UNIVERSITY of CALIFORNIA Los Angeles Dos O Tres Cosas Sobre La Novela De La Violencia Y Las Violencias En Colombia a Dissertatio
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UNIVERSITY OF CALIFORNIA Los Angeles Dos o tres cosas sobre la novela de la Violencia y las violencias en Colombia A dissertation submitted in partial satisfaction of the requirements for the Degree of Doctor of Philosophy in Hispanic Languages and Literatures by Lourdes Helena Arévalo 2019 ã Copyright by Lourdes Helena Arévalo 2019 ABSTRACT OF THE DISSERTATION Dos o tres cosas sobre la novela de la Violencia y las violencias en Colombia by Lourdes Helena Arévalo Doctor of Philosophy in Hispanic Languages and Literatures University of California, Los Angeles, 2019 Professor Verónica Cortínez, Chair In April 9, 1948 a massive riot broke out on the streets of Bogotá as a result of the assassination of the popular leader Jorge Eliécer Gaitán. The violence escalated rapidly, but by the end of the day, the military forces had regained control. Despite the government’s efforts, the outrage at the news of the assassination had spread throughout the nation, awakening a wave of violence that would last over a decade and that would be remembered as the period of la Violencia. La Violencia was notable not only for the popular revolt in the cities and the countryside that lead to the deaths of thousands of people, but also for the profound impact it had on Colombian culture in general and literature in particular. This dissertation focuses on the Colombian novel during the fifties and sixties, which was produced in great numbers as a response from writers who ii tried to interpret and understand the violence that surrounded them. This surge represented a point of contention between those literary critics and writers like Eduardo Zalamea Borda, Hernando Téllez, and Gabriel García Márquez all of whom, claimed that, in Colombia, the novel as a genre did not exist (with only a few exceptions), and those who argued exactly the opposite. These debates were pivotal specifically due to García Márquez’s important texts—in 1959 and in 1960— and, in effect, sentenced the novel of la Violencia to occupy a small corner in Colombian literature. Furthermore, García Márquez’s verdict influenced the works of literary critics that studied the Colombian novel in later decades to the point that only the same small group of novels were mentioned by the critics, leaving behind a vast literary corpus worthy of examination. This dissertation also examines García Márquez’s experience in Cartagena as he fled the violence in the capital as well as his early beginnings as a journalist and how this professional endeavor influenced his literary works. In addition, I propose that his 1958 short novel El coronel no tiene quien le escriba was his direct response to la Violencia and to his 1959 article in which he vehemently criticized the novels of the period. Due to the nature of Colombia’s endemic violence, I explore from la Violencia, a phenomenon characterized by bipartisan conflicts, to a plural violence that has taken multiple forms as new agents in the socio-political strata emerge. Hence, creating a re-signification of the traditional violence to multiple violencias. As a consequence, the novel will also adapt to the new violencias as a way make sense of reality, and different subgenres will be used to capture it. Finally, I discuss, in detail, the testimonial novel, the sicaresca novel and the novella as distinct manifestations of the plurality the violence. iii The dissertation of Lourdes Helena Arévalo is approved. Jorge Marturano Maarten H. van Delden John D. Villasenor Verónica Cortínez, Committee Chair University of California, Los Angeles 2019 iv Para Lourdes Puello, mi mamá. v TABLE OF CONTENTS Introducción 1 1. Contextos 16 1.1. Colombia y la violencia bipartidista 16 1.2. La situación de la novela en Colombia 37 2. La novela de la Violencia: ¿Generadora de una tradición? 53 2.1. Crítica seminal sobre la novela de la década del cincuenta 54 2.1.1. La crítica periodística del cincuenta: El Tiempo y El Espectador 60 2.1.2. Polémica crítica: Zalamea Borda y Téllez, 1954 64 2.1.3. Todas las novelas de la Violencia son malas: García Márquez, 1959 71 2.2. La novela de la Violencia en la década del sesenta 78 2.3. Algunas consideraciones más sobre la novela de la Violencia 89 3. García Márquez y la novela de la Violencia 102 3.1. El Bogotazo y sus consecuencias: Vivir para contarla 102 3.2. Dos o tres cosas sobre El coronel no tiene quien le escriba 111 3.3. El efecto García Márquez en la crítica de la novela de la Violencia 121 4. Ecos de la Violencia y las nuevas violencias en la novela 132 4.1. Transición, cambio y ruptura 132 4.2. Generalización y pluralización de las nuevas violencias 139 4.3. Las violencias y la literatura testimonial 154 4.4. La novella de las violencias 159 4.5. La novela del narcotráfico y la novela sicaresca 170 Conclusión 179 Bibliografía 184 vi ACKNOWLEDGEMENTS Quiero agradecer a la