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La LoMa deL CeMenterio de (): un Punto CLave deL PobLaMiento PrehiStóriCo Para eL ControL deL territorio

MONTSERRAT MARTÍNEz GONzÁLEz HISTORIADORA

Los estudios sobre el poblamiento prehis - fundamentación arqueológica. Otros eru - 165

tórico y antiguo en las comarcas del norte ditos locales también realizaron catas en 4 6 de la provincia de Teruel se iniciaron ya a yacimientos de interés, como Tejerizo en 1 finales del siglo XIX, intensificándose en , pero las tierras situadas más al las primeras décadas del siglo XX. Sin sur no se prestaban por entonces a mayor embargo, los de las tierras más alejadas atención. hacia el sur, en el somontano ibérico, no despegaron verdaderamente hasta la El año 1957 se iniciaron las excavaciones década de los 60 del siglo pasado. Con en el yacimiento de El Castelillo de anterioridad, solamente tenemos cons - y se estudiaron los materiales de El Palo - tancia de las apreciaciones de Pere Bosch mar de , entonces a la espera de Gimpera, sobre hallazgos de materiales una excavación arqueológica más com - aislados o de Pedro Pruneda, Santiago pleta que la realizada por Galiay. Así vidiella y otros estudiosos locales, acerca empezó a consolidarse el Servicio Provin - de las estaciones arqueológicas más cial de Arqueología de la Diputación de conocidas. Un ejemplo de ello son las elu - Teruel, germen del actual Museo Provin - cubraciones relacionadas con la hipoté - cial, creado y dirigido durante un tiempo tica localización de Belgida en Berge o en dilatado por la arqueóloga Purificación Alcorisa, así como su posible –y descabe - Atrián Jordán. El interés del museo citado llado – origen griego, suponiendo todo y de la propia Universidad de zaragoza esto una mera especulación, sin ninguna por las zonas geográficamente margina -

< Muro en la loma de La Solana.

