto a lo biológico, aunque Japón no es un país reconocido por sus niveles de biodiversidad, el Cuarto Re- porte Nacional presentado a la Convención en Diversidad Biológica de las Naciones Unidas reporta que en el país hay 90,000 especies de fauna y flora, de las cuales un alto por- centaje son endémicas, entre estas, un 40% de los mamíferos terrestres y de las plantas vasculares, un 60% de los reptiles y un 80% de los anfibios43.

IV. Ámbito supranacional

La década de los setenta atestigua la formación de las pri- meras organizaciones supranacionales destinadas a salva- guardar el patrimonio cultural y natural en el seno de las Naciones Unidas. Estas organizaciones fueron la respuesta al creciente interés global por los asuntos ambientales y la conservación tanto del legado cultural como del patrimo- nio natural de las naciones. Así, en 1972 se conforman dos entidades que preludian la aparición de la relación entre la protección del medio ambiente y de las formas culturales tradicionales como tema en las agendas de las Naciones Unidas, a saber, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (Conferencia de Estocolmo) y la Convención Intergubernamental sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de la unesco.

42 Ankn. Ainu of Japan [www.ankn.uaf.edu/iew/ainu.html] (Consultado el 10 de octubre de 2008). 43 Fourth National Report to the United Nations Convention on Biological Diversity (2009), p. 4.

407 Son muchas las organizaciones que tendrán que ver con el tema de la protección del patrimonio cultural en relación con la protección del medio ambiente y de la diversidad biológica en lo posterior. A continuación presentamos una breve reseña de algunas de estas organizaciones, y desta- camos la intervención de India, China y Japón.

A. unesco

Convocada en la Decimoséptima Conferencia General de la unesco, en 197244, la Convención Intergubernamental sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, tiene como característica principal la de asociar en un mismo concepto tanto el patrimonio cultural como el patrimonio natural, sugiriendo la correlación, la naturaleza y la identidad cultural45. A pesar de hacer énfasis en el aspecto material del pa- trimonio, al poner en relieve la relación entre la cultura y la naturaleza, la Convención sobre la Protección del Patri- monio Mundial, Cultural y Natural abre el espacio para el debate de la protección del conocimiento tradicional. El reconocimiento del valor para la humanidad de ciertos enclaves de alta diversidad biológica y del legado cultural puede ser considerado un primer estadio en la recuperación

44 United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization, unesco. (1972). Convention Concerning the Protection of the World Cultural and Natural Heritage. Adopted by the General Conference at its seventeenth session, Paris, 16 november, 17 p., en [http://whc.unesco.org/?cid=175] (Consultado el 1.º de mayo de 2008) 45 Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, unesco. (1972). Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural. Adoptada por la Conferencia General en su 17.ª reunión celebrada en París del 17 de octubre al 21 de noviembre, en [http://whc. unesco.org/archive/convention-es.pdf] (Consultado el 1 de mayo de 2008), p. 16.

408 de la tradición para hacer frente a los cataclismos sociocul- turales y naturales producidos por los procesos de moder- nización y el desarrollo, como se reconoce en el documento de la Convención46. El Comité del Patrimonio Mundial, creado en el seno de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, durante la decimoséptima sesión gene- ral de la unesco, incluye 85147 lugares de valor excepcional a nivel mundial, de los cuales 660 son de interés cultural, 166 son patrimonio natural y 25 son de interés mixto, y son considerados tanto patrimonio natural como cultural. Dentro de la lista del Comité se encuentran incluidos varios lugares de India, China y Japón, considerados patri- monio de la humanidad. En China se encuentran veinticin- co emplazamientos de interés cultural, seis de relevancia natural y cuatro de carácter mixto. Japón suma tres lugares de valor patrimonial natural y once de interés cultural. Por su parte, India participa en la lista con 22 lugares de interés cultural y 5 santuarios naturales. Estos números pueden dar cuenta de la riqueza tanto natural como cultural de los tres países que nos ocupan. En la misma línea de acción de la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de 1972, y viendo la ausencia de políticas, medidas e instru- mentos normativos internacionales para la protección del patrimonio inmaterial, el 17 de octubre de 2003 se aprobó,

46 United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization, unesco. (1972). Convention Concerning the Protection of the World Cultural and Natural Heritage, Adopted by the General Conference at its seventeenth session, Paris, 16 november, en [http://whc.unesco.org/?cid=175] (Consultado el 1.º de mayo de 2008). 47 United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization, unesco. World Heritage List, en [http://whc.unesco.org/en/list] (Consultado el 1.º de mayo de 2008).

409 durante la trigésima segunda reunión de la unesco, la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, con el propósito de proteger, divulgar y fomen- tar el patrimonio inmaterial de los pueblos en peligro de deterioro y desaparición48. De nuevo el documento hace énfasis en la profunda interdependencia existente entre el patrimonio cultural inmaterial y el patrimonio natural49, entendiendo por patrimonio cultural inmaterial los

usos, representaciones, expresiones, conocimientos y téc- nicas –junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espa- cios culturales que les son inherentes– que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural50.

También se creó la Asamblea General de los estados partes, órgano soberano de la Convención, y el Comité Intergu- bernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. En la actualidad, de los 94 estados partes, 18 conforman el Comité. India, China y Japón, junto con Vietnam, son los cuatro países que representan a los catorce países partes del Asia (grupo iv)51 en el Comité. Además, del compromiso

48 Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, unesco. (2003). Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, París, 17 de octubre, en [www.unesco.org/culture/ich/index.php?pg=00006] (Consultado el 1 de mayo de 2008). 49 En el documento: “Considerando la profunda interdependencia que existe entre el patrimonio cultural inmaterial y el patrimonio material cultural y natural”. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, unesco. (2003). Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, París, 17 de octubre, en [www.unesco.org/culture/ich/ index.php?pg=00006] (Consultado el 18 de mayo de 2008). 50 Ibíd. 51 Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cul-

410 de los estados partes por salvaguardar52 el patrimonio in- material cultural de sus territorios, los estados miembros del Comité deben preparar y presentar las directrices para la aplicación de la convención, asistir y asesorar a los otros países partes y acreditar a las organizaciones no guberna- mentales según los criterios propuestos por el mismo Co- mité, entre otras funciones.

B. Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo

También conocida como la “Cumbre de la Tierra”, se llevó a cabo en Río de Janeiro entre el 3 y el 14 de junio de 1992. En ella, más de cien países acordaron adoptar enfoques y políticas que, asegurando el desarrollo económico y social, protegieran a su vez el medio ambiente. Dentro de la agen- da se incluyeron varios asuntos relacionados con el cc.tt., reconociendo el valor de las prácticas y conocimientos indígenas y locales tanto en la conservación del medio am- biente como en el desarrollo económico y social de dichas comunidades. El principio 22 de la agenda 21 (Cumbre de la Tierra) de las Naciones Unidas señala que:

tura, unesco. (2003). Los Estados Partes en la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, en [www.unesco.org/culture/ich/index. php?pg=00024] (Consultado el 18 de mayo de 2008). 52 En el documento: “Se entiende por ‘salvaguardia’ las medidas encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial, comprendidas la identificación, documentación, investigación, preservación, protección, pro- moción, valorización, transmisión –básicamente a través de la enseñanza for- mal y no formal– y revitalización de este patrimonio en sus distintos aspectos”. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, unesco. (2003). Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, París, 17 de octubre, en [www.unesco.org/culture/ich/index.php?pg=00006].

411 Las poblaciones indígenas y sus comunidades, así como otras comunidades locales, desempeñan un papel funda- mental en la ordenación del medio ambiente y en el desa- rrollo debido a sus conocimientos y prácticas tradicionales. Los Estados deberían reconocer y apoyar debidamente su identidad, cultura e intereses y hacer posible su participación efectiva en el logro del desarrollo sostenible53.

Al reiterar lo anterior, el punto “d” del principio 12 sobre el desarrollo sostenible de los bosques sugiere el reconocimien- to y la protección del saber tradicional, añadiendo que los beneficios económicos por el uso del cc.tt. deben ser com- partidos con las comunidades nativas. En el documento:

Habría que reconocer, respetar, registrar, desarrollar y, según procediera, introducir en la ejecución de programas la capacidad autóctona y los conocimientos locales pertinentes en materia de conservación y desarrollo sostenible de los bos- ques, (…). Por consiguiente, los beneficios que se obtuvieran del aprovechamiento de los conocimientos autóctonos debe- rían compartirse equitativamente con esas personas54.

En la agenda 21 también se incluye la necesidad de crear ins- trumentos normativos para la protección de la propiedad

53 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, Río de Janeiro, República Federativa del Brasil. (junio de 1992). Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, en [www2.medioambiente.gov.ar/ acuerdos/convenciones/rio92/declaracion.htm] (Consultado el 15 de marzo de 2008). 54 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Río de Janeiro, República Federativa del Brasil. (junio de 1992). Declaración Autorizada –sin fuerza jurídica obligatoria- de Principios para un Consenso Mundial Respecto de la Ordenación, la Conservación y el Desarrollo Sostenible de los Bosques de Todo Tipo, en [www2.medioambiente.gov.ar/acuerdos/convenciones/ rio92/bosques.htm] (Consultado el 15 de abril de 2008).

412 intelectual (PI) de las comunidades nativas. En la rúbrica “b” del numeral 4 del capítulo 26 (26,4) se propone

Adoptar o reafirmar políticas o instrumentos jurídicos apropiados que protejan la propiedad intelectual y cultural indígena y el derecho de las poblaciones indígenas a pre- servar sistemas y prácticas consuetudinarios y administra- tivos55.

C. Convenio sobre la diversidad biológica

China, India y Japón, junto con otros 154 países, firmaron entre el 12 y el 13 de junio de 1992 el Convenio sobre la Di- versidad Biológica, cbd (por sus siglas en inglés), llevado a cabo durante la Conferencia sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de Janeiro. En el documento de la Convención de nuevo se resalta la pertinencia del cc.tt. en la protección de la diversidad biológica, insistiendo en la necesidad de la distribución equitativa de los beneficios derivados del conocimiento, uso y aprovechamiento de la biodiversidad (abs, por sus siglas en inglés). En el docu- mento:

“Reconociendo (…) la conveniencia de compartir equi- tativamente los beneficios que se derivan de la utilización de los conocimientos tradicionales, las innovaciones y las

55 Conferencia de las Naciones Unidas sobre le Medio Ambiente y el Desarrollo. Río de Janeiro, República Federativa del Brasil. (junio de 1992). Agenda 21. Capítulo 26: “Reconocimiento y fortalecimiento del papel de las poblaciones indígenas y sus comunidades”, en [www2.medioambiente.gov.ar/acuerdos/ convenciones/rio92/agenda21/age26.htm] (Consultado el 15 de marzo de 2008).

413 prácticas pertinentes para la conservación de la diversidad biológica y la utilización sostenible de sus componentes”56.

El tema de la distribución equitativa de los beneficios por el uso de los recursos genéticos y sus conocimientos afines introduce de plano el debate sobre la propiedad intelectual de los conocimientos tradicionales relacionados con los recursos genéticos.

D. Grupo de países megadiversos afines

El Grupo de Acción de Países Megadiversos Afines se con- formó en 2002. Participaban originalmente, junto con India y China, otros 10 países57 que destacaban por la diversidad de sus recursos genéticos compartiendo el 80% de la bio- diversidad mundial. El grupo se ha comprometido con la protección de los saberes tradicionales, tal y como aparece en la declaración “Acceso a los recursos genéticos, conoci- miento tradicional y derechos de propiedad intelectual”58, redactada en el Valle de Urubamba en 2002. En la Decla- ración, los países megadiversos insisten en la importancia de participar como grupo en los debates sobre patentes llevados a cabo por la omc (Organización Mundial del Co- mercio) y la ompi (Organización Mundial de la Propiedad

56 Convenio sobre la Diversidad Biológica. Junio de 1992, en [www.cbd.int/ doc/legal/cbd-es.pdf] (Consultado el 1 de mayo de 2008). 57 Para el 2002, de los 170 países, sólo 12 hacían parte del grupo de Acción de Países Megadiversos Afines, a saber: Australia, Brasil, China, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, India, Indonesia, Madagascar, México, Perú y la República Democrática del Congo. 58 Comunidad Andina de Naciones. Grupo de Acción de Países Megadiversos Afines. (2002). “Acceso a los Recursos Genéticos, Conocimiento Tradicional y Derechos de Propiedad Intelectual”. Valle de Urubamba, Cusco, 27 y 28 de noviembre, en [www.comunidadandina.org/documentos/dec_int/cusco29- 11-02B.htm] (Consultado el 15 de abril de 2008).

414 Intelectual), con el fin de advertir sobre los efectos de las políticas de propiedad intelectual en la biodiversidad y su economía. Además, en el Documento de Urubamba el grupo de países declaró la importancia de entablar puentes entre la actividad científica y la sabiduría tradicional.

E. Comité Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimiento Tradicional y Folklore, igc, de la ompi

El Comité Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimiento Tradicional y Folklore, igc, de la ompi, Organización Mundial de Propiedad Inte- lectual, se reúne por primera vez en 2001. Su antecedente más importante dentro de la organización es la consulta realizada durante 1998 y 1999, en la que nueve misiones59 sondearon las demandas y observaciones de algunos de los actores relativos al cc.tt. alrededor del mundo con respec- to a los mecanismos de protección del saber tradicional en términos de propiedad intelectual. En esta consulta parti- ciparon comunidades indígenas y locales, ong, represen- tantes del gobierno, académicos y representantes del sector privado60. El borrador del reporte fue publicado en julio de 2000 y expuesto a comentarios y observaciones61.

59 Las misiones (ffm por Fact-Finding Missions), fueron enviadas respectiva- mente al Caribe, América del norte, Asia del sur, África del oeste, el Pacífico sur, África del sur y del este, los países árabes, Suramérica, Centroamérica. 60 En los lineamientos de esta consulta se reconoce la necesidad de ampliar la cobertura del concepto y del sistema de propiedad intelectual, de acuerdo con las nuevas coyunturas, como lo fueron los controversiales ajustes de los regímenes de propiedad intelectual respecto al reconocimiento de nuevos derechos de PI, como las formas sui generis de protección de variedades de plantas, material biológico o software en las últimas décadas. Sin embargo, el reporte de la consulta no tiene el carácter de plan de trabajo. World Inte- llectual Property Organization. Intellectual Property Needs and Expectations

415 El igc tiene como misión lograr un consenso en las de- mandas de los estados parte con respecto a la legislación de PI para la protección del cc.tt. y los recursos genéticos. A pesar de las grandes expectativas depositadas en el orga- nismo, la desconcertante imposibilidad de superar las dife- rencias entre las partes y llegar al fin de las negociaciones después de trece reuniones, pareció dar lugar para que el cdb tomara la bandera de la causa de la protección del cc.tt. ante la omc. Según explicó el señor Francis Gurry, director general de la ompi, durante el último encuentro del Comité en el mes de octubre de 200862, las dificultades de llegar a un acuerdo no son sino “un índice del significado político de lo puesto sobre la mesa: potencialmente un gran cambio normativo en el sistema de propiedad intelectual”63. Otros organismos supranacionales implicados en la validación y protección del conocimiento tradicional in- cluyen a la oms (Organización Mundial de la Salud de las Naciones Unidas), La Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (unccd, por sus siglas en inglés), el foro permanente de las Naciones Unidas sobre Asuntos Indígenas64 (unpfii, p.s. s.e.i.), y la Organización de

of traditional knowledge holders, wipo Report on Fact-Finding Missions on Intellectual Property and Traditional knowledge (1998-1999). Ginebra, abril de 2001, pp. 5-6, en [www.wipo.int/tk/en/tk/ffm/report/index.html] (Con- sultado el 6 de julio de 2008). 61 La lista de los países, organismos y particulares que comentaron el reporte está incluida en el anexo 6 del mismo. 62 World Intellectual Property Organization. (2008). Ginebra, octubre 21. igc Consultations to Continue on Future Work Programme, en [www.wipo. int/pressroom/en/articles/2008/article_0053.html] (Consultado el 10 de noviembre de 2008). 63 Ibíd. 64 Siguiendo en esta dirección, la Organización de Naciones Unidas crea el Foro Permanente para Cuestiones Indígenas (unpfii, por sus siglas en inglés). La primera sesión del Foro se llevó a cabo del 12 al 14 de mayo de 2002 en Nueva York, y hasta la actualidad se han reunido siete veces, la última del 21 de abril

416 las Naciones Unidas Para la Agricultura y la Alimentación (fao, acrónimo en inglés), entre otros. Algunas de estas organizaciones han estado más o menos implicadas en la renegociación de los derechos de propiedad intelectual (dpi) en términos de protección del conocimiento tradicional65.

V. Derechos de propiedad intelectual y bioprospección

Acabamos de revisar algunos organismos supranacionales que comparten el interés por la protección de la tradición cultural y los recursos genéticos y naturales. A primera vista, se puede detectar un desplazamiento de los temas de protección material al tema de la propiedad intelectual, que aparece en primer plano a comienzos de la década de 1990. La aparición de esta preocupación por la propiedad intelectual, antes ajena a los intereses conservacionistas, tiene que ver directamente con el advenimiento de la bio- tecnología66 y su apropiación y desarrollo por parte de las compañías transnacionales.

al 2 de mayo de 2008. United Nations Permanent Forum on Indigenous Issues. Seventh Session of the United Nations Permanent Forum on Indigenous Is- sues. Special theme: Climate change, bio-cultural diversity and livelihoods: the stewardship role of indigenous peoples and new challenges, en [www. un.org/esa/socdev/unpfii/en/session_seventh.html] (Consultado el 20 de mayo de 2008). 65 World Intellectual Property Organization. Intelectual Property Needs and Expec- tations of Traditional Knowledge Holders (wipo Report on Fact-Finding Missions on Intellectual Property and Traditional Knowledge, 1998-1999, en [www. wipo.int/tk/en/tk/ffm/report/index.html] (Consultado el 10 de septiembre de 2008). 66 En los términos del cbd, Convenio de Diversidad Biológica, define la biotecnolo- gía de la siguiente manera: “Toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos”. Myriam Pacheco (Coordi-

417 La revolución biotecnológica trajo de la mano la deman- da por un régimen de propiedad intelectual sobre los seg- mentos de información genética descubiertos y aislados en los laboratorios67, sobre los que sus descubridores exigían derechos de exclusividad. Estados Unidos fue el pionero en responder a esta de- manda a mediados de la década de los 8068, extendiendo los derechos de PI a los recursos genéticos, posibilitando así la obtención de patentes sobre plantas, animales y material genético y biológico humano69. Por su parte, la Convención Europea de Patentes, tradicionalmente más restrictiva, aprobó en 1998 la nueva Directiva sobre Patentes Biotec- nológicas70, incluido el material vivo en lo susceptible de ser patentado. La “globalización” de los derechos de PI se ha hecho posible mediante tratados de orden supranacional redac- tados en el marco de la promoción de la liberalización de la economía mundial. Destacan el Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual Relacionada con el Comercio de la Organización Mundial del Comercio, omc, heredero del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio,

nadora). (2008). La biotecnología, motor de desarrollo para la Colombia de 2015, Colciencias, Universidad Nacional de Colombia y CorpoGen, p. 26. 67 Prólogo de Isabel Bermejo al libro Biopiratería. Vandana Shiva. (2001). Biopira- tería (el saqueo de la naturaleza y del conocimiento), Icaria Editorial, S. A., p. 10 68 Los organismos vivos comenzaron a ser considerados propiedad intelectual en ee.uu., en 1930, con el Acta de Patentes de Plantas, que otorgó derechos de PI sobre “algunas plantas asexuales”. En la década de los 60 el régimen de PI se extendió a las semillas, y en la década de los 80 a los microbios y demás formas de vida. Louise Grenier. (1999). Conocimiento indígena (Guía para el investigador) [Traducción de Oscar Chavarría Aguilar], Ottawa, Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo, p. 14. 69 Prólogo de Isabel Bermejo al libro Biopiratería. Vandana Shiva. (2001). Biopi- ratería (el saqueo de la naturaleza y del conocimiento), Op. cit., p. 11. 70 Ibíd., p. 12.

418 gatt (del inglés General Agreement on Trade and Tariffs) sobre Derechos de Propiedad Intelectual Relacionada con el Co- mercio, trips (del inglés Trade Related Intellectual Property Rights)71, de 1994, ratificado por más de 115 países, inclui- dos 70 del hemisferio sur72. De esta manera, se hace primar sobre las políticas y legislaciones nacionales un régimen unificado de dpi. Los mecanismos de protección de la PI sobre “invencio- nes” de carácter animal o vegetal y los acuerdos suprana- cionales asociados como el trip-gatt han recibido muchas críticas desde su aparición, tantas como el uso indiscrimi- nado de la biotecnología73, incitando a un debate interna- cional multipartito. Este debate incluye algunos temas rela- cionados directamente con la protección del conocimiento tradicional, como la biopiratería y la destrucción de los medios tradicionales de producción. Ambos temas tienen gran repercusión, no solo para las comunidades afectadas, sino también para los ecosistemas de los territorios que estas comunidades habitan y aprovechan, las economías nacionales, regionales y a nivel global, y el medio ambiente en general.

71 Vandana Shiva. (2003). Cosecha robada (el secuestro del suministro mundial de alimentos) [Albino Santos Mosquera (trad.)], Barcelona, Ediciones Paidós Ibérica S.A., p. 112. 72 Louise Grenier, Op. cit., p. 19. 73 Los debates sobre la biotecnología y la PI de material genético incluyen asuntos éticos sensibles, como la nueva posibilidad de “privatizar la vida” (Vandana Shiva. (2001). Biopiratería (el saqueo de la naturaleza y del conocimien- to), Op. cit., pp. 39-62. Se plantean también los riesgos ecológicos de liberar especies genéticamente modificadas al medio ambiente, que pueden causar epidemias, destrucción de otras especies y otro tipo de problemas ambientales y de salud pública. Por lo demás, el tema del fomento de la innovación y de la creatividad por medio de la PI se pone en tela de juicio al evitar el intercambio de información y el desarrollo de la creatividad fuera del esquema del lucro, que vuelva a la ciencia una práctica mezquina y al conocimiento científico una simple mercancía.

