PRESENTA

UNA PELICULA DE

ZACHARIAS KUNUK SINOPSIS

En el vasto ártico canadiense, el pueblo ha vivido durante generaciones con una leyenda que ahora vuelve a la vida. En un tiempo en el que el mundo de los espíritus y del hombre comparten una paz común, un chamán conjurará un hechizo de oscuridad para dividir a una tribu.

Atanarjuat es el objeto de su ira: se apoderará de su mujer, matará a su hermano y lo condenará al exilio.

Pero para un auténtico inuit no existen las distancias.

• Cámara de Oro a la Mejor Opera Prima. Festival de Cannes 2001.

• Mejor Película Canadiense. Festival de Toronto 2001.

• Selección Oficial Canadiense para los Oscar 2001 a la Mejor Película en Lengua Extranjera.

NOTAS DE PRODUCCIÓN

Igloolik es una comunidad de 1200 habitantes situada en una pequeña isla de la región de Baffin, al norte del Ártico Canadiense, cuya evidencia arqueológica indica que ha estado habitada durante 4000 años.

A lo largo de estos cuatro milenios, innumerables nómadas han transmitido su cultura y saber tradicional, de generación en generación, a través de los cuentos orales, ya que carecen de lengua escrita.

Atanarjuat, la Leyenda del Hombre Veloz, es parte de este flujo continuo de narración oral llevado hasta el nuevo milenio mediante la fusión entre el arte inuit para contar historias y las nuevas tecnologías.

La película ofrece una visión auténtica de esta cultura y de esta tradición oral, desde el punto de vista inuit. Durante incontables generaciones, los mayores de han mantenido viva la leyenda de Atanarjuat para enseñar a los jóvenes inuits los peligros de situar los anhelos personales por encima de las necesidades del grupo. El rodaje del film es, en si mismo, como un cuento con varias historias.

Atanarjuat se rodó en Inuktitut, el lenguaje de los esquimales, con un reparto únicamente inuit y bajo condiciones extremas. Conseguir esto, con un modesto aunque profesional presupuesto de 1.9 millones de dólares, requirió fuertes conocimientos del Ártico. Igloolik Isuma Producciones tiene un amplio historial de premios conseguidos a lo largo de sus diez años de experiencia con dramas inuits realistas, auténticos y de bajo presupuesto, en este entorno único y desafiante que es el Ártico.

Conseguir el máximo rendimiento de este reparto y equipo requiere crear una “cultura de producción” inuit: sentido del humor, valentía, mucha paciencia, espíritu de cooperación y trabajo en equipo, en lugar de control al estilo militar. A lo largo de milenios, los inuits han aprendido que las personas no pueden dominar la realidad. Nuestro objetivo no era imponer las convenciones cinematográficas del sur en nuestra peculiar historia, sino permitir a la historia moldear el proceso cinematográfico a la manera inuit. Por esta razón escribimos el guión siguiendo un proceso único de autenticidad cultural. Primero grabamos las versiones de ocho ancianos narrando la leyenda tal y como sus ancestros se la habían transmitido oralmente. El equipo de escritores de Isuma, cinco en total, las combinó en un solo tratamiento detallado en lengua inuktitut e inglés, consultando con los ancianos para asegurar la veracidad cultural y con nuestra asesora narrativa en Toronto, Anne Frank. Se siguió este mismo proceso bicultural y bilingüe desde el primer borrador hasta el guión final.

El equipo inuit de Atanarjuat, la Leyenda del Hombre Veloz combinó profesionales experimentados con principiantes que adquirieron las habilidades profesionales necesarias para el establecimiento de una industria del cine en . Un pequeño equipo de profesionales de la industria del sur instruyó a miembros del equipo local en maquillaje, grabación de sonido, continuidad, escenas arriesgadas y efectos especiales.

En total, en la producción participaron como actores, personal técnico y ayudantes, aproximadamente 60 indígenas inuits de Igloolik. El empleo y el gasto local aportaron más de 1.5 millones de dólares a la economía local de la comunidad.

Este film fue la piedra angular para una industria cinematográfica en Nunavut. Con una tasa de desempleo del 60% y diez veces el índice nacional de suicidios, en Igloolik se merecen y necesitan desesperadamente estos beneficios económicos y culturales.