Estructura rectangular, loma de La Solana. les respecto a las áreas centrales, más Bronce hasta la fase plenamente romana, estudiadas, de las tierras bajoaragonesas facilitaron la comunicación desde las se intensificó en la década de los 70, por actuales tierras de y Seno hasta ejemplo, con los estudios del arqueólogo las de Andorra y Alloza. De tal manera Andrés Álvarez Gracia y su equipo, en el que, desde La Fuente el Salz de Castellote valle del Alchoza, subsidiario del río Gua - y valdecascallo, se puede llegar por el 167 dalopillo, durante la primera Edad del barranco de valdecastillo hasta la Torre 6 6 Hierro. Desde el año 1980 a 1990, se des - Piquer de Berge; desde allí, por el con - 1 arrollaron intensos programas de pros - gosto y la virgen de la Peña, con sendos pección, a cargo de quien suscribe este yacimientos arqueológicos que dominan texto y del Seminario de Arqueología y el paso, se alcanza la hoya de Berge. Etnología Turolense, del antiguo Colegio Desde esta, continuando y ascendiendo Universitario de Teruel. Todos los yaci - por el barranco de la Centenera, también mientos localizados se encuentran inven - antiguo camino medieval hacia Los tariados en la Carta Arqueológica de Olmos, podemos enlazar con la hoya del Aragón , 1991, dirigida por el profesor pueblo, donde se sitúa la loma del Francisco Burillo. Cementerio, objeto de nuestro estudio. Con el presente artículo damos a conocer Cruzando el barranco de la Banana, un enclave de poblamiento importante seguimos por los pasos marcados en las para la intercomunicación transversal lomas compactas de la Atalaya, para enla - entre el valle del Guadalope y los valles zar con las tierras del Molino Magallón, del Guadalopillo, Alchoza y las tierras de en el río Alchoza. Cuando el río se abre Andorra y Alloza, durante la prehistoria y hacia el paraje de los Estancos, aparecen la Antigüedad. Así, numerosos pasos otros importantes yacimientos, como el flanqueados o rodeados de yacimientos Mas del Hambre, el Pozo del Salto, arqueológicos, adscritos a las diferentes Cabezo de Oliveros, junto a estaciones de etapas desde finales de la Edad del menor entidad, que enlazan, a su vez, con Loma de La Solana. Paredes de habitaciones, loma del Cementerio. las tierras del este y norte de Andorra. Asi - tos horizontales, que delimitan las hoyas mismo, desde el pueblo de Los Olmos, y pequeños corredores o valles con sedi - por la Regadía y la hoya de San Cristóbal, mentos terciarios. Así, identificamos una podemos acceder a la zona de Alloza. loma alargada, con dirección SE-N, que separa la hoya del pueblo del valle de la Nos encontramos, pues, ante un caña - Centenera, además de otros relieves de mazo o red de conexiones en el que la formas más compactas, en cuyos extre - loma del Cementerio, La Solana y el Cerro mos o flancos se sitúan varios yacimien - volador de Los Olmos, con una cronolo - tos arqueológicos. gía que abarca desde finales del Bronce hasta las primeras manifestaciones del La loma es de fácil acceso e identifica - Ibérico antiguo, se convierte en un punto ción, por situarse en su base el cemente - nuclear para el control del territorio e rio de Los Olmos. Desde hace unos años, intercambio de actividades de todas las se ubican en ella los depósitos de agua comunidades asentadas durante las fases que sirven a la población, a los que se prehistóricas referidas. accede por un camino asfaltado. Tanto los depósitos como el camino no existían cuando realizamos las prospecciones Características geográficas de la loma del Cementerio y elevaciones colindantes correspondientes, habiendo afectado estos a varios puntos del yacimiento. La La penillanura que desciende desde el línea de la loma se interrumpe por el escalón tectónico Montalbán- hacia corte natural del barranco de la Banana – la depresión del Ebro se configura en el uno de los originarios del río Alchoza-, área que rodea al pueblo de Los Olmos en por donde pasa la carretera N-420, que una serie de relieves alargados, con estra - une Teruel con Alcañiz y continua hacia el norte. En este punto, confluye con otra loma del conjunto compacto de La Ata - laya, que se extiende en dirección N-S y presenta otro punto de asentamiento junto a la carretera, denominado Cerro Solana. Si continuamos hacia el W, el relieve enlaza con otro saliente que, con - figurando otra loma en dirección SW, delimita también la hoya de Los Olmos. La elevación acaba bruscamente junto al camino que conduce a la partida de la Regadía. En la parte superior y en la ver - Restos cerámicos. Conjunto loma del Cementerio. tiente erosionada, afloran las capas de arcilla con materiales cerámicos. suelo. Una espesa vegetación de matorral impide la mejor visibilidad de las mismas. El suelo de las lomas es rocoso, calizo, muy diaclasado y erosionado, con escasa ESTRUCTURAS Y MATERIALES presencia de tierra vegetal y una vegeta - ción de matorral con algunas coscollas. Si observamos la planimetría correspon - diente, vemos que las estructuras presen - Tenemos que resaltar de la descripción tan un agrupamiento mayor, con realizada anteriormente, la situación menores dimensiones de las habitacio - estratégica de los asentamientos para nes, en las zonas elevadas de la loma, controlar el paso natural que, subiendo donde se comprueba la presencia de bol - desde el valle del Guadalopillo, por la cara sas de cenizas, restos de adobes y de 169 de la hoya de Berge, atraviesa el valle de la cerámica, preferentemente fabricada a