419 La concesión de patentes sobre material genético ha sido interpretada como un “hurto” o un “secuestro”74, tanto del conocimiento tradicional como de las semillas y cosechas que los labriegos indígenas han desarrollado y aprovecha- do durante milenios. Esta fuerte crítica se centra en que solo hace falta describir una sección de material genético o una función75 para poder reclamar derechos de PI sobre una variedad determinada, e incluso sobre géneros o espe- cies enteras76. De esta manera, se liberan las restricciones para que las compañías transnacionales se adueñen de los recursos genéticos empleados en la medicina, en el agro y en las demás actividades e industrias humanas a lo largo y ancho del planeta, todo bajo el auspicio de los regíme- nes de PI internacionales. De hecho, quienes denuncian la parcialidad de los acuerdos del tipo trips-gatt, creados en beneficio de unas cuantas transnacionales77, aseveran que gracias a este tipo de tratados se está generando una

74 Utilizamos los términos con los que Vandana Shiva titula dos de sus obras, citadas frecuentemente en este texto, para describir la situación del saber y de las cosechas de las comunidades frente al saqueo y la apropiación indebida por parte de las multinacionales, amparadas por los regímenes de PI. 75 Prólogo de Isabel Bermejo al libro Biopiratería. Vandana Shiva. (2001). Biopiratería (el saqueo de la naturaleza y del conocimiento), Op. cit., p. 11. 76 Louise Grenier, Op. cit., p. 14. 77 Al respecto, Shiva anota: “El acuerdo trip del gatt no es el resultado de unas negociaciones democráticas entre el público y los grupos de interés, ni entre los países industrializados y el Tercer Mundo. Es la imposición de unos va- lores y unos intereses a las diversas sociedades y culturas del mundo, por las compañías transnacionales. “El marco del acuerdo trip fue concebido y conformado por tres organiza- ciones –el Comité de la Propiedad Intelectual (cpi), Keidanren, y la Unión de Confederaciones Industriales y de Empleados (unie). La cpi es una alianza de 12 de las grandes compañías de ee.uu.: Bristol Myers, DuPont, General Electric, General Motors, Hewlet Packard, ibm, Johnson & Johnson, Merck, Monsanto, Pfzer, Rockwell y Warner. Keidanren es una federación de orga- nizaciones económicas de Japón, y unie es el portavoz oficial del mundo de los negocios y la industria europea”. Vandana Shiva. (2001). Biopiratería (el saqueo de la naturaleza y del conocimiento), Op. cit., p. 106.

420 situación de “bioimperialismo”, análoga al período colo- nial europeo. Al respecto del carácter antidemocrático del gatt, Fernando Jaramillo, presidente del Grupo 77 en las negociaciones de la Ronda de Uruguay78 y representante permanente de Colombia en las Naciones Unidas para aquel entonces, anotó: “La ronda de Uruguay es una prueba de cómo se conti- nua dejando de lado y rechazando al mundo en desarrollo a la hora de definir cuestiones de importancia vital para su supervivencia”79. De este modo, lo que se evidencia mediante la imposi- ción de los regímenes de PI es el sesgo “occidentalizante” que hace reproducir la lógica del dominio, la expoliación y la exclusión coloniales, sustituyendo el saqueo de la riqueza de las tierras colonizadas por el conocimiento tradicional y los recursos genéticos80. Cabe subrayar que la mayor parte de la diversidad biológica, de la que se sirven los cazadores de patentes, se encuentra en los países que constituyen ma- yoritariamente la “periferia” en el sistema mundial. La bioprospección en territorios habitados por comuni- dades indígenas y tradicionales ha facilitado a los cazado- res de patentes la obtención de los derechos sobre especies cuyos usos y propiedades han sido ampliamente conocidos de antemano por dichas comunidades. Son muchos los ca- sos documentados de este tipo de biopiratería, de los que citamos algunos ejemplos a continuación.

78 La Ronda de Uruguay, iniciada en 1986, tenía como objeto la discusión de temas relacionados con la liberalización comercial y el fortalecimiento de la legislación sobre PI. La ronda de Uruguay concluye en Marrakech en 1993. 79 Ibíd., p. 136. 80 Ibíd., p. 20.

421 A. Ejemplos de biopiratería

La cúrcuma, tradicionalmente utilizada en India para sanar heridas, fue patentada por el Centro Médico de la Universi- dad de Mississippi en 199581. En respuesta, el Consejo Indio para la Investigación Científica e Industrial, csir (por sus si- glas en inglés), inició un pleito ante la Oficina de Patentes de Estados Unidos argumentando el conocimiento y uso públi- co (prior art) de la cúrcuma, según lo demostraban un texto sánscrito y un documento publicado en 1953 en el Journal of the Indian Medical Association. Casos similares han ocurrido con otras plantas y preparaciones medicinales oriundas de la India como la Jeevani. En este catálogo se incluyen, entre otros, el arroz basmati, del que se cultivan veintisiete varie- dades documentadas en la India82, patentado en 1997 por la compañía estadounidense RiceTec83; la mostaza, patentada por Calgene84; y el árbol de Ním (Azarichdita indica), utiliza- do tradicionalmente como pesticida y producto medicinal, del que se derivan muchas preparaciones patentadas por varias firmas estadounidenses y japonesas85-86. En los casos de China y Japón, la falta de instrumentos para la protección del cc.tt. también ha permitido a las transnacionales (muchas japonesas) el lucro a costa del sa- ber herbolario de sus comunidades nativas por medio de la

81 India Together [www.indiatogether.org/2007/jan/eco-tkdl.htm] (Consultado el 3 de marzo de 2008) y Edinburgh Law School, [www.law.ed.ac.uk/ahrb/ publications/online/varkey.htm] (Consultado el 20 de abril de 2008). 82 Vandana Shiva. (2003). Cosecha robada (El secuestro del suministro mundial de alimentos), Op. cit., p. 106. 83 Vandana Shiva. (2003). ¿Proteger o expoliar?: los derechos de propiedad intelectual [trad. de Ana Maria Cadarso], Barcelona, Intermon Oxfram, 2003, p. 57. 84 Ibíd., p. 19. 85 Vandana Shiva. (2001). Biopiratería (El saqueo de la naturaleza y del conocimiento), Op. cit., pp. 93-94.

422 bioprospección. Por ejemplo, las preparaciones con extrac- tos de Guanyin cao87, utilizadas desde tiempos inmemoriales por el pueblo Miao del suroeste de China para combatir el resfriado, la tos y la neumonía, fue patentado por terceros88, excluyendo a los Miao de cualquier tipo de beneficio o reco- nocimiento89; y en Japón, el pueblo Ainu, una de las pocas minorías étnicas del país, ha denunciado en la Declaración de los Pueblos Indígenas de Hokkaido de 2008 la enajena- ción de su patrimonio cultural por medio de la biopiratería90. Los ejemplos arriba expuestos hacen un esbozo de la gravedad e inverosimilitud de la situación, cuya dimen- sión se constata con la concesión de patentes sobre uno de los alimentos más típicos y comunes del este asiático, la soya, también cubierta por los dpi91-92. Por lo demás, estos no son casos aislados, o exclusivos de la región. Citamos algunos episodios ejemplares de India, China y Japón por que son los países referidos en esta investigación, empero, es una situación cotidiana y extendida por todo el globo.

86 Vandana Shiva. (2003). ¿Proteger o expoliar?: los derechos de propiedad intelectual, Op. cit, p. 58. 87 Un tipo de hierba gramínea. 88 Para el 2007 varias empresas japonesas y coreanas trabajaban en el análisis molecular del Guanyin cao, China View [www.chinaview.cn] (Consultado el 25 de diciembre de 2007). 89 Chinese Government´s Official Web Portal. (2007). “China moves to pro- tect traditional knowledge”, en [http://english.gov.cn/2007-03/03/con- tent_540289.htm] (Consultado el 23 de septiembre de 2008). 90 Indigenous Peoples Summit in Ainu Mosir. (2008). nibutani Declaración de la Cumbre de los Pueblos Indígenas en Ainu Mosir, 11 p., en [www.ainumo- sir2008.com/img/NibutaniDeclaration-S.pdf] (Consultado el 30 de octubre de 2008). 91 Vandana Shiva. (2003). Cosecha robada (el secuestro del suministro mundial de alimentos), Op. cit., p. 19. 92 China View. (2007). Province crafts new law to protect traditional arts, medicine, en [http://news.xinhuanet.com/english/2007-12/25/content_7306681.htm] (Consultado el 30 de octubre de 2008).

423 Al respecto, el documento Utility plant patents: a review of the U.S. experience de la rafi (del inglés Rural Advancement Foundation International) sostiene que los “reclamos amplí- simos de patentes (…) demuestran en forma dramática que el sistema de propiedad intelectual está seriamente fuera de control”93.

B. PI y la asimetría en la valoración de las distintas modulaciones del saber

Para abordar el aspecto epistemológico del debate sobre los dpi, habrá que aclarar en qué consiste el sesgo epistemoló- gico occidental del que se derivan el menosprecio por las modulaciones tradicionales del conocimiento y, por ende, su enajenación justificada. Es importante, puesto que este sesgo legitima en parte la política imperante en los acuerdos “multilaterales” de dpi, auspiciando un abordaje completa- mente asimétrico del tema del saber. En la introducción al capítulo “Los saberes tradiciona- les de la India”, se señalan dos tipos de prejuicios que han determinado el estudio de los sistemas de conocimiento tradicional en la India por parte de los historiadores occi- dentales de la ciencia. El primer prejuicio, característico de la época del Raj británico, consistía en hacer pasar los ha- llazgos y adelantos del genio indio como interpretaciones distorsionadas de la ciencia empírica griega, tergiversada por el carácter supersticioso de los tempranos habitantes del subcontinente. Este prejuicio se fue quedando sin argu- mentos con los descubrimientos arqueológicos que demos- traban la antigüedad de la cultura y los textos indios, que precedían por mucho a sus contrapartes griegas, a lo largo

93 Citado en, Louise Grenier, Op. cit., p. 19.

424 de la primera mitad del siglo xx. En lo posterior, los histo- riadores comenzaron a dar crédito a la originalidad y pre- cocidad de la “ciencia” india tradicional, que por lo demás sigue vigente. Sin embargo, los historiadores occidentales aún siguen privilegiando el aspecto empírico de los sistemas de conocimiento ancestrales, desechando todo lo que no se asimila al modelo científico occidental, lo que vendría a componer el segundo prejuicio mencionado en el texto. Ahora bien, más arriba se señalaba cómo una fracción importante de pensadores de la ciencia cuestiona la postu- ra del discurso científico “mecanicista” y sus pretensiones dogmáticas de universalidad, partiendo del desarrollo mis- mo de la actividad científica, cuyos hallazgos reivindican cada vez más la “libertad” del objeto de estudio de la ciencia (la naturaleza). Al mismo tiempo, la lectura tecnocientífica del mundo, atravesada por la voluntad de predicción y do- minio de la naturaleza, es responsabilizada por el deterioro ambiental sin precedentes al que se enfrenta la humanidad. De este modo, mientras la ciencia misma en su condición “posmoderna”94 tiene que aceptar la multiplicidad de pa- radigmas científicos, renunciando a la universalidad, las dis- ciplinas y sistemas de conocimiento a-científicos recuperan un estatus epistemológico, incluso como remedio para el caos creado por la tecnociencia moderna. Los dpi nacen con la finalidad de incentivar la creativi- dad y la innovación, y de proteger las posibilidades de lucro

94 Utilizamos el término posmoderno, siguiendo a Jean-François Lyotard, finales de los 70, quien analiza el término en su libro La Condición Posmoderna, Jean-François Lyotard. (1979). La Condition Posmoderne: Rapport sur le Savoir, París, Les Editions de Minuit, habla de la pérdida de un horizonte común para el conocimiento científico. Empero, señalamos también que el mismo Lyotard, más adelante, desecha el término posmoderno por encontrarlo inadecuado. Ver: Jean-François Lyotard. (1986). Reescribir la modernidad [Eva Halffter (trad.)], Revista de Occidente, n.º 66, noviembre, pp. 86-92.

425 de quienes han invertido en el desarrollo de invenciones o innovaciones susceptibles de dpi, empero, los sistemas de protección de la propiedad intelectual no tienen en cuenta las modulaciones tradicionales, como si ellas no fueran producto de la creatividad humana, ni se hubieran “inver- tido” tiempo y recursos en su desarrollo. En ausencia de un fundamento sólido para la exclusión del cc.tt., lo que hacen los tratados multilaterales de dpi es reproducir los prejuicios que han viciado la aproximación occidental a estas formas del conocimiento, en la oquedad, quedando sólo un sesgo “racista” sin argumentos. Las diferencias entre las investigaciones científicas y el cc.tt. justificarían, según los grupos transnacionales dedicados al desarrollo de innovaciones biotecnológicas, la exclusión del cc.tt. de los regímenes de propiedad in- telectual: por un lado, los dpi se otorgan exclusivamente a individuos o industrias; en oposición, el cc.tt. es consi- derado patrimonio comunal. Por otro lado, aquellos que derivan sus ganancias de la biotecnología sostienen que para la invención de un nuevo proceso o producto se re- quiere la inversión de grandes cantidades de tiempo y de dinero, lo que exige el monopolio del producto o el proceso inventado en términos de rentabilidad95. Ninguna de estas dos condiciones tiene que ver con la validez del conoci- miento protegido96, ni con la promoción de la innovación y la creatividad. En consonancia con lo anterior, Vandana Shiva describe la irracionalidad de la asimetría entre los

95 Vandana Shiva. (2001). Biopiratería (el saqueo de la naturaleza y del conocimiento), Op. cit., p. 110. 96 Por lo demás, la imposición de la lógica de un régimen económico a la activi- dad científica, cuya finalidad es conocer, no sería otra cosa que la promiscui- dad de los distintos tipos de racionalidad, como lo denuncia Lyotard cuando se refiere a la tecnociencia capitalista.

426 dos géneros del saber frente a los dpi, a propósito del valor de los productos del cc.tt. y la biotecnología moderna, de la siguiente manera: No existe razón epistemológica para considerar que un germoplasma no tiene valor y es una heredad común mien- tras que otro es un bien valioso y una propiedad privada. Esta distinción no se basa en la naturaleza del germoplasma, sino en la naturaleza del poder político y económico97.

C. Actualidad del debate sobre dpi y cc.tt.

Desde el fin de la Ronda de Uruguay, en 1994, y la fijación de plazos a los países del sur para la implementación de trips, la omc ha realizado varias conferencias interministeriales. A lo largo de estos catorce años, varios grupos y gobiernos han hecho presión para la creación de un régimen sui generis de protección del cc.tt. o, en su defecto, de mecanismos de vinculación y reconocimiento de los grupos, las tribus o las etnias de las que se sustrae el conocimiento de los recursos genéticos mediante la bioprospección. La tercera conferencia interministerial de la omc, llevada a cabo en Seattle, ee.uu.; a finales de 1999, marcó un hito por la negativa de varios ministros de comercio de los países en desarrollo a participar en el consenso sobre el rumbo de la globalización, quienes afirmaban haber sido excluidos de las negociaciones que, por lo demás, habían sido eclipsadas por las manifestaciones de activistas, agricultores y obre- ros de todo el mundo, en desacuerdo con las políticas de la omc98, haciendo de correlato exterior del rotundo fracaso al

97 Cita de Vandana Shiva recogida en Louise Grenier, Op. cit., p. 21. 98 Anup Shah. (1999). wto Protests in Seattle, 1999, en [www.globalissues.org/ article/wto-protests-in-seattle-1999] (Consultado el 1 de julio de 2008).

427 interior de la Conferencia. Dos años después se retomaron las negociaciones en una nueva conferencia interministerial. Se inauguró entonces la Ronda de Desarrollo de Doha de la omc, serie de encuentros y negociaciones sobre el libre comercio, aún en curso, que parece destinada al fracaso debido al desacuerdo imperante en las negociaciones so- bre rubros como la agricultura y, más recientemente, a las serias crisis que sacuden al mundo en temas tan sensibles como las finanzas, los alimentos y la energía; crisis que parece requerir de la acción reguladora de los gobiernos por encima de las disposiciones de la omc y, quizás, de un nuevo paradigma: uno de cooperación internacional, más que de competencia99. La polémica sobre la protección del cc.tt. en la Ronda de Doha100 se centra en el choque entre la implementación del acuerdo trips y el cdb (Convenio de Diversidad Bioló- gica de las Naciones Unidas). Mientras países como ee.uu. y Japón han declarado que las regulaciones a la biotecno- logía derivadas del cbd pueden sofocar la innovación101, e interpretado “que las estipulaciones de Convenio de la Di- versidad Biológica están subordinadas a las del gatt”102, el tema de la protección del cc.tt. ha sido tomado finalmente en consideración por la omc, aunque bajo serías limita- ciones. Así, el parágrafo 19 de la Declaración de Doha de 2001 sostiene que el Consejo del trips debe tener en cuenta

99 World Trade Organization. trips: issues, Article 27.3b, traditional knowledge, biodiversity, en [www.wto.org/english/tratop_e/trips_e/art27_3b_e.htm] (Consultado el 16 de septiembre de 2008). 100 [http:/www.wto.org/english/tratop_e/dda_e/dda_e.htm] (Consultado el 15 de noviembre de 2008). 101 World Trade Organization. Doha Development Agenda: Negotiations, Implemen- tation and Development, en [www.ciesin.org/docs/008-585/unced-ch1.html] (Consultado el 15 de agosto de 2008). 102 Louise Grenier, p. 19.

428 la relación entre el Convenio de Diversidad Biológica, la Protección del Conocimiento Tradicional y el Folklore y el acuerdo trips mediante la revisión del artículo 27.3b del trips sobre la patentabilidad –o no patentabilidad– de las invenciones de variedades de plantas o animales, y la pro- tección de variedades de plantas, empero, lo debe hacer “guiado por los principios (artículo 8) y objetivos (artículo 7)” del acuerdo103. Por lo demás, la Agenda de Desarrollo de Doha, dda (por sus siglas en inglés)104, al contrario de priorizar “las necesidades de los países pobres”105, por medio de sus políticas, dentro de las que se cuentan el fomento de la agricultura orientada a las exportaciones y la explotación intensiva de los recursos energéticos, ha socavado aún más las estructuras tradicionales de producción, trayendo más pobreza a las comunidades tradicionales que dependen directamente de los productos de la tierra.

D. India, China y Japón en el debate sobre dpi del cc.tt.

Las políticas de India, China y Japón con respecto a la pro- tección del conocimiento tradicional y los recursos genéticos asociados difieren de acuerdo con los intereses particulares de cada nación, modelando también su posición en los de- bates internacionales. Estos intereses están condicionados

103 World Trade Organization. trips: issues, Article 27.3b, traditional knowledge, biodiversity, en [www.wto.org/english/tratop_e/trips_e/art27_3b_e.htm] (Consultado el 16 de septiembre de 2008). 104 World Trade Organization. Doha Development Agenda: Negotiations, Implemen- tation and Development, en [http:/www.wto.org/english/tratop_e/dda_e/ dda_e.htm] (Consultado el 15 de noviembre de 2008). 105 Victor Menotti. (2008). Derrailing Doha and the Pathway to a New Paradigm, p. 1, en [www.ifg.org/index.htm] (Consultado el 10 de noviembre de 2008).

429 por varios elementos, entre los que se cuentan la diversidad biológica de sus territorios, la extensión, calidad y diver- sidad de su patrimonio cultural, el arraigo de su sabiduría tradicional, su desarrollo tecnocientífico y sus intereses comerciales. La revisión de estos elementos en cada uno de los casos es indispensable para la comprensión tanto de las políticas estatales como de la aceptación y uso de las distin- tas modulaciones del saber tradicional por parte de sus ha- bitantes, por lo que serán tratados en las rúbricas siguientes. En términos generales, a lo largo de los catorce años de debate internacional sobre la protección del cc.tt. en los dis- tintos escenarios –omc, ompi, cdb–, resalta el fuerte interés de India y China por la creación y aplicación de instrumen- tos que aseguren la protección de su patrimonio intelectual tradicional y de los recursos genéticos asociados, campaña en la que han sido respaldados por otros países del sur. Ja- pón, por su parte, ha asumido una postura diametralmente opuesta a la de sus contrapartes asiáticas, argumentando que una enmienda de los regímenes de dpi a favor de la in- clusión del cc.tt. y la protección de los recursos genéticos puede perjudicar drásticamente la innovación106. Además, Japón sostiene que aún no se han aclarado suficientemen- te los términos relativos al cc.tt. para lograr un consenso sobre las condiciones de su protección. En un documento de la ompi, Japón expresa:

“Japón reconoce que el asunto del conocimiento tra- dicional es importante para muchos países miembros (de

106 S. Halpern. United Nations Conference on Environment and Development: Process and documentation. Providence, RI: Academic Council for the United Nations System (acuns). Citado en, ciesin. Chapter 1, Preparations for the unced, 1992, en [www.ciesin.org/docs/008-585/unced-ch1.html] (Consultado el 15 de agosto de 2008).

430 la ompi). Sin embargo, Japón cree que la profundidad del entendimiento entre los estados miembro en este asunto es aún insuficiente para cualquier tipo de acuerdo en el ámbito internacional”107.

Reconociendo la importancia del asunto del cc.tt. para “muchos países”, excluyéndose, Japón recomienda el uso de herramientas diferentes a la modificación de los regí- menes de PI, considerando la importancia de lograr un equilibrio entre la protección del conocimiento tradicional y el interés público general108, como la creación de archivos sobre los saberes y los recursos genéticos asociados por cada Estado participante de la ompi109. Ahora bien, India y China insisten en contrarrestar los intereses de los países desarrollados ante la omc por medio de una continua presión sobre el asunto de la protección del cc.tt.; también han implementado algunas herramientas ju-

107 Traducción libre del autor. En el original: “Japan recognizes that the issue of traditional knowledge is important for many member states. However, Japan believes that the depth of understanding among the member States on this issue is still insufficient for any kind of an agreement at the international level to be formed”. Más adelante Japón critica la insuficiencia en la claridad de los términos con los que se refiere al “asunto” del cc.tt. y en lo que se pretende con su protección de quiénes serían los beneficiados; qué tipo de reivindicación o retribución se busca, si moral o económica; quiénes serían los poseedores del cc.tt, individuos o comunidades; qué cubre la categoría cc.tt. entre otros, desconociendo los trabajos que se han adelantado desde los distintos organismos, como el documento ffmip de la ompi de 1999, por ejemplo. World Intellectual Property Organization, wto [www.wipo.int/tk/ enIigc/pdf/japan_tk.pdf] (Consultado el 3 de mayo de 2008). 108 Word Intellectual Property Organization wipo, Comments on the List of Issues from Japan (Traditional Knowledge), Intergovernmental committee on Intellectual Property and genetic resources, Traditional Knowledge and folklore, en [www.wipo. int/tk/en//igc/pdf/japan_tk.pdf, pp. 1-11] (Consultado el 3 de mayo de 2008). 109 World Intellectual Property Organization wipo [www.wipo.int/edocs/ mdocs/tk/ en/wipo_grtkf_ic_11/wipo_grtkf_ic_11_11.doc] (Consultado el 3 de junio de 2008).

