FRANCISCO VALDEZ Y CATHERINE LIOT L3 [pbc) LA CUENCA DE SAYULA. YACIMIENTOS DE SAL EN LAFRONTERA OESTE DEL ESTADO TARASCO

...pensaban en esos momentos los chimalhuaca- tores como Navarrete, Santoscoy, Galindo, Romero nos en entregar la región a los tarascos, Tonallan y Gil, Diguet y Dávila Garibi y López Portillo se encar- Sayula estaban a punto de ser ocupadas por las garon de popularizar la tradición, dándole inclu- tropas enemigas, cuando el rey de Colima logró sive tintes de autenticidad histórica (Brand 1966: 365). reunir a los caciques Minotlacoya, Capaya, Cuan- No obstante, la verdad es que ninguno de los do- toma, Tziltlali, Cuitzaloa, Calizantli, Cuitlaxilli, cumentos de cronistas tempranos hace mención de Opochitli y otros al frente de numeroso ejérci- la mítica confederación (Brand 1966: 635; 1993: 469-470) to esperó a los enemigos en Zacoalco, obteniendo una completa victoria, a la vez que otro ejército de (Kelly s.f.: 22). En cuanto a las salinas de la región de los confederados de Tonalán al mando de Coyotl, Sayula (provincia de Ával&) y al interés que mos- cacique de Tlajomulco, y compuesto de las tropas traban por ellas los tarascos, hay algunas referen- de Atoloch, Pitaloc, Pilili, Tococ, Chachi y Coaxicar cias, que tradicionalmente han servido de justifica- vencía igualmente en los campos de Tlajomulco. ción a las incursiones michoacanas practicadas en Con esto quedó asegurada la posesión de la co- los territorios surorientales del actual . diciada laguna productora de la sal. iTuvieron los tarascos un control efectivo so- (Pérez Verdía 1910: 15) bre las salinas de Sayula? Desgraciadamente, la res- puesta no es fácil de obtener de las fuentes históricas. Las Relaciones geográJcas de ¡os pueblos riberenos LA CONFEDERACION CHIMALHUACANA, del lago salitroso se han perdido (Brand 1966: 365) y iMITO O REALIDAD? ningún cronista del siglo XVI lo afirma categórica- mente; queda sólo la tradición de la mencionada gue- Pareceria que la discusión académica sobre la exis- rra, pero como dice Sauer, “una línea de un contem- tencia de la Confederación Chimalhuacana ha sido poráneo de la conquista es más válida que todos los ya resuelta y los ‘investigadores modemos, por fal- cuentos románticos, acriticos, escritos más tarde en ta de pruebas, han optado por dejar esta mítica el periodo colonial” (Sauer 1990: 15-17). unión de pueblos en el plano de la leyenda patrió- En las Relaciones de otros pueblos vecinos se tica federalista de fines del siglo pasado. dice que en tiempos de la gentilidad toda la región Sea cual fuese la realidad historiográfica de estuvo sujeta al Calzonci. Para Brand la región de los hechos narrados por Pérez Verdía, en el estado Sayula debió haber caído en manos tarascas hacia de Jalisco persiste la tradición de “la guerra del sa- 1460 junto con Tuxpan, Tamazula y Zapotlán (Brand litre”, de la que los señores de la región lacustre de 1966 637). Este autor piensa que para i480 los tarascos Sayula Zacoalco lograron salir victoriosos sobre los lograron anexarse los territorios de Colima, que in- invasores purépechas. Las primeras alusiones escri- cluía Motines, Zapotlán, Amula, Sayula y Autlán. tas de la confederación y el conflicto parecen venir de un capítulo inédito de la historia de Tello. Au- Basándose en las Relaciones afirma, sin embargo, que el gobierno central pudo conservar su control sobre esta región sólo durante un lapso corto, quizás 4 EL ABUELO JORGE, PATRIARCA DE UNA FAMILIA EXTENSA DE PATAMBAN. unos diez años (Brand 1993: 469). Luego fue el señor A MAPA 1. LIMITES DE LAS AREAS DE INFLUENCIA TARASCA ANTES DE LA CONQUISTA ESPANOLA.

de Colima quien adquirió el control de un área am- compensó con la valiosa franja noroeste del estado plia que iba desde el lago de Chapala hasta Motines tarasco, adyacente y muy cercana, relacionada eco- (en la costa del Pacífico). Cuando los espanoles en- nómicamente a la reservada a Cortés de Tamazula traron en estos territorios (~”23) conquistando el y hula (1990: 40). antiguo “reino tarasco”, se incorporaron a la Nueva Espafia Tamazula, Zapotlán y Tuxpan (las enco- Saavedra fue luego a Honduras con Cortés y se miendas de Hemán Cortés), así como las tierras al quedó ahí como teniente gobemador y capitán ge- oeste del lago de Chapala y los vasos lacustres de neral. Sauer prosigue Sayula, Zacoalco y Cocula -la provincia de Ávalos (Sauer 1990:33). La interpretación que sigue, es que después de que Estas provincias pasan a manos de Cortés sin Saavedra dejó el área local, Alonso de Ávalos, pro- resistencia de los indígenas, por el hecho de haber bablemente un joven hermano y primero un enco- sido anteriormente avasalladas por el Calzonci. Para mender0 entre los tarascos, de nuevo redujo a ser- Otto Schöndube (comunicación personal), estas tie- vicio los pueblos sobre los lagos de Chapala, Sayula rras no entraron en el litigio entre Guzmán y Cortés, y Zacoalco y le fue dado, por esta hazaña, la mitad porque justamente se las entendía como pertene- del interés en ellos (1990: 40-41). cientes al monarca tarasco conquistado por Cortés. Sauer piensa que el Marqués cedió, originalmente, Es así como Alonso de Ávalos (el menor) entra en parte de estas tierras a un pariente y teniente suyo, posesión de esta amplia provincia que de ahí en Hemando de Saavedra: adelante llevará su nombre. Dice Sauer: Podemos arriesgar la conclusión de que fue ahí Es posible que Avalos recibiera esta concesión donde Cortés, suponemos que en 1523 o 1524, lo re- occidental de Estrada, quien fue gobernador de la

286 EL MICHOACAN ANTIGUO Nueva Espana en 1528 y quien estuvo a punto de tes etnohistóricas sugiere que, aun cuando haya ser su suegro (1990.41). sido por un breve lapso, los tarascos llegaron a do- minar la región lacustre de Sayula y Zacoalco. Fue, La posesión de Ávalos sobre los pueblos de los la- además, este el motivo de que la región se incor- gos impidió que Nuño de Guzmán los agregara porara “pacíficamente”a la Nueva España y al siste- luego a la Nueva Galicia. ma colonial. Para terminar con la primera historia espaaola de la zona, se cita una vez mis a Sauer: PROBLEMAS DE LA INVESTIGACION Los pueblos de Avalos se conservaron como EN ZONA DE FRONTERAS comunidades indigenas de primera importancia en la vida económica del oeste y que su hispanización Desde el punto de vista histórico, la problemática que se vislumbra no es tanto la capacidad de los se- tuvo lugar despues de su muerte y entonces muy , ñores locales de oponerse por la fuerza a los inva- sores de Michoacán. Al contrario, lo que interesa En resumen, a pesar de que las referencias di- comprender es el tipo de relaciones que se dieron a rectas se han perdido, la interpretación de las fuen- través del tiempo entre las zonas de contacto o zo-

rREClPlENTES ENTERRADOS EN LAS PLAYA5 DE ATOYAC ASOCIADOS A LA EXTRACCl6N DE SAL.