Atanarjuat, la Leyenda del Hombre Veloz se rodó en betacam digital y se pasó a 35mm en proceso 'smooth motion' con resolución fotográfica real en Vancouver. La estrategia visual de la película fue diseñada para intensificar la sensación del espectador de estar ahí, por exótico que el escenario fuera. Además, con las cámaras digitales de última tecnología puedes acceder a lugares a los que una cámara cinematográfica nunca podría ir.

La meta de Atanarjuat, la Leyenda del Hombre Veloz es hacer que el espectador se sienta dentro de la acción, mirando hacia afuera, más que fuera mirando hacia adentro. Esto permite a la gente olvidar lo lejos que realmente está e identificarse con la historia y los personajes como si fueran exactamente como nosotros.

Atanarjuat fue coproducida junto con el Programa Cinematográfico Aborigen de la Junta Nacional Fílmica del Canadá (NFB). Creado en 1996, el programa ofrece fondos específicos a cineastas indígenas y continúa con el viejo compromiso de la NFB de ayudar a comunidades tradicionalmente poco representadas en la producción cinematográfica canadiense. EL DIRECTOR NOS CUENTA

Soy inuit, del ártico del este.

He vivido desde los nueve años en Igloolik, un pequeño pueblo de unas 1200 personas. Esta comunidad se formó a finales de los años 50 cuando el gobierno creó unos programas de vivienda de los que Igloolik se benefició. Mi familia vivía de la tierra, igual que lo habían hecho nuestros ancestros, hasta que llegó el gobierno y construyó un centro médico, unas tiendas y un colegio al que tuvimos que empezar a ir todos los chavales. Mejor dicho, yo tenía nueve años cuando me obligaron a ir al colegio.

Hasta el momento mi educación se basaba en lo que aprendía de los cazadores, saliendo en trineos con perros y viendo como vivían en casas de pasto durmiendo todos juntos. Los padres de familia enganchaban a los perros por la mañana y salían de caza. En aquella época, yo empezaba a salir con los adultos y a aprender sobre los perros y su manejo: como girar a derecha o izquierda, como parar o arrancar de nuevo, etc. Cada vez que los cazadores paraban a tomar té, mi tarea era desenredar los lazos de los perros. Al verano siguiente les llegó a mis padres un mensaje del gobierno que decía: “tienen que mandar a sus hijos al colegio. Al fin y al cabo les estamos pagando bienestar familiar.” Al parecer, todos los niños tenían que ir al colegio al cumplir los cinco años.

Así que llegué a Igloolik en 1966.

Para mí, crecer significó ir a la escuela y aprender inglés. Nos prohibieron hablar nuestra lengua en clase y nos invitaban a ir a ver película los fines de semana, pero ir al cine costaba 25 centavos, así que empecé a tallar y a vender lo que hacía para poder ir al cine. Dos años más tarde, mis padres vinieron también a Igloolik porque querían vivir cerca de nosotros. Fue como un plan del gobierno para que todo el mundo viviera en el mismo lugar: “manden a los niños al colegio y sus padres vendrán detrás de ellos”.

Cuando crecí me di cuenta que nuestra comunidad estaba dividida en Católicos y Anglicanos. Yo estaba en la mitad anglicana y mis primos en la Católica. Los curas católicos y los curas anglicanos vinieron y nos dividieron. Mis primos católicos y nosotros, los anglicanos, estábamos todo el día discutiendo, incluso nuestros padres se peleaban. Imagínate, ese era el ambiente en aquella época, nuestras familias enfrentadas, cortadas por la mitad.

