Nueva Antropología ISSN: 0185-0636 [email protected] Asociación Nueva Antropología A.C. México

Fortuny Loret de Mola, Patricia MIGRANTES Y PEREGRINOS DE LA LUZ DEL MUNDO: RELIGIÓN POPULAR Y COMUNIDAD MORAL TRANSNACIONAL Nueva Antropología, vol. XXV, núm. 77, julio-diciembre, 2012, pp. 179-200 Asociación Nueva Antropología A.C. Distrito Federal, México

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MIGRANTES Y PEREGRINOS DE LA LUZ DEL MUNDO: RELIGIÓN POPULAR Y COMUNIDAD MORAL TRANSNACIONAL

Patricia Fortuny Loret de Mola*

Resumen: El artículo analiza el ritual central (Santa Cena) de una iglesia evangélica mexicana. La fiesta atrae fieles nacionales, que son al mismo tiempo inmigrantes en Estados Unidos. Mien- tras la teología de la religión equivale a una denominación pentecostal, las prácticas reproducen múltiples rasgos y contenidos que encontramos en la religión popular. El análisis del ritual de- muestra que la comunidad religiosa constituye el eje motriz del trasnacionalismo de los migran- tes creyentes. En esta fiesta los seguidores de la minoría religiosa expresan su oposición al catoli- cismo dominante, al tiempo que exhiben su relación antagónica con las clases sociales hegemónicas de , , lugar donde se originó la fe. El tiempo y espacio extraordi- narios de la Santa Cena es útil para entender las inversiones simbólicas como las explica Victor Turner, las relaciones de poder, así como la posición de la Iglesia y de los fieles no privilegiados u oprimidos, frente al resto de la sociedad mexicana. Palabras clave: ritual, religión popular, comunidad moral transnacional, creyentes migrantes.

Abstract: The article analyzes the central ritual (Holy Supper) of a Mexican evangelical . The celebration attracts faithful who are both American citizens and immigrants in the United States. While the theology of religion amounts to a Pentecostal denomination, multiple practices and contents of popular religion can be found. The analysis of the ritual shows the religious com- munity is the prime mover of transnationalism among migrant believers. On this feast day, the followers of the religious minority express their opposition to dominant Catholicism, exhibiting their antagonistic relationship with the hegemonic social classes in Guadalajara, Jalisco, where the faith originated. As Victor Turner explains, the extraordinary time and place of the sacra- ment is useful to understand the symbolic investment, power relations, and the position of the Church and the underprivileged or oppressed faithful against the rest of Mexican society. Keywords: ritual, popular religion, transnational moral community, migrant believers.

INTRODUCCIÓN * Profesora-investigadora titular C del cie- sas-Unidad Peninsular. Miembro del Sistema a Luz del Mundo (lldm) es una Nacional de Investigadores, nivel II. Línea de iglesia evangélica mexicana que investigación: migración internacional y re­ Lposee el contingente más nume- ligión. El presente artículo es una versión ac- roso de creyentes después de la Iglesia tualizada de Fortuny (2005: 169-209). Aquí he católica. A partir de 1970 comenzó a incorporado a la discusión teórica diversos auto- res en torno a conceptos centrales del trabajo tener una importante expansión en los que coadyuvan a una discusión más amplia del niveles regional (centro-occidente), na- fenómeno en cuestión.

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180 Patricia Fortuny Loret de Mola cional e internacional que nos permite desarrollado en torno a dos figuras considerarla una iglesia trasnacional, carismáticas, los apóstoles Aarón y pues constituye un sistema religioso Samuel. El paradigma pentecostal se cuya organización trasciende fronteras caracteriza por la frecuencia e intensi- y transita por encima de especificida- dad de la experiencia religiosa que se des nacionales, políticas y culturales, expresa a través del hablar en lenguas, formando una red de comunidades uni- el profetismo, testimonios, revelaciones ficadas por una ideología, misma que y otras vigorosas prácticas religiosas. La queda fuertemente vinculada a un úni- Iglesia también promueve un profundo co gobierno o autoridad (Hervieu-Léger, ascetismo entre sus fieles sin separarlos 1997: 104 énfasis del autor). Además de del “mundo” real, puesto que al mismo ser translocal, es decir, situada en innu- tiempo impulsa el desarrollo educativo, merables localidades que atraviesa con social y económico de la membrecía. su práctica y doctrina, es una iglesia Vittorio Lanternari, en su conocida global, establecida en diversas nacio- obra sobre movimientos religiosos entre nes-Estado, que mantiene su sede en la los pueblos oprimidos, considera que, en colonia Hermosa Provincia de en Gua- las instituciones protestantes, la libre dalajara, Jalisco. La Hermosa Pro­ interpretación de la Biblia juega un pa- vincia es un espacio sagrado habitado pel clave en la formación de nuevas igle- por cerca de 90% de creyentes; aquí se sias —aunque esto no es exclusivo de ubica el gran templo de la comunidad, los predicadores protestantes (Lanter- así como la casa del apóstol Samuel, las nari, 1965: viii). Este es el caso de la principales oficinas burocráticas de la iglesia en cuestión, ya que un campesi- organización, escuelas de diversos nive- no mexicano (Aarón Joaquín Flores) se les, así como un pequeño hospital (en avocó en la década de 1920 a fundar un forma coloquial y afectuosa, los fieles movimiento pentecostal a partir de las llaman al centro físico y simbólico de su enseñanzas de las Escrituras que reci- creencia “La Provincia”). Funciona bió de dos predicadores evangélicos. El para sus seguidores de la misma mane- resultado de sus esfuerzos es una orga- ra que el Vaticano lo hace entre los ca- nización religiosa global, con un proyec- tólicos de todo el mundo. to holístico que rebasa la esfera de lo La Iglesia cuenta con alrededor de sagrado e incluye lo social, económico y un millón y medio de fieles en México y político. El éxito de esta organización se más de cinco millones en cerca de 40 debe tanto a los cambios internos reali- países del mundo (De la Torre, 2007: 85- zados en su estructura y doctrina, como 86). Por su origen y manifestaciones del al factor político-social, que fue de­ Espíritu Santo, forma parte de los movi- terminante al hacer posible el desarro- mientos religiosos pentecostales (auto­ llo de una iglesia no-católica en el cora- ridades y miembros de la comunidad zón de la región más católica del país.1 religiosa se reconocen como evangélicos y/o cristianos); no obstante, constituye 1 El Estado mexicano laico, tuvo en el pasado, una iglesia única en su tipo, que se ha el interés por crear una iglesia católica nacional Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

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En este artículo me interesa, por un y en Guadalajara, Jalisco, de donde lado, construir una interpretación del procede la mayoría de los informantes. ritual de la Santa Cena —que cruza la Hice investigación etnográfica sobre historia, la sociología de la religión y este movimiento religioso entre 1989 y la literatura—, y por otro analizar la 2002 en distintas ciudades de México y influencia que ejercen los fieles mi- Estados Unidos; además, trato de con- grantes que retornan del “país del nor- servar cierto grado de contacto con cre- te” para asistir a la celebración. En la yentes y autoridades de la Iglesia para primera sección analizo los elementos estar al corriente de su crecimiento, así que hacen a este ritual popular; en la como de los cambios que experimen- siguiente discuto el concepto de comu- tan. nidad moral trasnacional, donde muestro los ejes fundamentales que POPULAR vinculan a los creyentes “norteños” o peregrinos con sus congéneres en la Acudir a la Santa Cena implica una celebración. En el último apartado de- peregrinación o desplazamiento de un construyo el ritual como peregrinación lugar a otro, una transición que signifi- desde una perspectiva transdisciplina- ca un tiempo fuera de tiempo, “en la ria, que me permita dilucidar el caso que los individuos abandonan volunta- estudiado en sus diversos significados riamente las estructuras y patrones de individuales, colectivos y más allá de la vida normal y la cambian por un paisa- comunidad religiosa. je sacro en donde reina lo insólito”, lo Los sujetos de estudio se eligieron mágico (Shadow y Shadow, 1994: 25). entre los creyentes y migrantes que Además, la Santa Cena es el ritual durante el verano se desplazan de central del calendario litúrgico y se ex- , , a la “Hermosa Provin- tiende a una semana, entre el 8 y el 15 cia” para asistir a la Santa Cena. Utili- de agosto. Durante estos días se efec- cé como método de trabajo la etnogra- túan multitudinarias ceremonias cívi- fía multisituada propuesta por George co-religiosas y ritos de pasaje menos Marcus (1995), puesto que el estudio universales que indican cambio de es- empírico se realizó en Houston, Texas, tatus, rango social y/o religioso como bautizos, presentaciones, bodas y orde- paralela a la católica romana para contrarrestar namientos sacerdotales. Con motivo de el poder político y social de esta última sobre la la fiesta, desde finales de julio y princi- población. En tiempos de la Reforma, Juárez in- pios de agosto de cada año comienzan tentó dos veces la creación de una iglesia inde- a llegar a la “Provincia” miles de cre- pendiente de Roma y durante el gobierno de Ca- lles, en los años veinte de este siglo, el presidente yentes, que en 1999 sumaron 300 mil ordenó a Luis N. Morones la creación de una igle- peregrinos, avecindados en casi todos sia nacional. La coincidencia en el tiempo con el los estados mexicanos, así como en nacimiento de la Luz del Mundo ha hecho pensar Centro, Sur y Norteamérica. El 14 de que esta última fue la realización del proyecto ca- llista. Sin embargo, no existe suficiente evidencia agosto constituye el espacio y tiempo que demuestre esta vinculación. sagrados de carácter extraordinario, Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

