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GRITOS PINTADOS Expresión, comunicación, dramatización y manipulación del dolor en el Arte (en la Pintura) a lo largo de la Historia Tesis doctoral de FÉLIX MACUA SAGASTI DIRECTOR: DANIEL TAMAYO POZUETA DEPARTAMENTO DE PINTURA. FACULTAD DE BELLAS ARTES. (c)2021 FELIX MACUA SAGASTI 2 3 Este trabajo de investigación está dedicado a Marijo, Pilar, Amaia, José Félix e Irantzu. 4 5 ÍNDICE INTRODUCCIÓN 11 CAPÍTULO I EL SUFRIMIENTO COMO ELEMENTO BÁSICO DE ESTRUCTURACIÓN SOCIAL. I. LA GRAN INCÓGNITA 17 I.O. El logos marca la diferencia 17 I.1. La escritura y las imágenes 19 I. 2. Mitologías y religiones 21 I.3. Moral y teología 24 I.4. Filosofía y metafísica 27 II. CARACTERÍSTICAS DEL DOLOR 32 II.0. Clasificación del dolor 32 II.1. Dolor y sufrimiento 34 II.2. El dolor del inconsciente 37 II.3. Percepción personal 40 II.4. Eficacia del color y las imágenes 42 II.5. La cara, el espejo del alma 44 II.6. Anatomía del gesto 48 III. DRAMATISMO TEATRAL 51 6 IV. REPRESENTACIÓN ARTÍSTICA 54 IV.0. Presencia irregular 54 IV.1. Teatralidad bidimensional 57 V. EL DOLOR EN EL ARTE CLÁSICO 59 V.0. Laocoonte no grita 60 V.1. Violencia contenida 63 V.2. También la fealdad 64 VI. EL ARTE FUNCIONAL DEL MEDIOEVO 64 VI.0. La boca del infierno 68 VI.1. Mártires felices 70 VI.2. Las películas y series de la época 71 CAPÍTULO II TEMÁTICA GENERADORA DE LA IMAGEN DEL DOLOR EN EL ARTE I. GRANDES BLOQUES DE REPRESENTACIÓN 73 II. UNA NUEVA ERA 74 II.0. Cambio de mentalidad 76 II.1. Revolución narrativa en la Pintura 77 II.2. Los grandes genios de la Pintura 78 III. EL ENSAÑAMIENTO ETERNO 80 III.0. Dilema teológico 82 III.1. Torturas ilustradas 85 III.2. El infierno dantesco 87 III.3. De las delicias del pecado, al infierno 99 III.4. Satanás y sus misterios 106 7 I.5. Retratos diabólicos 111 IV. EL JUICIO FINAL 118 IV.0. Giotto. Hans Memling. Miguel Ángel 118 V. SOBRE SANTIDAD Y SUFRIMIENTO 125 V.0. Hagiografía cristiana 126 V.1. Giros caprichosos 128 V.2. El surrealismo de las tentaciones 131 VI. EL MARTIRIO COMO ARMA POLÍTICA 135 VI.0. Iconografía bélica 136 VI.1. El Barroco, la ofensiva de la Contrarreforma 141 VI.2. Sufrimiento en primer plano 145 VII. LA PASIÓN Y MUERTE DE CRISTO 150 VII.0. El mayor argumento iconográfico 151 VII.1 La divina serenidad 153 VII.2. Del realismo escénico al expresionismo: Giotto. Duccio. Masaccio. Grünewald. Chagall. Bacon 156 VII.3. La fría soledad de la muerte: Mantegna. Gregorio Fernández. Velázquez. Dalí. Saura 165 VII.4. El descendimiento: Roger van der Eyden. Rubens. Rembrandt 170 VII.5. La flagelación 174 VIII. EL DUELO Y LOS RITUALES FUNERARIOS 183 VIII.0. Iconografía mariana dolorosa 186 VIII-1. Los siete dolores 188 IX. JUSTICIA PUNITIVA, TORTURA Y MUERTE 196 IX.0. El poder de la imagen documental y la artística 201 X. LA TRÁGICA ESTUPIDEZ DE LAS GUERRAS 204 8 XI. EL DOLOR ANATÓMICO Y LA CIENCIA 213 CAPÍTULO III EXPRESIÓN DEL DOLOR SIN PRETEXTOS NI CONDICIONANTES I. INTERROGANTES ANTE UN CAMBIO RADICAL 217 II. LENGUAJE RENOVADO PARA TIEMPOS NUEVOS 219 II.0: Un terror brutal y sin sentido 225 II.1. El efecto liberatriz de las pinturas negras 226 II.2. Primera instantánea de dolor inesperado 228 II.3. Los comienzos del arte moderno 229 III. EL ROMANTICISMO 230 III.0. La modernidad del maestro neoclásico (David) 233 III.1. Contra la injusticia y la incompetencia (Gericault) 235 III.2. Martirologio laico (Delacroix) 237 IV. EL MANIFIESTO REALISTA (Courbet) 238 CAPITULO IV UN VIAJE SIN RETORNO I. LA REVOLUCIÓN DE LAS VANGUARDIAS 242 I.0. Miedo y confusión general 244 I.1. Cambio expresivo radical 245 I. 2, Movimiento e ideología (Boccioni) 247 I.3. Una humanidad que se ha vuelto loca (George Grosz) 249 I.4. La nueva objetividad (Max Beckmann) 250 9 I.5. La fascinación del horror (Otto Dix) 252 I-6. “Guernica”: Nuestra esquela mortuoria (Picasso) 253 II. ARTE VERSUS FOTOGRAFÏA Y CINE 258 II.0. Del daguerrotipo a la cámara digital 261 II.1. El poder de la masificación 263 II.2. La ingeniería social del siglo XX 266 II.3. Arma fundamental de la guerra fría 267 III. GRITOS PINTADOS 269 III.0. Lo efectos del sufrimiento propio 276 IV. LA REBELIÓN DE LAS MUJERES 283 IV.0. Artemisia, icono feminista 283 IV.1. Sin capacidad de auto-representación 286 IV.2. Revolución artística femenina 289 CAPÍTULO V CONCLUSIONES I. PRIMERO FUE EL ARTE 291 II. LA RELIGIÓN TOMA EL PODER 293 III. MOMENTOS CRUCIALES 293 III.0. Imaginario infernal 293 III.1. Nueva narrativa 296 III.2. Renace el artista 297 III.3. La eternidad 297 IV. MANIPULACIÓN 298 IV.0. Propaganda política belicista 299 10 V. GRITOS DESESPERADOS 300 VI. VITALISMO FEMINISTA 302 BIBLIOGRAFÍA 303 11 INTRODUCCIÓN El dolor persigue como una sombra intermitente pero inexorable a todas las personas, sin excepción, desde que nacen hasta que mueren; un negro contrapunto que conforma y da sentido al concepto de felicidad y a la vida