El Museo Católico
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MADRID '1.° DE JUMO DE 1 8 6 7 . MUN/Cí P a I. PERIÓDICO RELIGIOSO ILUSTRADO. PUESTO BAJO LA PROTECCION ESPIRITUAL DE S. S. EL SUMO PONTÍFICE. PROSPECTO. PRINCIPALES ESCRITORES SAGRADOS CUYAS OBRAS HAN DE SER COKSDLTADAS Ó REPRODUCIDAS EN EL CORSO DE ESTA PÜBLICAOiOK. SANTí TEÜESA nE IKSCS- Balmes (D. Jaime). FEudo T Sotomayob (d . Benito)' GRANADA (Fr. Luis de). Malledranche. Padre Félix (do la C.“ de Jesüs) San asustin, ob., dr. j fr. liAUT.AtN (obad), FSNBI.ON ¡ í T i . de Caiiibray). Gbatby lauad). Mariana (P. Juan do). Posada nuuiN d e C. (palriarca). San Buenaventuha, ob. y ár. BossuET (obispo do Moanx). FiECaiER (ob. do Nimes). LACOnOAIKE (r. J.) Hascaron (ob. da Agen). Ravignan (J. Adrián do Iü Cruz) Sak GbíkJsihi!, ilr. y fr. BnunDALOVB |P. Luis). F leury (abjd). LEON (Fr. Luis do). nlASSiLLnN íib. de Clormonl)- Seto DE San, Higüel (D. Felipe). San Ignacio pe Lüvola. DONOSO CORTÉS (D. Juan). Florez (P. Miro- Enriqae). Lista (D. .^Iberio). Mathieü fcárdetial). Vbüillot (D. Luis). San Jdan Cr ijCístouo. ob. y (ir, Du’PaNloup (ob. de Orleaas). Gallegp (D. Juan ^icasio). Madrigal (D. iVIodso de). ifONTALEHUEiiT (uoudede). 'WiSSEMaN (cardenal). D I R E C T O R : D. LEOPOLDO M. BREMON. Sfpssit qitidem mttUa, nperarU aulem duce esas maravillosas obras de arte, expresadas y su Dios, amparo de los que lloran. Cuando, pauet, (SAN M ateo, cap. ix, 7 . 37.) ya sobre la dura piedra, ya en el lienzo, ya en oprimido el corazon con el peso de los remordi La iziles TerJaderámence es muchas majestuosas armonías; todo, en fin, lo que tenga mas los obroros pocos. mientos, los hombres desconfian de los hombres relación con la historia, con la moral y con el y no pueden desahogar en pecho alguno los se Aunque el titulo de nuestco pcricjdico es harto culto religioso; lodo lo que tienda á mantener cretos de la conciencia, el católico se arrodilla significativo y nadie puede ignorar que bajo el vi\'o en nuestros pechos el fuego de la fe y el ante el confesonario, y sus penas se alivian, y nom bre de M üseo Católico nada cabe que no sea convencimiento de la superioridad del Catolicis oye una voz que le compadece y le aconseja, y la en loor y en tributo de la religión que, por ven mo, será objeto de nuestras tareas, para solaz bendición del sacerdote lava sus culpas y despeja tura nuestra, es única en España, debemos, sin del verdadero creyente, para recuerdo del olvi las nubes de su alma. ¡Bendiía religión, consola embargo, hacer una salvedad, necesaria en los dadizo é instrucción del que no sabe, para ani dora del triste, que infundes desprecio bácia las liempos que alcanzamos. Los que sólo gustan y mar á los timidos y detener á los que se alejan. grandezas terrenales; enemiga de lo material y hallan solaz en la lectura de periódicos dedicados Nunca pudo elegir la pluma nuestra asunto perecedero, que haces del hombre nn siír espiri á la defensa de un partido político, que no lijen más ameno y espinoso á la par; nunca hemos tual, en el que es el alma el todo y el cuerpo un su vista en nuestras columnas; E l M useo C atólico |)uesto mano en obra lan grandiosa ni con tal leve accidente! ¡Bendita seas, y dichoso el país no se mezclará en esas luchas efímeras, que nada abundancia de materiales, pues nos prestan su que solo admite tu culto, único verdadero de los son, que nada significan ante la grandeza de una ayuda diez y nueve siglos de trabajos incesan cultos! ^idea santa, de una obra inmensa anunciada á tes, y la fe nos impulsa y fortalece. El Catolicis Feliz España, país católico por excelencia, el nuestros primeros padres, confirmada por los mo ha civilizado á la humanidad, ha escrito en solo de Europa donde las herejías se estrellaron profetas y comenzada en la cima del Calvario. su historia páginas decoro, ha iluminado el pen ante la fe de tus hijos y la severa energía de tus ^o somos ni queremos ser hombres de partido: samiento del hombre con divinas revelaciones, y reyes, ilienlras otros Estados, católicos como tú, no enarbolamos bandera política alguna: nuestra cubierto la tierra de suntuosos monumentos, co ven con dolor y sin poder eviíarlo, pero protes enseña os la cruz, nuestra divisa la del lábaro. mo ningún poder humano ha conseguido. Ha tando en el silencio de su conciencia, que en su Cantar la severa grandeza, los triunfos, la ver croado la familia cristiana, el refugio del hogar, suelo so elevan templos á un Dios que no exisle, dad,,1a hermosura, la sublime moral, la bienhe- y llenado de esperanza y consuelo los corazones ó á una idea falsa ó errónea, desde la cumbre de j; chora influencia del Catolicismo; recordar los be- afligidos, escudando el espíritu contra las adver los Pirineos á las