Naufragios En Los Litorales De Cantabria
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NAUFRAGIOS EN LOS LITORALES DE CANTABRIA T E X TO / TE XT JOSÉ LUIS C A SAD O SO TO LA HISTORIA DE LAS COSTAS CÁNTABRAS SE RELATA, DE ALGUNA FORMA, A TRAVÉS DE LAS PÉRDIDAS DE GRANDES BUQUES, DE PEQUEÑOS VELEROS, DE FRÁGILES BARCOS DE PESCA HUNDIDOS POR LAS FUERZAS DE LA NATURALEZA. TEMPORALES, GALERNAS Y OTRAS TEMPESTADES HAN SEMBRADO EL LITO- RAL CÁNTABRO DE NAUFRAGIOS Y MUERTES, ALGUNAS TAN ATERRADORAS COMO LAS PRODUCIDAS TRAS LA GALERNA DEL SÁBADO DE GLORIA (1878) INMORTALIZADA POR PEREDA EN "SOTILEZA". EN EL FONDO DEL MAR CANTÁBRICO REPOSAN LOS VESTIGIOS DE TODAS ESTAS PÉRDIDAS. EL LABORATORIO PARA INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS SUBACUÁTICAS, DEPENDIENTE DEL MUSEO MARÍTIMO DEL CANTÁBRICO, SE OCUPA DEL ESTUDIO E INVESTIGACIÓN DE TODO EL PATRIMONIO MARÍTIMO SUMER- GIDO EN NUESTRAS COSTAS, REALIZANDO TRABAJOS QUE HAN PERMITIDO HASTA EL MOMENTO LA DOCUMENTACIÓN DE CERCA DE DOS CENTENARES DE NAUFRAGIOS. cantabria infinita 43 HAN SIDO LAS FUERZAS DE LA NATURALEZA LAS PRINCIPALES CAUSANTES DE LOS MÁS TRÁGICOS NAUFRAGIOS VIVIDOS EN LAS COSTAS DE CANTABRIA DURANTE LOS PASADOS SIGLOS. LO ALTO Y ESCARPADO DE LA COSTA CANTÁBRICA TAMPOCO AYUDABA A l constante y frecuente trasiego de Aunque con el transcurrir del tiempo los bar- LOS NAVEGANTES barcos de pesca, comercio y guerra cos crecieron en tamaño, fortaleza y cualida- AMENAZADOS POR Epor los puertos y litorales de la región, des marineras, que los hacían cada vez más LOS TEMPORALES. dio lugar, a lo largo de los siglos, a innume- seguros, lo cierto es que su real y despropor- rables naufragios, cuyos restos y vestigios cionada pequeñez ante las descomunales reposan por doquier en el lecho marino. fuerzas que desata la Naturaleza cuando THE BRUTE FORCE OF Dado que la mayor parte del litoral cántabro muestra a los humanos su furor, ha hecho NATURE AND THE está formado por altos acantilados, precedi- perecer en estas costas, tanto en el pasado HIGH, SHEER CLIFFS dos de peligrosos rocheles y restingas, se ha como en el presente, embarcaciones de todo comprobado que la mayor concentración de tipo y tamaño. Desde los grandes buques OF THE CANTABRIAN hundimientos localizados y conocidos se que trajeron a Carlos V a España en 1517 y COASTLINE HAVE sitúa en el entorno de las ensenadas, rías, a Felipe II en 1559, perdidos respectiva- CONSPIRED OVER THE bahías y puertos, allí donde pretendieron mente en Santander y Laredo a poco de los YEARS TO CAUSE A refugiarse los infortunados tripulantes cuan- reales desembarcos, hasta los incontables GREAT MANY do huían despavoridos, corriendo los terri- humildes barcos de pesca, hasta hace poco SHIPWRECKS, OFTEN bles temporales oceánicos. más de un siglo sin cubierta, a pesar del TRAGIC. viejo dicho marinero “barco sin cubierta, Ya son cerca de tres milenios en los que se sepultura abierta”, ya que si en el curso de sabe de la práctica de la navegación en Can- cualquier temporal embarcaban una ola, se tabria, gracias a datos documentados anegaban e iban a pique sin remedio. mediante la arqueología o por escrito. Los puertos romanos de Vereasueca (San Vicen- te), Bledium (Suances), de la Victoria (San- LOS TEMPORALES Y GALERNAS tander) y Flavióbriga (Castro), formaron parte del gran sistema portuario imperial durante La alta y cerada costa cantábrica, de tan casi cinco siglos. Pero es desde la franca escasa plataforma continental, ha obligado a Edad Media, a partir de la concesión del pri- sus mareantes, desde los remotos tiempos vilegio del fuero a las Cuatro Villas de la en que se atrevieron a engolfarse en sus Costa de la Mar (Castro, Laredo, Santander y broncas y peligrosas aguas, a enfrentarse con San Vicente) cuando la progresiva abundan- las olas y los vientos de los temporales oceá- cia de documentos nos permite apreciar en ni cos. En invierno son terribles los del Norte toda su complejidad el intenso tráfico maríti- y Oeste, pero tampoco están a salvo de ries- mo generado y soportado por las costas de go los apacibles meses veraniegos. Durante Cantabria hasta nuestros días. la estación bonancible, aquella que tradicio- 44 cantabria infinita nalmente se aprovechaba para navegar con superó el de 1878, tristemente famoso por más intensidad en los siglos pasados, el la que ha pasado a la historia como "Galer- temporal adopta con frecuencia en el Cantá- na del Sábado de Gloria", de 20 de abril, brico una forma específica y fulminante, que i n m o rtalizada por José María de Pe r e d a e n se ha venido a llamar “galerna”. la novela " S o t i l e z a " . A las cinco de la maña- na zarparon de la vieja dársena de Santan- Se trata de un temporal del cuarto cuadrante der veintitrés lanchas mayores, siete barquí- CORBETA COMO LA PERDIDA que suele presentarse súbitamente por estos as y una trainera, a la vez que hacían lo pro- EN LAS COSTAS MONTAÑESAS litorales, tras vientos del sur, con fuertes ráfa- pio en los demás puertos de la costa. Salió EN EL SIGLO XVIII. MMC. gas huracanadas del Oeste al Noroeste. Los el sol con la amanecida y soplaba brisa PÁG. ANTERIOR hombres de mar, desde la frontera francesa a suave del Nordeste; a mediodía, el viento NAO CÁNTABRA A PUNTO DE Galicia, han pagado secularmente un ingente había rolado al Sur y repuntaban rachas NAUFRAGAR, EN LAS tributo en vidas a este fenómeno meteorológi- hacia el Oeste. Algunos patrones arriaron las CANTIGAS DE SANTA MARÍA. co de extraordinaria violencia, que arbola la velas mayores y, con sólo el tallavientos, ALFONSO X EL SABIO. MMC. mar y desarbola los barcos y las fuerzas de emprendieron la vuelta a puert o, aunque la marineros y pescadores a los que sorprende mayoría continuaron la brega para no regre- generalmente en primavera y otoño. sar de vacío. La mayor parte de las lanchas, A CORVETTE LIKE THE ONE a b i e rtas y sin cubierta, faenaban a unas SUNK OFF THE CANTABRIAN En nuestro bronco mar ribereño el luctuoso quince millas de la costa. Desatada de sope- COAST IN THE EIGHTEENTH CENTURY. MMC. historial de las galernas es interminable. Del tón la galerna, fueron todas dispersadas, siglo XIX se recordaban como especialmente mientras las tripulaciones, izando la peque- A CANTABRIAN SHIP ABOUT TO negros por el castigo de estas virazones del ña vela que llamaban “la unción”, en popa, SINK, IN THE CANTIGAS DE tiempo los años de 1842, 1864, 1870, procuraban