ISSN 1316-7939

DIKAIOSYNE Revista de filosofía práctica Grupo de Investigaciones sobre Filosofía, Derecho y Sociedad Centro de Investigaciones Jurídicas

Mérida – Venezuela Diciembre – 2019 Año XXI. Nº 34 34

Revista Dikaiosyne Nº 34. Diciembre 2019. DIKAIOSYNE Fundada el 3 de diciembre de 1997

Revista anual de filosofía práctica, abierta a todas las tendencias o corrientes del pensamiento filosófico. Es un espacio de reflexión sobre los distintos fenómenos del obrar humano: jurídicos, políticos, éticos, estéticos, etc. Editada por el Grupo de Investigaciones sobre Filosofía, Derecho y Sociedad (G-SOFID). ULA. Mérida-Venezuela, con el patrocinio del Consejo de Desarrollo Humanístico, Científico y Tecnológico de la Universidad de Los Andes (CDCHT-ULA).

ISSN 1316-7939 DEPÓSITO LEGAL: pp-199802ME321

INDEXACIÓN DE DIKAIOSYNE REVENCYT-RVD-005 (http://revencyt.ula.ve). CATÁLOGO LATINDEX (Folio 13407). THE PHILOSOPHER’S INDEX (www.philinfo.org). SABER-ULA (www.saber.ula.ve/dikaiosyne). CLASE (UNAM). GALE CENGAGE LEARNING.

COMITÉ EDITORIAL

Editor: Universidad de Los Andes José Antonio Ramos Pascua (Dr. en Derecho. Universidad de Salamanca, Directora España). Ángel Alonso (Dr. en Margarita Belandria Filosofía. UNAM, México). Francisco (Magíster en Filosofía (ULA). Carpintero Benítez (Dr. en Derecho. [email protected] Universidad de Cádiz, España). Carlos Casanova (Dr. en Filosofía. Pontificia Consejo de redacción Universidad Católica de Chile). Mayda Hočevar (Doctora en Derecho. ULA). Andrés Suzzarini (Magister en Dirección postal: Grupo de Filosofía. ULA) Milagro Terán Investigaciones Filosofía, Derecho y Pimentel (Profesora de la Escuela de Sociedad (G-SOFID). Centro de Derecho. ULA). Mauricio Rodríguez Investigaciones Jurídicas. Facultad de Ferrara (Profesor de la Escuela de Ciencias Jurídicas y Políticas. Derecho. ULA). Universidad de Los Andes. Av. Las Américas. Sector La Liria. Mérida – Consejo de asesores y árbitros Venezuela. Alberto Rosales (Dr. en Filosofía. USB, ). Pompeyo Ramis (Dr. Suscripciones: en Filosofía, ULA). Gladys Leandra Precio anual (incluyendo flete): Portuondo (Magíster en Filosofía, Venezuela Bs. 3.500; América Latina ULA). Marta De La Vega Visbal (Dra. $35; USA y Canadá US$ 50; Europa en Filosofía. USB, Caracas). Luz US$ 60. Proceso de suscripción en Marina Barreto (Dra. en Filosofía. nuestra oficina o a través de: UCV, Caracas). Marco Ortiz [email protected] Tele-fax: 0274- Palanques (Dr. en Filosofía, ULA). 2402083. Dra. Edda Samudio (ULA). DIKAIOSYNE Nº 34 Universidad de Los Andes Mérida – Venezuela Diciembre 2019 ISSN 1316-7939

ÍNDICE

Pág.

Alonso Salas, Ángel Homo zombie u homo zapping: una disyuntiva de nuestro tiempo Homo zombie or homo zapping: a dilemma of our time……………………….. ...5

Belandria, Margarita En torno a la emergencia humanitaria en Venezuela About the humanitarian emergency in Venezuela……………………………….. 21

Portuondo, Gladys L. Significado filosófico del problema psicofísico Philosophical meaning of the mind-body problema…………………………….. .61

Sevilla Godínez, Héctor El culmen de la filosofía en el gran despertar. El pensamiento de Śaṁkara y la idea del conocimiento en el Advaita The culmination of philosophy in the great awakening. Śaṁkara’s thought and the idea of knowledge in the Advaita…………………….71

Terán Pimentel, Milagros La i latina, la lealtad familiar y el imperativo categórico kantiano Latin i, family loyalty and the kantian categorical imperative…. ………………. 91

INTERDISCIPLINARES

Gil Otaiza, Ricardo 16 de septiembre de 1810: quiebre y desarraigo………………………………101

Revilla Herman Edison R. y Gil Otaiza, Ricardo La gerontogogía en Venezuela: una forma de innovación educativa…… 117

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INFORMACIÓN GENERAL

Normas editoriales y criterios de evaluación………………..…………………...147 Índice acumulado………………………………………………………………...149 CDCHTA-ULA……… ………………………………………………………….150 Autoridades ULA………………………………………………………………...151

DIKAIOSYNE Nº 34. Diciembre 2019.

DIKAIOSYNE Nº 34 Universidad de Los Andes Mérida – Venezuela Diciembre 2019 ISSN 1316-7939

HOMO ZOMBIE U HOMO ZAPPING: UNA DISYUNTIVA DE NUESTRO TIEMPO

Ángel Alonso Salas1

Resumen:

A lo largo de este escrito se pretende reflexionar acerca del papel que tiene en nuestro día la ciencia y la tecnología, y la manera en que se han creado nuevas formas de ser y de comportamiento entre los seres humanos que van desde la de- pendencia y esclavitud hacia las redes sociales, hasta el usar los dichos medios como una herramienta de liberación y de promoción de justicia.

Palabras clave: Ciencia, tecnología, zombie, redes sociales, ser humano.

HOMO ZOMBIE OR HOMO ZAPPING: A DILEMMA OF OUR TIME

Abstract:

Along this paper we hope to become reconsidering on the role of science and technology nowadays, and the way in which new ways of being and behavior have been created among human beings, since dependence and slavery towards social media, even using the media as tool for liberation and promotion of justice.

Key words: Science, technology, zombie, social media, human being.

1 El Prof. Ángel Alonso tiene los grados de licenciatura, maestría y doctorado en Filosofía, así como un doctorado en Ciencias (especialidad en bioética). Es profesor de Tiempo Com- pleto en el CCH Azcapotzalco (UNAM) y es candidato a investigador por el SNI, CONA- CYT. Correo electrónico: [email protected]

Fecha de recepción: 25/2/2019 Fecha de aceptación: 15/3/2019 6

A manera de introducción

El presente trabajo aborda la manera en que las redes sociales y los Mass Media sitúan a muchos individuos en la siguiente disyuntiva: convertirse en un ferviente usuario-seguidor de redes sociales y de lo que los otros dicen, hacen y publican (una especie de zombie), o bien, convertirse en un espectador crítico que decide qué ver y en qué foros participar en cualquier plataforma digital a la que tenga acceso (quien decide hacer un zapping con base en ciertos criterios y juicios de valor). De esta forma, el presente escrito apela a la rebelión de las audiencias en las redes sociales, desde las problemáticas contemporáneas de la tecnociencia. Por este motivo, se reflexionará acerca del conocimiento del mundo y del entorno so- cial que la misma tecnociencia ha creado y establecido en los seres humanos, y en especial en las diversidades culturales existentes en nuestra época. Es importante destacar que ha sido tal el poder, impacto y fuerza que han tenido los avances tec- nocientíficos, que han producido y creado (explícita o implícitamente) una socie- dad que podríamos catalogar de homo zombies, de homo ciber o de homo zapping. Por una parte, se han borrado aspectos de una pluralidad y diversidad cultural de las sociedades contemporáneas a través de la homogeneización o “uniformización” de los seres humanos, mediante la globalización y la tecnociencia, lo cual puede ser considerado como una manipulación de las altas esferas de poder, disfrazadas con los avances y el progreso tecnocientífico. Y, por otra parte, esta globalización y vorágine de dar seguimiento o estar enterado de los acontecimientos en “tiempo real”, así como la presencia omnisciente de los Mass Media y de la tecnociencia quienes han generado una nueva forma de producción y acceso al conocimiento, que está al alcance de cualquier sujeto, comunidad o usuario que sea partícipe de los mecanismos y medios que la misma sociedad globalizada y neoliberal ha pro- ducido, a saber, la apropiación y recontextualización de las redes sociales. Es importante resaltar que por tecnociencia nos referimos al constructo so- cial y tecnológico que se ha hecho en cada una de las disciplinas científicas y cuya finalidad última reside en mejorar, perfeccionar y producir nuevos instrumentos tecnológicos y científicos que den una mejor calidad de vida o una mayor eficien-

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cia de los objetos tecnológicos, científicos y sociales utilizados cotidianamente. Dichos avances los encontramos en la producción del radio, televisión, streaming, contenidos de redes sociales, tendencias (Trending Topics), influencia de youtu- bers, Facebook, Twitter, Instagram, etcétera. Finalmente, los textos que servirán como directrices de esta reflexión son La estructura de las revoluciones científicas de Thomas S. Kuhn; La rebelión de las audiencias de Jenaro Villamil y Ética y mundo tecnológico de Jorge Enrique Linares Salgado. El orden de la exposición será el siguiente: en primer lugar, se mencionará en qué consiste la “matriz disci- plinaria” propuesta por Kuhn, para posteriormente, explicar la significación y sen- tido que tiene la tecnociencia, como heredera de la matriz disciplinaria kuhniana. Como último punto, se desarrollará la propuesta del homo zombie y del homo zap- ping, para así ver el papel que tienen hoy día las redes sociales y los gadgets (telé- fono inteligente, televisión, iPad, etcétera) que cotidianamente usamos.

1 La obra de La estructura de las revoluciones científicas de Thomas S. Kuhn, propone considerar a la ciencia mediante el análisis y la reflexión de aspectos his- tóricos y sociológicos que permean la actividad científica. Dicho ejercicio reflexivo es uno de los primeros esbozos de lo que hoy en día conocemos como “transdisci- plina”, en tanto que se justifica una visión no lineal o discontinua sobre un conoci- miento o la pretensión de alcanzar y poseer una verdad definitiva. De acuerdo con Kuhn, el estudio de la ciencia parte de “comunidades científicas”, en donde distin- tos grupos de científicos comparten un entramado de prácticas, valores, formula- ciones o lenguaje, es decir, un paradigma. Un paradigma supone una tradición que implica un conjunto de prácticas, teorías, valores y un lenguaje especializado; sur- ge de una comunidad científica, así como también, ofrece una ciencia ejemplar, es decir, un catálogo de soluciones a ciertas problemáticas y una serie de enigmas ante los cuales dicho paradigma no ha encontrado una respuesta satisfactoria. Debido a que el término de paradigma produjo varias confusiones, en la Posdata de su texto, Kuhn explicará que una “matriz disciplinaria” contiene todas aquellas teorías que se encuentran integradas en marcos conceptuales amplios (an- teriormente denominados paradigmas) que se caracterizan por incluir supuestos

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compartidos, técnicas de identificación y resolución de problemas, reglas de apli- cación, valores y creencias, es decir, una serie de hipótesis o teorías que otorgan una forma de ver el mundo. Es importante destacar los elementos que conforman la matriz disciplinaria, ya que, a mi juicio, son los mismos elementos que permitirían comprender a las diferentes tribus urbanas, a la diversidad cultural, y en especial, a los elementos heurísticos subyacentes en la tecnociencia, a saber, aquellas nocio- nes, términos, elementos o cualidades a partir de las cuales se desarrolla y produce un conocimiento. En primer lugar, tenemos las generalizaciones simbólicas, que son las fórmulas o cimientos sobre los que se encuentran los ámbitos de la proble- maticidad. En segundo lugar, se encuentran los modelos ontológicos y heurísticos que, por una parte, producen conocimientos y constituyen el “ser de los objetos”, y, por otra parte, son los que permiten la formulación de ciertas hipótesis o la produc- ción del conocimiento. Dichos modelos, conforman la personalidad del grupo so- cial y lo diferencian de otras comunidades mediante ciertas actitudes y formas de vida específicas que, a su vez, originan, el tercer punto: los valores que dicha co- munidad posee, y finalmente, la serie de ejemplares, problemáticas y soluciones que tiene la ciencia en específico. Cabe resaltar que todo esto hoy se encuentra en cada disciplina y ciencia.

2 A fines del siglo pasado, el desarrollo científico y tecnológico arrojó infini- dad de descubrimientos, avances médicos, técnicos e industriales cada vez más innovadores, útiles y necesarios que sorprendieron y siguen sorprendiendo al mun- do, i.e., la nanotecnología; la Internet; la importancia y necesidad que han cobrado los gadgets y mass media; los descubrimientos científicos en el ámbito de la astro- nomía, biología, genética, física, química, etcétera2, lo cual ha llevado a una nueva forma de concebir y vivir en nuestras sociedades, con el uso de la tecnología y de la ciencia. Sin embargo, el conocimiento producido, así como los retos, dilemas y

2 Por mencionar algunos ejemplos: ensambladoras moleculares, la investigación en biomí- mesis, las celdas solares, el GPS, los avances de robótica, chips, teléfonos inteligentes, robots, cyborgs, inteligencia artificial, el Big Data, las nuevas técnicas de genética, tecnolo- gía militar, manipulación genética, las “nubes” o repositorios digitales, pagos electrónicos, entre otros.

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problemas que han surgido a la par de dicho avance, han llevado a reflexionar acerca del papel que tienen la ciencia y la tecnología, y a tomar conciencia y una postura ante el hecho de que cada vez se estrechan más los ámbitos de acción y reflexión de la ciencia y la tecnología. Por mencionar un ejemplo, el uso y la crea- ción de la tecnología necesita de un soporte teórico y científico que le permita lo- grar sus fines, para así justificar la validez de lo que se esté elaborando, lo cual, en la mayoría de las veces, posibilita el avance de la ciencia. De igual manera, la ela- boración e investigación de problemas y conocimientos específicos de cualquiera de las ramas de la ciencia necesita de los aparatos tecnológicos para poder llevarlos a cabo, es decir, se cuenta con el aparato ideológico y la justificación teórica, pero se carece de los medios y las herramientas que le provee la tecnología. Si compa- ramos el desmesurado y precipitado avance que ha surgido de la Revolución Indus- trial hasta nuestros días, podremos percatarnos de cómo es que la ciencia y la tec- nología, se han convertido en una amalgama, en algo que de manera recíproca ha ido creciendo, una especie de binomio, como esferas complementarias, lo cual ha dado origen al término de tecnociencia.

Jorge Enrique Linares Salgado en Ética y mundo tecnológico, considera que los seres humanos nos encontramos en “un mundo tecnológico; ya no vivimos en definitiva dentro de la naturaleza, sino en una tecnoesfera rodeada de la biosfera. Este factum histórico es el resultado de la expansión del poder tecnológico y de los alcances extraordinarios del poder humano de acción […] Por ello, la biosfera y la tecnoesfera constituyen ahora los nuevos y desconocidos objetos de la responsabi- lidad”3, por lo que es necesaria la conformación de una “ética global del mundo tecnológico”, que es desarrollada en su texto de Ética y mundo tecnológico. Ahora bien, ¿qué entendemos por “tecnociencia”? Linares la define como «una nueva modalidad social de práctica tecnológica que revolucionó también la práctica cien- tífica, al fusionar el conocer científico y el producir tecnológico en una unidad de acción destinada al desarrollo e innovación de objetos técnicos […] La tecnocien-

3 Jorge Enrique Linares Salgado. Ética y mundo tecnológico. México, DF: FFyL, UNAM, FCE: 2008, p. 366.

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cia vincula la información y el conocimiento científicos, las habilidades y destrezas técnicas para la producción industrial de artefactos y dispositivos tecnológicos»4.

Y si reflexionamos un momento sobre este punto, nuestra sociedad y hábitat se encuentran rodeados de estos artefactos y dispositivos tecnológicos, tales como la Internet. El avance de la ciencia y la tecnología define el futuro de un país o su dependencia de otra nación/potencia que le administrará los insumos científicos, tecnológicos y mecánicos para competir en el mercado global o para ofrecer algo en este mundo competitivo. Hoy día, las metas y objetivos de la vida de un ciuda- dano o Estado se imponen a las sociedades, instituciones y a los ciudadanos con las nuevas carreras y disciplinas técnicas y científicas, así como el boom de las “com- petencias” en los nuevos planes de estudio o en los apoyos y subsidios a la investi- gación científica. Este afán de “no quedarse atrás”, de “estar en tiempo real” es una de las nuevas modas, tendencias, fobias o exigencias de nuestra época. Sin embar- go, a pesar de que contemos con el término tecnociencia podemos seguir separan- do, reflexionando y hablando de los fines que persiguen tanto la ciencia como la tecnología, y, que comparten una misma finalidad, a saber, la producción del cono- cimiento y la creación de artefactos que permitan que dicho objetivo se lleve a cabo. Es importante destacar que la tecnociencia no tiene como finalidad explicar o justificar los acontecimientos que se producen en nuestros contextos históricos, sino simplemente producir objetos pragmáticos y que impulsen aún más el avance científico. Además, el papel y el lugar que ocupa la tecnociencia es crucial, ya que se ha convertido en el “motor principal del desarrollo del mundo tecnológico, pues constituye la expresión máxima de la racionalidad pragmático-tecnológica y, por ende, sus actividades son las que implican mayores repercusiones sobre la natura- leza y la sociedad”5, siendo éste un tópico del que debería ocuparse la reflexión filosófica de nuestra época.

Si establecemos una relación con el apartado anterior, podremos percatarnos de que “el mundo tecnológico del que depende ahora la humanidad entera se ha

4 Ibíd., pp. 369-370. 5 Ibíd., p. 371.

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convertido en una mediación universal y en el horizonte de las relaciones cognosci- tivas y pragmáticas entre el ser humano y la naturaleza; es, pues, un sistema-mundo que domina la vida social, una matriz cognitiva y pragmática a partir de la cual nos relacionamos con el todo”6, por lo que debemos reflexionar acerca de los valores, el conocimiento y las formas de vida que ha generado la tecnociencia y todos aque- llos gadgets y mass media que ocupamos cotidianamente. Sobre este aspecto, Lina- res sostiene que:

«actualmente, el concepto de tecnociencia no tiene un uso unívoco, y su sentido depende de si se hace énfasis en lo pragmático y utilitario: “tecnociencia”, o en lo epistémico: “tecnociencia”. De manera des- criptiva, el concepto de tecnociencia puede designar: a) el complejo material de empresas y proyectos que buscan obtener resultados pragmáticos, dirigidos y administrados con sentido empresarial y/o por las directivas de entidades gubernamentales (algunas de carácter estratégico-militar); b) el discurso o construcción social de un len- guaje de poder que determina el rumbo del desarrollo tecnológico y el sentido de las decisiones políticas con respecto a la investigación científica misma, así como la manera de enfrentar muchos de los problemas ambientales y sociales más urgentes»7.

Desgraciadamente, gran parte de la reflexión que se ha hecho sobre la tecno- ciencia ha sido con base en los aspectos negativos que se han dado a nivel pragmá- tico y utilitario, y no tanto en los horizontes de significación que posibilita el uso epistémico de la tecnociencia y la aplicación de estas prácticas en el ámbito médi- co, ambiental y social que, a mi juicio, sería lo más deseable. Sin embargo, la apa- rición de la tecnociencia no ha sido espontánea o fortuita, sino que ha tenido una intencionalidad específica, y entre esos rasgos podemos destacar que su aparición y permanencia se ha debido a un financiamiento particular y privado, que ha sido favorecida por políticas gubernamentales; que la tecnociencia engloba diversas

6 Ibíd., p. 365. 7 Ibíd., p. 373.

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ramas científicas y del conocimiento, y que tiene una fuerte incidencia en el mer- cado económico a nivel nacional y mundial. Gran parte de las investigaciones tec- nocientíficas han sido para la producción de proyectos militares o para promover la investigación científica, farmacéutica, médica y tecnológica, con fines pragmáticos y utilitaristas, por ejemplo, el posicionar ciertas empresas científicas y farmacéuti- cas, que producen un negocio y lucro con los seres humanos en favor de la búsque- da de medicamentos y remedios a enfermedades, o en aras de una mejor calidad y confort de “vida social”.

Con todo lo anteriormente dicho, no debe satanizarse a la tecnociencia, ya que, como diría Hölderlin, “en el peligro está la salvación”, y el mundo tecnológico “coexiste con otros sistemas que actúan en la sociedad: el político, el científico, el económico, el ético, el artístico-estético”8, motivo por el cual debemos recordar que aún en el seno de la tecnociencia, “el sujeto tampoco está aislado, sino ligado a un entramado de acciones, valores y decisiones de otros agentes que se entrelazan en las operaciones tecnológicas y que componen una especie de sujeto un tanto inconsciente de sus acciones […] Es, por tanto, un sistema complejo de inter- relaciones que rige el modo en que se vinculan artefactos, conocimientos, valores y acciones intencionales de los agentes humanos”9. Y será en este tenor, como deberá procurarse que, “tales valores universales (precaución, responsabilidad, justicia, autonomía individual y social, preservación, conservación, remediación, delibera- ción pública y democrática) no tienen por qué ser contrarios a la diversidad social y cultural ni amenazar a las comunidades tradicionales”10, ya que, pese a estar bajo el dominio de la tecnociencia, es posible acceder por medio de ella a dichos valores universales. Podríamos concluir esta sección diciendo que la tecnociencia se ha convertido en el nuevo paradigma o matriz disciplinaria de fines del siglo XX a la fecha, en la que nuestras sociedades se encuentran inmersas.

8 Ibíd., p. 387. 9 Ibíd., pp. 396-397. 10 Ibíd., p. 437.

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3 La reflexión sobre el ser humano a lo largo de la historia de la humanidad ha otorgado diversos aspectos sobre la significación y el sentido de aquello que hace al ser humano, ser un ser humano. Entre dichas caracterizaciones, podemos encon- trar al homo erectus, homo habilis, homo sapiens, homo faber, animal symbolicum, zoon politikon, homo ludens, homo videns, entre otros, mismas que nos dan pistas del quehacer y el sentido que el ser humano ha tenido hacia sí mismo y su especie. Sin embargo, considero que el avance desmedido que ha tenido la tecnociencia y la falta de interés (o vacío existente) sobre las implicaciones positivas y negativas que ha tenido la tecnociencia en nuestra especie ha ido conformando una nueva clasifi- cación del ser humano: el homo zombie. El término “zombie” en la mayoría de las ocasiones se emplea para hacer referencia a aquella persona carente de voluntad. Es una especie de autómata, o de esclavo que está al servicio de otro sujeto o de alguna voluntad externa. Los zombies se han puesto de moda con diversas series de televisión o videojuegos, donde sujetos carentes de voluntad propia persiguen a los seres vivos, se comen los cerebros de los humanos, mediante la dispersión de un virus o con una mordida que les propinen los convierten en uno de ellos. La ciencia ficción ha planteado diversos apocalipsis zombies, fruto de una vacuna, de una epidemia o de un experimento por el uso incorrecto de la tecnociencia. Y ha sido tan exitoso este concepto que vemos jóvenes y adultos disfrazados participando en marchas zombies, invadiendo alguna plaza o fiesta, hablando de si se puede revertir el contagio; qué tan factible es enamorarte de un zombie; si la epidemia provino de un vagón de un tren o de África; cuál es el manual y kit que debes de tener en casa para sobrevivir a un ataque, etcétera. Con la tecnociencia ha emergido o está emergiendo el homo zombie, es de- cir, aquel colectivo de individuos que simplemente siguen una rutina específica o cumplen con un rol o función que es otorgada por alguna institución o medio tec- nocientífico. El homo zombie se ha convertido en un engrane más de una estructura o mecanismo social, educativo, científico, tecnológico o político. El homo zombie es sustituible, la condición humana ha dejado de ser imprescindible, ya que la tec- nología está supliendo lo que exteriormente hacía el ser humano y estamos llegan- do al “transhumanismo”. El ser humano se ha convertido en un ladrillo más de una

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construcción de un poder tecnocientífico, semejante al papel que tienen los estu- diantes en el video Another brick on the wall de Pink Floyd. En el momento en que la “especie humana” ha sido captada, manipulada y obligada a la dependencia tec- nológica y científica (medios de transporte, de comunicación electrónica, depen- dencia de los sistemas electrónicos y bancarios, y en general, de cualquier gadget), podemos ver que la conciencia crítica del sujeto ha sido apaciguada, callada y ma- nipulada por lo tecnocientífico. La tecnociencia ha creado zombies que tratan de estar al día en lo que respecta a lo tecnocientífico, al “mame” (esta “ola” de memes o comentarios que se vuelven “virales” y que se denomina “subirse al tren del ma- me”), las tendencias del Twitter o el Trending Topic, a compartir el meme del mo- mento, en donde su voluntad está en manos del papel y el lugar que ahora la cien- cia y la tecnología les otorgan. El ser humano se ha convertido en el apéndice de la tecnociencia, es decir, ha emergido el homo zombie. Parafraseando a Nietzsche, “la tecnociencia ha matado la aspiración o al in- cipiente súper hombre” y se ha ido gestando la aparición y concreción de sujetos que portan una “autonomía” enmarcada en el ámbito de la tecnociencia, es decir, ha sido la tecnociencia la que ha dirigido consciente o inconscientemente la con- formación de la personalidad de miles de personas. La tecnociencia ha asumido en sus manos la construcción, origen y destino de la especie humana, de la biosfera y del cosmos en sí mismo. La tecnociencia ha democratizado y universalizado al conocimiento en general, y en especial ha llevado a una homogeneización global a partir de su uso y necesidad en cualquier ámbito y momento de nuestra existencia. El hombre, al ser guiado por la tecnociencia, se ha convertido en un títere de un poder tecnocientífico e invisible, el cual llega a creer y suponer (por convicción, de manera inconsciente o por conocimiento de causa) que la vivencia sartreana de la náusea o la rutina, en la que el ser humano se encuentra inmerso por la cotidianidad y vivencia es lo normal. La tecnociencia se ha convertido en un vital modus viven- di, en el leit motiv de nuestra especie. Basta con pensar en cuántos aparatos elec- trónicos (gadgets), aparatos de comunicación, científicos o tecnológicos hemos empleado en lo que va del día, en la catástrofe que supone que “se vaya la luz” o “se caiga el sistema”, para percatarnos del vacío de nuestros roles sociales o de nuestras propias vidas, así como de lo desprotegida que se encuentra nuestra espe-

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cie humana ante la tecnociencia. De esta forma, podremos concluir que la tecno- ciencia es una espada de dos filos, ya que por una parte, el mismo avance tecno- científico ha ido desvaneciendo las diferencias y diversidades culturales de nues- tros pueblos, mediante la primacía y legitimidad del lenguaje tecnocientífico (ya que su mismo mecanismo provee de traductores) y de los mecanismos para esta- blecer una visión unívoca del mundo: la tecnociencia, por ejemplo, a partir de la Internet cualquier usuario puede acceder a conocimientos e imágenes sobre cual- quier enfermedad crónica o visitar diversos sitios dedicados a la pornografía. Aun- que por otra parte, la misma tecnociencia posibilita la creación y solidificación de foros nacionalistas o de identidad en contra de un sistema en específico, por lo que ella se convierte en una herramienta de manipulación y en un poder que nadie con- trola y que impide un diálogo con el otro, por ejemplo, la infinidad de blogs, chats y foros de discusión, así como también, la conformación de tribus urbanas o de la socialización “electrónica y virtual” con la alteridad (real o ficticia). Nuestra sociedad contemporánea es tecnocientífica, y esto a su vez, la hace excluyente. Se ha privilegiado a lo tecnocientífico y a cualquier otro tipo de cono- cimiento y/o forma de vida. Vivimos en un mundo saturado de ciencia y tecnología que genera una dependencia y necesidad, así como también una disfrazada manipu- lación verbal, audiovisual y emocional, que, como hemos visto, ha fomentado la aparición del homo zombie.

4 Jenaro Villamil en su texto la Rebelión de las Audiencias afirma que cuando explicamos o reflexionamos sobre el uso que otorgamos de manera contemporánea a las redes sociales, nos percataremos de que existen situaciones indignantes (imá- genes o videos de asesinatos, feminicidios, violencia y maltrato animal, entre otros) como también acontecimientos sumamente valiosos y emotivos (una luna nueva, algún acto de caridad, el nacimiento de algún animal en peligro de extinción, algún discurso emotivo a favor de los derechos humanos o a la vindicación de alguna minoría, etcétera). De esta forma, no sólo han sido eventos aislados los de la “Pri- mavera árabe”; “#Yosoy132” o “Brexit” los movimientos que han sacudido las

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conciencias (virtuales y de algunos sectores de la sociedad), sino que el fenómeno de la posverdad y del Fake News muchas veces muestra cómo los ciudadanos se convierten en copartícipes de una acción direccionada mediante la difusión de eventos o noticias que son falsas o que tienen la pretensión de desestabilizar y des- truir opiniones o “brotes” de conciencia social en las redes sociales. A este fenó- meno del uso de las redes sociales como un medio de protesta y de búsqueda de justicia (sean algunos casos mexicanos como los de #FeminicidioEmergenciaNa- cional, el caso de Ayotzinapa, Casa Blanca o Guardería ABC), Villamil lo ha de- nominado “rebelión de las audiencias”, que a juicio del autor:

«ha sido un proceso con características singulares del sistema político mexicano, pero también con referentes globales similares a los de otras latitudes: la apropiación social y generacional de las nuevas tec- nologías; la transmutación del imperio del broadcasting en el reino creciente del streaming; la sustitución y convergencias de los empo- rios telefónicos y televisivas con los tentáculos de Google, Facebook, Apple, Netflix; el creciente exponencial de movimientos y políticas sociales ajenos a distintos grupos clientelares que combinan las calles con las redes sociales; la era de la información instantánea que le transforma en “posverdad” o en mentiras socialmente admitidas; la irrupción de las audiencias hipersegmentadas, diversificadas y disper- sas»11.

Pero ¿quiénes dirigen o encabezan esta rebelión? Villamil afirma que “no es la tecnología per se sino sus usuarios, las audiencias digitales, quienes están enca- bezando esa nueva rebelión global”12, que a su vez se enfrentan a las estructuras ocultas del poder, a ese poder fáctico, transnacional y oligarca que está detrás de muchas empresas e industrias, cuyos antecedentes los encontramos en la obra de Foucault Vigilar y castigar, cuando se hace mención de la figura del panóptico, ese

11 Jenaro, Villamil. Rebelión de las audiencias. De la televisión a la era del trending topic y el like. México: Penguin Random House. Grupo Editorial, 2017, pp. 10-11. 12 Ibíd., p. 11

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espacio en el que la persona privada de su libertad, el loco o el enfermo están siempre expuestos a la vista de cualquier Otro. O bien, ese “gran hermano” de la obra de 1984 de Orwell que estaba vigilando y siguiendo cada hecho, acción, pala- bra y escrito que fuera divulgado o pronunciado en aras de la seguridad y armonía de la sociedad contemporánea (hoy global e interconectado en tiempo real median- te la web). Villamil considera que “las víctimas del panóptico son las que vigilan ahora. Cobraron vida, tomaron voz, intervienen, inciden, presionan, insultan, com- parten contenidos y puntos de vista, interactúan de manera neurótica o enajenante, con una intensidad no vista en anteriores generaciones”13. Ahora bien, si establecemos una conexión con el apartado de tecnociencia descrito con antelación, nos percataremos de que ese emerger del uso desmedido, sin sentido, manipulado o absurdo de las redes sociales, información y educación digital oscila entre la popularidad (rating) y el contraste. La lucha por ver quién tiene mayor rating (en programas o series como Exatlón, Rosa de Guadalupe, Su- per Bowl, Mundial de Fútbol, alguna telenovela turca, programa de canto o cocina, o cualquier producto que encontremos en Amazon Prime, Blim, Netflix, Claro Video, etcétera), se ve opacada con la oferta al mayor número de opciones, series, programas deportivos, noticieros o de entretenimiento. Villamil considera que “la era del rating se terminó. Inició una era del zapping, del contraste y, sobre todo, de la convergencia y conectividad”14. Anteriormente mencioné que el autoritarismo y la alienación que producía la tecnociencia hicieron posible la aparición del homo zombie. Es posible llegar aún más lejos. Villamil considera que en esta época del auge y necesidad absoluta de las hiperconectividad en tiempo real ha generado el “Homo zapping” que se caracteriza como “un ser pensante en búsqueda continua de entretenimiento, de contrastes, disperso, muy exigente, con escasa paciencia, productor y consumidor, simultáneamente, de contenidos de todo tipo: desde los más personales hasta los socialmente en boga. Son exhibicionistas y voyeristas, al mismo tiempo son activos y pasivos en la esfera pública y gracias a la propia «ló- gica conectiva»”.15

13 Ibíd., p. 12. 14 Ibíd., p. 20. 15 Ibíd., pp. 20-21.

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¿Y no es así nuestro tiempo? Pensemos en lo que hemos publicado el día de hoy (ya sea mientras leíamos este escrito o antes de iniciar la lectura), de qué nos reíamos hace unas horas y qué “memes” compartimos. Es común subirse al “tren del mame” del momento; poner un “compartir” o Retweet (RT) o publicar algo respecto al #Lord o #Lady de hace unos minutos; esa necesidad cuasi- existencial de registrar una visita al museo, cine, plaza comercial, concierto, evento religioso o lugar donde nos encontremos para que nuestros cientos de seguidores colaboren con su cuota de “me gusta” (likes), “me encanta” o algún comentario, por mínimo que sea, para que mi autoestima suba o “me hagan el día”; esperar ansiosamente a que comparta una imagen en Instagram o intervenir algún recuerdo en Snapchat; encontrar a “mi media naranja” en Tinder y prepararse para la cita en algún centro comercial acordado, a sabiendas de que se habla más por un dispositi- vo móvil que en persona; rogar a la WWW y al 4G a que “no me deje en visto”, entre otras cosas que suceden cotidianamente y que hemos normalizado como natu- rales. De esta forma, “internet no sólo revoluciona la manera como se informa la ciudadanía, sino que moderniza su comportamiento desmantelando un rasgo tan tradicional en las sociedades como es la credibilidad entre quienes tienen el contac- to directo con la piel del Otro, la familia, los amigos y los compañeros de traba- jo”16, y como afirma Villamil:

«las redes sociales son poderosos instrumentos binarios que, al igual que una herramienta como un martillo, pueden servir para construir desde una pequeña casa hasta una imponente estructura de comuni- cación o también para golpear, atacar, matar. Depende de quien tome el martillo en sus manos. La revolución de las audiencias corre en los dos sentidos: constructivo y destructivo, disidente y conformista, comprometida y enajenante, crédulo y desconfiado».17

16 Ibid., p. 33. 17 Ibid., p. 40.

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Es necesario que repensemos y resignifiquemos nuestra sociedad y el uso que damos a la tecnociencia. Debemos repensar críticamente estos paradigmas tan emergentes que se han instalado en nuestra época. Cómo hemos colaborado cons- ciente o inconscientemente a que esto siga presente, el uso que le demos a las redes sociales y tecnociencia se convierte en una maldición o bendición, pensando la función que otorgamos a ese martillo, aunados a la indiferencia y la apatía, son los medios que nos han hecho transitar entre la disyuntiva de ser un homo zapping o un homo zombie. Debemos de pensar y actuar ante la alienación y dependencia abso- luta que tenemos hacia la tecnociencia y las redes sociales y no quedarnos con un simple like, RT o compartir.

A manera de conclusión

Para finalizar este texto, podríamos retomar a Giovanni Sartori, quien en su texto Homo Videns. La sociedad teledirigida trata de explicar y retomar los avan- ces multimedia de nuestra sociedad, poniendo énfasis en el tele-ver y video-vivir, como unas categorías fundamentales en el desarrollo de su argumentación. Villamil afirma que existe un «entumecimiento» y «sonambulismo» o fuertes dosis de ena- jenación (para decirlo en términos hegeliano-marxistas), pero también hay un nue- vo empoderamiento producto de la masificación de los nuevos usos tecnológicos. Esto depende del uso individual y social que otorguemos al medio”.18 Sin embargo, como hemos visto, el impacto de la tecnociencia es aún más fuerte y delicado que el de la televisión, ya que mientras que “el video está transformando al homo sa- piens, producto de la cultura escrita, en un homo videns para el cual la palabra está destronada por la imagen”19, la tecnociencia ha mutado al homo videns y lo ha con- vertido en un homo zombie o en un homo zapping, quienes deben adaptarse al ca- non de la tecnociencia que a su vez les ha brindado una especie de anestesia satis- factoria, un nuevo “opio del pueblo”, por medio del cual se le brinda a la sociedad “pan y circo” a nivel nacional e internacional. Desgraciadamente, en algunos casos

18 Ibid., p. 42 19 Giovanni Sartori. Homo Videns. La sociedad teledirigida. 3ª ed. Traducción de Ana Díaz Soler. México: Ed. Taurus, 2002, p. 11.

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la predicción de Sartori, referente al homo videns es aplicable al homo zombie: “lo que nos espera es una soledad electrónica: el televisor que reduce al mínimo las interacciones domésticas, y luego el Internet que las transfiere y transforma en interacciones entre personas lejanas por medio de la máquina”20, se ha hecho reali- dad.

BIBLIOGRAFÍA

- Huizinga, Johan. Homo ludens. 4ª reimp. de la 1ª ed. Traducción de Euge- nio Imaz. Madrid: Alianza Editorial, 2004. - Kuhn, Thomas S. La estructura de las revoluciones científicas. 15ª reimp. Traducción de Agustín Contin. México, DF: FCE, 1999. - Linares Salgado, Jorge Enrique. Ética y mundo tecnológico. México, DF: FFyL, UNAM, FCE: 2008. - Sartori, Giovanni. Homo Videns. La sociedad teledirigida. 3ª ed. Traduc- ción de Ana Díaz Soler. México, DF: Ed. Taurus, 2002. - Villamil, Jenaro. Rebelión de las audiencias. De la televisión a la era del trending topic y el like. México: Penguin Random House. Grupo Editorial, 2017.

20 G. Sartori, op. cit., p. 133.

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DIKAIOSYNE Nº 34 Universidad de Los Andes Mérida – Venezuela Diciembre 2019 ISSN 1316-7939

EN TORNO A LA EMERGENCIA HUMANITARIA EN VENEZUELA

Margarita Belandria* Resumen Por la profunda complejidad que entraña la actual situación de Venezuela, este trabajo no pretende la exposición de un análisis exhaustivo de las gravísimas circunstancias en que se halla sumida la población venezolana, sino más bien do- cumentar y mostrar ciertos antecedentes políticos y legales que indudablemente condujeron a ellas.

Palabras clave: Institucionalidad democrática, separación de poderes públi- cos, acceso a la justicia, Estado de Derecho, Derechos Humanos.

ABOUT THE HUMANITARIAN EMERGENCY IN VENEZUELA**

Summary Because of the profound complexity of the current situation in Venezuela, this work does not intend an exhaustive analysis of the very serious circumstances

* Profesora Titular (J) de la Universidad de Los Andes (ULA). Mérida-Venezuela. Parte de este trabajo se ha publicado en Informes del Observatorio de Derechos Humanos de la Uni- versidad de Los Andes (ODH-ULA), del que la profesora Belandria ha sido miembro investigadora. Y es continuación de su proyecto ―Venezuela y su Estado de Derecho‖ patrocinado por el Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico (CDCHT) de la Universidad de Los Andes. De esta investigación produjo la autora dos artículos: ―Venezuela, ¿un Estado de Derecho?‖ publicado en la Revista Dikaiosyne Nº 17, ULA. Mérida, diciembre de 2006, y ―Venezuela y su Estado de Derecho‖ publicado en la misma Revista Dikaiosyne Nº 22, junio de 2009.

** Traducción al inglés de la Prof. Gladys Portuondo.

Fecha de recepción: 30/10/2019 Fecha de aceptación: 15/11/2019 22

affecting the Venezuelan population, but rather documents and shows some of the political and legal background which undoubtedly led to them.

Keywords: Democratic Institutions, separation of public powers, accessibility of Justice, Rule of Law, Human Rights.

La situación que actualmente se vive en Venezuela, y que afecta todos los ámbitos de la vida humana, —como bien lo documenta el Informe de la Alta Co- misionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH)1—, no es el resultado de una catástrofe natural o de un conflicto bélico, sino la consecuen- cia directa del debilitamiento general del Estado por la sistemática destrucción de la institucionalidad y del aparato productivo del país, que se inicia con el primer gobierno del hoy fallecido presidente Chávez. Por ello, no usamos aquí el término de ―crisis humanitaria‖. En el léxico de la ONU y el Derecho Internacional Huma- nitario, el término ―crisis humanitaria‖ está referido a las crisis que surgen de con- flictos armados o de catástrofes naturales; en cambio, las que son provocadas por acciones políticas de los gobernantes reciben el nombre de ―emergencia humanita- ria grave o compleja‖2, tal como la define la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO): «Las emergencias complejas son fundamentalmente de carácter político y pueden hacer mella en la estabilidad cultu- ral, civil, política y económica de las sociedades, sobre todo cuando se ven agrava- das por peligros naturales y enfermedades»3, definición esta que se corresponde con la actual situación de Venezuela, como se expone a continuación.

