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I DUE Ha comenzado el AÑO VERDI, en el 200 ani- versario de su nacimiento, y el Palau de Les Arts celebra la efeméride con un título del joven Verdi de , a lo largo de seis representaciones que comenzaron –exitosamente- el pasado 24 de enero, y se extenderán hasta el 8 de febrero. Y, en EL PALAU DE LES a las que seguirán las funciones de –una de las cumbres del arte verdiano- que se desa- rrollarán los próximos meses de mayo y junio, ARTS DE VALENCIA con dirección de Zubin Mehta, en el Festival del Por Diego García Pérez-Espejo Mediterráneo.

brioclasica.es MUERTES EN VENECIA siguiente: “Desde puede decirse que no he tenido una sola En la famosa película de Luchino hora de tranquilidad. ¡Fueron sie- Visconti en 1971 y, también, en la te años de galera!” Más tarde la última ópera de Benjamin Britten expresión alcanzó fortuna, pero de 1973, se producía la Muer- aplicándola al período de seis te en Venecia, del atormentado años acotado entre I due Foscari músico Gustav von Achenbach: y estrenada en 1850. Francesco María Piave –a partir del drama de , The two Dos pueden ser las razones de Foscari- escribió el libreto de la este gran esfuerzo creativo: las sexta ópera compuesta por Verdi, peticiones de los teatros para re- con el italianizado título de I due presentar nuevas óperas y el afian- Foscari. En ella se plantea una tra- zamiento de la posición económi- ma opresiva y de gran dramatis- ca del compositor, cuyos triunfos mo, que concluye con las muertes, en los escenarios le iban propor- en la Venecia del Quatrocento, cionando una saneada situación del Dux de la Serenísima Repúbli- financiera. Ambas razones son ca, y de su hijo plausibles, aunque suele esgrimir- Giacopo. se la primera en detrimento de la segunda, menos romántica. Cier- Esta ópera inaugura un período tamente, por aquel entonces ha- de frenética actividad creadora bía una verdadera ansia del pú- del compositor de , quien blico por, materialmente, devorar desde 1844 (año del estreno de I nuevas óperas; esta circunstancia due Foscari) hasta 1850, compon- obligaba al compositor a crear sin drá once óperas. A estos inten- cesar una ópera tras otra, y viajar sos siete años se les conoce con continuamente para asistir a estre- el nombre de “años de galera”. nos o supervisar ensayos y repo- Esta denominación está basada siciones. Pero no es menos cierto, e Ivan Magrì como en una carta del propio Verdi que por sus orígenes humildes, Lucrezia Contarini y Jacopo Foscari a su amiga la condesa Maffei, Verdi sentía una gran atracción en la que se quejaba del modo por el dinero.

brioclasica.es Por tanto, ese frenético trabajo de “los años de galera”, al que puede añadirse el período entre 1851 y 1853 donde com- puso su trilogía popular, que forman Ri- goletto, y , le con- vierten en un compositor millonario que, a partir de entonces, va paulatinamente ralentizando su producción, ya que, en los siguientes cuarenta años, y hasta sus postreros Otello estrenada en 1887, y de 1893, solo compondrá ocho óperas.

Pero, volvamos a este valenciano y muy notable I due Foscari: donde, de nuevo, como en los anteriores casos de y La Bohème, durante la presente tempo- rada, se nos muestra una original esce- nografía. Ya, en el mismo arranque de la representación, podemos ver un mar di- námico proyectado sobre un transparente telón, que simboliza ese bello horizonte azul veneciano, a través del cual puede entreverse el universo feo y siniestro car- celario que, una vez izado ese telón ma- rítimo, puede contemplarse con toda su sórdida nitidez, y donde en una jaula está preso Jacopo Foscari,a el hijo del Dux Plácido Domingo, Guanqun Yu e Ivan Magrì Francesco Foscari, rodeado de tortura- como Francesco Foscari, dores, y algún clérigo inquisidor que ben- Lucrezia Contarini y Jacopo dice los castigos a los cautivos. De nue- Foscari, respectivamente. vo, en el Acto III, ese opresivo universo subterráneo interacciona con un colorista jolgorio, donde los personajes cantan y brioclasica.es

