Obras Maestras Del Renacimiento Al Romanticismo Renacimiento Del Maestras Obras
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Colección del Museo de Bellas Artes – Galería Nacional de Hungría de Bellas Artes – Galería Nacional Museo de del Colección Obras maestras del Renacimiento al Romanticismo Renacimiento del maestras Obras Obras maestras del Renacimiento al Romanticismo Colección del Museo de Bellas Artes - Galería Nacional de Hungría Obras maestras del Renacimiento al Romanticismo Colección Museo de Bellas Artes – Galería Nacional de Hungría Índice 5 Prólogo Andrés Duprat 7 Presentación László Baán 9 El Museo de Bellas Artes - Galería Nacional de Hungría: pasado y presente Gábor Bellák 17 Del Danubio al Plata: encuentros y coincidencias Florencia Galesio y Ángel Navarro 39 El Renacimiento en el norte de Europa 61 El Renacimiento italiano 85 El Barroco italiano 111 El Barroco en los Países Bajos 129 La pintura española. El Barroco. Francisco de Goya 141 Del siglo xviii al Romanticismo en la pintura húngara 161 La pintura francesa. El Rococó. Jean-Baptiste Greuze 164 Selección bibliográfica 166 Obras exhibidas 175 Textos en inglés. English translation Hungría es una de las naciones más antiguas y venerables de Europa. Un largo milenio de alternativas históricas, que, como las de toda nación, oscilan entre la tragedia y la re- dención, hizo que su singular continuidad cultural se viera reflejada en el impresionante acervo artístico que atesora. El Museo de Bellas Artes – Galería Nacional de Hungría acoge en su seno obras fun- damentales del patrimonio nacional y universal. En esta ocasión –que representa un hito en la historia del vínculo cultural entre nuestros países–, el Museo Nacional de Bellas Artes de la Argentina recibe con honores esta exposición de maestros antiguos del Renacimiento y el Barroco, que congrega piezas de la institución europea. No pocos de los momentos decisivos del arte del período son ofrecidos hoy al pú- blico local, que podrá contemplar obras poco conocidas de autores de la talla de Peter Paul Rubens, Lucas Cranach el Viejo, Giorgio Vasari, el Greco, Giambattista Tiepolo, Guido Reni, Rafael y Francisco de Goya, junto al maestro Leonardo da Vinci. Y a la vez, podrá dis- frutarse de los insignes trabajos de autores húngaros como Mihály Kovács, Károly Markó, Jakab Bogdány, János Donát y József Borsos, que conforman un panorama de la primera modernidad visual de gran relevancia. Renacimiento y Barroco se encuentran espléndi- damente reflejados en esta exposición, a través de la cual puede vislumbrarse uno de los puntos más altos alcanzados por el arte universal. Esta muestra ha sido posible gracias a que, durante el tiempo que demandó la am- pliación y renovación del Museo de Bellas Artes, Budapest –que se reinaugurará a fines de octubre de 2018–, las autoridades de Hungría permitieron que parte de su acervo se presentara en otros museos del mundo. Así, diferentes selecciones de esta colección han sido exhibidas en Londres (Royal Academy of Arts), París (Museo de Luxemburgo) y Madrid (Museo Nacional Thyssen-Bornemisza). Buenos Aires, la única sede en el continente ame- ricano que acogerá esta iniciativa, es la última estación de esta itinerancia, antes de que las obras retornen a su país de origen para sumarse al guión permanente del Museo húngaro. En ese sentido, agradezco especialmente a las autoridades y equipos de trabajo de ambos museos, a su director, László Baán, a Judit Tóth, a Tamás Végvári, y al Ministerio de Cultura de la Nación de la Argentina. Es un verdadero orgullo para el Museo Nacional de Bellas Artes ofrecer a sus visitan- tes esta exposición que, con curaduría de Ángel Navarro y Florencia Galesio, marca un momento cumbre en la historia de nuestra institución. Andrés Duprat Director Museo Nacional de Bellas Artes Argentina 5 El año 1896 fue de suma importancia tanto para el Museo Nacional de Bellas Artes de la Argentina como para el Museo de Bellas Artes de Budapest. Ese año, cuando el excelen- te museo porteño abrió sus puertas, Hungría celebró el milenio de su constitución y se ratificó la fundación del Museo de Bellas Artes de Budapest. Nuestras instituciones, en aquel entonces y en la actualidad, invocaban el pasado, pero se dirigían al futuro. Pero ¿qué entendemos por pasado? Los recuerdos de la historia del arte universal y nacional: Tiepolo, Manet, Gauguin, Rodin, Goya, el Greco. En tiempos fundacionales y durante la historia institucional, coleccionábamos las obras de los mismos maestros, considerába- mos importantes las mismas manifestaciones del arte; incluso, un bonito ejemplar de una composición del Greco, Jesús en el huerto de los Olivos, se encuentra en ambos museos. El Greco es nuestro, podríamos decir legítimamente tanto ustedes como nosotros. Pero el Greco es de todos nosotros, en síntesis. En nuestros países, generaciones han crecido conociendo las obras de los grandes exponentes del arte universal, y todo lo que vemos en los museos de Budapest y de Buenos Aires se ha incorporado a nuestra cultura gene- ral. Y