Tres notas CONVIVIO sobre Miguel 36 Ángel Asturias

LETRAS LIBRES MARIO LLOSA MAYO 2020 A menudo, Asturias elogió el carácter combativo de la narrativa hispanoamericana. Sin embargo, su obra perdura no por su denuncia social sino por su lenguaje y sus riesgos formales.

1. UN HECHICERO MAYA EN LONDRES donde le habían reservado el hotel. “Pero si en esta calle viví yo, cuando vine a Europa por primera vez”, acía una punta de años que dijo, asombrado. Han pasado 44 años y ha corri- no venía a Londres, pero do mucha agua bajo los puentes del Támesis desde apenas bajó del automóvil entonces. Era el año 1923 y Miguel Ángel Asturias –corpulento, granítico, per- no soñaba todavía en ser escritor. Acababa de reci- fectamente derecho a pesar birse de abogado y unos artículos antimilitaristas le H de sus casi setenta años– re- habían creado una situación difícil en Guatemala. José conoció el lugar, y se detu- Antonio Encinas, que se hallaba exiliado en ese país, vo a echar una larga mirada nostálgica a esa callecita animó a la familia a que dejara partir a Asturias con

encajonada entre el British Museum y Russell Square, él a Londres, a fin de que estudiara economía. Y así González Hugo Alejandro Ilustración: ocurrió. Viajaron juntos, se instalaron en esta calle- esa vocación militante a favor de la justicia con que ha cita que ahora Asturias examina, melancólicamen- surgido la profesión literaria en nuestras tierras. Con te. Pero las brumas londinenses intimidaron al joven fervorosa convicción, se refiere a la obra del - guatemalteco que no se consolaba de no haber halla- no Alcides Arguedas, que en Raza de bronce describió do un solo compatriota en la ciudad. “Hasta el cón- a los tres protagonistas de la tragedia del Altiplano: sul guatemalteco –dice– era inglés.” Semanas después, “el latifundista insaciable, el mestizo resentido, cruel hizo un viaje “de pocos días”, a París, para asistir a las y segundón, y el indio cuya condición es inferior a la fiestas del 14 de julio. Pero allá cambió bruscamen- del caballo o la del asno, porque ni siquiera es nego- te sus planes, renunció a Londres y a la economía, se ciable”. Elogia la obra de Augusto Céspedes, que inscribió en un curso de antropología en la Sorbona, denunció las iniquidades que se cometían contra los descubrió la cultura maya en las clases del profesor mineros en las posesiones de Patiño, en Metal del diablo, 37 Georges Raynaud, pasó años traduciendo el Popol Vuh, y Yanakuna, de Jesús Lara, “por haber mostrado, en escribió poemas, luego unas leyendas que entusias- todo su horror bochornoso, la suerte de los pongos maron a Valéry, luego una novela (El señor Presidente) bolivianos”. Se refiere luego a las obras de Jorge Icaza que haría de él, para siempre, un escritor. ¿Habría y de Ciro Alegría, que completan la exposición de los LETRAS LIBRES sido idéntico su destino si hubiera permanecido en abusos, atropellos y crímenes que se cometen contra el MAYO 2020 Londres? Debe habérselo preguntado muchas veces, indio en esa región de los . Pero, añade, no solo durante esta semana que acaba de pasar en Inglaterra, en los países con una población indígena muy densa dando conferencias, invitado por el King’s College. ha surgido una literatura inspirada en temas sociales Curiosamente, una de estas charlas tuvo como escena- y políticos. La novela latinoamericana ha sabido tam- rio la London School of Economics. La cita que había bién denunciar eficazmente los excesos “del capita- concertado tantos años atrás José Antonio Encinas, lismo financiero contemporáneo en las fábricas, los entre esa institución y su amigo guatemalteco, des- campos petroleros, los suburbios y las plantaciones”. pués de todo ha tenido lugar. Pone como ejemplo El río oscuro de Alfredo Varela, que Su conferencia en la Universidad de Londres se expuso el drama de los campesinos de los yerbatales titula “La protesta social en la literatura latinoameri- del norte de , y Hasta aquí, no más de Pablo cana”. El aula está repleta de estudiantes y profesores, Rojas Paz, que pinta el vía crucis de los trabajado- y hay también algunos agregados culturales sudame- res cañeros en Tucumán. La vida