Málaga 1967: Nos Traemos a Sabicas
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MÁLAGA 1967: NOS TRAEMOS A SABICAS. En Nueva York y a mediados de los sesenta vivía un guitarrista excepcional: Agustín Castellón Campos: Sabicas. Pero Nueva York estaba muy lejos. La mar de lejos. La mar oceana. Muy pocos eran los aficionados españoles que recordaban a un joven Niño de las Habicas pujante y poderoso con veinticuatro años, que hacía treintaiuno que había cogido las maletas para hacer las Américas. A mediados de los sesenta se necesitaba poseer una edad madurita o provecta y una afición antigua y abnegada para recordarle, aún a fuer de la densidad de la obra y del esplendor artístico conquistado por Sabicas en la España de antes de la guerra. Sabicas había refrescado la memoria de los aficionados españoles añejos en el cincuentainueve con su disco Flamenco puro, el primero que se comercializaba aquí desde su ida. Y había dejado con las patas colgando a los jóvenes que no se fumaban que en el lejano Oeste existiera un artista flamenco tan formidable como decían. Mirar para afuera era una labor y una actitud de complejidades y dificultades apenas insuperables para los españolitos pedestres de la España del generalísimo. Y para los aficionados también. O todavía más. Muy pocos alcanzaban a escuchar más allá de donde se apagaban los ecos de El Niño Ricardo: el único. Una unidad indiscutible, excluyente y exclusiva, como la que se pregonaba de aquel país: uno, grande y libre. Pero a la unidad de Ricardo le salía compañera. ¡Y vaya compañera! Algunos aficionados que estaban al cabo de la calle eran de Málaga. Y desde el sesentaitrés organizaban el evento de mayor repercusión en aquellos entonces: la Semana de Estudios Flamencos. A lo largo de seis días, programaban un repertorio de actividades que se había erigido en el más prestigioso y celebrado, en el de referencia, en el emblemático por antonomasia. Y aquellos aficionados se autolanzaron un reto: había que traer a Sabicas. La guitarra de Agustín Castellón encarnaba a la vez el montoyismo más rancio y el vanguardismo más audaz; el gitanismo más atávico y el internacionalismo más universal y arrollador; el pasado más glorioso, el presente más triunfador de mayores proyecciones y el futuro inmediato que más prometía. La guitarra de Sabicas sonaba en otra dimensión, en otra esfera. Y lo sabían muy pocos, por lo que era de justicia redifundir a Sabicas en España, matronear el reencuentro. Había que traer a Sabicas. Y tenía que entrar en España por la puerta grande de las Semanas de Estudios Flamencos de Málaga. La IV Semana de Estudios Flamencos. En 1967 la Semana de Estudios Flamencos se manifestaba como un acontecimiento que había echado hondos raigones tanto en la sociedad malagueña como en el universo flamenco, universo que comprendía a los entornos artísticos, profesionales e intelectuales. Su solidez venía avalada por la esponsorización y la organización de la solvente Coca-Cola de España, S.A.1 y por Surbega, S. A., su delegación en Málaga2. Los ineludibles reconocimientos y apoyos institucionales los protagonizaban el Ayuntamiento, involucrado en la organización y en la gestión3 y el Ministerio de Información y Turismo4, que a partir de este año integraría a las Semanas en el Plan Nacional de Festivales de España. Los Festivales de España constituían el ciclo más prestigioso de espectáculos con patrocinio y regiduría estatal que anualmente eran programados en el solar patrio, como se decía por entonces. Otro reconocimiento institucional fue el del Instituto José María Cuadrado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, interesado por el contenido intelectual de la Semana. La coordinación y el asesoramiento fue de la acreditada Peña Juan Breva. La repercusión mediática que registraría la Semana fue excepcional. Los cuatro periódicos malagueños se volcaron en ella: los diarios Sur, Sol de España y La Tarde, más el semanario Hoja del Lunes. Y numerosos fueron los medios extra-provinciales que destacaron a sus redactores y a sus corresponsales para efectuar el seguimiento. De igual manera, las emisoras de radio locales se extendieron en crónicas e informaciones. 1 En la IV Semana representó a Coca-Cola de España, S. A. José María Rabadán Formíes, jefe de relaciones públicas. 2 Por Surbega, S. A.: el delegado Ramón Jover y Tripaldi; el jefe de relaciones públicas Luis de Urrea, quien ejerció como portavoz de la Comisión Organizadora, y Cándido Velázquez-Gaztelu Ruiz, jefe de ventas. 3 Intervino el alcalde Antonio Gutiérrez Mata y los tenientes de alcalde y concejales Rafael León Portillo, Manuel García Campos y José Luís Ramírez. 