EL MICHOACAN ANTIGUO 287 ,,I’ ~ rJ I nas de frontera (buffer zones). La dinámica de fron- queológico, con su búsqueda de evidencia material teras es en general mal comprendida. En la zona de estos procesos, puede aportar información que tarasca, ha predominado la noción de que las fron- suple la falta de registros. Aunque los datos no sean teras fueron rígidas, con poca posibilidad de con- siempre concluyentes, a veces la evidencia explícita tactos que no fueran amenazas y hostilidades para sobre determinadas situaciones vale tanto como la apropiación de recursos (minas, salinas, etcéte- “una sola línea de un contemporáneo”. ra). Esta idea, basada quizá en una noción de “im- A continuación se discuten datos sobre la pre- perio” tarasco (que se puede desprender de las pri- sencia tarasca en una parte de la frontera occidental meras crónicas y de los datos aportados por las del antiguo Estado: la zona lacustre de Sayula. Las Relaciones), proscribe el buen entendimiento entre evidencias han sido recabadas por el Proyecto Ar- las zonas vecinas. Se sabe que la frontera oriente queológico Cuenca de Sayula’. La información pre- del Estado estuvo en conflicto casi continuo con los sentada se centra en la relación que pudieron tener mexicas. De hecho, era muy importante para la de- las zonas productoras de sal de esta cuenca con los fensa de sus intereses concentrar su poderío militar tarascos. en la frontera con un Estado poderoso y beligerante. Pero, ¿serían sus otras fronteras igualmente duras? En tiempos anteriores a la dinámica expan- DESCRIPCI~NGEOGRAFICA sionista iniciada hacia 1460 ¿existieron verdadera- DE LA CUENCA DE SAYULA mente fronteras impermeables hacia el oeste? Lha- bría privado realmente un estado de hostilidad La cuenca de Sayula se encuentra aproximadamen- ! potencial? ¿serían quizá esas fronteras más blandas, te entre 19050’ y 20010’ de latitud norte y entre 103O20’ permeables a la interacción económica y, even- y 103040’ de longitud oeste. Se ubica en la parte nie- tualmente, a la ideológica? Las fuentes escritas no dia del estado de Jalisco, aproximadamente a unos dan información clara al respecto. La única manera 70 km al sur de y a unos 300 km, a vuelo de averiguarlo puede ser a través de la investigación de pájaro, de Tzintzuntzan (mapa 1). La cuenca está arqueológica, en contextos controlados con estrati- cercada al este y al oeste por dos cadenas montabo- grafia y cronología fina. sas que, al impedir su drenaje natural, la vuelven En cualquier caso, la situación se vuelve aún endorreica. Al este, la sierra del Tigre separa la re- más compleja cuando las fronteras políticas han gión de Sayula de la cuenca de Chapala. Al mismo dejado de existir al efectuarse la sujeción efectiva de tiempo, constituye la primera barrera orográfica que un territorio. Surgen, entonces, una serie de nuevas separa a la cuenca de Sayula del actual estado de preguntas que complican el cuadro anterior. La ta- Michoacán. rea de reconocer las relaciones en tiempos de paz En su fondo se forma una laguna somera que se complementa con la necesidad de identificar las conserva un nivel estable de agua sólo en época de k consecuencias del cambio político. &ómo se mate- lluvias (julio a octubre). El resto del año sufre una rializa el dominio? ¿Se instauran mecanismos de desecación extrema que da lugar a la formación de control permanentes, o hay simplemente un apoyo extensas playas de suelos salitrosos. El lecho en que externo al gobierno local sumiso? ¿Cómo se mantie- reposa la laguna está a 1,350 m.s.n.m., mientras que nen las estructuras de poder locales frente a una las elevaciones más altas de las sierras circundantes autoridad foránea? ¿Hay desplazamiento de pobla- oscilan entre 2,400 y 2,500 m.s.n.m. A pesar de estar ciones? ¿Hay imposición militar coercitiva? ¿Hay cercada por sierras, la cuenca de Sayula constituye usurpación de recursos, con un control directo de un corredor natural entre la costa meridional y el los invasores? o ¿Hay sólo obligación de tributos? altiplano central del estado de Jalisco. En lo que ¿De qué tipo son estos? ¿Se imponen costumbres, concierne a las comunicaciones con el Estado ta- religión y aristocracias o jerarquías foráneas, y a qué nivel?

Éstas son algunas de las preguntas que inte- f Proyecto tripartita realizado por el Laboratorio de Antropología de la Universidad de Guadalajara, El Instituto resan para comprender lo que implica verdadera- Francés de Investigación Científica para el Desarrollo en Coo- mente la conquista de un territorio. El enfoque ar- peración (ORSTOM) y el Centro Regional INAH Jalisco.

2aa EL MICHOACAN ANTIGUO rasco, Brand (1993: 471) in- dica que uno de los cuatro caminos principales de la preconquista pasaba por la parte norte de la cuen- ca, enlazando a Jiquilpan Mazaniitla, Teocuitatlán y Zacoalco. Su ubicación es- tratégica hace del área un punto nodal de interre- laciones entre diversas re- giones, situación que favo- reció su desarrollo desde la época precolombina. El entorno ecológi- co del área es típico del bosque seco de montaria baja. El indice de pluvio- sidad anual varía entre 690 y 900 mm3; no obstante, la presencia de numerosas co- rrientes hacia su mitad sur, asegura la irrigación en las partes bajas del vaso la- custre. De esta manera, en ciertas áreas la agricultura se practica durante todo el año. Los suelos más ap- tos para el cultivo se en- \ cuentran sobre las prime- ras terrazas lacustres. Las laderas y pen- dientes de las dos sierras tienen una capa vegetal delgada que ha sostenido cultivos de tipo coamil, a veces con terrazas pre- carias. Sobre la mitad norte, ).ESTRUCTURA CIRCULAR RODEADA DE PIEDRAS UTILIZADA EN LA PRODUCCl6N DE SAL. en la temporada de estío, PLAYAS DE LA LAGUNA DE SAYULA 'las playas formadas por el A ESTRUCTURA CIRCULAR DELIMITADA CON TEPALCATES UTILIZADAEN LA PRODUCCION DE SAL. desecamiento del lecho la- custre se transforman en una verdadera mina a cielo abierto. Los minerales y Deraga 1990; Neal y Weigand 1990, y Schöndube que afloran del subsuelo forman una costra salada, Et al. 1992). En la época colonial, como probablemen- llamada localmente salitre o tequesquite. La cuenca te en tiempos prehispánicos, el recurso más impor- de Sayula representa uno de los mayores yacimien- tante de la región fue, sin duda, la sal (Suma de vi- tos de sal ubicados en las tierras altas de Mesoamé- sitas i540 [Paso y Troncoso 19051 citado por Kelly rica (Kelly s.f.: 17-23; Emphoux et al., 1990; Fernández s.f.: 22).