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que mueve y conmueve a los creyentes plo, pues centenares de prosélitos migrantes a cruzar una y otra vez la ocupaban los espacios libres. Ingresar peligrosa frontera que separa México al templo resultaba imposible, pues de Estados Unidos. había una asistencia plena en la sec- Presencié esta conmemoración du- ción de varones y mujeres. Era cerca rante tres años consecutivos, lo cual del mediodía y estaba por terminar la me dio una perspectiva más completa ceremonia llamada “Tiempo de Medi- de la misma. El primer año2 participé tación y Preparación para la Santa desde una posición marginal, sentada Cena”. Celia y yo nos situamos a las en uno de los balcones que dan al tem- puertas del templo cuando escucha- plo; desde ahí pude advertir la con­ mos un lamento general que brotaba ducta y movimientos de las creyentes de las mujeres próximas a nosotros; el que se encontraban en las calles, la re- sollozo se extendía como en una co- acción de los fieles frente a Samuel rriente mucho más allá de donde nos cuando salió a saludar, y el momento encontrábamos. En ese preciso mo- cumbre de la comunión del pan y el mento, las hermanas se pusieron de vino consagrados. Los dos últimos años rodillas y oraron. El llanto de los fie- tuve un lugar privilegiado al interior les fue in crescendo en intensidad y del templo, en el sitio de la prensa e in- volumen, formando una sinfonía de vitados especiales, desde donde podía miles de voces; el clamor colectivo nos observar de cerca a Samuel, las activi- contagiaba, nos encontrábamos en dades de los ministros, los movimien- medio de decenas de hermanas que tos de los coros ubicados al frente del entraban en trance y hablaban en templo, así como las reacciones de los lenguas.4 fieles al interior del recinto. El siguien- Horas después las calles se halla- te relato sirve para contextualizar el ban desiertas, los fieles aparecerían ritual que analizo:3 hasta las tres de la tarde, cuando pre- senciamos un inmenso desfile de cre- La mañana del 14 de agosto en la yentes acicalados para la ocasión. “Hermosa Provincia” había en el aire Hileras de hermanos ocupaban sus una mezcla de tensión y expectación. lugares en terrazas, jardines, balco- Las oraciones comenzaron a las ocho y media. Con dificultad se podía cir- 4 Felicitas Goodman (1972) estudia entre di- cular por las vías que rodean al tem- versas culturas el funcionamiento biológico y cultural del “hablar en lenguas” o glosolalia, y descubre que las formas son permeadas por la 2 Durante mi estancia en la “Hermosa Pro- cultura del creyente, pero el trance es experi- vincia”, en agosto de 1999, la antropóloga tapa- mentado a nivel universal entre los seres huma- tía Celia Magaña García jugó el papel de asis- nos a partir de una serie de transformaciones tente de investigación, y constituyó un apoyo físico/químicas en el sistema neurológico. En moral y emocional invaluable. este contexto, hablar en lenguas consiste en la 3 La narrativa fue construida a partir de mis emisión de sonidos involuntarios e inconscien- notas etnográficas del 14 de agosto en la “Her- tes, determinados en forma directa por la len- mosa Provincia”, en 1999, 2000 y 2001. gua materna del creyente emisor. Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

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nes y techos. Los diversos coros for- En la literatura antropológica se consi- maban un arco iris, mientras deraba que festivales masivos como el esperaban turno para ocupar sus relatado arriba eran propios del catoli- puestos en el templo. cismo popular prevaleciente entre gru- La Santa Cena comenzó a las cua- pos étnicos, campesinos, o habitantes tro en punto de la tarde. De 4 a 6 di- de las clases bajas del medio rural o versos ministros dirigieron el servicio, urbano. El ritual que aquí se destaca mientras esperábamos la llegada del representa, al mismo tiempo, una fies- Siervo de Dios, Samuel. Diversos or- ta “popular” o del pueblo, los protago- feones entonaron himnos y a interva- nistas están afiliados a una religión los algunos fieles pasaron a ofrecer evangélica. El término popular se utili- alabanzas. A las seis de la tarde un za en el sentido de la composición so- pesado silencio se apoderó de la “Her- cial de la comunidad religiosa estudia- mosa Provincia”. En forma súbita, da, constituida en su gran mayoría por miles de congregantes se pusieron de sectores de las clases bajas del campo y pie y ondearon pañuelos blancos para la ciudad y, en menor medida, de cla­ darle la bienvenida a su apóstol. ses medias de la sociedad mexicana, Acompañado por la melodía de seis además de amplios sectores de mi- trompetas, y ataviado con un traje de grantes me­xicanos de clase trabajado- color azul celeste, Samuel entró a ra residentes en Estados Unidos. paso rápido y firme, seguido de la ma- Debido a que la vasta literatura yoría de sus ministros. A partir de ese que existe sobre religión popular en momento él mismo condujo la cere- México se había ocupado del catolicis­ monia: ungió a los nuevos ministros, mo,5 cuando se trata de analizar mino- comunicó los cambios de encargados, rías no católicas encontramos dificul- diáconos y pastores de congregacio- tades para nombrar, definir y clasificar nes en todo el mundo; bendijo el pan la diversidad de elementos que se con- y el vino. Mientras tanto, en una jugan en aquéllas. La magna celebra- gran mesa, los diáconos distribuían ción del 14 de agosto funciona en forma los panes en cientos de platones do- muy parecida a las fiestas patronales rados y vertían el vino bendito en los que se practican en miles de localida- jarrones. des a lo largo y ancho de México, y de Fuera del templo observamos a muchos otros países católicos del mun- varias mujeres en estado de trance. do.6 No es una fiesta patronal y tampo- Samuel anunció el turno del coro de Estados Unidos y escuchamos him- 5 El libro Cultura popular y religión en el nos en inglés. El Siervo de Dios tomó Anáhuac de Gilberto Giménez, publicado en el pan y el vino a las 8 de la noche. 1978, constituye uno de los análisis sociológicos Cerca de las 10 dirigió las últimas pa- clásicos sobre catolicismo popular en México labras a su pueblo reunido, les agra- que fue un parteaguas para analizar el tema. 6 Según la encuesta del Mexican Migration deció su presencia y expresó su deseo Project (Durand, 1996), de 30 localidades mexi- de verlos el año entrante. canas, 26 mantenían un fuerte vínculo entre el Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

