Premios Andersen De Literatura Antonio Orlando Rodríguez /Adaptación Bárbara Streeter
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Premios Andersen de Literatura Antonio Orlando Rodríguez /Adaptación Bárbara Streeter Para hablar sobre los Premios Andersen hay que referirse primero a IBBY. IBBY son las siglas que identifican a la Organización Internacional para el Libro Juvenil. Esta entidad fue fundada en Zurich, Suiza, en 1953. IBBY está integrada por alrededor de 60 secciones en diferentes países de todos los continentes y agrupa a personas comprometidas con una idea común: el encuentro de los libros y los niños. IBBY tiene entre sus propósitos principales: o Promover el entendimiento internacional a través de los libros para niños y jóvenes. o Favorecer en todo el mundo que los niños tengan acceso a libros de gran calidad literaria y artística. o Favorecer la publicación y la distribución de libros de calidad para niños y jóvenes, especialmente en los países en desarrollo. o Apoyar y formar a quienes trabajan con niños y jóvenes y con la literatura para niños. o Estimular la investigación y el trabajo académico en el campo de la literatura para niños. IBBY surgió como resultado del empeño de Jella Lepman, una alemana convencida de la importancia de los libros para niños. Finalizada la segunda guerra mundial, esta mujer comenzó a trabajar para que todas aquellas personas del mundo involucradas en la creación, selección y distribución de libros para niños - autores, ilustradores, bibliotecarios, profesores, editores, libreros, etc.- se agruparan en una organización que les permitiera conocerse y trabajar juntos. Así nació IBBY, en 1953. Y a los tres años de vida, también por iniciativa de Jella Lepman, IBBY instituyó un galardón bienal dedicado a premiar a los creadores de libros para niños: la Medalla Hans Christian Andersen. Inicialmente, el Premio Andersen se otorgó sólo a los escritores; pero a partir de 1966 se decidió entregar también a los ilustradores. El Premio Andersen es el más importante reconocimiento que se otorga en el mundo a un autor y a un ilustrador de libros para niños. Se entrega a creadores que, por el extraordinario nivel de su trabajo, han hecho una contribución importante y duradera a la literatura infantil y juvenil. Es tanto el prestigio de este Premio, que se le conoce como "el Nobel de la literatura infantil". Bárbara Streeter 1 © Educando Juntos – octubre 2004 ¿Cómo son otorgados estos premios? El procedimiento es el siguiente: Las secciones nacionales de IBBY de cada país son invitadas, cada dos años, a proponer a un autor y a un ilustrador como candidatos al Andersen. Un jurado internacional compuesto por diez especialistas en literatura para niños escoge a los ganadores después de estudiar su obra y de deliberar durante dos días. En este artículo haremos un recorrido por los ganadores del Premio Andersen de literatura, desde que éste fuera instituido, en 1956, hasta nuestros días. En algunos casos, nos detendremos a comentar y recomendar obras de algunos de esos autores. Eleanor Farjeon (1956) En 1956 se concedió el Andersen por primera vez y resultó ganadora la autora británica Eleanor Farjeon. Es interesante destacar que, en sus primeras ediciones, este premio se concedió por una obra en específico (más tarde se decidiría otorgarlo por la producción global del autor en cuestión). Eleanor Farjeon, nacida en 1882 y fallecida en 1965, ganó el Andersen por una hermosa colección de cuentos titulada “La princesa que pedía la luna”, en la que se unen fantasía, humorismo, reminiscencias de los antiguos cuentos de hadas y un estilo fluido y llano. Otra obra de esta creadora es la novela “El zarapito plateado”. Astrid Lindgren (1958) En 1958 se vuelve a conceder el Premio Andersen y esta ocasión resulta ganadora una escritora sueca: Astrid Lindgren. Nacida en 1907, esta autora es famosa en todo el mundo principalmente por su primer libro, titulado Pippa Mediaslargas. En esta obra, publicada por vez primera en 1945, ella relata las aventuras de una niña de trenzas pelirrojas y cara pecosa, que vive sola en una finca con la única compañía de un mono y un caballo. Pippa es, además, una especie de super-niña, de extraordinaria fuerza, capaz de levantar a su caballo con una sola mano y de vencer, a puños limpios, a una banda de ladrones. Pippa irrespeta casi todas las reglas y los estereotipos sociales: detesta la escuela, no es capaz de comportarse "educadamente" a la hora de tomar el té y actúa según su capricho en toda ocasión. Es además, una gran mentirosa. No es de extrañar que este personaje divertidísimo, que rápidamente gané el favor de los niños, asustara mucho a los pedagogos tradicionales en el momento de su aparición en el panorama de la literatura infantil sueca. Pippa era demasiado "transgresora" para