EL M I C 1-1 O A C A N ANTIGUO 289

En la cuenca existen, igualmente, depósitos En especial, se basó en la cerámica de la región de de cobre, oro y plata que pudieron haber sido explo- Autlán-Tuxcacuesco (Kelly 1945, 1949) ubicada al tados en épocas prehispánicas (De la Peña 1980: 41; suroeste de la región de Sayula. Weigand 1985: figuras 2,3). No obstante, en la época A partir de los trabajos arqueológicos recien- colonial, Cocula, ubicada a unos 40 km al norte, era tes se puede afirmar que, hasta la fecha, las eviden- considerada como el centro minero más importante cias más claras de ocupación humana en la región de la provincia (Suma de visitas, citado por Kelly son de la llamada época de tumbas de tiro (preclá- S.f.: 28). sic0 tardío e inicios del clásico). Envarios sitios estu- La interacción entre los diversos sectores de la diados se han podido identificar estratigráficamente cuenca es patente hasta la actualidad. El acceso fácil niveles de ocupación con rasgos de los complejos a diversos microambientes ofrece una complemen- cerámicos Verdía y Los Ortices de Colima (Kelly: tariedad entre distintos recursos vegetales y minera- 1949). Cuantitativamente las evidencias del periodo les que pudo ser aprovechada por el hombre desde clásico son más abundantes y variadas. Los sitios épocas remotas. Los estudios arqueológicos que se que se asocian al complejo Sayula se encuentran lo- realizan actualmente en esta área buscan entender la calizados sobre todo hacia la mitad norte de la función y la interrelación entre los distintos asen- cuenca, con una concentración sobre las orillas del tamientos detectados, así como el uso de los recursos lecho lacustre. En toda la región se aprecian en su- a través del tiempo. perficie vestigios cerámicos pertenecientes al com- plejo del periodo posclásico (temprano y tardío). En determinadas partes de la margen LA ARQUEOLOG~ADE LA oriental de la cuenca se han encontrado evidencias CUENCA DE SAYULA de presencia tarasca, asociadas a los materiales de la fase Amacueca. Un breve resumen de la secuencia cronológica cul- Sobre la base de la información recabada se ha tural obtenida muestra la integración de la cuenca reconstituido un patrón o modelo de asentamiento al panorama arqueológico de esta parte del o.cci- que sugiere una serie de pequerias aldeas agrícolas dente de México. Los recorridos de prospección han dispersas a lo largo de la cuenca y ocupando todos permitido efectuar un reconocimiento detallado de los nichos ecológicos presentes. En principio, la ca- la casi totalidad de la región de estudio. La infor- pacidad de carga regional permite asegurar la sub- mación recabada en superficie ha sido complemen- sistencia y generar una cantidad limitada de ex- tada con los datos obtenidos en dos temporadas de cedentes para el intercambio con productos escasos excavaciones de salvamento, realizadas en las in- o complementarios procedentes de otros medios. mediaciones de los poblados actuales de Atoyac y Las evidencias de asentamientos del llamado de Usmajac. periodo preclásico se concentran, sobre todo, en la En términos generales, se mantiene vigente la mitad suroriental de la cuenca, en tanto que las del secuencia cronológica propuesta por Isabel Kelly clásico que se han podido reconocer en esos secto- (1948: 63) para la región de Sayula. Según esta autora res son más modestas y corresponden a pequeños se suceden tres complejos o fases cerámicas: Verdía poblados muy dispersos. En la mitad norte, en cam- (0-600 d.c.), Sayula (600-i100 d.c.) y Amacueca (iioo- bio, los vestigios son abundantes en los sitios de 1450 d.c.). Como en 1948 aún no se disponía de playa y aun en las faldas de las laderas de ambas métodos de fechamiento absoluto, Kelly basó su sierras. Además, durante esta época se registra en la cronología relativa en la comparación del material cuenca la edificación de dos conjuntos arquitectó- de superficie obtenido de la cuenca con material nicos relevantes. Los complejos conocidos como cerámico de áreas vecinas previamente estudiadas. “Carmelita”y “Cerros Colorados” están situados en las orillas del lago y ambos están literalmente cu-

4 FRAGMENTOS DE CERÁMICA DIAGNOSTICA TARASCA biertos de cerámica perteneciente a los estilos de la ENCONTRADOS EN LA CUENCA DE SAYULA. fase Sayula. Las formas presentes están ligadas de 4 EN ATOYAC. JALISCO, EL HALLAZGO EN UN ENTIERRO una manera directa a la explotación de la sal que lNCLUY6 ORNAMENTOS E INSIGNIAS DE AUTORIDAD TARASCOS. aflora en las playas. Por otro lado, en los dos sitios se

EL MICHOACÁN ANTIGUO 29 I I il pueden distinguir áreas residenciales con espacios especial la sal. Este mineral siempre ha sido un pro- de actividades específicas como talleres liticos o de ducto de primera necesidad para el hombre. Su uso artesanado en concha. Ambos muestran, igualmen- alimenticio y su papel en la conservación de alimen- te, espacios funerarios parcialmente saqueados. tos son primordiales. Sin embargo, este recurso vital Durante el posclásico se observa un aparente se encuentra mal repartido en las diversas zonas decaimiento en la ocupación de las instalaciones geográficas; como consecuencia el hombre desde extractivas de sal en las playas del periodo prece- sus primeras épocas ha tenido que fijar sus objetivos dente, y se nota un incremento en la ocupación de comerciales y políticos alrededor de su abasteci- las terrazas lacustres de toda la cuenca. El patrón miento. Por otro lado, resulta claro que este mineral anotado sugiere que en esta época se ha operado un ha influenciado la historia de las migraciones y de cambio en la orientación económica del conjunto de las relaciones entre los pueblos (Othón de Mendi- pueblos. La agricultura y las artesanias parecen ocu- zabal 1946). Efectivamente, aunque abunda la sal en par a la mayor parte de la población, siendo la la tierra, ésta se localiza en lugares específicos, don- extracción de la sal, quizá, una actividad secundaria, de parámetros naturales físicos, químicos o geográ- practicada a nível doméstico para satisfacer las ne- ficos imponen al hombre la adaptación de técnicas cesidades locales. En la mayor parte de los sitios de para su extracción. playa no se evidencian vestigios de ocupaciones im- En las Relaciones geográjcas del siglo XVI, la portantes durante el posclásico. sal es considerada como un punto de interés al des- Al parecer, la distribución de asentamientos cribir la vida interna de las comunidades y sus inter- importantes en casi la totalidad de la cuenca refleja cambios con otras regiones. La pregunta del capítulo la instauración de señoríos o jefaturas regionales, 30 de la instrucción de las Relaciones dice: con pueblos súbditos de tamañosvariables. La cultura Si hay salinas en el dicho pueblo o cerca de el, o de material evidencia un carácter homogéneo con un donde se proveen de sal y de todas las otras cosas grado de variabilidad proporcional a la distancia que de que tuvieren falta para el mantenimiento o ves- cada pueblo tiene con respecto a la cabecera del tido (Acuiia 1987: io). poder regional. Se aprecia, así, una clara unidad es- tilística entre los materiales encontrados sobre las Las Relaciones de algunos antiguos pueblos del reino partes norte y central de la cuenca. El conjunto de tarasco informan sobre la importancia efectiva de la tipos cerámicos corresponde a los definidos por Ke- cuenca de Sayula para proveer de sal a ciertas provin- lly para la fase Amacueca de la región sayulteca. Los cias que carecían de este recurso. Así, por ejemplo, en materiales observados en el extremo sur y surorien- la Relación de Zapotlán se dice “En este pueblo no hay tal de la cuenca tienen, en apariencia, una mayor salinas; proveense de sal de Atoyaque y Sayula...” afinidad con los tipos definidos por Kelly para las (Acuña 1987: 394). La Relación de Xiquilpan menciona fases Autlán y Tolimán de la región de Autlán-Tux- igualmente que obtenían la sal de la provincia de cacuesco. Los primeros análisis del material reca- Ávalos, distante 15 leguas del lugar (Acuña 1987: 415). bado sugieren que cada jefatura regional tuvo su De Tenamaztlán hay noticia de que de la provincia personalidad específica, pero posiblemente todas de Ávalos venía en panes la sal blanca y morena y compartieron los mismos elementos ideológicos bá- que cada pan costaba entre dos y medio y tres tomi- sicos. Estos rasgos se expresan a través de una clara nes (Acuña 1988: BO). Del pueblo de Cuiseo, cerca similitud en la organización del espacio y los usos de Poncitlán en las riberas de Chapala, se sabe que del suelo, los componentes de la unidad domés- traían sal de Atoyaque, la misma que era consumida tica, los instrumentos y modos de producción, las no- sólo por los señores ya que los macehuales, o gente - ciones estéticas y estilísticas, los elementos de de- común, “comía[n]del agua q[ue] sacaban de la tierra coración corporal y las costumbres funerarias. salobre q[ue] había en cada pu[e]blo” (Acuña 1988: 193). LAS SALINAS DE LA CUENCA ’VASIJAS POLiCROMAS CON VERTEDERA Y ASA DE ESTRIBO Como se ha mencionado ya, de los recursos existen- (ARRIBA) Y ASA CANASTA (ABAJO) TiPlCAMENTE TARASCAS, ENCONTRADAS EN OFRENDAS FUNERARIAS EN LA CUENCA tes en la cuenca hay uno que sobresale de manera DE SAYULA.