En esa época yo estaba creciendo, era escultor, estaba aprendiendo de verdad y al mismo tiempo estaba empezando a experimentar con cámaras de 35 mm de distintas marcas, documentando escenas de caza. Entonces, un día, en 1980, oí decir que uno podía comprar una cámara de cine. Junto con un amigo empecé a hacer esculturas un poco más grandes de lo normal y nos fuimos a Montreal. Yo tenía un acuerdo con una galería de aquella ciudad y les dije que quería una cámara de video. Así que en el año 81 compré mi primera cámara de video, unas pilas, un televisor de 26 pulgadas y un pasapelículas. Camino de casa fui aprendiendo a usarla. Aunque la cámara era a color, al principio la imagen salía en blanco y negro, y tardé más de dos meses en poder solucionar el problema. En nuestra comunidad no había televisores así que cada vez que encendía yo el mío, los niños que estaban jugando fuera se pegaban a la ventana para poder verlo. Incluso a veces, cuando me quería dar cuenta, tenía la casa llena de niños. Nosotros habíamos votado dos veces para que no entrara la televisión en nuestra comunidad porque no había programas en inuktitut, nuestro idioma. En el año 82, comenzó la Inuit Broadcasting Corporation (Corporación Difusora Inuit) y un año más tarde, teníamos un canal de televisión. Diez años más tarde teníamos televisión por cable y doce canales en total. Podíamos ver noticias sobre nuestra comunidad y sobre lo que pasa en todo el mundo. Me acuerdo perfectamente de haber visto la Guerra del Golfo Pérsico desde el salón de mi casa.

En aquella época, trabajaba en la Inuit Broadcasting Corporation. Trabajé allí ocho años, entrevistando a ancianos que contaban cómo eran las cosas en los viejos tiempos. Yo quería poder ver sus historias pero no existían grabaciones de la época que ellos hablaban.

Llegó un momento en que decidí que quería hacer mis propios proyectos pero la compañía no me lo permitía, así que me fui y fundé mi propia compañía, la primera compañía inuit independiente. La iniciamos cuatro personas: Norman Cohn, Paulossie Qualitalik, Paul Apak Angilirq y yo.

Nos enteramos que en Canadá existen becas para producción de video, así que nos metimos en eso. Hicimos una serie para la televisión en el año 94-95 que se llamó Nunavut, sobre la vida de los inuits en los años 40. Luego pensamos que el siguiente paso debería ser hacer un largometraje, pero nos encontramos con que el sistema de financiación en nuestro pais, tenía fondos para los proyectos elaborados en los dos idiomas oficiales del pais: inglés y francés. Era increíble. Había 65 millones de dólares en ayudas para las producciones en inglés y 35 para las de francés, pero solo 2 millones de dólares para los pueblos indígenas. Con 2 millones de dólares se puede hacer una película perfectamente pero, el problema era que había un límite de cien mil dólares por proyecto. Así que era completamente imposible hacer algo de verdad. Tuvimos que luchar contra eso. Fue muy complicado, pero afortunadamente logramos cambiar el sistema y así pudimos hacer nuestra película Atanarjuat, la Leyenda del Hombre Veloz.

ENTREVISTA A

¿Cuál es la verdadera historia de Atanarjuat? ¿Es un relato tradicional de tu pueblo?

Sí. Nosotros vivimos en una isla que ha sido habitada por más de cuatro mil años, y la historia ha sido transmitida de generación en generación. Era un cuento que nos contaban antes de dormir cuando éramos niños. Con la llegada del Cristianismo nos prohibieron tocar los tambores y contar historias. Decían que eso eran asuntos del diablo y las tradiciones se fueron muriendo. Luego, cuando llegó la televisión, la gente empezó a quedarse pegada a la pantalla, así que nosotros queríamos estar ahí. Lo que nuestra compañía ha hecho es tratar de reanimar la tradición narrativa. Y hay muchos mas inuits trabajando por recuperar su cultura, de distintas formas. Nosotros sólo estamos haciendo una parte con el video.

La producción de Atanarjuat fue un trabajo de equipo, ¿no? ¿Podrías describir los papeles?

Nosotros no trabajamos como trabajan en Estados Unidos. Allí el director tiene un asistente, y ese asistente tiene otro asistente. Nosotros nos juntamos todos a hablar de lo que vamos a hacer y tratamos de entendernos bien. Si vamos a hacer una escena en la que se usan carpas, por ejemplo, nos preguntamos si las carpas están bien puestas; es responsabilidad de todos que la toma salga bien, así que nos aseguramos hablando entre todos para que las cosas estén donde tienen que estar. Todo el mundo opina (ríe). Así es como trabajamos.

Y los actores por supuesto son de la comunidad y cuando tienen que meterse en sus personajes, se lo digo y ellos lo hacen. Como director no tengo que hacer casi nada, porque el guión está ya escrito y la gente sabe lo que tiene que hacer. Yo nada más digo 'acción', y 'corten', y listo.

