Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ULRICH BOECHELER Cellista - Alemania

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Raramente se presentan cellistas de tinguido miembro del "Concerto este calibre. Con su lúcido tono, Soloists de ". resuelto y varonil y su brillante vir­ Este artista extraordinario está reali­ tuosismo, templado con interpreta­ zando actualmente presentaciones ciones de impecable estilo, se ha como solista con orquesta, recita­ ganado los públicos europeos. Ahora les, y está en disponibilidad de reali­ está cosechando la admiración de zar clases magistrales y residencias los Estados Unidos. universitarias. Está igualmente dis­ Antes de llegar a Norteamérica para puesto para un número limitado de trabajar con Leonard Rose en la Jui­ recitales conjuntos con la pianista Iliard School of Music, Ulrich Boe­ Susan Starr, Internacionalmente acla­ cheler se presentó como solista en el mada. Este notable dúo interpreta, Maggio Musicale en Florencia (Ita­ entre otras obras, el ciclo completo lia). Realizó giras con el director para piano y cello de Beethoven. Helmuth Rilling y el Bach Collegium "Talento extraordinario... gran de Stuttgart y fue cellista principal temperamento musical". (Stuttgarter de la Royal Philarmonic Orchestra Nachrichten-Stuttgart News) . de Flanders. "Su intensidad y gran estilo están Ulrich Boecheler obtuvo numerosos siempre al servicio de una profunda premios, incluyendo aquellos otor­ maestría musical" (La Libre Belgi­ gados por el Concurso Internacio­ que - Bruselas, Bélgica). nal Tchaikovsky en Moscú y el Con­ curso Gaspar Cassadó de Florencia. "Encantador y bellamente coloreado Fue alumno del reconocido maestro sonido del cello" (Süddeutsche Zei­ francés, André Navarra. tung - S. German News, Munich). En los Estados Unidos, se ha presen­ "Un brillante joven cellista" (Leo­ tado en el Festival Musical Marlboro nard Rose). por invitación especial de Rudolf "Magnífica maestría del instrumento" Serkin, y en el Festival Musical (La Libre Belgique - Bruselas Grand Teton. Actualmente es dis- Bélgica).

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. SUSAN STARR Pianista - Estados Unidos

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Susan Starr llamada por el New al Lejano Oriente y más de una York Times "una estrella de primera docena de viajes a Su ramérica, así magnitud", es una de las más céle­ como a través de Inglaterra, Bélgica, bres pianistas norteamericanas. Des­ Alemania, Suecia, Grecia e Italia. de su triunfo en el Concurso Tchai­ Las múltiples apariciones de Susan kovsky de Moscú, el público se ha Starr en festivales incluyen Ravinia, puesto de pie para ovacionarla tanto Ambler, Robin Hood Dell, Saratoga, en recitales como con los más dis­ Chautauqua y el Ann Arbor May. tinguidos directores y orquestas. Nativa de Filadelfia, inició sus estu­ Susan Starr hizo su debut en con­ dios con Eleanor Sokoloff. Más tarde cierto con la Orquesta de Filadelfia a ingresó al Curtis Institute of Music, los seis años de edad y ha tocado donde estudió con con esa orquesta en más de 50 oca­ hasta obtener su grado en 1961. siones. Susan Starr es miembro artístico de Se ha presentado con orquestas de la Facultad de Piano del "Philadelp­ la talla de la Filarmónica de New hia Colleges of the Arts" y es profe­ York, Sinfónica de Chicago, Or­ sora visitante de la Universidad de questa de Minnesota, Sinfónica de Michigan en Ann Arbor. Baltimore, Sinfónica de Atlanta, Sin­ Susan Starr es reconocida por sus fónica Nacional y la Sinfónica Ame­ grabaciones para la R.C.A. y Orion ricana, así como también con las Master. Ha recibido extraordinarias Sinfónicas de Dalias, Denver, India­ aclamaciones por sus dos últimas nápolis y Nueva Orleans. Entre los grabaciones: un álbum que contiene eminentes directores que la han la Sonata en Sol menor de Schu­ escogido como solista se cuentan mann y la Fantasiestücke, y un reci­ Eugéne Ormandy, Robert Shaw, tal Ravel/Griffes, ambos con el sello Maxim Shostakovich, Leopold Sto­ Orión. kowski, Sergiu Comissiona, , Aldo Ceccato, Raphael COMENTARIOS DE PRENSA Frühbeck de Burgos y Sir . "Hay muchos recitales de piano. Hay muchos pianistas, más o menos Público de todo el mundo se han talentosos, y ocasionalmente supe­ visto subyugados por el arte de riores. Pero talentos de la grandeza Susan Starr, y su activa carrera de Susan Starr, sólo se encuentran internacional la ha llevado en tres uno o dos en una generación" (La giras a la Unión Soviética, diez giras Libre Belgique - Bruselas).

