Planimetría De Las Iglesias Románicas De La Provincia De a Coruña
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Actas del Primer Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Madrid, 19-21 septiembre 1996, eds. A. de las Casas, S. Huerta, E. Rabasa, Madrid: I. Juan de Herrera, CEHOPU, 1996. Planimetría de las iglesias románicas de la provincia de A Coruña María del Pilar Carrillo Lista J. Ramón Ferrín González Todo estudioso del románico rural gallego tropieza Esta dinámica constructiva continuó con fuerza a con la dificultad que plantean los estrechos Jímites en lo largo de la duodécima centuria y, en especial, en que ha de trabajar, es decir, la habitual ausencia de la segunda mitad del siglo, momento en el 'Quese documentos referidos a la construcción de las igle- construyeron la mayoría de las iglesias románicas de sias, las modificaciones y restauraciones que han su- Galicia, aunque este impulso siguió vigente en el pri- frido los edificios a través de los siglos y la inevita- mer cuarto del siglo XIII. ble imprecisión que ambas circunstancias ocasionan El resultado de esta coyuntura favorable fue una en algunos momentos. fiebre constructiva y restauradora que generó una Hasta hace algunas décadas, el arte románico ga- gran demanda de personal especializado, aunque de llego era uno de los grandes desconocidos del patri- muy diversa formación y pericia a la hora de desarro- monio español a todos los niveles, no sólo por la es- llar su labor. Los taIleres itinerantes de canteros lega- casez de publicaciones al respecto, sino también ron multitud de obras de muy desigual calidad. De porque se daba por supuesto que todo él emanaba de entre las conservadas, la mayor parte de ellas no tie- la influencia ejercida por la catedral de Santiago de nen demasiadas pretensiones artísticas, pero sí una Compostela. frescura y originalidad en los temas que las hace dig- El gran desarrollo que experimentó este estilo desde nas de la mayor atención. fines del siglo XI y durante todo el XII se vio favore- cido por una situación sociopolítica caracterizada por la paz y la estabilidad. Los monarcas Alfonso VII Dos EDIFICIOS DEL SIGLO XI' (1126-1157), Fernando II (1157-1188) Y Alfonso IX (1188-1230), educados por ayos gallegos pertenecien- Bien poco nos ha llegado de lo que fue el románico tes a la poderosa familia conda] de ]os Traba, fomenta- del siglo XI en A Coruña, que ha quedado reducido a ron el desarrolJo de villas y ciudades, creando unas y dos ig]esias: San Antolín de Toques2 (Toques) y San repoblando otras, actividad en ]a que también contaron Juan de Vilanova3 (Miño). con la colaboración de los prelados de las diócesis ga- La persistencia de la tradición prerrománica ga- llegas. Baste recordar el enorme protagonismo ejer- llega se manifiesta en la subsistencia de la planta de cido por la sede compostelana, desde e] mismo mo- nave única con cabecera rectangular, como sucede en mento del ascenso de Gelmírez al obispado de San Antolín de Toques, también conocida como A Santiago (1100) y su posterior nombramiento como ar- Capela. Se trata, con gran probabilidad, de una cons- zobispo (1120), quien realizó una importante labor trucción altomedieval de nave y ábside rectangulares, como restaurador de iglesias en toda la diócesis.\ que aúna elementos hispanovisigodos, asturianos y 116 M.' P. Canilla, J. R. FeITín mozárabes, posteriormente remozada en la undécima centuria. La concepción del espacio sigue el modelo -':'" prerrománico, con una capilla de reducidas dimen- siones y comunicada con la nave por medio de un angosto arco triunfal. En este ábside el oficiante se separaba del pueblo, quedando incluso oculto du- rante algunos momentos de la liturgia. Mientras Toques se enraíza en la tradición alto me- dieval, San Juan de Vilanova puede considerarse «como puntal de paso entre lo prerrománico y lo ro- mánico»,4 por introducir por primera vez en la pro- Figura l vincia un ábside semicircular sin tramo recto en un P]anta de San Martín de Tiobre (según E.T.S.A. de A Co- edificio de nave única. Lo característico de Vilanova ruña) es la gran amplitud de su arco de ingreso al presbite- rio. Esta innovación se debe al cambio de liturgia, que perseguía una mayor comunicación entre el ofi- En este apartado merece especial mención San ciante y el pueblo, permitiendo a la vez una mayor Tirso de Oseiro (Arteixo), edificio en el que aparece relación entre la capilla y la nave. un tramo rectangular intermedio entre la nave y el ábside, todos a distintos niveles. Otro grupo de edificios es el formado por aquellos Los EDIFICIOS DEL SIGLO XII con ábside semicircular, precedido en todos los ca- sos de un breve tramo recto que puede ser destacado En el siglo XII, sobre todo en su segunda mitad, se en planta, como en Santa María de Melide o Santa construyeron la mayor parte de los edificios