431 rídicas nacionales con el fin de proteger el cc.tt. del saqueo internacional. Destacan la Ley de Patentes de la República Popular de China de 2000 y las Regulaciones sobre la Pro- tección de Variedades de la Medicina China Tradicional (en lo siguiente referida como mtc) y, por parte de India, el Acta de la Diversidad Biológica de 2002, incluida en el catálogo de la ompi que dan ejemplos de cómo utilizar y modificar las legislaciones existentes como forma de pro- tección del cc.tt.110. Estas herramientas son comparadas a continuación.

Tabla 1 Legislación para la Protección del cc.tt. Cuadro Comparativo111

China India Ley/Medida Ley de patentes de la Repú- Acta de la Diversidad Bio- blica Popular de China de lógica de 2002 2000 y regulaciones sobre la protección de varieda- des de la medicina china tradicional Objetivos 1.Ley de patentes del 2000: de la Política – Estimular la innovación tecnológica. – Promocionar instrumen- tos eficientes e importantes

110 Documento wipo/grtkf/IC/6/4, p. 9. 111 Este cuadro comparativo es, en parte, una paráfrasis en traducción libre, y en parte un resumen del cuadro anexo al Documento: World Intellectual Property Organization, wipo. wipo/grtkf/IC/5/inf/4, 46 p., en [www.wipo. int/tk/en/laws/pdf/grtkf_ic_5_inf_4_annex.pdf] (Consultado el 4 de mayo de 2008).

432 Objetivos para la protección de la pro- Fomentar el uso sostenible de la Política piedad intelectual de la me- de los recursos y la conser- dicina tradicional. vación de la diversidad bio- 2. Regulaciones sobre la pro- lógica, y la repartición equi- tección de variedades de la me- tativa de los beneficios ob- dicina china tradicional: tenidos de los recursos bio- – Mejorar la calidad de los lógicos y el conocimiento. productos. – Normalizar el mercado. – Decantar la medicina de mala calidad. 3. Campo 1.Ley de patentes del 2000: El acta prevé la protección de cobertura – Productos, métodos y del “conocimiento de los usos de las medicinas. lugareños (local people) re- – Producto: un producto lacionada con la diversidad farmacéutico o preparación biológica” (art. 36(5)). La novedosa del mismo, cual- diversidad biológica es de- quier ingrediente efectivo finida como “la variedad de extraído de la medicina tra- organismos vivos de todas dicional, nuevas prepara- los orígenes y los complejos ciones cambiando la vía de ecológicos de los que son administración, etc. parte, incluyendo la diver- Métodos: el método de pre- sidad dentro de las especies paración de los productos o entre las especies y los mencionados arriba, tecno- ecosistemas” (art. 2(b)). logía de producción nueva o mejorada, etc. – Usos: indicación novedo- sa de un medicamento, pri- mer uso médico, segundo uso médico de un medica- mento conocido. 2. Regulaciones sobre la pro- tección de variedades de la me- dicina china tradicional: – Limitado para las medi- cinas producidas en China exclusivamente y sin pro- tección de patente. – Limitado a las medicinas clasificadas según las clases reconocidas oficialmente.

433 Condiciones de No hay condiciones La obtención de cualquier acceso al cc.tt. expresas tipo de conocimiento aso- ciado a los recursos bioló- gicos en India está sujeta a aprobaciones previas de la nba (del inglés Nacio- nal Biodiversity Authority) para investigación, uso co- mercial o bioprospección (art. n.º 3 (1)). Estas previ- siones no aplican para pro- yectos de cooperación en investigación, aprobados por el gobierno central de acuerdo con sus lineamien- tos políticos (art. n.º 5 (1) y n.º 5 (3)). Transferencia de recursos bio- lógicos o conocimiento: Ninguna persona que ha- ya tenido acceso al recurso biológico o al conocimiento debe transferirlo, a excep- ción de que haya obtenido el permiso de la nba (art. n.º 20 (1)). Cualquier persona que tra- te de transferir ese tipo de recursos o conocimiento debe apelar a la nba. (art. n.º 20 (2)). Las comunidades locales y vaids y hakims que prac- tiquen la medicina indíge- na no están afectados por la previsión según la cual los ciudadanos de la India no deben acceder a recur- sos biológicos para uso co- mercial sin la consulta del Consejo de Biodiversidad Estatal (art. n.º 7).

434 Condiciones 1.Ley de patentes del 2000: El conocimiento debe estar de la protección – Novedad: examinada de relacionado con la diversi- conformidad con el princi- dad biológica y ser deten- pio de completa identidad tado por los lugareños (local de una solución técnica. people) (act. n.º 36 (5)). – Inventiva: características sobresalientes y progreso notable en comparación con las tecnologías existentes. – Aplicabilidad: Productos con aplicabilidad médica; métodos con apli- cabilidad industrial. 2. Regulaciones sobre la pro- tección de variedades de la me- dicina china tradicional: – Limitado a las medicinas que cumplen con los crite- rios oficiales. – Sin requerimiento de no- vedad, pero debe pasar una inspección de calidad. Titular de Regulaciones sobre la protec- No se definen titulares de los derechos ción de variedades de la medi- derechos, sin embargo, se cina china tradicional: define el término “deman- Sólo las empresas fabricantes dantes de beneficios” para incluir a los “creadores y poseedores de conocimien- to e información relacio- nada al uso de recursos biológicos, innovaciones y prácticas asociadas”. Adquisición Ley de patentes del 2000: Las medidas de protec- de derechos Mediante la diligencia de ción del cc.tt. incluyen el una aplicación de patente. registro del conocimiento en los niveles local, estatal y nacional, empero, no es indispensable para que el conocimiento sea cubier- to por los mecanismos de protección.

435 Vencimiento y pérdida 1.Ley de patentes del 2000: de los derechos 20 años desde la diligencia de la solicitud de patente. 2. Regulaciones sobre la pro- tección de variedades de la me- dicina china tradicional: – Entre 7 y 30 años. – La protección puede ser renovada. Acceso y elementos de Se requiere la aprobación repartición equitativa previa de la nba (art. 2(a)), de beneficios (térmi- quienes deben asegurar la nos de acuerdo mutuo obtención equitativa de be- y consentimiento pre- neficios por parte de los po- vio, pic, del inglés Prior seedores del conocimiento informed consent) asociado con los recursos genéticos, en concordancia con los acuerdos mutuos del aplicante y el deman- dante de beneficios (art. n.º 21 (1)) Defensa activa Ley de patentes del 2000: La nba debe tomar las me- del cc.tt. Herramientas de búsqueda didas necesarias para opo- avanzada, bases de datos y nerse a la concesión de dpi archivos avanzados sobre en cualquier país fuera de mtc y patentes. la India sobre cualquier recurso biológico obteni- do en la India o cualquier conocimiento relacionado con dicho recurso (art. n.º 18 (4)) Ninguna invención basada en cualquier recurso genéti- co o conocimiento oriundo de la India puede aplicar a patente sin el consentimien- to de la nba (art. n.º 19 (2))

Así mismo, la legislación india sobre las patentes ha intro- ducido algunos mecanismos orientados a la protección del cc.tt. y los recursos genéticos asociados. De este modo, la enmienda de 2005 al acta de patentes de la India especi- fica, en la sección veinticinco –rúbricas “j” y “k”–, sobre los motivos de oposición a la concesión de una patente,

436 que la anticipación de la invención en cualquier cuerpo de conocimiento tradicional, oral o no, presente en alguna comunidad indígena o local dentro o fuera de la India, o la omisión o mención incorrecta del origen geográfico del material biológico usado en la invención por la que se de- manda una patente, pueden ser presentados por una per- sona como base de oposición a la concesión de la patente sobre dicha invención112. Además de estas herramientas jurídicas, tanto India como China han recurrido a otras estrategias de protec- ción, como la creación de archivos sobre conocimiento tradicional, que pueden servir parcialmente de protección, acudiendo a la figura prior art conocimiento público previo. En el caso de China, este tipo de archivos se han venido implementando desde los 90113, involucrando varios orga- nismos y entidades nacionales. Por ejemplo, la Academia de Medicina Tradicional China mantiene el portal de internet tcm online, con 20 bases de datos en chino y 2 en inglés sobre mtc, plantas y fórmulas, en más de 400,100 registros114. Por otro lado, la Administración de Drogas Estatal de China, sda (por sus siglas en inglés), tiene en la China Medicine

112 Ministerio de Justicia y Leyes de la India. (2005). The Patents (Amendment) act. Delhi Bharat ka Rajapatra, abril, p. 8. El texto original: (j) That the complete specification does not disclose or wrongly mentions the source or geographical origin of biological material used for the invention. (k) That the invention so far as claimed in any claim of the complete specifica- tion is anticipated having regard to the knowledge, oral or otherwise, available within any local or indigenous community in India or elsewhere. 113 Yanling Sun. (2002). Msc, Introduction to China tcm Patent Database, Data pro- cessing Division, Patent Searching and Consulting Center, State Intellectual Property Office (sipo), The People’s republic of China, june 17, en [www.wipo. int/tk/en/databases/tkportal/] (Consultado el 18 de septiembre de 2008). 114 tcm online, en [www.cintcm.com/index.htm] (Consultado el 10 de septiembre de 2008).

437 Website alrededor de 30 archivos sobre medicina china tra- dicional, disponible solo en chino115. En el caso de India, algunas ong vienen desarrollando, desde los 90, programas de recopilación y documentación de las prácticas tradicionales. Sobresale el Programa de Registro Popular de Biodiversidad (The Peoples’ Biodiversi- ty Register Program), iniciativa propuesta por la ong Fun- dación para la Revitalización de las Tradiciones Locales de Salud frlht (por sus siglas en inglés), en 1995, y luego coordinada por el Instituto Indio de Ciencias entre 1998 y 1999. El proyecto hizo parte del plan nacional indio de registros comunales, teniendo por objeto documentar el conocimiento sobre la diversidad biológica a nivel aldea- no (panchayat) en varios estados del país. Este esfuerzo de recopilación pretende servir de fuente de documentación para asuntos relativos a los derechos de propiedad intelec- tual, además de recoger la demanda de las comunidades por compartir el beneficio comercial de su conocimiento ecológico, cuando un sistema tal (abs) sea establecido 116. Otro ejemplo importante es el Honeey Bee Network, empresa de la ong sristi (Sociedad para la Investigación e Iniciativas para Tecnologías e Instituciones Sostenibles)117que busca equilibrar la asimetría epistemológica y económica en lo relativo al cc.tt. El Honney Bee Network ha documentado durante los últimos 16 años más de 51.000 conocimientos y prácticas tradicionales.

115 Archivos sobre medicina tradicional en Chino, en [www.cpi.ac.cn] (Consul- tado el 11 de septiembre de 2008). 116 A. Chhatre. (1998). A Methodology Manual for People’s Biodiversity registers. Bangalore, Indian Institute of Science, p. 12. 117 Society for Research and Initiatives for sustainable Technologies and Institu- tions sristi, About sristi [www.sristi.org/cms/about_sristi] (Consultado el 10 de septiembre de 2008).

438 Queda por nombrar el Archivo Digital de Conocimien- to Folklórico y Tradicional, tkdl (del inglés Traditional Knowledge Data Library), de la India. En este proyecto, ini- ciado en el 2002, se han invertido cerca de 2.5 millones de dólares, involucrando a más de 100 expertos asociados al csir, Consejo de Investigación Científica e Industrial del Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Departamento de Ayurveda, Yoga y Naturopatia, Unani, Siddha y Homeo- patía del Ministerio de Salud y Bienestar Familiar118. Sin embargo, herramientas como el tkdl y los otros archivos pueden tener un efecto contrario, facilitando información para la biopiratería, si no van acompañadas de una fuerte legislación con respecto a los derechos de propiedad inte- lectual. Este es uno de los focos a los que apunta la comisión nacional de conocimiento del gobierno de la India (Natio- nal Knowledge Commission) creada en el 2005; y una las “metas” que se propone el gobierno chino para los próxi- mos cinco años en su política de propiedad intelectual, en la que se pretende el fomento de una nueva cultura de PI, incluyendo dpi para el cc.tt.119 De hecho, una estrategia importante de China ha sido patentar directamente las fórmulas de medicina tradicional. De este modo, en 2002, China concedió 4,479 patentes sobre medicamentos de la farmacopea tradicional120.

118 India Together. (2007). Traditional Knowledge recieves a boost from the government, en [www.indiatogether.org/2007/jan/eco-tkdl.htm] (Consultado el 3 de marzo de 2008). 119 Chinese Government´s Official Web Portal. (2008). Outline of the National Intellectual Property Strategy, en [http://english.gov.cn/2008-06/21/con- tent_1023471.htm] (Consultado el 23 de septiembre de 2008). 120 World Intellectual Property Organization. wipo/grtkf/ic/6/4, p, 24, en [www. wipo.int/meetings/es/doc-details.jsp?doc-id=22110] (Consultado el 10 de julio de 2008).

439 Ahora bien, a pesar de los esfuerzos adelantados, se reconoce que la situación relativa a los instrumentos y estrategias de protección del cc.tt. es aún precaria, y los distintos actores –organismos gubernamentales, ong y las comunidades tradicionales– siguen reclamando soluciones. A principios del 2006 la sdfa, Administración Estatal de Drogas y Alimentos, la sipo, Oficina Estatal de Propiedad Intelectual, y la satcm, Administración Estatal de Medicina Tradicional China, decidió, ante la propuesta del Comité Central del Partido Democrático de Campesinos y Trabaja- dores chinos en las sesiones del npc (acrónimo inglés para Congreso Nacional del Pueblo) y de la cppcc (acrónimo inglés para Conferencia de Consulta Política del Pueblo Chino), respaldar la creación de un sistema de protección de la mtc, debido a la falta de una legislación específica para el conocimiento médico tradicional121. Sin embargo, aun- que la satcm ha respaldado la propuesta, la sipo argumenta que el sistema legal de derechos de propiedad intelectual es inaplicable al conocimiento tradicional. Las quejas de los comprometidos con la protección de la medicina tradicional china radican en que a partir de la polémica de 2006 con respecto a la revisión de la regulación de la protección de las prescripciones de la mtc, de la que se ha sacado un nue- vo borrador, no se ha logrado nada. En palabras de Zhang Tao, profesor de propiedad intelectual en la Universidad de Medicina China de Beijín:

“La regulación sobre la protección de las prescripciones de la mtc es un esfuerzo para compensar las deficiencias

121 Intellectual Property Protection in China. (2006). Protection for Traditional Chinese Medicine to be strengthened, en [www.ipr.gov.cn/ipr/en/info/Arti- cle.jsp?a_no=9720&col_no=99&dir=200608] (Consultado el 10 de marzo de 2008).

440 del sistema moderno de PI en preservar la PI de la mtc, sin embargo, ni el régimen original, ni el borrador de la versión actual ha logrado su cometido”122.

Otra alternativa de protección del cc.tt. y los recursos ge- néticos asociados es la implementación de medidas de vin- culación y compensación de las comunidades tradicionales donde se ha gestado el saber. En esta dirección India, junto con otros países, entre los que destaca Brasil123, han propues- to una enmienda a las reglas de derechos de propiedad inte- lectual relacionadas al comercio de la Organización Mundial del Comercio, omc-wto, según la cual los solicitantes de patentes a nivel mundial estarían obligados a declarar la fuente de origen de cualquier información asociada a los re- cursos naturales. Esta enmienda ayudaría a las comunidades locales donde se originaron los conocimientos a participar de los beneficios de su comercialización. El plazo para la enmienda se ha pospuesto para finales de 2009, puesto que esta requiere la ratificación de al menos 100 países. Mientras tanto, las distintas partes ponen de relieve sus intereses en medio del debate. En la cumbre de la cii (Confe- deration of Indian Industry), sobre derechos de propiedad

122 Traducción libre del autor. En el original: “The Regulation on tcm Prescrip- tion Protection is an attempt to offset the insufficiency of modern IP system in preserving intellectual property of tcm, but neither the original rule nor the current revision draft has met this goal”. Jia Hepeng. (2007). Updating Chinese Traditional Medicine Policy Proves Problematic, Intellectual Property Watch, en [www.ip-watch.org/weblog/index.php?p=510] (Consultado el 13 de diciembre de 2007). 123 Estos países son: Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, Perú, República Domi- nicana y Tailandia, y reciben el apoyo del grupo de países africanos y otros países en desarrollo. Organización Mundial del Comercio omc. (2008). Pro- piedad intelectual: indicaciones geográficas y biodiversidad, en [www.wto.org/ spanish/tratop_s/dda_s/meet08_brief05_s.htm] (Consultado el 30 de octubre de 2008).

441 intelectual de Chennai (India), celebrada el 5 de marzo de 2008, en la que se reunieron expertos estadounidenses e in- dios, se hizo notar la presión norteamericana para desalen- tar la enmienda a las medidas de la omc sobre PI reclamada por India, argumentando que el conocimiento tradicional debía permanecer ajeno a la discusión sobre patentes. Por su parte, varios participantes indios denunciaron que la armonización de las leyes de patentes es una estrategia de los países desarrollados para imponer controles más estric- tos a los países en desarrollo, y así neutralizar la oposición conjunta de estos países en la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, ompi 124. Al respecto de la inclusión del cc.tt. en los regímenes de PI, un delegado de una uni- versidad estadounidense declaraba:

“Todo el mundo será más rico si India y Brasil recono- cen que el cc.tt. no es un ítem susceptible de patentes…La riqueza de la India no depende del cc.tt., sino de los ade- lantos científicos y tecnológicos que haga, aparte de avivar el espíritu empresarial de sus gentes”125.

* * *

124 C.H. Unnikrishnan. (2008). Experts see ploy in US’ stand on patent issue, The Wall Street Journal, en [www.livemint.com/2008/03/19224359/Experts-see- ploy-in-US8217.html] (Consutado el 23 de abril de 2008). 125 Traducción libre del autor. En el original: “Everybody will be richer if India and Brazil recognize that traditional knowledge is not a patent issue... India’s wealth is not dependent on traditional knowledge, but the strides it makes technologically and scientifically apart from stoking the entrepreneurial spirit of its people.” C.H. Unnikrishnan. (2008). Experts see ploy in US’ stand on patent issue, The Wall Street Journal, en [www.livemint.com/2008/03/19224359/ Experts-see-ploy-in-US8217.html] (Consultado el 23 de abril de 2008).

442 Los rasgos característicos de la política de los tres paí- ses, India, China y Japón, que acaban de ser presentados brevemente, se pueden explicar por la influencia del cc.tt. en distintos aspectos de sus economías. De estos aspectos subrayamos dos, a saber, la agricultura y el mercado de las medicinas tradicionales, que por lo demás son, en muchas ocasiones, la base de la creación de nuevos medicamentos alópatas. Primero, es preciso anotar que Japón se ha caracteriza- do por ser pionero en el desarrollo de la biotecnología. Así, el 45% de las patentes obtenidas en biotecnología durante 1999 fueron demandadas por nacionales japoneses, segui- dos por nacionales estadounidenses con un 38%126. Entre 1971 y 1998 la aplicación para patentes en ingeniería gené- tica, según la nacionalidad de los solicitantes ponía a Japón en el primer lugar, como se muestra en la siguiente figura.

Figura 2. Aplicaciones a patentes de ingeniería genética por país del aplicante 1971-1998 [127]

Según lo anterior, los intereses de China e India en la pro- tección del cc.tt. se deberían, al menos en parte, al atraso en

126 Yoshio Hatano (ed.). (2001). Facts and Figures of Japan 2001, Japan, Tokio, The Foreign Press Center, p. 150. 127 Ibíd.

443 el rubro de la biotecnología, que los pone en desventaja con sus competidores más desarrollados, en especial con Japón y ee.uu., quienes se adelantan en patentar los recursos gené- ticos de sus territorios sirviéndose de la bioprospección. Desde la perspectiva de India y China, el advenimiento de la biotecnología y el sucedáneo fenómeno de la biopros- pección, acompañados de la aplicación de los estándares de PI a “invenciones” biotecnológicas a escala global, ponen en riesgo dos actividades de vital importancia para sus econo- mías y las formas de vida de la mayoría de sus habitantes, a saber, la agricultura y la producción, comercialización y consumo de remedios de la medicina tradicional. Esto por- que son las semillas y las plantas medicinales las formas de vida más susceptibles de ser “aisladas”, modificadas y pa- tentadas con fines comerciales, lo que limita su uso y posible comercialización por parte de sus beneficiarios originales. En consecuencia, la protección del conocimiento tradi- cional sería una herramienta para saldar la desproporción epistemológica forzada que pone al cc.tt. en desventaja y abre las puertas a la apropiación indebida de la biodiversi- dad por parte de las multinacionales. Según esta interpre- tación, lo que era en principio un problema de desventaja tecnológica, se revela como la imposición de un régimen desigual de derechos de PI, lo que va asociado al reclamo por la ausencia de medidas de protección que cubran la ri- queza natural y cultural (epistemológica), en lo que India y China aventajarían por mucho al Japón, por incluir la perspectiva de los tres casos de esta investigación. Mientras el 70% de las familias de la India rural, y un 8% de sus familias urbanas, dependen del agro como fuente de empleo128, y en el caso de China, más del 40% de la fuerza

128 Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, fao. (2000). Agricultura, comercio y seguridad alimentaria: cuestiones y opciones

444 laboral está dedicada a labores agrícolas, la fuerza laboral en la industria del sector primario en el Japón declinó de un 30.2 % en 1960, a un 4.3% en el 2000, contrastado con un 30.6 % aplicado al sector secundario y un 65% a la industria del sector terciario129. En consecuencia, el sector primario representaría solo un 1,4 % del pib nacional del Japón en el nuevo milenio130. Aunque la agricultura representa solo el 13%131 del pib de China y el 16% del pib de la India, para ambos casos más de la mitad de la población depende di- rectamente del trabajo del campo. Por otra parte, es de destacar la preeminencia de la medicina tradicional en los sistemas de salud de India y China y la importancia de la producción y comercialización de medicamentos derivados de la farmacopea tradicional a escala nacional e internacional, ya sean preparaciones o materias primas, o medicinas alópatas sintetizadas a partir de remedios tradicionales. Lo anterior bastará para entender las posturas de los tres países en relación con el tema de la protección del cc.tt. Mientras Japón aventaja a sus dos contrapartes en patentes biotecnológicas, muchas veces usurpando su patrimonio intelectual tradicional132, India y China buscan, al tiempo, desarrollar su potencial biotecnológico contando con sus

para las negociaciones de la omc desde la perspectiva de los países en desarrollo, vol. II “Estudios de casos de países”, capítulo 6 India, en [www.fao.org/do- crep/003/X8731S/x8731s07.htm] (Consultado el 30 de noviembre de 2008). 129 Yoshio Hatano (ed.), Op. cit., p. 81. 130 Ibíd., p. 63. 131 The Federation of International Trade Associations [www.fita.org/countries/ China.html] (Consultado el 30 de noviembre de 2008). 132 Es de resaltar que Japón ha patentado 210 prescripciones mencionadas en libros canónicos de la medicina tradicional china. China View, Province crafts new law to protect traditional arts, medicine, 2007. en [http://news.xinhuanet. com/english/2007-12/25/content_7306681.htm] (Consultado el 14 de mayo de 2008).