292 EL MICHOACÂN ANTIGUO

segunda instancia, se bus- ca identificar las huellas dejadas por las antiguas actividades de extracción para tratar de reconstruir la cadena operativa de los distintos procesos pro- ductivos. No se sabe exacta- mente cuándo empezó la extracción de sales en la cuenca. Los sitios que su-

gieren un vínculo fuerte ' con la actividad salinera se encuentran en la zona norte y occidental y algu- nos tienen restos arquitec- tónicos especializados. Dentro del conjunto des- tacan los complejos cono- cidos como Carmelita y Cerros Colorados:

Una característica no- table de los conjuntos es que ambos actua- ron, aparentemente, como asientos de po- der para un grupo que estuvo directamente li- gado a las actividades extractivas de la sal RECIPIENTE DE LA FASE AMACUECA ENCONTRADO EN ASOCIACldN CON INSIGNIAS (Valdez 1993: 51). TARASCAS DE AUTORIDAD EN UN ENTIERRO. Al observar los sitios de la cuenca, seconstataunapa- Los tarascos hicieron sus dos grandes avances en rente abandono de las instalaciones yxtractivas de los años de 146oy 1480 (yposiblementeotros) dentro sal durante la etapa posclásica (Kelly s.f.: 22) (Valdez de Colima para obtener sal, metales, esclavos y 1993: 52). Los sitios tardíos se encuentran alejados del otras ventajas. Las salinas de Motines (salinas del borde de la playa, ubicados en las laderas bajas de Caimán), la costa de Colima y Sayula (lagos) fueron las sierras próximas. No obstante, hay referencias considerados en primer término (Brand 1993:470). históricas que evidencian una explotación importan- te de los depósitos salinos, por lo menos a fines del Para tratar de ver la importancia real que pudieron siglo XVI. Además de las Relaciones geogrúJicas cita- tener las salinas de la cuenca de Sayula, se está lle- das, existe el relato de fray Alonso Ponce en su paso vando a cabo un estudio físico-químico de los su- por la cuenca y, principalmente, por el pueblo de puestos sitios de extracción salinera. Se pretende Atoyac. Ponce dice que al final del siglo XVI se hacía cotejar, en primer término, las evidencias arqueoló- un gran mercado o tianguis cada cinco días, en el que gicas con la información obtenida sobre la mecáni- la sal era el producto principal (Ponce 1588: 117-121). ca de la formación de los diversos yacimientos. En En el estado actual del conocimiento arqueo-

294 EL MICHOACkN ANTIGUO lógico de la cuenca de Sayula, resulta difícil explicar te a la sal, a menos que hubiesen proyectado volver este aparente descenso en la actividad salinera du- a estimular los procesos extractivos y, eventualmen- rante el posclásico. Pero se pueden proponer algunas te, tomar control de la producción. hipó tesis: A) Los sitios que presentan una especializa- ción en la producción de sal, ofrecen a menudo LA TECNOLOGÍA DE LA SAL problemas de cronología. Por lo general pudieron ser utilizados durante largos periodos de tiempo, o Muchas de las evidencias arqueológicas de la ac- bien reutilizados en épocas muy diferentes, con ma- tividad relacionada con la sal fueron original- teriales asociados que no presentan rasgos crono- mente identificadas por Isabel Kelly en el recorri- lógicamente diagnósticos (Sisson 1973). Sin embargo, do de superficie que realizó entre i940 y 1941. Su en Sayula la mayoría de los sitios vinculados a la trabajo inédito da una buena descripción del mate- extracción de sal tienen asociadas ciertas eviden- rial y de las estructuras que pudieron estar vincula- cias cerámicas domésticas de los estilos de la fase dos con la producción salinera (Kelly s.f.). Sin embar- Sayula del periodo clásico. Se puede suponer que go, cabe notar que ella nunca encontró material durante los periodos posteriores los sitios fueron tarasco en las inmediaciones de las playas. En reali- reutilizados exclusivamente para la extracción de sal, dad, en su manuscrito sólo hace referencia a dos re- dejando un material poco específico que no se di- cipientes tarascos comercializados en la zona de ferencia del utilitario anterior. Es así que a veces se Zacoalco. encuentran evidencias de reutilización moderna Entre sus contribuciones esenciales están la junto con estructuras y cerámica prehispánicas, que identificación de lo que llamó “cuencos salineros de en este caso es evidente, por la naturaleza del mate- Sayula” (Sayula salt puns). Restos quebrados de este rial conservado (cemento y restos de madera y hie- tipo de material aparecen en grandes cantidades en rro). casi todos los sitios de playa. De hecho presentan una forma poco común, Noyola los describe como B) Se sospecha que hacia el siglo IX hubieron cambios climáticos significativos que provocaron “grandes cajetes de paredes divergentes, pero con el condiciones desfavorables para la extracción de .la borde invertido” (Noyola 1992). Se trata, probable- sal. A este respecto es interesante notar que sondeos mente, de un tipo de recipiente especializado que estratigráficos efectuados en el sitio Carmelita reve- pudo haber sido utilizado en una de las últimas fa- laron niveles de sedimentación lacustre hasta por un ses de producción: cristalización, secamiento y con- metro encima del nivel máximo (actual) del lago dicionamiento de la sal por cocción. En las excavaciones realizadas en Atoyac se somero (Liot 1993: 59). La confirmación de estos cambios vendría de un estudio geomorfológico mi- encontraron fragmentos de este tipo de recipientes nucioso; sobre todo en lo que concierne al fecha- en contextos de la fase Sayula. En los de la fase Ama- miento de tales fenómenos y a sus posibles secuen- cueca estos cuencos no aparecen, pero son aparen- cias cíclicas en tiempos más remotos. temente reemplazados C) La última hipótesis factible, que de nin- por grandes cajetes de fondo plano y paredes rectas guna manera excluye las otras, es un cambio en el con el interior pulido y la base rugosa, algunos de uso del espacio y de los recursos naturales de la los cuales tienen manchas blancas en su interior cuenca durante el posclásico temprano (Valdez 1993: que podrían corresponder a restos de salitre (No- 53). Se habría producido entonces una transforma- yola 1992). ción de tipo cultural; quizá, también, lo que encon- tramos son simplemente reflejos de nuevos arreglos Una descripción del eventual uso de recipientes internos o externos alrededor de otras necesidades, similares se encuentra en el relato de Ponce de me- entre las que pudieron figurar las comerciales. diados del siglo XVI: Dentro de este panorama, parecería que la ac- tividad de extracción de sal era débil en el siglo xv, hacen en el suelo un horno redondo, a manera de cuando surgieron los tarascos. En principio, su inte- calera, no muy hondo,y menos de una vara de medir rés por estos territorios no estaría ligado directamen- alto del suelo, y dejando hueco y concavidad dondc