costas de Andalucía, sólo á Je ■, , ^chos de sus apóstoles, la fe de sus mártires y la sidades de la vida, l’odrán las potestades del sucristo se adora, no hay sino templos católicos, ^impotencia do sus perseguidores; describir la mundo, podrá el mal enseñorearse de la tierra y enriquecidos de imágenes, entapizados de-ofren ^magnificencia arlistica de sus templos, esparci oprimir al justo y privarle de su libertad física das que la piedad de tus hijos amontona. Permita dos por toda la tierra, y demostrar la altura á y de los bienes materiales; pero nunca impedir el cielo que nunca se levanten en tu respetado que puede llegar el hombre, cuando, elevando su que en el fondo de la conciencia se establezca una territorio más altares que los del Dios verdadero, i’ espíritu é inspirándose en la verdad santa, pro secreta comunicación, un diálogo entre el alma y no profanen íu culto las supersticiones de otros Ayuntamiento de Madrid H í M I EL MUSEO CATOLICO. países, los delirios ele los ülosofos, las imposturas mos es la única disculpa de empresa tan atrevida. ministros, y todo cuanto conduzca al enalteci de Ja herejía. Todos los que quieran contribuir á la obra sal miento del culto católico. Por eso hemos emprendido la publicación de vadora nos deben su auxilio, que aceptaremos CORRESPONDENCIA DE ROMA. E l 3ÍUSE0 C atólico, llenos de enlusiasmo y con con gratitud, exclamando con S an M ateo: M essis Contamos con un corresponsal en la córte ro vicción, obedeciendo, más bien que á nuestra su quidem multa, operarU autempaiíci.n El ger mana que nos reniitirá semanalmente cartas inte ficiencia, al ardor que nos punza y estimula; pero men católico abunda, por felicidad, en España; resantes, en que se referirán todos, los sucesos de nos sentiríamos débiles para empresa (an magna, los que contribuyan á fecundarle, nunca serán importancia que ocurran en la capital del mundo si no nos viéramos apoyados por las plumas de sobrados. católico, siempre que tengan relación con la ín los más distinguidos escritores. Nuestros ojos, fijos con ansiedad en Roma, es dole de nuestro periódico. Nosotros no podemos, no nos atreveríamos á piarán las meno,res indicaciones del venerable profundizar por cuenta propia cuestiones dogmá Anciano que hoy ocupa la silla de San Pedro, y SECCION HISTÓRICA. ticas (5 asuntos de disciplina, para los cuales nos bajo cuyo amparo espiritual ponemos nuestra Los triunfos de la idea católica, desde la pre fallan autoridad y suficiencia; pero siendo nues modesta publicación; y decimos modesta en el dicación de los Apóstoles; las persecuciones de la tra intención difundir y popularizar todo lo refe sentido de nuestras escasas fuerzas, si bien la Iglesia, desde los emperadores romanos hasta, rente á la esencia fundamental, a|c,ulto, á la doc consideramos arrogan te por el objeto que se pi’o- nuestros dias; las guerras religiosas que la here trina del Catolicismo, insertaremos en la sección ponc. Roma será nuestro norte, porque de Roma jía ha producido; la parte activa que ha tomado principal los escritos más notables de las eminen emanan las verdades; de allí reciben la luz espi- el Pontificado en la civilización del mundo; la cias del saber, que esclarezcan tan difíciles pun tual todos los católicos, alli está la dirección infa historia de las órdenes religiosas y fundaciones; tos doctrinales, haciendo llegar hasta todos sus lible, la soberanía de las almas. las conquistas heroicas del misionero, y la acla saludables máximas, que á veces sólo son conoci E l M useo Católico responde en España á una ración de hechos históricos de dudosa autenticidad, das por un limitado número de personas. De ma- necesidad que sentíamos todos; pero sin acudir á constituirán esta sección tan instructiva como nei'E, que serán nuestj’os primeros colaboradores su remedio. amena. los teólogos y canonistas más sábios, los oradores El pensamiento no es nuevo; estaba en la con SECCION MONUMENTAL Y ARTÍSTICA. más distinguidos, los escritores más profundos de ciencia de la mayor parle de los españoles, y so Describiremos los templos católicos más famo la Iglesia católica, tan rica en grandes hombres, lo tenemos el mérito de la iniciativa. Habremos sos por la veneración que á los fieles han infun- en elevadas y clarísimas inteligencias. logrado un tríunfo, nos consideraremos pagados dido, por los hechos milagrosos quo en ellos se Muchos nos han ofrecido su generosa coopera- de nuestras labores, si, á fuerza de constancia, hayan verificado, por la magnificencia y esplen cion, y el clero se ha interesado en nuestra obra, conseguimos (levolver la fé perdida al que vaga dor de su culto y por su mérito arquitectónico. quo no es sino un pequeño esfuerzo con que apo sin rumbo en un mar de tinieblas.