184 Patricia Fortuny Loret de Mola co está dedicada a una figura del san- cas se desvían de o recrean la norma toral, aun cuando celebra a su vez, eclesiástica oficial como resultado de acontecimientos mistificados del pasa- un sincretismo del catolicismo popular do que re-actualiza y “representa la di- español, en conjunción con las cosmo- mensión utópica de la fiesta sobre un visiones indígenas prehispánicas. Para futuro deseado” (Giménez, 1978: 160). la comunidad evangélica estudiada es Los fieles que acuden a la Santa necesario adaptar el modelo, puesto Cena son en sentido estricto peregri- que se trata de la institución en su con- nos, pese a que los actores sociales no junto, que se reinventa desde los laicos se reconozcan como romeros. En térmi- que se insubordinan frente a la reli- nos sociológicos es similar en su signi- gión dominante, como la llama Bour- ficado y simbología a la romería del 12 dieu (1971); así, contribuyen a la for- de octubre que se celebra en Jalisco en mación de valores solidarios y de honor a la Virgen de Zapopan. Como resistencia social y cultural —las más en toda peregrinación, los devotos se de las veces—, en una dimensión sim- desplazan desde cercanos y lejanos lu- bólica entre grandes sectores popula- gares, para acudir al sitio más sagrado res de México y de otros países, tal y de su religiosidad, que despierta en como lo hizo el propio fundador de la ellos sentimientos y emociones simila- iglesia en los inicios del movimiento. El res a quienes evocan los santuarios historiador y etnógrafo italiano Ernes- entre los piadosos católicos. to de Martino (2004) afirmaba en El Estudios previos (De la Torre, 2000; mundo mágico que la práctica del Fortuny, 1995 y 1996) demuestran que taran ­tismo en el sur de Italia era una La Luz del Mundo se ha construido y for ­ma de resistencia en contra de la asi- de-construido históricamente en la al- milación promovida por la Iglesia cató- teridad con la institución católica. En lica, y no en contra de un poder político la Santa Cena es posible observar, en centralizado. Seguidores de La Luz del rituales y actividades lúdicas, abun- Mundo manifiestan su oposición al ca- dantes contenidos que se derivan de la tolicismo dominante a través de esta tradición católica del occidente de fiesta, así como hicieran por siglos los México, lugar de origen de los fundado- practicantes de la tarantela en los pue- res y del grueso de los creyentes mexi- blos del sur de Italia. canos. Sin embargo, los prosélitos no De igual manera en que se ha deva- los reconocen como un legado cultural. luado y descalificado al catolicismo po- El modelo teórico sobre religión po- pular, tanto desde la institución oficial pular (católica) afirma que las prácti- como desde la teología y la política, también se han estigmatizado las prác- ticas que caracterizan a esta iglesia lugar de origen y los emigrantes a través del re- evangélica. Desde una perspectiva crí- torno masivo de los pueblerinos a las fiestas pa- tica pero simplista, los creyentes de tronales. “En 24 de las 30 comunidades encues- tadas se celebra una misa especial para los hijos esta organización podrían ser definidos ausentes” (Espinosa, 1999: 377). como la expresión de un grupo “aliena- Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

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do, masificado y despersonalizado”, berse pronunciado en cualquier conformista e incapaz de cuestionar la parroquia del mundo, siguen unas in- realidad social y que no se compromete tenciones aún más descontextualiza- con las causas de este mundo y sus in- das y asépticas. justicias. Esto se decía del catolicismo La participación en la comunión es popular en la reunión de Medellín en escasa y poco significativa. En forma 1968, poco antes de la Segunda Confe- contundente, la religión popular se rencia Episcopal Latinoamericana (Gi- resiste a entrar en los esquemas sa- ménez, 1978). Desde fines de los años cramentalistas de la pastoral oficial. 70 Gilberto Giménez (1978) explicaba En el atrio ya está esperando el la religión popular como dramatización cura párroco, revestido de capa plu- y, siguiendo a Durkheim, hablaba de la vial y armado de hisopo. Él se encar- religiosidad popular como espectáculos gará de recibir e introducir a los protagonizados por actores sociales que “santos patronos” en el templo, donde representan una obra teatral en senti- celebrará una misa “encargada” con do metafórico. mucha anticipación por los mayordo- Encontramos oposiciones y parale- mos. Este “contacto ceremonial” será lismos importantes entre la religiosi- el único contacto del cura con la reli- dad popular católica descrita por Gimé- gión popular que se ha desplegado nez y la expresión popular evangélica. fastuosamente en estos días. El señor En el estudio de la peregrinación al cura ni siquiera ha sido invitado a santuario del Señor de Chalma, el au- Chalma, y tampoco participará en el tor citado expone la lejanía y separa- convite festivo que tendrá lugar esta ción entre los celebrantes y peregrinos noche en casa de los mayordomos (Gi- durante los rituales oficiales en los si- ménez, 1978: 131, 134, 141). guientes términos: En las ceremonias de lldm, en contras- En contraste con la exuberancia de la te con lo que ocurre en Chalma, lo po- fiesta celebrada y participativa por pular y lo oficial o institucional se con- todo el pueblo el día de hoy, la liturgia funden y entretejen en virtud de que solemne de la misa de Gallo que se los oficiantes constituyen el mismo celebra ahora resulta pobre, escuáli- pueblo, pues se originaron en él. La par­ da y abstracta. ticipación activa, tanto de fieles pere- Los celebrantes, el órgano y el coro grinos como de privilegiados que resi- dialogan sabiamente por encima de den en el centro de lo sagrado (“la las cabezas de los peregrinos —que Provincia”), es masiva en cada una de esta noche han concurrido masiva- las pequeñas o grandes celebraciones mente— en un lenguaje teológico-bí- que tienen lugar durante estos días. blico incomprensible y con salmos de Las homilías, aunque son dictadas por Gelinau. ministros consagrados o por el Siervo Después de esta homilía descon- de Dios (Samuel), se caracterizan por textualizada y aséptica, que pudo ha- estar contextualizadas o en sintonía Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

186 Patricia Fortuny Loret de Mola con los auditorios. Creyentes de diver- 351. Énfasis mío). Pareciera que la tra- sos orígenes regionales, étnicos o nacio- dición católica que prevalecía en la cul- nales escuchan atentos, responden y se tura del occidente de México hace más involucran en los temas tratados preci- de cuarenta años hubiera impuesto su samente porque los administradores de sello en La Luz del Mundo. La fuerza los bienes sagrados pertenecen y se en- de la historia se percibe en el número cuentran cultural y socialmente cerca extraordinario de servicios religiosos de los devotos peregrinos. Es común ob- que se ofrecen y en la aceptación que servar a cientos de asistentes tomando éstos tienen entre los feligreses. Las notas o grabando las prédicas y ense- páginas del libro de don Luis González ñanzas, que las más de las veces alu- revelan que los sacerdotes y las mon- den a situaciones con que fácilmente jas presentes en San José de Gracia, se identifican. La música que acompa- así como los clérigos de más alto rango, ña las celebraciones también pertenece se hallaban muy cerca de la gente y a la feligresía, porque son ellos mismos compartían con ellos mucho más que quienes componen la letra y melodía los curas de Anáhuac con los campesi- de los himnos y alabanzas. Señalo nos indígenas representados en la obra aquellos elementos más contrastantes de Giménez. La proximidad moral y entre la iglesia evangélica y la descrip- social entre josefinos y ministros cató- ción de Giménez de la fiesta popular licos es muy semejante a la relación del Señor de Chalma, para enfatizar que existe entre creyentes y pastores que en La Luz del Mundo los ministros de la Iglesia evangélica nacida en el y los creyentes, a pesar de la investidu- corazón de la misma región. Entre los ra sacerdotal que escenifican, todavía mitos fundacionales de La Luz del son capaces de encontrar cuantiosos Mundo, se proclama el origen mestizo espacios y momentos en los cuales se de las dos figuras que la presiden identifican y se acercan entre ellos. (Aarón y Samuel), en oposición a la El compromiso y la asidua asisten- máxima autoridad de la Iglesia católi- cia a las celebraciones que se llevan a ca­ ca, que suele ser de origen extranjero. bo en “La Provincia” se parecen mucho Es posible que en este nivel la evolu- más a la frecuentación religiosa de la ción del movimiento evangélico de ori- que habla el historiador Luis Gonzá­ gen netamente mestizo y campesino lez en Pueblo en Vilo, cuando relata el comparta un mayor número de elemen- comportamiento religioso de los pue- tos culturales con los rancheros católi- blerinos durante los últimos diez años cos de mediados del siglo pasado de los (1957/1967) que abarca su estudio. “De pueblos de Jalisco, como San José de lunes a sábado se dicen tres o cuatro Gracia (ubicado en Michoacán en las misas por día y los domingos de seis a fronteras con Jalisco y Colima), que con ocho. A las misas de entre semana asis- los otomíes del centro de México. te diariamente medio millar de devo- Las prácticas católicas populares tos, y la dominical no se la pierde nin- son desordenadas, señala Giménez; guno del pueblo[...]” (González, 1995: por el contrario, en la comunidad evan- Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