445 propios recursos, y asegurarse el control sobre el material genético asociado a sus formas tradicionales de conocimien- to y de producción, de gran importancia para sus economías en la actualidad, y de gran proyección en el futuro, lo que se expresa en la siguiente cita:

“La concesión de patentes para drogas derivadas de los sistemas de medicina indígenas ha comenzado a tener pro- porciones epidémicas. El valor actual del mercado mundial de plantas medicinales extraídas del conocimiento de las comunidades indígenas y locales está estimado en ee.uu. en $43.000 millones. El uso del cc.tt. incrementó la eficiencia de la exploración de plantas con propiedades médicas en más de un 400%”133.

VI. Medicinas tradicionales

La revitalización de las medicinas tradicionales a nivel mundial ha hecho que el mercado de medicamentos tradi- cionales se expanda aceleradamente, convirtiéndose en un rubro importante para las economías de los países que po- seen un importante legado cultural en materia del cuidado de la salud. Según la oms, aproximadamente el 50% de la población de las sociedades industrializadas se ha sometido a tratamientos de medicina alternativa, forma de designar los cuerpos de sabiduría médica tradicional en los países donde

133 Traducción libre. En el original: “Patenting of drugs derived from indigenous systems of medicine has started to take epidemic proportions. The current value of the world market for medicinal plants from leads given by indig- enous and local communities is estimated to be $43 billion. Using traditional knowledge increased the efficiency of screening plants for medical properties by more than 400%.” Third World Network, The politics of knowledge at the cbd, en [www.twnside.org.sg/title/cbd-cn.htm] (Consultado el 20 de abril de 2008).

446 la medicina científica ha comenzado, desde hace algunas décadas, a ceder terreno a las modulaciones tradicionales y folklóricas, generalmente de ultramar, como alternativa de tratamiento de diversas patologías134. La revitalización y multiplicación de las modulaciones de aproximación al tema de la salud han suscitado la acep- tación de las formas de medicina tradicional de los países que aquí nos ocupan por parte de la oms135, organismo que implementó, entre el 2002 y el 2005, la estrategia para la medicina tradicional con el fin de estandarizar y regular la producción de medicamentos alternativos y la práctica de las formas tradicionales del cuidado de la salud. En la estrategia se subraya:

“El uso de la medicina tradicional / medicina comple- mentaria y alternativa (mt/mca) ha crecido rápidamente en los países desarrollados. En muchas partes del mundo, los creadores de políticas y profesionales de la salud están luchando con asuntos como la seguridad, calidad, disponi- bilidad, preservación y ulterior desarrollo de estas modu- laciones del cuidado de la salud. Las terapias de mt/mca tienen un potencial promisorio, y se utilizan cada vez más. Empero, muchas de ellas no se han validado y su uso no se ha monitoreado. Como resultado, el conocimiento sobre sus efectos secundarios es limitado. Si la mt/mca va a ser promo- vida como una fuente de cuidado de la salud, se deben hacer

134 World Health Organization, Traditional Medicine, 2008, en [www.who.int/ mediacentre/factsheets/fs134/en/] (Consultado el 19 de septiembre de 2008). 135 The Hindu Business Line, Market for ayurveda largely untapped’ - Need to evolve scientific discipline from a rich knowledge base, 2006, en [www.thehindubusi- nessline.com/2006/01/03/stories/2006010301591900.htm] (Consultado el 20 de septiembre de 2008).

447 esfuerzos para promover su uso racional, y la identificación de las terapias más seguras y efectivas será crucial”136.

Los casos de India, China y Japón son ejemplares en lo con- cerniente a la implementación de políticas nacionales137 de regulación e inclusión de las medicinas tradicionales en los sistemas de salud nacionales, como se verá a continuación.

A. Las medicinas tradicionales: historia reciente

La presión occidental en la región Asia-Pacífico preludió el fin de las formas de gobierno tradicionales y la revisión de casi todas las prácticas y disciplinas asociadas a la tradición, lo que ha pasado con la medicina tradicional en nuestros casos de estudio, en especial en China y Japón, países en los que la restricción de la medicina tradicional coincide con los cambios políticos de finales del siglo xix y principios del xx y su conformación como estados “modernos”. En Japón, la restauración Meiji de finales del siglo xix im- puso la medicina occidental como forma exclusiva y oficial

136 Traducción libre del autor. En el original: “The use of Traditional Medicine / Complementary and Alternative Medicine (tm/cam) is increasing rapidly in developed countries. In many parts of the world, policy makers, health professionals and the public are wrestling with questions about the safety, quality, availability, preservation and further development of this type of health care. Although many tm/cam therapies have promising potential, and are increasingly used, many of them are untested and their use not monitored. As a result, knowledge of their potential side-effects is limited. (…) If tm/cam is to be promoted as a source of healthcare, efforts must be made to promote its rational use, and identification of the safest and most effective therapies will be crucial”. Jung Wing Wan. (2007). Herbal medicinal products: Quality, Safety and Efficacy considerations, en [www.contractlaboratory.com/labclass/article_listing_de- tails.cfm?news_id=86] (Consultado el 16 de agosto de 2008). 137 World Health Organization. (2008). Traditional Medicine, en [www.who.int/ mediacentre/factsheets/fs134/en/].

448 de tratamiento, relegando la medicina Kampo, la adapta- ción japonesa de la medicina china tradicional, dominante hasta aquel entonces, a un plano insignificante. No fue sino hasta la década de 1960 que la medicina tradicional empezó a hacerse de nuevo popular138, debido a la demanda casi generalizada por medicamentos más seguros y exentos de efectos secundarios, lo que con seguridad estaba asociado a los problemas de salud pública generados por la vertiginosa industrialización. Esta resurrección de la medicina tradi- cional japonesa se conoce como el “boom” de la medicina Kampo. Desde entonces, se cuenta la historia moderna de la medicina tradicional japonesa y su inclusión al sistema de salud nacional. En oposición, las formas de medicina tradicional –Ayur- veda, Siddha y Unani– nunca han dejado de ser utilizadas en la India, ni durante el Raj británico, ni durante su historia reciente como nación independiente. Si bien la instrucción médica occidental se introdujo a principios del siglo xix como la forma de tratamiento oficial y exclusiva bajo el dominio británico139, y desde entonces ha jugado un rol preeminente en el manejo de la salud nacional, dos factores han incidido en la permanencia de las formas tradicionales del cuidado de la salud. Por un lado, la poca cobertura que tuvo la medicina occidental durante el Raj británico y los primeros períodos de la república independiente, sobre todo en los sectores rurales deprimidos. Por otro lado, el resurgimiento de las formas tradicionales indias con los movimientos nacionalistas que forjaron la independencia. Empero, si bien el Ayurveda ha gozado del reconocimiento

138 Margaret M. Lock. (1984). “East Asian Medicine and Health Care for The Japanese Elderly”, Pacific Affairs, vol. 57, n.º 1, Primavera, pp. 65-73, p. 67. 139 Ralph C. Croizer. Medicine, Modernization, and Cultural Crisis in China and India, Op. cit., p. 279.

449 y la promoción por parte del gobierno independiente, al parecer ha estado en desventaja en términos de patrocinio con respecto a la medicina occidental. Con todo, hoy el Ayurveda, la medicina Siddha y la Unani componen una parte importantísima del sistema nacional de salud. Por último, exponemos el caso de China, más extensa- mente, por su particularidad. El inicio de la China moderna en términos de legitimidad del gobierno y las instituciones estatales fue la instauración de la primera república en 1912, en reemplazo del poder monárquico de la dinastía Qing. La demanda de moderni- zación de un país colapsado y a la merced de las potencias extranjeras hizo que la tradición pasara a ser un rubro de revisión y crítica por parte de las nuevas generaciones. La medicina tradicional, o Chung-i, no fue la excepción. Para las generaciones inmediatamente posteriores al movimiento nacionalista del 4 de mayo de 1911, la medi- cina tradicional representaba “el atraso, la superstición y la irracionalidad de la vieja sociedad”140. Más adelante, el paulatino dominio de la ideología comunista sostendría los prejuicios contra la medicina tradicional, al menos en un primer momento. Según estos prejuicios, la medicina tradicional era un estadio inferior de la actividad médica, y debía ser suprimida y suplantada por la medicina científica, tal y como el capitalismo debía ser superado en un estadio comunista de la sociedad. Tal era la postura comunista que imperaba durante la primera mitad del siglo xx, según la cual “cualquier intento de encontrar el materialismo dialéctico

140 Ralph C. Croizer. (1965). “Tradicional Medicine in Communist China: Science,Comunism and Cultural Nationalism”, The China Quaterly, n.º 23 (jul.-sept), Cambridge University Press on behalf of the School of Oriental and African Studies, pp. 1-27, p. 2.

450 en el balbuceo místico del un-yang y los cinco elementos era evidentemente absurdo”141. La hostilidad contra la medicina tradicional perdura- ría en la China hasta mediados del siglo xx. Al tiempo, a pesar de los fuertes prejuicios, una nueva aproximación con respecto a la tradición se estaba generando, a saber, una aproximación conciliadora. Esta postura de inclusión revisada de algunos aspectos de la tradición comenzó a ha- cerse notoria, siendo compartida por Mao Tse-tung, quien anotó en un discurso ante la Conferencia sobre Cultura y Educación de la Frontera en 1944:

“Someterse a las viejas formas está mal, empero, abolirlas o descartarlas también está mal. Nuestra responsabilidad es incluir aquellas manifestaciones de la tradición que pueden ser usadas y fomentarlas y reformarlas”142.

En consonancia, la decidida política del partido desde en- tonces fue la de fusionar las dos vertientes de tratamiento médico. Esta política, por lo demás, representaba muchas ventajas para el partido en las campañas de salud. La far- macopea herbolaria era más asequible que sus contrapartes alopáticas y la inclusión de procedimientos de acupuntura, exitosos en combatir el dolor en intervenciones quirúrgicas, permitía prescindir de los sofisticados equipos de la medi-

141 Traducción libre del autor. En el original: “Any attempts to find dialectical materialism in the mystic mumbo-jumbo of un-yang and five elements were manifestly absurd”. Ibíd., p. 3. 142 Traducción libre del autor. En el original: “To surrender to the old style is wrong: to abolish or discard also is wrong. Our responsibility is to unite those of the old style that can be used and to help, stimulate and reform them” Cristine Russell. (1979). Chinese Medicine: Old & New, Science News, vol. n.º 116, n.º 17 (oct. 27) Society for Science and the Public, p. 293.

451 cina moderna, con otra ventaja añadida: eran más seguros y menos propensos a producir complicaciones143. De esta forma, el joven Estado comunista comenzó a expandir la práctica de la medicina tradicional. En 1955 se abrió un centro modernamente equipado para la investi- gación de la medicina tradicional, consolidando el esfuer- zo del gobierno por fomentar la medicina china. En este contexto, la ciencia occidental serviría para organizar y explicar los cuerpos doctrinales y la farmacopea de la mtc, quedando relegada a un plano fiscalizador. De esta forma, para 1957 se contaban 10.000 doctores modernos contra 500.000 doctores tradicionales, y 30.000 doctores tradicionales habían sido incorporados en los orga- nismos de salud gubernamentales144; se habían abierto cerca de 30,000 hospitales que prestaban atención mixta en menos de una década, junto con varios laboratorios de investiga- ción de medicina tradicional. Además, había 144 hospita- les y 450 clínicas con tratamientos de medicina tradicional exclusivamente, para pacientes externos en todo el país. Según Croizier, el mayor éxito del fomento de la mtc en aquella época no ocurrió en los campos de la investigación o de la clínica, sino en la educación médica. Así, para 1956 la educación en mtc para médicos modernos fue sistematiza- da145. Después de dos años de estudios y un año de práctica, se esperaba de los médicos modernos la experticia en las dos disciplinas. Para 1958, había 13 universidades de mtc y cientos de escuelas inferiores.

143 Cristine Russell. Op. cit., p. 293. 144 Ralph C. Croizer. Tradicional Medicine in Communist China: Science, Comunism and Cultural Nationalism, Op. cit., p. 8. 145 Ibíd., p. 17.

452 Por otro lado, la práctica de la medicina tradicional em- pezó a cobrar, cada vez más, un tono político. En el pinácu- lo del gran salto adelante, los doctores modernos estaban obligados a prescribir fórmulas tradicionales como prueba de una correcta actitud ideológica146. Estas disposiciones no eran muestra sino de la necesidad de construir una identi- dad china revolucionaria, aparte de la influencia “occiden- tal”, lo que se explica en parte por la ruptura de las rela- ciones entre China y el bloque soviético a finales de los 50. Para mediados de los sesenta la crítica ideológica a los médicos de corte occidental había cesado, junto con las discusiones al respecto de la rectitud de la cultura médi- ca occidental, lo que facilitaba la evolución de la política maoísta de integración. En contraste, la búsqueda de una forma de medicina para las masas introducía un nuevo prejuicio, basado en el método tradicional de instrucción maestro-discípulo de la mtc, asociado al régimen feudal donde fue generada. Sin embargo, la medicina tradicional había sido incluida plenamente en los sistemas de medicina estatales. Para aquel entonces, en las áreas rurales, tres de cada cuatro pacientes preferían exponerse a un tratamiento tradicional. A finales de la década de los 70, la integración de la me- dicina tradicional y su contraparte occidental daban claros resultados. Sólo en Shanghai, los laboratorios de investiga- ción de materia médica habían aislado alrededor de 200 in- gredientes de 80 tipos de plantas diferentes, desarrollando versiones sintéticas de 12 de ellos, además de poner en uso y producción 30 preparaciones curativas, mientras que un millón de embarazos tardíos no deseados habían sido inte- rrumpidos gracias a un químico abortivo presente en una

146 Ibíd., p. 21.

453 antigua preparación china, cuando las políticas de regula- ción de crecimiento poblacional apenas comenzaban. En lo posterior, esta política de inclusión y trabajo combinado se ha seguido fomentando con éxito.

B. Las farmacopeas tradicionales: datos económicos

La protección de las fórmulas y hierbas de las medicinas tradicionales tiene que ver, a la vez, con el potencial de las preparaciones tradicionales en el desarrollo de nuevas me- dicinas alópatas, y con la vigorización del mercado de este tipo de preparaciones, como alternativa a la medicina aló- pata, según la creencia de que las medicinas tradicionales son más amistosas con el cuerpo del paciente y los procesos de restablecimiento de la salud, libres de químicos y de efec- tos colaterales. Esta demanda expandida por todo el globo, comenzando por el mundo “desarrollado”, ha hecho que el mercado de las medicinas alternativas se haya convertido en un competidor significativo de la medicina alópata pa- ra los casos patológicos menores, siendo un mercado que continúa en crecimiento. Según lo anterior, la protección del cc.tt. no tiene que ver exclusivamente con la protección de los recursos ge- néticos de la bioprospección, impidiendo la producción de “nuevas” drogas por parte de terceros, sino también con el valor comercial que han adquirido las medicinas alternativas en las últimas décadas. De hecho, algunos de los ejemplos de biopiratería no se refieren a la producción de nuevas drogas, sino de la obtención de patentes sobre preparaciones tradicionales directamente, como el caso del Nim147, citado más arriba. De esta manera, las medi-

147 Vandana Shiva. (2001). Biopiratería (el saqueo de la naturaleza y del conocimiento), Op. cit., pp. 93-94.

454 cinas tradicionales, trasladadas a los niveles industrial y comercial, son un ítem de capital importancia en la base de dos mercados globales, a saber, el creciente mercado alter- nativo de productos naturales y la industria farmacéutica convencional. La oms estima que un cuarto de las medicinas alópatas se derivan de investigaciones sobre plantas usadas en las diversas medicinas tradicionales. Según otras fuentes, la razón de drogas basadas en investigaciones etnomédicas se amplia a un 70%148 e inclusive a un 80%149 del total de las drogas utilizadas por la medicina alópata. Por otro lado, el mercado anual de la medicina tradicio- nal como tal asciende a unos US$ 60.000150 millones, de los que solo Estados Unidos consume unos US$ 17.000 millones al año, siendo China el principal proveedor de remedios con los que se suple esta demanda de hierbas y preparaciones de la medicina tradicional, seguido por India, país al que le lleva una significativa ventaja. Para hacer un bosquejo de la dimensión de la industria de la medicina tradicional china, mtc, en China, ponemos los siguientes datos: 1. Durante el 2005, el mercado de mtc fue de rmb 110.300 millones, unos 11.000 millones de euros, aproximadamente

148 Conferencia “Hiden Comunity Development”, del profesor Toru Nakanishi en la Universidad Externado de Colombia, el 27 de septiembre de 2007, en [www. uexternado.edu.co/asia/Documentos/Slides-Externado.pdf] (Consultado en enero 5 del 2008). 149 Daniel S. Fabricant y Norman R. Farnsworth. (2001). “The Value of Plants Used in Traditional Medicine for Drug Discovery”, Environmental Health Pers- pectives, vol. 109, Supplement 1: Reviews in Environmental Health, (marzo de 2001), pp. 69-75, y 71. 150 World Health Organization. (2008). Traditional Medicine, Fact Sheet n.º 134, en [www.who.int/mediacentre/factsheets/fs134/en/] (Consultado el 19 de septiembre de 2008).

455 una cuarta parte del mercado total de medicinas tradicio- nales, alternativas o complementarias en el mundo. 2. Para el 2007, el valor industrial de la mtc alcanzó los 177.2 billones de yuanes, aportando el 26.5% del valor ge- neral de la producción de la industria farmacéutica china en general151. En el mismo año, más de 3.000 empresas estaban involucradas en el rubro de la medicina tradicional. 3. China exporta 240.000 toneladas de medicamentos al año, de las cuales 200.000 son materia cruda. Sus principales clientes son Japón, Korea y ee.uu.152. 4. Algunas de las provincias de la China como Hebei, Guizhou, Yunnan, Sichuan, Shaanxi y Shanxi consideran la industria medicinal tradicional como un pilar capital de su economía153. 5. En China, el consumo de las preparaciones tradicio- nales hace de un 30% a un 50% del consumo total de me- dicamentos154.

151 Chinese Goverment’s Official Web Portal. Ministry of Health [http://english. gov.cn/2005-10/09/content_75326.htm] (Consultado el 22 de septiembre de 2008). 152 World Health Organization. (2008). Traditional Medicine, Fact Sheet n.º 134, en [www.who.int/mediacentre/factsheets/fs134/en/] (Consultado el 19 de septiembre de 2008). 153 Chinese Goverment’s Official Web Portal, Ministry of Health [http://english. gov.cn/2005-10/09/content_75326.htm] (Consultado el 22 de septiembre de 2008). 154 World Health Organization. (2008). Traditional Medicine, Fact Sheet, n.º 134, en [www.who.int/mediacentre/factsheets/fs134/en/] (Consultado el 19 de septiembre de 2008).

456 Figura 3. Valor de la medicina tradicional china 2000-2007 155.

Por su parte, el mercado de medicinas tradicionales indias también ha crecido exponencialmente en los últimos años, lo que no significa que esté cerca de alcanzar las dimensio- nes de la industria farmacéutica tradicional china. Así, el valor de la exportación de remedios tradicionales pasó de 4.500156 millones de rupias en el 2001 a 70.000 millones de rupias157, aproximadamente unos 1.500 millones de dólares, en el 2006. Varios miles de pequeñas compañías productoras de las preparaciones del Ayurveda contribuyen a la economía del país con un mercado en constante crecimiento, y este es uno de los sectores de la economía con mejores pros- pecciones158. La mayoría de fabricantes de productos del

155 Ibíd. 156 Times of India [http//timesofindia.indiatimes.com/170201/17mpun9.htm] (Consultado el 5 de julio de 2008). 157 Priyanka Golikeri. (2008). Ipca to Enter Ayurvedic Products Market, dna India, en [www.dnaindia.com/report.asp?newsid=1183477] (Consultado el 21 de septiembre de 2008). 158 Subhuti Dharmananda. The Ayurvedic Medicine Industry in India, Institute for Traditional Medicine, en [www.itmonline.org/arts/ayurind.htm] (Consul- tado el 20 de septiembre de 2008).

457 Ayurveda también producen otros bienes de la categoría de consumo rápido, sobre todo productos alimenticios y de baño, con los que se mezclan eventualmente ingredien- tes de la medicina tradicional, como jabones con esencias ayurvédicas159, por ejemplo. En contraste con India y China, la producción de prepa- raciones de Kampo en el Japón durante el 2001 fue de sólo 97.708 millones de yenes, lo que correspondía apenas a un 1.7% del valor de la producción total de medicamentos160. En oposición, el mercado japonés de las ciencias de la vida crece 7,5% al año, pronosticándose para el 2010 un valor US$ 30 mil millones para el mercado japonés de la biotec- nología, superado sólo por el de ee.uu. Con todo, a pesar de la desproporción entre el valor de la producción de me- dicamentos alópatas y tradicionales, Tsumura, la compañía de medicina Kampo más grande del Japón161, fue una de las pocas compañías japonesas que sobrepasó las expectativas de crecimiento propuestas para el 2008.