encontrar refugio desesperado SANTA MARÍA. ALFONSO X THE 1873, 1874 y 1877. No obstante, a todos en cualquier resquicio de la costa, c u a n d o WISE. MMC. cantabria infinita 45 no se dejaban correr el temporal a palo seco, el feroz meteoro hizo naufragar más de veinte paralelos al litoral. barcos de pesca, pereciendo una docena de es f o r zados pescadores cántabros. En 1882, Toda la población pescadora bajó a los mue- otra galerna ahogó a nueve laredanos ante lles o subió a los altos de la costa con la Plencia. La de 1890 se cobró cincuenta y angustia aferrada a la garganta. A las cuatro cuatro hombres de las Cofradías de Cantabria. de la tarde comenzaron a llegar a Santander En 1908 desaparecieron bajo las aguas enfu- algunas lanchas desarboladas y una goleta recidas otros cuarenta pescadores pejinos. La mercante que había recogido a los primeros galerna de 1912 afectó de forma terrible a la náufragos. Durante aquella larga noche costa vizcaína; sólo Bermeo perdió ciento die- nadie pegó ojo, mientras llegaban noticias de cinueve hombres. En 1914 naufragaron cua- los barcos perdidos en otros puertos y de los tro pesqueros entre Suances y Comillas. destrozos ocasionados en el interior de la región por el viento y el agua. La progresiva incorporación a los barcos pes- queros, primero del motor de vapor y, algo El Domingo de Resurrección comenzó el ate- más tarde, el de explosión, así como las rrador recuento. En Cantabria habían pereci- do ahogados ciento treinta y dos pescadores (sesenta de la capital, treinta y seis de Lare- DE ARRIBA A ABAJO Y DE IZDA. A DCHA: do, veintiocho de Colindres, cuatro de Suan- CABO MAYOR, HUNDIDO PRECISAMENTE JUNTO ces, tres de Castro Urdiales y uno de Noja), AL CABO DE SU MISMO NOMBRE EN EL AÑO mientras que entre Vizcaya y Guipúzcoa se 1887. COLECCIÓN FERMÍN SÁNCHEZ MMC. habían ahogado otros ciento noventa. En TORPEDERO N.º2, HUNDIDO EN LA DÁRSENA DEL total sumaron más de trescientos veinte los CAMELLO EN EL AÑO 1937. COLECCIÓN FERMÍN pescadores que sucumbieron en una sola SÁNCHEZ MMC. tarde, tragados por la galerna junto con casi medio centenar de sus embarcaciones. ELIN CHRISTINE, HUNDIDO EN LAS QUEBRANTAS EN EL AÑO 1978. La impresión causada por tamaña tragedia en el litoral y en toda la nación fue tremen- FROM TOP TO BOTTOM AND LEFT TO RIGHT: da, desencadenando multitud de gestos de THE CABO MAYOR, WHICH WAS WRECKED ON solidaridad con las familias de los fallecidos THE HEADLAND OF ITS SAME NAME IN 1887. FERMÍN SÁNCHEZ COLLECTION, MMC. y promoviendo mejoras en las lanchas de pesca, que desde entonces incorporan TORPEDO BOAT NO 2, SUNK IN THE CAMELLO cubierta corrida, así como en el servicio de DOCK IN 1937. FERMÍN SÁNCHEZ COLLECTION, predicción meteorológica. También fue un MMC. acicate para la consolidación del servicio de THE ELIN CHRISTINE, WRECKED ON LAS Salvamento de Náufragos. Al año siguiente, QUEBRANTAS IN 1978. 46 cantabria infinita importantes mejoras introducidas en el dise- más de los ya reseñados de Carlos V y Feli- ño de los buques, redujeron posteriormente pe II, traeremos a escena algunos otros nau- la incidencia de estos tremendos temporales fragios señeros, a modo de ejemplo y sin sobre barcos y hombres.