ABC De Género En La Administración Pública ©Instituto Nacional De Las Mujeres, INMUJERES Alfonso Esparza Oteo 119 Col
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ABC de Género en la Administración Pública ©Instituto Nacional de las Mujeres, INMUJERES Alfonso Esparza Oteo 119 Col. Guadalupe Inn C.P. 01020, México, D.F. ©Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD Presidente Masaryk 29 Col. Polanco C.P. 11570, México, D.F. Primera edición: diciembre de 2002 Primera reimpresión: marzo de 2004 Segunda edición: noviembre de 2007 ISBN: 978-968-5552-99-8 www.inmujeres.gob.mx Impreso en México/Printed in Mexico Í n d i c e Presentación 4 I. ¿Qué es género? 7 II. Elementos clave para analizar las relaciones 17 entre mujeres y hombres III. La institucionalización de la perspectiva de género 23 en las políticas públicas IV. Obligatoriedad jurídica de las y los servidores públicos 27 V. Código de conducta a favor de la equidad 31 entre mujeres y hombres Bibliografía 33 Presentación El Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) tiene como objetivo principal promover la igualdad jurídica y de oportunidades entre todas y todos los mexicanos, me- diante el desarrollo de estrategias y políticas públicas que garanticen la distribución equitativa de los recursos y el ejercicio pleno de sus derechos. Congruente con este propósito, el INMUJERES ha imple- mentado un conjunto de estrategias orientadas a incor- porar la perspectiva de género de forma transversal en el quehacer de las instituciones públicas. Una de ellas es la capacitación sobre temas de equidad e igualdad para las y los funcionarios públicos en diferentes niveles de enseñan- za (sensibilización, capacitación y formación). El objetivo de esta estrategia es la creación de una masa crítica de fun- cionarias/os del sector público, comprometida con la tarea de institucionalizar los principios de la equidad de género en las políticas públicas y en la cultura institucional de las diversas dependencias del Estado. Para el éxito de la profesionalización en género, la produc- ción de materiales constituye un apoyo valioso y un soporte didáctico fundamental. En este sentido, el ABC de género en la Administración Pública es un recurso metodológico mediante el cual los y las usuarias podrán tener una aproxi- mación sobre los alcances de la perspectiva de género y su aplicación en el diseño de políticas públicas. El INMUJERES presenta la segunda edición del ABC de género en la Administración Pública con cambios que mejoran la comprensión de su contenido, así como la actualización de datos sociodemográficos empleados para ilustrar las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres. Asimismo, incluye un decálogo de acciones institucionales que deberían ser parte del quehacer coti- diano de los y las funcionarias públicas cuando asumen su compromiso en relación con la equidad e igualdad de género. Estoy segura que los y las funcionarias que colaboran en la administración pública federal, estatal y municipal, así como quienes se dedican a formar multiplicadores en los talleres de sensibilización en género, hallarán en este folleto el material idóneo para conocer una pauta de análisis y reflexión sobre las implicaciones metodoló- gicas y prácticas de la incorporación de la perspectiva de género en las políticas públicas. María del Rocío García Gaytán Presidenta del instituto nacional de las Mujeres El ABC de género en la Administración Pública tiene como objetivo brindar a las y los lectores una visión general sobre la perspectiva de género y su aplicación, tanto en el análisis de las relaciones sociales que originan la desigualdad entre mujeres y hombres, como en los procesos de institucionalización en el Estado. ABC de Género en la Administración Pública I. ¿Qué es género? El género es una categoría utilizada para analizar cómo se definen, representan y sim- bolizan las diferencias sexuales en una determinada sociedad. Por tanto, el concepto de género alude a las formas históricas y socioculturales en que mujeres y hombres construyen su identidad, interactúan y organizan su participación en la sociedad. Estas formas varían de una cultura a otra y se transforman a través del tiempo. El concepto de género se empleó por primera vez en el ámbito de la psicología médica durante la década de 1950. Sin embargo, fue hasta 1968 que Robert Stoller la desarrolló en una investigación empírica sobre trastornos de la identidad. Stoller demostró en su estudio que lo que determina la identidad y el comportamiento masculino o femenino no es el sexo biológico, sino las expectativas sociales, ritos, costumbres y experiencias que se ciernen sobre el hecho de haber nacido mujeres u hombres1. Esta observación permitió concluir que la asignación y adquisición social de la identidad sexual es más importante que la carga genética, hormonal o biológica que los seres humanos traen consigo al nacer; esto significa que las relaciones sociales entre los sexos se pueden desnaturalizar. A partir de este descubrimiento se empezó a comprender que la identidad de las perso- nas y su posicionamiento social, provienen de las representaciones y significados