EL MICHOACÁN ANTIGUO 295 echar leña y lumbre, ponen encima muchas ollas veintiún recipientes grandes enterrados. Cinco de chicas y grandes, asidas unas con otras puestas por los cuales estaban completos y dieciséis incompie- orden y concierto de manera que queda cerrado tos I...]Los cinco recipientes completos estaban todo el redondo dei horno; luego hinchen las ollas enterrados y cuatro de ellos formaban una agrupa- de aquella lejía y vanles dando fuego por abajo por ción (Schöndube et al., 1992:40). unas bocas grandes que dejan a los lados, y con este fuego se va cuajando la lejía y convirtiendo en sal, y El contexto circundante no permite afirmar que poco a poco van añadiendo lejía, hasta tanto que tuvieron una función en el procedimiento de extrac- quedan las ollas llenas de cuajada [...I luego quitan ción de sal. No obstante, son idénticos en forma, el fuego, y después las ollas y quedan los panes de espesor y dimensiones a cuatro semejantes excava- sal enteros, blancos ... (Ponce i588:121). dos.por Lumholtz en la playa de la laguna cerca del caserío El Reparo (Lumholtz 1973: 317-321). Este autor menciona que encontró cuarenta vasijas acomoda- Ponce no precisa cómo se sacaba la sal; parece evi- das en hileras y enterradas hasta el borde. Además, se dente, sin embargo, que hay que quebrar los recipien- puede constatar una similitud con otros recipientes tes que sirven de molde una vez hechos los panes de enterrados y saqueados que fueron encontrados en sal. El rompimiento intencional de las ollas era sin la prospección del sitio llamado por Kelly “Cerro duda indispensable, ya que cocinada la sal se adhiere de la Guardia”. Este se ubica en la laguna media, a a sus paredes rugosas y porosas. En consecuencia, un lado de una antigua calzada que cruzaba de un sólo podían servir una vez y luego eran desechadas; extremo al otro en la parte sur. así se explicaría la inmensa cantidad de tiestos acu- La característica general de estos recipientes mulados en ciertos sitios de playa. es la fragilidad de sus paredes, que los hace inade- Por otra parte, hay que subrayar el interés de cuados para el transporte. El hecho de que aparez- esta técnica para la comercialización: el calor resul- can enterrados y agrupados en conjuntos se debe tante de la cocción lenta de la salmuera facilita la probablemente a su función. Se encuentran en lu- evaporación total del agua, produciendo una aglo- gares relacionados con la producción de sal, po~lo meración homogénea y compacta de la sal. Esta que se puede suponer que jugaron un papel en esta adquiere así una mejor resistencia a la desagrega- misma actividad. Quizá sirvieron para la prepara- ción física e hidroscópica, propiedad apreciable ción o para el almacenamiento de salmuera (la le- para la conservación y el transporte y, por ende, la jía de Ponce), en una fase intermedia de la cadena comercialización (Bertaux 1979). Esta observación es operativa. importante, pues de lo contrario se haría necesario Otras estructuras identificadas que se encuen- utilizar un recipiente resistente (y pesado) para el tran en la playa incluyen: transporte. Debe añadirse otro uso probable de estos reci- - Acumulaciones bajas de piedras basálticas y pientes en relación con la producción de sal. El tiestos. Kelly las interpreta como supuestos abastecimiento de agua es una necesidad en la etapa homos, aunque la erosión excesiva del suelo, de filtración de las tierras saladas recuperadas en la la cerámica y las piedras haga inútil el tratar superficie de la playa. Sisson hizo esta propuesta de buscar cualquier evidencia de fuego (Kelly para cierto tipo de material cerámico encontrado en s.f.: 20). Estas estructuras se ubican a menudo lugares de producción de sal en el valle de Tehua- en la playa media, por lo que quedan bajo el cán (Sisson 1973: 93). De hecho, habría que llevar a agua durante una parte del año. Si los cuencos cabo un estudio tipológico de los diferentes reci- salineros sirvieron de recipientes para cocer pientes encontrados en los sitios de playa, con el fin sal, es evidente que debe haber algún tipo de de identificar sus usos probables en los procesos de horno en las inmediaciones. extracción de sal. Estructuras circulares que varían en tamaño Otro tipo de vasijas probablemente ligadas a la y forma. Las hay de medio hasta un metro de actividad salinera fue encontrado en Atoyac en un diámetro delimitadas con tiestos en el con- sector no lejano al área habitacional y próximo a una torno que aflora en superficie. Otras variantes zona de enterramientos: se diferencian por la textura y el color de su

298 EL MICHOAC AN ANTIGUO entorno en el suelo. Otros círculos más gran- cuentemente, la salmuera (como materia prima) que des, de hasta 2 m de diámetro, se encuentran se extrae de un sitio como Carmelita, ubicado en la delimitados por acumulaciones de piedras de parte suroccidental de la cuenca, será menos con- basalto. Un corte realizado en una de estas es- centrada que la obtenida en las playas de Cerritos tructuras circulares mostró que constituyen Colorados, ubicadas en el extremo norte. Es obvio una especie de pila casi cilíndrica, con el fondo que ambas necesitarían de procedimientos de con- ligeramente convexo, a 50 cm de profundidad centración y cristalización diferentes (Liot 1993: 59). bajo el nivel del suelo. En los bordes se apre- Por otra parte, la variabilidad técnica puede cia una capa arcillosa, clara y compacta de unos reflejar una evolución tecnológica a través del tiem- 2 cm, que aparenta ser un enlucido para im- po, diagnóstica de cambios internos o de aportes permeabilizar la pila. Por su forma general y venidos de otros lugares y traídos por gente de fue- su ubicación se puede suponer que estas pilas ra para controlar la extracción de la sal. pudieron servir para contener la salmuera du- Finalmente, se puede subrayar ia relación que rante el procedimiento de decantación y con- existe entre el volumen de la demanda y las técnicas centración de sales producido por efecto de la involucradas. De hecho, los modos de producción evaporación solar. Pilas similares, pero recu- pueden variar en función de las necesidades efec- biertas de cemento, aparecen en sitios moder- tivas. El consumo familiar requiere de un modo nos, donde sirven para recibir la salmuera relativamente poco complicado o “artesanal”; en resultante de la filtración de las tierras sala- tanto que un modo de tipo “industrial” es necesario das cosechadas en la playa. para cubrir una demanda amplia regional o supra- regional. La diversidad de estructuras hace suponer que El modo artesanal requeriría de estructuras hubo una variabilidad técnica en las funciones simples, así como de poca cantidad de material. Se- involucradas en el proceso de extracción de la sal. ría de tipo básico y quizá poco representativo de un Al respecto se pueden proponer varias hipótesis, proceso de extracción. que no excluyen diferencias cronológicas o, quizá Un modo industrial presentaría un patrón de también climáticas, pero que subrayan la posible asentamiento organizado en talleres con conjuntos irregularidad de los parámetros naturales locales. arquitectónicos especializados: un taller para la fil- De hecho, las variaciones espaciales y estacio- tración del salitre cosechado de la superficie de la nales de las condiciones físico-químicasy climatoló- playa; otro para la preparación de la salmuera con gicas afectan los requerimientos técnicos que in- recipientes o estructuras específicas; un tercero para cumben a la extracción de sal. Efectivamente,se sabe la cocción de la lejía con estructuras u homos espe- que en temporada de lluvias la playa se llena de cializados, como se encuentran todavía en el valle agua, formando un lago en el cual las sales se di- de México cerca de Texcoco (Parsons 1989). Este suelven; pero, por el gran volumen de agua resulta tipo de industria se puede asociar con talleres co- poco salada. La actividad de extracción de sal se nexos, como los de fabricación de recipientes de vería normalmente suspendida durante esta época, cerámica. Además, en estos lugares de producción salvo que se realizara algún tipo de almacenamiento existe cierta organización social que dicta a cada de salitre durante la temporada seca. En este caso, persona su papel en la cadena operativa. se podría seguir procesando o cocinando bajo te- Estas tres hipótesis no son exclusivas; la apa- chos la salmuera extraída para proteger el mineral de rente variabilidad técnica pudo resultar de una mez- las lluvias. Por otra parte, existen variaciones topo- cla de los diferentes factores. Por otro lado, las gráficas, hidrológicas y geográficas que influyen so- propuestas expuestas presentan un modelo esque- bre la salinidad del medio y que imponen técnicas mático y no exhaustivo del posible desarrollo de la adaptadas a cada localidad para recoger las sales. actividad salinera en la cuenca de Sayula. No obs- Así, por ejemplo, se sabe que la parte sur de la cuenca tante, implica cierta evolución y especialización en de Sayula presenta un nivel acuífero más elevado los patrones de asentamiento, lo cual indudable- que la parte norte. En él influye la presencia de ma- mente constituye el reflejo de una organización eco- nantiales más pródigos en aquella zona. Conse- nómica y política bien desarrollada. Ésta pudo ser