¿El éxito de la película, ha ayudado de algún modo a la comunidad?

Pues sí. Parece que tuvimos que salir de nuestro país para recibir reconocimiento. Pero bueno.

¿Y ya tienes listo tu próximo proyecto?

Sí. Hemos estado investigando para un proyecto que toca nuevamente el tema del chamanismo. Esto ya lo hicimos en Atanarjuat y fue muy controversial. Pero en este proyecto queremos tratar el tema mas a fondo, y mostrar todos los malentendidos que se dieron cuando llegó el Cristianismo - sobre todo la manera en que nos tradujeron la Biblia. Eso fue muy destructivo para nuestra cultura, y yo quiero mostrar como sucedió en nuestra tierra.

¿Cómo le presentarías tu Atanarjuat, la Leyenda del Hombre Velóz a una audiencia?

Si tú solamente has oído hablar de los inuits, esta película te va a mostrar lo que necesitas ver. Aquí está la esencia del pasado inuit. No hay ninguna influencia externa, no hay europeos. Es totalmente inuit. Eso es fantástico porque a los inuits siempre los ponían de extras en las otras películas en las que han aparecido. Y si hablaban el Inuktitut no quería decir nada, era simplemente parte del espectáculo. ¿Cómo funciona una lámpara de aceite de foca? A nadie le importa. Podría perfectamente ser la antorcha Olímpica, les daría lo mismo. Esto era lo que yo notaba cuando veía películas sobre el Norte. Nosotros éramos parte del decorado, y a quién le importa? Pues a nosotros. ¿Entre documental y ficción, tienes alguna preferencia?

Prefiero el documental, pero yo no lo llamaría documental. También es ficticio. Estás recreando el pasado, o sea que es ambas cosas. Cuando empezó a salir nuestro trabajo, decían que era docudrama. Mitad documental, mitad drama.

¿Prefieres el video, especialmente digital, al cine?

Siempre he trabajado en video, desde 1981. Es una herramienta maravillosa. Cuando hacemos entrevistas, especialmente con ancianos, podemos entrar con una cámara y empezar a hacer preguntas, ellos van a decir la verdad, y con una cámara de video podemos capturar eso inmediatamente, que es lo que queremos. Luego podemos ver el material apenas acabamos de grabar, mientras que filmando en cine, desde donde yo vivo, tengo que mandar a revelar los rollos y esperar dos semanas para poder ver lo que salió. Eso es un suplicio.

¿Has visto otros trabajos, especialmente documentales, sobre los pueblos y culturas del ártico, como Nanook el Esquimal?¿qué te han parecido?

La pieza de Robert Flaherty fue filmada 400 millas al sur de mi comunidad y a mí me alegra mucho que él la haya hecho porque dejó un registro de esa cultura. Como cineasta tengo críticas. Obviamente hay escenas en las que él dirigió la acción, pero a mí me alegra que existan documentos como ese. Me encantaría, por ejemplo, que alguien hiciera un Atanarjuat desde otro punto de vista. Nosotros somos sólo un grupito haciendo este trabajo, y deberíamos ser más, así que yo con ellos no tengo ningún problema.

¿Cómo crees que han afectado los videos a la comunidad?

Nosotros nos pasamos la mitad del tiempo tratando de hacer algo siempre más… ambicioso, o cómo se dice… tratando de llegar más alto. Involucramos a la comunidad poniendo a todo el mundo a trabajar. Como hace frío necesitamos ropa hecha con cuero de caribú, que sigue siendo lo mejor para este clima. Las señoras que saben cocerla nos la hacen. Los abrigos de plumas no sirven. Así que estamos haciendo todas esas cosas. Las mujeres hacen la ropa de caribú y los hombres hacen todo lo que son arcos y flechas y arpones. Todo lo que se necesite, lo hace la comunidad. Nos estamos volviendo más como los que vivían en el terreno.

¿Y se le está transmitiendo a los jóvenes la lengua?

Inuktitut es el lenguaje principal en Nunavut. En mi comunidad, cuando los niños van al colegio estudian Inuktitut los primeros tres años. Aprenden a hablarlo, a leerlo y a escribirlo. Después de eso, creemos que ya han quedado bien sembradas las semillas y en el cuarto año empiezan a aprender inglés.