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gélica prevalecen el control y el orden. sonreírse, hacerse señas y arrojarse “Terminada la misa, se puede observar confeti y serpentinas, está cayendo en que los fieles se lanzan desordenada- desuso” (ibidem: 359; énfasis mío). En mente hacia adelante para tocar las 1967, los lugareños de Pueblo en vilo imágenes, besar sus pies o la orla de empezaban a perderle el gusto a las se- sus vestidos” (Giménez, op. cit.: 144). renatas, mientras en el otro lado de la Durante las fiestas de agosto en Gua- Calzada de Guadalajara los integran- dalajara, el “buen comportamiento” y el tes de La Luz del Mundo le toman nue- cumplimiento de la norma predominan vo gusto y las re-inventan a principios sobre el desorden, pese a que estamos del siglo xxi. Cada noche de la fiesta sa- hablando de concentraciones masivas cra, al filo de las 10 de la noche y al tér- de personas en espacios reducidos. En mino de las ceremonias, cientos de fie- la “Hermosa Provincia”, cuando termi- les emprenden un animado paseo por naba un ritual se desplegaban meca- la calle circular que rodea al gran tem- nismos y en corto tiempo se retornaba plo. En esta ocasión, el carácter de la al equilibrio original gracias a la inter- práctica es espontáneo y libre de apa- vención institucional. rentes mediaciones institucionales. Se La relación entre jerarquía o reli- forman innumerables columnas de per- gión oficial y la feligresía de la iglesia sonas que caminan a paso relajado en estudiada nos recuerda a los josefinos, direcciones opuestas, lo que da lugar a practicantes de una religiosidad que encontrarse mucho más de una vez en se expresa más bien a través de la me- algún punto con los paseantes que gi- diación de la institución que al mismo ran en la dirección opuesta. Jóvenes de tiempo es percibida como suya. “La vía ambos sexos son los que ponen más de los sacramentos es la más frecuen- empeño en la rutina porque es la feliz tada. Ningún niño se queda sin bauti- ocasión para conocer y reconocer a sus zar; ninguno alcanza los diez años sin amigos/as y/o novios/as. Estos recorri- confirmación. Todos los mayores de dos nocturnos rompen con la solemni- ocho años se confiesan y comulgan por dad prevaleciente durante el día y re- lo menos una vez anualmente y un activan las serenatas que han caído en 50% o más lo hacen una vez al mes” desuso en San José de Gracia, pero que (González, op. cit.: 350). aún se cultivan en San Miguel El Alto En lo concerniente a prácticas de y en pequeñas localidades como Capi- naturaleza lúdica, también descubro lla de Guadalupe, según refiere Her- inusitadas semejanzas entre La Luz nández Ceja (2006). La re-invención de del Mundo y una vieja costumbre de tan singular tradición propia del occi- los habitantes del occidente, sobre todo dente del país es re-actualizada en una de Los Altos de Jalisco. Me refiero aquí comunidad evangélica, y nos hace pen- a “la costumbre de la serenata domi­ sar en la impredecible transformación nical, la gira de las muchachas y los de las prácticas y de sus significados muchachos alrededor de la plaza he- cuando se trasladan a escenarios dis- chas con el romántico fin de mirarse, tintos aunque no distantes. Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

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La exclusión del sexo femenino táneo e improvisado que en el catolicis- constituye otro denominador común mo oficial. De ahí que los curas y los en los espacios de la religión popular, sacramentos tengan poca importancia tanto entre católicos indígenas como y atractivo para ellos. Entre los evan- entre evangélicos mestizos. La gestión gélicos, su relación con la divinidad ceremonial tiene un carácter esencial- siempre ha sido directa y sin interme- mente laico y masculino que se extien- diarios. Las oraciones son más bien es- de a todas las celebraciones. Giménez pontáneas, reinventadas y construidas (1978: 110) llama la atención sobre la por los fieles, aunque también abunda preminencia de varones en el “ministe- entre ellos la tendencia a memorizar rio de servicios y de culto a los santos versículos Bíblicos —tanto como los [...]. Los varones se reservan siempre católicos repiten rezos—. En cuanto a el rol principal en el rito y en los servi- los factores que están detrás de los cios que requieren un trato más íntimo comportamientos religiosos, los fieles y directo con las imágenes”. La prepa- del catolicismo popular y de esta comu- ración y distribución del vino y pan sa- nidad evangélica son motivados por grados, así como el cuerpo ministerial igual en la búsqueda de protección de que integra la jerarquía, están en ma- las deidades. Unos y otros se caracteri- nos de los varones en esta Iglesia. En zan por su actitud devocional y ofrecen el caso del catolicismo popular, el pre- sufrimientos a Dios, o a un santo en dominio masculino tiene su origen en particular, que en el catolicismo lla- las formas de organización política y man “promesas o mandas”. Pero en social de los pueblos prehispánicos y ambos casos se practican con mucha en el mismo catolicismo. En el caso de frecuencia, con el objetivo de que los La Luz del Mundo encontramos sus devotos reciban beneficios y bendicio- raíces en la misma cultura campesina nes en su vida cotidiana a cambio de y ranchera del occidente del país, que los sacrificios realizados. se ha distinguido por la práctica de un acendrado patriarcalismo en sus cos- COMUNIDAD MORAL TRASNACIONAL tumbres. La supremacía masculina observada en la iglesia en cuestión Los creyentes que residen fuera de sus tampoco aparece como una invención o lugares de origen, pero especialmente rasgo cultural aislado, que desentone los norteños o migrantes, se distinguen con la cultura mexicana en general, porque habitan en un lugar y al mismo más bien se instala la misma costum- tiempo, desean y sueñan con estar en bre en un nuevo marco religioso que la otro lugar, en la “Hermosa Provincia”; hace más precisa y explícita. ellos comparten una historia de des- En las prácticas populares católicas arraigo social y cultural, mitos y me- —como explica Giménez— los devotos morias sobre su “nación espiritual”. interactúan con los seres sagrados sin Piensan y sienten la “Hermosa Provin- requerir de mediadores, el comporta- cia” de Guadalajara como si fuera la miento hacia la deidad es más espon- tierra prometida, un destino a donde Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

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todos quisieran retornar temporal o bajos en casi todas las regiones de Nor- permanentemente. En este sentido, la teamérica, el occidente del país no sólo creencia religiosa actúa como la moti- continúa enviando fuerza de trabajo al vación central que “organiza” y “or- coloso del norte, sino que además ellos questa” la movilización de los migran- fueron los pioneros de esta empresa. tes entre país de origen y destino. Por esto no nos sorprende que 50% de La migración a Estados Unidos ha los miembros entrevistados en la ciu- influido en el occidente de México y en dad de Houston provinieran del occi- su cultura regional, y ambas variables dente de México, especialmente de Ja- han tenido un peso importante en la lisco y, de manera específica, de la formación y desarrollo de lldm. Me in- “Hermosa Provincia”.8 De una mues- teresa señalar en particular las diver- tra de creyentes encuestada en la mis- sas formas en que se expresa esta es- ma colonia en el otoño de 2000, 75% trecha vinculación entre la migración respondió tener uno o más parientes de creyentes del occidente y la celebra- en Estados Unidos.9 ción de la Santa Cena en Jalisco, Gua- La expansión de La Luz del Mundo najuato y Michoacán, los estados que en Estados Unidos confirma la estre- han aportado mayor número de traba- cha vinculación que existe entre la jadores hacia el vecino país del norte iglesia y la migración internacional, ya desde etapa tan remota como 1900, un que en 2008, según cifras oficiales de patrón migratorio de esta región que la propia organización, la doctrina ha- se ha mantenido más o menos inalte- bía llegado a más de 19 estados de la rado desde ese tiempo a la fecha (Du- Unión Americana, con cerca de cien rand et al., 2001).7 Si bien la migración congregaciones establecidas y centena- México/Estados Unidos se ha extendi- res de misiones.10 Lo relevante de estos do hoy en día prácticamente a cual- datos es que sólo el estado de Califor- quier estado de la República mexicana nia había logrado formar 30 congrega- y ha abierto nuevos mercados de tra- 8 En la congregación central de esta ciudad tejana, más de una tercera parte de la membre- 7 Cuando a principios de 1900 se construyó cía había nacido en la “Hermosa Provincia”, y la la red de ferrocarriles que une a México con Es- mayoría de ellos pertenecían a una tercera y tados Unidos, como los estados del norte del país cuarta generación en la Luz del Mundo. tenían escasa población fue necesario atraer 9 Este cuestionario fue diseñado entre Sara mano de obra en el occidente. Después de la Pri- Pozos Bravo, vocera oficial de la iglesia en aquel mera Guerra Mundial, como los empresarios momento, y la autora de este trabajo. La mues- estadounidenses no podían importar trabajado- tra consistió en 81 cuestionarios, aplicados en- res del sur y este de Europa, recurrieron a la tre los jóvenes que asisten cuatro días por sema- fuerza de trabajo del occidente de México. Jalis- na a los estudios de grupo por edades. co aportó 14%, Guanajuato 10% y Michoacán 10 Además de California y Texas, la iglesia 9%; juntos constituían una tercera parte de to- tiene misiones y congregaciones en Colorado, dos los migrantes. Durante el periodo bracero Georgia, Minnesota, Nevada, Pennsylvania, (1942/1964), fueron de nuevo los tres estados Utah, Washington, Arizona, Florida, Illinois, que enviaron más trabajadores (Durand et al., Kansas, Nueva York, Nuevo México, Oregón, 2001: 109). Washington D.C., y Wisconsin. Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