EL MlCHOACAN ANTIGUO 299 fruto de una élite local, nacida de la especialización En el sitio San Juan de Atoyac, el área de ex- en el manejo del espacio y de los recursos, o, también cavación abarcó una superficie total de 1,500 m2, de un control organizado desde afuera. En todo donde se definieron cuatro sectores: tres de ellos bá- caso, en la discusión de la evidencia salinera se sicamente funerarios y el cuarto compuesto de una debe recalcar el hecho de que esta infraestructura fracción significativa del área habitacional. En ésta se instrumentó en la cuenca en el transcurso de se identificaron unos 155 elementos asociados en- varios siglos. La variabilidad anotada muestra que tre sí. Se excavaron aproximadamente 920 m2, es- las estructuras no son el fruto de unos cuantos años tando el primer nivel de ocupación situado entre 35 de trabajos dirigidos. Siguiendo a Brand, el lapso y 40 cm de profundidad. Se puede afirmar que los supuesto de la presencia tarasca en la zona es de sólo vestigios expuestos fueron parte de una aldea muy unos diez anos. amplia ubicada en las playas del lago. La ocupación pertenece al posclásico tardío. El piso habitacional estuvo compuesto por una superficie de tierra api- EL CONTEXTO sonada en la que se encontraron varios elementos DE LA EVIDENCIA TARASCA estructurados, que pueden agruparse en siete gran- La presentación de las principales características des categorias: de la arqueología de la cuenca no estaria completa sin hacer mención de la presencia de objetos de I. Evidencias estructurales de edificaciones: i filiación tarasca. Si bien se identificaron fragmen- huecos de postes, fosas o trincheras que tos de objetos diagnósticos a lo largo de la etapa delimitan un cimiento, alineaciones de de prospección, los datos más certeros provienen de piedras, pisos endurecidos al fuego y otros las excavaciones de rescate efectuadas en dos sitios similares. Las formas de las viviendas son con ocupaciones del posclásico. circulares y rectangulares. La evidencia más completa fue obtenida del 2. Concentraciones de material que pueden perimetro urbano del municipio de Atoyac, en la designar áreas de actividades específicas. margen oriental de la cuenca. El rescate se efectuó en 3. Basureros o fosas llenas de desechos de los terrenos de un fraccionamiento cuya construc- diversos tipos. 1 ción immpió en los vestigios habitacionales de una 4. Estructuras de combustión evidenciadas I, aldea indígena (Valdez 1992). La maquinaria em- por grandes manchas de ceniza y carbón. pleada en el movimiento de tierras expuso niveles 5. Pozos para la extracción de agua, reutili- arqueológicos de ocupación, removiendo, además, zados como basurales. dos áreas de enterramiento asociadas a la aldea 6. Pozos cilíndricos con paredes y fondo ade- (Acosta 1992). La presencia de material tarasco en las mados con un material fino y compacto de playas de Atoyac es muy relevante, ya que, como se color gris, que pudieron servir para alma- ha visto, las fuentes históricas lo señalan como uno cenaje de granos o de otros productos ali- de los principales centros de producción y de aco- menticios. pio de sal. 7. Conjuntos de grandes recipientes cerá- Informaciones complementarias provienen micos enterrados. de otro sitio ubicado en las cercanías del poblado de Usmajac. Allí, las evidencias tarascas se encuentran La gran mayoría de los vestigios recuperados del viculadas con la ocupación de una estructura del piso ocupacional tiene un carácter doméstico y pa- posclásico tardío situada sobre uno de los pasos rece haberse integrado al subsuelo en el trascurso naturales a través de la sierra del Tigre. del proceso cotidiano de uso y desecho de elemen- tos caseros. Sin embargo, es prudente recordar que no siempre es factible identificar la naturaleza de los 4 OFRENDAS FUNERARIAS: VASIJA FITOMORFA TARASCA Y JARRA DE FABRICACION LOCAL CON RASGOS espacios estructurados, más aún cuando no se ha CARACTERfSTlCOS DE LA CERAMICA TARASCA. podido excavar la totalidad del yacimiento. La aso- CUENCA DE SAYULA ciación de algunos elementos es incierta y su fun- 4 FRAGMENTOS DE PIPAS TARASCAS ENCONTRADOS EN .LA CUENCA DE SAYULA. ción real permanece desconocida.

