Carlos Vaz Ferreira 3
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Cuadernos de MARCHA es una publicación uruguaya mensual, editada por MARCHA en Tall. Gráf. 33 S. A Director: Carlos Quijano Administrador: Laureano Sebé B artolom é M itre 1414 - T eléf.: 8 56 60, 91 33 25 y 98 51 94 Casilla de Correo N? 1702 Montevideo - Uruguay © Cuadernos de MARCHA de los artículos originales y de las traducciones en castellano. DEPOSITO LEGAL N ° 31.245 Impreso en Uruguay - Printed in Uruguay Cuadernos de MARCHA NUMERO 63 JULIO 1972 SUMARIO INTRODUCCION 2 ALAIN GUY UN FILÓSOFO DE TODAS LAS HORAS: CARLOS VAZ FERREIRA 3 ARTURO ANDRÉS ROIG ELABOREMOS NUESTRO PROPIO VINO '7 ANTONIO M. GROMPONE CARLOS VAZ FERREIRA 9 MARIO A. SILVA GARCÍA VAZ FERRFIRA Y LA PROBLEMÁTICA FILOSÓFICA 27 ENRIQUE PUCHET VAZ FERREIRA; ' SOBRE INDIVIDUALISMO Y SOCIALISMO 45 CRONO-BIBLIOGRAFÍA DE VAZ FERREIRA 63 ARLOS Vaz Ferreira, nuestro clásico Maestro de Conferencias, nació en C Montevideo el 15 de octubre de 1872 y falleció en la mistna dudad el 3 de enero de 1958. En ocasión del Centenario de su nacimiento, MARCHA le dedica dos de sus Cuadernos. De los cinco trabajos que comprende este primero, cuatro han sido es critos especialmente para el mismo. Mucho agradecemos a sus distinguidos autores, la colaboración que nos han prestado. Mención aparte dedicamos a aquellos del exterior, los ilustres Alain Cuy, de Toulouse, y Arturo Andrés Roig, de Mendoza, que nos han hecho el honor de asociarse a través de MARCHA a esta celebración uruguaya. El estudio de Antonio M. Grompone fue escrito en 1958, al ocurrir la desaparición de Vaz Ferreira, resultando hoy de difícil consulta. Agradece mos igualmente a su familia la autorización que nos ha concedido para su reproducción. El próximo Cuaderno contendrá también colaboraciones especiales de autores compatriotas y del exterior. ALAIN GUV UN FILOSOFO DE TODAS LAS HORAS: CARLOS« VAZ FERREIRA • ÿ n pensamiento es dialéctico cuando él sabe que ta búsqueda de la verdad se hace por una progresión laboriosa y dramática, que atraviesa la contradicción y sufre la pasión de lo negativo, tonto que la afirmación propiamente filosófica es negación de la negación. Etienne Borne, De Pascal a Teilhard de Chardin, Cler mont-Ferrand, Ed. G. de Bussac, 1963, p. 18. RAN figura fue el filósofo uruguayo taura, de cierta manera, el sentido metafí- G Carlos Vaz Ferreira (1872-1958), uni sico, que hubiera podido creerse, por error, versitario y abogado a la vez, reforma completamente abolido: “La metafísica dor y lógico, moralista vigoroso y sociólogo, es legítima; más que legítima, constituye y amigo de Einstein, de Unamuno y de Bou- constituirá siempre la más elevada forma troux. Como lo ha visto bien Francisco Ro de la actividad del pensamiento humano, mero, fue un procer, el artesano sin duda mientras no pretenda tener el aspecto de más activo del renacimiento intelectual de claridad y precisión de la ciencia”. su país y de toda la América ibérica. Pero, antes de constituir esta metafísica En el artículo de su célebre Diccionario del porvenir, es necesario depurar cuidado d© Filosofía (T- II, p. 878), consagrado a Vaz samente nuestro aparato conceptual y dia Ferreira, José Ferrater Mora caracteriza la léctico. Extremadamente prudente, hasta doctrina del Rector de Montevideo, como desconfiado de toda irracionalidad, Vaz Fe “un positivismo total, y por consiguiente, rreira nos enseña, como Descartes, Male- como una superación de las tendencias po branche, Spinoza y Marx, a despejar prime sitivistas por el camino de su completa asi ro el terreno de todas las confusiones y erro milación”. Se podría completar este fino res que pudieran esconderse. Se piensa en juicio, mostrando que el positivismo supe la expresión de Dubpis-Reymond, casi ag rior —y superado— de C. Vaz Ferreira, es nóstica: “ignoramus, ignorabimus”... En un poco análogo a la famosa “metafísica el fondo del método de Vaz Ferreira, el es positiva”, en que, según el decano de Gre- píritu crítico lanza sus miradas vigilantes; noble, Jacques Chevalier, meditaba Berg- el maestro no quiere ser engañado por nada son, es decir, en una vasta y audaz tentati y prefiere confesar que lo Real nos sobre va para fecundar la experiencia más es pasa muy a menudo, antes que mal dogma tricta por la razón más iluminada y más tizar a sabiendas, y desembocar en callejo amplia. A este respecto, un texto de su me nes sin salida o aun en catástrofes. jor obra, Lógica viva (Obras, T. IV, pp. 137- Perseguidor de sofismas, ha denunciado 138), resulta muy significativo, porque res notablemente las diversas maneras de error en las cuales nuestra alma corre el riesgo indeterminista o determinista, pero que es de caer. Que se trate de los paralogismos necesario creer en la libertad” (p. 205). banales» de los errores de falsa oposición Se llega así a una cierta “apología