1 Informe Bachelet del 4/7/2019: https://www.ohchr.org/sp/newsevents/pages/DisplayNews.aspx?NewsID=24788&LangID=S

2 Diccionario de Acción Humanitaria http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/85, asimismo, CEPAZ https://cepaz.org.ve/noticias/emergencia-humanitaria-compleja-venezuela/

3 http://www.fao.org/emergencies/tipos-de-peligros-y-de-emergencias/emergencias-complejas/es/

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1. Institucionalidad y Estado de Derecho

El desmoronamiento institucional ocurrido paulatinamente en Venezuela culminó haciéndose patente con la declaración de ―desacato‖ de la legítima Asam- blea Nacional (Poder Legislativo), que fácticamente ha sido eliminada, y la impo- sición, en julio de 2017, de una fraudulenta e ilegítima ―asamblea nacional consti- tuyente‖4 que se ha arrogado facultades supraconstitucionales, asumiendo de facto todas las atribuciones y competencias legislativas, ejecutivas, judiciales, electora- les, etc., en abierta contradicción con el principio de la separación de los poderes públicos, instituido en la Constitución Nacional, y en contradicción con los pre- ceptos del derecho a la democracia estipulados en la Carta de la Organización de los Estados Americanos y en la Carta Democrática Interamericana. Sin embargo, los ataques a la institucionalidad jurídica y democrática del país empiezan a producirse desde 1999 principalmente con dos hechos importantes: a) La conformación de la ANC de ese año, la cual quedó integrada — mediante un injusto artificio matemático denominado ―Kino‖— por un 95% de partidarios de Hugo Chávez, obteniendo de ese modo ventajista 124 escaños de un total de 131. De manera que en esta conformación se infringió la Constitución vi- gente para ese momento (la de 1961) y así mismo el Artículo 23 de la Convención Americana (suscrita por Venezuela el 01/27/1989) cuando establece el «acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas». b) El Decreto que declaraba una presunta ―emergencia judicial‖, motivando la creación de la ―Comisión de reestructuración judicial‖. Esta Comisión, integrada por miembros del partido de gobierno, se ocupó de expulsar a jueces y fiscales titulares, u obligarlos a renunciar, para sustituirlos por partidarios de la ideología chavista; la misma metodología era aplicada a los magistrados del TSJ (anterior- mente Corte Suprema de Justicia) cuyos períodos constitucionales se iban vencien- do. Esta modalidad continúa en vigencia y la gran mayoría de jueces venezolanos ejercen sus cargos de manera provisoria.

4 No reconocida por la dirigencia y la población disidente venezolana ni por los países democráticos, y rechazada expresamente por el Grupo de Lima en agosto de 2017. https://ep00.epimg.net/descargables/2017/08/09/325283de2b3c8ff466987a2b99da5b7a.pdf

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De esta manera comenzó Hugo Chávez el proceso de politización e ideologi- zación de todas las instituciones del Estado, empezando por el Poder Judicial, en connivencia con el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la Asamblea Nacional (AN) —conformados mayoritariamente, para ese momento, por magistrados y diputados de su ideología política—, y logró imponer a miembros de su mismo partido en el Poder Electoral y los demás órganos del Poder Público, violando sis- temáticamente el mandato constitucional de la autonomía e independencia de los poderes públicos y excluyendo de la participación política y demás funciones pú- blicas a grandes sectores de la población no partidaria de su proyecto político.

1.1. A la par de los hechos autoritarios e inconstitucionales, Chávez empren- de —a través del canal del Estado (VTV) y en constantes cadenas nacionales de radio y televisión— una prédica rencorosa y tergiversadora de los valores, irrespe- tuosa e ideologizante, cargada a menudo de ataques al honor de las personas, des- calificaciones y epítetos denigrantes contra dirigentes políticos opositores y contra defensores de Derechos Humanos y sus respectivas ONG5. Con él se inaugura en Venezuela una pública y generalizada banalización de los valores ético-jurídicos, espirituales y de las distintas áreas del conocimiento, haciéndose cada vez más intensa su intromisión ideológica en la vida educativa, espiritual, social y cultural de la población, exaltando creencias y costumbres ajenas a la idiosincrasia del ve- nezolano6, contrarias a la democracia y a la idea de trabajo, desarrollo y progreso

5 Debido a las denuncias de PROVEA sobre abusos policiales y desapariciones forzadas de personas durante la tragedia del estado Vargas, ocurrida en diciembre de 1999, al año siguiente Chávez em- prendió una sistemática campaña de ataques y desprestigio contra ésta y otras ONG de derechos humanos, la cual ha sido continuada y profundizada durante el régimen de Nicolás Maduro. A partir de la crisis institucional del año 2002, el gobierno de Chávez intensificó la represión y el hostiga- miento contra defensores de los derechos humanos y las ONG protectoras de estos derechos, que había iniciado poco después de su llegada a la Presidencia. Ya en su ―Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Venezuela‖ del año 2003, la CIDH hacía referencia a esta situación, y a que la misma no había ocurrido con anterioridad, pues hasta el momento, considera la CIDH, «la actividad de los defensores de DDHH en Venezuela se había venido desarrollando con toda normali- dad y sin ningún tipo de contrariedades». Esa situación se viene agravando año tras año hasta la ac- tualidad. Al respecto, ver informe del ACNUDH 2018: https://www.ohchr.org/Documents/Countries/VE/VenezuelaReport2018_SP.pdf 6 Entre ellas, el odio de clases, las brechas raciales, que ―ser rico es malo‖, el ―trueque‖ como valor de cambio, ataques a símbolos religiosos (descabezamientos de estatuas de vírgenes) y a templos católicos y judíos (sinagogas). Líderes de su movimiento político repartían copias impresas o electró-

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económico y cultural; enalteciendo, asimismo, la admiración por gobernantes anti- democráticos como Fidel Castro, Saddam Hussein y Muamar el Gadafi, a quienes visitaba y con quienes celebraba convenios, alejándose cada vez más del mundo democrático en su política exterior.

1.2. De espaldas a la Constitución y al ordenamiento jurídico venezolano, y poniendo en riesgo la soberanía nacional, para el año 2000 ya Chávez estaba estre- chando lazos de ―cooperación‖ con la dictadura cubana. Según sus palabras, había que «acabar con el Derecho burgués que algunos llaman Estado de Derecho», y a la ―revolución socialista‖ (que fácticamente él estaba implementando desde que se inició su mandato) conminaba a defenderla hasta con las armas, descalzos y sin camisa; quien no estaba con la revolución estaba en contra de la revolución. «No importa que andemos desnudos, no importa que no tengamos ni para comer, aquí lo que se trata es de salvar la revolución». ―Patria o muerte‖ fue su principal consigna, copiada del régimen cubano. El dictador Fidel Castro se convierte en su asiduo visitante y consejero7. El 30 de octubre del 2000 firman en Caracas un ―Convenio integral de cooperación‖ entre Cuba y Venezuela8. Los proyectos de este convenio ―integral‖ abarcan todos los aspectos de la vida nacional: salud9, alimentación, vivienda, edu- cación, deportes, asuntos legales, programas militares, áreas estratégicas de seguri-

nicas del libro apócrifo Los protocolos de los sabios de Sión, generando la judeofobia dentro de los adeptos al . En una grande pared del sector Los Llanitos (vía Mérida-Tabay) permaneció durante mucho un grafiti que decía: ―Hitler no terminó su trabajo‖. 7 Por lo cual hubo grandes protestas públicas en Caracas y otras ciudades del país. https://elpais.com/diario/2000/10/28/internacional/972684010_850215.html 8 Cf. http://www.embajadacuba.com.ve/cuba-venezuela/convenio-colaboracion/ 9 En materia de salud, para el año 2003 fue fundada la ―Misión Barrio Adentro‖, integrada por perso- nal médico y paramédico cubano, entre cuyas actividades estaba la de penetrar en los sectores más humildes para ideologizarlos en el sistema comunista de odio de clases. (Un gran número de estos médicos y paramédicos huyeron desde Venezuela hacia Estados Unidos y otros países). El 8 de julio de 2004 se fundó la ―Misión Milagro‖ financiada por el gobierno de Venezuela, millares de personas de distintos países se han beneficiado de este programa. Estos programas pudiesen ser loables si no hubiesen estado mediados por el proceso de ideologización y el desfalco del Tesoro Nacional, que dejó a la población venezolana sumida en la pobreza. http://www.jornada.com.mx/2008/01/13/index.php?section=mundo&article=029n1mun http://www.granma.cu/granmad/2008/11/20/cubamundo/artic06.html

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dad en identificación, migración y extranjería, registros públicos y notarias, etc.10 Para el año 2004 estableció un ―Convenio en materia penal‖ con Cuba, publicado en la Gaceta Oficial Nº 5.746, extraordinario, de fecha 22/12/2004, que, entre otros elementos contrarios a la Constitución y al Estado de Derecho, subrepticiamente le confiere a Cuba jurisdicción penal en territorio venezolano11. Insistía Chávez (pú- blicamente en cadena nacional de radio y televisión) en que Venezuela tenía dos presidentes, él y Fidel Castro. En 2007, con la firma de 14 nuevos acuerdos en La Habana se refirió a que «Tengamos conciencia de que nosotros somos una sola nación […] en el fondo somos un solo Gobierno».12

1.3. Desde el año 2002 ya Chávez había comenzado las expropiaciones y la estatización de los medios de producción13. Para darle un fundamento legal a lo que ilegalmente ya venía estableciendo, e implantar formalmente un gobierno socialis- ta, pretendió una reforma de la Constitución en 2007, la cual fue electoralmente rechazada en el Referéndum de ese año. El contenido de ese proyecto de reforma14 no sólo desbordaba los límites que la propia Constitución establece para su refor- ma15, sino que desarticulaba la estructura democrática del Estado y los principios fundamentales para la garantía del Estado de Derecho16.

10 Se llegaron a contabilizar 45.000 cubanos en Venezuela, en distintos proyectos. Cf. https://www.youtube.com/watch?v=G6wlAn_kwsU y https://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article2015167.html 11 Este convenio y la constante intromisión del gobernante cubano en el gobierno venezolano causó el éxodo de muchos cubanos que huyendo de la dictadura de su país se habían radicado en Venezuela desde hacía décadas. 12 Diario Tal Cual (23.12.2007), y http://www.elmundo.es/elmundo/2007/12/23/internacional/1198384789.html 13 Cf. https://www.diariolasamericas.com/america-latina/452-empresas-publicas-manos-del- chavismopara-ejercer-mayor-control-social-n4142714 14 En el Proyecto de Reforma se pautaba: Estado socialista (Art. 16, 318). Democracia socialista (Art. 158). Construcción del socialismo (Art. 70). Educación socialista (Art. 103). Economía socialista (Art. 300). Desarrollo socialista de la Nación (Art. 321). Régimen socioeconómico socialista (Art. 299). Unidades de producción socialista (Art. 113). Medios de producción socialista (Art. 168). Pro- piedad social (Art. 115). 15 La Constitución establece en su Artículo 342. «La reforma constitucional tiene por objeto una revisión parcial de esta Constitución y la sustitución de una o varias de sus normas que no modifi- quen la estructura y principios fundamentales del texto Constitucional…» 16 El día 13 de abril de 2009, en cadena nacional de radio y televisión, el presidente Chávez se volvió a referir a que había que acabar con «el Derecho burgués que algunos llaman Estado de Derecho».

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No obstante, pese a que dicha reforma fue electoralmente rechazada, casi to- do su contenido inconstitucional y antidemocrático —rechazado en el Referén- dum— fue incorporado por Hugo Chávez en los 26 decretos-leyes promulgados el 31 de julio de 2008, apoyado en una Ley Habilitante que le había concedido la Asamblea Nacional17 —integrada por diputados de su partido—, consolidando así una legislación paralela que ya se había venido gestando mediante una ingente profusión de leyes y sus permanentes reformas, reglamentos, decretos, resoluciones administrativas, instructivos presidenciales, sentencias judiciales, etc., orientadas principalmente a concentrar mayores poderes en el Poder Ejecutivo Nacional y a reducir el ejercicio de los derechos humanos, principalmente los relativos a los derechos políticos, económicos, laborales y a la libertad de expresión.18 En estos 26 decretos-leyes —publicados en Gaceta Oficial Nº 38.984, de fe- cha 31 de julio del 2008—, Chávez legisló sobre todos los aspectos políticos, eco- nómicos y sociales del país, en los ámbitos que le fueron ―delegados‖ mediante Ley Habilitante del 1º de febrero de 2007 (Gaceta Oficial Nº 38.617): 1. Transformación de las instituciones del Estado. 2. Participación popular. 3. Valores esenciales del ejercicio de la función pública. 4. Económico y social. 5. Financiero y tributario. 6. Seguridad ciudadana y jurídica. 7. Ciencia y tecnología. 8. Ordenación territorial. 9. Seguridad y defensa. 10. Infraestructura, transporte y servicios. 11. Ámbito energético.

17 Ley Habilitante conferida el 1º de febrero de 2007 (Gaceta Oficial Nº 38.617), cuando la AN dele- gó en el Presidente casi toda su función legislativa, por un periodo de 18 meses. 18 En relación con ellos se han hecho varias reformas al Código Penal para aumentar las penas en delitos ya tipificados y crear otros delitos. Aparte de un cúmulo de delitos tipificados en otras leyes especiales. Todos orientados a penalizar conductas que en Venezuela habían sido lícitas y lo siguen siendo en otros países democráticos.

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Para estas leyes, contentivas de materias de interés nacional, no hubo consul- ta ni a los sectores involucrados ni a los estados regionales, según lo establece el Art. 71 de la Constitución. En ellas se desechan el principio constitucional de la descentralización y el federalismo, así como el principio de la reserva legal19. Se violan derechos y garantías constitucionales: el derecho a la defensa y al debido proceso; la libertad de asociación, el derecho de propiedad, la libertad de industria y comercio, entre otros20.

1.4. Mediante estas leyes indicadas, Chávez procede a la politización y des- articulación de la Fuerza Armada Nacional (FAN) y a la militarización del Estado; asimismo, conformó grupos de civiles armados (paramilitares)21. Pero no sólo poli- tizó a la FAN, sino que militarizó numerosos cargos públicos (principalmente mi- nisterios y gobernaciones de estado); igualmente, concedió a militares el encargo de sectores económicos22, incluyendo también sectores agropecuarios, así como la importación y distribución de alimentos. Política esta que ha sido continuada y acentuada por Nicolás Maduro, quien mediante una ley asignó al ministro de De- fensa, general Vladimir Padrino López, la planificación y distribución de alimen- tos, excluyendo de esta actividad a gobernadores y alcaldes23.

19 Especialmente en materia penal y materia tributaria, cuyos proyectos de ley, por mandato constitu- cional, deben ser discutidos y sancionados por el Poder Legislativo. 20 A partir de entonces, se podía ver con frecuencia a través de los medios televisivos la forma como, en lenguaje acentuadamente irrespetuoso, Hugo Chávez regañaba e impartía órdenes al Fiscal Gene- ral, al Presidente del Tribunal Supremo de Justicia o a los miembros de la Asamblea Nacional para que, por ejemplo, pusieran preso a un determinado adversario político o cerraran algún medio de comunicación, entre otras arbitrariedades. Abunda documentación escrita y audio visual no sólo de la subordinación y pronta obediencia de estos funcionarios sino de los argumentos antijurídicos con que justifican la intromisión del Poder Ejecutivo en sus funciones. 21 Estos grupos armados, que inicialmente se llamaron ―círculos bolivarianos‖ y luego ―colectivos‖, usando armas largas y desplazándose en ruidosas motocicletas, han causado terror y estragos en la sede de canales televisivos, espacios universitarios, etc., y son usados y protegidos por los cuerpos de seguridad del Estado para atacar a la población disidente. Ver al respecto: https://www.nacion.com/opinion/foros/venezuela-es-ejemplo-de-como-el-comunismo-destruye-un- pais/MDXKLH263NA45PRXFQCSWGOC2M/story/ 22 http://hinterlaces.com/conozca-a-los-militares-que-ocupan-cargos-de-eleccion-popular/ 23http://www.el-nacional.com/noticias/gobierno/gobernadores-alcaldes-podran-planificar- distribucion-alimentos_220211

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En agosto de 2008 Chávez arma a civiles para ―defender la revolución‖24, y el 13 de abril de 2009 funda la así llamada ―Milicia Bolivariana‖, integrada por civiles sin ninguna preparación militar previa, a quienes dotó de armas, uniformes y equipos militares. El 25 de agosto de 2017 el diario El Nacional denuncia que Nicolás Maduro también arma a civiles para defender al país ante los ―ataques del imperio‖.25 En este mes de noviembre de 2019 Maduro ha entregado más armas a estos civiles que conforman irregulares milicias armadas defensoras de su régi- men26.

1.5. Destrucción de las universidades autónomas. La Ley Orgánica de Edu- cación Superior, publicada en Gaceta Oficial Nº 5.929 (extraordinario) de fecha 15 de agosto de 2009, viola el Art. 109 de la Constitución que establece la autonomía universitaria. La Universidad venezolana, según la Constitución Nacional, es un ente autónomo descentralizado, con autonomía académica y financiera, y corres- ponde al Estado la obligación de proporcionar los recursos para su funcionamiento. Sin embargo, como consecuencia de las políticas gubernamentales, la Universidad no sólo viene sufriendo progresivos recortes presupuestarios desde hace dos déca- das, sino que, en los hechos, el gobierno la ha convertido en una especie de órgano dependiente del Poder Ejecutivo Nacional. Pues, mediante Decreto Presidencial Nº 6.64927, en su artículo 2, queda a discreción del Vicepresidente de la República autorizar la adquisición de equipos y plataformas tecnológicas, telefonía e Internet, incluyendo las publicaciones (libros, revistas, etc.), con lo cual se ha desmejorado ostensiblemente, dentro de la Universidad, la actividad académica, docente y de investigación así como la divulgación del conocimiento científico, puesto que la consecución de los recursos imprescindibles para su funcionamiento, incluido el

24 https://www.youtube.com/watch?v=ADQslP24ths 25 http://www.el-nacional.com/noticias/gobierno/asi-ejercito-arma-civiles-defensa-revolucion_200549 26 https://www.infobae.com/america/venezuela/2019/12/03/la-asamblea-nacional-venezolana- denunciara-ante-instancias-internacionales-que-nicolas-maduro-esta-armando-a-civiles/ https://www.infobae.com/america/venezuela/2019/12/01/nicolas-maduro-esta-desarmando-a-las- fuerzas-armadas-mientras-entregar-fusiles-a-la-milicia-bolivariana-y-a-los-obreros/ 27 Decreto Nº 6.649 para la Eliminación del Gasto Suntuario o Superfluo en el Sector Público Nacio- nal, publicado en la Gaceta Oficial Nº 39.146 del 25 de marzo de 2009.

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salario de profesores, empleados y obreros, depende ahora de la voluntad del Eje- cutivo Nacional. Necesario es resaltar que, en materia laboral, desde el primer mandato de Hugo Chávez dejaron de aplicarse la ―Contratación Colectiva‖ y las ―Normas de Homologación‖ que regían el salario y demás prestaciones económicas del sector universitario. Actualmente, la universidad, desprovista de recursos financieros y vigilancia adecuada, ha quedado en manos del hampa: desvalijamiento de oficinas, aulas, laboratorios, cableado eléctrico, etc. Muchas facultades se hallan sin servicio eléctrico y/o sin internet. Del mismo modo, es importante destacar que el cerco académico y financie- ro que el Ejecutivo Nacional le ha tendido a las Universidades autónomas, más las persecuciones políticas y los bajísimos salarios, han provocado un elevado índice de deserción y éxodo masivo tanto de profesores como de estudiantes y personal técnico calificado, quienes huyen a otros países en procura de mejores opciones de vida. Como consecuencia, las Universidades han tenido que cerrar algunos espa- cios académicos. Por solo citar un caso, en la Universidad de Los Andes (ULA), ya se han cerrado ya 22 postgrados28.

1.6. Después de desconocer a la legítima Asamblea Nacional electa por el pueblo en el 2015, y declararla en ―desacato‖, Nicolás Maduro ha gobernado según su deseo y voluntad con un ―Decreto de Estado de Excepción y Emergencia Eco- nómica‖, violando el Art. 338 de la Constitución Nacional que establece en su se- gundo párrafo: «Podrá decretarse el estado de emergencia económica cuando se susciten circunstancias económicas extraordinarias que afecten gravemente la vida económica de la Nación. Su duración será de sesenta días prorrogables por un plazo igual». Sin embargo, en connivencia con el TSJ, Nicolás Maduro ha prorro- gado al menos 15 o 16 veces dicho Decreto, siendo la última el 11 de enero de 201929, Gaceta Oficial número 6424, a pesar de que el mismo Art. 338 Constitu-

28 https://efectococuyo.com/la-humanidad/ula-cierra-22-posgrados-en-cuatro-anos/ 29 http://www.tsj.gob.ve/gaceta-oficial# https://cronica.uno/estado-de-excepcion-cumplio-tres- anos-en-enero-con-prorroga-de-60-dias/ http://talcualdigital.com/index.php/2018/05/14/extienden-el-estado-de-excepcion-y-de-emergencia- economica/

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cional en su último párrafo establece que «La aprobación de la prórroga de los estados de excepción corresponde a la Asamblea Nacional»… De esta manera, primero con Chávez y luego con Nicolás Maduro, la institu- cionalidad democrática del país, en todos los órdenes (jurídico, político, económi- co, social y cultural), ha sido desmantelada para dar paso a una situación de banali- zación y caos institucional, conformándose un gobierno carente de credibilidad nacional e internacional e incapaz de atender las más elementales necesidades de la población, como la alimentación, la salud, la educación, etc. Hay que poner de relieve que toda esta sistemática destrucción de la institu- cionalidad e imposición de un gobierno totalitario de corte antidemocrático ha ocu- rrido en abierta violación al derecho a la democracia, establecido en la Constitu- ción Nacional y los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos, especial- mente, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y expresamente desa- rrollado en la Carta Democrática Interamericana, cuyo Artículo 1º estatuye: «Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla. La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de las Américas». Estatuido también este prin- cipio en el artículo 6 de la Constitución Nacional que establece: «El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables».

2. Políticas públicas que indujeron la emergencia humanitaria: destruc- ción del aparato productivo del país

2.1. Desde inicios de su primer mandato, Hugo Chávez comenzó a manejar la Hacienda Pública del país a su libre parecer y discrecionalidad, como si de su peculio personal se tratase30. Por ello, la catástrofe económica que vive actualmente el país comienza a precipitarse cuando en el año 2002 Chávez se apodera militar-

30 Regalos millonarios de dinero y bienes a otros países: viviendas, hospitales, sistemas eléctricos, etc., fueron construidos por el gobierno venezolano en Cuba, Bolivia, Nicaragua y otros países del Caribe y otras regiones del planeta, según él mismo anunciaba en sus alocuciones públicas de radio y TV.

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mente de la Compañía de Petróleos de Venezuela (PDVSA) —la principal empresa del Estado que hoy se encuentra casi arruinada y en su más bajo nivel de produc- ción—, y despide públicamente al personal técnico más calificado de PDVSA y a más de 17.000 trabajadores de dicha empresa31, sustituyendo este personal con otros trabajadores sin conocimientos técnicos especializados, cuya principal cre- dencial era la de ser militante de su partido de gobierno. Así mismo, se han militarizado y arruinado las industrias básicas de la Cor- poración Venezolana de Guayana (CVG), constituida por 20 o más empresas en- cargadas de la minería en general (oro, diamantes, hierro, etc.), de la industria del aluminio y el acero, industria siderúrgica, sector forestal, etc. En ese mismo año (2002) Chávez comienza las primeras expropiaciones, las cuales se extendieron a lo largo de su mandato, además de las ilegales expropia- ciones de fincas y otras empresas privadas productivas que hoy se hallan en com- pleto abandono, el acoso político y persecución a empresarios, productores y em- prendedores, la falta de inversión en el mantenimiento y desarrollo de toda la infra- estructura del país, lo cual ha desencadenado un empobrecimiento generalizado al extremo de generar una crisis humanitaria sin precedentes en la población venezo- lana, que ha obligado a mucha gente a escarbar la basura en procura de desechos de alimentos, e inducido a otros a actividades delictivas como el saqueo de abastos, supermercados y vehículos que transportan alimentos. 2.2. Control de divisas. Otra circunstancia que agrava no sólo el ejercicio de los derechos económicos y financieros es el relacionado con el ―Control de divi- sas‖, mediante Decreto Presidencial Nº 2.320, de fecha 27 de febrero del 2003. El control cambiario, decretado desde el año 2003, afecta derechos humanos funda- mentales, especialmente el derecho a la propiedad y el derecho al libre tránsito (derechos migratorios), a salir del país y entrar a él cuando el ciudadano así lo re- quiera, tal como está establecido en la Constitución Nacional en su Artículo 50 y demás tratados internacionales sobre DDHH32. Este control lo ejerce el Ejecutivo Nacional a través del órgano emisor de las divisas (CADIVI). Además de que se

31 http://archivo.eluniversal.com.mx/notas/132280.html 32 Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su Artículo 13, «Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de cualquier Estado. Asimismo, toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país»

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penaliza, hasta con privación de la libertad33, la tenencia de dólares no otorgados por el ente emisor34. También las empresas de industria y comercio deben cumplir un cúmulo de trámites burocráticos y finalmente queda a potestad de CADIVI otorgar o no los dólares al solicitante. Al respecto se ha establecido un control previo en el sentido de que el solici- tante debe explicar los motivos y presentar una ―constancia de no producción na- cional‖35 de los bienes a importar, y un control posterior que obliga a rendir cuen- tas del ‗buen uso‘ de los dólares otorgados. La tendencia política gubernamental es considerar como suntuario o de lujo gran cantidad de bienes y servicios imprescin- dibles para el desarrollo personal, la educación y la cultura, como libros, compu- tadores, etc.36 Mediante otra ley de marzo del 200837, relacionada con la adminis- tración de divisas para la importación, se coloca en una lista de bienes no priori- tarios los libros, el papel, los equipos de computación y otros rubros de la cultura, la ciencia y la tecnología. Los importadores están sujetos al cumplimiento de tal cantidad de requisitos, para la obtención de divisas, que en la práctica imposibilita la importación de bienes que no se producen en el país, pues la ―constancia de no producción nacional‖ es emitida por el mismo Ejecutivo Nacional, con preferencia y/o exclusivamente a importadores afectos al partido de gobierno.

2.3. En cuanto a las expropiaciones forzosas, Hugo Chávez, inició varios procesos de expropiación en 2002, profundizando esta situación expropiatoria a partir del paquete de leyes inconstitucionales del 31 de julio de 2008, ya indicado. Mediante dichas leyes expropió laboratorios farmacológicos, empresas cementeras, centrales azucareras y otras empresas de construcciones y edificaciones, así como del sector agroindustrial.

33 Mediante una Ley de ilícitos cambiarios. 34 Prohibiciones de esta índole conllevan a que conductas perfectamente legales y normales en otros países, se conviertan en delitos en el nuestro. 35 http://tramites.mcti.gob.ve/tramites/documentos/respuestas.htm 36 Según Decreto Nº 6.649 para la Eliminación del Gasto Suntuario o Superfluo en el Sector Público Nacional, publicado en la Gaceta Oficial Nº 39.146 del 25 de marzo de 2009. 37 Ley publicada en Gaceta Oficial No.38.882 de fecha 3 de marzo de 2008.

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El 4 de octubre de 2010, mediante el Decreto N° 7.700, expropia la empresa del Grupo Agroisleña C.A38, la principal empresa de producción de insumos de toda clase de productos en materia agropecuaria, y la convierte, según Decreto N° 8.826, en la Empresa de Propiedad Social AGROPATRIA, S.A., la cual es militari- zada y crea una filial conocida como AgroFANB (constituida exclusivamente por militares). Al respecto, la ONG Transparencia Venezuela, ha presentado un infor- me en el que se hace referencia a que: ―Para sembrar hay que callar. No hablar mal del Gobierno‖, en relación con la coacción que «imponen los militares a los pro- ductores agropecuarios privados en Venezuela cuando éstos intentan acceder a los insumos necesarios para la siembra y ganadería, hoy bajo el control del Estado desde la expropiación de Agroisleña y su transformación en Agropatria en 2010»39. Por otra parte, según cifras de la Confederación de Industriales Venezolanos (Conindustria), publicadas por El Mundo, Economía y Negocios, «el 80% del total de las ocupaciones se ha registrado a partir de 2009 en adelante. En 2011 el manda- tario ordenó la posesión de 499 compañías del sector industrial40». Al respecto, el Diario Las Américas se refiera a que están ―452 empresas públicas en manos del chavismo para ejercer mayor control social‖41 y afirma que: «En los últimos 16 años el crecimiento de las empresas públicas ha sido exponencial. Venezuela pasó de tener 74 compañías en 2001 a poseer 526 en 2017, 74% de ellas (390) fueron producto de la creación, expropiación o confiscación, advierte un informe de Transparencia Venezuela».42 Asimismo, según la presidenta del Consejo Nacional de Comercio (Con- secomercio) de Venezuela, María Carolina Uzcátegui, «en el 2008 se registraban un poco más de 800.000 firmas en todo el país, de diferente índole. Hoy no llega- mos a las 270.000 compañías activas. Se han perdido 500.000 empresas»43. El pre-

38 http://redav.com.ve/wp-content/uploads/2017/04/La-expropiacion-de-Agroislen%CC%83a-un- nuevo-balance-negativo-SSM.pdf y http://cedice.org.ve/expropiacion-de-agroislena-c-a/ 39 https://transparencia.org.ve/project/agrofanb-agropatria-gobierno-los-militares-control-del- deprimido-campo-venezolano/ 40 https://www.dinero.com/internacional/articulo/las-expropiaciones-chavez/166216 41 https://www.diariolasamericas.com/america-latina/452-empresas-publicas-manos-del- chavismopara-ejercer-mayor-control-social-n4142714 42 Ibídem. 43 http://www.estrategiaynegocios.net/lasclavesdeldia/1096494-330/crisis-en-venezuela-500000- empresas-cerradas-y-700-expropiadas

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sidente de CONINDUSTRIA, Juan Pablo Olalquiaga, informa que «los industriales también han sido testigo de cómo fábricas han cerrado sus puertas -por quiebras o cese de actividades en el país-, o caído en las manos del Estado, a través de expro- piaciones. ―Venezuela solía tener unas 12.700 industrias privadas cuando asumió el Presidente Chávez, hace 18 años. Hoy van quedando cerca de cuatro mil; solo que- da una tercera parte del parque industrial‖»44. Y esta disminución continúa en cre- cimiento. Según informa CONINDUSTRIA: ―El 96% de las empresas venezolanas paralizó o disminuyó su producción en el primer trimestre de 2019‖45.

2.4. En cuanto a los derechos económicos, la Constitución Nacional instituye el derecho a la propiedad en los siguientes términos:

Artículo 115. «Se garantiza el derecho de propiedad. Toda persona tiene derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes. La propiedad estará sometida a las contribuciones, restricciones y obligaciones que establezca la ley con fines de utilidad pública o de interés general. Sólo por causa de utilidad pública o interés so- cial, mediante sentencia firme y pago oportuno de justa indemniza- ción, podrá ser declarada la expropiación de cualquier clase de bienes».

Obviando esta prescripción constitucional, en diversas leyes decretadas por el presidente de la República —especialmente en el paquete de leyes del 31 de julio de 2008—, la libre empresa y el derecho a la propiedad privada se restringen en mucho más de lo permitido por la Constitución, como puede verse en el artículo 5 de la ―Ley para la Defensa de las Personas en el acceso a los Bienes y Servicios‖:46

Artículo 5. «Se consideran bienes y servicios de primera necesidad aquellos que por esenciales e indispensables para la población,

44 Ibídem. 45 https://www.dw.com/es/venezuela-el-96-de-empresas-paraliz%C3%B3-o-redujo-su- producci%C3%B3n-en-2019/a-49143549 46 Publicada en Gaceta Oficial Nº 5889 (extraordinario), de fecha 31 de julio del 2008.

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atienden al derecho a la vida y a la seguridad del Estado, determina- dos expresamente mediante Decreto por la Presidenta o Presidente de la República en Consejo de Ministros. El Ejecutivo Nacional, cuando las circunstancias así lo requieran para garantizar el bienestar de la población, podrá dictar las medidas necesarias de carácter ex- cepcional […] Se declaran, y por lo tanto son de utilidad pública e interés social, todos los bienes necesarios para desarrollar las acti- vidades de producción, fabricación, importación, acopio, transporte, distribución y comercialización de alimentos, bienes y servicios de- clarados de primera necesidad. El Ejecutivo Nacional podrá iniciar la expropiación de los bienes pertenecientes a los sujetos sometidos a la aplicación de este Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley, sin que medie para ello declaratoria previa de utilidad pública e in- terés social por parte de la Asamblea Nacional (resaltado nuestro).

Mediante ese artículo 5, el Presidente de la República se arroga total y abso- luta discrecionalidad y poderío en esa materia, facultándose a sí mismo para la ejecución de expropiaciones, sin que medie para ello declaratoria previa de utili- dad pública e interés social por parte de la Asamblea Nacional. Por esa vía se vienen llevando a cabo, indiscriminadamente, expropiaciones forzosas de empresas privadas, fincas agropecuarias, fábricas, edificaciones, equipos de plantas televiso- ras, etc., sin sentencia firme y justa indemnización. Estos hechos exceden tanto la figura jurídica de la ‗expropiación‘ como la de la ‗confiscación‘, establecidas en la Constitución Nacional. La expropiación sólo procede de acuerdo al artículo 115 arriba citado; la confiscación únicamente en los casos previstos en el Artículo 116, que expresa:

«No se decretarán ni ejecutarán confiscaciones de bienes sino en los casos permitidos por esta Constitución. Por vía de excepción podrán ser objeto de confiscación, mediante sentencia firme, los bienes de personas naturales o jurídicas, nacionales o extranjeras, responsables de delitos cometidos contra el patrimonio público, los bienes de quienes se hayan enriquecido ilícitamente al amparo del Poder Pú- blico y los bienes provenientes de las actividades comerciales, finan-

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cieras o cualesquiera otras vinculadas al tráfico ilícito de sustancias psicotrópicas y estupefacientes».

Los actos de gobierno amparados en esa antijurídica ―legalidad‖ anterior- mente señalada condujeron a la ruina económica de escasez, hiperinflación y em- pobrecimiento que se está viviendo en Venezuela. De ello, el Ejecutivo Nacional y demás personeros del gobierno culpan al ―contrabando de extracción‖ a través de las fronteras del país, pero dichas fronteras están cerradas y/o resguardadas por la Guardia Nacional y otros grupos militares y policiales, de donde se deduce que si ese ―contrabando‖ existe, necesariamente ocurre con la complicidad de las autori- dades. Asimismo, por la hiperinflación y el altísimo costo de los precios de ali- mentos y todo tipo de insumos culpan a los ―especuladores‖, sin embargo es el Gobierno quien controla no sólo la deficiente producción nacional que aún queda sino también la importación, distribución, colocación y venta de los mismos, de donde también se deduce que si existen tales ―especuladores‖, entonces, o actúan bajo la protección de las autoridades o las autoridades han perdido la capacidad para enfrentar este flagelo. Culpan también a las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea (y otros países) contra un grupo de gobernantes corruptos y viola- dores de los derechos humanos, pero esta situación de escasez y desabastecimiento ya se había producido mucho tiempo antes de que ocurriesen estas sanciones. Además, estas sanciones son personales, dirigidas exclusivamente a las personas implicadas en violaciones a los DDHH y no contra la Nación.

3. Consecuencias de la destrucción de la institucionalidad y el aparato productivo: La emergencia humanitaria.

La demolición de la institucionalidad y la destrucción del aparato producti- vo del país, aparte de haber provocado el desplazamiento forzado47 de venezolanos

47 Según la analista internacional y profesora universitaria, Dra. Giovanna de Michele, Venezuela constituye el único caso, inédito en el mundo, en el que el desplazamiento forzado de personas ocurre por causas distintas a los conflictos armados o los desastres naturales. (Entrevista en ―Con todo y Penzini‖. Globovisión, Caracas. 15, de agosto de 2017).

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hacia el exterior, han causado el colapso de los bienes y servicios imprescindibles para una buena calidad de vida de la población venezolana, que se halla devastada por el creciente empobrecimiento y la imposibilidad de acceder a los bienes y ser- vicios necesarios para una vida digna, lo cual constituye una flagrante violación a los derechos humanos. Así lo reconoce la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Huma- nos (ACNUDH), 9 de febrero de 2018. ―Venezuela: Alarmantes condiciones de vida se agravan cada día‖ alertan expertos de la ONU: «Millones de personas están padeciendo la falta de alimentos, de medicamentos esenciales, la carestía de bienes de primera necesidad, incluyendo de higiene personal, cortes de electricidad y con- diciones de vivienda inadecuadas. Las condiciones siguen empeorando día a día, poniendo muchas vidas en riesgo […] Se estima que en 2016 más del 50 por ciento de la población vivía en pobreza extrema, cifra que sin duda se ha incrementado si se considera que la inflación alcanzó más del 2,400 por ciento en 2017 […] la po- blación en Venezuela está sufriendo múltiples violaciones a sus derechos humanos […] muchas personas están sufriendo desnutrición, y la situación de salud ha al- canzado niveles intolerables, especialmente para las personas que sufren de enfer- medades crónicas y terminales, tales como diabetes, deficiencia renal y cáncer […] El desabastecimiento crónico de medicinas y equipos médicos que se reporta en los centros de salud está provocando muertes que se podrían prevenir. Incluso diversos servicios médicos esenciales, como la hemodiálisis, han dejado de operar en mu- chas partes del país afectando la salud y colocando a alrededor de 15,000 personas que padecen enfermedades renales en riesgo de perder la vida»48.

3.1. Colapso del sector alimentario Ante la grave crisis que afecta al sector alimentario el gobierno nacional ha implementado el Mercal, que actualmente se encuentra no solo desabastecido sino casi desaparecido, y más recientemente los ―Comités Locales de Abastecimiento y Producción‖ (CLAP). Como ha venido señalando el Observatorio de Derechos Humanos de la ULA, el nombre ―Comités Locales de Abastecimiento y Produc- ción‖ «enuncia todo lo contrario de lo que realmente está ocurriendo en Venezuela

48 https://www.ohchr.org/SP/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=22646&LangID=S

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en materia de alimentación, pues no hay ―producción‖, puesto que la gran mayoría de los productos son importados, tampoco hay ―abastecimiento‖ puesto que lo que realmente existe es una precaria distribución de algunos pocos alimentos fuerte- mente marcada por una política exclusionista». Asimismo, los insuficientes productos que las cajas del CLAP contienen (principalmente carbohidratos), no aportan los valores nutricionales requeridos para una alimentación balanceada, no alcanzan a cubrir las necesidades alimenta- rias del grupo familiar, además de que no son suministrados con regularidad, ni quincenal ni mensual, sino de manera aleatoria. Como consecuencia de esta grave situación alimentaria se han producido enfermedades y muertes por desnutrición y acciones delictivas de saqueos de alimentos49.

3.2. Colapso del sistema de salud Numerosas causas han generado en el colapso del sistema de salud en Vene- zuela. Entre ellas hay que destacar principalmente: - La escasez de todo tipo de medicamentos, y especialmente los relacionados con enfermedades crónicas y terminales. -El deterioro de los quirófanos, hemodiálisis y otros equipos médicos, la in- fraestructura y demás productos e implementos de la red hospitalaria. - El brote de epidemias como difteria, sarampión y malaria, que se han pro- pagado con rapidez, afectando a muchos estados del país al mismo tiempo; asi- mismo, tuberculosis, VIH, el aumento de la mortalidad materna y de menores de 1 año.50 - El éxodo, o desplazamiento forzado, de gran parte del personal médico y paramédico hacia otros países. A todo ello se suma la crisis del sector eléctrico que afecta sobremanera a los centros de salud, cuyas plantas eléctricas de emergencia están dañadas o carecen del combustible necesario para su funcionamiento. Asimismo, a esto se añaden las pésimas condiciones alimentarias de los pacientes internos.

49 http://www.el-nacional.com/noticias/sucesos/cuatro-muertos-mas-heridos-varios-detenidos-dejo- saqueos-merida_218406 50 Informe de la Organización Panamericana de la Salud, junio del 2018.

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En relación con la alimentación de los pacientes internos del Hospital Uni- versitario de Los Andes (HULA), ubicado en la ciudad de Mérida, el gobernador Ramón Guevara, en entrevista televisiva51 informó que por orden de la administra- ción central de Mercal (ubicada en Caracas), esta red de alimentos dejó de surtir al HULA52. Esta situación de la alimentación en el Hospital la ha resuelto el goberna- dor, según su informe, con la ayuda gratuita de la Asociación de Ganaderos de El Vigía, que suministra la carne, y los productores agrícolas del Páramo y la Paname- ricana que, también de manera gratuita, proporcionan las frutas y hortalizas53.

