Recital De Rock – Experiencias Juveniles Durante Los Ochenta
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Recital de rock – experiencias juveniles durante los ochenta Francisco José Soto* El recital de rock ha variado en su forma a través del tiempo: los hubo grandes y pequeños; de solistas, bandas o festivales; en el under y en el mainstream; acústicos y eléctricos… las variantes son casi infinitas. Sin embargo, los vaivenes y transformaciones sufridas por tal evento, central en la cultura rock, fueron de la mano también con los cambios sufridos por la sociedad toda. Cambios políticos, económicos y de mentalidades. En todas y cada una de las las épocas que atravesó a lo largo de su historia, el rock adquirió características propias que reflejaron de alguna manera su contexto. Por todas estas razones es que el recital, así como las experiencias generadas a su alrededor, merecen una mirada histórica más detenida. Los años ochenta representan para la historia de la cultura rock en Argentina una época de cambios significativos. En primer lugar, el período estuvo marcado por dos etapas bien definidas: la dictadura y la democracia. El pasaje entre ambas, lo que se conoce como “transición democrática”, trajo consigo una serie de cambios tanto a nivel político como social que indudablemente dejó su huella en la cultura rock y los jóvenes en general. En segundo lugar, los ochenta vivieron la renovación del rock nacional. Ya desde antes del fin de la dictadura, lo que luego fue conocido como “el under” venía empujando con fuerza para generar un estremecimiento en el rock argentino de la mano de nuevos estilos -como el punk, el reggae, la new wave, entre otros- que estaban llegando en aquel momento, principalmente de Inglaterra. Al mismo tiempo, los artistas ya consagrados se volcaban a nuevas formas y experimentaciones que rompían con el canon hasta entonces establecido. La propuesta de esta ponencia es abordar la cultura juvenil en Argentina durante la década de 1980 a través del análisis de experiencias generadas alrededor de los recitales *FFyL - UBA de rock. El foco está puesto en esta ocasión en un actor particular: el público. Se privilegia aquí la mirada de los jóvenes que asistieron a recitales en ese período, antes que la de otros personajes involucrados como pueden ser los músicos o los empresarios de espectáculos. Esto no descarta, sin embargo, que músicos profesionales o amateurs hayan formado parte del público para más tarde pasar a ser artistas exitosos arriba del escenario, fenómeno que de hecho se registró asiduamente durante los ’80. Para realizar este trabajo se utilizaron tres entrevistas realizadas especialmente a personas que fueron adolescentes y jóvenes durante la década del ’80. Dos de las entrevistas fueron hechas a personas que actualmente tienen profesiones diversas no relacionadas con la música, mientras que la tercer entrevista fue realizada en conjunto a los que hoy son el bajista y baterista de la conocida banda de rock y reggae Los Pericos. *** Alberto nació en 1961. Vivió toda su infancia, adolescencia y juventud en la localidad bonaerense de Berazategui, a unos 25 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Su padre era obrero en una curtiembre y su madre fue ama de casa. En su casaescuchaban folclore o música popular, bastante alejados del rock: Alberto - “Mis viejos son correntinos, así escuchaban chamamé siempre. Y después música, lo que se denomina ‘comercial’. A mi vieja le gustaba Sandro. Pero a mi viejo no, chamamé siempre. Yo medio no escuchaba… yo escuchaba rock. De hecho a veces los sábados que me quedaba escuchando, compraba los discos y venía mi viejo y me decía ‘¡Qué escuchás, este ruido!’” Se metió de lleno en la cultura rock a principios de los ’70, gracias a un vecino que le hizo escuchar la banda británica Deep Purple: Alberto - “En mi adolescencia arranqué con rock internacional. Un amigo fue a pintar mi casa, mis viejos lo contrataron. Era el hijo de un vecino, un pibe joven. Llevó Machine Head, de Purple. Habrá sido primer año de la secundaria o séptimo grado, algo así. Me voló la cabeza. Le pregunté qué disco era, me lo muestra, me lo presta, y el primer disco que me compro es Made in Japan. Y a partir de ahí me empecé a comprar discos de Purple, después Led Zeppelin, después Yes, Génesis, todos esos. Y después empecé a escuchar rock nacional, al Flaco [Spinetta].” Cursó sus estudios secundarios en varias escuelas. La primera fue la ENET n° 19 “Alejandro Volta” del barrio porteño de Constitución. Entró en el año ’74 en el contexto de la tercera presidencia de Perón. Después pasó a una escuela de Quilmes, el IMPA, que dependía de la Fuerza Aérea. Repitió un año y volvió a la Alejandro Volta en el ‘78 para terminar sus estudios en la nocturna. 