La Revolución Mexicana : Atlas Histórico
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
De los caudillos a las instituciones UERTOS ZAPATA Y CARRANZA, derrotado Villa y en un país militarizado, amenazado por numerosas gavillas, fue im- perativo afrontar éstos y otros problemas políticos para cumplir con los postulados de la revolución. De los más importantes eran entregar tierras a los campesinos (sólo se había repartido el 1 °/o de las tierras laborables), la pacificación total para sentar las bases del desarrollo económico y la institucionalización del poder con el reconocimiento del nuevo gobierno por otras naciones y, particu- larmente de los Estados Unidos. Los caudillos sonorenses Adolfo de la Huerta, Alvaro Obregón y Plutarco Elias Calles surgieron como nuevos líderes y presiona- ron hasta lograr que el primero fuese nombrado por el Congreso presidente interino, para gobernar del Io de junio al último de noviembre de 1920, en tanto se convocaba a elecciones. De la Huerta, responsable de mantener la hegemonía de su grupo, neutralizó o eliminó a ciertos enemigos del obregonismo, entre ellos a Jesús M. Guajardo, quien traicionó a Zapata y fue ejecu- tado por intentar sublevarse a favor de Pablo González, quien tiempo después salió del territorio nacional. Amnistió a Francisco Villa por los convenios de Sabinas, entregándole en propiedad la hacienda de Canutillo, y al expulsar a Félix Díaz, anuló al último 105 DGE. La revolución mexicana : atlas histórico. 1991 representante militar de la dinastía porfirista. De la Huerta consi- guió la pacificación del país, a pesar de los levantamientos ocurri- dos durante su breve interinato. Obregón reanudó su campaña presidencial enfrentándose al inge- niero Alfredo Robles Domínguez, considerado "neocarrancis- ta", apoyado por el Partido Nacional Republicano. El programa del divisionario sonorense proponía mantener la inviolabilidad de la soberanía de la nación respecto a sus recursos naturales, esti- mular las inversiones extranjeras y dar apoyo a los terratenientes "progresistas" y pequeños propietarios capitalistas rurales. En profesión de fe agrarista, declaraba una alianza con el movimien- to zapatista. En junio de 1920 se funda el Partido Nacional Agrarista (PNA) surgido de los antiguos clubes agraristas, encabezado por Anto- nio Díaz Soto y Gama, Aurelio Manrique, Rodrigo Gómez y Feli- pe Santibáñez. Este partido "se integraba casi exclusivamente con campesinos y perseguía como único objeto el desarrollo de la Reforma Agraria" (Fuentes Díaz, 1969, p. 213). En las elecciones presidenciales de septiembre, Alvaro Obregón obtuvo el triunfo, el 10 de diciembre de 1920 tomó posesión como Presidente Constitucional, por un período de cuatro años. Desde que asumió la presidencia se dedicó a resolver los proble- mas nacionales más agobiantes, uno de los primeros, la reorgani- zación del ejército con el propósito de debilitar el poder de los caudillos militares; formó reservas, dio de baja a numerosos miembros del ejército, estableció colonias para ellos y aumentó el número de zonas militares para disminuir la influencia de los je- fes. Favoreció igualmente la participación de organismos políticos ci- viles en la vida nacional para contrarrestar la preponderancia mi- litar y cimentar la base de poder de su gobierno. Por esta tónica oficial el Partido Nacional Agrarista y la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), dirigida por Luis Napoleón Moro- nes, fueron las instituciones que más apoyaron a Obregón y las más beneficiadas por la política gubernamental. En el agro mexicano persistió el descontento porque el reparto agrario se había interrumpido, incluso, sólo en el estado de More- los se logró una transformación efectiva en el sistema de tenencia de la tierra. Las demandas campesinas fueron manejadas por el PNA; sin embargo, otras organizaciones lucharon por las reivin- dicaciones en el campo: una de ellas, la Liga de Comunidades Agrarias de Veracruz, creada en marzo de 1923. "La liga, debido a la influencia comunista, estableció lazos con organismos obre- ros nacionales e internacionales ...Su influencia rebasó Veracruz, y pronto apareció en otros estados donde los gobiernos locales mostraron cierta simpatía por las demandas campesinas, como en Michoacán, Puebla, Jalisco, Tamaulipas y Yucatán" (Meyer, 1981, p. 1209). 106 DGE. La revolución mexicana : atlas histórico. 1991 Obregón comprendió la prioridad política del problema de los campesinos y prácticamente en su gobierno se inició la reforma agraria. ''Durante el primer año de su mandato distribuyó más tierras que Carranza en cinco años, casi en un total de 500 000 hectáreas. Pero después disminuyeron las superficies repartidas... Los acontecimientos políticos obligaron empero a Obregón a ace- lerar el ritmo de la distribución en 1923. Habiéndose rebelado... generales reaccionarios, tuvo que solicitar el apoyo campesino para mantenerse en el poder... Al final de su período, en 1924, Obregón había distribuido... 