190 Patricia Fortuny Loret de Mola ciones en 2003, mientras en Texas ya ración, nacida en Estados Unidos ya es existían 19. Se calcula que una congre- bilingüe. Sin embargo, los jóvenes en gación puede tener entre 150 y 300 in- edad escolar afirman que su español se tegrantes, mientras las misiones, an- lo deben a la iglesia, donde más lo tes de convertirse en congregaciones practican. En este sentido también po- autónomas, pueden alcanzar hasta demos hablar de una iglesia étnica. más de 100 adeptos. El total de proséli- Max Weber fue uno de los primeros tos incluidos en las congregaciones y analistas sociales en advertir la impor- misiones en una estimación discreta tancia del concepto de comunidad. Para sumarían cerca de 50 mil personas de este autor existen diversos tipos de co- origen mexicano asistiendo a esta igle- munidad, cuyo origen descansa en la sia en Estados Unidos, sin contar a los necesidad que tienen los grupos con in- menores de edad. El incremento de las tereses compartidos de obtener y con- membrecías, así como la multiplica- servar recursos. Las comunidades, se- ción de los templos y misiones en Cali- gún Weber, se rigen a partir de la fornia y Texas, estados que tienen la autoridad y la piedad; la primera se re- mayor población de origen mexicano, fiere a la vigilancia en el cumplimiento son asimismo datos que indican la si- de las normas del grupo, y la segunda metría entre la movilización de traba- implica los elementos afectivos que dan jadores y el crecimiento de la iglesia de lugar al sentimiento de pertenencia origen jalisciense. A partir de estas elo- (Weber, 1981: 291). Ambos componentes cuentes cifras podemos imaginar las se encuentran de manera vehe­men­te formas de producción y reproducción en la comunidad religiosa es­tudiada. de la cultura de occidente, mediante la Al analizar el fenómeno migratorio, an- práctica y doctrina religiosa más allá tropólogos de la estatura de Michael de la frontera mexicana. Kearney (1986, 1991, 1995) propusie- El estilo de vida de los feligreses ron el uso de la categoría teórica comu- que residen en Estados Unidos tiene nidad trasnacional para explicar los una referencia directa con la doctrina lazos que unen a los migrantes con su y práctica de su fe, pero también con su lugar de origen y su capacidad de re- origen histórico y cultural. lldm funcio- producir y recrear los valores y costum- na como un enclave étnico que inter- bres de su pueblo (en sentido metafóri- viene en casi todos los espacios sociales co) en el lugar de destino. Los feligreses de los migrantes afiliados, ya que man- migrantes se sienten en “casa”, pese a tiene las tradiciones y costumbres del estar lejos de ella, porque la iglesia los pueblo de donde provienen, en especial acoge, protege, acompaña, apoya y pre- del occidente México (por ejemplo, al para para enfrentar mejor equipados a término de los servicios dominicales en la sociedad dominante y ajena. Tam- Houston se vendían tacos de birria y bién podemos hablar de una “comuni- pozole estilo Jalisco). En las activida- dad imaginada” en el sentido que otor- des religiosas la lengua dominante es ga Benedict Anderson (2003) a la el castellano, aunque la segunda gene- nación. Aun cuando admitimos la pre- Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

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sencia de diferencias sociales, económi- integrantes mexicanos también ocu- cas y políticas entre los miembros, así pan una posición de subordinación po- como luchas de poder al interior de la lítica, económica y social al interior de institución, los fieles se percibirán en- la sociedad que los recibe. Esta situa- tre ellos en “una profunda y horizontal ción de desigualdad social, discrimi­ camaradería” (Anderson, 2003:7); al nación racial y de clase mueve a los igual que los ciudadanos que componen migrantes a reinventar su comunidad una nación, los seguidores de esta co- religiosa o iglesia como una “comuni- munidad religiosa (imaginada), pese a dad moral” en el sentido durkheimia- que nunca les será posible conocer en no, que representa una conciencia mo- forma personal, o incluso saber o escu- ral colectiva. La religión actúa como la char, sobre todos y cada uno de los mayor fuerza integradora de los miem- miembros que la integran, “en la mente bros en ambos lados de la frontera, de de cada uno pervive la imagen de su tal forma que trasciende la condición comunión” (ibidem: 6). de desigualdad política, social y eco­ El concepto de comunidad trasna- nómica, pero al mismo tiempo la im- cional es apropiado, precisamente por- pugna. Por una parte, los creyentes que la institución religiosa juega el mexicanos ocupan posiciones de subor- papel central en las actividades trasna- dinación en la sociedad de destino por cionales que preservan, nutren e inten- su condición de migrantes, muchos de sifican los intercambios sociales, cultu- ellos indocumentados; por la otra, la rales y económicos entre los migrantes per ­tenencia a la misma fe favorece y su país de origen; la religión es el ras- la formación de una fuerte identidad go central que define al grupo y lo man- colectiva, que les devuelve el orgullo de tiene unido. Al mismo tiempo, funciona ser mexicanos (aunque evangélicos) en como una comunidad moral porque tierra de extraños. La identidad colecti- está firmemente anclada en un siste- va, que construyen a partir de su perte- ma compartido de significados, nor- nencia a una confesión, se fortalece mas, prácticas, lealtades y, sobre todo, cada día a través del constante contac- en una fuerte identidad colectiva que to entre ellos, y con la comunidad tras- se autoconstruye cada día. Como plan- nacional moral que une a los hermanos tea Cohen (1985), una comunidad mo- de ambos lados de la frontera. ral incluye componentes semánticos y En la relación México/Estados Uni- relativos a los valores; trasciende “la dos, Guadalajara constituye el centro dimensión territorial y los supuestos del poder desde donde fluye y se gene- de homogeneidad y aislamiento (Mar- ran sistemas de ideas (ideología) que tínez Casas y de la Peña, 2004: 218). se mueven hacia las diversas ciudades En México, la Luz del Mundo posee en el país del norte, donde existen filia- de facto una posición subordinada les de la iglesia matriz. La Luz del frente a la Iglesia católica; en Estados Mundo contradice el paradigma con- Unidos constituye una denominación vencional y unilineal en el que las co- más entre las otras; sin embargo, los sas se desplazan del centro (el imperio Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

