Redalyc.André Pierre Ledru. 2013. Viaje a La Isla De Puerto Rico En El
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
Caribbean Studies ISSN: 0008-6533 [email protected] Instituto de Estudios del Caribe Puerto Rico Luque, María Dolores André Pierre Ledru. 2013. Viaje a la Isla de Puerto Rico en el año 1797. Nueva traducción basada en la de Julio de Vizcarrondo de 1863. Edición a cargo de Manuel A. Domenech Ball. San Juan: Oficina del Historiador Oficial de Puerto Rico. 561 pp. ISBN: 978-1-61790-038-9. Caribbean Studies, vol. 42, núm. 1, enero-junio, 2014, pp. 275-283 Instituto de Estudios del Caribe San Juan, Puerto Rico Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=39238126016 Cómo citar el artículo Número completo Sistema de Información Científica Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto rEsEñas dE libros • book rEviEws • comptEs rEndus 275 si la pobreza existe en Cuba y entra a analizarla manejando distintos indicadores y marcando las diferencias de lo que son necesidades indi- viduales y colectivas (educación, salud, seguridad social, etc.). Reconoce la existencia de grupos poblacionales que los académicos cubanos deno- minan “en riesgo de pobreza” por no contar con suficientes ingresos para satisfacer sus necesidades individuales. La sección de Temas sectoriales cuenta con dos artículos sobre el turismo, un trabajo sobre el problemático tema de la agricultura y otro que se inserta en una de las temáticas más en discusión a nivel mundial que es sobre la economía del conocimiento. En este trabajo, con el cual el libro cierra, su autor Víctor N. Quevedo argumenta que el compromiso de Cuba en la esfera social, en especial los avances educacionales, posiciona a la isla con una apre- ciable ventaja competitiva en relación a otros países del Tercer Mundo en el desarrollo de una economía basada en el conocimiento. Quevedo examina cuatro sectores basados en el conocimiento que han tenido un especial destaque en el universo económico de la isla: biotecnología, información tecnológica, comunicación, producción de energía y pro- tección medioambiental. Todas las contribuciones del libro tienen como elemento común que parten los análisis desde una perspectiva histórica, reconociendo las fallas del modelo económico vigente y comulgando con la necesidad de introducir reformas, aunque los autores difieren en el alcance y pro- fundidad de dichos cambios. En general los trabajos están muy bien escritos, con apreciable infor- mación estadística y se ubican como un buen precedente para analizar y comprender las medidas que comenzaron a implementarse a partir del 2011. Es por tanto un libro cuya lectura recomiendo. André Pierre Ledru. 2013. Viaje a la Isla de Puerto Rico en el año 1797. Nueva traducción basada en la de Julio de Vizca- rrondo de 1863. Edición a cargo de Manuel A. Domenech Ball. San Juan: Oficina del historiador Oficial de Puerto Rico. 561 pp. ISBN: 978-1-61790-038-9. María Dolores Luque Departamento de Historia Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras a sexta edición de la obra de André Pierre Ledru, titulada Viaje La la Isla de Puerto Rico, reviste un significado especial para la Vol. 42, No. 1 (January - June 2014) Caribbean Studies 276 MARÍA DOLORES LUQUE comunidad académica y para todas aquellas personas interesadas en el devenir político, social y económico de Puerto Rico. Esta nueva edición a cargo de Manuel Domenech, investigador del Centro de Investigaciones Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales, se enriquece con sus pro- pias anotaciones, las cuales se suman a las ya conocidas que hace Julio Vizcarrondo en el siglo 19. Cuenta también con un estimulante ensayo introductorio de la Dra. Libia González—profesora del Departamento de Humanidades de la Facultad de Estudios Generales—que provee el contexto histórico-cultural de la obra. Como si fuera poco, a iniciativa de Domenech, se incluye además la obra original en francés que se encuen- tra en la Colección Josefina del Toro Fulladosa, conocida como Sala de Libros Raros de la Biblioteca José Manuel Lázaro del Recinto de Río Piedras. La publicación recibió el apoyo de la Oficina del Historiador Oficial de Puerto Rico, cuyo director, el profesor Luis González Vales, ha sido un puntal en la reimpresión de obras clásicas de la historiografía puertorriqueña que están agotadas o que por diversas razones fueron relegadas al olvido. También destaca la generosa colaboración de los estudiantes del Programa de Traducción, Hery Gadiel Rivera Flores y Luis Armando Flores, que con entusiasmo y dedicación prestaron su ayuda al proyecto en la labor de contrastar la traducción al español con el original en francés. A los fines de aquilatar la importancia de esta obra, es preciso enmarcarla en los contextos histórico-culturales en que se publicó en el siglo 19. La primera edición data de 1810, comprende dos tomos y fue publi- cada en