bailan en la celebración de ese his- Musicalmente, en tórico evento festivo denominado esta ópera pueden “Regata veneciana”. Muy consegui- do el diseño de vestuario realizado comprobarse los por Mattie Ullrich, con proliferación avances en materia de los colores rojo y blanco, junto “ con los bonitos atuendos que exhi- de orquestación be la china Guanqun Yu, conseguidos por Verdi en el rol de Lucrecia Contarini. Ex- celente dirección escénica de Thad- en relación a sus deus Strassberger, consiguiendo que anteriores trabajos. los personajes muestren la tensión y dramatismo que les aflige. “Aquí el compositor experimentó por Musicalmente, en esta ópera pue- den comprobarse los avances en primera vez con los materia de orquestación consegui- llamados “temas dos por Verdi en relación a sus an- teriores trabajos. Aquí el compositor recurrentes” experimentó por primera vez con los o “leit motiv” llamados “temas recurrentes” o “leit motiv”, que anuncian la presencia ca descendente, que refleja fragili- escénica de los diferentes persona- dad y vejez. La aparición en escena jes, e incluso del coro. Por tanto, el de Lucrecia Contarini está marcada maestro de Busseto muestra en I due por un “allegro agitato” interpreta- Foscari, nuevas formas de expresión do por la cuerda, con una inquieta musical, principalmente con esos te- y enardecida melodía que muestra mas recurrentes, mediante los cuales el alto grado de constante agitación cada personaje queda definido por del personaje. Hasta el coro, en las un motivo musical que lo identifica intervenciones del “Consejo de los en escena. Para el octogenario Fran- Diez”, tiene su motivo musical: un Plácido Domingo cesco Foscari, son las cuerdas gra- “andante con moto”, que refleja, de ves: violonchelos y contrabajos, que alguna manera, crueldad e intransi- desarrollan una bella figura melódi- gencia. brioclasica.es Omer Wellber dirigió con buen , en la toma en brioclasica.es pulso a la Orquesta de la Co- directo de esta ópera realiza- Pulsar imagen munidad Valenciana, ya desde da en 1951, con dirección mu- el mismo arranque de la ópe- sical de Carlo María Giulini o ra, con esos fuertes y vigorosos del joven Josep Carreras, en acordes que inician la obertura, la magnífica grabación Philips y la ejecución de ese fúnebre y de 1976, dirigida por Lamber- melancólico tema en modo me- to Gardelli, y donde el nor, ejecutado en primer lugar catalán nos ofrece su bellísimo por el clarinete y posteriormen- timbre de entonces, junto a un te por la flauta, con evidente temperamento verdiano –so- lucimiento de ambos instrumen- bre todo en las cabalettas- de tos, y que va a marcar musical- primera magnitud. mente la presencia de Jacopo Foscari. La pasada temporada, Plácido Domingo afrontó un rol de ba- La orquesta luce sus bondades rítono lírico, como el Athanael en el arranque del Acto II, con de Thais de Jules Massenet. De esa música bellísima de corte nuevo le escuchamos en esta “ camerístico, con lucimiento de tesitura, encarnando al viejo violín y violonchelo alternán- Francesco Foscari que, en rea- dose y dialogando, a los que lidad, requiere de un barítono se une la voz de Jacopo Fos- más dramático como en los cari, bien interpretado por el casos de y Leo tenor Ivan Magri –cubriendo Nucci, quienes han interpreta- La orquesta luce sus bondades en el el pasaje, con buen estilo de do este rol reiteradamente en canto verdiano- en el inicio de teatro, y nos han legado gra- arranque del Acto II, con esa música su gran escena “Notte! Per- baciones en DVD de indudable bellísima de corte camerístico, con petua notte che qui regni…”. calidad. De cualquier forma, También el tenor afronta luci- Domingo sale airoso de la lucimiento de violín y violonchelo damente su intervención en el prueba, mostrándonos aún ese alternándose y dialogando Acto III, “L’inesorabil suo core juvenil y bonito timbre, increí- di scoglio”. Aunque Ivan Magri ble en un cantante que ya ha queda lejos de las extraordina- cumplido setenta y dos años. rias interpretaciones del joven “ brioclasica.es

Texto: Diego García Pérz-Espejo Fotografías: Tato Baeza

Y, se muestra notable en su primera apari- de la noche- ganadora de la edición 2012, tiano y gran dificultad. Asimismo, También ción escénica “Eccomi solo alfine…”, que del concurso Operalia-Plácido Domingo, y tuvo una brillante intervención en la cabale- nos presenta al gobernante en la soledad del discípula de Carlo Bergonzi, Reneé Fleming tta del Acto III “Piu non vive! L’innocente..”. poder. También, en sus intervenciones solis- y Eva Marton. La soprano china cuenta con Mención especial merece la interpretación tas del Acto III “Egli ora parte!... Ed inocente un bonito timbre, y una voz muy bien pro- del vibrante cuarteto del Acto II, con Lucre- parte!”, para terminar su importante actua- yectada, con agudos y sobreagudos redon- cia, Francesco, Giacopo y el malvado Lore- ción en todo el final de la ópera “Questa dos y squillantes. Sin embargo, su gama de dano, muy bien interpretado por ese bajo dunque è l’iniqua mercede… Principe”, don- graves, resulta limitada. Su actuación resultó de grandes medios vocales que es Gianluca de, a continuación muere ante tanto infortu- muy lucida, desde que aparece por primera Buratto. Como siempre, magnífica actuación nio. Pero, quizás, donde Domingo brilla con vez en escena, durante el Acto I, con el reci- del Coro de la Generalitat Valenciana, diri- más fuerza en los dúos con su nuera Lucre- tativo-aria-cabaletta “No mi lasciate….tu al gido por Francesc Perales. En fin, una ópera cia Contarini, magníficamente interpretada mi sguardi omnipossente…O patrici trema- del joven Verdi bien resuelta vocal y escéni- por la joven Guanqun Yu, -gran triunfadora te…l’eterno”, de corte belcantista donizet- camente.