3.3. Colapso del sistema educativo

Esta grave situación se presenta en todo el país y en todos los niveles de la educación, desde preescolar hasta la formación universitaria. De la educación pri- vada se ha registrado una importante migración hacia las instituciones públicas, según la ―Encuesta de Condiciones de Vida‖ (Encovi 2017) presentada en febrero de 2018 por la Universidad Central de Venezuela, la UCAB y la Universidad Simón Bolívar54. De acuerdo con dicha investigación, «de 8,4 millones de niños y adolescen- tes de entre 3 y 17 años de edad acuden a clases 7,3 millones. Sin embargo, 39% de esa población falta con regularidad debido a la deficiencia de los servicios básicos y la falta de comida en los hogares […] Del reducido grupo que logra matricularse para iniciar su formación universitaria, 60% abandona las aulas para incorporarse al mercado laboral y contribuir con los gastos del hogar […] La encuesta detalló que 3 de cada 4 niños y adolescentes de bajos recursos que viven en zonas vulnera- bles interrumpen la escolaridad por falta de comida».55 En el sector universitario nacional es donde se registra un mayor índice de deserción tanto de estudiantes como de profesores y personal administrativo. El

51 Entrevista en el programa ―Vladimir a la una‖. Globovisión, Caracas. 15 de agosto de 2018. 52 Esto ocurrió desde el momento en que est gobernador (de la oposición) asumió su mandato en 2017. 53 Ibídem. 54 Encovi 2017 http://www.el-nacional.com/noticias/educacion/los-universitarios-abandonan-los- estudios-para-irse-trabajar_224544 55 Ibídem.

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Sol de Oriente reporta la ―deserción universitaria como un problema de Estado‖56. El Nacional titula que 60% de los universitarios abandonan los estudios para irse a trabajar57. La deserción en general y la universitaria tiene principalmente dos causas; la primera, las deplorables condiciones de vida, especialmente en lo que respecta a transporte y alimentación que impiden la asistencia a clase; la segunda, el éxodo o desplazamiento forzado58 hacia otros países. En la Universidad de Los Andes (ULA) de la ciudad de Mérida (y sus Nú- cleos de Táchira y Trujillo), sus instalaciones se hallan prácticamente a oscuras y vacías. Debido a la falta de recursos por la intromisión del Ejecutivo Nacional en su autonomía, la ULA carece de medios para la reposición de equipos, insumos necesarios para la docencia e investigación, salarios acordes con la dignidad huma- na y de un cuerpo de vigilancia debidamente dotado y equipado para sus labores de protección y defensa, por lo que a menudo ocurren robos de cableado eléctrico y de fibra óptica, de equipos de computación y devastación de laboratorios de las distin- tas áreas de las ciencias, etc., que la Universidad difícilmente puede reponer. Cifras de deserción estudiantil y profesoral de la ULA ha llamado la aten- ción internacional59. Las autoridades de todas las universidades y de la ULA se han pronunciado al respecto60. El Secretario de la ULA, Dr. José María Andérez, ha manifestado que en un período de diez años se ha perdido el equivalente al 70 u 80 por ciento del tamaño matricular61, y que «dado el preocupante fenómeno de la deserción, actualmente se está perdiendo entre 30 a 35 profesores por año aproxi- madamente y la curva sigue subiendo»62.

56 http://elsoldeoriente.com.ve/desercion-universitaria-un-problema-de-estado/ 57 http://www.el-nacional.com/noticias/educacion/los-universitarios-abandonan-los-estudios-para- irse-trabajar_224544 58 http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/migrantes-refugiados-venezolanos_227520 http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/migracion-venezolana-problema-continental_227683 59 http://nube.adm.ula.ve/pdependencia/component/content/article/81-pagina-principal/1154-2016-04- 14-14-48-13#.W3SVmiRKipo 60 http://www.prensa.ula.ve/2017/09/29/deserci%C3%B3n-estudiantil-sigue-en-aumento-en-las- universidades-venezolanas 61 Ibídem. 62 Ibídem.

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Según informa el presidente de la Asociación de Profesores Universitarios, «entre 30% y 50% de los catedráticos que ocupan cargos académicos en las referi- das casas de estudio se está marchando de Venezuela. No les alcanza el sueldo para la atención de sus necesidades más elementales. Solo pocos se pueden vestir decen- temente para trabajar en el aula […] La estrechez económica les impide la adquisi- ción de la bibliografía que necesitan para estar al día. El cheque quincenal ni si- quiera les alcanza para los gastos de transporte. La pobreza de sus emolumentos los ha convertido en un proletariado vergonzante, cuyo crecimiento no se compadece con el tiempo que dedicaron a su formación, a su especialización y a la obligación que tienen de redactar trabajos de ascenso e investigaciones sobre su área de com- petencia. Aportan su saber y su diligencia en las aulas y en los gabinetes de inves- tigación para recibir una limosna como recompensa, el desprecio de sus diplomas y sus neuronas».63

3.7. Colapso de los servicios públicos básicos

El Art. 117 de la Constitución Nacional establece el deber del Estado de ga- rantizar la existencia de bienes y servicios públicos de calidad en los siguientes términos:

Artículo 117. «Todas las personas tendrán derecho a disponer de bienes y servicios de calidad, así como a una información adecuada y no engañosa sobre el contenido y características de los productos y servicios que consumen, a la libertad de elección y a un trato equita- tivo y digno. La ley establecerá los mecanismos necesarios para ga- rantizar esos derechos, las normas de control de calidad y cantidad de bienes y servicios, los procedimientos de defensa del público con- sumidor, el resarcimiento de los daños ocasionados y las sanciones correspondientes por la violación de estos derechos». (Cursivas nuestras).

63 http://www.el-nacional.com/noticias/editorial/adios-los-profesores_204879

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Pero este mandato constitucional es incumplido sistemáticamente en su tota- lidad por parte del Ejecutivo Nacional, y en vista de ello la libertad de elección como derecho del ciudadano a elegir los bienes y servicios —según este constitu- cional Art. 117—, simplemente dejó de existir en Venezuela.

La Región Andina, al igual que todos los estados del país, se encuentra su- mida en una grave situación en cuanto al transporte (público y privado) y al sumi- nistro de servicios básicos de agua potable, gas doméstico, aseo urbano, electrici- dad, etc. En Táchira y Mérida, cuyos gobernadores no son del partido del gobierno nacional, se halla en peores circunstancias esta situación descrita, según informa- ción suministrada por el gobernador de Mérida Ramón Guevara64, quien afirma que desde que asumió la gobernación del estado, ni él ni la gobernadora del Táchira han podido reunirse con representantes del Ejecutivo Nacional y tampoco han reci- bido apoyo alguno de parte del Ejecutivo para resolver los graves problemas de alimentación, salud, educación, aseo urbano, transporte y vialidad que aquejan a estos dos estados andinos. En relación con el colapso del sector eléctrico, desde aproximadamente 2005 -2006 muchos expertos venían denunciando la falta de mantenimiento e inversión en el sector eléctrico, y alertando sobre una crisis severa en el sistema de electrici- dad si no se atendían de inmediato tales fallas. En 2009, Hugo Chávez, ante la evi- dente gravedad del sistema de electricidad por sus fallas persistentes y apagones en la mayoría de los sectores provinciales del país, declara la ―emergencia eléctrica nacional‖. Sin embargo, pese a su declaratoria, poco fue lo que se hizo para repa- rar, actualizar, fortalecer y acrecentar dicho sistema. Ya para el pasado año, el pre- sidente de la Asociación Venezolana de ingenieros electricistas y mecánicos, in- formó que: «se requieren 5 o 6 años para restablecer un servicio eficiente. Hay que: hacer mantenimientos, incorporar nuevas centrales, reparar entre el 60 y 70 por ciento de las centrales hidroeléctricas y termoeléctricas, remplazar la mayoría de los equipos obsoletos…»65. Y este año, en el mes de marzo se produce el primer

64 Gobernador Ramón Guevara. Entrevista en el programa televisivo ―Vladimir a la una‖. Globovi- sión, Caracas, 15 de agosto de 2018. 65 http://comunicacioncontinua.com/la-crisis-del-sector-electrico-llego-para-quedarse/ (fecha de consulta: 15/1/2019).

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gran apagón en todo el territorio nacional, de más de una semana de duración en muchos estados, seguido de otros varios apagones masivos y de igual intensidad. Para este año 2019 se han contabilizado 23.000 fallas eléctricas en todo el país66. Aparte de mantener a la población incomunicada, los daños producidos por caren- cia de electricidad en el sector salud, educativo, alimentario, etc., no son fáciles de cuantificar.

4. Obstaculización sistemática al derecho de participación ciudadana

El derecho de toda la ciudadanía a participar en los asuntos del Estado es un derecho inherente a la dignidad humana y constituye uno de los pilares fundamen- tales para el ejercicio de los demás derechos humanos. Este derecho garantiza a la población no solamente la participación política —de elegir y ser elegidos—, sino también la participación en todos los aspectos de la vida pública nacional: políti- cos, económicos, sociales, laborales, culturales, educacionales, etc. Para el ejercicio de este derecho no se requiere ser miembro de ningún partido político ni ser parte de la administración pública. Al respecto se ha pronunciado la Comisión Interame- ricana de Derechos Humanos, afirmando que:

«La participación política y los derechos políticos no se refieren so- lamente a la vigencia y posibilidad de ejercer el derecho del voto o la posibilidad de ser elegido en elecciones, sino que implican necesa- riamente la vigencia de toda otra serie de derechos y garantías para asegurar una plena vigencia de la democracia»67.

De manera que, para una completa y equitativa participación de la ciudada- nía en los asuntos del Estado, es requisito indispensable que no estén restringidos ni amenazados los derechos políticos, la libertad de expresión, la libertad de aso- ciación y el derecho a la protesta; así mismo, es necesaria la genuina autonomía e

66 https://talcualdigital.com/en-lo-que-va-de-ano-se-han-registrado-mas-de-23-000-fallas-electricas- en-todo-el-pais/ (fecha de consulta: 15/7/2019). 67 Informe de la CIDH 2009: ―Democracia y derechos humanos en Venezuela‖.

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independencia del Poder Judicial y demás Poderes Públicos. En síntesis, la real y efectiva existencia del Estado de Derecho. El derecho de participación está consagrado en el artículo 62 de la Constitu- ción Nacional, en el Art. 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en el artículo 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. La Constitución Nacional de Venezuela lo instituye en los siguientes térmi- nos:

«Artículo 62. Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas. La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como colecti- vo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad facilitar la gene- ración de las condiciones más favorables para su práctica».

La Convención Americana sobre Derechos Humanos, en su Artículo 23, es- tablece el derecho de todos los ciudadanos a: - participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes libremente elegidos; - votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por su- fragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores; - tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas de su país. En los mismos términos consagra este derecho de participación el Art. 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Sin embargo, en Venezuela, después de la era democrática (1958-1998) este derecho a la participación política y a la participación en los demás asuntos públi-

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cos —fácticamente y mediante paquetes de leyes inconstitucionales68— le han sido gravemente conculcados a la población, de manera progresiva, especialmente a los grandes sectores nacionales opositores a la ideología totalitaria instaurada por el fallecido presidente Chávez, como se expone a continuación:

4.1. El debilitamiento del Estado de Derecho y por tanto las restricciones al derecho de participación política comienza a generarse en Venezuela desde 1999, como ya lo dijimos anteriormente (en el primer acápite de este trabajo), con la con- formación de la Asamblea Nacional Constituyente, integrada —mediante el injusto artificio matemático denominado ―Kino‖— por un 95% de partidarios de Hugo Chávez. De manera que en esta conformación se infringió la Constitución vigente (de 1961) y el Artículo 23 de la Convención Americana (suscrita por Venezuela el 01/27/1989) cuando establece el «acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas». Esta Asamblea Constituyente no sólo se dedicó a redactar la nueva Constitución, sino que asumió también el control de los demás Poderes Públicos del Estado, principalmente el control del Poder Judicial mediante un De- creto de ―emergencia judicial‖, a través del cual jueces y fiscales titulares fueron destituidos u obligados a presentar su renuncia, siendo reemplazados por personas del entorno político de Chávez69.

4.2. A partir del éxito obtenido con la imposición de la nueva Constitución de 1999, Chávez y sus partidarios emprenderían públicamente, a través de los me- dios de comunicación, una prédica de odio, agresión y vituperios contra todos los sectores de oposición; asimismo, se fueron apoderando progresivamente de todas las estructuras del Estado democrático para imponer e impulsar la denominada ―Revolución Bolivariana‖ o ―Socialismo del Siglo XXI‖, a pesar de que la nueva Constitución de 1999 continuó siendo democrática y garantizando en su letra y

68 Después de que la Reforma constitucional del año 2007 fue rechazada por la población, muchas de las reformas antidemocráticas que estaban allí planteadas, fueron incorporadas por Chávez en un paquete de leyes que promulgó apoyado en los poderes especiales de la Ley Habilitante otorgada por la Asamblea Nacional (integrada por sus partidarios) en el 2008. 69 Estas personas ingresaban a la Judicatura de manera provisional y sin las credenciales y el debido concurso de oposición público establecido en la ley, lo cual ha continuado hasta la actualidad.

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espíritu el Estado de Derecho. Sin embargo, con su talante autoritario —para ex- cluir a sectores disidentes de la participación en la función judicial del Estado—, Hugo Chávez procedió a mantener al Poder Judicial intervenido, reemplazando a jueces y fiscales titulares por personas leales a su ideología; asimismo en todas las instituciones del Estado, entre ellas, la más importante empresa de hidrocarburos (PDVSA), de la que expulsó al personal técnico especializado para sustituirlo por sus amigos y partidarios. Ya para el año 2000, por la incesante exclusión de la ciu- dadanía disidente de la participación en los asuntos del Estado, entre otras causas, el malestar público y las protestas en contra del proyecto político chavista aumen- taban en intensidad, y el gobierno desató las restricciones a la protesta pacífica y las persecuciones a sus dirigentes. En el año 2001 Chávez amenazaba con ―una revolución armada si falla la vía pacífica‖70. Con ―revolución pacífica‖ se refería a que la población se sometiera de manera callada y obediente a sus designios. Toda esta situación contra la participación ciudadana —de ―acceso en igualdad de condi- ciones‖—, entre otras múltiples causas, conllevó a los cruentos sucesos de abril de 2002, y al año siguiente, en 2003, a la activación, por parte de la población oposito- ra, del Referéndum Revocatorio del mandato presidencial, que se celebraría al año siguiente.

4.3. Con todas las ventajas a su alcance, valiéndose de manera ilícita de todo el poder del Estado, especialmente del control del Tesoro Nacional y el estamento militar, así como la complicidad del Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Poder Judicial, más el cúmulo de obstáculos implementados para obstruir la realización del Referéndum y las amenazas proferidas hacia todo aquél que firmara en su con- tra para la activación del mismo, Chávez logró salir victorioso en dicho Revocato- rio de 2004. Necesario es resaltar que uno de los mecanismos de los que se valió el gobierno de Chávez para restringir aún más la participación ciudadana lo constitu- yó la ―Lista de Tascón‖ (―Maisanta‖), confeccionada por mandato suyo con los

70 El 24 de junio de 2009, en el acto de conmemoración de la Batalla de Carabobo advirtió Chávez en cadena nacional de radio y televisión que «la revolución socialista es pacífica, pero no está desarma- da‖ (…) Es una revolución armada la revolución venezolana. Y allí están los soldados venezolanos, con las armas del pueblo, listos para defenderla e impulsarla cada día». Esta consigna fue repetida por Chávez desde los inicios de su primer mandato.

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datos electorales de todos los ciudadanos que habían firmado para la activación del Referéndum Revocatorio del año 2004. Después de este evento electoral arreciaría Chávez en la profundización de su proyecto antidemocrático, al extremo de que para las elecciones parlamentarias del año 2005, por la evidente carencia de garan- tías electorales —debido al desmedido ventajismo demostrado en su triunfo del año anterior y a que continuaba arremetiendo contra la población disidente y su diri- gencia política para ―pulverizarla‖, según sus palabras—, la oposición democrática optó por no concurrir a dicho proceso eleccionario, con lo cual el parlamento vene- zolano quedó exclusivamente conformado por diputados comprometidos con el proyecto político del chavismo.

4.4. En las elecciones parlamentarias del año 2010, sabiéndose el Gobierno en franca minoría, implementó la aplicación de una técnica ilegítima conocida co- mo ―Gerrymandering‖, consistente en la manipulación y reordenación de las cir- cunscripciones electorales con el propósito de obtener, con menos votos, un mayor número de representantes en la Asamblea Nacional; sin embargo, la coalición de los partidos pro Gobierno —pese a la aplicación de dicho artilugio matemático para tener más representantes con menos votos— perdió la mayoría calificada que de- tentaba desde las parlamentarias del 2005 y sólo logró alcanzar una mayoría sim- ple. Por su parte, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), obtuvo 67 diputados. En vista de ello, para recuperar —por la vía de los hechos— la mayoría calificada y de ese modo poder otorgarle la Ley Habilitante al presidente Chávez, la Contraloría y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) procedieron a inhabilitar a varios dipu- tados de la MUD.

4.5. En el proceso electoral para las elecciones legislativas del 6 de diciem- bre de 2015, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ganó la mayoría calificada (dos terceras partes) de la Asamblea Nacional. Pero su participación política en los asuntos que le competen, como Poder Legislativo autónomo e independiente, se ha visto fuertemente entrabada por las maniobras del gobierno de Nicolás Maduro Moros a través TSJ y otros entes del Estado, entre las que cabe destacar:

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a) desde el mes de diciembre de ese año 2015, antes de que comenzara el nuevo período legislativo (2016-2021), los parlamentarios chavistas salientes se avocaron con extraordinaria celeridad a nombrar a trece militantes del partido de gobierno como nuevos magistrados del TSJ, lo cual se llevó a cabo mediante viola- ción de requisitos y lapsos legales inherentes; b) mediante una evidente estratagema para despojar la mayoría calificada de la MUD, el TSJ procedió de inmediato a suspender de sus cargos a 3 diputados electos por el estado Amazonas, alegando ―irregularidades‖ en las elecciones de esa entidad federal, a pesar de que el CNE ya los había proclamado y el mismo CNE negó que se hubiesen cometido tales irregularidades. Cabe señalar que dicha suspensión la llevó a cabo el TSJ sin que hubiese mediado un juicio previo con sentencia judicial firme, con derecho a la defensa y al debido proceso, violando así el Art. 23 de la Convención Americana y el Artículo 42 de la Constitución Nacio- nal que establece: «... El ejercicio de la ciudadanía o de alguno de los derechos políticos sólo puede ser suspendido por sentencia judicial firme en los casos que determine la ley». Como consecuencia de ello, el estado Amazonas todavía conti- núa sin representación política ante el Parlamento, lo que constituye, de hecho, una anulación de la participación política de los ciudadanos de dicha entidad federal. Posteriormente, el TSJ procedió a inhabilitar políticamente a otros diputados. c) el 5 de enero de 2016 el TSJ declaró en ―desacato‖ a la Asamblea Nacio- nal y nulas todas sus actuaciones, y desde el 29 de marzo de 2017, por sentencia de la Sala Constitucional del TSJ, dicha Sala se arrogó las atribuciones y competen- cias que constitucionalmente le corresponden a la Asamblea Nacional71, lo que constituye indudablemente una usurpación de funciones, y así lo califica la CIDH en su Informe Situación de Derechos Humanos en Venezuela, del 31 de diciembre de 2017. Aparte de lo anteriormente expuesto, es importante señalar que el Gobierno dejó sin recursos financieros a la Asamblea Nacional, los diputados no han percibi- do su salario desde hace más de dos años, algunos diputados han denunciado estar

71 Ver la sentencia en este enlace: http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/marzo/197364-156- 29317-2017-17-0325.HTML

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incluidos en una lista a los que las aerolíneas no les venden pasajes72, y haber sido objeto de injustas requisas y represalias en alcabalas cuando se trasladan por tierra; otros diputados han sufridos retenciones y malos tratos en los aeropuertos. Por otra parte, al iniciar el período legislativo en enero de 2016, los dipu- tados de la MUD se encontraron con la sede de la Asamblea Nacional casi total- mente desmantelada, sin servicios de agua y electricidad; los micrófonos, compu- tadores y demás equipos habían sido sustraídos o dañados; despojada también la AN del canal televisivo. Estos asambleístas han tenido que ejercer su función par- lamentaria con todo género de dificultades, entre ellas la agresión física y verbal por parte de la Guardia Nacional que resguarda las instalaciones del Parlamento y por grupos adeptos al chavismo que a la entrada y a la salida de la sede los insultan y les lanzan bombas lacrimógenas y otros artefactos detonantes, tomates podridos, huevos, etc. Este cuadro de precariedad de la Asamblea Nacional así como las agresiones a los diputados ha sido advertido y rechazado por la CIDH en su ya citado Informe 2017.

4.6. Otros de los mecanismos profusamente utilizados por el Gobierno en contra de la participación ciudadana han sido principalmente: -las campañas de desprestigio y criminalización contra dirigentes políticos, periodistas y defensores de los derechos humanos, -las inhabilitaciones políticas por vía administrativa sin previa sentencia ju- dicial, -la persecución judicial por razones políticas, -las excarcelaciones de presos políticos con medidas restrictivas, -la usurpación de competencias exclusivas de autoridades electas, -los ataques a defensores de los derechos humanos; como se explica a conti- nuación:

72 https://www.panorama.com.ve/politicayeconomia/Ramos-Allup-Inac-prohibe-a-todas-las- aerolineas-nacionales-vender-boletos-a-9-dirigentes-20170525-0058.html también en: https://notiespartano.com/2017/05/26/opositores-denuncian-regimen-prohibe-aerolineas-venderles- boletos/

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4.7. Campañas de desprestigio y criminalización. Hugo Chávez irrumpe en la vida política nacional con un modelo de discurso no acorde con el honor de un Jefe de Estado, caracterizado por un lenguaje altamente cargado de violenta emoti- vidad y procacidades contra todos los sectores opuestos a su proyecto ideológico: dirigentes políticos, líderes sociales, defensores de los DDHH, periodistas y repre- sentantes de los medios de comunicación social, integrantes de Fedecámaras73, dirigentes sindicales de la CTV74 y otros sindicatos, representantes del clero, etc., y la población disidente; incluso mandatarios de otros países y representantes de organizaciones internacionales de DDHH no escaparon a sus ataques verbales. Su discurso insultante —que arreciaba con mayor acritud en los procesos electorales—, fue permanente durante su tránsito por la Presidencia de la Repúbli- ca. El mismo patrón de vilipendiar y desprestigiar a las demás personas oponentes ha sido continuado en el mismo tono y modalidad por los dirigentes del chavismo y el sucesor en la Presidencia Nicolás Maduro Moros. Estas acometidas de desprestigio, actos de hostigamiento e intimidación, de- bido a su sistematicidad y recurrencia, constituyen evidentemente una maniobra política diseñada con el propósito de amedrentar e inhibir a quienes van dirigidas e indirectamente persuadir a otras personas para incurrir en silencio e inacción; asi- mismo, influir en el ánimo de la población e instilar en ella el desprecio y la pérdi- da de credibilidad en los líderes políticos y sociales y representantes electos. Dentro de los casos más representativos de los muchos que padecieron estas agresiones y descalificaciones se puede señalar a , Gobernador del , en 2004, en un Aló, Presidente del mes de octubre a través del canal del Es- tado (VTV) —previo a las elecciones de noviembre de dicho año—, en el que Chávez arremetió contra este funcionario con fuertes palabras de descalificación y daño moral. Cuatro años después, también en octubre, días antes de las elecciones regionales del 23 de noviembre de 2008, volvió al ataque contra Manuel Rosales, para ese momento Alcalde del Zulia y candidato a la reelección: «Te voy a meter preso». «Manuelito desgraciado (…) mil veces desgraciado, te voy a borrar del

73 Abreviación de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela. 74 Central de Trabajadores de Venezuela, que agrupaba a los sindicatos del país.

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mapa político venezolano, desgraciado, mafioso, bandido, corrupto y ladrón, tú vas a ver quién es Hugo Chávez, desgraciado (…) pero quién puede pensar que con el desgraciado éste de Alcalde de Maracaibo yo pueda ayudar a esta gran ciudad»75. Estas palabras constituyen una confesión, del propio presidente, de cómo la pobla- ción de una determinada entidad del país, cuyo gobernador o alcalde pertenecía a la coalición opositora, tenía que padecer también la falta de recursos del Estado vene- zolano para el mantenimiento y desarrollo de su región. Y ―te voy a meter preso‖, es la evidencia de la criminalización de sus oponentes políticos. A los pocos días, Manuel Rosales fue imputado por la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Días, por el presunto delito de enriquecimiento ilícito76. Esa misma estrategia de cercenar los recursos financieros a gobernaciones y alcaldías donde han sido electos opositores al Gobierno, y la de criminalizar y lle- var a prisión a sus oponentes, ha sido continuada por Nicolás Maduro Moros en connivencia con la Fiscalía General de la República y el TSJ. Otra manera de desprestigiar a funcionarios de oposición electos (goberna- dores y alcaldes electos en 2017), y de restarles credibilidad en cuanto a su capaci- dad y honradez, fue nombramiento inconstitucional de ―Protectores‖, designacio- nes estas que han recaído precisamente en los candidatos chavistas que resultaron perdedores en estas elecciones, «para no dejar al pueblo en la deriva», como lo expresó Nicolás Maduro en alocución pública (octubre de 2017).

4.8. Inhabilitaciones políticas por vía administrativa sin previa sentencia ju- dicial. Una de las maniobras evidentes del gobierno venezolano para obstaculizar e impedir la participación en las funciones públicas de los líderes de la oposición democrática han sido las inhabilitaciones políticas, justamente en vísperas de pro- cesos electorales. Las primeras inhabilitaciones se producen en vísperas de las elecciones de gobernadores y alcaldes del año 2008, recayendo sobre algunos candidatos poten-

75 https://www.youtube.com/watch?v=9ysfIiz7D1U 76 Otras personalidades que también fueron víctimas de sus agravios fueron: Monseñor Rosalio Casti- llo Lara (Presidente de la Comisión Pontificia para el Estado Vaticano), Ángela Merkel, Lech Walesa, José Miguel Vivanco, entre muchos otros; asimismo, organismos como la OEA, la Corte Interameri- cana de Derechos Humanos y numerosas ONG sobre DDHH.

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cialmente ganadores en esa contienda electoral. Un grueso número de personas resultaron afectadas, así como funcionarios en el ejercicio de cargos electos por el pueblo, como el caso de Leopoldo López (alcalde del municipio Chacao – estado Miranda) inhabilitado políticamente por quince años. Estas inhabilitaciones políti- cas fueron aplicadas por estar presuntamente incursos en el Art. 105 de la Ley Orgánica de la Contraloría77. Con base en dicho artículo 105, el Contralor General de la República, excediéndose en sus atribuciones y competencias que el Artículo 289 de la Constitución le confiere78, los inhabilita políticamente. Los afectados recurren ante el Tribunal Supremo de Justicia alegando tanto la inconstitucionali- dad de ese Art. 105 como la violación del derecho a la defensa y al debido proceso, puesto que estas personas no habían sido procesadas ni sentenciadas penalmente. Sin embargo, el TSJ (en sentencia del 5 de agosto de 2008) desestima la acción y no sólo reafirma la presunta ‗constitucionalidad‘ de esa norma sino también la competencia del Contralor para decretar inhabilitaciones políticas, con lo cual se violan los artículos 23, 42, 49, 65 y 289 de la Constitución Nacional, así como el artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. El Artículo 42 de la CN establece que: «... El ejercicio de la ciudadanía o de alguno de los dere- chos políticos sólo puede ser suspendido por sentencia judicial firme en los casos que determine la ley».

77 Publicada en la Gaceta Oficial Nº 37.347 de fecha 17/12/2001, que establece: «Art. 105. La decla- ratoria de responsabilidad administrativa, de conformidad con lo previsto en los artículos 91 y 92 de esta Ley, será sancionada con la multa prevista en el artículo 94, de acuerdo con la gravedad de la falta y el monto de los perjuicios que se hubieren causado. Corresponderá al Contralor General de la República de manera exclusiva y excluyente, sin que medie ningún otro procedimiento, acordar en atención a la entidad del ilícito cometido, la suspensión del ejercicio del cargo sin goce de sueldo por un período no mayor de veinticuatro (24) meses o la destitución del declarado responsable, cuya ejecución quedará a cargo de la máxima autoridad; e imponer, atendiendo a la gravedad de la irregu- laridad cometida su inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas hasta por un máximo de quince (15) años…»

78 Este artículo en su numeral 3 solamente faculta al Contralor General de la República para «Inspec- cionar y fiscalizar los órganos, entidades y personas jurídicas del sector público sometidos a su con- trol; practicar fiscalizaciones, disponer el inicio de investigaciones sobre irregularidades contra el patrimonio público, así como dictar las medidas, imponer los reparos y aplicar las sanciones adminis- trativas a que haya lugar de conformidad con la ley».

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De donde se desprende que la inhabilitación política constituye una pena ac- cesoria, aplicable únicamente como resultado de un juicio penal, con sentencia definitivamente firme y dictada por el juez natural (tal como lo establece el 49 nu- meral 4 de la Constitución Nacional). No solamente la decisión del Contralor y la Sentencia del TSJ infringen normas de la Constitución Nacional sino también la Convención Americana sobre Derechos Humanos que en su artículo 23 numeral 2, dispone que: «La ley puede reglamentar el ejercicio de los derechos y oportunida- des [...] exclusivamente por razones de edad, nacionalidad, residencia, idioma, instrucción, capacidad civil o mental, o condena, por juez competente, en proceso penal»79. En abril y agosto del 2017, fueron inhabilitados políticamente: los goberna- dores (gobernador del estado Miranda) y Liborio Guarulla (go- bernador del estado Amazonas), ambos por quince años; los alcaldes Ramón Mu- chacho, Alfredo Ramos, David Smolansky, Gustavo Marcano y Carlos García Odón (estos alcaldes con medidas de prisión e inhabilitación por 15 meses). Tam- bién fueron inhabilitados, los diputados a la AN Luis Lippa, Adriana D‘Elia y Germán Ferrer. Otros inhabilitados políticamente estando en ejercicio de funciones para los que fueron electos son: María Corina Machado (Diputada a la Asamblea Nacional - 2015) y Daniel Ceballos (Alcaldía de San Cristóbal - 2015).

4.9. Persecución judicial de tribunales y TSJ contra la participación política. Con el propósito de impedir la participación política de los sectores disidentes, a través de los tribunales penales y del TSJ, el Gobierno ha impulsado la apertura de cuantiosos procesos judiciales en contra de políticos y otros representantes de la sociedad civil, muchos de los cuales han devenido en encarcelamientos, torturas y tratos crueles e infamantes (entre ellos, la violencia sexual). En este sentido, el

79 En relación con esto, la Constitución Nacional en su artículo 23 establece la preeminencia de los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos en los siguientes términos: «Los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos, suscritos y ratificados por Venezuela, tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno, en la medida en que contengan normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las establecidas por esta Constitución y la ley de la República, y son de aplicación inmediata y directa por los tribunales y demás órganos del Poder Público».

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sábado 7 de julio de 2018, el Secretario General de la OEA, informa que certificó la lista de 276 presos políticos, enviada por el Foro Penal Venezolano, de los cuales 81 son militares y 195 civiles80. En abril de 2019, el Foro Penal Venezolano regis- tró un aumento de 790 presos políticos81. En el presente año y el año pasado se han producido varias excarcelaciones de presos políticos, pero con medidas restrictivas de su libertad, entre ellas la prohibición de participación política y libertad de expresión. Aparte de esto, preciso es añadir que, como consecuencia de estas persecu- ciones, además de las medidas cautelares de los años anteriores, solo en el 2017, la CIDH otorgó 10 solicitudes de medidas cautelares a diputados, líderes políticos y operadores de justicia, ―para protegerles la vida e integridad personal‖82. Por otro lado, y en la misma línea de irrespeto al voto de la población disi- dente y de obstaculizar la participación política por la vía judicial, en las elecciones parlamentarias del 2010 resultaron electos como diputados a la Asamblea Nacional dos presos políticos (de la coalición democrática), que en ese momento estaban siendo procesados judicialmente; pero el Tribunal Supremo de Justicia, en una retorcida interpretación del texto constitucional, pronunció una decisión en la que negaba la inmunidad parlamentaria a estos diputados, razón por la cual no fueron puestos en libertad para que ejercieran su cargo conferido por mandato popular. En contraste, es de hacer notar que durante el período democrático anterior a 1999, gracias al voto popular para diputaciones, salían en libertad algunos presos políti- cos de izquierda, entre ellos Simón Sáez Mérida (insurgente del ―Carupanazo‖,

80 El Nacional, 7/7/2018. http://www.el-nacional.com/noticias/latinoamerica/oea-certifico- lista-presos-politicos-enviada-por-foro-penal_243055 81 https://www.infobae.com/america/venezuela/2019/04/23/el-foro-penal-venezolano-elevo- a-790-el-numero-de-presos-politicos-del-regimen-de-nicolas-maduro/ 82 Informe CIDH, Situación de derechos humanos en Venezuela, 2017. Entre los beneficiarios de estas medidas cautelares se encuentran los diputados a la AN William Dávila, , Tomás Guanipa, Luis Florido, Américo de Grazia y José Guerra. Asimismo, Henrique Capriles Radonsky, Lorenzo Mendoza y su familia, Miem- bros del partido Voluntad Popular (David Smolansky, Freddy Guevara, Ismael León, Juan Pablo López Gross); Theresly Malavé, defensora de derechos humanos; Alexander Tirado, Raúl Emilio Baduel, Ángel Contreras, Yon Goicoechea y Delson Guárate.

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entre otras causas), y David Nieves (preso por el secuestro del norteamericano William Frank Niehous). Por otra parte, importa señalar que la actuación judicial contra la participa- ción política no se ha limitado solamente a personas contrarias al Gobierno, sino que también se ha extendido a procesos electorales en los que el Gobierno previ- siblemente saldría perdedor, cercenándole a la ciudadanía su derecho de participa- ción en el ejercicio del voto. Así, con motivo de la activación del Referéndum para revocar el mandato presidencial de Nicolás Maduro, en octubre de 2016 el primer vicepresidente del PSUV y diputado anunció una ―cayapa judi- cial‖ con el propósito de impedir la realización del mismo83. De inmediato, varios tribunales penales (de los estados Carabobo, Apure, Aragua y Bolívar) emitieron, casi de manera simultánea, decisiones que suspendían la recolección de firmas para dicho Referéndum. A pesar de que el órgano competente para suspender procesos electorales es la Sala Electoral del TSJ, el Consejo Nacional Electoral (CNE) acató las decisiones de dichos tribunales y suspendió el proceso revocatorio ―hasta nueva orden judicial‖84, eliminando de esa manera el derecho a la participación política de los venezolanos mediante el voto. Asimismo, el CNE, violando preceptos constitu- cionales, prorrogó para el 2017 las elecciones de Gobernadores y Consejos Legisla- tivos que debían celebrarse en el 2016.

4.10. Usurpación de competencias y atribuciones de autoridades electas por el voto popular85. En Venezuela el Poder Público, de acuerdo con el artículo 136 de la Constitución Nacional, se divide en: Poder Municipal, Poder Estadal y Poder Nacional. A cada uno de ellos le otorga la Constitución sus respectivas atribuciones y competencias. Además establece el principio de la descentralización en su Art. 158:

83 En Venezuela la palabra ―cayapa‖ se refiere al acuerdo entre un grupo de personas para realizar conjuntamente y con rapidez una determinada actividad, que a veces puede ser ilícita, como arremeter contra alguien valiéndose de la superioridad numérica. En este caso se trató del grupo de tribunales que actuaron en conjunto para emitir sentencias que suspen- dían la recolección de firmas para el referéndum. 84 El Nacional. http://www.el-nacional.com/noticias/politica/cne-ordena-suspender-recoleccion-del- hasta-nueva-orden-judicial_4752 85 Constitución Nacional, Artículo 138. Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos.

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La descentralización, como política nacional, debe profundizar la democracia, acercando el poder a la población y creando las mejores condiciones, tanto para el ejercicio de la democracia como para la prestación eficaz y eficiente de los cometidos estatales.

En contradicción con este mandato constitucional, una vez que la coalición opositora ganara algunas gobernaciones y alcaldías en el año 2008, la Asamblea Nacional (de mayoría chavista para ese momento) impulsó una reforma de la Ley Orgánica de Descentralización86 a la inversa, no para transferir competencias sino para escatimarle a los estados las atribuciones que la propia Constitución les con- fiere y transferírselas al Ejecutivo Nacional. Mediante esta ley se le cercenó a los estados del país la administración del producto de sus bienes, carreteras, túneles, puertos, aeropuertos, autopistas, etc. Sumado a ello, la Ley de Distrito Capital87 autoriza al Presidente de la República para nombrar sobre Caracas (distrito capital), discrecionalmente, a una autoridad que el pueblo no eligió, tal como lo establece el artículo 5 de la Constitución Nacional. Este ―Jefe de Gobierno del Distrito Capi- tal‖88, según el artículo 8 de esa ley inconstitucional, ejerce «el control de tutela sobre los entes de la administración descentralizada del Distrito Capital», con lo cual se coloca bajo su jurisdicción la Alcaldía Metropolitana de Caracas, cuyo re- presentante, , sí fue electo democráticamente, al que mediante dicha ley se le despojó de su sede, de sus atribuciones y competencias89. Induda- blemente, el nombramiento de este Jefe de Gobierno constituye una evidente trans- gresión a lo establecido no sólo en el ya citado artículo 5, sino al mandato del ar-

86 Ley de Reforma parcial de la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del Poder Público. Publicada en Gaceta Oficial Nº 39.140 de fecha 17/03/2009.

87 Ley Especial sobre la Organización y Régimen del Distrito Capital. Publicada en Gaceta Oficial Nº 39.156 de fecha 13 de abril del 2009. 88 Chávez nombró ―Jefe‖ a Jacqueline Faría, quien públicamente se jactó de haber sido designada ―por el dedo de Chávez‖. 89 Como ya se dijo, las dos leyes anteriormente señaladas fueron promulgadas como consecuencia de que en las últimas elecciones algunas gobernaciones y alcaldías fueran ganadas por candidatos no alineados con el proyecto político del Presidente de la República.

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tículo 7 de la Constitución Nacional: «La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejer- cen el Poder Público están sujetos a esta Constitución». Significa, en consecuencia, una usurpación de funciones y una violación a los derechos políticos que la Consti- tución Nacional garantiza a los venezolanos, en este caso concretamente a los dere- chos políticos de los habitantes del Distrito Capital (Caracas). En el 2008, con ocasión del triunfo de la coalición opositora en algunas go- bernaciones y alcaldías del país, el Gobierno se valió de leyes inconstitucionales para restringirles el presupuesto, así como algunas competencias y atribuciones que la Constitución Nacionales les confiere. En la elección de gobernadores de octubre de 2017, pese al ingente venta- jismo electoral desplegado por el Gobierno, la coalición opositora logró ganar en 5 estados del país: Mérida, Táchira, Nueva Esparta, Anzoátegui y Zulia. En el estado Zulia, puesto que el candidato ganador (Juan Pablo Guanipa) se negó a juramentar- se ante la inconstitucional e ilegítima ―Asamblea Nacional Constituyente‖ y subor- dinarse a ella, se declaró la falta absoluta en la Gobernación del estado Zulia y se procedió a nuevas elecciones, el 10/12/2017, en las que ganó el candidato del par- tido de gobierno (PSUV). Es de máxima importancia señalar que, de acuerdo a la Constitución Nacional, la juramentación de los Gobernadores debe rendirse ante el Consejo Legislativo de cada estado. No obstante, los gobernadores electos, en vista de la arbitraria presión política y el chantaje de Maduro de que «tendrán que subordinarse a la Asamblea Nacional Constituyente como requisito sine qua non, ineludible»90, se vieron constreñidos a juramentarse ante la ilegítima ANC. Sin embargo, pese a su sometimiento a dicha ―Constituyente‖ ilegítima, el Ejecutivo Nacional procedió a nombrar, por encima de su autoridad, a los así llamados ―Pro- tectores‖, con el cínico pretexto de «para no dejar al pueblo en la deriva», restándo- les de ese modo mayores atribuciones y competencias a los gobernadores e impi- diéndoles participar en el ejercicio de las funciones para las que fueron electos por el voto popular.

90 https://www.telesurtv.net/news/Nicolas-Maduro-Gobernadores-electos-deben-subordinarse-a- ANC-20171012-0035.html (fecha de consulta: abril 2018).

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Es de suma importancia reiterar que la figura de ―Protectores‖ no existe en la Constitución Nacional; por consiguiente, se trata de una figura ficticia, ilegal e inconstitucional, carente de legitimidad y, por ende, violatoria de la Constitución. Estos ―Protectores‖ son ―autoridades‖ paralelas a las autoridades legítimamente electas por el voto popular. A dichos ―Protectores‖ —que son realmente ―autori- dades de facto‖—, el Ejecutivo Nacional les desembolsa grandes cantidades de recursos provenientes del presupuesto nacional, destinados a dádivas que ellos distribuyen de manera discriminatoria a cambio de ―favores y lealtad política‖. Finalmente, necesario es subrayar también la usurpación de las funciones le- gislativas y de control —correspondientes a la Asamblea Nacional (AN)— por parte del TSJ y el Ejecutivo Nacional (directamente y a través de la inconstitucio- nal ANC). Al respecto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en su Informe Situación de Derechos Humanos en Venezuela, del 31 de diciembre de 2017, considera que «existen serios elementos de injerencia del Poder Judicial y el Poder Ejecutivo sobre la AN». Asimismo, en relación con las Senten- cias Nº 155 y 156 emitidas por el TSJ aduce la CIDH que «mediante estas decisio- nes, el TSJ levantó las inmunidades parlamentarias a los diputados de la AN, estableció que sus actos constituyen ―traición a la patria‖, otorgó al Poder Ejecuti- vo amplios poderes discrecionales, y se arrogó competencias del Poder Legislativo […] las medidas ordenadas constituyen una usurpación de las funciones del Poder Legislativo por parte de los Poderes Judicial y Ejecutivo». Por consiguiente, la CIDH «reitera su condena frente a estas decisiones, las mismas que representan una usurpación de las funciones del Poder Legislativo por parte de los Poderes Judicial y Ejecutivo, así como una anulación de facto del voto popular mediante el cual fueron elegidos los diputados de la AN».

