Las Imágenes De La Discordia Titulo Antezana Barrios, Lorena Mónica
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Las imágenes de la discordia Titulo Antezana Barrios, Lorena Mónica - Autor/a; Autor(es) Buenos Aires Lugar CLACSO Editorial/Editor 2015 Fecha Colección Televisión; Dictadura; Democracia; Programas de televisión; Chile; Temas Doc. de trabajo / Informes Tipo de documento "http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/becas/20150212111852/Ensayo_final.pdf" URL Reconocimiento-No Comercial-Sin Derivadas CC BY-NC-ND Licencia http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es Segui buscando en la Red de Bibliotecas Virtuales de CLACSO http://biblioteca.clacso.edu.ar Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) Conselho Latino-americano de Ciências Sociais (CLACSO) Latin American Council of Social Sciences (CLACSO) www.clacso.edu.ar Lorena Antezana Barrios1 Las imágenes de la discordia Resumen A 40 años del golpe de Estado en Chile, en un clima preeleccionario marcado por distintas manifestaciones de descontento social, de crítica masiva al quehacer de la política institucional y de malestar con la democracia representativa, la televisión, quizás también haciéndose cargo de las ausencias programáticas en periodos previos, presentó nuevas propuestas en géneros de ficción y de realidad acerca del tema. Nos interesan particularmente las series Los Archivos del Cardenal (transmitida por Televisión Nacional de Chile -TVN), Ecos del desierto (Chilevisión), No (TVN) y algunos capítulos de la primera de este tipo Los 80’s (Canal 13) puesto que, al ser productos ficcionales, llegan a públicos más amplios, especialmente a jóvenes, quienes no necesariamente están al tanto de los hechos reales que, en muchos casos, están a la base de estos relatos. Las reacciones de los telespectadores fueron diversas: algunas apoyando este tipo de producciones y otras criticando las mismas al considerar que, con este tipo de emisiones se volvían a abrir las heridas de un país que está trabajando por superar estos hechos traumáticos. Estas y otras respuestas de los telespectadores nos hacen preguntarnos: ¿Qué elementos están en el origen de estas preocupaciones? ¿Cuál es el potencial “peligro” de estos productos mediáticos? ¿De qué manera estás “representaciones” –aunque ficcionales algunas- se vinculan con la memoria histórica del país? y ¿por qué estos 40 años parecen haber sido más “sentidos” que en conmemoraciones anteriores? Palabras clave Televisión, ficción, series, dictadura, democracia. Abstract Forty years after the coup d'etat in Chile, the pre-election climate in the country was marked by various manifestations of social unrest, widespread criticism of political institutions, and discontent with representative democracy. In this context television, perhaps taking responsibility for its programmatic silence until then, presented new fictional and reality-based programs on the coup and subsequent dictatorship. We are particularly interested in the series "The Cardinal‟s Files" (broadcast on National Television of Chile, TVN), "Desert Echos” (Chilevisión), “No” (TVN) and some episodes of the first program of this type, "The 80s" (Canal 13). This is because as fictional 1Académica – Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) de la Universidad de Chile. Doctora en Información y Comunicación de la Universidad Católica de Lovaina – Magíster en Comunicación Social, Licenciada en Comunicación y Periodista de la Universidad de Chile. Actualmente coordina el Magíster en Comunicación Política de esta misma casa de estudios. 1 programs they appeal to a wider audience, particularly among young people, who aren't necessarily aware of the actual events that in many cases are the basis of the storylines. Reaction among television viewers to these programs varied. Some expressed support for these productions while others criticized them, reasoning that such programs would re-open the wounds of a country trying to overcome the traumatic events of the past. These and other responses from television viewers lead us to ask: What elements are the basis for such concerns? What is the potential "danger" of these media products? How are these "representations," though fictional, linked to the country's historical memory? Why does the 40th anniversary of the coup appear to have more "meaning" than previous commemorations? Key words Television, fiction, series, dictatorship, democracy. 