C. Modernización de la medicina tradicional

La inclusión de la medicina tradicional en el sistema de salud oficial, ha implicado, en parte, la fiscalización y va- lidación de los tratamientos de las formas tradicionales por parte de la medicina moderna occidental. Este tipo de subordinación se da principalmente en Japón, donde la medicina Kampo depende enteramente de los protocolos

159 Ibíd. 160 Who. (2001). Legal Status of Traditional Medicine and Complementary / Alter- native: A Worldwide Review, p.155, en [www.whqlibdoc.who.int/hq/2001/ WHO_EDM_TRM_2001.2.pdf] (Consultado el 15 de noviembre de 2008). 161 Tsumura. IR Information [www.tsumura.co.jp/English/ir/news/index.htm] (Consultado el 10 de diciembre de 2008).

458 de la medicina occidental. En China se da una simbiosis interesante, que procura la unificación, empero, cada una parece conservar su particularidad. Con todo, el creciente mercado de las medicinas tradicionales a nivel mundial ha implicado la imposición de estándares de validación, producción y control de las medicinas tradicionales por parte de la farmacología científica, debido a las exigencias del mercado internacional y la oms. Por lo anterior, la modernización de la medicina tradi- cional se ha convertido en una prioridad para la China en sus políticas de ciencia y tecnología del nuevo milenio162. Por ejemplo, desde 2000, Chengdu, capital de la provincia de Sichuan, se ha propuesto implementar una estrategia de modernización de la mtc, por medio de la asunción de protocolos y estándares de producción y validación inter- nacionales, teniendo en cuenta la capacidad de crecimiento del sector en la región. Chengdu produce la mitad de varie- dades reconocidas en la mtc, y cuenta con 64 centros de in- vestigación, 49 laboratorios para la mtc, un centro nacional de ingeniería para medicinas naturales y 90 instituciones de investigación para experimentos pre-clínicos y clínicos. Chengdu, sola, aporta el 7,5% de la producción total china de medicamentos tradicionales, destacándose nueve pro- ductos que exceden los rmb 100 millones en ventas. Para el 2005, había 90 productos de la industria farma- céutica de Chengdu dentro de la lista de protección estatal de mtc. Las exportaciones de farmacéuticos de Chengdu163

162 Ke Yan. (2004). Ciencia y tecnología de China –Reforma y desarrollo [Bei Yao, Lingxia Guo, Yanjin Wang, Kai Wu y Wen Zhang (trads.)], Series Básicas de China, China Intercontinental Press, p. 118. 163 Government of China, Chengdu Foreing Investors [www.investchengdu.gov. cn/investcden/3/1/6/3/200710/t20071025_4746.html] (Consultado el 16 de septiembre de 2008).

459 ascendieron a US$ 75 millones en 2005, dentro de las que destacan las exportaciones de preparaciones de la mtc y materias primas para Japón, Corea del Sur y otros países asiáticos. La provincia de Sichuan cultiva 150 de las especies patentadas como mtc (alrededor de 1100), en 30 latifundios, que cuben 40000 hectáreas cultivables. El total de hectáreas cultivadas con hierbas medicinales en China para el 2005 era de 1 millón, habiendo doblado el número del año ante- rior164. Durante el mes de septiembre de 2005, más de 4.000 personas, entre doctores, científicos, estudiantes de medi- cina, abogados, inversores extranjeros y representantes de corporaciones de 43 países se dieron cita en la ciudad de Chengdu, provincia de Sichuan, para la Segunda Confe- rencia Internacional sobre la modernización de la medici- na tradicional china. Uno de los principales objetivos era fomentar la expansión del comercio internacional de los medicamentos de la mtc, por medio de la estandarización de los procesos de producción y validación. Un esfuerzo similar de modernización está siendo em- prendido por India, la segunda potencia mundial de reme- dios tradicionales. Tal proceso está siendo promovido por la Comisión Nacional de Conocimiento sobre Medicina Tradicional del gobierno indio, quienes han propuesto una misión de diez años, desde 2008, que pretende, en su etapa inicial, trabajar sobre la estandarización clínica de 10 reme- dios de la farmacopea tradicional para su comercialización internacional, mediante la cooperación pública y privada; la transformación de 50 hospitales tradicionales en centros de investigación clínica; y la creación de instituciones aca-

164 Lila Bucklei. (2005). Conference on Traditional Chinese Medicine Marks Shift Towards Global Market, Rises Concerns About Social and Ecological Impact, World- watch Institute, en [www.worldwatch.org/node/47] (Consultado el 16 de septiembre de 2008).

460 démicas y de investigación de los sistemas de la medicina tradicional india165. Ahora bien, la modernización de las medicinas tradi- cionales y su comercialización a nivel internacional, tienen también un lado oscuro. A parte de los beneficios económi- cos inmediatos, y el supuesto mejoramiento de la calidad de los remedios, la modernización y comercialización de las medicinas crea nuevos problemas ambientales y socia- les166, entre los que destaca la excesiva presión sobre las especies consideradas medicinales. En China, el mercado ilegal167 de remedios de la mtc ha evidenciado el problema ambiental de una expansión desmedida del mercado de las preparaciones tradicionales. Así, la proliferación del uso de la medicina tradicional china, en un marco global, ha contri- buido a la disminución radical de varias especies animales y vegetales en peligro de extinción, como el tigre asiático y el rinoceronte o, en menor grado, las plantas de ging-seng y licorice, que se consideran de mayor valor curativo si se recolectan en estado salvaje168. Gracias a la expansión global del mercado de la mtc, los productos ilegales hechos con especies en riesgo se pueden encontrar con facilidad en tien- das naturistas de cualquier ciudad cosmopolita del mundo globalizado, como Nueva York, Londres o San Francisco, por ejemplo169.

165 Nacional Knowledge Comisión, Govermente of India. Traditional Knowledge, [http://knowledgecommission.gov.in/focus/traditional.asp] (Consultado el 4 de mayo de 2008). 166 Lila Bucklei. (2005). Conference on Traditional Chinese Medicine Marks Shift Towards Global Market, Rises Concerns About Social and Ecological Impact, Op. cit. 167 Ibíd. 168 World Wildife Fund (wwf). [www.worldwildlife.org/what/globalmarkets/ wildlifetrade/items5057.html] (Consultado el 16 de septiembre de 2008). 169 Ibíd.

461 En este punto, el trabajo simbiótico con las disciplinas biotecnológicas parece indispensable. Al respecto, el doctor E.M. Muralidharan opina:

“Es evidente que la biotecnología puede ayudar a la revitalización del ayurveda al menos en áreas como el uso sostenible de los recursos de plantas, control y validación clínica de las drogas y la protección de los dpi de los conoci- mientos tradicionales. La biotecnología, si es posible llegar a algún grado de consenso, contribuirá a la sinergia entre lo mejor del ayurveda y la ciencia moderna”170.

Sin embargo, muchos asuntos quedan en el tintero. Primero, las cuestiones ambientales y sociales, como a quién va el beneficio de la comercialización de las formas tradicionales del cuidado de la salud, a las comunidades o a los empre- sarios; si es loable sustituir los cultivos de alimentos por cultivos de hierbas curativas para el mercado internacional; y si estos cultivos son sostenibles o no. Segundo, resalta también el elemento simbólico en el que se inscriben las propiedades curativas de las hierbas y las preparaciones. La pregunta es la siguiente: ¿qué queda del valor holístico de una hierba o una preparación, cuando su forma de pro- ducción, distribución y administración está completamente desvinculada del mundo, la cosmovisión o el sistema de

170 Traducción libre. En el original: “It is evident that biotechnology can help bring about a revival of ayurveda at least in areas such as the sustainable use of plant resources, quality control and clinical validation of drugs and protec- tion of traditional ipr. Biotechnology, if some degree of consensus is reached, will help contribute to a synergy between the best of ayurveda and modern science”. E.M. Muralidharan. (2006). Modernizing Ayurveda - Prospects for Biotechnology, Biotechnology, Division of the Kerala Forest Research Institute, en [www.thehindubusinessline.com/2006/01/03/stories/2006010301591900. htm] (Consultado el 20 de septiembre de 2008).

462 valores en el que se inscribía originalmente, es decir, en el que fue descubierta o desarrollada?

D. Estadísticas, políticas, regulación e instrucción

1. India

Según la oms, para el 2001 India contaba con 2860 hospitales de corte tradicional patrocinados por el Estado, con un total de 45.720 camas, siendo la medicina Ayurveda el sistema de cuidado más utilizado, aplicado al 75% de los pacientes asistidos mediante algún tipo de medicina tradicional o alternativa. La medicina tradicional es ampliamente utili- zada en India, sobre todo en las áreas rurales, donde vive aproximadamente el 70% de la población. Para suplir esa demanda, la India cuenta con 22.100 boticas y farmacias de medicina tradicional, contando con 587.536 practicantes de métodos de curación tradicional171. Los tipos de medicina Ayurveda, Unani, Siddha, junto con el Yoga, son reconocidos por el gobierno de India según el acta de 1970 relativa al Consejo Central de Medicina In- dia, cuyos mandatos incluyen la estandarización de la en- señanza según parámetros mínimos, y completar y revisar los registros de calificación de los practicantes, quienes no pueden ejercer sin registro. En marzo de 1995 se creó el Departamento de Sistemas de Medicina y de Homeopatía Indios, con la finalidad de estandarizar la práctica y la enseñanza de los distintos sis- temas de medicina, el fortalecimiento de la accesibilidad a las materias primas, la diseminación y la inclusión de los

171 Who. Legal Status of Traditional Medicine and Complementary / Alternative: A Worldwide Review, Op. cit, p. 132.

463 sistemas de tratamiento autóctonos en el sistema de salud nacional. Siete establecimientos educativos están bajo la tutela directa del Departamento de Sistemas de Medicina y de Homeopatía Indios, ofreciendo programas de maestría y doctorado, junto con otras muchas instituciones educa- tivas que están sujetas a la regulación del Departamento, expuestas en la siguiente tabla.

Tabla 2 Instituciones educativas bajo el control del departamento de sistemas de medicina y homeopatía de la India –2001–172

Instituciones Ayurveda Unani Siddha Homeopatía Total Universidades 154 32 2 118 305 de pregrado Cupos 6117 1239 155 4318 11829 Universidades 33 3 1 10 47 de posgrado Cupos admisión 462 55 35 69 621

2. China

Según la oms, China cuenta con más de 2.500 hospitales de corte tradicional en los que se emplean 350.000 profesio- nales de la salud. El 95% de los hospitales generales tienen unidades de mtc y el 50% de los doctores rurales están en capacidad de impartir un tratamiento mixto, ora alópata, ora tradicional. Para 1995 había 525.000 ejercientes de mtc, incluidos 257.000 doctores graduados de universidades

172 Ibíd.

464 de medicina tradicional, con una formación mixta, 72.000 médicos asistentes y 50.000 farmaceutas173. Aunque la medicina tradicional china, mtc, –asociada a la civilización Han– ha sido dominante, las manifestaciones “étnicas” o folklóricas del cuidado de la salud no se han dejado de lado. De las 9.000 fórmulas de medicina tradi- cional registradas en China, 1.908 son tibetanas, y 1.342 son mongolas o uygur. China tiene 10.000 expertos en medicina “étnica” registrados, y 200 hospitales. El gobierno chino re- conoce la importancia de documentar este tipo de prácticas, y protegerlas, aunque el esfuerzo estatal con respecto a la medicina de las minorías es aún asimétrico comparado con la forma dominante de la medicina china tradicional. En la actualidad, hay alrededor de 200 centros de investigación estatales de medicina de las minorías étnicas, 15 institu- tos privados en las regiones de Mongolia interior, Tibet, Qinghai y Sichuan, y 150 compañías farmacéuticas han sido establecidas para producir medicinas de las minorías entre 2005 y 2006174. Según fuentes gubernamentales, más de 9.000 tipos de preparaciones tradicionales han sido aprobadas para uso público por el Estado175. Para agosto de 2008, la administra- ción estatal de la medicina tradicional china (satcm), lanzó una plataforma común de información sobre los medica- mentos certificados como forma de contrarrestar la promo- ción y el comercio de medicamentos a los que se les anuncia

173 Ibíd., p. 149. 174 Chinese Goverment’s Official Web Portal, Protection of Traditional Etnic Medicines Urged [http://english.gov.cn/2006-10/14/content_413235.htm] (Consultado el 23 de septiembre de 2008). 175 Chinese Goverment’s Official Web Portal, Ministry of Health [http://english. gov.cn/2005-10/09/content_75326.htm] (Consultado el 22 de septiembre de 2008).

465 sobreestimando su valor terapéutico, que en algunos casos es nulo. De esta forma, se planea terminar con uno de los principales problemas de las entidades reguladoras de dro- gas, a saber, la publicidad de medicamentos dudosos176. En 1998 se estableció la Administración Estatal de Drogas, que en 2003 pasó a ser la Administración Estatal de Drogas y Alimentos, sfda (por sus siglas en inglés). A su cargo está “la supervisión técnica de la investigación, producción, distribución y uso de los medicamentos”177, incluidas las preparaciones de la mtc. Bajo la tutoría unifi- cada del Estado central, se han creado 2.692 departamentos reguladores organizados verticalmente de la siguiente ma- nera: 31 a nivel de las provincias; 339 a nivel municipal y 2.321 a nivel del condado; contando con el apoyo de más de 1.000 organizaciones de supervisión de medicamentos, en los que se desempeñan 64.000 personas. En las vastas áreas rurales de la China, 97.000 coordinadores de seguridad de medicamentos y más de 514.000 informantes forman la red rural de regulación de drogas, con 578.000 estaciones178. Desde 1953, el gobierno chino ha publicado la Farma- copea China, con ocho ediciones, la última de 2005179. En cuanto a la mtc, en la última edición de la farmacopea se incluyen 582 medicamentos “crudos” y 564 preparaciones tradicionales180.

176 Chinese Goverment’s Official Web Portal, China’s Drug Watchdog Launches First tcm Ads Inquirí System, [http://english.gov.cn/2008-08/02/content_1062630. htm] (Consultado el 22 de septiembre de 2008). 177 Chinese Goverment’s Official Web Portal, Ministry of Health [http://english. gov.cn/2005-10/09/content_75326.htm] (Consultado el 23 de agosto de 2008). 178 Ibíd. 179 Chinese Goverment’s Official Web Portal, White Paper: Status Quo of Drug Su- pervision in China, 2008 [http://english.gov.cn/2008-07/18/content_1049011_3. htm] (Consultado el 23 de septiembre de 2008). 180 Chinese Goverment’s Official Web Portal, White Paper: Status Quo of

466 Figura 4. Variedades de drogas incluidas en la farmacopea china181

Como se exponía más arriba, la política general de la China con respecto a la coexistencia de la medicina tradicional chi- na y la medicina moderna occidental ha sido de integración y de fomento de ambas tendencias, por igual en el sistema de salud pública. El gobierno de la China ha reiterado esta política de integración en varias ocasiones, incluyéndose en el artículo 21 de 1982 de la Constitución de la República Popular China. Así mismo, el Ministerio de Salud expresa, en el numeral xi de su lista de mandatos principales, “im- plementar la política de desarrollar tanto la medicina occi- dental como la medicina tradicional china”182. En 1988, el Secretariado Central del Partido Comunista Chino declaró lo siguiente:

Drug Supervision in China, 2008 [http://english.gov.cn/2008-07/18/con- tent_1049011_5.htm] (Consultado el 23 de septiembre de 2008). 181 Ibíd. 182 Chinese Goverment’s Official Web Portal, White Paper: Status Quo of Drug Supervision in China, 2008 [http://english.gov.cn/2008-07/18/con- tent_1049011_5.htm] (Consultado el 22 de septiembre de 2008).

467 “Se les debe otorgar igual importancia a la medicina tradicional china y a la medicina occidental. Por un lado, nuestros incomparables éxitos en salud pública pueden ser atribuidos a la medicina china tradicional, por lo tanto, la me- dicina tradicional no debe ser abandonada, al contrario, debe ser preservada y desarrollada. Por otro lado, la medicina china tradicional debe hacer uso activo de la ciencia y la tec- nología de avanzada para asegurar su continuo desarrollo. La política de integración de ambas medicinas, la tradicional china y la occidental, debe persistir. Ambos sistemas deben cooperarse recíprocamente, aprendiendo de las ventajas del otro para mejorar sus propias deficiencias”183.

Algunos otros organismos a cargo de la mtc son la Oficina de Medicina Tradicional, creada en 1984, la Administración Estatal de mtc, establecida en 1986, ambos subordinados al Departamento de Medicina Tradicional China del Minis- terio de Salud. Los criterios para la calificación de un médico tradicio- nal están dispuestos en el documento Estipulaciones para médicos o asistentes de medicina tradicional china de 1985. Se- gún el artículo 5 del documento, un médico puede acredi- tarse después de haber cursado un programa de medicina tradicional de cinco años en general y haber obtenido un diploma o certificado aprobado por el Estado, ya sea en una

183 Traducción libre. En el original: “Traditional Chinese medicine and Western medicine should be given equal importance. One the one hand, our unique successes in public health and hygiene can be attributed to traditional Chinese medicine. Hence, traditional medicine should not be abandoned. Instead, it is to be well preserved and developed further. On the other hand, traditional Chinese medicine must make full active use of advanced science and technol- ogy to ensure its further development. The policy of integration of traditional Chinese medicine and Western medicine should persist, Both systems should cooperate with each other, learning from each other’s merit to make up their own shortcomings”. Who. Legal Status of Traditional Medicine and Complemen- tary / Alternative: A Worldwide Review, Op. cit., p. 149.

468 universidad dedicada a la mtc, o en el departamento de mtc de una institución de medicina alópata, y haber ejercido uno o dos años de práctica184. Por otra parte, los médicos tra- dicionales que aprendieron su oficio según el esquema de enseñanza tradicional discípulo-maestro, están obligados a presentar una serie de exámenes oficiales después de haber atendido a programas especiales, o presentar el examen uni- ficado del Departamento de Salud. Aunque el sistema de aprendizaje discípulo-maestro fue seriamente cuestionado durante la revolución cultural, hoy en día se vuelve a valo- rar su significado e importancia, por lo que recientemente se pretende revisar los estándares de calificación, al igual que los sistemas de impartir el conocimiento185. A continuación se incluye una Tabla con las universida- des y tipos de formación en mtc.

Tabla 3 Instituciones educativas en mtc186

Instituciones Cantidad Estudiantes Propósito Universidades de medicina 28 46.000 Formación para la aten- y farmacología tradicional ción de casos básicos, agudos y crónicos Universidades con programas 14 Formación especiali- de maestría y doctorado zada Escuelas secundarias con for- 57 29.000 Formación para aten- mación en mtc ción básica y rural

184 Ibíd., p. 150. 185 Chinese Goverment’s Official Web Portal. (2007). China Legalizes Apprentices- hips for Traditional Chinese Medicine, en [http://english.gov.cn/2007-11/07/ content_799070.htm] (Consultado el 23 de septiembre de 2008). 186 La información de esta tabla fue extraída de: Who. Legal Status of Traditional Medicine and Complementary / Alternative, A Worldwide Review, Op. cit., pp. 150-151.

469 Aunque la cantidad de escuelas de medicina alópata es superior, todas estas escuelas cuentan con departamentos de mtc. Por lo demás, el Departamento de Medicina Tradi- cional China del Ministerio de Salud exhorta al incremento de la instrucción en mtc al 30% de la enseñanza en las es- cuelas alópatas, lo que representa un 10% o un 20% más de instrucción en mtc en estas instituciones.

3. Japón

En el Japón la legislación de Fármacos aplica las mismas regulaciones para los productos medicinales alópatas o de Kampo, sin distinción. Sin embargo, existe un Subcomité sobre Medicamentos Kampo y Productos de Origen Vege- tal y Animal subordinado al Consejo Central de Asuntos Farmacéuticos, a su vez dependiente del Ministerio de Sa- lud y Bienestar, quienes han implementado regulaciones sobre las medicinas Kampo bajo la figura de medicinas de marca registrada (conocidas con el nombre de su creador o fabricante). Dos archivos oficiales exponen los estándares para las fórmulas aprobadas de Kampo. Primero, la farmacopea japo- nesa, texto en el que se incluyen los medicamentos de la me- dicina tradicional, junto con las medicinas alópatas desde 1886. La decimocuarta edición de la Farmacopea japonesa se publicó en el 2001187. Y el Código de medicina herbolaria japo- nesa, texto en el que se describen las medicinas herbolarias no incluidas en la Farmacopea japonesa, aprobadas después

187 Las reglamentaciones y estándares de la medicina tradicional en la Farma- copea Japonesa se encuentran en varios numerales del texto como “Reglas generales para las drogas crudas” y “Reglas generales para las preparaciones”. La decimocuarta edición de la Farmacopea se encuentra en [http://lib.njutcm. edu.cn/yaodian/jp/] (Consultado el 3 de diciembre de 2008).

470 de un riguroso examen. Por lo demás, los estándares para la medicina herbolaria japonesa se encuentran recopilados en un texto publicado en 1993, compuesto por 248 artículos, 165 derivados de la Farmacopea japonesa, y el resto corres- pondientes al Código de medicina herbolaria japonesa, y aplican para cualquier extracto o preparación, fabricada localmente o importada188. La práctica de los métodos tradicionales también está sujeta a la legislación de la medicina moderna occidental. De esta forma, según la Ley de Médicos (Medical Practitio- ners Law) de 1948, solo los médicos alópatas pueden ejercer la medicina, incluyendo las prácticas tradicionales. Más adelante, en 1960, la ley de farmaceutas estipuló que era im- prescindible tener la calificación de farmaceuta profesional para poder ofrecer servicios de terapia tradicional. A pesar de las regulaciones y la predominancia de la me- dicina moderna, gracias al boom de la medicina Kampo en los 60 las prácticas y remedios tradicionales gozan de gran popularidad en la actualidad. Según una encuesta realizada en octubre de 2000 a nivel nacional, el 72 % de los médicos alópatas registrados utilizaban fórmulas del Kampo en sus recetas, habiendo por lo demás un gran número de médicos registrados como especialistas en las distintas ramas de la medicina tradicional, como se puede ver en el siguiente Cuadro, en el que se anotan también los requisitos que de- be cumplir cualquier candidato al ejercicio de las distintas variantes de la medicina tradicional.

188 Who. Legal Status of Traditional Medicine and Complementary / Alternative: A Worldwide Review. Op. cit., pp. 155-158.