EL MICHOAC AN ANTIGUO 30 1 El análisis preliminar del material cerámico los desechos de la ocupación, Noyola describe demostró la preponderancia del complejo Ama- igualmente los siguientes objetos: cueca, con la presencia de ciertos elementos diag- nósticos de la cerámica tarasca (Noyola igw), que - Una pequeña vasija fitomorfa, bruñida con se encontraron inmersos en los basurales entre las vertedera y boca restringida sobre la cual concentraciones de material asociadas a pisos ocu- hay huellas de una posible asa canasta. pacionales e, inclusive, dentro de algunas estruc- - Una ollita miniatura pulida de color café, turas de combustión. Esto sugiere que estos reci- de apariencia local, pero con un asa ca- pientes formaban parte de los enseres cotidianos nasta y una vertedera (no diagnósticos del de los habitantes de la aldea. complejo Amacueca). Tiene además tres apli- Bajo el piso ocupacional se detectaron 17 en- caciones, en grano de café, que le dan un terramientos humanos, presumiblemente contem- aspecto antropomorfo. poráneos a la aldea. Los individuos hallados esta- - Una ollita miniatura y una vasija pulida de banenposicióndecúbito lateral (derecho eizquierdo) forma aniñonada en color café, con la boca o posición sedente. Las ofrendas incluyeron vasijas estrecha y con borde evertido. Lleva dos cerámicas, así como pinzas y agujas de cobre colo- pequeñas asas en la parte superior. cadas por lo general a los pies del difunto. Entre los - Cajetes miniatura bien pulidos y variados: adornos corporales que acompañaban a los indivi- hemisféricos y trípodes (soportes sólidos duos se conservaron bezotes de obsidiana, cascabe- o huecos). La decoración generalmente es les de cobre, cuentas de piedra y brazaletes de con- pintada, aunque pueden llevar una serie de cha (Acosta 1992). muescas alrededor del cuerpo o del bor- Junto al área habitacional excavada se ubica- de. Los hay negros, rojos o policromos (rojo ron dos áreas de cementerios. En una de ellas se sobre blanco; rojo, negro y amarillo sobre encontraron múltiples inhumaciones con ofrendas blanco; rojo y naranja sobre blanco). Los y con ornamentos corporales de filiación tarasca. motivos más frecuentes son círculos, espi- Al parecer, se destinó un sector específico del cam- . rales, líneas concéntricas y puntos. posanto para enterrar a los individuos que de al- - “Las pipas son tubos largos con un reci- guna manera se vinculaban con el grupo michoa- piente cilíndrico o cónico al frente, con el cano. La posición preferencial de enterramiento en borde evertido y con dos soportes cónicos. esta área fue sedente con las piernas totalmente Suelen estar pulidas pero no llevan mucha flexionadas. Se identificaron 37 individuos adultos, decoración, generalmente tienen líneas 19 de los cuales fueron hombres y tres mujeres. No incisas rectas o en espiral envolvente a lo se pudo hacer la determinación de sexo a los quince largo del tubo y en la base del cuerpo, y en restantes. Es importante seiialar que entre estos res- algunos casos están cubiertas de pintura tos funerarios es donde se detectó la mayor cantidad blanca” (Noyola 1992). de adornos corporales de manufactura tarasca. En el análisis que hace Andrés Noyola del ma- terial cerámico encontrado, distingue una serie de De particular interés para la discusión que a conti- formas y decoraciones diagnósticas de la cerámica nuación se presenta son igualmente los adornos tarasca. Las principales que menciona son: corporales, encontrados con algunos de los en- terramientos. Noyola (1992) subraya la presencia de Vasijas con vertedera que pueden tener asa de pinzas y cascabeles de cobre, así como de bezotes estribo o asa de canasta del tipo rojo pulido y orejeras de obsidiana; recalca, además, que “mu- (Castro Leal i986:~7-88),tanto como policromas chos de estos objetos prácticamente son idénticos a (decoradas en blanco y anaranjado sobre rojo), los materiales diagnósticos procedentes del área cajetes tripodes miniaturas y pipas (Noyola nuclear de los tarascos”. 1992). Durante el posclásico tardío la metalurgia se encuentra ya muy desarrollada en todo el occidente, Entre los hallazgos en contextos funerarios y entre por lo que la presencia de objetos de cobre no es

i 302 EL ‘MICH OACÁN ANTIGUO exclusiva del pueblo tarasco. Sin embargo, determi- que no es fortuito que las dos vasijas hayan sido nados objetos fabricados con ciertas formas y es- ofrendadas a este individyo. Con este gesto, quizá tilos sí lo son. Lo mismo sucede con la lapidaria en se quiso resaltar el hecho de que en este individuo se obsidiana pulida. Esta técnica fue conocida por casi fusionaba el prestigio tarasco con una realidad co- todos los pueblos de Mesoamérica; sin embargo, tidiana local. I los tarascos lograron una maestría sobresaliente La evidencia arqueológica descrita parece in- en la confección de objetos tales como bezotes y dicar que varios de los individuos enterrados en orejeras de tipo carrete. El estilo y la fineza carac- Atoyac pertenecían a una jerarquía alta dentro de terísticos convierte en diagnósticos a estos objetos los cánones de la sociedad tarasca. Pero, como de la cultura tarasca. Los bezotes eran una insignia bien señala Noyola, “el problema que se presenta típica; su forma usual comprende dos secciones: la es de saber si se trata de gente tarasca o de dirigen- parte “externa” es una caja circular o botón central, tes locales fuertemente aculturados por ese grupo” en cuyo frente se incrustaba a menudo algún tipo (Noyola 1992). de decoración en mosaico de turquesa. De su es- Para tratar de resolver este problema hay que palda nace la parte “interna”;su forma es la de una hacer un análisis detallado de los componentes del elipse fina y alargada, con una curvatura cóncava material “tarasco” encontrado en Atoyac. Los pri- que se acomoda sobre el mentón al ser introducida meros resultados indican que parece ser predomi- bajo el labio inferior. En un ejemplar de Atoyac se nantemente de importación. El análisis de Noyola encontraron algunos fragmentos de turquesa in- demuestra que esta cerámica tiene rasgos tecnoló- crustados en la cajita exterior. Las paredes de las gicos distintos: la pasta difiere en preparación, color orejeras tipo carrete tienen la particularidad de ser y textura. Es diagnóstico el acabado de superficie extremadamente finas y de una regularidad muy bruñido que contrasta con el simple regularizado marcada. Por su aspecto diriase que se trata de vi- que se encuentra en la cerámica local. drio fundido y moldeado. La inversión de tiempo Por otro lado, los primeros análisis minera- requerida para obtener tal perfección debió ser con- lógicos muestran que la cerámica, de apariencia siderable, por io que se trata, sin duda alguna, del tarasca, tiene una composición distinta de la mayo- trabajo de un especialista. ría de los materiales regionales analizados (Guffroy De entre todos los objetos asociados a las 1993). Si bien no se tiene aún la localización exacta inhumaciones sobresale uno en especial, una pinza de donde provienen, se puede afirmar, en todo caso, con adornos espirales a cada costado. La especia- que sus características específicas difieren aparente- lista en la metalurgia del occidente de México, Do- mente del material fabricado en el área de Atoyac. rothy Hosler, sostiene que esta pieza fue un emblema de poder o autoridad entre los antiguos tarascos. Cita esta autora imágenes de la Relación de Mi- DISCUSION choacán (1988: 335), en que piezas idénticas adornan a personajes de alto rango en señal de su estatus. En la discusión de las evidencias arqueológicas en- Castro Leal dice que “...la Relación de [...I menciona contradas deben subrayarse algunos aspectos que múltiples veces este adomo usado principalmente particularizan la presencia del material tarasco en por los sacerdotes mayores o petámuti” (1986: 158). La Atoyac: pinza encontrada en Atoyac estuvo asociada igual- mente a otro símbolo de prestigio tarasco: un bezote 1. El carácter elitista de los ornamentos cor- pulido de obsidiana. Junto al respectivo cadáver se porales encontrados junto conlos entierros. ofrendaron también dos vasijas cerámicas que no 2. La calidad general de todos los objetos, que corresponden a la tipología tarasca. Una de ellas denota quizá el alto estatus de sus posee- es un cajete trípode, diagnóstico del complejo Ama- dores. cueca, y la otra es una botella o cántaro aplanado 3. La variedad amplia de objetos importa- semejante a una cantimplora. Noyola resalta la im- dos, queva desde símbolos ideológicos has- portancia de que se mezclen piezas locales con atri- ta instrumentos utilitarios (agujas y pun- butos de autoridad de un grupo foráneo. Él piensa zones o cinceles).

EL MICHOACAN ANTIGUO 303 A ORNAMENTOS E INSIGNIAS DE AUTORIDAD TARASCA ENCONTRADOS EN ENTIERROS EXCAVADOS EN ATOYAC. JALISCO.