larval de las ciuda- ricanos (naturalmente, no el de Perú). En el estra- des parásitas, de esos suburbios de viviendas contrahe- do, por sobre el pupitre, solo asoma el rostro tallado chas donde se hacinan los emigrantes del interior, ha a hachazos de hechicero o tótem maya de Asturias, que estimulado también, dice, el espíritu combativo y jus- lee en voz muy alta y enérgica y hace a ratos adema- ticiero del escritor latinoamericano: destaca el “estudio nes (o pases mágicos) agresivos. Repite cosas que ha psicológico de la solidaridad humana entre la gente dicho ya en otras ocasiones sobre la literatura latino- de las barriadas” hecho por Bernardo Verbitsky en su americana, la que, según él, es y ha sido “una literatu- novela Villa miseria también es América, y el caso curio- ra de combate y protesta”. “El novelista hispanoame- so de la brasileña Carolina Maria de Jesus, que en ricano escribe porque tiene que pelear con alguien, su libro La favela traza un lacerante fresco de la vida nuestra novela nace de una realidad que nos duele.” cotidiana de ella y sus compañeros de miseria en un Desde sus orígenes, afirma, la literatura latinoame- barrio de Río de Janeiro. Se extiende sobre las carac- ricana fue un vínculo de denuncia de las injusticias, terísticas nacionales que ha asumido la protesta litera- un testimonio de la explotación del indio y del escla- ria latinoamericana y explica cómo puede hablarse de vo, un empeñoso afán de luchar con la palabra por “una novela bananera centroamericana”, una “novela mejorar la condición del hombre americano. Cita, petrolera venezolana” y una “novela minera chilena”. como ejemplos clásicos, los Comentarios reales del Inca Pone como ejemplo, en este último caso, el libro Hijo Garcilaso y la Rusticatio mexicana del jesuita Landívar. del salitre de Volodia Teitelboim. En el pasado, agrega, Pasa revista someramente a la literatura romántica, “los novelistas latinoamericanos venían en su mayor en la que la voluntad de denuncia quedó atenuada parte de las clases explotadas, y se los podía acusar por un excesivo pintoresquismo folclórico, y abor- de resentimiento o parcialidad”. Pero ahora hay tam- da luego el movimiento indigenista cuyo nacimien- bién escritores que proceden de las clases altas, que to fija en la publicación de Aves sin nido de Clorinda no soportan la injusticia, y radiografían en sus libros Matto de Turner. Los narradores indigenistas, según el egoísmo y la rapiña de su propio mundo. Este es el Asturias, al describir sin concesiones la vida misera- caso, dice, del chileno José Donoso, que en Coronación ble de los campesinos de América, llevan a su más alto ha descrito la decadencia y el colapso de una familia

Ilustración: Hugo Alejandro González Hugo Alejandro Ilustración: grado de rigor y de calidad, incluso de autenticidad, aristocrática de Santiago. Finalmente, indica que en la actualidad los escritores latinoamericanos, sin renun- y su prosa (como Hombres de maíz, por ejemplo), que- ciar a la actitud de desafío y denuncia social, muestran darían en una situación difícil, marginal. Pero él está un interés mucho mayor por los problemas de estruc- entretenido ahora, estudiando el menú, y decido no tura y de lenguaje y desarrollan sus temas dentro de importunarlo más. Por otra parte, esas afirmaciones una complejidad mayor, elaborando argumentos que suyas sobre la literatura, aunque tan discutibles, son atienden tanto a los actos como a los mecanismos psi- fogosas, vitales, y pueden ser saludables ante audito- cológicos o a la sensibilidad de los personajes y ape- rios acostumbrados a escuchar nociones tan gaseosas lando a veces más a la imaginación o al sueño que a la y desvaídas como las que constituyen la moda literaria estricta experiencia social. actual. Un poco de “agresividad telúrica” puede hacer- Mientras lo aplauden afectuosamente, yo trato les bien a los jóvenes oníricos de la generación “pop”. 