471 189 Requisitos y condiciones y Requisitos Ser médico graduado –seis años de forma - ción–. de requerido nacional el examen Pasar con la práctica específica (acu - acuerdo años de formación puntura) mínimo tres y haber obtenido la licencia, según Ley 1947. de 21 - de la Sociedad. Pre Asistir a las reuniones publicaciones. y artículos sentar años. cinco cada registro el Renovar cada del registro la renovación Se requiere años. cinco graduado. médico Ser y ha - Pasar el examen nacional requerido ber obtenido la licencia, según Ley 21 de 1947. - de la Sociedad. Pre Asistir a las reuniones publicaciones. y artículos sentar años. cinco cada registro el Renovar Tabla 4 Tabla Instituciones certificadoras Instituciones Bienestar. y Salud de M inisterio Sociedad Japonesa de M edicina Oriental 1990). (desde Acupuntura y la Sociedad Japonesa para la 1999). (desde M oxibustión Bienestar. y Salud de M inisterio Sociedad Japonesa de M edicina Oriental 1990) (desde Terapeutas, licencias y registros (Japón) registros y licencias Terapeutas, Número de ejercitantes ejercitantes de Número 1998 en registrados 69.236 94.655 Disciplina o Disciplina o práctica Acupuntura yMasaje Digipuntura

472 Ser médico graduado. médico Ser de requerido nacional el examen Pasar con la práctica específica (moxi - acuerdo años de formación y bustión) mínimo tres haber obtenido la licencia, según Ley 21 de 1947. - de la Sociedad. Pre Asistir a las reuniones publicaciones. y artículos sentar años. cinco cada registro el Renovar cada del registro la renovación Se requiere años. cinco farmacéuticas en ciencias Ser profesional formación. de años cuatro el Según el criterio del cef . Se debe renovar años. cada 3 certificado Haber pasado el examen nacional de judo - la licencia, según el terapia y haber recibido 1970. de Ley 19 la de 3 artículo Legal Status of Traditional Medicine and Comple - . (2001). Legal Status of Traditional ). inisterio de Salud y Bienestar. y Salud de M inisterio Sociedad Japonesa de M edicina Oriental 1990). (desde Acupuntura y la Sociedad Japonesa para la 1999). (desde M oxibustión Bienestar y Salud de M inisterio Educaciónde Centro ( cef Farmaceutas de Bienestar. y Salud de M inisterio 67.746 29.087 Los datos que componen este cuadro fueron extraídos del documento: Who fueron Los datos que componen este cuadro , Op. cit., pp. 155-158.pp. cit., Op. Review , Worldwide A Alternative: / mentary

Moxibustión Farmaceutas Judopeutas 189

473 Según el reporte de la oms del 2001, de las 80 escuelas de medicina de Japón, solo una ofrece en su programa de pregrado estudios de medicina Kampo a la par que de me- dicina alópata, y un curso de doctorado en medicina tra- dicional. De esta forma, la instrucción de los médicos que quieren especializarse en medicina tradicional depende de las escuelas e instituciones que ofrecen programas en las distintas variantes de la medicina tradicional, como aparece en la siguiente Tabla.

Tabla 5 Escuelas de formación en medicina tradicional (Japón)190

Programa Número de escuelas Años de formación Acupuntura y moxibustión 22 3

1 4 Masaje y digipuntura 91 3 Las tres disciplinas anteriores 22 3 combinadas 7 5 Judoterapia 25 3

En contraste, 46 universidades del Japón incluyen las medi- cinas tradicionales en sus programas de farmacología.

VII. Saber ecológico tradicional

La noción de saber ecológico tradicional (o conocimiento ecológico tradicional, en lo posterior cet) hace referencia

190 Los datos que componen este cuadro fueron extraídos del documento la oms, Who. Legal Status of Traditional Medicine and Complementary / Alternative: A Worldwide Review, Op. cit., pp. 158-159.

474 al conocimiento asociado a las prácticas tradicionales de aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y de manejo ecosistémico, acrisoladas durante cientos de años, e incluso milenios, por las poblaciones humanas en contacto directo con el entorno natural en condiciones cotidianas191. En cierto sentido, todo cc.tt. puede ser caracteriza- do como conocimiento ecológico por ser homeostásico y holístico, como indicábamos más arriba; sin embargo, en un sentido estricto, el cet es referido exclusivamente a las prácticas de aprovechamiento y manejo de los ecosistemas, de las que se resalta el uso sostenible de los recursos y la conservación de la biodiversidad. A continuación, añadi- remos algo a lo dicho en la rúbrica sobre la caracterización del conocimiento tradicional, para completar una aproxi- mación al cet, entendiendo que un abordaje similar tiene las mismas limitaciones que el abordaje anterior. Por lo demás, es preciso anotar que esta valoración del cet parte de las nuevas tendencias en el estudio de la sostenibilidad y del socio-ecosistema192. En general, los ecólogos, antropólogos, etnobiólogos y demás académicos interdisciplinarios que se han puesto en la tarea de estudiar el cet, hacen hincapié en dos de sus características por coincidir con algunos conceptos intro- ducidos en la ecología recientemente. Primero, resaltan la

191 Como anotábamos más arriba, esta es una de las características que diferencia al cc.tt. de la ciencia moderna, a saber, que la producción y divulgación del conocimiento se hace in situ, en el lugar mismo donde se espera aplicar dicho conocimiento, lo que se considera una ventaja del cc.tt. 192 Se hace esta aclaración porque las apreciaciones que se ponen a continuación no son la expresión del pensamiento de los detentores del cet, sino de los científicos que ven en el cc.tt. una alternativa para enfrentar los cambios am- bientales y superar las falencias de la ciencia mecanicista de corte newtoniano. El lector es libre de interpretar hasta qué punto haya un sesgo eurocentrista en dichas apreciaciones.

475 inclusión de lo social en los cuerpos epistemológicos como factor determinante de los ecosistemas193-194-195; y segundo, destacan la postura según la cual los sistemas y sus procesos son impredecibles e incontrolables196, no lineales, suscepti- bles a diferentes niveles de equilibrio (multiequilibrio) “y llenos de sorpresas” 197-198. Según los partidarios del cet, estas nociones, que permitieron la emergencia de la aproxi- mación contemporánea a lo ambiental, existían ya en los cuerpos de saber de las sociedades tradicionales, con otro ropaje. Al respecto Capra anota lo siguiente: “Los ecosistemas se sostienen en un balance dinámico basado en ciclos y fluctuaciones, que son procesos no linea- les (…) Por lo tanto, la conciencia ecológica no despertará hasta que no combinemos nuestro conocimiento racional con la intuición de la naturaleza no lineal de nuestro medio ambiente. Esta sabiduría intuitiva es característica de cultu- ras tradicionales analfabetas, (…) en las que la vida estaba organizada alrededor de una conciencia medioambiental altamente refinada”199.

193 Janis B. Alcorn. (1993). “Indigenous Peoples and Conservation”, Conservation Biology, vol. 7, n.º 2. (jun.), pp. 424-426. 194 Suresh Kumar Ghimire, Doyle Mckey y Yildis Aumeeruddy-Thomas. (2004). Heterogeneity in Ethnoecological Knowledge and Management of Medicinal Plants in the Himalayas of Nepal: Implications for Conservation, Ecology and Society, vol 9, Iss 3, art 6, Resilience Alliance, en [www.ecologyandsociety.org/ vol9/iss3/art6/] (Consultado el 10 de agosto de 2008). 195 Fikret Berkes, Mina Kislalioglu, Carl Folke y Midhav Gadgii. Op. cit., p. 413. 196 Levi-Strauss señala la proximidad que tiene la teoría del caos con el pensa- miento salvaje. 197 Suresh Kumar Ghimire, Doyle Mckey y Yildis Aumeeruddy-Thomas. Op. cit. 198 Fikret Berkes, Mina Kislalioglu, Carl Folke y Midhav Gadgii. (1998). Ex- ploring the Basic Ecological Unit: Ecosystem-Like Concepts in Traditional Societies, Ecosystems, vol. 1, n.º 5, (sept.-oct.), pp. 409-415. 199 Traducción libre. En el original: “Ecosystems sustain themselves in a dynamic balance based on cycles and fluctuations, which are nonlinear processes (…) Ecological awareness, then, will arise only when we combine our rational

476 Como se señalaba más arriba, uno de los aspectos en los que el conocimiento tradicional difiere del científico es el uso de un lenguaje de transmisión de tipo mítico-religioso, acompañado de unos mecanismos de asimilación, aplica- ción y fiscalización pletóricos de imágenes metafóricas, de rituales y de expresiones espirituales. En consonancia, el cet depende de instituciones sociales, que permiten la asimi- lación de éticas ambientales, valores y comportamientos culturales, entre los que se cuentan los tabúes y las restric- ciones de índole ritual y religiosa200-201. Esta condición del conocimiento y las prácticas relativas al manejo ecosistémico, inscritas en el orden de lo social, lo ritual y lo religioso a diferentes niveles, es esquematizada por Berkes, Colding y Folke de la siguiente manera:

Cosmovisiones Instituciones sociales

Sistemas de manejo Territorial y de recursos

Conocimiento del territorio, la fauna y la flora a nivel local

Figura 5. Niveles de análisis en conocimiento tradicional y sistemas de manejo ecosistémico202

knowledge with an intuition for the nonlinear nature of our environment. Such intuitive wisdom is characteristic of traditional, non-literate cultures, (…) in which life was organized around a highly refined awareness of the environment”. Fritjof Capra. (1982). The Turning Point, Simon and Schuster, Nueva York, p. 41. 200 Fikret Berkes, Johan Colding y Carl Folke. Op. cit., pp. 1253-1257. 201 Fikret Berkes, Mina Kislalioglu, Carl Folke y Midhav Gadgii. (1998). Op. cit., vol. 1, n.º 5, (sept.-oct.), pp. 409-415. 202 Fikret Berkes, Johan Colding y Calr Folke. Op. cit., p. 1257.

477 En la misma línea, Berkes, Colding y Folke ponen ejemplos de cómo el conocimiento tradicional incluye los conceptos ecológicos arriba mencionados, citando algunas dinámicas ecosistémicas de manejo adaptativo de las comu- nidades tradicionales, en las que se recurre a las formas de restricción religiosa como herramienta de conservación de la biodiversidad y como forma de proteger sus medios de subsistencia. Estas prohibiciones pueden referirse a luga- res sagrados protegidos, en los que se restringe la caza o la recolección, o a restricciones temporales. Así, los lugares de cría de muchas especies de aves zan- cudas en el sur de la India son respetados, incluso si estos se encuentran en las arboledas de las poblaciones203; y en las aldeas de los himalayas del Hindu Kush se imponen res- tricciones periódicas y estacionarias para la recolección204, lo que evita el agotamiento de los recursos. De la misma forma, los bosquecillos sagrados de la India protegen los cultivos de eventuales incendios. La importancia de las restricciones religiosas en la protección de la diversidad biológica es también evidente en China, donde los recursos biológicos de los lugares sagrados del taoísmo y el budismo, al igual que de las “montañas-espíritu”, han sido eficaz- mente protegidos por las comunidades locales205. Ahora bien, el “ropaje” social y religioso del cet recuerda uno de los elementos más significativos de la ecología emer- gente: mientras la ecología conservacionista de posguerra, de corte lineal y mecanicista206, no dejaba como alternativa

203 Ibíd., p. 1254. 204 Ibíd. 205 Biodiversity Clearing-House Mechanism of China, Protection of Traditional Knowledge [http://english.biodiv.gov.cn/rdwt/200603/t20060323_30678. htm] (Consultado el 20 de septiembre de 2008). 206 Fikret Berkes, Mina Kislalioglu, Carl Folke y Midhav Gadgii. Op. cit., p. 412.

478 sino el aislamiento del hombre y su actividad de los san- tuarios naturales, las nuevas aproximaciones incluyen lo cultural, el elemento humano, como algo indisociable del ambiente, entendiendo que la idea misma de naturaleza no se puede dar sin una concepción cultural que la soporte. De esta forma, la nueva ecología reemplaza la vetusta noción de ecosistema por la de socio-ecosistema. A su vez, intro- duce el concepto de manejo adaptativo, entendiendo que los sobresaltos, los cambios súbitos y las transformaciones paulatinas, hacen parte del devenir de los socio-ecosiste- mas. Así, por medio de la observación del entorno y del impacto de su actividad, el hombre se percata de los ciclos y de las fluctuaciones, determinando la resiliencia del sis- tema, es decir, su capacidad para asimilar los cambios y, en situaciones extremas, de estabilizarse en nuevas coyunturas de equilibrio, lo que implica una revisión constante de las prácticas de manejo ecosistémico y de los cuerpos de cono- cimiento asociados. En este sentido, los simpatizantes del cet reconocen su superioridad respecto al modelo lineal de la ciencia tradicional que, obsesionada con el equilibrio207, queda inerme frente a las transformaciones propias de los sistemas socio-ecológicos. El carácter adaptativo del conocimiento etnoecológico208, producto de la observación detallada del comportamiento de los sistemas y de su respuesta a los cambios inespera- dos y a la actividad humana, ha llamado la atención de los científicos. A pesar de la polémica generada por el escepti- cismo de algunos209 el cet se perfila como una pieza clave

207 Ibíd., p. 412. 208 Suresh Kumar Ghimire, Doyle Mckey y Yildis Aumeeruddy-Thomas. Op. cit. 209 Gran Gilchrist y Mark L. Mallory. (2007). Comparing Expert-Based Science with Local Ecological Knowledge: What Are We Afraid Of?, Ecology and Society,

479 tanto para la investigación científica, por ayudar a una mejor comprensión de los procesos ecológicos210, como para la formulación de estrategias de manejo sostenible de los recursos naturales211. Corroborando lo anterior, va- rios estudios demuestran que el cet puede complementar y ampliar la información obtenida por la investigación científica a diferentes niveles, entre los que se encuentran el monitoreo de poblaciones y sus patrones migratorios, la detección de áreas de alimentación y de desove212 y la expansión del conocimiento taxonómico213. A su vez, esta reivindicación del cet recalca la importancia de las comuni- dades indígenas y locales en el manejo de la biodiversidad y su sostenimiento214. La concepción ecosistémica implícita en muchas de las prácticas de aprovechamiento que facilitan la subsistencia de las comunidades tradicionales se hace evidente en el manejo de múltiples especies, y no sólo de aquellas que representan un beneficio inmediato. La protección de la biodiversidad asegura la continuidad de los recursos, man- teniendo y fortaleciendo la resiliencia de los sistemas de los que las comunidades derivan su sustento. Por ejemplo, se ha demostrado que la integración de múltiples especies de

vol 12., Iss 1, art 1, Resilience Alliance, en [www.ecologyandsociety.org/ vol12/iss1/resp1/] (Consultado el 11 de agosto de 2008). 210 Suresh Kumar Ghimire, Doyle Mckey y Yildis Aumeeruddy-Thomas. Op. cit. 211 Francesco Mauro y Preston D. Hardison. (2000). “Traditional Knowledge of Indigenous and Local Communities: International Debate and Policy Ini- tiatives”, Ecological Applications, vol. 10, n.º 5, (octubre), pp. 1263-1269. 212 Dylan J. Frase, Thomas Coon, Michael R. Prince, Rene Dion y Louis Bernat- chez. (2006). “Integrating Traditional and Evolutionary Knowledge in Bio- diversity Conservation: a Population Level Case Study”, Ecology and Society, vol. 11, Iss. 1, art 1, Resilience Alliance, en [http://www.ecologyandsociety. org/vol11/iss2/art4/] (Consultado el 11 de agosto de 2008). 213 Francesco Mauro y Preston D. Hardison. Op. cit., p. 1264. 214 Ibíd.

480 árboles y animales en los cultivos repercute en el mejora- miento de la fertilidad de los suelos215. Un caso específico es el del Prosopis cinerarea, árbol leguminoso que los bisnois del desierto del Thar, el más grande de la India, integran en sus cultivos con un doble propósito: el Prosopis cinerarea da sombra a los cultivos a la vez que ayuda a fijar el nitrógeno en el suelo. Por lo demás, fuera de los sembradíos, los bis- nois han sabido sacar provecho del árbol de diversas mane- ras: sus hojas son forraje para los animales, sus vainas son consumidas en diversas preparaciones y su madera sirve para construir cercas y casas y hacer fuego. Un ejemplo más del aprovechamiento de la biodiversi- dad en los cultivos viene de los warlis de la India, quienes practican el control de plagas mediante la inserción de ra- mas en sus arrozales, atrayendo las aves que encuentran en los visitantes indeseados una rica fuente de alimento216. Otras prácticas de manejo de múltiples especies, como la rotación de cultivos, el uso de parches217 y los sistemas mixtos de cultivo ayudan a preservar las funciones y las estructuras ecológicas. Los ejemplos recién expuestos hacen alusión a otra característica que los sistemas de producción humanos (econosfera) asociados al cc.tt. han debido tener en su de- rrotero adaptativo, haciendo eco a uno de los aspectos del proceder de los sistemas naturales (biosfera), lo que tiene que ver más con el aspecto cíclico de los socio-ecosistemas que con sus sobresaltos. El éxito de los sistemas naturales depende a la vez del óptimo aprovechamiento de la energía y de la recuperación de toda la materia comprometida en

215 Fikret Berkes, Johan Colding y Calr Folke. Op. cit., p. 1255. 216 Ibíd., p. 1256. 217 Ibíd., p. 1254.

481 los procesos naturales218, de lo contrario, los sistemas pue- den colapsar en medio de los desperdicios que no pueden reciclar; así, los desechos de una especie deben ser aprove- chados enteramente por las demás. En consonancia, las comunidades tradicionales parecen entender que, además de satisfacer sus necesidades, deben acompasar sus actividades económicas con los ciclos de los sistemas naturales como forma de asegurar su continuidad. En otras palabras, parece haber una marcada conciencia de que la econosfera está inscrita en la biosfera, es decir, que la econosfera es un sistema abierto, que depende enteramente de los recursos energéticos y materiales provistos por la biosfera, de la que hace parte. Sin duda, este aspecto ha sido importante en el carácter adaptativo del conocimiento tra- dicional, que ha permitido la perpetuación de los distintos grupos humanos hasta la actualidad. Proponemos que la sostenibilidad de las prácticas de aprovechamiento de los recursos depende de esta concepción inclusiva de la labor humana en el entorno natural, sin escisión ni oposición, de lo que va también la noción ecológica occidental de so- cioecosistema. En contraste, los modelos de producción y de consumo occidentales, asociados a la doctrina del desarrollo y enmar- cados en la lógica del lucro219, conciben la economía como

218 Este tema es ampliamente tratado por Augusto Ángel Maya, quien asevera que la escisión entre el hombre y la naturaleza, que patenta nuestra actividad económica y la visión del mundo natural provista por el modelo científico mecanicista, tiene su origen en el platonismo. Augusto Ángel Maya. (2001). El retorno de Icaro. Cali, Universidad Autónoma de Occidente. 219 La íntima relación entre la ciencia y el sistema económico dominante en la actualidad ha sido denunciada por varios autores, al punto de ser referida como tecnociencia-capitalista (un tipo de episteme indisociable del sistema capitalista). Al respecto, Vandana Shiva anota lo siguiente: “La concepción reduccionista (la ciencia moderna) del mundo, la revolución industrial y la economía capitalista son los componentes filosófico, tecnológico y económico

482 un sistema cerrado, demandando más recursos de los que la biosfera está en capacidad de proveer, y arrojando más desechos de los que el sistema productivo y la naturaleza están en capacidad de recuperar en sus procesos. Sea dicho de paso, quizás el problema de las basuras, específicamente de su visibilidad220 en la India rural y ur- bana, al igual que en otros lugares de la periferia, no sea si- no un gesto arcaico asociado a la concepción según la cual nada es realmente un desperdicio, y todo puede y debe ser aprovechado. El problema real, entonces, se genera con la introducción de elementos que no pueden ser utilizados por ninguna especie en ningún proceso, dándose a la acumula- ción indefinida. A diferencia de las sociedades desarrolla- das, el problema universal de los desechos de la industria moderna se haría evidente en la India por este gesto arcaico que hace pensar en la inmunidad de las sociedades indias al concepto de basura221. En el mundo desarrollado, por el con- trario, las basuras se esconden, se marginan o se exportan, sustrayéndolas del orden de lo visible, lo que no hace sino agravar el problema. Antes de cerrar esta breve introducción al cet, me per- mito hacer una última anotación personal. Si bien la cultura y la episteme –esto es, el conocimiento adaptativo222– han posibilitado a muchas poblaciones humanas, es decir, a todos los grupos humanos que han logrado perpetuarse

de un mismo proceso”. María Mies y Vandana Shiva. (1997). Ecofeminismo: teoría, crítica y perspectivas [Mireia Bofill, Eduardo Iriarte y Marta Pérez Sánchez (trads.)], Barcelona, Icaria Editorial, S. A., p. 47. 220 Lo que según la interpretación tradicional se debe a la deficiencia de los sis- temas de recolección de las basuras. 221 Roberto Restrepo. (2008). “Apuntes de viaje a la India septentrional”, Zero, n.º 20, primer semestre, pp. 90-95. 222 O la plataforma instrumental, por utilizar el término que algunos acuñan en la actualidad para referirse a la cultura.

483 hasta la actualidad, adaptarse exitosamente, idealizar el cet puede ser tan perjudicial como desconocerlo o rechazarlo radicalmente. Oponer la ciencia moderna a los cuerpos del cet, condenando a la primera y ensalzando ciegamente a los segundos, resulta un esfuerzo de reivindicación vano y superficial. Bastará con recordar el colapso de dos grandes civilizaciones por problemas ambientales de origen antró- pico: los sumerios y los mayas223, lo que vale para decir que cualquier grupo humano está expuesto, en mayor o menor grado, a participar de su propia destrucción. Con lo anterior no se pretende exonerar a la tecnociencia moderna ni a los sistemas económicos asociados, pues la cri- sis ambiental que han desencadenado no tiene precedentes, siendo la primera crisis ambiental antrópica a escala global. Solo se pretende señalar la cautela que debe acompañar a la revisión del cet, y advertir de la banalidad de la idealización doble de la naturaleza y del saber tradicional224. Según la evidencia, lo constante en la historia geológica y biológica del planeta es el cambio, y no el equilibrio inmu- table, cuando se toman en consideración grandes períodos de tiempo, lo que destruye de tajo el anhelo por el retorno a una idílica armonía natural, que se supone fuese alterada por la imposición de la racionalidad tecnocientífica. El co-

223 Lester R. Brown. (2008). Rescatando un planeta bajo estrés y a una civilización en dificultades [Gilberto Rincón Gonzáles (trad.)] [Colección de Textos de Jurisprudencia], Bogotá, Editorial Universidad del Rosario, p. 31. 224 Slavoj Žižek critica las teorías que presuponen el equilibrio y la unidad de la naturaleza y, por lo tanto, un posible retorno idílico a ella, una posible reconci- liación. Por el contrario, Žižek habla de una alienación más radical del hombre con respecto a la naturaleza, lo que interpreto aquí como un interrogante ante la naturaleza misma, como un esfuerzo por pensar la naturaleza por fuera de los esquemas tanto de la ciencia mecanicista como de la seudo ciencia. En Slavoj ŽiŽek. (2008). We need another chicken, Charla dictada en Powell´s city of books, Portland, Oregon, 9 de septiembre. En video: Pdx justice productions, 2008.