4 Participó Néstor Gallego Caparrós, delegado provincial del Ministerio; León Herrera y Esteban, director general de Empresas y Actividades Turísticas; Enrique de la Hoz y Díaz, subdirector general de Cultura Popular y comisario general de Festivales de España, y Francisco Mena, de la delegación local. A la cabeza estuvo Radio Peninsular de Radio Nacional de España que transmitió en directo y para todo el país la sesión de homenaje a Sabicas, a la vez que grabó el archivo sonoro de la Semana. Televisión Española, el medio estrella de la España de 1967, acusó igualmente su interés. La prensa informaría: Televisión Española, presente todos los días en las sesiones celebradas, por medio de sus corresponsales en Málaga, ha anunciado ayer que desplazaba a Málaga un equipo especial, con cámara de sonido, al objeto de poder recoger íntegramente para la pequeña pantalla las actuaciones todas: discursos, conferencias, conciertos de guitarra, todo –y es mucho- cuanto se está ofreciendo en la Semana5. El evento fue organizado por una comisión constituida al caso6 y como se acostumbraba en la época, contó con el auspicio de una gruesa presidencia de honor7. Las sesiones fueron desarrolladas en la hoy desaparecida Casa de la Cultura -calle Alcazabilla- entre el lunes cuatro y el sábado nueve de septiembre. Y sus actividades fueron sistematizadas en dos grandes bloques: sesiones matinales con seminarios dedicados monográficamente al tema Los gitanos andaluces8, y sesiones vespertinas, más espectaculares y de programa doble, que contenían una conferencia9 y una actuación artística. El cantaor Pepe el Culata y el guitarrista Andrés Heredia iniciaron las actuaciones el lunes cuatro con la ilustración de la conferencia que dictaría José Luque Navajas. El martes cinco interpretó en solitario un concierto de guitarra Víctor Monge: Serranito, 5 Sur, Málaga, 6-IX-1967, p. 13. 6 Estuvo compuesta por José María Rabadán Formíes, por Coca-Cola de España, S.A.; Cándido Velázquez-Gaztelu Ruiz, por Surbega, S. A.; José Luque Navajas, por la Peña Juan Breva; Rafael León Portillo y Manuel García Campos, por el Ayuntamiento; Néstor Gallego Caparrós, por la delegación provincial del Ministerio de Información y Turismo; Francisco Sanz Cagigas, por la Asociación de la Prensa; el guitarrista Manuel Cano Tamayo y Francisco Báguena. Ejerció de portavoz Luís de Urrea, de Surbega, S. A. 7 La formaron Manuel Fraga Iribarne, ministro de Información y Turismo; Antonio Gutiérrez Mata, alcalde de la Ciudad; Gregorio Marañón Moya, director del Itto. de Cultura Hispánica; la bailaora Pastora Imperio y el cantaor Manolo Caracol, galardonados con Medalla de Oro en anteriores ediciones de la Semana, más los guitarristas Renata Tarragó, Regino Sáinz de la Maza y Narciso Yepes. De todos ellos, sólo asistieron Pastora Imperio y el alcalde. 8 El lunes cuatro disertaron Juan de la Lastra y Antonio Murciano. El primero lo hizo sobre Gitanos de Jerez y el segundo acerca de Gitanos en Arcos de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda. El martes cinco, Manuel Morales Álvarez hablaría de los Gitanos de Utrera y Morón. Manuel Morales sustituía a Amós Rodríguez Rey quien por indisposición, no pudo asistir. Al día siguiente, José Luís Tejada se referiría a los Gitanos de Cádiz y los Puertos. El día siete, jueves, sería Francisco Bejarano Robles quien expuso una aproximación histórica alrededor de los Gitanos en Málaga. Y el viernes ocho cerró las sesiones Eduardo Molina Fajardo quien desarrolló su ponencia Gitanos de Granada. Esta última fue considerada como la triunfadora de las sesiones matinales. Registró nada menos que tres minutos de aplausos. Ejerció de moderador en los seminarios Arcadio de Larrea Palacín. Las conclusiones nº 6 y 7 de los seminarios establecían que fueran publicados los textos de las conferencias y que en futuras ediciones se continuase desarrollando el tema Los gitanos andaluces. 9 Inauguró el ciclo el lunes cuatro el presidente de la Peña Juan Breva José Luque Navajas, quien se pronunció sobre La guitarra y el cante. El día cinco, martes, Federico Muelas disertó acerca de La guitarra y la poesía. Al día siguiente, miércoles seis, José María Gutiérrez Ballesteros: Conde de Colombí expuso el tema La guitarra y sus más famosos intérpretes. El jueves cubriría la sesión Manuel Cano Tamayo con el título Evolución de la guitarra flamenca. Clausuró el ciclo de conferencias el poeta Antonio Murciano quien recorrió Un viaje andaluz con fondo de guitarra. concierto que fue elogiado por la prensa como inenarrable y de éxito clamoroso10. Serranito era el concertista más audaz, el más vanguardista y el mejor reputado del panorama flamenco. Una detención merece el recital del jovencísimo Paco de Lucía el miércoles día seis tras la conferencia del Conde de Colombí, recital tan soslayado en las biografías que de él se han escrito. La trascendencia que disfrutaba la Semana, la repercusión mediática que poseyó, la calidad de las personalidades que asistieron, el tratarse de tal homenaje a Sabicas y el triunfo que obtuvo Paco merecen que el recital sea reconocido en su justa dimensión en la trayectoria artística de Paco de Lucía. Una dimensión de amplios y lejanos horizontes. La crítica calificaba como maestro de la guitarra a un Paco de Lucía que aún no había cumplido veinte años.