Centenera para enlazar con las tierras de 8

mano, aunque también aparecen frag - 6 1 la cabecera del río Alchoza y de la hoya de mentos elaborados a torno, de factura San Cristóbal, de . ibérica. La planta de las estancias es rec - tangular, apareciendo en uno de los pun - Los yacimientos arqueológicos tos prospectados un muro semicircular. de la loma del Cementerio Es relativamente abundante la existencia de fragmentos de piedra de molino, navi - En la cima de la loma alargada, y desde el formes, de medianas dimensiones. extremo norte de la misma hasta el límite del barranco de la Centenera, por donde En cuanto a los materiales cerámicos, pasa el antiguo camino medieval que con - cabe destacar: duce a la hoya de Berge, se sitúan cuatro núcleos de hábitat diferenciados, con • Fragmentos de vasijas grandes, con estructuras identificables, extendidas en pastas groseras y carbonosas, de colo - una superficie muy amplia. Los niveles ración externa marrón-rojiza. Presen - arqueológicos con materiales cerámicos tan adornos de grandes cordones con se encuentran en la cumbre. En la ver - digitaciones en retícula. Asimismo, tiente sur de la loma, se localizan también constatamos la presencia de fragmen - formaciones de habitaciones rectangula - tos de numerosos bordes, pertenecien - res, amplias y con gruesos mampuestos, tes a vasijas bitroncocónicas, de boca aunque sin rastro en ellas de niveles ancha, con borde vuelto, moderada - arqueológicos, por la fuerte erosión del mente desarrollado y decorado con mita en parte la hoya del pueblo de Los Olmos.

LA SOLANA 1

En la parte superior y junto a las laderas E y SE se localizan seis pequeños agrupa - mientos habitacionales, separados por espacios sin estructuras. Las estancias presentan una superficie diversa, que, por término medio, para las grandes es de 11 x 9 m. Los muros son gruesos, entre Paredes falda sur, loma del Cementerio. 0,80 y 1,30 m de anchura, con mampues - tos medianos y pequeños y losas hinca - incisiones y ungulados. También frag - das verticalmente. También aparecen mentos de bases planas, con rebordes numerosos restos imprecisos de estruc - insinuados. turas, junto a bolsas de ceniza y adobes deshechos, localizables preferentemente • Fragmentos atípicos de cerámica a en el arco que la loma presenta en su torno, ibérica, uno de ellos pertene - cambio de dirección. ciente a una vasija tipo dolia , localizado Hay que destacar los restos de un muro, en las cercanías del cementerio. tal vez perteneciente a la defensa del • Fragmentos de hojas de sílex, retocadas. yacimiento, y de una estructura, en la parte superior del talud que baja hacia la carretera, identificable con un posible Cronología torreón. La citada estructura, a pesar de El segmento cronológico que cubre los la intensa erosión sufrida, aún permite asentamientos de la loma del Cementerio ver su planta externa circular e interna se inicia en los estadios finales de la Edad rectangular, conservándose los restos de del Bronce, terminando, por la presencia las hiladas inferiores. Entre los materia - del nivel con cerámica ibérica a torno, en les, se recogen numerosos fragmentos los primeros momentos del siglo v a. C. de cerámica a mano, de pastas groseras y tonalidades marrones y rojizas, con decoraciones de cordones plásticos e La Solana 1 y 2 incisiones en los bordes.