el gusto de muchos adultos; sin embargo, la obra resultó un gran éxito editorial y hoy día se le reconoce como un clásico de las letras para niños. Fue tal la aceptación de este libro, que Astrid Lindgren se vio estimulada a escribir dos novelas más que completan la trilogía sobre Pippa: “Pippa se embarca” y “Pippa en los mares del Sur”. Sin embargo, como explicábamos anteriormente, en sus inicios el Premio Andersen no se concedía por toda la obra de un autor, sino por un libro en específico. Y el libro que hizo ganar a Astrid Lindgren este galardón fue su novela “Rasmus y el vagabundo”. Otras importantes creaciones de Astrid Lindgren son “Mío, mi pequeño Mío”, “Ronja, la hija del bandolero”, “Vacaciones en Saltkrakán” y “Los hermanos Corazón de León”. Cabe destacar, como un texto muy singular dentro de la amplia bibliografía de esta creadora, el libro “Mi mundo perdido”, relato autobiográfico en el que Astrid Lindgren evoca el universo de su niñez y la historia de amor de sus padres. Bárbara Streeter 2 © Educando Juntos – octubre 2004 Erich Kästner (1960) Luego de dos escritoras galardonadas con el Andersen - una inglesa y una sueca - , en 1960 le tocó el turno a un autor: el alemán Erich Kästner. Este creador, nacido en 1899 y fallecido en 1974, tenía una larguísima trayectoria como autor de libros para la infancia. Y es precisamente en esta edición que el Premio Andersen empieza a concederse no por un libro en particular, sino tomando en consideración todas las obras divulgadas por los autores, es decir, el conjunto de su producción. La más famosa novela para niños de Kästner, titulada “Emilio y los detectives”, data de 1929. En este libro se narra una historia policíaca donde los detectives son niños. Emilio viaja en tren desde un pequeño pueblo hasta la gran ciudad y durante el trayecto, pese a las advertencias de su madre, le roban los ahorros. ¿Cómo hallar al ladrón? Con la ayuda de un grupo de muchachos, y luego de numerosas aventuras, Emilio consigue recuperar su dinero. La novela es no sólo un relato de intriga y suspenso, sino también una exaltación de la solidaridad y de la responsabilidad social de la infancia. Emilio y los detectives es una obra que aún hoy se lee con agrado e interés, y alcanzó tal popularidad en su época, que el autor decidió retomar a su personaje y escribir posteriormente otra obra: “Emilio y tres mellizos”. Siempre ingenioso y ameno, Kästner escribió otras muchas obras para niños, entre ellas “La conferencia de los animales” (texto de marcado espíritu pacifista, dado a conocer después de la segunda guerra mundial), “El 35 de mayo”, “El aula voladora”, “El hombre pequeñito”, “El hombre pequeñito y la pequeña Miss” y “Cuando yo era un chiquillo”. En el prólogo de su novela “El aula voladora”, Kästner escribió unas palabras que bien vale la pena recordar aquí: "¿Cómo puede un adulto haber olvidado su infancia hasta tal punto que un día ya no recuerde en absoluto lo triste e infelices que pueden llegar a ser los niños? En la vida, lo más importante no es el porqué se está triste, sino cuánto se sufre. Las lágrimas de los niños no son más pequeñas, y a menudo pesan más que las lágrimas de los grandes." Meindert Dejong (1962) Un norteamericano de origen holandés, llamado Meindert Dejong, fue el ganador del Andersen en 1962. Este autor nació en 1906 y se dio a conocer como escritor para niños cuando era joven, con dos cuentos de gran éxito: “El ganso gordo” y “El patito blanco”. Muchas de sus historias transcurren en Holanda, en pueblitos pequeños, como los que conoció durante su infancia humilde. Otros de sus libros son “La colina que canta”, “Shora y las cigüeñas” y “Una gata casi blanca”. Una de las obras más hermosas de Meindert Dejong se titula “Una rueda en el tejado” y ejemplifica muy bien el estilo de este autor, que toma como eje central de sus historias acontecimientos de lo cotidiano. Una rueda en el tejado narra la vida de un grupo de niños en el campo. Es tan diminuto el pueblo donde viven, que la escuela sólo tiene seis alumnos. Un día, el maestro habla sobre las cigüeñas y entre los estudiantes surge una inquietud: ¿por qué, cuando llega la temporada en que las cigüeñas llegan a Holanda para fabricar sus nidos sobre los tejados de las casas, ninguna se queda en su pueblo? Sin embargo, en todos los pueblos vecinos las cigüeñas se hallan muy a gusto. Puestos a investigar, los niños descubren que las cigüeñas no hacen nidos en los techos de sus viviendas porque éstos son muy perpendiculares y no les brindan el suficiente equilibrio. La solución sería colocar ruedas encima de los tejados, para que las aves pudieran hacer sus nidos con comodidad. Pero el pueblo donde transcurre la historia es tan humilde y tan remoto, que nadie tiene una rueda Bárbara Streeter 3 © Educando Juntos – octubre 2004 vieja.