misma, aunque nos cueste entenderlo y aceptarlo. El ser humano, social por naturaleza, necesita expresar y comunicar sus padecimientos a los congéneres más próximos en busca de consuelo o remedios. Ese intercambio de sensaciones y sentimientos sobre sus males, y las lecciones que del mismo puedan extraerse, se traducen en una serie de reacciones y comportamientos que tiene características específicas en cada grupo social, que varían según las circunstancias, y componen un código de conducta que hace del dolor una experiencia cultural de la que se pueden extraer conclusiones útiles que se transmiten a las generaciones venideras. Y, como tal, se convierte en elemento fundamental de la estructuración social. (Se da la circunstancia de que comencé la revisión de este escrito el 15 marzo de 2020, el día en el que el Gobierno español decretó el estado de alarma y el confinamiento en todo el país para tratar de frenar los efectos de la pandemia del coronavirus que aterroriza al mundo entero. Una tragedia que puede alterar profundamente el sistema económico y los hábitos sociales a nivel global) En este trabajo doctoral, trataremos de exponer y analizar la forma en la que el arte ha contribuido a la expresión, comunicación, dramatización y manipulación del dolor y el sufrimiento humano a lo largo de la historia. El simple enunciado indica que va a tener un carácter más mostrativo que demostrativo; y que, dado el espacio temporal y geográfico que abarca, y el volumen ingente de información y documentación disponible, lo que se impone en principio es una reducción del campo de estudio. Lo limitaremos al conocido como Arte Occidental y, más concretamente, a las representaciones de sufrimiento en la pintura, aunque, inevitablemente, también hablaremos de forma colateral de otras técnicas. El trabajo se plantea estructuralmente como una novela río o road movie, como un largo viaje con muchas paradas para observar que se hacía en los lugares y en las épocas más 12 significativos. Esa sensación de navegar por un cauce que puede ser estrecho pero rápido al principio, para luego aumentar su caudal, saltar cataratas, y más tarde remansarse y volverse a alterar por remolinos y corrientes antes de llegar a la desembocadura, es determinante. Este movimiento constante complica la aplicación de una metodología uniforme, ya que las circunstancias se modifican constantemente y varía también la temática y la manera de expresarse de los artistas. La única línea perceptible de continuidad narrativa, también con saltos, será la cronológica. Aunque esta simplicidad estructural pueda hacer pensar lo contrario, el trazar una ruta para transitar por el inmenso e intrincado mundo artístico no es tarea fácil. A la señalada dificultad para seguir una línea de investigación continua se añade la imposibilidad de establecer un criterio fijo en el imprescindible ejercicio de selección de las ilustraciones más representativas para respaldar la exposición literaria. Unas veces se primará la valoración artística de las obras; otras, su adaptación al mensaje que se quiere transmitir, o su capacidad de ruptura estética, o la personalidad del pintor, o su influencia, o su capacidad de renovación del lenguaje, o por su acomodación a los profundos cambios de todo tipo de cada época. Los temas clave se acompañan con varias imágenes comentadas de manera individualizada; pero, a veces, cuando la cantidad de material desborda la posibilidad de hacer una selección representativa, presentaré un amplio apéndice de cuadros para que el lector saque sus conclusiones. Sistema que he empleado con la iconografía sobre “dolorosas”, flagelaciones, las guerras o los gritos. Insisto en que la recopilación, cribado, ordenación, distribución, contextualización, documentación y análisis del material requiere una dedicación y un esfuerzo extraordinario; cierto que, en mi caso, bastante gratificante. El trabajo consta del índice, de esta introducción, cinco capítulos y la bibliografía. El CAPÍTULO I comienza con el establecimiento de un marco general en el que repasan los fundamentos mágicos, teológicos, metafísicos, sociológicos o ideológicos que a lo largo del tiempo han tratado de responder al interrogante de por qué y para qué sufrimos tanto. Seguidamente, ya en el terreno de los aspectos concretos, se centra en la definición del dolor, en sus características, en los diversos tipos, según la causa que lo origine o los efectos físicos o psicológicos que produzca, diferenciando sensaciones y sentimientos. Se resalta la subjetividad; el cómo unos soportan los males mejor que otros, o se quejan menos, con la 13 consiguiente dificultad para cuantificarlo objetivamente. En el intento de determinar el grado de sufrimiento, los médicos, además de escuchar al enfermo y ver su cara, utilizan unas escalas con colores o dibujos simples que entiende todo el mundo, prueba de universalidad del lenguaje gráfico.