La Solana es, por una parte, una conti - Tenemos que señalar un aspecto que nos nuación de la loma del Cementerio, sepa - llamó la atención. Tanto en este punto 1 rada de ella por la incisión del barranco de La Solana, como en los puntos de la de la Banana y la carretera N-420 que loma del Cementerio, nos preguntába - transcurre desde Teruel hacia Alcañiz. Por mos por las escasas hiladas visibles y el otra parte, se denomina también así a nivel de arrasamiento de los yacimientos, otra loma alargada, que no pertenece a la en comparación con otros de la zona, del del Cementerio, sino que se trata de un mismo horizonte cronológico. Al realizar apéndice correspondiente a otra estruc - unas preguntas a las personas mayores tura orográfica más compacta. Dicha de Los Olmos, se nos dijo que los lugares loma se desarrolla hacia el S-SW y deli - estudiados fueron canteras para la cons - Posible restos de torreón, ladera de La Solana. trucción de la carretera nacional que dis - límite que cierra el barranco de la Cente - curre por su base. Nos hablaban de los nera por el N-NE corresponde a otra loma grandes bloques de piedra que se trans - que separa el paraje que estudiamos de la portaban, coincidentes con los mam - zona alcorisana del Carrascal-el Encinar (o puestos que aparecen en las estructuras Lecinar). Cortada la loma y el valle por el 171 que se desarrollan por las laderas de la citado barranco de la Banana y la carretera 0 7 loma del Cementerio. nacional de Teruel a Alcañiz, su continui - 1 dad viene dada por el Cerro volador, inicio LA SOLANA 2 de otra loma compacta que se extiende hacia la Atalaya. El cerro es fácilmente En el extremo W-SW de la loma, en el área accesible. En su cumbre, concretamente donde se encuentra el camino que con - junto a la vertiente escarpada y con un duce al paraje de la Regadía, aparece en la suelo pobre de tierra vegetal y vegetación cumbre una pequeña bolsa de cenizas y de matorral poco desarrollado, se detec - materiales cerámicos. La erosión actúa tan unas formaciones de estructuras, rec - poderosamente en las laderas, desmante - tangulares, análogas a los yacimientos lando las arcillas. En estas se han encon - descritos en la loma del Cementerio y La trado restos cerámicos, atípicos, de factura Solana. Al pie de una ladera que desciende ibérica. hacia el valle de la Centenera, se excavó, El horizonte cronológico de estos yaci - en su día, un pequeño grupo de tres ente - mientos es el mismo que el del conjunto rramientos de cista, con las correspon - de la loma del Cementerio. dientes lajas de piedra.

En cuanto a los materiales, además de EL CERRO vOLADOR fragmentos cerámicos pequeños y atípi - Cerramos la descripción de este conjunto cos, fabricados a mano, se encontraron con el yacimiento del Cerro volador. El grandes fragmentos de urnas, de perfil en La loma del Cementerio, desde la hoya de Los Olmos en 1985.

S, con un cuello desarrollado, ligeramente cuenca del río Guadalopillo, nos suminis - exvasado y adornos de incisiones –ungu - tran la información suficiente para una lados – tanto en el arranque del cuello interpretación de su evolución cultural como en el borde. Uno de los fragmentos desde su fijación como comunidades está decorado con pequeños abultamien - estables. Este fenómeno de estabilidad de tos, poco desarrollados, en torno a la las poblaciones se da en un ambiente cul - línea del cuello. También aparecen mate - tural propio de los finales de la Edad del riales con cordones plásticos, pellizcados. Bronce, según el profesor Ruiz zapatero, Las pastas son muy toscas, con abun - aunque en la cuenca no es fácil apreciar dante desengrasante y con la superficie con claridad la distribución territorial del exterior poco cuidada. poblamiento del Bronce, por estar ubica - dos muchos yacimientos posteriores Por los materiales hallados, podemos sobre los sustratos de los antiguos. establecer una valoración cronológica que se extiende a lo largo del siglo vI Las comunidades indígenas de la cuenca, a. C. Deducimos de ellos la presencia de pertenecientes a la fase anterior al 700 una influencia de la cultura de los cam - a. C., junto con las que surjan ex novo , pos de urnas, con una fuerte corriente recibirán tempranamente las influencias indigenista. exteriores. En el valle del Alchoza y en San Cristóbal de La Mata de los Modos de vida y evolución cultural Olmos –yacimiento colindante que per - del poblamiento de las áreas altas vi virá hasta la fase ibero-romana – se han de la cuenca del río Guadalopillo, encontrado cerámicas acanaladas en desde la etapa del bronce final hasta la primera fase de la iberización estaciones que, catalogadas en la fase I de la Edad del Hierro, cifran sus orígenes Las poblaciones asentadas en la zona en etapas anteriores. También se habla de descrita en este artículo, junto con otras la existencia en las mismas de la técnica de diferentes áreas de la cabecera de la cerámica del boquique , lo que permite pensar en diferentes influencias exterio - res a la zona.