del (confundir lo complementario por contra buen sentido” (Lógica viva, p. 161), pero de dictorio), de las mezclas indebidas entre lo ningún modo a un alegato en favor del explicativo y lo normativo, de los engaños grosero o banal sentido común; se trata aquí verbo-ideológicos, de la interferencia abu de la defensa, promoción e ilustración del siva de los planos mentales, etc., por todas buen sentido superior, cartesiano, leibni- partes el maestro de Montevideo parte en ziano o husserliano, que separa lo verda guerra contra las ilusiones y las falsas apa dero de lo falso, lo verosímil de lo impo riencias, espejismos de nuestra sensibilidad sible, etc., por un esfuerzo muy exigente de o de nuestro querer; según él, la falta ma- pureza intelectual o espiritual y de auten ror de nuestros hábitos mentales y mora- ticidad lógica. En esta tarea, que no deja de Íes —o más precisamente, de nuestro poder hacer llamado a la ascesis psíquica, V- Fe de razonamiento— es pensar siempre “por rreira desea una apertura siempre mayor sistema”, rígido y simplificador, en lugar de los filósofos. “La filosofía será completa de pensar “por ideas”, de las cuales se toma mente distinta el día en que los filósofos cuenta en contacto con los hechos, revisán sepan darnos toda su alma, todo lo que dolas constantemente en función de éstos, piensan y hasta todo lo que sienten.” (Ló siempre movedizos. El “juego libre de las gica viva, p. 156)- El factor esencial de esta ideas” (p. 144), debería ser el único motor catarsis será la simpatía, a la cual el maes de nuestras búsquedas- tro de Montevideo dedica una página muy Bajo este ángulo, se podría creer que oportuna. Vaz Ferreira retorna a Balmes, cuyo El En el plano político, V. Ferreira nos criterio, busca precisamente desenmascarar aporta también grandes lecciones. Que .se los falsos pasos de nuestro entendimiento y lea, por ejemplo, sus conferencias sobre La de nuestro raciocinio. De hecho, a pesar de crisis actual del mundo desde el punto de un parentesco de sus vocaciones de maes vista racional (en Obras, T. XI, pp. 133-187); tros de pensar, exigentes y profundos. Bal- donde encara con mucha serenidad la crisis mes y Vaz Ferreira difieren mucho uno de político social de nuestro tiempo. Según él, otro, y no es por azar que la Lógica viva en la crisis de la democracia, en la del indi critica severamente las inconsecuencias del vidualismo, en la de la lucha de clases o en filósofo de Vich, en materia de dogmas re la de la lucha de las razas, en todas partes se ligiosos (pp. 147 y ss.), que son exceptuados encontrará en la base “un factor irracional” por este último del escalpelo del análisis (p. 150): todo el problema es justamente crítico, despiadado en lo demásv “desinfectar estas «tragedias» de su impu reza irracional” (p. 150). Analizando, por Es justamente al inmenso problema de la libertad humana y del deterninismo ejemplo, la tragedia de la democracia mo cósmico, que Vaz Ferreira aplica este mé derna, muestra, con rara lucidez, las confu todo, en Los problemas de la libertad y los siones cometidas entre la mayoría y la su del determinismo, (T. II de Obras) libro perioridad moral, las colusiones contra-na tura entre “los que tienen que ser natural igualmente profundo que renueva esta cues mente, psicológicamente, temperamental tión inmemorial, recordando como leit mente antidemócratas” (p. 154), y los “de motiv que “hay casi siempre más oposición sencantados” de la democracia (p. 155). Las entre las teorías que entre sus consecuen imperfecciones de todo gobierno democráti cias” (p. 26). Aquí, la epistemología recor co son, a sus ojos, inherentes a la vida mis ta la psicología y la biología. Procediendo a ma- “La democracia es como la vida: cosa "la etiología de la confusión” (p. 232), el impura, sucia...” (p. 157). Es necesario aco maestro parte de la tesis según la cual “los modarse a ella, o, más, bien, sacar de ella problemas de la libertad son problemas de el mejor partido posible, es decir, lo más a ■eres, en tanto que los problemas del de menudo, llegar al mal menor. terminismo son problemas sobre fenómenos, Se debería Subrayar todavía cuánto nos hechos, estados” (p. 231). La conclusión, que enriquece Fermeniario, obra prodigiosa por otra parte hace la crítica de de Broglie, mente sugestiva y luminosa; convendría de Planck, von Neumann y demás fundadores cir también todo el valor de Moral para i© la microfísica, sustenta que “se puede ser intelectuales, de Sobre los problemas socia les, cíe uonocimienío y acción, ae sobre la cero no es tampoco un eraecneo, nojo y sin enseñanza en nuestro país, de Lecciones so crético o vago, como el primer Anatole bre pedagogía, de Tres filósofos de la vida France- Se estaría tentado, más bien, en ver (Nieizsche, James, Unamuno), de la Corres dad, de decir: “Vaz Fererira, o el metafísi- pondencia y de los Inéditos..