Y en tus películas también usas tu lengua indígena.

Sí, porque nuestra audiencia principal son los mismos inuits. Es un reto hacer un largometraje así, porque hay ancianos que ven el film y si notan algún error nos van a llamar la atención. Por eso tenemos que hacer todo muy bien.

¿Se han interesado los niños en tu comunidad en el arte de hacer video?

Por ahora los niños están muy interesados en la película, porque por primera vez es en su idioma. No es Schwarzenegger volando cabezas. Ahora es Atanarjuat. Los niños hasta juegan con la historia, actuando partes. Los padres me lo cuentan. Uno me dijo que un día estaba buscando a sus hijos y cuando los encontró vio que estaban en una carpa jugando a Atanarjuat. Eso me encanta.

¿Has visto el trabajo de otros realizadores indígenas, en Latinoamérica y en Norteamérica? ¿Cómo te relacionas tú con sus estilos narrativos?

Me gustaría ver más. Siempre que me preguntan quién es mi realizador indígena favorito no sé que decir, porque yo vivo muy al norte y no conozco a nadie. Allí estamos sólo nosotros. He visto realizaciones de directores canadienses, como Alanis Obomsawin. Su obra la he visto y la conozco, pero no mucho.

¿Crees que has cambiado como persona, o evolucionado como director? ¿Cómo?

Sólo cambio cuando hago giras y hablo con periodistas, viajando de un lado a otro. Mi mente siempre está en mi casa. Quiero montarme en un trineo y andar por el campo. En mi mente yo nunca salgo de allí. Esto no me ha cambiado.

Entrevista realizada por Michelle Svenson, especialista en Cine y Video Abril de 2002

REPARTO Y PERSONAJES

• Genealogía: Familia de Atanarjuat

- Tungajuaq

Es un chamán maléfico. Un hombre con un aspecto extraño pero suave que puede transformar sus rasgos en pura maldad. Este misterioso desconocido no tiene relación con ninguna familia pero trae el mal a las dos. Este personaje es interpretado por ABRAHAM ULAYURULUK, cazador, tallador y un anciano respetado en Igloolik.

- Atuat

Es una mujer joven, bella, dulce, inteligente y cariñosa. Se enamora de Atanarjuat y desobedece la orden de Sauri de casarse con Oki. Este personaje es interpretado por SYLVIA IVALU en su primer papel como actriz en una película. Madre de tres niños pequeños, Sylvia vive y trabaja en Igloolik como asistente juvenil para el Ministerio de Cultura, Lengua, Ancianos y Juventud del gobierno de Nunavut.

- Atanarjuat

Es un hombre delgado con rasgos agradables y ojos inteligentes y nebulosos. Tiene la despreocupación y la gracia atlética de una persona para quien todo viene demasiado fácilmente. Es un cazador seguro de si mismo, bien vestido y bien alimentado. Este personaje es interpretado por NATAR UNGALAAQ, actor, cineasta y escultor bien conocido, que tiene sus esculturas expuestas en colecciones importantes de arte inuita por todo el mundo. Antes de interpretar el papel principal de Atanarjuat, actuó en papeles importantes en otros filmes americanos y canadienses, incluyendo Kabloonak, Gloria y Honor y Frostfire.

- Amaqjuaq

Es un hombre joven con un gran físico – una fuerza de la naturaleza. No es ni mezquino ni simpático. Como su hermano Atanarjuat, es un cazador seguro de si mismo, bien vestido y bien alimentado. Este personaje está interpretado por PAKAK INNUKSUK, miembro fundador del grupo de teatro “Pond Inlet’s Toonooniq” que ha actuado en obras de teatro locales en Ottawa, Vancouver y Groelandia en los años 80. Este experimentado actor está escribiendo y produciendo obras de teatro en vivo en Igloolik con el apoyo de la Junta de Canadá.

• Genealogía: Familia de Oki

- Panikpak

Es una mujer elegante e inteligente con la cara vivaz de una chica joven. Rezuma energía y al mismo tiempo da una sensación inmediata de calma y fuerza. Posee poderes espirituales. Este personaje es interpretado por MADELINE IVALU. Su inteligencia y persistencia contribuyen decisivamente a recuperar la armonía perdida en la comunidad dividida. Madeline es una artista y sastra bien conocida y es uno de los miembros fundadores de Vídeo Producciones Arnait de Igloolik (Taller de Vídeo para Mujeres), un grupo de mujeres de Igloolik que se dedican a hacer vídeos desde el punto de vista femenino desde 1991.