5. Para concluir podemos afirmar que la situación que actualmente aflige a la población venezolana empezó a gestarse desde hace dos décadas, como se ha ex- plicado en el curso de este trabajo. De manera paulatina, sostenida y progresiva el Ejecutivo Nacional ha con- centrado en su fuero a los demás Poderes Públicos del Estado, en los hechos y me- diantes leyes que carecen de legitimidad, puesto que dichas leyes son violatorias de

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la institucionalidad democrática preceptuada en la Constitución Nacional y en los Tratados Internacionales de la materia suscritos por Venezuela. Contra toda racionalidad, las ejecutorias de los agentes del Poder Ejecutivo han sustituido el Estado de Derecho por una ―legislación paralela‖. Un Estado de Derecho se caracteriza, esencialmente, por su estricto apego a los valores ético- jurídicos expresados en los principios que informan el ordenamiento jurídico posi- tivo, como son, básicamente: el régimen democrático91, la alternabilidad, la real y efectiva separación de los Poderes Públicos y el respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales. Sin embargo, mediante la antes mencionada legislación paralela, carente de juridicidad y eticidad, el gobierno ha terminado imponiendo, despóticamente, un proyecto político que no sólo está fuera del marco de la Consti- tución Nacional sino que es gravemente lesivo y excluyente de grandes sectores de la colectividad nacional.

91 Principio éste inserto en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y expresa- mente desarrollado en la Carta Democrática Interamericana, cuyo Artículo 1º resalta: ―Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de pro- moverla y defenderla. La democracia es esencial para el desarrollo social, político y eco- nómico de los pueblos de las Américas‖. Estatuido también este principio en el artículo 6 de nuestra Constitución vigente.

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SIGNIFICADO FILOSÓFICO DEL PROBLEMA PSICOFÍSICO*

Gladys L. Portuondo Resumen El presente artículo es un resumen del capítulo 2 (de mi autoría) del libro "Dimensión histórico- filosófica del problema del hombre" (Lourdes Rensoli, Gladys Portuondo, Universidad de la Habana, 1991). Tiene como objetivo describir algunos aspectos sobresalientes de la relación entre la filosofía y las ciencias espe- ciales (no filosóficas) en lo concerniente al tratamiento de la relación mente-cuerpo (problema psicofísico), al mismo tiempo que aborda sumariamente el tratamiento de este problema en la historia de la filosofía.

Palabras clave: problema psicofísico; relación mente-cuerpo; naturaleza; imagen científica; paradigmas socioculturales; positivismo; idealismo; cosmología; antro- pología.

PHILOSOPHICAL MEANING OF THE MIND-BODY PROBLEM

Abstract: This article is a summary of the second chapter (which I authored) from the book "Historical-philosophical dimension of the problem of human condition" (Lourdes Rensoli, Gladys Portuondo, University of Havana, 1991). It aims to des- cribe some outstanding aspects of the relationship between philosophy and spe- cial(non-philosophical) sciences regarding the interpretation of the mind-body

* Resumen del Capítulo II tomado de: Lourdes Rensoli, Gladys L. Portuondo, "Dimensión histórico-filosófica del problema del hombre", Universidad de La Habana, 1991.

Fecha de recepción: 5/5/2019 Fecha de aceptación: 15/6/19 62

problem, while summarily addressing the treatment of this problem through the History of Philosophy.

Keywords: mind-body problem; nature; scientific image; sociocultural paradigms; positivism; idealism; cosmology; anthropology.

La valoración del problema del hombre como problema universal de la filo- sofía es un momento inseparable de la comprensión de la unidad del proceso histó- rico-filosófico, en el que este problema nutre con significaciones diferentes y disi- milar gradualidad toda una multiplicidad de perspectivas en corrientes, tendencias y escuelas. Es por eso que no basta discernir únicamente lo "eterno filosófico" en el contenido de este problema, sino que es importante también considerar el modo en que se expresa en una diversidad de conceptos y categorías filosóficos, entre ellos lo "físico" y lo "psíquico". Estas nociones —la physis y la psyché— expresan des- de el pensamiento griego antiguo una de las principales facetas del problema del hombre, si bien originalmente compartieron tanto los temas de la antropología como los de la cosmología, concebidas como una unidad indiferenciada entre los primeros filósofos griegos.

Por otra parte, aunque la relación entre lo físico y lo psíquico en el hombre, o de manera análoga, entre el alma y el cuerpo, ha sido de interés permanente en la filosofía, no lo ha sido de modo exclusivo. Toda una diversidad de disciplinas se interesa en este problema y, muy especialmente, las ciencias modernas del cerebro, en las que se integran la Psicofisiología; la Neurofisiología; la Psiquiatría, entre otras. En relación a la filosofía, cabe preguntarse: ¿ha sido formulado e interpreta- do el problema psicofísico en la filosofía en un nivel solamente precientífico, que requiere su salida del pensar filosófico para alcanzar una interpretación auténtica- mente científica? ¿Qué interés puede tener el problema psicofísico en la represen- tación filosófica de una imagen del hombre? ¿Se requiere tanto de las ciencias es- peciales como de la filosofía en nuestros días para la formulación y el discerni- miento de las posibles respuestas e interpretaciones relativas al problema psicofísi-

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co? Sin la proyección abarcadora e integradora de la razón filosófica, el camino de las ciencias puede alejarse, en la orientación teórica y práctica de sus resultados, de la meta que justifica y promueve su progreso incesante en la historia: el hombre.

Desde el punto de vista de la filosofía, la pregunta por el hombre, el hombre como problema, no es un problema aislado de la pregunta por la relación entre lo psíquico y lo físico, la cual se relaciona indisolublemente con la reflexión sobre la naturaleza humana y sus especificidades, objeto de interés también para las cien- cias especiales.

Como relación entre el alma y el cuerpo; entre lo fisiológico y lo psíquico, o entre el cerebro y la mente, las formulaciones de lo que podemos llamar "problema psicofísico"-para adoptar una terminología que de modo convencional resulte análoga- se refieren a un viejo problema que se ha ido planteando a lo largo de la historia en nuevos términos y ha sido interpretado en nuestros días sobre la base de las ciencias empíricas que investigan los procesos fisiológicos del cerebro y sus correlaciones con la actividad psíquica. Desde la segunda mitad del siglo XX, la neurocibernética y la robótica; la genética y la psicofisiología colocan a la filosofía ante una interrogante: ¿constituye aún la relación entre lo físico y lo psíquico en el hombre un problema del saber filosófico? Se trata, además, de una inquietud vincu- lada al modo de comprender la relación entre la filosofía y las ciencias especiales, así como de la vigencia del saber filosófico en la actualidad. La filosofía y las cien- cias especiales han compartido intereses en la interpretación de problemas comu- nes. La relación entre lo físico y lo psíquico en el hombre es a la par un punto de convergencia y de discusión entre ambas formas del conocimiento. Fue en el siglo V a.C. cuando Hipócrates estableció por vez primera en el cerebro el fundamento material de la psiquis individual. Los filósofos griegos concibieron el alma como causa de animación de todo lo existente, fundamento de la vida, pneuma y sustan- cia independiente de toda realidad. Las primeras ideas sobre el cuerpo humano y sus funciones orgánicas se asociaron entre los griegos antiguos con la teoría del alma. Epicuro consideró que el alma es el fundamento de las sensaciones, cuya desaparición es resultado de la separación entre el alma y el cuerpo. Platón distin-

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guió entre el alma como actividad puramente orgánica y como sustancia racional; Aristóteles diferenció el alma vegetativa, el alma sensitiva y el alma racional, con- siderando a esta última como propiedad exclusiva del hombre, que lo distingue de otros seres vivos y es causa de las acciones del cuerpo.

La primera interpretación filosófica radical de un alma como realidad inma- terial separable del cuerpo se encuentra en Platón. El alma para Platón preexiste al cuerpo y en virtud de ello puede conocer las ideas en el acto de la reminiscencia. En este caso, el alma ya no actúa como un principio vital material (como era con- cebida por Anaxímenes y Demócrito), sino como sustancia espiritual racional1. Platón otorga, además, al alma, la constitución de la naturaleza misma de la capa- cidad intelectual y de las virtudes morales del filósofo, así también co- mo argumentó la teoría del anima mundi, entendida como principio de animación de todo lo existente, que gobierna el mundo como un todo orgánico, perfecto y armónico, que Schelling retoma en la modernidad. En la filosofía de Platón se en- cuentran las raíces del problema psicofísico como problema antropológico en vías de diferenciación de los temas de la cosmología.

En la Edad Media, el pensamiento filosófico-teológico europeo centra su atención en la dimensión antropológica del problema psicofísico. El tema de su interés es ante todo el destino del alma inmortal del hombre, el cual depende de la capacidad de elección del sujeto consciente y responsable de sus acciones bajo la condición del libre albedrío. Para los medievales cada hombre determina por propia voluntad el destino de su alma inmortal, cuya condición atemporal es el resultado de la creación divina y cuyo destino o finalidad es expresión de la libertad que le es inherente. La conexión entre al alma o la psiquis y la libertad humana se convierte en el pensamiento medieval en centro de atención, marcando la evolución subsi- guiente en tiempos venideros de las interpretaciones del problema psicofísico como problema antropológico.

1 Véase Platón, Fedón. En: Julián Marías, "La filosofía en sus textos", Editorial Labor, S.A. Barcelona-México, 1950, T. 1, p. 61 y 63

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A su vez, el pensamiento renacentista se propone justificar la unidad psicofí- sica en el hombre como expresión de su naturaleza en tanto réplica de la unidad cósmica y de la armonía de las leyes del universo, cuya síntesis suprema este repre- senta. El alma o la psiquis como principio creador se convierte en el Renacimiento en paradigma del pensar filosófico, el cual desplaza este principio de lo divino a lo humano, en cuyo ámbito se hace accesible a la razón como auto-reflexión antropo- céntrica de sus potencialidades humanas. El arte, la filosofía y la cultura en sentido amplio, se conciben como expresión del principio creador inherente a la naturaleza psicofísica del hombre, la cual se inmortaliza en sus obras.

En los siglos XVII y XVIII el pensar filosófico también incluyó al hombre como unidad psicofísica en la trama universal de la naturaleza, continuando la línea trazada por el pensar renacentista. John Locke se opone al dualismo psicofísico y considera de modo determinista la unidad psicofísica en el hombre; Renato Descar- tes también defiende el determinismo al considerar que lo psíquico es el producto de las leyes de la naturaleza, aunque estima que la conducta humana, condicionada por la razón a la que concibe como sustancia, no se explica en los límites de lo psíquico entendido como "arco reflejo" o respuesta condicionada por estímulos externos2 . No obstante, la filosofía moderna concibió lo físico dentro del reino de la necesidad natural, en tanto que lo psíquico era representado como expresión contingente de los fenómenos naturales, si bien también sujeto a la ley natural. Lo individual en el hombre, de lo cual lo psíquico es expresión, se concebía enton- ces como caso particular de una esencia genérica humana.

2 Afirma: "en lo que toca a la razón o al sentido, siendo, como es, la única cosa que nos hace hombres y nos distingue de los animales, quiero creer que está entera en cada uno de nosotros y seguir en este caso la común opinión de los filósofos, que dicen que el más o el menos es sólo de los accidentes, mas no de las formas o naturaleza de los individuos de una misma especie". En: R. Descartes, Discurso del método, en: Julián Marías, "La filosofía en sus textos", T. II, ed. cit., p. 938.

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Hegel3 valoró la contribución de la filosofía moderna por su proyección humanista y racionalista al comprender la naturaleza humana como parte constitu- yente de la naturaleza en general y como modalidad especial de la misma. La filo- sofía de la Ilustración introdujo la idea de la unidad psicofísica como expresión abstracta de la naturaleza humana en general y del individuo en particular. Este individuo se representa así como un hecho natural, sujeto a la misma determinación del género y por consiguiente a una naturaleza humana inmutable. En cambio, He- gel y el idealismo alemán en general acentuaron la significación del mundo de la cultura y de la historia humana en la concepción del hombre y de su diferenciación respecto al mundo natural, transformando así la interpretación del sujeto como unidad psicofísica en tanto portador de la cultura y de la razón autocrítica, y por consiguiente concebido como naturaleza "humanizada" y como síntesis de lo natu- ral y lo social tanto en lo psíquico, como en lo físico.

En la época contemporánea resulta peculiar la postura de la filosofía positi- vista respecto al problema psicofísico. Para el positivismo el tratamiento del pro- blema psicofísico en la filosofía tradicional es la expresión de una concepción "me- tafísica", lo que significa para el positivismo una carencia de fundamento científico y por lo tanto, una concepción especulativa o "precientífica". Resulta notable que Augusto Comte no incluyó a la Psicología en su sistema de clasificación de las ciencias. El positivismo ha atribuido bien a las matemáticas; bien a la Física, el papel de paradigma o modelo del conocimiento científico auténtico, al que considera como único saber capaz de fundamentar la verdad como certeza. Desde esta perspectiva, el problema psicofísico requeriría su salida del saber filosó- fico para alcanzar una interpretación científica. Además, para el positivismo la filosofía adquiere el estatus de teoría científica cuando emplea los métodos genera-

3 Véase según J.G.F. Hegel, Lecciones sobre historia de la filosofía, FCE, México-Buenos Aires, 1955, T. 3, p. 204: "Operada así la reconciliación de la conciencia de sí con el pre- sente de sí, el hombre adquiere confianza en sí mismo y en su pensamiento, en la naturaleza sensible fuera y dentro de él; encuentra interés y alegría en hacer descubrimientos en el campo de la naturaleza y en el de las artes".

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dos en ciencias especiales como la lógica matemática o la física. Así expone Ber- trand Russell los requerimientos de una filosofía "científica":

"La adopción del método científico en filosofía nos obliga, si no me equivo- co, a abandonar la esperanza de resolver muchos de los más ambiciosos y huma- namente interesantes problemas de la filosofía tradicional. Deja algunos de ellos, aunque sin grandes esperanzas de que sean resueltos con éxito, para las ciencias especiales, y demuestra que otros son de tal índole que nuestras facultades resultan esencialmente incapaces para resolverlos4".

A su vez, K. R. Popper considera plausibles los contenidos de la Psicología, pero solamente como apéndices de la Neurofisiología, pues a la ciencia le resulta accesible solamente la naturaleza genérica del hombre y no el reino de lo indivi- dual y único. "En efecto -opina Popper-,es el individuo particular, único y concreto el que no puede ser investigado por los métodos racionales, y no lo universal y abstracto5". Pero el positivismo no toma en cuenta que, si bien el estudio sobre bases experimentales de la relación psicofísica puede realizarse sólo en las ciencias especiales, la historia de la filosofía fija, difunde y transmite los paradigmas socio- culturales que constituyen el marco de referencia de las ciencias en cada época al expresar la conciencia y los criterios con que se representa la imagen del hombre, de la cual forma parte la relación psicofísica. Así, la filosofía no ha de renunciar en nuestros días a la reflexión en torno al problema psicofísico como parte integrante del problema del hombre.

El ideal positivista de la "ciencia pura", desprovista de toda "metafísica", no pudo cumplirse a cabalidad. La tradición filosófica no deja de gravitar sobre las doctrinas científicas en toda época, incluyendo la presente, lo mismo influyendo en la preparación del terreno propicio para el surgimiento de nuevas teorías científi-

4 B. Russell, Misticismo y lógica, Editorial Paidós, Buenos Aires, 1949. p. 124.

5 K. R. Popper, La sociedad abierta y sus enemigos, Editorial Paidós, Argentina, 1957. p. 426.

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cas, que a través de la fundamentación de estereotipos del conocimiento o para- digmas que pueden entrar en contradicción con las teorías científicas existentes.

Al poseer la capacidad de expresar en forma de interrogantes o de modelos paradigmáticos las tendencias en el desarrollo de las ciencias especiales, la filosofía abre paso a la conciencia crítica de este proceso, actuando como marco de referen- cia para la valoración del estatus de la ciencia. Un ejemplo evidente se encuentra en el idealismo alemán, que dio paso a la toma de conciencia sobre las limitaciones del naturalismo en la representación de la imagen del hombre y, por consiguiente, a las limitaciones mecanicistas y deterministas de la concepción naturalista del pro- blema psicofísico.

La imposibilidad de deducir la naturaleza del pensamiento y sus formas lógi- cas partiendo directamente de la fisiología y de las capacidades psíquicas entendi- das únicamente como condiciones naturales en el hombre se puso ya en evidencia en la filosofía moderna. Descartes y Spinoza subrayan ciertas cualidades específi- cas de la razón; de su estructura y funcionamiento. El idealismo alemán, a su vez, afirma que la naturaleza humana supera los límites de la unidad psicofísica según la perspectiva naturalista por cuanto su comprensión requiere fundamentar la dife- rencia esencial entre el hombre y el resto de la naturaleza, dada en el ámbito de la cultura y de la historia.

Ya por su nacimiento, el hombre es, al menos biológicamente, un indivi- duo humano. Lo biológicamente humano es ya una forma de diferenciación del hombre respecto al resto de la naturaleza. Como sujeto social, el hombre humaniza sus facultades físicas y psíquicas, por lo que la naturaleza humana es, a la par, algo dado y algo creado por el propio hombre, así como constituye una condición nece- saria de la continuidad del proceso histórico. En el individuo, lo social y lo biológi- co se encuentran fundidos en unidad indisoluble. Carlos Marx, siguiendo fielmente el legado del idealismo alemán, consideró que las capacidades físicas y psíquicas del individuo constituyen su "fuerza de trabajo", con la que el hombre "produce" su propia existencia humana.

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El estudio multidisciplinario de la relación entre lo físico y lo psíquico en el hombre se desarrolla en el marco de la discusión entre el monismo y el dualismo psicofísico en la comprensión de la relación entre el pensamiento, la psiquis y el cerebro en la ciencia contemporánea. Pero el problema del hombre no se agota en el problema psicofísico, ni en la imagen científica de la unidad psicofísica según se representa por las ciencias especiales. Por demás, el contenido filosófico que puede adjudicarse al problema psicofísico no es resultado de la generalización directa de los aportes de las ciencias especiales. La cultura y la historia modifican las aptitu- des psicofísicas, ampliando los límites psicofisiológicos del individuo, por lo que las "bases" u "órganos" de la actividad psíquica humana no son fisiológicamente "puros". La cultura crea "órganos" artificiales - que sobrepasan la capacidad fisio- lógica del individuo y multiplican el alcance de sus posibilidades. El telescopio; el microscopio; la telefonía y la informática, por citar ejemplos, ponen en cuestión la división entre lo natural y lo artificial (la cultura, la historia o, como Hegel la lla- mó, la "segunda naturaleza") en el hombre.

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EL CULMEN DE LA FILOSOFÍA EN EL GRAN DESPER- TAR. EL PENSAMIENTO DE ŚAṀKARA Y LA IDEA DEL CONOCIMIENTO EN EL ADVAITA

Héctor Sevilla Godínez1

Resumen

Śaṁkara, reconocido unánimemente como el filósofo de la no-dualidad, es- tableció que no debe separarse la vivencia espiritual y la indagación filosófica. En ese sentido, la intención del presente escrito consiste en delimitar lo que para el advaita es Brahman, es decir, lo Uno sin segundo. El texto explica el vínculo entre la ignorancia y la ilusión a través de las principales sentencias de las Upaniṣads. Partiendo de las interpretaciones contenidas en los libros Advaita Bodha Dipika, Vākyavritti y Bhagavad-Gītā, se aluden aspectos que son viables para fundamentar la mística de la vacuidad implícita en el pensamiento de Śaṁkara. Al advertir la claridad con la que el advaita distingue entre lo pensado y lo que las cosas son, se determinarán los vínculos existentes en los cuatro principales mahāvākyas que engloban la identidad de Ātman, el hombre y lo denominado como Eso. El artículo aporta una comprensión alterna de la mística que permite evitar la dualidad, tan

1 (México, 1976) Doctor en Filosofía; Miembro de la Asociación Filosófica de México y de la Asociación Transpersonal Iberoamericana. Forma parte del Sistema Nacional de Investi- gadores del CONACYT (Nivel 1). Es profesor e investigador del Departamento de Ciencias Sociales y Humanidades del Centro Universitario de los Valles (CUValles) de la Universi- dad de Guadalajara. Ha publicado más de setenta artículos en revistas arbitradas, en los cuales se destacan sus líneas de investigación centrales: el nihilismo, la mística y la metafí- sica. Contacto: [email protected]

Fecha de recepción: 5/12/2018 Fecha de aceptación: 4/3/2019 72

usual en la práctica occidental de la filosofía, consistente en la separación de espiri- tualidad y racionalidad.

Palabras Clave: Conocimiento, Advaita, Śaṁkara, No-Dualidad, Vacuidad.

THE CULMINATION OF PHILOSOPHY IN THE GREAT AWAKENING. ŚAṀKARA’S THOUGHT AND THE IDEA OF KNOWLEDGE IN THE ADVAITA

Abstract

Śaṁkara, unanimously recognized as the non-duality philosopher, estab- lished the idea that spiritual experience and philosophical indignation must not be separated. In that sense, the intention of this piece consists in delimiting what Brahman is for the Advaita; this is to say, the One without a secondness. The text explains the link between ignorance and illusion through the main sentences of the Upaniṣads. Stemming from the interpretations contained in the books Advaita Bo- dha Dipika, Vākyavritti and Bhagavad-Gītā, aspects are alluded to which are viable for fundamenting the mysticism of vacuity implicit in Śaṁkara’s thought. Upon forewarning the clarity with which the Advaita distinguishes among what is thought and the things that are, the existing links between the four mahāvākyas principles are determined, which span Ātman’s identity, man, and what is denomi- nated as That. The article contributes an alternate comprehension of mysticism which allows avoiding duality, so unusual in the Western practice of philosophy, consistent in the separation of spirituality and rationality.

Key words: Knowledge, Advaita, Śaṁkara, Non-Duality, Vacuity

Héctor Sevilla Godínez El culmen de la filosofía en el gran despertar. El pensamiento de Śaṁkara y la idea del conocimiento en el Advaita Revista Dikaiosyne N° 34

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1. Los aportes de Śaṁkara y la importancia del vedanta advaita

Adi Śaṁkara, al que también se le conoce como Śaṁkara, Sankara, Samkarākārya, entre otras denominaciones, “realizó una gran labor filosófica en su empeño por aclarar y unificar de manera racional las dispersas verdades upanisádi- cas”2. Su importancia es de tal magnitud que es reconocido como el máximo repre- sentante del pensamiento vedānta, particularmente en su dimensión más filosófica, es decir, la advaita. Martín no duda en referirlo como “el filósofo más eximio de la India”3, idea que mantiene en otras de sus obras. Uno de los grandes aportes de Śaṁkara consiste en lograr establecer una vi- vencia de lo espiritual fundamentada en la labor filosófica, es decir, con el sustento de la inteligencia y la disposición. De tal modo, con Śaṁkara, el esfuerzo racional es la antesala a un estado transracional, el cual es dador de una plenitud espiritual que permite un sentido para toda la existencia humana. Por otro lado, los cuatro Vedas son considerados libros sagrados del hin- duismo; esta cuestión origina y da pie a una diversidad de posturas. El nombre que reciben los Vedas son el Mantra o Samhitā, el Brāhmana, el Āranyaka y las Upa- niṣads; estos últimos están constituidos por las enseñanzas de los Maestros hacia sus seguidores. El vedānta también es llamado Uttaramīmāṁsā, que significa interpretación de la última parte de los Vedas. De tal modo, la sección final de los Vedas, o Upa- niṣads, está caracterizada por contener textos filosóficos. Asimismo, vedānta es una palabra compuesta en donde veda se vincula a un término que significa cono- cer, pero es también el producto del conocimiento, es decir, sabiduría; la palabra sánscrita anta podría identificarse con final. De tal modo, vedānta es el final del conocimiento o la sabiduría final. Se conocen alrededor de doscientas Upaniṣads, cada una de ellas con diver- sas sentencias que son susceptibles a una variedad de interpretaciones. Es en estos textos donde se encuentran los planteamientos filosóficos del hinduismo. A su vez,

2 Martín, Consuelo, Bhagavad-Gītâ. Con los comentarios advaita de Sankara. Madrid: Trotta, 2007, p. 17. 3 Ibid.

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advaita es una palabra compuesta del prefijo a, como negación, y de dvaita, que está asociado etimológicamente a dualidad; de modo que advaita significa no dua- lidad. El vedānta advaita es una de las líneas de pensamiento del vedānta. El vedānta advaita señala, entre muchas otras cosas, la diferencia entre la existencia y la conciencia, es decir, la distinción entre lo que concebimos y lo que realmente es. De acuerdo a Sharma, “cuando hablamos de la existencia de una pul- sera de plata, por ejemplo, estamos refiriéndonos a la conciencia de la existencia de la pulsera de plata y que, independientemente de la conciencia de su existencia, no podemos hablar de la existencia de la plata”4. Sólo podemos hablar de lo que te- nemos conciencia, pero la existencia de algo no está sujeta ni es contingente a la conciencia que se tenga de ella. Bajo esta óptica, podrían existir realidades que son ajenas aún a la conciencia de los individuos, sin que esto condicione tales existen- cias. Evidentemente, no es posible que lo desconocido forme parte de la cosmovi- sión de quien lo desconoce, no representa algo para él o ella, pero es algo en su sentido ontológico. Lo que se conoce como vedānta advaita no se reduce a una serie de razo- namientos que deben ser aprendidos, memorizados o analizados eruditamente, sino que constituye una oportunidad para vivir de manera diferente, para concebir las cosas desde un matiz diverso y no limitarse con la forma convencional de estructu- rar la realidad. Es por esto que, para Sharma, el vedānta advaita “no sólo es una filosofía, sino también una tradición espiritual”5. En esta concepción coincide Rap- hael cuando sentencia que “el vedānta es una doctrina que hay que asimilar, medi- tar, vivir, ya que tradicionalmente conocer la Realidad es ser la Realidad”6. Conviene matizar, igualmente, que la filosofía de la no-dualidad no es ex- clusiva del vedānta advaita; se encuentra presente en algunos postulados centrales del taoísmo, en presupuestos del sufismo, en el budismo zen y hasta en algunas peculiares aportaciones de la filosofía mística occidental, como en Eckhart o Spi- noza. Estas consideraciones son apuntadas con claridad cuando Martín señala que

4 Sharma, Arvind, Vedānta Advaita. Una introducción. Barcelona: Kairós, 2013, p. 94. 5 Ibíd., p. 162. 6 Raphael, “Presentación”, en Śamkara, La esencia del Vedānta. Barcelona: Kairós, 1995, p. 9.

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en esencia la doctrina de la no-dualidad “es el núcleo central de prácticamente to- das las grandes tradiciones espirituales y metafísico-gnósticas”7. Algunos de los principales contenidos de la filosofía de la no-dualidad se ubican en las afirmacio- nes centrales de las Upaniṣads, escritas a manera de sentencias y conocidas como mahāvākyas. En sintonía con la tendencia a encapsular gran sabiduría en pequeñas frases afirmativas, los mahāvākyas “encierran y sintetizan la Doctrina (…), compendian toda la sādhanā (práctica espiritual) y por lo tanto pueden considerarse como ver- daderos mantras”8. Tradicionalmente se ha englobado en cuatro mahāvākyas los postulados centrales de la filosofía de las Upaniṣads; cada uno de ellos debe ser analizado desde el enfoque advaita. Según Sharma son: “I. El Universo es Brah- man; II. Yo soy Brahman; III. Ātman es Brahman; IV. Eso eres tú”9. Por su parte, Raphael considera que deben ser enunciados de la siguiente manera: “I. El Brah- man es pura conciencia; II. Tú eres Eso; III. Yo soy Brahman; IV. Este ātman es el Brahman”10. Entre la apreciación de Sharma y Raphael pueden encontrarse similitudes respecto a los que consideran los mahāvākyas centrales. Si bien existe coincidencia en la esencia de tres de los mahāvākyas referidos, la diferencia central radica en el orden de los mismos; además, el primer mahāvākya es nominado de manera dife- rente. Cuando Sharma expresa “El Universo es Brahman”, Raphael alude “El Brahman es pura conciencia”. Naturalmente, en los dos casos se asienta la grande- za y significatividad de Brahman, pero hay una distinción categorial entre enten- derlo como Universo o considerarlo pura conciencia; en este último de los casos, la pura conciencia sería algo presente en el Universo, más no el Universo mismo. Queda, obviamente, la posibilidad de que Raphael comprenda “pura conciencia” como el Universo en sí, pero en tal caso se excluiría todo lo que existe en el Uni- verso sin ser conciencia.

7 Martín, Bhagavad-Gītâ…, op. cit., p. 52. 8 Raphael, “Presentación”…, op. cit., p. 8. 9 Sharma, Vedānta Advaita…, op. cit., p. 31. 10 Raphael, “Presentación”…, op. cit., p. 9.

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En tales consideraciones, pareciera que la elección de Sharma es más preci- sa; no obstante, aunque menos globalizante, la sentencia elegida por Raphael tam- bién es óptima en cuanto que distingue a Brahman de lo que no es Brahman, sin totalizarlo. Es decir, la opinión de Raphael alude a que en el Universo existe tam- bién la condición de no-conciencia, que en el humano es similar al estado de avidyā, sin importar que aun en tal condición se contenga la posibilidad de desarro- llar la conciencia de ser Brahman o, en sentido estricto, uno se mantenga siéndolo. La traducción de Sharma toma en consideración, justamente, que a pesar de que el Universo sea Brahman en él se contiene también el estado de no conciencia, al menos en los entes individuales que se sitúan así, por lo que no podría considerarse que es en forma absoluta pura conciencia, pues esto excluiría a los que, incluso siendo Brahman, no han logrado la comprensión de serlo. Las otras tres mahāvākyas son enunciadas de maneras muy similares: Sharma expresa “Yo soy Brahman” y Raphael lo señala en forma idéntica; Sharma afirma “Ātman es Brahman” y Raphael enuncia: “Este ātman es el Brahman”; fi- nalmente, cuando Sharma advierte: “Eso eres tú”, Raphael lo traduce como “Tú eres Eso”. Obviamente podemos advertir que la sentencia es similar o idéntica en cada caso, pero la distinción se encuentra en el orden que cada uno otorga a las sentencias. El orden de Sharma tiene la virtud de ser mayormente didáctico en cuanto que utiliza un método deductivo más claro, el cual desciende desde Brah- man al Yo, al Ātman y al Tú. Aun con ello, podría objetarse que en sentido estricto el Ātman podría ser más cercano al Brahman en cuanto que es el yo más íntimo, el sí mismo que es más profundo al yo. De tal modo, en la comprensión de que el yo es Brahman, se descendería a la conclusión de que Eso es también el Tú o el otro que vemos; más aún, se añadiría la idea consecuente de que “Yo soy Tú”. En tal perspectiva el orden de importancia de los mahāvākyas, combinando las traducciones y consideraciones de Sharma y Raphael, tendría que ser: a) “El Universo es Brahman”; b) Ātman es Brahman; c) Yo soy Brahman; d) “Tú eres Eso”. Con la adición, en tal terreno de consideraciones, de que “Yo soy Tú”. El reconocimiento de la universalidad de Brahman es un elemento funda- mental del advaita porque es lo que sustenta, precisamente, la no-dualidad. Esta condición no dual permite, sin embargo, la existencia de diferencias en la formali-

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dad de las cosas, pero no en su fondo. Aparentemente, en la afirmación de que Brahman es el Universo, se erradica la posibilidad de un ejercicio centrado en la vacuidad, puesto que tal alternativa se suprime en el ser absoluto de Brahman; no obstante, el ejercicio imprescindible de desapego hacia las creencias, formatos y convenciones desde las cuales hemos entendido el mundo, supone una variante en la contemplación de la nada, es decir, en el reconocimiento de la vacuidad de nues- tros aprendizajes mientras vivimos en el mundo. Por otro lado, el reconocimiento de la conexión entre el fondo del yo o el sí mismo profundo, el ātman o Ser del hombre, con el Brahman, representa una con- secuencia directa de que Brahman sea el Universo. La conexión no corresponde a la manera de dos cosas diferentes que se vinculan, sino que representa la unión sustancial de dos ámbitos aparentemente divergentes pero que guardan una igual- dad. El individuo particular no es el ātman, sino que éste es el Ser de su ser, es aquello en él que le permite ser, lo cual en algunos pasajes es referido como el al- ma. El ātman, por tanto, en sentido estricto, en su categoría de Ser, no guarda dife- rencias entre dos entes; dicho de otro modo, el ser de lo que es no mantiene distin- ciones entre lo que es. Asimismo, el alma o Ser del hombre guarda su igualdad con Brahman. La tercera afirmación, consistente en que “Yo soy Brahman”, además de conjugar en primera persona el verbo ser, a diferencia de lo que sucede en la sen- tencia impersonal “Ātman es Brahman”, contiene la implicación de lo que somos, o creemos ser, con lo que Brahman es. El Universo incluyente de la particularidad se debe entender como Unidad. El sujeto individual, que en el advaita es llamado jīvātman o jīva, contiene también el carácter de eterno junto a Brahman; en ese sentido, “lo que carece de comienzo, carece también (…) de final, es decir, es eterno”11. Esto no sólo aplica con Brahman, sino que también tiene una repercusión directa con Jīva o el hombre; según Sharma, “Jīva es eterno en dos sentidos: 1) en el sentido de que forma parte del saṃsāra que, como proceso, es eterno; 2) en el de que es idéntico a Brahman, que también es eterno. Es quizás a causa de que es eterno en ambos sentidos que podemos referirnos a él como jīvātman”12.

11 Sharma, Vedānta Advaita…, op. cit., p. 38. 12 Ibíd.

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En la cuarta sentencia, consistente en “Eso eres Tú”, es importante subrayar que “la identidad afirmada se refiere a los sustantivos, pero no a las características de cada uno de ellos”13. De tal modo, si bien en sentido sustancial existe igualdad del Eso con el Tú, en las particularidades formales, así como en el conjunto de especificaciones de cada uno, existe una diferencia captada por nuestra sensoriali- dad y por nuestro intelecto sumergido en el devenir del saṃsāra. Cuando Śaṁkara advierte en el sloka (verso) 38 del Vākyavritti que: “El significado de la sentencia [Tú eres Eso] consiste en una identidad absoluta”14, sin duda alude también a la identificación del yo, que también es Eso con el Tú. En tal punto es donde se ha dejado fuera al ego, es decir, la encarnada suposición de las diferencias, lo cual es el obstáculo que se opone a la erradicación de la ignorancia. La inclusión de la idea “Yo soy Tú” es una derivación de las cuatro anterio- res, en cuanto que la sustancialidad de ambas entidades particulares comparte una eternidad en su ser jīvātman, del mismo modo en que sostienen su fundamentación en ātman que, a la vez, no tiene diferencia alguna en el fondo de Brahman. De esto podría desprenderse, en sentido práctico, una mística particularmente centrada en la comprensión del otro, bajo el entendido de que su otredad es una fantasía necesaria para distinguirnos mientras funcionamos en esta dimensión terrenal. Enseguida se abordará con más detalle el fundamento filosófico del vedānta advaita.

2. El conocimiento verdadero es Conciencia El camino de la sabiduría que propone Śaṁkara es coincidente con el pro- puesto en la obra del Bhagavad-Gītā, al que el filósofo que nos ocupa dedicó sóli- dos y eminentes comentarios. De acuerdo con Martín, “el Gītā ha sido inspiración para religiosos y filósofos, para contemplativos y hombres de acción”15. Los textos fueron escritos probablemente en torno al año 600 a.C., aunque no hay claridad en ello. Tampoco se ha logrado un consenso sobre el autor de los mismos.

13 Ibíd., p. 68. 14 Śamkara, “Vākyavritti”, en Śamkara, La esencia del Vedānta. Barcelona: Kairós, 1995, p. 37. 15 Martín, Bhagavad-Gītâ…, op. cit., p. 10.

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Las interpretaciones que hizo Śaṁkara del Bhagavad-Gītā “tenían un sello especial, ponían de manifiesto la enseñanza de Krishna desde el camino de la sabi- duría (jñana-marga)”16. El capítulo XVIII aborda la obtención de la liberación mediante la renuncia y el conocimiento, tópico que el pensador de la no-dualidad volvió uno de sus referentes. Justamente, es posible mantenerse en la idea de la no- dualidad a través del desapego hacia las ideas distorsionadas con las que creemos saber de las cosas. La intención de Śaṁkara al realizar interpretaciones de uno de los textos más importantes del hinduismo es señalar la esencia de las enseñanzas y volverlas acordes al tiempo y la práctica posible de los individuos. El sloka 51 del Bhagavad-Gītā establece que “cuando (una persona) está do- tada de una mente pura, tiene auto-dominio y fortaleza, puede apartar los objetos de los sentidos y eliminar el apego y el rechazo”17. El estado de vairāgya o des- prendimiento es factible mediante el interés por el conocimiento verdadero. De tal modo, tras el desapego, la persona no teme existir consigo misma, sino que, de acuerdo al sloka 52, “vive en soledad con comida sencilla, emplea pocas palabras, tiene dominado el cuerpo y el pensamiento, y está por completo dedicada a la con- templación, por estar desapegada”18. Śaṁkara ubica esta vivencia como la del que ya no tiene ninguna aspiración y, por tanto, en el desvanecimiento de las expectati- vas, es capaz de vivir sin tormento y en paz. Existe cierta similitud entre este plan- teamiento y la idea del “ser separado” que ideó Meister Eckhart, alrededor de cinco siglos después. Enseguida, el sloka 53 del Bhagavad-Gītā plantea que el alejamiento de los apasionamientos permitirá que el individuo clarifique su propia estabilidad y logre ser Uno con Brahman. La interpretación de Śaṁkara es que “la esencia del que ha llegado a la unión con lo Absoluto, con Brahman, se expresa en «nada desea ni lamenta nada». Porque es lógico que quien llega a ese estado no tenga más ambi- ción”19. En tales condiciones, producto del desentendimiento de los afanes y las intenciones, no hay algo por lograr ni esperar, de tal modo que se atestigua en la

16 Ibíd., p. 17. 17 Ibíd., p. 309. 18 Ibíd. 19 Ibíd., p. 310.

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propia vivencia la no-dualidad; al no haber malo o bueno, ni deseado o indeseado, todo se hace justamente lo mismo. Es evidente la implicación de la vacuidad en la mística que interpreta Śaṁkara, pues sólo puede entenderse el desapego como un soltar las posesiones materiales e inmateriales sin temor a que el manto de la nada sea el único cobertor. En congruencia con la indiferencia hacia los logros y la consecución de las metas, la realización no puede encontrarse, según el pensamiento advaita, a través de la acción, por más honorable que sea. Por el contrario, importa más centrar toda la energía de la intención en la comprensión que en los comportamientos o logros. La acción se vuelve, por ello, una compañía prescindible de la contemplación. Jus- tamente, Sharma considera que una de las principales tesis del vedānta advaita es que “la realización no se alcanza a través de la acción (karma), sino de la jñāna (la comprensión), porque aquello que trasciende la acción no puede ser alcanzado a través de la acción”20. Naturalmente, esto fragmenta y diluye el supuesto de que sólo mediante el esfuerzo y la entrega solidaria a los demás será posible el estado de liberación. En ese mismo flujo de entendimiento puede advertirse el sentido de la re- nuncia al mundo para no ser dominado por él, el valor del olvido de las sentencias culturales para no terminar sujetos a ellas, y la dignidad del aislamiento para clari- ficar las alternativas que no se dispensan en las conglomeraciones. Esto explica, hasta cierto punto, que las diversas órdenes religiosas de distintos credos hayan establecido monasterios en los que se busca contemplar en paz el movimiento está- tico de lo absoluto. Así, quien se libera en vida, mediante el Conocimiento-Conciencia, logra despegarse del afán de la acción y, tal como afirma Śaṁkara en el Vākyavritti, “consigue la Morada suprema del que lo abarca todo y de donde no hay regreso”21. El Conocimiento con mayúsculas del que habla Śaṁkara es distinto a un mero acto de cognición; se refiere, más bien, a la noción que persiste una vez que se ha des- vinculado la categorización, delimitación y etiquetación de las cosas. En la libera- ción de la etiquetación ya no hay acción que sea menester. Justo por ello, Śaṁkara

20 Sharma, Vedānta Advaita…, op. cit., p. 152. 21 Śamkara, “Vākyavritti”, op. cit., p. 43.

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menciona en sus comentarios al Bhagavad-Gītā que “es ilógico que al llegar a la liberación por el conocimiento verdadero quede aún ambición por los resultados de las obras”22. Aquel que ya no espera algo está incluido en el plano de la no- dualidad, se ha hecho consciente de ello. En palabras de Śaṁkara, “se debe recurrir únicamente a la firmeza en el co- nocimiento de la verdad y abandonar todo acto o deber prescritos”23. La verdad de la que se habla aquí no está fundada en los actos que se deriven de ella, por el con- trario: es independiente a lo que se realice. Es evidente que Śaṁkara “ha dicho cuanto se puede sostener sobre la Unidad absolutamente trascendente. Ha separado al Brahman en sí de su función cosmológica, según se lo aconsejaba el rigor de la lógica del pensamiento inspirado por el advaita de Gauḍapāda”24. De tal modo, Brahman no es un alguien que tenga voluntad o se haga presente en la vida de las personas, sino que es la vida de las personas, a la vez que es las personas. Brahman, en la comprensión de Śaṁkara, es una “realidad-conciencia en sí mismo o lo insuperable allende la plenitud de atributos internos y del acto de cono- cer”25. Así, la intención es superar la upādhi o envoltura añadida al Ser. Nuestros aprendizajes se han forjado a partir de un conjunto de superposiciones que antepo- nen lo aparente sobre lo real. Debajo de la cascara de nuestra cognición, más allá de la apariencia, se encuentra la sāsvatah, es decir, lo imperecedero, lo que no tiene deterioro. Nuestra prana o energía vital nos otorga el aliento para resquebrajar el reino de la ilusión y contemplar, al menos por instantes, que el conocimiento verdadero consiste en despojarse de lo sabido hasta el punto de la vacuidad y, luego de ello, saberlo todo sin saber. El suspiro de prana es hacia sāsvatah; pero para ello se requiere superar la upādhi. En los slokas 91 y 92 del Advaita Bodha Dipika, Śaṁkara señala que “en el sueño, las imágenes que percibimos son experimentadas como probables y reales

22 Ibíd., p. 315. 23 Martín, Bhagavad-Gītâ…, op. cit., p. 312. 24 García, Francisco, “Sankara y lo Absoluto: el Brahman y la caracterización Sat-Jñâna- Ânanda hasta la síntesis del Upadesasâhasrī”, en Fragmentos de filosofía, No. 4, 1994. p. 57. 25 Ibíd.