La vida de estas comunidades se desarro - llará en unas coordenadas económicas de subsistencia, donde el condicionante ambiental del terreno orientará sus activi - dades. La ubicación de los yacimientos favorece el ejercicio de una agricultura Loma de La Solana, desde la hoya de Los Olmos. poco excedentaria, compatible con una ganadería de ovicápridos, fundamental - y de la presencia de factores exteriores mente, con algo de vacuno y de cerdo. que hemos de buscar en las aportaciones Junto a esto no podemos olvidar que las que nacen de la cultura de los campos de actividades depredadoras siguen siendo urnas. Tal vez, en este sentido, el yaci - otra de las bases económicas a tener en miento de valdelosmiros, en Molinos, consideración. pueda aportarnos mucha información, a Sobre la expansión demográfica y la ocu - tenor de los materiales encontrados. Y no pación selectiva del territorio, podemos olvidemos la cercanía de este yacimiento considerar que la evolución de los yaci - de la Cueva Negra o zalfumada y del paso mientos que nos ocupan ha de relacio - hacia el barranco de la Centenera, en el narse con el tramo cronológico entre el área estudiada de Los Olmos. 700 y 600 a. C. en el que se documenta un elevado número de yacimientos Así, podemos decir que a lo largo del siglo arqueológicos en el horizonte cultural del vI a. C. se sientan las bases de las trans - Hierro I por todo el Bajo Aragón. La formaciones culturales que se van a pro - 173

cuenca del Guadalopillo va a reflejar este ducir en la zona a lo largo del siglo v a. C., 2 7 movimiento, ya que en la segunda mitad como se puede ver en la intensificación de 1 del siglo vII podemos situar la espada de las actividades económicas, sobre todo las antenas de Fila de la Muela, en Alcorisa. relacionadas con el componente agrícola. Desde ahora, y a lo largo de todo el siglo La presencia de numerosos fragmentos vI a. C., podemos contar con un buen de piedras de molinos, de hojas y dientes número de yacimientos, como Fila de la de sílex y de machacadores nos da pistas Muela, Mas del Hambre, segunda fase de en este sentido. También las actividades El Morenillo, el núcleo de Los Olmos, el ganaderas, cuyas huellas se ven en los Picuezo de Molinos, la Cueva Negra, el poblados, con la existencia de recintos Fontanar de Molinos, El Castiruelo de la para la guarda del ganado. En el núcleo de Hortezuela y otros más. En todos ellos se la loma del Cementerio tenemos un ejem - constata una evolución, aunque llevemos plo de ello. En el campo de otras activida - un proceso algo retardatario respecto a des, la metalurgia pudo ser trabajada en el las partes bajas de las cuencas de los valle del Alchoza y, sobre todo, en el grandes ríos, como lo demuestran los barranco de la Centenera, colindante a materiales arcaizantes de Mas del Ham - valdelosmiros, por la abundancia de esco - bre y los perfiles y decoraciones tradicio - rias encontradas en este punto. Pero toda - nales indígenas. vía hemos de hablar de una economía de La evolución de las culturas de los pobla - subsistencia, donde los productos exce - dores parte de la propia dinámica interna dentarios no son significativos. Ladera de la loma de La Solana, donde se sitúa el posible torreón.