- Qulitalik

Es un chamán, hermano de Panikpak, un hombre fuerte con rasgos agradables y ojos penetrantes. Este personaje es interpretado por PAULOSSIE QULITALIK, presidente y co-fundador de Isuma. Durante muchos años fue presidente de la Comisión Educativa de la Comunidad de Igloolik. Es un anciano respetado nacido durante el viejo modo de vida en la tierra en 1939. Qulitalik ha hecho papeles principales como actor en todas la producciones de Isuma desde 1988.

- Sauri

De joven, tiene una manera de ser sumisa, ocultando el amargo resentimiento hacia su poderoso padre, el asesinado líder del campamento. Cuando él mismo se convierte en el líder del campamento, se muestra astuto, manipulador e intimidador. El personaje es interpretado por EUGENE IPKAMOK.

- Oki

Hijo de Sauri, un hombre dominante que exuda una arrogancia brutal ocultando sus sentimientos perpetuamente heridos. Es un matón envidioso y con mal genio. Este personaje es interpretado por PETER HENRY ARNATSIAQ, el enemigo y rival de toda la vida de Atanarjuat que se gana la vida como cazador en Igloolik. Atanarjuat fue la primera experiencia de Peter Henry como actor.

- Puja

Amiga de Atuat y hermana de Oki. Una mujer joven, enérgica, coqueta y sensual, que es siempre consciente de los ojos masculinos posados en ella. Siempre está dispuesta a enfrentar a los hombres. Este personaje es interpretado por LUCY TULUGARJUK, que también hace su primer papel como actriz en la película. Madre de dos niños pequeños, actualmente Lucy está matriculada en un programa de formación administrativa en Ottawa.

ENTREVISTAS A PAUL APAK ANGILIRQ

PAUL APAK ANGILIRQ (1954-1998) fue entrevistado por Nancy Wachowich, profesora en la Universidad de Aberdeen, Escocia. Lamentablemente, Paul Apak falleció en diciembre de 1998, antes de que se terminara de rodar la película.

¿Cómo supo por primera vez de la leyenda de Atanarjuat?

Los inuits cuentan leyendas. Cuentan historias. Oí la historia por primera vez de algunos de los ancianos cuando yo era joven, pero no le presté demasiada atención hasta más tarde. Cuando estaba en la IBC (Corporación de Emisoras de Inuit), comencé de nuevo a pensar en esta leyenda, así que les pedí a algunos ancianos, durante un taller de lengua, que me la contaran. Fue entonces cuando me interesé realmente en escribir un guión fílmico. Cuando dejé la IBC, comencé a trabajar con Zach Kunuk en Igloolik Isuma Producciones. Le hablé sobre esta leyenda y mi idea de convertirla en película. Solicitamos financiación y conseguimos el dinero, así que empezamos a grabar a los ancianos. Con todas esas grabaciones, empecé a situar la historia. Así empezó todo.

¿A cuántas personas entrevistó?

Quizás a unos ocho o diez ancianos.

¿Así que después escribió usted el guión a partir de esas entrevistas?

Sí.

¿Lo escribió en inglés o en inukitut?

La historia la escribí en inglés. Y cuando empecé a escribir el guión, lo hice en inuktitut.

Permítame ver si lo entiendo. ¿Fue pasado a papel a partir de cintas grabadas de los ancianos hablando en inuktitut, después convertido a una historia en inglés, más tarde transformado en un guión en inikitut y después convertido en un guión en inglés?

Sí, este fue el sistema que tuvimos que utilizar para obtener dinero. Porque en el Consejo Canadiense y otros lugares donde pudimos solicitar dinero no leen inuktitut. Necesitan tener algo escrito en inglés. Por eso yo escribí primero la historia en inglés, para obtener alguna financiación y continuar e ir adelante con ello.

¿Piensa usted que el cine es un buen medio para comunicar leyendas inuits y mantener las tradiciones inuits?