París con un largo y explicativo título, a la usanza del siglo 18: Viaje a las islas de Tenerife, Trinidad, San Tomas, Santa Cruz y Puerto Rico, ejecutado por orden del gobierno francés desde el 30 de septiembre hasta el 7 de junio de 1798, bajo la dirección del capitán Baudin para hacer las investigaciones y reunir las colecciones relativas a la historia natural. La obra contiene las observaciones sobre el clima, la población, la agri- cultura, la producción, el carácter, las costumbres y el comercio de los habitantes de estas islas. A renglón seguido, se destaca que el autor de tales observaciones es André Pierre Ledru, a quien se identifica como uno de los naturalistas de la expedición, miembro de la Sociedad de las Artes de Mans, de la Academia Céltica de París, del Museo de Tours y ex profesor de legislación de la Escuela Central de la Sarthe. El viaje se enmarca dentro del espíritu científico que caracterizó el siglo 18, el siglo de las luces o de la Ilustración. Durante este período se llevaron a cabo numerosas expediciones procedentes, en su mayoría, de Europa occidental las cuales obedecie- ron a la curiosidad individual y al gusto por la aventura, lo exótico, lo extraordinario. Prevaleció el interés por desarrollar aquellas ciencias que comenzaban a despuntar—la botánica, la zoología, la antropología—que Caribbean Studies Vol. 42, No. 1 (January - June 2014) rEsEñas dE libros • book rEviEws • comptEs rEndus 277 las exploraciones de regiones poco conocidas o vírgenes prometían enri- quecerlas. Por otra parte, las monarquías europeas respaldaron y apoya- ron misiones científicas, con el propósito de conocer con mayor precisión y detalles los contornos geográficos de sus dominios, descubrir nuevas riquezas que fuesen útiles para el comercio, la minería, la industria textil y la medicina, de manera que este cúmulo de conocimientos contribuyera a racionalizar la administración de los territorios coloniales. Como parte del proyecto, se hacía necesario conocer el carácter, las costumbres de los habitantes, sus relaciones políticas, sociales y económicas. Se desató la pasión por coleccionar plantas y animales que serían objeto de estudio en los museos de historia natural y los jardines botánicos que comenzaban a proliferar en Europa. Entre los viajes de exploración más conocidos cabe mencionar, a manera de ejemplo, los del inglés James Cook, los de los españoles Celestino Mutis, quien encabezó la Real Expedición Botánica al Reino de Nueva España, y el de Alejandro Malaspina y José Busta- mante, alrededor del Mundo, sin olvidar al insigne alemán Alejandro Humboldt, quien intentó infructuosamente de unirse al que realizaba el ya famoso capitán francés Nicolás Baudin a América. El relato de la etapa final de este viaje es el que recoge la obra que reseñamos. Carecemos de información sobre el impacto de la misma cuando se publicó en 1810, como ya mencionamos, en Francia. Dos años más tarde se imprimió en alemán, en la ciudad de Weimer, en Alemania. No fue hasta el l840 cuando el puertorriqueño José Julián Acosta, quien para esa fecha estudiaba en París, la descubrió en los puestos de libros viejos, ubicados a orillas del río Sena. Su amigo y discípulo, Julio Vizcarrondo, se dio a la tarea de traducirla al español y anotarla, lo que hizo posible que en 1863 se publicase en Puerto Rico. Aparte de la amistad personal que compartían Vizcarrondo y Acosta, existían entre ellos otros lazos que los unía fuertemente: en el terreno político defendían la ideología liberal y condenaban el sistema esclavista, lo que les valió la persecución feroz del gobierno colonial. Vizcarrondo fue desterrado de la Isla, pero en lugar de ir a Madrid se dirigió a Estados Unidos donde se involucró aún más en los movimientos abolicionistas, llegando a ocupar el cargo de Secretario en el Comité Permanente de la Conferencia Internacio- nal de París contra la esclavitud. No fue hasta el 1857 cuando regresa a Puerto Rico y el gobierno, bajo estricta supervisión, le permitió publicar el periódico El Mercurio. Mientras tanto, a partir de la década de 1840, otros jóvenes crio- llos—entre los que se encontraban Román Baldorioty de Castro, Segundo Ruiz Belvis, Ramón Emeterio Betances—también marcharon fuera del país a cursar estudios en las capitales europeas—Madrid, París, Berlín. A ellos se sumó Alejandro Tapia y Rivera, quien fue desterrado a España debido a un conflicto con un Capitán de artillería. Este grupo, Vol. 42, No. 1 (January - June 2014) Caribbean Studies 278 MARÍA DOLORES LUQUE según narra Tapia, se reunía todos los domingos para estudiar las “nece- sidades de nuestro querido país, tan olvidado y poco conocido en la Metrópoli”. Como resultado de esta inquietud, surgió la idea de crear un archivo propio, y con ese propósito, a iniciativa de Baldorioty de Castro, fundaron, en 1851, la Sociedad Recolectora de Documentos Históricos de San Juan Bautista de Puerto Rico.