cultura- les atribuidos a la “masculinidad y a la “femineidad”, así como de los principios sexistas incorporados en las reglas de funcionamiento de las instituciones públicas y privadas. Con base en estos postulados, se distingue el “sexo” del “género” como categorías que hacen alusión a procesos diferentes, como se observa en el siguiente cuadro: 1 Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, La perspectiva de género: una herramienta para cons- truir equidad entre mujeres y hombres, 1997, p. 51. Instituto Nacional de las Mujeres SEXO GÉNERO Diferencias y características biológicas, anató- Conjunto de ideas, creencias y atribu- micas, fisiológicas y cromosómicas de los se- ciones sociales, construidas en cada res humanos que los definen como hombres cultura y momento histórico, toman- o mujeres. do como base la diferencia sexual; a partir de ello se elaboran los concep- tos de “masculinidad” y “feminidad”, que determinan el comportamiento, las funciones, las oportunidades, los valoración y las relaciones entre mu- jeres y hombres. Se nace con esas características, son universa- Son construcciones socioculturales les e inmodificables. que pueden modificarse, dado que han sido aprendidas. Ejemplo: sólo los hombres tienen la capacidad Ejemplo: en épocas pasadas, en algu- de producir espermatozoides; únicamente las nos países como China, sólo los hom- mujeres tienen ovarios y matriz. bres podían heredar, y a las mujeres que pertenecían a determinadas cla- ses sociales sólo se les enseñaba bor- dado y canto. ABC de Género en la Administración Pública n La división de la vida pública versus la vida privada Las relaciones sociales de género están determinadas por una manera de compren- der la división entre la vida pública y la privada, que ha contribuido a segmentar los espacios de acción para las mujeres y los hombres a lo largo de la historia. En esta división, la vida pública refiere a la esfera en que se produce el reconoci- miento y ejercicio de los derechos, y la privada, al espacio donde se satisfacen los intereses particulares de las personas y las familias. Conforme a esta división, las mujeres quedaron excluidas de la esfera pública sin prerrogativas para participar en las decisiones del Estado y en los intercambios del mercado por derecho propio. En su lugar, se les asignó la salvaguarda interna del ámbito privado y familiar, que- dando subordinadas a la autoridad masculina y con un estatus jurídico diferente al concedido a sus congéneres varones. El fundamento de esta explicación, según los padres de la Filosofía Política Moder- na, estriba en la diferencia de la naturaleza humana femenina, cuyas cualidades reproductivas la acercan al mundo de las emociones y el cuidado de la familia, distanciándola del mundo de la razón, el interés y el bienestar colectivo. Con base en estas explicaciones, las sociedades modernas han construido un ima- ginario que segmenta la participación de mujeres y hombres en la sociedad, afec- tando inequitativamente su acceso a las oportunidades y a la disposición de recur- sos materiales (tierra, maquinaria, créditos, capital) y no materiales (capital cultural, derechos, autoridad). 2 Se hace referencia a las explicaciones liberales construidas durante el movimiento de la Ilustración, entre las que destacan los aportes filosóficos de John Locke, Thomas Hobbes y Jean Jacques Rousseau. Los estudios de género han realizado importantes contribuciones que de-construyen el androcentrismo explícito en las explicaciones filosóficas dadas por éstos y otros teóricos ilustrados. Para ampliar las referencias sobre estos argumentos,véase Celia Amorós, Tiempo de feminismo. Sobre feminismo, proyecto ilustrado y postmodernidad, 1997; y Amelia Valcárcel, La memoria colectiva y los retos del feminismo, 2001. 10 Instituto Nacional de las Mujeres HOMBRE MUJER Cultivo de la razón Cultivo del sentimiento Fuerza Abnegación Valor Debilidad Trabajo Ternura Belleza versus Política Hogar Ámbito público* Ámbito privado** Asimismo, esta división ha fundamentado la asignación arbitraria de atributos y posibilidades que valoran lo masculino como superior y lo femenino como inferior, dando lugar a una asimetría social que se ha reforzado con el paso de los años mediante mecanismos sociales, económicos, culturales y jurídicos que perpetúan la desigualdad entre mujeres y hombres. Así lo demuestran algunos datos interna- cionales: • Las mujeres realizan 5 por ciento de las horas trabajadas en el mundo, pero sólo es pagado un tercio de estas horas. • Las mujeres constituyen dos terceras partes de los 960 millones de personas que no saben leer ni escribir. ABC de Género en la Administración Pública 11 • Las mujeres son dueñas de sólo 10 por ciento del dinero que circula y del uno por ciento de la tierra cultivada en el planeta. • Dos terceras partes de los mil 300 millones de personas pobres en el mundo son mujeres. • Cada minuto muere una mujer debido a complicaciones derivadas del embara- zo y del parto. La mayoría de los fallecimientos podrían evitarse.3 • Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 50 por ciento de las mujeres embarazadas en todo el mundo padece anemia.