484 rrelato cultural de la naturaleza idealizada, el buen salvaje, respetuoso de este hipotético orden inmutable, también se desdibuja al ponerlo en perspectiva225. De hecho, la conside- ración de una doble tendencia natural, de lo cíclico y lo in- tempestivo, es común tanto a la nueva ecología como al cet. Según lo anterior, buscar en el cc.tt. un remedio mágico que resuelva definitivamente la permanencia del hombre en el planeta, disipando todas las amenazas ambientales naturales o antrópicas es un error. Su revisión, reivindi- cación y eventual recuperación, sin embargo, en lo que ya hemos insistido suficientemente, es una herramienta útil, quizás indispensable, para enfrentar algunos proble- mas ambientales asociados a los modelos hegemónicos de conocimiento, producción y de consumo que, según se atestigua en la actualidad, están acelerando cambios que amenazan la supervivencia del hombre en el planeta en un futuro cercano.

A. Agricultura tradicional

La agricultura tradicional, proveedora principal de sustento para la especie humana es, sin duda alguna, la práctica más significativa del cet. El reconocimiento de su importancia en la actualidad se refiere a dos aspectos íntimamente rela- cionados, que exigen la reconsideración de las políticas de

225 Aunque esta lectura de la “historia” del planeta, compuesta por cambios súbitos, lentas transformaciones y un eventual fin del mundo tal cual lo conocemos es propia de la ciencia moderna, la comprensión temporal de lo existente como creación, transformación y destrucción no es ajena a las cos- movisiones no occidentales, siendo un elemento primordial del hinduismo y su teoría de las Kalpas, edades o eones del universo, que se crea y se destruye constantemente. Por lo demás, lo anterior podría ayudar a sostener que la idealización de un estado de reconciliación definitivo no es sino el producto de la nostalgia occidental.

485 remplazo de los métodos tradicionales por otras prácticas más modernas226, ampliamente difundidas alrededor del globo y consideradas hoy como convencionales. Primero, la agricultura tradicional ha demostrado ser muchísimo más jovial con el entorno que la agricultura convencional, protegiendo y estimulando la biodiversidad y la resiliencia de los ecosistemas. Y segundo, también parece satisfacer de una manera más adecuada227 las necesidades de las comunidades, cubriendo eficazmente las demandas de alimentos, abrigo, leña, forraje y demás, por encima de sus contrapartes convencionales. La relación entre estas dos condiciones es evidente: la protección de la biodiversidad y el fortalecimiento de la resiliencia, a largo plazo, inciden positivamente en la productividad de los ecosistemas, in- cluyendo aquellos altamente intervenidos por el hombre, como los cultivos. En oposición, según señalan algunos especialistas, las revoluciones agrarias, basadas en el uso intensivo de agroquímicos y la plantación de monocultivos en grandes extensiones, como la revolución “verde”228 y, posteriormen- te, la “amarilla”229, presentan un incremento ilusorio de la productividad que, a largo plazo, repercute seriamente en la salud de los suelos y afecta drásticamente los ecosis- temas asociados a los cultivos, terminando por empeorar

226 De hecho, la agricultura intensiva se convirtió en la forma convencional de agricultura alrededor del mundo en la segunda mitad del siglo xx. Hacemos de esta forma la distinción entre agricultura tradicional y agricultura conven- cional. 227 Vandana Shiva. Cosecha robada, Op. cit., p. 33. 228 En el contexto indio, la revolución verde se refiere al incremento de la produc- ción de trigo y arroz por medio de la inclusión de métodos agroindustriales durante la década de los setenta del siglo pasado. 229 De la década de los ochenta, el equivalente de la revolución anterior, pero referida a las semillas oleaginosas.

486 las condiciones de los labriegos que cada vez se hacen más dependientes de productos agroindustriales, como abonos y pesticidas. Además, con el deterioro de los ecosistemas aledaños, también dejan de acceder a los bienes y servicios ambientales de los que se beneficiaban tradicionalmente. Ahora bien, aunque las revoluciones verdes siguen siendo propuestas por algunos como una alternativa exi- tosa de desarrollo rural, según los resultados de las últimas décadas230, estudios recientes demuestran que los mono- cultivos231 la quintaesencia de la agricultura “industrial” afectan la biomasa que atrapa la humedad en los suelos232, exponiendo los terrenos a la erosión, además de producir efectos devastadores a la biodiversidad233. Por lo demás, la práctica tradicional, que aprovecha las facilidades provistas por los ecosistemas, es mucho más eficiente en el aprove- chamiento de los recursos energéticos234. Así, aparte del impacto positivo de los métodos tradi- cionales para con los agricultores y el medio ambiente a escala local, se ha demostrado que la agricultura tradicional

230 fao, Departamento Económico y Social. (2000). Agricultura, comercio y seguridad alimentaria: cuestiones y opciones para las negociaciones de la omc desde la perspec- tiva de los países en desarrollo, vol. ii, Estudios de Casos de Países, en [www. fao.org/docrep/003/X8731S/x8731s07.htm] (Consultado el 7 de enero de 2009). 231 Vandana Shiva. Cosecha robada, Op. cit., p. 23. 232 J.N. Petty, A.S. Ball, Li Xiayun, N.H. Ravindranath. (2000). “Role of Sus- tainable Agriculture and Renewable-Resource Management in Reducing Greenhouse-Gas Emissions and Increasing Sinks in China and India, Philo- sophical Transactions: Mathematical”, Physical and Engineering Sciences, vol. 360, n.º 1797, Carbon, Biodiversity, Conservation and Income: An Analysis of a Free-Market Approach to Land-Use Change and Forestry in Developing and Developed Countries (agosto 15), pp. 1741-1761 y 1774. 233 GM Freeze. (2008). GM Crops Around the World - An Accurate Picture [www. gmfreeze.org/uploads/GM_crops_land_area_final.pdf] (Consultado el 24 de noviembre de 2009). 234 J.N. Petty, A.S. Ball, Li Xiayun, N.H. Ravindranath. Op. cit., p. 1746.

487 reporta un doble beneficio respecto a una de las situaciones más preocupantes de la actualidad a nivel mundial, a saber, el calentamiento global producido por la emisión excesiva de gases de efecto invernadero. Este doble impacto consiste en una reducción drástica de la demanda de energía fósil en la producción de alimentos en comparación con la requeri- da por la agricultura intensiva, directa e indirectamente, lo que implica una reducción significativa en las emisiones de gases de efecto invernadero; a la vez, la biomasa compro- metida en los procesos de producción tradicional remueve eficazmente el dióxido de carbono de la atmósfera235, lo que vale por decir que los sembradíos a guisa tradicional actúan como sumideros efectivos de los gases causantes del calentamiento global. En esta línea, más de cuarenta programas de agricul- tura sostenible han sido adelantados en India y China, involucrando el conocimiento previo de los agricultores, potenciado con la introducción de nuevas tecnologías de simple funcionamiento, en un esfuerzo por responder a la demanda del Protocolo de Kyoto236 de reducir el impacto antropogenético en el sistema climático237. Como observábamos más arriba, la agricultura es una actividad de primer orden para India y China, los dos paí-

235 Ibíd., p. 1742. 236 Ambos países, China e India, han firmado y ratificado el Protocolo. La rele- vancia de ambos países en el enfrentamiento del cambio climático es incues- tionable: se cuentan entre los diez países con más altos índices de emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. Entre 2007 y 2008 China pasó a Estados Unidos en emisiones de CO2 para producción de energía, convirtién- dose en el emisor número uno del planeta. Sin embargo, tanto China como India tienen aún bajos niveles de emisión de gei per cápita, en comparación con los países desarrollados. 237 Ibíd., p. 1752.

488 ses más populosos del mundo238. De primer orden porque la mayor parte de su fuerza laboral se aplica a la tierra239, por encima de cualquier otro sector de la economía, y por la gran demanda de alimentos de sus inmensas poblaciones240, lo que hace de la producción autóctona un asunto priorita- rio de seguridad alimentaria. A pesar de que la agricultura no reporta sino un porcentaje relativamente pequeño del pib (aproximadamente el 13% del pib de China y el 16% del pib de India), los aspectos negativos de la explotación agrí- cola convencional, insostenible a largo plazo y con serias repercusiones tanto ambientales como sociales, exigen de China e India la búsqueda de alternativas. Parece claro que la agricultura tradicional no puede, ella sola, satisfacer las demandas alimentarias241 y comerciales de ambos países, sin embargo, junto con la ecología, se plantea una simbio- sis que pueda quizás responder, a la vez, a las presiones ambientales y a las demandas de las vastas poblaciones de India y China, en constante crecimiento. Por lo demás, si Japón empieza a interesarse en la producción agrícola indí- gena en sus políticas de seguridad alimentaría242, el rescate y revisión de elementos de la agricultura tradicional podría

238 Primero China con 1300 millones de habitantes, seguido de India con 1170 millones. 239 70 % de los empleos de la India, y el 40% de los de la China dependen direc- tamente del agro, como indicábamos anteriormente. Los terrenos destinados al cultivo en India y China equivalen a 180,18 millones de hectáreas y 554,851 millones de hectáreas respectivamente. 240 Por ejemplo, China tiene que mantener a un quinto de la población mun- dial con una décima parte de la tierra cultivable del planeta. Time, Health & Science [www.time.com/time/health/article/0,8599,1714218,00.html] (Consultado el 29 de julio de 2008). 241 Tian Shi. (2000). “Ecological Agriculture in China: Bringing the Gap Between Rhetoric and Practice of Sustainability”, Ecological Economics, vol. 42, edición 3, septiembre, pp. 359-368. 242 Yoshio Hatano (ed.). Op. cit., p. 64.

489 ser una estrategia consonante con las parcelas minifundistas que se han mantenido hasta la actualidad en el marco de su pobre actividad agrícola. Por último, señalaremos brevemente una nueva amena- za a la agricultura tradicional, asociada a las imposiciones de la omc sobre la agricultura, según una denuncia común de las partes que hablan a favor del agricultor tradicional, a saber, la internacionalización de los derechos de propie- dad intelectual sobre especies vivas y sus funciones que, desde hace dos décadas, comenzó a socavar el derecho de los labriegos a guardar y seleccionar semillas de sus cosechas para sembrar e intercambiar con otros campesi- nos libremente243-244. Además, cualquier característica que comparta una planta cualquiera con una planta patentada puede infringir dicha patente, por lo que los agricultores tradicionales, protectores de la biodiversidad, podrían terminar expuestos a la acusación de “biopiratas” en un momento dado245-246. Según denuncia Vandana Shiva, lo que se constata hoy en la India, después de la revolución verde, la globaliza- ción y la introducción de las biotecnologías, es una nueva condición de dependencia que estrangula al campesinado de la India, al punto que en la última década se ha dispa- rado geométricamente el suicidio de los agricultores por la imposibilidad de pagar a sus acreedores247-248. La condición

243 Vandana Shiva. ¿Proteger o expoliar? Op. cit., pp. 69-72. 244 Louise Grenier. Op. cit., p. 22. 245 Vandana Shiva. ¿Proteger o expoliar? Op. cit., pp. 69- 77. 246 Vandana Shiva. (2005). India dividida: asedio a la libertad y a la democracia [Néstor Cabrera (trad.)], Madrid, Editorial Popular, p. 74. 247 Lo que ocurre incluso en Gujarat, el estado con mayor crecimiento económico en los últimos años en la India (un 10% de crecimiento del pib anual) Documen- tal: Lalit Vachini. (2007). In Search of Gandhi, serie “Why Democracy?”, bbc.

490 alarmante de los campesinos contrasta con la actitud dis- plicente de las transnacionales que tienen el monopolio del mercado de semillas y agroinsumos a nivel mundial. Por ejemplo, Monsanto se exonera de cualquier responsa- bilidad ambiental o de rendimientos bajos, en caso de que sus semillas no se comporten de acuerdo con lo ofrecido y esperado249-250. Según asevera Shiva, el gobierno indio está maniatado tanto para resolver la situación del campesi-

248 Vandana Shiva. India dividida. Op. cit., pp. 92, 105. 249 Vandana Shiva. ¿Proteger o expoliar? Op. cit., p. 75. 250 Aunque no ahondamos en el debate sobre las implicaciones de las semillas y organismos genéticamente modificados, hay quienes ven en la introducción de estas semillas y organismos una alternativa para combatir el hambre, me- jorar las condiciones de vida de los agricultores e, incluso, proteger el medio ambiente, destinando más áreas a la conservación. En un comunicado de Monsanto se anuncia con júbilo el incremento del área mundial cultivada con semillas modificadas: “A comienzos de la segunda década de adopción de cultivos transgénicos, el área de cultivos transgénicos aumentó en 12 millones de hectáreas, o 13%, hasta situarse en 102 millones de hectáreas, batiendo de este modo por primera vez la marca de 100 millones de hectáreas y logrando el segundo crecimiento más alto de los últimos 5 años. El crecimiento durante el período 1996-2006 es equivalente a un aumento sin precedentes de 60 veces, lo cual representa la tasa de adopción más alta de cualquier tecnología de cultivos. Además, el número de agricultores que plantan cultivos transgénicos experimentó un gran aumento y superó por primera vez los 10 millones, hasta alcanzar 10,3 millones, respecto a los 8,5 millones de agricultores en 2005”. Luego, el comunicado promueve los cultivos genéticamente modificados como una alternativa para los pequeños productores de los países pobres: “El año pasado, más del 90%, o 9,3 millones de agricultores de cultivos trans- génicos, eran agricultores pequeños y con escasos recursos procedentes de países en vías de desarrollo, lo que permitió que la biotecnología hiciera una modesta contribución para aliviar su pobreza”, señaló James. “En la próxima década, millones de agricultores pequeños y con escasos recursos recurrirán a la posible oferta de cultivos transgénicos”. Monsanto Imagine. Los cultivos biotecnológicos superan los 100 millones de hectáreas con un crecimiento de un 13% [www.monsanto.es/noticias-y-recursos/noticias/los-cultivos-biotecnol- gicos-superan-los-100-millones-de-hect-reas-con-] (Consultado el 29 de noviembre de 2008). Sin embargo, los cultivos genéticamente modificados hacen tan solo un 3,9% y un 3,7% del área total destinada al arado en India y China respectivamente, lo que alivia a los activistas. Gm Freeze, 2008. GM Crops Around the World - An Accurate Picture [www.gmfreeze.org/uploads/ GM_crops_land_area_final.pdf] (Consultado el 29 de noviembre de 2008).

491 nado como para aliviar el hambre de la población debido a las restricciones impuestas por la omc251. De la misma forma, según los pronósticos, la reciente incorporación de China a la omc, puede implicar un empobrecimiento de las provincias rurales más aisladas y, quizás, un descenso en la autosuficiencia agrícola, lo que requerirá de grandes inversiones en infraestructura, investigación y reformas de las políticas tributarias para el agro252. ' B. Gente de a pie

Hasta ahora hemos revisado algunos elementos que reite- ran la importancia de la protección del cc.tt., a diferentes niveles, junto con los intereses y demandas de algunas partes comprometidas en el debate sobre los dpi del cc.tt.; demandas que son sintetizadas por la ong Grain de la si- guiente manera:

251 Vandana Shiva. India dividida. Op. cit., p. 92. 252 Deepak Bhattasali, Shantong Li y Will Martin (eds.). (2001). China and the wto: Accession, Policy Reform and Poverty Reduction Strategies, World Bank and Oxford University Press.

492 - dpi . cc.tt. ediante los regímenes de propiedad propiedad de regímenes los ediante 253 Excluir la biodiversidad y el cc.tt ., o in - para de protección instrumentos troducir el comunidades. las de parte por Control , comunidades ong , comunidades de amplio grupo Un agricultores. pequeños locales y M re de derechos o comunales intelectual inclusivos. cursos Derechos de los agricultores y de las co - de los agricultores Derechos munidades. Alternativas reales de reales Alternativas No patentabilidad de las formas de vida. formas las de patentabilidad No Soberanía de las comunidades y control y control comunidades las Soberanía de colectivo. - upov. cc.tt . dpi . Tabla 6 Tabla tentes sobre la vida o el o vida la tentes sobre Enmiendas en conformidad con el el con en conformidad Enmiendas pa las discutir a entrar sin pero , cdb Control estatal. Control uchos gobiernos degobiernos M uchos la Asia-Pacífico región Por medio de los medio de Por De acuerdo con otorgar derechos a derechos con otorgar De acuerdo de plantas, con al - los productores que privilegien a gunas previsiones agricultores. pequeños los No hay claridad, pero la mayoría mayoría la pero claridad, hay No la con acuerdo de están Algunas exclusiones. Algunas Soberanía estatal. Demandas de los diferentes actores diferentes los de Demandas dpi. dpi. . upov Ningún tipo de enmienda que de estándares los disminuya de los protección Irrestricto. La mayoría de compañíasmayoría La industriales países y Por medio de los medio de Por Derechos y patentes para los para los y patentes Derechos plantas. de productores Estándares de la de Estándares Ningún tipo de exclusión. tipo de Ningún Control del mercado. del Control

trips , 2002 [www.grain.org/briefings/?id=97#_ of Piracy and Protection Kowledge of Biodiversity in Asia-Pacific: Problems Traditional ) Grain, 2008). de octubre de 7 el (Consultado Toc19100628] adpic ( Acceso En relación con… relación En Participación beneficios de Variedades Variedades plantas de Sui generis Sui Patentes Propiedad Revisión del Revisión 253

493 El elemento divergente entre las demandas de los gobier- nos y de las comunidades radica en el interés de los prime- ros por asegurarse el control estatal del cc.tt. Sin embargo, la salvaguarda de los conocimientos tradicionales y de los recursos genéticos asociados tiene que ver directamente con el empoderamiento de las comunidades que los han con- servado, utilizado y renovado durante generaciones. Así, al menos, lo reconocen las instancias supranacionales que coinciden en la importancia de la participación de las comu- nidades indígenas y locales en el manejo sostenible de los recursos en los territorios que tradicionalmente habitan254. Sobresale la Declaración y Convención Internacional sobre la Eliminación de Cualquier Forma de Discrimina- ción Racial de las Naciones Unidas de 1963255, a partir de la cual se estudió el problema de la discriminación contra los pueblos indígenas, concluyendo que estos deberían regirse por sus propias leyes y tener dominio sobre sus territorios y sobre los recursos de dichos territorios256. Desde enton- ces, los esfuerzos de varios organismos supranacionales se han enfocado en el tema de los derechos de los pueblos indígenas, entre los que se incluye el Foro Permanente sobre Asuntos Indígenas de la onu, instancia que agenció en el 2007 la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas257.

254 Ver la rúbrica sobre los organismos supranacionales. 255 Organización de las Naciones Unidas. (2003). Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación, 1963 [www.unhchr.ch/ spanish/html/menu3/b/9_sp.htm] (Consultado el 25 de agosto de 2008). 256 Francesco Mauro y Preston D. Hardinson. Op. cit., p. 1264. 257 United Nations, United Nations Declaration on the Rights of Indigenous Peoples, 2007 [www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/drips_en.pdf] (Consultado el 20 de septiembre de 2008).

494 Gracias a estos esfuerzos, la inclusión y reconocimiento de los pueblos indígenas y locales por parte de los estados es cada vez más común. Así, varias comunidades tradicio- nales trabajan en planes de manejo sostenible de las reser- vas naturales en China, con la asistencia de organizaciones internacionales y del gobierno258; y en el Japón, país carac- terizado por la homogeneidad de su población, la minoría de los Ainu fue finalmente reconocida en 2008259, dando un nuevo impulso a la conservación de sus tradiciones. Ahora bien, vale la pena detenerse en el caso de India, país en el que se ha mantenido una tradición popular de reivindicación del acceso a los recursos por sus beneficiarios tradicionales muy particular. Según anota Amartya Sen, esta postura crítica ha sido parte del legado cultural de la India durante milenios260, empero, solo rastrearemos aquí sus antecedentes hasta la figura emblemática de Mahatma Gandhi. En India, muchos movimientos de campesinos e indí- genas han sido inspirados por el satyagraha gandiniano, la doctrina pacífica de no-cooperación y no-obediencia frente a un régimen opresor, fundamentada en los pilares plus- cuan-democráticos del autoabastecimiento (swadeshi) y el autogobierno (swaraj)261.

258 Biodiversity Clearing-House Mechanism of China, Protection of Traditional Knowledge [http://english.biodiv.gov.cn/rdwt/200603/t20060323_30678. htm] (Consultado el 20 de septiembre de 2008). 259 Ankn. Ainu of Japan [www.ankn.uaf.edu/iew/ainu.html] (Consultado el 22 de septiembre de 2008). 260 Amartya Sen. (2007). India contemporánea: entre la modernidad y la tradición [Horacio Pons (trad.)], Barcelona,Editorial Gedisa, pp. 15-16, 26-50. 261 El momento más diciente de la magnitud futura del movimiento encabezado por Gandhi fue la marcha de la sal de 1931. Gandhi, junto con cientos de personas, marchó veintiún días desde Ahmedabad hasta Dandi donde, reco- giendo un puñado de sal del suelo, restableció simbólicamente el derecho de

495 Hasta la actualidad, el más sonado de estos movimien- tos populares ha sido el Chipko Andolan262, originado en la región norteña de Uttaranchal, en la década de los setenta. Su nombre, Chipko, es decir, abrazo, se refiere a la forma en la que los locales comenzaron a proteger los bosques del destral foráneo, a saber: abrazando los árboles. Estos movimientos, descendientes de los movimientos satyagra- ha de la sal y satyagraha forestales de la primera mitad del siglo xx, son a la vez ecológicos y sociales, puesto que la reivindicación del derecho al uso de los recursos por parte de sus beneficiarios tradicionales se opone a la depredación irracional de los mismos por parte de agentes externos. De hecho, los primeros movimientos forestales inspirados por el satyagraha luchaban por el acceso de los labriegos a los productos de los bosques, restringidos para ellos en pro- vecho de las compañías explotadoras británicas263, bajo la doctrina de la explotación científica264 265. En lo posterior, el interés nacional y el crecimiento económico siguieron jus- tificando la expoliación del derecho de las comunidades a abastecerse y suplir sus necesidades con los productos del bosque, lo que facilitó que estos movimientos se expandie- ran rápidamente a toda la India, especialmente a las regio-

la gente a servirse libremente de la sal a pesar de las restricciones impuestas por el régimen colonial británico. 262 Vandana Shiva y J. Bandyopadhyay. (1986). “The Evolution, Structure and Impact of the Chipko Movement”, Mountain Research and Development, vol. 6, n.º 2. (mayo), pp. 133-142. 263 Ibíd., p. 137. 264 Gopa Joshi. (1983). “Forestes and forest policy in India”, Social Scientist, vol. 11, n.º 1. (enero), pp. 43-52. 265 Vandana Shiva. ¿Proteger o expoliar?: los derechos de propiedad intelectual. Op. cit, p. 48.