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"Su técnica es inconmovible en las "La audiencia estaba absorta en su obras más exigentes. Pero más que interpretación desde los primeros pura técnica, Susan Starr puede hacer compases. Ella exhibió gran fuerza poesía en el piano" (Philadelphia emocional, un arrebato monumental Inquirer). y una soberbia ejecución" (Press "Su interpretación excedió lo ex­ Bulletin - Moscú). traordinario y penetró en ese raro y trascendente reino de lo sublime. Era "Su interpretación debería obligar una pianista prácticamente ardiendo a cada músico en la tierra a sentar­ en inspiración - un espíritu ebrio de se y prestar atención" (Times música" (Washington Post). Londres).

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Sonata No. 1 en Fa mayor, Opus 5, No. 1 L. v. Beethoven (1770-1827) Adagio sostenuto Allegro Rondó - Allegro vivace

Siete variaciones sobre "Bei Manner, L. v. Beethoven Welche Liebe tühlen" en Mi bemol mayor, de la "Flauta Mági~a" de Mozart (Grove, Opus 158) INTERMEDIO Doce variaciones sobre un tema del Oratorio L. v. Beethoven de Haendel "Judas Macabeus", Kinsky Halm Wo045

Sonata No. 2 en Sol menor, Opus 5 No. 2 L. v. Beethoven

Adagio sostenuto ed espressivo Allegro molto piu tosto presto Allegro (Rondó)

Bogotá, 5 de julio de 1989

I CONCIERTO No. 64 1

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Sonata No. 1 Las cinco sonatas para celia de Beethoven, como sus en Fa mayor, cinco tríos para piano, fueron compuestas en intervalos Opus 5, No. 1 relativamente amplios de su creatividad, y son por lo tanto más representativas como grupo que sus diez sonatas para violín, a pesar de la superioridad numérica de las últimas. Las primeras dos sonatas para celia (Opus 5) datan de 1796, la tercera (Opus 69) de 1807, y las dos últimas (Opus 102) de 1815, y así dan una visión comprensiva de su desarrollo y de su concepción de sonatas para dúo. Son también las primeras obras de verdadera importancia para celia y piano, y los varios experimentos que hizo Beethoven durante el curso de las cinco obras enfatizan los problemas que encontró en este medio comparativamente nuevo y no tratado. El mayor problema fue el equilibrio: la dificultad de ensamblar la poderosa voz cantante del registro medio del celia con el tono relativamente suave y limitado poder sustentador del piano a finales del siglo XVIII. Es significativo que él respondió al problema dándole al celia la oportunidad de expresar su suprema capacidad para tocar cantabile, y excluyó totalmente los movi­ mientos lentos de las primeras sonatas, dándoles no más que introducciones suaves. De hecho fue sólo en la última sonata (compuesta en una época donde las cuerdas más gruesas y armazones más robustos esta­ ban comenzando ya a transformar el piano en el sonoro instrumento que conocemos hoy) cuando él decidió que podía darle al celia rienda suelta en un movimiento realmente lento, sin ningún temor de que el piano pudiera sobreponérsele. Las primeras dos sonatas fueron escritas durante una gira de conciertos en Praga y Berlín que Beethoven realizó en 1796. Se ejecutaron primero ante el Empera­ dor Friedrich Wilhelm II de Prusia (el mismo cellista real para quien Mozart había escrito sus últimos tres cuartetos de cuerdas), por Pierre Duport, cellista de la corte y tutor del Emperador, con Beethoven mismo al piano. El compositor fue recompensado con una caja

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de tabaco de oro llena de luises de oro, y dedicó las sonatas al monarca cuando fueron publicadas en Viena por Artaria en febrero de 1797. El Adagio sostenuto que abre la Sonata en Fa mayor es más que una simple introducción lenta, desde que tiene que servir de movimiento lento, y en el curso de sus treinta y cuatro compases la rica voz barítona del cello tiene su única oportunidad de expresarse. El primer movimiento pro­ piamente es de una longitud muy considerable y tiene gran libertad de temas subsidiarios. El largo primer tema es de carácter profundamente pianístico, y sugiere de una vez que la obra está concebida más como una sonata con cello que para dos colegas igua­ les -tendencia manifestada en ambas sonatas Opus 5- descritas en la carátula de la primera edición como "dos grandes sonatas para clavecín o piano con un vio­ loncello obligado". El segundo tema es francamente más s~stenido y favorece al cello, pero al conservar la exposición (unos 65 compases) contiene mucha bra­ vura escrita para el piano, intercalada con ideas nuevas pero cortas. El desarrollo se concentra casi exclusiva­ mente en los dos primeros compases del tema de aper­ tura, y posteriormente en la figura rítmica del segundo compás solo. La recapitulación es regular, pero por algunos cambios del tema principal y de la distribución entre los dos instrumentos, pero hay una larga coda que encierra un adagio de seis barras que recuerda momentáneamente el espíritu de la introducción.