¡Oh sí! Pienso que las tradiciones son mantenidas con este film, hasta ahora, porque hay un montón de gente involucrada en él. Por ejemplo, necesitaremos unos 35 actores en total para nuestra película. Además, el film narra una historia, una leyenda que está justo en las raíces base de nuestra cultura. El film está funcionando para preservar el saber y las tradiciones. Intentamos ir todo lo atrás posible en nuestra historia y lo más atrás posible con el lenguaje. Intentamos usar la vieja lengua. El film está yendo más allá de lo que esperábamos en cuanto a que la gente aprenda una cultura. Realmente preservamos un montón de cosas que no serían posibles si no fuera por esta leyenda, por este guión. Acudimos a los ancianos y les pedimos información sobre los usos antiguos, sobre religión, sobre cosas que mucha gente ahora no recuerda.

¿Qué le hizo interesarse en trabajar con cine?

Supongo que hacer cine formaba parte de lo que hacía cuando trabajaba para la IBC. Yo producía programas, programas regionales y también noticiarios. Pero no estaba satisfecho. Quería algo que fuera real, algo más grande que lo que había estado haciendo.

¿Pasó usted directamente de la IBC a trabajar únicamente en Atanarjuat?

Sí, casi. Pero también había hecho algún trabajo para Isuma, para Zach Kunuk, haciendo algo de edición para él. Yo era el editor jefe del serial Nunavut.

Vi los carteles sobre la Expedición Qitdlarssuaq de 1987 y leí un libro sobre la primera expedición. Usted formó parte de la reciente, ¿verdad? ¿Podría hablarme de ello?

De nuevo, estaba surgiendo mi interés por mi cultura. Como parte de una nueva generación, expuesto a un nuevo conjunto de ideas, yo no había tenido la oportunidad de encontrarme a mi mismo, de realmente ver quien soy yo. Así que, cuando oí hablar de la expedición, sobre trazar de nuevo la ruta migratoria de Qitdlarssuaq desde este área hasta Groelandia, al tener yo ese continuo interés en nuestra cultura, pedí formar parte. En aquel tiempo yo conducía a jornada completa un trineo de perros y trabajaba para la IBC. Así es como me vi involucrado en esta expedición a Groelandia en trineo de perros.

Eso fue en 1987. ¿Qué hay de la otra? ¿No fue usted a Siberia?

Sí, después de este viaje. Tras regresar de nuestra expedición a Groelandia, que fue, ¿qué año? Creo que en 1990. En cualquier caso, recibí una llamada preguntándome si estaría interesado en formar parte de una expedición a Siberia, en una balsa de piel de morsa, desde Siberia hasta Alaska durante el verano. ¡Y lo hice! Me gusta meterme en situaciones en las que pienso “¿Qué estoy haciendo yo aquí? Me emociono con eso… No me llevó mucho tiempo decidir. Fue casi justo después de la llamada telefónica cuando dije “sí”. Así de emocionado estaba yo. Así es como formé parte en la expedición siberiana.

¿Cuántos ancianos tiene trabajando con usted, ayudándole a decidir el modo en que la gente se hablaría o lo que haría en aquellos tiempos?

Tenemos dos ancianos. Son nuestros consejeros o asesores culturales. Están trabajando con nosotros en nuestro guión, nos están ayudando a escribir lo que la gente habría dicho y habría hecho en el pasado y como habría sido el diálogo. Así que necesitamos con nosotros ancianos que hablen en fluido inukitut viejo. Sí, eso es importante. Tenemos con nosotros dos ancianos que están escribiendo el guión. Somos cuatro escribiendo: yo mismo, Zach Kunuk y los ancianos Herve Paniaq y Pauloosie Qulitalik.

¿Entonces ellos deciden como la gente actúa en la película?

Sí, así es como funciona. Zach y yo somos capaces de hablar inuktitut, pero hablamos “lenguaje de bebés” comparado con los ancianos. Pero para Atanarjuat, La Leyenda del Hombre Veloz queremos gente que hable verdadero inuktitut. Por eso es importante tener con nosotros a los ancianos.

¿Se comportaría la gente de forma distinta en aquel entonces? ¿Se comportarían los maridos con las esposas de forma diferente?