38 de adivinar en las caras de los estudiantes de la Universidad de Londres el efecto que puede haber Londres, mayo de 1967. hecho en ellos esta exposición apasionada, esta pre- sentación tan unilateralmente sociopolítica de la lite- 2. LA PARADOJA DE ASTURIAS ratura latinoamericana. ¿Hasta qué punto puede Hombres de maíz es la más enigmática y controverti- LETRAS LIBRES MAYO 2020 conmoverlos o sorprenderlos saber que al otro lado da novela de Miguel Ángel Asturias. En tanto que del Atlántico predomina, como lo ha dicho Asturias, algunos críticos la consideran su mejor acierto, otros entre los escritores, esa concepción dickensiana de la la desautorizan por su desintegración anecdótica vocación literaria? ¿Admiten, rechazan o simplemen- y su hermetismo estilístico. El profesor Gerald Martin, te se desinteresan de esa actitud militante, tan extra- que la tradujo al inglés, ha preparado la edición crí- ña hoy a los escritores jóvenes de su país que andan tica del libro para las Obras completas de Asturias que empeñados en la experimentación gramatical, en la han comenzado a publicarse, bajo los auspicios de la revolución “psicodélica” o en el análisis de la aliena- unesco. Acabo de leer, en manuscrito, el estudio de ción provocada por los prodigios de la técnica? Pero Martin y me ronda todavía la sensación de perple- no adivino nada: después de ocho meses en Londres, jidad y respeto que me ha causado su impresionan- los rostros ingleses siguen siendo para mí perfecta- te trabajo: casi millar y medio de notas y un prólogo mente inescrutables. dos veces más extenso que la novela. Al anochecer –Asturias ha tenido suerte, le ha Y, sin embargo, Hombres de maíz no queda ente- tocado un día sin lluvia, ni bruma, hace incluso rrada bajo esa montaña de erudición sino sale de ella calor mientras merodeamos por los alrededores de enriquecida. Gerald Martin transforma el archipiéla- Russell Square en busca de un restaurante–, cuando go que parecía ser el libro en un territorio de regiones su editor lo deja libre (ha venido al hotel a anunciar- sólidamente trabadas entre sí. Su tesis es que la nove- le que en septiembre aparecerán simultáneamen- la constituye una vasta alegoría de lo que ocurrió a la te las traducciones de El señor Presidente y de Week-end humanidad cuando la cultura tribal se deshizo para en Guatemala), me atrevo a preguntarle si no resulta- dar paso a una sociedad de clases. Este proceso apare- ba, a su juicio, un tanto parcial referirse a la literatu- ce metamorfoseado en el contexto guatemalteco pero ra latinoamericana solo por lo que contiene de crítica sus características valen para cualquier sociedad que social y de testimonio político, si la elección de este haya experimentado ese tránsito histórico y en ello único ángulo para juzgarla no podía resultar un tanto reside, según Martin, la importancia del libro que ha arbitraria. (Estoy pensando en que este punto de mira estudiado con tanta ciencia y pasión. tiene, sin duda, una ventaja: sirve para rescatar del Resulta iluminador conocer las fuentes mayas y olvido muchos libros bien intencionados, interesan- aztecas directas o tangencialmente aprovechadas tes como documentos, pero literariamente pobres; por la novela. Bajo el cuerpo del libro hay un esque- y una grave desventaja: excluye de la literatura lati- leto compacto de materiales prehispánicos que van noamericana a autores como Borges, Onetti, Cortázar, desde el título y el bello epígrafe (“Aquí la mujer, Arreola y otros, lo que resulta inquietante.) Asturias yo el dormido”) hasta ese inquietante hormiguero piensa que no es parcial, solo incompleto. Está traba- en que se ha convertido la humanidad al clausurar- jando actualmente, me dice, en una segunda parte de se la novela. Martin muestra que las idas y venidas este ensayo, en la que se referirá con más detalle a los abruptas de la narración en Hombres de maíz, el curio- novelistas que se han dado a conocer en los últimos sísimo ritmo que tiene, no son gratuitas, sino produc- años; su conferencia es, en realidad, bastante antigua. to de una antiquísima manera de ser. La de aquellos Estoy a punto de decirle que si se aplicara a su pro- hombres que mantienen vínculos religiosos con el pia obra el exclusivo tamiz sociopolítico, varios de sus mundo natural y viven ellos mismos en estado de libros, acaso los más audaces y bellos por su fantasía naturaleza. El