1 200 000 hectáreas de tierra a unos 100 000 campesinos" (Gutelman, 1983, p. 89). El programa agrario obregonista tuvo "...los altos y bajos inevi- tables cuando dentro del gobierno mismo hay choques de intere- ses. Para no afectar demasiado los intereses de los latifundistas, Obregón sostenía que debía irse creando la pequeña propiedad agrícola sólo con los excedentes de los latifundios para evitar un desequilibrio económico''(Sánchez/Lafuente, 1979, p.2493). Su política agraria trató de equilibrar por una parte, la exigencia campesina por sus tierras, y por la otra, la resistencia de los terra- tenientes nacionales y extranjeros a entregarla a sus auténticos propietarios: los campesinos. Sin embargo, esta tímida reforma agraria obregonista provocó una violenta reacción de los terrate- nientes, quienes con el apoyo de un sector importante del ejército reprimieron al movimiento campesino. "...muchos campesinos se vieron amedrentados... por las coléri- cas prédicas de los sacerdotes desde el pulpito y por las amenazas de los terratenientes, en el sentido de que 'las cosas tendrían que cambiar' y a los 'agraristas' ladrones que aceptaban tierras ejida- Ies 'robadas' se les haría 'perros del mal' por el resto de su vida" (Sánchez/Lafuente, 1979, p.2493). El régimen de Obregón protegió decididamente a la CROM, con- virtiéndose en la institución obrera preponderante. A cambio de este apoyo el gobierno controló a través de la CROM, al movi- miento laboral. Sin embargo, no satisfizo en su totalidad las peti- ciones de los líderes cromistas, particularmente en la creación de un ministerio del trabajo, dirigido por Morones, y si bien nunca apoyó a otras organizaciones sindicales, tampoco su gobierno descansó sobre la base so cial obrera sino en la campesina. La Confederación General de Trabajadores (CGT) constituida en 1921, fue la principal central obrera anarcosindicalista que se mantuvo independiente de la política oficial, por lo que luchó contra la CROM y el Estapo, aunque su influencia era bastante li- mitada. Las relaciones entre la CROM y el gobierno acusaron altibajos, pues la Confederación goz:ó del apoyo gubernamental en distintos conflictos laborales. Pero, desde 1921 surgieron diferencias, al oponerse la central obrera a la represión de los trabajadores ferrocarrileros, aunque posteriormente -en 1923- la CROM ayu- dó a romper el movimiento de huelga tranviario en el Distrito Fe- 107 DGE. La revolución mexicana : atlas histórico. 1991 deral. Al final del gobierno de Obregón las diferencias se acen- tuaron cuando los líderes cromistas exigían más puestos guberna- mentales, "...entre ellos el de los 'ataches' obreros en las embaja- das de México..." (Fuentes Díaz, 1969, p.211). En su conjunto, la política de Alvaro Obregón se caracterizó por un complicado juego de equilibrios entre las cosas contradictorias en que debía apoyarse, mas siempre mantuvo claridad en cuanto a sus objetivos revolucionarios y no vaciló en tomar las medidas más drásticas para llevarlos a cabo. El 8 de julio de 1921 se crea la Secretaría de Educación Pública, nombrándose como titular a José Vasconcelos, quien propuso la regeneración de México mediante la cultura. Esta Secretaría reali- zó una trascendental campaña alfabetizadora: se establecieron es- cuelas rurales, bibliotecas y las "misiones culturales". Su labor editorial fue fecunda, destacando las colecciones de "clásicos", "lecturas clásicas para niños", "lecturas para mujeres", la revis- ta "El Maestro" y las cartillas de alfabetización. Fomentó la obra de Rivera, Orozco y otros muralistas mexicanos. México atravesaba por una situación difícil a la que se sumó el conflicto religioso. La jerarquía católica criticó severamente la Constitución de 1917 -que aumentó y reafirmó los mandatos an- ticlericales de la de 1857- en especial, los artículos 3, 25, 27 y 130. Incluso, alentó las protestas de la Acción Católica Juvenil Mexi- cana (ACJM). Algunos gobiernos estatales comenzaron a dictar disposiciones un tanto violentas, lo que agudizó el problema. La tensión entre el Estado y la Iglesia aumentó en 1923 cuando el go- bierno tuvo que expulsar del país, por sus ataques al gobierno y violaciones a las leyes mexicanas, al nuncio apostólico Filippi, y detuvo la edificación del monumento a Cristo Rey en el Cerro del Cubilete, Guanajuato. Acontecimientos que ensombrecieron aún más el panorama na- cional, fueron las tragedias políticas. En 1922 algunos señalados opositores de Obregón como Francisco Murguía y Lucio Blanco murieron asesinados; Juan Carrasco pereció en combate y Fran- cisco Villa fue acribillado en Parral, Chihuahua, el 20 de julio de 1923. Por otro lado, el gobierno