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[…]. De forma similar, a la hora de la experiencia, el mundo de vigilia también es probable y real. Pero cuando despiertes a tu real naturaleza, verás esta también como irreal”26. Es claro que se alude al conocimiento verdadero como un baluarte que permite prescindir del conocimiento ficticio, es decir, de las acomodaticias comprensiones elaboradas por el hombre en el mundo. La perspectiva de que la vigilia sea parte del sueño es una de las derivacio- nes de la labor filosófica centrada en el advaita. Largamente ha sido cuestionado el valor pragmático de la aseveración de la vigilia como “una ilusión de gran exten- sión”27; no obstante, el pensamiento advaita se ha erigido en la comprensión y se ha desentendido de acreditar valor a las cosas y pensamientos en razón de sus efec- tos o beneficios directos. Cabe apuntar que en la estricta consideración de los resul- tados, una vida separada de los afanes y apegos puede garantizar, como mínima ganancia, la evitación de la violencia y de la animadversión hacia los demás; si esto es útil o no, corresponderá meditarlo con tranquilidad. En el sloka 63, el Gītā advierte: “Te he revelado la sabiduría, el más secreto de los misterios. Medita sobre ello en totalidad y, luego, actúa como quieras”28. Es innegable la similitud de este pasaje con la máxima de Agustín de Hipona consis- tente en: “ama y haz lo que quieras”; la distinción sostenida es la de intercambiar la meditación por el amor. Entre el amor agustino o la sabiduría aludida por el Bha- gavad-Gītā puede asegurarse que, al menos, en la segunda no se excluye la posibi- lidad de la primera, a la vez que la primera no garantiza la segunda. Luego del extenuante camino de la renuncia y de la búsqueda del conoci- miento verdadero que niega lo sabido, en el flujo de la ironía de nuestros acontece- res será posible lograr la condición de jnāni, a saber: aquél a quien la verdad ha liberado. La paradoja del advaita es que una vez que se ha obtenido la liberación debe aumentarse la precaución para no percibirse como alguien que se ha liberado, pues esto mismo podría conducir a la ignorancia ilusa de considerarse un sabio, toda vez que la verdad a la que se ha llegado es, justamente y por entero derecho, una nueva formalidad de upādhi o apariencia.

26 Śamkara, Advaita Bodha Dipika. Málaga: Sirio, 2013, p. 26. 27 Śamkara, Advaita Bodha Dipika…, op. cit., p. 27. 28 Martín, Bhagavad-Gītâ…, op. cit., p. 313.

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3. El gran despertar y la labor filosófica Tal como acontece con toda labor que demanda la mayor parte de nuestro tiempo, la encomienda filosófica, es decir, la revisión pormenorizada de las res- puestas racionales ante un determinado ámbito temático, exige una auténtica re- nuncia. Lo que debe dejarse a un lado en la boyante empresa filosófica puede en- globarse en el conjunto de distractores o pasatiempos que alterarían la concentra- ción, menguarían la determinación o disminuirían la diligencia del enfoque reflexi- vo. En el caso de Śaṁkara, la renuncia fue evidente en el plano de lo ordinario dentro de su contexto, lo cual condujo su avance hacia categorías adelantadas a su época. Concretamente, “renunció al mundo de actividades convencionales desde muy joven y tuvo como maestro a Gobinda, discípulo de Gauḍapāda, el profundo filósofo advaita que escribió las kārikās”29. Además de cumplir con los requisitos de su encomienda intelectual, Śaṁkara acató también las demandas propias del canto de los Vedas, labor que atraía su atención y que sin duda emprendió; así, el filósofo mantuvo su disposición para el solícito ambiente de paz que sólo puede alcanzarse cuando el tiempo dispensado es suficiente para fluir en el regocijo de la quietud y la disposición mental. Es evidente que el desapego requiere de tiempo y que las cosas importantes no pueden realizarse si se inmiscuye la ansiedad o la dispersión; la complejidad aumenta actualmente si se consideran los ritmos vertiginosos que se han estableci- do como norma en las sociedades contemporáneas. De tal modo, acuciado por los límites y las saturaciones laborales, el individuo de este siglo no logra desprenderse del vaivén caótico al que es sometido. La distracción impera, la atención adelgaza, el sentido languidece. Al estar circunscrito a un ámbito de efervescencia y alteración, incrementa la dificultad de dispensar disposición al ejercicio filosófico; de esto deviene la indife- rencia hacia lo desconocido y se afianza el dominio de la apatía. El autor del Advai-

29 Martín, Bhagavad-Gītâ…, op. cit., p. 18.

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ta Bodha Dipika30, es agudo ante este panorama y en el sloka 22 aborda el tema de la ocultación, la cual consiste en la velación de las cosas debido a la indiferencia en el cuestionamiento. Śaṁkara se mantuvo centrado mediante la Upāsana o ejercicio de concentración mental, lo cual también puede ser entendido como meditación. Asimismo, logró avanzar en tal hábito a partir de un constante desapego, renuncia o desprendimiento de las cosas, es decir, mediante la práctica del Vairāgya. La renuncia y el desprendimiento no tendrían un desenlace satisfactorio sin el compromiso educativo que propuso silenciosamente Śaṁkara. A través de su precisión expositiva en las innumerables descripciones a través de sus textos y la interpretación de libros ajenos, el filósofo promovió la comprensión de un pensa- miento no dual. Notable ejemplo de entrega docente es su testimonio constante. Śaṁkara “recorrió toda la India manteniendo diálogos filosóficos”31. En tales inter- cambios didácticos, Śaṁkara solía clarificar los textos védicos desde una posición integradora, sin intentar desarticular las creencias, sino afirmándolas con nuevos matices acordes al contexto y la sabiduría imperante. Tal como en su momento corresponde hacer a todo maestro místico, Śaṁka- ra asumió los distintos ritmos de los interlocutores y se prestaba a adaptar las ense- ñanzas de acuerdo al ritmo y posibilidades del oyente. Asimismo, actuaba en con- sonancia con una esencia mística polimorfa que es manifiesta en la variación de las

30 A pesar de que no se ha comprobado del todo, suele considerarse a Śaṁkara como el autor del Advaita Bodha Dipika. Se ha especulado erróneamente que el libro, también co- nocido como La lámpara del conocimiento no-dual, fue escrito por Sri Karpatra Swami; no obstante, la labor de este último fue la de compilar los textos de Śaṁkara y ordenarlos di- dácticamente (algo similar a lo que en su momento realizó Andrónico de Rodas con los textos de Aristóteles que finalmente produjeron la Metafísica). Es probable que hayan sido incluido algunos textos de otros autores, pero no hay manera de ubicar cuáles serían o qué parte del libro ocupan. El texto original, en sánscrito, contenía doce capítulos de los que sólo se conservan ocho. Elaborado en forma dialéctica, la obra abarca aspectos como la sobreimposición y su supresión, los medios para la realización, la extinción de la mente, la realización, el valor de escuchar y la aniquilación de las latencias. Sri Ramana Maharshi solía atribuir al Advaita Bodha Dipika la cualidad de introducir de manera genuina al pen- samiento advaita; debido a que tal fue la intención de la vida de Śaṁkara y en función de que el estilo del texto es similar al del filósofo que nos ocupa, tomaremos la conclusión más socorrida, es decir, la de atribuirlo como autor. Aun con lo dicho, cabe mencionar que no hay forma de garantizarlo en forma definitiva. 31 Martín, Bhagavad-Gītâ…, op. cit., p. 18.

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conclusiones racionales. La filosofía no representaba únicamente una herramienta que lo condujo al encuentro de sincronías en el mensaje, sino que cimentaba el edificio propositivo de la idea de la no-dualidad presente en su pensamiento. Śaṁkara no encontró plena satisfacción en el lúcido accionar de la elocuen- cia filosófica, sino que el proceso hermenéutico que es menester de toda labor ra- cional tuvo en él su sustento mediante la ascesis. En ese sentido, “la claridad de sus exposiciones está fundamentada en una evidencia de la verdad manifestada que no sería posible si no tuviera su origen en la vivencia de la no-dualidad inmanifesta- da”32. La comprensión de la no-dualidad no es producida por caminos intelectuales, sino mediante una intuición derivada del desapego y fundada en la vivencia de la vacuidad; justamente, este el sendero que induce a la inclusión integral de la idea de la no-dualidad. La experiencia de Śaṁkara concuerda con lo expresado en el sloka 29 del Advaita Bodha Dipika: “a pesar de que el Ser es Brahman, no existe el conoci- miento del Ser como tal”33. Así, en la comprensión de la incomprensión, en la con- clusión no conclusiva, en las tinieblas dadoras de luz, en la quietud activadora, en la cima que es profundidad, en la saturación que es vacuidad, se asume la integra- ción que no es unificadora, sino que es la esencia de la no-dualidad. Ahí, en el Brahman que es sólo Ser y que integra a la Nada, se despeja el misterio de lo abso- luto. En Śaṁkara se integran la búsqueda intelectual y la vida, a sabiendas de que el valor de la existencia es proporcional a la comprensión del sistema vital que nos envuelve. De tal modo, una vez sabido que aquello que se aprende determina la vida, ya no es preciso dejarse engañar tan inocentemente ni es factible permitir que la ignorancia consuma el propio tiempo. El compromiso del filósofo advaita lo motivó a no dejarse envolver por un contexto de división, dispersión y distracción; con su claridad “salvó la filosofía de los Vedas en toda su pureza «no-dual» de las múltiples interpretaciones en que la especulación de las distintas escuelas filosófi- cas la había dispersado”34. Esto es coincidente con lo que señala el sloka 27 del

32 Ibíd. 33 Śamkara, Advaita Bodha Dipika…, op. cit., p. 15. 34 Martín, Bhagavad-Gītâ…, op. cit., p. 18.

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Advaita Bodha Dipika con relación a la sobreimposición, la cual es entendida como “la apariencia de una cosa falsa sobre una real”35. De acuerdo a lo establecido por Śaṁkara, se había perdido de vista la no-dualidad de las cosas, justo por anteponer lo que sí puede verse. La esencia no-dual permanecía velada por las diferencias, la ilusión de la distorsión y la separatividad, tal como acontece también en nuestros días. Adentrarse en el ámbito de la no-dualidad deriva una necesaria apertura a diversos métodos de expresión del pensamiento; es por esto que Śaṁkara también incursionó en la poesía y la literatura. Su ánimo lo empujó a la reformulación de lo religioso y a la radicalidad de la mística. Es conocida su profusa diligencia por la vida monacal, de tal modo que en cada uno de los puntos cardinales de la India fundó diversos monasterios. Así, Śaṁkara logró posicionar a las Escrituras hinduis- tas en la categoría filosófica más prominente y otorgó nueva vida a la tradición védica. Su propuesta consiste en el desvelamiento de la verdad, lo cual aporta sig- nificativamente al mundo filosófico. La cresta del pensamiento filosófico advaita advierte la fantasía de lo enten- dido como el yo, es decir, cuestiona el concepto primordial de identificación entre los individuos. En lo ordinario, en el transcurso del tiempo de nuestras vidas, nues- tra fantasía se suscita en relación a una idea del yo, no al yo real. El ejercicio ma- yormente elemental del yo, consistente en la actividad mental, a pesar de no estar circunscrito a un trabajo de orden intelectual, no logra trascender las elaboraciones ficticias derivadas de la categorización simbólica. De tal modo, la actividad mental no es la principal cualidad del Yo, sino, más bien, la de atestiguar la presencia o ausencia de la actividad mental; es en tal sentido que Śaṁkara refiere en el sloka 20 del Vākyavritti: “Yo soy Aquél que es Testigo de la función del intelecto [y puede expresarse] como: ”36. Es evidente que Śaṁkara no está hablando de sí mismo, sino que señala lo que podría ser considerado como una descripción precisa más allá del ego. En consonancia con la eliminación de la actividad mental como pauta inelu- dible de lo que define al yo, el vedānta advaita tiende a unificar los estados de

35 Śamkara, Advaita Bodha Dipika…, op. cit., p. 14. 36 Śamkara, “Vākyavritti”, op. cit., p. 29.

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vigilia y sueño porque están mediatizados por la actividad de la mente. Bajo esta óptica, la vida misma, tal como la conocemos, podría considerarse como el efecto de un sueño, uno en el que, justamente, creemos dominarlo todo a partir de la acti- vidad mental. Es preciso señalar la inocencia contenida en la intención de lograr un pensamiento puro, pues la pureza mental estaría, en dado caso, privada de pensa- miento. Tanto el contenido de un sueño, como lo acontecido en la vigilia, están precedidos de simbolizaciones que pretenden dominar la realidad o, al menos, cosi- ficarla a través del control. La ilusión es el piso que pisamos, el sostén de lo que somos mientras esta- mos en el mundo. La mente, contenedora de la ilusión, es capaz de distorsionar lo observado. Precisamente, lo que consideramos observado nunca ha sido realmente contemplado, lo hemos traspasado por el canal distorsionante de la percepción a través de la mente. Por ello, tal como el sueño que experimenta el soñador, la vida es un ámbito en el que aún no se logra el despertar. En el sloka 69 del Advaita Bodha Dipika se advierte que “no hay ilusión que esté más allá de la extensión de la mente, y no hay nadie que no se encuentre engañado por ella. (…) Nada puede escapar a su poder. Incluso el Ser que es siempre inmaculado e inmutable, parece cambiado y trastocado”37. Si seguimos este orden de ideas, la posición inamovible en el advaita, es de- cir, el Ser de Brahman presente en todo lo que existe, podría ser también un fruto de la ocultación; de esto se deprende la particular alternativa de que sea la Nada, no el Ser, o algún punto de la dialéctica no-dual entre la Nada y el Ser, lo que alimenta de contenido (saturado, vacío o saturado de vacío) todo lo que persiste en esta di- mensión categorial. La serie de descripciones emitidas para la comprensión del mundo y lo que exista más allá de él, son, justamente, derivaciones de la cosmovi- sión desde la cual conjeturamos las respuestas. Nuestro despertar a través de la actividad mental sería, en tal caso, sólo un sueño más: el sueño del despertar. Es por esto que “los místicos se sienten todavía más inclinados que los filósofos a descartar, en algún nivel, la diferencia entre los estados de vigilia y sueño”38.

37 Śamkara, Advaita Bodha Dipika…, op. cit., p. 22. 38 Sharma, Vedānta Advaita…, op. cit., p. 121.

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A pesar de que el despertar pueda ser parte del sueño (y muchos despertares lo son), lo que en el advaita se considera como “el gran despertar” consiste en una especie de clarificación respecto a que esto que consideramos vigilia ha sido en realidad (y sigue siendo) un sueño. Obviamente, es un despertar que no nos libra por completo del sueño, sino que nos permite, tal como acontece en algunas expe- riencias oníricas, notar que lo que está sucediendo es un sueño aunque no hayamos salido por completo de ahí. Se está en el sueño y se intuye, o se sabe en alguna modalidad de los saberes, que el sueño es ése, no se es presa total del mismo. De manera similar, cuando en la vigilia se adquiere conciencia del sueño im- plícito en ella, con la consecuente aceptación de la ironía de etiquetar a la vigilia como tal, se logra un despertar que no es pleno, a pesar de su significado e impor- tancia. El término de contemplación tiene cierta precisión para referir a la intuición de algo que aún no está a nuestro alcance pero que puede ser intuido; visto así, nuestro despertar parcial nos adviene la noción de un despertar absoluto. La no- dualidad es manifiesta en un despertar que no escapa del sueño, pues a pesar de la aparente separación de ambas cuestiones pueden ser concebidas íntegramente, sin ser opuestas o contradictorias. En sintonía con lo expuesto con Sharma al referir que “en el sueño profundo se desvanece toda sensación de individualidad [y] a pesar de ello no perdemos nuestra identidad”39, la aceptación de la no-dualidad representa una alternativa para integrar lo que inicialmente se concibe separado. Perder por instantes la individua- lidad no contradice el hecho de que en forma unitaria se perciba la propia identi- dad; justamente, la identidad que es propia no es solamente individual, sino que es consecuencia de la esencia permanente de Brahman en lo existente. El ātman, el Ser en el hombre o Yo, no es el ego simple que se satisface en la unicidad individual; jīva, por su parte, entendido como ser humano o el indivi- duo en cuanto viviente, no se sostiene únicamente en su particularidad, pues nunca es lo que cree ser. La alternativa, como podría preverse, consiste en la integración de jīva con ātman, pero la visión más elevada de este orden de ideas nos permitiría comprender que no se trata de una integración, pues sólo se integra lo que está

39 Sharma, Vedānta Advaita…, op. cit., p. 124.

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separado, sino de la conciencia de la no-dualidad entre cada uno de ellos. De acuerdo al advaita, es esto lo que resuelve el misterio de la vida humana. Debe advertirse que Brahman no es únicamente un principio generador, sino que Brahman es todo lo existente, incluido quien toma conciencia (o no) de ello; al afirmar que Brahman es sin comienzo y sin final se alude a que lo absoluto de su ser no consiste en ser, sino en sustancializarse en una conjunción igualitaria entre lo que es y lo que no, aún en la esfera del tiempo y más allá de él. Cuando conside- ramos que no estamos realizados anteponemos con tal perspectiva el obstáculo justo que neutraliza la conciencia de que ya lo estamos. Si la vigilia es un sueño que contiene la ideación de una identidad fundada en el yo, es oportuno un despertar en el que el yo humano (jīva) se identifique ro- tundamente con ātman (el verdadero ser del hombre). La conjetura de Sharma es la siguiente: “Dado que, al despertar, la persona recuerda que ha estado durmiendo, debe haber algún tipo de sujeto consciente que testimonie la inconsciencia del sue- ño profundo”40. La pureza de este Testigo es la que debe ser evidenciada a través de un Conocimiento que, según Sharma, pone fin a toda infelicidad. Evidentemen- te, llegado el momento de contemplar tal pureza se advertirá de que no hay manera de que sea un sujeto, sino que es Brahman presente en ātman incluido en jīva, que es manifiesto parcialmente a través de la idea de pureza. Justo ahí es el momento en que se logra desechar la idea triunfalista de la iluminación, pues la persistencia en la idea de logro sería evidencia de que la pureza ha sido manchada o no ha sido tal, que el sueño continúa y que el despertar fue sólo una escena del sueño. La labor filosófica no termina con el gran despertar, sino que es ahí cuando permite una nueva etapa de descodificación.

Conclusión En la filosofía de Śaṁkara es patente la elocuente integración de la raciona- lidad con la espiritualidad, no en función al deseo de unirlas, sino a partir de la sabiduría que no promueve su separación. Tal reconocimiento, tan deseable como

40 Sharma, Vedānta Advaita…, op. cit., p. 127.

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lejano en la filosofía contemporánea, puede fomentarse a través de la intención de establecer una vivencia de lo espiritual fundamentada en la labor filosófica. Lo Uno sin segundo está implícito en el Sí mismo de cada ser viviente, de modo que lo único que separa de la identificación con Brahman no es la distancia, la falta de voluntad, la nula acumulación de conductas virtuosas, la parcialidad de las dádivas, la ausencia de solidaridad o la negación al seguimiento de los linea- mientos tradicionales, sino la ignorancia. A mayor presencia de ignorancia, mayor será también la inundación de la ilusión en la actividad mental. En los aportes de Śaṁkara están presentes los elementos esenciales de los Upaniṣads, de tal modo que la mística de la vacuidad implícita en su pensamiento es parte sustancial de la última parte de los Vedas. Para adentrarse en el pensa- miento no-dual es necesario el rechazo a las convenciones tradicionales desde las cuales se ha comprendido el mundo, las cosas y las personas; por ello, el principal desapego que corresponde al individuo que ha emprendido el camino hacia la no- dualidad consiste en desprenderse de sus propias ideas y cosmovisiones, incluida la que fundamenta lo que él mismo es. El desenlace consecuente de la comprensión de que “El Universo es Brahman” estará centrado en la vivencia de que Eso es cada uno. Así, la esencia del vedānta advaita permite distinguir entre lo que conce- bimos y lo que realmente es. Nada de lo anterior será logrado sin la oportuna ascesis que antecede al gran despertar. Éste último no es nunca el desenlace deseado, sino el inicio de nuevos procesos de humildad y desaprendizaje, partiendo de la duda necesaria y el rechazo a la triunfalista idea de que se ha logrado la Iluminación. El abandono de los es- quemas de comprensión usuales deviene en disposición a la no diferencia, a la Unidad. No basta con la acción para la liberación, no habrá ruptura de cadenas sin el proceso de separación de las ilusiones. En Śaṁkara la filosofía es coronada, en suma, cuando se advierte su insufi- ciencia y se desvela, a la vez, que el camino para el logro de la conciencia de la ignorancia y su integración con Brahman es lograble mediante la combinación, integración o, mejor aún, la unificación de la espiritualidad con la búsqueda racio- nal.

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DIKAIOSYNE Nº 34 Universidad de Los Andes Mérida – Venezuela Diciembre 2019 ISSN 1316-7939

LA I LATINA, LA LEALTAD FAMILIAR Y EL IMPERATIVO CATEGÓRICO KANTIANO

Milagros Terán Pimentel1

“Si la I latina es la más desgraciada de las letras…, puede ser”

José Rafael Pocaterra La I latina/Cuentos Grotescos

―Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre nue- vos y crecientes, cuanto con más frecuencia y aplicación se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral en mí‖ (Immanuel Kant, Critica de la razón práctica).

Resumen Se expone una reflexión ético-jurídica en torno a la conducta de la Señorita, un personaje apodado ―la I latina‖ del escritor venezolano José Rafael Pocaterra, enfocada dicha reflexión desde el punto de vista del imperativo categórico formu- lado por Immanuel Kant en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres.

Palabras clave: ética, imperativo categórico, moralidad, derecho, lealtad familiar.

LATIN I, FAMILY LOYALTY AND THE KANTIAN CATEGORICAL IMPERATIVE2

Summary A reflection from an ethical and lawful point of view on the conduct of the Miss -a character nicknamed "the Latin I" by the Venezuelan writer José Rafael Pocaterra-,

1 Profesora de la Escuela de Derecho y estudiante de la Maestría en Filosofía, Universidad de Los Andes. Mérida-Venezuela/ [email protected] 2 Traducción al inglés por la Prof. Gladys Portuondo.

Fecha de recepción: 15/6/2019 Fecha de aceptación: 5/7/2019 92

is addressed in this article according to Immanuel Kant's categorical imperati- ve, following his work Foundation of The Metaphysics of Morals.

Keywords: ethics, categorical imperative, morality, law, family loyalty.

La obra de Rafael Pocaterra es un testimonio y una denuncia de la época que le correspondió vivir, porque en ella no sólo deja constancia de un periodo impor- tante de la historia venezolana, el gomecismo, narrando a través de sus personajes y con meridiana claridad la violencia y falsa moral reinante sustentadas en un prin- cipio de autoridad forzosa, sino que además, transformando lo grotesco en artístico, su obra encubre una intención ética que desemboca en una denuncia social particu- lar respecto de aquella tiranía que sojuzgaba la libertad mediante el uso del terror, la fuerza y decadencia moral. En los cuentos de Pocaterra no hay especulaciones estilísticas ni mentales: hay situaciones y vidas que exigen una posición de recha- zo o de aceptación, o un análisis filosófico. La autoridad de entonces, tanto en la vida pública, como en la privada, hun- día sus raíces en la violencia, el terror, la ignorancia y la existencia de ―códigos éticos‖ férreamente obedecidos por los miembros del clan social o familiar. Parti- cularmente, en lo que respecta a las familias, la violencia era aceptada con sumi- sión y hasta con hidalguía por considerarse que, dentro de algunos códigos de ética popular, obligaba a sus componentes a actuar siempre en respeto al principio sa- grado de lealtad y de protección familiar. El silencio, en consecuencia, era también un deber moral que imponía a los miembros guardar celosamente los secretos fami- liares, pues ―los trapos sucios se lavan en casa‖ y ―el que le pega a la familia se arruina‖3.

3 Fernando Guzmán Toro, ―La violencia en la narrativa venezolana. Ficción o expresión de la realidad venezolana‖, Cuadernos Latinoamericanos, año 22, Nº 39, enero-junio 2011(pp. 57-72), pág., 61: ―Se caracteriza la dictadura de Juan Vicente Gómez, por la presencia de la violencia, pero no como un fenómeno colectivo como en la guerra de independencia, sino a manera de una violencia oculta, soterrada, frente a la cual la literatura no permanecerá indi- ferente como se evidencia en la obra de José Rafael Pocaterra y Antonio Arráiz‖.

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Este ―código‖ del silencio que contiene una prohibición tácita, la de denun- ciar al cónyuge o parientes (padres, hijos, hermanos, abuelos, nietos, tíos, sobrinos) que agreden o lesionen física y psicológicamente a sus familiares, lo delata Pocate- rra a través de uno de sus personajes más representativos de la venezolanidad de inicios del siglo XX, esencialmente desde el rol que correspondió a la mujer de su tiempo condenada a la sumisión y mutismo; me refiero a la ―I latina‖4, la Señorita; la maestra alta y delgada (por ello el apodo de ―I latina‖) que sufre, con callada abnegación, la violencia de un hermano alcohólico que la lleva a la muerte. En este cuento Pocaterra no sólo denuncia el maltrato que inflige el hermano, Ramón María, a la Señorita; sino que además muestra el silencio ―manso‖ de la víctima y el silencio ―cómplice‖ de la sociedad que lo conoce, mas no lo acusa, representada esta última en el Señor inspector:

―…un viejecito pulcro, vestido de negro, le preguntó delante de noso- tros al verle la sien vendada: —¿Como que sufrió algún golpe, hija? Vivamente, con un rubor débil como la llama de una vela, repuso azo- rada: —No señor, que me tropecé… —¡Mentira, señor inspector, mentira! —protesté rebelándome de un modo brusco, instintivo, ante aquel angustioso disimulo— fue su her- mano, el señor Ramón María que la empujó así… contra la pared… —y expresivamente le pegué un empujón formidable al anciano. —Sí, niño, ya sé… —masculló trastumbándose. Dijo luego algo entre dientes; estuvo unos instantes y se marchó‖.5

Nadie dudaría en catalogar como inmoral, e incluso como delito hoy día (violencia de género), el comportamiento del hermano, y no faltaría quien repro-

4 Cuentos Grotescos, con Prólogo de María Josefina Tejera, Monte Ávila Editores, C.A., 2006, págs., 55-63. 5 Ibídem, pág., 60.

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chara también, por falta de ética e incumplimiento de un deber legal, la omisión del inspector, su inacción frente al hecho; pero, ¿quién osaría aseverar que el silen- cio de la víctima, la I latina, es también inmoral, pues para encubrir a su hermano debe mentir y mentir es universalmente contrario a la ética, según los fundamentos kantianos6? ¿Podría pensarse que el silencio que guarda la Señorita frente al com- portamiento de su hermano es un deber moral derivado de la promesa de lealtad familiar y, por tanto, es un imperativo categórico?; es decir, ¿es moralmente acep- table, o reprochable, según los postulados de la doctrina kantiana de lo verdadera- mente ético la conducta de la I latina? El planteamiento sobre la moralidad del silencio como lealtad familiar se torna más interesante y complejo cuando advertimos que en el ámbito del Derecho existen disposiciones normativas de similar naturaleza, creadas en respeto de esa lealtad que impone silencio y muchas veces permite mentir por el pariente o el cónyuge, como el derecho de no confesar contra el cónyuge o concubino, o contra los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad7, así como la inhabilitación absoluta que en materia de testimonio existe respecto del cónyuge y parientes directos8 en la legislación venezolana, sobre las cuales cabría un juicio ético del mismo tenor al propuesto en este ensayo9.

6 En el primer capítulo de su libro (Fundamentación de la metafísica de las costumbres) Kant plantea como ejemplo para ilustrar su primera formulación del imperativo categórico, la universalidad de su ley moral, si es lícito hacer una promesa con la intención de no cum- plirla frente a un aprieto, respondiendo a la interrogante sobre la base del precepto moral que ordena decir siempre la verdad por deber y no por temor a las consideraciones que se generan, vid pág., 27. 7 Artículo 49, ordinal 5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. 8 Artículo 479 del Código de Procedimiento Civil venezolano vigente: ―Nadie puede ser testigo en contra ni a favor de sus ascendientes o descendientes o de su cónyuge‖: De igual manera, el articulo 480 ejusdem ―Tampoco pueden ser testigos a favor de las partes que los presenten, los parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad‖. 9 En materia penal, el derecho a no declarar en contra del cónyuge o del pariente consan- guíneo puede ser considerado como un desplazamiento de la verdad y la justicia para prote- ger la familia. Primero la familia, luego la seguridad personal de sus miembros, pues la necesidad de averiguar la verdad, aclarar los hechos e impartir Justicia, tiene como funda- mento la necesidad de preservar la armonía y unión de la familia del imputado. Cabría

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Ahora bien, si preocupaba a Pocaterra la crisis moral de su tiempo expresada en una ―doble moral‖ o ética fingida que sustentaba muchas veces una autoridad forzada o impuesta, a Kant le inquietaba el autoritarismo o despotismo ilustrado con el que algunos grupos imponían sus ideas morales a la sociedad de aquellos tiempos y precisar qué significa actuar correctamente desde la perspectiva moral, pues no todo lo que brilla es oro y no toda conducta es verdaderamente ética, ni toda ley o mandato es propiamente moral; significaba, para Kant, superar tal autori- tarismo ético y liberar a la ciudadanía de pesadas cadenas. De acuerdo al filósofo de la libertad, el único mandato debidamente moral es el imperativo categórico10, principio supremo de la moralidad11, fundamentado sobre la autonomía de la voluntad que también se erige como principio en la teoría kantiana ya que, el imperativo categórico ―es un legislador interno cuyas órdenes liberan de la sumisión ciega a las demandas externas y a los impulsos persona- les‖12.

preguntarse, ¿es ético proteger la unión familiar y sus secretos antes que las personas que la conforman? 10 El deber moral como imperativo categórico fue formulado por Kant en 1785 en su obra: “Fundamentación de la metafísica de las costumbres”. Para la realización de este ensayo se consultó la versión traducida por Norberto Smilg Vidal, Editorial Santillana, S.A., Ma- drid, 1996. 11 “Fundamentación de la metafísica de las costumbres”, óp., cit., pág., 17 12 MALISHEV MIJAIL, ―Kant: Ética del imperativo categórico‖, La Colmena, Nº 84, Octubre- Diciembre del 2014, págs., 9-21, ISNN 1405 6313, UNAM, México. En un mundo en el que imperaba la moralidad y las formas la ética de Kant se levanta como una crítica al auto- ritarismo moral dominante. Los religiosos, profesores universitarios y otros voceros públi- cos transmitían a los súbditos del reino un alud de prescripciones monárquicas: sermones edificantes, máximas morales, recomendaciones prudentes que reglamentarán y guiarán su conducta. Predicas eclesiales, reglas de piedad, imperativos de sagacidad, (habilidad para elegir los medios idóneos para alcanzar el mayor bien) tienen el mismo nivel que las reglas morales sui generis, sancionados todos estos imperativos con terribles y absurdas penas que terminaron por convertir el miedo al castigo en el motor de los actos morales. A esta hete- rogeneidad, heteronomía y utilitarismo de imperativos se rebeló Kant convencido de que sólo el universalismo de la ley moral, la autonomía del individuo y el estricto desinterés podían defender al ser humano del orden dominante dirigido a su utilización y explotación.

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El imperativo categórico es, según su creador, la obligación de obrar sola- mente conforme a máximas de validez universal13, tratando a la persona como un fin en sí misma y no como un medio, en reconocimiento de la dignidad humana y con plena libertad o autonomía, pues la voluntad del individuo debe constreñirse a la Ley, no por simple sometimiento, sino porque es ella, la voluntad, la legisladora que sanciona la norma. Así las cosas, y de acuerdo con Kant, si tenemos dudas acerca del carácter moral de una máxima de acción debemos someterla a estas tres pruebas: universalidad de la ley, tratamiento de la persona como fin en sí misma y la autonomía de la voluntad, ya que cualquier norma que las supere puede ser con- siderada propiamente moral. Siguiendo el ejercicio kantiano analizaremos la conducta de la Señorita, la I latina, a través de cada uno de los postulados mencionados, para inferir, como se ha dicho, su carácter propiamente moral, analizando si el deber de lealtad familiar, y dentro de éste la prohibición de denunciar cualquier agresión o violencia ocasiona- da por el cónyuge o parientes cercanos (padres, hijos, hermanos, abuelos, tíos, so- brinos, nietos, etc.), puede considerarse como imperativo categórico y por tanto, como norma verdaderamente moral. Veamos: a) Obra como si la máxima de tu acción debiera convertirse por tu voluntad en ley universal de la naturaleza14: el principio de universalidad de la ley moral como imperativo categórico supone su legitimidad universal, su aceptación y obe- diencia universal; es decir, el precepto moral debe ser concebido como obligatorio por cualquier ser razonable, en todo lugar y época, por sí mismo y sin limitaciones o consideraciones últimas. Lo que implica dos problemas que la universalidad debe resolver: el cumplimiento voluntario de la ley, por ser ley, despojada de todo estímulo o interés15 y la capacidad del precepto en convertirse en ley para todos, en todas partes y en todas las épocas; por lo tanto, si el miedo, si la felicidad o la

13 Ídem, óp. cit., pág., 44. Una máxima es una regla de conducta cualquiera por la cual al- guien actúa. 14 Primera formulación del imperativo categórico de Kant en la ―Fundamentación de la metafísica de las costumbres‖, óp., cit., pág., 15 KANT, ―Fundamentación de la metafísica de las costumbres‖, óp., cit., pág., 27

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consecución de un beneficio o pena estimulan o impulsan la obediencia a la ley, no es moral el comportamiento, como tampoco lo es si ese actuar no puede ser exigido como ley universal frente a todos y en todas las circunstancias de la vida. Respecto del primer problema, Pocaterra deja a la imaginación del lector los motivos que llevan a la Señorita unas veces a callar y otras a mentir sobre los actos de su hermano; pues, a la par que describe cómo la I latina amenaza a sus alumnos con el Señor Ramón María cuando éstos le daban mucho que hacer, en un intento quizás de producir en ellos el mismo temor que a ella le inspiraba su hermano — ¡Sigue, sigue rompiendo la pizarra, malcriado, que ya viene por ahí Ramón Ma- ría!—, describe también el caminar tímido y confuso (no temeroso), de la maestra al lado del borracho personaje conduciéndolo a su alcoba16. Si fuese el miedo de sufrir ella misma terribles consecuencia lo que le obli- gara a callar, antes que el deber, su abnegado silencio o su mentira no sería moral; ni entonces, ni ahora, pues el miedo, según la premisa kantiana17, no es fundamen- to válido de ninguna ley verdaderamente moral. Tampoco sería moralmente acep- table el cumplimiento del deber de lealtad por parte de la I latina si su propósito fuere proteger al hermano de las consecuencias que su actuar genera (cárcel y re- pudio social), pues la ley moral debe cumplirse independientemente y sin conside- rar sus efectos; por lo que, con toda claridad, esta máxima tendría como fundamen- to la preocupación por las consecuencias, indistintamente de que esté motivada por el miedo al sufrimiento propio, o al padecimiento del hermano. Pero, ¿y si no fuera el miedo el motivo del actuar? Si la I latina cumple es- toicamente el castigo infligido en cumplimiento del deber de lealtad familiar, sólo por el deber mismo, ¿podría considerarse moral y universal su máxima? Para dar respuesta a estas interrogantes, y superar el segundo problema respecto de la uni- versalidad del imperativo categórico, partiremos de una pregunta análoga a la que

16 ―Sentíamos miedo y admiración hacia aquel hombre cuya evocación sola calmaba las tormentas escolares y al que la Señorita, toda tímida y confusa, llevaba del brazo hasta su cuarto…‖ La I Latina, Cuentos Grotescos, óp., cit., pág., 58 17 KANT, ―Fundamentación de la metafísica de las costumbres‖, óp., cit., págs., 19-26.

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el filósofo alemán expone en su libro18: ¿es lícito mentir para proteger al pariente?, ¿puede esta mentira ser ley universal? Es dado observar en la máxima de ―mentir o callar la verdad para proteger al pariente‖ que sus consecuencias pueden ser negativas para la ley misma, (amén de los resultados perjudiciales que podría acarrear esta máxima en las relaciones fami- liares y sus miembros), ya que generaría una pérdida de confianza respecto de su veracidad, deslegitimando el precepto por su ilicitud o disconformidad con la ver- dad pues, erigiéndose como ley universal el mentir por lealtad familiar, sería inútil tratar de afirmar lo que todo el mundo reconocería a priori como una mentira: si todos saben, a priori y universalmente, que se debe mentir por lealtad familiar, y así lo obedecen, todos, en consecuencia, sabrían a priori y universalmente, que una afirmación respecto de un hecho familiar puede ser falsa en razón de la posibilidad de mentir por lealtad familiar. Verbi gratia lo que ocurre actualmente en el Derecho, en el que se permite tachar, reprochar o invalidar el testimonio de un pariente de conformidad al artícu- lo 499 del Código de Procedimiento Civil venezolano vigente19, para desvirtuar su fuerza probatoria, en razón de ese vínculo que le confiere el ―privilegio‖ o el ―de- ber‖ de mentir; tornando inútil comprometer una voluntad ante futuras acciones frente a los demás que no creen en ella, o que si lo creen por necesidad, pueden pagar con la misma moneda. Es más seguro tachar el testimonio del pariente que puede mentir, a creer en la moralidad de su dicho. Ergo, mentir o callar por lealtad al cónyuge o pariente, resultará despreciable (empleando la misma expresión de Kant), no sólo por el perjuicio que para la Seño- rita, o para otro, pueda representar, sino porque no tendría cabida como principio

18 KANT, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, óp., cit., págs., 27, 45 y 46: ¿me es lícito hacer una promesa con la intención de no cumplirla cuando me encuentre en un aprieto? 19 Comentarios de EMILIO CALVO BACA al artículo 499 del Código de Procedimiento Civil Venezolano vigente, 2da edición corregida, Ediciones Libra, Caracas, 1992: ―Cuando la ley habla de la tacha de un testigo propuesto en un juicio se está refiriendo a la denuncia, que una de las partes litigantes hace al Juez para cuestionar, en principio, la declaración del testigo propuesto por la parte contraria y desvirtuar la fuerza probatoria de lo declarado, ya sea por tener interés en el litigio, o por su relación de parentesco‖.