aparente desorden de Hombres de maíz es el orden de la mentalidad primitiva descrita por días sino el trauma original de su cultura, bruscamen- Lévi-Strauss. te interrumpida por la llegada de unos conquistado- De otro lado, Martin ha cotejado todos los ele- res, de civilización más evolucionada y poderosa, que mentos de hechicería, magia, superstición, rito la sojuzgaron y pervirtieron. Verse, de pronto, ante y ceremonia que son tan abundantes en el libro, con dioses distintos que venían a sustituir por la fuerza las constantes descubiertas por Mircea Eliade en las a los propios, ante una concepción del mundo y el creencias y prácticas religiosas de los pueblos no occi- trasmundo que no coincidía para nada con aquella en dentales y con las investigaciones de Jung sobre las for- que habían vivido inmersos, y tener que cambiar de mas míticas en que suele manifestarse el inconsciente régimen de trabajo, de familia, de alimentación, de pen- colectivo y ha encontrado fascinantes coincidencias. samiento, para poder sobrevivir, es un drama que han El proceso de fabulación del que nació Hombres de maíz protagonizado todos los pueblos del mundo coloni- 39 fue mucho menos libre y espontáneo de lo que pudo zados por Occidente. Y en todos ellos la aculturación sospechar el propio Asturias. Este tenía conciencia de ha generado la misma complicada dialéctica de apro- las fuentes que usaba pero creyó, sin duda, que lo hacía piación, sustitución y modificación entre colonizador sin más cortapisas que las de su libre albedrío. Martin y colonizado. El más extendido de los fenómenos, en LETRAS LIBRES demuestra que no ocurrió así. Al reordenar esos mate- este proceso, es la sinuosa y sutil inserción de las vie- MAYO 2020 riales y mezclarlos con los que inventaba –usando para jas creencias y costumbres en las que trae el ocupan- ello técnicas no racionales, como la escritura automá- te y la distorsión interior que estas padecen por efecto tica que el surrealismo puso en boga cuando él vivía de ese paulatino contrabando. en Francia– fue, inconsciente, intuitivamente, mode- El ambicioso propósito del profesor Martin –en lándolos según sistemas de pensamiento, de creación gran parte alcanzado– es mostrar que ese género de religiosa y mitológica, comunes a las sociedades pri- experiencias, compartidas por pueblos de las cua- mitivas, como tendría ocasión de comprobarse cien- tro quintas partes del globo, es el barro con que fue tíficamente después de aparecer la novela. amasada la novela de Asturias y que solo teniendo en Otro mérito del profesor Martin es proporcio- cuenta este hecho se puede comprender integralmente nar evidencias suficientes para corregir un error muy la riqueza del libro. Y, también, orientarse por la oscu- extendido sobre Asturias: que fue un escritor cos- ridad de algunas de sus páginas. La prolija demostra- tumbrista. Serlo supone un esfuerzo encaminado ción de Martin, contra lo que el propio Asturias creía a recrear los usos locales –sociales y lingüísticos– con- –pues dijo muchas veces que su obra solo adquirió temporáneos, a convertir en literatura esa vida pinto- conciencia social después de Hombres de maíz–, esta- resca de la región en lo que tiene de actual. Es verdad blece con firmeza la imagen de una invención literaria que Asturias emplea un vocabulario maniáticamen- arraigada sobre la historia de la opresión y destruc- te “local”, pero este lenguaje no es descriptivista, no ción de las culturas primitivas, de la que extrae toda está elegido para retratar un habla viva sino por razo- su savia, sus mitos, su poesía y extravío. La paradoja es nes poéticas y plásticas. En otras palabras: su razón instructiva: Asturias fue un gran escritor comprome- de ser no es expresar la realidad real sino apartar- tido cuando no sabía que lo era. Cuando quiso serlo se de ella, fabricar esa otra realidad que es la literaria y escribió la trilogía tremendista Viento fuerte, El papa y cuya verdad depende de su mentira, o sea de su dife- verde y Los ojos de los enterrados lo fue de manera mucho rencia, no de su parecido, con aquel modelo. Asturias menos profunda y con sacrificio de lo más original ni siquiera