profesora Verónica Cortínez por todos los años de tutelaje desde que era una estudiante subgraduada y me permitió tomar su seminario graduado del cuento hispanoamericano. La profesora Verónica ha sido un apoyo constante e incondicional, su profesionalismo y su dedicación a la academia son cualidades que enseña a sus estudiantes todos los días. En UCLA ha sido una experiencia invaluable tomar clases con el profesor Jorge Marturano y el profesor Maarten van Delden y, sobre todo, ha sido un honor tenerlos en mi comité de tesis. Le agradezco a Juliet Falce-Robinson primero, por su profesionalismo y la formación que me dio para enseñar español, y segundo, por su amistad incondicional. A John Villasenor por su asesoría y motivación durante el tiempo que escribí la tesis. También quiero agradecer a Carolina Beltrán, Wendy Kurtz, Audrey Harris, Armando Guerrero Jr., Francesca Gambini, Amber Williams, Max Sloves por los años de amistad y estudio. A Zoe Zarkaedes y a Juliana Espinal por prestarme sus ojos en las últimas revisiones de la tesis. Por último, gracias a Ana Margarita y a Jaime Luis por ser quienes más me impulsaron a que culminara mis estudios de doctorado. vii VITA EDUCATION 2015-2019 University of California, Los Angeles Los Angeles, CA Ph.D. Candidate, Hispanic Languages and Literatures Department of Spanish and Portuguese C. Phil., Hispanic Languages and Literatures, 2015 M.A., Spanish, 2011 2007-2009 University of California, Los Angeles Los Angeles, CA B.A., Spanish, Community and Culture 2004-2007 Santa Monica College Santa Monica, CA Associate Degree for Transfer AWARDS AND FELLOWSHIPS 2016 Distinguished Teaching Award for Teaching Assistants (UCLA Graduate Division) Distinguished Teaching Assistant Dissertation Year Fellowship (UCLA Graduate Division) Fieldwork Fellowship (UCLA Latin American Institute) Ben and Rue Pine Research Travel Fellowship (UCLA Spanish and Portuguese Department) 2015 Attageek Award (UCLA Center for Digital Humanities) Fall 2009 Vélez Fellowship (UCLA Department of Spanish and Portuguese) 2009 Richard Reeve Undergraduate Essay Prize (UCLA Department of Spanish and Portuguese) viii Introducción Hablar de la violencia en Colombia es recorrer toda su historia. Ariel Dorfman comienza su libro Imaginación y violencia en América (1970) con la siguiente afirmación: “Decir que la violencia es el problema fundamental de América y del mundo es sólo constatar un hecho. Que la novela hispanoamericana refleja esa preocupación se advierte en cada página escrita en nuestro continente, esas páginas que son como la piel de nuestros pueblos, los testigos de una condición siempre presente” (9).1 Las palabras de Dorfman explican cabalmente la coyuntura colombiana, solo basta con reemplazar “América” con Colombia, “hispanoamericana” con colombiana y “continente” con país. Dentro del contexto latinoamericano, Colombia es un caso particular para analizar ya que, a pesar de su perpetuo vínculo con la violencia, ha demostrado ser una de las democracias más estables del continente sudamericano. En 1985 el historiador Gonzalo Sánchez ponderaba: ¿Cómo ha podido sostener y defender esta imagen un país que después de 14 años de Guerra de Independencia, vivió durante el siglo XIX ocho guerras civiles generales, catorce guerras civiles locales, dos guerras internacionales con Ecuador y tres golpes de cuartel?, ¿cómo ha podido sostenerla, cuando en el siglo XX, aparte de los numerosos levantamientos locales, libra una guerra con el Perú; es escenario, en 1948, de una de las más grandes insurrecciones contemporáneas, seguida por la más larga de sus guerras, precisamente la que describimos con el término elusivo de la “Violencia”?, ¿cómo, en fin, si se tiene en cuenta que en el 1 Ver especialmente el capítulo “La violencia en la novela hispanoamericana actual” (9-37). 1 país se está negociando hoy con lo que se le considera la más vieja guerrilla latinoamericana? (“Los estudios de la violencia: balance y perspectivas” 17)2 Estas preguntas evidencian que a lo largo de los siglos XIX y XX el contexto histórico de Colombia estuvo enmarcado por procesos sociopolíticos inherentemente violentos. Más aún, la creación de Colombia como nación independiente surge debido a su imbricación con la violencia en línea con la idea derrideana de que todos los Estados-nación nacen y se fundan en la violencia (El siglo y el perdón. Fe y saber 36). Una particularidad es que a mediados del siglo XIX la violencia estuvo fuertemente ligada con el antagonismo político entre los dos partidos tradicionales, el liberal y el conservador. De igual manera, para la mitad del siglo XX, en la pugna bipartidista predomina la violencia electoral y los diferentes tipos de violencia instigados por las desigualdades socio-económicas.3 En ese momento, la violencia en Colombia alcanza su clímax como mecanismo predilecto para acallar al enemigo. La violencia entonces, dice Dorfman, “es el modo habitual de defenderse, el método que está más a mano, más fácil, a veces el único, para que a uno no lo maten.