¡Oh sí! Como, por ejemplo, trabajando con Paniaq o Qulitalik, cuando estamos escribiendo el guión, puede que salten y digan “¡Oh, nunca diríamos semejante palabra a nuestro cuñado! ¡Nunca diríamos nada a los hermanos de nuestras esposas! ¡Iba contra la ley! También, estaban esas cosas que ocurrían en los campamentos en aquel entonces cuyo significado no conocemos hoy. Obtenemos el sentido a través de los ancianos y después comprendemos el porqué. Aprendemos las razones por las que la gente actuaba de esa manera. Después lo desarrollamos en el guión.

¿Qué tienen que aprender los actores?

Si alguien va a ser actor en la película, esa persona debe aprenderse todo el guión. Si aprenden todo el guión, sabrán que van a tener que prepararse para aprender sobre los viejos usos del mismo modo en que lo hizo el escriba en la cultura antigua. Los actores están aprendiendo palabras nuevas y aprendiendo cánticos que representan lo que la gente hacía en aquella época. Y también están aprendiendo sobre el modo en que la gente vivía en aquel tiempo. Esto es lo mucho que de la tradición inuit los actores asimilarán. Tendrán que aprender esto, además de a ser actores. Tendrán que saber más que mera interpretación. En lo que nos estamos enfocando ahora es en enseñar a la gente a ser quienes son en el papel.

¿Entonces cuánta gente piensa usted que estará involucrada en la película y qué clase de implicación tendrá la gente de la comunidad?

Bien, hay todo un montón de implicados además de los actores. Necesitaremos vestuario hecho para nosotros. Necesitaremos muchas mujeres para hacer esto. Está el lado técnico, ayuda técnica que tendremos que obtener del Sur. Será tanto lo que necesitaremos, aparte de actores. Mucha gente. Muchos esquimales, un buen número de gente de la comunidad ya está implicada, incluso en la fase en que nos encontramos ahora.

¿Cree usted que este tipo de proyecto ayudará a impulsar las tradiciones en Igloolik?

Sí, en parte. En nuestro guión, hay muchas cosas que no han sido enseñadas o comunicadas a la gente desde hace mucho tiempo. Hay cosas de la vieja cultura que serán muy nuevas para la mayoría de los jóvenes. Hay información e investigación sobre los viejos usos que estamos metiendo en la película. Así que, sí, estoy seguro de que esta película ayudará a promover la cultura.

¿A qué tipo de público está usted dirigiendo la película?

A cualquiera, sin importar quienes sean y de dónde vengan. Estamos pensando en el mismo público que va a ver películas en el Sur. ¿Sabe? Las películas con estrellas del cine o lo que sea. Cualquiera que vea películas.

¿En qué modo piensa usted que Atanarjuat será distinta de las otras películas sobre inuits, como La Sombra del Lobo u otros films sobre esquimales exhibidos en el Sur?

Hay numerosas diferencias entre lo que estamos haciendo y otras películas que se han producido relativas a nuestra cultura. Esta película estará basada en una leyenda inuit y también va a ser en lengua inuktitut. Los actores tendrán también que ser inuits. No un japonés o cualquier otro haciéndose pasar por inuit. Se hará a la manera inuit. Queremos que las cosas aparezcan en la película del modo en que habrían ocurrido en la vida real. Eso es lo que vamos a hacer.

¿Tiene usted algunas ideas más para nuevos proyectos aparte de Atanarjuat?

Sí, las tengo. Tengo algo de lo que no puedo hablar ahora mismo porque ahora he de concentrarme en lo que estoy haciendo con esta película, escribiendo este guión. Tengo otros intereses con los que me quiero poner más adelante.

EQUIPO TECNICO

Director Zacharias Kunuk

Guión Paul Apak Angilirq

Fotografía Norman Cohn

Montaje Zacharias Kunuk Norman Cohn Marie-Christine Sarda

Diseño James Ungalaaq

Música Original Chris Crilly

EQUIPO ARTISTICO

Atanarjuat Natar Ungalaaq

Atuat Sylvia Ivalu

Oki Peter Henry Arnatsiaq

Puja Lucy Tulugarjuk

Panikpak Madeline Ivalu

Qulitalik Pauloosie Qulitalik

Sauri Eugene Ipkarnak

Amaqjuaq Pakak Innuksuk

Uluriaq Neeve Irngaut

Tungajuaq Abraham Ulayuruluk