2 “Estas son las imágenes que hemos dejado impresas en la memoria del país: sus huellas digitales. Sobre estas imágenes vivas nadie dejará caer un manto de olvido. Estas imágenes resisten porque no pueden morir” (Corporación AFDD, 1997: 7) Introducción En octubre de 1990 el avión que me traía de Europa toca suelo chileno. La “alegría” (como decía el eslogan de la campaña del NO), ya había llegado a un Chile que contaba con el primer presidente elegido democráticamente –en diciembre de 1989- después de la dictadura, el demócrata cristiano Patricio Aylwin. Mi hermano y mi padre, que habían regresado de Bolivia unos meses antes, me esperaban allí y a pesar del gusto de verlos, mil preguntas me atormentaban. Ya la historia de la “sangre gitana” que tenía mi familia y que explicaba la dispersión de la misma en el mundo no me parecía tan creíble. Fragmentos de historias diversas daban vueltas en mi cabeza, como imágenes de un gran rompecabezas que no terminaba de armar. Con mis tíos en Europa había recogido otros detalles. Me habían llamado la atención los nombres con los que sus amigos los llamaban (que no eran aquellos que legalmente les habían puesto), me habían contado cómo llegaron a su destino actual después de largos periplos y muchas escalas, y por qué habían tenido que salir de Chile. Mis recuerdos de infancia no calzaban con esta información, al menos no todos. Estos relatos fragmentarios se cruzaban con las imágenes de mis pesadillas de la infancia: brujas verdes que tenían encerrados a mi papá y a mi hermano en un huevo gigante a los que vigilaban volando en sus escobas y mi tía y yo tratando de encontrarlos; monstruos verdes que salían del closet y que rodeaban la cuna de mi hermano impidiendo que me acercara a él; guerrilleros (vestidos de verde) que se llevaban a un novio al que yo buscaba y así. Escribiendo estos sueños descubría patrones comunes y nuevas dudas surgían. Al momento del golpe de Estado yo tenía dos años. Por tanto, soy de la generación que creció en dictadura, a dentro del país y otra afuera. Ninguno de nosotros tuvo la posibilidad de elegir. Fuimos clasificados en algún momento como los que “no están ni allí”, luego vino la “generación x” y otras más hasta llegar a la de los “pingüinos” (2006) y a la generación de 2011, marcada por las movilizaciones estudiantiles y un nuevo interés por participar activamente de los procesos sociales y políticos del país. Es así como en 2013 tres2 de los que fueron dirigentes estudiantiles universitarios son elegidos diputados por distintos distritos. Ese mismo año se recordaron los 40 años del golpe de Estado y esta vez, a diferencia de conmemoraciones anteriores, la fecha no pasó desapercibida por la población al asumir la televisión, esta vez, un papel mucho más activo. Ya la conmemoración de los 30 años había generado impacto en la escena pública, pero en esta ocasión, fuera de las clásicas romerías al cementerio general, los informes especiales desarrollados en revistas y canales de 2 Nos referimos a Camila Vallejo Dowling, Diputada Por La Florida; Giorgio Jackson Drago, Diputado por Santiago Centro y Gabriel Boric Font, Diputado por el distrito electoral Nº 60 (Región de Magallanes y de la Antártica Chilena). 3 televisión, los actos públicos y discursos característicos de décadas anteriores, las repercusiones mediáticas fueron mayores. En este contexto me pregunto: ¿Por qué pareciera que estos 40 años fueron más “sentidos” por los chilenos en general? ¿Por qué ahora salen nuevamente a la luz las heridas que el tiempo evidentemente no ha podido borrar? Y tengo la impresión de que existen varias respuestas posibles, conectadas entre sí, que estarán a la base de este ensayo: Primero: porque la conmemoración de los cuarenta años del golpe encuentra a tres generaciones adultas compartiendo un territorio común, pero con un imaginario de país que no necesariamente es el mismo y que, en muchos casos, se enfrenta. Segundo: porque el papel desempeñado por los medios de comunicación en general, y por la televisión en específico, marcó una diferencia con conmemoraciones anteriores. Nuevos formatos y nuevas propuestas narrativas provenientes de la ficción, cuyo eje temático central fue la dictadura, se ofrecieron a los telespectadores con gran éxito de audiencia. Tercero: por tratarse de un año de elecciones presidenciales en el país, en el que se enfrentaron, como candidatas dos hijas de generales que jugaron un papel importante, desde distintas posiciones –a favor y en contra de la dictadura- 40 años atrás. Cuarto: porque la discusión se traslada desde la condena a la violación de derechos humanos a la ilegitimidad del golpe de Estado en sí mismo. Las dos primeras premisas serán el eje central de este texto puesto que, a mi juicio, serían dos de las principales dificultades de este periodo y, por tanto, de los desafíos más demandantes en la actual coyuntura democrática, fundamentalmente a nivel político. Las dos finales operarán como contexto del análisis que realizaremos. El énfasis del ensayo estará puesto en la discusión sobre la memoria social del periodo histórico vinculado con la dictadura que construyen los telespectadores, a partir del corpus de programas televisivos fundamentalmente ficcionales, emitidos por la televisión