hablaba alguno de los idiomas indígenas y creativo que había en él. de Guatemala y en Hombres de maíz los usos y costum- bres indígenas que de veras importan vienen del pasa- , septiembre de 1978. do, no del presente, y, lo que es aún más significativo, de los libros, no de una experiencia vivida. La materia 3. EL SEÑOR PRESIDENTE prima indígena aprovechada por Asturias procede de Esta novela nació de un cuento, “Los mendigos la erudición histórica, mucho más que de un conoci- políticos”, que escribió Miguel Ángel Asturias en miento inmediato del acervo folclórico guatemalteco Guatemala antes de partir a Europa, en diciembre de su tiempo. Y es sin duda gracias a ello que, aunque de 1922. Como la primera edición de la novela es de las apariencias parezcan decir lo contrario, los hom- 1946 –edición imperfecta que él corrigió y rehízo en bres de maíz de la novela tienen que ver tanto con los la siguiente, de la Editorial Losada, , campesinos de la Mesoamérica de hoy como con 1948– la verdad es que trabajó en este libro más que los del Altiplano boliviano o los de África. en ninguno de los otros que escribió, aunque con La experiencia histórica reflejada en la novela no largos intervalos en que no tocó casi el manuscrito. es la indefensión y miseria del indígena de nuestros En la novela figuran las fechas “París, noviembre de 1923, 8 de diciembre de 1932”. Según todos los críticos coronel Parrales Sonriente y que morirá envenenado que se han ocupado de ella, y el testimonio del pro- al final de la historia. Todos los personajes que apa- pio autor, está inspirada en la dictadura de Manuel recen en el libro –militares, jueces, políticos, ricos Estrada Cabrera, amo y señor de Guatemala por vein- y pobres, poderosos y miserables– son la encarna- tidós años, entre 1898 y 1920. ción misma del mal, ladrones, cínicos, aprovecha- Ya se ha recordado, en la primera de estas notas, dos, mentirosos, inescrupulosos, borrachos, serviles que Asturias fue a Londres a estudiar economía, pe- y violentos; es decir, unos seres repugnantes y asque- ro que allí cambió bruscamente de planes, se marchó rosos. Y, probablemente, el peor de todos no sea solo a París, se inscribió en la Sorbona en el curso del pro- el amo de vidas y muertes, el propio Presidente, un fesor Georges Raynaud, que le hizo descubrir la cultu- borrachín, traidor y manipulador de infinitas y retor- 40 ra maya, y pasó años traduciendo el Popol Vuh. En París cidas intrigas, sino el Auditor de Guerra y un mili- escribió poemas, Leyendas de Guatemala (1930), y luego tar, el Mayor Farfán, que perpetran en la novela, por El señor Presidente. La novela fue escrita, pues, casi ínte- órdenes del jefe del Estado, las violencias más crue- gramente, en Francia. les e inauditas: el primero cuando interroga, humilla Hay un cierto malentendido con este libro, al y castiga a Niña Fedina por el crimen cometido por LETRAS LIBRES MAYO 2020 que no es ajeno el propio Asturias, pues contribuyó su esposo, Genaro Rodas, contra el Pelele; y el segun- a crearlo con las cosas que afirmó sobre él. Hemos do deteniendo a Miguel Cara de Ángel en el puerto, visto, en la primera de estas notas, que él era un entu- cuando este cree que se va a Nueva York por encargo siasta de la novela social y de denuncia, aquella que del Presidente, arrestándolo, golpeándolo sin mise- mostraba los horrores que cometieron en América ricordia y enterrándolo en un calabozo subterráneo Latina los dictadores y, en muchas ocasiones, él mismo donde solo tiene dos horas de luz al día, come inmun- presentó su novela como ejemplo de aquel género. dicias y se pudre en vida, muriéndose a poco, mientras Sin duda que este aspecto es importante en El su mujer, Camila, lo busca a través de la diplomacia y señor Presidente. Se trata de uno de los temas prototípi- la política por todo –incluso en Singapur– cos de la llamada novela realista o costumbrista lati- creyéndolo a salvo, solo para descubrir, cuando ya es noamericana, derivado de la experiencia dramática de tarde, que Cara de Ángel es también una víctima de la historia de la mayor parte de los países del nuevo aquel monstruo que maneja con su dedo