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en una legislación universal, que debe ser respetada, creída, legitimada por todos, aun cuando no comprendieran el fundamento de su validez, porque esta ley univer- sal es la condición de una voluntad buena en sí, cuyo valor está por encima de to- do. b) Obra de tal modo que uses la humanidad como fin en sí misma, nunca como medio: A mi modo de ver, esta premisa kantiana resume el principio de res- peto de la dignidad humana del cual se derivan sustanciales consecuencias que es menester resaltar: a) la persona humana no puede ser ―cosificada‖, utilizada, como medio para conseguir un fin, ni por ella misma, ni por ningún otro; y b) existe una humanidad en nosotros y en nuestros semejantes que todas las máximas y leyes jurídicas deben conservar, perfeccionar. El deber moral exige necesariamente cum- plir consigo mismo y con los demás, tratando nuestra humanidad como fin en sí misma. El comportamiento de la I latina es a todas luces autodestructivo, hasta el fin de sus días somete a su espíritu y a su cuerpo a la vejación física y psicológica, su propio sufrimiento es el instrumento de salvación de su hermano; ella, dejando de ser fin en sí misma, se transforma en medio para conseguir el fin. La I latina, la más desgraciada de todas, cuya mansedumbre la llevará a ver a Dios, se convierte en ofrenda y sacrificio de redención fraterna violando el deber natural de conserva- ción de la humanidad que hay en ella, con el que ni siquiera concuerda20.

—¿Sufrirá también ahora? —No —responde, comprendiendo de quien le hablo— la Señorita no sufre ahora. Y poniendo en mí aquellos ojos de paloma, aquel dulce mirar inolvi- dable, añade:

20 Kant explica el deber contingente para consigo mismo de conservar y perfeccionar aque- lla humanidad que la naturaleza colocó en nosotros el cual debe ser fundamento de nuestra ley moral; por lo que no es suficiente que actuemos sin violar este deber, sino que es nece- sario que todos nuestros actos concuerden con él. KANT, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, óp., cit., pág., 52.

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—¡Bienaventurados los mansos y humildes de corazón, porque ellos verán a Dios…!

Pero la maestra de Pocaterra no solo fallará en cuidar la humanidad que hay en ella, faltará también al deber necesario y obligatorio que tiene para con los de- más; su ley moral de lealtad familiar no guarda el principio de tratar a la humani- dad toda como fin en sí misma, su silencio protege al hermano pero deja indefensa la sociedad que también convive con éste; la injusticia del hermano hacia ella, es injusticia contra todos. El pariente que calla, la mujer que no denuncia para prote- ger al familiar violento se falta a sí mismo y a todo su entorno, el silencio pone en riesgo vidas y genera impunidad. Lo mismo puede decirse del Inspector, o de To- masa, la criada de la Señorita, quienes no denunciaron conociendo la violencia de la cual esta última era víctima. Es tanto ese deber de respeto hacia otros, ese deber necesario de conservar la humanidad que es común a todos (y que Kant explicó con tanta lucidez y pertinen- cia), que hoy denunciar hechos de violencia y abuso doméstico es un mandato jurí- dico tanto para los padres y representantes legales, parientes consanguíneos y afi- nes, como la sociedad y el Estado, derivado de la responsabilidad de guarda que tienen los primeros y la corresponsabilidad que comparten los últimos en materia de protección familiar. Y es que, callar, no denunciar, o abstenerse de decir la verdad sobre la comi- sión de un hecho ilícito de un pariente para protegerle a él, no sólo implica utilizar a la sociedad toda como instrumento de realización de fines, sino que además con- traviene el deber de todos los hombres de promover, de trabajar por la felicidad de otros, que es, según Kant, el fin de la humanidad misma y ―la suprema condición limitadora de la libertad de las acciones de cualquier ser humano‖21. c) La voluntad racional como una voluntad legisladora universal: o el prin- cipio de la autonomía por encima del poder heterónomo que obliga. Con esta últi- ma premisa del poder soberano, aunado a la naturaleza de dignidad humana de la

21 KANT, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, óp., cit., págs.., 52 y 53.

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persona, se logra construir un concepto kantiano del hombre fundamentado en su dignidad y autonomía que no sólo explica la moralidad de un precepto, sino el fun- damento de los derechos y libertades fundamentales que asisten a toda persona humana por el sólo hecho de serlo; entendiéndose mejor el pensamiento revolu- cionario de Kant en atención a la libertad que proclama: el hombre es legislador y fin de sus actos y no debe obediencia sino al imperativo categórico. Toda la tesis del imperativo categórico expuesta por Kant en su Fundamen- tación de la metafísica de las costumbres se basa en esta voluntad libre y soberana del ser racional que se autolegisla: una voluntad racional sometida a su propia Ley universal. En este argumento Kant propone la autonomía, (en contra de la hetero- nomía como voluntad externa que impone su ley), como fundamento de moralidad. Ahora bien, que el silencio de la maestra con respecto al deber de lealtad familiar fuera libremente consentido, o por el contrario se tratara de un código fa- miliar impuesto, como señalábamos al comienzo de este ensayo, no lo sabremos con certeza pues, aunque los cuentos de Pocaterra contienen una denuncia a las injusticias e inmoralidades de su época, como este resignado y obligatorio callar de tantas I latinas que sufrieron violencia del Estado y de sus familias, no se aprecia con claridad si la Señorita sufre por decisión o por obligación, pese a mi firme creencia de que aceptar una cruz y llevarla consigo es decisión de valientes. Pero indistintamente de que el sufrimiento sea una elección o una carga ineludible, no es un deber moral callar ninguna injusticia, no lo fue antes, ni lo es ahora; por el con- trario, es obligación moral para con nosotros y con la humanidad toda, denunciarla.

Finalmente, moral y derecho difieren en relación con la apreciación del de- ber de callar por lealtad familiar, ya que no es un deber moral, según el imperativo categórico kantiano, pero sí es un deber jurídico, incluso de rango Constitucional. Sin embargo, existe una relación estrecha entre estos dos órdenes en lo que se re- fiere a la obligación de la sociedad y del Estado de conservar la humanidad y la libertad que los hombres llevan consigo, que Kant llamó moralidad, y que en ter- minología jurídica se denomina deber de guarda y corresponsabilidad social. Pro- piciemos este diálogo ético-jurídico para ofrecer al mundo herramientas necesarias

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que garanticen la humanidad y la libertad de todos. ¡Bienaventurados los libres y autónomos de voluntad, porque de ellos será el reino de los hombres y los dioses!

Milagros Terán Pimentel

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Interdisciplinares

DIKAIOSYNE Nº 34 Universidad de Los Andes Mérida – Venezuela Diciembre 2019 ISSN 1316-7939

16 DE SEPTIEMBRE DE 1810: QUIEBRE Y DESARRAIGO

Ricardo Gil Otaiza1

A mí se me hace cuento que Mérida empezó, si es que siempre la he juzgado tan eterna, como el agua, como el aire. ASDRÚBAL BAPTISTA (Prólogo a Mérida Ciudad de Águilas, de Bernardo Celis-Parra).

Mérida y los antepasados (A modo de Introducción)

Mérida ciudad de próceres, es decir, de mujeres y hombres que han configu- rado con su quehacer, con su impronta civilizatoria, la fisonomía de la Polis ganada para lo trascendental; para lo que perdura y se mantiene en el tiempo. A Mérida la han eternizado sus figuras, que sin perder de vista su propia tierra y sus grandes tradiciones culturales, han sabido proyectarla más allá de sus fronteras, hasta hacer- la grande, universal, reconocible en el ayer y en el ahora. Cuando estudiamos la historia reciente de esta pequeña urbe, no podemos menos que regocijarnos al ha- llarla posicionada desde siempre como uno de los polos de mayor atención en los diversos órdenes del quehacer nacional. Aflora de inmediato el vocablo merideñi- dad, como noción y como emblema, para erigirse así en medida, en tabula rasa, que nos permite sopesar en toda su dimensión y complejidad socio-histórica, lo que esta ciudad ha legado como patrimonio religioso, cultural, educativo, intelectual, científico y político a las páginas más emblemáticas de la Venezuela posible. Esa complejidad se ha traducido en tres grandes pilares: lo agrario, lo universitario y lo religioso, que se han erigido a su vez en toda una densa trama que ha posibilitado

1 Profesor Titular (J) de la Universidad de Los Andes. Escritor. Presidente de la Academia de Mérida (2016-2017; 2018-2019).

Fecha de recepción: 15/7/2019 Fecha de aceptación: 30/7/2019 106

el que en estas tierras se hayan dado a lo largo de los siglos, acontecimientos singu- lares de diversa magnitud, que han dejado en el carácter y en la idiosincrasia de su gente profunda huella. Es Mérida la ciudad de las tradiciones familiares, la de los próceres civiles y militares, la de circunspectos académicos e intelectuales, la de reflexivos clérigos, la de exquisitos poetas y narradores, la de alegres y bondadosos campesinos. Es Mérida la cuna de eximios personajes universales que dejaron en ella su trabajo y su aliento para construir desde su espacio y desde sus ingentes ideales (y utopías), el sello imperecedero de aquello que anida en lo más encumbrado de los valores cívicos, en la fortaleza del espíritu, en el temple de acero de la voluntad y del ca- rácter. La ciudad como el locus, en donde se cuece la ciudadanía, debería ser hoy nuestra mayor preocupación, como lo fue la de aquellos ilustres personajes quienes nos la obsequiaron en herencia y que gracias a ellos podemos decir con orgullo real, exento de regionalismo cursi y decimonónico: ¡Somos merideños, esta es nuestra tierra, aquí reposan los huesos de nuestros antepasados! “Nuestros antepasados”. Esta expresión trae a nuestras mentes lo ido, lo pre- térito, lo cubierto con la pátina del tiempo, lo inexorablemente perdido; lo anclado en una dimensión lejana, extraña a nosotros, descontextualizada a la luz de nuestros días. Pero la huella está presente para recordarnos una y otra vez que los pasos de quienes nos antecedieron no fueron en vano: nos legaron una ciudad, una cultura y una manera de sentir y de vivir. Ni más ni menos: una cosmovisión.

La Mérida colonial y los sucesos independentistas

Múltiples son las descripciones que dan cuenta de la Mérida colonial cercana a 1810, porque múltiples fueron los viajeros que se adentraron en su territorio des- de sus inicios, atraídos por viejas leyendas, o quizá por la magnificencia de su paisaje coronado por la Sierra Nevada. Los viajeros coinciden en ver a un poblado sencillo, de pocas calles, con gente laboriosa, pero también ganada a la introspec- ción. Tal vez ese carácter del merideño se deba a su clima, que según Juan de Dios Picón, exgobernador de la Provincia, es bastante sano, “pero la cercanía de los

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páramos, las montañas de la sierra y demás cerros que la rodean, lo hacen muy lluvioso y su atmósfera muy cargada de niebla y vapores, cuya circunstancia influ- ye en el carácter y genio de sus habitantes…” (Rodríguez, 1996, p. 185). Es la Mé- rida del convento de las religiosas de Santa Clara, la de los conventos de los Jesui- tas, Dominicos y Agustinos, la del Colegio Seminario de San Buenaventura, la del Obispado y del Cabildo Eclesiástico; es la ciudad que desconoció a las autoridades coloniales en 1781 y que siguió a los Comuneros, es la Mérida orgullosa de su Catedral; es ya la ciudad intelectual y campesina: la de las grandes tradiciones reli- giosas y culturales, la de los telares, la de fantasmas y aparecidos, la de los grandes sembradíos de trigo, de caña de azúcar y de café, la del Lazareto, la de los jamones, la de las alfombras, la de haciendas y conucos, la de las flores y hortalizas, la de los pesebres en diciembre, la de las campanas al vuelo de sus iglesias, la de portentosas bibliotecas, y la de descollantes figuras públicas. Para 1810 es Mérida una ciudad interesante, inquieta en lo político, no muy contenta con tener que depender de Maracaibo desde finales del siglo XVII. Los sucesos de Caracas del 19 de abril de ese año, con el establecimiento de la denomi- nada Junta Suprema, traen consecuencias impredecibles en las provincias. De he- cho, en ellas se conocía con lujo de detalles lo acaecido en España en 1808, con la invasión napoleónica a la península Ibérica, el motín de Aranjuez, los sucesos de Bayona y el comienzo de la guerra de independencia española. Mérida no fue la excepción. No obstante, todo parece indicar que la vida en esta ciudad no cambió de manera particular, sólo que lentamente fue generándose una inquietud, una ma- triz de opinión en torno a la crisis de la metrópoli. Fueron los hechos del 19 de abril caraqueño los que encendieron por estos predios los ánimos, ya que desde la capital se comisionó al merideño Luis María Ribas Dávila para conminar al Cabildo o Ayuntamiento de Mérida a que se sumara al movimiento independentista. El 16 de septiembre de ese año marca el quiebre del orden colonial en la en- tidad, cuando, atendiendo a los requerimientos de la Junta de Caracas (a la que se habían sumado la de Barinas y Santa Fé, no así la de Maracaibo), el Cabildo meri- deño convocó al pueblo y a sus representantes (civiles, eclesiásticos y militares), así como a los colegios, comerciantes y dueños de haciendas para ponerlos al tanto de la situación y leerles los oficios de las juntas en los que “se amenazaba a los

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merideños con una acción bélica si no procedían a desconocer a las autoridades que representaban a la monarquía” (Tallaferro, en Mérida, Independencia, Universidad y Constitución (1810-1812), 2016, p. 22). Una segunda visión del hecho aquí na- rrado, esta vez de la mano del historiador y ex gobernador Celis-Parra (1997), plan- tea que: …Mérida se anima a participar en 1810 no sólo por su adhesión con las pro- vincias hermanas, sino también por un deseo igualmente lícito y digno de romper la hegemonía artificial que mantenía Maracaibo. (…) Lo importante es destacar que carece de sentido común pensar que los mantuanos merideños que componían el patriciado de la ciudad procera, dudaran en algún momento del movimiento eman- cipador que hacían nacer y organizaban desde 1775 con pretensiones de libertad. (p. 249). Leamos, esta vez de la mano del médico e historiador merideño, Carlos Chalbaud Zerpa (2010), la tercera versión:

“Indudablemente que Rodríguez Picón fue engañado por Ribas Dá- vila, Campo Elías y el Pbro. Uzcátegui quienes le hicieron ver que el movimiento solamente perseguía preservar los legítimos derechos del Rey, usurpados por Napoleón. La realidad de los hechos lo con- ducirían por un callejón sin salida” (p. 141).

Es de hacer notar que el autor plantea también que “las Juntas Supremas de Santa Fé de Bogotá y Caracas y la Superior de Barinas amenazaron al Cabildo y Pueblo emeritense con el rompimiento de Guerra si no se adherían a la causa co- mún…” (p. 141), lo cual contradice la paráfrasis de González (2013) al texto de Meza y Soto Oráa en Mérida, Independencia, Universidad y Constitución (1810- 1812) (op. cit., 2016), al plantear que “La posible agresión armada por parte de Caracas representó para los merideños un acto de intimidación… (…) Este plan- teamiento no había sido considerado por la historiografía…” (p. 14), cuando en realidad los autores antes citados expresaron al respecto: “pero no (ha sido) sufi- cientemente considerado por la historiografía…” (p. 50)

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No menos significativa resulta esta cuarta y última versión de lo sucedido, en la pluma de Héctor Silva Olivares (2006), citada por Robinzon Meza y Francisco Soto Oráa (op. cit., 2016):

…la Junta Superior de Mérida procedió a tomar medidas gubernati- vas que confirmaron que sus acciones no habían sido la exaltación del momento, ni la presión inmediata de las metrópolis vecinas y que la decisión no sólo fue proclamar la autonomía sino ejercerla a pleni- tud… (p. 42).

En todo caso, el Cabildo Abierto desconoció a las autoridades monárquicas que despachaban en Maracaibo, produciéndose desde entonces la separación y ruptura con la capital política de la provincia vigente desde 1676 (dicho sea de paso: vieja aspiración de los merideños, por considerar que había sido un agravio de parte del rey Carlos II el quitar a Mérida la jerarquía de provincia y el ser capital de la misma). El Cabildo creó la denominada Junta Superior Gubernativa de Méri- da, también llamada: Junta Superior Patriótica (Febres-Cordero, 2005, p. 33). En este mismo orden de ideas, Rodríguez (1996, op. cit.), plantea:

La Junta era “conservadora de los derechos de Fernando VII”, como la de Caracas. Pero no nos dejemos confundir con el nombre. Ese nombre fue por atenerse “a la necesidad de no alarmar a los pueblos con bruscas novedades, según confesión de los propios revoluciona- rios”, advierte Gil Fortoul. Recordemos que así fue en muchos paí- ses latinoamericanos. (p. 364).

La Junta quedó constituida por 12 personalidades entre civiles y eclesiásti- cos (lo más conspicuo de la sociedad local), ellos fueron: D. Antonio Ignacio Ro- dríguez Picón, D. Juan Antonio Paredes, D. Vicente Campo Elías, D. Antonio Ma- ría Briceño, D. Blas Ignacio Dávila, D. Fermín Ruiz Valero, D. Lorenzo Arangu- ren, Pbro. Dr. D. Mariano de Talavera, Pbro. Dr. D. Francisco A. Uzcátegui, Pbro. D. Enrique Manzaneda y Salas y el Rvdo. P. Fr. Agustín Ortiz. La presidía el Rey

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Chiquito, Antonio Ignacio Rodríguez Picón, por ser quien mayor apoyo recibió de parte de los asistentes al ser Teniente de Justicia Mayor, presidente del Cabildo y “para premiar su conducta” (Chalbaud, 2010, p. 141). La Junta Superior Gubernativa de Mérida, como máximo poder de la provin- cia, se dedica entonces a tomar una serie de medidas en los distintos campos del acontecer de la entidad. Nos dice Tallaferro, en Mérida, Independencia, Universi- dad y Constitución (1810-1812) (op. cit., 2006), que la Junta procede a dar inicio a la emancipación merideña…, tanto de Maracaibo como de España; segundo: crear una Universidad (de lo que difiero, ya que a mi modo de ver, y tomándose como base el Acta de la Junta emitida el 21 de septiembre de 1810, “ha ampliado el favor hecho anteriormente por su Majestad, al Colegio Seminario de esta capital”); terce- ro: organizar la provincia con la creación de un Tribunal de Alzada para conocer en segunda instancia de los asuntos militares, de hacienda y políticos… (p. 24). De igual modo, la Junta crea comisiones, designa comandantes, procurado- res, administradores, atiende a las poblaciones indígenas y abre todo un abanico de posibilidades para el crecimiento y la riqueza de la provincia. Esto en consonancia, como ha de suponerse, con las aspiraciones de los dos grandes poderes en ella re- presentados, que buscan resarcir a la provincia de las mezquindades recibidas por parte de la monarquía, y de resarcirse (cómo negarlo) de la negación que como patricios y eclesiásticos habían sido objeto, al tener que doblar la cérvix ante auto- ridades desconocidas y lejanas; ajenas muchas veces (casi siempre) de las vicisitu- des propias de una provincia encerrada entre montañas, y con poco acceso al resto de Venezuela y del mundo.

Quiebre y desarraigo

En definitiva, el 16 de septiembre de 1810 produjo un quiebre en el orden colonial de Mérida, y en la vida de sus habitantes, ya que constituye el punto de partida de toda una cadena de acontecimientos que traerán a corto y mediano plazo grandes sucesos que la marcarán felizmente, pero que también traerán consigo desarraigo y dolor. La creación de la Junta Superior Gubernativa, como queda vis- to, lleva implícita la independencia política de Maracaibo (y por ende de España) y

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con ella la erección de Mérida como capital de Provincia, elevación del Colegio Seminario en Real Universidad de San Buenaventura de Mérida de los Caballeros, la instalación el 21 de julio de 1811 de la Asamblea Constituyente de la novísima Provincia de Mérida, que sancionó el 31 de ese mismo mes la Constitución Provin- cial, redactada por el presbítero Mariano de Talavera, y que fuera la primera consti- tución de la Venezuela independiente (jurada por cierto el 16 de septiembre, a un año de la instalación de la Junta), y la creación de los cabildos enteros y medios de la provincia. Como se puede observar: hechos importantes y de inmensa trascen- dencia histórica. Mérida adquiere así carta de ciudadanía, es autónoma, y forma parte a su vez de la gran Confederación de Venezuela, pero en el ínterin se dan una serie de suce- sos que vendrían a echar por tierra el entusiasmo inicial. La caída de la provincia a manos de los realistas comandados por Correa, trae como consecuencia la encarce- lación de la mayoría de los miembros de la Junta en mazmorras de Maracaibo y Puerto Cabello, pocos logran huir y otros hallan un destino trágico. A todos se les sigue causas contra la Monarquía y llegan hasta nosotros testimonios de sus defen- sas, que buscan (como cabe entenderse) deslastrarse a toda costa del movimiento de emancipación. Resulta emblemático el final de Antonio Ignacio Rodríguez Picón, quien es lanzado a la diáspora y al desarraigo en un afán por salvar lo único con lo que cuenta, es decir, su vida, ya que se ve obligado entre gallos y madrugada a dejar su casa, a su gente, a su amada ciudad y lanzarse a una aventura por los ardientes lla- nos apureños. “Rodríguez Picón es engendrador y padre del liderazgo fundamental patriota merideño, con sus tres hijos, oficiales del ejército libertador, y Vicente Campo Elías, su yerno, hacedor efectivo de las gestas de más huella en 1813 y 1814” (Celis-Parra, op. cit., pp. 249-250). La figura de Antonio Ignacio Rodríguez Picón se pierde de vista al consti- tuirse en arquetípica y lograr así trascender el momento histórico que le correspon- dió vivir. Su actuar no tiene comparación con el de otros en el amplio espectro de la vida colonial venezolana, y tampoco en el de los primeros pasos de la denomi- nada república. Fue un patricio que amó profundamente a su ciudad y a ella se entregó con pasión, legándole familia (ciudadanía), obra civil (catedral, lazareto,

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acueducto, iglesias, entre otras), cultura, educación, riqueza material y libertad. En el Rey Chiquito (como se le llamaba en Mérida) se conjugan el prócer civil y el militar, para hacerse de una fisonomía y de una estela como pocas en el ámbito de la historia local, y quizás continental. Si bien sus huesos fueron a calcinarse en las ardientes tierras de Guasdualito, como producto de sus ideales libertarias (y tam- bién del infortunio en sus últimos años, que lo llevará a la extrema pobreza), su memoria de hombre íntegro, culto y de recio carácter, permanece entre nosotros como emblema de la merideñidad, como símbolo de una hominización que no dio tregua a la entrega ni al amor por la tierra, para erigirse en huésped de lo eterno y lo perdurable. Como si la situación ya no fuera angustiante e incierta ante el avance realista (que dicho sea de paso se concretaría de manera certera y trágica al año siguiente, es decir, en 1813, cuando la ciudad de Mérida se ve obligada, de la mano de su gobernador, Juan Antonio Paredes, a jurar de nuevo lealtad al Rey, a echar para atrás todo lo que había conquistado desde el 16 de septiembre), el 26 de marzo de 1812 la ciudad es estremecida por un fuerte terremoto. “Los daños causados por el movimiento telúrico merideño fueron numerosos, muchas de las edificaciones em- blemáticas de la ciudad fueron afectadas, casi se podría decir que la ciudad quedó destruida” (González, 2013, p. 19). Al igual que lo sucedido en Caracas, por el mismo suceso telúrico, de inmediato las voces agoreras de algunos eclesiásticos realistas se alzaron en medio de la devastación, para argüir que todo aquello era un castigo divino por haberse roto con el orden colonial y la Monarquía. El quiebre con el orden colonial y el desarraigo no fue solo, entonces, desde lo político y social, sino que hasta la naturaleza contribuyó con esto. Leamos al respecto a Celis-Parra (op. cit., 1997): El terremoto de 1812 le robó el sabor colonial a la ciudad de la sierra que había sido pacientemente esculpida en sus construcciones de tapia pisada, en garan- tías de progreso de ese tiempo como eran las edificaciones de orden religiosas, donde seis o siete se ubicaron entre 1559-1627; perdió su ardoroso y tenaz trabajo de 253 años con este espantoso terremoto que unos señalan causó 5.000 víctimas y otros, 800. (…) El terremoto, es cierto, fue devastador y detuvo bruscamente, junto

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con la Guerra de Independencia, en la que ingresa Mérida en 1813, el desarrollo de la ciudad, acabando la posibilidad física de tener una Mérida colonial (p. 38). Una página después el autor agrega con contundencia (quizá con la añoranza de los tiempos idos): “Con el terremoto de 1812 murió la ciudad colonial y nació la ciudad de arquitectura independentista” (p. 39).

Hacia un cierre

Los vaivenes de la guerra de independencia trajeron a la ciudad un saldo de pobreza y despropósitos. Muchas de las familias quedaron desarticuladas, hundidas en el duelo y la miseria. Si bien por su lejanía Mérida no sufrió con mayores rigo- res su adhesión a la causa patriota como otras provincias y la propia Caracas, la pléyade de acontecimientos de orden político estremeció su economía, su paz y su sosiego. El quiebre del orden colonial y el abrazo dado a la causa republicana, de alguna manera desarticularon su rostro en el que desde siempre se reflejaron las claves de la merideñidad: tierra, iglesia, vida académica, así como tradiciones y cultura, aparejadas a las bases anteriores. La guerra de independencia trajo a nuestras tierras la diáspora, el desarraigo, el resquebrajamiento del trabajo, la pérdida de cuantiosos recursos, el abandono de haciendas y de conucos, el pillaje, el odio ancestral, la división de la iglesia local en bandos enfrentados (un cisma, ni más ni menos) y, con ello, la pérdida de insti- tuciones como el convento de Santa Clara, el Seminario y la Catedral (que implica- ba además la sede episcopal y el Cabildo Eclesiástico), que con la excusa de no hallarse en la ciudad devastada por el terremoto un “espacio” ni condiciones ade- cuadas para sus ingentes tareas, se desgarraron de nuestra entidad para ser llevadas a la lejana Maracaibo. Tiempo después fueron restituidas a Mérida la Silla Episco- pal, el Cabildo Eclesiástico y el Colegio Seminario gracias a un decreto del Con- greso General de Colombia, durante la presidencia del General José Antonio Páez, pero ya las huellas del desarraigo, de la mano de clérigos como Francisco Javier Irastorza y Mateo Mas y Rubí, propulsores de la nefasta acción (aunque con mayor fuerza el primero), quedarán grabadas en la memoria de una ciudad que perdona,

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pero no olvida. Ya resulta dramática la narración de los últimos días de Irastorza en nuestra ciudad. La guerra trajo, también, el resquebrajamiento de la incipiente institución universitaria. Si bien, como ya acotara, la Junta Superior Gubernativa elevó el Se- minario a Universidad, no es menos cierto que la “nueva” institución (que no fue tal hasta el aún lejano gobierno de Páez, como lo afirma Chalbaud, 2010, op. cit.) se vio forzada a sobrevivir en medio de precarias condiciones, ávida de sede, de recursos monetarios, de personal académico y de estudiantes. Amén de constituir una extraña amalgama entre seminario y universidad, lo que derivó en una suerte de limbo que casi la condena a no ser ni una ni otra institución. Sabemos que tuvo que cerrar sus puertas durante largos períodos, y muchas veces se apostó (hay que decirlo sin titubeos) a su pérdida definitiva. La larga Guerra de Independencia, y más tarde la no menos cruenta Guerra Federal, dejaron en nuestra entidad máculas significativas con la pérdida de impor- tantes tradiciones y de hechos culturales, hasta entonces arraigados desde el mesti- zaje dado a partir de la conquista y que se profundizara en la colonia. Ni qué decir, para ratificar esto, de la pérdida dolorosa en cuanto a órdenes clericales, gastrono- mía, educación, urbanidad, música, vestido, bailes, jergas, literatura, jurispruden- cia, entre otras cuestiones. El odio inoculado a las nuevas generaciones por lo his- pano, creció en el corazón y en el espíritu hasta transformarse en pérdida y en olvi- do. El abrupto quiebre con el orden colonial, en aras de una autonomía política y de otros órdenes crematísticos e ideológicos, echó por tierra más tres siglos de confi- guración y sedimentación en lo social y en lo cultural. El 16 de septiembre de 1810 fue un punto de inflexión en nuestro devenir histórico. A partir de entonces, ya nada fue igual. Una nueva Mérida emergía de aquel nebuloso episodio signado, entre otros factores, por el arrojo personal, la intrepidez, el sentido de la oportunidad y del momento histórico, el cese de tanta injusticia de parte de unas autoridades monárquicas despóticas e incomprensibles; pero también, y tenemos que decirlo, por la ingenuidad, la codicia, la delación, la ambivalencia del corazón humano, las bajas pasiones, el odio tribal, las desavenen- cias y querellas personales y familiares, la inquina, las ansias de poder, el rompi- miento con las raíces y lo atávico; y por el más profundo desarraigo.

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En el medio, la ciudad y la entidad, eternizadas en sus augustos paisajes, en su climas espléndidos, en sus orígenes multirraciales, en su mestizaje y en sus an- sias de posteridad. Mérida la altiva, la egregia, la campesina, la religiosa, la culta y académica, y la cosmopolita. Que el vislumbre de Mérida sea para nosotros, ojalá, este maravillado fresco que trajera hasta a la posteridad la excelente pluma de nuestro querido amigo Ber- nardo Celis-Parra, en su discurso ante el Concejo Municipal de Mérida (en 1983), referido en su obra Mérida Ciudad de Águilas, varias veces citada en estas páginas: La ciudad esteta se levanta, enmarcada en farallones adornados en su degra- dación y tonos subidos y constantes verdes, con sus fondos de telones en azul y aceros de garzos. Frágil y delicada en la robustez que le otorgan los siglos que rea- lizan el milagro de hacerla fortaleza colosal del tiempo y con fragilidad virginal: muy joven y muy vieja; todo al mismo tiempo; amada más por recoleta y alegre, por cerrada y por abierta, por grande y por pequeña… la vieja ciudad de los mu- chachos… (p. 19).

Epílogo Querida Mérida. Posiblemente haya en tu futuro no muy lejano otro 16 de Septiembre, otras juntas superiores gubernativas, otros héroes civiles y eclesiásti- cos, otras mujeres y hombres de a pie, que alzarán sus voces contra el quiebre, el despotismo y el desarraigo del presente. Y como en esos círculos del tiempo esbo- zados por filósofos e intelectuales, de acá y de más allá, recobraremos nuestro des- tino para seguir siendo la hidalga Mérida de la sierra nevada. Tal vez otros vendrán y ya no estaremos nosotros acá para contarlo, pero quedarán nuestras voces como testigos “silentes” de que hicimos el intento, y quisimos estar (tal vez sin éxito, transijo) a la altura de las circunstancias y del momento histórico. Oh, Mérida, siempre grata, perdona nuestras flaquezas. ¡Feliz cumpleaños tierra amada!

Referencias Bibliográficas (Bibliografía citada)

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Celis-Parra, B. (1997). Mérida ciudad de águilas. Tomo I. Mérida. Venezue- la. Chalbaud, C. (2010). Historia de Mérida. Consejo de Publicaciones de la ULA. Mérida. Venezuela. Febres-Cordero, T. (2005). Clave histórica de Mérida. Publicaciones del Vi- cerrectorado Académico de la ULA, Biblioteca Nacional-Biblioteca Febres Corde- ro, Alcaldía Bolivariana del Municipio Libertador. Mérida. Venezuela. González, H. (2013). Documentos para el estudio de Mérida durante la Campaña Admirable (1813). Fundecem. Mérida. Venezuela. Rodríguez, C. (1996). Testimonios merideños. Ediciones Solar, Vicerrecto- rado Académico ULA. Mérida. Venezuela. Tallaferro, J., Meza, R., Soto, F., López, A. y Silva, H. (2016). Mérida. In- dependencia, Universidad y Constitución. Fundecem. Mérida. Venezuela.

Bibliografía Consultada Fundación Polar (1997). Diccionario de Historia de Venezuela. Tomo 3. Ca- racas. Venezuela. Rondón Morales, R. (Editor Académico, 2014). La Academia de Mérida en los 456 años de la ciudad. Ediciones de la Academia de Mérida, Vicerrectorado Administrativo de la Universidad de Los Andes, Mérida. Venezuela.

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DIKAIOSYNE Nº 34 Universidad de Los Andes Mérida – Venezuela Diciembre 2019 ISSN 1316-7939

LA GERONTOGOGÍA EN VENEZUELA: UNA FORMA DE INNOVACIÓN EDUCATIVA

Edison Revilla Herman*. Ricardo Gil Otaiza**

Resumen La formación académica del adulto mayor en Venezuela implica el abordaje de la gerontogogía: sub-rama emergente de la educación que responde al cuestio- namiento de si puede o no ser considerada una forma de innovación educativa, al ofrecer una formación adecuada a las inquietudes, ritmo y posibilidades de apren- dizaje del geronte. Este ensayo se fundamenta parcialmente en el trabajo doctoral: Educación Universitaria para el Adulto Mayor bajo la visión innovadora del hecho socioeducativo en Venezuela: UNEFA-2013, cuyo objetivo fue estudiar por medio de una metodología hermenéutica esta posibilidad académica en el contexto educa- tivo venezolano. Entre las reflexiones finales se interpretó la incidencia en esta

* Licenciado en Gerontología (UNEFM), Comunicación Social (UNICA) y Educación. (ULA). Es Magíster en Educación Superior (UFT), Doctor en Innovaciones Educativas (UNEFA) y Postdoctorado en Gerencia para el Desarrollo Humano (ULA). Fue profesor contratado de la Universidad de Los Andes (Facultad de Humanidades y Educación). En la actualidad se desempeña como Voluntario en el Centro Recreacional y terapéutico de per- sonas mayores (AMUN), en Santiago de Chile. ** Farmacéutico, Magíster en Educación Superior Mención Docencia Universitaria, Magís- ter en Gerencia Empresarial, Doctor en Educación Mención Andragogía, Doctor en Cien- cias de la Educación, con Postdoctorado en Gerencia en las Organizaciones. Profesor Titu- lar (J) de la Universidad de Los Andes. Investigador PEII Oncti Nivel B. Exdecano de la Facultad de Farmacia y Bioanálisis de la ULA. Columnista del diario El Universal de Cara- cas y del diario Frontera de Mérida. Escritor con 34 libros publicados. Exdecano de la Fa- cultad de Farmacia y Bioanálisis. Presidente reelecto de la Academia de Mérida.

Fecha de recepción: 7/8/2019 Fecha de aceptación: 8/9/2019 118

iniciativa educativa de indicadores como transición demográfica, habilidades cog- nitivas de reserva del senescente, hitos históricos y aspectos filosóficos/ legales.

Palabras clave: gerontogogía, adulto mayor, innovación educativa y transi- ción demográfica.

Summary The academic training of the elderly in Venezuela implies the approach of gerontogogy: emerging sub-branch of education that responds to the questioning of itself: may or may not be considered a form of educational innovation ?, by offe- ring adequate training to the concerns , rhythm and learning possibilities of the geronte. This essay is partially based on the doctoral work: University Education for the Elderly under the innovative vision of the socioeducational event in Vene- zuela: UNEFA-2013, whose objective was to study this academic possibility through a hermeneutical methodology in the Venezuelan educational context. Among the final reflections, the impact on this educational initiative of indicators such as demographic transition, cognitive reserve skills of the senescent, historical milestones and philosophical / legal aspects were interpreted.

Keywords: gerontogogía, older adult, educational innovation and demo- graphic transition.

Introducción El aprendizaje es un proceso que ha de acompañar al ser humano durante to- da la vida, desde la niñez a la vejez y de manera permanente; la conformación de la psiquis estará favorecida por la acumulación de todo tipo de experiencias, resul- tado de un proceso socializante que se desarrollará desde la cotidianidad espontá- nea del hogar junto a la familia, amigos y comunidad en general, alcanzado luego la formalidad académica de sus días de escuela y formación universitaria. En me- dio de la mecánica de un mundo de tendencia materialista, se develan una vez más las bases filosóficas e importancia del conocimiento como una posibilidad verdade-

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ra para trascender el aspecto material y alcanzar una cierta y renovada significación psicológica y espiritual de la adquisición del conocimiento, Revilla (2006) y Gil (2007). En tal sentido, el propósito de la presente disertación es abordar la geronto- gogía como sub-rama emergente de la Educación, que surge como una forma de innovación educativa en Venezuela, al ofrecer una formación adecuada a las in- quietudes, ritmo y posibilidades de aprendizaje del geronte. Este ensayo se funda- menta parcialmente en el trabajo doctoral: Educación Universitaria para el Adulto Mayor bajo la visión innovadora del hecho socioeducativo en Venezuela, avalado por la UNEFA-2013, en el cual los autores, establecieron una alianza académica y fungieron en calidad de autor y tutor respectivamente. En este sentido, el discurso parte de las diferentes connotaciones, que ad- quiere las diversas etapas del aprendizaje para el ser humano, bajo una renovada valoración, cuando este logra comprender y asumir su rol social, extendiéndose más allá del desenvolvimiento laboral y las necesidades básicas de subsistencia, a una dimensión de mayor complejidad, en el camino que les conducirá a la realiza- ción personal. El proceso de desarrollo del ser humano, replantea el papel que hoy se le atribuye a la educación, dirigida a la formación para el desempeño de una primera ocupación, bajo una concepción mercantilista para abordar una dimensión más amplia y compleja, integrada en valores, durante y para toda la vida (Becerra, Rivas y Trujillo, 2007). El propósito de este ensayo, es interpretar esta posibilidad académica en el contexto complejizado que enfrenta hoy el país. La idea es conducir la educación en la referida visión de autoconocimiento, trascendencia personal para capacitar en la adultez mayor o tardía, aprovechando las habilidades motoras cognitivas de re- serva (Feldman, Olds y Papalia, 2005), sin limitarse sólo a la acreditación de cono- cimientos o el desempeño de una segunda ocupación técnico-profesional. Se trata de dirigir el proceso educativo a partir de una óptica antropogógi- ca, es decir, de manera permanente durante el desarrollo psicobiológico del ser humano (Adam y Méndez ,2008), considerando al joven desde la pedagogía, al adulto a través de la andragogía, bajo una conducción de orientación-aprendizaje, y al adulto mayor a partir de la gerontogogía, con un sentido integral e integrado para

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así superar el propósito “tecnócrata” de formación en el que se ha convertido el aprendizaje académico tradicional. A propósito aparecen una sería de cuestionamientos que han de superar la ideas prejuiciosas que sobre la vejez se plantea la sociedad (Revilla, 1999), sobre las cuales se ha intentado ofrecer una respuesta a través de una aproximación refle- xiva, originada de un estudio documental, de naturaleza cualitativa y metodología hermenéutica que siguió los criterios de Martínez Miguélez (2011). Durante el desarrollo de esta disertación aparecieron algunas interrogantes: ¿es la gerontogo- gía una forma de innovación educativa en Venezuela?, ¿cuáles son los antecedentes de la gerontogogía?, ¿qué aspectos de índole filosófico, teórico y legal habrán de ser considerados para el desarrollo de esta disciplina educativa en beneficio del adulto mayor venezolano? Ahora bien, los cuestionamientos planteados, fundamentan esta disertación por medio de un discurso estructurado a manera de un ensayo científico, soportado sobre una revisión documental del trabajo de algunos teóricos, incluso ya traídos a colación, quienes abordan diversidad de aspectos: a) andragógicos y educativos: Adam (1984 - 1987), Gil (2007), además de Adam y Méndez (2008), b) psicoso- ciales: Baltes (1984), Becerra, Rivas y Trujillo (2007), Feldman, Olds y Papalia (2005), Cornachione (2006), también; c) Demográficos: D´Entremont, (2001) y Instituto Nacional de Estadística: INE (2001- 2011), d) Gerontológicos: Morgado y Revilla (2009), entre otros. En este tal sentido, durante el desarrollo del discurso se consideran los ante- cedentes referidos al abordar aspectos como: 1. Algunas consideraciones sobre el perfil biopsicosocial del adulto mayor. 2. La gerontogogía como innovación educa- tiva. 3. Epistemología gerontogógica. 4. Gerontogogía venezolana: aspectos filosó- ficos, teóricos, legales. Finalmente se exponen las reflexiones finales y las respec- tivas referencias bibliográficas.

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1. Algunas consideraciones sobre el perfil biopsicosocial del adulto ma- yor

El geronte (adulto mayor), es una persona que vivencia cambios y trasfor- maciones biopsicosociales, culturales y espirituales producto de un proceso com- plejo: el envejecimiento. Este proceso se presenta como un hecho natural de la existencia. Se trata de una experiencia normal del desarrollo humano en la cual se observan dicotomías y particularidades en cuanto a su incidencia en el ser humano; puesto que terminan por observar una disminución en las habilidades motoras y cognitivas, aunque permitiendo un margen de reserva que favorece la actuación social del senescente, como lo afirma Cornachione (2006). En esta línea descriptiva, en el envejecimiento intervienen aspectos genéti- cos, físico/ambientales y de estilo de vida, todo ello con algunas repercusiones positivas y otra menos favorables. En este orden de ideas, Morgado (2014) describe de manera puntual tres dimensiones de la vejez como etapa natural de la vida con las referidas connotaciones favorables y desfavorables, las cuales se presentan a continuación:

1.1. Biológicas. El geronte advierte el efecto de significativos cambios en órganos y tejidos, tales como reubicación de tejido graso, transformaciones en la estructura y pigmen- tación de la piel; entre otros cambios estéticos como la aparición de arrugas y ca- nas, asimismo experimenta la disminución de funciones biológicas de órganos, sistemas y demás cambios que naturalmente conducen a la culminación de un ciclo vital de la existencia.