4. La cantidad elevada de artefactos forá- sencia de objetos foráneos no implica necesaria- neos en la aldea. mente que gente tarasca haya vivido en Atoyac. El 5. La integración de restos variados en los intercambio puede trasladar un gran número de depósitos residuales del área doméstica. bienes variados a través de grandes distancias, más 6. La asociación en los mismos contextos del aún en zonas de frontera. No obstante, la integra- material foráneo y el local. ción de una amplia variedad de estos artefactos en 7. La incorporación de ciertos rasgos for- los depósitos residuales sugiere un uso cotidiano. males tarascos en la fabricación de deter- La utilización constante de objetos foráneos (de minados objetos cerámicos locales (iun cierto rango) no suele ser la regla dentro de las so- aparente mestizaje cultural?). ciedades agrícolas precapitalistas. El uso de estos 8. La presencia de un área de enterramientos objetos se suele reservar para subrayar el estatus de específica, donde se concentran individuos algún personaje o para marcar eventos especiales con atributos étnicos tarascos. dentro de la vida del grupo. De hecho, un buen número de piezas de importación se encuentran a A primera vista, la evidencia arqueológica tiende a menudo como ofrendas o como parte de un ajuar confirmar la presencia purhépecha en la cuenca. Las funerario. excavaciones realizadas en Atoyac descubrieron un En Atoyac la mayor parte de las evidencias gran número de objetos diagnósticos de la cultura tarascas provienen de los basuraIes directamente tarasca en contextos domésticos locales. La primera asociados al área habitacional. Por lo general, todos explicación obvia es que los habitantes de la aldea los artefactos muestran huellas de uso continuo y su estuvieron estrechamente vinculados con gente y grado de dispersión dentro del asentamiento es costumbres oriundas de Michoacán. indicativo de una utilización irrestringida de estos Cabe recordar, sin embargo, que la mera pre- elementos..Tanto la cantidad como la variabilidad

304 EL MICHOACAN ANTIGUO de objetos encontrados sugieren que su presencia región. Es indudable que para el Estado purhépe- no es un simple efecto de comercio entre pueblos cha creciente era menester ampliar su infraestruc- vecinos. tura económica a través de la sujeción de pueblos Al mismo tiempo, la calidad y el carácter sun- tributarios y de la adquisición de productos que eran tuario de estos artefactos son sintomáticos de esta- escasos o inaccesibles en su área. Los yacimientos tus elevado de los usuarios. El material encontrado salineros, su explotación y tributación eran, cierta- en contextos funerarios es igualmente diagnóstico mente, un incentivo importante para conquistar la de un grupo jerárquico residente en la aldea que no zona lacustre de Sayula. sólo se diferencia del resto de la población por la Se ha mencionado que en los sitios de ex- clase de objetos que utiliza, sino tambiénpor el espa- tracción de sal hay poco material diagnóstico del cio específico que ocupa al momento de ser inhu- periodo posclásico, pero conviene recalcar que, has- mado. Una élite local podria tener acceso a determi- ta la fecha, no se ha encontrado ningún objeto de nados productos suntuarios de las regiones vecinas, filiación tarasca asociado a las salinas. Por eso se pero es poco probable que adoptase para sí los sím- puede pensar que, si hubo intervención purhépe- bolos jerárquicos de un pueblo potencialmente ene- cha en el proceso productivo, ésta fue probable- migo. El uso de ciertos paramentos era exclusivo de mente sólo de carácter administrativo: control del determinados estamentos o personajes tarascos. mercado o recolección de tributos. En el área de enterramientos número 3 de De cualquier modo, hay que recordar que la Atoyac se encontraron varios de estos atributos. Se infraestructura salinera se desarrolló en la cuenca mencionó ya el caso de las tenacillas utilizadas por en el transcurso de varios siglos. Dentro de la varia- los petámutis; de igual manera, aparecieron bezotes bilidad anotada no se registran cambios significa- y orejeras finas de obsidiana, que eran fundamen- tivos operados durante la presencia corta de un talmente utilizados por los guerreros, los señores grupo foráneo. Sin embargo, la evidencia detectada importantes, el sacerdote mayor y el Calzonci (Cas- en la zona lacustre sí es indicativa del rol estratégico tro Leal m6:151). Los guerreros llevaban a menudo que asumió el asentamiento del grupo tarasco al sartas de cascabeles de cobre atadas a los tobillos interior del antiguo poblado de Atoyac. Cabe re- (Piña Chan 1969: 77). Evidencias específicas de este cordar que este pueblo se ubica en la parte central de género apuntan a confirmar la convivencia de mi- la cuenca, sobre la orilla oriental de la laguna, en una choacanos de rango con gente local en la aldea de zona de fácil acceso, tanto al camino que va al país Atoyac, que podria deberse a un dominio tarasco tarasco que pasa por Teocuitatlán y Xiquilpan, como sobre esta área. Otra posibilidad es la presencia de al que conduce hacia el sur y comunica con Colima un grupo nutrido de mercaderes y otros estamentos y la costa. El mercado de la sal que Ponce vio en de la sociedad tarasca implantados pacíficamente Atoyac a fines del siglo XVI, probablemente se inició en el pueblo de Atoyac. en la época precolombina y, quizá, fue el punto nodal El factor cronológico puede dar pista sobre de la intervención tarasca en la región. la naturaleza de esta implantación. La intrusión de la Para terminar, se mencionará de paso que las cerámica tarasca en el complejo local data de un relaciones con la población local no se dieron siem- momento tardío de la fase Amacueca en la ocupa- pre en términos cordiales. ción de la aldea. Este periodo se extendería aproxi- Entre los individuos de filiación tarasca ente- madamente desde 1400 d.c. hasta 1522-1523, momento rrados en Atoyac, hay varios que presentan agudas del contacto español. Tres fechamientos de ~14ob- puntas de flecha asociadas al esqueleto. Un caso, tenidos de los niveles de ocupación de la aldea os- inclusive, presenta restos de un proyectil de obsidia- cilan entre 1305 y 1455 d.c. Si se tiene en mente que na incrustados en el hueso. iSerá ésta, quizá, la k las fechas de ci4 no son calendáricas, sino aproxi- prueba fehaciente de la famosa guerra del salitre? maciones cronológicas del uso de los materiales fe- chados, se puede afirmar que coinciden con el auge de la expansión tarasca hacia la frontera occidental. * Krueger enterprise Laboratories, Cambridge Massa- Las fuentes históricas citan las salinas de Sayu- chussetts Muestras núm. 1-PcS-91 595t/- 60 BP (corrección C13), Q núm. 2-~~~-91495+/-60 BP (corrección C13), núm. 3-pcs-91 645 la como la motivación que trajo a los tarascos a la +/- 110 BP (corrección C13).

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ESTADO Y SOCIEDAD TARASCOS EN LA ÉPOCA PREHISPÁNICA

COORDINADORA o o Brigitte Boehm de Lameiras

FOTOGRAFk o e Ricardo Sánchez González

AUTORES o o Ulises Beltrán

Eduardo Williams Helen Perlstein Pollard Elrain Cárdenas Garcia Dan M. Healan Marie-Charlotte Arnauld Marie-France Fauvet-Berthelot O. S.T. Fonds. DJm"naire Dominique Michelet R. O. M. Francisco Valdez N*: Catherine Liot 43438 CDte 't 6-err 4 PALEOGRAF~ o J. Benedict Warren ' Alberto Carrillo Cázares AA Silvia Méndez Hernández .. ORSTOM Documentation 'Y c

GOBlERNO DEL ESTADO DE MICHOACÁN