2 Alberto - “[En la Alejandro Volta] pasé del ’74 que hacían un acto por los fusilados de Trelew, a cuando vine en el ’78 que estaba la intervención militar. Era medio heavy.” Durante los años del secundario, Alberto empezó a ir a los primeros recitales de rock: Alberto - “Cuando era muy pendejo, en el Luna Park pasaban los videos. O sea, era todo el estadio lleno, con una pantalla muy pedorra, te pasaban los videos. Ahí pasaban a Bob Dylan, parte de la película de Zeppelin, parte de ‘Yes Song’, Peter Frampton… me acuerdo que lo silbaban [risas] ¡En serio! Era muy loco. En esa época era una cosa… a pesar de que lo vi mal, ver ahí a Led Zeppelin, a Yes, todo eso, toda esa movida de bandas así sinfónicas, o de superbandas, me atrajo bastante.” “El primer recital [en vivo y en directo] fue el Flaco Spinetta. Presentaba A 18 minutos del Sol, en Obras. Yo estaba en la secundaria, en el ’77 capaz.” En el año ’82 lo convocan para entrar a la colimba, a la que ingresa en el mes de Febrero. Allí conoció a Pablo Esau, el hijo de una familia de clase media-alta, industriales con un buen pasar económico. Eran dueños de la fábrica de muebles Esau, que tenía sus instalaciones en Avellaneda. Pablo había sido hasta entonces baterista de Los Laxantes, una de las primeras bandas punk argentinas, junto con Los Testículos (luego Los Violadores). El guitarrista y voz de Los Laxantes era Horacio Villafañe, alias Gamexane, histórico punk de la escena local. Decidieron disolver la banda cuando ambos entraron a la colimba.1 La movida del punk argentino a principios de los ochenta se promovía principalmente desde zona norte -Olivos, Martínez, Acassuso, Vicente López- de donde provenían Esau y Villafañe.2 Alberto, en cambio, venía del Sur y estaba lejos de ser punk. Probablemente nunca hubiese conocido a Pablo si la colimba no los hubiese cruzado. Se hicieron amigos, y por su interés común en el rock y la música en general, Alberto comenzó a internarse en el under: Alberto - “Los fines de semana teníamos guardia o viernes o sábado. Entonces siempre viernes, sábado, íbamos con él [Pablo] que me llevaba a ver bandas de otra movida a lo que venía escuchando: Los Violadores, Sumo, Los Redondos cuando recién arrancaban. Después bandas que… eso fue más adelante, Virus, Los Encargados. A él le gustaba toda la música así…” “Salíamos como salíamos del cuartel, teníamos que salir con el uniforme. Normalmente te dejaban pasar: como eras colimba, en los recitales no pagábamos nunca. Siempre íbamos y te decían ‘pasá, pasá, pasá’.” 3 Después de la colimba, Pablo y Alberto se separaron. Alberto siguió yendo a ver las nuevas bandas que aparecieron a principios de los ochenta y que había conocido gracias a Pablo: Alberto - “A Sumo [lo fui a ver] hasta que después se hizo muy famoso. Y después fui a ver a Virus, a Los Abuelos de la Nada… yo ahí curtía de los dos lados. Yo venía del rock sinfónico y de repente éstos, era otra cosa totalmente distinta. Pero bueno, a mi como me encanta la música en general…” Pablo Esau, por su parte, al salir de la colimba volvió a tocar con Gamexane. Y más tarde, en el ’84, formó Los Pillos, formación post punk fuertemente influenciada por la banda londinense Killing Joke.3 Tuvieron sus 15 minutos de fama en el under porteño a mediados de los ochenta, llegando a editar un disco antes de separarse: Viajar Lejos. Con el correr de los años esta placa se convirtió en un clásico de culto del rock nacional.4 Poco tiempo después de desarmar Los Pillos, Pablo partió de vacaciones al norte del país y luego a Bolivia, junto a su novia Mónica Vidal, cantante de El Lado Salvaje. Habían leído On the road, de Jack Kerouac, y pretendían emular las experiencias que el autor beat volcara en su libro. Ambos desaparecieron en la selva amazónica a bordo de una avioneta que funcionaba como taxi aéreo. Presuntamente se estrelló, aunque nada se sabe a ciencia cierta hasta el día de hoy.5 *** Pablo nació en 1970. Sus padres eran docentes: su madre era profesora universitaria de literatura, mientras su padre se dedicaba a dar clases particulares de matemática, física y química. Fue a la primaria al Instituto Schiller de Villa del Parque y cursó el secundario a partir del año 1983 en el Colegio Nacional N° 19 “Luis Pasteur” de Devoto, en el que obtuvo el título de Bachiller. En el año ’88 comenzó la carrera de Ingeniería en Sistemas en la Universidad de Buenos Aires. Aunque ya había escuchado algo de rock anteriormente, durante los primeros años del secundario se metió de lleno con el rock nacional a través de un amigo y un primo: Pablo - “No teníamos equipo de música en mi casa, teníamos para escuchar casetes nada más.