Durante el siglo vI a. C. aparece también en su día, propuso una revisión de la cro - un sistema de control territorial, que nología dada acerca de la iberización de madurará a lo largo de la centuria. Y aquí, y de sus áreas colindantes, de las en este punto, adquieren una dimensión tierras del Martín y del Guadalope. importante los puntos de control a los Muchos yacimientos de las áreas geográ - que hemos hecho referencia durante la ficas altas, en los estadios finales del siglo descripción de los yacimientos del núcleo vI y principios del v a. C., ya presentan de la loma del Cementerio. Y ya, el control cerámicas de factura ibérica. Es lo que territorial aparece junto a las necesidades ocurre en el núcleo de la loma del Cemen - defensivas y coercitivas del territorio. El terio y en la de La Solana. Pero también posible torreón de La Solana, junto con hay otros yacimientos donde no apare - el muro detectado, además de la estruc - cen. ¿Por qué en muchos yacimientos de tura de fortificación existente en un las zonas altas el nivel donde aparece la punto extremo de una elevación saliente cerámica ibérica, a torno, es superficial y del núcleo geográfico de la Atalaya, muy poco potente, además de no presentar cercano al Molino Magallón, son prue - una continuidad? Analizando la estadís - bas de ello. tica de yacimientos con estas característi - cas, se deduce un abandono de la Las transformaciones del siglo v a. C. ocupación en muchos de ellos –así se constata en la hoya de Berge, por ejem - En momentos iniciales del siglo vI a. C. y plo – y la aparición de otras estaciones en los yacimientos de las cuencas bajas donde los niveles pertenecen exclusiva - de los ríos, en Caspe, Alcañiz, etc., ya se mente a la etapa ibérica en sus distintas confirma la presencia de materiales cerá - fases. Todo ello se corresponde con una micos elaborados a torno. En las partes reorganización del territorio y el levanta - altas de los ríos el proceso se dará más miento de nuevas estructuras defensivas tarde, aunque el profesor Ruiz zapatero, en muchas poblaciones que continúan. Paralelamente a todo lo anterior, asisti - para el comercio; concentración de la mos a un desplazamiento del centro terri - población con la desaparición de peque - torial de las áreas de población, con la ños núcleos y aparición de asentamientos potenciación de otros yacimientos, como ex novo , como ocurre, como ejemplo, con el Cabezo Oliveros, en el alto Alchoza, el el Calvario de Ejulve. Estos movimientos de San Cristóbal de La Mata de los se constatan en amplias zonas de la Olmos, centro potente en el desarrollo de península ibérica y en el sur de Francia y las fases ibéricas hasta la romanización Cataluña, como lo acreditan los profeso - plena, como también lo es el conjunto de res Burillo, Almagro y Maluquer. Bus - Fuente del Salz, en la divisoria del valle cando más datos, podemos ver que se del Guadalope y del Guadalopillo. Esta documentan penetraciones de pueblos remoción de yacimientos y la destrucción transpirenaicos en las etapas iniciales del de otros es la manifestación de una reor - proceso de concentración. ganización territorial por la que ya no podemos hablar de una ocupación con Las influencias culturales de los coloniza - misiones de control del territorio exclusi - dores costeros y la especialización agrí - vamente, sino que el elemento defensivo cola y ganadera de las diferentes áreas cobra un papel relevante en la construc - llevarán a que la loma del Cementerio y ción de estructuras destinadas a ello. los yacimientos de los que nos hemos ¿Y por qué se dio esta evolución última? ocupado se abandonen. En ellos tenemos Podríamos atenernos a circunstancias el testimonio de la presencia de los pobla - socioeconómicas, exclusivamente, para dores de la zona durante muchos siglos justificar estos cambios, pero nuestra hasta llegar a las puertas del desarrollo de explicación sería insuficiente. Hemos de una cultura, la ibérica, cuyo desarrollo 175 hablar también de otras causas relaciona - posterior se quebraría con la presencia 4 das con una coerción exterior a los territo - del mundo romano. Pero todo esto ya no 7 1 rios. Control de áreas donde se intensifica concierne a los yacimientos que hemos la explotación agrícola, con excedentes estudiado.