1.2 Psicológicas. Las personas mayores observan consolidación de la personalidad, aprecia- ción clara de la vida y la existencia. Entre los aspectos menos favorables se observa una tendencia a la depresión y baja autoestima; todo ello producto generalmente de

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la deficiente preparación para enfrentar situaciones desconocidas, las cuales requie- ren de adaptación. Lo planteado se traduce en el requerimiento del adulto mayor de utilizar sus habilidades motoras y psíquicas de reserva orientadas hacia la resilien- cia, es decir, al manejo y control de situaciones de dificultad en la que resulta cru- cial el apoyo familiar y de todos aquellos que conforman su mundo para favorecer la adaptación.

1.3. Sociales. Durante el proceso de envejecimiento se evidencian cambios de roles y se identifica la jubilación. Aparece esta última con el denominado síndrome post- jubilatorio o rito de paso, en el cual comienza la pérdida del estatus en el mundo laboral, con las consecuentes implicaciones de índole económico y desinserción social, producto de esa pérdida de espacios de participación social y remuneración. Etapa de la vida que en lo positivo debería asumirse más bien como un periodo para realizar algunas metas o anhelos personales que el factor tiempo de la vida laboral no permitía. Ahora bien, en una dimensión de implicación psicosocial, durante la vejez, el geronte vivencia cambios en la producción de neurotransmisores, teniendo esto su impacto en la posibilidad de respuesta psíquica y actuación social. El adulto mayor se ve forzado a emplear su inteligencia cristalizada: todo el bagaje de expe- riencias que tiene para hacer afrontar la disminución de habilidades que implica la naturaleza de la inteligencia fluida de los jóvenes, como la memoria, capacidad atención, entre otras, que le permite equilibrar sus relaciones sociales de acuerdo a lo establecido en la flexibilidad del pensamiento postformal y lateral, argumentadas en la teoría de la mecánica dual de Baltes (1984). Ante lo argumentado se infiere que el adulto mayor tiene la capacidad de emplear sus habilidades, recursos de reserva, para lograr involucrarse en aspectos positivos y actividades de interés: socioeducativas de índole intergeneracional, laborales como la segunda ocupación, además de recreativas, deportivas, espiritua- les y culturales en general; todas ellas como estrategias para evitar estados afecti- vos negativos como la autocompasión, ira y depresión individual, en beneficio de la adaptación y el equilibrio emocional.

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Por último, además, resulta relevante al considerar la posible intervención educativa del geronte venezolano, algunos aspectos de índole: a.- demográfica: este grupo etario representa un estimado de no menos de un 9.2 %, del total de pobla- ción venezolana, de acuerdo a boletines emitidos por el Instituto Nacional de Esta- dística: INE (2011). b.- culturales: en la esfera cultural, el geronte venezolano de- muestra una idiosincrasia de grupo abierto y fraterno, dispuesto en líneas generales a socializar, compartir cocimientos y aprender cosas nuevas. c.- salud. En el aspec- to salud experimenta entre su morbilidad las mismas causas de muerte de muerte, como en el resto de Latinoamérica, asociadas a problemas cardiovasculares y de- generativos del sistema nervioso y locomotor, cáncer y otras causas, que inciden en su expectativa de vida, que alcanza los 70 años de edad, un dato avalado por la Organización Mundial de la Salud: OMS desde 2012. En síntesis, se puede afirmar que todos los aspectos señalados anteriormen- te inciden, en mayor o menor medida, en la posibilidad de aprendizaje de las per- sonas que se encuentran viviendo la denominada “adultez tardía”, según lo puntua- lizan teóricos como Feldman, Olds y Papalia (2005). Una posibilidad académica, que no debe perder de vista en el caso de Venezuela, algunas conceptualizaciones básicas administrativas, legales y de salud, empleadas para definir al adulto mayor como una persona que posee una edad igual o superior a los 60 años; edad crono- lógica estipulada en la Ley de Servicios Sociales (2005) y legalmente establecida en su artículo Nº 7.

2. La gerontogogía como innovación educativa

2.1. Concepto fundamental de Innovación. El término innovación proviene del sustantivo latino innovatio, por lo que su étimo es novus, que constituye la base de un extenso campo léxico: novo, novi- tas, novius, renovo, renovatio, renovator, innovo e innovatio. De acuerdo al criterio del Diccionario la Real Academia de la lengua española (2019), la existencia en latín del verbo novo (novare), sin prefijo, posee un significado equivalente al verbo innovar y renovar.

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En este sentido, la mayoría de los teóricos emplean el término innovación como una palabra que se relaciona con el ingreso de algo nuevo, en una realidad preexistente, con una acción motivada desde fuera o dentro de un contexto social u organización, con la intención de cambio, transformación o mejora de la realidad intervenida.

2.2. Breve concepto de Innovación educativa. La innovación implica el resultado de la selección, organización y empleo creativo de capitales humanos y materiales, que permiten de manera optimizada el alcance de los objetivos y metas propuestas. Precisamente, al trasladar el término innovación al área educativa, la mayoría de los teóricos concuerdan en que supone la tarea rigurosa de comprender la complejidad de introducir cambios en el contex- to formativo, no solo en la dimensión material, por ejemplo, a través del empleo de un nuevo libro, o recursos tecnológicos, sino por medio del uso de nuevos métodos insurreccionales originales que terminarán por incidir en el comportamiento de los actores de escenario académico: docentes y estudiantes, generando actitudes favo- rables en el proceso de enseñanza y aprendizaje (visión pedagógica) u orientación aprendizaje (visión andragógica y gerontogógica). En este orden de ideas, Revilla (2013), en el trabajo doctoral: Educación Universitaria para el Adulto Mayor bajo la visión innovadora del hecho socioedu- cativo en Venezuela, trae a colación a una serie de autores clásicos para señalar la relevancia de haber adquirido este término en el área educativa, y cita a Imbernón (1996), Pascual (1998) y Cañal de León (2002), para puntualizar que la innovación educativa refiere una especie de batalla con la realidad, contra lo que es mecánico, rutinario, y el peso de la inercia. Se apuesta por lo colectivamente construido como deseable, por la imaginación creadora, a partir de lo cual se infiere la referida vi- sión de la innovación educativa como un instrumento de desarrollo. Por otro lado, la innovación educativa involucra la actitud y el proceso de indagación de ideas nuevas, propuestas y aportes, efectuados de manera colectiva, para la solución de situaciones problemáticas que generarán los referidos cambios en los contextos institucionales del ámbito educativo (Revilla, ob.cit.).

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En resumen, se puede enfatizar que la innovación educativa es un conjunto de ideas, procesos y estrategias, más o menos sistematizados, mediante los cuales se trata de introducir y provocar cambios en las prácticas educativas vigentes. Es decir, se trata de un largo viaje dentro de un proceso, o trayecto que contempla la dinámica en las organizaciones educativas: aulas, comunidad educativa y la cultura profesional del profesorado. Pues innovar en el ámbito educativo es transformar lo existente, y demandando la apertura de un espacio, una visión en el seno de un sistema académico, que ha de trascender al impacto de lo marcado por la tradición, perpetuación y conservación del pasado. La innovación educativa equivale enton- ces a un complejo sistema que debe ir desde lo administrativo hasta alcanzar a los docentes y estudiantes, para propiciar la disposición a indagar, descubrir, reflexio- nar, criticar, para generar transformaciones positivas.

2.3 Gerontogogía e innovación Existe una fundamentación demográfica que permite comprender la apari- ción de la gerontogogía en el campo educativo como una forma de innovación. Se trata de un fenómeno que experimenta la comunidad mundial y que los investiga- dores de las ciencias sociales, entre ellos D´Entremont (2001), califican de invierno demográfico: un aumento del número de adultos mayores en las diferentes nacio- nes del orbe, todo ello como producto de la incidencia de factores como adelantos científicos y teológicos, disminución en la tasa de mortalidad y natalidad poblacio- nal. No obstante, la gerontogogía como alternativa académica en los países del primer mundo, se desarrolla a través de programas cada vez más frecuentes y exi- tosos por la referida demanda demográfica. El aumento en la esperanza de vida de la raza humana ha generado la aparición de políticas de atención de las personas mayores en todo el mundo, entre ellas de carácter educativo. Muchos adultos ma- yores han logrado en países desarrollados como: Canadá, China, España, Estados Unidos, Francia, Japón e Inglaterra, alcanzar logros en materia de política laboral, salud, educación y atención integral (Revilla, 2006). Es así como la atención de las necesidades educativas, en materia geronto- gógica, ha ido evolucionando en un continuo que transcurre desde las primeras

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experiencias de enseñanza para mayores en Estados Unidos (1927), basadas sim- plemente en reuniones organizadas de personas mayores. Una actividad que se siguen replicando en toda América Latina, a la cual le sigue la formación de jóve- nes y adultos para la enseñanza de personas mayores, es decir, en entornos geron- togógicos. Un modelo que consiste en la formación de mayores por medio de edu- cadores voluntarios o profesionistas formados en la praxis gerontogógica. Luego, en 1973, se funda la primera Universidad de la Tercera Edad en Toulouse por el profesor Pierre Vellas, modelo que no ha podido ser asimilado en su justa dimen- sión. Empero, el desarrollo de la gerontogogía como una nueva disciplina comen- zó siendo una copia de los modelos ya existentes hasta el momento, tal como lo apuntan Colson y Mayance (1980), teóricos citados por Revilla (ibíd.), afirman que la gerontogogía, como disciplina educativa naciente, requiere fortalecer su cuerpo teórico y apuntalar sus bases epistemológicas a través de una permanente investi- gación que permita el diseño de herramientas cada vez más eficaces en beneficio del geronte. En este orden de ideas, la revolución tecno-científica y la globalización económica y cultural complejizan la humanidad, por lo acelerado de las transfor- maciones sociales, las exigencias laborales que demandan la capacitación y forma- ción técnico-profesional e intelectual de los trabajadores. Todo ello bajo una visión innovadora en la que las personas mayores, como talento humano, ameritan in- crementar habilidades y competencias, a pesar del objetivo de la especialización (el sentido tecnócrata de la educación permanente). Venezuela, al igual que el resto de los países del mundo, percibe los cambios y exigencias de la contemporaneidad (De lima y Croes, 2008). Pero, antes de alcanzar el desarrollo de cualquier iniciativa con personas mayores deben ser superados los prejuicios en torno al geronte y sus posibilidades reales de aprendizaje, a través del empleo de sus habilidades motoras y cognitivas de reservas, Feldman, Olds y Papalia (2005) y la Mecánica Dual Baltes (1984). En vista de que, a pesar del referido aumento de las personas adultas mayores en el mundo y en especial en países como Venezuela, el desarrollo de programas educa- tivos, conducidos bajo una perspectiva gerontogógica, generan aun cierto escepti-

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cismo, por tratarse de naciones demográficas más jóvenes y subdesarrolladas, que se encuentran en franco proceso de transición demográfica (aumento de la pobla- ción geronte) de acuerdo a las últimos boletines censales INE (2011). De manera que, ante las dificultades generadas por la actual crisis política y económica, que experimenta Venezuela, traducida en inestabilidad social y des- empleo, pudiera cuestionarse cualquier iniciativa académica de interés gerontogó- gico, generando cuestionamientos como: ¿qué sentido tiene formar académicamen- te a adultos mayores?

3. Epistemología gerontogógica

3.1 Algunos referentes históricos Al revisar la literatura concerniente a la formación de las personas mayo- res, se identifican diferentes denominaciones que, además de la gerontogogía, per- miten catalogar la educación durante la adultez tardía (etapa de la vejez). Algunos estudiosos de este tópico, como Bermejo (2005), establecen una calificación de la formación del geronte desde su vinculación a la gerontología educativa: sub-rama académica de la mencionada gerontología, disciplina encargada del estudio biopsi- cosocial del proceso de envejecimiento. Ambas disciplinas: la gerontología y de manera más especifica la geronto- logía educativa, surgen como consecuencia del envejecimiento poblacional y los profundos cambios que están ocurriendo en el sisma educativo, que comienzan a sustentar el eje del conocimiento más allá de la productividad y acercándose, cada vez más, a las relaciones sociales y la conciencia humana. Bermejo (ibíd.), señala algunos referentes históricos que justifican lo que denomina gerontología educativa o educacional: .- 1958-, la UNESCO, comienza a demostrar preocupación por los proble- mas del envejeciente poblacional. .- 1974 18. A. Conferencia general de Tokio 1974, se vincula el envejeci- miento a la educación y se denota la necesidad de un presupuesto. .- 1976 en la XIX Conferencia General de la UNESCO en Nairobi se adopta la recomendación en torno al desarrollo de la educación de adultos, presentando

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materiales con relación a la educación de personas de edad, ofreciendo soporte al posterior seminario internacional: Educación y envejecimiento, realizado en Viena 1979 haciendo.

3.2 Antecedentes del término gerontogogía A la anterior cronología de eventos se presenta una disciplina científica planteada por Adam (1987), que permite categorizar la educación por grupos eta- rios, se trata de la Antropogogía “…ciencia y el arte de instruir y educar permanen- temente al hombre en cualquier periodo de su desarrollo en función de su vida cul- tural, ergológica y social” (p.42). Esta definición fundamenta a la educación per- manente, que se encamina durante y para toda la vida en conexión esencial con otras ramas del saber humano. En esta línea argumentativa, Adam y Méndez (2008), citan a Popper (1995), para enfatizar que en la antropogogía se encuentra la fundamentación epis- temológica que contribuye con la Nueva Filosofía de la Ciencia, con la visión emancipadora de derrotar la Ignorancia por el Conocimiento. Se trata de una pers- pectiva influenciada por el racionalismo deductivo y por la Ilustración, con las enseñanzas de Kant en su texto Qué es la Ilustración, en el cual se atribuye la inca- pacidad del ser humano de emanciparse, es decir, de lograr su liberación espiritual de tabúes, mitos, y tradiciones que limitan su autocrítica debido a la ignorancia y poca determinación para alcanzar la liberación por medio del conocimiento y no por falta de inteligencia. En tal sentido, la antropogogía se encuentra dentro de las denominadas cien- cias agógicas, disciplinas que categorizan el proceso continuo de la educación del hombre durante su existencia. De esta inacabada sistematización se presenta la clasificación de las ciencias agógicas, de la cual se desprende la gerontogogía, contextualizándola en una suerte de red o entramado de conceptos que intentan aproximar el hecho educativo continuo y permanente en sintonía con la edad, nece- sidad o motivación del estudiante en sus diferentes etapas, sintetizado por Adam y Méndez (ibíd.):

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a.- Paidología (estudia el proceso de educación en niños en etapa inicial, de 3 a 6 años (término empleado por Oscar Krisman, 1896). b.- Pedagogía (aborda al niño durante su aprendizaje en etapa básica, desig- nación usada por Amos Comenius, 1632). c.- Hebegogía (trata el aprendizaje del adolescente durante la educación me- dia, planteado por Rodríguez Bauza, 2007). d.- Andragogía (se acerca al adulto en condición de aprendizaje y le acom- paña hasta la madurez, vocablo puntualizado por Malcolm Shepherd Knowles (1972), Crow (1974) y Adam (1987). e.- Gerontogogía (se plantea el estudio del adulto mayor en condición de aprendizaje, terminología apuntada por Cowdry 1932). Sin embargo, otros autores, al referirse a la formación académica del geronte, prefirieron emplear otras termi- nologías; Peterson (1976): gerontología educativa o educacional (referencia en Estados Unidos desde 1970, Educacional gerontology), Lessa (1979) y Grenden- nig (1985): Gerontogogí, Hartford (1978) y Carre (1981): Geragogía, paradis (1983): Gerontopedagogía. F.- Antropogogía (calificada como la ciencia y el arte dirigidas a instruir y educar permanentemente al ser humano durante su desarrollo psicobiológico, en sintonía con su existencia natural, y ergológica social, conceptualización expuesta por Félix Adam, 1987). g.- Ergología (comprende el estudio de la ciencia del trabajo como ciencia o filosofía de la ciencia del trabajo, acepción usada por Hiff y Egdholm, 1966). h.- Paragogía (disciplina crítica que estudia bajo la óptica de la psicología cognitiva, la práctica del aprendizaje entre pares o iguales conducida, abordando el desarrollo educativo emergente de los procesos educativos globalizados, H. Reinr- gold, 2002). i.- Heutagogía (estudia al adulto autodirigido durante su aprendizaje, quien adecua este proceso al diseñar y desarrollar el currículo hasta la evaluación, deno- minación planteada por S. Hase y Kenyon, 2009). En este mismo orden, destacan Adam y Méndez (ibíd.), que en la categori- zación de definiciones anteriormente citadas se encuentran fundamentadas en los trabajos de Ludojosli (1978), Savicevic (1985) y Brockett e Hiemstra (1993), entre

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otros autores, quienes bajo una perspectiva integradora pretendieron, en la Europa socialista, englobar la pedagogía y la andragogía, sobre la premisa de que es impor- tante en el momento de estructurar la intervención socioeducativa para ofrecer respuestas precisas; y así de manera coherente y oportuna satisfacer la demanda de los usuarios, en sintonía con las necesidades educativas de cada grupo etario.

3.3 Importancia de la educación gerontogógica La inquietud de muchos gerontes en diferentes partes del mundo de rein- gresar a las actividades educativas de manera sistemática, favorece la reflexión sobre que la edad no es un factor de interferencia definitiva para evitar que una persona continúe su proceso de aprendizaje formal, es un planteamiento de Corna- chione (2006), quien además cita a Sáez, Meléndez, y Aleixandre (1995), para afirmar que existen tres aspectos fundamentales con relación a la educación duran- te el proceso de envejecimiento: aspectos funcionalistas, dirigidos a la modifica- ción de hábitos y los estilos de vida en general. Estos se encuentran plasmados en programas de educación para la salud de gerontes. Otro tipo de los aspectos es la interpretación que se orienta a la búsqueda de revaloración, de realización personal, como resultado de la significación que algunos gerontes adjudican a la educación en esta etapa de la vida. Finalmente existen aspectos relacionados con la propia manera de impartir educación, que buscan brindar espacio a adultos mayores dentro en la propia estructura educativa. En este orden de ideas, enfatiza Cornachione (ibíd.), que lo relevante es conocer la importancia que los gerontes le imprimen a su educación, y conocer la necesidad de conocimiento que estos intentarán satisfacer al encontrarse inmersos en un proceso de educación permanente, durante y para toda la vida. Por su parte Bermejo (2005), coincide con lo señalado por los teóricos ex- puestos y enfatiza desde su punto de vista el porqué y para qué de una educación dirigida al adulto mayor afirmando que con la formación académica el geronte como ser biopsicosocial y cultural logra: a.- el autoconocimiento, operacionalizan- do el mandato socrático: “conócete a ti mismo”, de manera previa a la: b.- auto- aceptación, minimizando su desvinculación y favoreciendo su adaptación e inte- gración al contexto físico y social, pues logra optimizar su imagen, alcanzando la

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confianza en sí mismo. Todo ello permite: c.- la autodirección, favoreciendo la capacitación para el autocuidado y la prevención; contribuyendo finalmente al al- cance de la autorrealización personal. Con respecto a los beneficios que la formación del geronte permite a la so- ciedad, de manera general, Bermejo señala que logra democratizarla, aprovechando las oportunidades, favoreciendo la integración, e incide en la disminución de la discriminación por razón de edad, universalizando la educación a lo largo del todo el ciclo vital. Por último esta alternativa académica permite socialmente optimizar los servicios y recursos ofrecidos al adulto mayor: sanitarios, culturales, educati- vos, entre otros.

3.4 Hacia una cultura gerontogógica nacional Al contextualizar la gerontogogía en Venezuela, a partir de la realidad de- mográfica, es oportuno mencionar que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ya estimaba en el país, desde el año 2001, un número no menor de 1. 622. 738, de adultos mayores residentes, representando esta cifra un (6,5 %), de la población general; un número que hoy los últimos boletines del censo 2012 (información estadística aún por consolidarse), estiman que se ha elevado, alcanzando un 9%, que representa un 2.450.514 de la población total. Una realidad que requiere del diseño y aplicación de políticas de atención dirigidas al creciente número de perso- nas, para asumir las peculiaridades de un envejecimiento que ocurre en condiciones de pobreza, De Lima (2001). En este contexto académico, los educadores venezolanos tienen conciencia de lo vertiginoso y competitivo de la sociedad actual, pero además comprenden aquellos factores que pueden incorporarse de forma rápida y positiva en esa carrera por la adecuación de Venezuela a los cambios globales, en vinculación con el matiz particular que la dependencia de la producción petrolera significa para la dinámica socioeconómica de la nación. Un factor económico que hace depender al país de- pendiente del exterior; situación que amerita la participación, de acuerdo a lo plan- teado por los especialistas del sector político, científico, técnico y profesional, una capacitación de pregrado, postgrado, continua y permanente, Gil (2007).

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En este orden histórico, el auge que observaría el paso de la Venezuela agropecuaria a la petrolera (principios del siglo XX), es un antecedente significati- vo, en la manera masiva como se haría más evidente y clara, el desarrollo de la ideología de una educación permanente. Primero con un nivel básico: educación nocturna y sabatina para alfabetizar los primeros niveles de la educación primaria, luego de manera técnica y media con miras al perfeccionamiento del trabajador. Los hitos que han contribuido a la conformación de una cultura gerontogó- gica venezolana, a pesar de que en los argumentos de Espinosa y Jiménez (1991), han tenido un resultado aún incipiente, de acuerdo a los resultados del estudio re- trospectivo de la educación para tercera edad en el país (1960 a 1991), al romper en su momento los estándares y normas establecidos en la geografía nacional, resultan una forma indudable de innovación educativa; se puntualizan, (Revilla, 2013):

. La creación entre 1881 y 1882 de escuelas normal de institutrices, escuelas de artes y oficios (antecedente del tipo de centros formativos en los cuales, independiente de la edad, muchas personas adquieren formación, pero en este caso para el trabajo). . Fundación del Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE) el 22 de agosto de 1959. . Creación de los programas de educación nocturna de Universidades, de tradición en el país: la Central de Venezuela (UCV), fundada en el año 1721 y la Universidad del Zulia (LUZ), fundada en 1891, de programas de estudios nocturnos, a los cuales se unirían otras universidades e institucio- nes públicas y privadas del país; acontecimientos que posiblemente marca- ron la pauta para lo que luego resultaría como la educación universitaria para adultos en Venezuela. . Fundación de la Universidad Experimental Simón Rodríguez (UNESR), con un sistema de estudio semipresencial, andragógico, fundada en 1974. . Fundación en 1977 de la Universidad Nacional Abierta (UNA), con un ré- gimen de educación a distancia, resultaría en el país un sistema de ensayo andragógico que aún hoy, con sus fortalezas y debilidades, continúa siendo una oportunidad de formación universitaria para el adulto venezolano.

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. Fundación de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), creada en 1983. Esta última universidad, de alguna manera, pese a ser un centro de formación educativa pedagógica, posee una operatividad andra- gógica, ya que tiene un sistema de estudio abierto, de fin de semana, para capacitar al docente mientras se encuentra en ejercicios de sus funciones. . La experiencia en el país de la creación de la Universidad de la Tercera Edad, aunque con breve duración en la década de los ochenta, por Félix Adam, y el establecimiento finalmente de otra idea de este especialista de la andragogía, concebida en Panamá y enraizada en Venezuela a través de la Universidad Interamericana de Educación a Distancia de Panamá: UNIEDPA, la cual constituye, al igual que el resto de acontecimientos ci- tados, un icono situacional de relevancia en la apertura de una educación dirigida al adulto, en la cual, tanto el adulto joven como el mayor, encuen- tra una perspectiva interesante de participación abierta, permanente, bas- tante cercana a esa concepción ideológica que plantea una formación uni- versitaria durante y para toda la vida, como un forma de innovación educa- tiva en Venezuela. . Programa Nacional de Formación Docente (PRONAFORDO) de la Uni- versidad de los Andes (ULA), dirigida a maestros en servicio, a finales de la década de los 80 y comienzo de los 90. . Programa de estudios abiertos: comunidades de aprendizaje del Instituto Universitario de Tecnología de Ejido (IUTE), hoy denominada Universi- dad Politécnica Territorial del Estado Mérida (UPTM), iniciado en los úl- timos años. En este orden, la firma del convenio Instituto Nacional de Geriatría y Ge- rontología, INAGER, y la Universidad de la Tercera Edad, el 07 de julio de 2007. Convenio de cooperación subscrito con la Asociación Civil Andragógica Félix Adam, dirigido a personas a partir de 60 años que se encuentren o no incorporadas al sistema INAGER. El objetivo de este proyecto, fue establecer los lineamientos para el diseño e implementación de programas de atención integral a la población: Adulto Mayor en Venezuela, con una oferta formativa no escolarizada.

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Los referentes históricos señalados con anterioridad son solo algunos ejemplos, que demuestran el camino recorrido en el país hacia la conformación de una cultura gerontogógica en Venezuela, orientada hacia una perspectiva que tran- sita, más allá de lo andragógico hasta alcanzar lo gerontogógico al contribuir a la construcción de un espacio de formación académica para el adulto mayor.

4. Gerontogogía venezolana: aspectos filosóficos, teóricos y legales Los aspectos filosóficos que fundamentan la educación gerontogógica o ge- rontogogía como alternativa académica en Venezuela, permiten su comprensión a partir del análisis de sus ejes constitutivos: ontológicos, axiológicos, teóricos y legales, que se encuentran implícitos en una visión que ha de corresponder, en lo posible, al complejo entramado ideológico que implica la formación del adulto mayor venezolano, se identifican (Revilla 2013): Al intervenir el eje ontológico se descubre que en esa entrañable búsqueda de sí mismo, el ser humano a través de la historia ha encontrado diferentes cami- nos reflexivos, se ha ataviado de una suerte de entramado paradigmático, alguna veces vinculados en su esencia, otras fuera de contexto, y sin embargo, permanece inquieto en búsqueda de respuestas y soluciones. A partir del nacimiento del pen- samiento racional, hasta hoy, las reflexiones de sabios y grandes pensadores como Sócrates, Platón y Aristóteles, han inspirado al hombre en aproximaciones teóricas sobre su esencia y hacia dónde conduce el propósito de su existencia. Ahora bien, al extrapolar esta conceptualización sobre el “Ser”, y aproximar- lo a los intereses de esta disertación, cuyo eje principal es la gerontogogía, continúa siendo pertinente traer a colación, en este instante, los cuestionamientos elementa- les que fueron planteadas desde el inicio de esta disertación y que surgen de forma inevitable: ¿quién es el adulto mayor?, ¿hacia dónde se conduce la educación ge- rontogógica en Venezuela?, ¿qué aspectos filosófico-legales fundamentan la edu- cación para el geronte en Venezuela? Continuando con este hilo reflexivo, la gerontogogía como alternativa aca- démica para el adulto mayor venezolano, devela algunos espacios de construcción ideológica donde el geronte puede bien encontrarse así mismo, y mejorar su actitud frente a la vida. Una iniciativa que implica no sólo la formación sino desarrollo de

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reflexión creadora como parte de una sociedad que demanda de la sistematización de los conocimientos que posee, además de su formación académica. Por otro lado, desde lo axiológico se puede afirmar que, más allá de los as- pectos legales implícitos en la gerontogogía ofrecida como alternativa académica para el adulto mayor en Venezuela, se encuentran los valores inherentes a esta po- sibilidad. Igualdad, respeto, inclusión, solidaridad, son sólo algunos vocablos cla- ves que han de interactuar de manera conjunta en una propuesta que reivindica a un grupo de personas, que, al poseer una edad igual o superior a los 60 años, han en- contrado las limitantes del culto mercantilista a la productividad. Una sociedad que, como señala Revilla (2006), valora al ser humano por lo que posee material- mente, o por sus posibilidades para producir y alcanzar riqueza dentro del actual sistema económico. En este orden de ideas, bajo este sistema de creencias, también se le rinde culto a la estética, la apariencia juvenil, dando vigencia aquella frase popular: “co- mo te ven te tratan”, situación que, de acuerdo a lo afirmado por Morgado y Revi- lla (2009), va en detrimento de un trato social digno para el adulto mayor. Debido a lo anteriormente señalado, el geronte con frecuencia ha encontrado en el descono- cimiento y el prejuicio limitantes para un satisfactorio desempeño en lo laboral, académico y social. El adulto mayor debe representar para la sociedad una fuente de saberes, inspiración para seguir adelante con el compromiso de vida que cada persona posee en lo social e incluso en la visión de una trascendencia hacia lo espiritual, en la búsqueda reflexiva sobre ¿quién es el hombre? y ¿hacia dónde se dirige? En este sentido, una visión innovadora de la educación para el adulto mayor, no ha de per- der el norte axiológico que se constituye en unos de los fundamentos de un plan- teamiento de naturaleza humanista. Todo ello, en vista de que después de todo, el desarrollo de un país depende de la activa participación de toda su población.

4.2 Aspectos teóricos

En la posibilidad de ofrecer formación académica al senescente, surgen al- gunas premisas teóricas que trascurren desde la propuesta del término andragogía,

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hasta alcanzar la gerontogogía. Todo ello, en vista de que la educación del adulto joven y el adulto mayor, parte de la distinción de las características del niño, el adolescente y el joven. Adam (1984), argumenta que la realidad que presenta al adulto como educando se encuentran acorde con sus características biopsicosocia- les y culturales, de una forma diferente a la manera como el niño experimenta el proceso de aprendizaje; en este orden, el autor precisa que, más allá de una sola metodología, el sistema educativo ha de fundamentarse en principios filosóficos, psicosociales y ergológicos que correspondan a las necesidad de aprendizaje que experimenta el individuo en cada etapa de su desarrollo. En tal sentido, la andragogía fue concebida como una forma estructural de las ciencias de la educación, que se adecúa a cada etapa del desarrollo de individuo, mientras consolida su personalidad. Todo ello sobre la premisa de que todo el pro- ceso formativo es continuo y permanente; en este sentido, la andragogía se com- plementa con los demás subsistemas de la educación y con la pedagogía, puesto que estas no son excluyentes en cuanto a la aplicación de técnicas; no obstante, estas se complementan en cuanto al objetivo último que es educar al hombre; pues si bien existe una pedagogía al servicio de la primera y tercera infancia y aún de la adolescencia, con igual valor debe existir una andragogía destinada al adulto joven, al adulto medio y al senil. Jamás habrá una andragogía para niños como tampoco una pedagogía para adultos. No obstante, cuando se aborda el término gerontogogía, se fija la atención y estudio en el adulto mayor en situación de aprendizaje; como rama de la educación especializada a la formación del adulto mayor, aparece un marcado contraste de ésta, por la significación sociocultural que tienen tanto la andragogía como la ge- rontogogía. Aunque algunos teóricos como Lemieux (1997), citados por Urbano y Yuni (2005), discrepan sobre este término gerontogogía señalado que como ciencia no tiene objeto, sino que es más bien una subcategoría de la andragogía de la terce- ra edad. Además, señalan Urbano y Yuni (ibíd.), que la educación dirigida al adulto mayor en correspondencia con su rol social tiene otras aspiraciones, como es natu- ral. Se evidencia como fenómeno novedoso e innovador, que necesita de un trata- miento teórico y metodológico de acuerdo a las necesidades y expectativas de este

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grupo etario. La gerontogogía considerada una ciencia aplicada, tienen por objeto la intervención educativa en personas mayores. Una ciencia interdisciplinaria cuyo cuerpo teórico se nutre de la educación y la gerontología. En tal sentido, Fernández (2006), afirma que la gerontogogía es una nueva disciplina dirigida a la formación de las personas mayores, ocupada de desarrollar nuevos modelos de formación de adultos, que acopien no sólo las capacidades ac- tuales de aprendizaje y desarrollo de las personas mayores, sino, especialmente, la creciente demanda de formación de la población mayor. En este orden debe ser tomadas en cuenta algunos supuestos teóricos sobre la señalada gerontogogía en Venezuela implica, se señala de manera sintética (Revilla, 2013):

a.- Perspectiva académica en construcción, (advierte su transitoriedad en correspondencia con los actuales cambios); b.- Oportunidad de reivindicación hu- mana (favorece el cambio social a partir del acercamiento de la academia a las necesidades e inquietudes del adulto mayor venezolano); c.- Posibilidad de catali- zar el intercambio de saberes (entre el adulto mayor y la academia); d.- Proposi- ción académica progresista y humana (redimensiona el rol social del senescente, considerándolo un talento valioso para la Nación). Todos los supuestos puntualizados poseen fundamentación teórica, al refe- rir las posibilidades de aprendizaje que tiene el geronte por medio del empleo de habilidades motoras y cognitivas de reserva con las cuales cuenta, de acuerdo a Feldman, Olds y Feldman, Olds y Papalia (2005), además del empleo de una me- cánica dual, Baltes (1984), a través del uso de la inteligencia cristalizada por medio del bagaje de experiencias, señaladas en el supuesto: e.- Valoración de posibilida- des de aprendizaje del geronte; f.- Favorecimiento de la retroalimentación socio- cultural (sistematización del bagaje de conocimientos adquiridos trasferencia a las nuevas generaciones y sociedad en general); y g.- Oportunidad adquisición de nuevos conocimientos para el desempeño de una segunda ocupación, (compren- sión de sí mismo, de su entorno, favorece la calidad de vida y realización personal, entre otros).

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4.3 Aspectos legales El Estado venezolano está comprometido, como integrante activo de la comunidad internacional, al cumplimiento de las ordenanzas, convenios y tratados internacionales, inherentes a los derechos y deberes del adulto mayor a los cuales se ha suscrito. De la misma manera que se encuentra obligado a garantizar las nor- mas legales, que de manera específica en materia educativa ha establecido dentro de sus propios límites geográficos. En tal sentido, Revilla (2015), cita algunos do- cumentos legales presentados a continuación en una línea de prioridad cronológica, basada en los contextos legales de protección al adulto mayor en dos ámbitos: a.- internacional y b.- nacional:

4.3.1. En el contexto legal internacional Entre las legislaciones que fundamentan la formación del adulto se encuen- tran: a.1. Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), a.2. Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento (1982): a.3. Cuarta Confe- rencia Internacional sobre la Educación de Adultos/ UNESCO (1985), a.4. Procla- mación sobre el Envejecimiento ONU (1992).a.5 Plan de Plan de Acción Interna- cional de Madrid sobre el Envejecimiento (2002). En resumen, con las referidas legislaciones internacionales se puede afirmar que la educación es un derecho inalienable de todo ser humano, independientemen- te de su condición, edad, color, raza y credo. El envejecimiento demográfico, a causa del aumento del número de personas mayores en el mundo, demanda en las Naciones el inmediato diseño de políticas para su atención, entre ellas de carácter educativo.

4.3.2 En el contexto legal nacional Las leyes que operacionalizan las legislaciones internacionales que en Ve- nezuela se dirigen a la formación del adulto: b.1- Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999).b.2 - Ley Orgánica de Educación (2009) b.3 - Ley de Universidades (1970).Ley de Servicios Sociales (2005).En síntesis, los documentos legales señalados en el ámbito nacional, como la Carta Magna, tradu-

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cen a la práctica y de manera conjunta puntualizan ese “deber ser”, de la atención educativa ofrecida al adulto mayor como soporte ideológico/legal de todo proyecto de intervención dirigido, como política estadal de atención educativa, al adulto mayor en todo el mundo y en el territorio nacional, bajo los criterios de igualdad, solidaridad, respeto y participación social.

Reflexiones finales Al culminar la reflexión sobre la gerontogogía en Venezuela, se enfatiza una afirmación que el lector ha ido comprendiendo desde la introducción del dis- curso, con relación a la pregunta que lo dirigió: ¿Es la gerontogogía una forma de innovación educativa en Venezuela? Pues sin lugar a dudas, la gerontogogía, abor- dada desde la perspectiva del paradigma de una educación para y durante toda la vida, se devela como una forma de innovación educativa en el contexto venezo- lano. Se trata de una variante dentro de las ciencias de la educación, que favorece, no sólo al adulto mayor por la posibilidad que le ofrece de adquirir nuevos conoci- mientos, saberes y competencias, sino por la oportunidad para el empleo máximo de capacidades motoras y cognitivas de reserva que posee, e incluso, el aprove- chamiento del bagaje de experiencia y cultura acumulado a lo largo de su vida. La gerontogogía permite la reconciliación del geronte con la sociedad y la academia, al favorecer su adaptación como ciudadano a las cambiantes y nuevas exigencias del mundo contemporáneo. Ofrece las herramientas para el autoconoci- miento y desarrollo a través de la retribución al colectivo del conocimiento, que en la actualidad necesita ser empleado en beneficio de las nuevas generaciones. Sin embargo, como disciplina emergente, la gerontogogía aún tiene que consolidar un cuerpo teórico propio. Innumerables autores lo han afirmado: la formación del adulto mayor se encuentra en su práctica colmada de entusiasmo, no obstante, el desarrollo de la investigación en este campo es todavía incipiente, ante un contexto social complejo a causa del envejecimiento demográfico, que urgentemente requie- re del diseño de acertadas políticas educativas. La enseñanza de las personas mayores requiere afinar su metodología con miras a lograr, cada vez y de forma más acertada, una autentica corresponsabilidad entre las necesidades de la sociedad actual y las expectativas de este grupo hu-

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mano, que conducido bajo una visión educativa cónsona con una nueva manera de enfrentar al mundo, logrará obtener las herramientas para adecuarse a las demandas y exigencia de una sociedad claramente exigente y competitiva. Ahora bien, superados los prejuicios minusvalidantes sobre el envejeci- miento como proceso y la vejez como una etapa natural inherentemente ligada a éste, se ha alcanzado el desafío de demostrar la capacidad de aprendizaje del senes- cente, dejando esto de ser un obstáculo para el desarrollo del trabajo en el campo de la gerontogogía, en razón de que la formación del senescente ha de superar los formalismos y nominalismos de una sub-especialidad de las ciencias de la educa- ción hasta ahora denominada como gerontogogía, gerogogía, o gerontología educa- tiva. En esta línea discursiva, lo relevante es concretarse en la gerontogogía co- mo una alternativa académica, demandante de la construcción epistémica, a partir de la investigación y descubrimiento permanente, capaz de ser flexible para adop- tar una estrategia comprensiva sobre las personas mayores, logrando liberarlas de los obstáculos epistemológicos, que obligatoriamente han de enfrentarse durante la operacionalización de esta área educativa. Por otro lado, es importante enfatizar también lo puntualizado por los docen- tes con relación a las condiciones socioeducativas que demanda el desarrollo de la gerontogogía, puesto que en la actualidad paulatinamente se han ido abriendo espa- cios a propuestas educativas para la población senescente, con un sentido más for- mativo, lo que implica, no sólo una percepción de las diferentes habilidades moto- ras y cognitivas de reserva de este grupo etario, sino de la generación de nuevos caminos y estrategias para su manejo durante el proceso enseñanza y aprendizaje, abordando aspectos como la definición del gerontogogo, la metodología a emplear, los contenidos, las estrategias, la evaluación y retroalimentación de su puesta en práctica. Se trata, como bien lo han afirmado los especialistas del área gerontológica, de la elaboración de un nuevo discurso educativo sobre el envejecimiento, en el cual se promueva, en todas las de Naciones del orbe, la necesidad de contribuir en la construcción de un andamiaje teórico conceptual, dirigido al enriquecimiento del debate teórico y metodológico para el desarrollo de una praxis gerontogógica.

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Por último, el fortalecimiento de una cultura gerontogógica beneficiará a la población geronte, promoviendo en ella una sensación de bienestar, producto de un crecimiento intelectual que le permitirá visualizar un nuevo panorama en su com- promiso de vida, favorable también para su entorno; pues, en definitiva, cristalizar el llamado desarrollo y trasformación nacional, anhelado por la mayoría como ideario, amerita la intervención y participación de todos los sectores sociales, sin discriminación alguna, por aspectos como el género, la clase social, ideología o edad.

“Los viejos siempre están en sazón para aprender”. Aeschylus. Dramaturgo griego (525 – 456 aC.)

“¡Envejece conmigo! Lo mejor está aún por llegar”. Robert Browning (1812-1889) Poeta inglés.

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INFORMACIÓN GENERAL

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NORMAS EDITORIALES DE LA REVISTA DIKAIOSYNE Y CRITERIOS DE EVALUACIÓN En el arbitraje se recurre a evaluadores externos a la institución editora de la Revista y se usa el método doble ciego (el árbitro no sabe a quién evalúa ni el autor sabe por quién es evaluado). La calificación de los artículos es de: excelente, bueno, regular, deficiente. Aplican solamente los artículos cuyos ítems sean de ‘excelente’ y ‘bueno’ sobre los siguientes aspectos: 1º) Relevancia del tema. 2º) Dominio, originalidad y solidez en la interpretación. 3º) Estructuración lógica del discurso. 4º) Análisis crítico y coherencia argumentativa. 5º) Estilo. 6º) Redacción y ortografía. 7º) Documentación bibliográfica. 8º) Éxito o logro en el propósito comunicativo.