496 nes montañosas y los bosques tropicales de Kerala y desde Gujarat hasta Tripura266. Para la década de los noventa, el catálogo de los movi- mientos ambientales populares de la India incluía a: el Chi- pko Andolan (movimiento Chipko); el movimiento “Salve- mos el río Bhagirathi” y el “Comité para detener el Proyecto de Tehri” en el estado de Uttar Pradesh; el Narmanda Bhachao Andolan (Movimiento para salvar el Narmada) en los esta- dos de Madhya Pradesh y Gujarat; varias organizaciones de tribus de las montañas de Gandhamardan y de los bosques de Orissa, donde se encuentran importantes yacimientos de bauxita (piedra que contiene grandes cantidades de aluminio)267; el Movimiento Appiko en los Ghats Occiden- tales; y varios grupos de oposición a la planta nuclear de Kaiga en Karnataka, entre otros268. Así mismo, la doctrina del satyagraha ha estado detrás de muchas protestas contra la globalización durante las décadas del noventa y del dos mil, ejerciendo presión sobre el gobierno indio con algunas victorias parciales269. Gracias a la presión y los virajes en la forma de entender la conservación, en las dos últimas décadas se han dado importantes cambios en el sistema de áreas protegidas de la India270, devolviendo a las comunidades indígenas y locales el derecho a intervenir en los bosques protegidos, con sus formas de manejo tradicional. Este tipo de orien-

266 P. P. Karan. (1994). “Environmental movements in India”, Geographical Review, vol. 84, n.º 1. (enero), pp. 32-41. 267 Para 1998, los yacimientos de bauxita en el estado de Orissa, ponían en peligro la forma de vida de 60.000 adivasis (indígenas), moradores de los bosques, y son la segunda causa de deforestación después de la explotación maderera. 268 P. P. Karan. Op. cit., pp. 32-41. 269 Vandana Shiva. India dividida: asedio a la libertad y la democracia. Op. cit., p. 91. 270 E. Somanathan. (2007). Biodiversity in India, Oxford Companion to Economics in India, Oxford University Press, pp. 32-35.

497 tación ha presentado mejores resultados que las políticas anteriores, de corte centralista y herederas de las doctrinas de conservación y explotación “científica” del Raj británico, caracterizadas por la restricción del acceso de los locales en aras de la conservación. Una última anotación antes de cerrar esta rúbrica: si las políticas de protección del cc.tt. tienen como finalidad la conservación de la biodiversidad, tal como lo anuncian las instancias supranacionales y los países que abogan por la salvaguardia del cc.tt., como el cbd y el Grupo de Países Megadiversos Afines, India y China, parece indispensa- ble proteger y reivindicar el contexto donde estos saberes fueron producidos y conservados. Si la potestad sobre los conocimientos y los recursos se expolia de las comunida- des en nombre del crecimiento económico y los intereses nacionales, se pierde completamente el sentido ecológico y social de su supuesto rescate. Al respecto de esta nueva situación de enajenación, una mujer de la minoría Miao de la China observa, con preocupación:

“Mi familia ha practicado la medicina por más de diez generaciones. Conocemos todas las plantas y animales en nuestra aldea y como pueden sanarnos. Compartir este cono- cimiento nos ha ayudado a participar en el mercado global. Sin embargo, ahora trabajo para un negociante Han. Ellos vienen y convierten nuestras plantas en esas pastillas y se quedan con el dinero. El gobierno nos dice que la moderniza- ción de la mtc va a traer mucha riqueza, pero a nadie parece importar si nosotros nos beneficiamos o no”271.

271 Traducción libre. En el original: “My family has been practicing medicine for more than ten generations. We know all of the plants and animals in our village and how they can help us heal. Sharing this knowledge has helped us participate in the global market. But now I work for Han businessmen. They

498 Conclusiones

En las páginas anteriores se han señalado algunos aspec- tos en los que los saberes tradicionales son reivindicados en el contexto actual a diferentes niveles, lo que parte de su reconocimiento como formas válidas de conocimiento desde una condición crítica de la episteme occidental. Estos aspectos son: 1. La incidencia del cc.tt. en la conservación del medio ambiente y de la biodiversidad, en lo que coinciden los fo- ros y acuerdos internacionales relacionados con el medio ambiente. 2. La importancia comercial que han comenzado a tener las modulaciones de cc.tt., sobre todo de medicina tradi- cional, a nivel mundial. 3. El papel del conocimiento tradicional en el hallazgo de nuevas medicinas alópatas y el desarrollo de la biotec- nología mediante la bioprospección. 4. Las ventajas económicas y sociales que la agricultura tradicional y las formas tradicionales de manejo ecosisté- mico parecen presentar para las comunidades por encima de la explotación convencional, causante de la degradación ambiental y, por lo tanto, insostenible a largo plazo. La principal de las ventajas es, quizás, la independencia de los pequeños agricultores. La primera conclusión que se desprende de todos estos rubros es que el conocimiento tradicional es completa- mente actual y pertinente, no sólo para las comunidades

come and turn our plants into these pills and then they take the money. The government keeps saying that the modernization of tcm is going to bring great wealth, but no one seems to care whether we profit or not.” Lila Buclei. Conference on Traditional Chinese Medicine Marks Shift Towards Global Market, Rises Concerns About Social and Ecological Impact, Op. cit.

499 tradicionales, indígenas o locales, sino que también tiene mucho que aportar a las disciplinas occidentales, como se ha demostrado ampliamente en los campos de la medicina y de la ecología. Con respecto a nuestros tres casos de estudio, hemos puesto a China e India el mote de superpotencias en lo con- cerniente al cc.tt., en lo que aventajan por mucho al Japón. La razón de esta desproporción, según indicábamos más arriba, radica en que India y China cuentan con una pobla- ción heterogénea compuesta por la concentración de grupos y minorías étnicas más importante del planeta lo que, junto con la diversidad ecosistémica y genética de sus territorios, ha facilitado el desarrollo de una multiplicidad de cuerpos de conocimiento a lo largo de su extensísima historia. En la actualidad, gran parte de la población de India y China aún depende del conocimiento tradicional como es- tructura epistemológica en la base de las prácticas con las que aseguran su sustento y resuelven sus necesidades. En oposición, Japón, gracias a las fuertes políticas de moderni- zación formuladas desde finales del siglo xix, logró imponer la ciencia moderna y sus instituciones, desplazando total- mente al conocimiento tradicional que, por lo demás, no era autóctono, sino importado de China en su mayor parte. Así, la medicina Kampo no fue rescatada en el Japón sino hasta la década de los sesenta, después de haberse promovido una cobertura universal de los servicios de salud occidentales. Una situación diametralmente opuesta se dio en India y China, países en los que las distintas formas de la medi- cina tradicional siempre han estado presentes, a pesar de las políticas de fomento de la medicina occidental, gracias a dos factores: las deficiencias de cobertura de la medicina occidental, por un lado, y la promoción de la medicina tra- dicional por parte de los dos jóvenes estados modernos, que veían en la inclusión de la medicina indígena una forma

500 de salvar elementos significativos de la tradición para la creación de una nueva identidad nacional. Ahora bien, la particularidad de las actitudes de los tres países respecto al conocimiento tradicional es aún visible, a pesar de la inclusión exitosa de la medicina Kampo en el sistema de salud japonés. Sostenemos que la India y la China han sido países mixtos y múltiples en términos gno- seológicos, lo que es evidente en las políticas estatales de salud, a diferencia de Japón, que hace primar el elemento occidental. Así, mientras las formas de instrucción y prác- tica de las medicinas tradicionales son independientes de la medicina occidental en los casos de India y China (más en India que en China, donde se busca una simbiosis entre las dos tendencias), estando sometidas a reglamentaciones e instancias autónomas, la medicina tradicional del Japón está completamente subordinada a la medicina occidental, y es regida por las mismas instancias y legislaciones, por lo que una persona no puede recibir instrucción en kampo, o practicar cualquier tipo de método curativo, sin haberse recibido como médico occidental. Fuera del campo de la salud, la modernización ha erosio- nado el panorama vivo del conocimiento tradicional japo- nés en general. La industrialización acelerada de posguerra transformó rápidamente a la mayor parte de la población campesina restante, otrora detentora del cet, en busca de la restauración, logrando un crecimiento sostenido de más del 10% durante las dos primeras décadas de la segunda mitad del siglo xx. No discutimos el impacto de esta condición en la cultura japonesa272, sin embargo, señalamos que el hecho de que Japón haya comenzado una carrera precoz hacia el

272 No hacemos referencia a otros aspectos culturales, en los que sigue siendo importante la tradición, adaptada o transformada.

501 desarrollo, lo que le permite ocupar un lugar privilegiado en el mundo “desarrollado” desde hace algunas décadas, tiene fuertes implicaciones; una de ellas es la dependencia de la ciencia occidental como estructura epistemológica exclusiva, o casi exclusiva, detrás de su gran desempeño económico. Contrastan los casos de India y China, aun en vías de desarrollo. En parte, esta condición de “subdesarrollo” es uno de los factores que ha favorecido la perpetuación de los saberes tradicionales en ambos países, como ya hemos anotado. Otra porción importante corresponde a las po- líticas deliberadas de promoción del cc.tt. por parte de los gobiernos y la preferencia popular, por lo que resulta impreciso aseverar que el cc.tt. se haya resguardado en las instancias más aisladas o marginales, exclusivamente. Empero, los casos varían de acuerdo con la época, el país y el saber específico. A la vez que contrastan, los casos de India y China parecen, al tiempo y con el tiempo, converger con el caso japonés, lo que no deja de sorprender, pues, siguiendo un derrotero análogo al de Japón, China e India son los países emergentes con más altos índices de crecimiento económico en el nuevo milenio (con un crecimiento del PIB del 11,4% y del 9,2% durante el 2007), situación que coincide con dos eventos de suma importancia para el devenir de la huma- nidad. En principio, la primera crisis ambiental antrópica a escala global; y después, el advenimiento de la biotecno- logía. Ambos eventos cuestionan directa e indirectamente las formas hegemónicas de producción y de consumo de- sarrolladas bajo la tutela de la tecnociencia mecanicista, lo que implica la revisión misma del concepto de desarrollo. La principal crítica se dirige a que tanto la ciencia económica como la ciencia, sin más, han introducido valores y formas de vida insostenibles. De la ciencia económica convencio- nal, Germán Poveda anota:

502 “El producto interno bruto (pib) se ha usado en economía como un indicador del grado de desarrollo de las sociedades. A lo sumo alcanza a servir como indicador de los flujos de caja y de las transacciones monetarias de una economía. El pib distorsiona la realidad de muchas maneras: (i) no contabi- liza el agotamiento de los recursos naturales, (ii) en términos contables, el pib considera la extracción de recursos naturales como ingreso, en lugar del agotamiento de bienes comunes; (iii) el pib ignora completamente las transacciones que no son hechas en dinero; (…) Una de las causas de fondo del cambio climático es la incapacidad de la economía de mercado para incorporar la dimensión ambiental en sus cuentas econó- micas. (…) La ciencia económica no valora los servicios que prestan los ecosistemas, ni se penalizan los daños al ambiente en su real valor económico”273.

En oposición diametral, muchos elementos que algunas de las prácticas económicas tradicionales y sus saberes asociados (cet) sí tienen en cuenta, resultan invisibles pa- ra la ciencia económica y la ciencia moderna en general. Es invisible el trabajo del labriego que produce para su autoabastecimiento274 e intercambia el excedente de su actividad, al igual que es invisible el delicado entramado de los ecosistemas para la provisión de bienes y servicios. De esta forma, el costo ambiental real de la producción a gran escala, y su contraparte, el consumo a gran escala, es transfigurado en el pib, enmascarando la realidad de la

273 Germán Poveda. (2008). “Impactos del cambio global y la necesidad de una eco-economía”, Economía Colombiana, Revista de la Contraloría General de la República de Colombia, n.º 323, febrero, “Política ambiental: urge claridad y consistencia”, pp. 9-17. 274 Vandana Shiva y María Mies. (1998). La praxis del ecofeminismo: biotecnología, consumo y reproducción [Mireia Bofill y Daniel Aguilar (trads.)], Madrid, Editorial Icaria, p. 27.

503 devastación y la insostenibilidad del modelo económico hegemónico: la economía de mercado. La ceguera de la ciencia económica no es más que una extensión de la miopía de la ciencia moderna en general. Esta miopía consiste en tratar de imponer al sujeto por encima del objeto, y tratar de “estabilizar la realidad” de acuerdo con los intereses del sujeto del conocimiento; la ciencia como pro- yecto de control y dominio de la naturaleza. En últimas, es el intento epistemológico de reducir la alteridad a una función del elemento dominante, como la economía es un esfuerzo por reducir la realidad de los recursos y la labor humana a una función del capital. Por lo demás, para la biotecnolo- gía, bajo el signo del capital de mayor lucro, el crecimiento económico es el pináculo, el último estadio de la ciencia moderna (lineal-mecanicista), en la que la estructura misma de la vida se trata de modificar de acuerdo con los intereses comerciales. De esta forma, se constata la pérdida radical de la alteridad y la exterioridad, reafirmando los problemas que ha traído la imposición de una lectura unívoca del mundo, esto es, el desastre ecológico antropogénico, o, lo que resulta igualmente infortunado, la creación de un mundo artificial a la medida de las exigencias de un sistema económico om- niabarcante275, lo que Baudrillard y Shiva coinciden en de- nominar la solución final276, parodiando la consigna del tercer Reich. Solución final caracterizada por la aniquilación de la alteridad, según señala Baudrillard:

275 Afortunadamente, los esfuerzos por replicar los ecosistemas, como el proyecto biosfera 2, han sido un rotundo fracaso. Al parecer, ante mayor es la sofistica- ción de la ciencia para determinar su objeto de estudio, mayor resistencia de la exterioridad –ya no objetiva, puesto que el objeto, como en la física cuántica, desaparece–. Una resistencia vacía, sin contenido ostensible. 276 Ambos autores han sido citados frecuentemente a lo largo de este texto y, aunque vienen de disciplinas y contextos totalmente heterogéneos, coinciden en sus apreciaciones centrales.

504 “En cualquier caso, estamos tratando, con una especie de revisionismo, una revisión crucial de todo el proceso de evolución y especialmente del de la raza humana: una especie incapaz de hacer frente a su propia diversidad, su propia complejidad, su propia diferencia radical, su propia alteridad”277.

Volviendo a nuestros casos de estudio, es evidente que Ja- pón, el país más desarrollado de los tres, el único del centro en el sistema mundial, es el que mayor impacto medioam- biental per cápita genera, lo que se hace mesurable gracias al concepto más o menos novedoso de huella ecológica278.

277 Aquí una porción mayor de la cita, para su mejor comprensión: “En la clo- nación (esta fantasía colectiva de un regreso a una existencia no individua- lizada y un destino de vida no diferenciada, esta tentación de regresar a una inmortalidad indiferente) vemos la verdadera forma de arrepentimiento de lo vivo hacia lo no vivo. Este arrepentimiento surge de las profundidades del pasado; suspiramos por un estado que ya se ha ido pero que será posible de nuevo por virtud de nuestras tecnologías, convirtiéndose finalmente en un objeto de nuestra fascinación, nuestra nostalgia y nuestro deseo. “Esto puede ser también la historia de un proyecto deliberado para poner fin al juego genético de la diferencia, para detener las divagaciones de los seres vivos. ¿No estamos en realidad enfermos de sexo, de diferencia, de emanci- pación y de cultura? El mundo de los individuos y de las relaciones sociales mismas ofrece sorprendentes ejemplos de este agotamiento –o resistencia– o vinculación nostálgica a un estado anterior del ser. En cualquier caso, esta- mos tratando, con una especie de revisionismo, una revisión crucial de todo el proceso de evolución y especialmente del de la raza humana: una especie incapaz de hacer frente a su propia diversidad, su propia complejidad, su propia diferencia radical, su propia alteridad”. Jean Bodrillard. Op. cit., p. 13. 278 El consumo per cápita de recursos biosféricos en la mayoría de los países supera el nivel de la capacidad de producción de los ecosistemas a nivel global (para el 2002, el promedio per cápita mundial era de 2.2 hectáreas globales. Fuente: [www.footprintnetwork.org/gfn_sub.php?content=europe2005] (Consultado el 10 de Junio de 2008). El reporte “Asia-Pacific 2005: The Ecological Footprint and Natural Wealth”, por la ong wwf la región Asia-Pacífico, demanda aproxi- madamente el 40 por ciento de la capacidad productiva de los ecosistemas a nivel global, doblando su demanda de recursos desde 1961, y superando por 1.7 la capacidad productiva de la región. Sin embargo, esta angustiante cifra puede ser matizada al compararse con el número de habitantes de la región,

505 En consonancia, la periferia resulta ser mucho más jovial en términos ambientales279. La China y la India, por lo general, son ubicadas en la semiperiferia del sistema mundial, com- partiendo elementos tanto del centro como de la periferia, con muchas coincidencias. De este modo, India sigue a Chi- na en muchos aspectos: son los dos países con más concen- tración de etnias, los más poblados (juntos hacen un poco más de un tercio de la población mundial), los dos países con mayores índices de crecimiento económico, y juntos son megadiversos, condición que solo comparten con una pequeñísima parte de los países del mundo. Teniendo en cuenta todos estos elementos, es indiscutible que el desarro- llo del drama medioambiental en los próximos años está ín-

equivalente al 55% de la población mundial. La huella ecológica per cápita varía enormemente en la región. Por ejemplo, mientras la huella ecológica promedio en Australia es de 7.7 hectáreas globales, un bangladeshi prome- dio participa con apenas unas 0.5 hectáreas globales a la huella ecológica regional. Por lo demás, se responsabiliza en parte a la rápida transformación económica de algunos países como Japón y China, que han doblado su de- manda de recursos en los últimos cuarenta años, al importante aumento de la huella ecológica regional, notándose una reducción en la última década, mientras que en países como India el aumento en la demanda de recursos se debe principalmente, según el reporte de la wwf, al crecimiento demográfico. Con todo, las 1.3 hectáreas globales promedio que consume el habitante de la región Asia-Pacífico (más de la mitad del mundo) contrastan fuertemente con las 9 hectáreas globales con las que participa un norteamericano promedio y las casi 4 hectáreas globales con las que participa un europeo promedio. Por país, Estados Unidos, India y China tienen las huellas ecológicas más grandes, aunque China e India, ambos, tienen la huella ecológica per cápita por debajo del promedio mundial de aproximadamente 2 hectáreas globales. Japón, por su parte, participa con una huella ecológica de algo más de 4 hec- táreas globales. 279 Andrew K. Jorgeson, compara cuatro indicadores de desarrollo con la huella ecológica, a saber (1) la ubicación en el sistema mundial, (2) la urbanización, (3) el nivel de alfabetización y (4) la inequidad doméstica. De todos estos indicadores, sólo la inequidad doméstica tiene una relación negativa con la huella ecológica. Andrew K. Jorgeson. (2003). “Consumption and environ- mental degradation: a cross nacional analysis of the ecological footprint”, Revista Social Problems, vol. 50, n.º 3 (agosto), University of California Press, pp. 374-394.

506 timamente ligado a los caminos que tomen estos dos países. Una cosa parece clara: un desarrollo que siga los paradigmas convencionales es simplemente insostenible. Empero, que sean naciones mixtas y múltiples, pero unidas, modernas y tradicionales, ricas y pobres, periféricas y centrales, todo a la vez, abre un espectro de alternativas sin parangón; en especial, en lo referido al diálogo entre las distintas formas del conocimiento en aras de la preservación de la diversidad, tanto cultural como biológica, íntimamente relacionadas. Señalamos entonces que el debate de los dpi del cc.tt. se inscribe justo en medio de la tensión entre todos los opues- tos arriba mencionados. La enajenación del conocimiento tradicional, ya sea por las transnacionales, o por agentes nacionales, en nombre del crecimiento económico o el lu- cro, se enfrenta a la demanda por la reivindicación real del cc.tt. no como mercancía280, sino como componente de una cosmovisión, es decir, de un universo de sentido particular. Sostenemos que esta multiplicidad de universos de senti- do, entre los que se pueden dar las más diversas formas de relación, es la que asegurará, por un tiempo más, la perma- nencia del hombre sobre el planeta.

280 Si la reivindicación del cc.tt. se da exclusivamente en un sentido económico y comercial, ya sea mediante la concesión de dpi sui generis al cc.tt., o por medio de medidas de repartición equitativa de los beneficios (ABS), aunque se dé un cierto grado de aceptación de la validez del conocimiento tradicional, esto representaría un peligro mayor que su exclusión radical en el ámbito del conocimiento occidental, a saber, su reducción a mera mercancía. Por otro lado, se perfila una segunda reivindicación, mucho más profunda, en la que occidente reconoce la importancia de su alteridad y se abre a un diálogo, no solo con las formas tradicionales de leer el mundo y aprovechar los dones de la naturaleza, sino con la naturaleza misma, al reconocer su irreductibilidad –su libertad, diría Prigogyne–, frente a la inmovilidad impuesta por los protocolos de la ciencia moderna.

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Material audiovisual

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518 Coferencia

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519 Editado por el Departamento de Publicaciones de la Universidad Externado de Colombia en diciembre de 2012

Se compuso en caracteres Palatino de 11,5 puntos y se imprimió sobre propalbond de 70 gramos Bogotá, Colombia

Post tenebras spero lucem