Juan Manuel Santos 2017
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2017 JUAN MANUEL INFORME AL CONGRESO SANTOS Presidencia República de Colombia Juan Manuel Santos Presidente de la República Germán Vargas General (r) Óscar Naranjo Vicepresidencia de la República Luis Guillermo Vélez Alfonso Prada Secretaría General Paula Acosta Dirección de Gobierno y Áreas Estratégicas Marilyn López Secretaria de Prensa Documento elaborado por Departamento Nacional de Planeación (DNP) Dirección de Seguimiento y Evaluación de Politicas (DSEPP) Diseño Secretaría de Prensa - Oficina de Publicaciones Fotografía Secretaría de Prensa Publicación Julio de 2017 www.presidencia.gov.co CONTENIDO MENSAJE DEL PRESIDENTE I. POLÍTICA maCROECONÓMICa 13 II. PAZ 33 III. EQUidad 83 IV. EDUCACión 151 Nota 1: El presente informe se elabora en desarrollo del artículo 30 de la Ley 152 de 1994 y el artículo 229 de la Ley 1450 de 2011. Nota 2: La información que soporta el presente informe está disponible en SINERGIA. MENSAJE DEL PRESIDENTE MENSAJE DEL PRESIDENTE n mi texto de presentación del pasado Informe al Congreso dije que el Congreso de la República –confirmado ya como el Congreso de la Paz– sería ahora el Congreso del Posconflicto. Hoy podemos constatar, E con satisfacción, que así ha sido y así lo sigue siendo. De la misma manera como en la legislatura 2015-2016 se aprobaron normas esenciales para el futuro de Colombia y para hacer posible la firma de un acuerdo que pusiera fin al conflicto armado con las FARC –un conflicto doloroso y absurdo de más de medio siglo–, en la legislatura 2016-2017 el Congreso acompañó de forma decidida el proceso de paz, refrendó con una amplia mayoría el nuevo acuerdo que incorporó mejoras y aclaraciones luego del resultado del plebis- cito, y aprobó normas esenciales para su implementación y para el desarrollo de la etapa de posconflicto. Dicho en otras palabras: el Congreso, que había pavimentado el camino a la paz, ahora nos está ayudando –a todos los colombianos– a construir la paz en una nueva Colombia, una Colombia por fin sin conflicto armado con las FARC. La legislatura que culminó en junio de 2017 –que tuvo como nove- dad un procedimiento legislativo especial y más expedito, avalado por la Corte Constitucional– fue una legislatura histórica que sentó las bases del futuro y que nos ha permitido avanzar hacia el proceso de reconciliación de los espíritus, que es el que más necesita hoy nuestra nación. Actos legislativos como el que dio vida al Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición –incluida la Jurisdicción Especial para la Paz–; el que permite el ingreso de las FARC, una vez desarmadas, a la política, y el que blinda y garantiza la estabilidad de los acuerdos, más que modificar la Constitución la adaptaron para que sirviera a un derecho fundamental que ella misma consagra: el derecho a la paz. Otros avances en la misma dirección fueron la ley de amnistía y la que permitió la presencia en el Congreso de voceros de quienes renuncian a las armas, así como el Estatuto de la Oposición, una tarea democrática que habíamos aplazado por más de un cuarto de siglo. Los retos legislativos, por supuesto, no han terminado. A la última legisla- tura del Congreso que fue elegido en marzo de 2014 le corresponde seguir avanzando en normas pendientes para la implementación cabal de los acuerdos y no solo para ello, pues sabemos que son reformas que el país necesita hacer independientemente del proceso de paz. Entre estas normas pendientes está la reforma a las regalías, que permitirá invertir más de un billón de pesos en vías terciarias que dinamicen nuestro campo; la reforma política y electoral, que depure y modernice nuestro sistema democrático; la ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz, y las reformas que permitan garantizar el desarrollo rural integral y un uso más equilibrado de la tierra. En este penúltimo informe al Congreso que presenta el Gobierno que presido quiero agradecer a los parlamentarios su gestión y participación en el logro de la paz, pero no solo en la paz. Nuestro esfuerzo ha ido más allá, y no hemos descuidado en el camino los distintos frentes que tenemos que atender y mejorar para alcanzar un país más justo, más equitativo y mejor educado. Podemos sentir hoy la satisfacción de haber logrado –en un trabajo con- junto de todas las ramas del Estado y de toda la sociedad– sacar a más de cinco millones de colombianos de la pobreza y reducir prácticamente a la mitad la pobreza extrema. Ese solo hecho muestra los resultados compro- bables de la política de inclusión social que hemos adelantado desde 2010. Y hay muchos otros motivos de satisfacción: por ejemplo, haber consoli- dado el desempleo en un solo dígito gracias a la creación de más de tres millones de empleos –la mayoría de ellos formales–, y haber mantenido el curso estable y positivo de