Instrucciones a los autores 1) El editor se reserva el derecho de hacer modificaciones tipográficas a fin de que la Revista conserve su uniformidad en la presentación definitiva. 2) Los artículos deben ser inéditos y poseer originalidad. Su extensión no debe exceder de 25 páginas (tamaño carta, a doble espacio, en letra Times New Roman, tamaño 12), observando los criterios de forma y contenido para la elaboración de artículos científicos. 3) El artículo debe contener: a) Nombre completo del autor, institución a la cual pertenece, dirección postal y electrónica, y una breve reseña curricular. b) Título, resumen y palabras clave, todo ello, en español e inglés. c) Resumen y abstract en un máximo de 150 palabras cada uno. d) Palabras clave un máximo de 5. e) Las citas textuales deben ser estrictamente necesarias para fundamentar los argumentos. Van con sangría derecha e izquierda, y que no excedan de 10 renglones. f) La elaboración de las referencias bibliográficas deben hacerse según el método tradicional, en el siguiente orden: Apellido(s) y nombre(s) del autor (separados con coma [,]), título de la obra, institución editora, ciudad, país y año de publicación. g) Divisiones y subdivisiones (si las hay) en números arábigos. h) Las citas en otros idiomas (griego, latín etc.), deben estar traducidas a continuación dentro del texto o en nota al pie. i) Lugar y fecha de la elaboración del artículo. Enviar el artículo en formato de documento (doc, odt o rtf) adjunto a los siguientes correos: Prof. Margarita Belandria: [email protected] Prof. Mayda Hočevar: [email protected]

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ÍNDICE ACUMULADO Algunas reflexiones sobre la decisión judicial y su motivación. DIKAIOSYNE Nº 1 Swing Olivares José M. Delgado Ocando Decisiones judiciales ¿generadoras de cam- Hacia una concepción postmoderna del Dere- bios jurídicos sociales? cho. Flor Ávila Luz Marina Barreto El amparo constitucional y su efectividad en La fundamentación de la cooperación desde el fortalecimiento del derecho social. la teoría de la decisión racional: la constitu- Ronald Chacín ción de la ética reflexiva. La política del trienio adeco y la Democracia Ana Julia Bozo de Carmona unidad de Lijphart. Hacia una teoría del Derecho postmoderna. Juan Carlos Morales Roque Carrión Wam Bases teórico-doctrinarias y filosóficas de la La cultura jurídica como expresión del males- integración latinoamericana. tar finisecular: Modernidad vs. Postmoderni- Ivonne Parra dad. El presidencialismo en Venezuela. Efecto Pedro Barbosa de la Torre sobre la legitimidad y estabilidad democráti- El criterio filosófico de la verdad. cas en el país. Lorenzo Fernández Gómez María Inés Arias de Rincón Otra lectura sobre los derechos humanos. Consideraciones sobre la informática jurídica Mayda Hočevar documental. El sentido de la filosofía del derecho en la Gladys Rodríguez actualidad. Bases de datos y su protección legal. Pompeyo Ramis Muscato Miriam Rincón de Maldonado Los principios universales del Derecho. Condiciones para la instauración de la poliar- Mauricio Navia quía en la Venezuela post-pérez-jimenista. Ética y Estética. Lionel Pedrique DIKAIOSYNE Nº 2 Consideraciones de M. Heidegger sobre la Luz Marina Barreto época actual como expresión del estado de La reflexión ética y la constitución de una abandono del ser. cultura política orientada al entendimiento. Elías Capriles Arias Margarita Belandria El nihilismo pseudo-postmodernista vs. La Estructura ontológica del sujeto práctico verdadera postmodernidad. kantiano Héctor Tabera Elías Capriles Arias Filosofía del Derecho y justicia social. El anarquismo lógico y político de Antístenes Lino Rodríguez Arias en el hilo de Ariadna de una antigua tradición El comunitarismo en el mundo de hoy. soteriológica. Andrés Eloy León Rojas Mayda Hočevar Subdesarrollo, sistemas y justicia distributiva. Ética y modernidad. Alberto García Müller Rómulo Perdomo Márquez Marco jurídico de la economía solidaria. La ética de la nueva era. Carlos Durand Pompeyo Ramis Muscato La costumbre jurídica india como sistema de Actitud de Bartolomé Xiberta ante la Filoso- Derecho. fía. Hermann Petzold Pernía El problema de la subsunción y la argumen- Pompeyo Ramis Muscato tación jurídica. Traducción: ¿Qué es la filosofía? de Martín Heidegger. José Antonio Ramos Pascua María Petzold ¿Positivismo débil o exhausto? El positivismo Los tópicos jurídicos ¿medios para evitar la jurídico institucionalista de D.N. MacCor- rigidez del derecho positivo? mick y O. Weinnberger. Laura García Leal DIKAIOSYNE Nº 3-4 Margarita Belandria Luz Marina Barreto Algunas ideas para la reforma universitaria. Bioética y Derecho Juan Mendialdua Margarita Belandria El deber ser de la Universidad. Reflexiones acerca de la enseñanza de la lógica en los estudios jurídicos. DIKAIOSYNE Nº 6 Carlos Casanova Alberto Rosales Filosofía primera y otros modos de discurso Heidegger y la pregunta por el ser. en Aristóteles. Marco Ortiz Palanques Carlos Casanova Los diferentes argumentos usados en Platón La Universidad como espíritu de un pueblo. contra los sofistas. Ramón Jáuregui Pompeyo Ramis Muscato Filosofía y ciencia. Al estilo de un gran epígono. Pompeyo Ramis Muscato José Rubén Sanabria Notas sobre el valor antropológico de la Ética y postmodernidad. filosofía medieval. Yoleida Vielma Mendoza Andrés Suzzarini La persona humana como realidad ontológica Profesores y filósofos. del derecho. Jesús Rondón Nucete Margarita Belandria El proceso constitucional durante las dictadu- Elementos de la metafísica kantiana en los ras andinas. que se funda el derecho. Eduardo Vásquez Ludwing Feuerbach La metafísica de Kant. Historia de la filosofía moderna, lecciones VII y VIII. (Traducción de Eduardo Vásquez) DIKAIOSYNE Nº 5 Belkis Rojas Margarita Belandria De naturaleza sangrina. Ley moral e imperativo categórico en la Carlos Casanova doctrina ética kantiana. Sobre el ingreso a las universidades y otros Carlos Casanova problemas del sistema educativo venezolano. La Universidad en Peligro. Roque Carrión W. Ramón Jáuregui Reorganización de los estudios universitarios Simón Rodríguez y la Sociedad Republicana. de Derecho. Marco Ortiz P. Alberto Rosales Terminología platónica en la diferenciación “El final de la filosofía” (Recensión). entre “disputa” y “discusión”. Malín Pino de Casanova DIKAIOSYNE Nº 7 El Derecho y la posmodernidad (o lo jurídico, Carlos Casanova el mal y el sentimiento trágico de la vida). Una visión platónico-aristotélica de la inter- Pompeyo Ramis Muscato pretación jurídica. Un caso de “ius naturae” en el Derecho Polí- Roque Carrión W. tico. Sugerencias para la reforma radical de la Eduardo Vásquez administración de la autonomía universitaria. Estado, Cultura y Escuela. Marco Ortiz Palanques Peter Fitzpatrick El problema de la verdad en el Protágoras La juridicidad primitiva: las ficciones freu- histórico y el establecimiento de la techne dianas y los orígenes del Derecho. retórica. (Traducción: Mayda Hocevar y José Antonio Milagros Otero Parga Ramos Pascua). El derecho, una realidad cambiante. Hercilia López Malín Pino de Casanova Jian Qing, viuda de Mao: una furia hecha de gritos.

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¿Hacia un nuevo modelo medico? (o de las El saber en peligro. dimensiones de lo humano en los nuevos Alexis Márquez Rodríguez paradigmas médicos). La crisis venezolana. José Antonio Ramos Pascua Alexis Márquez Rodríguez Derecho y Moral una necesidad recíproca. Las cuatro patas de la dictadura. Margarita Belandria Martín Heidegger Ética y condición humana. ¿Qué es metafísica? (Traducción de Pompeyo Rowina Hill Ramis) El retorno de la diosa. Ronald Skinner Montes de Oca DIKAIOSYNE Nº 10 Actualizando a Vitruvio: una visión y un Ángel Alonso Salas modelo. La historia interminable del mito. Ludwing Feuerbach Elías Capriles Arias Historia de la filosofía moderna: Lección XV La vía del medio y la gran perfección. (Traducido del alemán por Eduardo Vás- Ronald Chacín quez). Algunas notas sobre la teoría de la interpreta- ción judicial de Carlos Cossio. DIKAIOSYNE Nº 8 Alexis Márquez Rodríguez Francisco Carpintero Benítez Autonomía universitaria y revolución. Tomás de Aquino ante la ley natural. J. Pascual Mora Ramón Jáuregui La Universidad, una mirada desde la filosofía. Ética y Religión. Gladys Portuondo Marco Ortiz Palanques Comentarios sobe el (los) significado(s) de la Las Siete Partidas de Alfonso X “El Sabio” apercepción trascendental de las categorías de como instrumento legitimador. I. Kant. Pompeyo Ramis Muscato Un Tratado Clásico de Sociología. Javier Gómez Navarrete Andrés Suzzarini Baloa El conocimiento para los Mayas. Reflexiones para una reforma universitaria. Marco Aurelio Ramírez Margarita Belandria Los nexos poéticos de los poemas mayores de El concepto platónico de justicia. San Juan de La Cruz. Ludwing Feuerbach Historia de la Filosofía Moderna: Lección DIKAIOSYNE Nº 11 XVI. Gilberto Castrejón Pascual Mora El erotismo como experiencia vinculada a lo Antiensayo para entrar y salir de las Nuevas sagrado. Tecnologías de Información y Comunicación (Oportunidades y desafíos a la educación). Teresa Espar Laberintos de sabiduría: entre la razón y el DIKAIOSYNE Nº 9 mito. Mayda Hočevar Javier González y Margarita Belandria Finalidad y paradojas del comunismo pla- Hacia una noción de “globalización”. tónico. Drina Hočevar Marco Ortiz P. Filosofía, semiótica y ritmo. El concepto de rey, reino y territorio en las Rebeca Maldonado «Siete Partidas de Alfonso X “El sabio”» Más allá del pensamiento determinante, el Eduardo Vásquez pensamiento reflexionante. La razón en la filosofía. J. Pascual Mora Margarita Belandria y Andrés Suzzarini La muerte como imaginario social: una mira- La Lógica en el Derecho. da de la modernidad a la postmodernidad Margarita Belandria cultural.

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Edilio Peña Martín López-Corredoira El impacto de la ideología y la política en la Castigo y derecho sin libre albedrío ni res- cultura y el arte de la América Latina. ponsabilidad. Pompeyo Ramis Muscato Pascual Mora Ontología de la trascendencia. De los metarrelatos a la "muerte de los inte- Andrés Suzzarini lectuales". Sentido de una reforma general de la educa- Gustavo Víctor Ramírez ción. La creatio ex nihilo y sus implicaciones fe- Alexis Márquez Rodríguez nomenológicas en Levinas. Los personajes femeninos en las novelas de Pompeyo Ramis Muscato Alejo Carpentier. ¿Qué significa meditar? Laurencio Zambrano Eduardo Vásquez Gobernabilidad y constituciones (de la colo- Sobre la violencia: orígenes y antídoto. nización a la emancipación). Leonardo Arellano Louis Kahn: filosofía, arte y arquitectura DIKAIOSYNE Nº 12 Luz Varela Javier González La oligarquía venezolana en el siglo xxi: del La nueva concepción de la Ley en la Consti- estereotipo al anacronismo. tución venezolana de 1999. André Maurois Aidaliz Guarisma Mérida El arte de pensar (Traducción de Pompeyo La justicia, ¿una virtud necesaria? Ramis). Joaquín Herrera Flores Josef Simon Derechos humanos, interculturalidad y racio- Friedrich Nietzsche (1844-1900) (Traducción nalidad de resistencia. de Luisa Meyer). Drina Hočevar El estado de apertura (erschlossenheit) y la DIKAIOSYNE Nº 14 esencia del lenguaje. Belkis Cartay Ramón Jáuregui La Naturaleza: objeto o sujeto de derechos. El problema de la libertad. Gilberto Castrejón Malín Pino Acerca de la racionalidad científica: Feyera- De la violencia a la retórica en la construc- bend y los límites de la argumentación. ción de la civilidad (o de los espacios prepolí- Ronald Chacín ticos a los espacios deliberativos). El embrión es vida humana. Martín López Corredoira Martha De La Vega Contra la democracia. Ética y política: las consecuencias prácticas Milagros Otero Parga de la modernización en la óptica de una ac- Un punto de vista práctico sobre el Derecho. ción comunicativa . Carlos Parodi Remón Margarita Belandria y Javier González El Derecho en Antígona, ¿Natural o Positivo? La libertad de expresión: de la doctrina a la Andrés Suzzarini Baloa ley. Por la democracia. José Pascual Mora Eduardo Vásquez Globalización y „Glocalización‟ frente al La ciencia según Hegel. debate postmoderno. Yoleida Vielma Mendoza Carlos Parodi Responsabilidad civil y responsabilidad El Derecho en «El Alcalde de Zalamea». moral. Hacia una responsabilidad civil más Teresa Espar objetiva. La palabra y su universo de sentido. Drina Hočevar DIKAIOSYNE Nº 13 Procesos existenciales en el ritmo de la poe- Ángel Alonso sía. La labor del filósofo .

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Karl Löwith Rensoli Laliga, Lourdes Mi vida en Alemania antes y después de 1933 La Europa unificada según Leibniz: irenismo (Presentación y traducción de Eduardo Vás- y política. quez). Seoane C., Javier B. Repensar el “dilema” comunitarista-liberal en DIKAIOSYNE Nº 15 Venezuela. Belandria, Margarita y González, Javier Suzzarini Baloa, Andrés Fundamentos axiológicos de la libertad de Una introducción a la doctrina platónica del expresión. alma. Carpintero Benítez, Francisco Terán Pimentel, Milagros Voluntad, ausencias, y normas: el sustrato De vuelta al Tribuno histórico del positivismo en el Derecho. Vielma Mendoza, Yoleida Casanova Guerra, Carlos Discusiones en torno a la reparación del daño Nominalismo jurídico, escolástica española y moral. tradición. Pérez Lo Presti, Alirio Hočevar, Mayda El giro en la obra de Milan Kundera: un El primer principio de la razón práctica en la reflejo de la contemporaneidad. teoría de la ley natural de John Finnis. Salazar Morales, Teresa López de Cordero, Mery Aproximación histórica sobre el consumo de El derecho a una educación integral de cali- drogas en Venezuela. dad, ¿utopía o posibilidad? Peña, Edilio DIKAIOSYNE Nº 17 La muerte de la imagen. Belandria, Margarita Portuondo, Gladys Venezuela, ¿un Estado de Derecho? (Vene- Karl Jaspers: autorreflexión y „existenzerhellung‟. zuela. A State of Rule of Law?). Ramos Pascua, José Antonio Brand, Isabel (de) Derechos humanos y positivismo moderado. Una Aproximación al Léxico del Ramis Muscato, Pompeyo crimen y la pasión en Medea y De la libertad y sus apariencias. Phaedra de Séneca. (An approach Rivara Kamaji, Greta to the speech of crime and passion Pensamiento y vida: la „guía‟ zambraniana. in Seneca‟s Medea and Phaedra). Alcaraz Ariza, María Ángeles González González, George Las mujeres en la ciencia de la salud. Relación entre la Iglesia y las Fuerzas Arma- Arellano, Leonardo das. Cultura arquitectónica y crisis de la contem- (Relation between Church and Armed forces). poraneidad. Márquez Rodríguez, Alexis Roberto Walton Sobre el arte diabólico de la tortura. (Regard- Homenaje al filósofo venezolano Alberto ing the diabolical art of torture). Rosales. Mora García, Pascual Hermenéutica crítica de la historia del tiem- DIKAIOSYNE Nº 16 po presente: la invención de la tradición en la Grave, Crescenciano „revolución bolivariana‟. (Critical hermeneu- Naturaleza, carácter y violencia: derivas a tics of present time history: the invention partir de Schopenhauer. of tradition in „‟). Maldonado, Rebeca Quintero Moreno, Rafael Sobre la posibilidad de un fundamento analó- En torno al principio del “iura novit curia”. gico y simbólico. Ensayo de hermenéutica (Concerning the “iura novit curia” principle). analógica. Ramis Muscato, Pompeyo Parra Tapia, Ivonne Experiencia del conocimiento. (Experience of Consideraciones biojurídicas sobre la vida en knowledge). el embrión humano.

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Suzzarini Baloa, Andrés Portuondo Pajón, Gladys Leandra La doctrina platónica del alma en el diálogo Filosofía y psicopatología en Karl Jaspers: los en- el Fedón. (The platonic doctrine of the Fe- tramados de la existencia (Philosophy and psycho- don‟s soul). pathology in Karl Jaspers: the studworks of the Vielma Mendoza, Yoleida existence). Importancia jurídica de valorar el daño a la Suzzarini Baloa, Andrés persona. (Legal importance to value the dam- La doctrina platónica del alma en la “Repú- age to the person). blica” (The platonic doctrine of the soul in the López Saco, Julio “Republic” dialogue). Psicopatologías en la Grecia antigua a través Terán Pimentel, Milagros de sus mitos. (Psychopathology in ancient Una aproximación a la concepción romana Greece through myths). del Derecho (An estimate study to the roman Angola Heredia, José Tomás. concept of law). Recensión sobre „Los Juristas del Horror‟, de Pérez Lo Presti, Alirio Ingo Müller. Lo dionisíaco y lo apolíneo en Don Juan Tenorio (The dionysiac and the apolline in DIKAIOSYNE Nº 18 Don Juan Tenorio). Bozo de Carmona, Ana Julia ¿Por qué democracia? Referencia a los dere- DIKAIOSYNE Nº 19 chos humanos y a la ciudadanía. De la Vega, Marta (Why democracy? Reference to human rights Ciudadanía y sociedad civil en las democra- and citizenship) cias contemporáneas. (Citizenship and civil Calvo González, José society in contemporary democracies). Libertad de expresión y „libertad cómica‟ González Broquen, Ximena (Free speech and „comical liberty‟). El poder simbólico de los medios de comuni- Hočevar González, Mayda cación (The symbolic power of the mass La justicia según J. Finnis (Justice according media). to John Finnis). Lizaola, Julieta Meabe, Joaquín E. El lenguaje sagrado y su escritura (The sacred La rutinizacion de la indiferencia ética y el language and its writing). aplanamiento de los valores en la Argentina Meabe, Joaquín E. actual (Ethical indifference routine and Acerca del carácter coactivo de la metanasta- smoothing moral in contemporary Argentine). sis en Tucídides (On cornening to compelling Moreno Lax, Alejandro nature of Thucydides´ metanastasis). Jürgen Habermas: entre la ética del discurso y Mora García, José Pascual la ética de la especie (Jürgen Habermas: Apuntes para una filosofía crítica de la histo- between the ethics of discourse and the ethics ria regional (Notes for a critical philosophy of the species). concern to the regional history). Ramos Pascua, José Antonio Ortiz Palanques, Marco Derechos humanos y proceso justo. (Human Competencia política partidista en los textos rights and rightful process). de Simón Bolívar (julio 1811 - julio 1815) Robledo Rodriguez, Alejandro (The defender political competition in the El Fedón o la trascendencia del alma (Phaedo Simon Bolivar‟s writings (july, 1811 to july, or the inmortality of the soul). 1815). Rodríguez Ferrara, Mauricio Pavó Acosta, Rolando La enseñanza del Derecho en los países de Fundamentación socio-jurídica de los pro- Derecho escrito (Legal education in civil law cesos normativos (Social and juridical reason- systems). ing about the normatives changes).

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Rodríguez Ferrara, Mauricio la Mancha (The symbolism of the journey, De cómo los latinoamericanos percibimos la the nostalgia for the Golden Age and other pena de muerte (How latin-americans view myths in Don Quixote). the death penalti). Hočevar, Drina Suzzarini Baloa, Andrés Acercamiento existencial al análisis de Edipo La doctrina platónica del alma en el Rey de Sófocles (Existential Approach to the „Timeo‟ (The platonic doctrine of Analysis of Oedipus Rex by Sophocles). soul in „Thimaeus‟). Camacho Crispín, Marco Antonio Bajo los murmullos: tributo a Juan Rulfo DIKAIOSYNE Nº 21 (Under the whispers: a homage to Juan Rulfo) Calvo González, José Belandria, Margarita Libertad de expresión artística ¿Equilibro de Semblanza del jurista venezolano Tulio Derechos o Derechos en equilibrio? (Freedom Chiossone. of artistic expression. Balance of rights or rights in balance?). Mata Carnevali, María Gabriela DIKAIOSYNE Nº 20 Diálogo de civilizaciones, religiones semitas Buganza Torio, Jacob y espiritualidad. (Dialogue of civilizations, El carácter analógico del valor (The analogi- Semitic religions and spirituality). cal character of value). Morales, Fabio Casanova, Carlos Dos argumentos sobre la unidad de las virtu- Derecho natural, Marx y la propiedad en des en Platón: Protágoras 329b-332ª. (Two Venezuela (Natural Law, Marx and private arguments on the unity of the virtues in Plato: property in Venezuela). Protagoras 329b-332a”). González García, Maharba Annel Olson, Alan M. Michel Foucault: la emergencia de una histo- Fe y razón. Reencuentro con Isaac e Ismael ria crítica (Michel Foucault: the emergency of (Faith and reason. Isaac and Ishmael revisi- a critical history). ted). Hočevar, Mayda y Belandria, Margarita Hernández de Padrón, María Inés Justificación de la autoridad (Justification of Notas para una reflexión sobre las tribus authority). urbanas. (Notes for a reflection on the urban Mora García, José Pascual tribes). La racionalidad dialógica gadameriana y la Pavó Acosta, Rolando historia de mentalidades (Gadamer´s dialogic El discurso científico: entre la intertextuali- rationality and the history of mentalities). dad y el nihilismo jurídico. (The scientific Portuondo, Gladys discourse: between intertextuality and legal Filosofía y socialismo: una aproximación a su nihilism). inconciliabilidad (Philosophy and socialism, Ramis Muscato, Pompeyo an approach to its irreconcilableness). De la sustancia y sus determinaciones (On Rodríguez, Agustín substance and its determinations). Lenguaje, pensar y arte (poesía) en el pensar Rodríguez, Agustín del Ereignis de Heidegger. (Language, think- El comprender en Dilthey y Heidegger ing and art (poetry)in the thinking of (Understanding in Dilthey and Heidegger). Heidegger´s Ereignis). Scarano, Nico Vielma Mendoza, Yoleida El actuar moral. Sobre el Libro I, Capítulo III Un nuevo horizonte en materia de derecho de de la Crítica de la Razón Práctica.(Moral daños (A new horizon in the matter of right of Action. On Book I, chapter III of Kant‟s damages). Critique of Practical Reason). Flores Ortega, Bernardo Enrique El simbolismo del viaje, la nostalgia por la Edad de Oro y otros mitos en Don Quijote de

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Belandria García, José Rafael graphic approximation to the Apollo's Naturaleza jurídica de las universidades worship into Euripides's Ion). nacionales. (Legal nature of national universi- Carpintero Benitez, Francisco ties). Los constructos racionales en la reflexión Rosales, Alberto sobre la justicia (primera parte) (Ratio- Semblanza de Agustín Rodríguez y reseña de nal constructions inside the reflection about su libro Wahrheit und Befindlichkeit in der justice). Fundamentalontologie. Iracheta, Francisco El problema de la libertad y de la normatividad en la teoría ética de Kant (The problem of freedom DIKAIOSYNE Nº 22 and normativity in Kant‟s ethical theory). Belandria, Margarita Lara, José David Venezuela y su Estado de Derecho (The Pobreza y violencia. Un ensayo reflexivo Venezuelan rule of law). desde México (Poverty and violence. A refle- Bianchi Pérez, Paula Beatriz xive essay from mexico). Evolución del concepto de bien jurídico en la Mora García, J. Pascual dogmática penal (Evolution of the concept of Aproximación filosófica a la nueva Ley legally protected interest in penal dogmatics). Orgánica de Educación (2009): aciertos, Calvo G., José silencios y vacíos (Philosophical ap- Libertad de Expresión y Weblogs (Freedom proaching to the new Organic Law of Educa- of speech and weblogs). tion (2009): abilities, suppressions and vacan- González, Rush cies). Fenomenología de la expresión y la objetiva- Pino de Casanova, Malín ción del conocimiento en Cassirer (Phenome- Occidente, democracia y alteridad (Occident, nology of expression and knowledge‟s objeti- democracy and alterity). vation in Cassirer). Rodríguez S., Román Portuondo Pajón, Gladys L. Dimensión teórico-normativa de la igualdad Historia, antropocentrismo, maquiavelismo. en la constitución de 1961 (The theoretical - La perspectiva filosófica de Jacques Maritain. normative dimension in the constitution gives (History, anthropocentrism, machiavelism: 1961). the Maritain's philosophical point of view ). Ramos Pascua, José Antonio DIKAIOSYNE Nº 24 Balance crítico de la Filosofía Jurídica de H. Aguiló Bonet, Antoni Jesús L. A. Hart ( A critical balance of H.L.A. Globalización neoliberal y teología neocon- Hart‟s Legal Philosophy). servadora: la teología neoliberal de Michael Ramis M., Pompeyo Novak [Neoliberal globalization and neocon- Campaña de autobuses ateos (Atheist bus servative theology: Michael Novak's neolibe- campaign). ral theology] Robledo, Alejandro Barrientos Rastrojo, José Interpretación democrática (Democtratic Crítica de la justicia social singeriana en el interpretation). orbe de una propuesta liberal moderada (Cri- Margarita Belandria tique of sigerian social justice inside of a Rafael Pizani en el centenario de su naci- moderate liberal proposal). miento. Carpintero Benitez, Francisco Los constructos racionales en la reflexión sobre la justicia (segunda parte) [Ratio- DIKAIOSYNE Nº 23 nal constructions inside the reflection about Asuaje, Rosa Amelia justice] Una Aproximación lexicográfica del Culto a Pacheco Amitesarove, Antonio J. Apolo en el Ion de Eurípides (A lexico- Las nociones de espacio y tiempo en la obra pre-crítica de Kant: “de la única prueba fun-

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damental posible para una demostración de la Ramis Muscato, Pompeyo existencia de Dios” (1763) [The notions of La duda y sus limitaciones [The doubt space and time in the precritical work of Kant and its limitations] "the only possible fundamental proof for a Ramos Pascua, José Antonio demonstration of the existence of god" Justicia y derechos humanos en el pensamien- (1763)] to jurídico de H. L. A. Hart [Justice and Rensoli Laliga, Lourdes human rights in H. L. A. Hart's legal philoso- Franz Rosenzweig: la judeidad como parte de phy] lo humano [Franz Rosenzweig: the jewish Rodríguez, Román condition as a form of the human] La prueba de los hechos, una discusión jurídi- Rodríguez Salón, Román ca y epistemológica [The proof of the facts, a Dimensión teórico-normativa de la igualdad legal and epistemological issue] en la Constitución de 1961 [The theoretical - Suzzarini Baloa, Andrés normative dimension in the Constitution Platón, origen de las utopias [Plato, the sour- gives 1961] ce of utopias] Suzzarini Baloa, Andrés Angulo Rivas, Alfredo Una aproximación al concepto de utopía [An Es que la historia ya no es como antes… approach to the concept of utopia] DIKAIOSYNE Nº 26 Torres Rangel, Jorge Alexander Barrientos Rastrojo, José Descartes: las pasiones del alma y la música El „filósofo-poético‟ en la obra de María barroca [Descartes: Passions of the Soul Zambrano [The "Poet-philosopher" in the and Barroque Music] work of Maria Zambrano] Belandria, Margarita y Suzzarini, Andrés Socialismo y utopía [Socialism and utopia] DIKAIOSYNE Nº 25 Buganza, Jacob Calvo G. José Crítica al papel del corazón en la antropología Constitucional Law en clave de teoría litera- y la ética de Dietrich von Hildebrand [Criti- ria: una guía de campo para el estudio [Cons- cism to the Role of the Hearth in the Anthro- titutional law and literary rheory. A field pology and Ethics of Dietrich von Hilde- guide] brand] Ceaser, James W. González de Requena Farré, Juan Antonio Una genealogía del antiamericanismo [A Las sociedades de la sociedad civil [The genealogy of anti-americanism (Traducción societies of civil society] de Gladys Portuondo)] Steinfath, Holmer González, Roberto Igualdad e intereses. Fundamentación de la La idea de la historia y la estructura dinámica moral en Ernst Tugendhat [Equality and del ser del hombre desde el punto de vista de Interests. The Moral Foundations according Eduardo Nicol [Idea of history and the man‟s to Ernst Tugendhat] dynamic structure, from Eduardo Nicol‟s Mora García, José Pascual point of view] La ley de educación universitaria-2010 en Hočevar, Drina siete pares categoriales [Higher education act- Sujeto, Diálogo y Trascendencia en Edipo en 2010 in seven categorical pairs] Colono de Sófocles [Subject, dialogue and Ortiz Palanques, Marco transcendence in Sophocle´s Oedipus at La fórmula de Madison [The Formula of colonnus] Madison] Ochoa, María Julia Parmigiani, Matías Inalienabilidad de los bienes culturales [On Reflexividad, imaginación y empatía en la the inalienability of cultural objects] concepción arendtiana del juicio moral [Im- agination, reflexivity and empathy in Hannah Arendt‟s conception of moral judgment]

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Vásquez, Eduardo interpretation of the constitution in the social La filosofía en las humanidades [Philosophy and democratic state of law). in humanities] Villate, Jorge L. Entre tiranos y villanos: Fuente Ovejuna, una DIKAIOSYNE Nº 27 lectura políticamente incorrecta Alcántara Moreno, Gustavo (Between tyrants and villeins: Fuente Oveju- Reflexiones sobre la noción de trabajo en na, a politically incorrect reading). Adam Smith (Reflections on the notion of labor in Adam Smith). DIKAIOSYNE Nº 28 De Mora Quirós, Enrique V. Belandria, Margarita Un caso histórico de desproporción penal: El lenguaje jurídico Muyart de Vouglans contra Beccaria. (The legal language). (A historical case of criminal disproportion: Carpintero Benítez, Francisco Muyart of Vouglans against Beccaria). ¿Derechos de las personas o derechos de las Garrán Martínez, José María teorías? (Rights of persons or rights of El préstamo con interés y la usura en el pen- theories?). samiento de Domingo de Soto. Un ejemplo de Ramis, Pompeyo confrontación entre la moral y la economía en Una ecuación es para siempre (An equation is el siglo XVI. forever). (The loan with interest and usury in Domingo Robledo, Alejandro de Soto's thinking. An example of confronta- ¿Cómo construir cosas con palabras? tion between morality and economics in the (How to construct things with words?) sixteenth century). Rodríguez, Román Mora García, José Pascual Las presunciones jurídicas (Legal presump- San Antonio del Táchira: el umbral de la tions). nación y la región tachirense (revisiones Roggero, Jorge epistemológicas de la historia patria en el Gorgias y el derecho. Actualidad iusfilosófica bicentenario de la declaración de la indepen- de su retórica logológica (Gorgias and the dencia de Venezuela). Law. On the Contemporary Jurisprudential [San Antonio del Tachira: the threshold of the Relevance of his Logological Rhetoric). nation and the region of Tachira (epistemo- Rojas, Cristian logical revisions of national history in the Evolución de los derechos indígenas en la ley bicentennial of the Declaration of Independ- (Evolution of indigenous rights according to ence of Venezuela)] the law) Ochoa Jiménez, María Julia Suzzarini Andrés y Belandria, Margarita Neoconstitucionalismo y cambio de Tomas Moro y el origen del concepto de paradigma judicial (Neoconstitutionalism and utopía (Thomas Moro and the sources of the change of judicial paradigm). concept "uthopia"). Portuondo P., Gladys Gil Otaiza, Ricardo Karl Jaspers y la filosofía de la comunicación La herbolaria, entre la magia y la ciencia (Karl Jaspers and the Philosophy of Communication). DIKAIOSYNE Nº 29 Rodríguez Campos, William Mora García, José Pascual Aporte de la Iglesia al Derecho Humano El 19 de abril de 1810: una mirada retropro- Amerindio (Contribution of the Church to gresiva de la tachiranidad. On 19 april 1810: American Indian Human Right). a retrospective look on tachiran identi- Rodríguez Salón, Román ty (1810-2014). Reflexiones sobre la Interpretación de la Rodríguez, Román Constitución en el Estado social y democráti- Discusiones en torno al significado de pre- co de Derecho. (Derecho Reflections on the sunción jurídica. (Discussing in regard to the meaning of the legal presumption).

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Suzzarini, Andrés meaning of the teaching of human rigths in La imaginaria Ciudad del Sol de Tomasso the democratic society) Campanella. (Tomasso Campanella's Imagi- nary City of Sun). Ramos Pascua, José Antonio Terán, Milagros ¿Son los derechos humanos un instrumento Derecho Romano y Common Law: ars iuris y del imperialismo? (¿Are human rights an razón artificial. (Roman law and Common instrument of imperialism?) law: ars iuris and artificial reason). Rojas Belandria, Cristian Paul Casanova, Carlos Los imperativos en la filosofía kantiana Comentario a: Conocimiento de Dios por las (The imperatives in kantian philosophy) vías de la Razón y del Amor, de Josef Seifert Salgado Escorcia, Felisa Sandra Parmigiani, Matías Participación política de la mujer. Mujeres: Empatía, reflexividad y juicio moral. Comen- logros de ciudadanía y participación política tarios a: ¿Es necesaria la empatía para la en México. moralidad? de Jesse J. Prinz Díaz Estrada, Francisco Ignacio Ellacuría, un mártir que ilumina el INTERDISCIPLINARES caminar del quehacer científico comprometi- Ricardo Gil Otaiza do. El pensamiento complejo en la enseñanza de la farmacognosia. DIKAIOSYNE Nº 31 Mª Concepción Rodríguez, Ricardo Gil Otai- Barradas Nahr, Mariela & Rico Montilla, za, et al Caracterización etnobotánica y etno- Mario médica de Aloysia Citriodora Palau en el El Pensamiento ético de Baruch de Espinosa. Municipio Rangel del Estado Mérida, Vene- Ester Sánchez, Antonio Tirso zuela. Los objetivos declarados del derecho a la Ricardo Gil Otaiza, Juan Antonio Carmona educación. Especial consideración al menor Arzola y Mª Concepción Rodríguez inmigrante. Estudio etnobotánico y etnomédico en las Megías Quirós, José Justo comunidades rurales de Bailadores, Munici- El derecho y los derechos en la antigua Gre- pio Rivas Dávila del Estado Mérida – Vene- cia. zuela. Rico Montilla, Mario Alejandro Alegría y libertad en la ética de Baruch de Espinosa. DIKAIOSYNE Nº 30 Rojas Belandria, Cristian Belandria, Margarita Objeciones de San Agustín al maniqueísmo. Fundamentos a priori de la ética y el derecho Suzzarini, Andrés en Kant (A priori foundations of ethics and La Nueva Atlántida de Francis Bacon. law in Kant). TRADUCCIÓN Carpintero Benítez, Francisco Tom Rockmore Personas y cosas: la persona en las personas El nazismo y la filosofía de Heidegger (People and things: the person in people) (Traducción de Gladys Portuondo) Contreras, Frank RECENSIONES Personalismo comunitario y transformación Margarita Belandria social en el pensamiento de Emmanuel Cappelletti: un poeta filósofo. Mounier (Communitarian personalism and social transformation in Emmanuel Mounier's INTERDISCIPLINARES thinking) Ricardo Gil Otaiza e Isabel Gil Toba Ester Sánchez, Antonio Tirso Los nombres vernáculos de las plantas medi- El sentido de la enseñanza de los derechos cinales como expresión lingüística y cultural humanos en la sociedad democrática (The en algunos herbolarios del estado Mérida.

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DIKAIOSYNE Nº 32 I. RECENSIONES Buganza, Jacob Belandria, Margarita Permanencia y vigencia del concepto de Homenaje al profesor Andrés Suzzarini “virtud moral” en la filosofía contemporánea Permanence and validity of the concept of II. ARTÍCULOS DEL PROFESOR SUZZARINI "moral virtue" in contemporary philosophy. Suzzarini, Andrés Graterol Mujica, M. Andreína Aristocracia del saber y otras formas de go- La Muerte como la posibilidad más cierta del bierno en la doctrina política de Platón. Dasein Aristocracy of knowledge and other forms of Death as Dasein`s most certain possibility. government at Plato‟s political doctrine Megías Quirós, José Justo Suzzarini, Andrés Derecho y derechos en la antigüedad romana El filósofo gobernante y su educación como Law and rights in roman antiquity. especialista en la doctrina política de Platón. Pérez Perdomo, Rogelio The ruler-philosopher and his education as Estado de naturaleza, anomia y derecho una scholar in Plato's political doctrine reflexión desde américa latina State of nature, anomia and the law. A reflec- III. ARTÍCULOS DE OTROS AUTORES tion from latin america. Rodríguez Puerto, Manuel Rico Montilla, Mario Alejandro ¿Es la certeza jurídica un mito? La propuesta Naturaleza del alma en la ética de Baruch de del realismo jurídico americano Espinosa Is legal certainty a myth? The proposal of Nature of the soul in the ethics of Baruch de american legal realism Espinosa. Sánchez, Nuria Sevilla Godínez, Héctor Política, democracia y contingencia: una El camino hacia la metafilosofía a través de la lectura de la Ética de Spinoza paradoja del mundo “real” en el Mūla- Politics, democracy and contingency. An madhyamakakārikā de Nāgārjuna account of Spinozas‟s “Ethics” The way to metaphilosophy through the Terán Pimentel, Milagros paradox of the “real” world in Nāgārjuna´s La justicia y su realización como principio, Mūlamadhyamakakārikā causa y elemento del derecho: una mirada a la luz de la concepción romana de ius Suzzarini, Andrés Justice and its realization as a principle, cause Las doctrinas socialistas and element of law: a look through the roman The socialist doctrines conception of ius

INTERDISCIPLINARES Gil Otaiza, Ricardo Plantas medicinales: medicamentos y venenos Medicinal plants: medicines and poisons. Revilla Herman, Edison R. & Gil Otaiza, Ricardo Aspectos filosófico-legales de la educación universitaria para el adulto mayor en Vene- zuela Philosophical-legal aspects for the older adult university education in Venezuela.

DIKAIOSYNE Nº 33 Edición en homenaje al Profesor Suzzarini

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IV. INTERDISCIPLINARES

Belandria, Margarita La proposición como elemento constitutivo del razonamiento lógico The proposition as a constitutive element of logical reasoning………………….133

Gil Otaiza, Ricardo y Revilla Herman Edi- son R. El lenguaje científico en la formulación de modelos teóricos Scientific language in the formulation of theoretical models……………………161

Revilla Herman Edison R. y Gil Otaiza, Ricardo La construcción de teorías científicas: una disertación desde lo pragmático The construction of scientific theories: a pragmatic dissertation………………...195

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CDCHT El Consejo de Desarrollo, Científico, Humanístico, Tecnológico y de las Artes es el organismo encargado de pro- mover, financiar y difundir la actividad investigativa en los cam- pos científicos, humanísticos, artísticos, sociales y tecnológicos.

Objetivos Generales Estructura El CDCHT, de la Universidad de Los •Directorio: Vicerrector Académico, Andes, desarrolla políticas centradas en Coordinador del CDCHT. tres grandes objetivos: •Comisión Humanística y Científica. •Apoyar al investigador y su generación •Comisiones Asesoras: Publicaciones, de relevo. Talleres y Mantenimiento, Seminarios en •Vincular la investigación con las nece- el Exterior, Comité de Bioética. sidades del país. •Nueve subcomisiones técnicas aseso- •Fomentar la investigación en todas las ras. unidades académicas de la ULA, relacio- nadas con la docencia y con la investiga- Programas ción. •Proyectos. •Seminarios. Objetivos Específicos •Publicaciones. •Proponer políticas de investigación y •Talleres y Mantenimiento. desarrollo científico, humanístico y tec- •Apoyo a Unidades de Trabajo. nológico para la Universidad. •Equipamiento Conjunto. •Presentarlas al Consejo Universitario •Promoción y Difusión. para su consideración y aprobación. •Apoyo Directo a Grupos (ADG). •Auspiciar y organizar eventos para la •Programa Estímulo al Investigador promoción y la evaluación de la investi- (PEI). gación. •PPI-Emeritus. •Proponer la creación de premios, men- •Premio Estímulo Talleres y Mantea- ciones y certificaciones que sirvan de miento. estímulo para el desarrollo de los inves- •Proyectos Institucionales Cooperativos. tigadores. •Aporte Red Satelital. •Estimular la producción científica. •Gerencia.

Funciones www.ula.ve/cdcht •Proponer, evaluar e informar a las Co- E-mail: [email protected] misiones sobre los diferentes programas Telf. 0274-2402785/2402686 o solicitudes. •Difundir las políticas de investigación. •Elaborar el plan de desarrollo. Alejandro Gutiérrez Coordinador General

UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

Mario Bonucci RECTOR

Patricia Rosenzweig VICERRECTOR ACADÉMICO

Manuel Aranguren VICERRECTOR ADMINISTRATIVO

José María Andérez SECRETARIO

Alejandro Gutiérrez COORDINADOR GENERAL DEL CONSEJO DE DESARROLLO CIENTÍFICO, HUMANÍSTICO Y TECNOLÓGICO