192 Patricia Fortuny Loret de Mola o los países desarrollados) hacia la pe- las diversas congregaciones de Esta- riferia (los países pobres). Esta iglesia dos Unidos costean y preparan alimen­ evangélica mexicana muestra cómo los ­tos pa­ra los creyentes de escasos re- flujos culturales se activan en múlti- cursos que vienen de México, Centro y ples direcciones y de manera simultá- Sudamérica. El quiosco de California, nea. Mientras la normatividad doctri- por ejemplo, distribuye entre el 8 y el nal y ritual se origina en Guadalajara 14 de agosto entre 1 500 y 1 600 comidas y transmite hacia congregaciones dis- tres veces al día; y en forma similar lo persas en varios países, ciudades como hacen las congregaciones de Dallas, San Houston o Phoenix envían a la sede in- Antonio, Houston y otras ciudades te- ternacional de la iglesia moderno cono- janas que se unen para alimentar a las cimiento tecnológico, así como equipo clases populares que no cuentan con electrónico a través de sus migrantes, recursos para sufragar sus gastos. La que actúan como los portadores de es- influencia de los migrantes se obser­ tas innovaciones tecnológicas. Esta vaba en muchos otros espacios de la compleja circulación de productos e fiesta. Una parte del éxito y de la evo- ideas nos muestra otra faceta de lldm: lución que ha experimentado la Santa una organización religiosa con capaci- Cena —desde sus orígenes en los años dad de utilizar avanzados mecanismos cincuenta hasta la fecha en que escribo tecnológicos y logísticos, que permiten este artículo— se debe a la participa- propagar su cultura religiosa hacia ción cada vez más activa de los fieles una diversidad de auditorios que for- emigrantes. man parte del mismo circuito, como Cada mes de agosto, para satisfacer plantea Appadurai (1996). Mientras la la amplia demanda, se instala un tian- Santa Cena se lleva a cabo en Guadala- guis o mercado móvil en las calles ale- jara, aquellos feligreses que no pueden dañas a la “Hermosa Provincia”, que viajar hasta la sede tienen la oportuni- facilita la estancia de los peregrinos, dad de “participar” en la ceremonia vía porque pueden adquirir desde alimen- satélite desde innumerables templos. tos hasta baterías, vestido, calzado, Esta posibilidad se extiende a otros chalinas o velos, e incluso juguetes. Es países del mundo, como , Ar- notable en el tianguis la ausencia de gentina y algunas naciones de Centro- productos de tabaco y bebidas alcohóli- américa. La migración internacional y cas. Se observa asimismo una amplia el desarrollo de la iglesia guardan una variedad de puestos que ofrecen antoji- estrecha relación que se ve amplia­ tos mexicanos de varias regiones del mente reflejada en la Santa Cena. En país, platillos españoles, así como los 1999, por ejemplo, se hablaba de una populares establecimientos de ham- derrama de hasta 90 millones de dóla- burguesas, burritos y platillos texmex, res (según declaró la prensa local de preferidos sobre todo entre los jóvenes Guadalajara en 1999) que se atribuía chicanos, hijos o nietos de los fieles mi- a los “norteños”, capital que redunda en grantes, que invariablemente viajan la economía local y regional. Además, con sus padres a la Santa Cena. Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

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PEREGRINACIÓN A LA HERMOSA cidad y voluntad humana para actuar PROVINCIA (Appadurai, 1996).12 Agosto es el momento apropiado La fiesta sacra es popular no sólo por para estar con los viejos amigos o fami- su composición social, sino también liares en Guadalajara. Docenas de in- porque posee una extraordinaria capa- formantes relataron que durante estos cidad de convocatoria. El 94% de los días conocieron a su cónyuge, y meses feligreses entrevistados en los diversos o años después se unieron en matrimo- lugares, respondió que sí acudía a la nio en el mismo lugar y durante el tiem- Santa Cena.11 Los escasos creyentes po de las fiestas. Migrantes regionales, que no lo hacían (desde Estados Uni- nacionales e internacionales anhelan dos) estaban en espera de su documen- estos días, porque pueden reunir a sus to migratorio y no podían salir del país, familias extensas en un solo lugar, y o bien eran recién llegados y carecían aprovechan este espacio y tiempo para de capacidad económica para el tras­ celebrar bautizos, presentaciones, bo- lado. Durante el mes de julio se incre- das. Estos encuentros y vivencias recar- mentan e intensifican los servicios gan aún más los significados simbólicos religiosos y avivamientos donde se de la peregrinación y del rito. suscita el bautizo del Espíritu Santo. Los creyentes concurren a las cele- Los sermones de esos días se centran braciones impulsados por valores que en explicaciones doctrinales que alu- se han convertido en significados ri- den a la parte simbólica del rito, se en­ tuales simbólicos, enmarcados en un fatiza la centralidad del mismo. Se sistema de sentidos ampliamente com- argumenta que por una reducida in- partido, donde el sentido, según Turner versión en recursos materiales y sacri- (1982: 75), emerge en la memoria, en lo ficios se obtendrán grandes beneficios cognitivo del pasado y se apresta a co- en el plano espiritual. Esto podría nectarlo con el presente. La asistencia leerse como una forma de coerción di- al ritual cobra sentido entre los feligre- recta o indirecta o como la imposición ses (migrantes o no) porque implica de una práctica disciplinaria desde el procesos de retrospección y reflexión centro del poder. Sin embargo, tanto la de un pasado y de una historia de peregrinación como la fiesta constitu- eventos en el tiempo y en el espacio. yen también una forma de consumo cul ­tural: el consumo genera gozo y placer, y detrás del placer está la capa- 12 Debido al número creciente de accidentes en agosto de 2002, las autoridades decidieron restringir la llegada masiva de aquellos grupos de creyentes que no contaran con las debidas 11 Cuando hice el estudio de campo en Hous- medidas de seguridad en sus medios de trans- ton, entre 1999 y 2000, las medidas restrictivas porte. Samuel Joaquín ha intensificado el nú­ de la frontera México/Estados Unidos no habían mero de viajes a ciudades de Centro y Norteamé- sido intensificadas como después del 11 de sep- rica, para que todos puedan participar de la tiembre de 2001, ni militarizadas como sucedió comunión. En otras ocasiones se envían minis- de manera más reciente. tros para celebrar la Santa Cena. Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

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Abandonan la estructura social para nos y aprender mucho más sobre la retraerse por una larga semana en el doctrina”. Es un tiempo que se define lugar más sagrado y así entrar en la como extraordinario, no sólo porque los fase de communitas.13 En La Santa separa de la rutina sino porque se en- Cena se experimentan las etapas de cuentran físicamente en el lugar sa- los ritos de paso de Van Gennep, que grado por excelencia, la casa del Siervo Turner retoma para explicar las fases de Dios. Desde Houston, un mes antes de la separación, margen o transición y del gran día una hermana comentó re-agregación. Al dejar que sus lugares emocionada: “Ya comencé la cuenta re- donde habitan se separan, durante la gresiva de los días”. “La Santa Cena sig­ fiesta religiosa viven en communitas o nifica gran regocijo para noso­tros, poque en transición, también llamada limi- permite que estemos jun­tos, herma- nalidad —que consiste en un tiempo nos de todo el mundo y la cercanía de fuera del tiempo—,14 y al terminar los todos hace más grande la emoción”, co- rituales se reinsertan a la vida normal mentó otro de los fieles en una ocasión, o estructura, pero renovados. señalando el sentido de pertenencia del Los fieles expresan y reinterpretan ritual. el significado del ritual de muy diver- La misma fiesta puede ser interpre- sas maneras y enfoques, pero todos tada desde perspectivas teóricas dis- coinciden en cuanto a los efectos posi­ tintas. De la Torre (2000) analiza este tivos que tiene en sus vidas. Un cre­ ritual como una dramatización de la yen ­te señaló el aspecto cognoscitivo de creencia que legitima la estructura de la fiesta: “En Guadalajara, durante las poder de la institución.15 La presencia fiestas de agosto existen muchas más y ejercicio del poder, según la misma opciones de actividades religiosas que autora, se limita al máximo líder y a en Houston. Aquí podemos concentrar- sus más cercanos colaboradores, “los consagrados”. Los fieles comunes y co- rrientes, o la generalidad de la comuni- 13 Se define como una situación en que el in- dividuo se encuentra fuera de la vida cotidiana dad espiritual, están presentes en los y de la estructura, en un espacio y tiempo que cultos para aprender y recordar que queda más allá de la rutina diaria. En el estado son “inferiores” no sólo frente a Dios, de communitas los participantes se encuentran en una situación en la que momentáneamente no existen las divisiones social, económica y po- lítica, porque todos se encuentran en comunión 15 “La forma estilística de hablar de los con algo que se encuentra más allá de la socie- ‘miembros de banca’ (actos de humildad, llantos, dad estructurada (Turner, 1988). oraciones y alabanzas) está diseñada como un 14 Como cuando una persona atraviesa de acto demostrativo y recordatorio de la inferiori- una etapa a otra, existe un tiempo en el que no dad de los sujetos frente a la grandeza de Dios, se encuentra ni en la primera ni en la segunda, quien inviste y legitima a sus servidores más sino en las dos y en ninguna al mismo tiempo. cercanos como ‘los consagrados’. Cada acto dis- Esto es común precisamente entre los migran- cursivo está diseñado para reiterar y reconocer tes que se movilizan con frecuencia de un lugar la autoridad de quienes dirigen la Iglesia, al a otro y mientras viven en un sitio, se imaginan tiempo que refuerzan el sentimiento de sumisión el que dejaron y viceversa (ibidem). de la feligresía general” (De la Torre, 2000: 226). Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