meñique las continente, que, casi todos, padecieron dictadores. vidas, muertes y haciendas de todo lo que su mueve Pero, aunque haya una presencia constante y obsesi- en sus dominios. va de semejante tema, eso no es lo más importante en Lo que es bello y transforma este libro demonía- El señor Presidente. Si lo fuera, la novela no habría desco- co de atroces episodios en obra artística y le ha dado la llado jamás entre aquel conjunto de novelas un tanto vigencia que tiene es su estructura formal y, principal- primitivas y no estaría tan viva todavía. mente, su lenguaje. En esto, El señor Presidente le hizo Desde luego, al igual que otras muchas, esta dar un salto cualitativo a la novela en lengua españo- novela incide en ese hecho muy concreto de la reali- la. Maravillosamente trabajada, la lengua en que está dad histórica y social hispanoamericana: los estragos escrita debe más que a las clases del profesor Raynaud que causan sus dictaduras, las tragedias humanas, las al surrealismo y otros movimientos de vanguardia, en catástrofes económicas y la corrupción que significan boga en Francia cuando Asturias escribía la novela. para el país. Pero lo hace de manera muy especial, sin Y, sin duda, también a la nostalgia de su tierra lejana, incurrir en las negligencias y descuidos formales tan allá, en el otro extremo del mundo y los años que lle- frecuentes en la literatura de denuncia de América vaba lejos de ella, en el viejo continente, reunido con Latina, con recursos literarios sutiles, originales y de sus amigos sudamericanos en el Café de la Rotonde, aliento, y, sobre todo, dentro de un contexto mucho en Montparnasse. Un lenguaje donde hay algo de es- más amplio que la denuncia o el mero testimonio critura automática, mezclas de realidad y sueño –de político. En El señor Presidente este fenómeno apare- pesadillas, más bien–, una musicalidad poética fuera ce enmarcado más bien como una lucha entre el bien de lo común, un conjunto de formas que convierten a y el mal, en una sociedad subdesarrollada donde el la historia en un gran espectáculo novelesco y poético mal parece haber ganado toda la partida. No hay en donde la realidad se vuelve teatro de bulevar y fanta- el libro un solo personaje que se salve, ni siquiera la sía apocalíptica en cada episodio. joven Camila, que cede al chantaje, se casa con el favo- El comienzo de la historia, “En el Portal del Señor”, rito del dictador, el guapo Miguel Cara de Ángel, y es memorable, con esa torva de mendigos –mancos, nada menos que asiste a una recepción en el palacio tuertos, ciegos, inválidos– que han retrocedido a la del Presidente que ha encarcelado a su padre, el exi- bestialidad más primitiva y se maltratan unos a otros liado general Eusebio Canales, probable asesino del desde el fondo de su miseria y salvajismo. De entre ellos saldrá el Pelele, el pobre diablo asesinado poco una música, unos ritmos que lo modelan, le dan per- después por un balazo gratuito. Al final del libro –la sonalidad y le garantizan la supervivencia. dictadura sigue intacta, por supuesto– el Portal del Asturias consiguió en esta novela algo muy ori- Señor es destruido, pero no el horrendo sistema de ginal. La belleza lingüística del libro está dentro de que es símbolo. una verdad histórica, la manera de hablar el español Este lenguaje no es unívoco, no es el español que del pueblo guatemalteco es creativa, personal, pero hablan todos los personajes de la historia. Quienes per- el novelista no es un mero transcriptor de esta realidad tenecen al mundo más elevado, pese a su incultura, lingüística, es también un creador, es decir, alguien dominan un castellano más o menos correcto, como que selecciona entre la riquísima fuente que es la es el caso de Cara de Ángel y de Camila, así como de manera de hablar de su pueblo y de su gente, depura un puñado más de ministros y militares y del propio y añade algo de su propia fantasía, de sus obsesiones y 41 Presidente. Pero, a medida que la historia desciende de su buen oído, dándole una impronta personal. De a los sectores más populares, la riqueza y la novedad modo que El señor Presidente es también una obra de de la expresión