románi- María de Cuíña (Oza dos Ríos) (figura 2). Es fre- cos gallegos. Atendiendo a su planta se pueden agru- cuente que para contrarrestar empujes de las bóve- par en tres grandes tipos: las iglesias más sencillas das, se adosen al exterior del hemiciclo dos semico- son las de nave y ábside únicos; un segundo apartado lumnas o contrafuertes acusados en la planta. Las lo constituyen las de planta basilical: finalmente, en el primeras aparecen en Melide o San Juan de Caaveiro tercer grupo se encuentran las de planta de cruz latina, (A Capela); los segundos se encuentran en San Mar- cuyo máximo exponente es la catedral de Santiago de tín de Andrade (Pontedeume) o Santiago de Rebo- Compostela, ejemplo único en su género en España. redo (Oza dos Ríos). En cuanto a las naves, en los dos casos son senci- llas, generalmente con tres puertas, una en cada late- Iglesias de nave única ral y otra en la fachada occidental. En algunos edifi- La mayoría de las iglesias románicas gallegas pre- senta una sola nave y un ábside rectangular, lo que r~n ~""-" supone un planteamiento organizativo de la arquitec- ~ ~ .. r}" tura más cercano al del mundo prerrománico, así su- lj--- . <'-1-~?«~ "J' cede en San Pedro de Leis (Muxía). En el interior del '--',:!: presbiterio suele aparecer un arco fajón que refuerza _:"'-, I-. .,>--7.:' la bóveda, sostenido por dos semicolumnas que se ~¡~\s> acusan en planta, como en San Cosme de Sésamo (Culleredo) o San Martín de Tiobre (Betanzos) (fi- gura 1). Éstas suelen tener su conespondencia exte- l L_dJ. rior en dos contrafuertes prismáticos, aunque no ~ ~"'-'- -~"'... siempre es necesaria la presencia de las columnas Figura 2 para que éstos aparezcan, tal es el caso de San Vi- Planta de Santa María de Cuíña (según E.T.S.A. de A Co- cente de Elviña (A Coruña). ruña) Planimetría de las iglesias románicas de A Coruña 117 cios se encuentran en marcadas por contrafuertes, Lo más frecuente es que las capillas se abran di- como en Tiobre. Excepcionalmente, en el interior rectamente a las naves. Éstas se dividen entre sí por aparecen semicolumnas entregas o pilastras adosadas medio de pilares compuestos de sección cuadrangu- a los muros laterales de la nave, que se corresponden lar, con columnas adosadas en cada una de sus caras. con contrafuertes exteriores, así sucede en Santa Ma- Sobre ellas tienden arcos formeros y fajones que des- ría de Dexo (Oleiros), Santa María de Herbón (Pa- cansan en responsiones de los muros, que se corres- drón), San Pedro de Gonte y Santa María de Portor ponden con contrafuertes por el exterior. Un caso (ambas en Negreira). singular en la provincia es el de Santiago de Mens, ya que sus naves aprovechan los pilares de un edifi- cio prerrománico anterior. Edificios de planta basilical Gracias al uso del pilar compuesto, el espacio se articula en tramos, una especie de módulo que se re- En la provincia de A Coruña aparece un número no pite a lo largo de las naves y constituye uno de los demasiado elevado de construcciones de tres naves y logros de la arquitectura románica frente al mundo tres ábsides. En la mayoría de los casos éstos son se- altomedieval. Sin embargo, no todos los tramos tie- micirculares, el central destacado y de mayor ta- nen iguales dimensiones, en algunos edificios se ge- maño, como sucede en San Martín de Xubia (Neda) nera un espacio de mayor anchura situado ante las (figura 3), San Salvador de Bergondo, Santa María capillas, aunque no se puede considerar un transepto, de Mezonzo (Vilasantar), Santo Tomé de Montea- puesto que no sobresale en planta, como sucede en gudo (Arteixo) y San Julián de Moraime (Muxía), Mezonzo y Monteagudo. aunque en este último caso la capilla mayor ha sido A veces se producen cambios de planteamiento, sustituída por otra rectangular. como en Monteagudo (figura 4), templo proyectado originariamente con al menos cuatro tramos de los que todavía se conservan algunas responsiones. Sin ~ embargo, las reducidas dimensiones los mismos obli- garon a un abandono de la idea primitiva, despla- o o o zando dos pilares para conseguir espacios más diáfa- nos.s o o o Existen tres edificios en la provincia que aunque actualmente presentan otro esquema en planta, con toda probabilidad fueron iglesias basilicales de tres Figura 3 Planta de San Martín de Xubia (según C. Fernández-Gago ~ Varela) /'~~::=J ~r , / ;:(, ). "- L-:",~ ,/,-" u: /. .._1 ~" :'../' ;L., Una variante en este tipo de edificios basilicales es (V' aquella en la que la capilla central no tiene planta se- micircular, sino poligonal, concretamente semideca- '~..:;i)~. - L..-\.. j J-'\ gonal, caso de Santa María la Real de Sar (Santiago) '\ ) ./ .r-"vr: ""lo . J O' y Santiago de Mens (Malpica de Bergantiños). ' (..{ Como sucedía en el caso de las iglesias de una sola nave, los ábsides se articulan hacia el exterior \ '-.'"--.rL< '~-~' J '-....