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sino también frente a Samuel y a las nes. Los individuos congregados expre- restantes autoridades eclesiales. Esta san sus sentimientos por medio de interpretación subraya aquellos ele- acciones en común. La Santa Cena mentos del rito referentes al ejercicio constituye en estos términos la más de un poder que sólo actúa desde arri- alta representación de una comunidad ba —en Samuel y en los consagra- moral, porque es capaz de evocar en la dos—. El análisis se ocupa menos de membrecía una conciencia colectiva en los aspectos relativos a la experiencia los planos emocional, cognitivo y nor- religiosa subjetiva que se da en los ni- mativo. El ritual es, por ende, también veles emotivos, cognitivos y de valores, un elemento integrador de acciones de entre los fieles comunes y corrientes. miles de creyentes. Destaca el origen La presencia de los creyentes en las común de los miembros como “el pue- ceremonias no sólo retroalimenta la blo escogido”, al mismo tiempo que re- energía y el poder sagrado de sus líde- nueva la fe y preserva la identidad res con voz, sino que a la vez aquéllos, moral del grupo. Feligreses de numero- son anegados de un poder extraordina- sas localidades, estados y naciones se rio que se traduce en gozo y satisfac- reúnen en Guadalajara para partici- ción. El llanto, las lamentaciones y los par en la cena colectiva, que sirve para estados de trance que experimentan revitalizar los vínculos entre ellos. los asistentes durante las ceremonias, Samuel es el sujeto social central del expresan precisamente ese continuo acto, y la emoción que él inspira en los flujo de poder, que Foucault (1979) lla- fieles no se parece a ninguna otra. Es- ma la capilaridad del poder, que circu- tos sentimientos no se despertarían en la en forma permanente mientras la misma forma si estuvieran solos. Es dura el ritual y que no se estaciona o precisamente la cercanía física la que fija en un selecto grupo de individuos. produce y reproduce la sagrada y pode- Así como el poder y la sumisión se en- rosa energía, que a su vez se transfor- cuentran en tensión, aquéllos que se ma en una fuerza espiritual, fuente de someten siempre ceden cierto grado de dinamismo entre los presentes. poder que devuelven a sus “opresores”, Aunque los creyentes experimen- de otra manera los últimos dejarían de tan sentimientos de igualdad y per­ estar en una posición de superioridad. tenencia que los libera de sus roles y Durkheim examina los rituales estatus de la estructura social favore- como tiempos y espacios sociales privi- ciendo la emergencia de la communi- legiados, que sirven para revitalizar la tas entre ellos, el poder, la posición y los conciencia colectiva de los grupos. A privilegios se reflejan durante la cere- través del acto litúrgico, el grupo o so- monia de muchas maneras (Turner, ciedad revitaliza el sentido de ser de sí 1988). Las mujeres y los niños se colo- mismo y de su unidad (Durkheim, can del lado izquierdo y los varones 1976: 379). Mientras la doctrina tiene adultos del lado derecho, los jóvenes tie- que ver con el discurso y la representa- nen su área, la jerarquía es separada ción, los rituales se refieren a las accio- del resto de la iglesia y es ubicada en Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

196 Patricia Fortuny Loret de Mola la parte superior izquierda, hay un misma sociedad que los menosprecia. reducido espacio que se reserva para La “Hermosa Provincia” se localiza al los medios y los antropólogos, muy cer- extremo oriente de la ciudad, es decir, ca y debajo de los ministros; los medios más allá de la Calzada Independencia representan y presentan la iglesia (Walton, 1978; De la Torre, 1998). En frente al mundo. Y Samuel, la figura términos objetivos, la calzada es la más importante de todas, se sitúa en el parte menos desarrollada de Guadala- eje central, en su silla y pedestal, siem- jara, es estéticamente menos atractiva pre en el plano más elevado. Los coros que la otra parte, y también tiene im- se posicionan según la relevancia y es- portantes significados en el plano sim- tatus de los contingentes que repre- bólico: es el territorio que concentra “el sentan. El de Estados Unidos, el más vicio y la inmoralidad de los inferiores” numeroso de todos (eran 500 en 1999), y de los dominados, separados y dividi- se instala encima y enfrente del altar. dos por una “frontera imaginaria” en El orfeón de la Provincia es el más cer- que los evangélicos —aunque también cano a Samuel. Estos dos grupos son tapatíos— quedan del otro lado de la los más visibles, y cada año cantan en “hegemonía burguesa de la ciudad.”16 el gran templo durante la Santa Cena. La fastuosidad y solemnidad desplega- La mayoría de los coros restantes for- da en La Santa Cena permite a la feli- mados con membrecías de diversos es- gresía de una iglesia surgida en el otro tados de México, raras veces tienen el lado de la calzada, transformar lo mar- privilegio de cantar en el gran templo, ginal en central. generalmente son asignados a los tem- Las autoridades de la iglesia posi- plos de las colonias Bethel o Aarón Joa- blemente se exceden al establecer el quín (de menor estatus). contraste entre el orden prevaleciente Como expresión religiosa popular, en la Santa Cena con el desorden de la la Santa Cena posee igualmente im- “llevada de la Virgen de Zapopan” el 12 portantes inversiones simbólicas en un de octubre. Sin embargo, orden, control plano más amplio. La Luz del Mundo, y vigilancia sobresalen en la Santa que funciona como una minoría reli- Cena, no importa cuán complejo o difí- giosa tanto en Guadalajara como en cil sea lograrlo. Los propios creyentes, México en general, expresa a través de junto con agentes de seguridad del mu- esta conmemoración la importancia de nicipio de Guadalajara, son quienes los subordinados. El espectáculo festi- vigilan y guardan con esmero la tran- vo constituye ese espacio privilegiado quilidad y buenas costumbres en “la para que la comunidad espiritual, con- Provincia”. La Santa Cena no sólo im- formada en su mayoría por las clases marginadas, alce su voz frente a la cla- se tapatía dominante. La iglesia de los 16 Walton (1998) explica la historia de la for- ‘pobres y los desamparados’, los que se mación de la ciudad dividida por una calzada y los significados que hasta hoy persisten entre los oponen a la mayoría católica, se colo- habitantes urbanos con respecto a cada una de can en el centro de la atención de la las mitades. Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