aumentan, se diversifican, introdu- creación, un verdadero tour de force de gran origina- ciendo palabras, canciones, audacias gramaticales, lidad y creatividad, acaso más cerca de la poesía que LETRAS LIBRES insólitas metáforas, ritmos, expresiones generalmente de la narrativa o de una alianza entre ambas que es MAYO 2020 relacionadas con los insectos y las plantas y los árbo- poco frecuente. les locales, que dan cuenta de una naturaleza bravía, Muchos de los episodios de la historia comienzan provinciana, no dominada todavía por el hombre, en de una manera que podríamos llamar realista, pero, un país que se adivina aislado y aletargado en el tiem- poco a poco, arrastrados por esa dinámica de que está po, sin automóviles ni aviones todavía, desde el que dotado su lenguaje en construcción, de naturaleza ir a Nueva York es una larga trayectoria con trenes poética, es decir, visionaria y metafórica, abandona y barcos. Guatemala no es mencionada ni una sola el terreno realista y objetivo y pasa a ser leyenda, sue- vez, pero no es necesario; todo indica que se trata de ño, teatro, mito, fantasía. Esto es lo que dio singulari- ese desafortunado y bellísimo país: su capital está lejos dad a la novela y, sobre todo, una novedad y un valor del mar, la rodean los ríos, las selvas y los volcanes, literario que no ha perdido en todo el tiempo que y su desdichado pueblo, que solo habrá conocido dic- lleva publicada. Casi noventa años después de escrita, taduras horrendas hasta mucho después de que termi- El señor Presidente sigue siendo una de las más origina- na la novela –es decir, hasta el año 1950–, tiene, a la les creaciones de la literatura latinoamericana. hora de hablar y pensar, una facundia extraordinaria, La nostalgia de su viejo país debió de jugar un inventa palabras, fantasea e improvisa cuando habla, papel importante en la creación de esta novela. Al crea sin cesar en todo lo que dice y exclama, y tiende mismo tiempo, la distancia que había entre Asturias a convertir la realidad en ensueño –infernal, a menu- y Guatemala –él vivía en París– le daba una libertad do– donde el tiempo corre en redondo, alrededor de de la que no gozaban, en América Latina, muchos sí mismo, como en las pesadillas, y la vida en una tra- escritores que, a la vez que vivían, padecían esta bru- gedia teatral que se repite sin tregua, de la que los seres talidad y por ello mismo se hallaban impedidos de humanos son meros actores y, a veces, mitos. Solo un trabajar con absoluta libertad, sin miedo a la persecu- capítulo de la novela –cuadro o mural más bien–, el ción y a la censura. Probablemente, también, Miguel xxxvii, “El baile de Tohil”, parece inspirado en los Ángel Asturias no fuera cabalmente consciente lejanos ancestros del pasado arqueológico maya-qui- del gran libro que escribió. Y que no volvería a escri- ché, una reminiscencia histórica o antropológica que bir, porque las novelas, cuentos y poemas posteriores entronca con la riquísima antigüedad de Guatemala. suyos están mucho más cerca de esa literatura estre- Todos los otros corresponden a un presente actualiza- cha y algo demagógica, de las novelas “comprometi- do, en el que un pueblo humilde, aislado y primitivo, das” que se habían escrito sobre los dictadores y que él sometido a los horrores indescriptibles de un régi- mismo promocionaba, sin advertir que el gran mérito men brutal y carcelario, vive en la miseria. Pero hay de El señor Presidente fue haber roto con esa tradición algo que lo defiende e impide perecer: la fuerza vital y haber elevado la narrativa de nuestro continente extraordinaria con que se enfrenta a las vejaciones muy por encima de la literatura que hasta entonces la y la humillación, esa existencia trágica, impregnada representaba. ~ de tierra, bosque y animales, enormemente creativa en lo que se refiere a la supervivencia y el lenguaje. Un , 27 de marzo de 2020. pueblo que, desde el fondo de la ignominia política es escritor. En 2010 recibió el Premio y social que padece, es capaz, sin embargo, de crear, Nobel de Literatura. El año pasado Alfaguara publicó su dotarse de una personalidad, inventarse un lenguaje, novela Tiempos recios.