sentimos, no solo en el sentido material de la palabra, sino en un sentido espiritual y emocional, que las obras que guardamos son nuestras. Sin embargo, aunque conserve los recuerdos del pasado, un museo es, en primer lugar, una institución del futuro. Las piezas que colecciona, que exhibe son parte de la imagen que una comunidad tiene de sí misma. Y esta imagen no revela únicamente cómo somos, sino también cómo queremos ser. En las exposiciones de las grandes coleccio- nes nacionales, se organicen en casa o en el extranjero, se manifiestan objetivos e ideales. No hace mucho presentamos nuestras obras maestras en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, y nos sentimos muy orgullosos de las raíces húngaras de quien prestó su nom- bre a la institución europea. Cuando Andrés Duprat estaba de visita en la capital española, no dejó de visitar nuestra exposición. Y como suele decirse, en buena compañía es fácil hacer amigos. Desde entonces, fue solamente cuestión de tiempo para que se diera el siguiente encuentro, esta vez aquí, en Buenos Aires. Nos seperan miles de millas y un océano, pero la distancia se acorta gracias a las relaciones que se establecen entre nuestras naciones e instituciones. Una de las mayores comunidades de húngaros en Latinoamérica vive en la Argentina. Ciudadanos de su país, a la vez son parte de la gran comunidad que constituye Hungría. Ellos también pueden decir que, aquí, nos sentimos como en casa. Y estamos seguros de que, en los próximos meses, llegarán al Bellas Artes más visitantes húngaros o de origen húngaro de lo habitual. Cada encuentro –de personas, naciones o culturas– profundiza no solo el conocimiento mutuo, sino el conocimiento de nosotros mismos. Confío en que esta exposición que viene de tan lejos llegue cerca de todos sus visitantes y que, para todos ellos, esta experiencia perdure, viva, en la memoria. László Baán Director General Museo de Bellas Artes – Galería Nacional de Hungría 7 El Museo de Bellas Artes - Galería Nacional de Hungría: pasado y presente Gábor Bellák Basado en textos previos de Anna Jávor y Andrea Czére El Museo de Bellas Artes - Galería Nacional de Hungría es arzobispo de Eger, János László Pyrker (1772-1847), conjun- el museo más grande del país. Su colección abarca la to- to formado principalmente por obras italianas, pues Pyrker talidad de las artes plásticas húngaras y extranjeras, desde había sido patriarca de Venecia. Entre las espectaculares el arte egipcio hasta el contemporáneo. Sus fondos nacio- piezas que así llegaron al Museo estaba, por ejemplo, La nales constituyen el mayor y más completo conjunto de Virgen con seis santos, de Giambattista Tiepolo. Pyrker tam- la producción artística de Hungría. Su historia, como la de bién reunió obras de arte húngaras. todos los museos del país, se inicia con la fundación del No obstante, la historia de un museo no consiste úni- Museo Nacional de Hungría. camente en su historia institucional: es también la historia de La primera colección pública de Hungría, la Bibliote- su colección. Fue a principios del siglo XVII cuando la familia ca Széchényi y Museo Nacional, fue creada en 1802 por el Esterházy inició sus actividades de mecenazgo y coleccio- conde Ferenc Széchényi (1754-1820), y empezó a desarro- nismo artísticos. El conde Nikolaus Esterházy (1582-1645) fue llarse entre 1832 y 1836 durante las sesiones parlamentarias ascendiendo desde su linaje de pequeña nobleza hasta ser de la época de las reformas. Esta institución, fundada para elegido palatino de Hungría; más tarde construyó el cas- reunir los testimonios literarios e históricos del pasado hún- tillo Esterházy en Forchtenstein (Austria). Como revela su garo, contaba al principio con tan solo unas pocas obras testamento (1641), era un hombre muy acaudalado. Su hijo, de arte, principalmente retratos, pero gracias a diversas he- Pál Esterházy (1635-1713), también fue elegido palatino y, en rencias y donaciones la pinacoteca y la colección de di- 1687, recibió el título de príncipe del Sacro Imperio Romano bujos y grabados crecieron con celeridad. En 1836, con la Germánico; poco después, como recompensa por su lealtad ayuda del archiduque José de Austria, palatino de Hungría a los soberanos Habsburgo, se hizo con gran cantidad de tie- (1776-1847), se adquirió la colección del abogado y erudito rras. Fue poeta, compositor y pintor, construyó el Palacio de Miklós Jankovich. Este había comenzado a coleccionar en Eisenstadt (Austria) y se dedicó con pasión al coleccionismo. la década de 1790, en particular joyas y materiales de archi- Sin embargo, la verdadera ampliación de la colección vos y bibliotecas, aunque su patrimonio también compren- familiar se debe al príncipe Nikolaus II Esterházy (1765-1833), día numerosas pinturas y esculturas húngaras y extranjeras. quien, en las tres primeras décadas del siglo XIX, adquirió Casi al mismo tiempo que la colección Jankovich, el Museo más de un millar de pinturas y reunió un conjunto espléndi- Nacional obtuvo 192 pinturas por legado testamentario del do de dibujos y grabados.