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plica solidaridad entre la feligresía, Cena; es sobre todo una compleja serie sino que impugna el orden social exis- de sentimientos y emociones que los tente, la subordinación de su iglesia llena de energía sacra que es posible frente a la católica, la marginación so- alcanzar únicamente en esta ceremo- cial de la mayoría de sus integrantes. nia religiosa. Los rituales transforman “Guadalajara es una sociedad que pre- a los participantes en personas más sume de criolla, y hasta de española fuertes y más libres, los regeneran, [...]” nos dice De la Peña (1998: 88). reactivan, esto es, les proveen con ca- Esta iglesia, que en contraste procla- pacidades para hacer y ser más. Como ma el origen mestizo de sus fundado- señaló un feligrés en Houston: “Veni- res, utiliza el esplendor y lujo de la mos a la ceremonia a recuperar nues- fiesta para oponerse a la clase opreso- tra fuerza para continuar con la vida”. ra “criolla y española”. La capacidad de convocatoria que tiene la comunidad CONCLUSIONES religiosa hoy día, que se hace visible en esas fechas en la capital de Jalisco, tie- La historia de esta iglesia, que comien- ne un significado clave para los adep- za en las primeras décadas del siglo xx, tos. La fiesta es una evidencia del éxito se parece a la historia de otras denomi- logrado por una organización evangéli- naciones pentecostales que también ca netamente mestiza en una sociedad surgieron en este país, pero, a diferen- mayoritariamente católica y autopro- cia de ellas, alcanzó a constituirse en clamada criolla. Por eso es importante y una iglesia global. La evolución y com- necesario el despliegue de formas visi- plejidad que experimentó el movimien- bles de poder al interior de la comuni- to religioso a partir del fallecimiento dad, porque el poder de Samuel encar- del fundador, en 1964, fue un proceso na y representa el de sus seguidores —lento pero firme— de incorporación dominados frente a la otra parte de la y elaboración de contenidos cristianos y sociedad. evangélicos, así como del catolicismo El 14 de agosto, durante seis largas y la cultura del occidente de México. horas los prosélitos escuchan, oran e Estos contenidos se readaptaron y imploran y se llenan de energía física rein ­ventaron en la teología, los precep- que tiene un origen real, un origen reli- tos formativos o reglamentos y desde gioso personificado en Samuel. La luego en la celebración de los rituales. energía sacra extraordinaria que ema- Además, en forma parecida a como lo na del apóstol y de su mensaje provie- hiciera la Iglesia de los Santos de Jesu- ne de sus seguidores, como en un pro- cristo de los Últimos Días (mormones), ceso dialéctico. En consecuencia, no la institución de origen tapatío ha lo- son sólo el sentido simbólico, el sistema grado actualizarse y modernizarse no normativo y los aspectos cognitivos de sólo en cuanto a estrategias doctrina- su fe los que mueven y conmueven a les y prácticas, sino también en cuanto los migrantes o a los creyentes en ge- a la apropiación de los avances tecnoló- neral a asistir anualmente a la Santa gicos en las ramas de la comunicación Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

198 Patricia Fortuny Loret de Mola y la informática. Casi cada congrega- latitudes. Y me refiero aquí no sólo al ción goza de su propio sitio en el es­ caso extremo pero clásico que analiza pacio virtual de Internet, mientras la Gilberto Giménez, sino en general a la iglesia central ha establecido una pági- religión popular en otras partes del na oficial donde es posible insertar opi- país —como en el sureste, donde los niones, videos o fotografías. curas, sacramentos y la liturgia oficial Se destaca el incremento de los fie- de la institución católica se encuentran les en todos los ámbitos, desde el local alejadas de los cultos y devociones po- hasta el internacional, que evidencia el pulares—. Todo lo cual se contrapone éxito excepcional que ha tenido a pesar con el alto estatus del sacerdote en los de su carácter marcadamente je­ pueblos de occidente y su cercano víncu­ rárquico, autoritario y con un amplio lo con los creyentes católicos. Baste predominio masculino. No podemos para entender esto la lectura de algu- pensar que los miles de fieles (ya exis- nas novelas de Agustín Yáñez, donde ten más de cuatro generaciones) que se muestra con preclara elegancia los adhieren constantemente, lo hacen por más pequeños detalles sobre la in- el afán de ser sometidos y controlados fluencia y dominio del catolicismo en la por una autoridad superior. Talal Asad vida social, sexual, política, económica (1990) analiza este tema entre los y cultural de la gente común, así como monjes de la Edad Media, donde discu- la dependencia emocional de la pobla- te la tensión entre el deseo del creyente ción con respecto al sacerdote, la doctri- y el control de la institución. na católica, los sacramentos, las fiestas Las prácticas y normas institucio- litúrgicas, los ejercicios espirituales y la nalizadas de la iglesia llevan consigo el Semana Santa, que llenaban el tiempo sello de su origen histórico en la cultura y las vidas de los habitantes de esa épo- regional del occidente de México. Entre ca. “El confesionario es el centro de sus las innumerables denominaciones pen- actividades, el punto desde donde diri- tecostales establecidas —de origen ge la vida —las vidas— de la comarca. mexicano o extranjero—, no existe otra Penitentes primerizos o empedernidos, que ofrezca la asiduidad y frecuencia fieles de comunión diaria o reacios, todo de rituales cotidianos y extraordina- caso le merece atención especial y a rios. De igual manera que el catolicis- ninguno despacha con ligereza” (Yáñez, mo de la primera mitad del siglo xx se 1996: 42). apropiaba, asociaba y confundía con el Agustín Yáñez, originario de Yahua­ Estado nacional y sus valores, la orga- lica, en Los Altos de Jalisco, es agudo nización evangélica mexicana, asenta- conocedor de la historia y los modos del da y originada en el corazón del Bajío, pueblo; demuestra en forma fehaciente fue adoptando y adaptando en forma que la afición a la religiosidad en el oc- selectiva los contenidos del nacionalis- cidente es una costumbre muy vieja. Y mo mexicano. El catolicismo popular en la Iglesia de La Luz del Mundo esa en el centro occidente se distingue y se manera escrupulosa y extrema de ex- opone al catolicismo popular de otras presar la devoción ha persistido, pese a Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

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que ahora se encuentre en el marco de De la Torre, Renée (2007), “Raíces pente- una creencia evangélica, que se formó costales: Iglesia del Dios Vivo; Columna en oposición a la institución y costum- y Apoyo de la Verdad, La Luz del Mun- bres católicas. La Luz del Mundo, a do”, en Renée de la Torre y Cristina través de los peregrinos de la Santa Gutiérrez Zúñiga (coords.), Atlas de la Cena, exhibe ese importante legado diversidad religiosa en México, México, cultural y constituye una religión de ciesas/ El Colegio de Jalisco/ El Colegio los oprimidos,17 que impugna y se opo- de la Frontera Norte/ El Colegio de Mi- ne a una sociedad católica dominante. choacán/ Universidad de Quintana Roo/ Secretaría de Gobernación/ Conacyt, BIBLIOGRAFÍA pp. 85-91. _____ (1998), “Guadalajara vista desde la Anderson, Benedict (2003), Imagined Com- calzada: fronteras culturas e imagi- munities. Reflections on the Origin and narios urbanos”, Alteridades, año 8, Spread of Nationalism, Londres, Verso. núm. 15, pp. 45-55. Appadurai, Arjun (1996), Modernity at _____ ([1995] 2000) Los hijos de la luz. Dis- Large. Cultural Dimension of Global- curso, poder e identidad en la Luz del ization, Minneapolis, University of Mundo, Guadalajara, Universidad de Minnesota Press. Guadalajara/iteso/ciesas. Asad, Talal (1990), Genealogies of Religion. De Martino, Ernesto (2004), El mundo Discipline and Reasons of Power in mágico, Barcelona, Libros de la Arau- and Islam, Baltimore, The caria. John Hopkins University Press. Durand, Jorge (1996), El Norte es como el Bourdieu, Pierre (1971), “Une interpréta- mar. Entrevistas a trabajadores mi- tion de la théorie de la religion selon grantes en Estados Unidos, Guadalaja- Max Weber”, Archives Européennes de ra, Universidad de Guadalajara. Sociologie, Janvier, pp. 3-21. Durand, Jorge; Douglas S. Massey, René M. Cohen, Anthony (1985), The Symbolic Con- Zenteno ( 2001), “Mexican Immigration struction of Community, Londres, Ta- to the United States: Continuities and vistock Publications. Change”, Latin American Research Re- De la Peña, Guillermo (1998), “Cultura de view, núm. 36, pp. 107-127. conquista y resistencia cultural: apun­ Durkheim, Emile (1976), The Elementary tes sobre el festival de los Tastoanes en Forms of the Religious Life, Londres, Guadalajara”, Alteridades, año 8, núm. George Allen & Unwin. 15, pp. 83-89. Espinosa, Víctor M. (1999), “El día del mi- grante y el retorno del purgatorio: Igle- sia, migración a los Estados Unidos y 17 Max Weber llama a este sector de la socie- cambio sociocultural en un pueblo de dad “los negativamente privilegiados” y explica Los Altos de Jalisco”, Estudios Socio­ que entre ellos, el sentimiento de dignidad des- lógicos, vol. XVII, núm. 50, mayo-agos- cansa en una promesa garantizada a una mi- sión o vocación que les ha sido asignada (Weber, to, pp. 375-419. 1981: 393). Fortuny Loret de Mola, Patricia (2005) Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx

200 Patricia Fortuny Loret de Mola

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