Archivo De Villarrasa Que Se Conservan En Los Llamados “Libros De Privilegios”, Pertenecientes Éstos Últimos Al Oficio De La Escribanía Pública Y Al Concejo Municipal
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GUÍA, INVENTARIO E ÍNDICE DEL ARCHIVO MUNICIPAL DE VILLARRASA PLAN DE ORGANIZACIÓN DE ARCHIVOS MUNICIPALES DE LA EXCMA. DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUELVA, AÑO 1990 GUÍA DEL ARCHIVO INTRODUCCIÓN El término municipal de Villarrasa se sitúa en el extremo sur occidental de la depresión bética donde se superponen depósito marinos y continentales de edades que van desde el Neógeno hasta el más reciente Cuaternario. El río Tinto lo cruza por la izquierda. El núcleo urbano se encuentra a sesenta y un metro de altitud sobre el nivel del mar. Su característica climatológica es mediterráneo continental subtropical como buena parte de la provincia de Huelva. La superficie del término es de 72 Km². Posee una economía eminentemente agropecuaria. Según los datos estadísticos correspondientes a 1991 los cultivos se distribuyeron por hectáreas del modo siguiente: 1.163 de trigo, 45 de habas, 50 de garbanzos, 118 de remolachas, 750 de girasol, 268 de viñedos y 305 de olivar. La pequeña actividad industrial acogida a un régimen de cooperativa se raciona con los principales cultivos que da su tierra. Villarrasa está comunicada con el exterior por carretera y ferrocarril. La N-433 Huelva-Sevilla parte el núcleo urbano en dos. La población de Villarrasa ha evolucionado hacia el crecimiento desde 1503 (=200 vecinos equivalentes por el cómputo 4’5 a 900 habitantes). Alcanzó la cota más alta en 1752 (=516 vecinos equivalente a 2.322 habitantes). A partir de esta fecha fue disminuyendo situándose en 1358 habitantes censados en 1857, su cota más baja. En periodos posteriores observamos cierta mejoría. En la actualidad Villarrasa cuenta con 2.182 habitantes. Respecto al presupuesto municipal cabe decir que el mismo ascendió a 6’4 millones en 1980 y a 143’3 millones en 1991. Dicho crecimiento se debe sobre todo al incremento de personal, servicios e inversiones en infraestructuras de los últimos diez años. Cuenta con un Centro de E.G.B. que cubre las necesidades escolares, una parroquia, un puesto cuartel de la Guardia Civil además de un Juzgado de Paz situado en el Ayuntamiento. Entre sus monumentos destaca la Ermita de la Virgen de los Remedios (Patrona de Villarrasa), la Iglesia de las Angustias y la parroquia de San Vicente Mártir. Sobre los orígenes de Villarrasa bien poco o nada se sabe. Su proximidad a Niebla, antigua Ilipla de los romanos, pudo influir en su posterior desarrollo. En sus inmediaciones se ha encontrado un conjunto de tumbas anteriores a la Era Cristiana. Pero no fue hasta la conquista del reino andalusí de Niebla por el monarca castellano Alfonso X, en 1262, cuando el lugar de Villarrasa y las otras aldeas que componían el viejo reino de los Banu Mahfudh iniciaron su andadura como núcleos urbanos. Con la creación del Condado de Niebla en 1369 cambió la situación político social de la capital que se convirtió en un fuerte concejo compuesto por caballeros y hombres libres, entrando definitivamente en el proceso de señorialización de la comarca. Esta situación que comentamos influyó en el desarrollo de las poblaciones que componían el Condado, sobre todo en lo que respecta a la vida política y económica y dado el control que el señor ejercía sobre sus dominios. Por tanto, la historia de Villarrasa sigue los avatares de los acontecimientos de Niebla y del Condado en su conjunto. En el S. XV se le menciona en los documentos como Villarrasa de la Torrecilla, denominación que en 1762 recoge otro documento donde aparece el escudo de armas del “lugar de Villarrasa en lo antiguo la Torrecilla”. Perteneció junto con Rociana y Almonte al partido judicial de Moguer hasta 1873, año en que presumiblemente pasó a depender del de La Palma, continuando hasta la fecha. ESTADO DEL ARCHIVO Los fondos documentales del Archivo Municipal de Villarrasa se encontraban depositado en un cuarto trastero de la planta baja del Ayuntamiento, sito en Plaza de España nº 5, en estanterías metálicas junto a objetos y materiales ajenos a la función específica de un Archivo. En el S. XVIII y en las centurias anteriores los papeles del Archivo se guardaban en el arca de las tres llaves, según se desprende del inventario de los Privilegios realizados en 1796 (leg. 31, lib. Año 1796, f. 1-18). En 1982, el Archivo Municipal aún se encontraba en el viejo Ayuntamiento, edificio que presentaba un aspecto ruinoso. La lluvia provocó el derrumbe de parte de la techumbre dejando a la intemperie la dependencia donde estaba instalado el Archivo Municipal. Ese mismo año se produjo en incendio por cortocircuito afectando principalmente al Archivo: entre los documentos que se destruyeron en esta ocasión se encontraban varios padrones municipales y otros documentos antiguos. A pesar de la situación de abandono parcial del Archivo Municipal y del mal estado de conservación del viejo Ayuntamiento, lo que ha posibilitado la destrucción de parte