la economía a pesar de circunstancias des- favorables como la caída abrupta de los precios del petróleo o los peores fenómenos climáticos de nuestra historia. Es bueno poder decir que –en este tema esencial para el futuro de la humanidad– el Gobierno y el Congreso hemos sido responsables. Colom- bia no solo promovió y avanza en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sino que fue protagonista en las discusiones del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, que el Congreso aprobó en junio del presente año. Hay mucho más que decir, y mucho más de lo que podemos sentirnos orgullosos de haber logrado juntos: la revolución de la infraestructura que está conectando nuestras poblaciones, generando empleo y aumen- tando nuestra competitividad; los avances innegables en vivienda, en salud y en educación, y el destacado papel de nuestro país en la escena internacional. Somos todos conscientes de que falta mucho, muchísimo más por hacer, y que los desafíos no terminan. Pero sabemos también que, en los últimos años, nuestra nación ha tenido una transformación que los colombianos apenas comenzamos a dimensionar, pero que ya nos reconocen en el mundo entero. Una Colombia en paz, con más equidad y mejor educada sí es posible, y lo estamos demostrando juntos. Cerremos con broche de oro estos años de buen trabajo que nos están cambiando la vida a todos los colombianos, y, en especial, a las nuevas generaciones. Para eso es la buena política, para eso es el buen gobierno: para servir, para transformar la sociedad, y para buscar y consolidar la paz. JUAN MANUEL SANTOS CAPÍTULO I POLÍTICA MACROECONÓMICA 13 Política macroeconómica En el último año la economía colombiana, el déficit de la cuenta corriente pasó de a pesar de las adversidades –la caída en 6,4% del PIB a 4,3% entre 2015 y 2016; los precios de las materias primas cuyos y entre enero y mayo de 2017 el índice niveles fueron los más bajos desde 2004–, de la confianza de los consumidores ha logró mantener su dinamismo por encima aumentado un 44%. Como consecuencia, la del promedio de la región gracias a una economía colombiana ha sido reconocida política macroeconómica ordenada que internacionalmente por su estabilidad respondió de manera efectiva a las nuevas y crecimiento. Por ejemplo, el Banco condiciones del entorno internacional. Mundial ubicó al país como el segundo Mientras la región presentó una caída mejor ambiente para hacer negocios promedio de un 1%, Colombia creció un en América Latina y el Caribe; el Banco 2% en 2016, ubicandose como el tercer Interamericano de Desarrollo destacó al país con mayor incremento del Producto país por tener el mayor crecimiento en Interno Bruto (PIB) entre las grandes materia de inclusión financiera de países economías de América Latina y el Caribe, emergentes, y la revista especializada The después de Perú y México. Economist denominó a Colombia como “El país del año” en 2016. Colombia consolidó en 2016 el ajuste sistemático de sus principales indicadores Los logros obtenidos han sido producto macroeconómicos, la inflación de junio de de iniciativas como el PIPE 2.02, las vías 2017 bajó 5 puntos porcentuales (p.p.) con de cuarta generación del país, el impulso respecto al punto más alto de 2016, y se ubicó en 3,99% volviendo a estar cercana en tres rangos, los Bonos tipo A, B y C. Colombia tiene la a la meta establecida por el Banco de la mejor calificación dentro del segundo grupo, la cual co República; la calificación crediticia de la rresponde a BBB “Calidad de crédito adecuada”. La ca 1 lificación de Moody´s para el país es Baa, equivalente a deuda soberana se mantuvo en BBB ; la calificación BBB de las otras calificadoras de riesgo. 2 El Plan de Impulso para la Productividad y el Empleo 1 La calificación crediticia es una puntuación otorgada 2.0 (PIPE 2.0) fue la hoja de ruta presentada por el por organismos internacionales a los Bonos de deuda Gobierno en 2015 para generar inversión en infraes de la Nación. Estos evalúan la capacidad de pago del tructura, educación, obras públicas, vivienda urbana país, y una mayor puntuación se traduce en mayor y rural, industria, turismo y minería impulsando el confianza inversionista. La puntuación se puede dividir desarrollo económico. 14 JUAN MANUEL SANTOS en materia social, el Proceso de Paz y la construcción de viviendas y aulas escolares, reforma tributaria, políticas claves que han fortalecer el uso de las regalías para la permitido mejorar el desarrollo econó- inversión regional y garantizar los recursos mico, aumentar la confianza inversionista para la paz. Con esta estrategia se espera y cubrir las necesidades internas de todos aportar 1,3 p.p. al crecimiento del PIB de los colombianos. 2017, movilizar cerca de $40,3 billones de recursos públicos y privados y generar En lo que queda del periodo de gobierno, más de 765.000 empleos adicionales.