El final es un extenso rondó, otra vez inclinado al des­ pliegue pianístico. Su estribillo es una tonada alegre, como un scherzo, distribuida en ambos instrumentos en un estilo semicanónico, y el subsidiario comprende una sucesión de frases descendentes, también dividido entre los dos. El episodio más importante está dedi­ cado a un nuevo tema más o menos a la manera "turca" que estuvo tan de moda hacia finales del siglo XVIII. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. tas ogr ma

Siete variaciones Los tres grupos de variaciones para cello y piano de sobre: Beethoven son todas obras tempranas en el auténtico "Bei Manner, Welche estilo de variación encarado por Mozart; la primera Liebe Fühlen" de ellas es un tema del Judas Macabeo de Haendel, los en Mi bemol mayor, otros dos temas de La Flauta Mágica de Mozart. El de la segundo de los dos grupos de variaciones de La Flauta "Flauta Mágica" Mágica data probablemente de 1801, año en que el de Mozart productor y autor original, Emmanuel Schikaneder (Grove, Opus 158) (quien tocó la parte de Papageno) revivió la ópera en el Hoftheater de Viena. Mollo publicó primero las varia­ ciones en Viena en 1802 (sin número de Opus), con una dedicatoria al Conde Johann Georg von Browne, Brigadier al servicio del Zar de Rusia, a quien Beetho­ ven ya había dedicado sus tres tríos para cuerdas, Opus 9. El tema es el del dueto de Pamina y Papageno del Acto 1, Y el tratamiento de Beethoven y la relación entre los instrumentos, muestran un avance diferente del estilo en cuanto a los dos grupos anteriores. Hay una varia­ ción lenta (No. 6, Adagio) de verdadera ternura, y un melancólico minore (variación No. 4), pero aún en las variaciones rápidas, donde se trata de expresar buen humor, la música es abundante en felices intercambios entre el cello y el piano. La última variación termina con una lenta coda que comienza austeramente en Do menor, solo para retroceder a Mi bemol hacia la última página; e incluso en las últimas notas, Beethoven parece recordar momentáneamente la gentileza y pasión del original de Mozart.

Doce variaciones Es oportuno recordar que Beethoven, como Mozart, era sobre un tema del un gran admirador de Haendel, de quien declaró una Oratorio de Haendel vez: "Haendel es el inigualable Maestro de Maestros. "Judas Macabeus", Aprendamos a producir tan grandes efectos con tan Kynsky Halm, WoO 45 modestos medios". El muy conocido coro "Ved el héroe conquistador llega", sobre el cual escribió este grupo de doce variaciones en 1976, fue incluido originalmente

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en el oratorio Josué de Haendel, pero transferido a Judas Macabeo después del estreno de la obra en 1747. Artaria publicó las variaciones de Beethoven en Viena en el verano de 1797 (otra vez sin número de opus); las dedicó a la princesa Cristina von Lichnowski. La pri­ mera es para piano solo; la tercera casi lo mismo; la cuarta es en Sol menor, lo mismo que la expresiva octava. La décima y la undécima, ésta última un Adagio ornamentado, son tal vez las más efectivas, mientras la variación final transforma el tema a tres tiempos. Sonata No. 2 en La segunda de las sonatas Opus 5 en Sol menor sigue Sol menor, exactamente el arreglo formal de su compañera en Fa Opus 5, No. 2 mayor, dos movimientos, el primero precedido por una introducción lenta, el segundo un rondó, excepto que su introducción es más larga. La calidad de apoyo del cello se usa también para una mejor ventaja: la parte principal del adagio preliminar se deriva del motivo de escala descendente del primer compás, y hay varios ejemplos de imitación entre los dos instrumentos. El allegro así introducido es un movimiento desapasio­ nado y sin descanso, enteramente diferente de su fina contraparte de la Sonata en Fa mayor, con un impulso incesante al que la casi omnipresente figura en tresillos del piano le confiere adicional urgencia. Aunque es también un movimiento extenso, no es tan difuso como el anterior, y posee solamente dos temas, similares entre sí más bien que contrastantes. El primero se divide igualmente entre cello y piano, como signo seguro de que la concepción de Beethoven de la Sonata para cello y piano ha cambiado; el segundo, en Si bemol mayor, notable por dos frases ascendentes en su primera mitad, es expuesto sucesivamente por el piano y el cello. El resto de la exposición es agitado, como lo es todo el desarrollo, construido sobre una breve frase rítmica del tema principal, que modula en varias tonalidades. La recapitulación es básicamente semejante a la exposición, excepto por la adición de una larga coda. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. n ta I ama

El rondó final va de la sombría tonalidad del Sol menor a la brillante de Sol mayor; o sea de una expresión romántica a un ágil despliegue. Tanto el atractivo estri­ billo en estilo de Haydn como el muy formal segundo tema pertenece primordialmente al piano, pero el epi­ sodio principal, en Do mayor, da oportunidad al celia de expresarse en ágiles figuras de escalas y arpegios.

Robin Golding

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