del mismo, y el expolio selectivo de muchas de las piezas documentales más significativas, el Archivo Municipal de Villarrasa, aunque pequeño, sigue conservando buena parte de sus series casi completas. Nuestro objetivo ha consistido en ordenar la documentación con un criterio racional y archivístico de acuerdo con las directrices emanadas del Plan de Organización de Archivos Municipales de la Diputación Provincial de Huelva, habiéndose dividido el trabajo en tres etapas: formación de series, ordenación cronológica de las mismas y formación de legajos, y, finalmente, elaboración de la Guía, Inventario e Índice. INSTALACIÓN DEL ARCHIVO Y SUS UNIDADES Los fondos han quedado instalados en una sala rectangular que se ubica en la planta alta de edificio capitular, destinada exclusivamente el Archivo, sobre estanterías metálicas y en cajas archivadoras en posición horizontal, cubiertos sus frentes con un marbete donde, junto con el escudo de armas de la villa y la leyenda “Archivo Municipal del Ayuntamiento de Villarrasa”, reza la signatura, fechas límites y clasificación. Las unidades de instalación son dos: legajos y libros, instalados en estanterías por separado en la misma sala o depósito. INSTRUMENTOS DE DESCRIPCIÓN DEL ARCHIVO. Tabla-guía.- Se trata del primer instrumento que nos permite una visión de conjunto del Archivo, indispensable para el manejo correcto de los fondos. Nos indica la serie, sus unidades de instalación, fechas extremas y páginas del inventario. Consta de 6 secciones, divididas a su vez en 36 subsecciones y 135 series, con al salvedad que en algunos casos la subsección coincide con la serie. - La 1ª sección contiene 6 subsección y 15 series. - La 2ª “ “ 14 “ 70 “ - La 3ª “ “ 5 “ 29 “ - La 4ª “ “ 5 “ 15 “ - La 5ª “ “ 1 “ 1 “ Inventario.- precedido por la Tabla-guía Sinóptica, describe de forma individual cada una de las unidades de instalación: 392 legajos y 49 libros. Estos últimos se han descrito correlativamente a los legajos. En la parte superior, con mayúsculas y entre líneas, aparece el nombre de la subsección. A continuación, y en el margen izquierdo, a doble columna legajo y libro con indicación de la signatura correspondiente a cada unidad de instalación; la descripción de la misma, fecha, límites y clasificación. El inventario es un importante instrumento de descripción, insustituible tanto para el archivero como para el usuario: facilita el control de la documentación y el acceso a la información rápida y eficazmente. Índice.- Se trata de un complemento imprescindible del inventario, confeccionado alfabéticamente y en donde se recogen las voces o vocablos referentes a personas (onomástico), lugares (toponímico) y materias. Cada voz nos remite a la unidad de instalación (legajo, libro) que se desea consultar. LOS INVENTARIOS ANTIGUOS Son varios los inventarios antiguos del archivo de Villarrasa que se conservan en los llamados “Libros de Privilegios”, pertenecientes éstos últimos al oficio de la Escribanía Pública y al Concejo Municipal. Comprobamos que son de las pocas poblaciones preocupadas en el pasado por dejar constancia de su memoria histórica en unos registros de indudable interés que se guardaban junto con otros papeles en el arca de las tres llaves. El archivo en general y la documentación contenida en los “Libros de Privilegios de Privilegios” en particular fueron custodiados escrupulosamente a lo largo del S. XVIII. Los privilegios y mercedes concedidos a Villarrasa por los sucesivos Duques de Medina Sidonia y Condes de Niebla garantizaban los derechos de este lugar y su cabildo respecto, sobre todo, a deslindes y aprovechamientos frente a otras poblaciones vecinas de la jurisdicción de Niebla. En el inventario general, por utilizar un concepto globalizador, destacan dos fondos diferentes relacionados entre sí: la documentación capitular o municipal propiamente dicha y los registros de escrituras públicas y particiones de bienes. Actualmente se conservan en el archivo municipal las series que conforman la primera. En cuanto al Protocolo Notarial éste fue trasladado a La Palma del Condado, capital del partido judicial de su nombre, presumiblemente a finales del siglo pasado, como ocurrió con otras poblaciones que pertenecen a dicha demarcación. La desaparición del escribano público local y el traslado de las escrituras públicas al archivo de la notaría del distrito supuso de hecho el fin de una práctica antigua. Junto a ambas circunstancias el edificio del Cabildo o Ayuntamiento. Que tradicionalmente había servido de depósito a los protocolos al haber estado unida la mayoría de las veces las funciones del oficio público y del Cabildo, perdió uno de sus fondos debido a la implantación de la nueva política notarial, la cuál tiene su expresión más fiel en la ley del Notariado de 1862. Los inventarios antiguos a los que nos estamos refiriendo y que se encuentran en los “Privilegios” son los siguientes: 1.- Libro de Privilegios. Años 1680-1690, F.F. 85-105. sign. 33 1686: Recibo del inventario de los registros de escrituras públicas y partición de bienes, ordenanzas, padrones, pósito, etc.